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Los principales problemas de la sociedad actual (página 2)


Partes: 1, 2, 3

En el esquema básico de la sociedad de consumo, el primer punto – totalmente distorsionado – está tan súper valorizado, que acaba cubriendo todo el conjunto. Las grandes abandonadas son las necesidades afectivas, sociales, ambientales y espirituales. Ellas son, en realidad, las Cenicientas de la Historia humana. Cenicientas que solo encontraron amor y reconocimiento en el Príncipe de la Leyenda(*), o sea los príncipes de la Sabiduría, los Maestros Espirituales de todas las épocas.

En verdad, la historia de la especie humana es la historia de la opresión del hombre por el hombre; pero precisa ser subrayado que ahora (siglo XXI), la moderna sociedad tecnológica dispone de todos los medios necesarios para satisfacer – en todo el mundo – las necesidades básicas de la Humanidad, por lo menos a un nivel razonable. Sin embargo, la sociedad humana no está caminando en esa dirección. La obscena mezcla de desnutrición y desperdicio, de "favelas", "villas miseria" y "cantegriles" junto con rascacielos y lujosas mansiones a lo Silvio Santos, no existen apenas en nuestros países "subdesarrollados" y sí en los "super-desarrollados", incluyendo el ombligo del mundo globalizado, la orgullosa Nueva York.

El consumismo de productos nos conduce a otro tipo de consumismo, mucho más peligroso: el consumismo de una manera de pensar, sentir y actuar ya pre-definida por el sistema. En efecto, el sistema ya definió, con el apoyo decisivo de los medios de comunicación, como deben ser nuestras vidas. Pero, para disimular – como ya vimos – nos deja algunos grados de libertad, usando los cuales somos llevados a pensar que somos seres autónomos.

Zohar y Marshall (7) colocan este asunto de la siguiente forma: "Nuestra cultura es una cultura de multitud. Los medios de comunicación nos estimulan a tener los mismos pensamientos y las mismas opiniones"… "No sabemos mas como pensar con independencia"… Uno de los principales criterios de una alta inteligencia espiritual, es lo que los psicólogos llaman de "independencia del campo". "Esto significa ser capaz de erguirse contra la multitud y defender una opinión impopular, sí es eso de lo que estamos convencidos"… "Desde una perspectiva centrada en mi Yo Interior, a partir de aquello que podríamos llamar de "subversividad profunda", sé quién yo soy y sé en lo que yo creo. Eso no es egoísmo y sí individualidad auténtica y requiere mucho coraje".

¿Y quién yo soy? Una partícula cósmica con inmensa potencialidad. ¿Y en que creo? En que esa potencialidad pode ser usada – de las más diversas formas para transformar en Realidad, la Gran Utopía: una sociedad más humana, mas justa y más digna.

La "independencia de campo" mencionada por Zohar y Marshall (7) significa que tenemos la autoconciencia suficientemente desarrollada, como para saber cual es nuestro papel y nuestra misión cósmica, que pueden batir de frente con el "status quo" y que, con seguridad, lo harán. Pero esto es lo que siempre hicieron los grandes y auténticos líderes, los "herejes" para aquellos que tienen la visión corta y el corazón encogido. A la cabeza de estos "herejes" está el Maestro, crucificado con el apoyo de la multitud y del poder religioso.

Como aquellos autores dejan claro, la individualidad auténtica no es una manifestación de egoísmo y sí de riqueza de la biodiversidad humana. Está implícito en este raciocinio que, tratándose de personas con alto nivel de inteligencia espiritual, ese privilegio auto-afirmativo, deberá estar equilibrado con el principio integrativo, que busca la unión en beneficio del conjunto, o sea de la sociedad y del planeta (ver Cap. 8).

Es interesante cerrar este ítem con una citación de Souki (3):

"Al examinar el desarrollo de la midia electrónica en Brasil(*) aparecen dos tendencias muy claras,: una, promover la compra de bienes de consumo; La otra, divulgar y legitimar la ideología de los dominantes. Para sustentar estos objetivos, se precisa alcanzar públicos cada vez más vastos, en una tentativa de homogeneizar gustos, costumbres y hábitos. Esto llevó a la padronización de los programas y a la centralización de la producción (principalmente televisiva) en el eje Rio – San Pablo. De forma general las audiencias son apenas utilizadas para realizar los objetivos de los sectores que comandan el poder. Por lo tanto, las carencias y aspiraciones intrínsecas de la sociedad, tales como: mayores niveles de educación y valorización de las culturas regionales, son raramente enfatizadas".

O sea, en forma resumida: las necesidades reales de la sociedad son poco publicitadas. Ya las necesidades artificiales lo son profusamente, a través de análisis científico del comportamiento humano.

Entonces: ¿lo que producir?

Según Kotler (8) uno de los componentes del marketing social es: "evitar producir bienes y servicios que no se encuadren dentro de los mejores intereses del cliente". Un ejemplo serían los productos superfluos. Esto implica en una revolución conceptual, generalmente no abordada en los textos sobre Gestión. Este inmenso agujero, impide la posibilidad de responder a preguntas esenciales, tal como: ¿Lo que producir y lo que no producir? ¿Cuáles los criterios de discriminación? Aquí hay un asunto crucial: de nada vale aplicar técnicas cada vez mas sofisticadas, si no somos capaces de ecuacionarlo.

El hecho es que los mejores libros de Gestión y especialmente los de Gestión de la Calidad, como Deming (9), Juran (10), Ishikawa (11) o Falconi Campos (12), solo se preocupan con metodologías técnicas (así como insisten en la valorización de los funcionarios), capaces de alcanzar altos índices de calidad y productividad.

De cualquier forma, una cosa es clara: la estructura productiva tal como hoy existe, tiene un interés prácticamente único: el lucro. Si no colocásemos anteojeras, veríamos lo que realmente ocurre: la Naturaleza es devastada, destruida y contaminada; los seres humanos son deshumanizados, uniformizados, triturados; los principios éticos y espirituales son ignorados y ridicularizados. Y el sistema productivo como un verdadero Moloch(*) nos devora, transformándonos en consumidores compulsivos tan insaciables cuanto permite nuestro bolsillo, reforzado a corto plazo por el crédito fácil (cheque especial, tarjetas, préstamos etc).

En el ítem anterior, clasificamos en forma genérica las necesidades humanas en dos categorías: las reales y las artificiales. Sin embargo, algunos defensores del sistema productivo actual contraatacan diciendo: "¿Quién será capaz – y tendrá el derecho – de definir cuáles son estas necesidades, supuestamente reales o verdaderas?"

La anterior es una pregunta teóricamente válida (aunque generalmente hecha con mala fé) y por eso tiene que ser respondida, aunque el inquiridor parece ignorar que el sistema ya hizo discriminación – aunque en forma implícita – acerca de estas necesidades y no se intimida en preguntarse si "será capaz de hacerlo y con que derecho". En efecto, el sistema ya decidió: todo lo que dá lucro puede (y debe) ser producido.

No hay condiciones para hacer ahora un análisis detallado de la problemática expuesta en este momento, que implicaría un estudio muy detallado, pero algunas ideas básicas pueden ser ofrecidas, a saber:

a) En lugar de reservar las mejores tierras para los cultivos de exportación (como es usual en el Tercer Mundo), dedicarlas, en proporción razonable a disminuir rápidamente la desnutrición de la población local. Para esto será necesario elaborar un Plan Nacional de Alimentación (ver Bonilla, 13).

b) En vez de fabricar productos superfluos innecesarios, ofensivos, no bio-degradables, o causadores de diferentes tipos de contaminación, utilizar los recursos materiales, financieros y humanos al servicio de las necesidades reales (identificadas en el ítem anterior) de la población, comenzando por las más esenciales.

c) En lugar de divulgar y promover cantores mediocres, telenovelas ruines, revistas chismosas, diarios sensacionalistas y demás productos negativos de los medios de comunicación, colocar todos los recursos financieros utilizados (incluyendo los salarios absurdos de "showmen" de programas televisivos, que en Brasil superan 500.000 dólares mensuales), para estimular la cultura y la educación, a través de sus representantes auténticos.

No estamos aquí proponiendo una nueva teoría ni pregonamos quebrar el sistema productivo. Apenas estamos colocando a consideración de las personas, la idea básica de que el sistema, aparentemente actuando a nuestro favor gracias a la creación y difusión de productos cada vez más gratificantes y novedosos, acaba neutralizando nuestros mejores sentimientos y nuestros más altos valores.

Aún se puede oír los tecnócratas insensibles diciendo: "Este cambio nos llevará al enfriamiento de la economía, con sus terribles consecuencias; es necesario parar con esta locura".

Y ellos podrán justificar su preocupación con argumentos racionales como estos: Si las fábricas de armamentos fueran cerradas; las plantaciones de tabaco prohibidas; la producción de autos particulares fuera disminuida(*); si la devastación de las florestas fuese efectivamente controlada, en que niveles sería degradado el Producto Nacional Bruto e peor aún: ¿Cuántas personas que darían desempleadas?

En verdad, el PNB no discrimina calidad, uso, motivo, esencia, utilidad, contenido o naturaleza de los productos comercializados; él solo se preocupa con las facturas y sus correspondientes valores pecuniarios, aunque entre ellos no contabiliza los costos sociales y ambientales. Solo interesa contabilizar dinero.

