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Gestión directiva frente al currículo nacional bolivariano en educación media (página 2)

Enviado por magaly castillo


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Ahora bien, aun cuando los tipos de planificación antes mencionados tienen orientaciones diferentes, en todos los casos, son toma anticipada de decisiones, las cuales produzcan efectos y consecuencias futuras. En otras palabras, es una evidencia del conjunto de pasos que debe realizar todo gerente educativo con el fin de planear el funcionamiento de la organización escolar, desarrollando una gestión basada en el conocimiento de la misma, así como el dominio de los enfoques gerenciales.

Organización

El logro de la eficiencia sólo es posible a través del ordenamiento y coordinación racional de todos los recursos, pues una vez formulados los objetivos en el proceso de planeación, es necesario determinar las medidas necesarias para lograrlos. Según Chiavenato (2009:137) la organización es el acto de organizar, estructurar e integrar los recursos y los órganos encargados de administrar así como establecer relaciones y atribuciones a cada uno de ellos. En ese sentido, organizar implica coordinar los órganos institucionales, definir la estructura de quienes deberán administrarlos, establecer la delegación de tareas mediante la diferenciación, definir los grados de autoridad y responsabilidad.

Asociado a este concepto, Gibson (2009:137) señala que la función de la organización incluye todas las actividades administrativas las cuales traducen las acciones planeadas requeridas en una estructura de tareas y autoridad. De acuerdo a lo anterior, la finalidad de esta función en las instituciones educativas es la existencia de una coordinación de sus miembros, cuyas acciones aseguren de forma sistemática un modelo de esfuerzo colectivo donde ellos puedan actuar con seguridad, estableciendo una función independiente de las personas o individuos pertenecientes a ella.

Al respecto, Melinkoff (2009:10) expresa "la organización es una función proyectiva de la empresa que se complementa con la dirección, pues solamente a través de ello es factible lograr el objetivo que por sí sola no alcanzaría". De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la organización es una función gerencial realizada por el directivo escolar mediante la cual este asigna a los componentes de su personal: profesores, personal administrativo, obrero, determinadas responsabilidades específicas según su relación jerárquica.

Por tanto, los directivos de las instituciones seleccionadas, deben dominar esta función gerencial, la cual propicia la conformación de un ambiente de trabajo predecible para su personal con el fin de facilitarles el cumplimiento de las labores asignadas. Así mismo, el directivo escolar debe organizar las distintas comisiones peri-escolares que funcionan en las escuelas con el propósito de lograr que cada miembro de ellas trabaje en beneficio de las metas comunes, lo cual significa agruparlos eficaz y eficientemente para alcanzar las metas propuestas.

Dirección

La dirección es una función gerencial dentro de la gestión directiva en las organizaciones educativas, con tal trascendencia, que algunos autores la consideran como sinónimo de administración, pues al dirigir es cuando se ejerce más representativamente la gerencia. De acuerdo con Koontz et al (2009:322) la dirección es el aspecto interpersonal de la administración, por medio de la cual los subordinados pueden comprender y contribuir tanto con efectividad como con eficiencia al logro de los objetivos de la institución. Por ello, se infiere que el directivo de una institución educativa tiene la responsabilidad de lograr el cumplimiento del trabajo, iniciar la acción, así como de informar al personal.

Asociado a este concepto, Martínez (2009:42) señala "la dirección consiste en motivar a los subalternos para que desempeñen una actividad y así lograr los objetivos de la organización, mediante el liderazgo y la toma de decisiones comunes". En concordancia con lo anterior, Soto (2009:38) plantea "la acción de la dirección es un proceso llevado a cabo para imprimir orden, hacer crecer la institución como sistema, asociándose con la planificación, la organización", concibiéndola como la función encargada de instrumentar el plan, usar los recursos organizados en operaciones, tanto reales como efectivas, para lograr los objetivos establecidos.

En ese sentido, Koontz et al (2009) señalan que la dirección:

Consiste en influir en los seres humanos para que contribuyan a la obtención de las metas de la organización y del grupo: se refiere predominantemente a los aspectos interpersonales de la administración, todos los gerentes están de acuerdo en que sus problemas más importantes surgen de los seres humanos (sus deseos y actitudes, su conducta como individuos y en grupos) y que los gerentes eficaces también necesitan ser buenos líderes. (p.19)

Al analizar la definición anterior, puede decirse que la dirección se asocia con motivar inspirar, comunicarse con el personal para una mejor comprensión, sentido de pertenencia, procurando disminuir el tiempo de respuesta y de procedimientos en beneficio de la organización. Por esa razón, es trascendental, en las instituciones educativas, por cuanto pone en marcha los lineamientos establecidos durante las dos primeras funciones: planificación, organización, para lograr conductas más deseables en el profesorado.

En ese marco de ideas, Méndez (2009:41) señala: "el proceso de dirección alude en sí conducir por parte de los administradores o gerentes a los miembros de la organización, con el objeto de ejecutar los planes de desarrollo y por consiguiente, alcanzar los resultados propuestos". Visto de esa forma, el directivo representa la máxima autoridad de las instituciones educativas, en consecuencia, debe poseer capacidad de liderazgo para hacerse obedecer, logrando la participación de todos los miembros en un clima de paz, armonía, respeto.

Control

El control es un proceso que ayuda a los gestores a realizar el seguimiento de la eficacia de su planeación, organización, dirección; la realización de informes, comparaciones, evaluaciones del avance constituyendo el fundamento para intervenir, hacer ajustes, replanear y aplicar medidas correctivas cuando se necesitan.

Por tanto, es una etapa primordial en la gerencia, pues aunque una institución cuente con magníficos planes, una estructura organizacional adecuada y una dirección eficiente, el gerente educativo no podrá verificar cuál es la situación real del plantel si no existe un mecanismo que cerciore e informe si los hechos van de acuerdo con los objetivos.

Lo anterior permite inferir que el control es un mecanismo aplicado para corregir desviaciones a través de indicadores cualitativos y cuantitativos dentro de un contexto social amplio, el cual es definido por Mouton (2009:601) como "la verificación de los resultados conseguidos en el seguimiento de los objetivos planteados en la organización". Puede concebirse entonces como el proceso realizado por los directivos de las organizaciones educativas para verificar si la ejecución de las acciones se corresponde con lo planificado.

Asimismo, Koontz et al (2009:32) definen el control como "la función de medir y corregir el desempeño individual y organizacional para garantizar que los hechos se apeguen a los planes". En las instituciones educativas, esta función le permite al director llevar un seguimiento sobre la actuación, así como el desempeño de todo el personal de las mismas.

De igual forma, este proceso permite al directivo controlar el avance de los miembros del plantel, sin entorpecer su creatividad, participación en el trabajo. Por ello, Ogliastri (2009:55) lo considera como una función gerencial que "facilita la delegación y el trabajo en equipo, ya que existe la tendencia contemporánea hacia la administración participativa, la cual también aumenta la necesidad de delegar autoridad y de fomentar que los empleados trabajen juntos en equipo".

Puede decirse que el control es la última de las funciones gerenciales básicas, permitiéndole al director conocer si se están cumpliendo las metas organizacionales mediante un seguimiento a las acciones a realizar por el personal, siendo su valor primordial su relación con la planificación y delegación de actividades, proporcionando el enlace fundamental el cual lleva de regreso a la planeación.

Elementos de la gestión directiva

La gestión directiva consiste en guiar a las divisiones de una institución hacia los objetivos fijados por cada una de ellas, mediante planes, programas concretos para asegurar el correcto desarrollo de las operaciones y de las actividades, posibilitando que sus miembros contribuyan al logro de éstos, controlando la correspondencia de las acciones con los planes diseñados para alcanzarlos.

En ese sentido, los procesos gerenciales también interactúan con otros aspectos, por cuanto éstos no son fenómenos aislados. Para Ivancevich (2009:182), esos procesos constituyen una relación de diversas características, porque el clima organizacional va más allá de las relaciones entre las personas, así como en los grupos.

