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Desastres naturales y antropicos (página 4)

Enviado por edu.mejia


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PROPUESTAS DE LA SOCIEDAD CIVIL. Dentro de las propuestas planteadas por la Sociedad Civil se encuentra la de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) que basa su propuesta en los estragos causados por el fenómeno "El Niño" por la tremenda sequía que provoco. La propuesta es una pieza de correspondencia presentada a la honorable Asamblea Legislativa en la que se pide se formule una "Ley de Emergencia Nacional para Mitigar los daños del Fenómeno de El Niño", y sugiere que dentro de dicha ley se incluyeran medidas como: elaboración de planes de contingencia, elaboración de mecanismos de colaboración entre gobiernos locales y sociedad civil, refuerzo del presupuesto destinado a prevención de desastres, educación y organización comunal.

Otra propuesta es la generada en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de El Salvador (UES), la cual implícitamente comprende modificar el esquema organizacional para incluir acciones de prevención y de mitigación en su funcionamiento, todo esto a través de la creación de un organismo cuya exclusiva función seria la de prevenir y mitigar desastres por medio de tres comités: prevención, mitigación y logística. [22] Una tercer propuesta es la generada a través de la consulta promovida por el PNUD en El Salvador, dicha consulta se realizo a diversas mesas técnicas y presenta interesantes enfoques: Incorporar la prevención de los desastres en las políticas de desarrollo, promover la investigación y elaboración de evaluaciones de amenazas, vulnerabilidad y riesgo, coordinar los esfuerzos de restauración del medio ambiente con los objetivos de la reducción de los riesgos naturales, promover la participación ciudadana y la descentralización en la toma de decisiones y actualizar el marco jurídico a fin de armonizarlo con las fases y etapas del Ciclo de los Desastres para que garantice la protección integral de las personas en situaciones de emergencia.[23] Esta propuesta presentada por el PNUD corresponde al juicio del CEPRODE la "propuesta mas completa e integral para enfrentar la problemática de los desastres, pero aun se requiere puntualizar algunas propuestas concretas en torno a la legislación para la protección contra desastres y la organización institucional que debería articularse alrededor de esta problemática.

Las condiciones ambientales y la disponibilidad de recursos suficientes para desarrollar una vida digan constituyen un derecho humano inalienable y básico que no puede ser tomado como privilegio de unos pocos. Se necesitan gobiernos dispuestos a fortalecer con la participación popular una distribución más equitativa de los bienes ambientales. La explotación de los recursos en Latinoamérica iniciada hace 500 años fue incompatible con la protección y promoción del medio ambiente y los derechos humanos.

En la propia Declaración Universal de Derechos Humanos no se estableció expresamente el tema "Derechos Humanos y Medio Ambiente", ya que en esta época el tema era todavía incipiente. El ambiente es un sistema: un conjunto de elementos que interactúan entre si ya sean de la naturaleza o los creados por el ser humano.[24] Las condiciones del medio ambiente son una cuestión que se relaciona directamente con el derecho a la vida, por ser inherente a la persona y estar vinculado a otros derechos; además de estar relacionado con el derecho a un nivel de vida adecuado, por los elementos social y natural de este derecho.

Reunidos los diversos Estados en 1972 en la ciudad de Estocolmo, suscribieron un documento sin carácter obligatorio, pero que destaco la necesidad que el mundo siente de proteger el medio ambiente, dicha declaración proclama en su principio No. 1 que "el hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, la igualdad y el disfrute de una vida digna y gozar de bienestar, y tiene la solemne obligación de proteger y mejorar el medio para las generaciones presentes y futuras". De manera mas especifica el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en su art. 11 establece que toda persona tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano y a contar con los servicios públicos básicos. Tal es la preocupación mundial por la conservación del medio ambiente que en junio de 1992 se celebro, en Río de Janeiro, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, cuya Declaración establece en sus distintos principios:

"Los seres humanos… tienen derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza".

"El derecho al desarrollo… debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras".

"Todos los Estados y todas las personas deberán cooperar en la tarea esencial de erradicar la pobreza como requisito indispensable del desarrollo sostenible, a fin de reducir las disparidades en los niveles de vida y responder mejor a las necesidades de la mayoría de pueblos del mundo".

"Deben protegerse el medio ambiente y los recursos naturales de los pueblos sometidos a opresión, dominación y ocupación".

"Las poblaciones indígenas (y otras comunidades) desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio ambiente y en el desarrollo debido a sus conocimientos y practicas tradicionales. Los Estados deberían reconocer y apoyar debidamente su identidad cultura e intereses y hacer posible su participación efectiva". La situación que actualmente vive Latinoamérica esta basada en la pobreza y en un grave deterioro ambiental. Un entorno sano es un privilegio de unos pocos, afectando diferencialmente a los distintos grupos vulnerables (mujeres, indígenas, minorías, niños, territorios ocupados, etc.) Siguiendo con el tema de "Desastres y Derechos Humanos" a continuación se establece la relación entre los desastres (de cualquier clase) y los Derechos Humanos reconocidos en nuestro ordenamiento constitucional. El PNUD ha establecido un gran número de derechos considerados como esenciales para todos los seres humanos, además de una serie de hechos violatorios de dichos derechos, los cuales deben ser evitados para lograr la convivencia armónica de una sociedad; el tema que aquí nos interesa esta relacionado con el Derecho al Medio Ambiente Sano y Ecológicamente Equilibrado, porque de acuerdo al PNUD, uno de los hechos violatorios a este derecho es: "La carencia negligente de instrucción, planes y programas encaminados a la mitigación y reducción de los efectos negativos de los desastres"; por tanto, a lo largo de este trabajo tratamos de reflejar la situación actual que la prevención de desastres ocupa en nuestra sociedad, llegando a establecer razones suficientes para afirmar que en nuestro ordenamiento jurídico, no existen los mecanismos suficientes y necesarios para prevenir y mitigar los desastres, además que las actuales organizaciones encargadas de la prevención no cumplen con su papel.

Al analizar la Constitución de 1983 encontramos que el Derecho al Medio Ambiente Sano y Ecológicamente Equilibrado no se encuentra expresamente dentro de la misma, pero si se establece la obligación del Estado de proteger los recursos naturales en el artículo 117 Cn., y otros de los artículos de la misma Constitución sirven de marco para entender que este derecho si se encuentra regulado, aunque de manera tácita. Artículo 117 Incisos 1° y 2° Cn.

Es deber del Estado proteger los recursos naturales, así como la diversidad e integridad del medio ambiente, para garantizar el desarrollo sostenible.

Se declara de interés social la protección, conservación, aprovechamiento racional, restauración o sustitución de los recursos naturales, en los términos que establezca la Ley.

