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Argentina del siglo XXI: ¿Periodismo hiperrealista, rating seguro? (página 2)

Enviado por Lamanna, Daniela


Partes: 1, 2, 3, 4

 

BLOG

Lunes de 23 a 24. Tipo de programa: Periodístico Conductor: Daniel Tognetti Productora:

Programa de investigación periodística documental. El ciclo cuenta con la participación especial del periodista Mauro Federico quien aborda temas vinculados a la ecología, la salud y lo policial.

BLOG  tiene tres ejes centrales: investigaciones clásicas, crónicas urbanas y entrevistas haciendo hincapié en las facetas desconocidas de personajes públicos

Equipo del programa:

Daniel Tognetti: Conductor. 36 años Mauro Federico: Cronista. 39 años Nacho Ramírez: Productor Ejecutivo. 32 años Claudio Santisteban: Coordinador periodístico. 35 años. Carlos Torres: Productor. 29 años Francisco Rosso: Productor. 25 años Hugo Macchiavelli: Productor. 38 años. Lorena Toso: Productora. 32 años Marina Ferrero: coordinadora de producción. 29 años Pablo Galfré: productor. 29 años. Pablo Martín Kupersmit: productor. 36 años Emiliano Fernández: productor. 29 años Emilio Fernández Cicco: Guionista. 30 años Rodrigo Manigot: Guionista. 38 años Rafael Winograd: Guionista. 34 años Mariano Rossi: Logger y Asistente de producción. 24 años Matías Skarpanich: Logger y Asistente de producción. 24 años Juan Pablo Basualdo: Logger. 19 años. Sebastián Diestch: Realizador. 26 años Sandra Sette: Coordinadora de postproducción. 24 años.

Canal por el que se emite: Canal 9

 Canal 9, considerado como el canal decano de la televisión privada, nace el 9 de julio de 1960 con el slogan "los esperamos el 9, a las 9 y por el 9", poniendo en el aire una programación especial de 4 horas y en una época en la que solamente un 38% de la población de la Capital Federal tenía televisores. En 1963 Alejandro Romay (dueño de Radio Libertad) se hace cargo de la dirección del canal, quien introduce profundos cambios de producción y termina comprando las partes accionarias de sus socios extranjeros, convirtiéndose en el primer canal de capital nacional y empieza la etapa de grandes éxitos. La emisora deja de funcionar como mera repetidora de las tres cadenas norteamericanas: la NBC; la ABC y la CBS. Canal 9 se caracterizó por ser un generador y descubridor de talentos y el crecimiento de la producción de programas nacionales se mantuvo hasta su expropiación en 1974 por el gobierno de turno. Los primeros programas fueron "Mujercitas", con Delma Ricci y Fernanda Mistral, "Ana Karenina", "Sintonía Pastoral", "El misterio del cuarto amarillo" y "Los argentinos somos así, o no?" con Angel Magaña y libros de Florencio Escardó y la presentación de Luis Sandrini y Tita Merello. En 1984 el Sr. Alejandro Romay volvía a hacerse cargo del canal quedando las creaciones artísticas, los programas solidarios, los entretenimientos y los programas de opinión de esta emisora como testimonios imborrables en la historia de la televisión argentina. Lo más destacable de aquellas recordadas producciones fueron: Sábado de la bondad, Su comedia favorita, Ciclo de Teatro Argentino, Alta Comedia, Viernes de Pacheco, Blamicina, El Especial, Tropicana Club, Grandes Valores del Tango, Derecho a réplica, Jacinta Pichimahuida, Cursos Universitarios, Almorzando con Mirtha Legrand, Cita con las estrellas, Las dos caras de la verdad, y los títulos de ficción como Malevo, Nostalgia del Tiempo, Mujeres en presidio, Carmiña, Simplemente María, Nuestra galleguita y Gorrión, entre muchos otros. Canal 9 también fue precursora del sistema de educación a distancia al crear y poner en pantalla la primera experiencia en ese sentido que fue la Universidad del Aire, que un año después se convertiría en la Universidad de Belgrano. En noviembre de 1997 el grupo australiano Prime Televisión compra Canal 9. Los nuevos dueños cambiaron el logo y denominaron a la emisora "Azul TV". Azul Televisión apareció como una nueva propuesta pero siempre buscó mantener la audiencia que Canal 9 supo sostener durante toda su historia. Dos años después, Azul TV fue adquirido por Telefónica (51%), también propietaria del 100% de Telefé, y por la banca de inversiones J. P. Morgan (49%). Durante esta nueva conducción se mantuvo el mismo perfil del Canal y no se registró ninguna incorporación o innovación relevante en la programación. En el 2002 la nueva sociedad encabezada por Daniel Hadad, se hizo cargo de Azul TV. El 20 de agosto de ese mismo año se hace el lanzamiento del nuevo Canal 9, se estrena logo y se anuncia una programación renovada y la presentación institucional de las estrellas incorporadas. Staff

  • CEO: JUAN CARLOS DAIDONE
  • Gerente de Programación y Contenidos: OPY MORALES
  • Gerente de Noticias: RUBEN SAIEG
  • Director Comercial: GONZALO FILGUEIRA
  • Gerente de Ventas: JULIO MARTINEZ
  • Gerente de Administración y Finanzas: JUAN CARLOS DAIDONE
  • Director de Asuntos Públicos y Corporativos: PATRICIA SANTA MARINA
  • Gerente de Recursos Humanos: PABLO DELUCA
  • Gerente de Asuntos Legales: LILIANA CASALEGGIO
  • Gerente de Técnica y Operaciones: FERNANDO BANUS

LA LIGA

  Es un programa de investigación periodística conducido por Daniel Malnatti, María Julia Oliván y Diego Alonso.

Se emitía hasta el mes de Noviembre todos los martes, a las 23.

Está producido por Cuatro cabezas, productora dirigida por Mario Pergolini y Diego Guebel.

Oliván viene de trabajar en Punto Doc y Kaos en la ciudad. Malnatti sigue siendo una pieza fundamental del equipo de CQC. Y Alonso se identifica como un actor de propuestas comprometidas como Tumberos u Okupas.