Ahora bien, el gerente como líder de la institución, es el principal potenciador del recurso humano a su cargo para desarrollar la iniciativa y responsabilidad del trabajo en equipo, realizando de manera eficiente las acciones hacia el alcance de las metas. Dentro de ese contexto, Gibson et al (2009:5) definen la gestión directiva como "el proceso llevado a cabo por uno o más individuos para coordinar las actividades de otros, así lograr resultados que no serán posibles si un individuo actúa solo".

De allí que la gestión del directivo deba caracterizarse por ser participativa, integradora, transformadora, para conformar organizaciones flexible, abiertas al cambio, dando respuestas a las exigencias de la sociedad. De tal manera, en el ámbito gerencial se encuentran características, las cuales son el resultado de la gestión en las organizaciones educativas, definidas por Serna (2009:256) como aquellas "que permiten monitorear el comportamiento total de la organización en el cual los miembros interactúan en la toma de decisiones para la solución de problemas tomando en consideración la visión, misión, objetivos y los valores que comparten".

Desde esa perspectiva, la gestión directiva requiere de características específicas, debido a que los directivos deben mantener constantes relaciones con situaciones las cuales les obligan a tomar decisiones de manera continua. En ese sentido, la gestión directiva puede considerarse como el conjunto de tareas que realiza el gerente dentro de la organización para el logro exitoso de los objetivos y metas propuestas.

Por ello, la concepción de la nueva gerencia requiere de un directivo capaz de planificar, organizar, coordinar dirigir y controlar en atención a un trabajo en equipo, el cual conlleve a una mejor productividad del personal a través del ejercicio de las funciones inherentes a su rol en donde prevalezca la eficiencia, así como la eficacia para lograr una gerencia efectiva. En ese marco de ideas, Chiavenato (2009:389) señala: "El gerente eficiente hace las cosas de manera correcta, resuelve problemas, cuida los recursos, cumple con su deber, reduce costos, hace las cosas correctas, utiliza alternativas creativas, optimiza el uso de los recursos".

De igual manera, Koontz et al (2009:23) definen la gestión directiva como "el proceso de diseñar y mantener un ambiente en el que las personas trabajen juntas para lograr propósitos eficientemente seleccionados". En otras palabras, implica el desarrollo de una gerencia efectiva, es decir, donde las actividades se efectúen seleccionando para ello los empleados más aptos para ello, estimulándolos para la realización adecuada de las mismas. Asimismo, puede concebirse como la forma de ejercer dentro de la institución educativa, comprendiendo un conjunto de elementos, tales como: competencias, roles, liderazgo

Competencias del gestor educativo

De acuerdo con López (2009:347) las competencias se conciben como "la capacidad para dominar un campo determinado", es decir, es la idoneidad de un desempeño sobresaliente en una actividad determinada lo cual implica el conocimiento, habilidad, aptitud, motivación que se desarrolla en un campo particular, al aprender a tratar con tareas bien definidas y a dar respuestas efectivas, apropiadas para resolver problemas del ámbito o dominio de la misma.

Al respecto, Mitrani et al (2009:24) afirman que competencia "es una característica subyacente en una persona que está causalmente relacionada con una actuación exitosa en un puesto de trabajo". En ese sentido, se consideran capacidades complejas que poseen distintos grados de integración y se manifiestan en una gran variedad de situaciones en los distintos ámbitos de la vida humana, personal, social.

Desde esa perspectiva, puede decirse que las competencias asumen estructuras dependiendo del contexto donde se presentan algunas definiciones, con una construcción social de aprendizaje significativo y útiles para el desempeño productivo en una situación real de trabajo, la cual se obtiene no solo a través de la instrucción, sino también con medidas logradas mediante el aprendizaje por experiencias concretas de trabajo.

Por tanto, las competencias pueden definirse como la aptitud de un gerente para desempeñar sus funciones con base en los requerimientos de calidad específicos de su campo laboral. Esta aptitud se logra con la adquisición y desarrollo de conocimientos, habilidades, capacidades expresadas en el saber, hacer, saber hacer, es decir, la capacidad real para lograr un objetivo o un resultado en un contexto dado.

Al respecto, es pertinente entender que las competencias son comportamientos observables, pero también subjetivos en cuanto que la percepción de los mismos depende del observador, por tal razón, cuando se evalúan las competencias se requiere un procedimiento más cuidadoso que el de los objetivos. Ahora bien, la noción de competencia tiene muchas acepciones, pero todas ellas tienen cuatro características en común, las cuales según Tejeda (2011:77) son:

1. Toman en cuenta el contexto, el cual está constituido por un conjunto de situaciones reales en donde deben ejercerse las competencias.

2. Es el resultado de un proceso de integración de conocimientos, habilidades, actitudes necesarias para el dominio de las tareas y funciones requeridas en un determinado campo laboral.

3. Está asociada con criterios de ejecución o desempeño que siempre se establecerán previamente a la instrucción e identifican los indicadores de evaluación que determinan el éxito en el dominio de la competencia, en armonía con los requerimientos del trabajo.

4. Implica responsabilidad, el tiempo que tarde el gerente en alcanzar en dominio de una competencia depende de la gestión que haga del mismo.

En esa línea de pensamiento, Tobón (2009:80) define las competencias como procesos complejos que ocurren en los individuos para desempeñarse autocríticamente y lograr una transformación al realizar actividades, así como resolver problemas, a fin de avanzar en la autorrealización personal, aplicando procedimientos, estrategias, comprendiendo el contexto, teniendo tanto iniciativa como motivación.

De acuerdo con la definición anterior, la competencia es un conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes, disposiciones relacionada para facilitar el desempeño de una actividad en contextos relativamente nuevos y retadores. En el caso de la gerencia, este concepto es aplicable a aquellas características personales que deben poseer de manera general los líderes.

En este marco de ideas, Benavides (2008:22), define las competencias como la habilidad que tienen los individuos para negociar, tienen compromiso con el aprendizaje continuo, y su ambiente. Reconocen la necesidad por su organización de seguir aprendiendo, están focalizados en alcanzar metas, administran recursos de manera eficaz.

Asimismo, Cardona (2009:29) define las competencias como los comportamientos observables, habituales de las personas de desempeño excepcional, las cuales les permiten desarrollar su papel gerencial y ejercer adecuado liderazgo con las personas. Por su parte, Vásquez (2008:91) señala que estas deben reflejar la conducta necesaria para el futuro éxito de la empresa u organización.

Visto de esa forma, las competencias se refieren al desarrollo de personas o capacidad para emprender acciones eficaces para mejorar el talento y las capacidades de los demás. Al respecto, Marcano et al (2007:137) señalan que las competencias están asociadas a los componentes personales, los cuales se traducen en actitudes a desarrollar por el gerente a partir de las funciones que caracterizan su gestión. Para ello, Benavides (2008:32) proponen tres tipos de competencias: básicas, gerenciales.

1. Competencias básicas: Son consideradas por Benavides (2008:32) como una serie de características requeridas por los individuos que pueden generalizarse en una empresa, entidad, consorcio, sector o estado. Su finalidad se orienta al fortalecimiento de la identidad, considerando que nacen de las políticas y objetivos de la organización.

Desde ese punto de vista puede decirse que las competencias básicas son un conjunto de características personales, subyacentes en el individuo, relativas al rol social, imagen de sí mismo, actitudes y valores, rasgos de carácter, así como motivos, los cuales constituyen el componente menos visible del individuo.

2. Competencias laborales: Los gestores para desempeñar sus puestos de trabajo necesitan poseer competencias laborales, las cuales comprenden el conjunto de atributos personales que se aportan al trabajo o comportamientos para lograr un desempeño y eficiente. En ese sentido, se exhiben como la idoneidad para cumplir las tareas de una determinada ocupación.

En otras palabras, es una capacidad cierta para llevar exitosamente un trabajo de manera completa, no es una probabilidad de éxito sino una aptitud real demostrada. Implican la capacidad productiva del gerente que se define en términos de desempeño en un determinado contexto laboral, y no solamente de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, las cuales son necesarias pero no suficientes por sí mismas para un desempeño efectivo.

