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Los efectos de la Globalización (página 2)

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En este sentido, como bien lo constatan Daniel Yergin y Joseph Stanislaw:

"La palabra Globalización, acuñada hace aproximadamente una década, se ha convertido en una descripción más que familiar del proceso de integración e internacionalización de las actividades y estrategias económicas. Sin embargo, el término ya ha sido superado por los hechos. Paulatinamente, veremos emerger una realidad. Éste no es proceso sino una condición, un estado: una globalidad, una economía mundial en la cual las fronteras tradicionales y conocidas son desbordadas o se tornan irrelevantes."(4)

Mucho menos tajante en sus apreciaciones sobre el carácter destinista, teleológico, de la Globalización es Michel Camdessus, ex–Presidente del Fondo Monetario Internacional, (F.M.I), quien, en una entrevista realizada por la revista Foreign Policy y reproducida en El Nacional de Venezuela del 27 de Agosto de 2000, muy probablemente desde lo tanto visto y experimentando durante sus trece años en el F.M.I., comenta:

"La Globalización no es el destino de la humanidad. Pero sí creo que el destino de la humanidad se desarrolla en sí mismo en el marco de esa prolongada tendencia de unificación del mundo. La Globalización es sólo la aceleración de ese proceso. Esto no es un artículo de mi fe religiosa; es una observación histórica que nos conduce a tomar muy en serio el fenómeno, con sus oportunidades y sus riesgos. Pero no ver en la Globalización oportunidades para unir más a la raza humana, trabajando unidos por la prosperidad común, es como boxear con una mano detrás de la espalda".

En fin, como bien lo sentencia Ignacio Ramonet: "la globalización no aspira tanto a conquistar países como a ganar mercados".

1. Reseña histórica

De acuerdo con los historiadores económicos, la Globalización, o mejor dicho el movimiento hacia este fenómeno contemporáneo que ha permitido y exigido la vinculación de las realidades internas de los Estados- Nación con su contexto externo, comienza a intensificarse después la Segunda Guerra Mundial, aun cuando tiene sus antecedentes en las primeras inversiones que, a finales del siglo XIX, se realizaron en los EEUU y Europa. En efecto, recordemos que las primeras inversiones directas, es decir, aquellas que implican un control sobre otra empresa pre-existente o la creación de una nueva, fueron efectuadas por Bayer (1865), Nobel (1866) y Singer (1867), en los Estados Unidos de América, aprovechando las transformaciones que habían ocurrido en ese país, sus ventajas en términos de localización y el impulso que la primera Revolución Industrial le dio a las actividades de carácter textil, aunados a la necesidad de integrar un país de una costa a la otra, la Este con la Oeste.

A partir de ese momento, con las inevitables y dolorosas interrupciones que significaron las dos guerras mundiales, las empresas, y en especial las norteamericanas, iniciaron un lento, continuo y decidido proceso de expansión internacional, introduciendo nuevos productos, ganando nuevos mercados, mediante la Inversión Extranjera Directa. Las cifras hablan por si solas: en 1985, el monto de inversiones extranjeras directas era de 50 millardos de dólares americanos, en el 98 de 664 millardos y para el 2000, 800 millardos; en 1998 existían 6000 empresas multinacionales /globales que controlaban 500.000 filiales diseminadas a lo largo y ancho del planeta. Estas redes globales emplean tan sólo a nivel mundial a unos 200 millones de trabajadores (de los casi 3000 millones de gentes que trabajan para vivir en todo el planeta); igualmente, generan el 30% del Producto Interno Mundial y representan 1/3 del comercio mundial. Para fines del siglo XX, se podía hablar con propiedad de unas empresas globales que poseen estas características, tal como lo indicamos en la primera parte:

  • Actúan en muchos países tanto del hemisferio occidental como del oriental.

  • Actúan, según el caso, como suplidores o productores globales.

  • La propiedad de sus acciones es colectiva, sin que existan grupos homogéneos o individualidades que puedan considerarse como sus exclusivos o únicos propietarios.

  • Compiten entre sí en muchos países.

  • Buscan incrementar su presencia en los mercados foráneos, mediante la Inversión Directa, creando filiales propias, adquiriendo empresas pre-existentes o asociándose con empresas locales.

  • La mayoría de las transacciones comerciales mundiales, del orden de 11 millardos de dólares americanos, se realizan en el seno de estas empresas globales, mediante intercambios entre y dentro de ellas de materia prima, productos, partes y servicios.

  • La dirección y la alta gerencia es ejercida por nacionales de países diversos, sin que el hecho de ser nacional del país de origen de la casa matriz tenga una influencia significativa en la selección o promoción del personal de la empresa global.

  • Y, lo que es fundamental, las actividades comercial, productiva, financiera, logística, de recursos humanos y cualquiera otra de relevancia, son controladas y planificadas por una casa matriz o centros corporativos que las optima en función de las economías de escala, producto de las interdependencias existentes dentro del grupo, sobre todo cuando se trata de empresas productoras multi-plantas, es decir, que sus instalaciones industriales se encuentran repartidas a nivel mundial y existe una especialización de la producción en cada una de sus filiales.

El siguiente cuadro nos ayudará a entender mejor, atendiendo a determinados criterios, cuando nos encontramos en presencia de una empresa más o menos global.

Gradación Multinacional

edu.red

Decisión de

ubicar planta

individual

c /país

regional

( planta Europa/ Am. Latina)

global

Integración de

producción

baja

media

partes se

intercambian

Integración de

mercados

baja

media

alta

Integración de

flujos

baja (todos a la

matriz)

media

alta ( muchas

operaciones

financieras

entre hermanas)

Nacionalidad de los

accionistas

baja (pocas

nacionalidades)

media

alta; ninguna

nacionalidad

tiene control

Medida de

rentabilidad

subsidiarias

baja (autónoma

cada una por

si sola)

media

Alta (rentabilidad

centralizada)

Grado de control

de mercados

ninguno

oligopolio

monopolio

Desarrollo

tecnológico

inicialmente para

mercado

doméstico

con uso en

Mercadeo

internacional

transferido de

inmediato a

operaciones

en ultramar

Fuente: James Otis Rodner. La Inversión Internacional. Edición Privada Caracas, 2001

Hay coincidencia entre los estudiosos del fenómeno globalizador en que las grandes empresas actuantes en el escenario internacional, lo hacen atendiendo a cuatro grandes motivaciones:

  • El incremento de las ventas de sus productos o servicios.

  • La adquisición de recursos de diferente índole: naturales, tecnológicos, bienes intermedios, capital e información.

  • La diversificación de las fuentes de ventas y suministros con la finalidad de minimizar los riesgos y aumentar, por consiguiente, las ventajas que conlleva cadenciar las diferencias de ritmo de los ciclos económicos, recesiones y expansiones que suceden y ocurren en las diferentes economías donde actúan.

  • La reducción considerable del riesgo competitivo que se traduce en evitar, en lo posible, beneficiar o abrirle espacio a sus competidores reales o potenciales.

