Los componentes ético-políticos en la ideología de la Revolución Cubana (Cuarta parte) (página 2)
Enviado por Raul Quintana Suarez
Este hecho marca el inicio del itinerante bregar de este por tierras hermanas, preferentemente México, siempre tan ligado a nuestra historia. Parejamente el sentimiento anti injerencista, predominante en el primer cuarto de siglo, evoluciona hacia una más elevada connotación comprensión antiimperialista, donde desempeña un papel esencial el pensamiento premonitorio de Julio Antonio Mella, ya ha encauzado sus concepciones políticas por el camino del marxismo. Ya en Mella el nacionalismo, que desempeña un papel predominante en ese primer cuarto de siglo, adopta una fundamentación teórico y práctica marxista, al contrario de otras disímiles versiones con diferentes matices reformistas.
Su intensa actividad revolucionaria en ese primer lustro de la década de los XX se expresa no solo en los marcos de su ejecutoria como dirigente estudiantil al figurar entre los fundadores de la FEU (1922), su protagonismo en la lucha por la Reforma Universitaria (1923) y en el I Congreso Nacional de Estudiantes, en el propio año, sino en su proyección de definida militancia política en la creación de la Liga Antiimperialista de las Américas (Su 1924) y en la fundación del Partido Comunista de Cuba el 16 de En agosto de 1925 con Carlos Baliño y otros revolucionarios.
1,5.- Las luchas obreras en el período (1920-1925): gradual concientización de las masas trabajadoras.
Como valorásemos con anterioridad (20) desde los inicios de la I Republica, diversos factores condicionan la concientización de la clase obrera, en medio de innúmeras dificultades, tanto objetivas como subjetivas. Aún pervive en esta una significativa influencia de las ideas anarco-sindicalistas, importadas de España por carismáticos líderes, independiente de sus conocidas limitaciones respecto a su no reconocimiento de la nación y el estado, en evidente contradicción con las más urgentes aspiraciones del nacionalismo criollo, en sus diversas aristas ideológicas, entonces imperante (21)
No obstante es justo reconocer que la actividad anarquista, en el seno del movimiento obrero, le insufló a los trabajadores, en ese contexto, una innegable audacia y combatividad, frente a la explotación patronal así como el reconocido mérito de sus líderes más destacados en ese enfrentamiento, por cuestionables que puedan ser sus métodos, además de la efectividad de su propaganda, particularmente en la prensa escrita. A su vez, en el período, se insertan paulatinamente en el pensamiento cubano, las primeras ideas marxistas, con origen en el exilio de los tabaqueros cubanos en Cayo Hueso con líderes tan reconocidos como Carlos Baliño. (22)
Lo anterior permitió se efectuase en La Habana durante los días 14, 15 y 16 de abril el conocido como Congreso Obrero de 1920 convocado por la Federación de Torcedores de las Provincias de La Habana y Pinar del Río, cuyos más importantes acuerdos fueron su no incorporación a la llamada Confederación Obrera Panamericana (COPA), manipulada por las organizaciones laborales amarillas, manipuladas por el gobierno estadounidense; enviar un saludo solidario a la Rusia soviética y a su pueblo y gobierno, inmersos entonces en una cruenta batalla contra poderosas fuerzas intervencionistas extranjeras y a sus aliados, la contrarrevolución interna; recomendar la formación de una centran sindical única que remediase el divisionismo existente en el movimiento obrero así como la propuesta de medidas que aliviasen en el posible la angustiosa situación económica de los asalariados, conducentes en última instancia, a necesarias transformaciones en la estructura socio-política y económica en el país.
La intensa labor sindicalista de Alfredo López, en el lustro de 1920-1925 muy influido entonces por el ideario anarquista, constituye una significativa contribución al fortalecimiento del movimiento obrero como premisa necesaria de sus luchas en aras de sus derechos laborales y que desempeña un rol importante en la concientización de las masas populares. Su tesonera labor permite la fundación de la Federación Obrera de La Habana, en 1921, en la que llega a ocupar, en breve, su indiscutible liderazgo, como secretario general. Al frente de la misma ofrece un constante apoyo a las huelgas que tienen como escenario a nuestra patria.
A partir de 1923 se establece una estrecha amistad entre este y Julio A. Mella, que sensibilidad aún más al ya destacado dirigente estudiantil sobre la problemática obrera y el destacado papel a desempeñar por esta clase en las grandes transformaciones políticas y económicas, que requiere el país. El líder obrero ofrece su mayor apoyo y contribución personal a la iniciativa de Mella en la fundación de la Universidad Popular José Martí y en las numerosas actividades de enfrentamiento a la élite gobernante, incondicional aliada a los intereses del capital foráneo y a la mentalidad plattista, de bochornosa sumisión a las directivas emanadas de la embajada norteamericana. A su vez, Mella influye de manera ostensible en el acercamiento de Alfredo López a las ideas marxistas y a su solidaridad con la Revolución Rusa y posteriormente a la recién creada URSS (1922), así como a la Revolución Mexicana y a la lucha del pueblo chino contra el colonialismo extranjero y los gobiernos, supuestamente nacionalistas, sometidos a este. Su abnegada labor a favor del pueblo trabajador permite la creación e la que se reconoce como la primera central sindical cubana, la Confederación Nacional Obrera de Cuba, en 1925, a partir de su tenaz empeño unitario entre organizaciones laborales de variado espectro ideológico.
En julio de 1922, Carlos Baliño, quien funge como presidente de la Agrupación Socialista de La Habana, expresa la ruptura de esta con la llamada II Internacional en manifiesto publicado el 11 de agosto de 1922 donde en uno de sus párrafos proclama como ." no basta solo para satisfacer nuestra conciencia comunista, el concebir y haberse concebido de la grandeza de los ideales que propagamos con inmarcesible pureza; es necesario, que para que ellos cristalicen lo más pronto posible y la humanidad disfrute de un régimen de equidad y justicia, definir los medios que hemos de emplear y los que deducidos de un minucioso estudio y obtenido por la experiencia y asegurado por la lógica de los hechos, nos garanticen un franco éxito en la empresa que acometemos y que resarcen los esfuerzos que realizamos en bien de los oprimidos, a la que hemos entregado nuestros afanes, sin regatear los sacrificios que nos pida". (23)
Acerca de la necesidad perentoria de alanzar la unidad en el movimiento obrero da fe el escrito de Carlos Baliño titulado Nos unimos o sucumbimos (1921) donde este expresa como " después de la guerra mundial, la clase capitalista de todos los países, la plutocracia internacional, se ha formado en línea de batalla para combatir airada y rudamente a las clases trabajadoras hasta reducirlas a la última miseria y establecer, sobre las ruinas del régimen burgués, en vez de la sociedad de libres y de iguales que están esforzándose por construir nuestros hermanos de Rusia, un feudalismo industrial no menos odioso y brutal, no menos envilecedor, que el feudalismo de la Edad Media, cuando los señores de horca y cuchillo gozaban del derecho de pernada y, sin la menor ceremonia, colgaban a un vasallo de su almena de su castillo señorial ."
Para concluir que " en todas partes se encienden las rebeldías, y los oprimidos se preparan para la lucha decisiva. Si se piensa, como debe pensarse, que al punto al que han llegado las cosas, ya no continuaremos viviendo como hasta ahora, sino que hemos de entrar en una lucha en la cual la victoria significa la realización e nuestros más caros anhelos, la suprema dicha para nosotros y para los seres que amamos, y la derrota, significaría humillaciones y torturas indecibles ". (24)
Desde el 15 al 19 de febrero de 1925 tiene lugar en Cienfuegos un evento de gran significación para los trabajadores cubanos: El II Congreso Obrero Nacional con la presencia de 105 delegados representantes de unas 75 organizaciones obreras. Además de la importancia de las diversas temáticas abordadas en el mismo un momento esencial la convocatoria al III Congreso Obrero Nacional a realizarse en Camagüey en agosto del propio año que tendrá como principal finalidad la creación de la Confederación Nacional Obrera de Cuba. En este último que tendrá efecto entre los días 2 al 7 de agosto y que tendrá igualmente como promotor a la Federación Obrera de La Habana, bajo el liderazgo de Alfredo López.
En el acta que da fe de la constitución de la Confederación Nacional Obrera de Cuba se expresa como " el cro.Castilla, Secretario Organizador del S.C.O.N. en virtud de haberse terminado, en anteriores sesiones, la discusión y aprobación del Reglamento por el que se regirá la Confederación Nacional Obrera de Cuba, después de haberse agotado la Orden del Día, así coo los Temas o Asuntos que merecieron discusión, siendo las 7 y 45 de la noche, con gran solemnidad, declara constituida la CONFEDERACIÓN NACIONAL OBRERA DE CUBA, Dándose por terminadas a dicha hora las labores del TERCER CONGRESO OBRERO NACIONAL entre aclamaciones e los presentes y gran regocijo, por haber llevado a feliz término la constitución del superior organismo obrero de Cuba ." (25) Ibídem. P. 442.
La CNOC desempeñará en los próximos años un fundamental papel, no obstante la diversidad de tendencias ideológicas en ella representadas, como núcleo aglutinador de nuestra aún incipiente clase obrera, a excepción del sector azucarero, principal industria del país y fuente inestable de trabajo para decenas de miles de obreros agrícolas e industriales, en su tenaz lucha por sus derechos laborales.