Desde esa perspectiva, las competencias laborales son aquellas características que diferencian un desempeño superior de uno promedio o pobre. Al respecto, Cerda (2009:71) expresa que una persona competente profesionalmente debe aplicar e integrar el saber, entendido como el conjunto de conocimientos aprendidos o adquiridos a lo largo de su formación; el saber hacer, o conjunto de habilidades y destrezas las cuales le permitirán aplicar los conocimientos procedimentales o técnicos de acuerdo al contexto donde esté ejerciendo su rol.

Asimismo, debe incorporar el hacer, que requiere de conocimientos teórico-prácticos, afectividad, compromiso, cooperación y cumplimiento, todo lo cual se expresa en el desempeño, también de tipo teórico, práctico o ambos; el saber estar, como la capacidad de integrarse en un grupo, aceptando, cumpliendo sus normas.

Puede decirse entonces que la competencia laboral es una manera de describir: a) Lo que una persona es capaz de hacer; b) la persona en la que puede juzgarse si lo que hizo está bien hecho; c) bajo qué condiciones la persona tiene que demostrar su aptitud; d) los tipos de evidencia necesarios para tener la seguridad de lo que hizo de manera consistente, con base en un conocimiento efectivo y no como producto de la casualidad.

Desde esa perspectiva, la OIT (Organización Internacional del Trabajo: 2009:s/p) señala que al referirse a competencia laboral es conveniente conocer las normas de la misma, las cuales son la expresión estandarizada de una descripción de estas identificadas previamente. Están conformadas por los conocimientos, habilidades, destrezas, comprensión, actitudes, identificadas durante la etapa de análisis funcional, para un desempeño competente en una determinada función productiva, por tanto permite describir:

1. La capacidad para obtener resultados de calidad con el desempeño eficiente y seguro de una actividad.

2. La habilidad para resolver los problemas emergentes en el ejercicio de la función productiva.

3. La destreza para transferir los conocimientos, habilidades que ya posee, a otros contextos laborales.

Estas normas, señala el autor mencionado, definen un desempeño competente contra el cual es factible comparar el desempeño observado de un empleado, detectar las áreas de competencia en las cuales necesita mejorar. Por lo tanto, las competencias laborales incorporan tanto acción como conocimiento, expresan la aptitud del gerente para desempeñar una misma función productiva en su ámbito laboral, es decir, consisten en la capacidad demostrable de transferir habilidades, resolver problemas y obtener resultados.

Visto de esa forma, los directivos que poseen competencias laborales, disponen de conocimientos, destrezas y aptitudes necesarias para ejercer la gerencia de la institución, a través de las cuales puedan resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible teniendo como consecuencia un profesional capacitado para colaborar con su entorno profesional, en la organización escolar.

Benavides (2008) define las competencias laborales o como:

…comportamientos competitivos específicos, frente a productos, servicios, ventas o posicionamiento, que hace referencia al uso y mejoramiento del desempeño personal en el manejo de recursos financieros, tecnológicos, de información, físicos, de sistemas y a la consolidación de duraderas relaciones interpersonales delegadas. (p.72)

Las competencias laborales implican la existencia de cualidades personales que permiten un desempeño idóneo y eficiente en un trabajo específico, su exhibición puede ser resultado de uno o más factores individuales. Entre ellos se hallan conocimiento, habilidades y destrezas, auto concepto, rasgos y temperamento, motivos y necesidades.

De acuerdo con Benavides (2008:74) las competencias laborales están orientadas a la competitividad sobrepasan las características expuestas de manera atomizada y hacen referencia más bien a la aplicación, la proyección o la transferencia que el individuo logra desplegar en su trabajo, siendo, por tanto, observables.

Por ello, se conciben como la capacidad productiva del gerente definida, medida en términos de desempeño en un determinado contexto laboral, no solamente de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes; las cuales son necesarias pero no suficientes por si mismas para un desempeño efectivo.

3. Competencias gerenciales: pueden definirse como la habilidad de los individuos para negociar, tienen compromiso con el aprendizaje continuo y su ambiente. Reconocen la necesidad por su organización de hacer aprendiendo, están focalizados en alcanzar metas, administran recursos de manera eficaz.

Con relación a lo antes señalado, Villasmil (2008:40) define las competencias gerenciales como el "conjunto de atributos personales visibles que se aportan al trabajo o comportamiento para lograr un desempeño idóneo y eficiente". Lo expuesto implica poseer los conocimientos, destrezas necesarias para desempeñar determinadas tareas o rol.

Asimismo, Vásquez (2009:90), expresa que las competencias gerenciales deben reflejar la conducta necesaria para el éxito de la institución escolar, las cuales deben ser acompañadas por otros factores clave como la misión, información, cultura. Por ello, es esencial el dominio de éstas por los gerentes educativos como una vía para lograr un desempeño apropiado.

Visto de esa forma, las competencias gerenciales de los directivos escolares se consideran como la habilidad para alcanzar las metas propuestas, sistematizar acciones y racionalizar recursos en las instituciones educativas con el apoyo de los profesores. En ese sentido, existen una serie de cualidades, comportamientos que reflejan cuando los gerentes educativos poseen competencias personales-profesionales, las cuales facilitan realizar acciones en su ámbito laboral, quienes en opinión de Davis et al (2009:11) poseen una visión clara de sus escuelas "animando a todo el personal a trabajar en la materialización de esa visión, pues poseen unas expectativas elevadas en cuanto al rendimiento del alumno como al trabajo del personal docente".

En ese sentido, las competencias gerenciales cubren los aspectos referidos al desarrollo de personas o capacidad para emprender acciones eficaces para mejorar el talento y las capacidades de los demás, teniendo en mente el bien de la organización escolar a largo plazo, trabajo en equipo, cooperación, es decir, la habilidad para lograr el trabajo conjunto del personal, por último, desempeñar el rol de líder del personal a su cargo.

Desde esa perspectiva, las competencias gerenciales permiten al directivo escolar tener una visión clara de lo que pueden ser sus escuelas, motivando a todo el personal a trabajar en la materialización de ésta, poseer expectativas elevadas del funcionamiento de su organización, por lo cual ofrece una retroalimentación constructiva positiva con el propósito de dar solución a los problemas y mejorar su institución.

Roles gerenciales del directivo

El rol del gestor educativo consiste, según Ariza (2008:28), en gestionar el sistema representado por la escuela a su cargo o la red escolar que coordina, a fin de satisfacer la demanda de los diferentes actores internos o vinculados a la institución, para contribuir a cubrir la demanda cuali-cuantitativa de educación. En este sentido, el autor sostiene "todo directivo al gerenciar la escuela aplica, de manera continua, en conjunto con los demás actores, el ciclo planificar-ejecutar-revisar-actuar".

La aplicación de este ciclo es el proceso directivo de la institución, a través del cual se planifica, organiza, dirige, controla y da seguimiento a la gestión escolar, optimizando la utilización de los recursos disponibles. Al respecto, Chiavenato (2009:132) refiere que la dirección en las organizaciones implica la administración eficiente de los recursos a través de los procesos operativos o administrativos mediante la cual se invierte para obtener un retorno en corto plazo, poniéndolos en práctica para obtener el éxito de la planificación realizada.

Ahora bien, según el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2005: s/p) el director como gestor de una organización educativa, es la persona idónea para velar por el bienestar de su plantel y hacer que se cumplan los objetivos previstos. En este sentido, las instituciones escolares ameritan personal capacitado para cumplir con cada una de las funciones directivas, estableciendo pautas para optimizar el servicio educativo que en ellas se ofrece.

Por ello, dirigir el personal docente de una institución para conseguir su óptimo desempeño pedagógico requiere la orientación del gerente quien debe ser una persona con capacidades, conocimientos, habilidades para orientarlo, logrando la excelencia educativa. Desde esta perspectiva, la gestión educativa debe procurar que los conocimientos, capacidades, habilidades de los docentes se desempeñen de manera óptima en el cumplimiento de sus funciones. Para el logro de lo antes expuesto, el gestor educativo de cumplir, según lo señala Martínez (2009:81) los siguientes roles: promotor de cambio, innovador, integrador de personal, productor, administrador, emprendedor.

