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MERCOSUR (página 2)


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En otro orden que orientan los objetivos del MERCOSUR están la preservación del medio ambiente, el mejoramiento de las comunicaciones, la coordinación de las políticas macroeconómicas y la complementación de los diferentes sectores de sus economías. Por otra parte, la conformación de un mercado común es una respuesta adecuada a la consolidación de grandes espacios económicos en el mundo y la necesidad de lograr una adecuada inserción internacional.

Principales Instrumentos de Integración

En el tratado de Asunción se establecen los principales instrumentos para la constitución del M.C., que tuvieron vigencia durante el período de transición:

·                     Un programa de liberación comercial: rebaja arancelaria progresiva para llegar al 31 de diciembre de 1994 con arancel cero.

·                     Un arancel externo común (A.E.C.): para incentivar la competitividad de los Estados Partes y ampliar el comercio con terceros países.

·                     La adopción de acuerdos sectoriales entre los países firmantes: con el fin de optimizar la utilización y movilidad de los factores productivos y alcanzar escalas operativas eficientes.

·                     Coordinación de políticas macroeconómicas, que se realizará gradualmente y en forma convergente.

·                     Legislación laboral y fiscal.

Beneficios y Desafíos del MERCOSUR

Los beneficios más relevantes que otorga un órgano como MERCOSUR estriba básicamente en su significado económico y social que pueden alcanzar sus miembros y desde luego la población de los países incluidos; la eliminación de barreras arancelarias dentro de un mercado común implica que algunos bienes y servicios (que inicialmente los miembros producían o importaban de terceros países) sean suministrados ahora por un país socio, aunque este sea menos eficiente como productor que el resto del mundo. Esto ocurre porque el país exportador disfruta de una protección en el mercado del país importador debido al arancel externo común.

En el caso de algunas mercancías, la oferta de un país socio puede reemplazar las importaciones procedentes del resto del mundo y adicionalmente sustituir total o parcialmente la producción nacional ineficiente. Si un socio tiene costos unitarios menores al precio mundial más el arancel común, sus exportaciones pasan a reemplazar las importaciones del resto del mundo y la unión hace bajar los precios del mercado local. Esto significa que los consumidores pueden consumir más de los bienes ahora menos protegidos y que las empresas adecuarán su oferta, con lo cual caerá parcialmente la producción ineficiente. Ello implica que habrá un incremento neto de las importaciones desde el país socio. El aumento del consumo, la disminución de la producción ineficiente y el incremento neto de las importaciones, constituyen el efecto de creación de comercio de una unión aduanera.

Simultáneamente, los productores del país socio reemplazan a los del resto del mundo, que producen más eficientemente, como proveedores del mercado nacional. Este desplazamiento eleva el costo social (o costo de las importaciones netas de aranceles), debido a que el socio es menos eficiente que los productores de los terceros países. Además, se verifica una pérdida de ingresos arancelarios, que son transferidos a los consumidores nacionales, que ahora pagan un precio menor, y a los productores del país socio que exporta, que venden su producción a mayor precio que el internacional. La sustitución de producción socialmente menos costosa del resto del mundo por la del socio ineficiente, que da lugar a una transferencia de ingresos arancelarios a los productores de ese país, es conocida como desviación de comercio.

La creación de comercio es el beneficio de la unión aduanera y la desviación de comercio su costo.

Otros Beneficios

Existe un elemento acondicionador que ofrece un beneficio altamente significativo cuando una nación forma parte de un mercado común y es que representa una cierta autonomía para la conducción y manejo de sus bienes y servicios que pretende adquirir o exportar; todo ello deriva una contraprestación que va más allá de lo meramente económico, pues le otorga a los países miembros una solidez que solos en un mercado caracterizado por la diversidad no podrían ser lo suficientemente competitivos. Considerando el lado de las exportaciones, no debe desestimarse la mayor posibilidad de colocación que ofrece la integración y el mayor poder de negociación frente al resto de los países y uniones comerciales, dada la tendencia mundial a la constitución de grandes bloques comerciales ("globalización").

La conformación de un mercado común permite aprovechar las ventajas comparativas y derivadas de diferentes dotaciones relativas de factores y de las diferentes necesidades relativas de materias primas para producir cada bien. Al establecerse el libre comercio interno se induce a la especialización y se permite el aumento de la eficiencia asignativa. Si la sociedad desea mantener cierto grado de protección industrial (por considerar a la industrialización como un bien social), el Mercado Común proporciona economías de escala que no pueden ser aprovechadas bajo un régimen de protección nacional.

Otras ventajas del Mercado Común son: mayor variedad de bienes finales a disposición de los consumidores, lo que representa un incremento en su bienestar; mayor competencia que implica, entre otras cosas, mayor calidad de los bienes y servicios ofrecidos, menores precios y una asignación de recursos más eficiente; un importante ahorro de recursos que inicialmente se destinan a las reparticiones aduaneras; mejor asignación de recursos intrarregional; reducción de los costos de

transporte y comunicación por la integración física de los Estados Partes que contempla el MERCOSUR.

