Según Steiner (2008), la Teoría de recursos, capacidades y complementariedades; a la competencia entre oferentes de capacidad laboral rara vez se han aplicado teorías que vayan más allá de la clásica asunción de mercado perfecto. Únicamente en lo relativo a creación de empresas, la inmigración puede ser parcialmente estudiada con el acervo teórico que se usa más frecuente y recientemente en Economía. En cierto modo, tal vez sea esta función de oferta la más competitiva de todas, pero también, en ámbitos de estudio limitados, se pueden apreciar comportamientos estratégicos que podrían explicarse en función de la Teoría de recursos y capacidades. Aunque no es una teoría especialmente vinculada con las finanzas, hay trabajos que tratan de aplicarla a la política financiera de la empresa. No voy a entrar a discutir en qué medida es aplicable a las Finanzas, pero es evidente que una inversión personal, como la de buscar trabajo, especialmente si ello implica desplazamiento, privaciones y renuncias, es algo que tiene mucho que ver con la correcta gestión y conocimiento de los propios recursos y capacidades. Además, la reciente incorporación del tema de las complementariedades y especificidades hace que, en determinadas explotaciones empresariales, se pueda considerar un activo intangible el hecho de tener contratado a un inmigrante, por su conocimiento del idioma u otras características de clientes, proveedores, productos, etc. El derecho de propiedad sobre la empresa lleva consigo el ejercicio de potestades cuya contratación en el mercado ocasionaría altos costes de transacción. El ejercicio de esa autoridad, en este contexto, tendría la finalidad, según el mencionado artículo de Salas, de proteger inversiones que tienen un escaso valor fuera de la relación de poder, pero generan gran valor en la empresa. La concepción inicial de tamaño empresarial nos viene, en esta Teoría, de la idea expresada al final dicho trabajo, pues "el poder surge de la propiedad sobre los activos físicos, lo cual significa que los límites de la empresa están marcados sobre el conjunto de activos físicos". Debido a eso, Salas defiende la necesidad de completar la Teoría de los derechos de propiedad con una extensión debida a Rajan y Zingales (1998). Según este enfoque, existen activos intangibles que no se pueden comprar ni vender, puesto que consisten en relaciones (normalmente laborales) con personas. No existen derechos de propiedad sobre los servicios que prestan los recursos humanos, pero tales recursos existen y se da, en virtud de una parte tácita del contrato, un "acceso" a tales recursos, en tanto que la empresa es beneficiaria de la creación de valor debida a tales relaciones. Eso se debe a la especialización que se alcanza entre cada recurso productivo (concretamente, los de naturaleza humana) y el resto de recursos. El trabajo de cada empleado es más valioso en la empresa que en el mercado (en otra empresa) y eso liga la prestación de su labor más valiosa a una relación contractual determinada. También el empleado experto, según Salas, ejerce poder sobre los demás recursos, puesto que la empresa no se desprenderá de un activo que le resulta más valioso que los que pueda adquirir en el mercado con el mismo coste.
Según Steiner (2008), la Teoría de las complementariedades, desarrollada sobre todo por Milgrom y Roberts (1995). Cuando se trata de resolver problemas de incentivos y de coordinación, se está intentando, en definitiva, poner en valor aquellos activos derivados de contratos implícitos y potestades de dirección. Los problemas de incentivos y de coordinación surgen, según estos autores, por la falta de complementariedad entre las decisiones de inversión en bienes reales y la contratación o dirección de recursos humanos. Así pues, los recursos humanos supondrán un aumento en el valor de la empresa, siempre y cuando existan complementariedades entre éstos y las inversiones reales.
Según Steiner (2008), la Nueva Teoría institucional, cobra especial vigor con el "revival" de la Teoría de costes de transacción, en 1991, cuando a Ronald Coase se le otorga el premio Nobel. Este planteamiento implica la asunción de la relación íntima entre la Economía y el Derecho. Hoy la teoría neo-institucional admite una interacción de la Economía con todas las demás ramas de la Ciencia social, para no perder de vista que determinadas actividades de la "nueva economía" no serían tan rentables sin la circunstancia específica del inmigrante: Transportes, telecomunicaciones, operaciones bancarias, empleo temporal y colocación, etc. "Los patrones migratorios y de la distribución territorial de la población están inscritos en la lógica del propio esquema económico y es sensible al propio ciclo económico". En relación con la migración, la toma de decisiones se hace un el contexto de unas determinadas estructuras. El neo-institucionalismo se ha postulado como un paradigma emergente en la Economía, en general. El enfoque institucionalista es relativamente nuevo en el ámbito de las Finanzas corporativas. En este ámbito, ninguna de las novedosas teorías vigentes es incompatible con dicha Teoría, ni con la economía industrial, ni con las corrientes neo-institucionalistas. La especialidad del enfoque que aquí se presenta es que no se estudian los recursos como intrínsecos de la empresas, sino más bien como una consecuencia de la financiación que se ha podido obtener, numerosos conceptos, ya explicados, como el de costes hundidos, barreras de entrada o costes de transacción, son perfectamente aplicables para explicar el comportamiento de los trabajadores cuando deciden emigrar. El institucionalismo es un enfoque reivindicado como idóneo para este tipo de imperfecciones y, específicamente, para los tamaños inferiores de empresas.
BASES TEÓRICAS ESPECIALIZADAS SOBRE EL TEMA
TEORÍAS SOBRE ADMINISTRACION EFECTIVA
Interpretando a Chiavenato (2004), la administración efectiva se define como el proceso de crear, diseñar y mantener un ambiente en el que las personas, laboran o trabajando en grupos y alcanzan la misión institucional. La administración se aplica en todo tipo de corporación pública o privada; es aplicable a los administradores en todos los niveles de una corporación. Las dos funciones primordiales de los gerentes de una entidad son las operaciones de planificación y control. La planificación y control integral de utilidades comprende: El desarrollo y aplicación de objetivos generales y de largo alcance para la empresa; La especificación de las metas de la empresa; Un plan de utilidades de largo alcance desarrollado en términos generales; Un plan de utilidades de corto plazo detallado por responsabilidades asignadas (divisiones, productos, proyectos); Un sistema de informes periódicos de desempeño detallados por responsabilidades asignadas, y, Procedimientos de seguimiento. La eficacia con la que una entidad es administrada se reconoce generalmente como el factor individual más importante en su éxito a largo plazo. El logro de la empresa se mide en términos del logro de sus metas. La administración puede definirse como el proceso de fijar las metas de la entidad y de implementar las actividades para alcanzar esas metas mediante el empleo eficiente de los recursos humanos, materiales y el capital. El proceso administrativo es una serie de actividades independientes utilizadas por la administración de una organización para el desarrollo de las funciones de planificar, organizar, suministrar el personal y controlar. La responsabilidad de la administración respecto a especificar y coordinar las metas y objetivos, es igual independiente del tipo de empresa de que se trate, ya sea de servicios, comercial, industrial, con fines de lucro o sin fines de lucro. Tanto las empresas mercantiles como las no mercantiles deben tener objetivos y metas. En las organizaciones mercantiles, las orientaciones primordiales a las metas son: 1) el rendimiento sobre la inversión y 2) la contribución a la mejoría económica y social de un más vasto medio ambiente. En igual forma, las empresas no mercantiles tienen objetivos específicos, tales como el cumplimiento de una misión dada, dentro de limitaciones especificadas de costos. Es esencial que no sólo la administración sino todas las partes interesadas conozcan los objetivos y las metas para lograr que la administración sea una guía eficaz de las actividades y efectúe una medición de la efectividad con la que se realizan las actividades deseadas. El éxito de una empresa – mercantil u otra organización – depende de la gente relacionada con la misma, incluyendo tanto a los administradores como a los demás empleados, ya que todas estas personas se encuentran comprometidas de manera importante en el logro de los objetivos de la empresa. Así pues, la "gente" constituye la parte más crítica de la administración – no la tierra, los edificios, el equipo o los materiales. Desarrollar un personal eficaz, crear un ambiente auténtico de trabajo y motivar positivamente a la gente determinan, en gran medida, el éxito de la mayor parte de las empresas.
