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Fintech: los gigantes tecnológicos amenazan a la banca (Silicon Valley vs. Wall Street) (página 4)

Enviado por Ricardo Lomoro


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Además (por si hubiera alguna duda), sigo sin tener teléfono móvil, ni cuenta en Facebook, ni en Twitter; no participo de ninguna red social, nunca descargué una Apps, tampoco reservé alojamiento por Airbnb, ni contraté un transporte por Uber.

Me basta con Google, para visitar 12 periódicos por día y buscar algunos temas por Internet; el correo electrónico de Yahoo, para recibir o enviar alguna correspondencia, y Skype, para hablar con mi hija y nietos en Holanda. Fuera de ello, mi PC solo lo utilizo como una máquina de escribir más moderna (sin papel carbónico, ni Tipex).

Por suerte, puedo seguir viviendo sin WhatsApp, sms, YouTube, Instagram, Spotify, Netflix and so on. En fin, estoy casi libre, del peligro de ser abducido por la ensalada viral de estupideces. Mi último deseo, es no morir infectado por un "tonting topic".

Lo que se dice un "troglodita" o un "anacoreta" (según quién opine). Pero eso sí, aún, y mientras mis neuronas (menguantes) lo permitan, con suficiente "memoria", muchos libros leídos, muchos trabajos profesionales realizados y muchos kilómetros recorridos.

A mis 70 años de edad, de esa experiencia de vida, con toda humildad (aunque, sin esperanza y con miedo), deseo compartir con ustedes algunos comentarios sobre la "extraña levedad" de la economía colaborativa. A los años… (como dicen en Ecuador).

Solo citaré un libro: "Hacia un mundo sin pobreza" (1998) de Muhammad Yunus, creador del Banco Grameen (que solo presta dinero a los más pobres de los pobres, a los que carecen de toda garantía que los respalde).

El 94% de sus clientes son mujeres. Su tasa de retorno es del 98%. El mismo Grameen opera en más de sesenta países; también en EEUU, Francia, Noruega… Más de doce millones de personas se benefician de su trabajo.

¿Qué hace este banco? Lo que los bancos tradicionales no hacen. Se dirige en primer lugar a las mujeres pobres, ciudadanos de tercera categoría en los países en desarrollo.

"Hay cerca de mil trescientos millones de personas que viven en este planeta bajo el umbral de la pobreza. Con nuestro banco hemos empezado a disminuir la cifra… No soy un banquero convencional, soy más bien un prestamista de esperanza". (Muhammad Yunus)

¿Y funciona? Sí. Empezó en 1976 prestando 27 dólares a 42 personas… y después de 40 años, podemos decir que el Banco Grameen es un proyecto exitoso.

Pero debo confesar que, aunque cada vez se habla más de las posibilidades del "microcrédito" para erradicar la pobreza, no se ha logrado todavía (después de 40 años de la creación del Banco Grameen) ayudar a la erradicación de la pobreza mediante el aumento de las capacidades de los individuos beneficiarios.

Este primer planteamiento pone a la persona en el centro de atención, condicionando los procedimientos operativos y los aspectos regulatorios a las necesidades y carencias que han de ser cubiertas por esos individuos. En este análisis es donde se fundamenta la importancia que los partidarios de este enfoque conceden a los servicios de capacitación y de asesoramiento personalizado que suelen acompañar a muchos programas de microcrédito.

El segundo planteamiento, en cambio, se propone como principal objetivo el establecimiento de un sistema financiero capaz de proporcionar servicios crediticios a las personas de escasos recursos. Este enfoque centra su atención en las instituciones que gestionan carteras de microcrédito, concediendo la máxima prioridad al objetivo de conseguir que sean rentables, con el fin de garantizar su viabilidad y su capacidad de crecimiento.

En el primer caso, se fija la atención en el beneficiario concreto; en el segundo, el análisis se centra en el entramado que posibilita la prestación de estos servicios financieros.

¿Están cumpliendo las actuales entidades de "financiación alternativa" con estos objetivos? No. Los estudios que se han realizado sobre el impacto de los programas de apoyo a la microempresa avalan la opinión de la mayoría de los directivos de las instituciones que llevan a cabo este tipo de programas. Según la mayoría de ellos, las instituciones que dan importancia a los servicios de capacitación y de asesoramiento personalizado consiguen un impacto mayor, en términos de desarrollo humano, que aquellas que no lo hacen.

Ahora le toca a la "experiencia" de vida. En mi país de origen (la remota, falaz y fugaz, República Argentina), el único país del mundo moderno que logró pasar de la riqueza a la pobreza, en las últimas crisis padecidas, una parte importante de la población "descubrió" (¿redescubrió?) el "trueque". Un paro creciente, unos ingresos menguantes, una inflación galopante, y la falta de una asistencia social compensatoria, llevaron a que la gente buscara intercambiar bienes y servicios, sin la mediación de la moneda y fuera del control de las autoridades. Los nuevos pobres se buscaron la vida de mil maneras.

Cado uno entregaba sus bienes y servicios producidos, a cambio de los bienes y servicios producidos por un tercero, al que le interesaba el "trueque" de unos por otros. De esa forma ambas partes eliminaban la necesidad de atesorar una moneda, que se devaluaba por momentos, como instrumento de cambio.

¿Una vuelta a la "edad media"?… el médico atiende a los niños del fontanero a cambio de la reparación de la tubería dañada, en la casa del primero. El electricista renueva la instalación del mecánico de autos, en permuta de nuevas cubiertas. La cosmetóloga canjea servicios con la maestra particular, la peluquera con la profesora de gimnasia, el sastre con el asesor fiscal, el pintor con el abogado… O sea.

Como siempre los argentinos resultan ser los descubridores, creadores o usuarios de las "peores ocurrencias" (pago de sueldos con bonos, creación de monedas locales, mercado paralelo de divisas, arbolitos, corralito, escrache, default, fondos buitre…). Y así hasta llegar… miren ustedes por donde… a la "economía colaborativa".

Los empobrecidos y los nuevos pobres constituyeron un estrato híbrido. Un grupo social caracterizado por la combinación de prácticas, costumbres, creencias, carencias y consumos hasta ese momento asociados a diferentes sectores sociales.

La hibridez resulta de tres procesos de presencia simultánea en la nueva pobreza: 1) Carencias y necesidades insatisfechas del presente; 2) bienes, gustos y costumbres que quedan del pasado, y 3) posibilidad de suplir algunas carencias gracias al capital social y cultural acumulado.

El empobrecimiento también puede verse como un profundo cambio cultural producido por la completa transformación de la vida cotidiana. El empobrecimiento conlleva dos movimientos simultáneos y de sentido inverso. En una dirección se debe contraer, recortar, resignar y modificar todo tipo de hábitos relacionados de un modo u otro con lo económico. Y en la otra dirección, se hace necesario aprender, inventar, permutar, incorporar, recorrer inusitados circuitos en busca de nuevas opciones de consumo, de obtención de ingresos o cualquier oportunidad de mejorar la situación.

Al empobrecerse, no solo se pierde todo lo que se pierde sino que, para evitar una mayor desestructuración, deben adoptarse nuevos criterios y rectores de la organización económica familiar, lo cual no es otra cosa que un cambio cultural profundo. Se debe, ni más ni menos, que aprender a ser pobre, proceso para el cual no existen en nuestra cultura comportamientos-guía a seguir. No hay en las sociedades modernas conocimientos disponibles que permitan a un individuo o familia que está cayendo saber desde un comienzo qué conviene hacer, por dónde empezar a ajustar, cómo racionalizar recursos que serán más tarde imprescindibles.

El camino hacia la pobreza es un constante ensayo en el que cada error sale caro y lleva perder un capital que ya será difícil recuperar. En muchos casos la historia de la caída es una historia de pérdidas sucesivas: primero, para mantener el estilo de vida acostumbrado y, más tarde, para intentar hacer pie en medio de la debacle. Se hacen inversiones que fracasan, o se sacrifica un bien para salvar otro que a su vez también terminará perdiéndose. Empobrecimiento masivo y enriquecimiento de una minoría coexistieron (y coexisten) en la sociedad argentina.

Las ciudades del Tercer Mundo (ahora también del Primer Mundo, "en vías de subdesarrollo") se caracterizan por la presencia del trabajo informal, categoría que incluye el popular "rebusque" (argentino): ocupaciones precarias, sin estabilidad, ni seguridad, carentes de beneficios sociales, la mayor parte de los cuales se realizan por cuenta propia. Basta recorrer las calles de cualquier ciudad del Tercer Mundo para sorprenderse de la cantidad de comercios de todo tipo que existe. Hay una saturación de todo o casi todo, maxikioscos abiertos las 24 horas, fruterías, almacenes, casas de comidas, peluquerías, casas de moda, casas de artículos de limpieza, lavaderos… Rubros que se ponen de moda, que nacen y mueren dejando a sus entusiastas emprendedores más pobres y más desilusionados que al principio. Proliferan los taxis y remises (los argentinos también inventaron el Uber de la miseria), los paseadores de perros, las personas que hacen cola por terceros, los repartos a domicilio más insólitos.