La Liga sostiene que todos los temas tienen un interés social y todos los temas se pueden mirar desde muchos puntos de vista y es por eso que intenta no mostrar historias simplificadas, sino que dar a conocer las múltiples caras de una misma cuestión.

Temas de sus programas:

La liga se introduce en el mundo de la prostitución y te muestra cómo es trabajar en la noche. ¿Qué buscan los hombres que pagan por sexo? ¿Que siente una mujer que cambia sexo por dinero? ¿Es posible disfrutarlo? Daniel Malnatti junto a un taxista nocturno visita los puntos clave de la prostitución porteña y escucha las historias mas alocadas de sexo con pasajeros. María julia comparte la transformación de una travestí y sale con ella a divertirse y juntar dinero. A la vez, una productora de La Liga pasa 24 horas siendo adiestrada por Jessica, una prostituta profesional, para finalmente salir a trabajar

Adolescentes marginales que sobreviven robando a otras personas. Un fenómeno de la Argentina contemporánea con cultura y códigos propios. Amantes de la cumbia villera y detractores de la policía. La Liga sale a la calle con dos pibes chorros ¿Qué piensan sobre la actividad que llevan a cabo? ¿Qué sienten respecto del futuro? Desean salir de ese círculo vicioso y tener otra oportunidad? Estas y muchas otras dudas serán despejadas por Daniel Malnatti, quien los acompaña en una recorrida por la zona sur de la Provincia de Buenos Aires y observa cómo eligen a sus presas y cómo definen el acto delictivo mas conveniente: autos, bicicletas, carteras, teléfonos celulares, arrebatos, escraches y una amplia gama de robos callejeros. Mientras tanto, Luciano Galende ofrece la mirada policial. ¿Cuáles son las indicaciones para prevenir estos sucesos y cómo la policía "identifica" a un pibe chorro?

Canal por el que se emitía: Telefe

 GRUPO TELEFE

Telefe es la cadena líder de Televisión Abierta de Argentina con los programas de entretenimientos más vistos y una de las más destacadas productoras de Contenidos de Latinoamérica (Telefe Contenidos). También cuenta con una de las más creíbles divisiones de Noticias (Telefe Noticias).

En su alcance global es la principal productora y exportadora de Contenidos del país – tercera distribuidora de América Latina -, con presencia en 80 naciones. También cuenta con una señal satelital (Telefe Internacional) que llega a más de 3 millones de abonados en todo el mundo.

Su plataforma de negocios incluye la producción cinematográfica (Telefe Cine) con las películas más exitosas de los últimos años, como así también la producción de discos (Telefe Música) y espectáculos teatrales (Telefe Teatro).

La fuerte capacidad técnico-operativa con estándares internacionales ha permitido crear recientemente Telefe Servicios que ofrece una amplia gama de soluciones y todo tipo de desarrollos tanto a nivel local como internacional.

El Grupo Telefe, incluye 8 estaciones televisivas líderes en el interior del país que solidifican su liderazgo en la diversidad geográfica y como referentes regionales. Son las señales de Canal 8 de Córdoba, Canal 13 de Santa Fe, Canal 5 de Rosario, Canal 11 de Salta, Canal 8 de Tucumán, Canal 7 de Neuquen, Canal 8 de Mar del Plata y Canal 9 de Bahía Blanca.

El Grupo Telefe, también es marca líder en Radio, a través de Radio Continental en AM y FM (Hit) y su Cadena de emisoras a nivel nacional. Radio Continental es una de las más prestigiosas señales radiofónicas con audiencia de alta calidad y fuerte presencia en el campo argentino.

Con Telefe, sus canales del interior propios y asociados, los cableoperadores de todo el país y la cadena de Radio Continental, el Grupo Telefe tiene una cobertura de casi el 100 % a nivel nacional.

Directivos:

Presidente: Jorge Pérez Bello Director Artístico y de Programación: Claudio Villarruel Subdirectora: Bernarda Llorente

Capítulo III: ¨Antecedentes¨

Origen y evolución de la disciplina.

Resulta difícil situar históricamente los comienzos de la disciplina que hoy denominamos Periodismo de Investigación. No obstante, existe cierto consenso respecto de los motivos que generaron su aparición. Entre ellos, el surgimiento de nuevas necesidades informativas del público y la irrupción de la radio y la televisión generaron en la prensa la inquietud por dar algo más al lector. En efecto, la inmediatez de la radio dejaba al periódico en un nivel inferior de prestación y los reporteros vieron en la investigación la oportunidad de palear esta situación. La clave radicaba entonces en lograr que el lector se informara a través del periódico sobre los aspectos de fondo de cada tema.

El periodista Fran Casal, en su escrito evolución histórica del periodismo de investigación, ubica el nacimiento de esta especialidad periodística en la llamada Época dorada de los Muckrackers¨ (husmeadores de basura). Este término, peyorativamente utilizado para referirse a los críticos estadounidenses de finales del siglo XIX, proviene de una novela del siglo XVII escrita por Jon Bunyan bajo el titulo de ¨progreso de los peregrinos¨. En esta obra, Bunyan habla del hombre que ¨prefiere rastrear en la inmundicia antes de que hablar de cosas nobles¨. A comienzos del siglo XX, el trabajo de estos pioneros investigadores ayudo a sacar a la luz pública situaciones dignas de los tiempos de la esclavitud en América.

En términos estrictamente periodísticos, el sarcástico mote de muckrakers se debe al presidente norteamericano Theodore Roosevelt, quien así denominó a renombrados escritores tales como Samuel Hopkins Adams, Charles E. Russel o Upton Sinclair. En aquel momento, los ¨husmeadores de basura¨ solían escribir para revistas de najo precio como American Magazine y Colliers y se ganaron el apoyo del público tras la edición del libro de Upton Sinclair, The jungle. Sin embargo, esta moda terminó pronto. La falta de apoyo continuado de los lectores hizo desaparecer esta práctica hacia 1912.