Otro factor clave que dinamizará el enfrentamiento de las masas populares a los gobernntes de la I República, por el logro de las transformaciones necesarias de un modelo político, económico y jurídico ya caduco y en franco proceso de agotamiento, lo constituyó sin lugar a dudas la fundación del primer Partido Comunista de Cuba (1925), con participación destacada de Carlos Baliño y Julio A. Mella, que si bien poseía en sus inicios una menguada militancia, esto lo compensaba el compartir con fidelidad y disciplina la ideología marxista-leninista, que tras el triunfo de la Revolución de Octubre (1917), liderada por V.I.Lenin, gana numerosos adeptos y simpatizantes entre los sectores poblacionales del mundo entero, tradicionalmente más expoliados y marginados. Ver ANEXO 6
La Revolución del 30: un intento de aproximación al paradigma republicano
Mucho se ha escrito y se tendrá aún que escribir sobre la llamada por algunos investigadores, especialistas del tema, como Revolución del 30 y por otros, Revolución del 33. No hay lugar a dudas, en mi criterio, que resulta empeño complejo y dificultuoso el lograr comunidad de criterios afines al construir periodizaciones, no obstante tan necesarias, para el mejor estudio de las etapas y períodos históricos.
No obstante existe coincidencia en valorar las luchas del pueblo, la forja de nuevas ideas, enriquecedoras de la Ideología de la Revolución Cubana y el logro de más altas cotas organizativas propiciatorias de las mismas, que caracterizaron la etapa precedente, con particular significación las acaecidas en el lustro recién abordado (1920-1925), le sirvieron de ilustrativas premisas. a ese trascendente período de nuestra historia.
Las antinomias y afinidades valorativas acerca de tan significativo proceso, responderán invariablemente a las diversas y hasta contradictorias subjetividades de cada individualidad, acorde al contexto epocal, intereses de clase e ideologías. Para Raúl Roa, aún en visión forjada en pleno fragor del combate " aunque se exprese en términos políticos, la entraña de la revolución es siempre económica " y es por tanto " la revolución y la violencia organizada de las masas oprimidas para modificar radicalmente el régimen de relaciones sociales de producción, a las cuales corresponden formas ideológicas, jurídicas, políticas y de conciencia peculiares Cuba-resulta ya un lugar común decirlo- cae dentro de la denominación histórica del país colonial, desangrado y empobrecido en beneficio de los intereses imperialistas y de sus cómplices criollos, que utilizan a la pandilla gobernante para descargar el peso de su explotación sobre las espaldas del pueblo" (26)
Para el prestigioso investigador e historiador José A. Tabares del Real " el gobierno despótico, dictatorial y represivo de Gerardo Machado no puede valorarse, como han pretendido algunos historiadores no marxistas, estableciendo una división del mismo en dos capítulos diametralmente opuestos. Esos historiadores señalan que en el primero de dichos tiempos Machado gobernó eficaz y patrióticamente, y en el segundo lo hizo en forma antinacional y tiránica .La administración de Machado constituyó una sola e indivisible gestión gubernativa, de carácter reaccionario y antipopular, que empleó la violencia y la demagogía alternativa o simultáneamente, de acuerdo con las circunstancias, y tuvo como un objetivo único e invariable, sofocar la insurgencia popular. Para lograr esa meta fue que el imperialismo y la oligarquía seleccionaron a Machado como sustituto de Zayas. Al confiarle esa tarea, tanto Washington como los ultraderechistas cubanos, tuvieron muy en cuenta los antecedentes, la megalomanía y la carencia de escrúpulos de Machado") (27)
Para el reconocido ensayista e investigador cubano Fernando Martínez Heredia " durante la Revolución del 30 nunca existió la unificación política del campo revolucionario en un grado significativo, ni la de sus instrumentos, y ninguno de sus líderes desempeñó papeles decisivos. Los hechos más influyentes fueron acciones colectivas populares. La deslegitimación que experimentó el sistema político a partir del acto dictatorial de 1927, que prorrogó los poderes ejecutivo y legislativo del Estado hasta 1935 y liquidó la política bipartidista vigente, provocó un repudio popular latente, que se hizo expreso desde 1930 Opino que la crisis revolucionaria se desarrolló entre fines de 1932 y marzo de 1935; dentro de ella su condensación mayor y más aguda se produjo entre agosto de 1933 y enero de 1934 " (28)
II, 1.- El Machadato: agonía de la I República.
Como refiere Raúl Roa, décadas después, Gerardo Machado al ser electo en 1925 como Presidente de la República, como candidato del Partido Liberal, realiza el consabido viaje a los Estados Unidos, donde entre agasajos y jolgorios se le brinda un banquete por magnates y políticos de conocida filiación reaccionaria, ante quienes este proclama, expresión de su alucinante megalomanía, como " ninguna huelga dudará veinticuatro horas bajo mi gobierno. Conmigo no se juega. A los estudiantes, periodistas y políticos que se me opongan los compro, los encarcelo, los deporto o los mato. Pero no tendré contemplaciones con los obreros ni con los comunistas" (29)
La elección presidencial de Gerardo Machado (1925-1933) es expresión de continuidad del obsoleto modelo, que sirve de basamento a la I República, nacida, más como resultado de la pérfida i intervención norteamericana, que como colofón de las heroicas luchas independentistas.
Como acertadamente valorase Roig de Leuchsenring, incansable luchador por divulgar nuestra verdad histórica tan intencionalmente plagada de mitos y tergiversaciones que intentan restar méritos a nuestro pueblo en su titánica lucha por una real soberanía " en Cuba la revolución no conduce a la republica a diferencia de lo que ocurre en América Latina. La ocupación norteamericana interrumpe la línea hacia la republica porque no son fuerzas cubanas, sino un poder extraño el que le da forma al gobierno. El concepto de personalidad política no se refuerza, la confianza en el propio esfuerzo tampoco ni el sentimiento de su soberanía, principios importantes para la vida de la nación poder extraño que expulsa a España y se coloca en su lugar poder supremo y último que Estados Unidos introduce en todos los órdenes afectando la conciencia nacional. La nación cubana se constituyo en el momento oportuno y por orden de ellos". (30)
Para este debe ser empeño constante de todo cubano honesto el ofrecer una acertada conceptualización de Revolución, siempre proclive a engaños y triquiñuelas politiqueras por aquellos, que amparados en falsos o al menos exagerados méritos pasados, escalaron el poder en la naciente República por lo que es necesario que " amemos la revolución en lo que esta tiene de elevado y útil, no revolución para derrocar un gobierno malo para poner otro tan malo o, peor, no revolución que busca el poder por el poder mismo, no la revolución material sin revolución moral". (31)
Con el mandato presidencial de Machado se inicia la última etapa de la bien llamada por reconocidos historiadores modelo plattista de república, prácticamente agotadas sus posibilidades reales de supervivencia. Con este se continúan reproduciendo los mismos estilos de gobierno, sin obviar sus inevitables peculiaridades.
Torpe y mañoso, carente de principios morales, que no sean los alimentadores de su descontrolado ego, autoritario y de naturaleza violenta, poco podía ofrecer el nuevo presidente, como postrer hálito de vida, a la moribunda y caduca estructura de poder neocolonial. De conocido historial represivo contra el levantamiento de los miembros del Partido Independientes de Color, en 1912 con su siniestra secuela de cobardes asesinatos. (32)
II, 2.-La oposición al régimen machadista: una oposición inmersa en sus contradicciones ideológicas
El 30 de mayo de 1927 el recién creado Directorio Revolucionario da a conocer el manifiesto Contra la prórroga de poderes: al pueblo de Cuba donde expresan:
" Usted Machado nos acusa de ser políticos, bolcheviques, impulsivos, inmaduros, etc. Si oponerse a la dictadura es ser bolchevique, entonces somos bolcheviques. Si por oponemos a la prórroga de poderes estamos siendo impulsivos, entonces somos impulsivos. Y si hemos sido inmaduros al demandar una soberanía verdadera y una república libre, entonces somos inmaduros" (33)
Por otra parte, reconocidos intelectuales no marxistas, incluso algunos de posiciones políticas marcadamente conservadoras como Jorge Mañach, valoran como " tras comenzar con las quejas de carácter puramente académico, los estudiantes de la Universidad de La Habana terminaron una declaración de guerra contra el mismo Machado y contra todo el sistema político que representaba .La oposición a Machado se hizo unánime-apagada pero indiscutible. Por primera vez todas las clases en el país se reúnen en la resistencia. El despotismo y la crisis económica fueron las dos condiciones que condujeron al pueblo cubano a ser consciente de los males fundamentales de la República, a considerar el defecto de sus instituciones políticas y a reconocer la raíz económica de sus problemas y los factores tanto internos como externos que limitan su vitalidad cívica, y finalmente disponerse ellos mismos a hacer valer su voluntad contra todos estos obstáculos". (34)
El propio Mañach rememora en su ensayo Semblanza histórica de Varona, escrito poco después del fallecimiento del maestro insigne, en 1933, algunas reflexiones de este sobre la situación cubana, a partir de una conversación sostenida con el mismo el 8 de mayo de 1930, con el objetivo de ser publicadas en la Revista de Avance.