Este artículo carece de antecedentes histórico-normativos. Establece una obligación del Estado de proteger los recursos naturales, la diversidad e integridad del medio ambiente, todo con el propósito de garantizar el desarrollo sostenible, es decir, un nivel de desarrollo que permita la satisfacción de las pretensiones de los habitantes. Esta obligación no solo es del Estado, ya que según el inciso 2° el interés social es determinante, deduciéndose que esta obligación lo es también de los habitantes siguiendo el curso que una Ley Especial establezca, en este caso la Ley del Medio Ambiente recientemente aprobada por la Asamblea Legislativa.

De acuerdo a FESPAD este articulo se entiende que establece el Derecho a un Medio Ambiente Sano y Ecológicamente Equilibrado y se establece dos obligaciones primordiales al Estado Salvadoreño: a) Promueva y apoye las iniciativas que pretendan proteger y desarrollar los recursos naturales; y b) Controle y sancione a las personas y a las empresas que contaminen el Medio Ambiente.[25] Artículo 60 Inciso 2° Cn.

En todos los centros docentes, públicos o privados, civiles o militares, será obligatoria la enseñanza de la historia nacional, el civismo, la moral, la Constitución de la República, los derechos humanos y la conservación de los recursos naturales.

Los antecedentes histórico-normativos de este artículo son:

Constitución de 1962 : Art. 202 inc. 2° Constitución de 1950 : Art. 203 inc. 2° En este artículo se busca que los miembros de la sociedad puedan conocer de ciertos aspectos de la Nación a través de la educación docente, siendo uno de ellos la conservación de los recursos naturales, por lo que es obligación de los centros docentes de cualquier índole establecer métodos de enseñanza que incluyan estos temas.

Artículo 69 Inciso 2° Cn. Asimismo el Estado controlara la calidad de los productos alimenticios y las condiciones ambientales que puedan afectar la salud y el bienestar.

Este artículo carece de antecedentes histórico-normativos. El Estado debe controlar las condiciones ambientales con el propósito que estas no puedan afectar la salud y el bienestar de sus habitantes. Es determinante esta obligación del Estado en aquellos casos en que ocurra una eventual crisis tanto por el ingreso de productos alimenticios extranjeros de dudosa calidad, como por una degradación de las condiciones ambientales.

Artículo 101 Inciso 2° Cn.

El Estado promoverá el desarrollo económico y social mediante el incremento de la producción, la productividad y la racional utilización de los recursos. Con igual finalidad, fomentara los diversos sectores de la producción y defenderá el interés de los consumidores.

Este artículo carece de antecedentes histórico-normativos. El Estado debe velar porque el desarrollo económico y social se de con normalidad sin perjuicio de los recursos que este posee, tal es el caso de los recursos naturales que a través de la historia se han visto sobreexplotados por los hombres en su incansable búsqueda de riqueza material, olvidando que son estos recursos los que mantienen la calidad de vida y que la riqueza en nada puede repara el daño una vez causado.

Del análisis de los antecedentes normativos de estos artículos se entiende que el derecho al Medio Ambiente Sano y Ecológicamente Equilibrado es sumamente reciente en nuestro ordenamiento constitucional (desde 1983), ya que el articulo 117 Cn. Que tácitamente lo establece, carece de antecedentes histórico-normativos, es decir, no aparece mencionado en las trece constituciones que ha tenido nuestro país, exceptuando el caso del artículo 60 Cn., que tiene antecedentes en la Constitución de 1950 y en la de 1962. Dentro de las leyes especiales a que se refiere el artículo 117 Cn, podemos mencionar: la Ley Forestal, la Ley del Fondo Ambiental; la Ley de Conservación de la Vida Silvestre; el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica; el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre; el Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono; y el Convenio de Internacional sobre cooperación, preparación y lucha contra la contaminación por hidrocarburos.[26] Los Convenios aquí mencionados tiene el carácter de Ley de la República por disposición del artículo 144 inciso 1° Cn, y dice: "Los tratados internacionales celebrados por El Salvador con otros Estados o con organismos internacionales, constituyen leyes de la República al entrar en vigencia, conforme a las disposiciones del mismo tratado y de esta Constitución".

Punto de vista doctrinal sobre la prevención de desastres

Por medio del enfoque doctrinario daremos a conocer los principales conceptos, procedimientos, programas y demás que cuenta el Comité de Emergencia Nacional, o COEN, y otras instituciones que de manera conjunta trabajan, entre otras cosas, para velar por las condiciones de las personas y sus Derechos Fundamentales.

Para iniciar, definiremos el concepto de desastres naturales: son desastres debidos a circunstancias naturales que ponen en peligro el bienestar del ser humano y el medio ambiente. Se suele considerar como tales a aquellos que son debidos a fenómenos climáticos o geológicos, lo que excluye los riesgos sanitarios que representan los agentes patógenos. Los riesgos más conocidos y divulgados son los que se materializan de forma episódica, a menudo con alcance catastrófico. Con todo, hay riesgos continuados cuya naturaleza resulta menos obvia, como los relacionados con la radiactividad natural o los metales tóxicos presentes en la naturaleza. Existen numerosos desastres tanto continuos como episódicos debidos al ser humano, que pueden tener un impacto comparable al de los desastres naturales más graves, por ejemplo, el accidente de Chernobil. Lo que es más, ciertos riesgos pueden verse exacerbados por la actividad humana, por ejemplo las inundaciones debidas a la destrucción de los bosques. Por lo tanto, en el estudio de los posibles desastres son fundamentales los principios básicos de la ciencia medioambiental, concretamente aquellos que permiten identificar qué es natural, qué es consecuencia de la actividad humana y qué se debe a ambas causas. En la caracterización de los desastres son factores importantes la extensión del área afectada, la intensidad del impacto, la duración del impacto, la velocidad de inicio y la predecibilidad. Un concepto importante en lo que se refiere a la predecibilidad es el periodo de recurrencia, que representa el periodo medio que tarda en reproducirse un acontecimiento de una magnitud dada. La percepción pública de la gravedad de un determinado desastre se ve influenciada por multitud de factores, pero en general éste es considerado más aceptable si produce daños pequeños aunque sea con frecuencia que si produce grandes daños más espaciados en el tiempo.

