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El último Pisco Sour (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

El Presidente del Perú viajó a Francia para comprar armamentos, pero no regresó al país. El Congreso se incomodó. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas nombró a un nuevo general como presidente. Desde París el ex presidente mandaba comunicados al estado peruano, a la OEA y al Grupo Andino, manifestando que había abandonado el gobierno porque las fuerzas armadas no lo apoyaron en su idea de darle un puerto libre, en Tacna, a Bolivia. Temían de una guerra con Chile. Él decía que era todo lo contrario. Lo que buscaba era evitar la guerra, que se avecinaba con el país del sur , y dar una demostración diplomática de la solidaridad panamericana a la Comunidad Andina. Según el ex mandatario, Bolivia al tener salida al mar de Tacna, sería como un juez imparcial que mantendría el equilibrio entre las dos repúblicas que estaban a punto de desatar un conflicto.

Lo raro del asunto, de su nuevo manifiesto de no regresar al Perú, fue haber dicho que recibió amenazas por parte de algunos miembros de las fuerzas armadas, poniendo en peligro su seguridad personal. Por lo tanto tenía que cuidar también la seguridad del presupuesto del estado. Asimismo, declaró que se vio obligado a guardar el dinero de la compra de armamentos en los bancos suizos más privados de la Helvecia Nación Europea.

Misteriosamente, meses después, el ex jefe de estado viajó a Chile y no regresó al Perú hasta que se solucionó el problema limítrofe, que paralelamente se dio con el cambio de gobierno presidencial. Ni los periodistas ni los políticos hablaron más del dinero de la compra de armamentos que se quedó, supuestamente, en los Bancos Centroalpinos.

En las elecciones presidenciales no salió elegido el candidato que tenía su esposa de nacionalidad chilena. Fue común escuchar este comentario popular:"Pero si el presidente anterior tenía su esposa que era rota. No hay duda que vivimos en un país lleno de contradicciones".

_Ese ,mi profe, está con toda su gente. Está con todo su fans_ bromeaba uno de los alumnos, cuando el profesor saludaba militarmente a los marinos de la Casa Museo "Miguel Grau", ubicada en el Jirón Huancavelica del centro de Lima, a pocas cuadras del Palacio de Gobierno.

Otro alumno se le acercó_ ta buena la hembrita, profe. Por qué no transa usted ahí. Su uniforme se parece al suyo.

_ Ja ja ja ja._ rió el alumnado"Ya por favor más respeto". Advirtió el maestro, conteniéndose la risa.

Los escolares iban teniendo cada ocurrencia jocosa, propia de su generación, cuando el guía marino les exponía sobre los elementos históricos que se encontraban en las diferentes lúgubres habitaciones de la Casa Museo.

_¿Y con semejantes torpedos no le hemos podido ganar la guerra a los Rotos?

_ Los Cartuchos Quemados nunca ganan nada_ se burló un alumno sureño, ante el asombro de su condiscípulo, al ver los torpedos dorados que parecían de oro. Solamente se rieron sus compatriotas.

_ Ya, silencio por favor_ puso orden el profesor.

_ ¡Once hijos tuvo Grau! Pa su madre éste ha sido como los cuyes, ja ja ja

_Oye deja escuchar pe…….._intervino el más serio de todo el alumnado, y a la vez el más respetado.

_ ¿Toda esa sangre de los marinos del Huáscar es la que manchó la cara de Santa Rosa en el Combate de Angamos? Quiero irme a Chile para conocer esa imagen. Deseo ver la sangre auténtica.

_Por qué no te vas ahorita mismo_ se burló uno de sus compañeros de clase. Las risotadas vulgares no cesaban.

_ El que debe irse eres tú, porque esta no es tu patria_ le contestó instantáneamente el colegial ridiculizado.

_ ¡Jóvenes, por favor! ¡No se pasen! ¡Respeten la memoria de Grau!_ llamó la atención el guía marino. El profesor se disculpó avergonzadamente.

_¡Dejen eso ahí!_ dictaminó el profesor al ver que los muchachos intentaban ponerse la visera militar y la chístera del Caballero de los Mares. Mientras otro tomaba atención cuando se hablaba sobre las confesiones religiosas de Grau.

_¿Qué? ¿Miguel Grau se confesaba? ¿Tenía pecados?_ se sorprendió el estudiante ante la explicación del militar.

_ Claro. Como cualquier persona.No se acuerdan que su profesora de Religión les enseñó que hasta los santos han pecado_ les hizo recordar el profesor.

_No creo que sea pecado matar Rotos_volvió a intervenir el alumno sorprendido.

_ Oye, inteligente. Se confesó antes del Combate de Angamos_ aclaró un chilenillo.

_Oye, inteligente,ya había matado a tus patas en Iquique_le devolvió la aclaración el alumno, supuestamente corregido.

_ Bacán, ah. Grau tenía su casa de playa en Piura. Seguramente acampó en Máncora,_ Ja ja ja ja_ los colegiales carcajearon por la chistosada de su compañero.

_ Pucha, ese Grau ha sido bien pituko. Ha sido bien charly. Bien pitukito.Ha viajado por todo el mundo….ja ja ja_calificó otro alumno al ver el planisferio que señalaba los viajes marinos de Grau.

_¿Y la bota, profesor? ¿Dónde está la bota de Grau?

_Se encuentra en el Museo Naval del Callao.

_¿Por qué no vamos ahí?

_ Por estos días no hay visitas por la reparación del lugar.

_ Ah ah ah ah_ pavullaron los alumnos.

La visita a la Casa Museo de Miguel Grau concluyó con la proyección de una película documental, sobre el Monitor Huáscar, en una pequeña sala de cine.Los alumnos dejaron de reir. Los muchachos se admiraron del lujo y el brillo del barnizado de la cubierta, de las habitaciones y de los dormitorios de la embarcación.

Cuando vieron que la bandera chilena flameaba en el Monitor, un alumno gritó:

_¡Ahí debe estar la bandera peruana!_otro exclamó:_¡Viva el Perú!

Todos respondieron_ ¡Viva! ¡Viva el Perú!_ aplaudiendo prolongadamente.

Una gigantesca embarcación de madera de tres metros de altura y unos cinco de eslora , pintada de un cromado metálico, representaba al "Monitor Huáscar" en el ensayo teatral de una sala de Lima. Sobre el tabladillo se habían puesto unos plásticos celestes, separados por unos espacios,donde simulaban nadar los náufragos del buque chileno "La Esmeralda". Plasmada artísticamente por un cuadro que estaba colgado en la pared , del lado izquierdo, de la cavidad teatral.

Grabaciones sonoras, en CD, de movimientos, húmedos y estrepitosos, de aguas y olas, vivificaban la escena marina. Al mismo tiempo los náufragos pedían ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Sálvennos por piedad de Dios!.

Un rotor motorizado, que hacía temblar el proscenio, se encontraba debajo del Monitor, movía de un lado a otro al Huáscar, dando la sensación de que estaba navegando. Uno de los capitanes, desde la proa, ordenó con el índice derecho:

_¡Acribillen a esos enemigos!_ instantáneamente sobresalió Miguel Grau, con sus pintorescas barbas repartidas, "¡Alto! ¡ No! ¡No lo hagan! ¡ Sálven a esos náufragos de La Esmeralda!", pero mientras mandaba el Caballero de los Mares, el comandante chileno Arturo Prat se subió al monitor, por la popa, y al intentar matar a un marinero, fue muerto por el disparo de un oficial. El actor descolgó la mitad de su cuerpo por el costado de la proa. Grau entristecido movió la cabeza,"Comandante Prat, valoro su heroísmo, pero deploro la muerte que le quitó la vida".

Luego bajó el rostro hacia el mar, retomando su carácter de Lobo Marino,"¡He dicho que sálven a esos náufragos! ¡ No quiero más muertes!".

Se soltaron unas escaleras colgantes, por donde subieron los marineros chilenos. Cada uno, conforme iban llegando a la cubierta, agradecían bajando el rostro y saludando militarmente. Grau, después de ponerse los dedos en la frente, les extendía la mano. Los marineros auxiliados gritaron: "¡Viva el Perú!". Al retirarse los náufragos, se le acercó al Almirante el capitán que había ordenado la ejecución de los navegantes socorridos.

_Mi Almirante, nos ha comunicado un marinero sobreviviente que nuestro Capitán Juan Guillermo Moore ha perdido la fragata Independencia, al encallar en una roca que no estaba señalada en las cartas geográficas. Dicen que el comandante de la Covadonga, al ver el accidente, regresó y ametralló a los náufragos compatriotas_ mientras el capitán relataba los hechos a Grau, una filmación del episodio se proyectó en el ecrán, que transfondaba al Monitor, resaltando las imágenes y los quejidos de muerte, en alto volumen, de los ametrallados_. ¡ Hagamos lo mismo Almirante con estos malditos enemigos!_ sentenció el capitán, señalando a los náufragos que se encontraban formados en fila.

_¡No! ¡Los peruanos no tenemos porque ser vengativos! Ellos no tienen la culpa de la cobardía de su comandante. Lo que debemos hacer en este momento es ir en busca de la Independencia. No podemos perderla. Pueden quedar algunos sobrevivientes_ se volvió a proyectar la película.

La Independencia terminaba de hundirse. El ensayo de la obra llegó a su fin con las frases de Grau: "El Combate de Iquique lo hemos ganado, pero perdimos la Independencia".