"Por curioso contraste, Ud, en plena juventud y en plena ebullición productora, se ladeaba hacia el pesimismo, y su interlocutor, fatigado por la vida, parecía husmear hálitos de esperanza. Y me pedía Ud. que los transmitiese a esa juventud que busca orientación como la aguja imanada busca el polo. Ojalá pudiera yo señalarle la ruta con dedo seguro. No me arriesgo a tanto. Pero sí aconsejarle que se fije en las señales de un despertar de la inquietud creadora, que por todas partes se advierten. Va desvaneciéndose la cerrazón que pesaba sobre la conciencia y se anhela salir de marasmo en que la dejó la gran catástrofe. Fijémonos primero en lo nuestro. En cuanto va de año, apenas pasa una quincena sin que se produzca alguna manifestación del desasosiego público. El pueblo se ha incorporado; parece tantearse el cuerpo gigantesco y tratar de convencerse de que sus miembros no están ya agarrotados. Acontecimientos de suma trascendencia se han ido sucediendo. Desde los grupos de estudiantes intrépidos, conscientes del derecho, hasta las imponentes reuniones públicas de la nueva agrupación política (se refiere a la entonces recién creada Unión Nacionalista (UN) que agrupaba a los partidos políticos tradicionales y sus líderes. N. del A.) y el despliegue de las masas obreras, en forma de avalancha irrepresible, el Día del Trabajo. Vuélvese la vista atrás, y quedará patente el contraste. Sea cual fuere la honda causa, si alguna causa interna existe, el hecho innegable, lleno de enseñanzas y promesas, es que el país ha vuelto a darse cuenta de su fuerza. Porque solo en su complicidad, querida o consentida, pueden los gobiernos alzarse a la dominación En toro nuestro, desde lo más próximo a lo más remoto, parece el mundo en período de gestación. El añoso árbol de la civilización occidental fue sacudido y casi derribado por la guerra, que arrebató sus ramas en furioso torbellino de sangre La forma republicana se extiende por el centro y el sudeste europeos; la confederación soviética se esparce por la inmensa Rusia; China es república; la India se sacude y pone de pie. Oigamos la voz resonante de nuestra América: es saludo a nuevos tiempos; y en el viejo Anahuac cristaliza otra forma de organización de propiedad, El indio se transforma ¿Y el colosal imperio americano? Su sombra ingente se proyecta sobre nosotros, sobre nuestros vecinos Tremenda amenaza silenciosa que va paralizando como secreta ponzoña nuestros miembros. Incubo que chupa nuestra sangre. Sin vacilar respondo. El imperialismo americano ha llegado a su cúspide. Y a las cúspides se puede llegar; en ellas no es dable permanecer. La era del imperialismo ha completado su trayectoria. Un hindú con la vista fija en las estrellas se ha levantado para decir a la gran Albión: . Y volvemos a contemplar el singular espectáculo del pastor israelita amagando con su honda certera al Goliat atontado. La potente federación de Norteamérica, a su vez, ve surgir en su seno hombres agitados por el espíritu de la verdadera libertad, que claman hacia nosotros: . A mi vez, deshago coro Dr. Mañach y digo a los nuestros: " (35)
A su vez, el 20 de agosto de 1930 el diario El País publica unas declaraciones de Varona, que este formula a petición del director del mismo, Ramón Zaydín. En las mismas:
"Desea usted Dr. Zaydín, conocer mi opinión sobre el estado presente en Cuba, La tengo, desde luego; pero bien quisiera no tenerla. Usted no le dará, ni puede darle, otro valor que el de un punto de vista personal. A mis ojos, no ha vivido Cuba momentos más sombríos. En mi niñez se vivía en perenne zozobra; pero el cubano era dueño de la tierra y sabía el valor de esa gran palanca. Después de los diez años heroicos, el cubano conocí su fuerza colectiva, e iba hacia adelante en busca de la libertad. Hoy el cubano es un mendigo y un paria. No es libre ni tiene fuerzas para poner los medios físicos de serlo. Gravita sobre nosotros y nos aplasta, una montaña. En loa alto está la banca norteamericana, que, si tuviera tiempo para ello, se reiría de los liliputienses que hormigueamos aquí abajo, enseñándoles alguna vez el puño inerme. Luego vienen los dueños extranjeros de los enormes centrales azucareros, pulpo enorme que extiende sus tentáculos por todo nuestro suelo, cuya savia absorbe. Más abajo está el gobierno de Cuba, que, que a sabiendas o sin saberlo, resulta un peón, movido por mano incontrastable. ¿Estamos ciegos o hemos perdido la sensibilidad? El pueblo cubano tiene hambre; anda desperdigado por los campos en busca de un mendrugo. Ante este hecho monstruoso, todo palidece. Hasta los atropellos a los derechos del ciudadano; hasta atonía y semi aislamiento de nuestros tribunales. Dirá usted doctor, que soy muy enérgico para quejarme, y que debo serlo para indicar el remedio. ¿Cómo he de indicarlo si no lo veo? Para desacreditar a los adversarios del gobierno, hay periódicos del interior que apelan sin rebozo a la calumnia, afirman que piden la intervención. Y en cambio un periódico yanqui de La Habana, preconiza sin ambajes la anexión; y se ha quedado uno esperando las explosiones de indignación de la prensa habanera. No, no veo el remedio. El patriotismo como lo entiendo, no se vale de lo falso para alucinar. Ni me engaño a sabiendas, ni engaño a los demás". (36)
A su vez Don Fernando Ortiz, rememora lustros más tarde como " cuando estaba andando la lucha contra la (machadato. N. del A) los partidarios de ese régimen dijeron que la revolución no tenía programa. Pero este no era el problema de la oposición contra la tiranía: la oposición tenía demasiados programas. Es precisamente a causa de comprender a casi todos los habitantes de Cuba que no podían formular un único y amplio programa de todos los oposicionistas, desde los elementos más reaccionarios, que solo querían el machadato sin Machado, hasta los más avanzados que esperaban por el despertar comunista que pondrán fin absoluto a esos tiempos oscuros. Varias revoluciones han sido entretejidas con la mezcla de los sentimientos rebeldes: políticas, éticas, sociales, etc. Sin embargo aún piden un programa único, un programa mínimo donde era posible a unir a todas las fuerzas opositoras" (37)
II, 3.- Sus protagonistas principales: Mella y Villena.
Tal como bien valora Raúl Roa García Rubén Martínez Villena profundiza con relativa celeridad su conciencia política, siempre a partir del amor acendrado por su patria y pueblo y fina sensibilidad humana. Aún en 1923 cuando se inicia su actividad revolucionaria " menester es subrayar que Rubén no ha calado aún en las raíces profundas del drama que lo agobia y aguija. Creía que la ineptitud, el desvío y la arbitrariedad de José Miguel Gómez, Mario García Menocal y Alfredo Zayas-hondo respeto le inspira aún Tomás Estrada Palma-eran la causa fundamental dela aciaga situación a que había rodado la República. Creía en consecuencia, que el modo válido de rescatarla, era sustituir a los gobernantes incapaces, venales y arbitrarios, por gobernantes capaces, honestos y respetuosos de la Constitución. No puede barruntar siquiera la solución definitiva. Más allá y más acá de su óptica de clase, de la gravitación de la ideología dominante y de la influencia de la tradición, faltábale por lo pronto, el conocimiento y manejo de una concepción científic que le proporcionara el abordaje del complejo sustrato de la sociedad neocolonial y las vías y métodos congruentes para modificarla. No abundaban tampoco en aquellos tiempos, los que habían asomado al marxismo o leído alguna página de Lenin. ¿Quiénes sabían fuera de unos pocos, con Carlos Baliño y Julio Antonio Mella al frente, lo que era el imperialismo y su papel decisivo en la conformación de la falsificada historia de Cuba? Y cuántos habían hurgado en las clarividentes prevenciones y previsiones de Martí?"
Como rememora Roa, éste expresa en la intimidad de su círculo de amigos cercanos como " yo soy ante todo un hombre honrado". (38)
Pronto sería capaz de discernir, instado por el propio magisterio de la práctica revolucionaria, las afinidades y lejanías conceptuales entre anti-injerencismo y antiimperialismo. El primero, en un primer momento guió las actitudes y pronunciamientos dignos, en el pleno de la Constituyente de 1901 y en la palestra pública, de patrióticos veteranos como Juan Gualberto Gómez, Manuel Sanguily, Salvador Cisneros Betancourt y otros dignos representantes del mambisado, como secuela inmediata de la infame ocupación norteamericana, a la par que Enrique José Varona, la liderarían durante el primer tercio del siglo XX, en los marcos de la Primera República; mientras que no faltaron aquellos de pensamiento más avanzado, inspirados en la previsor ideario martiano, como Carlos Baliño y Mella, que asumieran una posición más lúcida y de mayor alcance, el antiimperialismo militante, que pronto se afianzaría como puntal de lucha, para las nuevas generaciones, en los años finales de la década de los 20, ya abocada la Revolución del 30, en pleno Machadato.