Sin embargo, a pesar de esta realidad innegable de la Globalización, estudiosos de sus magnitudes y efectos señalan lo siguiente:

"Vivimos, sin embargo, en un mundo paradójico. Pese a los extraordinarios avances de la Globalización, los mercados internos absorben más del 80% de la producción mundial, nueve de cada diez trabajadores están ocupados en abastecer los mercados nacionales, el 95% de la inversión se financia con ahorro interno y los acervos científicos-tecnológicos domésticos constituyen el sustento del cambio técnico… En verdad, la inmensa mayoría de las personas nace, trabaja, cría a sus hijos y concluye sus días rodeada por sus coterráneos y en el ámbito de su propio hábitat. La Globalización coexiste, pues, con el peso decisivo de la cultura, los mercados y los recursos propios. La articulación de esta dimensión endógena de la realidad con su contexto externo determina el desarrollo o el atraso de los países. "(5) el subrayado es nuestro.

2. Los factores promotores

Existe consenso entre los analistas y estudiosos del fenómeno globalizador en considerar el siguiente conjunto de factores como los elementos propulsores o dinamizadores de la Globalización.

A. La innovación tecnológica

Nadie pone en duda que el siglo XX fue el tiempo de los grandes inventos, las llamadas Primera y Segunda Revolución Industrial y, en especial, esta última, permitieron, a pesar de la intolerancia de la humanidad traducida en guerras y genocidios sin justificación, un rápido incremento y expansión de la tecnología. En efecto, como bien lo expresa Eitel H. Lauría:

"la tecnología, insinuada por los sabios de la antigüedad, posibilitada por la Europa del Renacimiento y desarrollada con ritmo acelerado por la Revolución Industrial, ha alcanzado con la alta tecnología una dimensión crítica. A partir de ahora el destino de la humanidad queda irremediablemente ligado a la tecnología."(6)

Más recientemente, las llamadas TIC, las tecnologías de información y comunicación, y en especial, con el desarrollo y rápida extensión de la Internet, la red de redes, han hecho ciertamente al mundo más global, permitiendo la transmisión de imágenes, textos y voces. Esta nueva realidad, se suma a productos y sistemas que hacen que la sociedad contemporánea se vea realmente sorprendida e invadida por un aluvión de nuevos inventos que ha posibilitado el desarrollo creciente de la ciencia y la tecnología. Las empresas globales, por supuesto, han sido, a la vez, testigos, protagonistas y usuarias de estas innovaciones que han hecho viable y efectiva a la Globalización.

Ignacio Ramonet, tajante, expresa que:

"las tecnologías de la información y la comunicación junto con la revolución digital, nos han hecho entrar, nolens volens, en una nueva era, cuyas características fundamentales son la transmisión instantánea de datos inmateriales y la proliferación de los vínculos y las redes electrónicas. Internet, es el corazón, la encrucijada y la síntesis de la gran mutación en curso. Las autopistas de la información son a la hora actual lo que fue el ferrocarril a la era industrial: poderosos factores de impulso y de intensificación de los intercambios." (7)

En fin, haciéndonos eco de lo expresado por analistas y estudiosos de esta relación entre ciencia, tecnología y globalización podemos afirmar que:

"La tecnología de la información a través de las computadoras está creando "un mundo entramado" al promover las telecomunicaciones, la coordinación, la integración y los contactos, a una velocidad y escala de cambio que excede, con mucho, la capacidad de manejo y control de cualquier gobierno. Las conexiones cada vez más veloces hacen que las fronteras nacionales resulten cada vez más frágiles, y en lo que se refiere a ciertas formas de control, crecientemente irrelevantes." (8)

  • B. Liberación y desregulación jurídica

Desde la segunda mitad del siglo XX, países, empresas e instituciones vienen propiciando la abolición, la supresión de las fronteras que impiden y restringen la libre circulación tanto de productos y servicios como de los recursos necesarios para su producción: trabajadores y capital. A pesar de que este proceso de liberación y desregulación no ha sido rápido, y en algún caso errático existe absoluta conciencia de la existencia de tres nuevas convicciones por parte de los ciudadanos, de los consumidores a nivel global:

  • El deseo de un mayor acceso a una mayor diversidad de bienes y servicios a precios más bajos.

  • La realidad de que los productores nacionales aumentan su eficiencia para dar respuesta a la producción foránea, a los competidores externos.

  • La presión cada vez más manifiesta de determinados países e instituciones para inducir a otros países a reducir las barreras arancelarias impuestas a las importaciones de bienes y servicios.

A estas percepciones y convicciones cívicas y comerciales, se suman al final del siglo XX, realidades y circunstancias que pueden resumirse de la siguiente manera:

"El final de la Unión Soviética y del comunismo han rediseñado el mapa de la política mundial y prácticamente anulado las ideologías como factor predominante en las relaciones internacionales. El crecimiento de los mercados de capital y la paulatina caída de las barreras al comercio y a las inversiones unen cada vez más a los mercados y promueven un flujo más libre de ideas. El advenimiento de mercados emergentes genera dinamismo y nuevas oportunidades a escala masiva para la economía internacional. Empresas nacionales se convierten en operadores internacionales; y las compañías, ya tengan larga experiencia en el comercio internacional o sean nuevas en ese ambiente, se apresuran a generar estrategias globales." (9)

De esta forma, la desregulación del comercio y las telecomunicaciones, la democratización de la información, la tecnología y del capital, aunado a un intenso proceso de privatizaciones ocurrido a nivel mundial- que llevó incluso, al reciente Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz a afirmar, ante los eventos del 11 de septiembre en New York: "hay ciertas actividades, como la seguridad de los aeropuertos que no deben depositarse exclusivamente en la esfera privada", han propulsado y otorgado vigor a un proceso de globalización creciente e indetenible.

3. Las instituciones impulsoras

Recordemos que la Conferencia de Bretton Woods, celebrada en Julio de 1944 en la pequeña ciudad del mismo nombre, situada en la Costa Este de los EEUU, agrupó 44 representantes de diferentes naciones del hemisferio occidental con el propósito de proponer y acordar las políticas y principios que serían utilizados para la re-organización financiera y monetaria de la posguerra. De esta reunión surgieron dos de las principales instituciones promotoras de la Globalización: el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo, mejor conocido como el Banco Mundial (B.M.) y El Fondo Monetario Internacional (F.M.I.); dos organizaciones que tendrían bajo su responsabilidad dirigir el proceso, establecer los mecanismos, y definir los incentivos y regulaciones necesarios para reconstruir la economía mundial de la postguerra. (10)

Por otra parte, es también conveniente recordar que, en 1947, un grupo de países suscribió el Acuerdo Internacional sobre Comercio y Tarifas Aduaneras, mejor conocido por sus siglas GATT. En efecto, en enero de 1948, el acuerdo suscrito por 23 naciones (12 desarrolladas y 11 en desarrollo), comenzó a promover la intensificación del comercio internacional mediante la eliminación progresiva de las barreras y tarifas aduaneras existentes, cuya finalidad era proteger industrias nacionales o nichos específicos de mercado de empresas de un determinado país o región. Progresivamente, mediante el uso de rondas de negociación, el GATT, convertido luego en la Organización Mundial del Comercio (O.M.C.), fue cumpliendo su misión de acelerar el proceso de liberación arancelaria y promover el libre comercio de bienes y servicios.

Ahora bien, en el siguiente gráfico, observaremos el proceso histórico que llevó al GATT a trasformarse, en 1995, en la Organización Mundial del Comercio (O.M.C). Para los antiglobalizadores, la O.M.C. vino a sumarse a los citados Banco Mundial (B.M.) y Fondo Monetario Internacional (F.M.I.), como una más de las organizaciones pro-globalización.