Desde el punto de vista ambiental, un ejemplo: Brasil produjo en 2005, treinta millones de toneladas de soja, que exportó a buen precio, lo que aumentó grandemente el PNB e incluso el superávit en su balanza de pagos. Pero… cada kilo de soja implicó (dada la metodología de monocultivo utilizado) en la pérdida de 10 kg de suelo, lo que totalizó 300 millones de toneladas de suelos fértiles. ¿En que página del informe sobre el PNB está registrada esta pérdida?

En primer lugar, es importante decir que el PNB puede tener alguna utilidad como indicador para los tecnócratas, pero no para el ciudadano común. En efecto, el PNB mide el volumen de las compras y ventas de bienes y servicios, de modo que, cuanto más alto sea el nivel de éstas, más robusta sería la economía. Pero los números son números: 1000 = 1000; 100 ( 500. Por lo tanto, resultan más "satisfactorios" 3000 pesos invertidos en el celular de la moda que 2000, utilizados para alimentar una familia (es claro que muy mal), durante el mes.

Garaudy (14) para demostrar lo absurdo del sistema, presenta una parábola muy ilustrativa: "En pleno verano, un individuo vestido con un pesado sobretodo, está bañado de sudor. Pero en lugar de sacárselo (y así acabar o por lo menos aliviar el calor), compra un ventilador. Así, ¡el PNB prospera dos veces: con la venta del sobretodo y con la venta del ventilador!"

La inadecuación del PNB como expresión del desarrollo de una comunidad, puede ser mostrada a través de otro ejemplo: los gastos en salud, por constituir movimientos de dinero, son parte integrante de aquel, llegándose al absurdo de que, cuanto mayores fuesen estos gastos – y por lo tanto más enferma será la respectiva sociedad – ¡tanto más crecerá el PNB!

Aún queda pendiente el problema del desempleo. En efecto, el empleo debería ser la forma por la cual las personas cambian sus habilidades y conocimientos específicos por bienes y servicios que son necesarios para vivir en el seno de la sociedad.

Economistas lúcidos y no comprometidos con el sistema económico, tanto en Estados Unidos como en Francia, han concluido que el PNB puede ser reducido a la mitad en esos países, sin perjudicar las condiciones de vida de la población, a través de cortes importantes en las áreas de armamentos, programas espaciales, número abusivo de autos particulares, publicidad y burocracia. En el Tercer Mundo, prácticamente no tenemos programas espaciales; mientras tanto, se fabrican muchos productos superfluos, así como se usan técnicas gerenciales anacrónicas, que llevan a la producción de bienes y servicios de pésima calidad.

Es evidente que si de un día para el otro, fuesen cerradas millares de fábricas, agencias y empresas diversas, la economía podría volverse rápidamente caótica, ocasionando grandes perjuicios sociales. Pero lo que aquí se propone es otra cosa: ella tiene como base la idea fundamental, de la reformulación de la estructura productiva y no su estrangulamiento, por medio de una transformación gradual y planificada de aquellas empresas que no atiendan prioritariamente las necesidades reales de las personas, por otras que sí lo hagan.

Un ejemplo puede ser una fábrica de armas, que podrá transformarse en una industria de electrodomésticos, vehículos de transporte colectivo o mismo de maquinaria pesada. Otra, de productos superfluos podrá convertirse en una fábrica de alimentos y una tercera, fabricante de sustancias nocivas podrá ser transformada en un laboratorio de medicamentos.

Por lo tanto, queda claro que el camino aquí propuesto, no tiene como meta un "enfriamiento" de la economía y mucho menos, el desempleo. Lo que es necesaria es la reformulación completa de los recursos disponibles a ser aplicados en la producción de bienes y servicios, procurando una utilización ideal de los mismos, para que realmente redunden en beneficio del ecosistema social y no apenas de un grupo de grandes propietarios o accionistas.

Esta reformulación exigirá el uso pleno de las potencialidades humanas, las cuales a través de la maximización de la creatividad con orientación ética y social, podrán proporcionar respuestas y soluciones bien avanzadas, no solo del punto de vista tecnológico y económico, pero también – y sobretodo – humano. Esto será posible si la potencialidad interna de las personas fuese liberada, específicamente en lo que se refiere a los empleados.

Los grandes objetivos de los consumidores precisarían, entonces, ser de los siguientes tipos, a partir de su creciente autonomía:

  • Percibir que no son obligados a comprar todos los artículos que el sistema económico pretende que compren.

  • Concientizarse que tienen derecho a exigir lo que desean, (pues pagaron por eso) y no lo que el sistema desea imponer.

  • Comprender que los deseos humanos no deben ser orientados apenas por caprichos y subjetivismos inducidos subliminalmente y sí por su utilidad social (y personal).

  • Percibir racional y emocionalmente que nuestro espacio físico es finito, por lo tanto debemos protegerlo y conservar su productividad para generaciones futuras (sustentabilidad).

Este tipo de consumidor está en gestación; en poco tiempo estará suficientemente maduro para ejercitar sus exigencias. Y ¿qué exigencias son esas? Ellas son bastante simples: consumir solo bienes y servicios que atiendan nuestras necesidades reales; precios razonables, buen atendimiento; productos de buena calidad y que no causen daños ambientales; adecuada durabilidad.

¿Es tan difícil satisfacer estas exigencias, aún sabiendo que de su eficaz y honesta atención depende la sobrevivencia de las empresas y de la Humanidad?

Algunos comentarios finales sobre consumismo

A continuación son colocados algunos comentarios sobre consumismo, publicados en órganos de comunicación no académicos (diarios, revistas, internet). Por su simplicidad y falta de sofisticación, parecen bien comprensibles para todo público. Veamos:

  • "El "Financial Times" de Londres divulgó la lista de las diez marcas más reconocidas (Coca-Cola, Disney, Nike, BMW, Porsche, Mercedes-Benz, Adidas, Rolls-Royce, Calvin Klein y Rolex). Ellas constituyen la nueva religión. Las personas se vuelven para ellas en busca de sentido "…" Esto haria a un Descartes neoliberal proclamar: "Consumo, luego existo". Fuera del mercado no hay salvación, alertan los nuevos sacerdotes de la idolatría consumista".

"La apropiación religiosa es evidente en los "shoppings centers". Allí, todo evoca el paraíso: no hay mendigos, infanto-juveniles, pobreza o miseria. Con mirada devota, el consumidor contempla los venerables objetos de consumo, acariciados por bellas sacerdotisas. Quien puede pagar se siente en el cielo; quien recorre al cheque especial o a la tarjeta de crédito, está en el purgatorio; quien no dispone de recursos, en el infierno. En la salida, sin embargo, todos se hermanan en la mesa "eucarística" del Mc. Donald"s".

"El pecado original de esa nueva "religión" es que, al contrario de las tradicionales, no es altruista; es egoísta. No favorece la solidaridad y sí la competencia; no hace de la vida un don, y sí una pose. Y lo que es peor: ofrece el paraíso en la Tierra. De la "religión" de consumo no escapa ni el consumo de la propia religión. Mientras tanto "Él tiene hambre y no le dan de comer" (Mateo 15, 31-40) Frei Betto. Religião de Consumo. Belo Horizonte: Diário da Tarde, 04.04.01, p. 02.

  • Según investigación realizada por una ONG de Estados Unidos en 2004, se constató que 73% de los consumidores que tuvieron problemas con productos o servicios y recurrieron a los servicios de atendimiento al cliente, salieron aún mas frustrados que en el acto de la reclamación.

Para 51% que además de perjudicados se consideraron mal-atendidos al protestar, el rompimiento con la organización fue inmediato. De ellos 11% prometieron venganza y 3% entraron con acciones jurídicas.

"Esta crecimiento de insatisfacción ya aumentó cinco puntos porcentuales desde 2003 y es una pésima noticia para las empresas: Nada menos que 96% de los acometidos por la "ira del cliente" prometen utilizar todos los medios (desde la red de relaciones personales a todas las midias existentes) para propagar su furia. Solo 16% (un cliente en cada seis) declararon estar satisfechos con los servicios de atención al cliente". (Página de Invertía, internet. Maltratado por empresas, el consumidor de EEUU quiere venganza. Acceso en 11.03.05 en el Site: www.terra.com.br/invertia.

  • "El punto principal que quiero subrayar es que la cooperación hace parte del sistema tanto cuanto la competición, y el "slogan" acerca de la supervivencia del mas fuerte, tuerce ese hecho".

"La sociedad abierta global no sufre ninguna amenaza externa de alguna ideología totalitaria que esté procurando la supremacía mundial. La amenaza viene de adentro… es el propio capitalismo" (George Soros. Capitalista arrependido? Revista Exame, 26.02.97, p. 14).

  • "El otro día comencé a asistir la película "Los Monos. En el primer diálogo entre Bruce Willis y Brad Pitt, éste explica por qué las personas son colocadas en hospicios. De acuerdo con él, no es por el hecho de ser dementes y sí por no ser consumidores eficientes. Quien no se somete a las imposiciones de la mídia, solo puede ser loco".

