- Resumen
- Consideraciones generales
- Situación problémica
- Diseño Metodológico
- Análisis y Discusión de los resultados
- Conclusiones
- Referencias Bibliográficas
- Anexos
Resumen
La discapacidad auditiva en el adulto mayor es un problema de salud, que se incrementa, con importantes repercusiones funcionales y psicológicas. El objetivo de la siguiente investigación fue determinar el impacto social del uso de prótesis auditiva en ancianos hipoacúsicos en el Hospital Docente "Comandante Pinares" de San Cristóbal en el período de enero del 2010 a Junio del 2011. Para esto se realizó un estudio observacional, analítico de cohorte y prospectivo, cuyo universo estuvo constituido por pacientes mayores de 60 años, realizándoles una evaluación audiológica y escala de Lawton antes y después del ajuste de prótesis auditiva que nos permitió conocer su evolución posterior. El procesamiento estadístico se llevó a efecto mediante el Chi-cuadrado de Pearson (x2) para determinar asociación entre variables. La investigación demostró que con el uso de prótesis auditiva en ancianos hipoacúsico se alcanza mayor independencia en las Actividades Instrumentadas de la vida diaria (AIVD)y se recomienda revitalizar el programa de atención a la discapacidad auditiva en el adulto mayor.
Palabras claves: discapacidad auditiva, adulto mayor, impacto social.
Consideraciones generales
1.1 La Hipoacusia.
La hipoacusia es la disminución del nivel de audición por debajo de lo normal, lo cual constituye un motivo habitual de consulta y es especialmente frecuente en la población anciana, donde la principal causa es la presbiacusia, en la cual los factores hereditarios y ambientales (ruidos) son su principal etiología. (1)
En la actualidad se estima que un tercio de la población mundial y el 75 % de los habitantes de ciudades industrializadas padecen algún grado de sordera o pérdida auditiva causada por exposición a sonidos de alta intensidad. La Organización Panamericana de la Salud refiere una prevalencia promedio de hipoacusia del 17 % para América Latina. En los Estados Unidos de América, la pérdida auditiva inducida por exposición al ruido de origen industrial es una de las enfermedades ocupacionales más frecuentes. En Europa se estima que alrededor de 35 millones de personas están expuestas a niveles de ruidos perjudiciales. (2)
La hipoacusia es un problema de salud que se incrementa, conjuntamente con el avance de la civilización, origina trastornos como la incapacidad para la comunicación personal, reduce la calidad de vida del ser humano y su socialización, fenómeno este conocido como socioacusia. (3)
En los ancianos hipoacúsicos se pueden encontrar síntomas no auditivos entre los que se destacan: hipertensión arterial, taquicardia, taquipnea, hiperacidez, disminución del apetito. Además interfiere en la comunicación hablada, puede causar distracción y mayor propensión a sufrir accidentes en el hogar, disminución en el desempeño familiar, incremento del nivel personal de estrés, irritabilidad y alteraciones del sueño. (5)
Entre las acciones planteadas en los Objetivos, Propósitos y Directrices (OPD) para incrementar la Salud de la Población Cubana se encuentran las encaminadas al diagnóstico y tratamiento oportuno de las enfermedades, conservando la calidad de vida del paciente. (6)
La hipoacusia para su mejor diagnóstico requiere de la valoración de toda la información disponible, desde la anamnesis, la exploración clínica, acumétricas y los datos obtenidos en mediciones audiométricas. (1,2,4)
Muchos pacientes con hipoacusia se benefician de procedimientos médicos o quirúrgicos, pero la amplia mayoría tiene trastornos auditivos que no pueden corregirse con estos métodos y para ellos está indicada la rehabilitación mediante prótesis auditivas. En la mayoría de los casos se trata de hipoacusias neurosensoriales. (5)
1.2 Prótesis auditivas o audífonos. Tipos.
Las prótesis auditivas o audífonos son dispositivos electrónicos que permiten la amplificación del sonido. Existen 4 tipos de audífonos de conducción aérea: retroauricular, intrauricular (en la concha del pabellón auricular), intracanal (dentro del CAE) y CIC (completamente en el canal). La elección de uno u otro tipo depende de las necesidades de cada paciente, por tanto las indicaciones son individualizadas. En ancianos se utilizan más los retroauriculares, ya que tienen menor destreza manual y van a realizar mejor el mantenimiento, mientras que en personas jóvenes se utilizan más los intracanales y los CIC. Los audífonos han sufrido importantes avances en los últimos años con sistemas programables digitalmente, así como circuitos que reducen el ruido ambiental y mantienen los sonidos sin llegar a estar sobreamplificados. (8)
Las prótesis auditivas son definidas como un sistema amplificador de alta fidelidad que actúa sobre el estímulo sonoro convirtiendo la señal eléctrica en sonido. (17)
Los audífonos se clasifican según el modo de presentación de la señal acústica en Audífonos de conducción aérea y Audífonos de conducción ósea.