La constitución de un Mercado Común afianza las relaciones comerciales, políticas, científicas, académicas, culturales, etc., todo lo cual aleja considerablemente la posibilidad de conflictos entre los países (un ejemplo claro de esto se refleja entre la rivalidad existente entre Brasil y Argentina, la cual duro durante décadas). Finalmente, el MERCOSUR aparece como un reaseguro para la democracia de los países intervinientes, al posibilitar un mayor grado de desarrollo económico con equidad distributiva.

Principales desafíos

Liberación comercial y coordinación de políticas

La conformación del MERCOSUR avanzó por dos vías paralelas y que no necesariamente tuvieron la misma

dinámica: por un lado estuvo la disminución progresiva y automática de aranceles y trabas no arancelarias al comercio; por otro estuvo la armonización de las políticas macroeconómicas y sectoriales que no tienen automaticidad y requiere de acuerdo, negociaciones y compromisos de los gobiernos.

Bajo este esquema (y a juzgar por el grado de avance concreto en la armonización de políticas) se corría el riesgo de llegar a 1994 con arancel cero sin trabas para-arancelarias, sin listas de excepciones, sin cláusulas de salvaguardia (es decir, sin ningún mecanismo que pueda limitar el comercio) pero con políticas nacionales escasamente armonizadas o hasta contradictorias.

Asimetrías

La coordinación de políticas no sólo consiste en la abstención por parte de los gobiernos de aplicar determinadas políticas nacionales, sino que implica, además, tomar medidas conjuntas a fin de eliminar asimetrías entre las diferentes economías (provocadas generalmente por acciones de gobierno o malformaciones de mercado) que ponen en desigualdad a productores de distintos países. Algunas asimetrías vienen dadas por diferentes cargas y sistemas tributarios sobre insumos y servicios, diferentes tarifas de servicios, diferencias en requisitos administrativos y burocráticos, distintas legislaciones en los temas económicos y financieros, diferencias en cuanto a las políticas de medio ambiente, etc..

Tanto la coordinación y armonización de políticas como la eliminación de las principales asimetrías debían estar en una avanzada etapa de desarrollo mucho antes de diciembre de 1994. Para fines de 1993 la preferencia arancelaria no era inferior al 82% y en las listas de excepciones de Argentina y Brasil figuraban sólo el 20% de los productos de 1990 y el 40% de los existentes en 1991 para Paraguay y Uruguay.

Eficacia económica y social del MERCOSUR

La eficacia Económico-Social del Mercosur, es el órgano representativo de los sectores económicos y sociales del Mercosur. Es un órgano autónomo pero sin facultades decisorias propias. Es un órgano integrado exclusivamente por sectores privados (organizaciones empresariales, sindicatos y tercer sector), sin participación de los estados.

El Foro Consultivo Económico-Social del Mercosur fue creado en diciembre de 1994 por el Protocolo de Ouro Preto (arts. 28-30).

El FCES es un organismo inspirado en el Comité Económico y Social (CES) de la Unión Europea, creado atendiendo a la demanda de mayor participación de los sectores empresariales y sindicales.

El Foro Consultivo Económico-Social tiene diversas integraciones de acuerdo a si se trata del Plenario regional o las secciones nacionales.

El Plenario, su instancia superior, está integrado por nueve delegados por país, de los cuales cuatro corresponden al sector sindical, otros cuatro al sector empresarial y el restante al tercer sector (organizaciones de consumidores).

Las secciones nacionales del FCES tienen autonomía para organizarse y, debido a ello se han integrado con diferentes composiciones, sumando a otros sectores de la sociedad civil además de las organizaciones sindicales, empresariales y de consumidores.

El arancel externo común

La conformación de un Mercado Común, a diferencia de una zona de libre comercio, incluye la adopción de un Arancel Externo Común (AEC) frente a terceros países. Fue sumamente importante que a la hora de definirlo se tomara como referencia al país que menor arancel aplicaba. De no ser así se hubiese cerrado el MERCOSUR respecto al resto del mundo, lo que hace que el efecto de desviación de comercio primara sobre el de creación. Por otra parte, si se fija un arancel común alto, para los países de menor nivel arancelario el M.C. aparece como una alternativa inferior a la zona de libre comercio, que permite comprar bienes externos a precios cercanos a los internacionales.

Una cuestión relevante en referencia al arancel común es al adopción de un A.E.C. único para todos los bienes o una estructura arancelaria. Se demuestra que desde el punto de vista económico un arancel único produce una mejor asignación de recursos que una estructura arancelaria, ya que todos los sectores reciben una protección real igual a la nominal e iguales entre sí. Sin embargo los Presidentes de los países del MERCOSUR reunidos en Montevideo a fines de 1992, acordaron que durante un período de transición, el nivel del A.E.C. se establecerá entre cero y 20% como máximo a partir de fines de 1993, con algunas excepciones sectoriales, aunque en ningún caso dicho arancel superará el 35%.

