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Gustavo Adolfo Ruiz, un Maestro ejemplar (página 2)


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En efecto, bajo sus auspicios y recomendaciones, el gobierno trae a expertos latinoamericanos, entre estos a la histórica "Misión Chilena", cuya influencia se hace evidente en los cambios que propicia: se establecen las escuelas experimentales, rurales y urbanas; creación de los liceos e instalación de las escuelas graduadas en el país; la reorganización de institutos, museos y bibliotecas; inauguración de los Museos de Ciencias y de Bellas Artes en Caracas; la creación e inauguración del Instituto Pedagógico Nacional, como institución de formación pedagógica a nivel superior, hecho éste para impulsar por sí solo la educación nacional; se promueven y promulgan nuevos programas de estudios; se establecen políticas de mejoramiento del personal docente no titulado mediante Centros de Colaboración Pedagógica, cursillos y recursos diversos; se creó una oficina de Educación Física en el Ministerio de Educación Nacional, destinada al fomento de esta área; se impulsó la construcción de locales escolares como sitios destinados exclusivamente para uso docente y adaptados a las nuevas realidades pedagógicas, etc. [39]

El profesor Gustavo Adolfo Ruiz nos habló de sus recuerdos al respecto:

En la Misión Pedagógica Chilena vino gente muy preparada y conocedora de todo, desde la Primaria hasta la Universidad; por ejemplo, Gregorio González, quien luego fue rector de la Universidad de Chile. Vinieron pintores, aquí estuvo Armando Lira, pintor, quien dirigió la Escuela de Artes Plásticas; aquí estuvo uno que transformó los estudios de Física en el Pedagógico e incluso en la Universidad: Humberto Parodi. Mientras tanto la Universidad estaba adormecida, aunque los estudiantes universitarios jugaran un importante papel. [40]

El profesor Humberto Parodi que recordó nuestro biografiado, había egresado del pedagógico de Chile y fue miembro de la primera misión chilena llegada al país. Se quedó en Venezuela ejerciendo la cátedra de Física en el Instituto Pedagógico de Caracas por varios años. Fue director de este en dos oportunidades. [41]Al referirse a la aparente inercia de la universidad que él había notado, el profesor G.A. Ruiz, se explicó con estas palabras:

La Universidad como institución siempre es dura para las novedades; aunque ahora, por supuesto, es más permeable; pero todavía en esa época era muy dura. Naturalmente, sí hubo individuos que la impulsaron y la universidad finalmente tuvo que sacudirse; pero todavía tenía mucho de lo tradicional ¡parece que la universidad siempre se apega a esa tradición para dar un paso! Como demostración de esto, hay una verdad histórica incontrovertible, notable: En Latinoamérica, la transformación de la Universidad parte de 1918 con el "movimiento de Córdoba", donde se plantean como requisitos, la autonomía universitaria, los derechos de los estudiantes, la calidad académica de los profesores, etcétera. Ahora bien, yo tengo por allí un documento muy importante donde se señala que para el año 1936, un año después de la muerte de Gómez y bajo el gobierno de López Contreras, la Federación de Estudiantes plantea todavía el mismo plan contemplado en el Programa de Córdoba, lo que quiere decir que esa fecha todavía estaba vigente y servía de modelo. Todavía ocurre que sigue teniendo vigencia y han pasado setenta años. Por ejemplo, la autonomía universitaria se viene a lograr en 1958. ¡Del 36 al 58! [42]

Los cinco años del gobierno de López Contreras, sumido, como se ha dicho, en algunas contradicciones, sirvieron como período de transición hacia una Venezuela moderna, tanto desde el punto de vista político como económico, cultural, científico. Se advierte el ingreso al país de las ideas hasta entonces imperantes en las distintas áreas del conocimiento. En la educación, la renovación se pone de manifiesto en varios logros; pero fundamentalmente en la organización gremial de los docentes y la auto-preparación de éstos. En este sentido merece especial mención la labor desempeñada por la Federación Venezolana de Maestros y otras agrupaciones gremiales ligadas a la ciencia y la cultura.

Dos son los objetivos que se propone la Federación Venezolana de Maestros: En primer lugar, la renovación pedagógica, dirigida a actualizar la escuela venezolana con los principios pedagógicos más modernos, lo cual permitió la puesta en práctica de la metodología de la Escuela Nueva; y en segundo lugar, una campaña vindicativa de la situación económica que vivía entonces el magisterio nacional. La primera convención nacional del magisterio, celebrada en Caracas en 1936, marcó el inicio de una lucha encaminada al logro de ambos objetivos.

La Convención ha demostrado en su cruzada la realidad educacional venezolana, con su ochenta y uno por ciento de analfabetas, con sus escuelas sin luz y sin asientos, con sus maestros mal pagados, con sus niños enfermos y depauperados por la miseria, para despertar el interés colectivo, para llamar la atención de todos y para estimular la franca colaboración de los hombres patriotas y honrados en la resolución de nuestro atraso, pues éste (sic) no es obra que pueda realizar el Estado solo, ya que éste no es lo suficientemente rico para emprender esta tarea, no obstante que pudiesen estar sus dirigentes animados de las mejores intenciones. Esto no quiere decir que en un futuro no muy lejano, el año que viene tal vez, el Estado haya de dedicar para el fomento de la educación el veinticinco por ciento, cuando menos, del presupuesto nacional de gastos, desbordando la escuela por los campos, por los poblados, creando así la Venezuela que soñamos los maestros, en una escuela rica en elementos para niños pobres, la escuela de donde salgan los hombres capacitados para la explotación de nuestras riquezas, la escuela que mejorará la raza y que defenderá al niño de los múltiples enemigos que, agazapados tienden a destruirlo o inutilizarlo para toda actuación social.[43]

Estas palabras muestran tanto el grado de atraso de nuestra escuela al término del período gomecista, como el espíritu que animaba a los fundadores de la Federación Venezolana de Maestros de entonces, y a los docentes en general. La Federación fue factor primordial en el desarrollo de una política educativa diferente, traducida en la Ley de Educación de 1940; y al mismo tiempo puso al alcance de sus afiliados los últimos adelantos pedagógicos por medio de talleres, cursos, publicaciones y distribución de literatura pedagógica que, traducida al castellano, circulaba dese hacía algunos años en otros países latinoamericanos.

Gustavo Adolfo Ruíz aprovechó al máximo aquella coyuntura histórica, no sólo para formarse, sino también para hacerse protagonista en las luchas gremiales. Al respecto, nos dijo:

Hay dos educadores criollos tan importantes como los que vinieron en la misión chilena. Ellos son: Luís Padrino y Luís Beltrán Prieto Figueroa. Yo estuve cerca de ambos. Con Prieto estuve en la FVM, incluso cuando él era Presidente de la Federación en el Consejo Directivo Nacional, yo era Secretario del Consejo Ejecutivo Nacional. También estuve en la sección Caracas. Ahora bien, Prieto fue un maestro traducido en político para luchar por el maestro y la educación en función política; mientras que Padrino se quedó en lo técnico y lo teórico del magisterio, aunque fue compañero de luchas con Prieto en esa misma época. Murió relativamente joven y tal vez por esta circunstancia nos hemos perdido de lo que pudo ser la gran producción teórica del magisterio nacional. Porque Padrino era del tipo de personas que anima a saber, a estudiar, a leer. Influyó en mí mucho, porque fui su alumno en la Escuela Primaria, maestro siendo él Director y Supervisor estando él como Director de Educación Primaria [del Ministerio]. Por esto tuve mucho contacto con él, por la vía del magisterio y de la agrupación gremial; siempre me tocó ligarme con lo mejor de cada época: la gente pensadora, más trabajadora. El año 1936, Padrino es enviado a México. Allá se preparó en Educación Rural, de manera que fue el iniciador de ésta apenas regresó al país; también fue un impulsor de la Escuela Activa como teoría general. Por cierto que de allá regresó no sólo con libros sobre educación rural para losa maestros, sino con textos para los niños. Padrino fue de la gente que hizo bastante por la educación nacional, pero que escribió muy poco. En su caso, su vida fue relativamente corta y no tuvo tiempo para producir, como sí lo ha hecho Prieto. [44]