Según Stoner (2000), las actuales concepciones administrativas son la resultante de un proceso iniciado en los mismos albores de la humanidad y que ha venido evolucionando y adquiriendo sus propios perfiles a través de diferentes épocas y etapas. Dicho proceso administrativo se inició como un hecho obligado cuando dos individuos tuvieron que coordinar sus esfuerzos para hacer algo que ninguno de ellos pudo hacer por sí solo y evolucionó hasta convertirse en un acto previo y cuidadosamente planificado y racional que permite alcanzar objetivos con los menores esfuerzos posibles y con las mayores satisfacciones para los individuos. La planificación es la primera función de la administración y la misma se lleva a cabo de manera continua porque el transcurso del tiempo exige tanto la replanificación como el desarrollo de nuevos planes. Además, la retroalimentación continua a menudo requiere de acciones planificadas recientemente para: a) corregir las deficiencias observadas en el desempeño; b) hacer frente a sucesos imprevistos de naturaleza desfavorable y; c) aprovechar los nuevos adelantos. La planeación directiva es un proceso que comprende las siguientes cinco fases: 1) establecer objetivos y metas empresariales; 2) desarrollar premisas acerca del medio ambiente en el que opera la entidad; 3) tomar decisiones respecto a los cursos de acción; 4) emprender acciones que tiendan a activar los planes, y, 5) evaluar la retroalimentación del desempeño para la replanificación.. La toma de decisiones por la administración implica un importante proceso de dirección empresarial. La toma de decisiones entraña un compromiso o resolución de hacer, dejar de hacer, o de adoptar o rechazar una actitud. Una toma de decisiones requiere creatividad y confianza. Se ve cercada por el riesgo, la incertidumbre, la crítica y la conjeturación secundaria. Es importante comprender que no hacer nada respecto a un asunto o a un problema es, en sí y por sí, una decisión. Pasos en el proceso de toma de decisiones: 1) Reconocer un problema – Existe un problema, necesita hacerse una elección, o hay un obstáculo para alcanzar una meta empresarial; 2) Identificar alternativas – Se hace un esfuerzo sistemático por identificar las opciones disponibles. Por lo general, existe un número limitado de alternativas, restringidas, además, por el tiempo y los recursos monetarios; 3) Especificar las fuentes de incertidumbre – Se efectúa un análisis cuidadoso de los posibles sucesos que pueden ocurrir. Hasta donde es posible, quizá existan probabilidades o posibilidades asociadas con estos sucesos; 4) Escoger un criterio – Se elige el criterio conforme al cual se evaluarán las alternativas. Pueden escogerse criterios tales como la utilidad, el margen global de contribución, la tasa de rendimiento o el valor actual neto; 5) Considerar preferencias de riesgo – Se toma en consideración el punto hasta el cual la dirección está dispuesta a elegir una alternativa riesgosa. De manera equivalente, la dirección considera la proporción entre el riesgo y el rendimiento; 6) Evaluar alternativas – A la luz del menú de opciones en el paso 2, las fuentes de incertidumbre identificadas en el paso 3, el criterio establecido en el paso 4 y las preferencias del riesgo precisadas en el paso 5 determinan el resultado final asociado con la alternativa; 7) Elegir la mejor alternativa – La evaluación de alternativas en el paso 6, junto con una cuidadosa consideración de los objetivos y las metas de la empresa, tiene como resultado la elección de una alternativa; 8) Implantar el curso de acción seleccionado – Se implantan las acciones aprobadas para iniciar la alternativa escogida. Ninguna decisión eficaz será posible a menos que se lleven a cabo acciones eficaces que la hagan realidad. Un polo extremo respecto al verdadero papel de la administración en entidades mercantiles o no mercantiles ha sido designado como la teoría del mercado, como polo opuesto a esta filosofía encontramos la teoría de la planificación y el control. La teoría del mercado mira el papel de la administración básicamente como constituido por decisiones reactivas que responden a los sucesos ambientales a medida que éstos tienen lugar. Este parecer concede un papel pasivo a la administración. Por otro lado la teoría de la planificación y el control percibe el papel de la administración esencialmente como uno de naturaleza activa que intenta acondicionar el estado de la empresa. Esta segunda teoría destaca la función de planificación de la administración. El concepto de la planificación y control integral de utilidades se apoya en la teoría de la planificación y el control; es decir, el factor primordial del éxito en una empresa es la competencia de la dirección para planificar y controlar las actividades de la organización, la administración debe tener confianza en su habilidad para establecer objetivos realistas y desarrollar eficientes estrategias para alcanzar sus objetivos.
Según Terry (2003), la administración efectiva de una empresa requiere el constante ejercicio de ciertas responsabilidades directivas. A tales responsabilidades a menudo se les denomina colectivamente como las funciones de la administración. Planificación.- es el proceso de desarrollar objetivos empresariales y elegir un futuro curso de acción para lograrlos. Comprende: a) establecer los objetivos de la empresa; b) desarrollar premisas acerca del medio ambiente en la cual han de cumplirse; c) elegir un curso de acción para alcanzar los objetivos; d) iniciar las actividades necesarias para traducir los planes en acciones; e) replantear sobre la marcha para corregir deficiencias existentes. 2. Organizar.- es el proceso mediante el cual los empleados y sus labores se relacionan unos con los otros para cumplir los objetivos de la empresa. Consiste en dividir el trabajo entre grupos e individuos y coordinar las actividades individuales del grupo. Organizar implica también establecer autoridad directiva. 3. Suministrar el personal y administrar los recursos humanos es el proceso de asegurar que se recluten empleados competentes, se les desarrolle y se les recompense por lograr los objetivos de la empresa. La eficaz dotación de personal y la administración de los recursos humanos implican también el establecimiento de un ambiente de trabajo en el que los empleados se sientan satisfechos. 4. Guiar y la influencia interpersonal es el proceso de motivar a las personas (de igual nivel, superiores, subordinadas y no subordinadas) o grupos de personas para ayudar voluntaria y armónicamente en el logro de los objetivos de la empresa (designado también como dirigir o actuar). 5. Controlar es el proceso de asegurar el desempeño eficiente para alcanzar los objetivos de la empresa. Implica: a) establecer metas y normas; b) comparar el desempeño medido contra las metas y normas establecidas; b) reforzar los aciertos y corregir las fallas. Las cinco funciones de la administración constituyen, el proceso administrativo pues son ejercidas en forma coincidente y continua al administrarse una empresa. El proceso administrativo se vale de enlaces y de la retroalimentación. Por ejemplo, la planificación debe preceder a la actividad de organizar, y el controlar debe seguir a las demás funciones. Es esencial la continua retroalimentación para mejorar el desempeño y para la planificación.
Interpretando a Koontz (2006), la administración efectiva, comprende la planeación de las actividades y recursos, la organización adecuada de los procesos y procedimientos de las actividades institucionales, la dirección táctica y estratégica de los recursos para los fines propuestos y la evaluación y control institucional. En la medida que este proceso sea conducido, ejecutado y evaluado convenientemente, estará orientado hacia el cumplimiento de la misión institucional. El término administración efectiva, se ha vuelto más dificultoso por las diversas definiciones existentes hoy en día, las cuales, varían según la escuela administrativa y el autor. Teniendo todo esto en cuenta, en el presente trabajo se proporciona una definición general de administración que está basada en las propuestas de algunos prestigiosos autores, con la finalidad de brindar al lector una idea general del significado del término administración en nuestros días. Luego, se proporciona una breve explicación de ésta definición y un axioma para ser considerado.
