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Socialismo del Siglo XXI versus Sociedad Organizada. La verdadera oferta de Hugo Chávez (Venezuela) (página 2)


Partes: 1, 2, 3

2. Socialismo, historia y herramientas

No hay que escarbar mucho para encontrar material de sobra para conocer y entender los orígenes, evolución y presente del socialismo, desde los más completos hasta los más someros y desde los mas radicales a los mas condescendientes, los libros, panfletos, ensayos y páginas web con toda la información necesaria abundan.

Uno se pregunta ¿cómo es posible entonces que los que intentan vendernos el socialismo del siglo XXI hagan tan poca referencia a ellas?, ¿por qué aparecen tan desinformados y tan faltos de argumentos?… Pues porque no se han tomado el trabajo de leerlos y si acaso lo han hecho, no se han tomado el trabajo de entenderlos o, mas concretamente, porque no les interesa poner ese material al alcance de los que pretenden engañar.

Quiero intentar dar un repaso rápido a las bases ideológicas, filosóficas y argumentales del socialismo para ver si con su ayuda entendemos de una vez que es lo que nos están ofreciendo para el siglo XXI.

Es muy aventurado llevar el origen del socialismo hasta el mismísimo Cristo (como tantas veces hace el Sr. Presidente) sencillamente porque en esa época nadie se había tomado la molestia aún de desentrañar filosóficamente las relaciones sociales y la evolución del colectivo humano en los términos con que lo hace la doctrina socialista y, ciertamente, Él en ningún momento de lo intenta, o al menos así se desprende del documento fundamental con el que podemos aproximarnos a su doctrina: La Biblia.

Cristo, judío entre judíos, podría en todo caso etiquetarse de humanista (y aun así con ciertas reservas) pues su propuesta básica y central se refiere, ni mas ni menos, a elevar aun mas nuestro nivel espiritual (acercarnos a Dios) mejorando nuestro desempeño como hombres por medio del ejercicio del amor, de llevar aún mas allá los preceptos que, la Ley Mosaica en la que fue criado, contempla en términos de caridad, compasión y generosidad con nuestro prójimo (sin distinción de raza, credo o condición social) y nos invita a ejercer estas virtudes de una manera consciente, entusiasta y voluntaria y no de la manera mecánica del que obedece una Ley que penaliza su no observancia.

En ninguna de sus parábolas o sermones se refiere a la "lucha de clases" ni a nada que se le parezca, tampoco a la explotación del hombre por el hombre ni mucho menos a conceptos asimilables ni remotamente a la plusvalía; tampoco se sirvió de la dialéctica ni del debate para difundir sus ideas… No, Cristo no era socialista, y aún haciendo muy grandes concesiones históricas y filosóficas sería difícil incluirlo en la lista de los "Utópicos".

El término "Utópico" fue acuñado por Louis Blanqui cerca de 1839 y tiene su sustento, como calificativo de una corriente de pensamiento, en la obra de Tomás Moro: "Utopía", obra en la que el autor, intelectual, humanista y político inglés, esbozó sus ideas sobre una ciudad, con ese nombre, en la que convivía una sociedad perfecta, ideal y lógicamente… utópica.

El socialismo utópico vino a ser una especie de recopilación de trabajos e ideas de muy heterogéneas fuentes, autores y pensadores, principalmente franceses e ingleses y tuvo su apogeo entre los años 1815 y 1848, año en que se publica el "Manifiesto Comunista" y donde sus autores, K. Marx y F. Engels, tratan a esta corriente con cierto desprecio pues, aunque la consideraban bienintencionada, la encontraban en extremo ilusa y con muy pocas posibilidades de hacerse real.

A pesar de su heterogénea naturaleza hay ciertos rasgos comunes que nos permiten caracterizar e identificar los trabajos que podemos inscribir en este grupo, en general con una clara influencia de Rousseau, veamos rápidamente: Sin despreciar o adversar las invenciones modernas o las máquinas persiste en sus doctrinas la idea de "Naturaleza" como concepto vinculado a la perfección; el fin de sus esfuerzos era la creación de una sociedad ideal y perfecta donde las metas más elevadas eran la armonía, la paz y la igualdad; estaban en contra de las revoluciones y las acciones violentas como las huelgas (que en aquella época eran particularmente violentas y sangrientas) pues esta sociedad perfecta habría de alcanzarse por medios pacíficos y no sería impuesta por nada ni por nadie si no que surgiría por la simple voluntad de todos y cada uno de sus componentes; a pesar de criticar al capitalismo y sus efectos no se detuvieron a analizar sus causas profundas pero si, en cambio, propusieron la solidaridad, la filantropía y el amor fraternal como ayudas y soluciones para paliar estos efectos.

Pero el hecho de haber sido "despreciados" en el manifiesto comunista no significa que sus ideas cayesen "en saco roto" pues como veremos algunos de sus conceptos mas difundidos y exitosos hallaron eco y aplicación en las teorías y los regímenes socialistas que surgieron después. Por poner algunos ejemplos:

.- El Conde de Saint-Simon proponía que la conducción de la sociedad debía ser puesta en manos de una "élite" de intelectuales, científicos y sabios y como, según él, el progreso humano solo podía alcanzarse por medio del progreso económico había que poner el poder en manos de los industriales y los trabajadores.