La lúcida participación de Martínez Villena en la antológica Protesta de los 13 (1923), nos permite justipreciar la diafanidad de su pensamiento ético-político, en pleno proceso de creciente maduración. La trascendencia de ese hecho histórico se valora por el historiador Ramiro Guerra como " gesto que cuajó el ideal más alto de la revolución: libertad para pensar, para ser, para afirmar la personalidad. Hasta entonces habamos dispuesto, en nuestro juicio, de una especie de valores pseudo colonial, a base de convencionalismos de respeto, de cobardía frente a lo insincero y falso; a partir de aquel momento tuvimos otra medida llena de audacia y de juvenil insolencia yal mismo tiempo de elevada rectitud moral" (39)
Figura asimismo en la Fundación de la Falange Cubana, de efímera duración pero trascendente significación para el mejor estudio de la evolución de su pensamiento y se involucra a plenitud, motivado por sus inquietudes políticas y disconformidades con las lacras del gobierno de turno, en el llamado Movimiento de Veteranos y Patriotas, que promotor de justas demandas, cuenta en sus filas, tanto a honestos ciudadanos y dignos veteranos, como a farsantes y politiqueros, ávidos de forjarse una trayectoria propiciatoria a futuras ambiciones electoreras.
Pronto se gana un sólido prestigio entre los asambleístas que vislumbran en la proyección de sus palabras, la pureza de sus motivaciones. El 23 de septiembre de 1923, en el discurso que pronuncia en el pleno de la Asociación, que reseña el diario La Noche en su edición del día siguiente, el joven abogado valora como " no es posible usar de la palabra académica y serena cuando palpita en el pueblo la más honda protesta por la forma casi de burla en que fue recibida la comisión de la Asamblea de los Veteranos y Patriotas, por el jefe de la nación y los presidentes del Congreso; es únanmela protesta contra la política de cocodrilos que está desenvolviendo el Gobierno Aunque el presidente del Senado no lo crea, existe el ciudadanos cubano, cansado de que lo desprecien y que es peligroso provocarlo. Creo que la exposición entregada por la comisión a dichos señores, será leída y rápidamente olvidada, pero que la Asamblea debe decirla al pueblo todos los días .Así como el general García Vélez (elegido Presidente del Movimiento. N. del A.) declaró que no era testaferro de nadie, yo, por boca de los Asamblea, quiero hacer constar que tampoco la Asamblea se prestaría a manejos tortuosos. En presencia de amigos del general (Mario García) Menocal y de parientes suyos, puedo hacer constar que, si Menocal fue un brillante libertador, en la paz administró pésimamente la República y eclipsó sus glorias de patriota, por lo que ahora sufre el desvío de su pueblo, justamente indignado Esos aplausos, ese tumulto de palmadas, constituyen en verdad el anticipo de como pueden resonar un día las bofetadas en el rostro de gobernantes venales .Creo que no es hábil hablar de la intangibilidad de los Poderes públicos, que nadie ataca, sino por los procedimientos que usa. Esa frase es una que viene repitiéndose desde la época colonial; ahora como entonces esos poderes carecen de majestad, si se han ocupado a base del soborno, el atropello, la compra de votos, y los que tildan de locos a los veteranos y patriotas, no saben que le otorgan un título de gloria, pues verdaderamente resulta un honor el estar demente en esa forma, en donde los que presumen de cuerdos, son los que llevan la República al pantano". (40)
Presionada por el acoso que sufre por el gobierno zayista la directiva de la Asociación determina efectuar en plena vía publica, en este caso el Parque Maceo, una asamblea el 4 de octubre de 1923, donde nuevamente hace uso de la palabra Martínez Villena, quien con su habitual verbo apasionado increpa a las autoridades como " ustedes rectificarán de grado o por fuerza, pero de todas maneras desaparecerán en el turbión que está formándose en la conciencia popular Nosotros no tenemos nada, nada tiene el pueblo y en cambio estamos dispuestos a todo, inclusive a morir, manteniendo nuestro juramento de crear una patria honrada, que no sea una afrenta y una vergüenza, sino un legítimo motivo de orgullo, como cubanos" (41)
Los politiqueros que lograron insertarse en el Movimiento se hizo norma designar peyorativamente a los seguidores de la prédica de Villena, como los , maniobra que Villena enfrenta en artículo publicado en el diario El Universal que titula El puente y el Rosado en el cual reafirma como " la esperanza que tuvieron algunos de que el clamor público fuera oído, atendido y satisfecho, ha sido defraudada En ese sentido la palabra ha sido inútil: . No hay que pedir peras al olmo; si quieren peras, arránquese el olmo de raíz y plántese y cuídese debidamente el peral, que no negará el fruto al hombre que lo mereció como recompensa a su trabajo A estas verdades llaman los que no pueden comprenderlos; pero no por ello dejan de ser verdades: verdades como puños, amenazan y lastiman. Y la decisión firmísimo de no entrar en discusiones sobre el honor de un pueblo se denomina intransigencia ¡La palabra, la sinceridad y la honradez han estado siempre en descrédito entre los delincuentes. Medidas radicales que beneficien al mayor número posible de ciudadanos y extirpen de una vez los males mayores, eso queremos. Esa es nuestra intransigencia, ese es el único pacto posible entre el pueblo y sus gobernantes: que la honradez se imponga a la ignominia Hace cerca de sesenta días que el pueblo está tronando. Vanamente. Los pigmeos se burlan de la tempestad. Hoy la tronada es una advertencia, acaso una advertencia. Mañana el rayo será justificado por la historia". (42)
A pesar de haberse sostenido solo un encuentro formal entre Mella y Rubén, ambos apreciaban altamente los sendos meritos de sus actividades, que aunque perseguían un objetivo común, aún diferían en cuanto a métodos a utilizar y particularmente en la fundamentación de las estrategias a utilizar a mediano y largo plazo, para conseguirlo. El pensamiento de Mella había avanzado con más celeridad gracias a un cúmulo de circunstancias propiciatorias, entre ellas las relaciones estrechas establecidas entre este y el diligente líder sindical anarquista Alfredo López y el veteranos dirigente comunista Carlos Baliño.
En ocasión de la visita de este al domicilio de Villena, se produce un fraternal y fecundo intercambio de valoraciones sobre las causales del estado de postración en que se halla la República y su posible solución, recogido por Raúl Roa en su libro, ya citado, de gran valor testimonial. En ese entonces aún Villena está enfrascado en revitalizar el Movimiento de Veteranos y patriotas mientras que Mella, dedica sus esfuerzos, entre otra diversidad de tareas, a la Universidad Popular José Martí, y el fortalecer sus relaciones con el movimiento obrero a través de su amistad con Alfredo López.
Según relata Raúl Roa, Mella le fundamenta a Rubén, respecto a los graves problemas a los que se enfrenta la República y al desgobierno de que padece como " la única forma de resolverlos de veras es mediante la conquista de nuestras riquezas, independencia y soberanía que hoy detentan los banqueros y Wall Street y los políticos de Washington. El pueblo cubano nunca libre " le argumenta pues " si ayer fuimos colonia del imperio español, ahora somos semicolonia del imperialismo yanqui. Es cierto cuanto denuncias y necesario cuanto reclamas, pero la honestidad administrativa, el sufragio efectivo, la verdadera democracia, la igualdad racial, la ecuación despueblo, el bienestar de los trabajadores, la justicia para todos, son mitos, puras mentiras en nuestra actual sociedad Ten en cuenta además que la era de la democracia burguesa está en proceso de disolución. La Revolución, que Cuba requiere, en los tiempos que corren, tiene que ser política, económica y social. ¿Qué no es factible ahora? De acuerdo. Pero hay que prepararla y luchar por ella". Y narra Roa como sin dar tiempo a Villena para exponer sus criterios al respecto, continuó este con plena convicción de sus afirmaciones como " el mundo que está naciendo será el mundo de los trabajadores, A la clase obrera le ha tocado la hermosa misión de liberar a la humanidad de todas las injusticias, miserias, desigualdades, tinieblas y opresiones acumuladas durante milenios. A ella le corresponde también encabezar la lucha contra el imperialismo yanqui, en estrecho concierto con los intelectuales honrados como tú, a la juventud estudiantil, los guajiros (modismo con que se denomina en Cuba a los campesinos. N. del A.) y a todos los sectores esquilmados y sojuzgados o ciudadanos heridos en su sensibilidad humana por la explotación y el dominio extranjeros, en contubernio con burgueses y politiqueros cubanos". (43)
Meses después de sostenido este diálogo, en un nuevo encuentro, rememora Roa como " Mella lo saludó con vigoroso abrazo y una típica expresión de su humor cribelo: .
A continuación se enfrascaron en animado y jovial diálogo sobre temas de la actualidad nacional. Evidentemente tales intercambios favorecieron, en cierta medida, que Rubén evolucionara en su pensamiento hacia niveles de mayor hondura e incluso solicitara el ingreso al Partido Comunista, en 1927 y fuese posteriormente elegido como miembro de su Comité Central.