DEL GATT A LA OMC

1947 Creación del GATT

(Acuerdo General de Aranceles y Comercio) Ronda Ginebra

1948 Ronda La Habana

1949 Ronda Annecy

1950 reducción arancelaria de 25%

1951 Ronda Torquay

1960 Ronda Dillon

1961 20% de reducción arancelaria

sobre 20% de productos

1964 Ronda Kennedy

1967 30% de reducción arancelaria sobre productos industriales

1973 Ronda Tokyo

1979 Eliminación de obstáculos no tarifarios

1986 Ronda Uruguay

1994 Nuevas reglas de comercio

Desacuerdo sobre agricultura

y servicios

1995 Creación

de la OMC

1996 Conferencia de

Singapur

1998 Conferencia de Ginebra

1999 Conferencia de Seatle

2001 Conferencia de Doha

Continuando con su labor liberacionista y desreguladora, el GATT, ahora O.M.C., apoyó la idea de que también era importante ocuparse de los servicios y de su desregulación a nivel internacional, sobre todo teniendo en cuenta lo difícil que es definir con precisión un servicio, a pesar, por supuesto, de su clara diferenciación de un bien concreto, tangible.

En todo caso, el Acuerdo General para Comercio de Servicios (GATS), suscrito durante la Segunda Ronda de Uruguay, identificó las modalidades más tradicionales de servicios que se prestan a nivel internacional:

  • Servicios que cruzan las fronteras nacionales, es decir, servicios servidos por un país a otro (las llamadas telefónicas internacionales, por ejemplo).

  • Consumo en el exterior realizado por personas o compañías que utilizan un servicio foráneo, mientras desarrollan actividades personales, familiares, turísticas, comerciales o financieras en otro país.

  • Presencia comercial que implica la instalación, por parte de la casa matriz, en un país extranjero de una subsidiaria que provee servicios financieros o comerciales.

  • Presencia de personas naturales, se refiere fundamentalmente a los servicios técnicos profesionales (los expertos) que ofrece una persona calificada en un país extranjero.

A estas organizaciones, surgidas después de la postguerra, se han añadido otras de carácter multilateral, tanto políticas, económicas o de reflexión ciudadana, que han sido objetivo, blanco preferido, de los movimientos y grupos antiglobalizadores. (Ver Anexo 1)

A continuación, presentamos un cuadro resumen de las causas y efectos del proceso de la Globalización, y las consecuencias que éste ha tenido sobre otros aspectos de la vida y dinámica de la sociedad y las naciones.

edu.red

edu.red

Fuente: James Otis Rodner. La Inversión Internacional,

Edición Privada, Caracas, 2001

II. Principales críticas a la Globalización

La humanidad asiste a la emergencia de una nueva nomenclatura: los globofogos o globofóbicos para designar una realidad humana e ideológica que nace, evoluciona, crece y se consolida con el fenómeno globalizador de la economía mundial. Los hechos hablan por sí mismos. En efecto, no se trata sólo de los militantes de los tradicionales partidos de izquierda, ex-soldados de la guerra de Vietnam, místicos o marginados sociales; no, lo más sorprendente e inquietante es que académicos y pensadores se suman a esa cada vez más larga y dispar lista de los antiglobalizadores, de los globofobos, de los globofóbicos. Para muestra, basta recordar la conducta y opinión de uno de los tres ganadores del premio Nobel de Economía de 2001, Joseph Stiglitz, profesor de la prestigiosa Universidad de Stanford, ex-asesor del gobierno de Bill Clinton y ex-funcionario del F.M.I., Stiglitz, en un muy comentado y debatido artículo publicado en la revista The New Republic, titulado Lo que aprendí de la crisis económica mundial, cuestiona en forma clara y decidida, las respuestas del Banco Mundial y del F.M.I ante el colapso de las economías de los hasta entonces invencibles tigres asiáticos. Stiglitz, en un franco apoyo a los conceptos antiglobalizadores, afirmaba:

"Dirán que el F.M.I. es arrogante. Dirán que el F.M.I. no le presta atención a los países en desarrollo a los que se supone debe ayudar. Dirán que el F.M.I. no es transparente y se aísla de la responsabilidad democrática. Dirán que la medicina del F.M.I. a menudo deja al enfermo peor y convierte una situación de aceleración en una de recesión. Y luego la recesión se convierte en depresión. Y cuando lo digan tendrán la razón."

De igual manera, el profesor R.F.M. Lubbers, ex-primer Ministro de Holanda, sostiene que existe un conjunto de elementos en la sociedad actual que le otorgan argumentos y razones a los movimientos antiglobalización. Entre ellos destaca los siguientes:

  • El renacimiento de un sentimiento nacionalista de rescate de sus valores culturales y su identidad.

  • Una reacción en contra de la introducción de una filosofía política muy alejada de la comprensión ciudadana.

  • Una reacción en contra del pensamiento orientado hacia la economía de mercado.

  • La creación de organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales que se oponen al orden político establecido y a sus modalidades de representación.

  • Un renacimiento religioso (sectas, fundamentalismos, Nueva Era).

  • Un nuevo comunitarismo, es decir, una estrategia dirigida al desarrollo comunitario.

Opiniones de esta naturaleza, y las crudas realidades de menor competencia empresarial y mayor pobreza mundial, han sido unidas a otras prédicas en contra de la degradación del clima y del ambiente mundial. Todas estas razones han venido siendo esgrimidas por el cada vez más creciente y organizado movimiento antiglobalizador a nivel mundial. En el siguiente cuadro, podemos visualizar la evolución de las protestas antiglobalización hasta la muerte de Carlo Giulani en Génova en Julio de 2001, según la reunión de la organización mundial patrocinante, el sitio y fecha de la reunión, incluyendo el número de detenidos por la policía y, tristemente, el número de heridos y muertos, tal como ocurrió en Génova con el deceso del joven Carlo Giuliani, primer mártir de este movimiento que, paradójicamente, se tradujo en una ofrenda humana innecesaria de un ciudadano del Primer Mundo quien participaba en una protesta por todos los otros mundos, creados por el gobierno planetario, para apreciar con mayor claridad las diferencias entre unos y otros; los ricos, los menos ricos, los pobres y los inviables.(11)

EVOLUCIÓN DEL MOVIMIENTO ANTIGLOBALIZADOR

DIC 1999- JULIO 2001

Lugar/

Fecha

Organización

Patrocinante

Manifestantes

Detenidos

Heridos/

muertos

Seatle

Dic. 99

O.M.C.

2000

500

edu.red

Davos

Ene. 2000

Foro Económico

Mundial

2000

edu.red

edu.red

Washington

Abr. 2000

F.M.I.

10.000

1300

10

Praga

Sep. 2000

F.M.I

Banco Mundial

15.000

859

100

Niza

Dic. 2000

Cumbre de la Unión Europea

4.000

42

24

Davos

Ene. 2001

Foro Económico

Mundial

1.000

121

10

Porto Alegre

Ene. 2001

Foro Social

Mundial

10.000

edu.red

edu.red

Nápoles

Mar. 2001

Foro OCSE

20.000

16

50

Québec

Abi. 2001

Cumbre de las

Américas

30.000

400

170

Goeteburgo

Junio 2001

Cumbre

UE-EEUU

10.000

243

3

Génova

Jul. 2001

Cumbre del

G-8

150.000

126

500/1

Fuente: Diversas agencias de noticias e información de prensa nacional y extranjera.