Cayó el telón y los cuatro acompañantes del director aplaudieron incesantemente. Estaban muy entusiasmados. Sin embargo, el director no estaba muy satisfecho." No se entusiasmen colegas, todavía hay algunos detalles por corregir". El telón se levantó. Todos los protagonistas se encontraban en el proscenio. "Ahora vamos a pasar a las observaciones. Miguel Grau en el momento que sales y dices ¡Alto!, saca más la barriga. No solamente porque Grau era algo panzón, sino también en signo de autoridad. El pecho debe de salir en sincronía con el vientre. De esa manera el cuerpo, homogéneamente, trasmite el lenguaje del poder. Para eso se le ha rellenado con algodón la panza." Risas de Grau y de los cuatro espectadores.

_ Comandante Prat usted abra más los ojos y saque más la lengua cuando esté muerto. Esto debe de salir en forma más real. A ver hágalo_ el actor procedió a la exageración. Realmente parecía un cadáver acribillado_. ¡Buena!. Así no ves. No se olvide que esta es una obra con algo de tragicomedia. Dirigida a esa juventud de-

senfrenada y sicodélica. Y hablando de ojos……por favor……… atención. Tienen que mirar. Una cosa son ojos de cadáver como el de Prat y otros son ojos de malvados, como el del capitán que ordenó matar a los náufragos. Ahí también va para los náufragos. A ustedes les ha faltado poner ojos de miedo. Ojos de terror a la muerte. O de cara de pena, de piedad o de mendigo de vida .Capitán: Ojo, pestaña y ceja. Mire, observe e imite los ojos perversos de los marinos del monitor que iban a acribillar a los náufragos. Y ustedes náufragos háganse la idea de que se están asustando por esos ojos.

El ensayo de los ojos fue divertidísimo, pero entre risas y burlas, los personajes aprendían a representar sus papeles correspondientes.

El telón volvió a caerse suave y laxamente. Después de una media hora se levantó para ensayar la escena del Combate de Angamos. Se inicia con los diálogos y las órdenes de Grau a sus oficiales para defenderse del ataque enemigo.

Luego de la proyección de un video de los bombardeos marinos del combate, donde se visualiza espectacularmente el estallido de una bomba en la torre de mando que se encontraba Grau, apareció, otra vez en el tabladillo, el maderamen del Monitor con la torrificación en llamas. Unos marineros peruanos nadaban buscando el cuerpo del Almirante." ¡Hemos encontrado su bota!"

"¡La Bota del Caballero de los Mares!"

Diego Rodriguez vivía a lo dandy en su casa de playa de Santa María. Era socio del Club Aéreo de Collique , volaba en helicóptero y practicaba Ala Delta y Parapente en el malecón de Miraflores. Continuaba con el bicicrós y el motocrós. Seguía siendo un audaz tablista y velerista. En el invierno viajaba a Huaraz por el Andinismo y el Esquí en hielo. Es decir había controlado todas las geografías de su medioambiente."El cielo, el mar y la tierra están bajo mis pies", solía decirlo cuando bailaba embriagado con el pisco sour.

En la base aérea de Ancón un avionero le hizo una señal, desde la torre de vigilancia, para que se aproximara al lugar, ya que él se encontraba en el mar equilibrándose en un velero.

En la arena lo esperaban tres oficiales de la fuerza aérea. Estaban armados. Su wesing amarillo contrastaba con el azulino de los militares. Como el velero tardaba en llegar a la orilla, lo regresaron en un bote de goma. Saludó a los aviadores y se disculpó por la demora. Presintió algo. Sintió temor ante la mirada

de los superiores. Ellos no le dijeron nada. Solamente le hicieron un gesto para que los acompañara al interior de la base. En el camino arenoso se imaginaba con el pasamontaña en la cara, en aquella mañana que amenazó con un fusil a sus compatriotas rebeldes del O´Higgins. Pasó por su mente también el castigo que le aplicó el oficial chileno cuando gritó:"Viva el Perú" y aquellas palabras burlescas:"Yo ni de vainas muero por mi patria, profe", "Yo, si me pagan y si es que voy a resucitar".

Fue conducido a la oficina del General FAP, jefe de la base aérea de esa zona militar." Lea usted esto", le indicó la autoridad, extendiéndole un comunicado escrito. Era una mención honrosa, con su respectiva medalla de honor, en reconocimiento por no haber traicionado al Perú cuando fue torturado por los chilenos.

Al terminar de leer el escrito, el general preguntó:"¿Tiene usted algo que decir al respecto?"

_ Sí. Muchas gracias, mi general.

_Entonces continúe usted disfrutando del dinero de su lotería.

Diego Rodriguez secretamente fue secuestrado por unos agentes chilenos para que les informara sobre el número de unidades, modelo y codificación de los aviones FAP, cuando él se negó a recibir el millonario soborno por aceptar la traición. Fue así que tuvo que soportar una de las peores torturas del espionaje foráneo. Finalmente fue liberado, bajo la amenaza de matarlo en el caso que revelara el rapto político.

Una semana después la vida lo premió con una millonaria lotería. Y en menos de un mes la policía capturaba a los viles secuestradores. Él no los había delatado. La patria lo había condecorado por que casi entregó su vida por ella sin dinero a cambio.

Los espías extranjeros que raptaron a Diego Rodriguez fueron repatriados a su país. Ellos fueron como las uvas chilenas podridas que llegaron al Perú . Esas uvas quisieron contaminar al Pisco Sour.

La periodista Ángela Patricia Tivelli Valencia desplegó una intensa campaña "Pro libro"para reimplementar la Biblioteca Nacional.

Ángela Patricia resaltó públicamente, a través de sus declaraciones periodísticas y de las columnas en las que escribía, la importancia histórica de la fundación de la Biblioteca Nacional en el desarrollo cultural del Perú. Recibió donaciones de familias peruanas y extranjeras. Envió cartas a la UNESCO y a diversos organismos internacionales.

La bibliografía que recabó, con gran esfuerzo, Ángela Patricia, fue canalizada hacia otros medios de comunicación cultural como CD,conferencias,teatro, historietas, ballets y danzas. La biblioteca empezó a renovarse cada vez mejor. Pero esa renovación conflictuó con la visión anticuaria y poética de Ángela Patricia. La dirección decidió eliminar los libros, que los consideraba obsoletos o deteriorados, porque no iban de acuerdo con la realidad del país. La periodista se opuso tenazmente:"Todo Libro es un valor, más aún los más antiguos". Ese fue su lema de defensa. También comparó el hecho con la idea de la Beneficencia Pública de desaparecer a los Muertos del siglo XIX, que no eran visitados por ningún deudo. "Entre esos desconocidos pueden estar muchos Héroes de la Guerra con Chile". Fue una de sus célebres palabras. Aprovechó de esta situación para iniciar una nueva campaña: "Chile devuélvele los Libros a mi Perú". Reclamaba al país del sur los libros que nos robaron de la Biblioteca Nacional, durante la Invasión a Lima, en el periodo de la guerra.

Para reforzar más su posición, citó el robo y la quema de los libros de la biblioteca del O´Higgins, por parte de los Soldados del Sur, a pocos días de la incorporación temporal de Tacna.

"Tenemos que ir a Chile a reclamar los Libros que nos han quitado y también revisar sus bibliografías o textos escolares,para ver qué de verdad o de mentira nos dicen sobre la Guerra del Pacífico"

El Ministerio de Educación, el Instituto Nacional de Cultura y el Pueblo en general, apoyaron a Ángela Patricia. Si bien no logró sus objetivos con respecto a la recuperación de nuestros libros, pero al menos evitó que se cremaran los cadáveres del siglo XIX y que eliminaran los libros deteriorados y obsoletos. Nunca se eclipsó su pasión bibliográfica.

Los pasquines limeños le pusieron el apelativo de "La Bibliotecaria Mendiga".

_La señorita de la Casa Bolognesi está más rica que la de Grau.

Observó un discípulo_No sé. Usted lo verá así_respondió friamente el profesor al adolescente.

_ Ya pé……..no se haga. Lo que pasa es que usted se ha picado porque es marino. Hay que saber perder, profe.

_ Todas estas casas antiguas tienen las escaleras bien altas, ¿no?, profe. Igualita a la de Grau_ se admiraba un alumno cuando subían al segundo piso. Otros se deslumbraban con la estatua dorada

de Bolognesi que parecía de oro.

_Eso es algo tradicional en las antiguas casas limeñas_ replicó el maestro.

_ Son tan altas como la Escalera del Sueño de Jacob_ recordó las clases de Religión, otro alumno. Instantáneamente sacó una biblia del bolsillo de su saco y leyó todo el pasaje del sueño del patriarca.

_ Esas escaleras no existieron. Fue una leyenda_ trató de ridiculizarlo su compañero de clase.

_¿Quién ha dicho que existió? Si todo sueño es como una leyenda.

Se defendió el alumno que hizo la cita bíblica.

_¡ Ya, ya, ya, subiendo rápido, en fila de dos y en orden!

_Profe, a mi no me gusta que una mujer me esté mandando y menos……

Se quejó un estudiante ante las voces de mando de la guía soldado que los orientaba en el museo.

_ Y menos que sea una peruana, ibas a decir_ intentó terminar la frase el profesor.

_ No, profe, no me refiero a eso. Era y menos que sea una mujer o cachaquita como dicen ustedes. Mire, no he podido ni siquiera ver bien los cañones y las bombas con las que ustedes han matado a mis antepasados.

_ Arriba, vas a ver lo que tus antepasados han hecho con nosotros_agregó el profesor.

Efectivamente la pintura de la Batalla de Arica lo decía todo y mucho más. Los últimos peruanos se defendían aguerridamente ante el ataque de los invasores. Un culatazo va acabar con la vida del Coronel Bolognesi, mientras Roque Saenz Peña, general argentino, está a punto de caer prisionero.

_ Buena Che e e, Argentina siempre ha estado de parte de nosotros, indudablemente. No ves como San Martín nos independizó_ le decía un muchacho a otro." También independizó Chile. O´Higgins apoyó a San Martín con el ejército chileno. Blanco Encalada era argentino y atacó el Perú, que estaba aliado con Bolivia".