Reconversión productiva, mercados laborales y costos sociales

El MERCOSUR sin duda produjo contracciones y/o reconversión de algunos sectores. Se debían tomar en consecuencia las medidas necesarias a fin de minimizar los costos sociales de la transición, facilitar la movilidad de factores, implementar programas de re entrenamiento de mano de obra, disponer de políticas de ingresos, etc..

Uno de los grandes obstáculos que encuentran las economías son los altos costos laborales, aún cuando los salarios percibidos sean bajos. Lograr mayor flexibilidad laboral es una condición para disminuir el desempleo y aumentar la competitividad de los países del MERCOSUR.

El sector agrícola

El sector agrícola es lo suficientemente importante en los cuatro países como para haber merecido la constitución de un subgrupo de trabajo especializado. Es quizá uno de los pocos sectores que presenta ventajas comparativas con potencialidad suficiente como para marcar la presencia de los cuatro socios del MERCOSUR en el escenario internacional, categorizando a la unión como formadora de algunos precios a nivel mundial.

El sector agrícola es el más vulnerable a la apertura a la economía internacional, ya que no puede ajustarse a condiciones de

competencia por limitaciones naturales y estructurales.

Es también el sector que más sufre la agresión de las políticas generalizadas de los subsidios de los países desarrollados.

Un mercado unificado provoca una intensa reestructuración agrícola según condiciones naturales y según competitividad técnica. La notable potencialidad argentina en productos agrícolas de clima templado de hace sentir sobre el sus brasileño y el Uruguay, mientras que la producción brasileña elimina del mercado argentino los productos tradicionales del Nordeste y el Noroeste, y también del Paraguay, como el azúcar, el algodón, y la yerba mate.

El sector industrial

En primer lugar se esperaba un incremento en la concentración y centralización de capitales. Al mismo tiempo, nuevas oportunidades se abrieron a pequeñas y medianas empresas que no dependen de compradores oligopólicos (pocos compradores que consumen toda la producción) y que poseen aptitudes sectoriales, organizaciones, tecnológicas y/o de localización para incorporarse ventajosamente al nuevo espacio económico. Algunas

empresas argentinas ya lo vienían consiguiendo, y nos parece que éste es el único espacio viable para la empresas uruguayas y paraguayas, así como para muchas del sur brasileño. Muchas empresas desaparecieron o se mantenieron como ofertantes marginales en un mercado oligopólico (mercado donde hay pocos vendedores y muchos compradores).

Esta reestructuración tiene grandes efectos sobre los mercados de trabajo. El nuevo nivel de competitividad, el proceso de reconversión y el aumento de desempleo tienen efectos negativos no solamente sobre los salarios reales sino también sobre los niveles actuales de relaciones laborales.

Otras iniciativas privadas que son ejemplo de acuerdos recíprocos de cooperación

La fuerte competencia desatada por la importación de productos textiles, en especial de Brasil, alentó a las empresas Grafa y Alpargatas a fusionar sus intereses fundamentales con miras al MERCOSUR. Ambas empresas analizaron los posibles esquemas de complementación que les permitan mejorar la competitividad del sector y aprovechar los potenciales beneficios que este

proceso de regionalización trae aparejados.

Una delegación de pequeños y medianos empresarios de Río de Janeiro Visitaron Buenos Aires, con el objeto de aumentar su volumen de operaciones mediante asociaciones con empresarios argentinos.

Se produjo un canje de acciones que permitió concretar el acuerdo celebrado entre dos empresas siderúrgicas del MERCOSUR, se trata del convenio entre la argentina SIAT (subsidiaria de SIDERCA del grupo TECHINT) y la brasileña CONFAB TUBOS, ambas fabricantes de tubos con costura, por el que cada una cedió un 30% de su paquete accionario. El objetivo declarado por las firmas es el de complementar y especializar la producción, repartiendo volúmenes y haciendo que cada planta elabore aquello para lo que está capacitada.

Tras una ausencia de 15 años la General Motors anunció el retorno a la Argentina para fabricar su clásica pick-up. Este desembarco llega de la mano de un acuerdo que busca aprovechar los beneficios del MERCOSUR.

El Banco del Estado de Río de Janeiro (Brasil) coloca U$S 10 millones a disposición de empresarios de los países miembros del MERCOSUR.

Argentina y Uruguay aprobaron el llamado a selección entre seis empresas calificadas para realizar los estudios de factibilidad del puente sobre el Río de la Plata que unirá Buenos Aires y Colonia.

El mercado consumidor bonaerense y del litoral argentino son el objeto que se propone conquistar el sector agroindustrial uruguayo; para ello, la región del sudoeste del Uruguay inició un proceso de desarrollo productivo exportador, en el que participan más de 130 empresas.