Mella a su vez se relaciona cada vez más estrechamente con las luchas obreras. Con motivo de que en 1924 se intensifican las huelgas obreras, a causa de la agudización de la crisis económica, particularmente en el sector azucarero, este publica en el Heraldo de Cuba, en noviembre del propio año su escrito Proletarios, vosotros sois los libertadores de la época actual, dirigido a los estudiantes y profesores de su entrañable Universidad Popular José Martí donde denuncia como " el gobierno ha dejado entrever que continuará con los atropellos y vejaciones a los trabajadores azucareros Durante mucho tiempo, intelectuales, periodistas o simples hombres sensatos han estado gritando: Varona, el hombre cumbre de la intelectualidad cubana ha dicho a tiempo su palabra condenatoria sobre la absorción del suelo de la Isla por el capitalismo imperialista yanqui. Hoy palpamos los resultados. El hombre vive en los centrales muriendo con 12 horas de faena diaria, recibiendo el importe de su trabajo en vales, teniendo por hogar antihigiénicas mazmorras, recibiendo el atropello constante de la fuera pública. Las leyes condenan todo esto; pero el gobierno no tiene poder para imponer el cumplimiento de la ley a las grandes empresas capitalistas que tienen convertida a la República en una factoría y que cuentan en último extremo con la marina y el ejército de Estados Unidos, que se ha comprobado en Haití, Santo Domingo América Central, etc. Nosotros pedimos la solidaridad de las instituciones educacionales y científicas en general, porque creemos que el problema es grave y trascendental. Lo que hoy les sucede a los trabajadores manuales, a causa del imperialismo absorbente de Wall Street, le comienza a suceder ya a os trabajadores intelectuales: empleados, médicos, ingenieros y químicos de los centrales". (44)
En el ideario tanto de Mella como de Villena, siempre ocupa un lugar importante el profundo sentimiento latinoamericanista y de su unidad, evadiendo las fórmulas manidas del panamericanismo, subterfugio utilizado con hasta frecuencia por los sucesivos gobiernos norteamericanos desde su fundación como nación.
Consecuencia del enfrentamiento entre fuerza pública y estudiantes, el 27 de noviembre de 1925, un aniversario más del oprobioso fusilamiento de los estudiantes de Medicina, bajo el colonialismo español, en 1871, Mella y un grupo de dirigentes revolucionarios, incluido Alfredo López, son detenidos y guardan prisión, acorde a la política de que instaura Gerardo Machado desde el inicio de su gobierno. El 5 de diciembre del propio año, Mella, aún en presidio, concluye un artículo destinado a la Revista Venezuela Libre, titulado Hacia la Internacional Americana. En el mismo fundamenta como " la unidad de América está ya hecha por el imperialismo yanqui. La unión Panamericana es la Internacional del futuro imperio político que tendrá por capital única a Wall Street y por nobleza a los reyes de las distintas industrias. La unidad de América que sueñan todos los espíritus elevados del momento presente es la unidad de la América Nuestra, de la América basada en la justicia social, de la América libre, de la América explotada, de la América colonial, de la América feudo de unas cuantas empresas capitalistas, servidas por unos cuantos gobiernos, simples agentes del imperialismo invasor. Esta unidad de América, solo puede ser realizada por las fueras revolucionarias enemigas del capitalismo internacional: obreros, campesinos, indígenas, estudiantes e intelectuales de vanguardia. Ningún revolucionario del momento actual puede dejar de ser internacionalista. (45)
Esa misma tarde Mella le comunica a sus compañeros de celda, su decisión inquebrantable de declararse en huelga de hambre en protesta por su arbitraria expulsión de la Universidad de La Habana y contra las arbitrariedades del gobierno machadista, ya evidentes, desde su primer año de mandato. Esta decisión provoca una reacción popular de gran magnitud y la diversidad de gestiones ante el gobierno para que se le conceda a Mella la fijación de una fianza, ya que a los 18 días de iniciada esta huelga ponía en serio peligro para su vida. En medio de esta coyuntura se produce el ya antológico enfrentamiento entre Martínez Villena y Machado, que se produce de forma prácticamente casual, entre ambos, al coincidir su presencia en casa de Barraqué. VER ANEXO 7
La presión popular conmina a Machado a fiarle una fianza lo que propicia el fin de la huelga, ya al borde de la muerte por inanición. Ello no le impide declarar a los periodistas presentes como " yo declaré la huelga de hambre por las injusticias del proceso que se nos sigue y por el estado de aplanamiento en que se encontraban sumidas todas las clases sociales en Cuba. Quebranto la huelga en momentos en que se me comunica mi libertad, porque mi muerte no repararía la injusticia que entraña dicho proceso y porque a mi protesta se ha unido la del país entero y aun la de los trabajadores y los estudiantes del exterior. Hoy más que nunca tengo fe en los ideales que he venido predicando y me afirmo en mi propósito de luchar por la redención de todos los oprimidos de mi país y del mundo" (46)
Poco después, bajo el acoso de la dictadura, se ve obligado a marchar al exilio de forma clandestina bajo el nombre de Juan López, comerciante en plátanos, a borde del carguero Cumanayagua, rumbo a Puerto Cortés, en Honduras, en tránsito a México. Este en la hermana nación despliega una sorprendente actividad revolucionaria. Se incorpora al Partido Comunista Mexicano, país que en esos momentos era de obligada referencia en América Latina por ser cuna de la revolución de 1910 y los empeños de su pueblo por conservar sus valores, aun enfrentado a los Estados Unidos y la oligarquía nacional.
Del 15 al 20 de noviembre de 1926 desarrolló sus trabajos en la capital federal mexicana el Congreso de Unificación de las Organizaciones Campesinas de la República o Congreso constituyente de la Liga Nacional Campesina, en que Mella participa y contribuye a la fundación de la Liga Nacional Campesina de México; por iniciativa del Partido Comunista de México se constituye el 23 de junio de 1927 el Comité del Frente Único Pro Sacco y Vanzetti, al que el Mella prontamente se incorpora; asiste en 1927 al Congreso Mundial contra la Opresión y el Imperialismo, en Bruselas y posteriormente viaja a la Unión Soviética, donde permanece algunas semanas, manteniendo contactos con la Internacional Sindical Roja y la Internacional Comunista; funda la Asociación de Estudiantes Proletarios en 1928, así como su órgano de prensa El Machete, que sirvió de medio de divulgación de numerosos de sus artículos, proclamas y manifiestos; participa en la consolidación de la Liga Antiimperialista de las Américas, en la que llega a ocupar el cargo de Secretario General de su Comité Continental Organizador; es miembro prominente del Comité Manos fuera de Nicaragua, en respaldo a la lucha de Augusto César Sandino al frente de sus patrióticas guerrillas, contra las tropas interventoras estadounidenses y en 1928 funda la Asociación de Nuevos Emigrados Revolucionarios ANERC. Aun le queda tiempo, en esa vorágine de quehacer revolucionario para escribir en 1926 su emblemático escrito Glosas al pensamiento de José Martí y su crítica demoledora contra el APRA, de carácter reformista, fundado por Víctor Raúl Haya de la Torre y de gran influencia entonces en América Latina, incluyendo a Cuba. VER ANEXO 8
En "Nuestras enfermedades infantiles" (1928) Mella expresa en toda su profundidad los objetivos encaminados a la formación del intelectual indispensable para desempeñar el indispensable liderazgo ante las masas populares. A su vez reflexiona acerca de la importancia de los nexos que se deben estableer entre los movimientos sociales y el Partido Comunista, si de lo que se trata de que éste se convierta en una verdadera organización de vanguardia, no sobre la base de imponer sus criterios o sus formas de lucha, sino a partir de una verdadera y profunda articulación de las acciones, a partir del desarrollo ideológico tanto de sus militantes, como de las masas populares, que, agrupadas en diferentes organizaciones. Mella establece las diferencias entre los intereses, objetivos, medios y fines de los intelectuales en el seno de la sociedad capitalista con respecto a los obreros, a partir del lugar que cada uno de estos sectores ocupa en el proceso productivo. Considera entre las causas fundamentales de los antagonismos entre obreros e intelectuales el que estos últimos intelectuales, no producen el sentido económico, y aspiran a la formación de la propiedad sobre sus obras, y porque " el intelectual para vivir necesita robar al obrero parte de la ganancia que el capitalista le extrae, ya que sólo él produce "valor' (…)" Pero considera que, aunque para los intelectuales el socialismo " no es una operación quirúrgica definitiva, sino un buen remedio casero para sus males, no dejan de existir aquellos a quienes el grito de la realidad les enseña el principio de Marx: la clase obrera no podrá liberarse sin liberar a las demás clases, aboliendo el sistema de división en clases. Estos van derecho hacia el socialismo por la Revolución proletaria".
Insiste en que " nada peligroso hay en que ingresen a los partidos del proletariado (…) elementos revolucionarios no obreros. El peligro está en que impongan una ideología reformista y oportunista. La equivocación está en querer hacer del socialismo algo diferente a una consecuencia, a una coronación final de la lucha del proletariado contra la burguesía y el sistema social". (47) Al respecto afirma que cuando "… un ciudadano ingresa al Partido Comunista, lo hace porque acepta y comprende todos los postulados científicos del socialismo. Establecer divisiones entre intelectuales y obreros dentro de un Partido Comunista, es afirmar que no es un partido revolucionario. Quien dentro de un Partido Comunista sea todavía (…) 'uno de aquellos que no ha roto el puente que los une a la burguesía', debe romperlo de una vez o salir del partido. (…). (48)
Diversos acontecimientos dan fe de la reciente represión ejercida por el régimen contra cualquier manifestación opositora, real o supuesta, inclusive el asesinato. Instaurado el vergonzoso , alianza del Partido Liberal con las restantes organizaciones políticas tradicionales, en su habitual tendencia a las componendas, así como lograda la prórroga de poderes del Presidente Machado y los legisladores, lograda con la modificación de la Constitución de 1901, sumerge al país en una crisis política, que se agrega a la económica ya existente, incentiva la repulsa popular. En respuesta, el gobierno inicia un cadena de crímenes políticos contra sus adversarios, en el que se incluyen, en los años finales de la década del 20, el del líder sindical Alfredo López y del propio Mella, en Ciudad de México, el 10 de enero de 1929.