En Febrero de 2002, en Nueva York y en Porto Alegre, se llevaron a cabo, sendas reuniones del Foro Económico Mundial y del Foro Social Mundial, respectivamente. En Nueva York se debatieron asuntos como la recesión, el terrorismo, también sobre los medios para prevenir conflictos como el del Medio Oriente y la crisis argentina; mientras que en Porto Alegre se debatieron cuatro temas fundamentales: la producción de riquezas y su distribución (corporaciones multinacionales, control de los capitales financieros, deuda externa, economía solidaria); acceso a las riquezas y la sostenibilidad (sostenibilidad ambiental, recursos y bienes comunes, alimentación, pueblos indígenas); poder político y ética en la nueva sociedad (organismos internacionales y arquitectura del poder mundial, globalización y militarismo, democracia participativa); y por último, afirmación de la sociedad civil y de los espacios públicos (combate de la discriminación y la intolerancia, diversidad e identidad, democratización de las comunicaciones y de los medios). En ambas ciudades se escucharon las voces de los antiglobalizadores. Más recientemente, ya con un espacio ganado, en Porto Alegre volvieron a desfilar millares de seres humanos provenientes de movimientos antiglobalizadores de todas partes del mundo.

Estas protestas y manifestaciones contra la Globalización han sido promovidas y apoyadas por personeros y militantes provenientes de muy variados orígenes e intereses, tal como se puede apreciar en el siguiente cuadro:

TENDENCIAS OPOSITORAS A LA GLOBALIZACIÓN

Ecologistas ( Este grupo

reclama la falta de respeto de las grandes industrias hacia el medio ambiente. Acusan a las compañías de instalar sus fábricas en países del Tercer Mundo, donde la legislación ambiental es más laxa o casi inexistente.

Sindicalistas ( Están contra el libre comercio porque dicen que les quita empleo y se lo da a los trabajadores de los países menos desarrollados, que cobran menos y son explotados. Además, denuncian el trabajo Infantil y la esclavitud que existe en los países pobres.

Anarquistas ( Es el grupo más violento dentro de las fuerzas antiglobalización. Están organizados por grupos radicales o activistas de la violencia callejera.

Agricultores ( Ven la Globalización como una barrera a la comercialización de sus artículos. También están en contra de los productos transgenéticos. Además rechazan el monocultivo, que obliga a los países pobres a vivir totalmente dependientes de la cotización de su producción en el mercado Inter- nacional.

Conservadores ( Repudian la apertura de las fronteras porque implica pérdida de empleo y de identidad colectiva, frente a la llegada de extranjeros o a la homogenización de la cultura.

Financistas ( se oponen a la libre circulación del capital financiero. Denuncian que en beneficio de mercado mundial se pasa por alto el comercio de armas y reclaman la condonación de la deuda del Tercer Mundo.

Por su parte, en el diario El Nacional de Venezuela del 20 de julio de 2001, Humberto Márquez comentaba lo siguiente, en relación con los integrantes diversos y plurales de los movimientos antiglobalizadores:

"¿Quiénes son? Son miles de divisas, de distinto tamaño, propósito, ideología, ubicación, recursos, capacidad de despliegue, sentido de militancia y beligerancia. Tienen en común que, irónicamente, parecieran haber comprado una franquicia de "antiglobalización, s.a." la empresa que comparten.

Casi podrían identificarse por colores. En primer lugar, los rojos, es decir, los grupos de izquierda más o menos marxistas y las organizaciones sindicales que han encontrado un nuevo aliento después de borradas algunas de las razones por las cuales lanzarse a las calles. Las más disciplinadas son brazos de centrales obreras europeas y norteamericanas. Las más temidas, organizaciones como el británico Partido Socialista de Trabajadores, inspirado en el revolucionario ruso León Trotski, que reivindica 10.000 miembros y se ha propuesto como tarea internacional volcar la antiglobalización hacia el combate.

Negro, el del anarquismo, que renace de la mano del rechazo radical al pensamiento y modelo únicos que trae la Globalización, y de la desconfianza de los jóvenes hacia las estructuras de organización y lucha más trilladas. En Québec fueron los encapuchados del Bloque Negro los más temidos. En Europa, las organizaciones "Ya Basta" y "Tutte Bianche" (bragas blancas) marchan como legionarios romanos al encuentro de la policía; la belicosa Acción Anti-Fascista alemana ha entrenado en choques contra neonazis. Sus consignas son "Resistamos la Globalización, globalicemos la resistencia" o "Salgamos de los callejones, tomemos las avenidas".

Verdes, los ecologistas y pacifistas. Greenpeace es la más famosa y disciplinada de sus organizaciones, y sus marchas son siempre responsables y no-violentas. Pero algunos grupos empezaron a retirarse de las protestas, como Amigos de la Tierra, cuyo portavoz Duncan McLaren indicó que se abstenía de concurrir a Génova "porque no tenemos garantía de que será pacífica". También sustentan la causa verde gremios como la francesa Confederación Campesina, que lidera José Bové, el granjero de largos bigotes y sempiterna pipa que se hizo famoso al atacar establecimientos McDonald"s.

Con colores nacionales integran la causa los rebeldes zapatistas y otros movimientos indígenas, o los campesinos Sin Tierra de Brasil, o consumidores que han seguido a su líder estadounidense Ralph Nader. Y también intelectuales como Bernard Cassen o Susan George, que dirigen a los 30.000 inscritos en ATTAC, una ONG que propugna un impuesto internacional a las transacciones financieras para convertirlo en ayuda al desarrollo."

Después de los trágicos e inesperados sucesos ocurridos en Génova, las organizaciones mundiales han tenido mucho más precauciones a la hora de realizar sus "summit", sus cumbres, incluso han recurrido a las tecnologías de información, a la Internet y las video conferencias, para realizar estas reuniones de manera virtual, a la vez que toman mayor conciencia acerca de que, como lo expresó el diario Le Monde de Francia en uno de sus editoriales:

"Los activistas que se congregan en estas extensas reuniones globales, en efecto, están subrayando interrogantes serias, a las cuales no se debería responder tan sólo con el despliegue policial."

A estas serias interrogantes, a los cuestionamientos de fondo que vienen realizando de forma creciente organizaciones gubernamentales, personalidades relevantes, académicos y gobiernos, entre tantos otros críticos de los beneficios de la Globalización, vamos a referirnos, en el presente capítulo, a las observaciones y objeciones más relevantes y los aspectos sustanciales de las mismas.

  • 1. Los mitos de la Globalización.

Durante varios años, los periodistas John Miclethwait y Adrian Wooldridge se dedicaron a estudiar a fondo, y desde diferentes ángulos diversos aspectos del fenómeno globalizador. El resultado de estas reflexiones, fruto de numerosos análisis, encuestas, entrevistas, revisión de datos y cifras, fue recogido en su libro A Future Perfect: The Chalenge and hidden promise of Globalization.

En este texto, los dos corresponsales de The Economist llegan a la conclusión de que existen cinco mitos formulados en torno a la Globalización. Intentemos sintetizar estos hallazgos, con el fin de entender mejor algunas de las críticas o cuestionamientos inmanentes a la propia globalización.

A. El tamaño es fundamental.

Durante todo el siglo XX la noción de talla tuvo una importancia singular, se diferenció entre la gran empresa, la mediana y la pequeña. El sueño empresarial consistía en más; de hecho, como bien lo expresa Stephen Vincent: "La idea de progreso es más: más altura, más extensión, más potencia, más velocidad, más producción, más ventas."