Entre Ríos en el MERCOSUR- Principales exportaciones

Las principales actividades exportadoras de la provincia de Entre Ríos, en la República Argentina, son esencialmente primarias o derivadas de éstas por transformación a través de agroindustrias asentadas en el territorio.

El desarrollo logrado en los últimos años ubica a la provincia de Entre Ríos entre los principales exportadores después de Buenos Aires, Santa Fe, Chubut y Córdoba.

Arroz: Entre Ríos ha aumentado su participación alcanzando al 83% de las exportaciones argentinas. Es, por lo tanto, la primera exportadora de este producto. (Ver anexo I – página 40).

Frutas y jugos cítricos: También ocupa el 1er lugar entre las provincias exportadoras de frutas y jugos cítricos, abarcando casi el 40% de las exportaciones argentinas.

Maderas: las exportaciones de madera son las que han alcanzado mayor crecimiento en un equivalente de 20 veces en relación a 1987. De esta manera Entre Ríos se coloca en primer lugar entre las provincias exportadoras de madera.

Otros rubros: debemos destacar las exportaciones de pelo de conejo de angora del cual Entre Ríos es el principal exportador del país.

Otros rubros que merecen mención son los aceites vegetales, leche en polvo, miel, yeso, arenas especiales, pescado de río. (ver anexo I – página 39).

Destino de las exportaciones

A partir de 1990 se registró una mayor participación de países latinoamericanos como Brasil, Uruguay, Chile y Perú y en menor medida México y Bolivia, conquistando así nuevos mercados para la producción local.

De esta manera se ha contenido la dependencia en las ventas entrerrianas al exterior de países como los Estados Unidos y los integrantes de la C.E.E. que absorbían el 60%.

Necesidades del Comercio Exterior Argentino

Para que la Argentina pueda tener mayor presencia en el mercado internacional deberá:

* Abaratar el costo de sus producciones para compensar los mayores fletes que deben solventarse dada la localización geográfica de nuestro país con respecto a los principales mercados consumidores.

* Aumentar la productividad y mantener la calidad de sus materias primas y productos elaborados para competir en calidad,

precio y financiación; para ello tendrá que mejorar el sector interno para que responda a las necesidades de la exportación.

* Disminuir los gravámenes a las exportaciones.

* Incorporar producciones no tradicionales, en lo posible de alto valor agregado.

* Perfeccionar la infraestructura con la construcción de puertos de aguas profundas, silos, elevadores de granos, galpones y mejorar las redes ferroviarias, viales y fluviales (por ejemplo "Hidrovía Paraguay-Paraná).

* Conquistar nuevos mercados promocionado las producciones argentinas, auspiciando las misiones comerciales, y declarando de interés nacional la participación en ferias y exposiciones internacionales.

El puerto de aguas profundas

El transporte marítimo internacional se ha generalizado, a fin de abaratar fletes, el uso de unidades gigantes. La Argentina no dispone de un puerto de aguas profundas para recibir adecuadamente a esos navíos, salvo Puerto Madryn (emplazado en un lugar excéntrico con respecto a las actuales demandas del comercio exterior).

Para superar esa deficiencia existen dos opciones: adecuar un puerto ya existente (Buenos Aires, Rosario o Bahía Blanca) o bien construir uno nuevo (frente a las localidades bonaerenses de San Clemente del Tuyú o de Escobar, emplazar un "puerto-isla" en el río de la Plata, etc.). La puesta en marcha de la Hidrovía Paraguay-Paraná hace necesario relacionarla con un puerto argentino de aguas profundas.

La Hidrovía Paraguay-Paraná

La denominada "Hidrovía Paraguay-Paraná" está estrechamente relacionado con el MERCOSUR. Se trata de posibilitar una navegación fluida desde Puerto Cáceres (localidad brasileña localizada a orillas de las nacientes del río Paraguay) hasta el río de la Plata, con un recorrido de 3.442 Km.

Para ello fue necesario efectuar obras de gran envergadura, entre las cuales podemos mencionar la rectificación de algunos tramos de los ríos Paraguay y Paraná, dragados, balizamientos, etc..

El problema mayor se plantea con respecto al punto meridional de finalización de la Hidrovía, pues el puerto de Buenos Aires (que debería ser el punto terminal) es considerado no conveniente por su escasa profundidad. Se han propuesto varias alternativas para superar las deficiencias del puerto porteño; en algunos casos se propone utilizar al puerto argentino de Escobar o bien a los uruguayos de Nueva Palmira o Montevideo. También se estudia la posibilidad de construir un puerto artificial en el río de la Plata, que por su localización se convertiría en la clave para dominar gran parte del comercio de los países miembros del MERCOSUR.