La diferencia básica que existe entre los Muckrackers y los periodistas de investigación contemporáneos radica en que los primeros practicaban un periodismo de revindicacion¨ que los impulsaba a tomar posturas políticas sumamente marcadas. Si bien en la actualidad el periodismo de investigación sigue basándose primordialmente en remover basura, no todos los periodistas de investigación son Muckrackers. En rigor, sus trabajos mezclan la exposición descriptiva de los hechos con la demanda de reforma social y, en algunos casos, con la toma de cierta posición política.

En su esfuerzo por establecer los orígenes del periodismo de Investigación, otro grupo de historiadores pasa por alto esta época lejana y ubica el comienzo puntual de la disciplina en el célebre ¨Caso Watergate¨ de 1972. El memorable trabajo de los periodistas de The Washington Post es considerado por muchos ¨el espejo que mejor ha mostrado cómo la actividad periodística puede ofrecer a la democracia y a la sociedad un efectivo sistema de rendición de cuentas de los funcionarios públicos¨.

En esa ocasión, la prensa descubrió un claro caso de abuso de poder y, lo que comenzó como una pequeña historia, terminó con la renuncia del presidente de los estados Unidos, Richard Nixon. De hecho, el ¨paradigma Watergate¨ sentó un precedente esencial en la historia de la investigación periodística toda vez que logró demostrar que los reiterados intentos gubernamentales por ocultar la verdad no fueron suficientes. A través de una cuidadosa y prolongada investigación, la prensa alertó a la justicia para que ésta reclamara al entonces presidente, los documentos que el Ejecutivo se negaba a entregar argumentando cierto privilegio constitucional.

En el caso de la Argentina, suele citarse la publicación en 1957 del libro operación masacre, del escritor Rodolfo Walsh, como el hito que representa la consolidación del periodismo de investigación en su versión vernácula. En efecto, dicha obra puede ser concebida como una verdadera y minuciosa investigación periodística. En ella, Walsh narra en tono de thriller y de manera testimonial los sangrientos crímenes cometidos durante el gobierno de facto. La hipótesis del libro es explicita y el periodista – escritor utiliza diferentes fuentes para demostrarla: declaraciones de los sobrevivientes, familiares de las victimas y oficiales de la policía, documentos oficiales, expedientes, telegramas y el Libro de Locutores de Radio del Estado, entre otros. Merced a esta legendaria investigación quedo documentada la brutal masacre llevada a cabo el 9 de junio de 1956 durante la dictadura de Aramburu.

La televisión investigadora.

Una de las notorias apariciones en televisión abierta de los años noventa fueron los programas de investigación periodística. No es que la televisión no hubiera tenido investigaciones anteriores, pero fueron más esporádicas, parte de algún programa o de carácter documental, como Yo fui testigo, conducido por Arturo Bonin, y Edición Plus, por Telef., en 1993, aunque duró poco en el aire.

La investigación como formato y sustento formal de un programa, con la utilización de cámaras ocultas, abarcando todo tipo de temas (Policialies, corrupción de funcionarios, contaminación ambiental, prostitución, etc) nace en los noventa y se expande a partir del 2000.

Seguramente, la raíz es Telenoche Investiga, con excelentes trabajos y fuertes impactos periodísticos, que nacieron como una sección, dentro de Telenoche y que, a partir del 2000, con la conducción de Maria Laura Santillán y Juan Micheli, se transformó en un programa semanal. Dentro de un ámbito similar, pero cada cual con características especiales, se inscriben luego Punto Doc, producido por Cuatro Cabezas, y Zona de investigación, por Azul Televisión.

La aparición del programa de Fabián Polosecki ¨El otro lado¨a principios de los noventa representó algo mas que una bocanada de aire fresco: fue la definitiva imposición de un estilo inédito en la televisión argentina. La clave fue detenerse en aquellas historias que ya nadie se preocupaba por escuchar.

Esta nueva mirada se instaló a partir de este programa, se basaba en la búsqueda de historias que estaban por allí, casi ocultas en las calles de Buenos Aires. Dicho programa se encargó de correr las luces y enfocar la mirada hacia miles de historias escondidas en las sombras, protagonizadas por ladrones, por vecinos, por trabajadores. Era transmitido por canal 7 durante la gestión de Gerardo Sofovich.

Más adelante aparecerán nuevas versiones de este programa como Kaos en la ciudad, conducido por Juan Castro, que presentaba cada semana una propuesta sólida en cuanto a la intención de descubrir los rostros ocultos u ocultados de una sociedad que está intentando sobrevivir a sus propias calamidades. Consistía en un resumen semanal de noticias o magazine social, organizado alrededor de cuatro o cinco informes presentados en piso por los cuatro periodistas a cargo de las investigaciones: Ronnie Arias con una mirada desprejuiciada y divertida. Su mérito mayor consistía en encarar las notas de color desde un punto de vista alternativo a los dominantes en la pantalla. Carla Czudnowsky se ocupaba del amplio campo de lo sexual con un enfoque abierto que intentaba "refrescar" lo que muchas veces se califica como perverso, bizarro o degenerado. María Julia Oliván se dedicaba a lo político pero su sello no aparecía tan definido como en los casos anteriores. Juan Castro – en tanto – tenía a su cargo investigaciones y entrevistas relacionadas con problemáticas y conflictos sociales. "Kaos en la ciudad" buscaba atrapar a la audiencia a través de lo insólito o lo prohibido pero también buscaba sensibilizar al espectador con un estilo propio para comunicar una realidad social en la que cada vez hay más fragmentación y exclusión. En el anteúltimo programa, por ejemplo, dos informes de Juan Castro sorprendieron por la crudeza de las imágenes pero también por la valentía de la propuesta y el involucramiento periodístico. En el primero, incluido en la "Sección 24hs.", que el periodista realiza cámara en mano (un poco a la manera de Lanata), se exploró la situación cotidiana de un grupo de familias de La Boca que viven literalmente en la cloaca de la ciudad. El informe relevó junto con un médico las consecuencias criminales de la indiferencia sanitaria del poder político. "La pobreza es una epidemia", sostuvo el profesional.