Buen reflejo de esta asimilación entre éxito y talla, lo constituyen las sedes corporativas de las grandes empresas, a mayor importancia mayor altura del edificio sede de la casa matriz, lo augusto produce respeto, parecen decir sus presidentes ejecutivos.

Nuestros investigadores confirman que:

"Hay una variedad de formas mediante las cuales la Globalización misma reduce el poder de las grandes compañías… Las firmas pequeñas tienen menores costos que sus inmensos rivales, tales como oficinas centrales razonables o una línea de gerentes medios más reducida. La desregulación de los mercados de capital ha hecho cada vez más fácil la adquisición de dinero por parte de las pequeñas empresas; la disponibilidad de información tecnológica, por su parte, ha hecho todo más fácil; y el decrecimiento de los costos de transporte ha convertido al mundo entero en un mercado."(12)

Sin embargo, no dejan de reconocer que en determinadas ramas industriales como la aeroespacial, la talla es decisiva. Igual ocurre en el sector automotor, en el que los costos de innovación en diseño y seguridad son cada día barreras de entrada y de salida innegable e insuperable para los competidores.

Durante la pasada década las fusiones empresariales fueron las protagonistas de las páginas de negocio de los periódicos y de las revistas especializadas. En su edición del 7 de Febrero del 2002, el diario El Nacional de Venezuela, refiriéndose a una de la fusiones más comentadas y discutidas del fin del siglo pasado, la de Daimler-Benz con Chrysler, que dio origen a la empresa DaimlerChrysler, señalaba que la empresa, en el año 2001, perdió 589 millones de dólares americanos. La información señalaba además que:

"Daymler Chrysler está en proceso de reestructurar su unidad estadounidense Chrysler, que se vio afectada por la recesión y una fuerte competencia… Además, el miércoles la empresa ahuyentó a los inversores, al admitir que no cumplirá con sus objetivos de ganancias de 2002 y recortará a su dividendos por primera vez desde la fusión de 1998 entre la alemana Daimler y la estadounidense Chrysler."

En relación con las consecuencias de estas fusiones entre empresas en el extranjero, Miclethwait y Wooldrige señalan que paradójicamente "mientras mayor es el número de fusiones, mayor es el número de fracasos", y expresan que una serie de estudios académicos realizados sobre las fusiones han concluido que:

"Aproximadamente dos de cada tres fusiones no funcionan; los únicos ganadores son los accionistas de la compañía adquirida, quienes reciben por sus acciones más de aquello que posteriormente se confirma que valían."(13)

Por otra parte, añaden que las fusiones realizadas con el objeto de diversificar el tipo de negocios han fracasado todavía más estruendosamente, y citan los ya conocidos ejemplos de lo ocurrido con algunos de los "chaebol" coreanos: Daewoo, Samsumg.

Finalmente, los autores comentados enfatizan que en las fusiones entre empresas originarias de diferentes países, la situación es todavía más compleja, puesto que los elementos de la cultura corporativa de cada una de las fusionadas, juegan un papel inesperado y preponderante en la dinámica de actuación de la nueva compañía creada luego de la fusión.

En síntesis, para los autores, el asunto del tamaño de la empresa, la talla empresarial promovida especialmente por la fusión de empresas, o mejor dicho, por la integración horizontal, no ha producido(desde el punto de la Globalización: mayor presencia e integración de mercados(todos los resultados esperados, ni satisfecho tampoco las expectativas generadas.

B. El triunfo de los productos universales

En su célebre artículo publicado en la Harvard Business Review, Theodore Levitt sostenía que:

"La tecnología está produciendo una nueva realidad comercial, la emergencia de mercados globales en una escala imprevista en cuanto a su tamaño y magnitud." (14)

De esta forma, la Globalización preconizaba el triunfo inequívoco de productos universales que serían comprados y utilizados por consumidores de todo el mundo, con total prescindencia de elementos personales, condicionantes culturales, religiosos o regionales. Sin embargo, la propia realidad se ha encargado de desmentir esta pretensión que tenía en Mercedes-Benz, BMW o Sony sus mejores expresiones de los productos universales. Según los autores comentados, el comportamiento real de los consumidores ha creado situaciones como las siguientes:

  • El producto que Cocacola vende más en la India no es la Cocacola misma, sino Thumbs Up.

  • Mc Donald"s vende "bulgogi" burgers en Corea y acaba de lanzar al mercado venezolano un combo criollo.

  • En el Medio Oriente, Pillsbury cambia el jamón de sus productos por cordero.

  • Budweiser ofrece a los consumidores japoneses una cerveza extra-fuerte que nada tiene que ver con la aséptica y tolerante bebida "light", que destilan para el recatado bebedor norteamericano. (15)

Como reacción a esta victoria relativa de los productos mundiales propios de los mercados globales, los planificadores y gerentes comerciales de las grandes empresas globalizadas están realizando esfuerzos para segmentar los clientes y no sólo los mercados, que suponían innecesarios de segmentar, dado su carácter global. De allí que sea cada vez más cierto el eslogan: "actúa global, piensa local." Las grandes empresas deben resolver tres grandes paradojas: ser locales y mundiales al mismo tiempo, pequeñas y grandes según el asunto que motiva su actuación, centralizadas parte del tiempo y descentralizadas la mayor parte del mismo.

C. La Economía debe ser re-escrita

Para los globalizadores a ultranza, la Vieja Economía, a la luz de los nuevos avances de las tecnologías de información y comunicación, y otras innovaciones tecnológicas, dejó de tener vigencia y sentido. Muchos analistas sostienen que la llamada Nueva Economía, es decir, aquella particular realidad definida, en primer lugar, por el uso intensivo de la Internet-la red de redes- aplicada a los negocios y, en segundo lugar, por la creación de un mercado de valores de referencia- el Nasdaq y otro conjunto de nuevos mercados bursátiles en diferentes países del mundo- para efectuar las transacciones bursátiles de un conjunto de empresas que no poseen activos físicos relevantes, y cuyas acciones se cotizan y valoran en función de parámetros intangibles como son: el conocimiento, la información, la innovación, en fin, la inteligencia y el talento aplicados a la creación, producción, mercadeo y distribución de productos (bienes o servicios) que implican el uso de altas tecnologías, es la responsable del incremento de la productividad y del crecimiento del Producto Interno Bruto obtenido por los países industrializados y, por los EEUU, en particular.

Sin embargo, con atinado criterio, Miclethwhait y Woolridge sostienen que el argumento, según el cual, la tecnología, y en especial la Internet, revolucionó la productividad de la economía norteamericana y cambio el límite de velocidad al que venía creciendo, debe ser examinado también a la luz de otras circunstancias políticas y económicas. Ambos autores confirman que las empresas americanas han invertido en tecnología, sin embargo, la inflación ha sido baja, y al mismo tiempo han disfrutado durante un largo período de un dólar fuerte, de servicios públicos baratos, abundancia de mano de obra generadora de una importante demanda de bienes y productos. Para los autores, la paradoja de la Nueva Economía radica en que, a pesar de la colosales inversiones en tecnología por parte de las empresas norteamericanas durante las dos últimas décadas del pasado siglo, la productividad americana creció por debajo de la obtenida después de la Segunda Guerra Mundial: 3.4%.