.- Charles Fourier estaba muy preocupado por los efectos de la explotación, la miseria y la monotonía laboral a la que estaban sometidos los trabajadores y obreros fabriles por lo que propuso la creación de comunidades agrícolas e industriales autónomas y autosuficientes.

.- Louis Blanqui, teorizó extensamente sobre la dictadura del proletariado.

.- Louis Blanc, propuso la ampliación de la acción e intervención del estado como medio de disminuir las desigualdades y su impacto.

Podríamos extraer mas ejemplos pero creo que estos son suficientes para ilustrar el punto: La conducción de la sociedad y sus destinos en manos de una élite encontró su realización en la estructura piramidal del gobierno post revolución rusa, con el Soviet Supremo como "Voz y Voluntad" del pueblo y el mismo Lenin en su cúspide como cerebro organizador y conductor infalible; las leyes del progreso humano a través del progreso económico le dieron la pista a Marx para desarrollar su visión del socialismo y sustentar su teoría del materialismo histórico que le permitiría caracterizar a su concepción del socialismo de "científico" en contraste con el "utópico"; el modelo de comunidades autosuficientes sería la génesis del cooperativismo y el corporativismo que alcanzó por primera vez su máxima expresión dentro de un modelo socialista bajo Stalin; el concepto de la dictadura del proletariado permitió todos los cambios y transformaciones radicales y violentas que se sucedieron tras la revolución rusa y fue la meta declarada y nunca verdaderamente alcanzada de dicha revolución; la ampliación del poder del estado como nivelador y estabilizador significó la mega estructura burocrática del estado soviético y su ingerencia en todos y cada uno de los mas pequeños detalles de la vida humana bajo su control… Si, está claro el punto…

El punto de quiebre que significó el paulatino abandono de las, indudablemente hermosas, ideas del socialismo utópico fue la fallida revolución de 1848 y la aparición ese mismo año del Manifiesto Comunista, probablemente la obra mas divulgada y de mas amplia difusión de todo el cuerpo de pensamiento en torno al socialismo científico que, tras este crucial momento, empezó a conocerse o identificarse como "Marxismo".

Marx y Engels habían dedicado una buena dosis de esfuerzo y tiempo a desentrañar la esencia, la naturaleza y las contradicciones de la sociedad capitalista y a encontrar la fórmula que les permitiera destruirla y sustituirla por otro modelo, en teoría, mas justo y humano y el elemento que les permitió formular su teoría fue precisamente el Materialismo Histórico.

El Materialismo Histórico, basado en la Dialéctica de Hegel, consiste esencialmente en reconocer en los factores económicos, como son las técnicas y los medios de trabajo y producción o las relaciones establecidas entre capitalistas y obreros dentro del proceso productivo, un importante papel en la determinación de los acontecimientos históricos y por lo tanto en el rumbo del desarrollo de la sociedad en su conjunto.

Desde este punto de partida teórico y filosófico es que se construye la obra de Marx, "EL Capital", que es una exposición de los mecanismos económicos que caracterizan a la sociedad capitalista (y por lo tanto a su desarrollo histórico), una obra en tres tomos demasiado extensa para comentar o intentar resumir aquí pero que junto al Manifiesto Comunista articula la esencia de la concepción socialista – marxista que sería el motor y la justificación ideológica de la revolución rusa y de las revoluciones socialistas que se han sucedido desde entonces en el mundo con muy pocas variantes y muchas coincidencias como, por ejemplo, su incongruencia e incompatibilidad con el cuerpo teórico que supuestamente las sustenta.

Y es que la mayor de las incongruencias e incompatibilidades es precisamente el echar por tierra olímpicamente la predicción que sirvió de corolario al análisis que de la sociedad capitalista hizo Marx: La promesa que augura el fin de las características esenciales del capitalismo y su natural sustitución por las características de la sociedad socialista, es decir, el fin de las clases sociales y el surgimiento de la única clase social con el consecuente fin de la lucha de clases; el control de los medios de producción por parte del proletariado con el consecuente fin de la plusvalía, de la "cosificación" del obrero y de la explotación del hombre por el hombre, el surgimiento del llamado "Hombre Nuevo" como modelo casi "adánico" de perfección y evolución en todos los ámbitos, etc. el advenimiento del socialismo sería entonces, inevitablemente, la consecuencia lógica del hiper-desarrollo del capitalismo; es decir, que en la medida en que en una nación el capitalismo alcanzase niveles superiores de desarrollo mas cerca estaría esa nación de verificar en su seno la transición NATURAL hacía el socialismo, o puesto aún mas claro: el socialismo es el destino de todo sistema capitalista desarrollado… es solo cuestión de tiempo…