Quiso dar una demostración de cultura histórica un educando mapocho.

_ Oye, cállate ya. Sino ahorita mismo te botamos del Perú y con tu gente te regresas a tu país. A este hay que ahorcarlo igual que la pintura. Además Chile, hace años, casi tuvo una guerra con Argentina por el problema del Beagle.

_ Otra vez…Ya, alumnos ¡ Silencio ¡ ¡Cordura! No se le puede escuchar a la señorita. ¡Por favor!. Las diferencias políticas que se han dado en el pasado no deben separarlos como amigos y compañeros de clase que son. Los países tienen virtudes y errores a lo igual que las personas. Han hablado del Perú, de Chile, de Argentina, pero se han olvidado de Bolivia que abandonó al Perú en plena guerra. Hay que tener presente que Perú y Chile fueron aliados en la Segunda Guerra con España_ los alumnos se quedaron en silencio por varios minutos ante la puesta de orden y la explicación del profesor. Un alumno para tranquilizar al docente, que se le veía alterado, dio una sugerencia_ Maestro sugiero que se visite la Casa de O´Higgins que está en el Jirón de la Unión.

_ Disculpe, pero no se puede. No está en nuestros planes con respecto al tema que estamos investigando.

_Profe, deberíamos visitar también el Museo de Armas de Monterrico. Ahí se exhibe un uniforme de gala de mi presidente , y otras cosás más referentes a la guerra de mi país con el suyo.

_Repito. No está incluído en la programación de visitas. Tampoco el Museo de Leoncio Prado. No creo que Leoncio Prado me vaya a matar por eso. Yo viví en la calle Leoncio Prado.

_Ya pue, profe……..no se raye con ese nombre.

La señorita guía continuó explicando_ Esta es la fotografía auténtica donde está el coronel Bolognesi, con su plana mayor, en la Histórica Casa Militar de Arica. Aquí Bolognesi, ante la propuesta de rendición de los chilenos, respondió con su célebre frase heroica: "Decidle a vuestro jefe que tengo deberes sagrados que cumplir y que pelearemos hasta quemar el último cartucho".

_¡Buena viejito, así hablan los hombres!_gritó un colegial y algunos de ellos lo aplaudieron.

_¡Silencio, por favor!_ordenó el profesor.

_Lo que pasa es que tu papanoel fue un figureti. Sabía que le iban a pegar y se la quiso dar de héroe_se burló de Bolognesi un discípulo Roto.

_Profesor, mire lo que ha dicho. Péguele, profesor, o sino le damos en mancha.

_Yo a ti no te tengo miedo, manchero.

_Tenga usted más respeto alumno por los héroes de la patria. No quiero nada de apodos.

_Está bien, profesor. Disculpe usted. Retiro lo de papanoel, pero no lo de figureti.

_Papanoel y figureti es tu presidente dictador que a venido a fregar el colegio.

Le dijo un alumno al mordaz condiscípulo.

_Figureti como el que se lanzó con la bandera._murmuró el alumno que se había burlado de Bolognesi, en el momento que la señorita guía mostraba la Histórica Bandera de Alfonso Ugarte, que estaba ensangrentada. El profesor escuchó y corrigió al respecto, también en voz baja."Me sorprende que usted diga eso, alumno. Yo

les he enseñado que ha sido imposible que Alfonso Ugarte se tirara al mar con su caballo, envuelto en la bandera, ya sea por la lejanía de la orilla del mar o por la fuerza de las patas del caballo ante la aproximación del vacío. La señorita ha dicho es posible, no ha dicho sucedió. Usted ha escuchado que la bandera la guardó una mujer, después de la batalla".

Al ver los cubiertos, platos y demás vasijas, un adolescente hilarizó, "Aquí, Bolognesi comía su cebichito".

_El cebiche no existía en esa época.

_¿Quién te ha dicho? El cebiche es más antiguo que la Independencia,creo. Me parece que le gustaba bien picante a Pizarro.

Se divertieron viendo las fotografías auténticas de la gran Guerra del Pacífico y constantemente preguntaban:"¿Son auténticas?, ¿Son auténticas?.Si, claro. Ya les he dicho que son auténticas. La fotografía se inventó en 1833."Les sacaba de sus dudas el profesor_.En el Museo de Miraflores van a ver más fotografías auténticas.

_Y las armas que se parecen a la de los piratas, ¿dígame, también son auténticas, profe?." Claro. Todo es auténtico: las armas, los uniformes, los objetos de recuerdo. Todo". Uno de ellos al ver una reconstrucción, en miniatura, de la Batalla de Arica, hizo una broma.Estos soldaditos, ¿también son auténticos, profe?

_Bolognesi, ¿jugaba a matar soldaditos con bolitas?

En uno de los Sets del canal 7 de televisión, en Lima, se estaba grabando una serie sobre la Vida del Coronel Bolognesi, con motivo de la celebración del Día de la Bandera. El evento se realizaba por un aniversario más del fin de la guerra, logrado por el Tratado de Ancón.

_A ver, asistentes. Levántenle un poco más las puntas de los bigotes de Bolognesi y respingueen más la punta de la barba. Deben de tener presente que Bolognesi tiene que dar la impresión de profeta, de ser un pintoresco para el público. Así los televidentes repararán más en sus locuciones.

_Bolognesi, cuando tú digas:"Tengo deberes sagrados que cumplir", tienes que mirar al cielo. Tu mirada tiene que ser extasiada, como buscando la voluntad divina. Y cuando menciones la frase del "Último Cartucho", saca una bala de tu revólver y acércala al rostro del emisario. No importa si así ha sucedido o no. Me lo preguntaron ayer, así. Lo que importa es que se despierte la motivación del televidente de una forma más patética. Hay que ser más pedagógico y telúrico con el público. Olvídense si Bolognesi en ese momento estuvo sano o borracho.

Para que orográficamente fuera más real la Historia de la Batalla de Arica y de Bolognesi , las cámaras de televisión se instalaron en el Morro Solar de Chorrillos.Todo el tiroteo de las armas de fogueo estaba saliendo bien, pero el director miraba con in-

corfomidad a los tres personajes principales de la telenovela.

_¡Corten! ¡Corten he dicho, carajoooo! _ todo se paralizó. Los soldados se quedaron cogiendo los fusiles que botaban humo por los cañonsillos. Bolognesi, tirado en el suelo y con la pistola en la mano, observaba perplejamente al director.

_ Tu postura en el suelo está muy bien, Bolognesi. Es casi igual a la de la pintura. Pero no pongas cara de viejito triste o débil, cuando dispares con el revólver. No quiero cara de hospicio, sino cara de viejo verde. De guerrero. De furioso o rabioso ante la derrota. Que no se da por vencido. Que aún mantiene su aliento de vida. Quiero un rostro de viejo, similar al de los dioses griegos. Quiero un viejo titán que lucha por vivir ante la muerte que lo persigue_ levantándose del lado de Bolognesi se dirigió hacia Roque Sáenz Peña.

_Roque, saca más el pecho. Párate bien. Acuérdate que el General Sáenz Peña no perdió en la batalla su prestancia de alto oficial. Mira más altivo. Los argentinos siempre han sido más sobrados que los chilenos. ¡Ah! y no se olviden asistentes, el tango sobre la Batalla de Arica solamente debe de ponerse cuando se en-

foque a Roque. Todo debe de salir como está en el cuadro y como está en la historia.

Caminando muy cerca al límite del morro, el director se aproximó a un jinete de caballo blanco ,"Alfonso Ugarte, no pongas cara de chiquillo asustadizo en el momento que embrinques tu caballo. Los soldados se rieron." ¡Silencio, por favor! Alfonso Ugarte no te vas a caer al abismo. No ves que acá está el ecrán de la filmación de la playa y atrás la camioneta con el equipo de emergencia. Mañana vamos a ensayar tu caída en la piscina. Nunca te olvides de apegar a tu corazón la bandera peruana. No importa si eso fue verdad o mentira. Por ahí dicen que Alfonso Ugarte huyó de la batalla y se quitó a Francia. Otros dicen que en-tregó la bandera al enemigo para que no lo mataran".

La balada que cantaba Franco Bardales, en una discoteca de Santiago de Chile, perfumaba de amor a cualquier joven romántico que la bailara. Las parejas unían más sus rostros y sus cuerpos, cuando Franco emitía quejidos de apasionado cantante.

Jovensitas y enamorados se sensualizaban con el vaivén de sus largos cabellos, que entregaban y recogían los sentimientos de los presentes. Su mímica felina desgarraba los corazones de los mancebos, haciéndoles brotar el néctar afrodisiaco del embrujo del amor.

El pequeño triunfador de Trampolín a la Fama era ahora el Gigante Cupido que aflechaba a los discotequeros santiaguinos.

La Virgensita del Carmen, Patrona de los Difuntos, lo había ayudado a surgir, según sus creencias, después de tantas novenas y oraciones. Pese a que Santa Cecilia es la Patrona de los Músicos, nunca le tuvo devoción religiosa.

De todas las luces de la discoteca, la de color lila espiritualizaba más los romances de esa noche de fin de semana. La faz lilácea de Franco era percibida con un tono más de fantasía por las embriagadas parejas que brindaban al estilo romano.

La obscuridad encantadora de la discoteca se vio eclipsada en el instante que se prendieron las luces. Franco dejó de cantar. Un grupo de soldados ingresaron al antro musical . Algunas mujeres gritaron.

_¡Cállense la boca todo el mundo , carajo! ¡Nadie se mueva¡_ impuso su carácter castrense el militar.