Según el lugar de colocación se clasifican en:
1 Audífono de caja o bolsillo: Actualmente en desuso.
2 Retroauricular: Se coloca detrás de la oreja. Consiste en dos partes: el propio audífono y el molde fabricado para que se adapte en el oído. Los audífonos retroauriculares tienen tamaños y formas distintas. Cubren pérdidas que exceden los 70 dB. Los controles para el usuario están situados en la parte superior del audífono.
3 Audífonos Intrauricular: Se acopla a la entrada del CAE. Una de las características de este modelo es que los componentes electrónicos del audífono están ubicados en la carcasa que se lleva en el oído. Una de sus desventajas es que es bastante pesado. Cubre para pérdidas auditivas de leves a severas.
4 Audífono Intracanal: Ocupa solamente el conducto auditivo externo. Estéticamente es el más perfecto. Son menos visibles que el intraauricular, favorecen la recepción sonora, son de fácil colocación y cubren una ganancia de alto nivel.
5 Audífono CIC o Peritimpánico: Este modelo se lleva profundamente en el canal auditivo. El audífono cuenta con un pequeño hilo de extracción fijado a la carcasa para que el usuario lo pueda extraer fácilmente del oído.
Los audífonos cuentan con tecnología análoga, digital y 100% digital.
Las prótesis digitales pueden ser programadas mediante el tratamiento digital de la señal, con lo que se consigue una gran flexibilidad a la hora de modificar el perfil independiente.
A la hora de elegir el tipo de audífono que nuestro paciente necesite es importante
tomar en cuenta los siguientes aspectos para una mejor adaptación.
1 Grado de pérdida auditiva.
2 Tipo de pérdida auditiva.
3 Edad del paciente.
4 Estado físico.
5 Disposición del paciente.
1.3. El envejecimiento y cambios en el sentido del oido.
El envejecimiento individual no es un fenómeno exclusivo de las sociedades modernas, sino que ha estado presente en todas las etapas del desarrollo social, siendo de interés para la filosofía, el arte y la medicina en todas las épocas, sin embargo durante el presente siglo, asistimos a una situación singular, más y más personas sobrepasan las barreras cronológicas que el hombre ha situado como etapa de vejez y que convierte al envejecimiento poblacional en unos de los retos más importantes de las sociedades modernas.
Con la edad cambian varios aspectos perceptibles en el cuerpo humano. La sensibilidad auditiva también cambia con la edad, siendo frecuente la pérdida de cierta capacidad para oír los tonos más agudos (hipoacusia). De ahí que las personas mayores pueden considerar que la música del violín ya no suena tan emocionante como cuando eran jóvenes; también, al no percibir la tonalidad aguda de la mayor parte de las consonantes cerradas, pueden pensar que los demás están murmurando. (10) Estas alteraciones se justifican al estudiar que con el envejecimiento ocurren cambios en el sentido del oído como son:
Oído externo: Alteraciones del tamaño, forma, flexibilidad.
Oído medio: Disminuye la elasticidad del tímpano. Degeneraciones artríticas en las articulaciones de los huesos que transmiten el sonido.
Oído interno: Degeneración de las estructuras vasculares y celulares.
Las principales causas del déficit auditivo en los adultos mayores son:
1 Aumento de la vellosidad del oído externo.
2 Aumento de la producción de cerumen.
3 Disminución de la elasticidad de la membrana timpánica.
4 Presbiacusia: La cual se define como una alteración degenerativa dentro del sistema auditivo en función de la edad, con la secuela de pérdida auditiva progresiva; esta pérdida funcional forma parte del conjunto de los procesos de envejecimiento que afectan todos los sistemas orgánicos (5).