1. Promotor de Cambio: Según Bass et al (2008):

El gerente educativo como agente de cambio, estimula en los docentes, esfuerzos para innovar, ser creativos favoreciendo la innovación de nuevos enfoques para la solución de problemas en la institución, así como en la práctica docente, lo cual propicia una optimización de su desempeño laboral. (p. 71)

Por tanto, el gestor educativo debe promover la participación de los profesores en los procesos productivos, así como también propiciar su desarrollo personal, profesional y social, considerando que el mismo se traduce en eficiencia además de eficacia de la educación, al promover tanto el cambio como el mejoramiento de su desempeño pedagógico. En ese orden de ideas, Stoner et al (2008), expresan que:

El gerente debe promover el cambio dentro de su organización, por cuanto su cargo requiere la habilidad de influir de manera decisiva en el personal de la misma, motivándolos a aportar ideas, así como ayudándolos a sentirse seguros de alcanzar los objetivos previstos. (p. 524)

Por lo anterior se deduce que el gestor educativo debe ser un individuo capaz de: generar cambios en las actitudes individuales y sociales, participar eficientemente en la promoción, desarrollo, cambios de las instituciones comunitarias, participar activamente en el proceso de transformaciones sociales, científicas, tecnológicas relacionadas con la acción educativa.

2. Innovador: Para Robbins et al (2008:229), la innovación es el "proceso de tomar una idea creativa, convirtiéndola en un producto, servicio o método de operación útil". Se infiere entonces que el gerente educativo debe conocer el proceso de innovación en las organizaciones y tomar medidas para alentarlo, promoviendo la creatividad de su personal, introduciendo ideas dentro del contexto de un entorno de apoyo.

Esta definición permite inferir que los gestores educativos innovadores, poseen: una amplia capacidad, habilidad para comunicarse, convicción en relación con sus ideas y una profunda visión lo cual estimula, anima e inspira a los profesores para realizar los cambios en su desempeño pedagógico en pro de la excelencia educativa.

3. Integrador de Personal: Según Bass (2010:36) "el gerente debe impulsar a sus empleados a trascender su interés propio por el del equipo, la organización o la alta política integrando al personal a su cargo en torno a una meta común". En ese sentido, el gestor al adoptar el rol de integrador de personal está en capacidad de reacondicionar toda la filosofía, sistema, cultura, desempeño de la organización que conduce.

Liderazgo del directivo

Los gestores educativos requieren orientar su acción hacia la ejecución de un liderazgo adaptado a las diferentes situaciones laborales para generar un ambiente donde todos los miembros puedan trabajar en armonía, intercambiando experiencias que posibiliten un mejoramiento de las relaciones humanas en sus instituciones.

Al respecto, Castillo (2009:32) concibe el director como gestor de una organización educativa, es la persona idónea para velar por el bienestar de su plantel y hacer que se cumplan los objetivos previstos. En este sentido, las instituciones escolares ameritan personal capacitado para cumplir con cada una de las funciones directivas, estableciendo pautas para propiciar la participación de todo el personal en las actividades subordinadas por él.

Por ello, dirigir el personal de un organismo para conseguir un óptimo funcionamiento requiere la orientación del gestor quien deberá ser una persona con capacidades, conocimientos y habilidades para administrar el personal que interviene en la institución, logrando el máximo de su utilidad. Desde esta perspectiva, la gestión directiva consiste entonces, en procurar que los conocimientos, capacidades y habilidades de los profesores se desempeñen de manera óptima en el cumplimiento de sus funciones. Asimismo, deberá establecer procesos conforme a los objetivos de la institución.

Al respecto, Gómez et al (2008:77) definen las habilidades como la capacidad del directivo para "hacer", razón por la cual las personas con esta cualidad se les conoce con el nombre de líderes, y su habilidad, por tanto consiste en encontrar el estilo adecuado para conseguir los fines de la organización a través de los miembros de la misma. Sin embargo, los estilos de liderazgo de los directivos en cada institución los lleva a actuar según piensan, lo cual es determinante para las relaciones humanas de la institución, pues establece el tipo de interacciones entre sus miembros.

En ese sentido, Chiavenato (2009:562) señala el liderazgo como "una influencia interpersonal dirigida a través del proceso de comunicación humana para la consecución de uno o más objetivos específicos". Asimismo, Stoner et al (2008:514) definen el liderazgo como "el proceso de dirigir e influir en los miembros del grupo para ejecutar acciones relacionadas con las actividades" asignándole cinco características esenciales:

– El liderazgo contiene la llave de un éxito futuro.

– Es una función de todos los participantes de la organización.

– Todos tienen capacidad de liderazgo y pueden ejercerla en diferentes momentos de la vida.

– El liderazgo es dinámico y está orientado hacia el futuro, preocupado por el progreso, el desarrollo, la excelencia.

– El liderazgo proporciona un sistema dentro del cual, el potencial humano puede liberarse de forma eficaz.

De acuerdo con lo anterior, un liderazgo asumido eficazmente crea condiciones óptimas en una institución para que todos los miembros puedan dar lo mejor de sí mismos, tradicionalmente, sobre todo, en las instituciones educativas donde el rol de gestionar recae sobre una persona, creando así organizaciones rígidas, donde las decisiones se toman en forma vertical y el hecho de dirigir, planificar, controlar, lo asumen en este caso, el director o el subdirector.

Por consiguiente, el liderazgo es considerado como un proceso que permite a la persona poseer una serie de características singulares, garantizando a la organización dirigida junto a un equipo de trabajo, el mejor aprovechamiento de los recursos humanos para elevar el nivel de competitividad y ser instituciones orientadas hacia la excelencia, más aún al tratarse de entidades educativas donde el producto es la formación del educando.

Currículo Nacional Bolivariano

El CNB (Currículo Nacional Bolivariano, 2007) forma parte del nuevo diseño curricular del sistema educativo venezolano. Se describe como un proyecto de gran envergadura debido pues está sustentado con datos históricos, pedagógicos, filosóficos, sociales, culturales, psicológicos, políticos, metodológicos, científicos y humanísticos que servirá de fundamento para la formación integral de niños, niñas, jóvenes, adultos, adultas quienes hacen vida académica en Venezuela, en cada uno de los subsistemas conformantes del presente mismo. El mismo está impregnado de valores tales como libertad, igualdad, fraternidad, justicia, paz, bien común, cooperación, unidad del continente americano, con los cuales se cimentó la independencia de Venezuela en el año 1811, fundándose así la Primera República.

Este currículo ha sido producto de una constante evolución que desde hace mucho tiempo se ha ido gestando en el Sistema Educativo venezolano, hacia la recuperación de sus ideales, la cultura, valores que, de alguna u otra manera, permiten la transformación necesaria en cada uno de los (as)ciudadanos (as) de Venezuela necesitan para optimizar su calidad de vida, plenamente. Al respecto, Lombera (2011) explica:

El modelo curricular que se presenta en la actualidad para transformar la educación en el país busca generar un cambio en la sociedad, a partir del cambio de conciencia de los ciudadanos, formando nuevos ciudadanos republicanos y republicanas, socialistas, solidarios, cooperativos, corresponsables de su actuar en comunidad, libres de pensamiento y acción, capaces de generar nuevas soluciones a los conflictos y problemas (p.12)

De acuerdo con la opinión anterior, el CNB tiene la finalidad de transformar la sociedad venezolana a partir de un cambio radical en la educación donde la formación del (a) ciudadano (a) está dirigida a la consolidación del nuevo (a) republicano (a) construyendo de esa manera la nación socialista propuesta en el Plan de la Patria 2012-2021.

De esa manera, el CNB (2007:52) se basa en un conjunto de principios que definen su carácter, orientando sus objetivos principales los cuales plantean la necesidad de generar cambios radicales en las políticas educativas relacionadas con aspectos idiosincráticos, históricos, políticos para la formación del (la) nuevo (a) republicano (a) que requiere la sociedad actual. Se describe como un proyecto de gran envergadura sustentado con datos culturales psicológicos, metodológicos, científicos, humanísticos. En esencia, éstos son:

– Unidad en la diversidad: la flexibilidad de la construcción curricular bolivariana permite la contextualización regional enfatizando el reconocimiento de la diversidad de sujetos y espacios culturales.