Pero el hecho cierto es que la primera revolución socialista se dio en Rusia, un país que para aquella fecha (1917 – 1918) era uno de los países euroasiáticos (y del mundo) en el que el capitalismo estaba mas atrasado, en el que las relaciones de producción eran esencialmente feudales y en el que la "clase obrera", antagonista teórico y natural de la clase capitalista según Marx, prácticamente no existía; el salto al socialismo, la "revolución, fue una imposición oportunista de un reducido grupo de personas que supieron aprovechar el momento histórico que vivía el país. Lo mismo se puede decir de la revolución china y de todas las revoluciones nacionalistas de comienzos y mediados del siglo pasado que derivaron hacia una teorización y justificación socialista cuando en concreto su proceder era mas bien de corte fascista… y lo mismo, sin duda, se puede decir de la revolución cubana, que nació como una justa lucha contra una cruel dictadura y terminó convertida en un fantasma (supuestamente socialista o comunista, según la fecha) sumando a su haber, como casi todos los demás, los proyectos de "exportación de la revolución" con que han jugado todos los regímenes socialistas y comunistas desde que empezaron a acceder al poder y que tanto desequilibrio, sufrimiento y muerte han sembrado en su camino.

Pero … ¿todas las formas de socialismo son malas?…

3. ¿Son todos malos?

Esta es una pregunta a la que le he estado dando vueltas desde que empecé a pensar en escribir este trabajo pues, como casi todas las preguntas referidas a fenómenos sociales y políticos, cuando se trata de hacer una evaluación cualitativa son inevitables y muy difíciles de dominar las influencias de los gustos y las opiniones personales.

Espero que los analistas políticos y los graduados en Ciencias Políticas me perdonen por la manera como abordo el asunto pero creo que una de las aproximaciones mas justas es hacer una relación de las formas en las que los diferentes socialismos han accedido al poder y el desempeño en su ejercicio y lo que ha significado en relación a sus promesas básicas de justicia y bienestar social.

Revisando la historia creo que pueden reducirse a cuatro las formas en las que los distintos tipos de socialismo han accedido al poder: Revolución, Sumisión (o contagio), Mutación y Selección.

No es tan fácil como parece discriminar cuales revoluciones han sido verdaderamente socialistas (y me refiero solamente a las que han sido exitosas y han alcanzado su objetivo: El Poder), creo en todo caso que son muy pero muy pocas y que en justicia solo podrían ponerse aquí la Rusa y la China, que independientemente de su desarrollo posterior y de los diversos mecanismos que se aplicaron (y aun se aplican en el caso chino), me parece que son las únicas que desde su mismo inicio se identificaron plenamente a si mismas como socialistas o comunistas.

Ambas alcanzaron su objetivo por la fuerza de las armas, ambas lo alcanzaron aprovechando coyunturas históricas y políticas muy particulares que nada tienen que ver con lo predicho por la doctrina marxista y ambas ciertamente han utilizado todas las formas concebibles de expansión y consolidación.

La expansión por la vía de la "exportación" de la revolución (que no del sistema o doctrina) dio como resultado un mundo en guerra permanente, en especial durante los años de la guerra fría, una época de exportación muy activa y en la que el resultado fue que, en algunos casos, guerras civiles desatadas por "revoluciones" locales de todo signo terminaran involucrando a otros países.

La consolidación en el poder se dio por la estructuración vertical de sus cuadros y por las repetidas y profundas purgas que fueron "limpiando" al proceso de "revisionistas" y "contra-revolucionarios", gente que, independientemente de la veracidad o no de los cargos que se les imputaron, señalaron las desviaciones respecto a la doctrina que el ejercicio del poder estaba imponiendo. Esto no deja de ser curioso pues no hay una doctrina política mas purista que el socialismo y sin embargo… los llamados de atención y la denuncia de las desviaciones son rápidamente atacadas en los regímenes revolucionarios y acusadas de revisionismo y contra-revolución… Cada cual tuvo sus métodos para silenciar estas voces críticas que surgieron desde el mismo seno del poder y, claro está, aprovecharon la oportunidad para eliminar del mapa político a posibles rivales del preclaro líder de turno…

Para el final de la segunda guerra hacía ya mucho tiempo que el socialismo soviético vestía sin pudor sus galas comunistas y por las necesidades políticas y logísticas de la campaña en la que buena parte del mundo estaba involucrada se hicieron concesiones, tratados y acuerdos que tras el conflicto significarían la manifestación de la segunda forma de acceso al poder de mi lista: La Sumisión (o contagio).

El bloque de naciones que sería conocido como Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas fue el resultado de esas transacciones, supuestamente necesarias, durante la segunda guerra entre las naciones occidentales involucradas y la Rusia estalinista.

La mayoría de estas naciones no tuvieron opción, fueron sencillamente entregadas en negociaciones y a las que no lo fueron pues simplemente se les impuso, por diversos mecanismos, su "adhesión" al bloque, al ser sometidas por diversas vías: Unas por presiones económicas, otras por presiones políticas y otras simplemente por invasión militar a las que ningún país de occidente se atrevió a dar respuesta contundente pues ya corrían los años de la guerra fría y del miedo nuclear.