En el segundo informe, Castro acompañó durante tres horas y media a la familia Sedán, de Merlo (Provincia de Buenos Aires) el día en que estuvieron al borde del desalojo por una turbia historia de supuestos incumplimientos en los pagos de las cuotas. Para quienes perderían ese día todo lo construido en muchos años de trabajo y sacrificio, sólo parecía haber una manera posible de resguardo: el uso de la fuerza, la legítima defensa. Las imágenes del padre de familia mostrando una vieja arma y su disposición a usarla contra la fuerza pública fue profundamente emotiva.

También fue reconocida la aparición de Ser urbano, Con la incursión en el mundo de la conducción del actor Gaston pauls. En este programa los protagonistas de la realidad más candente del país tenían un espacio en el que exponer sus problemas y en el que adquirir "visibilidad" por afuera de los estereotipos más transitados. En la actualidad adquirió el nombre de humanos en el camino, debido a la desvinculación de la productora que inicialmente organizó el proyecto.

En la actualidad muchos programas comenzaron a tomar aspectos o formas de mostrar las noticias extraídas de estos formatos.

Capítulo IV: ¨Encontrando el camino: conceptos generales del Periodismo de Investigación.¨

Definición y características distintivas

El periodista Eduardo San Martín sostiene que ¨…el periodismo consiste, fundamentalmente, en la transmisión de información; la obtención de esta por el agente que debe transmitirla implicaría en todo caso una averiguación y comprobación de datos y, por consiguiente, realizar una tarea que no puede denominarse de otra manera que Investigación.

Según el propio San Martín, en términos generales existe un conjunto de características que permite definir con más precisión al periodismo de investigación:

  • Tiene menos que ver con la forma de presentación o elaboración de una noticia y más que ver con la forma en que se obtiene la información que da base a ese artículo, reportaje o crónica. Ello significa que la información obtenida según las técnicas de la información periodística puede adoptar cualquier forma de presentación, pero solo podrá ser considerada producto del periodismo de investigación si se ajusta a determinadas formas de investigación de datos
  • Es siempre impulsado por el periodista. Es él quien provoca la información, el que da los pasos necesarios para la obtención de los datos requeridos para completarla, el que los busca y los contrasta, y nunca se limita a ser el mero receptor de una información que le viene desde fuera
  • Va mas allá del puro dato anecdótico, rutinario, casual y no se detiene, como ocurre en numerosas ocasiones, en la recepción de información interesada.
  • Parte de la sospecha de que en determinada información faltan datos fundamentales para que el lector pueda hacerse una idea completa y veraz de un acontecimiento o de una serie de acontecimientos.

A partir de estas características básicas se puede inferir que el objetivo principal del periodismo de investigación es develar una verdad que, por su gravedad e importancia, algunas personas o sectores intentan mantener oculto.

El periodismo produce las noticias que construyen una parte de la realidad social y que posibilitan a los individuos el conocimiento del mundo al que no pueden acceder de manera directa.

Se debe reconocer que actualmente hay nuevas formas de construir la información y nuevas formas de construirla, y por tanto series de sentidos diferentes.

¿Qué se entiende por Periodismo de Investigación?

Para el común de sus cultivadores, éste se distingue del resto de las rutinas profesionales tradicionales fundamentalmente por la selección de determinados temas y su mayor profundidad en el tratamiento del objeto o asunto que se aborda, lo cual supone o es el resultado a su vez del empleo combinado de métodos y técnicas rigurosas de indagación en la búsqueda de los datos y, por supuesto, de un consumo de tiempo y otros recursos superior a la media del reportaje convencional. Autores como Robert W. Greene y Gerardo Reyes, entre otros, en un intento de definición, precisan que el periodismo de investigación es la reportería que se realiza a través de la iniciativa y el trabajo del periodista, sobre asuntos de importancia que algunas personas u organizaciones desean mantener en secreto. Los tres elementos básicos son: que la investigación sea el trabajo del reportero, no un informe sobre una investigación hecha por alguien más; que el tema de la información trate algo de razonable importancia para el lector o televidente, y que haya quienes se empeñen en esconder esos asuntos al público. También William Gaines lo plantea en similares términos, cuando señala en su obra que "se considera historia investigativa: 1) aquella que es producto original del periodista, en contraposición a un informe sobre la investigación de una entidad pública; 2) aquella en la que haya existido algún intento de ocultar la información; 3) aquella que sea de importancia para el público." Aunque la experiencia relatada por éstos y otros autores (Scanella, Quesada, etc.) que han abordado el tema reconocen las ventajas de un trabajo en equipo y del empleo de distintas técnicas de investigación, la mayoría de ellos asume como válido el papel predominante del reportero individual y la condición de que los datos a manejar deben ser un resultado del esfuerzo propio. Ello podría llevar a la idea de excluir importantes procedimientos indagatorios que se apoyan en el trabajo y la opinión de expertos u otros investigadores que a menudo suelen constituirse en valiosas fuentes de información para el reportero, dispuestas por lo general a colaborar en forma desinteresada con éste. El interés social del tema, condición inobjetable, no puede conducir sin embargo al criterio de que todo lo que atrae la curiosidad y atención del público debe ser tratado por la prensa. No podemos coincidir con Reyes cuando admite como idea generalizadora que La gente busca información para satisfacer una amplia variedad de necesidades. Una de ellas es la de conocer las acciones u omisiones de sus gobernantes, legisladores, jueces y militares, de los comerciantes e industriales que dominan el sector económico de la nación, de los banqueros que tienen en sus manos el dinero de miles de familias y empresas y, en general, de las personas que participan de algunas maneras en el manejo de los destinos de su ciudad o país. El público quiere saber qué pasa con sus impuestos, a dónde va a parar el dinero de las privatizaciones y de las bonanzas, y cómo está cuidando el Estado los recursos naturales; quiere enterarse sobre la integridad moral de sus gobernantes, si tienen relaciones con narcotraficantes o mafias de juego y el contrabando y, sobre todo, quiere saber quién lo engaña. Al mismo tiempo, el lector busca chismes en el periódico para satisfacer su curiosidad personal sobre la vida privada de artistas, comediantes, grandes empresarios, deportistas y delincuentes famosos. Por supuesto que hay límites que sitúan la ética, los intereses del país, la intimidad de las personas, y otros factores de política editorial, que no pueden dejarse de tener en cuenta, y que a la corta o a la larga podrían dar al traste con las posibilidades de que muchos temas abordados sin una valoración previa vean la luz pública. Por último, suponer la existencia de intereses antagónicos con la fuente como condición de toda investigación periodística convierte en esencial un rasgo que puede ser y es sin duda ocasional, dependiente más bien de las características de determinados sistemas sociales y temas que de las complejidades de muchos asuntos que la prensa debe abordar con enfoque científico, y en los cuales a menudo sus principales fuentes de información podrían estar tan interesadas como el reportero en un buen tratamiento periodístico. En síntesis, al valorar de conjunto el Periodismo de Investigación podemos subrayar como rasgos positivos los siguientes:

  • La necesidad de un despliegue constante de iniciativas y habilidades profesionales para la búsqueda y solución de nuevos temas o aspectos de determinados temas en ocasiones desconocidos, pero esenciales.
  • Una concepción integral y estratégica del trabajo con las fuentes de información y ulterior presentación de los resultados, a través de una serie o conjunto de trabajos periodísticos.
  • Un aprovechamiento adecuado de las amplias posibilidades que se abren al periodista con la introducción de las modernas tecnologías de la comunicación e información.
  • A su cuenta negativa se ubicarían, por el contrario:
  • El énfasis en los lados obscuros de la vida, las personas y los hechos.
  • La incursión frecuente en facetas de la vida íntima de las personas y adopción de una postura hipercrítica de la actividad de las instituciones públicas, asumiendo papeles de jueces y fiscales de la conducta ciudadana.
  • Una concepción antagónica de las relaciones entre el periodista y las fuentes y protagonistas de muchos hechos que trata. De todo ello se desprende que asumimos el Periodismo de Investigación como una propuesta válida, es decir, como una posible actitud y acción profesional ante los hechos, con rasgos específicos propios que lo separan del trabajo de reportaje convencional, apremiado por la inmediatez y facilitado por los necesarios lugares comunes de la cotidianeidad. Sería un error, sin embargo, asumirlo sin una posición crítica ante sus lados opuestos a toda ética y deontología profesional.

Principios y pasos para la realización del Periodismo de Investigación

Teniendo estas observaciones en cuenta, una concepción propia del Periodismo de Investigación podría partir a nuestro juicio de los siguientes criterios:

  1. Selección y enfoque: de temas o problemas complejos, que requieren el conocimiento y la atención y participación de la opinión pública y las instituciones, partiendo del interés social.
  2. Intencionalidad: supone como premisas determinado grado de esclarecimiento previo acerca de la comunicabilidad de los resultados y su impacto en la opinión pública, con fines que pueden ir desde la información o explicación esclarecedora y la corrección o rectificación de deficiencias o irregularidades cometidas, hasta la orientación y movilización colectiva hacia determinadas acciones institucionales o masivas, encaminadas a la solución parcial o total del problema.
  3. Objetividad: es decir, la búsqueda de la verdad objetiva que subyace a veces bajo el aspecto superficial o la primera impresión que nos producen –o se nos propone sobre– los hechos. Ello supone ir a las esencias con incansable actitud analítica y crítica.
  4. Enfoque científico integral y estratégico: del trabajo con las fuentes de información y en la aplicación de los diversos métodos y técnicas para la obtención de los datos que necesitamos. Incluye por supuesto las amplias posibilidades de la observación directa y participante, abierta o encubierta, en dependencia de las circunstancias; así como la consulta a todo tipo de fuentes que nos aporten referencias o datos útiles.
  5. Normas y principios éticos: previstos por nuestro Código Profesional, en el cual se encuentran claramente definidos deberes y derechos del periodista y sus órganos de prensa en la sociedad, así como el tipo de relaciones a desarrollar entre éstos y las demás personas e instituciones.
  6. Enfoque integral y sistémico de la estrategia comunicativa, partiendo de una adecuada comprensión de los procesos de comunicación en su cotidianeidad y continuidad de una parte, y de las potencialidades creadoras, el papel complementario y las características de los diferentes géneros periodísticos, de la otra.