Gustavo Adolfo Ruíz muestra un rasgo muy particular de su carácter cuando al recordar esos años efectúa un balance histórico objetivo y no exento de profundo sentido de los valores humanos. No sólo es justo al referirse al Maestro Luís Padrino, sino que hace lo propio con el Maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa, personaje importante no solamente en estos días (1989), sino en aquellos épicos inicios de la FVM y del movimiento revolucionario que ocurrió entonces:

Padrino y prieto estuvieron juntos desde el año 1932 en la lucha gremial, cuando fundaron la Federación de Maestros de Instrucción Primaria, la cual en 1936 se transformó en Federación Venezolana de Maestros. Prieto ha tenido tiempo para muchas cosas, para escribir y concretar el gran personaje que es; porque últimamente ha logrado escribir versos y lo ha llevado a la Academia Nacional de la Lengua. Prieto es múltiple, y claro, tiene la gran aula que es muy merecida: la atención de todos porque es un gran ciudadano, es un hombre íntegro, disciplinado. Él sigue compartiendo su pensamiento progresista con el país, ya no simplemente una posición política determinada, sino lo que es bueno y justo para el país, y siempre manteniendo criterios educativos. Prieto tiene más de ochenta años y no sólo mantiene plena su lucidez, sino su actualización en cada intervención pública, está al día en lo que escribe y todo lo que escribe es sensato, orientador. Afortunadamente, tirios y troyanos le han reconocido su valor; aún siendo este un país destructor, que acaba con la gente. [45]

En 1936, Luis Beltrán Prieto Figueroa presentó al Senado de la República un proyecto de Ley Orgánica de Educación Nacional que no fue cristalizado; así mismo, en 1939, fue presentado otro proyecto de Ley por el doctor Enrique Tejera, Ministro de Educación para la fecha. Ninguno de esos dos proyectos fue aprobado. La agitación política de aquellos años y la carencia de definiciones progresistas en el seno del Gobierno, pueden ser consideradas como causas de las discusiones apasionadas de estos proyectos, finalmente rechazados.

Una vez estabilizado el clima político, el año 1940 es aprobado el proyecto de Ley de Educación Nacional, presentado ante el Parlamento por el Ministro del Despacho, doctor Arturo Uslar Pietri. Para este momento, se tiene claramente definida una filosofía educativa, y se busca formar mediante la educación a hombres de recia disciplina moral y social,

[…] hombres de capacidad técnica para el trabajo y la producción, contra el empirismo, la improvisación y el escaso rendimiento; […] hombres con un claro sentido de sus deberes para con la patria […] capaces de sacar adelante la empresa de crear un gran país […] Venezuela.[46]

Mientras ocurren estas cosas, Gustavo Adolfo Ruíz ha pasado de la Escuela Federal "Carlos Borges" a una escuela que, según dijo, "tuvo muchos nombres", se le llamó "José Ignacio Cardozo", "5 de julio", "República de Paraguay"… Esta escuela no era del grupo de los establecimientos denominados con nombres de repúblicas latinoamericanas por decisión del Congreso Internacional de Educación de la época, llevada a cabo por el Dr. Rafael Vegas como Ministro del ramo. Se le llamó con el último nombre antes de que se aprobara dicho programa. En ella actuó como director Luis Padrino y trabajó como docente Gustavo Adolfo Ruíz.

Padrino fue sustituido por un maestro de apellido Torrealba. El año 1936 recibe Gustavo Adolfo Ruíz su primer ascenso. Había estado intentando sin resultados que lo nombraran director de la Escuela "Pedro Manuel Ruiz", así denominada en honor a su padre. Asegura que fue uno de los dos ascensos que buscó y que no obtuvo. En cambio, sobre su primer ascenso nos relató lo siguiente:

El maestro Torrealba se había graduado en la Normal, por supuesto, unos años antes que yo. Un día leí que Torrealba había sido nombrado supervisor, creo que en el estado Sucre. Ese día ´El llegó a la escuela más tarde, como a las nueve y media de la mañana; y yo le dije: "Caramba, bachiller Torrealba, lo felicito; vi en el periódico que va usted de supervisor para el estado Sucre" Entonces, él me respondió: "Muchas gracias, y yo lo felicito a usted, porque usted es el que se queda aquí por mí. Yo lo propuse y lo aceptaron". Ese fue mi primer ascenso. No lo busqué, sencillamente me lo dieron.[47]

Las condiciones de las escuelas han cambiado mucho con la promulgación de la nueva Ley de Educación del año 1940, cuya aspiración fundamental era " levantar progresivamente el nivel espiritual y material de la nación venezolana, adiestrar a los venezolanos para el desarrollo de su capacidad de producción intelectual y técnica y fortalecer los sentimientos de cooperación y solidaridad nacional"[48] Esta orientación de la educación es la base de la divulgación de la escuela rural: la primaria rural forma alumnos para la vida del campo, a los cuales se le dan nociones de veterinaria, pequeñas industrias derivadas de la agricultura y la ganadería; además de materias que son comunes con la primaria urbana, como lenguaje, matemática, geografía e historia de Venezuela, educación moral y cívica, ciencias de la naturaleza, higiene y educación física, educación manual y estética. En las urbanas, las materias que sustituyen las rurales son música y canto, trabajos manuales y dibujo.

Aparecen escuelas en el campo, se crea la Escuela Normal Rural de El Mácaro, estado Aragua y el Servicio de Educación Rural del Ministerio de Educación. La Educación secundaria es dividida en dos ciclos: uno de la cultura general y otro con la mira puesta en las especializaciones universitarias en ciencias físicas y matemáticas, ciencias biológicas o filosofía y letras.

La Escuela Normal debe ser cursada en cuatro años y es clasificada en Urbana y Rural, con pensa distintos según el medio. Funcionaban las normales oficiales en Caracas, Cumaná y San Cristóbal, que eran federales; y las del Zulia y Yaracuy, que dependían de los estados. Abundan las normales privadas; y la Federación venezolana de Maestros y el Despacho mismo de Educación. Propician cursos y talleres de perfeccionamiento docente. Recordando la labor de la FVM en este aspecto, Gustavo Adolfo Ruíz, a la sazón miembro directivo de esa institución, nos relata: "Cuando la Federación se reunía, al lado de la Asamblea, había un curso para docentes; cada convención tenía talleres paralelos para los maestros: esa labor fue un aporte sumamente importante para la renovación educativa del país."[49]

El interés por la educación pareció extenderse a todos los estratos de la población venezolana; aunque en lo relativo a la extensión las condiciones no estaban dadas para el crecimiento educativo que el país necesitaba.

El gobierno de Eleazar López Contreras fue sucedido por el encabezado por otro militar, el general Isaías Medina Angarita, para el período comprendido entre 1941-1946. Casi todos están de acuerdo al enfocar el gobierno de este presidente en decir que éste dirigió reformas en todo orden de la administración pública y en la política, y que estas le dieron una gran popularidad, puesto que las acompañó con una actitud personal democrática, aunque era militar. Según Guillermo Morón "La prosperidad y la libertad caracterizan al país durante su gobierno"[50]

Esta popularidad dio la base al Presidente Medina para tener un acercamiento con la población y para hablarle al país en otro tono:

Mi gobierno cree merecer la confianza popular de que disfruta. No son vagas promesas ni fugaces palabras lo que traigo ante vosotros. Hablo como jefe de un Gobierno cuya autoridad moral se asienta sobre hechos y sobre experiencias cumplidas, de un Gobierno que tiene derecho de que se le crea, porque no ha ocultado la verdad, porque nunca ha prometido lo que no podía o no quería cumplir, porque nunca ha sorprendido la voluntad del pueblo con el halago de doradas mentiras y de utópicas tentaciones. Es una realidad de vuestro diario existir que estáis viviendo con libertad, con dignidad, con respeto, […] cada día más obreros viven en limpias casas higiénicas; […] cada día hay más dispensarios, más hospitales, más servicios técnicos de orientación, de ayuda, y de cooperación social; cada día a mayor número de hombres se extienden los beneficios de la justicia social, y por último, cada día más las puertas de las escuelas se abren a mayor número de niños venezolanos, para ofrecerles sin reservas tosas las posibilidades y todas las oportunidades que a sus hijo garantiza la santa igualdad de Venezuela.[51]

En efecto, para el período de gobierno de Medina, en la opinión de Salcedo Bastardo, "… la nueva ley rinde sus primeros frutos. Aumentan las cifras absolutas y relativas de escuelas, liceos, alumnos, maestros, etc. El Ministro Rafael Vegas dirige la acción, plena, de valiosas y distintas ideas".[52] Y mientras el progreso de la educación se siente en derredor, Gustavo Adolfo Ruíz se mantiene activo como docente y como gremialista. Asi nos lo cuenta:

Estando en la Escuela "República de Paraguay" pasé como Director a la Escuela Federal "Manuel Medina Echeandía" en San José. Tenía como dos años allí cuando un día llamaron por teléfono: "Que pase esta tarde a las cuatro por el Ministerio de Educación".[53]

En esos días había sido nombrado como Ministro de Educación el Dr. Rafael Vegas, que tan hondas y significativas huellas ha dejado en la educación venezolana. Gustavo Adolfo Ruíz se permite bromear un poco comentando aquella llamada telefónica, mientras le da un giro anecdótico a su relato:

¡Cónchale, qué lavativa! ¿Qué hice? Repasé todas mis cuestiones, por si acaso. ¡Guillo! ¡Yo estoy bien! Entonces, ¿para qué quieren que vaya yo al Ministerio? El Director de Primaria no era muy conocido mío, se trataba de una persona ya bastante mayor de edad: Hipólito Cisneros. No era de nuestra generación de maestros. Cuando llegué al Ministerio, fui directamente a la Dirección de Primaria, que era de donde me habían llamado. Me dijeron: "No, de aquí nadie te ha llamado. Déjame averiguarlo". "Ah, no; es de la Dirección de Gabinete que te llaman". Entonces empecé yo a temblar… Una Dirección General en la época actual sería el despacho del viceministro. Y peor me puse cuando fui a hablar con el Director de Gabinete, que era un zuliano escritor, Rafael Yépez Trujillo. A ese sí que no lo conocía nadie. Cuando hablé con él, me dijo: "No, si quien quiere hablar con Usted es el Ministro…" "Cónchale, pensé, la cosa fue gruesa, porque hasta el Ministro…" Esto será un chisme, quién sabe qué será, pues. ¿Qué he hecho yo para…? En fin, cuando pasé a hablar, el Ministro era Rafael Vegas: largo, un hombre de hablar muy suave, muy fino, y empieza a conversar. Me dice que ha entrado al Ministerio hace poco, que quiere hacer cierta labor, pero que quiere llevarla cabo con gente joven. Que se propone incorporar a un grupo de jóvenes como equipo para trabajar, que él ha hablado con mucha gente y que entre los que le han mencionado como buen profesional, estoy yo. Y me empieza a explicar que él quiere que yo vaya al interior, que le complacería que yo lo acompañara en la brega, que yo aceptara y tal… Pero yo ni pestañeé y le dije que sí, cómo no, pero que no me habían dicho para dónde ni qué iba yo a hacer. Me lo explicó entonces, claro, vinieron las excusas naturales. "Mire, yo no sé hacer eso…" "Comience con lo que usted pueda hacer". "Si es lo que yo pueda hacer, imagínese…" "Vea y analice unos informes de inspectores, vaya observando lo que se gana si se hacen las cosas con buen sentido…" Finalmente, me dijo: "Quiero que vaya para el estado Portuguesa" Yo debo haber puesto la cara muy fea; yo nunca había estado allí. Me explicó: "Esa asignación tiene una razón: el estado Portuguesa es pequeño. Es bueno que empiece por lo chiquito, para que tenga un entrenamiento. Allí estaba Héctor Zamora, quien va para Falcón; el ha encaminado algunas cosas." Finalmente yo le dije que sí, que estaba dispuesto y que aceptaba. Pero le hice una solicitud: "Mire, doctor, no me olvide allá…" "No se preocupe", me aseguró.[54]

Este fue el primer viaje como docente efectuado al interior del país, como Inspector Técnico del Estado Portuguesa. Algunos rezagos del clima insalubre del gomecismo estaban en la memoria del maestro Gustavo Adolfo Ruíz:

Portuguesa estaba saliendo entonces del paludismo, pero al mismo tiempo estaba comenzando lo que hoy es el granero del país: Turén, la explotación de la madera. En esa época todavía no había llegado el DDT, y se combatía el estancamiento de las aguas palúdicas con el drenaje, la canalización. Pero allí me inicié yo con el cargo de Inspector Técnico, con las funciones similares a las que tiene hoy un supervisor. Estando allí, efectivamente Vegas no me olvidó. A los pocos meses, recibí un telegrama: "Ha sido usted nombrado Inspector Técnico de la Octava Zona Escolar, Estado Falcón. Pase a tomar posesión". Pasé entonces a Falcón. Estaba soltero y tenía entonces 22 ó 23 año; era el año 1942.[55]

Esto quiere decir que el profesor Gustavo Adolfo Ruíz, en su cargo de Inspector Técnico del Ministerio de Educación en estos dos estados, fue protagonista del auge educativo auspiciado por el Dr. Rafael Vegas, entre cuyas principales realizaciones hay que mencionar: el impulso renovador que abarcó todo el sistema, desde primaria hasta la universidad; la construcción de los 27 grupos escolares a los cuales se les denominó con los nombres de repúblicas latinoamericanas en concordancia con los lineamientos de un Congreso Magisterial de estos países; también se construyó la Escuela Normal "Miguel Antonio Caro" y las primeras edificaciones de la Ciudad Universitaria. Por otra parte, se atendieron las reivindicaciones básicas de los educadores con respecto al escalafón, se trabajó en programas conjuntos con los maestros, con las organizaciones de bienestar estudiantil de las universidades.

Por supuesto, tal política educativa tiene una clara inspiración progresista. Medina Angarita ha enarbolado banderas reformistas que le permiten alcanzar un consenso político favorable y la toma de decisiones con respecto a la política petrolera y a otros asuntos económicos que le permitieron al Estado un control verdadero y se asegura una importante participación en los beneficios de la renta petrolera, industria ésta que estaba en manos de empresas extranjeras y comercializaban el producto en el marco de los intereses que se derivaban de la guerra europea. Con el resultado de las negociaciones con las compañías petroleras aumentan las participaciones fiscales del país. Estos ingresos, aunque todavía bajos en relación con los grandes beneficios que obtienen las empresas, permiten al gobierno la realización de su obra en condiciones relativamente favorables.

Estando en el estado Falcón –recuerda G.A. Ruíz-, recibí otro telegrama, donde se me notificaba que había sido transferido desde Falcón al estado Lara. Para entonces tenía yo bastante experiencia, así que en Lara hice u trabajo muy bueno; principalmente porque el magisterio de Lara era colaborador, muy trabajador, muy orgulloso de esa condición de Maestro. Sí, así como en los Estados Unidos hay la costumbre de decir que Massachusetts es lo mejor, los maestros de Lara eran una excepción para ellos mismos; pero ese orgullo lo sustentaban con trabajo y la competencia no era sino en relación con su trabajo.[56]

El Gustavo Adolfo Ruíz confiesa que para él era un reto trabajar en Lara., porque así como eran exigentes consigo mismos, los docentes de Lara eran demandantes de excelencia en sus superiores y habían protestado a muchos no cónsonos con sus niveles de requerimientos.

Tuve que ser líder entre líderes –confiesa G.A.R., agregando con orgullo-: Tuve allí muy buena época. Por ejemplo, estando en Lara, pasó a ser Directora de Educación del Estado, Nelly Agudo Freites, que era muy amiga mía y del general José Rafael Gabaldón, gobernador del estado en esos días ; y Colomine era presidente de la Federación Venezolana de Maestros en Lara, y también era muy amigo nuestro. Es decir, nosotros tuvimos en nuestras manos el gobierno del estado en el aspecto educativo, gremial y profesionalmente hablando. Llegamos a hacer grandes cosas. Por ejemplo, una vez, para celebrar el día del Maestro, un quince de enero, a alguien se le ocurrió hacer un acto de calle. Solicitamos una plaza al Concejo Municipal con este fin; estaba presidido por Carlos Felice Cardot en el Distrito Irribarren. La intención fue el fundar una plaza con el nombre y el busto de Egidio Montesinos. Un escultor amigo nos prometió vaciar gratuitamente el busto en granito, tomando el modelo que ya existía en otra ciudad; a la cual se le pidió permiso para esto. Por supuesto, todavía se requerían fondos, especialmente para el pedestal del busto. En diciembre, cuando los maestros iban a cobrar el aguinaldo, se decidió comunicarles los planes y colocar una lista en el lugar de pago, donde, voluntariamente, el que quería se anotara como contribuyente en la campaña, con un mínimo de veinte bolívares, como contribución para la conmemoración del "día del Maestro". Naturalmente, también solicitamos apoyo del Gobernador y del Concejo Municipal. Lo cierto es que el quince de enero pudimos estar todos presentes en la plaza, develando el busto de Egidio Montesinos. Esto sirve para demostrar cómo era de unido, entusiasta y activo el magisterio de Lara, la clase de cosas que podían lograrse con voluntad de trabajo.