A la luz de estas reflexiones y evidencias, Micklethwhait y Wooldridge, no sin ciertas dudas, se preguntan sí las ganancias en productividad se obtuvieron entonces exclusivamente en un número limitado de empresas de alta tecnología: las "high-tech" industries, o sí no será más bien que la tecnología no genera tanta productividad como sustentan los defensores de la Revolución tecnológica.

Finalmente, ambos autores sentencian:

"Permanecemos un tanto escépticos acerca de sí la Internet se convertirá en un paradigma, en un punto de referencia obligado para la humanidad, que pueda compararse con la introducción de la electricidad o con la llegada del motor a combustión."(16)

En este mismo orden de ideas, es conveniente recordar que para Michael Porter, la innovación debe ser entendida en sentido amplio, cubriendo el espectro que va desde la innovación tecnológica propiamente dicha hasta las nuevas formas de administración, gerencia o mercadeo. Coherentemente con esta acepción extendida de innovación, Porter, al igual que los autores precedentemente citados, advierte contra la tentación de basar exclusivamente los aumentos de productividad y competitividad en la Revolución Tecnológica, en las innovaciones producto de las tecnologías, y, más particularmente, de las TIC.

Peter Druker, a sus 91 años de edad y después de más de 50 reflexionando sobre temas gerenciales, en una entrevista que reprodujo El Nacional de Venezuela el 29 de Octubre de 2001, refiriéndose a la Nueva Economía, y en especial a la Internet, comentó lo siguiente:

"… La percepción pública puede confundir el tamaño con la importancia. Estas dos cosas tienen muy poco que ver entre sí. La Internet tiene una importancia tremenda, pero su dimensión económica es meramente marginal. También existe la percepción de que el tamaño es igual al desempeño. Durante el auge de la Internet, se arguyó que la Internet era importante, entonces también era rentable. Pero no fue así. La rentabilidad de la Internet como negocio o industria es dudosa. Pero su impacto es increíblemente inmenso…"

Sin embargo, no todo parece ser tan realista, por no decir pesimista, Orit Yadiesh y Dan Haas, en artículo publicado en El Nacional de Venezuela, el viernes 7 de Septiembre de 2001, con un criterio un tanto diferente a los expuestos, reconocían:

"No ha habido una revolución del comercio electrónico y las reglas del negocio siguen siendo más o menos las mismas. Entonces, ¿quiénes serán los verdaderos ganadores de la era de Internet?. Serán las compañías que trabajen para aplicar Internet a los activos a fin de no sólo crear una mayor eficiencia, sino también una nueva ventaja competitiva. Asimismo, serán las compañías que refuercen las poderosas posiciones estratégicas en áreas en las que ya prevalecen y producen beneficios sustentables. Y eso depende en gran medida de la habilidad de una compañía para hacer avanzar su compresión sobre sus puntos fuertes, más allá de la perspectiva tradicional del balance general, hacia el área de sus activos intangibles, es decir, sus redes, sus bases de información, sus marcas y su participación en el mercado. Esta compresión, aunada con el poder galopante de la Internet, será la clave para desatar la fuerza y las posibilidades productivas de la corporación en la era de Internet".

D. La Globalización es un "juego suma cero"

Quizás este mito sea uno de los que más motiva protestas y desencantos en relación con los beneficios de la Globalización, es decir, que al final todo suma cero, no hay ganadores ni perdedores, lo cual por supuesto, no es absolutamente cierto, y mucho menos en relación con el empleo, tal como lo veremos en su oportunidad.

Regresemos a la argumentación y opiniones de Micklethwait y Wooldrige sobre este particular. Los autores recuerdan que:

"La idea según la cual la integración económica es un "juego suma cero" impregna el pensamiento antiglobalizador sobre todo lo que tenga que ver con un comercio libre y justo, con sus puestos de trabajo, con la relación entre países ricos y pobres."(17)

Y ciertamente, en este aspecto, la realidad es contundente, la Globalización "no suma cero"; el empleo que se pierde en un país no necesariamente se sustituye por otro; sectores enteros de una actividad económica son desplazados de un país a otro por razones de costos de mano de obra, produciendo una secuela de desempleados con los inevitables efectos sobre el entorno familiar y regional; los países que predican el libre flujo de mercaderías, la absoluta libertad de comercio entre naciones, son los primeros que establecen medidas económicas (tasas aduaneras, contingentamientos, cupos) con el fin de proteger alguna industria nacional en particular, como sucedió con la siderúrgica norteamericana y las correspondientes respuestas de la Unión Europea.

  • E. La desaparición de la geografía

En el desarrollo del capitalismo, la geografía, esa que muchos llamaron aprovechamiento de las ventajas comparativas, desempeñó un rol fundamental en los países y en sus economías. En este sentido, bástenos simplemente citar al economista británico Jevons, quien, en 1865, había entendido que el "laissez faire" y un orden comercial abierto era redituable para un imperio que aprovechó la geografía y sus ventajas para hacer más feliz y próspera a la metrópoli británica. En este sentido, Jovens enumeraba:

"Las llanuras de Norteamérica y Rusia son nuestros maizales, Chicago y Odessa nuestros graneros; Canadá y el Báltico nuestros bosques madereros. Australasia contiene nuestras granjas de ovejas, y en Argentina y las llanuras occidentales están nuestras manadas de bovinos, Perú envía su plata, y el oro de Sudáfrica y Australia fluye hacia Londres; los indios y los chinos cultivan té para nosotros, y nuestras plantaciones de café, azúcar y especias están todas en las Indias. España y Francia son nuestros viñedos, y el Mediterráneo nuestro vergel, y nuestros campos de algodón, que durante mucho tiempo ocuparon los Estados Unidos sureños, se extienden ahora por todas las regiones cálidas de la tierra."(18)

Pero estas dicentes y orgullosas afirmaciones acerca de las ventajas de la localización geográfica, de las ventajas comparativas estáticas, son puestas en duda por un conjunto de analistas y empresarios que desvalorizan la noción de espacio económico, la geografía.

Para muchos de ellos, las llamadas zonas industriales, las áreas de desarrollo, los activos fijos, las plantas industriales, en fin, la geografía económica, salvo en lo que respecta a la ubicación de aquellos recursos naturales no sustituibles por la ciencia y la tecnología, dejó de tener sentido. Así, pregonan una pretendida desaparición de la geografía económica que implica una casi virtualización del proceso productivo. La Vieja Economía con sus plantas e instalaciones ubicadas en zonas perfectamente delimitadas, en áreas especialmente asignadas para determinada actividad económica, dejó para muchos, de tener vigencia. En otras palabras, las ventajas de la localización industrial ya no son tales, y no importa donde se fabrique o se produzca el producto, ya que la fuerzas de un nuevo mercado, virtual, por Internet, es capaz de influir sobre la Economía de tal manera que la geografía, la localización espacial, es un detalle menor, insignificante, propio de empresas dinosaurios, antidiluvianas, que pertenecen atadas a las viejas formas productivas, y a los tradicionales factores de la producción (tierra, trabajo, capital y tecnología).

Sin embargo, la realidad, incluso la propia del mundo de las denominadas empresas de alta tecnología, se ha comportado de manera diferente, y la geografía económica, modificada por nuevas empresas y nuevas actividades productivas, ha adquirido otra dimensión y otras latitudes, sin dejar de tener vigencia como concepto y realidad.