Espero y deseo que les resulten de utilidad mis memorias del subdesarrollo y lo tengan muy presente a la hora de practicar la "economía colaborativa". Que nos los "enrollen" con el crowdfunding y se "funding" de nuevo. Mucho cuidado con los "Bla Bla Bank".

La banca ante las nuevas tecnologías

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– La banca, en la encrucijada – El futuro del sector financiero español en un mundo global – Informe del Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School (Noviembre 2013)

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La tecnología, el catalizador del cambio

La tecnología atraviesa todos los procesos de cambio. Pero la velocidad a la que se producen los avances tecnológicos plantea a la vez grandes desafíos (de selección y de inversión) y grandes ventajas (ahorro de costes, mayor eficiencia). Las instituciones financieras deben entender este proceso no solo como una simple sustitución de herramientas, sino como una oportunidad única para alinearse con las necesidades de sus clientes.

Confianza en la tecnología, fe en la gente

La tecnología es un factor fundamental en la banca y en el sistema financiero en su conjunto. La aparición de Internet ha provocado avances prodigiosos de las tecnologías de la información y de la comunicación que tienen un impacto masivo y creciente en la configuración del sector. La aparición de nuevas herramientas (banca digital, pagos móviles, dinero virtual, etc.) ha transformado radicalmente la fisonomía del negocio de las entidades financieras y les obliga a integrar la tecnología en su modelo de funcionamiento.

Pero la tecnología no es un objetivo en sí mismo. Steve Jobs, el fundador de Apple, decía: "No se trata de tener fe en la tecnología, se trata de tener fe en la gente, porque sabemos que si les das las herramientas adecuadas, las personas son suficientemente inteligentes, para hacer cosas maravillosas con ellas". Las entidades deben ser capaces de aprovechar el cambio tecnológico para dar al cliente las herramientas que necesita y satisfacer adecuadamente sus necesidades. Esa es la mejor respuesta a las alteraciones en la conducta de los consumidores (que están mejor informados, tienen voz a través de las redes sociales y disponen de múltiples opciones), así como a las transformaciones derivadas de los cambios macroeconómicos, demográficos y regulatorios en el entorno en el que se desenvuelven las entidades.

La tecnología resuelve muchos problemas, pero también genera dificultades de adaptación, relacionadas sobre todo con la velocidad a la que se producen los cambios tecnológicos. La acumulación de tecnologías potencialmente disruptivas plantea serios dilemas a las instituciones financieras, que se enfrentan permanentemente al desafío de dónde enfocar la inversión, qué tecnología utilizar y cómo gestionar su implementación en las distintas geografías y negocios.

En este escenario, la reducción de márgenes provocada por la crisis económica, junto al coste que supondrán los nuevos requerimientos de capital regulatorio, obligará a las entidades financieras a revisar sus modelos operativos para hacerlos más eficientes y a seleccionar de manera cuidadosa las plataformas tecnológicas que mejor convengan a sus necesidades.

Las grandes tendencias

La identificación y los análisis de las innovaciones tecnológicas con aplicación en el sector financiero da vértigo, tal es el grado de proliferación de novedades al que se ha llegado en los últimos años. Muchas de ellas quizá no prosperen, pero se pueden vislumbrar ya algunas tendencias sólidas que probablemente marcarán el futuro del sector financiero a corto y medio plazo:

• Big Data. Es un conjunto de sistemas (bases de datos, repositorio de información, herramientas de validación y tratamiento de información, datawarehouse…) que permite procesar una cantidad enorme de datos para obtener una información mejor y más precisa de los clientes. Este mayor conocimiento permite a las instituciones financieras anticiparse a sus necesidades y ajustar la oferta de productos y servicios a las mismas en cada período de tiempo. El Big Data surge de la combinación de dos factores. Por un lado, la utilización de la telefonía móvil, la actividad en redes sociales y, en general, el uso masivo de dispositivos conectados a Internet ha provocado el crecimiento exponencial en el volumen de información registrada en formato digital, de tal forma que los datos se duplicarán cada año hasta 2020, según la consultora IDC. El segundo factor son los avances de la tecnología informática en la captación, el almacenamiento, procesamiento y análisis de cantidades ingentes de información.

Algunas de las aplicaciones prácticas que puede tener Big Data en el sector financiero son:

– La mejora de las capacidades de venta cruzada de productos financieros o no financieros, a partir de patrones de compra o de interés mostrado en determinados productos disponibles online.

– El control del fraude. Su uso minimiza los riesgos de uso indebido de medios de pago.

– La mejora de los sistemas de scoring (calificación) de crédito, al incorporar elementos no tradicionales, como las interacciones en redes sociales.

– La fidelización y retención de clientes, a los que se les puede ofrecer promociones y ofertas comerciales adaptadas a su contexto y necesidades. La explotación adecuada de Big Data tropieza, sin embargo, con algunos problemas de carácter legal (por el uso de información que pueda considerarse personal y privada) y necesita también el perfeccionamiento de los sistemas informáticos en algunas de las fases del proceso, ya que pueden surgir incompatibilidades entre la información nueva no estructurada procedente de múltiples fuentes y los sistemas de datos existentes.

• La nube. Cloud computing, o informática en la nube, es un nuevo modelo de prestación de servicios de negocio y tecnología. Está basado en el uso de servidores de Internet a los que el usuario puede acceder en cualquier momento y desde cualquier dispositivo conectado a Internet. La nube tiene potencial para revolucionar la industria financiera, ya que es más barata que la arquitectura tecnológica tradicional y, sobre todo, aporta una gran flexibilidad en el uso de la información que se necesita. Hasta la aparición del cloud computing, cualquier empresa estaba obligada a crear una infraestructura tecnológica compleja y rígida de difícil adaptación a las necesidades reales de capacidad. La nube, en cambio, se adecúa a cualquier demanda. Entre sus beneficios se podrían destacar los siguientes:

– Ahorra costes como consecuencia de la optimización de la infraestructura.

– Aumenta el rendimiento operativo mediante la transformación de las operaciones comerciales internas.

– Facilita la innovación y mejora la oferta de productos y servicios. La principal duda que suscitan los servicios en la nube es la seguridad de los datos. La ausencia de soportes físicos y la falta de control sobre los servidores de Internet donde se localiza la información son aspectos que generan incertidumbre en las entidades financieras. Este problema se resuelve, en parte, con el uso de nubes privadas, que son infraestructuras en las que el usuario es propietario del servidor, gestiona el servicio y controla qué aplicaciones deben ejecutarse. En 2012, el 37% del gasto mundial de las instituciones financieras en cloud computing se destinó a la nube privada, y se espera que ese porcentaje se incremente en los próximos años (ver figura 16).

• Las nuevas aplicaciones. Otra veta de innovación prometedora en la industria bancaria es el uso de las APIs (Application Programming Interface), una tecnología web basada en infraestructuras abiertas, que permite a las entidades personalizar los productos y ofrecer a los nuevos clientes digitales la experiencia que encuentran en otros servicios. Las APIs son la base para desarrollar apps (las pequeñas aplicaciones informáticas que se pueden instalar en teléfonos móviles y otros dispositivos) específicas para el sector financiero. Así, por ejemplo, a través de este tipo de aplicaciones se podría saber, entre otras cosas, si interesa o no refinanciar una determinada hipoteca ante una caída de los tipos de interés, e incluso se podría completar la operación en cuestión. Algunos especialistas consideran que las APIs tienen potencial para revolucionar la relación con el consumidor.

• Otras tendencias de vanguardia. La innovación del futuro incluye tecnologías vanguardistas en distintos ámbitos de la actividad de las entidades financieras, como chips integrados en tarjetas que facilitan información al cliente, software para el reconocimiento de voz, técnicas de análisis predictivos, uso de robots móviles, impresoras que reconocen la firma y leen los códigos de barras o dispositivos de identificación facial, que se encuentran en distintos estadios del ciclo evolutivo de la innovación. Otra tendencia que se está explorando en distintas entidades es la gamification, es decir, la introducción de conceptos lúdicos en la operativa bancaria (juegos, premios, concursos, etc.), a fin de atraer a los clientes con la promesa de nuevas experiencias, especialmente a través de los canales digitales.

Impacto en el sector financiero: un modelo de calidad y más competencia

La innovación tecnológica en el sector financiero impacta directamente en los modelos de gestión de las entidades financieras y las orienta hacia modelos más eficientes, automatizados y con información más precisa y de mayor calidad, lo cual facilita la toma de decisiones. Estas son las principales repercusiones:

• Información de más calidad. Los sistemas de información de las entidades financieras han evolucionado hacia plataformas informacionales de calidad, y ese proceso se hará más acusado en los próximos años. Los sistemas estarán enfocados a la captura rápida y eficaz de los datos de eventos financieros y del comportamiento de los clientes para generar información útil en el proceso de toma de decisiones. En este aspecto, será de gran provecho el uso de las técnicas de Big Data.

• Mejores sistemas de reporting y de riesgo. Los avances tecnológicos mejoran los procesos necesarios para gestionar la información regulatoria, para asegurar el cumplimiento normativo y para crear modelos de riesgo eficientes. Esos aspectos tienen una importancia crítica en el futuro inmediato de la banca. Además, las nuevas inversiones en aplicaciones y sistemas de seguridad intentan controlar el fraude y evitar fugas de información.