La idea de los maestros de Lara al tomar el modelo del busto de Montesinos ya existente en la ciudad de El Tocuyo (a la cual se le pidió permiso para tomar el formato del vaciado), era tener en Barquisimeto, la capital del estado, una plaza con el busto y el nombre der un egregio maestro de Lara. Encomiable idea que mostraba ante la comunidad la cohesión gremial y profesional, y sin dudas testimoniaba también la posición de liderazgo del docente de aquellos días. G.A.R. comenta. "Esas iniciativas se apoyaban sin cortapisas de ninguna clase".

Corría el año 1945 cuando, en el mes de agosto, Gustavo Adolfo Ruíz se apersonó en el Ministerio de Educación Nacional, a entregar los proyectos organizativos de la educación federal en el estado Lara, donde ejercía el cargo de Inspector Técnico de Zona, y bajo cuya responsabilidad estaba el manejo y supervisión de las Juntas de Inspección, los Comisarios Escolares y comisarios especiales de aquella entidad.[57] GAR nos recuerda sub visita de aquellos días:

Aquí estaba el maestro Luis Padrino de Director de Educación Primaria y Normal. Cuando nos entrevistamos, me preguntó: "¿Tú te quieres quedar en Caracas?" "Yo no tengo ningún problema, chico –le dije- Yo estoy bien allá, pero si me vengo para Caracas, pues, mejor. ¿Y qué sería aquí en Caracas?" Acababan de inaugurar el año anterior los primeros "grupos escolares" que construyó Medina y estaba todavía de Ministro el Doctor Rafael Vegas. Esos grupos escolares el gobierno los tenía en muy alta estima entonces y eran el "República de Ecuador" en San Martín y el "República de Bolivia" en La Pastora, que habían sido los primeros del plan de construcción del gobierno, luego hicieron la [Escuela] "Miguel Antonio Caro" y un grupo escolar en cada capital de estado. Eran construcciones muy amplias, con criterio de futuro, tenían viviendas para el Director y el Subdirector. En fin, me ofrecieron el "República de Bolivia". Yo tenía un año de casado y la oferta significaba venirme para Caracas con casa. Cuando acepté, por supuesto, primero debí ir a Barquisimeto a entregar el cargo allá. Para entonces, tenía más de tres años en Lara y la despedida mía de allá, fue, por supuesto, motivo de sancocho. ¡No querían que me viniera! ¡Aquellos colegas me obsequiaron, me agasajaron… total que yo me fui quedando…! Mi esposa estaba para dar a luz y el día que yo me vine dio a luz en la mañana y yo llegué [de Lara] en la noche. Por supuesto, ella estaba [tan enojada] que ¡bueno! –el profesor ríe con el recuerdo- ¡y yo estaba que penaba! –Y agrega-: Justamente el día que me encargué del "República de Bolivia" yo primero pasé por la clínica a conocer al hijo mío: era un 27 de septiembre de 1945.[58]

Una fecha inolvidable, sin lugar a dudas, para el profesor Gustavo Adolfo Ruíz; y para mayor significación, la indetenible Historia gestaba en esos días otro acontecimiento político de gran trascendencia para la vida de la República. El primogénito del profesor Ruíz tenía 22 días de nacido cuando estalla "Un movimiento castrense y de varios líderes de AD, en gestación desde 1944"[59]

Al caer el gobierno de Medina Angarita, se organizó una Junta Revolucionaria de Gobierno formada por su Presidente, el dirigente de treinta y siete años, Rómulo Betancourt; los militares Carlos Delgado Chalbaud y Mario Vargas y los doctores Raúl Leoni, Gonzalo Barrios, Edmundo Fernández y el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa.

Nos llama poderosamente la atención la presencia de un maestro en al Junta de Gobierno, el maestro Prieto Figueroa a quien se le conocía como eminente dirigente nacional del gremio magisterial. Este hecho, nos mueve a hacernos una pregunta oportuna: ¿Es consecuencia esa presencia solamente de la importancia del maestro y de su función liderizadora que cumple desde el despertar de 1936? Y como concomitante de esta interrogante, surge la otra: ¿O se trata más bien del inicio de una maligna simbiosis entre el partidismo político y la educación, entre el sectarismo y lo docente, que tanto daño le hicieron al maestro, a la educación y al país? Más adelante veremos cómo aborda el profesor Ruíz el tema de la politización de la Federación Venezolana de Maestros. Con respecto al golpe del 18 de octubre de 1945, nos comentó:

Subió "Acción Democrática" al poder con toda su característica de [partido] populista y sectario. Y se tomó el gobierno con ganas. Hablaba de que iba a estar gobernando cien años. Pero traían el puñal clavado en un costado, puesto que ellos les habían dado un ladito a los militares…[60]

Para finales de 1945, se constituye el partido Unión Republicana Democrática (URD), encabezado por el tribuno Jóvito Villaba; en enero de 1946 surge el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), dirigido por el ex – dirigente estudiantil social cristiano Rafael Caldera. Un año y nueve días transcurrieron antes de ser convocadas las elecciones nacionales denominadas "democráticas": es el 27 de octubre de 1946. Los resultados electorales determinaron la formación de una asamblea constituyente, presidida por el poeta Andrés Eloy Blanco, y formada por 137 representantes de AD, 19 de COPEI, 2 de URD Y 2 del Partido Comunista de Venezuela. El 5 de julio de 1947, comienza a regir una nueva constitución.

Una vez organizado el gobierno sobre bases legales, se convocan las elecciones presidenciales y en diciembre de 1947 se elige al escritor y maestro Rómulo Gallegos como Presidente de la República. El partido Acción Democrática de esta manera completa tres años de gobierno: 28 meses con Betancourt y 9 con Gallegos:

Me correspondió pasar esos años bajo Acción Democrática como Director de la Escuela "República de Bolivia"–recuerda el profesor Ruíz-. En esos días crearon el segundo turno, de manera que yo manejaba un "ejército" de cuarenta maestros, profesores especiales, etcétera. ¡Era un gran ejecutivo! Tenía cuatro directores y encontré allí un grupo muy trabajador, excelente. Hicimos cosas extraordinarias. Mis grandes experiencias fueron: mi ejercicio en Lara y volver ala Escuela como Director. Recuerdo perfectamente a los subdirectores: Miguelina Ramos, que había sido esposa de [Humberto] Bártoli; Rodrigo Jiménez, quien fue luego presidente del Consejo Técnico de Educación; y dos jóvenes que estaban empezando entonces: Arcila Álvarez de Rodríguez y Elbano Egui Luna quien también estuvo en el Consejo Técnico y era primo del entonces director de la escuela "5 de julio", Luis Eduardo Egui.[61]

El panorama de la educación en Venezuela había venido evolucionando desde el gobierno de Medina y se hacen evidentes algunos cambios tanto en la atención indiscutible que recibió la provincia con la creación de los grupos escolares, la organización de las Zonas de Inspección Escolar y la atención a la Escuela Rural, como por las mejoras en los sueldos del personal docente en general, acompañadas de pagos por escalafón y por primas de hogar, residencia y otras razones. Por otra parte, se reabre la Universidad del Zulia, se dicta el Decreto Nº 408 de la Junta revolucionaria de Gobierno para regular la educación superior, se impulsa la educación Normal, y hasta se proyecta la creación de una Universidad Obrera. [62]

El 30 de mayo de 1946 la Junta Revolucionaria de Gobierno, como consecuencia de las luchas del gremio magisterial porque se establezca un Estado docente en el país, dicta el Decreto 321, dirigido a establecer un sistema de evaluación, pero que al mismo tiempo determina un control real sobre la educación privada. No obstante, la oposición que generó este decreto produjo un clima de controversia pública que ameritó la intervención del mismo Presidente de la Junta de Gobierno, quien en un discurso radiofónico difundido al país, expresó:

Si todos los sectores pedagógicos se muestran con el contenido renovador y avancista de este decreto, no hay razón alguna para que se continúe en el enguerrillamiento y la pelea […] La diferencia de la educación impartida en las escuelas privadas, en los aspectos en que exista, está obligado a corregirlas el Estado […] especialmente por medio de la función examinadora que ha de ser privativa del Estado, pues ella conduce al otorgamiento de Certificados y Títulos necesarios para el ejercicio de profesiones amparadas por la Ley.[63]

La Federación Venezolana de Maestros apoyó entonces la medida gubernamental, argumentando que era "indispensable" el control de la enseñanza por parte del Estado venezolano. ¿Qué lugar ocupó entonces el profesor Gustavo Adolfo Ruíz en este acontecimiento de la historia de la pedagogía venezolana? Él mismo nos lo relató:

Siendo yo Secretario del Consejo Directivo Nacional de la Federación Venezolana de Maestros, se produce el Decreto 321, que transforma la concepción de la evaluación en Venezuela pero que afecta a los colegios privados y en especial a los regentados por religiosos, e inclusive creó una crisis política hasta el punto de que Betancourt se vio contra la pared. Los religiosos llegaron a acostar a los muchachos en las calles como protesta,, y para entonces estaban apoyados por los socialcristianos, por COPEI. Una de las consignas que teníamos nosotros como gremios fue "Ni un paso atrás"; y éramos un gremio tan fuerte que logramos paralizar [la urbanización del centro de la ciudad de Caracas,] El Silencio, en un acto de apoyo al Decreto. ¿Qué ocurrió, no obstante nuestro apoyo? Que el Gobierno dio un paso atrás: el Ministro renunció y el gobierno revocó el Decreto.[64]

El Estado Docente logra establecerse finalmente en la Constitución Nacional de 1947, donde se señaló que se garantiza la libertad de enseñanza, pero que corresponde al Estado la suprema vigilancia e inspección de la misma, inclusive se señala que éste puede establecer como función enteramente suya la formación docente.[65]

Inspirándose en el pensamiento pedagógico del educador Luis Beltrán Prieto Figueroa y bajo la presidencia de Rómulo Gallegos, el 28 de septiembre de 1948, se promulgó la nueva Ley Orgánica de Educación Nacional, cuyo ejecútese se hace coincidir con el segundo aniversario del derrocamiento de Medina Angarita. Por vez primera se da ala educación una connotación de coherencia y organicidad,; muchas de las bases de esa Ley se toman de las elaboradas previamente por la FVM y entre las cuales sobresalen; las finalidades de la educación, su gratuidad, obligatoriedad, su antidogmatismo, su carácter asistencial y otros principios.

Mientras estos acontecimientos se suceden, Gustavo Adolfo Ruíz ha pasado de la Dirección de la Escuela "República de Bolivia" en la urbanización La Pastora, a la Dirección de la Escuela Experimental "Venezuela", una de las más avanzadas casas de estudios primarios del país, puesto que en ella se ponían en práctica las metodologías más recientes en materia educativa. "Adquirí allí en la Escuela Experimental Venezuela, una gran experiencia y sobre todo una nueva visión de la enseñanza", confesó el profesor Ruíz.

La Escuela Experimental Venezuela había sido creada bajo la administración de Medina Angarita, dentro del programa de edificaciones educativas que ha ganado la aprobación y el sitial histórico de ese régimen y en especial del Ministro de Educación de la época, Dr. Rafael Vegas. Corre el año 1948 cuando Gustavo Adolfo Ruíz es director de dicho centro de estudios. Es precisamente el año del derrocamiento de Gallegos.

El gobierno de Rómulo Gallegos tuvo escasa duración: del 14 de febrero al 24 de noviembre de 1948, cuando es derrocado por un golpe militar. La Junta Militar de Gobierno que lo depone estaba formada por el Comandante Carlos Delgado Chalbaud, anterior Ministro de la Defensa del presidente depuesto; el comandante Marcos Pérez Jiménez y Luis Felipe Llovera Páez. Al morir trágicamente el Presidente Delgado Chalbaud en 1950, ocupa la presidencia el Dr. Germán Suárez Flamerich. Después de cuatro años, se convoca a elecciones, aunque están disueltos los partidos AD y PCV. El triunfo del 30 de noviembre de 1952 correspondió al partido URD, dirigido por Jóvito Villalba. Pero el Presidente de la Junta de Gobierno, Marcos Pérez Jiménez desconoció los resultados electorales. La situación política influye en la actuación de los hombres públicos, entre ellos. Gustavo Adolfo Ruíz, quien haciendo referencia a sus conductas en la FVM, expresa:

Gustavo Adolfo Ruíz deseó ascender en dos oportunidades; y sólo en dos oportunidades solicitó esos ascensos. La primera vez, siendo maestro, solicitó que le nombraran director de la Escuela "Pedro Manuel Ruíz" porque ésta llevaba el nombre de su padre; la segunda vez, pidió que le enviaran a Rubio, a la recién inaugurada Escuela Normal de aquella ciudad. Él recuerda en especial esta oportunidad, porque en esos días le ofrecían ascenso, pero en el organigrama del Ministerio mismo.

En los cargos que yo he ejercido, especialmente en los superiores, he tenido la suerte de no haber tenido nunca que gestionarlos. Yo no he gestionado sino dos cargos y los dos me fueron negados: Que me nombraran director de la escuela "Pedro Manuel Ruiz" que era el nombre de mi papa. Lo pedí, lo bregué,. Lo hice cuando supe que habían creado la escuela y cuando me lo negaron, más nunca lo pedí. El otro que pedí fue la Dirección de la Escuela Normal de Rubio. ¿Por qué? Porque era una Normal distinta, ligada a la Normal Latinoamericana. Estaba en esa época como Director de Primaria y Normal el profesor José Juan Pacheco. "Chico, le dije, ¿ustedes van a aprobar ese cargo?" Él era muy amigo mío. "A mí me gustaría ese cargo" En esos días me habían ofrecido a mi una Supervisión Nacional aquí mismo en Caracas. "Pero, chico, si tú acabas de no aceptar una Supervisión Nacional aquí ¡quién va a pensar que te gustarían irte para Rubio?", me dijo. "Esto aquí no me gusta porque ustedes viven metidos en esto y no lo dejan trabajar a uno, En cambio, en Rubio tengo tres ventajas: primera, entraría a una instituto que se está formando; segunda, está lejos de Caracas y no se meten tanto ustedes; y tercera, estaría ligado a la normal latinoamericana y se abrirían mis horizontes. Por otra parte, ¿quién te hacer rico? El que te llena el pico. Allá ustedes tienen que darme habitación, trasnporte y comida. Ahora, compárame eso con un cargo aquí en el tercer piso del Ministerio. No, no, no… Ya estoy fastidiado de estar metido aquí".[66]

En la vida de Gustavo Adolfo Ruíz merece mención aparte la Federación Venezolana de Maestros, institución gremial en la que participó en forma importante. Sin embargo, mucho más que una relación cronológica de los acontecimientos en los cuales participó y que podrían enumerarse casi desde la fundación misma de la organización, nos interesa destacar la visión del biografiado con respecto al gremio.