En Asia ocurrió mas o menos lo mismo aunque los caminos para la consolidación de la revolución y su entusiasta campaña de expansión tomaron un poco mas de tiempo y trabajo; el resultado fue mas o menos similar, a la vuelta de relativamente pocos años de instalada la revolución de Mao en el poder comenzó la exportación hacia su natural área de influencia, que había quedado bastante maltrecha y desequilibrada tras los terribles conflictos que en el área del pacífico y el sudeste asiático habían tenido lugar; la gran diferencia en este caso fue que la revolución china, a pesar de contar con el apoyo soviético (del que disentiría e independizaría años mas tarde), no contaba con compromisos internacionales previos ni, todavía, con poder nuclear.

Aunque los rusos en muchos casos echaron mano de ella, los chinos fueron los que mejor se sirvieron de la tercera vía de mi lista: La mutación.

Desde una época tan temprana como las primeras manifestaciones y acciones anarquistas de comienzos de siglo, previas a la primera guerra, y la revoluciones posteriores a ella (que se agudizaron y extendieron aun mas tras la segunda) había en el mundo todo un movimiento nacionalista que buscaba todas las formas posibles para expresarse y, lógicamente, para cambiar las realidades que adversaban y denunciaban.

Ejemplos hay muchos, en Europa es emblemática la revolución turca comandada por el "Ataturk", en África un buen ejemplo es el nacionalismo egipcio de Nasser que se convertiría en faro de todos los nacionalismos árabes, muchos de los cuales "mutarían", en Asia la cruenta revolución nacionalista e independentista de Indochina, en América la revolución cubana… revoluciones rígidamente y rabiosamente nacionalistas que ante la evidencia de sus propias debilidades estructurales y sus necesidades reales no les quedo otro camino que "mutar" hacia la izquierda en búsqueda de apoyos de toda índole, desde económicos y logísticos hasta protección y sustento… Rusia y China encontraron terreno abonado para su expansión revolucionaria y para su producto de exportación "estrella": la lucha armada, y se mostraron mas que dispuestos a prestar toda clase de colaboración y ayuda pero … no hay cena gratis, querían algo a cambio…

Antes de seguir quiero anotar que a veces las mutaciones se dan también en sentido inverso, un ejemplo de ello es ni mas ni menos que Mussolini, que empezó su vida política como joven anarquista y socialista y que en el devenir de su actividad política y de sus ambiciones personales fue mutando paulatinamente "hacia la derecha" hasta terminar convertido en un ícono del fascismo. Por cierto, el hecho que el partido político de Hitler se llamase "Nacional Socialista" no tiene nada que ver con las mutaciones si no mas bien con los disfraces, de los que hablaré mas adelante.

El precio exigido a estas revoluciones mutantes implicó principal y esencialmente el convertirse ellas mismas en cabezas de puente y exportadoras de la revolución y a su compromiso con estos acuerdos es que debemos la guerra de Vietnam, que involucró a Camboya y Laos (y a Estados Unidos, una vez que los franceses declinaron su responsabilidad sobre sus ex colonias), o el conflicto en Corea que aun, después de tantos años, está muy lejos de haber sido resuelto, o la terrible guerra de Angola y otras naciones africanas donde el papel de Cuba como "exportador" fue determinante al igual que lo fue en el caso de muchos países de América Latina a los que intentaron exportar su "revolución" con la fatal consecuencia de haber disparado los mecanismos que dieron origen a tanta salvaje represión y al surgimiento de dictaduras de derechas que hasta hace poquísimos años tuvieron que sufrir algunos países; de forma que podemos decir que al resto del mundo no le quedó mas remedio que hacerse "solidario", a la fuerza y sin elección posible, del pago de los compromisos adquiridos por las naciones "revolucionarias" en deuda con sus "mentores".

La Selección, ultima en mi lista, se ha manifestado con creciente frecuencia a lo largo de la historia del siglo XX y lo que va del XXI, se trata simplemente del acceso al poder de corrientes socialistas por caminos democráticos, no revolucionarios, es decir a través de las elecciones.

Este detalle diferencial es muy importante, primero porque en la mayoría de los casos significa una respuesta colectiva, consensuada de la mayoría de la población en la determinación de sus destinos y en su percepción de sus realidades y futuros y segundo porque desde un primer momento el "socialismo" como modelo fue la oferta clara y abierta de los grupos políticos que lograron seducir a esas mayorías.

No hubo en estos casos ni revolución violenta, ni imposición externa, ni mutación y salvo el triste caso de Salvador Allende, que llego al poder por este camino democrático pero en el peor momento posible, la gran mayoría de estas opciones socialistas seleccionadas por la mayoría, libre y democráticamente, han demostrado ser en general, bastante exitosas, al menos en lo que se refiere a la satisfacción de las expectativas del colectivo que las eligió, pues de otra manera no sería posible explicar la larga sucesión de gobiernos socialistas en Francia, España y en otros países europeos, donde además han logrado avanzar considerablemente en la consecución de elevadas metas de paz y bienestar social en contraste con la continua agonía y múltiples penalidades de los habitantes de los países en los que el socialismo fue impuesto por alguna de las otras vías de mi lista.