• Aparición de nuevos actores. La innovación tiende a ramificar el negocio tradicional hacia modelos distintos impulsados en parte por la aparición en el escenario financiero, especialmente en el segmento de medios de pago, de nuevos actores especializados en tecnología que pugnan por hacerse un hueco en el mercado. Estos competidores ofrecen un servicio más flexible y adaptado a las necesidades de los clientes que el de la banca tradicional, aunque es poco probable que desplacen a esta como proveedor fundamental de esos servicios, especialmente en los mercados muy bancarizados. En todo caso, las entidades tradicionales deberán estar prestas a reaccionar en caso necesario, ya sea mediante acuerdos con los nuevos competidores, adquisiciones o la creación de compañías tecnológicas especializadas.

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Conclusiones y recomendaciones

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• Es preciso desarrollar plataformas digitales avanzadas que refuercen la banca online, la banca móvil y la presencia en las redes sociales y se integren dentro de una verdadera multicanalidad. Esta política de adaptación a las nuevas preferencias de los consumidores ha de ir más allá del propósito de reducir costes; debe tener carácter estratégico y marcarse como objetivo la captación de clientes jóvenes. El papel de las oficinas bancarias en España no será secundario, aunque tiene que reenfocarse para centrarse en el asesoramiento y en la relación directa con el cliente.

• Los procesos de innovación han ser más radicales y disruptivos para hacer más eficiente el modelo de negocio e intentar recuperar los niveles de rentabilidad previos a la crisis. Tecnologías como el cloud computing se insertan en esta tendencia y forman parte del proceso de transformación de los modelos operativos de las entidades españolas. También queda mucho camino por recorrer en la mejora de la relación con el cliente, en especial a través de los canales digitales.

• Las instituciones financieras han de prestar atención a los procesos de desintermediación que facilitan la aparición de nuevos actores en el mercado, especialmente en el área de medios de pago. Esos competidores aprovechan sus plataformas tecnológicas para ofrecer servicios flexibles y adaptados a las necesidades de los clientes. Las entidades deberán estar preparadas para reaccionar, bien mediante acuerdos con los nuevos competidores, bien a través de adquisiciones o de la creación de filiales tecnológicas.

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La banca ante las nuevas tecnologías

Los desafíos que plantea la generalización de las "nuevas tecnologías" en el sector bancario. tienen más que ver con la utilización de las nuevas tecnologías por parte de los clientes bancarios que con las nuevas tecnologías en sí. (iAhorro.com – 22/6/15)

Aspectos relacionados con los clientes:

El acceso a Internet, a las redes sociales, a los teléfonos inteligentes y a todos los servicios y herramientas relacionadas ofrece una capacidad de informarse, compartir opiniones y comparar productos y servicios bancarios, muy importante. Esta realidad reduce la asimetría de la información entre bancos y clientes.

Al tener el consumidor financiero mucha más información de los clientes de los bancos y de los productos de la competencia, su grado de fidelidad es mucho menor, si no se satisfacen sus necesidades.

La banca ha de dar un servicio multicanal integrado. No dar importancia al servicio de atención en redes sociales, por ejemplo, es un error que se cobra víctimas rápidamente, sobre todo entre los nativos digitales.

La seguridad en las transacciones fuera de las oficinas cobra una importancia capital, así como la usabilidad de los portales y recursos online que los bancos ponen a disposición de la clientela, que ya puede y quiere interaccionar con sus bancos en cualquier momento del día, con multitud de dispositivos (el móvil ya es un canal prioritario para consultas) y en cualquier lugar del mundo. Si bien aún es un escenario futurista, en algún momento un consumidor financiero podrá contratar productos de distintos bancos dispersos por el globo.

Con la tecnología actual ya sería posible, de hecho, tener contratada una cuenta corriente en un banco, pedir un préstamo hipotecario a otro y contratar un fondo de inversión a un tercero, todo ello con una misma banca electrónica global. Veremos si los cambios normativos van por este camino.

Para los bancos:

El canal online y a distancia reduce el coste de distribución respecto de la banca tradicional, de forma muy importante. Por ello, los bancos pueden permitirse ofrecer mejores productos al cliente online que al que va a una oficina.

Capacidad de tratar de forma muy rápida y profunda la ingente cantidad de información de los clientes y sus necesidades y hábitos.

La tecnología cada vez tiene más relaciones con el área comercial y estratégica. Adaptabilidad y rapidez son las claves de la tecnología bancaria de éxito.

La complejidad y coste del tratamiento de la información propicia la concentración del sector, entre otras causas aún más relevantes como la importancia del tamaño para acceder a los mercados mayoristas y los requerimientos crecientes de solvencia. Sin embargo, también propicia unidades de negocio "especializadas", para adaptarse a los cambios demográficos (la población de mayor edad, no solicita créditos y busca inversiones a largo plazo), adecuarse a las nuevas generaciones, segmentar productos según los diferentes perfiles de clientes. De vender un producto financiero de forma masiva a todos los clientes de la oficina, se pasa a vender productos diseñados específicamente para segmentos de clientes que los reclaman. Del enfoque de producto, al de cliente.

La red de oficinas pierde valor como barrera de entrada de consumidores, que pueden usar otros métodos de comercialización, tanto masivos (medios online) como personalizados (los asesores personales o agentes). Los empleados bancarios, por su parte, se tienen que adaptar a un oficio que está cambiando a pasos agigantados.

Hay potentes competidores fuera del circuito bancario, como Apple, Google o Facebook y los que llegarán en un futuro, que manejan las nuevas tecnologías de una forma natural y tienen mejor prensa que muchas entidades financieras. La competencia con estos outsiders puede ser un factor decisivo para ganar o perder la partida del futuro.

Las nuevas tecnologías son una realidad que los bancos pueden aprovechar para mejorar su relación con sus clientes, pero también una fuente de cambios disruptivos de difícil control. De la banca de productos a la banca de clientes, del "usted" al "tú a tú".

– La vida sin los bancos ¿Es posible vivir al margen? (El Mundo – 7/7/15)

(Por Raquel Villaécija)

Alfonso (nombre ficticio) rompió su relación con los bancos cuando le llegaron a casa varias multas de tráfico que no podía afrontar. Sin dinero para recurrirlas ni para saldarlas, decidió cancelar su cuenta en el banco para evitar que le embargaran la nómina. Es un proscrito de las finanzas (y por eso oculta su verdadera identidad): cobra en metálico, pues su empresa no puede ingresarle el salario por transferencia, y paga todo en efectivo.

Relata que cuando sale a cenar tiene que llevar dinero de sobra y el día que se lía y calcula mal se ve obligado a pedirle a algún amigo que le subvencione porque él no puede tirar de tarjeta. Tampoco puede comprar por Internet y su teléfono es de prepago, pues no puede tener un contrato con ninguna operadora sin aportar un número de cuenta bancaria.

Vive en casa de sus padres y ve difícil lo de independizarse, pues asume que cualquier propietario le pedirá sus credenciales financieras antes de aceptarle como inquilino. "Es como si vivieras al margen de la ley", resume.

"En una sociedad tan bancarizada como esta, vivir alejado de los bancos es complicado. ¿Se puede vivir sin una cuenta? Sí, se puede. ¿Es fácil? La respuesta es no, sobre todo si quieres casa y coche", explica a El Mundo Paula Papp, especialista en banca de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

La hucha, bajo el colchón

El corralito en Grecia ha puesto de manifiesto la dependencia de los bancos que tienen los ciudadanos en Europa. En el último mes, ante el temor de perder sus ahorros custodiados por las entidades, muchos helenos han sacado su dinero para tenerlo más seguro en casa. Antes de que se cerraran los bancos, los griegos habían retirado de sus cuentas cerca de 10.000 millones de euros.

Aunque, para los analistas de AFI, guardar el dinero debajo del colchón tiene sus riesgos. "La cuenta bancaria… Este servicio no lo valoramos lo suficiente: es la única forma de tener el dinero en un lugar seguro. En casa te expones a que te lo roben, está mucho más indefenso", asegura Paula Papp.

Como ciudadano, es casi imposible sobrevivir en un país como España sin entrar en una oficina bancaria. Sí es posible hacerlo sin tener una cuenta en una entidad, aunque eso obliga a pasar por ventanilla más de lo habitual pues cualquier pago, en lugar de por transferencia o domiciliación, implica tener que personarse en la sucursal más cercana.

"La decisión de vivir al margen de las finanzas en parte no depende del ciudadano, al menos en países tan bancarizados como España y la mayoría de estados europeos", asegura Paula Papp.

Países desbancarizados

Hay lugares donde sí es posible llevar una vida normal sin ataduras financieras, como en muchos países latinoamericanos, donde el 60% de la población adulta no está bancarizada.

En Uruguay, por ejemplo, sólo entre el 16% y el 30% de los ciudadanos tiene una cuenta en una entidad, según el último informe Global Findex, del Banco Mundial, que analiza el nivel de penetración financiera en el mundo.

Según la experta, en algunos estados en desarrollo o en las zonas rurales de muchos países africanos la alternativa es el pago a través del teléfono móvil, un sistema que está más extendido que el de las tarjetas. Los usuarios cargan el dinero a través de operadores que se dedican a ello y que permiten transferir una cantidad concreta en un momento dado gracias a una aplicación móvil.