– Flexibilidad: el CNB está centrado en la valoración sistémica de su puesta en práctica, lo que posibilita los ajustes pertinentes de acuerdo al contexto, como producto del trabajo colectivo, partiendo del ejercicio de una democracia participativa y protagónica de los actores sociales comprometidos en el proceso educativo.

– Participación: el CNB favorece, propicia el análisis, reflexión, toma de decisiones, participación en todos los espacios educativos, familiares y comunitarios.

– Interculturalidad: el CNB se construye tomando en cuenta las características, así como realidades existentes en cada localidad, municipio o región, asumiendo la diversidad de pueblos, comunidades indígenas y afrodescendientes en un plano de igualdad, como componentes de la nacionalidad venezolana, así como la relación entre las diferentes culturas.

Equidad; el CNB garantiza la inclusión de la población venezolana, en igualdad de oportunidades y condiciones a una educación integral, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación, aspiración.

– Atención a las diferencias y desarrollos individuales: la concepción del ser humano asumida en el currículo, implica que el proceso educativo se desarrolla de acuerdo con las potencialidades, necesidades e intereses individuales; así como conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, aptitudes, valores de cada sujeto.

– Formación en, por y para el trabajo: el CNB asume la educación como un proceso orientado hacia una formación integral, que permite explorar las actitudes y aptitudes, orientación vocacional, habilidades, destrezas, motivaciones, basadas en la incorporación al trabajo productivo, liberador, su valoración ética, como tarea dignificante para mejorar la calidad de vida.

– Integralidad: el CNB desarrolla todas las esferas de la personalidad de los (as) estudiantes, formándolos (as) para la vida, abarcando para ello todos los saberes otorgándole valor al trabajo. Destaca además, los grandes valores universales, así como un profundo sentimiento nacional donde se toma en cuenta la cultura popular, tradiciones, costumbres venezolanas, latinoamericanas, caribeñas.

Se infiere que el CNB plantea un conjunto de líneas orientadoras hacia las cuales debe dirigirse la planificación didáctica, así como la práctica pedagógica y directiva de todas las instituciones educativas en sus distintos niveles, modalidades con la finalidad de formar al republicano (a) que la patria socialista reclama, necesita.

Componentes de la planificación para la educación media general

El nivel de educación media general tiene como objetivo continuar el proceso formativo del estudiante iniciado en los niveles precedentes, con una duración de cinco años, constituyendo el tercer nivel educativo. Según el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007) la planificación educativa es:

Un proceso continuo y sistémico de construcción colectiva; en el cual participan y se involucran, todas las personas que interactúan y hacen vida en la escuela, tales como: los miembros de la Comunidad Educativa (directivos, docentes, estudiantes, administrativos, obreros, miembros del Consejo Comunal) para determinar los fines de la escuela y su concreción pedagógica, sobre la base del análisis de los documentos legales que orientan las políticas educativas (p.2)

Según la definición anterior, la planificación que se debe llevar a cabo en las instituciones de educación media general es participativa, construida colectivamente en consenso por todos los miembros del colectivo escolar, con base en sus necesidades, expectativas, pero considerando las orientaciones legales del CNB.

Al respecto, De Vita (2009:7) señala que toda enseñanza debe encararse como proyecto compartido en un marco institucional, considerándola eminentemente didáctica pero requiriendo de acuerdos institucionales. Por tanto, al ser producción colectiva implica un soporte escrito, exteriorizable, discutible, el cual permita a la vez documentar la historia pedagógica de la institución y los aprendizajes, su memoria, así como su identidad.

Por su parte, Alvarado et al (2011:12) señalan que la planificación es una herramienta técnica para la toma de decisiones, la cual tiene como propósito facilitar la organización de elementos orientadores del proceso educativo. Implica entonces, asumir posiciones, tomar decisiones anticipadas para proyectar objetivos, recursos alcanzando de esa manera los fines y propósitos, eficaz, eficientemente.

Vista de esa forma, la planificación para la educación media general debe ser el resultado de un proceso donde se analicen, diseñen e implementen acciones y actividades dirigidas a lograr el resultado pedagógico deseado a través de la implementación definitiva del CNB. En ese sentido, Maldonado et al (2009:13) la consideran como el instrumento a través del cual el profesor reflexiona, prevé actividades, experiencias, recursos, diseña ambientes de aprendizaje para lograr la construcción de conocimientos por sus estudiantes.

Se infiere que es fundamental la planificación escrita por parte del profesor de educación media general, donde especifique de manera clara, precisa los objetivos a lograr, los contenidos correspondientes, procedimientos de evaluación según los criterios propuestos en el CNB pues este registro le permite revisar con frecuencia los logros alcanzados por sus estudiantes, así como al directivo verificar si se está cumpliendo con los requerimientos de dicho currículo. En las instituciones de educación media general se deben realizar los siguientes tipos de planificación: PEIC (Proyecto Educativo Integral Comunitario), PA (proyecto de aprendizaje), PDE (proyectos de desarrollo endógeno).

Proyecto educativo integral comunitario

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sustenta una política de Estado destinada a orientar y consolidar el proceso de transformación de los diferentes sectores involucrados en el desarrollo económico y social de la nación. Para ello es necesario generar alianzas estratégicas con los diferentes actores de la sociedad a través de una cultura de participación, una visión compartida y la formación de un ciudadano que con su acción constituyan las bases de una nueva sociedad multiétnica y pluricultural en el espíritu de la interculturalidad.

De esta forma, el Proyecto Educativo Integral Comunitario se fundamenta en una concepción holística y específica del hecho educativo, donde se analizan las necesidades y aspiraciones sentidas por el colectivo que conforma el plantel y su entorno, para luego generar alternativas que permitan el mejoramiento de la calidad de la educación como un hecho de significación social.

A través del intercambio de saberes entre los profesores, estudiantess, padres, representantes, comunidad en general se persigue generar estrategias que surjan del propio medio educativo en el marco de la corresponsabilidad, cooperación, creando espacios de discusión con una visión de equipo, donde todos (as) aporten, reciban información, en aras de lograr consensos para el diseño, ejecución, evaluación de las acciones propuestas; particularmente tomando en consideración nuestras modalidades históricas, culturales de solidaridad colectiva, en atención a las culturas indígenas y rurales.

Según Pachano (2009:70) es un plan de trabajo de relativa importancia que busca dar solución a una problemática o las necesidades con el fin de favorecer el proceso de enseñanza aprendizaje, en cuya planificación y ejecución, deben participar e involucrarse el mayor número de personas de la comunidad en la cual se encuentra ubicada una institución educativa determinada.

En otras palabras, el PEIC es un proceso de construcción, que parte de la realidad del entorno social, orientado hacia la búsqueda de un nuevo modelo de sociedad, en el cual se otorga un papel protagónico a la institución escolar, la familia y la comunidad como factores fundamentales. En esa línea de pensamiento, AVEC (Asociación Venezolana de Escuelas Católicas, 2005:33) señala que el PEIC permite lograr mejores resultados académicos y resolver directamente problemáticas ligadas con el aprendizaje; contribuye a cualificar la organización institucional en aspectos, tales como las formas de comunicación, los procedimientos, las tomas de decisión, la aplicación de las normas de convivencia.

Asimismo, señala el autor mencionado, exige de la educación una tarea protagónica en la formación de valores para avanzar hacia un nuevo hombre, comprometido con la transformación social del entorno donde se desenvuelve. Ahora bien, El PEIC surge para dar respuesta a lo expresado en la Carta Magna, la cual sustenta una política de Estado donde se plantea la formación de un (a) ciudadano (a) con principios, virtudes, valores de cooperación, solidaridad, convivencia, unidad e integración, que garanticen la dignidad y el bienestar, tanto individual como colectivo, así como orientar, consolidar el proceso de transformación de los diferentes sectores involucrados en el desarrollo económico, social de la nación.