"Ahora, sin intención de auto-ayuda, envío el consejo de mi madre: "Apaga la TV y va a leer un libro". Diario también sirve". (Vinícius Mauro, alumno de tercer año de la Universidad Católica di Minas Gerais. Estado de Minas. 02.03.04, p.12)

  • "Niños de 10 años ya están viciados en compras en Gran Bretaña, según el Consejo Nacional de Consumidores, que informan que a esa edad, los niños ya se transformaron en "shopaolics" (viciados en compras). Ese amor por las compras, continúa a aumentar en la adolescencia y es particularmente fuerte entre las mujeres jóvenes".

  • "La tecnología es irreversible y puede tener efectos favorables, como conseguir que el trabajo sea hecho en forma más rápida y eficiente. Pero puede ser un problema grane cuando las personas "tienen" que cambiar constantemente de aparatos. Por ejemplo, cuando las personas comienzan a aprender a operar los celulares que poseen, se ven tentadas por nuevos modelos. Y allá van ellas a gastar más dinero, porque éstos tienen más status"

"Es una comunicación perversa la introyección en las personas de la idea que no serán felices, sí no tienen determinado producto. (Maranhao Pinto, T. Renovação tecnológica ou consumo desnecessário. Revista Administração Profissional, San Pablo. Nov. 2004, p. 07)

  • "El chofer brasileño es bombardeado diariamente por una larga lista de productos innecesarios para su auto. Y muchos acaban engañados por propaganda falsa y sed de ganancia, de los fabricantes, comercios, concesionarias, talleres, etc". Algunos de esos "cuentos del tío" son:

  • "¿Vale la pena llenar los neumáticos con nitrógeno? (Sí, si su auto va correr en la Fórmula 1…)"

  • "Amortiguadores deben ser cambiados cada 30.000 Kilómetros (Ellos deben ser cambiados cuando ya no cumplan su función; si se anda por buenas calles de hormigón y sin exceso de peso, pueden durar más de 100.000km.)"

  • "El funcionario condenó mi extintor porque temía mas de un año. (El extintor solo debe ser cambiado cuando el puntero de carga entre en la faja roja)"

(Doze contos-do-vigário. Estado de Minas. Suplemento Vehículos. 10.10.02,)

Agresion al medioambiente y sustentabilidad

Los ecosistemas

Tamsley definió en 1935, ecosistema como un retículo de especies animales y vegetales en equilibrio (la biocenosis) interactuando entre sí, y con el medio ambiente no vivo (el biótopo).

Algunos ejemplos de ecosistemas son los mares, ríos, lagunas, praderas, desiertos, bosques y montañas. La formación de los mismos implica en un largo proceso evolutivo, involucrando tiempo considerable (por ejemplo, millares y millares de años), hasta conseguir una razonable adaptación de las especies vegetales y animales entre sí y con el medio ambiente. Una vez obtenido ese punto de equilibrio (que nunca es estático y sí dinámico), el proceso adquiere la característica de la auto-regulación, técnicamente conocida como homeostasis (equilibrio biológico).

Este equilibrio biológico de los ecosistemas es un asunto fascinante y en cierto modo, imposible de justificar por el enfoque científico tradicional, pues: ¿cómo será posible que seres desprovistos de inteligencia o con inteligencia rudimentaria (según aquel punto de vista) como las plantas y animales (incluyendo seres monocelulares), podrían ponerse de acuerdo para ajustar las condiciones y asegurar su sobrevivencia?

El enfoque holístico, percibe esta situación de un modo muy diferente, reconociendo que en cada ecosistema opera un par de fuerzas opuestas (pero complementarias): una tendencia integrativa que atiende el funcionamiento de aquel ecosistema como una Unidad, y otra, una tendencia auto-afirmativa que atiende a la preservación de cada grupo específico. Como ya fue dicho, estas tendencias son simultáneamente opuestas y complementarias; su equilibrio permite que el sistema global se mantenga viable.

En un sistema equilibrado, plantas y animales conviven en una combinación de competencia y mutua dependencia y cooperación. Realmente, cada especie tiene potencialidad suficiente para desarrollar un crecimiento exponencial, pero la tendencia "integrativa" restringe esta posibilidad a través de controles e interacciones. Pero si el sistema es perturbado por el ser humano en alguna dirección específica, el descontrol ocurre.

Entonces, algunas plantas se transforman en "malezas" y algunos animales en "plagas". Ciertas especies pueden ser hasta eliminadas. En estos casos, las tendencias auto-afirmativas prevalecen sobre las integrativas, de modo que el sistema se desequilibra.

Las investigaciones detalladas que han sido desarrolladas en los últimos años acerca de los ecosistemas, deja claro que la mayoría de las relaciones entre organismos vivos son cooperativas ("apoyo mutuo"). Aunque la competición ("lucha por la vida") exista, ella está contenida en un contexto más amplio, propio de la cooperación, de modo que el equilibrio (dinámico) es mantenido. Mismo hasta las relaciones más agresivas dentro del ecosistema tales como las de predador-presa, aunque destructivas para el individuo específico, contribuyen para el mantenimiento de un número adecuado de seres de la especie adecuada.

Estas descubiertas están en nítido contradicción con la visión (deformada) que los darwinistas sociales tienen acerca de la vida humana, percibiéndola apenas en términos de lucha, competición y destrucción del más débil. Lo más lamentable es que esta concepción relativa al medio ambiente natural, llevó a la creación de una filosofía que legitima la explotación, la desnutrición y los efectos desastrosos que nuestra moderna tecnología ejerce sobre aquel medio ambiente.

"Este comentario es esencial, pues como dice Capra (15): "La agresión excesiva, la competición y el comportamiento destructivo son aspectos predominantes apenas en la especie humana; ellos tienen que ser tratados en términos de valores culturales, en lugar de procurar "explicarlos" pseudo-científicamente, como fenómenos intrínsecamente naturales".

Extrapolando el concepto de ecosistema, la Tierra toda podría ser considerada como un Gran Ecosistema y como tal – según la interpretación de varios autores holísticos – serían, en la verdad, un ser vivo, apenas más complejo que los hoy reconocidos por la Ciencia (plantas, animales, hombre).

Específicamente, en el caso del Ecosistema Global (planeta Tierra), según Lovelock (16) se trata de un ser vivo, capaz – a través de una gigantesca red de procesos – de auto-regulación del medio planetario, de modo que se puedan mantener condiciones óptimas para el funcionamiento de la vida. Esta hipótesis lleva el nombre de Gaia, nombre de la diosa griega de la Tierra.

Algunos ejemplos de auto-regulación de la Tierra pueden ser presentados en lo que tiene que ver con: el contenido salino de los mares, la composición química de la atmósfera, la distribución de los vestigios de elementos minerales en los seres vivos, la constancia de la temperatura superficial de la Tierra. En este último caso, se sabe que el clima del planeta nunca fue totalmente desfavorable a la vida en los 4.000 millones de años, desde que ella surgió. Pero, también se sabe que, durante ese período, la radiación solar aumentó, por lo menos, 30%.

Por lo tanto, si la Tierra fuese apenas una gran esfera sólida, inanimada, la temperatura de su superficie acompañaría el aumento de energía solar. Si así fuere, y considerando la temperatura media actual, la Tierra habría sido, por lo menos durante 1.000 millones de años, una esfera completamente helada. Sin embargo, por lo que se sabe de Geología, esas condiciones nunca existieron. La única explicación satisfactoria sería la de que hubo una temperatura razonablemente constante durante aquel inmenso período, del mismo modo que el ser humano mantiene su temperatura interior, a despecho de la existente en el exterior, gracias a su capacidad de auto-regulación.

Ampliando el contexto de la hipótesis Gaia, se podría llegue a admitir el Sistema Solar como un Super-Gran – Ecosistema y así sucesivamente hasta el infinito Ecosistema Uno, Omniabarcante, al cual las religiones llaman de Dios.

Aquí llegamos a un punto crucial, si un Ecosistema (de cualquier nivel) es un ser vivo inteligente, él no tendrá apenas un cuerpo físico, debiendo existir seguramente una mente y probablemente una alma.

Por ejemplo, el planeta Tierra, reconocido por la hipótesis Gaia como un ser vivo, extremadamente auto-regulado, precisará de una inteligencia bien desarrollada, capaz de organizar aquel difícil proceso con tanta competencia, pues que esto sea obtenido a través del azar es inconcebible.

La mencionada inteligencia sería la responsable por lo que llamamos tendencia integrativa. O sea, la Tierra, como todos los cuerpos celestes serían seres vivos dotados de elevados atributos capaces de mantenerse en equilibrio dinámico durante millones de años, en cuyo transcurso el atributo inteligencia, en particular, brillaría con destaque especial.

Este raciocinio nos llevaría en forma evidente a una Inteligencia Suprema, creadora del Universo. Solo, que, a diferencia de las religiones, el camino de su conocimiento no sería apenas la fé y sí la comprensión. Es a esto que Einstein (17) llama de "religiosidad cósmica". Este tema es fascinante, pero debemos volver ahora a nuestro estudio específico. Con todo, antes de hacerlo, queremos dejar una pregunta sustancial en abierto: ¿que decir de los ecosistemas comunes, por ejemplo un bosque, un río, una montaña o una pradera? ¿También serán ellos seres vivos, dotados de inteligencia, entre otras cosas? Los místicos orientales y algunos occidentales, responden que sí, proclamando la existencia de cadenas jerárquicas de energías subyacentes, que operan sobre la materia viva, dándole la forma y las características específicas, de acuerdo con las condiciones ambientales disponibles.