Los desastres naturales, en sus formas más graves, ocurren sobre todo en los países en vías de desarrollo, lo que en parte refleja las condiciones climáticas de los trópicos, en parte la localización de zonas de riesgo geológico, y en parte una peor infraestructura en lo que se refiere a la protección de la población y el medio ambiente. Los desastres naturales más espectaculares son los terremotos y la erupción de volcanes, que se producen en los bordes de las placas continentales y son, por lo tanto, característicos de ciertas áreas, en particular del Pacífico. La intensidad de un terremoto se mide por la escala de Richter, que tiene un valor máximo de 9 puntos. Se ha estimado que en California se producirá un terremoto de una intensidad superior a los 8 puntos en la escala de Richter, como el que destruyó gran parte de San Francisco en 1906, cada 100 años. El terremoto más grave de los últimos años causó la muerte a 750.000 personas en Tangshan, China, en 1976. Las erupciones volcánicas pueden tener efectos catastróficos a escala global, además de local. Por ejemplo, la explosión del Krakatoa en 1883 proyectó cenizas que llegaron hasta los 80 km de altura. Éstas rodearon el planeta en el plazo de dos semanas, produciendo una reducción en la energía solar que llegaba a la Tierra y ocasos espectaculares durante varios años. La frecuencia de erupción de los distintos volcanes varía mucho: un 20% de ellos entra en erupción menos de una vez cada 100 años y un 2% lo hace menos de una vez cada 10.000 años. Los daños que los volcanes producen en el medio ambiente no se deben sólo a la lava y a las corrientes de barro, sino también a la deposición de cenizas volcánicas y a la emisión de gases tóxicos. Otro riesgo importante relacionado con los terremotos y las erupciones volcánicas son los tsunamis, olas gigantescas que alcanzan su altura máxima junto a la costa, produciendo enormes pérdidas tanto materiales como humanas. Los desastres climáticos incluyen varios tipos de tormentas, daños a las líneas de costa por acción del hielo o el agua, las sequías, las inundaciones, la nieve, el granizo, los rayos y los incendios debidos a causas naturales. Los huracanes tropicales son la catástrofe natural más extendida y dañina. Producen daños no sólo directos por acción del viento, sino también por las inundaciones. El peor de los últimos años causó la muerte a 500.000 personas en Bangla Desh en 1970, mientras que el desbordamiento del río Yang-tsê, en China, tras una serie de tifones, produjo entre 40 y 50 millones de muertos a mediados del siglo XIX. Los tornados son tormentas circulares de rotación rápida, muy frecuentes en Estados Unidos, que producen grandes daños levantando grandes objetos en el aire y desplazándolos a cierta distancia. Es frecuente que las inundaciones y la sequía estén íntimamente vinculadas tanto en el espacio como en el tiempo; en muchas partes del trópico alternan las estaciones secas con las húmedas. La actividad humana ha incrementado la gravedad de las inundaciones en algunas áreas debido a los cambios en el uso del suelo, como los provocados por la urbanización y la deforestación. La creciente incidencia de la sequía ha producido la desaparición de importantes civilizaciones en el pasado y, en nuestros días, buena parte de África se está volviendo cada vez más seca, sobre todo en las lindes del Sahara, donde el problema se ve exacerbado por las malas prácticas agrícolas y la sobreexplotación para obtener madera. Si bien la mayoría de los grandes incendios son producto de la mano del hombre, los incendios forestales de origen natural provocados por los rayos, pueden producir una gran devastación. No obstante, éstos pueden desempeñar un papel vital en la ecología de áreas secas devolviendo al suelo nutrientes de la vegetación.

Los riesgos naturales continuados, o crónicos, a menudo pasan desapercibidos como tales y resultan difíciles de identificar, pero pueden tener efectos adversos sobre gran número de personas. En muchos casos su peligrosidad es comparable a la de la contaminación, fenómeno producido por el hombre. Uno de estos factores de riesgo, que sólo recientemente ha sido reconocido como tal, es el radón, un gas radiactivo que se filtra a través de la corteza terrestre y penetra en los edificios. Se estima que hoy, mueren en el Reino Unido de cáncer inducido por el radón, 2.500 personas al año. Otro ejemplo es el flúor, que produce graves deformaciones óseas (fluorosis) en los habitantes de India y China y proviene de la contaminación del agua potable y de los alimentos y de la combustión del carbón, respectivamente. En ciertos casos este tipo de peligros surgen por la deficiencia ambiental de un elemento esencial; hay pruebas de que el consumo de cosechas cultivadas en suelos pobres en selenio produce enfermedades en el hombre, especialmente cardiacas. Las cosechas y el ganado también se ven adversamente afectados tanto por las deficiencias como por el exceso de elementos de origen natural, tales como el cobre y el cinc.

Muchos desastres naturales, como los terremotos, son inevitables, pero es posible adoptar medidas para minimizar su impacto. Se pueden construir edificios a prueba de terremotos, el impacto de las inundaciones puede reducirse por medio de la ingeniería, con embalses y canalizaciones, y alertando y asesorando a la población en caso de que se prevean tormentas importantes. Hoy se sabe que muchos desastres son razonablemente predecibles, y que a menudo se producen de forma cíclica por estar asociados a fenómenos como las manchas solares y la órbita lunar.[27] Después de analizar nuestro ámbito de estudio, revisaremos una de las instituciones vinculadas a este tópico: Centro de Protección para Desastres, o CEPRODE, cuya visión es implementar y evaluar programas comunicativos de protección para población en casos de desastres; conservando y reestableciendo los recursos naturales en zonas de alto riesgo por desastres naturales. Ellos producen información y realizan estudios científicos sobre desastres naturales y de medio ambiente, promoviendo acciones de protección de los recursos naturales a través de la investigación y ejecución de proyectos con otras organizaciones. Su misión es diseñar, implementar y evaluar programas comunitarios de protección para la población en casos de desastres, y para la conservación y recuperación de los recursos naturales en zonas de alto riesgo por desastres naturales. En el ámbito local, el CEPRODE se encuentra afiliado a numerosas instituciones homólogas, tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Entre las que destacan a nivel local: Comité Multisectorial para la protección de la población en casos de desastre; Corporación de Organizaciones Ambientalistas de El Salvador, CoAMBIENTE; Asociación de Bibliotecarios y Documentalistas Agrícolas; Comité interinstitucional para el desarrollo del cantón Las Piedras de Metapán departamento de Santa Ana, CIDECAP; Comité Ambiental del departamento de Chalatenango, CACH; Comité Ambiental del departamento de Santa Ana; Comité Salvadoreño de la Unión Mundial de la Naturaleza, UICN; Comité pro medio ambiente de Metapán, COPROMA; Red nacional de organizaciones con trabajo hacia la equidad de género, REDNA; y el Comité Coordinador del Programa de Agricultura Sostenible, PASOLAC. Entre las que destacan a nivel internacional: The Nitrogen Fixing Tree Associatiion, NFTA (Hawaii, EUA); Foro Global de Prevención de Desastres (Haryana, India); y la Unión Mundial para la Naturaleza, UICN (Suiza).