En efecto, recordemos que la ciencia económica y administrativa registra el surgimiento de los llamados "clusters", es decir, de

"Concentraciones geográficas de compañías e instituciones interconectadas en un determinado campo que propician e incentivan a este grupo selecto de organizaciones a la competencia. Estos clusters incluyen, por ejemplo, a proveedores de insumos especializados (componentes, maquinarias y servicios) así como suplidores de infraestructura. Los clusters muy frecuentemente se extienden aguas abajo hasta los canales de distribución y los consumidores, y lateralmente hasta los fabricantes de productos complementarios, y hasta compañías relacionadas en términos de tecnología, habilidades o insumos comunes."(19)

Estos "clusters", de acuerdo con Michael Porter, no necesariamente se dan en el área estrictamente industrial o de servicios, pueden incluso incluir en "sus dominios geográficos" al gobierno y otras instituciones como universidades, agencias fijadoras de estándares, grupos de reflexión, proveedores de adiestramiento vocacional, asociaciones comerciales que ofrecen adiestramiento, educación, información, investigación y tecnología.

Sin embargo no son solamente los dos corresponsales del periódico The Economist quienes se interrogan acerca de las verdades y bondades de la Globalización; académicos de la Universidad de Princeton, entre los que se cuentan Paul N. Doremus, William W. Seller, Louis W. Pauly y Simon Reich, publicaron un libro titulado como este capitulo del nuestro: El mito de la corporación global. En este sesudo análisis, los investigadores nombrados llegan a la siguiente conclusión, luego de sus análisis:

"Este libro presenta una perspectiva diferente en contraste con las expectativas compartidas dentro y fuera de la academia, el libro encuentra evidencias de la decisiva influencia de las estructuras nacionales dentro del Estado de origen de las corporaciones líderes mundiales. Esas estructuras continúan ejerciendo un poder de influencia para eliminar la diversidad en las operaciones centrales (el "core") llevadas a cabo por esas corporaciones."(20)

2. Los asuntos ecológicos

Uno de los aspectos más relevantes llevados adelante por los movimientos antiglobalización es el relacionado con la ecología. Si bien es cierto que la destrucción del ambiente es un problema que no es propio del siglo XX, los antiglobalizadores se han adueñado de los efectos perversos que el hombre ha ejercido sobre la naturaleza, en esa visión judeo-cristina de órdenes y prelaciones, según la cual el hombre está por encima de todas las cosas y el mundo está para su servicio y disfrute. Recordemos que la ecología es aquella rama de la biología que estudia la relación de los seres vivos con el ambiente. El término ecología proviene de la unión de dos palabras griegas: Oikos (casa) y Logos (estudio). La disciplina surge a raíz de las investigaciones del biólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919).

En esta línea de pensamiento nada más conmovedor, y no tiene nada que ver con nuestros tiempos inmediatos, que las opiniones formuladas por el Jefe Indio Seatle, cuando, ante la oferta de Franklin Pierce, elegido Presidente de los Estados Unidos de América en el año 1853, para comprar un lote de tierra propiedad de los pieles rojas, su jefe Seatle responde lo siguiente al Gran Jefe Blanco:

"¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra. Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas ¿cómo podrán ustedes comprarlos…? somos parte de la tierra y asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia."

Más contemporáneamente, Ignacio Ramonet sentencia:

"La globalización es también el saqueo de la naturaleza, el pillaje planetario, las grandes empresas privadas depredan el medio ambiente utilizando herramientas desmesuradas, esquilman las riquezas naturales que son el bien común de la humanidad, y lo hacen sin escrúpulos y sin freno". (21)

Fruto de una permanente e indiscriminada actividad depredadora sobre el ambiente, sobre los recursos naturales, en general, desde hace más de treinta años, diferentes, organizaciones no gubernamentales, organismos multilaterales ad-hoc, han venido celebrando acuerdos, firmando manifiestos, evidenciando, en fin, el deterioro que, en diversos grados y circunstancias, ha venido sufriendo el planeta tierra. En este orden de ideas, el Fondo Mundial para la Naturaleza ( W.W.F., por sus iniciales en inglés) denunció que la especie humana está usando la tierra un 30% más de lo que el planeta puede soportar sin sufrir serios prejuicios.

En el Living Planet Report (Informe del Planeta Viviente) que evalúa la situación del ambiente en el mundo, el organismo destaca que el tipo de civilización predominante está obligando al planeta a trabajar mucho más allá de su capacidad y que los resultados son la deforestación, el cambio climático y la disminución de los recursos pesqueros.

Atendiendo a estas innegables realidades, se ha acuñado así la noción de desarrollo sostenible, sobre el que parece existir un consenso mundial generalizado. Kennedy Graham en su interesante compilación The Planetary Interest, propone cinco ideas básicas para concretar efectivamente el interés planetario. En este sentido, afirma:

  • Hay que entender que el mundo se encuentra en un estado de transición hacia una nueva era en la que los Estados-nación están obligados a confrontar problemas de carácter global.

  • Algunos de estos problemas están amenazando la viabilidad e integridad del planeta, y poniendo en peligro el bienestar de la humanidad y el de las otras especies.

  • Se requiere un pleno entendimiento de las limitaciones de las normas e instituciones políticas contemporáneas, basadas en el concepto tradicional de soberanía nacional, para el manejo de los problemas globales.

  • Nuevos conceptos y métodos de tomas de decisiones son necesarios para enfrentar con éxito los retos del siglo XXI.

  • El interés planetario debe centrarse en la supervivencia y viabilidad de la humanidad, el esfuerzo para mantener la integridad física del planeta, y la protección de su sistema ecológico y la biosfera de cambios antropogénicos.(22)

Para el llamado movimiento ecologista, lo fundamental radica en:

"Mantener el volumen de extracción humana y emisiones en estrecho balance con las capacidades regenerativas de la naturaleza."(23)

De esta forma, un desarrollo sostenible que incluya una clara visión ecológica y un confirmado interés por la preservación del ambiente, es visto como uno de los desafíos más significativos de la Globalización. Cuatro son los desastres ecológicos que, a veces con poca justicia, le son achacados exclusivamente a la Globalización.

A. El cambio climático.

Existe absoluta conciencia de que el planeta se ha venido calentando en los últimos siglos; no existe, empero, unanimidad entre la comunidad científica para establecer una relación directa y proporcional entre el efecto invernadero y el calentamiento mundial.

En efecto, los protectores del medio ambiente afirman que éste se está transformando de forma inequívoca por efecto de los gases invernadero y que será inevitable un aumento gradual de la temperatura del planeta, con sus consiguientes secuelas de daños y catástrofes. Por el contrario, científicos más escépticos y los propulsores del "laissez faire" en materia económica, sostienen que no puede, ni debe, limitarse el crecimiento productivo y no están de acuerdo con la injerencia de los gobiernos o de las dependencias técnicas de las Naciones Unidas en el establecimiento de normas o acuerdos que perturben la manera de hacer negocios y la forma en que viven los individuos.