Principales tipos de agresión ambiental

Estos tipos están representados por las siguientes categorías básicas:

  • Contaminación

  • Explosión demográfica

  • Destrucción de tierras

  • Devastación de los recursos marinos.

Un detalle bastante completo puede ser consultado en Bonilla (18). Aquí solo comentaremos la primera categoría, a través de las siguientes modalidades:

Contaminación atmosférica

Según la Organización Mundial de la Salud, se entiende por contaminación atmosférica, "el tenor excesivo de sustancias extrañas a la atmósfera, pudiendo perjudicar el bienestar y la salud de las personas, así como causar perjuicios a bienes.

Los residuos en épocas pasadas, eran fundamentales orgánicos y por lo tanto, susceptibles de ser atacados por organismos descompositores (bacterias, hongos, etc.), que la degradan en sustancias más simples como nitratos u otras sales, absorbibles por las raíces de las plantas. O sea, se trataba de sustancias llamadas técnicamente como degradables. Pero el rápido desarrollo industrial, creo una situación completamente nueva, a través del derrame en forma sólida, líquida y gaseosa de millares de productos químicos complejos, no atacables directamente por los descompositores, por lo que fueron llamadas de no-biodegradables. Su duración en el medio ambiente se mide, generalmente en decenas de años debido a lentos procesos de temperización y otros. (Un caso típico es el DDT que se ha espaciado hasta la Antártida, a pesar de haber sido prohibido hace más de 20 años).

Lo que no era importante hace una siglo, ahora representa un gran drama social, que se va agudizando con el avance de los años. Esto se debe a que la capacidad neutralizante, auto-reguladora de la Naturaleza está siendo aniquilada por una masa impresionante de detritos, originados en gran parte por el desperdicio inherente a nuestra sociedad de consumo, cuyos productos son, en general, no bio-degradables.

Los sistemas naturales desarrollan los llamadas ciclos de la Naturaleza, caracterizados por procesos extraordinariamente eficientes y limpios. En las plantas, por ejemplo, la velocidad de la creación de materia vegetal a través de la fotosíntesis se equilibra con la velocidad de descomposición y así el ecosistema se mantiene sin problemas durante un tiempo muy largo.

Los procesos industriales, en cambio, creados por el hombre, acaban fragmentando los ciclos naturales, cortándolos por la mitad y transformándolos en sistemas abiertos. En ellos es muy desarrollada la primera parte (fabricación de productos) y totalmente ignorada la segunda (que correspondería al reciclaje), dejada a cargo de la Naturaleza una enorme masa de residuos, que ya no puede asimilar.

Los principales poluentes atmosféricos son: Óxidos de carbono, compuestos sulfurosos, compuestos nitrogenados, partículas sólidas, aerosoles y halógenos (Fluor, Cloro, Bromo, Iodo).

El efecto invernáculo y la disminución o ruptura de la capa de ozono, son reconocidas como las contaminaciones más importante actualmente.

b) Contaminación hídrica. Puede ser dividida en 2 categorías:

Contaminación de aguas dulces

Tiene tres fuentes principales: la industria, que elimina sustancias orgánicas e inorgánicas de diferente naturaleza, siendo las más agresivas las industrias químicas, de papel y celulosa, alimenticias y de metales primarios; la agricultura debido sobre todo a residuos de fertilizantes químicos y de agrotóxicos; y el uso doméstico que elimina materiais fecales y algunos productos químicos, como es el caso de los detergentes.

Es importante señalar que aquí no es solo importante la agresividad química. En efectos si residuos biodegradables (por ejemplo, agrícolas) son tirados a las corrientes de agua en forma excesiva, podrán agotar totalmente el oxígeno disuelto en el agua, lo que es muy perjudicial para gran número de organismos que viven en el agua, especialmente peces.

Fuera de la materia orgánica los más importantes contaminantes son: agrotóxicos (que serán discutidos en el ítem c), detergentes sintéticos, celulosa y metales pesados como cobre, zinc, mercurio y cadmio).

Contaminación de aguas oceánicas

Las aguas oceánicas tienen dos papeles muy importantes para el ser humano:

  • Fuente muy importante – aún expansible – de alimentos.

  • Contribución como Ecosistema Global regulador, a través de la fijación de una intensa actividad fotosintética, que fija inmensas cantidades de CO2.

Sin embargo, la interferencia humana ya llega a extremos calamitosos. Según el comandante Costeau, de 30 a 50% de la vida marina ya fue aniquilada, hasta 500m de profundidad.

Existen en alto mar, contaminantes de todo tipo, con destaque para los metales pesados (plomo, mercurio, etc)

Un problema especial relativo a la contaminación oceánica se debe al transporte de petróleo, tanto debido a inmensa cantidad de aguas residuales de lavaje como de accidentes.

== Contaminación del suelo y las plantas

Existe una vastísima literatura sobre el asunto (Por ejemplo, ver Bonilla, 19). La contaminación de las plantas y de los suelos es motivada por dos agentes básicos, oriundos de un modelo agropecuario donde prevalece la agroquímica, siendo ejercido con baja responsabilidad social. Ellos son: los agrotóxicos con los cuales se pretende, exclusivamente, combatir pestes y plagas (sin considerar aspectos ecológicos) y los fertilizantes químicos solubles, cuyo uso es dirigido para corregir deficiencias nutritivas de los suelos.

A pesar de que el objetivo declarado de los agrotóxicos es combatir las plagas, Paschoal (20), nos informa, a través de una amplia investigación, que en 20 años de agroquímica el número de las principales especies patógenas para las plantas pasó de 193 para unas 600, considerando las 40 especies vegetales más importante. ¡Este resultado (aparentemente absurdo); ¡mostró que aún consumiendo millones de toneladas de agrotóxicos, el número de plagas triplicó tres veces!

Con todo, el problema principal de los agrotóxicos es otro: su toxicidad, que puede ser aguda (y que causa serios daños y a veces la muerte a los trabajadores rurales que manipulan con ellos) o crónica (que nos envenena a todos por igual).

Algunos de esos agrotóxicos, muy populares en la década del 60 y del 70, denominados órgano-clorados fueron prohibidos en el mundo entero, a pesar de la maciza resistencia de sus fabricantes.

Por su parte, los fertilizantes químicos solubles producen algunos efectos deletéreos, debido tanto a la producción de sustancias asfixiantes, especialmente nitritos, como estímulo a crecimiento de plantas acuáticas como el aguapé, que acaban robando oxígeno para la fauna ictícola.

Contaminación alimenticia

Hay dos tipos básicos de contaminación alimenticia, una en alimentos industrializados, que reciben contaminantes agregados en la forma de aditivos, acidulantes, conservantes, estabilizados y toda la parafernalia relacionada. Pero dado lo reducido del espacio disponible, queremos comentar la contaminación de alimentos en estado natural, ya que hay un gran desconocimiento de sus efectos negativos, aún en los propios cursos de Agronomía.

Para mayor claridad, debe especificarse que consideramos "alimentos en estado natural", aquellos que, a pesar de recibir muchas sustancias químicas como los mencionados agrotóxicos y fertilizantes solubles, no tienen un proceso posterior de industrialización. Sería el caso de frutas, verduras, etc.

En el momento, no vamos a considerar los residuos tóxicos contenidos en esos alimentos, por que ese problema es de conocimiento público (a pesar de que ninguna medida es efectivamente adaptada). Queremos presentar aquí, un fenómeno menos conocido, denominado desnaturación. Él surge del tratamiento agroquímico al que son sometidos, lo que lleva a una alteración, a veces radical, de la composición natural de los productos.

El valor nutritivo de productos desnaturados puede ser muy bajo, ya que sus componentes químicos están desequilibrados, distanciados de aquel equilibrio natural. Esas plantas ingeridas por el hombre (y por los animales) transmiten a éstes, su falta de vitalidad, su susceptibilidad y su desequilibrio.

Los principales desequilibrios causados, comprobados por varias investigaciones científicas(*) son:

  • Reducción del tenor de materia seca (Fácilmente 20 a 30%, por lo que acabamos pagando agua al precio del producto agrícola).

  • Aumento considerable del tenor de nitratos (Hasta cuatro veces mayor que lo normal).

  • Reducción del tenor de aminoácidos esenciales (En grados diversos).

  • Disminución del tenor de glúcidos (Hasta tres veces).

  • Efectos variables sobre vitaminas y otros nutrientes (Los fertilizantes potásicos aumentan hasta 40 veces la relación de ese nutriente con magnesio y/o sodio).

  • Efectos negativos sobre sabor y conservación, estimulando el desperdicio.

En relación con esto, un eminente veterinario francés, Voisin (22) dice: "Modificaciones de tal modo profundas en la composición de nuestros alimentos (desnaturación) no pueden dejar de ejercer una acción nefasta, acentuada y continua sobre la salud humana".

e) Otros tipos de contaminación

Entre las más importantes se destacan:

  • Contaminación radioactiva. Es la más peligrosa de todas. ¡La basura radioactiva puede sobrevivir, si fuese de plutonio nada menos que 500.000 años!

  • Contaminación sonora. Se consideran como tal todos los fenómenos acústicos, sanitaria o socialmente nocivos. Las dos clases principales de contaminación sonora son oriundas del ruido industrial o del barullo urbano.