Nos encontramos también con una organización que ha desarrollado una capacidad de análisis de los conflictos sociales con fines de planificación, hablamos en esta ocasión de la Fundación Lempa o FUNDALEMPA, la cual es de las pocas instituciones, de este tipo en centroamérica, en enfocar sus propuestas de prevención de desastres en el elemento fluvial de nuestro medio ambiente, específicamente su ámbito de trabajo está dirigido al río Lempa; en el cual desarrollan sistemas de información sobre uso del agua, recurso que en nuestro país actualmente atraviesa un estado muy crítico, y el problema de las inundaciones. Además de este trabajo, realizan la labor de impulsar y transferir sus informes a las comunidades en alto riesgo de desastres, de una manera cada vez más apropiada.

El sistema nacional de emergencia, organismo que tiene en su centro al COEN, está integrado por: Ministerio de Defensa Nacional, Ministerio de Educación, Ministerio de Obras Públicas, Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Ministerio de Seguridad Pública, organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales, instituciones científicas, comités departamentales de emergencia, comités municipales de emergencia, comités locales de emergencia, la empresa privada, instituciones autónomas y de instituciones de servicio.

El COEN , en su Plan Invernal 2000, usaba la siguiente nomenclatura, sobre los tipos de alerta:

ALERTA:

Alerta es un estado declarado con la finalidad de tomar precauciones debido a la probable y cercana concurrencia de un evento adverso ESTADO DE ALERTA VERDE:

Estado pronunciado cuando las expectativas de un fenómeno permite prever la ocurrencia de un evento de carácter peligroso para la población.

Cuando exista la POSIBILIDAD DEL EVENTO, los sistemas operativos de respuesta deben alistarse, procediendo a reunir al personal que los compone.

ESTADO DE ALERTA AMARILLA:

Estado en el cual la tendencia ascendente del desarrollo del evento implica situaciones inminentes de riesgo y situaciones severas de emergencia.

Cuando NO HAY DUDA SOBRE LA CONCURRENCIA, los sistemas operativos y el personal deberá proceder a preparar el equipo e identificar en la carta de operaciones los posibles lugares de impacto. Se identificarán las rutas de llegada y las de evacuación, así como se dará información al personal sobre los detalles de la respuesta.

ESTADO DE ALERTA ROJA:

Se presenta este estado cuando el fenómeno impacta una zona determinada, presentando efectos adversos a las personas, los bienes, las líneas vitales o el medio ambiente.

Esto hace que EL EVENTO SEA UNA REALIDAD INMINENTE Y HA PRODUCIDO IMPACTO, suponiendo que los sistemas operativos y el personal deberá responder al evento.

PROCEDIMIENTO PARA LA ALERTA INTERNA 1. Habrá una persona de servicio cada 24 horas en la Dirección General quién durante la jornada diurna mantendrá el monitoreo de los eventos. Deberá ponerse en contacto con el jefe de servicio de Bomberos a efecto de que en la jornada nocturna pueda ser alertado.

2. Cada día el jefe de servicio procederá a actualizar la cartelera de novedades y a registrar la información en el libro de novedades.

3. Cada día se informará al señor Director General de la Situación, así como se formulará un IDN al señor Ministro del Interior.

4. Cuando el evento amerite declarar un estado de alerta se procederá a cambiar en la cartelera de novedades el color de la misma e informará a todo el personal de la DGE de ello. La información debe llegar hasta donde el personal se encuentre.

5. Cuando la Alerta sea color amarillo, se procederá a dar aviso al personal a efecto de que este se reúna en la dirección suspendiendo aquellas misiones que no sean relevantes.

6. El jefe de servicio procederá a ordenar al personal el cambio de uniforme por el de trabajo con todo el equipo de personal.

7. Si la alerta se produce por la noche el jefe de servicio procederá a dar aviso correspondiente al personal por medio de la L-5 o por la frecuencia de radio, girando instrucciones precisas sobre las medidas a tomar.

8. Si la Alerta es de color rojo las instrucciones deberán ser las de reunir al personal en el Comité.

Para la verificación de daños y análisis de las necesidades, el COEN evalúa las siguientes áreas:

SALUD:

Se procede a la verificación de la cantidad e identificación de los muertos registrados oficialmente, su procedencia y lugar donde se hallan depositados los cadáveres.

Siempre que sea posible deberá incluirse la causa de la muerte conforme al dictamen forense. Estos datos son valiosos cuando la causa del desastre es epidemiológica. La existencia, verificada de otros cadáveres, se registrará como sin confirmar, consignando la fuente de información.

También se realiza un estudio sobre los heridos, registrando la atención a nivel prehospitalario de: pacientes remitidos a hospitales, pacientes ambulatorios y el total de pacientes atendidos por organismos de socorro y salud. Y la atención a nivel hospitalario hace constancia de: pacientes ambulatorios, hospitalizados, remitidos o derivados a otros establecimientos, el total de pacientes atendidos y el número de camas disponibles.

Se verifican también los daños a nivel de infraestructura, precisando: la pérdida en equipos, los daños de infraestructura hospitalaria, la pérdida de suministros, las necesidades de reubicación de pacientes y los servicios que pueden prestarse.

Sobre los efectos secundarios que ocasiona la presencia de factores de riesgo, se toman en cuenta: la mala disposición de desechos sólidos, la inadecuada manipulación de alimentos, el hacinamiento de las personas, el deterioro de las condiciones ambientales y la interrupción de los programas de salud.

LÍNEAS VITALES:

Las líneas vitales involucran un estudio, en primer lugar, del agua potable, verificando las condiciones y estado de funcionamiento de: presas o pozos, bocatomas, tuberías de conducción a los tanques de tratamiento, y almacenamiento de desarenadores, tanques, cloradores, tuberías madre y redes de distribución; todo esto destinado a dar conocimiento de la calidad del agua en bocatomas, salidas de acueducto, puntos estratégicos de distribución y los usuarios finales.

Sobre el agua no potable se deben verificar las condiciones sin daño y estado de funcionamiento de: las acometidas domiciliarias de aguas negras, el sistema de alcantarillados y aguas lluvias y los sistemas de vaciamientos o descargas.

También la energía recibe un análisis de condiciones y funcionamiento de: estaciones generadoras, redes de interconexión, estaciones transformadoras, redes de distribución de energía y las instalaciones domiciliarias de la población.

El sistema de telecomunicaciones debe tener condiciones sin daño y permanencia de buen estado de funcionamiento de: estaciones repetidoras, redes de telefonía y aparatos de telegrafía, Télex, televisoras, radiodifusoras, etc.

Los equipos de transporte deben ser estudiadas, para verificar que sus condiciones no presenten daños ni mal estado de funcionamiento de: puentes, líneas férreas, puertos, pistas o aeropuertos, servicio público de transporte, maquinaria pesada, vías terrestres de acceso y otros equipos de transporte tales como el aéreo, terrestre y marítimo.

LA INFRAESTRUCTURA PRODUCTIVA Del sector agropecuario, como el principal medio productor, se deben verificar las condiciones de: las áreas de producción agrícola, las áreas de explotaciones pecuaria, los medios de transporte, sistemas de almacenamiento y conservación, la distribución del producto y el tipo y cantidad de ganado afectado.