En España realizar cualquier acto cotidiano (cobrar la nómina, pagar el teléfono, la luz o el teléfono) sin la mediación del banco es una tarea de titanes, aunque, según los expertos, también hay una vida alternativa para los que optan por vivir lo más lejos posible de las finanzas:

Nómina en mano

Si trabajas por cuenta ajena debes convencer a la empresa para que te remunere con un cheque en lugar de hacerte una transferencia. En países como Argentina, por ejemplo, el salario se salda de esta manera, aunque, según explica Paula Papp, "el hecho de ingresar el salario a través del banco ayuda a reducir la economía sumergida".

Para los autónomos la cosa se complica. Según Vicenta Jorge, de la plataforma abogados auto responsables, una opción es establecer cooperativas: "Pones tu dinero y el trabajo en común para que un proyecto salga adelante, sin necesidad de financiación bancaria", relata.

A la hora, por ejemplo, de hacer la declaración de la renta "si te sale a pagar puedes hacerlo en efectivo, pero ¿y si te sale a devolver? Tendrías que pelearte con Hacienda o renunciar a la devolución", bromea Paula Papp.

Recuerda que hay algunos lugares, como Dinamarca, que estudian abolir el dinero en efectivo. "En ese caso sería imposible pensar en no tener banca", dice.

Algunos, como Javier León, lo intentan. Este empresario atípico, como él mismo se define, vive en Escocia, en una caravana en el bosque, sin tarjeta de crédito (tiene "sólo una de débito y en una banca ética") ni hipotecas. Aunque no ha logrado liberarse del todo de las finanzas, asegura a este periódico que vive "de una forma mucho más auténtica".

El alquiler, en persona

Alquilar una vivienda implica tener que ir cada mes al banco a ingresar el dinero del alquiler al casero o extenderle un cheque. Igual ocurre con el mes de fianza. Según explica María de Pablo, delegada en Madrid de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios, la cosa se complica si el propietario pide un aval, "algo que es bastante habitual. En ese caso es imposible alquilar porque tiene que haber un banco detrás, salvo que te respalde un familiar", dice.

Para los que deseen convertirse en propietarios la única alternativa es recurrir a una entidad que no sea un banco, aunque en este caso las condiciones para el préstamo son menos favorables. "Hay despachos de abogados que hacen de prestamistas, te dan el dinero a un interés mucho más alto y con menos garantías", dice la experta.

Propietarios "insumisos"

Asegura que actualmente su agencia no gestiona ningún alquiler que no se domicilie a través de una entidad financiera y en las grandes ciudades estos casos son muy aislados. "Te trae muchos problemas y ninguna ventaja", dice. Los outsiders anti banca se cuentan con los dedos.

Si en algunos países se puede pagar una casa en efectivo sin problemas, Papp duda de que en España "uno pueda ir con el maletín lleno de billetes sin levantar sospechas", dice.

Según Vicenta Jorge, de abogados autoresponsables, sí existen soluciones en el Código Civil que permiten sortear a la banca y ser propietario. "Puedes comprar un piso a plazos directamente al comprador, pactando el precio, como se hacía antes. El préstamo en este caso te lo hace el propio comprador, al que se le va pagando mensualmente en metálico", explica. Una especie de alquiler con opción a compra. En caso de impago, el vendedor se quedaría con la vivienda.

Las facturas, en ventanilla

A la hora de pagar facturas, se puede ingresar el montante en las cuentas bancarias de las entidades o pagar directamente al propietario, siempre y cuando los contratos estén a su nombre, aunque, según María de Pablo, "en el momento en que se firma un alquiler automáticamente se suele cambiar el titular de los gastos, por miedo al impago".

"Los dueños son reacios, aunque legalmente es posible liquidar las facturas directamente al propietario. No domiciliar los gastos es una clara desventaja, es dar un paso atrás en el tiempo", opina.

Ocio en metálico y sin excesos

Hasta cuando toca divertirse, la rebeldía anti finanzas implica un ejercicio importante de previsión y de contención. Obliga a llevar dinero en efectivo de sobra siempre en el bolsillo, pues, en caso de excederse en el gasto, no se puede recurrir a la tarjeta. Además, los pagos en metálico no podrán superar los 2.500 euros.

"Hasta ahora estábamos acostumbrados a gastar más dinero del que disponíamos, pues tener una tarjeta de crédito te permite adquirir cosas aunque estés a final de mes y con la cuenta a cero. Aunque tras la crisis la gente es más prudente y usa la de débito y mucho menos la de crédito", explica María de Pablo.

El mundo, cada vez más bancarizado

Vivimos en un mundo cada vez más bancarizado: entre 2011 y 2014 unas 700 millones de personas se convirtieron en titulares de cuentas en entidades o proveedores de servicios de dinero móvil, mientras que el número de personas no vinculadas a alguno de estos sistemas cayó un 20%, hasta los 2.000 millones, según el informe Global Findex del Banco Mundial. En 2014, el 58% de las mujeres tenía una cuenta en una entidad, frente al 65% de hombres.

– The Democratic Disruption of Finance (Project Syndicate – 22/4/14)

Laguna Beach.- There seems to be no limit to the exciting possibilities that come from combining technical innovations, the Internet, and social media. It is a phenomenon that has been revolutionizing journalism and entertainment; and, by helping to overcome coordination challenges, it has also had political consequences in a growing number of countries – all of which means an ever-evolving set of opportunities and risks.

What is less appreciated, however, is the extent to which a broadly similar phenomenon may be starting to play out in finance, via a democratization process that could gradually reconfigure a notable part of the institutional landscape, particularly in consumer finance, while challenging regulators to adapt.

Bitcoin is the most visible -albeit far from a good- example of this nascent development, having attracted attention from specialists, regulators, and, slowly but surely, the public. But the crypto-currency phenomenon is far from the only example, and it is certainly not the most consequential one. Its impact, both actual and potential, is relatively limited when compared to ongoing attempts to enhance and democratize lending, borrowing, investing, and payments and settlements.

The underlying sequence of disruptive technology is historically familiar. A bold innovation suddenly lowers entry barriers for certain activities. Mechanisms emerge to enable a larger part of the population to participate in what is deemed desirable but, until now, had been hard to access. As the disruptive forces gain traction, existing business models face difficult adaptation challenges, and regulators begin to fall behind. The situation is often amplified by a natural human tendency to overproduce and over-consume hitherto restricted goods and services.

This, of course, is what has been occurring in media for several years. The result is a proliferation of platforms for producing, aggregating, disseminating, and consuming content. Falling entry barriers and lower access costs have significantly democratized participation, whether in production or consumption. And, as hard as they try, many traditional media outlets -especially those unable to claim quite distinctive content- find it increasingly difficult to compete.

Now something somewhat similar is starting to happen in finance as well, albeit at a less frantic pace and -at least until now- in a less disruptive manner. And, as with media, the main innovations are being spearheaded by those outside the traditional institutional setup. Most consequentially, an emerging cohort of technology entrepreneurs understand the power of online/social media innovation to disrupt components of traditional finance, and are now leading efforts that include behavioral scientists and finance experts.

Recall that Bitcoin started in 2009 as an attempt to produce a "better" currency, championed especially by those who mistrust central banks" management of fiat money. These early adopters were joined by a growing number of financial speculators attracted by highly volatile price movements. But Bitcoin"s success, which remains highly uncertain, ultimately depends on it attaining sufficient stability to perform the most essential function of any currency (as opposed to a speculative commodity) – that of providing a relatively predictable medium of exchange.

Fulfilling that function would require a lot to happen. At a minimum, Bitcoin would need a more solid institutional foundation; and broad acceptance of it would require much greater clarity concerning regulatory and supervisory approaches.

More promising examples, albeit less well-known, may be found in Internet-driven lending and borrowing clubs or, more generally, the peer-to-peer initiatives in consumer financial services. By seeking to compress net interest margins, including through lower expenses and more efficient data assessments and aggregation, and by targeting an enhanced consumer experience, such empowerment schemes could serve to reduce the cost of financial intermediation while providing for fairer risk-pooling outcomes and better credit underwriting. Likewise, so-called digital wallets and mobile transfers are efforts to improve payments and settlement in a retail financial sector that gets a lot less attention than its institutional peers.

The prospects for each of these democratizing developments vary significantly, as do the probable cost-benefit equations. Much will depend on whether the underlying technology is stable and secure, trust is established, transparency is convincing, consumer protection is effective, new content is coupled well with strong distribution channels, and broad-based validation and institutional verification boost credibility.

Looking ahead, we should expect the underlying forces of innovation to remain strong. Some existing businesses will fend off disruptive threats, including through takeovers; others will adjust (for example, Walmart recently announced an expansion of its financial-services offerings); but many may well prove insufficiently agile. Regulators will also likely lag initially in their response to new structures and activities.

The challenges of getting this right in finance are considerably more difficult than they are in media; and the consequences are far more profound, given the centrality of finance to broad swaths of the real economy. Anyone who doubts that should recall how last decade"s securitization boom and bust -another example of a disruptive financial innovation that was over-produced and over-consumed- contributed to a credit and liquidity crisis that pushed the global economy to the verge of Great Depression II.