Su etiología es incierta y aunque hay varios factores que puedan influir en la alteración de la audición tales como: herencia, exposición al ruido, infecciones, trauma o ototóxicos, el envejecimiento de los tejidos toma el primer lugar. Se considera que cuando menos cinco diferentes procesos de envejecimiento contribuyen al patrón general de la presbiacusia:
Perturbación conductiva del oído medio (después de los 80 años).
Pérdida de elasticidad e incremento en la fricción interna en la membrana basilar, daría el patrón de pérdida gradual de tonos agudos. (otros tejidos presentan también los mismos cambios).
Pérdida de unidades sensoriales.
Anormalidades químicas o metabólicas que pueden presentarse tras cambios vasculares. Pérdida de neuronas en el sistema nervioso central, particularmente si hay una grave arteriosclerosis. (11)
El problema que han tenido los sordos durante mucho tiempo es que se consideraba que las hipoacusias cocleares no tenían tratamiento. En parte es cierto, no tienen tratamiento médico o quirúrgico que pueda curar su enfermedad, es decir, el paciente que es sordo por una lesión coclear, seguirá siendo sordo, pero sí pueden tener un tratamiento rehabilitador, el que nos permitirá lograr la percepción de la voz humana y diversos sonidos intentando recuperar un nivel auditivo similar o semejante al normoyente, consistente en prótesis auditivas. (16)
La sordera o hipoacusia, en personas de edad avanzada, un fenómeno fisiológico; en ciertos aspectos totalmente normal y por ello motivo de preocupación a nivel personal, familiar y del entorno social.
1.4. El déficit auditivo en la actualidad.
El estimado global de la OMS en el 2005 determinó que 278 millones de personas (4.6%) tenían Déficit Auditivo moderado o severo, 364 millones tenían un Déficit Auditivo leve. De estas cifras el 80% viven en países con ingresos bajos y medios (en vías de desarrollo). El déficit auditivo está catalogado en la actualidad como una epidemia oculta.Se plantea que para el 2015 los niveles en las tasas de incidencias actuales de la hipoacusia se duplicaran por envejecimiento poblacional dado su mejor identificación. (4)
Los estudios sociales de discapacidad en nuestro país han determinado una Tasa de discapacitados auditivos de 0,21 por cada 100 habitantes.
En Cuba existe un programa nacional de atención a la discapacidad auditiva en el adulto mayor que abarca el nivel Comunitario, Institucional y Hospitalario.
Entre sus objetivos están:
1. Mejorar la calidad de la atención de las personas con discapacidad auditiva.
2. Desarrollar actividades de educación para la salud en la prevención del déficit auditivo.
3. Fortalecer el pesquisaje auditivo.
4. Realizar el diagnóstico y tratamiento médico-protésico y rehabilitador en la población de adultos jóvenes y adulto mayor.
5. Fortalecer los vínculos con Higiene del Trabajo que permitan realizar acciones para prevenir, diagnosticar y tratar la Discapacidad Auditiva inducida por ruido.
6. Mejorar la interrelación con el MINED y la ANSOC.
7. Desarrollar actividades de capacitación, acreditación e investigación. (4)
Quienes padecen pérdida de audición, en sus diversas formas tienen ciertas limitaciones al no poder oír la palabra hablada, o si la oyen, no la entienden, participan solo de la conversación que va dirigida directamente a ellos perdiendo muchos detalles, al perderse los contactos auditivos casuales se percata de su importancia en la vida en comunidad y en la participación grupal.
1.5.El estado funcional en el adulto mayor.
El estado funcional en las diferentes edades es la resultante de la interacción de los elementos biológicos, psicológicos y sociales, constituyendo probablemente el reflejo más fiel de la integridad del individuo a lo largo del proceso de envejecimiento. (24,25)
Se define como discapacidad, la dificultad o dependencia para realizar las actividades esenciales de la vida, de manera independiente, incluyendo las funciones esenciales, las tareas de autocuidado, y la vida independiente en el hogar y las relaciones sociales , que caracterizan la calidad de vida del individuo.(26)
En el adulto mayor se mide la salud en términos de función y no de patología. La capacidad funcional es la que define la buena salud y el envejecimiento satisfactorio en la tercera edad (27,28).