  • Contaminación psico-social. Es una consecuencia directa del deterioro de las condiciones de la existencia humana. Aquí se incluye analfabetismo, alcoholismo, mortalidad infantil, enfermedades físicas y mentales debidas a la pobreza, agresividad, criminalidad, etc.

Los recursos disponibles para enfrentar la agresion ambiental

Recursos técnicos

Existe una variada gama de recursos técnicos para defender el medio ambiente de las contaminaciones de origen agropecuario, industrial y urbano. Sin embargo, la descripción de los mismos involucra conocimiento especializado, lo que escapa al enfoque de este libro. El lector interesado, puede consultar, entre otros autores a Monosowski (23) o Silva y Mara (24).

Recursos legales

Cada país posee sus mecanismos legales para proteger el medio ambiente. Lamentablemente, la mayoría de las veces la fiscalización es muy insuficiente, por lo que las buenas intenciones son derrotadas por el descaso, la falta de conciencia y por la gananciosidad.

Generalmente esos mecanismos legales incluyen algunos conceptos nuevos (de la década del 80) como RIMA y EIA.

RIMA (Relatorio de Impacto Ambiental) es hoy exigido para el licenciamiento de un gran número de actividades (carreteras, redes ferroviarias, aeropuertos, oleoductos, complejos industriales y agroindustriales, etc). Ya EIA (Evaluación de Impacto Ambiental) implica en diagnóstico ambiental (incluyendo los medios físico, biológico y socio-económico), el análisis de los impactos, etc.

A partir de la ECO-92, celebrada en Rio de Janeiro, fue iniciado el proceso de elaboración de normas ambientales, las llamadas ISO 14.000, que aunque no son exigencias legales, son muy importantes porque se están volviendo exigencia de los mercados importadores. En realidad esa norma, aunque voluntaria, pasa a ser un certificado de buena conducta ecológica, muy valorizado por las empresas. Para mas detalles, ver Reis (25).

La Constitución brasileña de 1988, es una de las primeras del mundo en incorporar varios dispositivos legales nuevos como: obligación de recuperar ambientes degradados, definición de áreas como patrimonio nacional (en el Brasil se incluyen varias, entre ellas la floresta amazónica), el criterio de protección ambiental extendido al interés social de la propiedad (lo que puede llevar a la desapropiación) etc.

Sin embargo, a esta abundancia de medios legales, se asocia su falta de cumplimiento por los órganos oficiales de fiscalización, generalmente desmantelados, sin recursos y sin personal técnico apropiado. Un ejemplo claro es la floresta amazónica, que en el papel es patrimonio nacional y en la realidad, cada vez mas devastada.

La palabra de pase, pasa a ser entonces: "Hacer funcionar la legislación ambiental". Para esto se precisa movilizar la sociedad en general y las personas en particular.

Las posibles respuestas de la comunidad organizada

Si bien tecnología y legislación son recursos importantes e indispensables, ellos son necesarios pero no suficientes. Para que las cosas funcionen, es fundamental la concientización de la opinión pública.

Movimientos ecológicos, "partidos verdes" y otras formas de manifestación comunitaria ya existen en el mundo entero. Y ciertos resultados positivos han sido obtenidos: industrias siderúrgicas y otras han sido obligadas a gastar muchos millones de dólares en equipos anticontaminantes; la industria automotriz se ha visto obligada a invertir pesado para controlar la emisión de contaminantes liberados por la quema de los combustibles, así como usar menos plomo. Las industrias de jabón han sido obligadas a producir nuevos detergentes con poco fosfato, etc.

En este contexto, algunas empresas importantes se han concientizado de la naturaleza del problema y de la fuerza cada vez más irresistible que subyace a la problemática ambiental. Otras, tal vez la mayoría, piensan que pueden escapar de la realidad de los nuevos tiempos y tentan (y en muchos casos consiguen) pasar la cuenta para la comunidad, a través de los costos sociales que ésta paga. Pero estamos en época de cambios y quien no es capaz de percibir esto, puede pagar su falta de visión con la desaparición pura y simple, debido a un proceso de negatividad y desgaste de imagen.

Las empresas están cada vez más visibles. La comunidad a exigir cada vez más, actitudes pro-ambientales por parte de ellas. Solo los gerentes alineados con la nueva realidad, podrán conducir sus organizaciones a un destino cierto y sólido. La responsabilidad social y ambiental de ellas será puesta a dura prueba en el transcurso del siglo XXI.

En el mundo problemático y turbulento de hoy, la comunidad suficientemente concientizada exigirá cambios de rumbos en muchas cosas. Una de ellas, parece clara a cualquier observador imparcial: la presión social para producir bienes realmente necesarios, de buena calidad, a precios razonables y que no agreden el medio ambiente, será cada vez más y más fuerte. Las empresas que perciban esto desde ahora, tendrán la ventaja de operar cuando aún hay tiempo.

La comunidad organizada tiene múltiples recursos para enfrentar a aquellas empresas que se nieguen a participar del emprendimiento social-ecológico. La credibilidad de ellas ya anda muy bajo a nivel de la opinión pública. En la realidad, el bien más precioso que una empresa posee no es su capital, sus instalaciones y equipos, ni su tecnología, y sí su imagen. Si ella es realmente buena, los otros problemas se pueden corregir; pero si ella es ruin, esta percepción debe ser corregida antes de que cualquier otra cosa; de lo contrario es mejor cambiar de ramo.

En este contexto, es claro que una comunidad bien organizada tiene un recurso poderosísimo para enfrentar los impactos ambientales negativos, provocados por determinadas empresas. Una vez individualizadas, ellas pueden ser objeto de boicot, a partir del mantenimiento del cual, la decadencia de la imagen se procesará rápidamente, obligándola a asumir sus responsabilidades ambientales. Si no reaccionaren con la velocidad suficiente, tendrán que cerrar sus puertas.

Otras medidas podrán ser tomadas por la comunidad organizada, existiendo aquí un amplio espacio para la creatividad. Una forma en que este asunto puede ser retomado es a través de grupos de discusión, emergentes de asociaciones humanas específicas.

El papel de la concientización individual

En el ítem anterior se vio que dentro de los recursos disponibles por la sociedad para enfrentar los impactos ambientales negativos, uno de fundamental importancia era la existencia de una comunidad organizada, sensible y concientizada, conocedora de sus deberes y sus derechos. Pero una comunidad no es un conjunto homogéneo de personas y sí un verdadero ecosistema, con individuos poseedores de las más diversas aptitudes, perspectivas e intereses.

En este contexto se percibe que la concientización se desarrolla gradualmente en el seno de esa sociedad, comenzando con unos pocos individuos (los pioneros), que actúan como núcleos de condensación. Después que estos alcanzan una masa crítica es que los ideales pregonados comienzan a difundirse por el cuerpo social. Si tuvieran una base sólida, ellos se arraigarán en la conciencia grupal de aquella comunidad, de donde emergerán, transformándose en acciones físicas, concretas, visibles y tangibles.

Por lo explicado anteriormente, si bien se percibe claramente que quien opera la conciencia es la comunidad, ésta necesita del estopín de algunas conciencias individuales para poder deflagrar el proceso respectivo. Por lo tanto, y en último análisis, el papel que juega la concientización individual es vital. Si bien, por un lado, ella aislada no es suficiente, por otro es imprescindible para catalizar acciones a nivel de la sociedad o comunidad tomada en conjunto.

Es deber, por lo tanto, de cada ciudadano, asumir como conciencia lúcida, vigilante y actuante en relación con los impactos ambientales. Pero para que esto sea eficiente será necesario tener una percepción global de la problemática involucrada, lo que requiere una visión holística.

Un concepto fundamental dentro de esa visión es considerar el ser humano como un ser integral, con sus componentes físico, mental y emocional, así como otro, de naturaleza superior, comúnmente llamado de espiritual. Estos componentes no pueden ser separados (como artificialmente se pretende hacer, sin suceso, desde que la metodología científica tomó cuenta de la sociedad humana).

La resultante de este raciocinio es que para comenzar a introducir los cambios que la sociedad necesita, el hombre debe mirar – antes de todo – para su propia naturaleza y después proyectarla exteriormente, procurando manifestarse en el mundo físico en busca de una vida sustentada por los valores humanos y no por las cuentas bancarias. De este modo comenzamos a comprender que somos parte de una Gran Unidad (cosa que los místicos orientales y occidentales sabían milenios antes de Cristo, y que la Ciencia actualmente más avanzada, la Física subatómica redescubrió en el siglo XX). Realmente somos unidades dentro de Unidades (o como dice Koestler, 26) somos "holones" dentro de "holones".

Tomando como punto de referencia de Unidad el planeta Tierra (que por su vez pertenece a una Unidad Mayor, el Sistema Solar y así sucesivamente hasta la última Unidad: Dios, Creador, Inteligencia Suprema etc), se percibe que en todas esas Unidades (incluyendo la Tierra) operan fuerzas que la Ciencia no considera, a no ser de forma metafórica o escapista.

Una de estas figuras misteriosas es "la Naturaleza". En efecto, se habla en los libros científicos que "la Naturaleza" hace, crece, desarrolla, regula, etc. Pero ¿quién es esa tal señora llamada Naturaleza?