Responder a la pregunta inicial aun no es fácil, y aunque la tentación de responder con un rotundo SI es muy grande, sigo creyendo, a la luz de todo lo repasado, (y porque tengo la obligación de ser objetivo), que la respuesta mas adecuada es: "Depende"…

No es fácil colgarle un feo cartel de "maldad" a una doctrina política en la que el énfasis está puesto en la igualdad y la justicia social, pero sin embargo, es verdaderamente simple hacerlo a la luz de los métodos históricos que han utilizado sus defensores e impulsores para imponérnosla a todos, queramos o no… por esta razón la elusiva respuesta es: "Depende"… porque en verdad depende del camino que se transitó para alcanzar el poder y depende de los medios a su alcance que se hayan utilizado para verdaderamente realizar las metas de igualdad, justicia y bienestar social prometidas y en este punto el contraste es dramático y determinante y en cierta forma facilita la respuesta pero… hay que poner mucha atención porque el acceso democrático y la PROMESA de igualdad y justicia social no son suficientes para hacer estas concesiones…

Por eso quiero hablarles de los "Disfraces" y repasar un poco la historia contemporánea venezolana para intentar poner en perspectiva nuestra realidad y la elusiva oferta del "Socialismo del Siglo XXI"

4. Venezuela Contemporánea y los disfraces

La historia del socialismo en Venezuela es muy similar a la que podría entresacarse de los libros de historia de casi cualquier nación latinoamericana: empieza su vida a comienzos del siglo XX y es alternadamente tolerada o proscrita y perseguida según el signo del gobierno de turno y según el grado de desarrollo del ejercicio democrático de la nación, en cada momento histórico en particular.

Me disculparán mis paisanos, seguidores fieles de esta doctrina, pero creo que, más allá de las breves líneas anteriores y tal vez resaltando su participación en el intento de "importación" de la revolución cubana en la década de los 60, (rápidamente sometido y desmantelado mas allá de toda resistencia real por el gobierno del Presidente Betancourt), y la contextualmente valiente denuncia del economista, ex guerrillero comunista, político y hoy empresario Teodoro Petkoff, cuando manifestó públicamente sus objetivas opiniones y su postura coherente con el pensamiento independiente versus el dictado soviético sobre la invasión de Checoslovaquia por los rusos, y que significaron la ruptura del Partido Comunista Venezolano (PCV) y la fundación del Movimiento al Socialismo (MAS)… no hay mucho más que decir.

No es esta escueta historia la que quiero repasar, me interesa más bien revisar lo que sucedió en Venezuela a finales de los 80 y comienzos de los 90 pues, aunque "se supone" que lo que vivimos hoy fue gestado mucho antes de este significativo periodo de nuestra historia, es precisamente en estos años en que se dieron las condiciones efectivas para que esta realidad echara raíces y con el tiempo rindiera los frutos que hoy cosechamos.

Nadie con un mínimo de vergüenza y dignidad puede negar la veracidad absoluta de algunos de los argumentos que se exhiben y esgrimen para justificar nuestro presente, como tampoco se podrá negar que estos válidos argumentos han sido también descontextualizados en muchos casos y han servido para justificar y explicar las más inaceptables aberraciones… y para adornar los más coloridos disfraces.

Los años 80 encontraron a Venezuela con un sistema de alternancia política ya establecido tras poco más de 20 años de ejercicio democrático y, además, como ejemplo y exportador de su modelo de democracia representativa para muchos países latinoamericanos que aun se debatían entre las más feroces dictaduras y las sangrientas luchas revolucionarias "exportadas" por Cuba. Esta alternancia obedeció sin duda alguna al tan denunciado "Pacto de Punto Fijo", que no es difícil de justificar histórica y políticamente, dado el momento de su concreción tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y la evidente debilidad de la recién recobrada libertad política.

Pero esta alternancia no estaba exenta de justificadas sospechas pues la alternabilidad se limitaba a un movimiento pendular entre los dos partidos políticos mayoritarios: Acción Democrática (Social Demócrata y miembro de la Internacional Socialista) y COPEI (Demócrata Cristiano y miembro de la Internacional Democristiana), a pesar de existir en el mapa político venezolano muchos otros partidos políticos que tenían, al menos en teoría, suficiente peso y seguidores para haber hecho tambalear este, casi "predecible", intercambio.

En el año 1984, el Dr. Luis Herrera Campins (COPEI) le entrega al Dr. Jaime Lusinchi (AD) la presidencia de la república, entregando junto con la banda tricolor un país bastante estragado económicamente y en el que las desigualdades sociales y económicas se han agudizado tras un quinquenio signado por las sucesivas crisis económicas a pesar de la abundante renta petrolera. La situación no mejora con el nuevo presidente si no que más bien se crispa aún más por los constantes y evidentes casos de corrupción y de dilapidación de los bienes y recursos nacionales.