Por otra parte, en la formación del maestro venezolano, la Federación Venezolana de Maestros de entonces tiene un lugar muy destacado por la positiva labor realizada en estimular y proveer a los educadores de los medios para mejorar como profesionales y como miembros de una sociedad en evolución. En este sentido, se reconoce que las actuaciones de la FVM desde sus primeras convenciones fueron "[…] el punto de partida de toda una estructuración doctrinaria de carácter docente de los más influyentes y fecundos resultados en el establecimiento y triunfo de la Escuela Nueva en Venezuela".[67]

Gustavo Adolfo Ruiz recuerda aquellos años de la Federación con aprecio no exento de añoranzas:

Durante ese tiempo, la Federación [Venezolana de Maestros] era un organismo gremial y profesional. Los maestros venían a las convenciones y se discutían los problemas de la educación; los educadores pensábamos en la Educación e invocábamos el lema "por el niño, por la escuela y por la cultura", que era la divisa de la organización gremial, y que ahora creo que no recuerdan ni sus actuales dirigentes…[68]

Los comienzos de las FVM, aunque tienen su significación política, estuvieron fundamentalmente orientados hacia la Educación en sí. Como se recuerda, en 1932, aún bajo el régimen gomecista, se dio inicio al movimiento magisterial en el país; pero este sólo pudo ser organizado de manera gremial en 1936, como consecuencia del despertar político, educativo, cultural y social que ocurre en el país con la muerte del general Juan Vicente Gómez. Gustavo Adolfo Ruíz recuerda cómo el lema de la FVM orientaba toda la actividad del gremio, ajeno en aquellos tiempos a las manifestaciones partidistas, aunque en su seno se movían en este sentido tendencias diferentes; hablando de los tres elementos fundamentales que orientaban a la FVM, Gustavob Adolfo Ruíz, expresó:

Esos eran los tres grandes nortes: el Niño, la Escuela y la Cultura. Para mencionar algunas cosas , por ejemplo, con respecto al Niño. La Federación fue la primera organización que declaró los Derechos del Niño Venezolano en 1936; al año siguiente, estos son llevados al Primer Congreso Venezolano del Niño, donde son ratificados. La redacción dio la base para la promulgación del primer Código de Menores, y por otra parte, la FVM sentó las bases para la posterior creación del Consejo venezolano del Niño. Por ejemplo, debemos apuntar el trabajo de Prieto Figueroa titulado La delincuencia precoz donde el autor se contrae todo Al ahecho de que los niños no son responsables legalmente, incluso si cometen un delito; por lo tanto, no pueden ir a cárcele3s, entonces plantea allí como necesario el tratamiento del niño "delincuente" como un problema de índole social y entonces hay que reconstruir su personalidad, tiene que ser tratado distinto del adulto delincuente. Esto puede apuntarse como un aporte de la Federación de Maestros a la educación y a la nación venezolana.[69]

Luego nos comentó:

Con respecto a la Escuela. Toda la transformación de programas, conceptos pedagógicos, filosofía educativa y la entrada de ese mundo de autores de la escuela nueva, todo ello fue posible gracias a la Federación. Cuando ésta celebraba sus convenciones, al lado mismo de la Asamblea, se realizaba un curso, cada convención tenía cursos paralelos para formar maestros. Así introdujo aquí todo lo concerniente a la formación de docentes de preescolar: ¡era una actividad gremial y profesional notable! Con respecto a la Cultura: LA Federación era un verdadero ateneo. Como hecho anecdótico y significativo, recuerdo que a Andrés Eloy Blanco le oí yo recitar por primera vez unos versos dedicados a la Francia combatiente –estaba en curso la guerra del año 45- y el estreno de esos versos fue en la Federación Venezolana de Maestros, donde estuvo como invitado. Manuel Rodríguez Cárdenas, hoy esposo de Yolanda Moreno, presentó su libro Tambor, con poemas negroides, en la FVM ¡él mismo era maestro! Tal era la actuación de la Federación que en todo evento cultural, el gremio tomaba parte. ¡Y parece que uno estuviera diciendo "como los otros viejos" que el tiempo pasado fue mejor; pero es que en este caso ¡sí fue mejor! Ni es porque yo esté añorando esos tiempos. Sencillamente, se trata de que el maestro [en ese tiempo] era líder, un elemento reconocido en la sociedad total, el maestro figuraba en todo. [70]

Aquellos años en que el docente ocupaba tan envidiable sitial en la sociedad venezolana surgen en la memoria de Gustavo Adolfo Ruíz, con sorprendente visión:

En la Federación Venezolana de Maestros, nosotros manteníamos una revista. Esto no ha vuelto, a pesar de toda la "realada" que le entra hoy al gremio. Prieto promocionó lo que él llamó una "Cooperativa del Libro", como una forma de obtener el libro más barato, compra y venta de libros para que el docente pudiera comprarlos más baratos; era una librería la librería Magisterio. Hay otra evidencia importante del liderazgo del maestro en el país. Fernando Ramírez, con el pseudónimo R. A. Fernández Miró publicaba una columna diaria sobre cuestiones educativas, que se llamaba La Ecuación del Magisterio. Eso está en la colección de [el diario] La Esfera. En el periódico de Acción Democrática llamado El País y posterior a lo dicho, también se publicaba una columna diaria sobre Educación, pero ya dentro del pensamiento "acción democratista". La primera columna de la que he hablado era muy leída, tanto que se hizo necesaria. Entonces, la conclusión lógica de esto es que algo había en educación que se podía escribir un artículo diario fundamentado en, y dedicado a, ella. Todo esto contribuía al prestigio del magisterio. Los maestros estaban en todas partes. Había un liderazgo real, global y personal de un grupo de Maestros. Y el Ministerio se fue fortaleciendo porque tuvo que llevar a maestros a dirigir la Educación nacional. [71]

Evidentemente, la situación de la agrupación denominada Federación Venezolana de Maestros en la actualidad, es distinta. De un liderazgo gremial, de una posición orientadora y de un humanismo fundamental y circunscrito a los predios gremiales, irradiando hacia el exterior, sí, pero sin menoscabo de la posición de líder con poder moral innegable, la Federación ha degenerado, aparentemente, en un receptáculo de lineamientos partidistas, han ocurrido crisis divisorias entre los docentes como consecuencia de los sectarismos y de la negación de la democracia en sus filas, y actualmente está en tela de juicio -tal vez como consecuencia de sus luchas y de las campañas de desprestigio lanzadas en su contra- esa dignidad tan necesaria a la función educadora del Maestro, esa posición de prestigio y de autoridad moral ante la sociedad. Reflexionando sobre esto, Gustavo Adolfo Ruíz piensa que

Para llegar a esta situación actual [1989, año de la entrevista], pasaron varios años. La definición política del maestro empezó, creo, en la Convención Nacional celebrada en Valera; allí se hizo visible, se sintió. Corrían losa los cuarenta. Durante la primera etapa, que es cuando prieto Figueroa escribe el folleto Los maestros eunucos políticos, las cuestiones están muy claras en lo que a política se refiere: el Maestro es un ciudadano y como tal tiene derecho a tener posición política. Ellos sostienen que es política en la calle; pero que en la escuela el maestro no debe hacer proselitismo político, de la misma manera, puede tener una religión, pero no puede hacer de la cátedra un centro de propaganda religiosa. Si tiene una religión la ejerce y la practica en la calle. Ese fue el planteamiento inicial. La Federación era un organismo gremial y profesional, dedicada al niño, la escuela y la cultura, todos pensábamos en eso y no pensábamos en otra cosa. La politización del maestro comenzó antes del año 45, en la época de Medina Angarita. [72]

No sabemos si por un hecho casual o como resultado del liderazgo ya mencionado del docente, en el derrocamiento de Medina Angarita estuvo un maestro. Gustavo Adolfo Ruíz lo recuerda muy bien, al decir:

Si. Un maestro estuvo en esa acción. Y por cierto, uno de los militares que sube al poder con Acción Democrática había sido maestro, yo lo conocí en la Normal y todavía anda por ahí, se trataba del general Gutiérrez Prado, quien se hizo militar después de ejercer la profesión docente. Pero, volviendo a la convención de Valera, debo decirte que es un hecho que a partir de ella comenzó la aplicación en el gremio de un principio de politización muy fuerte, con la práctica de un viejo dicho: "el que no está conmigo está contra mí". Y comienza a definirse como un hecho que junto con el nombramiento el maestro tiene que firmar el carnet de afiliación al partido y el que rige es el Partido en todo. Se cae en la idea de que hay que estar afiliado a alguien para tener opinión. Y esto ha sido fatal para el magisterio [73]

Mientras el profesor Gustavo Adolfo Ruíz de mantiene ejerciendo cargos técnicos en el Ministerio de Educación, específicamente en el Consejo Técnico de ese organismo, la vida política del país va teniendo varios cambios de hombres y de enfoques ideológicos. Llega la época de la dictadura militar posterior al derrocamiento de Rómulo Gallegos. En principio, el gobierno militar lo ejerció un triunvirato presidido por Carlos Delgado Chalbaud, quien fue asesinado el 13 de noviembre de 1950 y fue sustituido por el doctor Germán Suárez Flamerich. El 30 de noviembre de 1952 son convocadas las elecciones, en las cuales triunfa el partido URD, con el apoyo de AD y del Partido Comunista; sin embargo, el coronel Marcos Pérez Jiménez asumió el poder dictatorial hasta el 23 de enero de 1958. ¿Qué papel jugó la Federación de Maestros en esos días? Gustavo Adolfo Ruiz nos relata:

Durante la dictadura la Federación se mantuvo. Como todo estaba politizado dentro de ella, la gente del régimen también constituyó su grupo, de la misma manera como en la época de Medina se había formado uno llamado el PPG que seguía la política del gobierno. Esta vez, sin ponerle un nombre tan descarado lo llamaron Maestros Independientes, formado precisamente por los maestros que no estaban afiliados a la Federación, dominada entonces por AD y un poco por URD, y a la cual se sumaron los camaradas como reacción a la dictadura. Los "independientes" eran los que no respondían a las posiciones de la oposición. En eso consistía su "independencia". Esto se definió finalmente en la Convención de Trujillo donde el gobierno arrasó y arrasó no porque venciera su opinión, sino porque a los que no metieron presos, los sacaron del país. Muchos dirigentes magisteriales, como Alfaro Zamora, fueron a dar a la cárcel y, por supuesto, se convirtieron en subvertidos contra el gobierno, fueron desplazados de la Federación, la cual pasó a ser controlada por los "independientes". Los "Maestros Independientes" fue un movimiento para controlar la Federación. Desde allí en adelante comenzó ese cascarón a llamarse de cualquier manera; lo que comenzó como un grupo de maestros estudiosos, trabajadores, pensadores, se convirtió en un mascarón debajo del cual se ha cobijado mucha gente, tal como está ahora. En definitiva, lo de esos "independientes" fue un acto político amparado en la fuerza del régimen. Lo que entonces y hoy se llama COPEI no tenía fuerza. COPEI empezó a tener fuerza en la FVM cuando fue gobierno. Mientras tanto, el magisterio estaba constituido fundamentalmente con gente de Acción Democrática, de Unión Republicana Democrática y del Partido Comunista. Precisamente por esto se politizó la Federación, porque ingresaron a ella políticos "puros", es decir, activistas de partidos. ¿En qué ha devenido esto? En la pérdida de lo gremial y lo profesional. Hoy en día no existe lo gremial, lo que de esto queda es el pedir dinero, en reunirse para pedir dinero… La Federación se ha empeñado en tomar pautas del sindicalismo, la Federación hasta se quiere llamar "de los trabajadores de la enseñanza", es un show. La Federación que yo conocí obtuvo mejoras de sueldos, consiguió reivindicaciones sin llamarse "de los trabajadores de la enseñanza" porque sus afiliados nos llamábamos simplemente "maestros" y "profesores". En mi concepto, la Federación se ha perdido. Sindicalistas son desde José Vargas hasta el "hermano" [Lucas] Pérez; pero ¿maestros? No es lo mismo. No es la misma dignidad. Y la Federación ha cogido un vicio de los sindicatos: se ha convertido en grupos pequeños, en cogollitos… Un pequeño grupo gobierna una entidad "aérea", no hay gremialismo; el maestro no es partícipe de la decisiones, porque éstas las toman los cogollos; no hay sentido gremial, de contacto entre los participantes. [74]

La añoranza de los tiempos idos parece inevitable. La memoria del biografiado vuelve a los tiempos en que era Inspector Técnico del Ministerio de Educación en el estado Lara; y entonces expresa cómo era la Federación Venezolana de Maestros en el estado Lara:

Nosotros en Barquisimeto nos reuníamos siempre como gremio; y a través de la FVM seccional Lara, alquilábamos con nuestra "platica" los locales para nuestras actividades, hicimos la Casa del Maestro, donde teníamos nuestro barcito, juegos de dominó, teníamos un club donde celebrábamos nuestras reuniones gremiales; era un Centro Social del Magisterio…

Sin el ánimo de adelantarnos a hacer divisiones históricas o periodizaciones –recordemos que la Historia es un continuum de acontecimientos interrelacionados en el tiempo y en el espacio–, podemos poner punto y aparte para abordar la época posterior a la caída de la dictadura perezjimenista, particularmente por un hecho que tomamos aisladamente a sabiendas de sus limitaciones: el cambio de actitud política en el país, como consecuencia de la "apertura" hacia la búsqueda de un camino "democrático".

Estando yo como Director Técnico del Ministerio de Educación –recuerda G. A. Ruiz- , cae el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. Luego, en 1959, salgo jubilado del Ministerio de Educación después de estar bajo dos ministros del nuevo gobierno: Julio de Armas y Rafael Pizani.

Es necesario detenerse para describir brevemente lo que ocurre en el país a partir del 23 de enero de 1958. La caída del dictador produjo una euforia general. Tras el golpe cívico militar que derroca a Pérez Jiménez, aunque fue obra de todo un conglomerado político y castrense, quien asume el mando del país es uno de los líderes militares del momento el contralmirante Wolfgan Larrazábal, quien al convocar a elecciones, renuncia al cargo, deja el poder el manos del Dr. Edgar Sanabria como presidente de la junta de gobierno y se convierte en el candidato de URD. Las elecciones que se celebran dan como triunfador al candidato de AD, Rómulo Betancourt, quien asumió el poder con un Congreso en manos de su partido.

La politiquería y la retaliación quisieron manchar la limpia hoja de servicio profesional del maestro Gustavo Adolfo Ruíz, pero su valía intelectual y humana fue sabiamente reconocida por la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela, en cuyas filas ingresó en 1958. Cuando el profesor Ruiz entra en la UCV , las escuelas universitarias no existían como tales, sino como secciones de las facultades. La Educación estaba adscrita a la Facultad de Filosofía y funcionaba en los edificios de esta.

Junto con AD, asumieron cargos legislativos muchos de los antiguos compañeros del Profesor Ruiz en la FVM. Entre ellos, el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa, a quien habría de sustituir en una cátedra de la Escuela de Educación de la UCV, porque el líder acción-democratista debía incorporarse a sus múltiples ocupaciones políticas. El profesor Ruiz nos comentó al respecto:

Comencé en la Escuela de Educación estando como Director de la misma el Dr. León Trujillo; estuve trabajando a tiempo parcial en la cátedra de Administración [Escolar]. Más tarde, como el Doctor Prieto Figueroa, titular de la cátedra de Historia de las Teorías Pedagógicas por sus múltiples ocupaciones políticas a nivel nacional no pudo atenderla, soy llamado como su suplente; pero como Prieto nunca regresó, yo quedé con el cargo. Estaba sustituyendo a un hombre eminente. Yo podría asegurar que las circunstancias de la vida me han favorecido…[75]

Una vez confirmado en el cargo en la cátedra de Historia de las Teorías Pedagógicas, comienza por darle una conformación orgánica a la misma, de hecho, nos comentó que el Programa de asignatura estaba contenido en un documento de dos páginas que él aún guardaba como histórico; así que comienza por trabajar en una propuesta de lectura directa de los textos de los pedagogos que debían ser estudiados en vez de textos que los interpretaran; es decir, enfrenta al estudiante directamente con el pensamiento de aquellos. Esta propuesta metodológica que aún pervive en la Escuela es creación del profesor Gustavo Adolfo Ruíz.

Su contribución en la formación de los docentes del país ha visto frutos fecundos en la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela y de forma muy particular en la Cátedra de Historia de las Teorías Pedagógicas. Muchos de los actuales profesores de esa asignatura deben mucha de su formación al profesor Ruiz, quien no se ha considerado sino un Maestro de escuela. En la entrevista que nos cedió nos dijo:

De los que hoy ejercen en la Cátedra de la asignatura en esta Escuela, el único que no ha estado dirigido por mí, es el profesor Rafael Fernández Heres, quien vino formado de afuera. Todos los otros han sido discípulos míos: Jesús Andrés comenzó conmigo como preparador; siguió a instructor y ya está jubilado; Fernando Silva comenzó conmigo; Leonardo Carvajal estuvo un tiempo también; Aureliano Cánchica comenzó conmigo como instructor; es decir, todos los formados aquí, han pasado por las manos mías. [76]

Después de derrocado Pérez Jiménez, la agitación política que se dio en todo el país se hizo sentir también en la universidad. El ideario del Programa de Córdoba, con todos sus pensamientos de vanguardia, estaba aún en plena vigencia; de manera que se reclama su aplicación en el país y particularmente en la Universidad Central. G. A. Ruíz nos comentó:

Hay una cosa notable. En Latinoamérica, la transformación de la universidad parte desde 1918 con el movimiento de Córdoba; él plantea la autonomía universitaria, los derechos de los estudiantes, la calidad de los profesores. Para enero del año 1936, la Federación Venezolana de Estudiantes quería precisamente la implementación del programa de Córdoba que estaba plenamente vigente para esa época, se había convertido en el modelo a seguir. Y aquí en Venezuela, después de cuarenta años todavía tenía vigencia. La autonomía universitaria se viene a lograr en Venezuela a partir de 1958, es decir, cuarenta años después del movimiento. Todo esto que hoy se disfruta: una ciudad universitaria, unas condiciones de vida universitaria, la autonomía, todo eso lo proponen en 1928 ¡los estudiantes! No los profesores, ni la universidad latinoamericana; eso nos enfrenta una dimensión digna de análisis y de reflexión.[77]

En efecto, en 1958 la Universidad Central de Venezuela siente la necesidad de renovación, de ponerse a la zaga de una transformación; y dentro de ese proceso empiezan a las distintas fuerzas políticas reprimidas bajo la dictadura recién depuesta, comienzan a manifestarse.