Sin embargo, a pesar de estos puntos de vista disímiles y encontrados, existe conciencia acerca de que:

"Los cambios progresivos del clima planetario que ocasionarían las crecientes emisiones de gases provenientes de la mayoría de las actividades industriales, agrícolas y domésticas, es uno de los retos más importantes que deberá afrontar la humanidad en el transcurso de las próximas décadas. La alteración de los procesos que tienen lugar en la atmósfera para disipar y absorber la energía calórica, por la presencia de los gases emitidos, puede conducir a un incremento de la temperatura media mundial del planeta en el siglo XXI. Como consecuencia se producirán extensas inundaciones por la elevación del nivel del mar, sequías y deterioro de suelos fértiles que ocasionarían la pérdida de productividad de ciertos cultivos, así como variaciones en el equilibrio de numerosos ecosistemas, cuya magnitud es difícil de anticipar."(24)

Los principales causantes de este efecto invernadero son variados. En efecto, el experto ambientalista Juan Carlos Sánchez continúa explicando: el gas de efecto invernadero de mayor abundancia e influencia en el clima es el vapor de agua presente en la atmósfera, producto del equilibrio natural existente entre la evaporación del agua en el planeta y las lluvias. A diferencia del vapor de agua, los otros gases de invernadero tienden a acumularse en la atmósfera. Este es el caso del CO2 o dióxido de carbono que representa, aproximadamente, un 0,03% del volumen atmosférico. Además del CO2, el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), los clorofluorocarbonos (CFCs) y otros gases sintéticos utilizados por algunas industrias, también contribuyen al efecto invernadero. Esta serie de gases, aunque se emiten en menor proporción que el CO2, tienen mayor capacidad para irradiar calor y, por tanto, también deben tomarse en cuenta en la evaluación del problema.

Existe plena conciencia de la utilidad y conveniencia de la existencia de estos gases invernaderos, éstos ayudan a que la tierra mantenga temperaturas adecuadas para la vida en todas sus manifestaciones. De no ser así, los ecosistemas y la vida no podrían subsistir, ya que sin esos denominados gases invernaderos, la superficie del planeta tendría una temperatura 30°C más fría y seria, en consecuencia, un planeta desierto y sin vida. Por otra parte, diversos estudios científicos, realizados en Estados Unidos de América y en el Reino Unido, indican que el planeta se ha calentado en 0,6 grados en el último siglo. Se calcula que para el año 2050, la temperatura habrá aumentado de 0,9 a 2,6 grados centígrados y en el 2080 de 1,2 a 3,9 grados. La temperatura media de la Tierra crecerá durante el siglo XXI entre uno y 3,5 grados centígrados, lo que supondrá el mayor cambio climático ocurrido en los últimos 10.000 años. En ese mismo estudio de las Naciones Unidas se comenta que, en el siglo XXI, el nivel de los océanos aumentará entre quince y noventa y cinco centímetros, en parte debido a la destrucción de glaciares, lo que causaría inundaciones sin parangón.

Estudios realizados en centros de investigación y análisis climáticos llaman la atención, en especial, sobre algunos de estos gases, cuyo incremento viene afectando el clima e incidiendo sobre el efecto invernadero:

  • El dióxido de carbono (CO2) es esencial para la mayoría de los seres vivos. El petróleo, el carbón y el gas natural son, entre otras, formas fosilizadas de carbono; cuando estas sustancias se utilizan con fines energéticos, como combustible, liberan CO2 al aire. Estas emisiones, unidas a otras de carácter natural y a la deforestación, han venido alterando el llamado ciclo del carbono. Como bien lo expresan los estudiosos de este fenómeno, refiriéndose, en especial, a los combustibles energéticos:

"Los combustibles energéticos se utilizan para generar energía eléctrica, fabricar combustibles automotores y elaborar un sin número de productos de amplio consumo. Actualmente, el 88% de la energía consumida proviene de productos fósiles. Desde mediados del siglo pasado hasta el presente, la quema de estos combustibles ha arrojado al aire alrededor de 170.000 millones de toneladas de carbono. Hoy en día, se añaden unas 6.000 millones de toneladas diariamente a una tonelada de carbón por persona. Si las cosas continúan así, para el año 2010, los combustibles fósiles podrían agregar unos 10.000 millones de toneladas de carbono a la atmósfera."(25)

En lo referente a la deforestación, es conveniente recordar que en la Edad Media, los siervos de la gleba desbrozaban bosques con el fin de obtener terrenos cultivables y aumentar la productividad del trabajo agrícola. Sin embargo, en épocas más recientes, la industria y el crecimiento de las ciudades fue incorporando, mediante la quema y la tala indiscriminada, ingentes zonas plantadas de árboles y arbustos a las ciudades y a los cultivos intensivos. Los analistas ecológicos calculan:

"… que los árboles, los arbustos y el suelo del planeta contienen aproximadamente 2 billones de toneladas de carbono… La deforestación y los incendios de vegetación ocasionan que el carbono contenido en la plantas se libere al aire en forma de dióxido de carbono… no se sabe con certeza cuánto CO2 penetra en la atmósfera como resultado de la deforestación, pero se estima que puede representar entre 20 o 25% de las emisiones de dióxido de carbono por actividades humanas."(26)

Afortunadamente, de acuerdo con los mismos expertos, el océano juega un papel fundamental en el equilibrio del CO2 porque absorbe y emite grandes cantidades de este gas al aire.

  • El metano (CH), de acuerdo con las investigaciones realizadas por la NASA, el metano atmosférico puede haber aumentado hasta en un 40% en las últimas cuatro décadas. El metano proviene de muchas fuentes: es venteado al aire en los campos de producción de petróleo y de gas, e igualmente en las minas de carbón; las bacterias anaeróbicas y las que crecen en el estómago de los animales de pasto también contribuyen con las emisiones de gas metano a la atmósfera.

  • Cloroflurocarburos (CFCs), son los llamados gases freón, es decir, sustancias sintéticas utilizadas como fluidos enfriadores o refrigerantes de aire acondicionado y neveras, como propelente de aerosoles, solventes y agentes para material plástico. Hay menos abundancia de CFCs en la atmósfera en comparación con el CO2, pero aquellos tienen una capacidad para irradiar calor 10.000 veces más alta que el CO2, y pueden permanecer mucho más tiempo en la atmósfera. Tienen igualmente la capacidad para ascender hasta la estratosfera y deteriorar la capa de ozono.

  • Óxido Nitroso (N2O), proviene de la utilización intensiva creciente de fertilizantes químicos; luego que éstos se mezclan con el suelo se convierten en óxido nitroso y se difunden en el ambiente. La quema de combustibles fósiles también es responsable de las emisiones de este óxido.

En el presente gráfico se muestran, las cifras sobre países con mayor nivel de emisiones netas de gases invernadero, para la fecha tomada en cuenta en el Protocolo de Kyoto.

GASES INVERNADERO

País

Rango

CO2

CH4

CFC

Total

% del

total

EEUU

1

540.000

130.000

350.000

1.000.000

17,6

URSS

2

450.000

60.000

180.000

690.000

12,0

Brasil

3

560.000

28.000

16.000

610.000

10,5

China

4

260.000

90.000

32.000

380.000

6,6

India

5

130.000

98.000

700

230.000

3,9

Japón

6

110.000

12.000

100.000

220.000

3,9

R.F.A.

7

79.000

8.000

75.000

160.000

2,8

Reino Unido

8

69.000

14.000

71.000

150.000

2,7

Indonesia

9

110.000

19.000

9.500

140.000

2,4

Francia

10

41.000

13.000

69.000

120.000

2,1

Italia

11

45.000

5.000

71.000

120.000

2,1

Canadá

12

48.000

30.000

36.000

120.000

2,0

México

13

49.000

20.000

9.100

78.000

1,4

Birmania

14

68.000

9.000

0

77.000

1,3

Polonia

15

56.000

7.400

13.000

76.000

1,3

Partes: 1, 2, 3, 4
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