_¡Esta es una pesquisa! ¡Nos hemos enterado que aquí hay jóvenes comunistas conspirando secretamente contra el gobierno!_ una pareja trató de irse. El oficial disparó al techo. Cayó destrozada la bola de vidrio de mosaico. Se escuchó un "Ay" femenino.

Todo se volvió siniestro. Los soldados miraban con desafío a los asustados discotequeros. El jefe militar profería lisuras amenazantes. Luego gritó animalejamente:

_¡Aquí nadie se va a la calle! ¡Pongan todos sus documentos sobre la mesa! ¡Usted, cantante peruano. Deme sus documentos!_ al acercársele el oficial, Franco se puso muy nervioso. Se tocó los bolsillos del pantalón.

_No los tengo a la mano. Voy al camerino a traerlos_ hizo el intento de voltearse.

_¡Puta madre, he dicho que aquí nadie se mueve!_ el militar lo amenazó con su pistola.

_¡Cuando yo lo indique va ir un soldado al camerino para traerle su pasaporte. Mientras tanto no se mueva!_ No había terminado casi de hablar el oficial y se apagaron todas las luces."Mierda",gritó el militar. Se oyeron algunos disparos. El griterío femenino volvió hacerse presente. Solamente se prendió la luz lila del proscenio. Franco Bardales yacía tendido en la superficie, ensangrentado y agarrándose su corazón enamorado. Estaba muerto.

_Dicen que cuando un peruano va a "La Plaza de los Leones" en Santiago de Chile, todas ellos mueven la cola porque reconocen a su compatriota_afirmaba el animador de un programa cómico de la televisión peruana, haciendo una parodia a la protesta de la periodista Ángela Patricia Tivelli Valencia.

Al lado de uno de los leones de mármol, que están al inicio de las escaleras del Palacio de Justicia de Lima, era entrevistada televisivamente la reportera Ángela Patricia, quien reclamaba para el Perú los otros leones que se encuentran en la Plaza de Santiago."Es un derecho histórico el que nos asigna".Sostuvo la corresponsal.

La señorita Ángela Patricia había investigado sobre la Historia de los Dos leones del Palacio de Justicia. Según las agudas crónicas, un alto oficial chileno que acompañó a Baquedano y a Lynch en la ocupación de Lima,tuvo un romance con una dama, casada, de la aristocracia limeña. Entre los trofeos de guerra que los invasores se llevaron a su país, estaban las esculturas de los Leones de Mármol que adornaban el Paseo Colón, desde el Museo de Arte de Lima hasta la Plaza Bolognesi, que aún no estaba construída. Una leona o un león de mármol en la portada de un palacio gubernamental, tenía el significado de poder, nobleza o autoridad. La amante le pidió al oficial que le dejara dos leones, creyendo ella que eran leonas, que son las que se encuentran actualmente a la entrada del Palacio de Justicia.

Ángela Patricia, igual que siempre, buscó el apoyo de los organismos internacionales, y envió cartas reclamatorias al Ministerio de Educación de Chile. No pudo recobrar los leones que en otra época fueron nuestros.

Después de tomarse fotografías en la glorieta, réplica de la época, un alumno exclamó:_¡Miren, un Zamurai!

_Los Zamurai son chinos y no tienen gorra y botas, idiota, o tú crees que solamente ellos tienen sable.

_Ni con estos cañones hemos podido evitar que los Rotos invadan Lima.

Señaló un alumno los Cañones del Parque Reducto de Miraflores.

_A lo mejor eran de fogueo_ nadie pudo contener la risa ante la broma de uno de los chilenillos, que hace poco había sido insultado al tratar de burlarse de la estatua de un soldado héroe.

_Y ese tren, profe, ¿ de quién era?

_Es una réplica de una locomotora que los chilenos tomaron cuando invadieron Lima. La estación también es una reproducción arquitectónica.

_Tan grandazos y jugando al trensito, ja ja ja ja_ se reanudaron las risas .

Arriba, en el segundo piso, el testimonio histórico de la Invasión a Lima y a Miraflores era más patético. Las pinturas expresaban con más realismo la masacre mapocha en la capital.

_Pucha, que morbo han sido estos chilenos_se admiró un estudiante al ver una pintura, donde un soldado invasor le agarraba los senos a una mujer que intentaba violarla. Un anciano era agredido al tratar de evitar el vejámen.

_Es que eran hombres, no maricones_ afirmó un alumno coterráneo del violador.

_Ser hombre no significa violar a una mujer y menos golpear a un anciano.

Corrigió el profesor con fiereza.

_Al menos no hemos sido cobardes como los bolivianos que nos dejaron solos en la guerra_ defendió un educando al Perú.

_Han sido ladrones y pirómanos como Nerón_ adjetivizó, otro alumno, al observar un cuadro donde los chilenos robaban joyas de una residencia y con una antorcha iban a quemar las cortinas.

_ Eran así como tú, que un día me robaste plata de mi mochila. Yo tendré rota la rodilla de mi patalón, pero no el bolsillo.

Defendió a sus compatriotas uno de los discípulos. El profesor equilibró la situación:_ Tal vez nosotros hubiéramos hecho lo mismo al invadir Santiago. Tal vez, quien sabe.

_Tal vez………usted lo ha dicho, profe………tal vez.

La antología fotográfica resultó muy interesante para el bipartito alumnado. Les parecía imposible observar en escombros a Barranco y Chorrillos, cuando minutos antes lo habían visto turístico, tradicional y playero. Igualmente se sorprendieron de la escena de los soldados que defendían Miraflores en la Avenida Larco.

_Ah su………hasta en esa avenida pituka han peleado.

Estuperfactos también quedaron al ver el óleo de Cáceres, con su ejército, cruzando un camino al pie del abismo andino.

Los uniformes azules de charreteras y botones dorados, con pantalones rojos, que habían visto en las pinturas, se volvían a repetir en las vitrinas de exposición. Las armas y los típicos retratos de los héroes bigotudos les llamaba la atención, a pesar que se burlaban de los mostachos.

Sin embargo, lo que más cautivó los sentidos del alumnado, fue el gigantesco mural de la Batalla de San Juan y Miraflores, acompañado, en el centro de la sala, por una representación en miniatura del mismo hecho histórico.

Los alumnos se olvidaron por un momento de sus asperezas y regresaron a los años dorados de la infancia:"Mira ese caballito", "Que payaso ese soldadito", "Pum….lo mataron a ese pata", "Que valiente eres", "Te ganaron""Dale, dale, no te dejes", "Arre, arre".

En el jardín de afuera, posiblemente sus jocosas expresiones eran escuchadas por los espíritus de los héroes de guerra, recordados con esculturas de bustos. Burlados por los alumnos con apelativos de "Mediopechugas" o"Decapitados". Similarmente, cuando visitaron el Museo del Real Felipe del Callao, se

mofaron de las estatuas de cera de Bolognesi y su plana mayor, que se encuentran en la réplica del histórico Cuartel del Último Cartucho. Tampoco se libraron los mediopechugas del Paseo de los Héroes y la imagen de Cáceres.

El sarcasmo pasó de los bustos a las estatuas.

_Que buena la de este chibolo con su fusil.

_Él es el Niño Héroe Manuel Bonilla , del que les hablé.

_Nosotros también disparamos, pero con el fusil de abajo.

El Cine Norteamericano produjo una película sobre la Invasión Chilena a Lima, en enero de 1881, denotando las escenas históricas que encontró más apropiadas para despertar el interés del espectador. El clásico film estadounidense resaltó las secuencias de acción, violencia y sexo,no siempre fidedignas a la crónica de una realidad del pasado.Veamos algunas de ellas:

"Se incendia Lima", "Se incendia Lima",gritan despavoridas las familias limeñas, corriendo en medio de los jinetes invasores que le cierran el paso. Los bomberos aparecen no sólo para apagar el fuego, sino para enfrentarse a balazos con la caballería. La soldadesca toma violentamente los locales de la Universidad Mayor de San Marcos, de la Escuela de Ingenieros, del Colegio Guadalupe, del Palacio de la Exposición y de la Biblioteca Nacional. La Reserva nacional espera la orden de ataque desde un parque limeño. Minutos después, la música estruendosa de Bethoven es reemplazada por la música fúnebre de Bach. Se recogen a los muertos caídos en la invasión. Ricardo Palma, con sus lentes melancólicos, recolecta libros en una carretilla para la Biblioteca Nacional que ha sido incendiada. Ante tanta derrota, un intelectual llamado Manuel González Prada protesta y encierra en su casa durante toda la ocupación forastera.

Los soldados chilenos se suben a una torre y ametrallan las agujas de un reloj. Vuelan la chapa de la portozuela y malogran también, con su baleo, las ruedas dentadas del medidor del tiempo. De pronto suena la melodía del Himno Nacional. Un soldado se burla, iba a volver a disparar, pero el otro soldado lo atascó: "Espera. Mejor lo reparamos en Santiago. Yo creo que Don Pedro lo ha inventado para nosotros…ja ja ja ja".

Bombas malignas destrozan los balnearios de Barranco y Chorrillos. Los fragmentos de carnes humanas vuelan acompañados por los escombros arquitectónicos. La Ciudad de Lima es amenazada de volver a ser incendiada. Se ve una monja, con la sotana flotando por los aires, cabalgando por las playas de la ciudad. Una melodía francesa vivifica la hazaña que se va a realizar. La reliogiosa llega al Callao para comunicarse con su compatriota, el Almirante Petit Thouars, e informarle sobre el daño que va a suceder. En otra escena de la película está Baquedano leyendo el comunicado del almirante francés. El General chileno impide que Lima sea incendiada. Se había asustado con la presión de la escuadra extranjera. Entre la variación de las secuencias, percibimos que los ojos azules del franco judío también asustaron al araucano. Otro segmento asustadizo del film,

presenta a unos frayles pintando,de plomo, las columnas de oro de su templo para que no se las lleve el incursor.