Thompson (2007), presenta un recuenta de las concepciones de diversos autores referente a la administración efectiva. Así, para Idalberto Chiavenato, la administración efectiva es "el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos para lograr los objetivos organizacionales"; para Robbins y Coulter, la administración efectiva es la "coordinación de las actividades de trabajo de modo que se realicen de manera eficiente y eficaz con otras personas y a través de ellas"; según Hitt, Black y Porter, definen la administración efectiva como "el proceso de estructurar y utilizar conjuntos de recursos orientados hacia el logro de metas, para llevar a cabo las tareas en un entorno organizacional". Según Díez de Castro, García del Junco, Martín Jiménez y Periáñez Cristóbal, la administración efectiva es "el conjunto de las funciones o procesos básicos (planificar, organizar, dirigir, coordinar y controlar) que, realizados convenientemente, repercuten de forma positiva en la eficacia y eficiencia de la actividad realizada en la organización"; para Koontz y Weihrich, la administración efectiva es "el proceso de diseñar y mantener un entorno en el que, trabajando en grupos, los individuos cumplan eficientemente objetivos específicos"; Reinaldo O. Da Silva, define la administración efectiva como "un conjunto de actividades dirigido a aprovechar los recursos de manera eficiente y eficaz con el propósito de alcanzar uno o varios objetivos o metas de la organización". Teniendo en cuenta las anteriores definiciones, se puede concluir que la administración es el proceso de planificar, organizar, dirigir y controlar el uso de los recursos y las actividades de trabajo con el propósito de lograr las metas, objetivos y misión de la organización de manera eficiente y efectiva. Esta definición se subdivide en cinco partes fundamentales que se explican a continuación: Proceso de planear, organizar, dirigir y controlar: Es decir, realizar un conjunto de actividades o funciones de forma secuencial, que incluye: Planificación: Consiste básicamente en elegir y fijar las misiones y objetivos de la organización. Después, determinar las políticas, proyectos, programas, procedimientos, métodos, presupuestos, normas y estrategias necesarias para alcanzarlos, incluyendo además la toma de decisiones al tener que escoger entre diversos cursos de acción futuros. En pocas palabras, es decidir con anticipación lo que se quiere lograr en el futuro y el cómo se lo va a lograr. Organización: Consiste en determinar qué tareas hay que hacer, quién las hace, cómo se agrupan, quién rinde cuentas a quién y dónde se toman las decisiones. Dirección: Es el hecho de influir en los individuos para que contribuyan a favor del cumplimiento de las metas organizacionales y grupales; por lo tanto, tiene que ver fundamentalmente con el aspecto interpersonal de la administración. Control: Consiste en medir y corregir el desempeño individual y organizacional para garantizar que los hechos se apeguen a los planes. Implica la medición del desempeño con base en metas y planes, la detección de desviaciones respecto de las normas y la contribución a la corrección de éstas. Uso de recursos: Se refiere a la utilización de los distintos tipos de recursos que dispone la organización: humanos, financieros, materiales y de información. Actividades de trabajo: Son el conjunto de operaciones o tareas que se realizan en la organización y que al igual que los recursos, son indispensables para el logro de los objetivos establecidos. Logro de objetivos o metas de la organización: Todo el proceso de planear, organizar, dirigir y controlar la utilización de recursos y la realización de actividades, no son realizados al azar, sino con el propósito de lograr los objetivos o metas de la organización. Eficiencia y efectividad: En esencia, la efectividad es el cumplimiento de objetivos y la eficiencia es el logro de objetivos con el empleo de la mínima cantidad de recursos.
Analizando a Terry (2003), las cuatro de la administración efectiva son: planeación, organización, ejecución y control. La planeación, se aplica para aclarar, ampliar y determinar los objetivos y los cursos de acción que deban tomarse; para la previsión; establecer condiciones y suposiciones bajo las cuales debe hacerse el trabajo; seleccionar e indicar las áreas para el logro de los objetivos; establecer un plan de logros; establecer políticas, procedimientos, estándares y métodos de logros; anticipar los problemas futuros posibles; modificar los planes a la luz de los resultados del control. La organización, se aplica para distribuir el trabajo entre el grupo y para establecer y reconocer las relaciones y autoridad necesarias; subdividir el trabajo en tareas operativas; disponer las tareas operativas de grupo en puestos operativos; reunir las posiciones operativas entre unidades relacionadas y administrables; definir los requisitos del puesto de trabajo; seleccionar y colocar al elemento humano en puesto adecuado; delegar la debida autoridad en cada miembro del gerenciamiento corporativo; proporcionar instalaciones y otros recursos al personal; revisar la organización a la luz de los resultados del control. La ejecución, se realiza con la participación práctica, activa y dinámica de todos los involucrados por la decisión o el acto gerencial; conduce y reta a otros para que hagan lo mejor que puedan; guía a los subordinados para que cumplan con las normas de funcionamiento; desarrollar subordinados para realizar potenciales plenos; destacar la creatividad para descubrir nuevas o mejores formas de administrar y desempeñar el trabajo; alabar y reprimir con justicia; recompensar con reconocimiento y pago el trabajo bien hecho; revisar la ejecución a la luz de los resultados del control. El control de las actividades, esta fase se aplica para comparar los resultados con los planes en general; evaluar los resultados contra las normas de planeación y ejecución institucional; idear medios efectivos para medición de las operaciones; hacer que los medios de medición sean conocidos; transferir datos detallados en forma que muestren comparaciones y variaciones; sugerir acciones correctivas, si son necesarias; informar de las interpretaciones a los miembros responsables; ajustar el plan a la luz de los resultados del control. En la practica de la administración efectiva, estas etapas del proceso están entrelazadas e interrelacionadas; la ejecución de una función no cesa enteramente antes de que se inicie la siguiente. La secuencia debe adaptarse al objetivo específico o al proyecto en particular. Típicamente un gerente está comprometido con muchos objetivos y puede encontrarse con cada uno en diferentes etapas del proceso.
Interpretando a Thompson (2007), las Nuevas Herramientas de la Administración Moderna que debe aplicar la PNP, para alcanzar la misión institucional, son las siguientes: Benchmarking, Calidad total, Empowerment, Downsizing, Coaching, Balanced scorecard, Capital intelectual, ABC costing, Espíritu emprendedor, E-commerce, Just in time, Kanban, Franchising, Inteligencia emocional, Kaizen, Imagen corporativa, Las siete "s" de Mckinsey, Las 5 "S" del Kaizen, Mentoring, Negociación, Nueva "empleabilidad", Outplacement, Outsourcing, Reingeniería, Trabajo en equipo, Competitividad, Desarrollo organizacional.
Para Robins (2000), el FODA, es una moderna herramienta para el análisis de situaciones que experimenta la PNP. Es una herramienta que sirve para analizar la situación de efectividad de una organización. Su principal función es detectar las relaciones entre las variables más importantes para así diseñar estrategias adecuadas, sobre la base del análisis del ambiente interno y externo que es inherente a cada organización. Dentro de cada una de los ambientes (externo e interno) se analizan las principales variables que la afectan; en el ambiente externo encontramos las amenazas que son todas las variables negativas que afectan directa o indirectamente a la organización y además las oportunidades que nos señalan las variables externas positivas a nuestra organización. Dentro del ambiente interno encontramos las fortalezas que benefician a la organización y las debilidades, aquellos factores que menoscaban las potencialidades de la empresa. La identificación de las fortalezas, amenazas, debilidades y oportunidades en una actividad común de las instituciones, lo que suele ignorarse es que la combinación de estos factores puede recaer en el diseño de distintas estrategias o decisiones estratégicas. Es útil considerar que el punto de partida de este modelo son las amenazas ya que en muchos casos las compañías proceden a la planeación estratégica como resultado de la percepción de crisis, problemas o amenazas.
TEORÍAS SOBRE MISION INSTITUCIONAL
Según Villajuana (2003), la base para alcanzar la misión institucional es alcanzar los objetivos estratégicos que vienen a ser el conjunto de pretensiones a alcanzarse con relación al crecimiento, posicionamiento, rentabilidad, sobrevivencia o desarrollo de la organización o unidad estratégica, expresado cualitativamente, como resultado principalmente, del análisis estratégico, de la visión del futuro y de la creatividad de los estrategas. Responde a la pregunta ¿Qué queremos lograr? Por su parte, las metas estratégicas son la afinación del objetivo estratégico, pues es la cuantificación y ubicación en el tiempo de los objetivos estratégicos. Responde a la pregunta ¿Cuánto queremos lograr y para cuando?
Según Thompson (2007), teniendo en cuenta que el proceso de planificación estratégica comienza con la fijación clara, exacta y precisa de la misión de la empresa u organización, resulta imprescindible que los planificadores (entre los que se encuentran, empresarios, ejecutivos y mercadólogos) conozcan antes, cuál es la definición de misión, con la finalidad de que tengan el fundamento básico para iniciar la elaboración de una misión que sea capaz de mover a las personas a ser parte activa de lo que será la razón de ser de la empresa u organización. Según Jack Fleitman en su libro Negocios Exitosos, referido por Thompson (2007, "La misión es lo que pretende hacer la empresa y para quién lo va hacer. Es el motivo de su existencia, da sentido y orientación a las actividades de la empresa; es lo que se pretende realizar para lograr la satisfacción de los clientes potenciales, del personal, de la competencia y de la comunidad en general". Según la American Marketing Asociation, en su Diccionario de Términos y referido por Thompson (2007) la misión es el "propósito de una organización; el cual, es una función de cinco elementos: (1) la historia de la organización; (2) las preferencias actuales de la gerencia y/o de los dueños; (3) las consideraciones ambientales; (4) los recursos de la organización; y (5) sus capacidades distintivas". Asimismo, Simón Andrade, autor del libro "Diccionario de Economía" y referido por Thompson, define el término misión como la "finalidad pretendida por una empresa o definición del papel que desea cumplir en su entorno o en el sistema social en el que actúa, y que real o pretendidamente, supone su razón de ser. Equivale a la palabra fin".
Según Robins (2000), la misión es "el origen, la razón de ser de la corporación; el cual, se ve influenciada en momentos concretos por varios elementos, como ser: La historia de la empresa, las preferencias de la dirección y de los propietarios del negocio, los factores externos o del entorno en que se enmarca, los recursos de que dispone y los puntos fuertes en cada momento".