Asimismo se avizora la posibilidad de conectar la red hidrográfica del Plata con la del Amazonas, creándose de este modo un canal formidable de comunicación fluvial a través de América del Sur, Canal que afianzaría la integración de todos los países sudamericanos.

Avances institucionales:

En materia de transporte, se anunció la constitución de una comisión tripartidaria entre Argentina, Brasil y Uruguay para el seguimiento del eje vial San Pablo-Buenos Aires, una supercarretera de 4.000 Km de longitud, que vinculará los polos industriales más importantes de los tres países. El proyecto estará a cargo del sector privado en todas sus fases.

También se analizaron los estudios para el futuro desarrollo del eje de integración fluvial constituido por los ríos Tiete y Paraná, que permitiría abrir una nueva vía de transporte entre San Pablo y Buenos Aires.

Se acordaron las iniciativas para la construcción de una serie de puentes que unan distintos puntos a la altura de Corrientes y Misiones, como el de Andrés Quacurari (Misiones) y Copanema (Brasil).

Se realizó en Washington una reunión del

Grupo Cuatro más Uno, conformado por los países del MERCOSUR y los EE.UU.. Se informó que los EE.UU. estudiarán la posibilidad de negociar acuerdos de libre comercio con los integrantes de MERCOSUR.

El gobierno de los Estados Unidos aseguró que América latina es área prioritaria en su política exterior y que impulsará la constitución de una zona de libre comercio continental, según lo anunció el secretario de Estado Warren Christopher.

Paraguay y sus desequilibrios en el seno del Mercosur

Los aranceles deben seguir su tendencia bajista

Por Dr. Ricardo Rodríguez Silvero

No es posible integrarse sin ninguna armonización de políticas económicas. Y en ciertas ocasiones, tampoco conviene integrarse aún cuando exista tal armonización, si es que ella lleva por el camino equivocado. En el Mercosur, no hay (todavía?) ninguna convergencia de políticas económicas. Y en el caso particular de la política arancelaria, para nosotros los paraguayos, mejor que no haya ninguna.

Lo que sucede es que mientras el arancel externo común en el Mercosur oscila en torno al 15%, en Paraguay es de facto sólo el 9%, aproximadamente. Chile, uno de los asociados al esfuerzo integrador en esta parte del continente, tiene un arancel del 8% en promedio y ha anunciado que lo bajaría al 6% en los próximos años. Si se pusiese en práctica (no sólo en los papeles) una política arancelaria común en todos los países miembros, Paraguay tendría que elevar su arancel. Y el país trasandino ha dicho claramente que no participará de la elevación de los aranceles comunitarios. A mi entender, la posición correcta es la de Chile.

El absurdo de los absurdos. En estas cuestiones pueden darse la contradicción de las contradicciones y el absurdo de los absurdos, todo simultáneamente. Es sabido que Paraguay cuenta con el PIB per cápita más bajo del área (unos 1.500 dólares por persona y por año) y que Argentina el más alto (unos 7.700 dólares). Uruguay está muy bien (6.500 dólares) y Brasil regular (3.300 dólares).

También es sabido que en el intercambio de bienes y servicios de los socios fundadores del Mercosur es Paraguay el que tiene la peor situación en términos relativos: es el que menos exporta y menos importa, siendo su déficit comercial el más grande: -2% del PIB. En el ámbito social y de infraestructuras es donde más se nota el atraso de este país: la pobreza relativa es la mayor de todas, si se toma como referencia el ámbito nacional. Si se toman el interior de cada país, Brasil tiene las zonas internas más pobres del Mercosur y algunas de ellas son mayores, en términos de superficie y de población, que Paraguay y Uruguay juntos. Pero como en esta comparación lo que cuenta son los países, fácilmente se termina concluyendo que los peores índices de salud, educación, ingresos y obras viales son los peores se dan en Paraguay.

Sin embargo, el déficit fiscal de Paraguay no está nada mal en relación con su PIB. Aún en el caso de que se cumplan los pronósticos más negativos, en el sentido de que en el 2000 el déficit en el Ministerio de Hacienda representaría ya -4% del PIB, la posición de Brasil, el gigante con pies de barro, sería peor porque estaría duplicando ese porcentaje. Queda por investigar si la eficiencia en la gestión fiscal es peor en Paraguay que en Brasil.

En términos de endeudamiento externo, también llama la atención lo mal que estuvieron administrados los demás socios del Mercosur. Un indicador muy sensible como la relación entre la deuda externa desembolsada y las exportaciones de bienes y servicios deja ver claramente que la situación de Argentina (531%!) y de Brasil (441%) es desesperante; la de Uruguay preocupante (147%) mientras que la de Paraguay es aceptable (67%). Pero hay que aclarar al respecto que el desarrollo del endeudamiento externo en este país ha empeorado notoriamente en los últimos tiempos.