Al final de estos tristes años 80, en 1989, y rompiendo el movimiento pendular que caracterizó los resultados electorales hasta el momento, resultó electo el candidato del mismo partido que el Presidente saliente, fue electo para un segundo mandato Carlos Andrés Pérez del partido AD, encontrando entre sus manos un país sacudido por necesidades urgentes producto de las sucesivas crisis económicas, con gravísimos escándalos de corrupción heredados de su co-religionario, el ex presidente Lusinchi, con las rentas del estado comprometidas por una enorme deuda externa, (tanto pública como privada) y con el poco espacio de maniobra que tales compromisos permitían pues, la búsqueda y aplicación de las urgentes soluciones implicaba el paso inevitable por la negociación, tanto con el Fondo Monetario Internacional (FMI) como con representantes de la banca internacional.

Es la época de las famosas "recetas" del FMI aplicadas en tandem con el Banco Mundial, "paquetes" de soluciones impuestos sin mayores miramientos sociales a casi la totalidad de los gobiernos latinoamericanos y del "tercer mundo" durante más o menos el mismo periodo; recetas de claro corte Neo-Liberal que basaban su promesa de éxito en la estabilidad macroeconómica, en la pulcritud del manejo financiero, en la búsqueda obsesiva de la eficiencia en el uso y destino de los escasos recursos y en la evidencia irrefutable de complejos modelos matemáticos que mostraban, a quien los comprendiera, la "infalibilidad" del plan… un verdadero deleite para los tecnócratas y un incomprensible horror para los estratos sociales mas afectados por la maltrecha economía nacional.

"Manos a la Obra" fue el lema de su campaña y tan pronto asumió la presidencia lo hizo realidad; el 16 de Febrero, pocos días después de asumir el cargo, el presidente Pérez se dirigió a la nación y presentó el programa de ajuste macroeconómico que sería conocido como "El Paquete" y que sería el detonante de los hechos que con el tiempo evolucionarían hasta nuestra realidad presente.

En líneas generales los anuncios de ese día fueron: La decisión de acudir al FMI en busca de fondos a corto y mediano plazo y para someterse a un programa que garantizase el pago de la enorme deuda externa, con lo que se posibilitaría la continuidad de las necesarias relaciones con la banca internacional; la liberación de las tasas activas y pasivas del sistema financiero nacional hasta un tope provisional del 30%; la liberación de los precios de todos los productos a excepción de 18 que fueron incluidos en la "Cesta Básica"; incremento progresivo en las tarifas de los servicios públicos (agua, luz, teléfono, gas); aumento progresivo de los precios, (en el mercado interno), de los productos derivados del petróleo con un primer aumento cercano al 100% como promedio para la gasolina; aumento de 30% en las tarifas de transporte público durante los siguientes tres meses y la posibilidad de ampliar el aumento hasta el 100% después de este tiempo y el aumento del salario mínimo entre el 5 y el 30% para la administración pública y a 4.000 Bs. en el área urbana y 2.500 Bs. en las áreas rurales para la empresa privada, unos aumentos salariales obviamente rezagados e insuficientes con respecto a los anunciados aumentos de precios, tarifas, tasas etc.

Todas estas medidas estaban programadas para su aplicación inmediata; la entrada en vigencia para el aumento en el precio de los combustibles estaba previsto para el 26 de Febrero y el aumento de las tarifas de transporte para el día siguiente, 27 de Febrero de 1989.

El 27 de Febrero de 1989 es recordado en nuestra historia contemporánea como "El Caracazo"; desde los anuncios presidenciales se habían puesto en marcha diversas acciones de protesta, principalmente desde el sector estudiantil, (aquí tienen un dato los que gustan de analizar ciclos históricos), como reacción en contra de los anuncios en general pero con significativo énfasis en los aumentos de tarifas de transporte público y también en el sector de transportistas, principalmente por los anunciados aumentos del precio de la gasolina y demás derivados del petróleo que afectarían significativamente el costo de sus operaciones.

El sector de transporte convocó a un paro para el día 27 de Febrero y la coincidencia de este paro con la ya generalizada y constante protesta estudiantil involucró y contagió a otros sectores de la población hasta que ese mismo día, y prácticamente a nivel nacional, las protestas se transformaron en abierta rebeldía y en proliferación del desorden y la violencia.

El carácter simultaneo, masivo y violento de las protestas superó con creces la capacidad de los cuerpos policiales en su, (también violento), intento de reestablecer el orden, por lo que el gobierno nacional, el día 28, decretó el estado de emergencia y la suspensión de algunas garantías constitucionales, (suspensión que se prolongaría por cerca de 10 días) y puso las tareas de orden público en manos del ejercito ayudándolo con el establecimiento de un estricto toque de queda… aun no se ha determinado la cantidad REAL de personas fallecidas durante esos trágicos días… tampoco la cuantía real de los daños a la propiedad privada y pública… mucho menos el daño moral y espiritual que quedó grabado en los corazones y recuerdos de los que vivimos de cerca estos acontecimientos…

Recobrado el orden se continuó la inevitable aplicación de "El Paquete", no había tiempo ni manera de dar marcha atrás en el corto plazo y tres años después de este dramático llamado de atención, el 04 de Febrero de 1992, Venezuela amaneció envuelta en el fallido pero sangriento intento de golpe de estado comandado por nuestro actual Presidente de la República, el entonces Teniente Coronel, comandante de paracaidistas, Hugo Rafael Chávez Frías.