La Real Academia Española, en su Diccionario de la Lengua Española referido por Stoner (2000), misión es el "Poder, facultad que se da a alguien de ir a desempeñar algún cometido".
Para Steiner (2008), la misión es el motivo, propósito, fin o razón de ser de la existencia de una empresa u organización porque define: 1) lo que pretende cumplir en su entorno o sistema social en el que actúa, 2) lo que pretende hacer, y 3) el para quién lo va a hacer; y es influenciada en momentos concretos por algunos elementos como: la historia de la organización, las preferencias de la gerencia y/o de los propietarios, los factores externos o del entorno, los recursos disponibles, y sus capacidades distintivas.
Para el Ministerio de Economía y Finanzas[1]la misión equivale a enunciar explícitamente la razón de la existencia del pliego presupuestario, debe reflejar lo que es, haciendo alusión directa a la función general y específica que cumple como instancia de gestión. La declaración de misión debe responder a las siguientes interrogantes: ¿Quiénes somos?; ¿Qué buscamos?; ¿Porqué lo hacemos?; y, ¿Para quiénes trabajamos?
Chiavenato (2004), cuando se refiere a la mejora continua o mejoramiento continuo, hace referencia a varios autores: James Harrington (1993), quien indica está referida a mejorar un proceso, significa cambiarlo para hacerlo más efectivo, eficiente y adaptable, qué cambiar y cómo cambiar depende del enfoque específico del empresario y del proceso. Fadi Kabboul (1994), quien define el Mejoramiento Continuo como una conversión en el mecanismo viable y accesible al que las empresas de los países en vías de desarrollo cierren la brecha tecnológica que mantienen con respecto al mundo desarrollado. Abell, D. (1994), da como concepto de Mejoramiento Continuo una mera extensión histórica de uno de los principios de la gerencia científica, establecida por Frederick Taylor, que afirma que todo método de trabajo es susceptible de ser mejorado (tomado del Curso de Mejoramiento Continuo dictado por Fadi Kbbaul). L.P. Sullivan (1CC 994), define el Mejoramiento Continuo, como un esfuerzo para aplicar mejoras en cada área de las organizaciones a lo que se entrega a clientes. Eduardo Deming (1996), según la óptica de este autor, la administración de la calidad total requiere de un proceso constante, que será llamado Mejoramiento Continuo, donde la perfección nunca se logra pero siempre se busca. El Mejoramiento Continuo es un proceso que describe muy bien lo que es la esencia de la calidad y refleja lo que las empresas necesitan hacer si quieren ser competitivas a lo largo del tiempo. La importancia de esta técnica gerencial radica en que con su aplicación se puede contribuir a mejorar las debilidades y afianzar las fortalezas de la organización. A través del mejoramiento continuo se logra ser más productivos y competitivos en el mercado al cual pertenece la organización, por otra parte las organizaciones deben analizar los procesos utilizados, de manera tal que si existe algún inconveniente pueda mejorarse o corregirse; como resultado de la aplicación de esta técnica puede ser que las organizaciones crezcan dentro del mercado y hasta llegar a ser líderes. Mediante la mejora continua, se concentra el esfuerzo en ámbitos organizativos y de procedimientos puntuales, se consiguen mejoras en un corto plazo y resultados visibles. Si existe reducción de productos defectuosos, trae como consecuencia una reducción en los costos, como resultado de un consumo menor de materias primas. Incrementa la productividad y dirige a la organización hacia la competitividad, lo cual es de vital importancia para las actuales organizaciones. Contribuye a la adaptación de los procesos a los avances tecnológicos. Permite eliminar procesos repetitivos.
La OCDE[2]define la prospectiva como el conjunto de tentativas sistemáticas para observar a largo plazo el futuro de la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad con el propósito de identificar las tecnologías emergentes que probablemente produzcan los mayores beneficios económicos o sociales. Por otra parte, la prospectiva es una disciplina y un conjunto de metodologías orientadas a la previsión del futuro. Básicamente se trata de imaginar escenarios futuros posibles, denominados futuribles, y en ocasiones de determinar su probabilidad, con el fin último de planificar las acciones necesarias para evitar o acelerar su ocurrencia. La prospectiva es, además de un método sistemático, una actitud particular ante el futuro, a veces denominada actitud proactiva. Desde tal perspectiva, la prospectiva es entendida como una sistemática mental que, en su tramo más importante, viene desde el futuro hacia el presente; primero anticipando la configuración de un futuro deseable, luego, reflexionando sobre el presente desde ese futuro imaginado, para -finalmente- concebir estrategias de acción tendientes a alcanzar el futuro objetivado como deseable.
TEORÍAS SOBRE POLICIA NACIONAL DEL PERU
La policía es una fuerza de seguridad encargada de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos y sometida a las órdenes de las autoridades políticas. Se llama también policía a cada agente perteneciente a dicha organización. La palabra "policía" deriva del idioma francés y su uso data del siglo XVIII. De una manera indirecta deriva del latín politia, y ésta del griego p???te?a, de p????, "ciudad", que se refiere al gobierno o a la administración del estado. En la mayoría de los sistemas legales occidentales, el principal rol de la policía es disuadir e investigar crímenes en contra de las personas o que afecten el orden público, así como el arresto de sospechosos, e informe a las autoridades competentes. La Policía suele tener un servicio de emergencia que provee seguridad en la vía pública, así como en emergencias, desastres, y situaciones de búsqueda y rescate. Para poder responder rápidamente a las emergencias, la policía normalmente coordina sus operaciones con los servicios de los bomberos y emergencias médicas. En muchos países todos ellos utilizan número telefónico único de emergencias que permite a la policía, bomberos o servicios médicos actuar en caso de emergencia. La policía también es responsable de reportar ofensas menores por medio de citaciones que suelen terminar en el pago de una fianza, usualmente por violaciones a las leyes de tránsito. La Policía se encarga de mantener el orden público, regularmente cuando transgresiones ilegales ocurren —por ejemplo, en algunas jurisdicciones de Australia—, las personas que están ebrias y causen molestias son llevadas a un centro de desintoxicación hasta que se recuperen de los efectos del alcohol. La policía es el medio por el cual se hacen cumplir las disposiciones públicas en una ciudad o estado. Su carácter puede ser preventivo, como se identifica a las "policías municipales o de la ciudad", o en los últimos años denominados policías de proximidad o policía de barrio, una unidad destinada a conocer y ser conocido por el ciudadano, para estar próximo a él y aportar así una mayor seguridad, pudiendo conocer más en profundidad la ciudad en la que cumple sus diferentes funciones; pueden ser investigadoras, como las que auxilian al fiscal o ministerio público en la persecución del delitos; o bien, pueden estar dirigidas a garantizar el debido cumplimiento de normatividades, como la "policía fiscal".
En tiempos antiguos, los magistrados y militares eran los responsables de mantener la ley y el orden en las ciudades. El Imperio romano hacía un uso razonable y efectivo de la aplicación de la ley hasta la caída del imperio, aunque nunca tuvieron una verdadera policía en la ciudad de Roma. En los principios del Siglo V, vigilar se convirtió en una función de los clanes de jefes de estado. Lores y nobles eran los responsables de mantener el orden en sus tierras, que a veces designaban a un alguacil, en algunos casos sin sueldo, para que se encargase de hacer cumplir la ley. En 1476, se instituyó en Castilla, posiblemente, el primer cuerpo policial de Europa. Denominado la Santa Hermandad, era una especie de policía nacional castellana, Denominada así por el hispanista Hugh Thomas en su libro El Imperio Español: de Colón a Magallanes que duraría como tal hasta 1834. En 1663, Londres contrató cuidadores para resguardar sus calles en las noches, aumentando la seguridad que ya brindaban los no remunerados alguaciles, en un comienzo haciendo uso de la fuerza. Ésta practica fue muy difundida por todo el Reino Unido. Por lo que, el día 30 de junio de 1800 las autoridades de Glasgow, Escocia consiguieron con éxito la petición al gobierno de pasar de la "acción policial de Glasgow" a la Policía de la Ciudad de Glasgow. Éste fue el primer servicio profesional de Policía en el país y diferente a las anteriores aplicaciones de la ley; lo que rápidamente fue copiado en otras ciudades. En 1829, la legislación de la Policía Metropolitana pasó a depender del parlamento, permitiendo a Sir Robert Peel, secretario de asuntos internos, fundar la Policía Metropolitana de Londres, reconocida por ser la primera policía organizada con fuerzas civiles en líneas modernas. Se convirtió en un modelo para las fuerzas policiales de otros países, incluidos los Estados Unidos. El primer servicio policial fuera del Reino Unido fue en Gibraltar, con la formación del Gibraltar Police en 1830. En 1834, se forma la Policía de Toronto en Canadá, una de las primeras fuerzas policiales de América. En 1844 se forma el cuerpo de la Guardia Civil en España. Dentro de los Estados Unidos, dos de las primeras fuerzas policiales de tiempo completo, fueron el Departamento de Policía de Boston, fundada por Joseph Osier en 1839; y el Departamento de Policía de Nueva York en 1845.