Para 1959 la Universidad estaba muy agitada. Después, con la división del partido Acción Democrática, toda la gene joven de ese partido, pasa a formar parte del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, partido que agrupa a gente como Domingo Alberto Rangel, Teodoro Petkoff, Rómulo Henríquez, líderes universitarios jóvenes de entonces… En medio de aquella situación contestataria comienzan las críticas al Director de la Escuela de Educación, el profesor León Trujillo, acusándolo de que si no atendía bien a la escuela, que si tal y cual… El profesor Trujillo era abogado y había estado en el magisterio; para vivir no necesitaba del cargo de Director de esta Escuela, para ese entonces ya era un hombre notable que había dado su aporte a la educación venezolana, de manera que, cuando los políticos lo vinieron a molestar, él se fue. Dijo que no volvería más y no volvió. Como unos ocho o diez días después de su salida, me llamó el Doctor Juan David García Bacca, quien era el Decano de la Facultad y Miembro de la Comisión para la Reforma Universitaria. Todavía no se habían celebrado las elecciones universitarias porque la Ley apenas había sido aprobada en enero; era el mes de marzo y se estaba en las preparaciones para las elecciones previstas en la recién promulgada Ley de Universidades. El Dr. García Bacca me dijo: "Mire, he estado muy preocupado por la situación de la Escuela de Educación, el doctor Trujillo se niega a volver y hay que buscar a alguien que lo sustituya. Yo he estado recabando información y la persona indicada para el cargo es Usted".

Nos contó el Profesor Ruiz que cuando escuchó las palabras del Decano seleccionándolo para sustituir a Trujillo como Director de una Escuela Universitaria, no dejó de sentirse emocionado, pues él seguía siendo "solo un maestro normalista" como nos dijo:

¡Figúrese! Era un enorme reto, porque yo no tenía experiencia universitaria como para ello. Es cierto que cuando ingresé consideré el cargo de profesor como una gran responsabilidad en la cátedra de Historia; estudié mucho, me preparé con ahínco; pero no tenía una vida universitaria, como se sabe, acababa de entrar, prácticamente. Habilidad docente sí tenía, ya llevaba más de veinte años en la docencia. Aunque sí tenía el sentido de lo que debía hacerse, porque uno observa, estudia, lee y ve. Yo me había manejado muy bien con el grupo de cuarto año, que fue el primero que tuve. Lo fundamental aquí en la Universidad es saber, prepararse. Si usted sabe, usted se impone. Como maestro siempre he tenido una norma: Nunca he ido a desempeñarse en una actividad sin prepararme., sin saber cómo hacerla, sin planificarla. Para cuando se me hizo esa oferta de la dirección de la Escuela de Educación, ni ahora tampoco, no poseía ningún título universitario, era solo un maestro normalista, pero al parecer me avalaban mis largos años de experiencia docente.[78]

Para aquella época, igual que ahora, quienes egresaban de la Escuela de Educación de la UCV podían ejercer tanto como profesores de secundaria como de la universidad. Sin embargo, la Escuela estaba recibiendo docentes egresados del Pedagógico de Caracas, a sacerdotes, abogados y otros profesionales para formarlos como docentes del nivel superior. El profesor Ruiz

El doctor Rafael Vegas, después de haber sido Ministro de Educación, siendo médico, estudió aquí en la Escuela de Educación por allá en 1956, cuando yo todavía no había entrado en la Universidad. Había interés en las personas por la Educación, de la misma manera como se interesaban en Filosofía, por ejemplo, por un deseo de conocimientos o para tener una visión más amplia de las cosas… Para esos años, el pensum de la Escuela de Educación incluía materias como Filosofía, Lógica, Literatura, es decir, estudios de vasta amplitud y de un alto nivel educativo.[79]

El reto de dirigir la Escuela de Educación era verdaderamente grande para un docente de educación primaria, único título que poseía Gustavo Adolfo Ruiz, así que cuando el eminente filósofo Juan David García Bacca, como Decano de la Facultad de Humanidades le hizo la oferta, la respuesta del profesor Ruiz fue humilde, pero muy franca.

Le dije "Mire, doctor, yo jamás pensé que entrando en octubre a la Universidad como docente, en marzo se me habría de proponer la Dirección de una Escuela Universitaria. Ahora bien, también le digo que si Usted considera que puedo hacerlo y hacerlo bien, entonces yo también debo considerarlo así. Sería absurdo para mí que si Usted me juzga de esa manera, yo disintiera. Pero Usted sabe que yo no tengo titulación universitaria…[80]

La solución del Dr. García Bacca fue salomónica. Él mismo asumiría la Dirección de la Escuela, peo Gustavo Adolfo Ruíz la ejercería.

Lo primero que hizo el Director "actuante" fue organizar administrativamente la Escuela.

Había un solo libro para la firma diaria de los profesores de la Facultad. Había una sola Oficina de Control de Estudios para toda la Facultad. La Escuela de Educación que yo recibí no tenía ni un solo teléfono ni un solo empleado. Me entregaron un cuartico pequeño con un escritorio y un escaparate para el archivo. La organización no servía y orgqanizar sí que sabía hacerlo yo[81]

En efecto, el profesor Ruiz se dedicó a organizar administrativamente la Escuela con todo el tiempo que le dejaba la atención de la cátedra de Historia de las Teorías Pedagógicas que había comenzado a ejercer desde octubre de 1958. Para la época, la Escuela estaba muy dispersa. El alumno no estaba físicamente ubicado en la estructura del edificio de la Facultad; es decir, debía ir de salón en salón buscando la clase del área que cursaba, puesto que el aula era del profesor y no del alumno o del nivel. Gustavo Adolfo Ruiz logró que la Facultad le asignara cuatro salones fijos, ubicados en donde hoy está la Escuela de Bibliotecología, en los cuales él ubicó los grupos de alumnos de primero a cuarto año, de manera que cada año tenía un aula, y quienes debían buscar las aulas para exponer sus clases, eran los profesores. De esta manera se logró, en principio, separar la Escuela del caos administrativo, dándole identidad.

Cuando se produce el primer allanamiento de la Universidad Central de Venezuela en el año setenta, por el gobierno de Rafael Caldera, el profesor Gustavo Adolfo Ruíz se hallaba ejerciendo la docencia en la Escuela de Educación. El rector Jesús María Bianco es destituido aquel año y en clara violación de la Ley de Universidades el gobierno nombra un nuevo rector. Las reacciones no se hicieron esperar. La política transgresora de la autonomía universitaria determinó en un momento dado, sacar la Facultad del recinto universitario, es decir, de la Ciudad Universitaria, y distribuir sus distintas escuelas por diversos sitios de la ciudad de Caracas. Por supuesto, se trataba de una medida de dispersión de la fuerza estudiantil. El país estaba entonces en plena "democracia", válgala anotación, por lo que la medida resultaba totalmente contradictoria con el espíritu de libertad pregonado por el sistema político.

La historia se mueve ante nuestros propios ojos. Frescos están en la memoria aquellos acontecimientos. Los libros de consulta de la época callan algunos hechos, que están claros para quienes los vivieron. Los "logros de la democracia" eran los únicos que se mencionaban, pero no sus errores, como aquellos allanamientos contra las Universidades. Como en la época de los antiguos sirios y egipcios, las derrotas y los hechos malos de los nuevos gobernantes, eran borrados de los registros

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