Mientras tanto en Cuba, Rubén Martínez Villena, despliega una actividad febril. Recién en 1927, se enfrenta a la disolución del Grupo Minorista, que encuentra en la Revista Social, gracias a la colaboración de Emilio Roig de Leuchsenring, su principal vocero.
Formado a partir de la Protesta de los 13 por un grupo relativamente reducido de intelectuales, de heterogéneas ideologías y con estructura informal, ejerce una en general positiva influencia en los sectores intelectuales, opuestos al machadato. La crisis del grupo se agudiza cuando uno de sus integrantes, Alberto Lamar Schweyer, de posiciones políticas sumamente conservadoras, publica su obra Biografía de la democracia, donde exalta la perentoriedad para nuestros países de gobiernos autoritarios. Expulsado del llamado Grupo Minorista, este se mofa del mismo, en carta pública al periodista Ramón Vasconcelos donde expresa que "…potestades podrán ejercer sobre su persona y sus ideas unos cuantos amigos que solían almorzar los sábados en el hotel habanero Lafayette". Ello motiva a Villena a darle respuesta, desde las páginas de la Revista Social, donde afirma que " la circunstancia de que habitualmente algunos componentes del grupo se reunieran cada sábado y luego almorzaran juntos en un lugar pública explica por qué a su mesa se sentaban amigos que no eran propiamente compañeros y ese es el origen del error que confunde a la llamada con una reunión accidental y heterogénea que no tiene carácter sesional, ni actividad trascendente. La constituye pues un grupo sin reglamento, sin presidente ni secretario, sin cuota mensual, en fin, sin campanilla ni tapete; pero esta es precisamente la más viable organización de un grupo de intelectuales Es fenómeno innegable comprobado en distintos países la renovación ideológica, la de los grupos de esa índole. La minoría sabe hoy que es un grupo de trabajadores intelectuales (literatos, pintores, músicos, escultores, etc.) El Grupo Minorista, denominación que le dio uno de sus componentes, puede llevar ese nombre por el corto número de miembros efectivos que lo integran; pero el ha sido en todo caso, un grupo mayoritario en el sentido de constituir un portavoz, la tribuna y el índice de la mayoría del pueblo; con propiedad de minoría, solamente, en lo que a su criterio sobre arte se refiere .En el transcurso de un año, interpretando y traduciendo la opinión pública, ha protestado contra el atropello de Nicaragua, contra la política de Washington respecto a México, contra el allanamiento del recinto universitario y el domicilio de E.J. Varona por las fueras de la Policía Nacional. Y nada importa a su unidad ni a su existencia que en sus manifiestos y declaraciones lo acompañen espontánea y episódicamente nombres y firmas que no forman parte integrante de su núcleo" (49)
En sus escritos del período, ya se manifiestan en Rubén una profundización de sus análisis sobre diversas problemáticas, incluso en temáticas harto complejas. en su artículo Las contradicciones internas del imperialismo yanqui en Cuba y el alza del movimiento revolucionario, expone " como a diferencia del nivel de desarrollo del movimiento revolucionario en Cuba con relación a otros países del Caribe proviene, en gran parte, la mayor intensidad y profundidad con que la crisis mundial afectó y sigue afectando la economía del país. Por otra parte es preciso también apreciar la existencia en Cuba desde hace años de organizaciones sindicales que poseen tradiciones de grandes luchas , las cuales siguen en la actualidad la orientación de la Internacional Sindical Roja y la Confederación Sindical Latinoamericana, así como la debilidad de la injerencia real de los reformistas dentro del movimiento obrero en comparación a la influencia que han disfrutado, por ejemplo, en México y Colombia .La contradicción dentro del propio capitalismo yanqui entre los dos grupos adversarios fabricantes de azúcar de caña en Cuba, grandes empresas con refinerías en los Estados Unidos y aquellos fabricantes americanos y cubanos que no están ligados a las empresas refinadoras, quienes están colocados, por ende, en peor situación y han intentado la lucha contra las refinerías de Estados Unidos; la contradicción entre los colonos y los centrales en la lucha por la participación respectiva en cada saco de azúcar; la contradicción entre los vendedores (exportadores) yanquis a Cuba y los azucareros yanquis consciente del alza de las tarifas, a lo cual atribuyen la caída de la importación cubana; la contradicción que indudablemente existe entre esos vendedores americanos y cierta sección de la burguesía cubana sometida al imperialismo a través de los bancos, pero que intenta la producción y el abastecimiento nacionales La agudización de la fundamental contradicción entre las masas explotadas y oprimidas y las clases dominantes, testaferros del imperialismo Esta enumeración de factores condicionantes da un cuadro aproximado de la situación económica sobre la cual se desarrolla en Cuba la notable agudización de la lucha de clases y el pujante y creciente movimiento revolucionario Cuba constituye en el presente el eslabón más débil de la cadena imperialista en el Caribe" (50)
Más adelante expone como " el movimiento huelguístico de los centrales azucareros es el acontecimiento de mayor importancia política en Cuba en el presente Muchos elementos no marxistas, aunque simpatizantes con el movimiento revolucionario en Cuba, acaso no sean capaces de considerar la importancia política de esa huelga, precisamente porque esta, su principal significación, les pasa inadvertida, especialmente si tienen el cerebro aturdido por el estallar de las bombas del ABC. Pero, ¿qué importancia puede tener en política la acción, por temeraria o violenta que sea, realizada por uno o diez hombres, ante la acción coordinada de centenares y de millares de hombres, la que posee también aún más destacadas cualidades de fuerza y valor? ¿Qué significa en política, el sacudimiento producido por una o por cien bombas, aunque derribara los mármoles del Capitolio o la cúpula del Palacio Presidencial, ante la conmoción producida por la lucha de millares de obreros de la industria azucarera, es decir, en el corazón mismo del dominio imperialista, el titiritero manejador de las marionetas que alojan aquellos edificios?…Fundamentalmente la política es una cuestión de masas, no una cuestión de hombres. Básicamente el problema de Cuba es el problema de la opresión y la explotación imperialista. Cuando las masas en Cuba luchan contra el imperialismo, ningún otro acontecimiento puede tener allí en política una trascendencia mayor" (51)
II, 4.- Fin del machadato y el ocaso de la I República.
Ni el apoyo del gobierno de Washington; ni la labor mediacionista de su enviado Summer Welles, envestida de ropaje diplomático; ni el rejuego politiquero de los partidos tradicionales, al que se suma el recién creado ABC, con poses de habilidoso figurante como revolucionario, que apenas encubre su ideología fascistoide; ni la propia carencia de una sólida unidad ideológica, entre las fueras opositoras, ni incluso sus lamentables carencias de lucida visión política de los sectores más progresistas, vinculados al Partido Comunista o el protagonismo del Directorio Estudiantil Revolucionario, lastrado por sus limitaciones estructurales y de prejuicios de clase, preñado de fatales vacilaciones, pudieron impedir, bajo el empuje arrollador del pueblo, con la espontaneidad movilizativa que otorga la hartura de abusos y atropellos, el fin del odiado régimen machadista. Un movimiento huelguístico de diversos sectores laborales, al principio aislados, confluyen, por el carácter vertiginoso de los acontecimientos, dada la agudización de la crisis tanto económico, política como social, en el estallido de una huelga general que obliga al tirano abandonar el país con la inmediata, justa y desbordante alegría que impulsa al pueblo a inundar las calles, prontamente acompañado por el caos, el pillaje y la materialización del odio apenas refrenado contra criminales, esbirros y cómplices de la dictadura.
El cumplimiento disciplinado por el Partido Comunista, de las directrices fijadas dogmáticamente por la Internacional Comunista, en su VI Congreso, en 1928, de la línea política de , sustituyendo la seguida por Lenin de de todas las fuerzas revolucionarias, le condujo a cometer serios errores, hasta su rectificación, en el VII Congreso, en 1935., por el de creación de los frentes populares de lucha contra el fascismo. Al respecto el veterano dirigente comunista Fabio Grobart valora años después como " de este nuevo carácter de la huelga no se percató inmediatamente la dirección del Partido y de la CNOC (Confederación Nacional Obrera de Cuba). Para ella la huelga siguió siendo la misma suma de aisladas huelgas económicas y de solidaridad, y por consiguiente creía que al ser ganadas las demandas, los huelguistas deberían volver al trabajo. No se dio cuenta de que la lucha contra Machado había entrado en su fase decisiva, ni de la firme disposición de los cientos e miles de trabajadores de no volver al trabajo mientras Machado continuase en el poder. Esa miopía política se refleja también en una errónea conclusión Esa conclusión consistió en que, ante la imposibilidad de que Machado fuese reemplazado inmediatamente por un gobierno revolucionario de trabajadores, la lucha de la clase obrera no serviría para ayudar precisamente a esa oposición a escalar el poder". (52)
Raúl Roa, testigo excepcional del fin del machadato, a lo que se le suma su reconocida valía como ensayista de aguda visión política escribe en 1948 su artículo 12 de agosto (de 1933). El relativo distanciamiento del hecho histórico, le otorga quizás cierta mesura, objetividad y singular riqueza al testimonio, sin renunciamiento a su compromiso revolucionario, lo que le otorga al mismo un valor singular.