Por tanto, el PEIC se constituye en el escenario de la institución educativa, el cual tiene como fundamento la formación integral del sujeto-ciudadano, como artífice de su propio desarrollo, en el contexto de una democracia participativa, protagónica con equidad social. En ese sentido, plantea una nueva escuela comunitaria, donde trasciende la participación, como consenso hacia la humanización de la corresponsabilidad y solidaridad de todos los actores involucrados en el quehacer educativo para lograr el bienestar social, mediante la discusión, la reflexión y el diálogo.

Desde esa perspectiva, el PEIC, es esencial para el desarrollo de la planificación educativa en el Sistema Educativo Bolivariano, la cual es definida por el Ministerio del Poder Popular para la Educación (2007) como:

…un proceso continuo y sistémico de construcción colectiva, en el cual participan e involucionan todas las personas que interactúan y hacen vida en la escuela (miembros de la comunidad educativa: directivo, docentes, estudiantes, administrativos, obreros, miembros del Consejo Comunal) para determinar los fines de la escuela y su concreción pedagógica (…), con el propósito de organizar, diseñar, implementar, direccionar, coordinar, evaluar y sistematizar acciones y actividades que permitan el desarrollo del proceso de aprendizaje garantizando la transformación y la apertura de la comunidad en el quehacer de la escuela al proyectar su acción social y pedagógica en el proceso de formación de la ciudadanía, así como la consolidación de una educación liberadora y emancipadora. (p.1)

De acuerdo a lo antes señalado, el PEIC es la base de la nueva planificación educativa donde deben involucrarse todos los actores educativos, por cuanto éstos son los beneficiarios del proceso educativo escolarizado, al ser sus hijos o representados sujetos del derecho a la educación. Por tanto, es indispensable considerar a los padres/representantes como actores comprometidos en la vida escolar, así como en las gestiones de apoyo al desarrollo de actividades que coadyuven pertinentemente al logro de una educación de calidad.

Proyectos de aprendizaje

Los proyectos de aprendizaje pueden entenderse como un medio y una estrategia para la construcción del conocimiento por parte de los estudiantes, con el acompañamiento docente, así como el apoyo de la comunidad para el logro de un aprendizaje significativo. En ese sentido, Esté (2010:41) señala que éstos deben permitir la relación del conocimiento con la realidad del estudiante, generando en él, un compromiso afectivo necesario para su participación responsable en la apropiación de saberes.

Ahora bien, planificar un proyecto de aprendizaje según las expectativas de los estudiantes requiere considerar sus estructuras: contenidos, métodos, técnicas, recursos, entre otros. Al respecto, el CNB (Currículo Nacional Bolivariano, 2007:66) señala: "los proyectos son considerados como una forma de organización del aprendizaje en que los maestros, maestras, estudiantes y familiares buscan en conjunto solucionar una problemática de su interés, preferiblemente con la relevancia social mediante un proceso activo y participativo".

Al analizar la definición anterior se afirma que, el proyecto de aprendizaje parte o tiene relación con los proyectos educativos integrales comunitarios porque consideran el diagnóstico del plantel e incorporan actividades relacionadas con los problemas pedagógicos, sociales, culturales, detectados en la institución escolar o comunidad, a objeto de contribuir a la mejora de la calidad de la educación.

Al respecto, Jiménez (2008:34) expresa que el proyecto de aprendizaje debe ser concebido y desarrollado desde los principios que caracterizan el concepto de globalización considerado en una doble perspectiva: (a) La globalización como una opción integradora de los contenidos de enseñanza, (b) la globalización como una opción metodológica en la que todos los procesos de enseñanza y aprendizaje giran en torno a la realidad, las experiencias, así como las necesidades de los educandos.

Entre las funciones y finalidades del proyecto de aprendizaje, el Ministerio del Poder Popular de la Educación (2007:12) señala:

a. Desarrollar las prácticas pedagógicas a partir de situaciones reales.

b. Integrar, a través de los espacios, la escuela y la comunidad.

c. Resolver necesidades existentes en los planteles y comunidades a partir del abordaje pedagógico.

d. Promover la investigación de los autores y actores del hecho educativo.

e. Resaltar la identidad socio cultural, partiendo del contexto local.

f. Formar individuos capaces de resolver problemas de su entorno.

g. Promover el desarrollo endógeno.

h. Activar la inserción ideológica y filosófica como parte de la formación de nuevos republicanos.

Puede decirse entonces que, el proyecto de aprendizaje consiste en un enfoque pedagógico, el cual debe contemplar la atención a la diversidad del alumnado como eje central cuyo aprendizaje se origina, fundamentalmente, en la medida que este actúa, se pregunta, reflexiona de acuerdo con sus características personales. De ello se desprende que el profesor debe tener claridad sobre cómo se produce el aprendizaje, para alcanzar un desempeño pedagógico donde el ser, saber hacer, convivir se conjuguen para cumplir con el modelo de desarrollo concebido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Proyectos de desarrollo endógeno

El Ministerio del Poder Popular de la Educación (2007) señala que el proyecto de desarrollo endógeno:

Tiene como fin la participación de manera integrada de todos los actores en el proceso educativo…, quienes a partir de la realidad implementan diferentes acciones para su transformación; es decir, impulsan a las y los jóvenes desde su propio contexto, tomando en cuenta los aspectos socio-ambientales de la comunidad, de tal forma que contribuyan con el desarrollo endógeno local, regional, nacional, latinoamericano, caribeño y mundial (p. 66).

Desde esta perspectiva, el liceo como centro del quehacer comunitario debe participar activamente en el proceso de desarrollo local sustentable, sostenible, impulsando para ello proyectos que utilicen el potencial productivo y promuevan el ajuste progresivo del sistema económico local/regional, respondiendo a los requerimientos de la producción material desde una perspectiva humanista/cooperativista, donde se privilegie lo nacional, los recursos sean producidos, utilizados de manera sustentable satisfaciendo las necesidades propias de la comunidad.

En este sentido, el profesor para realizar la aplicación del proyecto, las acciones deben centrarse en los principios de las teorías relacionadas con la acción social. Asimismo, dirigirse en el contexto de la orientación filosófica donde la sociedad demanda una nueva concepción del proceso educativo, orientado por un modo de vida que centra su empuje hacia el desarrollo del equilibrio social, considerando para ello la aplicación de una investigación acción participativa.

La investigación acción participativa se puede considerar como una reflexión teórica metodológica, un método de acción política, procesos regidos, según Galindo (2010:50), por los siguientes criterios: autenticidad, compromiso del investigador con los intereses de la comunidad. De esa manera, es una estrategia metodológica para involucrar al colectivo en el conocimiento y solución de sus problemas, así como una práctica social cuyo sentido, finalidad es la transformación social desde un interés emancipatorio o liberador.

Como práctica, la investigación acción participativa asume ciertos presupuestos ideológicos como: a) la neutralidad valorativa no es una para los seres humanos; b) el investigador expresa sus valores que guían su trabajo; c) el compromiso de éste es con las personas investigadas; d) los procesos de intervención e investigación son simultáneos e inseparables.

Al respecto, Iñiguez (2011:75) señala que los supuestos básicos son: a) las personas construyen la realidad en la cual viven; b) las comunidades y los grupos en las cuales se inserta la acción investigadora tienen su propio desarrollo cultural e histórico, es decir, preceden a/prosiguen después de la investigación; c) la relación entre investigador-personas de la comunidad ha de ser horizontal, dialógica, donde el diálogo es a la vez una categoría tanto social como epistemológica.

Asimismo, el autor menciona los siguientes supuestos: d) toda comunidad dispone de los recursos necesarios para su evolución, transformación; e) la investigación es propiedad de las personas investigadas; f) quien investiga ejerce un rol de persona inserta en la localidad; g) el proceso debe romper la relación de dependencia intelectual sustituyéndola por un modelo horizontal con las personas involucradas.

Por tanto, la investigadora opina que los proyectos de desarrollo endógeno deben partir de una investigación acción participativa, la cual pretende producir conocimiento, acciones útiles para un grupo de personas; por otra, empoderarlas/ capacitarlas a través del proceso de construcción, utilización de su propio saber a través de la reflexión sobre la acción de las personas y comunidades.