La discapacidad se caracteriza por alteraciones en el desempeño y el comportamiento normal de una actividad rutinaria, en la ejecución de tareas, aptitudes y conductas y crea problemas de adaptación que limitan el funcionamiento individual, esta discapacidad puede ser causada no solo por limitaciones físicas o mentales, sino también por factores culturales medioambientales, pobre entretenimiento o pobre motivación.(29)
Muchos son los estudios que han logrado identificar los factores más importantes relacionados con el desarrollo de discapacidad en los ancianos, se destacan, el sexo, el nivel de escolaridad, la situación socioeconómica, sustento económico, la incidencia de morbilidades agudas y crónicas descompensadas, el consumo de medicamentos y el estilo de vida, entre otros.(30)
La evaluación del anciano debe medirse periódicamente, incluyendo la funcionalidad, valorando así el desempeño de sus actividades diarias y el grado de dependencia que puedan tener. Esta evaluación funcional provee los datos objetivos que puedan indicar futura declinación o mejoría en el estado de salud, permitiéndoles al médico y la enfermera intervenir de forma apropiada. (37- 40)
La evaluación del estado de salud de la población anciana es el primer elemento de ayuda en este caso y su evaluación no debe valorarse en términos de función como medida absoluta, ya que esta y los diagnósticos tradicionales cumplen fines complementarios, no definiendo el grado de deterioro funcional, que constituye un factor de riesgo para numerosos eventos adversos en los ancianos. (39- 41)
La creación de instrumentos de evaluación geriátrica se inicio en los años 50 del siglo XX, cuando la explosión demográfica evidenciaba el envejecimiento de la población, por lo que fue necesario el uso de una nueva metodología para el manejo integral de los problemas de salud de los ancianos. La valoración geriátrica es el elemento básico para medir la capacidad funcional como expresión de salud, es la piedra angular de la Medicina Geriátrica y se ha identificado como la nueva tecnología de la geriatría en la Conferencia del Consenso celebrada en el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos en 1987, y esta debe estar a manos de la atención primaria de salud, en los policlínicos, los equipos básicos de salud (consultorios médicos) y los demás centros asistenciales de atención geriátrica con enfoque comunitaria. (39- 42)
Numerosos son los instrumentos que existen para medir funcionalidad en los ancianos, entre ellos la escala de Lawton, útil en individuaos con dificultades en las actividades instrumentadas de la vida diaria, en los entornos clínicos y del hogar. El estudio de la capacidad funcional debería ser el centro de la valoración integral del adulto mayor como expresión de salud. (40- 42)
El instrumento ha sido modificado y adaptado con diferentes enfoques respecto a puntuación. Sin embargo, su utilidad para evaluar el estado funcional de las personas para el desempeño de las actividades más complejas de la vida diaria, se ha demostrado de manera constante. La validez y la confiabilidad de una escala es relativa a los propósitos para la cual se emplea la misma. El concepto de confiabilidad se refiere a la consistencia en los resultados de la escala cada vez que ésta se aplica por diferentes personas. El concepto de validez se refiere a la utilidad de la escala para medir lo que se intenta con ella. (42- 45)
Existen varios tipos de validez y en el caso de la escala de AIDV se ha confirmado que su validez es de relevancia para su uso en el contexto clínico, para focalizar y planificar servicios de salud y para evaluar los mismos. Medidas de confiabilidad con los componentes básicos de la escala se han establecido y se consideran aceptables.
Una característica muy importante de los ancianos con discapacidad auditiva así como en cualquier otro aspecto que limita la autonomía y independencia en esta situación es la repercusión social que tiene, pues está directamente vinculada con la capacidad de relación del individuo mediante el lenguaje hablado.
En el adulto mayor la utilización de prótesis auditiva le proporciona mejor comprensión del lenguaje, seguridad personal, mantención de la habilidades cognitivas y sociales, evita el aislamiento social, le permite hacer uso de sus capacidades auditivas y funcionales así como la integración laboral. (46)
Situación problémica
En los últimos años ha aumentado la esperanza de vida y la convivencia con los factores de riesgos (ruidos) que conllevan a la hipoacusia en la población anciana, de esta problemática no están exentos los pacientes atendidos en la consulta de Audiología del Hospital "Comandante Pinares" del municipio San Cristóbal, con un registro de 773 pacientes discapacitados auditivos, de los cuales el 17% están constituidos por pacientes mayores de 60 años, sin embargo se desconoce las funciones físicas que determinan su capacidad de vida independiente, asi como la valoracion funcional para las actividades instrumentadas de la vida diaria antes y después del tratamiento rehabilitador, esto nos motiva a la realización de esta investigación, planteándonos la siguiente interrogante: ¿Cómo se benefician los senescentes hipoacúsicos en su vida cotidiana con el uso de prótesis auditivas?.