Ventajas del Mercosur. El Mercosur tiene enormes ventajas, no sólo económicas, sino en sus intenciones y potencialidades. Algunas de ellas ya se hacen sentir hoy en día. El poder de negociación internacional de la zona, por ejemplo, es mucho mayor en los foros mundiales que cada país negociando individualmente. Y algunos valores del mundo occidental, tales como el respeto a los derechos humanos, el fortalecimiento del Estado de Derecho y el de la democracia, adquieren en el Mercosur mayores posibilidades de realización que cada país librado a su propia suerte. De esto no cabe ninguna duda.

En donde no se nota todavía ningún esfuerzo consistente es en dos campos fundamentales: la armonización de políticas económicas y la supranacionalidad para casos de conflicto. Pero también en estas cuestiones esenciales falta mucho tiempo de maduración por delante. Uno de los ejemplos más claros es la política arancelaria común del Mercosur. De ahí la importancia de foros de discusión sobre la experiencia en la Unión Europea, tales como el organizado recientemente por el Embajador de España, Don Ignacio García Valdecasas. "Aprender de Europa", podría ser la consigna.

Pero los pequeños países deben organizarse mejor para no sufrir las desventajas del Mercosur. En este mundo actual de la feroz competencia globalizada, pretender mantener niveles arancelarios del 15%, como lo quiere el Grupo del Mercosur, es ser totalmente extemporáneo y, lo que es peor, es estar condenado al fracaso. Podría argumentarse que los otrora ultraproteccionistas Argentina y Brasil necesitan un tiempo largo de convergencia hacia abajo en términos arancelarios.

No igualarse a peor. Pero eso no debe significar que los países que ya están en niveles inferiores y cuyo aparato productivo pudo sobrevivir exitosamente, a pesar de ese alto grado de exposición a dicha competencia internacional, tengan ahora que aumentar sus aranceles externos para hacer causa común. Mi opinión personal es que Paraguay no debería ceder en este sentido. Le ha costado muchísimo trabajo mantenerse competitivo con un nivel promedio arancelario de facto del 9%. No tiene sentido ahora plegarse al aumento previsto del 66% adicional.

Chile, un país reconocido por sus éxitos a nivel internacional en materia de exportaciones, tiene ya desde hace mucho tiempo un arancel del 8% y ha anunciado repetidamente que su política arancelaria es a reducirlo aún más en los próximos años. Está claro que Chile preferirá no entrar en negociaciones con el Mercosur para aumentar sus aranceles. Y está haciendo lo correcto. De ahí que Paraguay debería hacer bandera de no aumentar sus aranceles sino, al contrario, seguir la senda de Chile, disminuyéndolos. Y su participación en el Mercosur no debería ser un pretexto para renunciar a una ventaja macroeconómica tan grande como la que le otorga tener barreras aduaneras relativamente bajas.

La dimensión social del MERCOSUR

Por Luis José Di Pietro Paolo

Según González Cravino (1999), la DS del proceso de integración del Mercosur debería considerarse como:

a. Respuesta a las demandas sociales insatisfechas (déficit social) b. Compensación frente a las consecuencias sociales negativas de la integración c. Promoción en vistas a mejorar la competitividad de la región d. Legitimación del proceso, lo que implica la incorporación y participación activa de la población.

El objetivo es " alcanzar la cohesión social, llevando el crecimiento económico hacia una distribución equitativa y generando un espacio para la participación ciudadana en la toma de decisiones"1. Lo prioritario de la DS pasa por lograr sociedades más equitativas, por establecer un piso mínimo de dignidad social. Trabajar por un " modelo incluyente" pero desde un punto de partida anterior: de reparación de la deuda social. Como veremos más adelante este es el punto que han acentuado las declaraciones oficiales y documentos de las áreas sociales del Mercosur.

La institucionalización de la dimensión social en el Mercosur

Nuestro análisis de los avances producidos en la dimensión social del Mercosur estará limitado a los compromisos suscritos y a los mecanismos deliberadamente concebidos en la estructura institucional para el tratamiento de la cuestión social y para la vinculación con la sociedad civil y su participación social en el proceso.

Se suelen diferenciar al menos dos etapas cuando se habla de la construcción del espacio social del Mercosur: la primera abarca desde la firma del Tratado en 1991 hasta 1994; la segunda etapa transcurre desde la firma del Protocolo de Ouro Preto (1994) hasta el presente.

El Tratado de Asunción no estableció en su andamiaje institucional ningún espacio específico para el tratamiento de los temas sociales. Sin embargo en su exposición declarativa menciona objetivos que trascienden lo económico. El Preámbulo del Tratado señala como fines últimos del proceso de la integración " el desarrollo económico con justicia social" y " mejorar de la calidad de vida de los habitantes de la región".