Dá la impresión, leyendo algunos autores que ella es una fuerza ciega que tal vez escapó de la mítica caja de Pandora y que actuando al acaso durante millones de años creó (imaginen: ¡por simples azar!) todas las maravillas que existen sobre la faz de la Tierra. Y esta posición no es mantenida por científicos de segunda categoría apenas. El Premio Nobel de la Biología Monod dice: "El azar y únicamente el azar está en el origen de toda innovación, de toda creación en la biosfera"… "Nada justifica la suposición – o la esperanza – de que, a ese respecto, nuestra posición sea susceptible de revisión".

Ya desde la más remota antigüedad, el ser humano se ha acostumbrado a oír algunos "sabios" que proclaman que lo que ellos dicen es la verdad completa, definitiva e indiscutible, a pesar de que los auténticos sabios ya dijeron hace mucho tiempo que la "verdad" se vive, es una experiencia interna, ante la cual caducan todos los "portavoces", por mas ilustrados que sean.

Lo que interesa en este momento es que la Humanidad siempre desconfió de las explicaciones arregladas en los retirados aposentos clericales o, como ahora, en los pulcros gabinetes políticos, científicos y militares. Estas explicaciones están partidas al medio: o se privilegia la vida religiosa en detrimento de la vida física (aunque esta es cada vez más atendida, en perjuicio de la vida espiritual); o se privilegian los aspectos económicos y físico-químicos de la vida, en detrimento de los aspectos espirituales.

El ser humano está en procura de la síntesis, que el enfoque holístico le puede proporcionar. A través de éste puede ser aprovechada hasta la última gota, el conocimiento que la metodología científica es capaz de ofrecer a la Humanidad, pero junto con esta contribución – de valor inestimable – es necesario que ocurra una fecundación con los conocimientos milenarios que nos han legado los sabios, cuyo centro de actuación no era el mundo exterior y sí el ser interior.

Un casamiento de ese altísimo nivel ya fue hecho por los mayores genios científicos, como Böhr y Einstein. El lector interesado en más detalles, puede consultar Capra (27).

Hecho este rodeo para explicar mejor, volvemos al punto de origen: ¿Quién es la tal señora Naturaleza? Schwartz (28) responde: "La Naturaleza es un misterio a reverenciar, no un secreto a dominar".

El gran misterio de la Naturaleza es, indudablemente, cubierto por las limitaciones impuestas por la tridimensionalidad del mundo físico. La Ciencia ha descubierto la cuarta dimensión explicada a través de ecuaciones complicadísimas, pero en forma bien más simple puede ser entendida como una inmensa escala de frecuencias vibratorias, que van desde pocas vibraciones por segundo (tacto), pasa por el sonido, por las frecuencias electromagnéticas, por los rayos infrarrojos, por el espectro visible, por los rayos ultravioletas, rayos X, rayos gamma hasta él limite de los conocimientos científicos, representados por los rayos cósmicos, que vibran a velocidades inconcebibles (quintillones o septillones de veces por segundo).

Es claro que más allá de esas frecuencias conocidas, debe haber otros mas altas. Ellas son tan elevadas que son invisibles no solo a los sentidos físicos y sí de los aparatos mas sofisticados inventados por el hombre (Recordar que en 1900 el Presidente de la Real Academia de Ciencias del Reino Unido, Lord Kelvin declaró que los rayos X eran "una mistificación").

Estas energías, que vibran en frecuencias incomprensiblemente altas corresponden a aquello que subyace a lo físico, dándole vida y sentido. No hay ningún anacronismo ni superstición, afirmar que ellas son energías que pueden ser llamadas de espirituales.

Así, "la señora Naturaleza" puede ser entendida como un Gran Ser, cuyo cuerpo es el planeta Tierra, al cual cuida amorosamente a través de la regulación del equilibrio ecológico, que el hombre perturba cada vez mas seriamente. Ella opera a través de las energías subyacentes que existen en cada elemento vivo (y en ese sentido, las propias piedras lo son). Estas energías naturales son reales, siendo denominadas metafóricamente "Fuerzas de la Naturaleza", sin que ninguna rama de la Ciencia explique su significado.

Sin embargo, su significado – bien simplificado – es este: aquel Gran Ser, coordina una serie de jerarquías subordinadas, relativas a unidades cada vez menores, que en forma comparativa podemos llamar de ingenieros proyectistas, ingenieros de operación, jefes de obra, oficiales y operarios. Estas son las "Fuerzas de la Naturaleza" que operan según direcciones definidas y no al azar, como nos quiere hacer tragar el laureado Monod. Por otro lado, estas "fuerzas" eran conocidas, millares de años atrás por los místicos hindúes (entre otros) que les dieron el nombre de devas.

Cuando nuestra conciencia individual comprende, aunque sea muy parcialmente, el glorioso plan que está reflejado en el Universo todo y en particular en nuestro planeta, no es posible sino repetir con Einstein (17): "La religiosidad cósmica del sabio(*) consiste en extasiarse delante de la armonía de las leyes de la Naturaleza, revelando una inteligencia tan superior, que todos los pensamientos humanos y todo su ingenio no pueden desvendar, a no ser su nada irrisorio".

Aquí hay una respuesta terminante y contundente a los apologistas del azar, ofrecida por el mayor científico de la historia humana.

Desarrollo sustentable

Hoy una situación global de crisis ambiental en el planeta, caminando para un desenlace catastrófico si medidas rápidas no fueran adoptadas. En efecto, se han acumulado una serie de problemas, la mayoría de los cuales en lugar de reducir sus consecuencias negativas, tienden a aumentarlas. Los principales de ellos son:

  • Destrucción de recursos de suelos y aguas, conduciendo a acelerados procesos de desertificación.

  • Crecimiento exorbitante de las ciudades, varias de las cuales ya están alcanzando o superando los 20 millones de habitantes. Esto genera graves problemas ambientales, así como económicos, sociales y culturales.

  • Efecto estufa, induciendo previsibles cambios climáticos negativos, oriundos del desequilibrio energético global.

  • Ruptura de la camada de ozonio, reduciendo su poder protector.

  • Destrucción de bosques y extinción maciza de la biodiversidad.

  • Contaminación creciente de todos los tipos imaginables, sobretodo del aire, las aguas, los suelos y los alimentos, alterando procesos naturales globales y atacando directamente la salud humana.

  • El concepto de desarrollo sustentable representa un paradigma que tenta revertir aquella situación negativa. La idea básica involucrada en aquel concepto es que el uso de los recursos ambientales debe respetar el mantenimiento de los procesos vitales, en beneficio de las generaciones actuales y futuras, presuponiendo una distribución equitativa de las ganancias del crecimiento económico.

Esta conceptuación representa un gran avance, pero volvemos a insistir: está faltando algo; Y ese algo es de naturaleza emocional/espiritual; se trata de los valores. Si esto no es comprendido, acabarán prevaleciendo – nuevamente – los valores actualmente implícitos (poder, status, consumo, riqueza).

Lo que se precisa es explicitar los valores de la nueva sociedad, tales como coherencia, transparencia, cooperación y percepción holística. O sea, junto con todo tipo de medidas, políticas, económicos, sociales, ambientales, científicas y ecológicas – que deberán, sin duda, ser tomadas – se debe reservar un espacio especial para un gran trabajo educativo, tendiente a explicitar los valores esenciales de la vida humana.

Solo a partir de aquel, debidamente consolidado es que se podrá formalizar un sólido cimiento para que el desarrollo sustentable deje de ser un sueño y se transforme en realidad tangible.

Algunos lectores pueden pensar que lo anteriormente expuesto es un exceso de lirismo, pero veamos lo que dice el Informe Brundtland, 31(*), cuando afirma que el desarrollo sustentable tiene dos conceptos-clave:ç :

a) Concepto de necesidad, sobre todo de las necesidades esenciales de los pobres del mundo, que deben recibir la máxima prioridad.

b) La noción de las limitaciones que el estado actual de la tecnología y de la organización social impone al medio ambiente, impidiéndole de atender las necesidades presentes y futuras. El Informe Brundtland agrega: "Solo se puede tener seguridad de la sustentabilidad física de desarrollo si consideramos la posibilidad de cambios en lo relativo al acceso a los recursos y a la distribución de costos y beneficios. Mismo en la noción más estrecha de sustentabilidad física, está implícita una preocupación con la equidad social entre generaciones, que debe – evidentemente – ser extensiva a la equidad en cada generación".

Como se puede percibir, aparece una nueva y luminosa palabra como la clave del desarrollo sustentado, y ella es: equidad. Pero equidad no existe como valor (implícito o explícito) en nuestra sociedad individualista y egoísta. Por lo tanto la reformulación de los valores humanos, ahora sí explícitos, incluyendo entre ellos el de equidad, pasa a ser una necesidad imperiosa y un componente imprescindible de cualquier proceso de desarrollo sustentable.

El Informe agrega que "para estar en camino del desarrollo sustentable se debe llegar a un crecimiento mínimo anual de 3% de renta nacional per cápita y adoptar políticas firmes de redistribución.

En relación con esta redistribución es imposible no concordar. ¿Pero que caminos utilizar llegar hasta allá? Nuevamente llegamos a un punto clave: La educación holística, capaz de reformular explícitamente los valores prioritarios de la sociedad humana, los que deberán ser impartidos en la población a través de las formas más variadas y creativas, con énfasis para sudifusión, a través de los medios de comunicación.