Tomando como base estos criterios, no a manera de recetario, sino como normas que la experiencia aconseja asumir con toda flexibilidad, podrían resumirse los principales pasos a dar para llevar a la práctica el periodismo investigativo en nuestras condiciones particulares: Primero : Concebir y elaborar un proyecto o plan previo, a partir de la selección del tema o problema a abordar, esclarecer sus premisas y precisar los objetivos o finalidad investigativa y comunicativa. En dicho proyecto quedarán previstas las principales técnicas de investigación a emplear, tiempo y recursos materiales y humanos necesarios, incluyendo su costo en determinados casos. Segundo: Desarrollo de la investigación, aplicando las técnicas requeridas y combinando, en dependencia de las necesidades previstas u otras situaciones que pudieran presentarse: observación, entrevistas individuales, encuestas, consulta a expertos, trabajo en grupos, estudio documental y bibliográfico, consulta a fuentes informáticas, etc. La obtención de información, por otra parte, en el caso de la investigación periodística tiene una doble condición: a) conduce a los resultados perseguidos en el orden indagatorio, tal y como ocurre en todo proyecto de esta naturaleza, b) aporta todo el material fáctico y de referencia, así como ilustraciones a emplear en los diferentes géneros, lo cual supone una elaboración sobre la marcha de la posible estrategia comunicativa a emplear en la presentación periodística de los resultados. Tercero: Realizar un balance final de los resultados y proceder al ajuste definitivo de la estrategia comunicativa. Este paso pudiera dar lugar al criterio de que el material recolectado, contrariamente a las premisas definidas, no aconseja su publicación desde el punto de vista periodístico. En tal caso, quizás se recomiende su archivo definitivo o su entrega a determinadas instituciones, en cuyas manos pudiera tener alguna utilidad. Cuarto: Elaborar el o los trabajos periodísticos empleando distintos géneros, teniendo en cuenta las posibilidades de su publicación en una o más ediciones o emisiones del órgano de prensa, según el caso. La estrategia debe prever el lugar que ocuparían posibles respuestas emitidas por instituciones o personas individualmente, como efecto o repercusión de los primeros trabajos; hechos de los cuales es muy importante mantenerse atentos, e incluso provocarlos en ocasiones en que sea recomendable. Naturalmente que la polémica es también una posibilidad en esta etapa, debido al surgimiento de criterios o datos opuestos o parcialmente diferentes a los expresados por el periodista o por alguna otra opinión vertida públicamente. Deberá estarse al tanto de todo y definirse oportunamente qué lugar darle o no dentro de la estrategia de comunicación. Quinto: Controlar y evaluar parcial y finalmente los efectos o resultados logrados o promovidos por las acciones comunicativas en su conjunto, haciéndolo evidente en ocasiones de manera expresa y objetiva. Aquí es importante reconocer la actitud receptiva y el papel positivo de personas e instituciones en la solución de los problemas, extrayendo finalmente las mejores lecciones de todo el proceso. De ello se desprende que, aunque en ocasiones pudiera haber casos de personas negligentes o responsables de algunos hechos o situaciones criticados por la prensa, lo fundamental es ir a las causas esenciales que le dieron lugar, sus consecuencias sociales y el papel de la opinión pública y la participación ciudadana e institucional, tanto en su origen como, sobre todo, en sus posibles vías de solución y esclarecimiento. Tales pasos quedarían plasmados, como diseño de la investigación periodística, de acuerdo con los diferentes elementos que aconseja William Gaines en su obra, y que podemos resumir de la manera siguiente:

  • Título: una idea básica y totalizadora del tema a abordar
  • Tema: precisión sobre el problema que será objeto de investigación
  • Necesidad: importancia o trascendencia e interés social del problema y significación posible de su publicación
  • Alcance del estudio: delimitación de los marcos en que se desarrollará la investigación
  • Métodos y técnicas que se pondrán en práctica para la investigación
  • Fuentes: Relación de fuentes personales, documentales o institucionales
  • Producción: géneros, ediciones, materiales a conseguir, etc.

Qué se tiene en cuenta en la elección de temas periodísticos

Tal vez sean los más explicitados a nivel de cada medio y de igual forma en las escuelas de periodismo. Son, en esencia, lo calificado por Mauro Wolf como los Criterios sustantivos y en ellos se produce un constante balance entre lo tenido por importante y aquello que puede ser de interés. Aunque existen múltiples opiniones al respecto, la definición hecha por Wolf se considera la más acertada, por cuanto ella abarca las principales características tenidas en cuenta a la hora de seleccionar los acontecimientos noticiables. Cuánto más importante sea un acontecimiento, tanto más los periodistas lo evaluarán desde varios puntos de vista. Desde luego lo medular es la incidencia en la vida social, ya sea en el presente o para el futuro, dicho de otra manera: la conmoción que pueda generar. Dentro de lo juzgado por importante se tiene en cuenta el impacto sobre el país o la localidad, en correspondencia con el alcance del medio.

Un considerable número de personas no basta para juzgar un hecho como noticiable si el mismo ocurre en un lugar distante. Cuanto más cerca del público se desencadena una situación específica, la audiencia se siente involucrada. De ahí que la proximidad geográfica se enmarque en los centros de interés del público. Para los medios con un alcance limitado o con una audiencia potencial relativamente cercana, la noción de lo cercano, o sea, la proximidad… es un valor permanente y de vital importancia, toda vez que la preferencia hacia la información originada en la cercanía, tiende a fortalecerse en situaciones de crisis.

Además, como señala Martín […] "siempre la noticia local ha resultado más interesante para el público porque construye el sentido de su identidad". Un acontecimiento, aparentemente intrascendente, puede, sin embargo, considerarse como noticiable aún cuando no tenga lugar en la cercanía ni tampoco involucre a multitudes. El asenso de un hecho a la condición de noticia, sobre la base de lo que pueda suceder es un valor definido por Wolf como Importancia o significatividad del acontecimiento respecto a la evolución futura de una determinada situación. La evolución probable de un acontecimiento destaca su significatividad, sobre la base de las expectativas que pueda generar en la sociedad; bien por ser un problema a resolverse o del que se esperan consecuencias a corto o mediano plazo. Lo inherente al interés parte de la subjetividad y es capaz de lograr que un suceso consiga evolucionar hacia una noticia, aún cuando no cumpla los criterios que podrían hacerlo importante. Historias sobre gente común, actitudes insólitas ante situaciones desesperadas; o casos donde se trastoque la normalidad, como podría ser el recurrente ejemplo de no es noticia si un perro muerde a un hombre, pero sí lo es un hombre que muerda a un perro.

Un suceso, para ser noticiable, aún cuando cumpla con los juicios de importante o interesante, tendrá que ser también disponible materialmente. Parecerá un tecnicismo pero no es menos cierto que a la hora de juzgar un acontecimiento desde los criterios de noticiabilidad, se tiene en cuenta si es accesible para los periodistas. La comprensión e inteligibilidad de un acontecimiento previenen la confusión. Es lo definido por Wolf como "calidad de la historia". Si un hecho es incomprensible, el periodista suele separarlo o esperar a la obtención de mayor información a través de fuentes alternativas. Un acontecimiento comprensible por lo general permite mostrar resultados. Dentro de la llamada calidad de la historia se incluye la credibilidad. Un hecho de escasa credibilidad puede enfrentar al periodista a la posibilidad de violar criterios relativos al producto más importantes como: concisión y brevedad; o sea, llamar la atención con lo esencial, pues lo obliga a ejecutar complejas operaciones de explicitación y legitimación. Sin embargo, como explica Sohr: "la credibilidad de una noticia a menudo está más ligada a la fuente que la emite que a la verosimilitud del acontecimiento

Los temas de Investigación

Los datos económicos, sociales y culturales se constituyen en contexto y en variable para explicar la noticia, ya que luna teoría sobre la información periodística se pregunta para quien hablan los medios informativos, que competencias y expectativas suponen en sus renunciatarios de que manera esperan que sus mensajes sean decodificados, que sentidos producen los individuos a partir de esa información y que relación se establece entre las agendas de los medios y las agendas sociales. Este concepto de agenda Setting sostiene que como consecuencia de la acción de los medios el público es conciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos.