In their recent book, Google"s Jared Cohen and Eric Schmidt brilliantly remind us of the opportunities and risks afforded by multi-speed developments in the real and virtual worlds. Having redefined media, similar developments are slowly beginning to play out in finance – in a rather isolated way for now, but soon likely to start transforming how capital is mobilized and allocated in support of economic growth and employment. Individuals, companies, and governments would be well advised to devote more time and other resources to comprehending this important and transformative phenomenon.

(Mohamed A. El-Erian, Chief Economic Adviser at Allianz and a member of its International Executive Committee, is Chairman of US President Barack Obama"s Global Development Council. He previously served as CEO and co-Chief Investment Officer of PIMCO. He was named one of Foreign Policy's Top 100 Glob…)

– El comienzo de la revolución financiera silenciosa (Project Syndicate – 8/6/15)

Laguna Beach.- Ininterrumpida e indiscutiblemente, el sector de servicios financieros -con el que todos interactuamos, como prestatarios, ahorristas, inversores o reguladores- se ha embarcado en una transformación que llevará varios años. Este proceso, inicialmente lento, se ha visto impulsado por el impacto combinado de dos conjuntos de fuerzas duraderas.

Por una parte, entran en juego factores verticalistas: cambios regulatorios, una fijación inusual de precios y lo que Nouriel Roubini inteligentemente bautizó como la "paradoja de la liquidez". Por otra parte, se filtran desde abajo influencias disruptivas: cambios en las preferencias de los clientes y, lo que es más importante, visionarios ajenos al sector que intentan transformarlo y modernizarlo.

Entre las decisiones que llegan desde arriba, el péndulo regulatorio aún oscila hacia una supervisión más estrecha de las instituciones financieras tradicionales, especialmente de los grandes bancos y empresas aseguradoras considerados "sistémicamente importantes". Por otra parte, el rediseño de los marcos regulatorios, la implementación por etapas y la intensificación de la supervisión se extenderán gradualmente a otros segmentos, incluida la gestión de activos. Esto contribuirá a ampliar la reducción del riesgo en los sectores regulados en términos generales, como parte de un movimiento más amplio del sector financiero hacia un "modelo de utilidades" que enfatiza grandes amortiguadores de capital, un menor apalancamiento, una mayor divulgación de información, lineamientos operativos más estrictos y mucha más supervisión.

La situación de los precios se suma al impacto de una regulación más estricta. Como en el caso de los servicios públicos, las instituciones financieras sólidamente establecidas enfrentan restricciones externas sobre su poder de fijación de precios, aunque no de la manera tradicional. En vez de estar sujetas a regulaciones y pautas de precios explícitas, estas instituciones funcionan en un régimen de "represión financiera" dentro del cual las principales tasas de interés de referencia se mantuvieron en niveles inferiores a los que hubieran prevalecido de otro modo. Esto erosiona los márgenes de interés netos, aumenta la presión sobre ciertas estructuras tarifarias y lleva a ciertos proveedores a mostrarse más cautos al momento de ingresar en relaciones financieras de largo plazo.

Como consecuencia de estos dos factores, las instituciones establecidas -especialmente los grandes bancos- se verán predispuestas a hacer menos y para menos gente, a pesar de verse inundadas con la liquidez provista por los bancos centrales (la "paradoja de la liquidez"). Es de esperarse que los bancos y agentes/corredores de bolsa solo brindaran una liquidez limitada a sus clientes si muchos de ellos intentan realinear simultáneamente su posicionamiento financiero. Pero esto no solo tiene que ver con ellos, el hecho es que los proveedores de todos los productos financieros de largo plazo -en especial los de seguros de vida y pensiones- no tienen actualmente otra alternativa que optimizar sus ofertas, incluso con la reducción de aquellos que aún proporcionan garantías de largo plazo a clientes que buscan una mayor seguridad financiera.

El impacto sobre el sector de los servicios financieros de estos factores verticalistas amplificará gradualmente la importancia de las fuerzas atomizadas. Con el tiempo, este segundo conjunto de factores impulsará una provisión de servicios más directa y eficiente a un conjunto de consumidores más amplio y contribuirá a reconfigurar al sector en su conjunto.

En primer lugar, las expectativas de los clientes evolucionarán a medida que la generación del milenio represente una porción cada vez mayor de los ingresos, los gastos, los préstamos, el ahorro y la inversión. Como muchos de estos nuevos clientes prefieren vivir en forma más "autónoma", los proveedores de servicios financieros se verán presionados a pasar de una mentalidad de colocación ofensiva de sus productos a ofrecer soluciones más holísticas que permitan una mayor personalización individual. Las funciones de comunicación de mercado también deberán modernizarse a medida que aumenta la cantidad de clientes que esperan interacciones más creíbles y sustanciales "en todo lugar, en todo momento y a través de todos los canales".

Luego tenemos la influencia de los disruptores externos. Jamie Dimon, director ejecutivo de JPMorgan Chase, lo expresó bien en su carta de 2015 a los accionistas, cuando observó que "Silicon Valley" está en camino. Estos nuevos participantes desean aplicar soluciones tecnológicas más avanzadas y conocimientos de la ciencia conductual a un sector que si bien es rentable, ha tendido a descuidar a sus clientes.

Airbnb y Uber han demostrado que la disrupción proveniente de otros sectores es particularmente poderosa, porque implica cambios estructurales que mejoran la eficiencia y aprovechan aquellas competencias y estrategias centrales de las que carecen las empresas que actualmente prestan estos servicios. Muchas otras empresas (por ejemplo, Rent the Runway, que proporciona alquileres de corto plazo de moda de alta gama) están haciendo lo mismo. Ya sean plataformas entre pares o financiamiento colectivo, los disruptores externos ya están incidiendo en el margen de las finanzas, especialmente al servir a quienes antes fueron marginados por las empresas tradicionales o perdieron su confianza en ellas.

El resultado final será un sector que sirve a la gente con una mayor variedad de soluciones personalizables. Aunque las empresas tradicionales buscarán adaptarse para mantener su dominio, muchas se enfrentarán al desafío de "autodisrumpir" su manera de pensar y su enfoque operativo. Aunque las empresas emergentes ofrecerán mejores servicios, no les resultará fácil superar inmediata y decisivamente la inercia institucional y regulatoria que ancla la posición de mercado de las empresas tradicionales. Es probable entonces que haya una proliferación de proveedores de servicios financieros, con perspectivas especialmente prometedoras para las asociaciones institucionales que combinen las plataformas existentes más ágiles con nuevos y emocionantes contenidos y enfoques.

(Mohamed A. El-Erian, Chief Economic Adviser at Allianz and a member of its International Executive Committee, is Chairman of US President Barack Obama"s Global Development Council. He previously served as CEO and co-Chief Investment Officer of PIMCO. He was named one of Foreign Policy's Top 100 Glob…)

– ¿Es la banca tradicional inquebrantable? (Project Syndicate – 12/11/15)

Nueva York.- Hoy en día es rara la industria que no esté en riesgo de ser puesta patas arriba por la tecnología digital. Amazon, después de haber arrasado con librerías, ahora asedia al resto del sector minorista. En el transporte, Uber está dejando atrás a las empresas tradicionales de taxis, mientras Airbnb está socavando los cimientos de la industria hotelera. Paralelamente, los teléfonos inteligentes transforman la forma en la que nos comunicamos y revolucionan la manera en la que encontramos y nos hacemos clientes habituales de las empresas.

Por lo tanto, no es de extrañar que las empresas de servicios financieros y bancarios no estén a salvo de las inmensas transformaciones provocadas por la innovación tecnológica. De hecho, durante la última década, las compañías "startup" digitales han estado penetrando áreas tradicionalmente dominadas por la industria financiera. Sin embargo, existen razones para pensar que el sector financiero demostrará su resiliencia ante estas situaciones.

En la actualidad, se puede enviar dinero al otro lado de un país -o del mundo- simplemente pulsando una aplicación, sin tener que interactuar de ninguna manera con una empresa tradicional de servicios financieros. Si se consideran solamente las remesas de los migrantes, mismas que según estimaciones del Banco Mundial totalizarán $ 586 mil millones este año, ellas se constituyen en una enorme oportunidad de crecimiento para las empresas que compiten con los bancos en el negocio del traslado del dinero.

De forma paralela, los aspirantes a causar perturbaciones están ofreciendo oportunidades para ahorrar e invertir – es decir, ellos actúan en el mismísimo centro neurálgico de las operaciones de las instituciones bancarias tradicionales. Las compañías "startup" como ser Acorns -una aplicación que asigna automáticamente un porcentaje de sus compras diarias a una cartera de inversión pre-seleccionada- están incursionando rápidamente en un mercado muy competitivo.

Acorns, una compañía que se inició operaciones el año 2014, ya gestiona más de 650.000 cuentas de inversión. Esta compañía -y otras como ella- no están simplemente entrando en el mercado; los procesos de inversión y de ahorro simplificados que ofrecen se están expandiendo y están transformando dicho mercado. Según las investigaciones de la agencia de publicidad digital Fractl, aproximadamente el 85% de la generación de los milenios ahorra una porción de sus cheques de pago – y, dicho porcentaje es más alto en comparación con el de las generaciones que la precedieron.