El Informe Brundtland también define siete requisitos, que revisten el carácter de objetivos que deben inspirar las acciones nacionales e internacionales para el desarrollo sustentable. Esos requisitos involucran cambios en los sistemas político, económico, social, productivo, tecnológico, internacional e administrativo.

Estos siete objetivos son perfectamente válidos, pero ellos son como la estructura visible de un edificio, constituyendo una visión cartesiana muy avanzada y sofisticada del problema. Pero todo edificio tiene una parte invisible: sus cimientos. En los fenómenos vitales de un ser individual o de una comunidad tomada como conjunto, ocurre la misma cosa: cierto número de hechos y relaciones se manifiestan en forma perceptible a simple vista o con un pequeño esfuerzo de raciocinio y comprensión. Pero por debajo de estos hechos y estas relaciones existen fuerzas subyacentes que son las que proporcionan la forma, la dirección y la oportunidad de aquellas manifestaciones.

Lo que queremos decir es que para que los siete objetivos o siete sistemas puedan funcionar adecuadamente, tanto considerados individualmente como integrados en una unidad esencial, se precisa de una energía subyacente que le dé equilibrio, transparencia e identidad de propósitos. Este octavo objetivo, base de todos los otros, está representado por la explicitación de una nueva escala de valores humanos, apoyada en una visión holística (Por mas detalles, ver cap. 8). Esta nueva escala de valores precisa ser absorbida gradualmente por las personas jóvenes y adultas, y deberá representar la bandera de las nuevas generaciones, antes que la codicia de algunos y el derroche de otros, amenace en forma irreversible los recursos naturales del planeta.

O sea, hasta que la mente humana no comience a procesar el deslocamiento del dogma prevaleciente: "lucros, ganancias, dinero" para una visión holística del ser humano, como ser integral (cuerpo, mente, corazón y alma), el desarrollo sustentable tendrá apenas algunos avances, insuficientes para alcanzar en el plazo adecuado (que ya se está agotando) los cambios necesarios.

El desarrollo, equivocadamente, siempre fue considerado desde el ángulo económico, cuando él es, sobretodo, sociológico y humano, pues el factor primordial de todo desarrollo económico es el desarrollo del propio hombre. En efecto, el desarrollo es primeramente un proceso interior: comienza por una actividad del espíritu humano. El suceso de un proyecto de desarrollo debe ser evaluado, básicamente, a través del nivel de concientización y responsabilidad al que se elevan las personas en cuyo beneficio fue dirigido. El Informe Brundtland 29), llega a la nada optimista conclusión de que "difícilmente se llegará a una casi duplicación del consumo global de energía primaria sin tener que enfrentar serios problemas económicos, sociales y ambientales". La esperanza de sus autores está en el "desarrollo y oferta de equipos de elevado rendimiento y que ahorren energía".

Estos puntos de vista, oriundos de los miembros de la Comisión Brundtland, sin duda mentes lúcidas y hasta brillantes, sumamente preocupadas por el estado del medio ambiente mundial, quedaron presos dentro de la visión cartesiana prevaleciente, no percibiendo que lo que debe ser cambiado es el modelo energético (Esto dentro del cambio mayor que involucra la sociedad entera).

Este nuevo modelo energético debería estar estructurado a partir de una pregunta muy simple: ¿cómo y para qué gastamos energía?

Un punto inicial, muy objetivo y concreto, podría ser crear tarifas diferenciadas de energía según su uso (por ejemplo: producción de alimentos, más barata; de electrodomésticos básicos, intermedia; productos superfluos, tarifas bien mas altas.

Otra medida sería sustituir tecnologías derrochadoras de energía (por ejemplo la agricultura química), por tecnologías ahorrativas (por ejemplo agricultura ecológica). Esto precisaría una discusión seria y profunda sobre tecnologías socialmente apropiadas, las que prácticamente no son abordadas en el Informe Brundtland.

Como dice Lindblom (30) de la Federación Internacional de Estudios Avanzados (Oslo, Noruega) "los problemas de hoy no vienen con una etiqueta: Energía, economía, CO2 o demografía, un país o una región". Ellos son multidisciplinarios, transnacionales y globales. Ellos no son, básicamente, científicos o tecnológicos. En la ciencia tenemos el conocimiento; él la tecnología, los instrumentos. Pero los problemas son básicamente políticos, económicos y culturales.

Esto significa que los problemas, por su naturaleza global, ya no pueden más ser abordados apenas con un enfoque cartesiano, linear, analítico y exclusivamente racional, que privilegia las partes y minimiza el Todo. Por lo tanto, el enfoque realista de la problemática mundial solo podrá ser trabajado a través del paradigma holístico, donde el edificio entero (el Todo) es considerado en primer lugar. Solo después, no solo sus partes constitutivas (para trabajar las cuales el enfoque cartesiano se muestra insuperable) y sí y sobre todo, las interacciones entre aquellas, deberán ser llevadas en cuenta.

En este marco referencial, la comprensión de lo que es el ser humano, cual es su verdadero papel en este planeta, que tipo de efectos su comportamiento ha producido hasta ahora y como deberemos trabajar para cambiarlo (sí es que queremos modificar aquellos efectos, pasan a ser asuntos de interés prioritario y fundamental).

Precisamente, estos asuntos son los cimientos para cualquier sociedad futura que sea deseable crear. Es en este punto que el Informe Brundtland deja a desear y que, en gran parte, justifica la elaboración de este libro, donde mezclamos – creemos que en dosis adecuadas – todos los componentes del ser humano: cuerpo, mente, corazón y alma.

Cuando estamos escribiendo este Capítulo, surge una noticia importante (se trata del Cuarto Encuentro de los Pueblos del Cerrado(*)) e impactante: En apenas cuatro décadas, casi 70% del bioma ya fue devastado y de permanecer ese ritmo, la vegetación típica de la región podrá desaparecer antes de 2030. La protección del "cerrado" y otros ecosistemas es urgente si queremos practicar el desarrollo sustentable. Es por eso que precisamos "cambios de verdad". ¡Y es ahora o nunca!"

Crisis y cambios

La crisis y la oportunidad de cambios

La crisis actual se presenta completamente diferente a las otras que el ser humano enfrentó a lo largo de su historia, que eran más específicas y localizadas. Hoy, la crisis es multilocalizada (involucra todos los países, especialmente los subdesarrollados), multidimensional (incluye aspectos materiales, emocionales, intelectuales, éticos y espirituales) y multifacetada (se refiere tanto a salud, a medio ambiente y al modo de vida, como a la economía, la tecnología, la religión, la política, la educación, etc, etc).

Como consecuencia de toda esa problemática cayendo sobre nuestras cabezas, nos encontramos hoy abordando el problema más insólito que el hombre podría crear: su propia auto-extinción.

Políticos, asesores, consultores, especialistas y profesores se atropellan para diagnosticar lo que precisa ser hecho: ¿Crear empleos?. ¿Crear nuevas fuentes de energía?. ¿Abrir o cerrar el mercado al capital extranjero?. ¿Pagar la deuda externa o aplicar esos recursos al desarrollo?. ¿Confiscar el ahorro nacional?

Lo que más asusta a la población en general es que los propios especialistas parecen haber perdido el rumbo. Experimentados economistas, doctorados en las mejores universidades europeas o americanas, no encuentran el remedio adecuado para pasar las mejoras en la macroeconomía para las microeconomías de los ciudadanos. Ya los agrónomos consiguen elevar la productividad de las cosechas, pero el hambre aumenta. (¿Qué es lo que se planta?, ¿Para quién se planta?). Por otro lado, la policía está impotente frente a la criminalidad; médicos luchan hace decenas de años contra el cáncer, pero la causa de esa enfermedad se les escapa entre los dedos y… etc, etc.

Capra (27) nos cuenta que antiguamente los presidentes norteamericanos acostumbraban recurrir a los profesores universitarios para que los asesorasen en todo de tipo de problemas, siendo que esa élite intelectual era reconocida por su alto concepto básico, independiente del campo de su especialidad. Eso ya no ocurre. Hace 25 años, el Washington Post afirmó: "El armario de las ideas está vacío". Por otro lado, el profesor Luce declaró estar renunciando a su Cátedra porque "Ya no tengo nada para decir. Pienso que nadie tiene. Cuando un problema se hace extraordinariamente difícil, perdemos interés en resolverlo".

Creemos que el profesor Luce tiene razón. El paradigma cartesiano, reduccionista y mecanicista, heredado de los tiempos de Descartes y Galileu (siglo XVII), agotó sus recursos y se debe rendir frente a la dimensión gigantesca de los problemas a resolver, que se fueron acumulando, porque el enfoque se concentraba en las partes e ignoraba el conjunto, el Todo.

Sin embargo, en el auge de esta crisis generalizada, ya está surgiendo la oportunidad de cambios, a partir del enfoque holístico y transdisciplinario.

La diferencia fundamental que existe entre el enfoque tradicional (cartesiano) y el nuevo (holístico), puede ser comprendida con un ejemplo simple. Supongamos que un cierto problema de salud se manifieste en el hígado de una persona. En el enfoque convencional, el individuo y su ambiente son inmediatamente olvidados. El especialista limita su foco al hígado y éste pasa a ser su universo: él puede hasta ganar el Premio Nobel por "curar" aquel mal específico.