Las familias aristocráticas del Viejo Distrito de Miraflores, defienden el Perú con revólveres y armas blancas. Un niño uniformado de militar cruza la vía pública y se tira sobre un grupo de municiones. La explosión le saca las visceras. Se acerca una de las damas combatientes. Le mira sus ojos petrificados. Espantada lo reconoce: "Es Manuelito", "Es Manuel Bonilla", "Es un Niño Héroe de la Patria".

A pocos kilómetros, otro Niño Héroe es muerto por el enemigo, después de subirse en un pino para anunciar la llegada de los invasores.

En los desiertos de San Juan la arena se humedece con la sangre de los muertos y de los heridos. Unos por las balas, otros por las puntas de las bayonetas. Segundos después la guerra se fue de ese lugar y dejó sus cadáveres abandonados.Cánticos angelicales y mortecinos se escuchan lejanamente.

"Pum, pum, pum".Suena el redoble de los tambores napoleónicos. Los chilenos entran victoriosos por el Jirón de la Unión. El Presidente Piérola y el Alcalde Rufino Torrico los esperan en la puerta del Palacio de Gobierno. El Comandante Lynch los saluda friamente. Una canción en inglés transfonda el cambio de poder. Patricio Lynch ingresa a la Casa de Pizarro como si fuera suya. Piérola se sube a una caleza y abandona la ciudad.

Francisco García Calderón, Presidente del Perú en Lima, es apresado por los soldados chilenos en su Casa de Gobierno en Magdalena Vieja (Pueblo Libre). Los invasores le estrujan su saco y le quitan la banda presidencial. Luego se ve que es embarcado rumbo a Chile. No regresará al Perú hasta después de la guerra. El

Presidente García Calderón quiso llegar a un acuerdo de paz, pero sin ceder un milímetro del territorio peruano.

Los soldados chilenos ingresan a las suntuosas residencias de la capital. La música es de suspenso. Unas mujeres elegantes corren asustadas a sus dormitorios .Las botas retumban al subir las escaleras barnizadas. Se escuchan llantos femeninos y de niños. Hombres jóvenes, adultos y ancianos intentan defender su patrimonio humano con pistolas y cuchillos de cocina. Se les mata y a otros se les golpea a culatazos. Las puertas de las alcobas son ametralladas.

"No" "No",enloquesidamente declaran resistencia las mujeres. Son abofeteadas. A una de ellas se le tira brutalmente sobre la cama. Por el escote se le despedaza el lujoso vestido de raso aterciopelado.El soldado comienza a mamarle los senos como un niño hambriento de leche materna. Dos de ellas están echadas en

las alfombras, con las sienes apuntadas por los fusiles y las piernas abiertas, mientras se les abre sus calzones con las bayonetas.

Al ritmo de una música romántica, el Comandante Lynch acariciaba el cuello impecable y blanco de su amante limeña, en sincronía con su mano que se deslizaba por sus entrepiernas. Ella comunicaba su excitación abriéndole su chaqueta militar. Buscaba ese pelaje pectoral para sentir las palpitaciones del deseo masculino. Con la otra mano tocaba el glúteo y el rabo de una leona de mármol.

_Pídeme cualquier cosa bella de este mundo y te la concederé.

Ofreció el comandante enamorado.

_Déjame dos leonas para mi Ciudad de los Reyes.

En un teatrín clandestino de Santiago de Chile actuaba Alfonso López, haciendo el papel de soldado prisionero, víctima de la Invasión a Lima. Él también era el libretista dramaturgo de la obra que se estaba presentando."Habla", "Habla te he dicho". Presionaba el oficial la planta de su bota sobre la cara de un soldado prisionero, que estaba tendido en el suelo con las manos amarradas hacia atrás."Le he dicho que no sé nada". "Ya le he dicho que yo solamente seguí al pelotón"."Seguiste", " ¿no?"."Tú sabes", "¿Iban a atacar por el sureste o por el suroeste de Lima?""No lo sé"."Ah, no lo sabes" "¿ no?"," y con la culata del arma el oficial simulaba golpearle los pulmones"."Maldito, chileno", "Maldito como Lynch, Baquedano y el presidente que los manda".

Se sintió que bajaban rapidamente por la escalera. Un comandante entró con seis soldados. Tenía un casco brillante y unos lentes negros."Qué pasa aquí carajo".El público se aterrorizó."Presentando obras comunistas contra el gobierno", "¿no?", "Y todavía tú eres peruano".Alfonso se paró. Su compañero de escena lo desataba, mientras él abogaba."Creo que usted se ha confundido. Esta es una obra de la Guerra con Chile".

"Usted, cállese la boca Alfonso López", "Que mierda tiene que meterse usted en casa ajena", "Qué puede decir un subversivo escolar", "Ya no se acuerda cuando tomó el O´Higgins". "Todavía no ha escarmentado con la golpiza que le metimos a usted y a su grupo en el calabozo del cuartel", "Qué cosa….parece que quiere otra"."La única falta que estoy cometiendo es que este teatrín es clandestino. Puedo pagarle los impuestos que debo". Honestamente, Alfonso reconoció lo que él consideraba una falta. Al público le faltaba nada más que llorar."No me haga reír, usted. Cree que soy cojudo. Lo hizo clandestinamente porque sabía que legalmente no le íbamos a permitir que se meta con el gobierno"."Pero………". No pudo reclamar otra vez, Alfonso. El militar tiró un balazo al techo. Cayó polilla del viejo local. El público no dijo ni "ay"."Silencio", "Ahora todo el mundo vaya afuera", "A este politiquero me lo subes esposado, sargento". Ordenó el oficial a un subordinado.

Alfonso López fue masacrado en los calabozos del cuartel del ejército, por su presunta vinculación con los comunistas. Luego fue trasladado, en condición de reo político, junto a muchos más, al Estadio Nacional de Chile. Finalmente se le expulsó del país. Fue repatriado al Perú.

El lírico reclamo del "Huáscar para el Perú", se encarnó dentro de las peticiones idealistas de la periodista Ángela Patricia Tivelli Valencia.

Desde que era una hermosa adolescente, escuchaba a sus profesoras de historia, decir:"El Huáscar debe estar en el Perú, porque es peruano". Y ese fue el lema con el cual abanderó su protesta.

La pródiga y simpática oratoria que poseía, perfiló más su imagen de luchadora. Es por eso que las fuerzas policiales no le mostraron resistencia cuando organizó una marcha "Pro Huáscar", con un grupo de jovensitas marineras que habían obtenido el permiso de sus superiores.

Ángela Patricia decía que Grau y toda su heroica tripulación no podían estar separados de su Monitor, que le dio la oportunidad de magnificar su historicidad y glorificar su sacrificio.

"Si somos países hermanos, debemos respetar lo que nos pertenece como hermanos que somos". Fue una de las célebres expresiones de la joven reportera, adalid de una épica histórica.

Sus cartas, a lo igual que siempre, se movieron en todos los niveles. Llegaron al despacho del Presidente Extranjero, pero el nunca las leyó.

Una vez, Angela Patricia encontró un sobre cerrado debajo de la puerta de su casa. Lo abrió. Sacó un papelito que decía:"No te metas con nosotros".

_¡Papa, Camote, Papa, Camote!_marcaba el paso de los indígenas campesinos, el Mariscal Andrés Avelino Cáceres, en lugar de decir :"Uno, dos, uno, dos".

_¡Atención!_detuvo el Mariscal a los ocho cholitos que estaban formados en fila en el paredón. Un huayno es el fondo musical.

_¡Antes de que se les fusile, quiero que me digan en pocas palabras!

_¿Por qué traicionaron a su patria?

_Entonces empezamos contigo.

_Yo, mariscalito, no sé si soy peruano o chileno. Nací aquí entre las montañas y nadie me dijo que país era este.

_No sabías que Sangrar es Canta y que Canta es el Perú_lo reprendió el Mariscal.

_No, mariscalito, en verdad no lo sabía. Yo creía que Sangrar era todo el mundo.

_¿Tú tampoco lo sabías?_se dirigió el Mariscal a otro indígena canteño.

_No, mi mariscal. Tampoco lo sabía. Yo creí que cuando mi Chaperito espantó a los gringachos era por……….

_Espera un rato_lo cortó el Mariscal.

_¿Quién es el Chaperito y quiénes los gringachos?

_El Chaperito es el Niño Dios, mi mariscal. Él se apareció con ropa de militar y asustó a los gringachos. Los gringachos son ésos que usted llama chilenos.

_Ya basta , ya. No quiero saber de más mentiras.

_¿Tú también no sabías que Pucará es del Perú?_se dirigió Cáceres a otro campesino.

_Yo si sabía, mariscal, pero lo hice por dinero.

_¿Por dinero traicionaste a tu patria a lo igual que Judas a Cristo?

_No fue igual, mi mariscal. Lo hice porque aquí en la hacienda el amo no nos paga de hace dos años y yo tengo que agachar la cabeza por el techo y la comida. Él dice que esa plata la necesitan para la guerra contra los chilenos.

_¿Y no te parece que es una causa justa?

_No sé si será una causa justa o no, pero lo que yo quiero es mi plata que me deben. Yo no sé ni porqué se pelea en esta guerra.

_Bueno, ya se lo explicarás a San Pedro en el cielo.Se supone que si tú eres su paisano, también te reconoces como traidor_el Mariscal le habló a otro de los campesinos condenados.

_Tal vez sea traidor, mi mariscal, pero aquí en la hacienda los blancos son muy malos con los indios. Nos tratan como animales. Por eso maté a los amos y a los capataces con el arma que los chilenos me dieron. En cada pedazo de sus sesos reventados, sentía la venganza por el látigo y los insultos_el Mariscal bajó la cabeza, algo avergonzado, y se dirigió a otro campesino.