"Mucho se ha escrito "…valora Roa " sobre el movimiento popular que puso término al torvo mandato de Gerardo Machado y que le alumbró nuevas rutas a la vida cubana; pero su historia—la historia que descentra, ilumina y aprehende–aún está por hacer. Se han publicado valiosas interpretaciones dispersas en folletos, periódico y revistas y algunos libros .Ninguno de esos libros alienta pretensiones mayores ni trasciende la óptica personal de su autor respectivo. Ninguno ofrece en consecuencia una perspectiva de conjunto del proceso revolucionario sistemáticamente elaborada la luz de un análisis histórico-sociológico, ni trasluce por parte alguna, el manejo a fondo de la cuantiosa documentación de primera mano existente Me ha venido todo esto a la mente al enfrentarme de nuevo con la histórica efemérides del 12 de agosto. Bien está, de todo punto, que la lección se precise y la condenación se renueve. Hay que recordar y difundir, en cada aniversario, aunque un émulo detentara el poder, que nunca tuvo la república gobernante peor
que Machado y que ningún otro dejó tan abominable memoria. Y es imprescindible dejar,, enérgicamente sentado, que nada de lo acontecido después lo justifica y redime, ni niega la vigencia del movimiento revolucionario, ni enturbia la pureza de sus ideales, ni arroja un saldo totalmente desfavorable en los objetivos propuestos. . No estamos aún, es cierto, ni a medio camino de la conquista y disfrute de nuestra liberación nacional y social, pero lo importante es que, a despecho de reveses, adulteraciones excrecencias, la voluntad de proseguir la marcha se mantiene firme y el entusiasmo encendido. Nunca se repetirá demasiado la sentencia de Martí: (de 1930, fecha del asesinato por la policía machadista del estudiante Rafael Trejo. N. del A.) salió heroicamente a la calle a disputar los destinos de Cuba al machadato y al imperialismo, lo que nada tiene que ver con la de León Trotsky ni con los mercaderes de la violencia que están chupando la ubre"
Para valorar posteriormente como " ninguna revolución se produce por generación espontánea. Un largo y oscuro camino de gestación precede a su estallido. Mucho antes de que cuaje la conciencia revolucionaria ya el conflicto material que la genera ha adquirido tensiones y polaridades extremas en la estructura subyacente de la sociedad. Un sumario recordatorio de la mediatización originaria de la república y de la supervivencia económica y social de la colonia, agravada por la creciente penetración del capital yanqui hasta adueñarse de las riquezas fundamentales del país y de sus determinaciones políticas, contribuiría a dar la clave del régimen de Machado y de la revolución popular que suscita,,," (53)
Diversas y no menos enjundiosas valoraciones se pueden recoger de investigadores y especialistas del tema, con mayor o menor acierto, agudeza o lealtad clasista o sectorial, para definir opciones más afines, se puede consultar la bibliografía. No obstante, en sus esencias se reiteran elementos medulares que le otorgan al período en general y a la llamada Revolución del 30, en particular una connotación de singular importancia en el seguimiento del decursar histórico de nuestra patria, que permita una mejor comprensión del contexto propiciatorio de los invalorables aportes de sus protagonistas más relevantes a los componentes ético-políticos que se incorporan al proceso, en ilimitado enriquecimiento, de la Ideología de la Revolución Cubana, que con sus premisas ya en construcción, gradual pero imprescindible, en los siglos XVI, XVII hasta últimas décadas del XVIII, alcanzan en el XIX y XX, un desarrollo y solidez considerable.
Las ideas generadas en la vorágine de hechos, pasiones, contradicciones y crisis, siempre enriquecedoras, tiene relativa culminación, en el marco de la Revolución del 30, la frontera transicional, entre la que optamos por llamar como I República (1902-1933), con sus yerros y virtudes, en el ámbito más general de la cultura, marcador definitorio del progreso social, incluido por supuesto el económico, a la que considero acertado denominar II República, soslayando términos peyorativos, que distorsionan la visión más objetiva de aquellos, que a la distancia del tiempo, amantes del magisterio de nuestra historia, intentan desentrañar sus realidades, despojadas de criterios clasificatorios, un tanto maniqueístas, entre buenos y malos o como se acostumbra designar, con más elegancia estilística, sus luces y sombras.
Es inobjetable que, ante tal cúmulo de experiencias, ideas, actitudes, conductas, procederes y motivaciones, afines o antagónicos, tanto individuales como colectivos, forjados en el periodo (1920-1933) se proyectan y vislumbran, hacia el futuro inmediato o mediato, en los próximos lustros, que optamos por delimitar, con fines meramente metodológicos, del 12 de agosto de 1933 hasta la promulgación de la nueva Constitución en octubre de 1940, eludiendo la fijación de barreras infranqueables entre unos y otros, sino hitos de una continuidad histórica.
Referencias y notas bibliográficas
(1) Radicalización del pensamiento revolucionario cubano. Del 20 de mayo de 1921 hasta el 12 de agosto de 1933 (derrocamiento dictadura machadista).
(2) Consultar bibliografía al final del trabajo.
(3) Roberto Whitney. Estado y Revolución en Cuba. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2010. Páginas 32 y 33.
(4) Publicado en el diario La Discusión, el 10 de diciembre de 1922. Ver: Hortensia Pichardo. Documentos para la historia de Cuba. Tomo III. La Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación; 2001. Páginas 108 a 110.
(5) La Protesta de los 13. Tomado de EcuRed. Ampliar en Ver: HP T III Página 116
(6) Ibídem. Página 196.
(7) Se puede consultar las partes I, II y III de este mismo trabajo, con igual título, en formato digital
(8) En: Carta a Enrique Serpa. Tomado de la obra de Ana Núñez Machín, Rubén Martínez Villena: hombre de su época. La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales, 1974. Páginas 357-358.
(9) Julio A. Mella. Documentos y artículos. Páginas. 95-98.
10) Rubén Martínez Villena en su escrito Límite de Ingenieros. En: Ana Núñez Machón. Rubén Martínez Villena, Hombre y Época. La Habana, Cuba. Editorial Ciencias Sociales, 1974. Páginas . 357-358
11) Enrique José Varona. En su escrito El imperialismo yankee en Cuba (1922). En: El imperialismo a la luz de la sociología. En: Isabel Monal y Olivia Miranda. Pensamiento cubano del Siglo XIX. Tomo I La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2002. Página 192
12) Declaraciones de E.J.Varona al "Diario de Cuba" de Santiago de Cuba, recogida en su edición del 28 de mayo de 1924.
13) Julio A. Mella, antiimperialista. Hortensia Pichardo. Tomo III. Obra citada. Página 255.
(14) Julio A. Mella en: Documentos para su vida. UNESCO. La Habana. 1964. P. 258.
(15) Revista Juventud. Marzo de 1924. Sección Nuestras entrevistas. La Habana, Cuba.
(16) Julio A. Mella. Escrito Lenin coronado. En. Documentos y artículos (1924). P. 87-88.
(17) En: Documentos y artículos. Obra ya citada. Editora Política. La Habana, 1975. P. 124.
(18) Julio A. Mella. Documentos y artículos. Obra citada. P. 407
(19) Hortensia Pichardo. Obra citada. Tomo III P. 324.
(20) Ver en la III parte de esta misma obra, con igual título (soporte digital): Capítulo III.- Un desenlace inevitable: la concientización. Epígrafe 3.1.- Las luchas del movimiento obrero en el período de 1902-1920.
(21) Valga como ejemplo el siguiente fragmento tomado de Wikipedia titulado Anarquismo en Cuba (soporte digital) donde se expresa como " los activistas anarquistas también centraron mucha de su energía hacia la preparación de la sociedad para la revolución social a través de la educación. Los anarquistas dirigieron escuelas infantiles para contrarrestar a las escuelas católicas y a las escuelas públicas, creyendo que las escuelas religiosas eran el anatema de sus ideas de libertad, y que las escuelas públicas eran demasiado a menudo usadas para inculcar ideas de "nacionalismo patriótico" y desanimar el pensamiento libre en los niños. En números de ¡Tierra!, un periódico anarquista semanal (publicado desde 1899 hasta 1915, sacando más de 600 números), los escritores denunciaron el requerimiento de la escuela pública de presentar lealtad a la bandera cubana, y animaban a enseñar a los niños que la bandera era un símbolo de "inclinaciones cerradas y divisivas". Los anarquistas alegaban que los estudiantes matriculados en dicha educación se convertirían en "carne de cañón" en un conflicto entre los líderes de los partidos liberal y conservador en 1906, que provocó la intervención y ocupación de Cuba por los Estados Unidos hasta 1909 "
(22) Al respecto Thalia Fung en su trabajo Pensamiento marxista en Cuba desde principios del siglo XX hasta la revolución de 1933 (soporte digital) valora como " Diego Vicente Tejera, socialista utópico, y Carlos Baliño, de convicciones marxistas, son los representantes más destacados de esas ideas. No obstante la incansable labor de divulgación de estos precursores, y sus intentos por dotar a los trabajadores de un partido clasista asentado sobre principios marxistas, las influencias ideológicas predominantes en el movimiento obrero durante las dos primeras décadas del siglo, fueron las del anarcosindicalismo y el reformismo. En la década del 20, según señala la generalidad de los historiadores cubanos, con el inicio de la crisis del modelo neocolonial en Cuba, se produce un renacer de la conciencia nacional que muy pronto adquiere un marcado carácter antimperialista. Esta, se manifiesta tanto en el movimiento obrero, como en los sectores más radicales de la pequeña burguesía, la intelectualidad y el estudiantado, muchos de cuyos representantes toman el camino del marxismo, contribuyendo a acelerar su difusión entre las masas populares. La fundación de la Agrupación Comunista de La Habana en 1923, y otras que se crearon en distintos lugares del país, desempeñaron un importante papel en la difusión del marxismo, mediante el establecimiento de relaciones con bibliotecas internacionales para la obtención de obras de los clásicos, y de otros autores revolucionarios; la distribución de prensa de partidos comunistas de otros países, de la Liga Antimperialista de las Américas, y la creación de su propio órgano de prensa, Lucha de Clases, en 1924".