La tecnología también está transformando los préstamos. La financiación colectiva o "crowdfunding" y los esquemas de préstamos entre pares brindan a los prestatarios la oportunidad de eludir muchos de los obstáculos de la banca tradicional – incluyendo, en algunos casos, los requisitos de garantías y de calificaciones crediticias.

Según la firma de investigación Massolution, el mercado de la financiación colectiva ha crecido de manera exponencial, desde un nivel de $ 880 millones el año 2010 a $ 16,2 mil millones en el 2014. Se espera que los volúmenes mundiales se dupliquen este año, superando la cifra de $ 34 mil millones. En el año 2016, se espera que la financiación colectiva proporcione más financiación que el capital de riesgo proveniente de fuentes tradicionales.

Incluso los servicios financieros que tradicionalmente se caracterizan por relaciones cara-a-cara con los clientes, como ser los servicios de asesoría en banca de inversión se han visto afectados. Cuando Google realizó su oferta pública inicial en el año 2004, optó por pasar por alto la industria de la banca de inversión, que es la que tradicionalmente suscribe el proceso por el que una empresa comienza a cotizar en bolsa. En cambio, esta empresa optó por una subasta electrónica en la que cualquier persona podía participar. Otras empresas -como por ejemplo la firma de investigación financiera Morningstar- han seguido su ejemplo. Mientras que estos intentos por revolucionar los mercados de valores aún tienen que ganar una fuerza de arrastre extendido, su propia existencia se constituye en evidencia de que hay oportunidades para causar perturbaciones en este sector.

Pero sería prematuro concluir que la banca tradicional ha dado paso a nuevas plataformas financieras. Muchos de los nuevos participantes se han beneficiado de las ventajas que serían difíciles de mantener si ellos suben de nivel en cuanto a tamaño e importancia.

La banca tradicional está sujeta a una intensa supervisión y reglamentación que se ha tornado más onerosa en los últimos años, ya que las autoridades reguladoras reaccionaron frente a la crisis financiera mundial del año 2008 mediante el fortalecimiento de las normas sobre ratios de apalancamiento y requisitos de información sobre los clientes. Muchas compañías "startup" en el sector se han labrado una ventaja competitiva al evitar umbrales que en caso de cruzarlos las llevarían a enfrentar escrutinios y requisitos regulatorios muy importantes.

Esto supone una importante limitación al tamaño y el tipo de las operaciones financieras que estas nuevas compañías pueden ofrecer. Al girar el volante y alejarse de prestar servicios que podrían atraer al escrutinio de las autoridades financieras, las compañías "startup" digitales se enfrentan a un límite natural en cuanto al tamaño de su mercado. De hecho, esta forma en la que se presenta la situación -a pesar de ser informal- puede ser vista como una manera en la que los reguladores gestionan el riesgo sistémico que plantean los nuevos participantes.

A medida que la revolución digital evoluciona, gran parte del terreno financiero en el que las compañías de tecnología están haciendo sus incursiones más profundas se tornará en un punto de enfoque que recibirá atención muchísimo más aguda del sistema regulatorio. Esto favorecerá a los jugadores ya establecidos. Como resultado, el asalto de la revolución digital a la industria de la banca tradicional de ninguna manera podría ser considerado como abrumador. En finanzas, por lo menos, las empresas de tecnología no deben ser vistas puramente como una amenaza, sino como una fuente de innovación que impulsa la productividad.

(Dambisa Moyo, an economist and author, sits on the board of directors of a number of global corporations. She is the author of Dead Aid, Winner Take All, and How the West Was Lost)

It´s all show (el espectáculo debe continuar)

Otra vez debo buscar en mi memoria (perdón) y ofrecer a los lectores algunos ejemplos de empresas de venta directa, con la ayuda de Wikipedia y página web de las empresas.

Avon Products, Inc. (NYSE: AVP), conocida popularmente como Avon, es una empresa estadounidense de cosméticos, perfumes, juguetes, joyería de fantasía y productos para el hogar. Fue fundada en Nueva York en el año 1886 por David H. McConnell. Desde el año 2013, la compañía está presidida por la ejecutiva estadounidense Sherilyn McCoy. La marca está presente en más de 135 países del mundo y cuenta con 6 millones de distribuidoras a nivel global.

Mary Kay, Inc. es una empresa privada estadounidense de venta directa que se especializa en la venta de cosméticos. Según Direct Selling News, Mary Kay era la sexta compañía de ventas directas más grande del mundo en 2011, con ventas netas de 2,9 millones de dólares estadounidenses. Mary Kay vende cosméticos a través de un modelo de venta directa. Los distribuidores de Mary Kay (llamados "consultores de belleza") pueden potencialmente obtener ingresos vendiendo en forma directa a su comunidad, y también reciben un porcentaje de las ventas realizadas por personas que ellas reclutan para la red de distribución. Los distribuidores de Mary Kay deben comprar un paquete inicial de $ 100 para poder formar parte del sistema.

Best Line, es una empresa que inició sus actividades el 20 de Abril de 1991 y es en la actualidad una de las mayores del sector de productos de limpieza. Según la página web corporativa, atribuye su éxito a: un Plan de mercado sencillo, una Filosofía: Sentido Común, a unos Productos: Ecológicos, Económicos en su uso, Biodegradables, Versátiles, y a una  Actividad dirigida a lo mejor del mundo: LAS PERSONAS. Ofrecemos: Actividad independiente: Además y no en lugar de Crecimiento Ilimitado, Ayuda real permanente, Reconocimiento, No riesgo económico, Desarrollo Personal, Futuro.

Tupperware, empresa fabricante de envases plásticos para la congelación, conservación, frigorífico, horno convencional, mesa, microondas, niños, para transportar, preparación, cocinar. Según su página web, en el Apartado "Trabaja con nosotros": Es el momento ideal para que te plantees tu futuro y decidas hacia dónde deseas conducir tu carrera profesional. En tus manos está la decisión de hacerte Consultor Tupperware. Con toda seguridad, disfrutarás de ser tu propio jefe. En tiempos como éstos, ¿quién no desea un poco más de seguridad en su vida? Nuestras más grandes fans son nuestras mejores compañeras. Como cliente, disfrutas los productos y sabes lo bien que trabajan. ¿Por qué no compartes esta pasión con amigos, en un ambiente divertido y distendido? Además, te aportará importantes ingresos. Comienza hoy a desarrollar una actividad flexible e independiente que te reportará beneficios desde el primer día. Una actividad a la medida de tus necesidades, que te permite ampliar tu nivel de ingresos y desarrollar una carrera profesional. Si deseas conocer más acerca de la carrera con Tupperware, no dejes de hablar con uno de nuestros Consultores hoy mismo.

¿Por qué cito algunas corporaciones multinacionales que utilizan el "sistema de venta directa", para abordar el tema de la "economía disruptiva"?

Porque en principio la "economía disruptiva" utiliza la misma fórmula comercial. Peor aún, si cabe, pues estas nuevas empresas (Uber, Airbnb…) ni siquiera fabrican algún producto.

El sistema de venta directa utiliza una fuerza de venta "autónoma" que trabaja "sin relación de dependencia" (sin salario fijo o cargas sociales). Solo cobra una "comisión" sobre la venta, enmascarada entre el precio al distribuidor y el precio al público indicado en el folleto de venta. Un sistema "piramidal" de "precariedad" y "presión".

Estas compañías de venta directa con un enorme "ejército de distribuidores" (en general mujeres), fundamentan su éxito en la "no relación de dependencia" de sus vendedores.

En general hay una gran rotación de vendedores (menos de un año de vinculación), pero esa "ausencia" de profesionalidad y estabilidad, se suple con una excelente folletería (principal pieza de venta), un sistema de campañas de oferta (generalmente cada 21 días), y un equipo de supervisión que ejerce una gran presión sobre el equipo de ventas.

Muchas de los distribuidores (en general mujeres) abandonan la empresa una vez que agotaron las posibilidades de venta entre su familia, amigos y vecinos. La experiencia ha demostrado que el sistema de venta directa (donde la clave está en disponer de una enorme fuerza comercial, sin relación de dependencia), tiene una correlación directa con la pobreza (falta de ingresos) de la población. A más pobreza, más gente dispuesta a hacerse "distribuidor", "consultor"… flexible, independiente e inseguro.

En muchos países, los sindicatos presentaron demandas contra las empresas de venta directa tratando de demostrar la "relación de dependencia" que tenían los vendedores. A veces, consiguieron fallos favorables; entonces, las empresas cerraron el negocio.

En definitiva, las empresas que utilizan el sistema de venta directa, necesitan de dos requisitos fundamentales: una gran masa de personas "desesperadas" por obtener algunos ingresos, y un sistema operativo que permita sustituir rápidamente la rotación de los vendedores (u operadores). Pobreza y fácil reemplazo, son las claves.

Ahora, por favor, pido al lector que piense en Uber y Airbnb, y compare su operativa con Avon, Mary Kay, Best Line o Tupperware… lo demás es historia.