_¿Tú qué tienes que decir?

_Yo soy de Marcavalle , mariscal Don Andresito. Cuando estuve en Lima me trataron muy mal. Me decían:"Serrano, porque no te vas a tu tierra. Qué haces acá. Tú no eres peruano. Tú eres serrano".

_¿Y tú le creíste lo que ellos te dijeron?

_No les creí. Sabía que era peruano. Pero si les creí a los chilenos, cuando nos dijeron que habían conquistado Lima para liberarnos de los limeños que nos hacían daño en nuestras tierras. Igualmente le dijeron a los Negros y a los Chinos.

_Gran mentira les hicieron creer. Alemanes y Holandeses defendieron Lima, y ustedes no. Que insulto para los peruanos.

_¿Qué nos tiene que decir el otro amigo de Marcavalle?

_Lo mismo Mariscal. Lo mismo de mi amigo.

_Ja ja ja ja_ rió Cáceres.

_Está bien. Así me ahorras tiempo y palabras.

_¿Cuál es tu defensa, campesino de Concepción?_interrogó el Mariscal al penúltimo condenado.

_Yo le voy a ser sincero. Nací sin querer al Perú. No sé porqué. Pero así soy yo.

_¿Nunca te has preguntado preguntado por qué?_enfatizó su pregunta el Mariscal.

_No, Mariscalito Andrés. Acá la vida es dura. Es puro trabajo y no hay tiempo para pensar en eso.

_Siempre debe haber tiempo para pensar en la patria_ Aconcejó el Mariscal.

_Llegamos al último de los candidatos a la muerte. Me dicen que usted es un prófugo de San Pablo y lo atraparon aquí en Jauja.¿No le da vergüenza ser un desertor?

_No señor. No me da vergüenza.

_¿Y por qué?

_Porque yo estaría dispuesto a morir solamente por mis hijos, por mi esposa y por mis padres y no por una patria que nada ha hecho por mí. Perdamos o ganemos la guerra, yo siempre voy a ser el cholo pobre de siempre. Acaso me van a dar un pedazo de la tierra de Tarapacá, si es que ganamos la guerra.

El Mariscal miró con pena al último de los campésinos condenados. Luego, poniéndose al frente de la fila de los ocho condenados, les emitió un pequeño discurso:

_¡Compatriotas peruanos a la patria se le ama porque es la tierra que nos da todo: Alimentos, vestido, alegría, dinero. Todo. No confundan a la patria con aquellos que nos tratan como si fuéramos invasores de ella. Les voy a perdonar la vida con la condición de que nunca más vuelvan a traicionar a su patria!

"Así terminamos por hoy día un capítulo más de su radionovela: ¡El Mariscal Patriota!. Mañana en esta misma emisora y a la misma hora, no dejen de ver el siguiente capítulo".

Los alumnos se divertían con la melodía que emanaba de la caja musical de la familia Cáceres.

_Oye, profe, para esa época esto era como un sofisticado minicomponente.

_Claro. Algo así. Pero no se burlen mucho. Imagínense como verán nuestros minicomponentes de aquí a cien años.

_Ja ja ja ja_se rieron los estudiantes.

_¡Que buena, profe……usted si se pasa!

_¿Dígame, estos vestidos eran de la hembrita de Cáceres?_ observó un alumno al contemplar los vestidos de Antonia Moreno de Cáceres, en una vitrina de exposición.

_No. Eran de la esposa de Cáceres_negó y recalcó el profesor.

_Habla bien, oye. No seas vulgar. Habla como gente_ sarcásticamente un colegial corrigió a otro.

_Esos papeles viejos se parecen a los cuadernos viejos y sucios de Aguilar. Comparó, un alumno, los documentos históricos de Cáceres con el portahojas de su condiscípulo.

Tres esculturas de cera, mal hechas, representaban al insigne Mariscal Cáceres en sus tres generaciones de vida castrense que le tocó vivir. Un alumno mapuche vio con desagrado las estatuas,"Tanto cuete le revientan a Cáceres".

_Claro. Tiene que ser así, porque a Cáceres los chilenos no lo derrotaron en ninguna batalla_intervino un alumno peruano.

_Más bien él con sus cuetes los reventó a todos los rotos. Los rompió a todos." Ja ja ja ja". Festejaron los alumnos la humorada de su compañero connacional.

_Ya, otra vez. Volvemos a lo mismo. Respeten a la señorita que está presente_ llamó la atención el profesor. Los alumnos no paraban de mirar a esa señorita que era la soldado guía del Museo Casa Militar Andrés Avelino Cáceres de la calle Portugal del distrito de Breña. Era más bonita que la de la Casa Bolognesi que estaba en Cailloma. Ni siquiera el video de la Campaña de la Breña, ni los juegos de luces que detectaba la batalla ganadora en la miniatura de un campo de guerra, pudieron evitar que los alumnos dejaran de contemplar la carita angelical de esa soldadito del museo.

_Profe, parece una recluta norteamericana. Es muy bonita para que sea cachaquita peruana. Es coloradita como los Rotos.

_Pero aquí en el Perú también tenemos chicas bonitas que quieren servir a la patria_nacionalísticamente manifestó el profesor otra perspectiva.

_¿Quieren servir o las obligan?_inquirió un alumno.

_Bueno les voy a explicar………_el profesor no había empezado la explicación, cuando un discípulo se le acercó al oído_profe su alumno "El patriota", no está con el grupo de estudios. Está leyendo una historieta porno en el hall del museo_el profesor se disculpó ante los presentes, desocupando la sala donde la soldadito guía estaba hablando.

Vio al alumno leyendo tal revista. Éste, como por arte de magia, la cambió por otra.

_¿Por qué no está usted con el grupo de nosotros?

_Profe, disculpe, es que en esta historieta los dibujitos a colores me entretienen más sobre la vida de Cáceres, que este museo aburrido.

_Ningún museo es aburrido.

_Ya pe, profe, no se ase_inteligentemente el alumno quiso distraer al profesor enseñándole una historieta de la Gran Guerra con Chile."Mire aquí, profe, como los peruanos le sacamos el ancho a los Rotos en Tarapacá. Entérese que en esta batalla sobresalió un Héroe Tombo llamado Mariano Santos Mateo. Además en esta historieta dice también que hubieron huesos de cadáveres chilenos venerados por patriotas peruanos, creyendo que eran restos de soldados peruanos caídos en la batalla de Arica.Yo creo que Bolognesi por dársela de mártir hizo morir a tanta gente inocente.Y que nosotros llevábamos armas en ataúdes. ¿Qué le parece, profe?".

Un elenco de estudiantes de Arte Dramático de la Universidad Mayor de San Marcos presentaba , en el Teatro Municipal de Lima, la zarzuela "El Brujo de los Andes" en homenaje a la resistencia heroica del Mariscal Andrés Avelino Cáceres. Aquél a quien los chilenos decían "El Tuerto".

Se levanta el telón y aparece el Mariscal, parado en un pedestal, cantándole a un grupo de diez soldados, y de diez montoneros indígenas, su famosa proclama de Ayacucho, que la pronunció después de las victorias de Sangrar y Pucará.

Que tiene poco ejemplos

en la historia militar.

Habeis recurrido sin abrigos y sin zapatos

doscientas millas en el interior del Perú.

El hielo intenso de las cordilleras

y el ardiente sol de las quebradas

no han podido abatir vuestro espíritu

que se ha manifestado superior a las

contrariedades.

Unidos con las imponentes masas

que asedian y atemorizan

al ejército chileno de Huancayo,

la victoria no podrá negarnos sus favores.

Los soldados azulinos le responden:"Los chilenos están atacando mi mariscal".

_Vayan a derrotarlos a Sangrar ,Pucará , Marcavalle, Concepción y San Pablo_ordena con voz melodiosa el Mariscal. Los soldados reciben alimentos de unas mujeres, llamadas rabonas, e inmediatamente se retiran repitiendo estruendosamente:

_¡ A triunfar se ha dicho ¡, ¡ A triunfar se ha dicho peruanos!

Cáceres agarrándose su barba blanca repartida, también se retira. Luego reaparece con otro uniforme, montado en un caballo blanco, con la bandera peruana, seguido por los soldados y los montoneros, los cuales encañonan sus fusiles contra los soldados chilenos, de chaqueta roja y pantalón azul, que enarbolando su bandera se aproximan hacia el ejército patriota. Al unísono de los cantos zarzueleros, que acompañan a la coreografía militar, los montoneros indígenas descuartizan, con machetes y bayonetas, a los soldados invasores. Corazones, pulmones, hígados, riñones, intestinos de plástico salen de sus uniformes, haciendo un ruido chilloso en el tabladilo y provocando espanto y risotadas en los espectadores.

En la siguiente escena, una pintura de las montañas de los Andes ,que transfonda el proscenio, es ennublada por unos humos de colores. El fondo musical es tenebroso como una melodía sacra. Los soldados chilenos caminan lentamente,con sus rifles, entonando sus voces:"¿Dónde está?, ¿Dónde está? ¡Nunca lo podemos atrapar!, ¡Se desaparece como por acto de brujería!".De pronto se apagan todas las luces."¡Es el Brujo de los Andes!, ¡Es el Brujo de los Andes! ¡Él ha provocado el eclipse!".Alarmados cantan los invasores. Una luz roja ilumina uno de los nevados andinos. Otro reflector, pero de luz blanca, se proyecta al pie de la montaña donde se encuentra Cáceres vestido de Brujo. Tenía un disfraz de túnica negra y un capirucho del mismo color. Un parche de cuero le cubría un ojo. Con sus barbas blancas parecía el Mago Merlín.