La primera etapa, llamada de transición, tiene como protagonista casi excluyente a la Subcomisión 11. La subcomisión estaba integrada por representantes de los empresarios, de los trabajadores y de los gobiernos. Su creación debe mucho a la presión de los sectores sindicales que ya en 1986 se habían agrupado en la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS) y que una vez firmado el Tratado de Asunción insistieron en la necesidad de incorporar los temas sociales y laborales. Los debates en esta subcomisión se concentraron en la identificación de un conjunto de estudios necesarios para elaborar un diagnóstico de la situación sociolaboral en nuestros países.

La segunda etapa, conocida como de consolidación, tiene su origen en el Protocolo de Ouro Preto (POP) firmado en Diciembre de 1994. Este Protocolo fue aprobado legislativamente por la Argentina el 20/9/1995 según la ley 24.560. Es el instrumento que le otorgó personalidad jurídica al Mercosur y creó la nueva estructura institucional para el período posterior al 1º de Enero de 1995. Surgen así dos órganos que permiten ampliar la representación de sectores políticos y sociales: la Comisión Parlamentaria Conjunta (CPC) y el Foro Consultivo Económico Social (FCES). A su vez se reestructuran las subcomisiones de trabajo, y la hasta entonces Subcomisión 11 pasa a llamarse Sub grupo 10, con el nombre de " Relaciones Laborales, Empleo y Seguridad Social".

El Foro Consultivo Económico Social

El Foro Consultivo Económico Social representa el avance más significativo de la estructura institucional del Mercosur en el tema social. Es el órgano de representación de los sectores económicos y sociales y está integrado por un igual número de representantes de cada Estado Parte (art. 28 POP). Tiene funciones consultivas y se manifiesta mediante Recomendaciones al Grupo Mercado Común (GMC). Son objetivos del Foro:

1. Desarrollar actividades y propuestas destinadas a promover la cohesión, así como el progreso económico social de la región, en el marco de la creación de un mercado común

2. Hacer un seguimiento y análisis de los impactos económicos y sociales derivados de las políticas de integración tanto a nivel sectorial, nacional como subregional

3. Sugerir las políticas económico-sociales y normas derivadas de éstas aplicables al proceso de integración

4. Promover la participación de la sociedad civil y su integración al proceso de construcción del Mercosur, destacando la dimensión social de este proceso

La Sección Argentina del FCES tiene una Mesa Directiva integrada por las siguientes instituciones: la Unión Industrial Argentina, la Confederación General del Trabajo, la Central de Trabajadores Argentinos, la Sociedad Rural Argentina, la Cámara Argentina de Comercio, la Asociación Defensa del Consumidor y la Cámara Argentina de la Construcción.

En la actualidad los temas que se destacan en la agenda del FCES son de un carácter más amplio, tratando de tomar posición sobre la marcha global del Mercosur. Una lectura de las últimas actas de los Plenarios permite listar los siguientes temas:

• Las negociaciones entre Mercosur y la Unión Europea • La profundización del proceso de integración • La Integración fronteriza: promoción de encuentros binacionales en el frontera • Las negociaciones con Estados Unidos y el ALCA • El proyecto de cooperación entre Mercosur-UE sobre " Dimensión sociolaboral del Mercosur"

El Sub Grupo de Trabajo 10 considera los temas específicos del sector sindical y prolonga la primitiva Sub Comisión de Trabajo 11. En 1998 produjo lo que tal vez es el documento más importante, hasta el presente, para la construcción del espacio social del Mercosur: la Declaración Socio Laboral. Es considerada como " el reconocimiento conjunto -en carácter declarativo- del mínimo de derechos que asisten a los trabajadores en las nuevas realidades configuradas por el proceso de integración y la mundialización de la economía"2.

La Declaración Socio-laboral del Mercosur lleva como subtítulo " La dimensión social del Mercosur" y considera los siguientes temas, que se proponen como derechos fundamentales a ser asumidos por los países:

a. Derechos Individuales. No discriminación, Promoción de la igualdad, Trabajadores migrantes y fronterizos, Eliminación del trabajo forzoso, Trabajo Infantil y de menores, Derechos de los empleadores

b. Derechos Colectivos. Libertad de asociación, Libertad sindical, Negociación Colectiva, Derecho a la Huelga, Promoción y desarrollo de procedimientos preventivos y de autocomposición de conflictos y Diálogo Social.

c. Otros Derechos. Fomento del empleo, protección de los desempleados, Formación profesional y desarrollo de recursos humanos, Salud y seguridad en el trabajo, Inspección del trabajo y Seguridad social.

Para el movimiento sindical de la región esta Declaración resultó un avance, en virtud de la profundidad de los temas que se consideran. Sin embargo no se dejó de marcar sus limitaciones, a causa de " su debilidad institucional y la falta de jerarquía jurídica, aún reconociendo el peso político que implica haber sido aprobada por los cuatro Presidentes de los países miembros"

Breve historia

El MERCOSUR Social, instituido en el año 2001, se instauró con la firma de la Decisión Nº 61/00 por parte de los Jefes de Estado de los miembros de pleno derecho del Bloque durante la XIXª Reunión del Consejo del Mercado Común (CMC).