El presupuesto fundamental de esta teoría es que la comprensión que tiene la gente de gran parte de la realidad social es modificada por los medios. Pueden no conseguir la mayor parte del tiempo decir a la gente lo que debe pensar pero es capaz de decir a la audiencia en torno a que temas deben pensar algo. El tipo de efecto producido por esta teoría ya no corresponde a las actitudes, valores y comportamientos del destinatario, sino que es un efecto cognoscitivo sobre los sistemas de conocimientos que el individuo asume y estructura establemente a causa de su consumo de comunicaciones de masas. Cambia el marco temporal: ya no efectos puntuales, derivados de la exposición a cada mensaje, sino efectos acumulativos, sedimentados en el tiempo. La influencia de los medios es postulada porque éstos nos ayudan a estructurar la imagen de la realidad social, a largo plazo, a organizar nuevos elementos de dichas imágenes, a formar nuevas opiniones y creencias. La constante enfatización de algunos temas, aspectos y problemas forma un marco interpretativo, un esquema de conocimientos, que se aplica para dar sentido a lo que observamos. Los medios también adquieren un papel importante en la creación en el sujeto a partir de la presencia de secciones y paquetes de la realidad que la audiencia no experimenta directamente ni define interactivamente a nivel de vida cotidiana, sino que ¨viven¨ exclusivamente en función de o a través de la mediación simbólica de los medios de comunicación de masas.

Las nuevas tendencias o nuevos problemas en las agendas públicas se constituyen en temas que se resisten a los encasillamientos tradicionales. Algunos comienzan a constituir zonas fijas en la agenda de la televisión y de la sociedad. Así sucede con el conjunto formado por la ciudad, la seguridad, el tránsito, la calidad de vida, la ecología, o también con el de género, feminismo, acoso sexual, aborto, panificación familiar, etc. Esto se corresponde con nuevas necesidades de la opinión pública.

La profesora Montserrat Quesada establece tres grandes grupos temáticos que pueden generar un trabajo de Periodismo de Investigación, a saber:

  • Investigaciones históricas que hacen referencia a temas pasados y que no tienen una incidencia directa en los intereses actuales del público lector.
  • Investigaciones sobre temas actuales que reúnen los trabajos periodísticos sobre hechos recientes.
  • Investigaciones sobre temas históricos con repercusiones actuales. Es decir, aquellos trabajos que profundizan sobre hechos pasados cuyo conocimiento público puede repercutir directamente en una situación actual.

Fuentes de Investigación periodística

Existen numerosos criterios para clasificar las fuentes informativas más habituales del periodismo de investigación. El esquema propuesto por Pepe Rodríguez permite establecer dos tipos principales: las fuentes objetivas de los hechos y las fuentes subjetivas del investigador.

Dentro de las primeras (fuentes vinculadas con el hecho a investigar (se incluyen:

  • Fuentes implicadas: son aquellas personas que, en un sentido u otro, tienen algo que ver con los hechos en vías de investigación, ya sea como afectados, protagonistas o testigos.
  • Fuentes ajenas: son aquellas personas que no tienen una relación directa con los hechos investigados pero que, por la naturaleza del acontecimiento analizado o por su propia calificación humana y/o profesional, pueden aportar datos de interés técnico o noticiable para el periodista.

Por su parte, las segundas (fuentes vinculadas con el periodista que investiga) incluyen:

  • Fuentes oficiales: son aquellas personas que se caracterizan por facilitar información más o menos institucionalizada y asumir su paternidad. El valor de sus comunicaciones es notable para el informador, pero más bien relativo para el investigador.
  • Fuentes oficiosas: son aquellas personas que suministran información más singularizada y original, cuya paternidad no suelen asumir. A su vez, las fuentes oficiosas se dividen en:

-Informantes: son los que mantienen una relación ocasional y unidireccional con el periodista. Ello significa que el flujo comunicativo es monolítico y en una sola dirección (de la fuente hacia el periodista). Son un recurso inesperado y, en ocasiones, de enorme rentabilidad informativa. Su credibilidad siempre debe ser sometida a juicio crítico.

-Confidentes: son los que mantienen una relación habitual y bidireccional con el periodista, producto de un trato personal y duradero en el tiempo. En este caso, la comunicación es de doble vía y se basa en la confianza y la credibilidad recíprocas. Son un recurso muy utilizado para confirmar la veracidad de los eslabones de la cadena informativa.

John Stuart Mill ha dicho que ¨revelar al mundo algo que le interesa profundamente y que hasta entonces ignoraba, demostrarle que ha sido engañado en algún punto vital para sus intereses temporales o espirituales, es el mayor servicio que un ser humano puede prestar a sus semejantes.

La selección y clasificación de acontecimientos se apoya en los ejes información – sociedad, en términos de necesidades y expectativas, y de reconocimiento y o realidad, en términos de verosímiles que constituyen la realidad cotidiana.

Cualquier programa periodístico de investigación requiere mucho esfuerzo de producción y en algunos casos meses de planificación y búsqueda.

La televisión produce un efecto muy fuerte sobre la audiencia, dado que muchas veces el público siente que lo representa justicieramente cuando ya no puede confiar en las vías institucionales normales. De hecho, muchas investigaciones terminaron con gente procesada y sacaron a la luz delitos e infracciones que hasta ese momento permanecían ocultas.