La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado creada para garantizar el orden interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Es profesional y jerarquizada. Sus integrantes representan la ley, el orden y la seguridad en toda la República y tienen competencia para intervenir en todos los asuntos que se relacionan con el cumplimiento de su finalidad fundamental. La finalidad fundamental de la Policía Nacional del Perú es garantizar, mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y privado. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras. La historia de la Policía del Perú se remonta a la época de los Incas; pero, es en la época republicana donde la Policía comienza a definirse como una Institución con misión y funciones propias. Los primeros Cuerpos de Policía aparecen formando parte de las Fuerzas Armadas, en el período de 1825 a 1839. Los serenos y celadores tienen en esta etapa a su cargo funciones de policía. Luego de la proclamación de la independencia del Perú en 1821 por el Libertador General Don José de San Martín se crea la "Milicia Cívica", con la finalidad de mantener el orden público, teniendo como Inspector General a Don José Bernardo de Tagle y Portocarrero, Marqués de Torre Tagle, quien posteriormente ejercería el Supremo Gobierno entre 1823 – 1824, con el título de Supremo Delegado (19 de enero al 21 de agosto de 1822). El protectorado sanmartiniano además reconoce en los Presidentes de las Juntas Departamentales la función de Jueces de Policía, a fin de velar por la moral pública y todo lo que tenga relación con el adelantamiento de los pueblos. Posteriormente entre 1822 y 1823 se norma a los servicios de policía poniéndolos a cargo de "Comisarios" y "Decuriones", manteniendo como apoyo a los viejos "Alcaldes de Barrio". También apareció en esta época una policía secreta conocida como la Brigada Civil, la que tenía como misión dar cuenta de aquellos que conspiraran contra la causa de la Independencia, con agentes infiltrados en la administración del nuevo gobierno como en el mismo Ejército. En 1823 se dictó la Primera Constitución Política del Perú, que fue sancionada por el Primer Congreso Constituyente el 12 de noviembre de 1823, siendo presidente de la República Don José Bernardo Tagle, en la cual se establece la creación de tres Ministerios: el de Gobierno y Relaciones Exteriores, el de Guerra y Marina; y el de Hacienda, poniéndose el ejercicio de la función policial bajo competencia del Ministerio de Gobierno. En esta Constitución si bien se establecía que para mantener la seguridad y el orden público, las Municipalidades tuvieran a cargo la "Policía de Orden", también se aclaraba en su Artículo 165º, en lo referente a la Fuerza Armada y Policía, que: "Constituyen la Fuerza Armada de Tierra: El Ejército de Línea, la Milicia Cívica y la Guardia de Policía", priorizando la Milicia Cívica la cual se encargará de mantener la seguridad pública entre los límites de cada Provincia y la Guardia de Policía para proteger la seguridad privada, purgando los caminos de malhechores, y persiguiendo a los delincuentes con sujeción a las órdenes de la autoridad respectiva. Del mismo modo el artículo 177º, textualmente nos dice: "Se creará una Guardia de Policía en todos los departamentos que la exijan conforme a sus necesidades". El Libertador Don Simón Bolívar Palacios, mediante Decreto del 7 de enero de 1825, convirtió a la Milicia Cívica en "Guardia Nacional", con el fin de conservar el orden público en cada una de las regiones y pueblos. Esta "Guardia Nacional", formada sobre la base de personal licenciado del ejército y organizada bajo un sistema castrense, constituía también la reserva del Ejército del Perú y era parte de las fuerzas armadas. El 9 de diciembre de 1826, se expide la Constitución Vitalicia, que en uno de sus artículos establecía que la función policial se independizaba del gobierno municipal (que era rezago de la época virreinal), pasando al Ministerio de Gobierno por intermedio de las Prefecturas e Intendencias. El 20 de enero de 1827 se dictó un "Reglamento Provisional de Policía", manuscrito y rubricado por el propio Presidente del Consejo de Gobierno de la República Peruana Mariscal Don Andrés de Santa Cruz Calaumana. En 1834 reaparecen los "serenos", adecuadamente armados y uniformados, durante el primer gobierno del Mariscal Luís José de Orbegoso y Moncada, quienes efectuaban labores de vigilancia durante el Virreinato. A poco, el "Reglamento de Arequipa" crea los Inspectores y los Celadores, y las Fuerzas del Orden y Seguridad Interna pasan a órdenes del Intendente de Policía de Lima y de los Subprefectos de provincias. En su segundo gobierno (1836 – 1837), el Mariscal Andrés de Santa Cruz extendió la acción policial por todo el territorio, implantó la contribución del Serenazgo; previamente para el pago de los empleados llamados Serenos que prestaban una vigilancia permanente. El Mariscal Agustín Gamarra, promulga en 1839 en Huancayo, un nuevo Reglamento de Policía, que mantiene al Intendente de Policía a la cabeza de un reorganizado Cuerpo de Serenos y Vigilantes; se establecen las categorías de Comandante, Tenientes y Cabos, Serenos y Vigilantes; se divide Lima en diez distritos y se pormenoriza las distintas funciones que serán de su competencia. En 1845, el mariscal Ramón Castilla y Marquesado, en su primer gobierno (1845 – 1851), dispone de una nueva organización de la "Guardia Nacional", distribuyéndola en todos los departamentos, dicta nuevas normas y una reglamentación encaminada a delimitar funciones de las autoridades Políticas y de la Inspección General de la expresada Fuerza.
En 1851 asume la Presidencia de la República el General don José Rufino Echenique Benavente quien por Decreto Supremo del 14 de abril de 1852[2] reorganiza las Fuerzas de Policía en un solo Cuerpo y crea la "Gendarmería Nacional del Perú", como Fuerza Policial armada, estableciéndose Piquetes de Gendarmes a cargo de Oficiales del ejército, que pasaron a formar los cuadros de estas unidades; se crearon también los llamados "Cuarteles ambulantes". El mismo año de su creación (1852) entraron en funciones 8 Compañías de Gendarmes de Infantería y un Regimiento de Gendarmes de Caballería compuesto de 4 Escuadrones. Las primeras disposiciones sobre Gendarmería se promulgan en 1853, y en 1855, el Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, inicia su segundo gobierno (1855 – 1862), procediendo a reorganizar la Gendarmería, el 7 de abril de 1856, fusionando en ella los Cuerpos de Policía existentes, estableciendo estrictos requisitos de ingreso e incrementando sus efectivos. Sin embargo, las necesidades del servicio, hicieron que en 1856 el Encargado del Gobierno Dr. Juan del Mar, creara una Compañía de 120 "Celadores" para cuidar Lima.
El 7 de agosto de 1861, la antigua organización es disuelta y se forman en su reemplazo dos batallones, que se denominarían: Batallones de Gendarmes de Infantería Números 1 y 2. El Batallón de Gendarmes de Infantería Nº 1, tomaría como sede el Cuartel "Sacramentos de Santa Ana", ubicado en la calle del mismo nombre y aledaño a la Plaza Italia, en Barrios Altos, hoy convertido en el Centro Educativo Estatal Nº 1168 "Héroes del Cenepa", y sería el batallón que el 7 de agosto de 1919 se denominaría "Guardia Republicana".
Don Manuel Pardo y Lavalle, asume la presidencia el 2 de agosto de 1872, siendo una de sus primeras acciones reorganizar las Fuerzas Policiales. Por el Decreto Supremo rubricado el 31 de diciembre de 1873, con autorización legislativa del 3 de abril de 1874, el Presidente Manuel Pardo, reorganizó los Cuerpos Policiales existentes en la forma siguiente: "Organización del Vecindario", integrado por los vecinos, contra malhechores, a cargo de los Alcaldes; "Servicios Especiales de Policía", integrado por la Policía de Seguridad, en Mercados y lugares públicos; "Policía de Establecimientos"; "Policía Rural"; "Guardias de Cárceles"; "Policía de Puertos", reglamentada por la Marina; "Organización de la Fuerza Pública permanente", para la conservación del orden, prevención de los delitos en las ciudades y otros. Se refiere también a las "Comisarías Urbanas y Rurales" y de la Fuerza Regular de Policía dividida en Gendarmería y Guardia Civil.