Su voz grave, de divinidad griega, amenaza,"¡No quiero volverlos a ver en mi tierra!, ¡Váyanse a su país!" ."¡No nos iremos!, ¡Lima es nuestra!".Responde la soldadesca con prepotencia, mencionando a un adalid, llamado Letelier.

_¡Lima por el momento será suya, pero la sierra es nuestra!, ¡La sierra no será incendiada como Lima!_después de estas palabras de partitura, Cáceres los señala con el dedo índice y los hace caer en el piso, de donde salen los mismos humos de colores que gravitaban por los picos andinos. Los chilenos se agarran la cabeza en signo de dolor. Cáceres juntándose a cada uno de ellos, les va diciendo "Al Perú se le respeta" y sacando un puñal, hipotéticamente les corta una oreja. Con sus manos ocultan el miembro auditivo. El Mariscal camina hacia el límite del escenario y enseñándoles diez orejas de cera, unidas por un frágil cordoncillo, de un tamaño más grande de lo natural, los amenaza con furor :"¡Perderán la otra, si es que regresan a nuestra serranía!".El telón vuelve a caer. El público aplaude. Se comenta mucho sobre el buen cantar de los integrantes del elenco nacional."Parecen artistas españoles".

_El Pisco Sour es peruano y no chileno_ afirmaba Ángela Patricia Tivelli Valencia en un reportaje de canal 5 de televisión.

_Hoy 5 de Febrero es el día del Pisco Sour porque se cumplen ochenta años de su creación en el Perú. Desde 1,927 el Pisco Sour fue creado en el Perú. Es decir dos años antes del tratado limítrofe con Chile, llamado Rada Figueroa, consecuente del Tratado de Ancón. Por lo tanto es peruano y no chileno, co-

mo suelen decir ellos. Posiblemente piensan que Bernardo O´Higgins, general chileno,y su ejército, al desembarcar con sus tropas en Pisco en 1820, apoyando al Libertador San Martin, hayan inventado el Pisco Sour al encontrarse con las grandes plantaciones de la vid peruana. Y quien sabe…………le pusieron sour, que significa agrio, áspero, por la etnia inglesa que tuvo el general o algunos de sus soldados.

Argumentó históricamente Angela Patricia al periodista que la entrevistaba.

La señorita Tivelli Valencia apareció en el Hotel Bolivar degustando el pisco sour, haciendo ademanes de pertenencia al Perú. Solía decir que así como los concursos, promovidos por organismos gastronómicos internacionales, han premiado los platos y entradas de la comida peruana, así también deberían estos reconocer la peruanidad del pisco sour. Llegó a decir que el pisco sour que había probado en Santiago, no se comparaba con la exquisitez del peruano.

Una cámara secreta la grabó con unas copas piscosourianas, más de lo usual, declarando:"Los Rotos nos han quitado los libros de la biblioteca, el reloj de Pedro Ruiz, el Huáscar y ahora el Pisco Sour. Que tal raza. Se pasaron de conchudos".

Con respecto a la Historia del Pisco Sour se nos dice que en el siglo XVIII, la revista colonial "El Mercurio Peruano" publicó la preparación de un pisco preparado con limón. José Schiaffino en el libro "El Origen del Pisco Sour, el Morris Bar, el Hotel Maury y el Gran Hotel Bolivar" el cóctel llamado pisco sour se originó en el Perú en los años veinte del siglo XX en el "Bar Morris", en la calle Boza 847, en el Jirón de la Unión del centro de Lima, en el cual se ofrecía como una novedad el pisco sour, inspirado en el whisky sour. Allí habría sido preparado por los barman peruanos Alfonso Bregoye, Graciano Cabrera y Alberto Mezarina; por otro lado José Antonio Schiafinno sostiene, en "El Origen del Pisco Sour", que el inventor de la fórmula fue el californiano Víctor V. Morris, propietario del Bar Morris, que había abierto sus puertas en 1,915 y dejó de existir en 1,933. Nadie visita su tumba del Cementerio Británico del Callao.

"Los Liberados" volvieron a desarrollar sus pasiones musicales con sus cantos independientes de todo convencionalismo social. Pero esta vez los cantautores apuntaron más directamente en su protesta política y social. El régimen dictatorial de su país había descuadrado los esquemas de la realización de su libertad. En la playa de Viña del Mar, informalmente sin el permiso legal respectivo,los Liberados ofrecieron un concierto de verano para esa juventud playera de las truzas y los biquinis de colores.

_Viejito milico o o o o o,

que tanto le jalas la pita

a tu gente que quiere libertad,

vete a descansar a un hospicio

y déjanos vivir en paz.

Libertad con paz y justicia,

es lo que nosotros queremos.

No puedo bailar bien,

porque estas botas me pesan.

No puedo cantar como quiero

porque la mordaza a a a a.

me la hacen tragar.

Me la hacen tragar y no puedo cantar.

Cantar ar ar ar ar.

Y la muchachada reía, bailaba y saltaba de alegría, con la frenética alegría que trasmitían los Liberados. De un momento a otro, dos camiones del ejército se cuadraron en la vereda del circuito playero. Se bajaron unos soldados, en grupo de cuatro, res-

guardando a su jefe que se encontraba en el centro. Los jóvenes veraniegos miraron con temor, otros con burla. Ninguno de los militares reparó en los cuerpos esculturales de las jovensitas de la radiante estación. El oficial se paró, con las manos en la cintura, frente al escenario donde cantaban y tocaban los Liberados. Al ver que el grupo no paraba de cantar, pese a su presencia,hizo una"T"con la mano en signo de término. La banda musical paró.Todos los muchachos protestaron al unísono"¡No o o o o o o o!".El oficial volteó a mirarlos y el "No" se debilitó hasta el silencio. El militar subió al tabladillo ante las murmuraciones de los fans roqueros. Le habló en voz baja al cantante principal. El cuarteto descendió del proscenio, junto con el oficial. Los asistentes comenzaron a recoger los instrumentos. Los muchachos aplaudían con el slogans de "No se vayan","No se vayan". Una ráfaga de ametralladora sobre la arena los enmudeció en el acto. Los Liberados son conducidos al camión.

Los Liberados fueron trasladados a la carceleta principal de Santiago. Luego al Estadio Nacional de Chile. Se les deportó a Argentina. En Buenos Aires, por varios meses, no pudieron componer y cantar sus propias canciones de protesta. Ni tocar sus instrumentos musicales, ni danzar, ni escuchar los aullidos de su fans; porque tenían los ojos inflamados e infectados, las bocas rotas , las orejas trituradas, los dedos destrozados y las plantas de los pies con quemaduras, a consecuencia de contactos eléctricos.

Los alumnos se maravillaban de las obras artísticas y de los mausoleos esculturales del Museo-Cementerio "Presbítero Maestro" de Lima.

_"Mira que paja ese ángel".

_ "Que alucinante su pelo ondulado de este chibolo".

_"Esta señora que agarrada es".

_"Este tío es bien pituko para pararse".

_"Mira esa casita de muertos es más grande que mi casa".

Fueron las expresiones de admiración que pronunciaron los escolares al ver las estatuas de ángeles, niños, vírgenes, presidentes y el gigantesco monumento sepulcral de Ramón Castilla, que estaba decorado con personajes mitológicos y leones guardianes.

_¿Profe, por qué ahora los presidentes no se hacen una tumba así?

_Porque ya no es costumbre hacerlo.

_No sólo por costumbre, profe, sino también por plata. Imagínese cuanto le costaría económicamente_ analizó un alumno.

_Sí, pero con lo que los presidentes le roban al país demás les alcanza_participó un tercero.

_Por favor, alumno, más respeto. Estamos ante la tumba de un presidente.

_Disculpe, profe, pero los presidentes de esa época no eran como los de ahora.

_¿Y tú cómo sabes?_lo puso en duda un compañero de clase.

_Ahora la gente importante gasta su plata en otras cosas y no en tumbas.

Con la sonrisa en la cara un educando le disuadió la idea.

_Ya,por favor, ahí lo dejamos. Estas discusiones políticas la abordamos en el colegio. Ahora nos encontramos frente a las tumbas de los Prado. El Padre: Don Mariano, el presidente, y sus hijos: Leoncio, el héroe y Manuel, también presidente.

_¡Qué mostro, profe, esa espada!

_Y hablando del Rey de Roma, aquí tenemos a Marianito_ señaló el mausoleo uno de los muchachos, mientras que otro terminó la frase sarcásticamente,"El que se quedó con la plata del Perú en Francia".

_Otra vez volvemos a lo mismo. También hay la otra versión de que Mariano Ignacio Prado no pudo regresar al Perú porque los puertos estaban bloqueados.

Defendió el profesor la memoria del difunto.

_Ya ya ya ya, ya, profe, no la acomode_pluralizadamente ridiculizaron los alumnos al profesor. El maestro sonrió entre pensativo y dubitativo.