Estructura del Currículo Nacional Bolivariano

El Currículo Bolivariano fue concebido mediante un trabajo grupal, formado por expertos en la materia, así también por información recabada de congresos, encuentros, talleres, entre otros. De igual manera, está centrado en los pensamientos de ilustres personajes que dejaron huellas imborrables en Venezuela y América, tales como: Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Ezequiel Zamora, Simón Rodríguez, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Belén Sanjuán, Paulo Freire y José Martí, entre otros.

El mismo, señala el Ideario Bolivariano (2012:20) está impregnado de valores tales como la libertad, la igualdad, la fraternidad, la justicia, la paz, el bien común, la cooperación, unidad del continente americano, con los cuales se cimentó la independencia de Venezuela en el año 1811, fundándose así la Primera República. Por tanto, el CNB ve la educación para formar la nación y estimular su participación protagónica en la sociedad.

De esa manera, acota el autor mencionado, el CNB no acepta la exclusión ningún grupo social. Todos los (as) venezolanos (as) deben tener la misma posibilidad de estudiar, independientemente de su estatus social y etnicidad. Al respecto, Beltrán et al (2009:184) señala que el CNB retoma la tesis del Estado Docente, entendiendo por ello, la filosofía donde compromete a Venezuela a orientar su educación desde la perspectiva ideológica sobre la cual se fundamentan sus instituciones, orientada a la superación de la tradición excluyente, clasista, sexista, racista, eurocéntrica, judeocristiana característica del sistema educativo tradicional desde tiempo de la colonia, fundamentada en la racionalidad occidental surgida a raíz de la modernidad.

Lo antes expuesto pone de manifiesto la presencia de un proceso constructivo de un nuevo saber, cuyo cimiento es el sujeto, un conocimiento construido desde una perspectiva ética. Para ello, señala el MPPE (2007), se hace necesario:

…trascender la enseñanza magistral o expositiva, transformándola para la elaboración en colectivo y considerando el contexto histórico y cultural: así como desaprender procesos de construcción de saberes individualistas y fragmentados, lo que implica un cambio de actitud, mentalidad y estructura de pensamiento que haga al nuevo republicano y la nueva republicana seres capaces de hacer frente a la complejidad de este mundo cambiante e intercultural. (p.43)

Visto de esa forma, el CNB busca articular los parcelamientos disciplinarios quebrados por el pensamiento disgregador, a fin de construir un conocimiento multidimensional opuesto a la supremacía de una ciencia sobre cualquier otra. Se trata, en principio, del reconocimiento de los lazos existentes entre las entidades que el pensamiento del estudiante debe necesariamente distinguir, pero no aislar entre sí. Para la presente investigación se asume como estructura de este documento, las orientaciones organizativas y funcionales.

Orientaciones organizativas

Las orientaciones organizativas del CNB se identifican con la acción y no con la planificación; está relacionada con las actividades, los recursos, capacidades disponibles en la institución. Atendiendo a estas consideraciones, según David (2008:34), son procesos encaminados a la consecución, mantenimiento de una ventaja competitiva que permita a la institución continuar en el mercado.

En relación a estas afirmaciones Garrido (2008:99), plantea; las orientaciones organizativas, son la formulación, ejecución y evaluación de acciones que permitirán a la institución lograr sus objetivos, de esta manera ser proactiva en vez de reactiva. Como la dirección estratégica no es una ciencia, sino un saber; se trata entonces de obtener, organizar la más veraz información cuantitativa, cualitativa, para facilitar la toma de decisiones.

Vinculado al concepto anterior, Frances (2010:109), señala que las orientaciones organizativas representan, un enfoque objetivo, sistemático para la toma de decisiones en una organización y plantea la necesidad de considerar la realidad de ésta, la cual difiere de otras en cuanto a factores humanos, económicos o ambientales, involucra un enfoque sistemático el cual expresa la necesidad de sumar las partes que funcionan independientemente o conjuntamente para lograr que las funciones del gestor educativo logren los resultados expresados. Para la presente investigación se asumen las siguientes: Principios, ejes integradores

1. Principios del Currículo Bolivariano: la construcción curricular del sistema educativo bolivariano se presenta a partir de un conjunto de líneas orientadoras, guiado a su vez por principios que definen su carácter. Al respecto, Acosta (2012:54) señala que éstos son el conjunto de conocimientos teóricos, habilidades, destrezas, actitudes aplicados por el docente en el desempeño de su función en correspondencia con los requerimientos pedagógicos, técnicos, exigidos para alcanzar un adecuado desempeño.

Dentro de ese contexto, los principios del CNB se consideran como metas, fines, objetivos que generan conductas en los docentes, estudiantes con relación a sus pares. En ese sentido, Kohlber (2012:55) los explica como aquellas aperturas generales abstractos como la justicia, bienestar social, igualdad de derechos humanos, respeto por la dignidad de los (as) ciudadanos (as) individuales.

a. Flexibilidad: está centrado en la valoración sistémica de la praxis educativa, permitiéndole ajustar la realidad del contexto donde se desarrollan los aprendizajes y es producto del trabajo mancomunado. Por su naturaleza, el currículo flexible presenta características que satisfacen ampliamente los requerimientos curriculares de la educación, ya que en su espectro constituye una organización académico-administrativa dúctil, cambiante, que promueve el flujo, la interacción, el autoaprendizaje, la incorporación de transformaciones y el aprovechamiento de los recursos. En este sentido, Pulido (2012), señala:

El currículo flexible se basa en el principio de que la educación debe centrarse en el aprendizaje de formas y métodos de pensamiento e investigación, bajo un enfoque holístico que rescate y ponga en práctica la formación integral y autónoma del estudiante, contando para ello con la participación directa y activa de éste en el diseño de su plan de estudios y en los procesos formativos o educativos que ello implica, promoviendo el desarrollo humano, la formación integral, el ejercicio investigativo, la construcción de conocimiento, la construcción socio-cultural y el trabajo interdisciplinario como formas didácticas idóneas". (p.1)

Partiendo de lo expresado, la investigadora infiere que el CNB busca la formación integral del educando, permitiéndole participar abiertamente en el desarrollo de la planificación de actividades establecidas en el aula, promoviendo la investigación, la construcción de sus propios conocimientos y su desarrollo humano.

b. Participación: se entiende como la intervención del individuo o grupo de personas en la discusión y toma de decisiones que les afectan para la consecución de objetivos comunes, compartiendo para ello métodos de trabajo específico. Al respecto, Gento (2009:102), señala: "la participación es la autonomía institucional de una escuela que debe entenderse como la toma de decisión y no sólo como el establecimiento de canales multidireccionales de comunicación y consulta".

En otras palabras, la participación implica la posibilidad de incidir, decidir, opinar, aportar y disentir. Por ello, al hablar de participación, es necesario remitirse al tema del poder, pues para participar se debe contar con el poder para que la voz de quien habla tenga un status, el cual le permita ser escuchada, cuyas ideas, opiniones, acciones tengan la posibilidad de influir.

En ese sentido, la OREALC (Organización Regional para la Educación de América Latina y el Caribe, 2009:12), plantea que la participación significa, hacerse parte de los problemas y desafíos enfrentados por la institución educativa, actuando proactivamente para su solución. Es decir, la participación plena solo se da cuando las personas participan en el liceo en la toma de decisiones y se permite ponerlas en acción, lo cual en definitiva significa tomar parte activa, asumiendo la responsabilidad en cada fase que afecte la situación. Ésta es una actividad desarrollada en las organizaciones educativas con el propósito de estrechar las relaciones intergrupales, aumentar la cohesión, estimular el interés para escuchar y enfrentar los problemas que confrontan tanto el liceo como el colectivo.

c. Equidad: una educación de calidad debe ofrecer los recursos y ayudas para garantizar que todos los (as) estudiantes, de acuerdo a sus capacidades, alcancen los mismos niveles de desarrollo, aprendizajes posibles. Comprende a su vez los principios de diferenciación e igualdad, pues tan solo una educación ajustada a las necesidades de cada uno asegurará a todas las personas las mismas oportunidades de hacer efectivos sus derechos, alcanzando los fines de la educación en condiciones de igualdad.