Es así como nace la Guardia Civil del Perú, al expedirse dos Decretos Supremos rubricados: el 31 de diciembre de 1873 (publicado en el Diario Oficial "El Peruano" el 28 de enero de 1874) y el 23 de marzo de 1874 disponiendo su creación. Don Manuel Pardo y Lavalle ratifica la organización de la Gendarmería y su carácter netamente militar, pero destinada a cumplir funciones del mantenimiento del orden y la seguridad. El nuevo Cuerpo Policial denominado "Guardia Civil", tendría la labor de prestar seguridad y vigilancia a los ciudadanos, mientras que la Gendarmería mantendría la seguridad y vigilancia de los edificios públicos, de las cárceles y de los miembros del gobierno. Durante la Guerra con Chile, la Guardia Civil del Perú tendría un papel activo y notable combatiendo junto al Ejército del Perú y es en la Batalla de Tarapacá donde sobresale el Guardia Civil Mariano Santos Mateos cuya acción fue decisiva para que el Ejército del Perú obtenga la victoria en dicha acción de armas. Mariano Santos Mateos, el Valiente de Tarapacá, perteneció al Batallón de Infantería "Guardias de Arequipa" Nº 25, Unidad compuesta por 6 Compañías de Guardias Civiles, y en esa batalla logró capturar, para las armas peruanas, la coronela regimentaria (bandera) del Regimiento 2do. de Infantería de Línea del ejército adversario siendo felicitado por su acción y ascendido al grado inmediato superior de Inspector de Guardias de la Guardia Civil del Perú.
La conformación de la antigua policía duró hasta 1919, año en que en el segundo gobierno de don Augusto Bernardino Leguía Salcedo se decidió reorganizarla mediante un Decreto Ley Nº 1163 expedido el 7 de agosto de 1919. Entre otros aspectos se disponía el establecimiento de "una Escuela de Policía para los aspirantes a Oficiales e individuos de la institución". El Presidente de la República don Augusto Bernardino Leguía Salcedo, a sugerencia del General del Ejército del Perú Gerardo Álvarez, quien estando en París pudo apreciar los importantes y eficientes servicios que cumplía en la República Francesa una institución denominada "Legión de la Guardia Republicana", por Decreto Supremo del 7 de agosto de 1919[5] dispuso, emulando a la Guardia Republicana de Francia, que el Batallón de Gendarmes de Infantería Nº 1 se denominara Batallón de Gendarmes de Infantería "Guardia Republicana del Perú" N° 1, el cual debería tener las mismas funciones que la Guardia Republicana de París ya que fue creada a su imagen y semejanza, dándole como misión la seguridad de los establecimientos y servicios públicos, "la seguridad del Palacio de Gobierno y el Congreso de la República". La sede del Batallón de Gendarmes de Infantería "Guardia Republicana del Perú" N° 1 de la Gendarmería Nacional del Perú continuó siendo el Cuartel "Sacramentos de Santa Ana" en los Barrios Altos, su primer Jefe fue el Sargento Mayor Florentino Bustamante, quién venía ejerciendo el comando del Batallón de Gendarmes de Infantería Nº 1 desde el 9 de julio de 1919 y continuó como jefe de dicho Batallón hasta el 30 de septiembre de 1923. Así el Batallón "Guardia Republicana del Perú" pasó a ser la Guardia Presidencial de Infantería del Palacio de Gobierno hasta varios años después del asesinato del Presidente Luis Miguel Sánchez Cerro el 30 de abril de 1933. Como el propósito del Presidente Leguía era tomar como modelo a la Policía de España, solicita al gobierno de Su Majestad Católica el rey de España don Alfonso XIII, el envío a la capital del Perú de una Misión de Policía española para organizar e instruir en el Perú a la Policía de la república. Leguía mediante Resolución Suprema del 4 de abril de 1921, dispone se contrate una Misión de la Benemérita Guardia Civil de España, con la finalidad de establecer las bases sobre las que debería formarse la Guardia Civil del Perú, lo que se concretó, y se puso en marcha, al suscribirse en Madrid, el 1 de octubre de 1921, el acuerdo diplomático por el que se contrataba los servicios de una Misión de la Benemérita Guardia Civil Española, la misma que el 22 de noviembre de 1921 llegó a la capital del Perú y estuvo presidida por el entonces Teniente Coronel GCE Señor Pedro Pueyo España. Completaban la misión el Capitán GCE Señor Bernardo Sánchez Visaires, el Teniente GCE Señor Adolfo Carretero Parreño, que por enfermedad tuvo que volver a España, siendo reemplazado por el de igual clase Teniente GCE Señor Fernando Gómez Ayau y el Sargento 1º GCE Señor José Gómez Hernández (primer instructor de Guardias). Esta misión policial española, después de instalarse, se dedicó al trabajo de planificación y formulación de los proyectos para la reforma de la policía, entregando, al mes de su llegada, la documentación respectiva, el 21 de enero de 1922, habiendo presentado al Presidente Leguía y al Ministro de Gobierno y Policía Germán Leguía y Martínez, 14 proyectos de ley que comprenden el plan completo de reorganización de los cuerpos de Guardia Civil, Seguridad y Vigilancia de toda la república. Dicho trabajo fue de la aprobación del presidente Leguía, quien consideró el plan proyectado en los 14 referidos proyectos, el único hacedero para la reorganización, por sus excelentes formas de adaptación y por la economía que a pesar del mejoramiento de todos los servicios, suponía. Primera Promoción de Clases y Guardias egresada de la Escuela de la Guardia Civil y Policía en septiembre de 1923Como consecuencia de la labor llevada a cabo por la Misión Española, el gobierno dictó el 3 de julio de 1922 un Decreto Supremo disponiendo en su parte resolutiva la creación de la "Escuela de la Guardia Civil y Policía de la República". La finalidad fue organizar un Cuerpo de la Guardia Civil similar a la Benemérita española, sobre la base de las Gendarmerías de la República. También la de formar otro Cuerpo llamado de Seguridad o de Orden Público sobre la base de la antigua Guardia Civil Urbana y Rural así como de fundar otro Cuerpo mas, denominado de Investigación y Vigilancia (que se encargaría de realizar la investigación de los delitos), con los elementos aprovechables de la Sección de Investigaciones de la Intendencia de Policía y los sargentos primeros, licenciados del Ejército, o de los mismos que prestaban servicio como oficiales asimilados en las Gendarmerías existentes. La Escuela de Policía se inauguró el 1 de noviembre de 1922 y constaba inicialmente de tres secciones: La 1ra., Superior de Oficiales, para los tres Cuerpos; La 2da., de Tropa y Aspirantes a Clase de los tres Cuerpos; La 3ra. Especial, de Aspirantes a la Sección de Investigación y Vigilancia y su anexo de dactiloscopia. La Escuela inicia sus actividades el 4 de noviembre de 1922, egresando el 3 de septiembre de 1923 la primera promoción de Guardias Civiles totalizando, hasta 1988, 58 promociones de oficiales. Los efectivos egresados de la primera promoción de la Escuela de Policía, ocuparon las Comisarías de Lima, constituyendo el Cuerpo de Seguridad. La caballería se formó con el nombre de Escuadrón de Caballería de Seguridad Provincial, el cual fue organizado sobre la base del Escuadrón de Gendarmes de Caballería "Guardia Lima", con sede en la "Quinta de Presa". Posteriormente se organizó el Primer Regimiento de Infantería de Seguridad, constituido por batallones que a su vez agruparon a las Comisarías de Lima. Luego, estas unidades se extendieron en todo el territorio del Perú, con los nombres de Batallones de Seguridad del Norte, del Centro y del Sur, con sedes en Trujillo, La Oroya y Arequipa respectivamente. De igual forma, el 18 de agosto de 1924 se crea la Primera Comandancia Mixta de la Guardia Civil, con un Batallón de Infantería, compuesto por dos Compañías, y un Escuadrón de Caballería (formado sobre la base de la antigua Gendarmería de a caballo). Sus elementos iniciaron su instrucción el mismo mes, egresando en 1925, siendo destacados los Guardias Civiles de las dos Compañías de Infantería al Cuartel San Lázaro, ubicado en la Calle Matamoros, en el Rímac, y los del Escuadrón de Caballería al Cuartel del jirón Conchucos, en los Barrios Altos, Lima, cuartel que con el correr de los años pasaría a ser sede del Escuadrón de Caballería de la Escuela de Guardias de la Escuela de la Guardia Civil y Policía hasta fines de 1965 en que se traslada al Centro de Instrucción de la Guardia Civil (hoy Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú) "Mariano Santos" en la Campiña, Chorrillos. Como ente de apoyo fue creado el Servicio de Sanidad de Gobierno y Policía, mediante Resolución Suprema del 4 de diciembre de 1924. Con fecha 14 de enero de 1929 fue creado el Batallón de Tráfico, a mérito de la Ley Nº 6468, para el control vehicular de la Capital del Perú, nombrándose al Mayor GC Edilberto Salazar Castillo como su primer jefe. El servicio lo inició en noviembre de dicho año. El Presidente Augusto B. Leguía reorganiza las Fuerzas del Cuerpo de Seguridad de la República, mediante Decreto Supremo del 17 de marzo de 1930, disponiendo la autonomía de la función de caballería en la Policía y el Escuadrón de Caballería de Seguridad Provincial se transforma en el Primer Regimiento de Caballería de Seguridad, trasladándose completamente la Unidad de Caballería Policial, jinetes y caballos, de la "Quinta de Presa" al Cuartel "El Potao", ratificándose al Coronel GC Manuel Rufino Martínez Martínez como Primer Jefe del Primer Regimiento de Infantería de Seguridad y nombrándose al Teniente Coronel GC Manuel Pella Cáceda como Primer Jefe del Primer Regimiento de Caballería de Seguridad con sede en el Cuartel "El Potao".