El profesor le explicó a los alumnos sobre la supuesta versión histórica del Coronel Leoncio Prado. Lo de las tres cucharitas que golpeó a la tazita de café, y que esa fue la clave para que lo fusilaran. El director del museo del cementerio, después de la explicación, lo llevó al profesor a un lado, tomándolo

del brazo, para contarle otra versión del Héroe de Huamachuco, en privacidad y con la reverencia respectiva."Yo le voy a contar a usted otra historia que sé de Leoncio Prado, que nunca se ha dicho para no dejar mal el apellido de los Prado, que ya estaba maculado con la ida sin regreso del presidente. El joven coronel

cuando quedó herido de la pierna, al fin de la batalla, fue recogido por un indígena y un sacerdote, quienes lo llevaron a una humilde vivienda. Estando solo, se escapó al escuchar los quejidos de las víctimas de los repaces chilenos. A diferencia de lo que nos cuenta Ricardo Palma, no lo encontraron soldados chilenos, sino peruanos. Fue trasladado a Cajamarca. El presidente provisorio Miguel Iglesias y otros altos oficiales, decidieron elevarlo al grado de general por la lucha aguerrida que desató en Huamachuco, pese a que fuimos derrotados. En la reunión de gala que se encontraban los generales y coroneles, con sus esposas, el presidente dio el discurso de honor, previamente a su condecoración. Sucedió que minutos antes de imponérsele el grado de general, un coronel "x" que no le tenía simpatía a su homólogo, tomó la palabra:

_Disculpen, Señor Presidente y todos los oficiales presentes, damas y colegas míos, quiero darles a conocer algo que es necesario saber por respeto al estado, a nuestra heroica milicia y a la moral de la nación. El Coronel Leoncio Prado es hijo natural, no legítimo, del ex presidente Mariano Ignacio Prado. Es hijo de una amante. No de la esposa oficial del matrimonio.Un "¡Oh oh oh oh oh!", se escuchó por toda la sala de la condecoración, siendo las esposas de los militares las más asombradas. En esa época era un escándalo tener hijos fuera del matrimonio o más claro: Ser hijo de una amante. El joven coronel no soportó la deshonra, sacó un revólver y se suicidó de un balazo en la sien. Cuando lo exhumaron ,encontraron su esqueleto con el esfenoide agujereado".

El profesor recordó la supuesta fotografía del cadáver de Leoncio Prado, después del fusilamiento, y pensó:"Seguramente ha sido retocada". También se acordó de la carta histórica, del héroe a su padre, el día de su ejecución: "La habrán inventado".

El docente, departiendo con algunos discípulos, intentaba interpretar el sentido de una escultura, donde un ángel abrazaba y cargaba a un supuesto héroe para llevárselo al cielo.

_Que impresionante, profe. Es como si esa cúpula, con ese

ángel, se nos viniera encima_trasmitió su sensacionalismo un alumno al ver el ciclópeo mausoleo de la Cripta de los Héroes. En el interior del mortuorio el profesor sintió una extraña emoción. Era como si el espíritu de la muerte lo hubiera encerrado en esa urna de mármol.

_Vamos alumnos, ya. Faltan tres tumbas más por visitar y todavía nos quedan los monumentos de las plazas públicas.

_Uy uy, profe, no me diga que le tiene miedo a Grau, Bolognesi, Cáceres y a otros de estos compadres que están enterrados aquí.

_Yo no le tengo miedo a nadie_se molestó el profesor al ser revelado su temor.

_Una bromita pe, profe. Yo creo que usted tiene la razón. Mejor nos vamos, no vaya a ser que la bota de Miguel Grau nos agarre a puntapiés, como lo vi en una comedia de terror. Ja ja ja ja ja.

El alumnado se rió estruendosamente. El profesor se olvidó del terror pasajero que lo había acosado. Luego les recordó que la bota de Grau, que tenía la tibia o el peroné, se encontraba en el Museo Naval del Callao, pero que no había tiempo para visitarlo.

En la tumba de Alfonso Ugarte es impresionante ver la estatua de una mujer que llora ante su hijo muerto. El mismo epitafio da a conocer el hecho de que es su madre quien se está lamentando.

_Pucha, profe, si algún día me muero, mi viejita llorará igual, ¿no?…¿no?….o mejor creo, que yo debo morirme primero.

_Uno debe morirse cuando Dios lo quiere_providenció el profesor.

_¿Profe, y ahí está enterrado con su bandera y con su caballo? Ja ja ja ja.

_¿Supongo que es una broma, no?_replicó el maestro.

_Claro, pue, profe. Ésa es para que se ría usted, Alfonso Ugarte y su mamá desde el cielo.

_O sea que este compadre nos ha agarrado a cuento cuando escribió sobre la Tazita de Café y el Fusilamiento_dudó de la Tradición de Leoncio Prado, un alumno al encontrarse ante el mausoleo de Ricardo Palma(El Bibliotecario Mendigo)

_¿Por qué cree usted que nos ha agarrado a cuento cuando escribió la tradición sobre Leoncio Prado?

_Ya pue ,profe…….no se me haga, que yo he escuchado lo que le contó el tío de este cementerio.

_Oye, el papel aguanta todo. Eso es lo que ha contado un peruano. Un chileno puede contar otra cosa_razonó un alumno extranjero.

_Profe, cambiando el tema, ¿es verdad que la palabra "carajo" tiene su origen en lo caro que estaba el ajo, durante la guerra, según una Tradición de Palma?

_No sé, alumno. Las tradiciones no siempre son históricas.

Visitaron la tumba del Niño Héroe Manuel Bonilla_"Yo, ni de vainas muero por mi patria, profe". "Yo, si me pagan y si es que voy a resucitar".

Al concluir el alumnado el rezo de difuntos ante la lápida de la heroína francesa Hermasía Paget, un discípulo preguntó, en voz baja y con mucho respeto, por un detalle sepulcral:

_Profe, disculpe, no se vaya a molestar, pero, ¿ por qué la tumba de esta monjita es tan misia?, ¿por qué no tiene un mausoleo bacán como los otros?

_Bueno, que le puedo decir. Tal vez sea porque las monjas hacen un voto de pobreza cristiana.

_Sí, pero Francia tiene plata. Le puede construir un mausoleo más ficho que los que hay acá y en el Vaticano.

Antes de recorrer los monumentos de las plazas públicas, los alumnos, con el profesor, comieron picarones en las afueras del viejo cementerio. Fue un momento de fraternidad, jolgorio y diversión. Constantemente se jaraneaban con la bota de Miguel Grau y con la cabalgata de Hermasía Paget. Y de paso se burlaban de los modismos mapochos:"Diosito","Azuquitar" y "Cucharita".

Sus energías las cargaron con la dulce picardía criolla, necesaria, en ellos, para continuar con las visitas culturales.

_Aquí a Grau lo veo bien sobrado, profe_dio su apreciación un alumno al ver el monumento de Grau, que está con los brazos cruzados, del Paseo de la República de Lima.

_Es una postura de orgullo por el triunfo de Iquique y el heroísmo de Angamos.

Cambió la idea del alumno ,el profesor.

_¿Y estos ángeles tienen buenos pechereques, no profe?

_Repare más usted en lo que los ángeles le quieren decir espiritualmente, de lo que físicamente estén representados.

_Este Bolognesi me gusta más porque está parado con su cuete y su bandera. No está echado como el de la pintura del museo.

_Es que representa al Bolognesi del inicio de la batalla_la escultura fue observada, con admiración, por el profesor.

_Ellos eran héroes porque les pagaban, sino no iban a pelear por la patria_monetarizó la épica un estudiante.

_A todos se nos tiene que pagar para vivir. Lo importante es que hagamos bien las cosas de acuerdo a nuestro pago. Y en el momento que uno lo hace, se olvida del sueldo. Los héroes hicieron bien su trabajo por la patria_abogó el maestro por los epopéyicos personajes.

_Profe, acá los ángeles tienen testículos y allá, en Grau, tienen senos. Sáqueme de dudas: ¿Los ángeles son hombres o mujeres?

_Los ángeles son asexuados. No tienen sexo. Pero cuando vienen a la tierra se pueden encarnar en hombres o mujeres. Son esculturas de influencia grecorromana. En los monumentos que estamos viendo, se ponen ángeles simbolizando el acompañamiento a los héroes en su gloria celestial, al lado de Dios. Similar a los santos.

_Y este jinete que está tirado con su caballo ¿Es Alfonso Ugarte?

_Parece que sí. Pero tengo mis dudas. Aquí el caballo está caído en la tierra y no en el mar_el profesor puso sus narices muy cerca a los cascos del equino.

_Pero, profe, usted nos dijo que lo del caballo en el agua es mentira. A lo mejor Alfonso Ugarte se murió al golpearse la cabeza cuando el caballo se cayó al suelo.

El profesor controló la risa y se puso a pensar sobre el monumento a Alfonso Ugarte, que está en la Avenida Javier Prado Oeste"Seguramente dirán en son de burla, que el caballo está vomitando o que la escultura es bien chévere, pero que Alfonso fue un sonso porque dejó su viaje pituko a Francia por joderse en una guerra que lo llevó a la muerte. Ya pasó la épóca de los héroes ,profe".

_Este Cáceres no dice mucho con estar sentado en su caballo.

Decepcionadamente visualizó un colegial el monumento de Cáceres.

_Si dice bastante. Porque Cáceres siempre triunfó y peleó con su caballo_intentó animarlo el profesor al alumno.

_Pero, profe, éste ni siquiera tiene ángeles. A lo mejor como era brujo el diablo se lo llevó al infierno y no los ángeles al cielo. Ja ja ja ja ja.

_Pero no dicen que era el Brujo de los Andes y que le cortaba las orejas a los chilenos. Le hubieran puesto al menos su varita mágica en la mano.

_¿Y estos Pacharacos?

_No son Pacharacos. Son campesinos a quienes Cáceres defendió, ayudó y también ellos le dieron la mano.

_¿Qué……Cáceres tenía hermano?_escuchó mal un alumno chileno.

_Escucha bien, oye. Ha dicho mano, no hermano. A éste creo que Cáceres le ha cortado la oreja.

En el Óvalo de Higuereta, que intersecta las avenidas Benavides y Thomás Marsano, los alumnos terminaron su actividad cultural con la visita a la Plaza de "Los Cabitos". El monumento representa a un grupo de jóvenes cabos que defendieron Miraflores ante el ataque del invasor.

_Cabitos o cabritos_vulgarmente fastidió un estudiante.

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