En el ámbito de vivienda y edificaciones públicas, las condiciones de vivienda tipo urbana, tipo rural y las instalaciones públicas tales como Alcaldías, escuelas y hospitales, deben ser verificadas.

Existen, en el Comité de Emergencia Nacional, casos específicos tipificados por color del Triage (Proceso para el traslado de gente herida a grupos basado en su necesidad de tratamiento médico):

CÓDIGO NEGRO Paro cardíaco no presenciado: se presume que han pasado más de cinco minutos y ya hay daño cerebral irreversible.

Moribundos con lesiones extensas y ampliamente destructivas: Mutilaciones, destrucción de cráneo, etc.

Moribundos por enfermedades terminales: SIDA (Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida); Cáncer, Ancianidad, leucemias, cirrosis hepática, etc.

CÓDIGO ROJO Shock hipovolémico por: deshidratación severa; hemorragias masivas.

Partos en períodos de expulsión y con patología agregada: Sangramientos masivos con disminución de tensión arterial; convulsiones; coma; presentación anormal del producto (parto de glúteos, pies, manos, cordón,etc.); redención de cabeza; rotura de membranas mayor de seis horas; sufrimiento fetal.

Dificultad respiratoria de cualquier origen: asma bronquial, cuerpos extraños en las vías respiratorias, heridas o traumas abiertos o cerrados en el tórax, intoxicaciones por humo, gases organofosforados (insecticidas), ahogamientos en aguas, heridas o fracturas de cuello y neumonías severas.

Como de cualquier origen: por trauma de cráneo, intoxicaciones, enfermedades como diabetes o hipoglicemia (baja del azúcar sanguíneo), accidentes cerebro-vasculares (derrame cerebral), infarto al miocardio (ataque al corazón).

Quemaduras de grado II con una extensión mayor del 30% o menores que involucren cara, ojos, vías respiratorias, o genitales. O mayores del 10 % en niños y ancianos.

Quemaduras eléctricas o de grado III mayores del 3% o con paro cardiorespiratorio acompañante .

Paro cardiorespiratorio presenciado de cualquier origen. No incluye a pacientes con enfermedades terminales.

Fracturas de columna vertebral CÓDIGO AMARILLO Traumas de cráneo leves o moderados (Sin transtorno de conciencia).

Hemorragias sin shock y que ceden a medidas locales de primeros auxilios.

Fracturas sin alteración de signos vitales.

Quemaduras de grado II menores de 30% y mayores de 10% en adultos.

Heridas de tórax sin compromiso de signos vitales ni respiratorio.

Heridas de abdomen sin exposición de vísceras, ni alteración de signos vitales.

Luxaciones de tobillo, codo, rodilla, muñeca, cadera.

CÓDIGO VERDE Heridas menores sin hemorragia y que no comprometen tórax ni abdomen.

Fracturas de la mano sin destrucción amplia de ésta.

Quemaduras grado y o grado II menores de 10%.

Histeria, pánico, desmayo simple, insolación.

Esguinces, luxaciones de dedos, mordeduras leves, traumas contusos sin compromiso de signos vitales ni de su función.

En caso de pacientes con este código, se le dará mayor prioridad a los niños sobre los adultos.

También se poseen medidas de saneamiento ambiental durante la emergencia y posterior a esta.

Período de emergencia inmediata con posterioridad al desastre:

A: Facilitar cantidades básicas de agua potable a la población y a los usuarios esenciales.

B: Ofrecer a los damnificados el alojamiento conveniente.

C: Proteger el agua y los alimentos contra la contaminación por desechos de origen humano.

D: Asegurarse de que los damnificados observen normas de higiene personal básica.

E: Proteger a la población contra las enfermedades de transmisión vectorial frecuentes en las zonas de desastre.

Dado a que el agua es indispensable para el mantenimiento de la vida y medio importante de transmisión de enfermedades, es lo primer que debe facilitarse en condiciones higiénicas a las poblaciones afectadas. No solo es de máxima importancia un abastecimiento cuantitativamente suficiente a raíz del desastre, sino que es necesario velar por la potabilidad del agua destinada al consumo humano; como un derecho fundamental de su integridad física y moral.

Las medidas de saneamiento ambiental son necesarias para proteger el medioambiente contra los desechos de origen humano normalmente causantes de la contaminación de los alimentos y el agua. Además, esas medidas impiden la formación de lugares de cría de vectores de enfermedades y otras plagas.

Una vez iniciada la labor de socorro, habrá de ocuparse de alojar a las personas damnificadas en condiciones que no entrañen un riesgo para la salud pública y el medioambiente. Los alimentos localmente disponibles pueden deteriorarse o quedar contaminados, por lo que su consumo puede producir intoxicaciones o infecciones, para lo cual lo mejor es recurrir a alimentos localmente disponibles determinando el estado en que se encuentren. Para evitar los problemas de salud debidos al deterioro y la contaminación de los alimentos, habrá de informar al público sobre medidas que garanticen la inicuidad de estos. Además, el público habrá de estar al tanto de los alimentos más inicuos y la mejor manera de prepararlos El estancamientos de agua lluvia que crean las condiciones antihigiénicas que permiten la proliferación de insectos y de enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el tifus, la tularemia y las infecciones diarreicas, que se transmiten de esa forma; además la contaminación de ese origen puede menoscabar el suministro de alimentos y crear otros problemas. Este tipo de vectores deben ser controlados mediante la medicina preventiva.

La higiene suele disminuir en este tipo de situaciones, aumentando la incidencia de enfermedades relacionadas con la falta de higiene personal; haciéndose necesaria la provisión de instalaciones de aseo y de limpieza, inculcando este tipo de actitudes a las personas.

Debe mantenerse a la población informada sobre emplazamientos, tipo de recursos y servicios de saneamiento, los lugares de asentamiento de las personas, y los nombres de las autoridades a quienes hay que notificar al momento de un incidente.

PRIORIDADES DE INTERVENCIÓN INICIAL:

Búsqueda de personas heridas: desde acciones de localización hasta el empleo de sofisticadas técnicas, uso de animales entrenados y equipos electrónicos.

Rescate: Ejecutado por grupos básicos, intermedios o avanzados, o simplemente ser asumido por la propia comunidad que es lo que habitualmente en los primeros minutos después del desastre.

Evacuación: Cuando persista el peligro, o los efectos secundarios amenacen la vida o la integridad de las personas se recurrirá a este tipo, el cual podrá ser total o parcial dependiendo de la amenaza y del grado de exposición a ella.