Con todo, es necesario resaltar que el enfermo no era un hígado y sí una persona, cuya enfermedad se manifestó en aquel órgano (tal vez porque fuese el punto débil de su organismo). En realidad, como el problema básico no fué tratado y sí apenas su síntoma; aquel, en verdad, continúa subyacente. Como el hígado fue fortalecido es poco probable que se manifieste nuevamente en él; pero como el organismo todo no fue involucrado, el problema se podrá presentar en otro órgano (riñón, estómago, corazón, etc).

Como un nuevo especialista será consultado para atender la "nueva" enfermedad (que no es otra cosa que un rebrote de la antigua), no será hecha una correlación entre causa (problema no tratado) y manifestación (síntomas).

El enfoque holístico, por su vez, resuelve primero el síntoma sí, pero inmediatamente procura la naturaleza, la esencia del mal, para que, así detectada no cause manifestaciones nefastas en cualquier otro órgano.

Este ejemplo sirve para ilustrar perfectamente el problema básico: "el armario de ideas está vacío", pues generalmente se insiste con ideas que tienen fundamentos obsoletos, anticuados. Tal vez esas ideas hayan sido buenas en otras épocas, más simples, menos dinámicas. Pero en nuestra moderna e compleja sociedad, el enfoque convencional solo sirve para desplazar las dificultades para otro lugar y no para resolverlas efectivamente.

Un enfoque nuevo es por lo tanto imprescindible y él exige cambios en la estructura íntima de nuestra forma de ver el mundo, lo que implica en cambios radicales en nuestros valores, nuestras ideas y finalmente en nuestras propias instituciones sociales.

No se trata apenas de insertarse en la lucha por una mayor justicia social. Esto es necesario, pero no es suficiente, porque esa pretendida justicia social nunca será transformada en realidad si no hacemos la Revolución que falta y la que verdaderamente resuelve: la Revolución de las conciencias humanas, comenzando cada uno por la suya.

La crisis entonces puede ser útil, pues ella se torna una oportunidad de cambio, de transformación. Los chinos, por ejemplo, conciben la crisis de una manera mas profunda que los occidentales. Para nosotros, crisis siempre es una palabra ruin: amenazas o peligros que deseamos evitar y cuyas consecuencias podrán sé nefastas. Los chinos comienzan por usar dos ideogramas en lugar de una única palabra (aquí vuelve el concepto de opuestos complementarios). Ellos son wei y ji. El primero, significa peligro, pero el segundo, oportunidad.

De este modo, la crisis (ahora wei-ji) tiene un significado doble: una situación peligrosa que, por su vez, genera una oportunidad de cambio, que nos puede llevar a la solución de la crisis.

Y esa oportunidad de cambio ya está impregnando la Humanidad. La mayoría no lo percibe aún. Sin embargo hay una minoría que la siente y opera conscientemente con ella. Por ejemplo, Roszak en el Simposio Mundial sobre la Humanidad declaró que: "en nuestra época está siendo escrito un manuscrito secreto". Ya William Tyler, físico del Instituto Stanford afirma que "el movimiento sin nombre alcanzó un estado de masa crítica y no puede ser interrumpido". Por su vez Teilhard de Chardin (31) dice que "el futuro está en las manos de aquellos que pueden ofrecer a las generaciones futuras, razones válidas de vida y esperanza".

Para clarificar mejor la situación, debe entenderse que cuando hablamos de cambio, se trata del cambio del modo de pensar, sentir y actúa prevaleciente. Los seres humanos correspondientes a una amplia región y a una época determinada, tienen su manera definida de configurar pensamientos, sentimientos, percepciones y valores; como consecuencia, también poseen su modo particular de actuar. Todo eso constituye una determinada visión de la realidad, inherente a esa comunidad, la cual recibe el nombre de paradigma. En ese sentido, las sociedades humanas se han dividido en dos grandes categorías: las que son tolerantes con los paradigmas de las otras y las que son intolerantes, creyendo que su modelo es el único válido – para toda la eternidad – y que los otros son apenas superstición y atraso.

Dentro de los intolerantes, se destacan los pueblos mal denominados de cristianos. Entre ellos, se encuentran nuestros ancestrales, que arrasaron primorosas culturas en nombre de un Dios que solo reconocían oralmente, así como en nombre del Maestro al cual negaron, no tres veces como Pedro, y sí, millares y millares de veces.

Hace unos 350 años, Occidente sustituyó el paradigma religioso medieval por el paradigma cartesiano, hoy asociado a la alta tecnología industrial y gerencial, especialmente mercadológica.

Los cimientos ideológicos de este paradigma son:

  • El método científico es el único abordaje válido de conocimiento.

  • El Universo es una gran máquina, compuesta por unidades materiales básicas (piezas). Lo mismo ocurre con sus partes, que incluyen todos los seres vivos.

  • La vida social es una lucha por la existencia. La competitividad en todos los niveles es lo que asegura el mantenimiento de la misma y su progreso.

  • El progreso material es ilimitado; depende apenas apenas del conocimiento científico y de su aplicación al crecimiento económico.

Con todo, estos cimientos ya muestran fisuras. A pesar de que los centros académicos – que deberían ser los fermentos del cambio de paradigma – estar, en su inmensa mayoría, adheridos al modelo convencional (cartesiano), las fuerzas vivas que operan en el seno de la sociedad contemporánea, ya presentan síntomas de desconfianza en aquellas catedrales del saber.

Pensadores y científicos de renombre como, por ejemplo, los investigadores del Club de Roma (32) – de variadas nacionalidades – afirman: "El ser humano precisa tomar su destino en sus propias manos, en vez de dejarse arrastrar por los acontecimientos. Para eso es preciso abandonar la confianza ciega en los centros de poder computadorizados de la política, la economía y la ciencia y restablecer la fé en la capacidad del ser humano".

El hecho es que las estructuras organizacionales que disponemos son obsoletas; otras nuevas precisan ser creadas para que podamos hacer frente a los cambios que se avecinan. De cualquier modo, ya en 1976, cuatro millones de personas en los EEUU habían abandonado – por lo menos parcialmente – los "sagrados" ideales del modo de vida americano (el famoso "american way life") y comenzaban a concentrarse en tres objetivos básicos: frugalidad en el consumo, respeto y armonización con la Naturaleza; desarrollo espiritual.

¿Será esto apenas lirismo de intelectualoides?

Los cambios en la sociedad y en el individuo

Hay un libro excelente que toda persona interesada en el tema cambio, no puede dejar de leer. Se trata de "Conspiración Acuariana", escrito por Ferguson (33).

La palabra "conspiración" corresponde etimológicamente al concepto de "respirar junto" y "acuariana" al signo zodiacal que influenciará la Tierra en los próximos años. Dejando de lado posibles abordajes astrológicos, es interesante observar hechos de naturaleza astronómica. Por ejemplo, debemos recordar que los cristianos primitivos dejaron grabados en las catacumbas donde se refugiaban, un símbolo que correspondía al signo de Piscis; un poco antes el Maestro era representado por el símbolo del cordero, Aries y milenios atrás, en la época del esplendor egipcio, las masas incultas adoraban el Buey Apis, que para los informados sacerdotes, correspondía al signo de Tauro.

De esta forma, "conspiración acuariana" significaría un modo metafórico de designar una nueva mentalidad que esta eclosionando actualmente en la Humanidad. Se trata de una "conspiración" exenta de doctrina política o religiosa, que poco a poco va estructurando una poderosa red sin liderazgo centralizado. Esta "conspiración" representa una efervescencia espontánea, como si fuese el vapor de una caldera empujando cualquier obstáculo que encuentre a su frente, llevando irreversiblemente, a un cambio radical de la vida humana.

El hecho real es que la conciencia humana está dejando su estado infantil y comienza a madurar. Estos cambios que se están incubando y procesando en el centro del ser humano son inquietantes para aquellos que están hundidos en el status – quo y que sacan alguna ventaja de él, sean empresarios, políticos, científicos o simples ciudadanos.

En general, todas las personas que por comodísimo o beneficio individual se adaptaron a las viejas ideas están ligadas emocionalmente a ellas, y están dispuestas a resistir los cambios, porque tienen miedo de sus consecuencias. Parapetados en las organizaciones públicas y privadas, en los medios de comunicación, en los gobiernos y en el sistema educativo, una legión de individuos con poder, status y recursos económicos, así como otros motivados apenas por una fuerte ignorancia, tentan frenar, dificultar, torcer, desviar y quebrar la corriente que está surgiendo de la propia evolución de la conciencia humana.

Existe el poder de trillones de dólares, existe la manipulación de la opinión pública y existe la solidez de las catedrales cartesianas de la ciencia levantando una muralla para impedir la nueva onda, la onda de la concientización humana.

Mientras tanto, cuando la nueva onda llegue a transformarse en una masa crítica (y debe faltar bien poco para esto), ella se transformará en una avalancha que derrumbará como si fuese un castillo de cartas, todas las barreras que la plutocracia, aliada a los detentores de los conocimientos técnicos y científicos puedan oponer.

De esta forma, nuevas empresas, nuevas organizaciones sociales, una nueva ciencia y un nuevo hombre energirán como resultado del cambio de paradigma, o sea de un modo propio de pensar, sentir y actuar, diferente del que prevalece actualmente.

Partes: 1, 2, 3
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