Para dar respuesta a esta interrogante valoramos que en el adulto mayor es típico el deterioro de la capacidad auditiva para las frecuencias altas (las consonantes en el habla), mientras que se conserva la audición para frecuencias bajas (las vocales) por lo que refieren que ¨oyen sin comprender¨. La dificultad para recibir los mensajes o su percepción alterada, dificultan la vida individual y social al deteriorarse la comunicación , provocando la existencia del déficit físico tienden a ser más dependientes, por lo que se realiza una valoración funcional evaluando las capacidades físicas de los pacientes para determinar su autonomía e independencia mediante la Escala de Lawton. Esta escala constituye un instrumento de fácil aplicación y demostrada eficacia, lo que nos permitió realizar un diagnóstico certero de cómo la hipoacusia constituye un factor etiológico en la dependencia para las actividades instrumentadas de la vida diaria, determinando el impacto del uso de prótesis auditiva en la vida de los senescentes.
3. Hipótesis.
Con la instalación de prótesis auditiva en ancianos discapacitados hipoacúsicos desaparecen los síntomas auditivos, desaparece su dependencia para la realización de las actividades instrumentadas de la vida diaria, incidiendo de forma positiva en la vida individual y familiar, así como su incorporación a la sociedad.
4. Objetivos.
El objetivo general de esta investigación fue determinar el impacto social del uso de prótesis auditiva en ancianos hipoacúsicos en el Hospital Docente "Comandante Pinares" de San Cristóbal en el período de enero del 2010 a Junio del 2011.
Los objetivos específicos fueron: Caracterizar los ancianos hipoacúsicos por edad y sexo en el periodo 2010-2011 en el Hospital General Docente Comandante Pinares; determinar los principales síntomas auditivos y su comportamiento después del tratamiento; y identificar la capacidad funcional según el índice de Lawton antes y después del uso de prótesis auditiva.
Diseño Metodológico
5.1 Aspectos Generales del estudio.
Se realizó un estudio observacional, analítico de cohorte y prospectivo a pacientes hipoacúsicos con requerimiento de prótesis auditiva.
5.2 Universo y muestra.
El universo de estudio estuvo constituido por pacientes atendidos en la consulta de Audiología del Hospital General Docente “Comandante Pinares´´ con el diagnóstico confirmado de hipoacusia neurosensorial en el período de enero 2010 a junio 2011, con los siguientes Criterios.
Criterios de inclusión:
Edad mayor de 60 años.
Desear participar en la investigación.
No retraso mental.
1. Presentar una hipoacusia post locutiva.
Criterios de exclusión:
1. Pacientes menores de 60 años.
2. No desear participar en la investigación.
3. Ser portador de retraso mental.
4. Presentar una hipoacusia prelocutiva o perilocutiva.
5. Negación a la utilización de prótesis.
6. Presentar una hipoacusia central.
7. No resultados auditivos con los modelos de prótesis en existencia.
La muestra estuvo constituida por 65 pacientes que cumplieron los criterios necesarios para la investigación a los cuales se le realizó un modelo de recolección de datos primarios, (Anexo II) que registró los datos generales del paciente (edad, sexo, nivel escolar, rol en la comunicación), estudio audiológico completo consistente en una anamnesis (presencia de acufenos, algiacusia, diplacusia, trastornos de discriminación), otoscopia acuametría, resultados audiométricos y pruebas especializadas para ajuste con la instalación de prótesis auditiva TF 70V PM, 775 PPI y 90V PPIII según necesidades y requerimientos de los pacientes, así como la aplicación de test psicométrico: Escala de Lawton (Anexo III), antes de iniciado el tratamiento y con una reevaluación de esta misma encuesta a los 3 meses, permitiéndonos evaluar las modificaciones de la capacidad funcional
5.3 Operacionalizacion de las variables.
Para alcanzar el primer objetivo, caracterización de los pacientes, según sexo y edad se analizaron las entrevistas individuales, y para la mejor comprensión de la operacionalización de variables se confeccionaron las siguientes tablas.