(23) En: Instituto de historia del Movimiento Comunista y la Revolución Socialista de Cuba. El movimiento obrero cubano. Documentos y artículos. Tomo I. 1865-1925. La Habana, Cuba. Editorial Pueblo y Educación. 1977. P. 366-367.
(24) Ibídem. P. 343.
(25) Ibídem. P. 442.
(26) Raúl Roa García. En su artículo Tiene la palabra el camarada Mauser, publicado el 10 de julio de 1931 en Línea, órgano del Ala Izquierda Estudiantil. Tomado de: La Revolución del 30 se fue a bolina. La Habana, Cuba: Instituto del Libro; 1964. P. 13 y 14.
(27) José A. Tabares del Real. La Revolución del 30: sus dos últimos años. La Habana, Cuba: Editorial Arte y Literatura. Instituto Cubano del Libro; 1971. P. 141.
(28) Fernando Martínez Heredia. La Habana, Cuba: La Revolución Cubana del 30. Ensayos. Introducción. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2007. P. 3 y 4.
(29) Raúl Roa García. El fuego de la semilla en el surco. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2008. P. 7.
(30) Emilio Roig de Leuchsenring, Emilio."Análisis y consecuencias de la intervención norteamericana en los asuntos internos de Cuba". Revista Cuba Contemporánea. Num. 126. (1923): 140
(31) Emilio Roig de Leuchsenring. La Colonia superviva. Revista Cuba Contemporánea. Num. 144. (1924): 260.
(32) " El ascenso de Gerardo Machado a la presidencia en ese mismo año representa la alternativa de la Oligarquía frente a la crisis latente. El nuevo régimen intenta conciliar en su programa económico los intereses de los distintos sectores de la burguesía y el capital norteamericano, ofrece garantías de estabilidad a las capas medias y nuevos empleos a las clases populares, todo ello combinado con una selectiva pero feroz represión contra adversarios políticos y movimientos opositores. Pero, tras ese halo de eficacia administrativa, el gobierno intentó ponerle fin a los conflictos entre los partidos, asegurándoles el disfrute del presupuesto estatal mediante la fórmula del cooperativismo. Con el consenso que logró, Machado decidió reformar la constitución para perpetuarse en el poder. A pesar de las "mejoras" alcanzadas durante los primeros años de mandato, Machado no consiguió acallar la disidencia de los políticos excluidos, y mucho menos destruir el movimiento popular. Acosadas por los excesos cometidos por el régimen y el rápido deterioro de la situación económica bajo los efectos de la crisis mundial de 1929, estas fuerzas mostraron creciente hostilidad. Fue en los inicios de la década del 30 cuando empezaron a crearse las condiciones propicias para lo que sería el estallido revolucionario". Tomado de EcuRed: República neocolonial (Soporte digital)
(33) En: Robert Whitney. Estado y Revolución en Cuba. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales; 2010, P. 104.
(34) Ibídem. P. 117.
(35) Tomado de Hortensia Pichardo. Documentos para la historia de Cuba Tomo II (ya citada). Página 470.
(36) Ibídem. Página 473.
(37) Don Fernando Ortiz. En su artículo: Hay que salir limpio. Revista Bohemia No 40 edición del 19 de noviembre de 1940)
(38) Raúl Roa García. Fuego de la semilla en el surco. La Habana, Cuba: Editorial Ciencias Sociales: 2008. Páginas 9-10
(39) Ibídem. Página 41.
(40) Ibídem Página 69-70
(41) Publicado en el Heraldo de Cuba en su edición del 5 de octubre de 1923. Citado por Roa en su obra citada. Página 69-70.
(42) Diario El Universal, edición del 10 de octubre de 1923. Reproducido en la Obra de Roa, ya citada, Página 73.
(43) Obra ya citada de Roa. Página 76-77.
(44) Raúl Roa. Obra citada. Página 116. Publicado en el Heraldo de Cuba en sus ediciones del 2 y 15 de noviembre de 1924.
(45) Revista Venezuela Libre, titulado Hacia la Internacional Americana. Diciembre de 1925
(46) Raúl Roa. En: El fuego de la semilla en el surco. Ya citada. Página 151.
(47) Julio A. Mella. Documentos y artículos. Páginas 425 – 426 Julio.
(48) Ibídem. Página 427
(49) Hortensia Pichardo. Documentos para la historia de Cuba Tomo III (ya citada). Página 418.
(50) Rubén Martínez Villena. Poesía y prosa (ya citada). Páginas 236 y 237.
(51) Ibídem. Páginas 242, 243 y 247.
(52) A ese enfoque se opuso Villena, en el seno del CC del PCC desde el principio, hasta que prontamente fue rectificado. Consultar; Favio Grobart en su ensayo El movimiento obrero cubano de 1925 a 1933 reproducido por Roa en su libro, ya citado, El fuego de la semilla en el surco. Página 452)
(53) Raúl Roa. En su artículo 12 de agosto, escrito el 8 de agosto de 1948. Tomado de su libro compilatorio La Revolución del 30 se fue a bolina. La Habana, Cuba. Instituto del Libro. 1969. Páginas 265 a 269.
ANEXO 1) Julio César Guanche. Extraido de: http://www.rebelion.org/ 23 Enero 2006
"Para designar al régimen político que tuvo Cuba entre 1902 y 1958 se emplea, a modo de denominación, el término "República". No importa que una República se fundara en los campos de Cuba antes de 1902, que se redactaran cuatro constituciones y que una extensa tradición republicana —de Félix Varela a José Martí— formara parte del pensamiento político insular. Tampoco importa que la Constitución de 1976 consagrara una institucionalidad también republicana, estableciera la elegibilidad de todos los cargos públicos y el carácter popular del ejercicio del poder, ni que reformada en 1992 ensayara nuevas formas de sufragio y participación ciudadana. Para los cubanos "la República" sigue siendo lo que hubo en este país desde el 20 de mayo de 1902 hasta el 31 de diciembre de 1958. Lo demás son "las guerras independentistas" y "la Revolución". Ciertamente, nuestra historia republicana, enfrentada primero al parte aguas de una intervención militar y luego a una Revolución, está hecha de negaciones, de actos de refundación que construyeron su futuro como ruptura del pasado: El 20 de mayo de 1902 pudo consumarse "el nacimiento" de la República porque se obvió la ejecutoria mambisa; la Revolución del 30 generó una segunda República porque expulsó a un tirano —cancelando de paso las oportunidades futuras para las fuerzas políticas hasta ese momento tradicionales—, y abrió camino a los nuevos actores que se harían cargo del país; y la Revolución de 1959 alcanzó éxito porque reinventó la política ante el fracaso de la democracia y el republicanismo conocidos, que no pudieron pasar la prueba del hecho revolucionario. Cada nuevo momento reclamó así un nombre propio —y eludió los significados precedentes— como vía para demarcar su territorio.
No obstante, y más allá de esas negaciones sucesivas, existen otras razones para considerar que "República" es solo el decurso histórico que va de Tomás Estrada Palma a Fulgencio Batista. Esas razones nacen de una matriz común: la confrontación ideológica sobre el presente y el futuro de Cuba. En los polos extremos de ese enfrentamiento están quienes niegan al régimen revolucionario por "antidemocrático y dictatorial", reservan el término "República" para aquel pasado y lo consideran, con sus variaciones de luces y sombras, el paradigma de la política por restaurar, y están, del otro lado, quienes consideran aquella República solo como "corrupta y servil a los Estados Unidos", han terminado por transferirle las cualidades denostativas de "pseudo república" al concepto mismo de República y la consideran el paradigma de lo que no debe suceder para Cuba. En esta lidia, hasta ahora, hay solo una gran derrotada: la historia.
La República escapa con creces a los estereotipos y simplificaciones de sus apologistas o detractores. Si hubo dependencia política, corrupción y rutinas fraudulentas, también hubo movimientos culturales, tradiciones cívicas e instituciones públicas que adelantaron en el desarrollo de una conciencia nacional y ciudadana. Por otra parte, el énfasis puesto durante mucho tiempo en la sucesión de hechos políticos ha minimizado el estudio de la historia social y del tejido espiritual que animó los proyectos de vida de los cubanos en ese período. La sociedad civil de la época, con sus espacios de consenso y disenso hacia el orden constituido, tampoco ha sido analizada a profundidad!".
ANEXO 2) Congreso Nacional de Mujeres. EcuRed. Abril de 1923
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