El golpe fue controlado y sus conductores detenidos y recluidos en el cuartel San Carlos de Caracas y posteriormente en la Cárcel de Yare, pero la crisis sistémica que viene arrastrando el gobierno de Pérez se agudiza tras estos acontecimientos; una crisis que alcanzará su clímax tras una segunda intentona golpista, también fallida, el día 27 de Noviembre del mismo año.

Estos tres acontecimientos históricos fundamentan dos paradojas que el sistema democrático venezolano fue incapaz de manejar, por un lado, la crispación y el rechazo acumulados que sienten los venezolanos ante sus realidades y hacia los "políticos tradicionales", identificados como culpables de todas las penalidades, permiten que, lejos de aparecer como agresores del sistema de libertades que representa la democracia, (y que juraron defender, no agredir), estos miembros de las fuerzas armadas, alzados y golpistas, se convierten casi en figuras de culto como demuestran los peregrinajes que muchas personas hicieron hasta la cárcel de Yare, donde estaban recluidos, para "conocerlos" y entrar en contacto con ellos y por la difusión por muchos medios de sus palabras, discursos y opiniones y, por otro lado, el resurgir político del que sería electo presidente tras incontables intentos infructuosos y ya sin el apoyo del partido que ayudó a fundar: el Dr. Rafael Caldera.

Estos eventos marcan el final adelantado del mandato del presidente Pérez; poco después del segundo alzamiento es puesta en marcha una acción judicial por malversación de fondos (específicamente los 250 millones de Bolívares que tomó de la llamada "partida secreta" y que entregó para la ayuda y el sostenimiento del gobierno de Violeta Chamorro en Nicaragua que estaba bajo amenaza de desestabilización por el actual presidente de esa nación, Daniel Ortega y sus seguidores).

En Marzo de 1993, Ramón Escobar Salom, Fiscal General de la República inicia el antejuicio de mérito contra el presidente, y el día 21 de Mayo, Pérez tiene que separarse de su cargo al aprobarse el antejuicio por parte de la Corte Suprema de Justicia; el entonces presidente del Congreso, Octavio Lepage asume la presidencia como encargado hasta que tras un breve lapso de tiempo es designado el Dr. Ramón José Velásquez como presidente interino, con la misión de terminar el tiempo que restaba del periodo presidencial hasta las siguientes elecciones en 1994.

De esta breve presidencia interina del Dr. Velásquez es poco lo que se puede anotar salvo, tal vez, el incidente del indulto por la vía de la "mano peluda" del que se benefició un narcotraficante cuyas andanzas seguirían rodando por los titulares de prensa hasta hace pocos años y que demostró que a pesar de la buena intención del anciano presidente, extraído con pinzas del grupo de los "notables" como figura independiente e impoluta de culpas políticas, la avanzada edad y su vocación de erudito de nuestra historia no eran las mejores herramientas para ejercer el cargo en tiempos tan complejos.

Rafael Caldera gana las elecciones de 1994 al frente de un partido político nuevo, Convergencia, que sería popularmente conocido como "El Chiripero" pues sus seguidores venían de muy diferentes frentes, la mayoría disidentes de los partidos tradicionales de la política nacional; recibe el mando de un país en tensa calma, en el que las tremendas desigualdades sociales y los conflictos y penurias económicas no han sido mas que puestas en un precario "stand-by" y aun se hallan muy lejos de cualquier posible solución.

Tampoco es mucho lo que se puede anotar de este periodo presidencial, pero lo poco que se puede resaltar, (aparte de la crisis bancaria provocada desde la misma presidencia) es de alta significación; por un lado y contra lo esperado y lo prometido "El Paquete" halla continuidad en su aplicación pero bajo formas suavizadas y el eufemismo de un nuevo nombre: "Agenda Venezuela", llevado adelante rigurosamente de la mano de un ministro de Cordiplan, tal vez un poco inusual, y en la que sería su primera actuación, en su larga carrera de operador político, en un cargo de decisión gubernamental: Teodoro Petkoff; un ejercicio ministerial que a la postre le valdría su separación del partido que había fundado en 1971, (el MAS, formado al escindirse del PCV como ya anotamos)… la frase con que diagnosticaba la situación de Venezuela se haría famosa: "Estamos mal… pero vamos bien"…

Otro dato, de los pocos resaltables, sellaría definitivamente nuestro futuro inmediato, (que ya es nuestro presente), y que lamentablemente en su momento no fue suficientemente explicado por el Presidente Caldera y hoy, a su muy avanzada edad y en un estado de salud precario, ciertamente no está en condiciones de explicar: El 27 de Marzo de 1994 concedió un indulto presidencial y la amnistía a todos los involucrados en las dos intentonas golpistas recientes a condición de su retiro voluntario de las Fuerzas Armadas, una extraña maniobra política realizada, supuestamente, como prenda para lograr el apoyo para su gobierno de los partidos MAS y PCV que lo presionaban en este sentido y que la exigían como condición previa a su apoyo.