Según García (2009:32) se identifican tres posturas ideológicas para definir la relación entre la calidad y la equidad educativa: liberal, plantea la equidad como un factor que merma la calidad, pues no es posible alcanzar la excelencia para todos sin disminuir la calidad y ofrecer un peor servicio educativo, por lo cual se propone a la competitividad como el medio para su logro.

La segunda postura, igualitaria, implanta la regulación centralizada del sistema para otorgar recursos compensatorios de la situación original de cada institución, sin aceptar la idea de que cada uno tenga proyectos propios, los cuales faciliten el alcance de estos recursos de forma autónoma.

Una tercera postura, pluralista, sostiene la idea de la equidad, en el sentido de brindar educación de alta calidad para todos, pero brindando las oportunidades necesarias a cada institución para desarrollar proyectos los cuales le permitan desarrollarse. Se interpreta entonces que la orientación igualitaria es la manejada desde el Sistema Educativo Venezolano, con el propósito de terminar con las diferencias encontradas en las diferentes regiones del país.

En ese sentido, la equidad es sensible a las diferencias de los seres humanos por tanto, para garantizar igualdad de oportunidades, es necesario apoyar con mayores recursos a los grupos más vulnerables. Este principio establece que las desigualdades existentes no son permisibles si no contribuyen al beneficio de los menos aventajados.

d. Integralidad: Este principio plantea la formación del educando para la vida, tomando en cuenta para ello el fortalecimiento de valores universales que contribuyan a preservar las costumbres venezolanas, latinoamericanas y del Caribe. Según Esté (2009:56) es "cohesionador, vincula a los diferentes miembros (directivos, docentes, estudiantes, padres, representantes, comunidades locales, entre otros) para lograr los objetivos organizacionales".

Esta característica se asocia con el grado en el cual se fomentan las relaciones entre los miembros del colectivo, las cuales deben funcionar de manera coordinada e interdependiente una de otra. Por su parte, Porqué (2011:195), "la integración permite elevar los logros limitando responsabilidades que al integrarse hacen posible los objetivos comunitarios". En este contexto, crea un espacio de intercambio que compromete dentro de la institución, a los padres, docentes, representantes, directivos, en una gestión consensuada, donde se procura ampliar los beneficios y procurar el logro de las metas propuestas.

2. Ejes integradores: para Díaz (2008:98) el propósito esencial de los ejes integradores es el fortalecimiento del ser de los (as) estudiantes que cursan cualquier nivel de educación, proporcionando elementos para la transformación de la cultura escolar, estableciendo además un puente entre el conocimiento de las disciplinas del saber y la cultura pública de la comunidad humana.

De acuerdo con el MPPE (Ministerio del Poder Popular para la Educación, 2007:56) los ejes integradores son elementos de organización e integración de los saberes, orientando las experiencias de aprendizaje, los cuales deben ser considerados en todos los procesos educativos para fomentar valores, actitudes y virtudes. Al respecto, señalan: Ambiente y Salud Integral, Interculturalidad, las Tecnologías, trabajo liberador.

a. Ambiente y Salud Integral: este eje está dirigido a fomentar el sistema de valores lo cual permita favorecer el bienestar y el equilibrio entre mente, cuerpo, alma. Al respecto, plantea la necesidad que todos (as) los (as) estudiantes desarrollen hábitos de higiene, alimentación, actividades físicas, recreativas, así como relaciones personales armoniosas; todo ello, para fomentar estilos de vida saludables.

En este contexto, el ambiente es asumido como proceso holístico que integra al ser humano desde su salud física, mental y espiritual. En este sentido, este eje fomenta la valoración del ambiente como un todo dinámico en el cual se encuentra inmerso promoviendo la toma decisiones conducentes al aprovechamiento racional, responsable, presente – futuro del patrimonio socio-cultural, así como de los recursos naturales. Asimismo, promueve la cultura de la salud en sus dimensiones de auto desarrollo, creatividad, participación protagónica; así como minimizar escenarios de amenazas, riesgos físico-naturales, enfatizando el mejoramiento de la calidad de vida como base del bienestar social.

b. Interculturalidad: La sociedad venezolana es multiétnica, pluricultural y plurilingüe, por lo tanto, la Educación Bolivariana parte de esa realidad que define la identidad del ser venezolano. La pluriculturalidad se expresa en la diversidad de culturas coexistentes en nuestro país, definidas por la diversidad geográfica, la diversidad étnica expresada en el origen de nuestra nacionalidad, así como en la existencia de los pueblos originarios, los pueblos afro descendientes, de origen diverso. En ese sentido, el SEB garantiza el respeto, reconocimiento de la pluriculturalidad originada por tal situación concreta.

c. Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC): La incorporación de las TIC en los espacios – procesos educativos, contribuye al desarrollo de potencialidades para su uso, razón por la cual el SEB, en su intención de formar al ser social, solidario, productivo, usuario (a) de las tecnologías en función del bienestar de su comunidad, asume las TIC"s como un eje integrador que impregna todos los componentes del currículo, en todos los momentos del proceso. Ello, en la medida en que estas permiten conformar grupos de estudio, trabajo para crear situaciones novedosas, en pro del bienestar del entorno sociocultural.

d. Trabajo liberador: la escuela, a partir de experiencias de aprendizaje en colectivo relacionadas con el contexto histórico social, debe promover el vínculo entre la teoría y la práctica, desde una perspectiva social que permita contribuir en la formación de una nueva visión del trabajo, entendido como elemento dignificador de todos (as), como forma de trascender al plano social. En ese sentido, se propone una formación ligada al liceo, concebida como unidad básica de cambio, donde los (as) profesores (as) desarrollen procesos de aprendizaje vinculados al trabajo productivo, configurándose como equipos articulados, coordinados,

De acuerdo con lo antes señalado, el CNB (2007:57), a través de los ejes integradores parte de la autorrealización del ser humano, como expresión de creatividad, talento. En este contexto, plantea una unión indisoluble entre la educación y el trabajo, como una dimensión plenamente humana que conduzca a los educandos a reflejar desde la praxis el modelo de sociedad productiva, solidaria plasmado en la Carta Magna.

Orientaciones funcionales

En las orientaciones funcionales contempladas en el CNB se cristalizan la realidad de éste en la praxis del personal docente, donde se incluyen, de acuerdo con el MPPE (2007:64) las áreas de aprendizaje, los componentes y la evaluación.

1. Áreas de aprendizajes: se definen como un sistema de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, valores determinados por los objetivos del currículo. En otras palabras, un área de aprendizaje es un espacio interdisciplinar donde se conjugan conceptos, procedimientos, para el desarrollo de saberes de manera integrada. En el Currículo Bolivariano (2007:64) se contemplan las siguientes:

a. Lenguaje, Comunicación y Cultura: en esta área se busca desarrollar el lenguaje y la comunicación como expresión socio-cultural, eje central del desarrollo de la vida en sociedad, así como el artístico para expresarse ante el mundo exterior.

b. Matemáticas, Ciencias Naturales y Sociedad: busca contribuir significativamente con el desarrollo del razonamiento lógico en los diferentes actores del hecho educativo, de manera que puedan conformar los procesos fundamentales del pensamiento necesarios en su formación como ciudadanos (as) de la República.

c. Ciencias Sociales, Ciudadanía e Identidad: se enmarca en los valores e ideales presentes en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, para desarrollar un ser social y político que responda a los principios del ideario bolivariano.

d. Educación Física, Deporte y Recreación: abarca el trabajo consciente, organizado, pedagógico, didáctico, físico, deportivo, recreativo en el contexto multiétnico y pluricultural de las poblaciones del territorio nacional. Es decir, se considera un medio para la formación integral del ser humano mediante el desarrollo de habilidades, destrezas de pensamiento, así como perceptivo, físico, socio-motriz

Partes: 1, 2, 3, 4
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