PRIORIDADES EN LA ATENCIÓN EN SALUD Y SANEAMIENTO AMBIENTAL:

Atención a las personas:

Se regirá por los criterios del Triage, otorgándole la posibilidad de atención al mayor número de personas teniendo en cuenta la gravedad de las lesiones, el pronóstico de la misma y el beneficio que pueda recibir de la acción tomada, bien sea esta atención in situ, en transporte o ambas. El manejo de cadáveres queda en una potable prioridad.

Suministro de agua:

En las primeras horas, pequeñas cantidades de agua, así no sea clorada son necesarias, indicando a los receptores las precauciones que deben tomar.

Suministro de alimentos:

Verificar disponibilidad y seguridad en el almacenamiento y manejo.

Eliminación de Aguas Negras:

Verificar el estado del sistema y garantizar que no haya contaminación del agua potable, con esos desechos líquidos.

Alojamiento provisional:

Constatar necesidad, garantizando las condiciones de higiene y evitando en lo posible la concentración excesiva de personas; usando el autoalbergue, instalaciones existentes en los centros comunales, instalaciones deportivas, hangares, bodegas, etc.

Control de vectores:

Continuar los programas regulares, donde se esté vigilando la presencia de zancudos o mosquitos transmisores de enfermedades. Atender la disposición de desechos sólidos, para evitar proliferaciones de moscas y roedores.

Programas regulares de salud:

A raíz de la emergencia se distrae el recurso humano de sus actividades diarias, interrumpiéndose los programas regulares, con situaciones potenciales más peligrosas que las consecuencias directas del evento original.

Vigilancia epidemiológica:

Paralela a todo lo expuesto y guiando las acciones de salud, recogiendo información permanente de las condiciones ambientales y el estado de los afectados.

PRIORIDADES DE TIPO LOGÍSTICO Vías de acceso:

Garantizar su rehabilitación y funcionamiento. La instalación de puentes provisionales, la remoción de escombros de la vía, la rehabilitación de una pista de aterrizaje o helipuerto, pueden construirse en prioridades.

Sistemas de telecomunicaciones:

Manteniendo contacto permanente al interior de la zona afectada y con el exterior de la zona.

Insumos básicos:

Verificar la disponibilidad de energía, combustibles, gas, etc.

OTRAS PRIORIDADES Actividades laborales:

Procurar el pronto restablecimiento de las tareas habituales; involucrar a la comunidad afectada en las mismas acciones de recuperación, de forma que se promuevan campos de trabajo y se dé solución a las necesidades de rehabilitación física, mental y socioeconómica .

Actividades recreativas:

Velar por la organización de eventos y reuniones recreativas, tanto como para el personal que trabaja en la emergencia como para la comunidad en general. Permitir en estas acciones una amplia participación de la comunidad.

Aspectos de seguridad:

Deben reforzarse las medidas tendientes a evitar el vandalismo y mantener el orden público.

Actividades educativas:

Deben reanudarse si han sido interrumpidas, o procurar que se inicien en las fechas habituales. Deberán igualmente promoverse actividades de tipo artístico y cultural, para la población en general.

Es importante recalcar que una prioridad puede ser también la de establecer control sobre determinadas amenazas y sobre los efectos secundarios de las mismas, como en inundaciones con sacos de arena o barreras; deslizamientos con obras prontas de estabilización; incendios con combate, extinción, construcción de barreras, etc.

Es indudable que si los miembros del grupo de evaluación de daños y análisis de necesidades han trabajado juntos con anterioridad, su comportamiento será el de un verdadero equipo, y eso facilitará la labor.

A continuación se reproduce un cuadro que contiene el procedimiento de implementación, utilizado por el COEN:

edu.red

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  • EL ACCIONAR INSTITUCIONAL.

El COEN (Comité de Emergencia Nacional) ha tenido un papel determinante en la conformación del Sistema Nacional de Emergencia (SISNAE), el cual aglutina a instancias de gobierno y a cuerpos de socorro tales como la Cruz Roja, Cruz Verde, Comandos De Salvamento, Cuerpo De Bomberos De El Salvador y otras entidades de servicio. Es importante mencionar que las acciones de este ente multisectorial se han concentrado principalmente en las tareas de rescate y atención de víctimas olvidándose de la implementación de acciones tendientes a la reducción de la vulnerabilidad en la etapa previa al desastre.

Es la prevención y mitigación de un desastre una de las tareas inconclusas en el sistema nacional de defensa civil. Esto se debe según el CEPRODE a: "la desvinculación de las dimensiones económicas y sociales de la prevención de los desastres y a la concepción de estos como un problema sectorial no relacionado con las realidades de los sectores sociales afectados, especialmente las comunidades marginales urbanas y rurales". En recientes desastres la tendencia de no prevenir con tiempo las calamidades ha provocado que los desastres hayan sido de una mayor envergadura que la que realmente podrían haber tenido con una verdadera acción preventiva.

Terremotos. Los terremotos se caracterizan por ser un tipo de desastre que ocurre ocasionalmente y que solo durante la emergencia llama la atención, por cuanto provoca una ruptura del funcionamiento normal de la sociedad. El ejemplo nacional más reciente es el terremoto de 1986 que conllevo una reestructuración del funcionamiento del COEN pero que no produjo resultados a largo plazo dejando abierta la posibilidad de que se produzcan mas daños ante un nuevo suceso similar. En El Salvador el riesgo sísmico es elevado debido a la fuerte actividad de la franja central del país y de la ubicación de los principales asentamientos poblacionales cercanos en su mayoría a dicha franja. San Salvador es uno de los principales asentamientos y el de mayor riesgo por estar ubicado sobre esta franja, desde su fundación en 1525 ha sufrido de innumerables sismos pero que no han provocado su reubicación debido a ciertas políticas urbanísticas. El terremoto de 1986 no solo causó la muerte de aproximadamente 1,000 personas y que otras 100,000 resultaran damnificadas, sino también llevo a la creación del Comité Empresarial de Apoyo para manejar los donativos recibidos y de un Comité de Evaluación de Daños (COEDA), el cual tuvo el cargo de diagnosticar el estado de las infraestructuras afectadas, lamentablemente fue disuelto dejando en el olvido sus recomendaciones; actualmente edificios que fueron declarados inhabitables por dicho Comité están siendo utilizados con asombrosa tranquilidad. Después de este analizas resulta evidente que nuestro país no posee una institucionalidad necesaria para desarrollar una efectiva gestión del riesgo a terremotos, principalmente porque no existen medios para garantizar el efectivo cumplimiento de normas de diseño sísmico en las estructuras que se construyen actualmente y para procurar que las estructuras dañadas sigan siendo utilizadas.