Para determinar los principales síntomas auditivos y su comportamiento después del tratamiento, se midieron las variables: síntomas.
Síntoma: Sensación subjetiva de fenómenos anormales, patológicos que acompañan una enfermedad y que "caen con" la enfermedad. Pueden ser subjetivos, cuando son accesibles tan sólo al examen introspectivo y objetivos, cuando son sustraídos por la observación médica. Para obtenerlos se realizaron entrevistas individuales a los pacientes, confeccionándose la siguiente tabla.
Para identificar la capacidad funcional se utilizó la Escala de Lawton (dependencia en las actividades instrumentadas de la vida diaria).
5.4 Procesamiento estadístico.
Los datos se obtuvieron de la revisión de las historias clínicas audiológicas y las encuestas individuales y fueron reflejados en una base de datos confeccionada en Excel 2007, a partir de la cual se tabularon con la distribución de frecuencia y de contingencia según los objetivos propuestos.
Para cumplir los objetivos propuestos se resumió la información y se introdujo en una base de datos. Se confeccionaron tablas de contingencias y gráficos utilizando como estadígrafo fundamental el Chi-cuadrado de Pearson (x2) para determinar asociación entre variables, el coeficiente de contingencia para el grado de asociación y el porcentaje para realizar los análisis, todo con un nivel de significación de alfa igual 0.5.
5.5 Análisis bioético.
Dada la necesaria participación directa de los sujetos de investigación en el desarrollo de la misma y teniendo en cuenta el cumplimiento de los principios estipulados en el Código de Nuremberg (1947) y la Declaración de Helsinki (1964, 1975, 1983, 1989), la cual contiene las Recomendaciones a los Médicos en la Investigación Biomédica en Seres Humanos y cumpliendo con los principios de la ética médica, solicitamos el consentimiento informado explícito (ver ANEXO 1) de los pacientes, de ser tomados como miembros de una investigación, luego de ser informados correctamente sobre qué, por qué y para qué hacemos el estudio, y decirle que es libre de elegir su participación en la misma. Los datos obtenidos solo serán usados con fines científicos, guardando estricta confidencialidad de los mismos.
Análisis y Discusión de los resultados
A continuación se analizan los resultados de la investigación realizada, exponiéndose su discusión en tablas y gráficos.
Gráfico 1. Distribución según el sexo de los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años del HGDCP enero 2010 – junio 2011.
En el gráfico 1 se muestra la distribución según el sexo, donde hay un predominio del sexo masculino con 42 pacientes (64,6%) sobre 23 femeninas (35,4%). Teniendo en cuenta que para muchos la hipoacusia no es un trastorno genético ligado al sexo, lo que haría esperar una relación de prevalencia de 1:1, para la mayoría de los autores de las bibliografías revisadas plantean que existe predominio del sexo masculino sobre el femenino. (1, 5, 46, 58)
Si analizamos que a partir de los 40 años la coclea es más vulnerable a los sonidos de alta intensidad, sucediéndose una serie de variaciones patológicas a nivel del órgano de corti por sensaciones acústicas desagradables o la acción de vibraciones acústicas de 90 db o más (ruidos), las cuales son producto del desarrollo industrial donde se alcanzan los niveles más elevados en fábricas, fundiciones, metalúrgicas, centrales azucareros, banco de pruebas de motores, carpinterías, etc,, donde la mayoría de los puestos de trabajo ocupados por hombres, sumado a la falta de recursos en años anteriores y carencia actual de cultura en la utilización de medios de protección (orejeras contra el ruido) es fácil de comprender que este sexo es el más afectado al realizar un estudio de los trastornos auditivos.
Tabla I: Distribución por grupos etarios de los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años. HGDCP, enero 2010 – junio 2011.