Una historia que se basa en la "angustia" y la "miseria" (de la oferta) y en la "racanería" e "indiferencia" (de la demanda). O acaso ustedes creen que aquella persona que pone su automóvil particular, o su domicilio, a las órdenes de una empresa de "depredadores" y "golfos", y al servicio de unos "ventajeros", "aprovechateguis" y "listos", haciendo de "chofer" a un extraño, o "durmiendo" con un desconocido… ¿es rica?

Esto, por no entrar en la "competencia desleal", que estas "empresas disruptivas" hacen con las empresas tradicionales o servicios regulares, que deben cumplir una serie de requisitos, abonar importantes sumas para obtener los permisos de explotación y someterse al contralor de la autoridad de aplicación.

Por favor, piensen en todo ello, antes de contratar "alegremente" los servicios de Uber, Airbnb y otros "disruptivos". Cuidado, que en cualquier momento pueden pasar de la "demanda" a la "oferta" y entonces, las cañas se tornarán lanzas.

No comment: "cuando veas las barbas de tu vecino rasurar, pon las tuyas a…"

edu.red

Fotografía facilitada por Google que muestra al número uno mundial de "go", Lee Se-dol, que realiza el primer movimiento del juego contra la inteligencia artificial en Seúl. Lee Se-dol, ganador de los principales títulos internacionales en los últimos años, se enfrenta en un juego al mejor de cinco partidas a un programa de la compañía estadounidense.

– Amazon contará con su propia flota de aviones de carga (Cinco Días – 9/3/16)

El gigante de comercio online Amazon dispondrá de su propia flota de aviones de carga para realizar repartos en Estados Unidos, tras alcanzar un acuerdo con la compañía estadounidense de leasing de aeronaves Air Transport Services Group (ATSG), por el que dispondrá de veinte aviones Boeing 767.

En concreto, Amazon contará con estos veinte aviones por un periodo de entre cinco y siete años, mientras que ATSG operará esta flota por un plazo de cinco años, según ha informado la compañía de leasing a través de un comunicado.

Además, Amazon tendrá derecho a adquirir el 19,9% de las acciones de ATSG en un periodo de cinco años, a un precio de 9,73 dólares por acción, un precio establecido mediante el precio de cierre del pasado 9 de febrero.

El vicepresidente sénior de operaciones internacionales y atención al cliente de Amazon, Dave Clark, se ha mostrado "entusiasmado" de complementar la red de entregas existente con un "nuevo gran proveedor", añadiendo veinte aviones para "asegurar la capacidad de cargo aérea" y respaldar el plazo de entrega de uno a dos días.

Por su parte, el presidente y consejero delegado de ATSG, Joe Hete, ha explicado que la compañía lleva trabajando con Amazon desde el pasado verano en este acuerdo y ha afirmado estar "ilusionado" de poder "servir a los clientes de Amazon proporcionando capacidad de cargo aérea adicional", además de apoyo logístico para "asegurar una gran velocidad de entrega".

Amazon gastó el año pasado 11.500 millones de dólares en los envíos de sus productos, que eran realizados por United Parcel Service y FedEx Corp. En un intento de lograr un mayor control sobre la distribución de sus artículos, pero también reducir costes en el proceso, la compañía introdujo miles de trailers y puso en marcha un programa que emplea a conductores bajo contrato para hacer las entregas rápidas. Sin embargo, ya se rumoreaba que Amazon estaba planteándose adquirir su propia flota de aviones, lo que supone una gran amenaza para las principales empresas de entregas. De hecho, las acciones de United Parcel Service y FedEx Corp han caído un 1,5% al conocerse la noticia. Las de ATSG se han disparado, por el contrario, cerca de un 30%.

– Facebook está en negociaciones con la NFL para emitir partidos en directo (El Economista – 9/3/16)

El último gran formato por el que ha apostado Facebook es el de los vídeos en directo. Comenzó lanzando una herramienta similar sólo para famosos para posteriormente llegar a todos los usuarios. Es más, incluso ha cambiado su algoritmo para priorizar este tipo de vídeos sobre otros. Sin embargo, Facebook quiere ir más allá y retransmitir eventos deportivos en directo.

Según informa Variety, Facebook estaría en conversaciones con la NFL para emitir en directo los partidos de la liga de fútbol americano profesional, siendo así la emisión de deportes en directo uno de los factores clave para el formato de vídeo.

Para conseguirlo, Facebook estaría dispuesto a hacer un desembolso a la NFL, que de momento no sería grande sino que se prevé que en un futuro se repartan los ingresos publicitarios, según ha explicado el vicepresidente de alianzas de Facebook, Dan Rose, quien además apuntó a que "hay un montón de tipos de contenido que puede caber en este formato".

Rose ha dejado ver que la NFL no sería el único contenido por el que estarían dispuestos a pujar desde la tecnológica, y ha explicado que "estamos hablando con mucha gente acerca del vídeo en directo".

Más allá del deporte han tenido conversaciones con agentes de Hollywood para atrapar en este tipo de contenido a actores, deportistas, músicos y otros tipos de famosos.

"No voy a descartar nada. Trataremos de ofrecer una gran cantidad de ideas diferentes. Nuestro mensaje a la industria es que la gente tiene un estudio de producción en su bolsillo y una manera de llegar a un público que es nuevo y diferente. Es sin guión, es auténtico y es interactivo", explica Rose, quien apunta a que las retransmisiones no serían en principio un partido completo porque "la gente no se involucra durante tres horas de vídeo en directo" en la red social.

Esta apuesta por el vídeo en directo, del que el propio Mark Zuckerberg se ha convertido en su principal representante con emisiones de sus eventos, es especialmente interesante para Facebook por el vínculo genera con sus usuarios.

Rose explica que este tipo de vídeos tiene una mayor repercusión que los vídeos normales, pues las transmisiones en vivo generan tres veces más interés que el vídeo grabado, algo que además se apoya por la alta capacidad social para compartir y comentar contenido en tiempo real.

– Google gana la primera partida de máquina contra humano en el juego de "go" (Expansión – 9/3/16)

AlphaGo de Google ha vencido al surcoreano Lee Se-dol, campeón mundial del juego de estrategia "go".

El programa de inteligencia artificial AlphaGo de Google venció hoy al surcoreano Lee Se-dol, campeón mundial del juego de estrategia "go", en la primera de las cinco partidas de máquina contra humano en el conocido como "ajedrez oriental".

La poderosa máquina de Google derrotó a Lee, de 32 años y considerado el número uno mundial al haber ganado los principales títulos internacionales, a los 186 movimientos y tras casi tres horas y media de partida en un céntrico hotel de Seúl.

Durante la partida los comentaristas calificaron como "inusuales" algunos de los movimientos de AlphaGo, que sin embargo se fue haciendo con el tablero hasta acorralar al surcoreano.

De este modo el programa de Google toma ventaja ante Lee, que antes de la partida había asegurado mostrarse "confiado" de su victoria a pesar de la dificultad del reto.

Máquina y humano, que compiten al mejor de cinco partidas, disputarán la segunda de ellas el jueves en el mismo hotel y las siguientes se celebrarán el sábado, el domingo y el próximo martes.

El reto, que llega dos décadas después de las famosas partidas de la supercomputadora Deep Blue contra el genio del ajedrez ruso Gary Kasparov en 1996 y 1997, ha despertado una gran atención mediática en Corea del Sur, donde el "go" es un juego muy popular y se conoce como "aduk".

El mejor de las cinco partidas se llevará un premio de un millón de dólares, y en caso de que gane la máquina Google ha anunciado que donará el dinero a Unicef.

AlphaGo cuenta con importantes avances en inteligencia artificial y destaca por la capacidad de aprender y mejorar sus propias estrategias y movimientos en el transcurso del juego, a diferencia de la antigua Deep Blue.

Surgido en China hace más de 2.500 años bajo la influencia de los principios espirituales taoístas, el "go" enfrenta sobre un tablero a dos oponentes que deben colocar alternativamente piedras negras y blancas en las intersecciones libres de una cuadrícula de 19×19 líneas.

Las piedras aisladas se eliminan de la partida y el objetivo principal es dominar la mayor superficie del tablero, por lo que los jugadores deben elegir entre ubicar las fichas juntas y protegerlas entre sí para evitar que sean capturadas, o separarlas para ganar terreno en la cuadrícula.

– Las aseguradoras temen al lobo Google (Cinco Días – 11/3/16)

El desembarco de Google en el negocio de los seguros es la gran amenaza latente para los directivos del sector. El gigante norteamericano se ha convertido en la mayor compañía del mundo por capitalización bursátil y cada vez extiende sus tentáculos a más industrias. El año pasado causó una convulsión cuando anunció que pondría sus algoritmos a trabajar para comparar precios de seguros. Tras unos meses de prueba, el buscador ha decidido centrarse más en ofrecer servicios para el cliente financiero, pero las compañías aseguradoras creen que tarde o temprano volverán a ver las garras del lobo Google.

La consultora Capgemini, en su informe de perspectivas mundiales del sector asegurador, presentado ayer, recoge un dato significativo. El 42% de los directivos españoles consultados considera que Google es una amenaza como potencial competidor para las compañías tradicionales.