En la opinión de Hugo Di Guglielmo, ex director de programación de Canal 13, que no se considera un experto en el tema y por eso se inclina a pensar como lo hace el público ¨sostiene que la gente siente que mostrar al delincuente in fraganti es una prueba irrefutable y les abre los ojos a millones de televidentes¨.

Seguramente para analizar este fenómeno habrá que tener en cuenta las dudas que el pueblo tiene sobre la eficacia de la justicia, quienes deben ejercerla o estar a su servicio. También que la Argentina de los últimos años ha sido, desgraciadamente una constante generadora de ilícitos.

El otro factor que sin duda influye es la crisis social y la falta de referentes en lo político, lo económico y lo social. Cuando esto ocurre, la gente se angustia y una manera de paliar esa angustia es conocer, informarse, entender, y pensar en que alguien hará justicia cuando se entere.

Los programas de investigación llegaron, se instalaron y están desarrollando equipos profesionales de excelente nivel en este tema que, hoy por hoy, parece especialidad muy argentina.

Una de las partes fundamentales para que estos programas sean creíbles son los conductores. Ellos constituyen el primer motivo de atracción del programa, el primer gancho. Por eso deben resultar creíbles. Son los encargados de anclar y fijar el concepto del programa frente al televidente; los responsables de presentar y vender al público el formato. De una manera u otra el conductor o conductores que se eligen se transforman en parte indisoluble del estilo del programa.

El periodismo de investigación ha sido capaz de ocupar una serie de errores que no se detienen en la clásica actitud de esperar que la información llegue al medio y publicarla. Por el contrario, a avanzado en la construcción de una impronta inquieta y preactiva que lo impulsa a salir a buscar la información allí donde, no por casualidad, permanece oculta.

De este modo los periodistas de investigación son hoy, a la vez, controladores de los poderes formales e informales, transmisores de la voz cívica y protectores de los derechos de la comunidad y de sus integrantes. Incluso, en muchos casos, su nivel de prestigio y reconocimiento público supera significativamente el de los representantes electos o designados de la democracia, sean estos presidentes, ministros, legisladores o jueces.

Es notorio como cierta versión televisiva del género viene produciendo consecuencias poco recomendables para la salud cívica de las naciones. El sociólogo Heriberto Muraro ha llegado a denunciar que el Periodismo de Investigación puede transformarse en una ¨plaga¨ de las ¨videopolis¨ contemporáneas.

La primera de ellas es la transformación del ciudadano en un mero telespectador que acepta, sin mayores cuestionamientos, que su participación social y política se mide en ¨horas de televisión¨. La falacia del ¨tele-ciudadano¨ no sólo limita su nivel de involucramiento real sino que, además, lo lleva a buscar respuestas en lugares no siempre apropiados para brindarle soluciones concretas y, especialmente, perdurables.

En segundo término, la lógica del espectáculo imperante en el medio audiovisual hace que, en ocasiones, la promesa del impacto emotivo desplace el suministro de información efectivamente trascendente para la población. Las reglas de juego del showbusiness de la televisión (sensacionalismo, puesta en escena, enfoque anecdótico, etc) no siempre resultan compatibles con las exigencias de profundidad y respaldo documental de la investigación periodística. El tratamiento de la noticia como cualquier mercancía y en relación directa su espectacularización, hacen que se desplace el eje de relevancia y trivializan el interés público. La función de informar al público queda subordinada ya que el entretenimiento es lo que más vende. Hablar de una sociedad del infoentretenimiento sea quizás una de las maneras de caracterizar esta etapa de la sociocultura contemporánea, en la que la oferta noticiosa resulta ¨un cóctel de información y entretenimiento, de temas pesados e intrascendente, banales, escandalosos o macabros, de argumentación y de narración, de tragedias sociales comunicadas en tiempo de swing o de clip o narradas como películas de acción. Los medios se dirigen al público más desde la conmoción que desde la argumentación: predominan las retóricas sensacionalistas y la casuística suele organizar las series de problemas graves en clave narrativizada.

La tercera y quizás más grave consecuencia es la usurpación por parte de los hombres de prensa de funciones que no les son propias en el marco del sistema republicano de gobierno. Desde el punto de vista jurídico, los investigadores periodísticos no poseen la capacidad acusatoria de los fiscales ni la capacidad condenatoria de los jueces.

Perfil del periodista de investigación

Un buen investigador periodístico se caracteriza por su escepticismo crítico y su paciencia sin fin, así como por una marcada indignación ante el desafuero, cuando considera que cierta situación en injusta o abusiva. Por otra parte, el escritor y docente Pepe Rodríguez enumera las capacidades fundamentales que debe poseer un periodista que se dedica a la investigación:

  • Capacidad de observación: se trata de una desarrollada habilidad para descubrir importante información no verbal a través de un minucioso escrutinio de los datos recogidos.
  • Capacidad retentiva: es la cualidad que asegura al investigador periodístico recordar con exactitud la información observada, aún en aquellos casos en que no le es posible grabar o tomar notas.
  • Capacidad de memorización visual: este atributo resulta sumamente útil para el periodista que indaga, pues le permite recordar imágenes, documentos y escenas que apenas son observables por unos instantes.
  • Capacidad de planificación y previsión: esta idoneidad de planeamiento estratégico rentabiliza el esfuerzo y agiliza el trabajo investigativo. Casi siempre, la previsión ahorra disgustos, tiempo y problemas.
  • Capacidad de improvisación: la habilidad de repentización es, junto con el sentido común, una munición muy eficaz para el progreso de la investigación periodística.
  • Capacidad de discreción: la tendencia al bajo perfil y un refinado sentido de reserva profesional son necesarios para evitar filtraciones y desviaciones.
  • Capacidad cognitiva: se trata de la cualidad de poseer una buena base de conocimientos generales, no sólo referidos a campos específicos, sino también ligados a diversos ámbitos artísticos, laborales o sociales.
Partes: 1, 2, 3, 4
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