Grupos etéreos | No | % | ||
60-69 | 33 | 50,8 | ||
70-79 | 24 | 36,9 | ||
80 y + | 8 | 12,3 | ||
Total | 65 | 100 |
En la tabla I se muestra el predominio del grupo etario de 60 a 69 años con un (50,8 %) para ambos sexos seguido del grupo 70 a 79 años con un (36,9 %) y luego le siguen los de 80 años y más que representaron solo el (12,3 %). En la bibliografía consultada se plantea que la discapacidad auditiva es sumamente frecuente, afecta a un tercio de los sexagenarios, dos tercios de los septuagenarios y tres cuartas partes de los mayores de 80 años. (15 ) En Cuba la incidencia de esta enfermedad oscila entre el 25% en los mayores de 65 años y el 80% en los mayores de 80 (). El resultado de este estudio no se corresponden con la bibliografía consultada ni con los registros de pacientes hipoacúsicos en el servicio de audiología de nuestro centro, pues la muestra fue de pacientes que acudieron a consulta en el periodo bajo estudio. El adulto mayor en edades comprendidas entre los 60 a 69 años casi siempre asiste solo a consulta, mientras a medida que aumenta la edad, generalmente deben ser traídos por familiares con los riesgos de subvaloración al enfermo.
Gráfico 2: Síntomas Auditivos presentes antes del ajuste de prótesis auditiva en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años, HGDCP enero 2010 – junio 2011.
El gráfico 2 muestra la sintomatología que acompaña la perdida auditiva antes y después del uso de prótesis auditiva, observándose que antes , el trastorno de discriminación estuvo presente en la totalidad de la muestra (100 %), seguido de acufenos en 45 pacientes para un (69.2 %), y algiacusia en 39 para un (60 %) , solo en 3 pacientes (4.6%) se aquejaron de diplacusia, es significativo señalar que después del tratamiento rehabilitador todos estos síntomas, tan molestos para el paciente, remitieron, excepto en solo 3 pacientes (4.6%) del total de la muestra estudiada, correspondiéndose con la bibliografía revisada. (52-57)
Quienes padecen pérdida de audición, en sus diversas formas tienen ciertas limitaciones que muchas veces no son consideradas por las personas que conviven con ellos, no pueden oír la palabra hablada, o si la oyen , no la entienden , participan solo de la conversación que va dirigida directamente a ellos, pierden muchos detalles de la conversación, en esto influye no solo la discapacidad auditiva si no también la sintomatología reflejada en este gráfico y todo esto desaparece con el uso de la prótesis auditiva lo que valida su efectividad, beneficio y aceptación por pacientes y familiares.
Tabla II: Asociación de la evaluación de las actividades instrumentadas de la vida diaria antes y después del uso de prótesis auditiva en los pacientes hipoacúsicos mayores de 60 años. HGDCP, enero 2010 – junio 2011.
La evaluación de las funciones físicas en el anciano determina su capacidad de vida independiente en su medio ambiente, fomenta su autonomía y disminuye la discapacidad. (59)
La dependencia para las actividades de la vida diaria básicas e instrumentadas se relacionan con la mortalidad a corto plazo y con la probabilidad de institucionalización.
Un estudio realizado en Gijón sobre la importancia de la incapacidad funcional en las actividades instrumentadas de la vida diaria (AIVD) de una población de ancianos demostró que el 73 % de la población presenta incapacidad funcional en estas actividades especialmente: cuidar la casa, lavar la ropa e ir de compras, así como que los hombres tienen más dificultad.
En la tabla II observamos que las AIVD en las que más enfrentaron problemas fueron las que más requieren de comunicación y compresión: Capacidad para usar el teléfono (93,8%), la cual disminuye a un (12,3%), seguida de Ir de compras (87,7%) que desciende a un (27,7%),uso de medios de transporte (81,3%) que se reduce al (4,6%),y el manejo de los asuntos económicos para un (70,8%) que arroja una dependencia final de (16,9%).Por lo que podemos concluir que es altamente significativa la asociación entre el uso de prótesis auditiva y la dependencia para las actividades instrumentadas de la vida diaria, con un alto grado de asociación ,demostrando, que con la rehabilitación de los pacientes discapacitados auditivos mejora de forma considerable su capacidad funcional.
Conclusiones
El sexo masculino predominó sobre el sexo femenino, siendo mayoritarios los pacientes de 60 y 69 años para ambos sexos. Casi la totalidad de los síntomas auditivos desaparecieron con la instalación de prótesis auditiva y se alcanza mayor independencia en las actividades instrumentadas de la vida diaria con este tratamiento. Se recomienda Revitalizar el programa de atención a discapacitados auditivos en el adulto mayor, con el incremento de personal calificado en audiología, así como la disponibilidad de recursos para su captación estudio y tratamiento.
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