Con la reforma del 5 de enero de 1944 los Cuerpos de la Guardia Civil y de Seguridad quedaron fusionados en un Cuerpo denominado Guardia Civil. A tenor de ese mandato gubernamental a los efectivos encargados de prestar los servicios en las poblaciones se les llamó Guardia Civil Urbana y, a los que lo hacían en los campos, Guardia Civil Rural. Siendo Presidente de la República el Doctor Don José Luís Bustamante y Rivero el 15 de septiembre de 1948, el Ministro de Gobierno y Policía Doctor Julio César Villegas Cerro expide una Resolución, otorgando autonomía e independencia funcional al Cuerpo de Investigación y Vigilancia (C.I.V.) y se crea la Dirección de Investigación y Vigilancia como órgano superior de comando. En 1949, siendo Presidente de la República el General de División EP Don Manuel Apolinario Odría Amoretti, se eleva a la Dirección de Investigación y Vigilancia a la categoría de Dirección General. Por Resolución Ministerial del 9 de noviembre de 1955, se crea la Sección Preparatoria de la Policía Femenina del C.I.V. y el 2 de mayo de 1956, cuarenta damas ingresan a la Sección Femenina de la Escuela de Auxiliares de Investigaciones de la Escuela de Detectives de la Escuela Nacional de Policía. En junio de 1960 el C.I.V. cambia su nombre por el de "Policía de Investigaciones del Perú" (P.I.P.). A partir de entonces en el Perú se configuran tres Fuerzas del Ministerio de Gobierno y Policía con misión y funciones específicas: El Cuerpo de Policía "Guardia Civil del Perú", el Cuerpo de Detectives "Policía de Investigaciones del Perú" y el Cuerpo de Gendarmería "Guardia Republicana del Perú".
El presidente Alan García Pérez, en su primer gobierno, (1985 – 1990), inició el 14 de septiembre de 1985, al amparo de la ley 24294 aprobada por el Congreso de la República, un proceso de reorganización de las Fuerzas Policiales. El 4 de febrero de 1986, continuando con el proyecto emprendido, se expidieron los Decretos Legislativos No. 370, 371, 372 y 373 referentes a la Ley Orgánica del Ministerio del Interior, la Ley de Bases de las Fuerzas Policiales, Leyes Orgánicas de la Guardia Civil, Policía de Investigaciones y de la Guardia Republicana. El Decreto Legislativo Nº 371 "Ley de Bases de las Fuerzas Policiales" sentó los pilares para la creación definitiva de la Policía Nacional del Perú. La citada ley establece un comando único (esto es la Dirección General de las Fuerzas Policiales) y la formación también de un solo centro de estudios para la preparación de los oficiales policías (denominado Escuela de Oficiales de las Fuerzas Policiales con sede en el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Civil "Mariano Santos" en La Campiña – Chorrillos) y de una escuela nacional para los guardias y agentes (denominada Escuela Nacional de Policía con sede en el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Republicana en Puente Piedra). El 7 de noviembre de 1988 fue promulgada la Ley 24949 del 6 de diciembre de 1988 que modificando los artículos pertinentes de la Constitución Política del Perú de 1979 crea definitivamente la Policía Nacional del Perú. Los objetivos que se buscaron fueron, entre otros, integrar las tres Fuerzas Policiales, hacer un mejor uso de los recursos económicos, desaparecer los conflictos que existían entre ellas originados por "dualidad de funciones" y, sobre todo, ofrecer un mejor servicio a la sociedad. Con motivo de la unificación de las Fuerzas Policiales la Guardia Civil, la Policía de Investigaciones, y la Guardia Republicana pasaron a denominarse "Policía General", "Policía Técnica" y "Policía de Seguridad" hasta 1991. Hoy la Policía Nacional del Perú es una fuerza moderna y eficiente, experimentada en 25 años de guerra contra el terrorismo y el narcotráfico, con más de 140 mil efectivos, es una de las mayores de Latinoamérica, cuenta con importantes unidades terrestres, aéreas y acuáticas, así como fuerzas especiales y comandos, presentes en todo el territorio nacional.
La base legal de la institución está constituida por la Constitución Política del Estado- año 1979; Constitución Política del Estado- Año 1973- vigente; Ley Orgánica de la Policía Nacional del Perú. Ley No. 27238. Pub.21.1.1999; Decreto Supremo No. 008-2000-In – Reglamento De La Ley Orgánica de la Policía Nacional. Pub. 04.10.2000. La misión institucional es: La Policía Nacional es una institución única, disciplinada, dependiente del Poder Ejecutivo que tiene por misión garantizar la seguridad y tranquilidad pública en todo el territorio peruano permitiendo a las personas alcanzar su pleno desarrollo. La visión institucional es: La PNP tiene como visión ser reconocida como una institución moderna, disciplinada y eficiente al servicio de la sociedad, con prestigio nacional e internacional: Por su respeto y defensa a los derechos humanos, la Constitución y las leyes, vocación democrática y compromiso por fomentar una cultura de paz; Por la vocación de servicio, honestidad, capacidad, profesionalismo y liderazgo de sus integrantes; Por su acercamiento e integración con la comunidad a la que sirve y su relación y colaboración con otras instituciones del Perú y el mundo; Por su estructura flexible y versátil, así como la incorporación y aplicación de tecnología de punta en su accionar.
De acuerdo con la Ley Orgánica de la Policía Nacional del Perú, el Estado es la organización fundamental para la vida social estructurada, que materializa en lo cotidiano tanto al orden como a la justicia, a través de un marco legal por el que se regula la convivencia entre los miembros de una sociedad. El Estado crea a la Policía como Institución ejecutora de la facultad de coerción estatal, de acuerdo a las leyes dictadas en función del interés social; por lo que su actividad, función y finalidad deben ejecutarse dentro del marco de la ley, la doctrina y los principios generales del Derecho y de la Constitución, la cual se orienta hacia la persona humana como fin supremo del Estado. Según el Artículo 166° de la Constitución Política del Perú, la Policía Nacional tiene por finalidad fundamental: i) garantizar, mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la Sociedad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad de los patrimonios públicos y privados. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras nacionales. Cuando se indica "Finalidad Fundamental", se está determinando que es el móvil, el motivo y el propósito de un fin; que es fundamental, elemental, esencial, principal y vital de la Policía Nacional para garantizar, mantener y restablecer el orden interno. La finalidad es la previsión a futuro (teleológica) de un propósito ideal que se aspira alcanzar, la que por su gradualidad establece una definición entre finalidad, fines, metas y objetivos: Garantizar, Mantener y Restablecer consiste en: Garantizar Conjunto de posiciones y disposiciones legales jurídicas, jurisdiccionales y administrativas que dicta y adopta el Estado a través de sus Poderes Legislativo, Judicial y Ejecutivo para proteger, defender y hacer que se cumpla el conjunto de disposiciones legales, jurisdiccionales y administrativas dictadas por el Estado para impedir que el orden interno sea resquebrajado; Mantener Conjunto permanente de previsiones y medidas que establece y ejecuta la administración de un gobierno para afirmar, proteger, defender y hacer que se cumpla el conjunto de disposiciones legales, jurisdiccionales y administrativas dictadas y adoptadas por el Estado; Restablecer Conjunto de decisiones y acciones de carácter coactivo y coercitivo que adopta y emplea el Estado a través de la Policía Nacional y/o las Fuerzas Armadas para neutralizar, replicar, combatir y erradicar las acciones delictivas y/o subversivas que están resquebrajando el orden interno; El orden interno es la posición y disposición de calma, sosiego y paz en el territorio nacional, y es el conjunto de organizaciones y estructuras del Estado, regulado por el Derecho Público y en ciertas circunstancias por el Poder Político, orientado a la coexistencia pacífica en general, con el fin de mantener incólume la estructura del Estado, la división de Poderes y el Estado de Derecho; El orden público, es una situación de equilibrio social, condicionada por el respeto al orden jurídico y acompañada de una voluntad formal, en función a las costumbres, convicciones, tradiciones y sentimientos de una comunidad.