Lo curioso de esto es entender cómo a un político y abogado experimentado, y co-redactor de la Constitución vigente para ese momento, se le haya escapado que al indultar a los golpistas antes de imputárseles formalmente cargos, antes de realizarse los procesos penales que las leyes vigentes contemplaban y, obviamente, antes que ningún tribunal dictara sentencias firmes sobre procesos que nunca se iniciaron, les estaba devolviendo la libertad junto con sus preciados "derechos políticos" intactos, con los que, a pesar de haber atentado clara y directamente contra el sistema democrático, podían participar activamente en él, como efectivamente hicieron.

El último dato que se puede destacar de este periodo presidencial está referido esencialmente al proceso electoral en el que resultó ganador el ex militar golpista indultado, Hugo Chávez Frías.

El primer asomo de la descomposición interna de los partidos políticos tradicionales se vio claramente en la aglutinación de tan variadas ideologías bajo las banderas de "El Chiripero" que había llevado al poder al Presidente Caldera; una descomposición que seguiría su inexorable marcha a lo largo de su presidencia y que al inicio de la campaña electoral sentenciaría su desenlace casi desde el primer momento.

El hoy Presidente Chávez inscribió su candidatura al frente de un partido político que se llamó Movimiento Bolivariano Revolucionario, MBR,( tras ganar las elecciones este nombre cambiaría a MVR, Movimiento Quinta República) manteniendo como consigna, en un primer momento, un intenso llamado a la abstención, mientras tanto, la ex Miss Universo Irene Sáez, tras una relativamente exitosa gestión como alcaldesa del Municipio Chacao en Caracas, disfrutaba el tránsito de sus aspiraciones presidenciales como supuesta independiente con cierta comodidad frente a unos partidos políticos tradicionales sumidos en el mas absoluto caos, bajo el mando de una dirigencia decrépita y totalmente desfasada de las realidades y necesidades de los electores y del pueblo en general.

La situación cambió para agudizarse aun mas cuando viejos y muy experimentados políticos, (Luis Miquilena, Jorge Olavarría, José Vicente Rangel y muchos otros) se sumaron, ahora si abiertamente y en diversos grados de compromiso, al movimiento del candidato Chávez, aportando su experiencia, conocimientos, contactos y poder de convocatoria a la, si bien mas discreta pero determinante, ayuda que el candidato estaba recibiendo de poderosos factores económicos que pensaban medrar a su sombra; el resultado de esta incorporación fue el radical cambio en el mensaje del candidato, pasando del rabioso llamado a la abstención electoral a una muy intensa campaña política para alcanzar la presidencia.

El efecto inmediato de este cambio fue la profundización del desfase y la pérdida de todo sentido político de los conductores de los partidos tradicionales, (que después de tan triste actuación entraron en una etapa "terminal" de la que aun no se han recuperado), también la pérdida de las ventajas iniciales de la "independiente" Irene Sáez y finalmente, la victoria electoral del candidato Chávez, quien asumió el cargo el 02 de Febrero de 1999, jurando sobre la constitución que, a pesar de sus acciones anteriores contra ella le permitió llegar a ese momento y a la que, sin embargo, y frente a quien entregaba el mandato, uno de sus redactores, el compungido y debilitado Rafael Caldera, se refirió como "Moribunda" … Moría en ese momento mucho más que el texto constitucional…

Hasta aquí quiero dejar, "por ahora", este extenso y sin embargo somero repaso de nuestra historia reciente; y quiero pedir, a los que han tenido la enorme paciencia de leer este trabajo hasta este punto, que lo vuelvan a leer con calma, y que extraigan los elementos necesarios para seguir adelante: ya mencioné los fundamentos teóricos y filosóficos del socialismo, también las formas como esta corriente política ha accedido al poder, y comenté cuales fueron las circunstancias que facilitaron la llegada al poder de quien nos ofrece la versión del Siglo XXI de esto que hemos estado revisando.

A la luz de todos estos datos y junto con la realidad evidente de Venezuela en estos últimos 9 años, (registrada por todos los medios posibles para la historia) y con el apoyo de la definición, (extraída de la muy accesible "Wikipedia"), que les ofrezco y que seguidamente les diré qué define a los que no lo sepan, el tema de los disfraces queda dilucidado, o al menos debería quedar dilucidado pues ese será el próximo tema: lo que se esconde tras el disfraz.

Esta es la definición: "Exalta la idea de nación frente a la de individuo o clase; suprime la discrepancia política en beneficio de un partido único y suprime los localismos en beneficio del centralismo. Utiliza hábilmente los nuevos medios de comunicación y el carisma de un líder en el que se concentra todo el poder. Aprovecha los sentimientos de miedo y frustración colectiva para exacerbarlos mediante la violencia, la represión y la propaganda, y los desplaza contra un enemigo común real o imaginario, interior o exterior, que actúa de chivo expiatorio frente al que volcar toda la agresividad de forma irreflexiva, logrando la unidad y adhesión (voluntaria o por la fuerza) de la población. Es expansionista y militarista, utilizando los mecanismos movilizadores del irredentismo territorial y el imperialismo que ya habían sido experimentados por el nacionalismo del siglo XIX"…

Partes: 1, 2, 3
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