La primera iniciativa hacia la formación de una instancia encargada de promover el desarrollo social en la región surgió en 1997, cuando la Secretaría de Desarrollo Social de Argentina de entonces convocó a la primera reunión entre las máximas autoridades de cada país responsables de las políticas de desarrollo social y lucha contra la pobreza.

 En diciembre de 2000, mediante la Decisión Nº 61/00, el CMC creó oficialmente la Reunión de Ministros y Autoridades de Desarrollo Social del MERCOSUR (RMADS), con el objetivo de proponer medidas encaradas a orientar la coordinación de políticas de desarrollo y acciones conjuntas para el desarrollo social de los Estados Parte. El seguimiento de los trabajos de dicha Reunión se efectúa mediante el Foro de Consulta y Concertación Política del MERCOSUR (FCCP), órgano vinculado al propio CMC.

A partir del año 2005 se ha logrado consolidar el trabajo acumulado a través de la creación de la Secretaría  Permanente del MERCOSUR Social, la cual estuvo hasta el año 2007 a cargo de la delegación del Paraguay. Esta secretaría tiene como cometido sostener el proceso, generar insumos para la discusión y mantener el intercambio entre los diferentes referentes en cada uno de los países. También tiene como cometido la elaboración de una Agenda Social para el MERCOSUR y la ejecución de un Plan Bienal de acción de la RMADS. En la actualidad al es responsabilidad de la delegación del Uruguay, a cargo del Ministerio de Desarrollo Social.

Los temas definidos para la  Agenda de Trabajo de MERCOSUR Social que fueron definidos son:

  • Juventud
  • Adulto Mayor
  • Seguridad Alimentaria
  • Economía Social
  • Infancia y Adolescencia.

El MERCOSUR Social en Funcionamiento

En los 12 meses de trabajo correspondientes al año 2007 hubieron numerosas actividades que significaron notorios avances para el MERCOSUR Social. El año comenzó con la aprobación de la Decisión 03/07 por parte de la XXXII Reunión del Consejo Mercado Común realizada en Río de Janeiro en enero del 2007, en la cual se creó el Instituto Social del MERCOSUR, estableciendo de esta manera, sus objetivos, sus funciones, su estructura organizativa y su marco institucional.

Promediando el año, al finalizar la Presidencia Pro Tempore de Paraguay y  al comienzo de la de Uruguay, se aprobó por decisión del Consejo Mercado Común el Acuerdo Sede para instalar el Instituto Social del MERCOSUR en la ciudad de Asunción, se convocó a la Primera Reunión del Grupo de Instalación del ISM, se cerró el Plan Bienal 2005 – 2007 de la RMADS destacando su nivel de cumplimiento. Se traspasó la Secretaría Permanente del MERCOSUR Social a Uruguay y se encomendó al Punto Focal de Uruguay (MIDES) elaborar el Plan Bienal 2007 – 2009, entre otras actividades inherentes a dicha secretaría.

Sobre el final del año, entre la XIII RMADS realizada en Montevideo y la Cumbre de Presidentes realizada en la misma ciudad, marcó un punto de transición donde se cristalizaron muchos de los objetivos planteados por el anterior Plan Bienal, y sentaron las bases para el Plan Bienal 2007-2009, aprobándose la Declaración de Principios del MERCOSUR Social.

También se destacó la iniciación de los 5 proyectos sociales (dos a Paraguay y tres de Uruguay) pertenecientes al Programa de Cohesión Social de los Fondos de Convergencia Estructural del MERCOSUR, así como el comienzo de los trabajos en un proyecto común de economía social de frontera, dando continuidad al grupo de trabajo de elaboración del Plan Estratégico de Desarrollo Social del MERCOSUR.

En cuanto a la instalación de la Comisión de Coordinación de Políticas Sociales del MERCOSUR, se acordó en avanzar en la  elaboración de una propuesta con el objetivo de crear un espacio regional político adecuado para la concertación en la toma de decisiones estratégicas en políticas sociales que permita, de esta forma, la coordinación, articulación y complementación intersectorial del MERCOSUR.

Mercosur social, un salto cualitativo en la integración

Por:  Carlos "Chacho" Alvarez Fuente: PRESIDENTE COMISION DE REPRESENTANTES PERMANENTES DEL MERCOSUR

En los 90, nacido de la mano del modelo neoliberal, el Mercosur se constituyó en un espacio que propició la integración de la subregión en base a factores únicamente económico-comerciales. Así, la agenda comercial, la disponibilidad de mercados competitivos en cada país, la cantidad de bienes y servicios intercambiados se convirtieron, entre otros, en indicadores excluyentes de la percepción del avance o estancamiento del Mercosur, soslayándose por completo lo social.

Partes: 1, 2, 3
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