La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado creada para garantizar el orden interno, el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el normal desarrollo de las actividades ciudadanas. Es profesional y jerarquizada. Sus integrantes representan la ley, el orden y la seguridad en toda la República y tienen competencia para intervenir en todos los asuntos que se relacionan con el cumplimiento de su finalidad fundamental. La finalidad fundamental de la Policía Nacional del Perú es garantizar, mantener y restablecer el orden interno. Presta protección y ayuda a las personas y a la comunidad. Garantiza el cumplimiento de las leyes y la seguridad del patrimonio público y privado. Previene, investiga y combate la delincuencia. Vigila y controla las fronteras. La Policía Nacional del Perú forma parte de la estructura orgánica del Ministerio del Interior. Son símbolos de la Policía Nacional del Perú su Estandarte, Emblema e Himno Institucional. El uniforme reglamentario y el carnet de identidad de la Policía Nacional del Perú son distintivos de autoridad y mando de uso exclusivo del personal policial. La Policía Nacional del Perú puede acreditar su representación ante organismos internacionales y suscribir convenios de intercambio académico, científico y tecnológico de aplicación policial, así como para la prestación de servicios a personas jurídicas, públicas y privadas, previa autorización del Titular del Sector.
Son funciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes: Mantener la seguridad y tranquilidad públicas para permitir el libre ejercicio de los derechos fundamentales de la persona consagrados en la Constitución Política del Perú; Prevenir, combatir, investigar y denunciar los delitos y faltas previstos en el Código Penal y leyes especiales, perseguibles de oficio; así como aplicar las sanciones que señale el Código Administrativo de Contravenciones de Policía; Garantizar la seguridad ciudadana. Capacita en esta materia a las entidades vecinales organizadas; Brindar protección al niño, al adolescente, al anciano y a la mujer que se encuentran en situación de riesgo de su libertad e integridad personal, previniendo las infracciones penales y colaborando en la ejecución de las medidas socio-educativas correspondientes; Investigar la desaparición de personas naturales; Garantizar y controlar la libre circulación vehicular y peatonal en la vía pública y en las carreteras, asegurar el transporte automotor y ferroviario, investigar y denunciar los accidentes de tránsito, así como llevar los registros del parque automotor con fines policiales, en coordinación con la autoridad competente; Intervenir en el transporte aéreo, marítimo, fluvial y lacustre en acciones de su competencia; Vigilar y controlar las fronteras, así como velar por el cumplimiento de las disposiciones legales sobre control migratorio de nacionales y extranjeros; Brindar seguridad al Presidente de la República en ejercicio o electo, a los Jefes de Estado en visita oficial a los Presidentes de los Poderes Públicos y de los organismos constitucionalmente autónomos, a los Congresistas de la República, Ministros de Estado, así como a diplomáticos, dignatarios y otras personalidades que determine el reglamento de la presente Ley; Cumplir con los mandatos escritos del Poder Judicial, Tribunal Constitucional, Jurado Nacional de Elecciones, Ministerio Público y de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, en el ejercicio de sus funciones; Participar en la seguridad de los establecimientos penitenciarios, así como en el traslado de los procesados y sentenciados de conformidad con la ley; Participar en el cumplimiento de las disposiciones relativas a la protección y conservación de los recursos naturales y del medio ambiente, la seguridad del patrimonio arqueológico y cultural de la Nación; Velar por la seguridad de los bienes y servicios públicos, en coordinación con las entidades estatales correspondientes; Participar en la Defensa Nacional, Defensa Civil y en el desarrollo económico y social del país; Ejercer la identificación de las personas con fines policiales; Ejercer las demás funciones que le señalen la Constitución y las leyes.
Son atribuciones de la Policía Nacional del Perú las siguientes: Intervenir en toda circunstancia, cuando el ejercicio de la función policial así lo requiera, por considerarse permanentemente en servicio; Requerir la presentación de documentos de identidad personal cuando el caso lo amerite; Registrar y centralizar los antecedentes policiales de las personas, así como las requisitorias judiciales; Expedir certificados de antecedentes policiales, domiciliarios, de supervivencia y otros derivados del cumplimiento de sus funciones; Realizar peritajes criminalisticos, técnico-vehiculares y otros relacionados con sus funciones; Obtener, custodiar, asegurar y procesar indicios, evidencias y elementos probatorios relacionados con la investigación policial, poniéndolos oportunamente a disposición de la autoridad competente; Coordinar y cooperar con los organismos internacionales e instituciones de policía en la prevención y represión de la delincuencia, de conformidad con los convenios suscritos; Ejercer las demás atribuciones que le señalen la Constitución y las leyes.
Son facultades de la Policía Nacional del Perú las siguientes: Realizar registros de personas e inspecciones de domicilios, instalaciones y vehículos, naves, aeronaves y objetos, de acuerdo a la Constitución y la ley; Ingresar gratuitamente a los espectáculos públicos y tener pase libre en vehículos de transporte público masivo, cuando sea necesario para el cumplimiento de sus funciones; Poseer, portar y usar armas de fuego de conformidad con la Constitución y la ley; Intervenir, citar y detener a las personas de conformidad con la Constitución y la ley; Intervenir como conciliador en los casos de conflicto que no constituyan delitos o faltas que alteren el orden y la tranquilidad pública; Ejercer las demás facultades que le señalen la Constitución y las leyes. El personal de la Policía Nacional del Perú en el ejercicio de sus funciones observará y se sujetará a los principios del Código de Conducta para Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley.
La Policía Nacional del Perú tiene la siguiente estructura orgánica: 1. Órgano de Dirección: Dirección General. 2. Órgano de Asesoramiento: Estado Mayor General; 3. Órgano de Control: Inspectoría General; 4. Órganos Consultivos: Comisión Consultiva, Consejo Superior, Consejo Económico, Consejo de Calificación, Consejos de Investigación. 5. Órgano de Instrucción y Doctrina: Dirección de Instrucción y Doctrina Policial. 6. Órganos de Ejecución: Direcciones Especializadas: Regiones Policiales. La organización interna de los diferentes órganos que integran la estructura de la Policía Nacional del Perú será establecida en el correspondiente Reglamento de Organización y Funciones que será aprobado por Resolución Ministerial.
Los Objetivos de las direcciones de la Policía Nacional del Perú son los siguientes: La Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú viene desarrollando una incesante lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas. La Dirección de Criminalística es el órgano rector del Sistema Científico de la PNP. La Dirección de Seguridad del Estado, brindar protección personal a Funcionarios de Estado, Dignatarios, y Personalidades. La Dirección de Telemática es el órgano técnico de apoyo a la PNP. Dirección de Aviación Policial encargado del planeamiento, organización, dirección, coordinación y control de las operaciones aeropoliciales. La Dirección de Bienestar, garantiza las condiciones necesarias de bienestar y de seguridad social dentro de la policía. La Dirección de Salud es el órgano rector del Sistema de Salud Policial, esta encargada de promover estilos de vida saludable. Dirección Contra La Corrupción, investiga los delitos contra la administración pública, así como los delitos conexos. La Dirección de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia, investiga, identifica, ubica, captura y denuncia a las personas involucradas en la comisión de delitos contra: la vida, el cuerpo y la salud. La Dirección Contra el Terrorismo es el mejor indicativo de la óptima labor desplegada por la Policía Nacional del Perú en la lucha contra el Terrorismo. La Dirección de Turismo y Ecología, garantiza y velará por la Seguridad Personal y el patrimonio de los turistas así como, de la Planta Turística existente. La Dirección de la Familia es el órgano encargado de organizar y capacitar a la comunidad para la seguridad ciudadana, mediante la conformación de Juntas Vecinales. La Dirección de Policía Fiscal, es un órgano de línea de la Policía Nacional del Perú, tiene competencia para prevenir, investigar, denunciar y combatir a nivel nacional, los Delitos Aduaneros. La Dirección de Educación y Doctrina, desarrolla un modelo de educación de calidad, sustentado en valores. La Dirección de Seguridad Pública; cuenta en su organización con el importante aporte de la División Nacional de Operaciones Especiales.
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