Inundaciones. De todos es conocido que las personas que habitan en las zonas "marginales" del país son recurrentemente golpeadas por este tipo de desastres, debido a la ubicación geografía, por encontrarse peligrosamente en las laderas de ríos caudalosos; dichos desastres se suscitan en la época invernal, que se vuelve más copiosa en los meses de agosto, septiembre y octubre. Los reportes de este tipo de desastre han proliferado desde el año 1992, específicamente en la ciudad de San Salvador, por ser la principal ciudad del país; no obstante, el incremento de las inundaciones ha venido experimentándose con mas fuerza durante las ultimas décadas, producto de la menor capacidad de retención de escorrentía superficial y humedad de las cuencas hidrográficas. La orientación de la actividad del COEN se dirige mas a las funciones de rescate, socorro y atención de damnificados, por lo que no pueden atender emergencias provocadas por las sequías, que es un fenómeno hidrometeorológico que también puede acompañar a las inundaciones, pero en ciertos sectores distintos a los afectados. Las zonas, comúnmente, más afectadas y las de mayor riesgo son: las partes bajas de los ríos Lempa y Grande de San Miguel, así como las ya mencionadas comunidades "marginales" de San Salvador; sin excluir a otras zonas en peligro pero no tan inminente. Como ejemplo más reciente se encuentra la "Tormenta Tropical Mitch" que provoco tanto perdidas humanas como ecológicas, al producir un cambio radical en el ambiente de las zonas afectadas, así como un perceptible cambio de temperatura. Otro factor importante es la relación entre las inundaciones de las zonas bajas de los ríos Lempa y Grande con las descargas que se efectúan desde el sistema de represas hidroeléctricas construidas en el río Lempa. Ante esta relación el COEN no posee ninguna acción de regulación frente a dichas descargas, mucho menos de promover que otras instancias estatales actúen contra las empresas responsables.

Desastres antrópicos. Este tipo de desastres son los provocados por el ser humano, específicamente relacionados con el inadecuado manejo de la tecnología. Han acontecido hechos de gran envergadura, produciendo alarma, tales como: derrames de sustancias tóxicas, intoxicaciones (recientemente el Metanol en San Vicente), abandono de sustancias peligrosas en zonas pobladas (caso de Cuisnahuat). Otros hechos que son mas sutiles y que no provocan alarma, preocupan a las autoridades hasta que alcanzan dimensiones incontrolables, con consecuencias desastrosas, como ejemplo: emanaciones de hidrocarburos, irrigación de insecticidas, campañas de fumigación, almacenaje de sustancias de dudosa procedencia en lugares no controlados, etc.

La acción del COEN para estos casos se limita a mantenerse a la expectativa por el posible surgimiento de víctimas, mientras las tareas de control de las emanaciones, adopción de planes de contingencia, deducción de responsabilidades, etc.

Protección ambiental. Este tema fue ignorado por los gobiernos de turno hasta el año de 1992, ya que la época colonial nos heredo una cultura orientada a la tala indiscriminada de arboles, con el propósito de cultivar el algodón, así como el uso sin control de insecticidas que provocó un daño aun mayor. El COEN dejo de lado esta función considerando que era atribución de otras instituciones como el MARN y el Ministerio de Agricultura y Ganadería.

No obstante esta visión dantesca, es de reconocer importantes esfuerzos como la creación de la Secretaria Ejecutiva del Medio Ambiente en 1992, luego del MARN en 1996, el canje de deuda por naturaleza con el gobierno de Estados Unidos y la promulgación de la Ley del Medio Ambiente. [28] Aun cuando las acciones son importantes, no son suficientes en si mismas para garantizar el respeto real de los recursos naturales, ya que es una tendencia que el marco legal se aplica a unos dejando a otros libres de responsabilidad. La verdadera restauración del medio ambiente podría ser posible a través del ofrecimiento de incentivos a aquellas empresas y/o comunidades que establezcan proyectos de conservación de los recursos en peligro; además de establecer una verdadera política que integre a la protección ambiental con la prevención de desastres, siguiendo la teoría de la entrañable relación entre la degradación ambiental y la incidencia de los desastres.

Notas:

[1] Ractick, Teoría de los componentes de la vulnerabilidad ante los desastres, mencionada por Moraga, Enrique en “Genero y desastres. Introducción conceptual y criterios operativos” Fundación genero y sociedad. 1999. Costa Rica

[2] WilchesChaux Teoría de los componentes de la vulnerabilidad ante los desastres, mencionada por Moraga, Enrique en “Genero y desastres. Introducción conceptual y criterios operativos” Fundación genero y sociedad. 1999. Costa Rica

[3] Tomado de Moraga, Enrique en “Genero y desastres. Introducción conceptual y criterios operativos” Fundación genero y sociedad. 1999. Costa Rica.

[4] Lavell, mencionado en Green,Sthepen. Cooperación Internacional en casos de emergencia Ediciones Nuevo Mar. México

[5] Marco Estratégico para la reducción de la vulnerabilidad y los desastres en Centroamérica. Este programa se origino a partir de la Declaración de Guatemala en la XX reunión ordinaria de Presidentes Centroamericanos, Republica Dominicana y Belice

[6] Lavell, mencionado por Moraga, Enrique en “Genero y desastres. Introducción conceptual y criterios operativos” Fundación genero y sociedad. 1999. Costa Rica

[7] Ley para la reducción de riesgos y atención de desastres de Bolivia ( Art. 1)

[8] Anexo 1. Derechos protegidos por la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos. Manual de Protección Interna de los Derechos Humanos. PDDH de El Salvador y ACNUR

[9] Mandato de Ginebra para reducción de desastres, julio 1999

[10] Tomado de la Declaración de Yokohama , Japón 1994

[11] Del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ONU 1966)

[12] Recordemos pues que parte de este derecho es la protección frente a la carencia negligente de instrucción, planes y programas encaminados a la mitigación y reducción de los efectos negativos de desastres.

[13] Estrategia "Un mundo más seguro en el siglo XXI: Reducción de riesgos y desastres" (1999)

[14] Estrategia "Un mundo más seguro en el siglo XXI: Reducción de riesgos y desastres" (1999) Partes y componentes de la estrategia

[15] Estrategia "Un mundo más seguro en el siglo XXI: Reducción de riesgos y desastres" (1999) Objetivos de la estrategia.

[16] Desarrollo integral de las personas ( Art. 4, 6, 7, 10 inc 1, 8) y la promulgación del derecho que poseen las personas a un medio ambiente sano ( Art. 1)

[17] Inventario de desastres en C.A. CD de anexos

[18] Pacto Internacional de derechos civiles y políticos (ONU 1966) y Convención americana sobre los derechos Humanos ( Pacto de San José OEA 1969)

[19] Romano, Luis Ernesto, “La Protección Civil en El Salvador Propuesta de Redefinición; Centro de Protección para Desastres pág. 4, Agosto 1999.

[20] Idem, pág. 8.

[21] Anteproyecto de Ley de Protección Civil en Casos de Desastres, Mimeografía Articulo 16.

[22] Velasco, 1990.