"Los ejecutivos de las compañías de seguros valoran especialmente algunas de las características de firmas como Google o Amazon", explica Lucía González, vicepresidenta de la Capgemini España y especialista en el sector asegurador. "Consideran que su experiencia en la recopilación y utilización de datos, su excepcional servicio al cliente, sus modelos operativos flexibles y su gran imagen de marca son fortalezas que les pueden ayudar a jugar un papel importante en el sector asegurador".

Esta percepción por parte de los directivos se ve refrendada por la que mantienen los clientes de compañías de seguros. De acuerdo con la investigación de Capgemini, el 25% de los usuarios de entre 30 y 40 años (generación Y) se muestra proclive a contratar un seguro con alguna compañía tecnológica emergente, en caso de que estas decidieran empieza a ofrecer este tipo de servicios.

"La generación que más familiarizada está con la tecnología va a influir en los patrones de consumo, ya que en 2025 puede representar entre un 60% y un 70% de la fuerza laboral en las diferentes regiones", apunta Lucía González.

Vías de colaboración

Aunque la mayoría de ejecutivos del sector asegurador considera que las compañías como Google o Amazon pueden quitarles parte del negocio, también reconocen que puede darse una colaboración. "Cuando nos hemos entrevistado con los directivos, hay muchos que consideran que este tipo de compañías puede ser un buen aliado, ayudando en la gestión de datos del cliente para hacer tarifas más personalizadas o servicios individualizados", explica Chris Stevens, jefe de soluciones para industria aseguradora de Capgemini en España.

Una de las conclusiones más claras del estudio es que el cliente español no está especialmente satisfecho con el servicio que recibe por parte de su aseguradora. España ha empeorado su posición en cuanto a experiencia del cliente ya que sólo en un 39,2% de los casos se valora de forma positiva, frente al 56,8 % de Francia o al 67% de Austria. De hecho, en esta métrica el sector asegurador español aparece situado como el peor de Europa.

"Hay que tener en cuenta que cada país parte de situaciones muy diferentes, y los datos obtenidos tienen también que ver con el nivel de expectativa que tienen los clientes", comenta Stevens.

El estudio destaca que las últimas innovaciones tecnológicas (como los electrodomésticos conectados a internet o las prendas y complementos digitales) causarán un gran impacto en los modelos tradicionales del negocio del sector asegurador, tanto por el ahorro de costes que les va a permitir, como por la capacidad de dinamizar el cálculo de los precios por una mejor evaluación del riesgo.

La irrupción de la tecnología en el sector asegurador también va a modificar la naturaleza del riesgo, que se va a minimizar, ya que los datos que facilitan los dispositivos conectados e inteligentes disminuirán el nivel de exposición a éste en un entorno más automatizado y por ello, más seguro.

Así, una casa con mayores sensores para detectar siniestros o un coche que cuenta con sistemas autónomos de navegación, puede hacer que se reduzca significativamente la siniestralidad en los seguros de hogar y de automóviles.

"Creemos que las últimas tendencias tecnológicas van a llevar al sector asegurador a pasar del modelo de riegos, pólizas y siniestros, a otro más basado en tratar de prevenir y minimizar los riesgos", apunta Lucía González. Este nuevo modelo podría ofrecer productos de valor añadido orientados a la prestación de servicios, un modelo de negocio en el que son expertas las empresas emergentes.

En el sector de los seguros de vida y de los seguros sanitarios, compañías como Aviva, Sanitas o DKV ya han puesto en marcha iniciativas para tratar de ayudar a sus clientes a tener unos hábitos de vida más saludables, que reduzcan los riesgos de padecer enfermedades.

– Competencia sacude al taxi y reclama el derribo del "monopolio" (El Español – 12/3/16)

En un estudio sobre economía colaborativa pide liberalizar el transporte y los alojamientos turísticos.

(Por Jesús Martínez)

Vuelta a la carga. El organismo que vigila la competencia en España se posiciona de nuevo: la economía colaborativa no es el futuro, es el presente y ha de ser facilitada por administraciones y demás actores económicos. La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) reclaman más liberalización en sectores que han sido sacudidos por estas plataformas tecnológicas que unen oferta y demanda. El principal: el transporte. Es en el taxi donde reclama dos medidas muy destacadas: la ausencia de tarifas marcadas y eliminación de los límites en la concesión de licencias. Son, según denuncia el organismo, las dos iniciativas "que han facilitado la aparición de rentas monopolísticas" en el sector.

El superregulador advierte de que estas "reglas" han reducido la competencia y se han convertido en barreras de entrada para otros actores y, según su opinión, han reducido de manera significativa el impacto de este nuevo sector en España respecto a otros países europeos. Es el caso de Reino Unido, que acoge el 10% de estos negocios alternativos a nivel mundial, más que la suma de esta actividad en Alemania, Francia y España.

Y ante este escenario, ha puesto sobre la mesa un primer estudio sobre estos nuevos modelos. Un documento provisional que se someterá a una consulta pública y que representa un duro golpe especialmente para el sector del taxi.

El taxi sacudido

El del transporte es uno de los sectores más afectados por esta particular sacudida del "superregulador". La CNMC dibuja un terreno en el que concurren "importantes obstáculos" a la competencia en pleno desarrollo de modelos alternativos con compañías como Uber, BlaBlaCar o Cabify, todos ellos bajo el escrutinio judicial. Dificultades tanto en el lado del acceso al mercado como en el ejercicio de la actividad del taxi o de chóferes con vehículo privado (VTC).

Para mejorar ese acceso al mercado por potenciales operadores, el organismo plantea la necesidad de eliminar la restricción en la concesión del número de licencias de taxi (en muchas ocasiones vinculadas a la población) y de VTC (relacionadas con las del taxi). Representan "un perjuicio para consumidores en forma de mayores tiempos de espera, mayores precios, menor calidad del servicio y eliminación de los incentivos a la innovación".

En el lado del ejercicio de la actividad, propone una medida llamativa: la eliminación de las tarifas reguladas en el sector del taxi. Para la CNMC, de acuerdo a lo que señala en su documento, la aparición de nuevas tecnologías en forma de aplicaciones móviles, sistemas de reputación y nuevas formas de contratación han reducido enormemente los costes de búsqueda, información asimétrica y el mayor poder de negociación del conductor frente a los consumidores "que podían justificar, en un contexto de restricción de entrada, la existencia de tarifas".

En el lado del ejercicio de la actividad, plantean, entre otras medidas, la eliminación de requisitos de calidad y seguridad "innecesarios y desproporcionados", de limitaciones en la titularidad de licencias o de la autorización administrativa obligatoria por vehículo para la realización de la actividad de VTC. Y va más allá, señalando la retirada de la necesidad de que los vehículos deban ser contratados previamente para poder circular.

Todas ellas son medidas reclamadas por nuevos operadores como la propia Cabify o Uber. Ambas se encuentran inmersas en sendos procesos judiciales, ante las denuncias de diversas asociaciones del taxi. El caso de la estadounidense es significativo: su reinvención con un nuevo modelo basado en estas licencias VTC (arrancó en España en 2014 con un modelo entre particulares que fue suspendido cautelarmente por un juez) pasaba por algunas de las medidas que señala el organismo regulador.

Pero no sólo el taxi es señalado por la CNMC. También el del transporte interurbano de viajeros, con la francesa BlaBlaCar -también denunciada por la patronal del autobús por competencia desleal – como uno de los modelos alternativos más destacados. En este sentido, plantea tres medidas: eliminar el régimen de concesiones basado en un "monopolio temporal" de líneas de autobús, reducir los plazos de duración de los contratos con compañías y desterrar el derecho de preferencia.

El turismo

Más allá del transporte, el organismo se dirige al turismo como el otro gran sector donde se ha desarrollado con mayor rapidez modelos alternativos como el de Airbnb. Y en este terreno, plantea medidas con las que eliminar lo que ellos entienden como medidas que generan barreras para el acceso al mercado del alquiler de viviendas de uso turístico como para el ejercicio de esta actividad.

En el ámbito del acceso, señala a las comunidades autónomas y sus regulaciones. Entre otras recomendaciones incluyen la eliminación de la inscripción de las viviendas turísticas en un registro y la publicación del número como obligaciones, la retirada de cualquier requisito de estancia mínima o máxima o de la prohibición del alquiler de un inmueble por estancias o de la residencia permanente. No se queda ahí y recomienda la eliminación de cualquier tipo de moratoria en la autorización de nuevas viviendas turísticas.

Muchas de estas medidas habían sido reclamadas por operadores como Airbnb. Incluso, el incumplimiento de esos requerimientos ha desembocado en multas por administraciones regionales y locales en Madrid, Barcelona o Valencia.

En el terreno de los que quieren explotar esta actividad económica, impulsan la retirada de requisitos técnicos "innecesarios o desproporcionados que desincentiven la participación en el mercado e incrementen los costes para los usuarios".

Sin barreras a los usuarios

Los dardos de la CNMC no sólo van dirigidos a las empresas "tradicionales". También a las nuevas que desarrollan estas nuevas plataformas digitales. La razón: evitar que existan barreras a la salida de usuarios levantadas por estas nuevas compañías. Esos obstáculos sólo pueden proceder de un ingrediente que en esta nueva economía es fundamental: la reputación online.

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