[23] Mesas técnicas de trabajo, 1999, pág. 17-19

[24] “Identificación de los Obstáculos Existentes para la Plena Realización de todos los Derechos Humanos” Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Reunión Regional para América Latina y el Caribe San José, Costa Rica, 18 a 22 de enero de 1993, tema 8 del programa provisional. Pág. 2.

[25] Tomado de la Explicación que FESPAD hace del artículo de la Constitución en el libro “Constitución Explicada” cuarta edición, FESPAD ediciones, pág. 36

[26] Ibid.

[27] "Desastres naturales", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 99. © 1993-1998 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.

[28] Tomado de una opinión expresada por un empleado del COEN

[29] Los libros aquí presentados son el recurso bibliográfico empleado en la elaboración de este trabajo, además de ellos fueron utilizadas una serie de aportación las cuales fueron tomadas de la Web y que por su diversidad e contenido no tenia un autor especifico en ellas definidos, sin embargo dichas aportaciones van incluidas en el CD adjunto que entregamos llamado anexo.

[30] Formato pdf. Documento leído a través de Acrobat Reader.

Conclusiones

Como bien hemos visto dentro del desarrollo del trabajo podemos dar las siguientes conclusiones respecto al tema en si:

  • 1) Generalmente se comete un error al hablar únicamente de desastres naturales como únicos tipos de desastres existentes, pues en verdad existen otros tipos (desastres antropicos) los cuales obedecen a agentes totalmente ajenos a esta clasificación, podemos entonces afirmar pues que en verdad existen desastres provocados por la naturaleza misma y también desastres causados por el accionar del hombre frente a ella o frente a sus semejantes.

  • 2) La vulnerabilidad de una región no solo esta enfocada a los niveles geográficas y climáticos de la misma sino también responde a los factores socio económicos que en ellas imperan, si bien los sistemas de mitigación de daños deben de basarse en estos factores, serán ellos los que dictaran en cierta manera el optimo desarrollo de estos sistemas.

  • 3) La vulnerabilidad de una región será íntimamente relacionada con la capacidad de reacción de la misma frente a las situaciones que aquí hemos tratado, si bien puede poseer altos grados de vulnerabilidad la adecuación de un buen sistema de acción en estos casos minimiza ese grado de vulnerabilidad.

  • 4) El sistema universal de derechos humanos a través de la UNO ha intentado crear sistemas de protección y guías de elaboración de sistemas de mitigación de las situaciones aquí descritas, estos proyectos pues tiene un trasfondo jurídico el cual sin duda es el de preservar la integridad plena de la persona a través del fomento del desarrollo económico sostenible y la propalación de un medio ambiente sano, la estrategia de Yokohama y sus siguientes pues obedecen no solo a intereses políticos sino también jurídicos por parte de los estados miembros de la organización.

  • 5) Los sistemas regionales como el de Centroamérica son claros caso en donde la unión hace la fuerza, dicho de manera concreta son caso donde la unión de potenciales de reacción son unidos para hacer un frente como antes estas situaciones y de alguna manera lograr apaciguar así su alto grado de vulnerabilidad

  • 6) En El Salvador existen planes de mitigación de daños tanto a nivel institucional como jurídico, sin embargo estamos aun dentro de una etapa de transición de la improvisación a la concretización de planes realmente estructurados como los proyectados en Bolivia y Nicaragua.

  • 7) A pesar de existir planes de mitigación de daños y previsión de desastres en nuestro país esto se limitan únicamente a los desastre de tipo natural, previniendo poco los desastres antropicos que ya muchas muertes han causado, podemos entonces nota una clara violación del estado de su deber de proteger la integridad de las personas al descuidar es papel dentro de la sociedad, muestra de ello es la intoxicación masiva causada por metanol acaecida en meses pasado.

Bibliografía

Aquí presentamos los libros utilizados para la elaboración de esta trabajo:[29]

  • CEPREDENAC / SICA " Marco estratégico para la reducción de la vulnerabilidad y los desastres en Centroamérica . Declaración de Guatemala II " Octubre 1999

  • CEPREDENAC / SICA. "Plan de Reducción de Desastres Naturales" , Marzo 2000

  • Conferencia Mundial de Derechos Humanos "Identificación de los obstáculos existentes para la plena realización de todos los Derechos Humanos", Tema 8 del programa provisional de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, Reunión Regional para América Latina y el Caribe San José, Costa Rica, 18 a 22 de enero de 1993.

  • Documentos históricos de la Asamblea Constituyente" Imprenta Nacional., San Salvador. El Salvador.

  • FESPAD, "Constitución de la República de El Salvador de 1983" FESPAD Ediciones, Cuarta Edición.

  • Green Stephen " Cooperación Internacional en casos de emergencia" Ediciones Nuevo Mar México. 1978

  • Ibarra T. Ángel " Mitch en El Salvador ", Ediciones Heinrich Böll, 1° edición. San Salvador. El Salvador .1999.

  • Lungo Mario; Baires Sonia. " De terremotos, derrumbes e inundaciones." Red y Fundes. San Salvador El salvador 1996.

  • Luño, Antonio Enrique. " Derechos Humanos" Instituto de derecho constitucional. 1980

  • Microsoft, " Enciclopedia Encarta 2000 CD 1 ", Versión en Español. 2000. Estados Unidos.

  • Microsoft, " Enciclopedia Encarta 99 CD 1 , 2" Versión en Español. 1999. Estados Unidos.

  • Monroy, Marco Gerardo. " Los derechos humanos". Editorial Temis. Bogota, Colombia 1980

  • Moraga Gomariz, Enrique " Genero y Desastres. Introducción conceptual y criterios operativos" Editorial Genero y Sociedad. Costa Rica 1999.

  • OPS / DIRDN. " Hacia un mundo más segura frente a los desastres naturales. La trayectoria de América Latina y el Caribe " 1994 ( Documento pdf)[30]

  • OPS / DIRDN. "Reunión Internacional de Centros de Información de Desastres " 1999 ( Documento pdf)

  • OPS/ DIRN Crónicas de un desastre. Huracanes George y Mich. Washington, D.C. , Septiembre, 1999

  • Organización de las Naciones Unidas, Informe completo del Secretario General de conformidad a la resolución 1990/18 de la Comisión de los Derechos Humanos.

  • Organización de las Naciones Unidas. " Anexo2, Legislación, jurisprudencia y doctrina CD 2 " Edición 50° Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Proyecto Regional de Justicia. Dirección Regional para América Latina y el Caribe. Editorial del Puerto. 1992.

  • Vásquez López, Luis. "Declaraciones, Pactos y Convenciones de Derechos Humanos" Editorial LIZ. San Salvador. El Salvador.

 

 

Autor:

Eduardo Enrique Mejía Lemus.

edu.mejia[arroba]navegante.com.sv

Partes: 1, 2, 3, 4
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