Lenin Nació en Simbirsk (ciudad que, desde 1924 hasta 1991, se denominó Uliánovsk en su honor) el 22 de abril de 1870, hijo de un funcionario. En 1887, la policía arrestó y ejecutó a su hermano mayor Alexander por haber participado en una conspiración para asesinar al zar Alejandro III. Cursó estudios en la Universidad de Kazán ese mismo año, pero fue expulsado al poco tiempo por participar en actividades revolucionarias radicales. Estudió las obras clásicas del pensamiento revolucionario europeo, especialmente El capital de Karl Marx. Admitido en la Universidad de San Petersburgo terminó derecho en 1891. Ejerció en la ciudad de Samara, a orillas del Volga, defendiendo a personas sin recursos, hasta que regresó a San Petersburgo en 1893. En 1895 fue cofundador de la Unión para la Lucha por la Emancipación de la Clase Obrera de San Petersburgo. Tras pasar quince meses en la cárcel, junto a una de sus compañeras, Nadiezhda Konstantinovna Krúpskaia -que se convertiría en su esposa- fue deportado a Siberia hasta 1900. Tras el destierro, escapa a Suiza y funda el periódico Iskra (La chispa) junto a Gueorgui Valentínovich Plejánov, L. Mártov y otros marxistas. La publicación se convirtió en un instrumento de cohesión entre los socialdemócratas. Escribió su obra de teoría política, "¿Qué hacer?" (1902). Su proyecto para la revolución se basaba en la existencia de un partido sometido a una férrea disciplina, compuesto por revolucionarios preparados para actuar como "vanguardia del proletariado" y conducir a las masas trabajadoras a una victoria frente al absolutismo. Su insistencia en la importancia de la profesionalidad de los dirigentes revolucionarios dividió a los miembros del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR), y en su II Congreso (1903) las diferencias se hicieron más profundas. El grupo liderado por Lenin fue el que obtuvo la mayoría, de ahí el nombre de bolchevique ('mayoría' en ruso), mientras que la oposición era conocida como sector menchevique ('minoría' en ruso). Regresó a Rusia tras la Revolución de 1905, pero se vio obligado a abandonar nuevamente el país en 1907 ante la misma falta de apoyo que acabó con la insurrección. Lenin y los mencheviques se acusaban mutuamente de ser responsables del fracaso de la revuelta. Fue en esta época cuando escribió su principal tratado filosófico titulado "Materialismo y empirocriticismo" (1909). Cuando estalló la I Guerra Mundial en 1914, Lenin se opuso a la intervención de Rusia en el conflicto alegando que supondría una lucha fratricida entre los obreros de toda Europa en beneficio de la burguesía y alentó a los socialistas a "transformar la guerra imperialista en una guerra civil". Expuso y sistematizó la concepción marxista de la guerra en El imperialismo, fase superior del capitalismo (1916), en donde defendía que únicamente una revolución que destruyera al capitalismo podría proporcionar una paz duradera. La Revolución Rusa de marzo de 1917 (febrero según el calendario juliano) que derrocó al régimen zarista fue un acontecimiento que no había previsto, pero consiguió introducirse en el país en un tren procedente de Alemania. Después de un fallido levantamiento de los trabajadores en julio de 1917, Lenin pasó en Finlandia los meses de agosto y septiembre ocultándose del Gobierno Provisional. Durante ese tiempo plasmó su concepción del auténtico gobierno socialista en el ensayo El Estado y la revolución, su aportación más importante a la teoría marxista, en el que abogaba por la necesidad de la "dictadura del proletariado" como elemento de superación del Estado basado en la dominación de unas clases por otras. Asimismo, solicitó en repetidas ocasiones al Comité Central del partido que promoviera una rebelión armada en la capital. Finalmente su plan fue aprobado y puesto en práctica el 7 de noviembre (el 25 de octubre según el calendario juliano). La primera de las tres apoplejías que sufrió Lenin en mayo de 1922 le dejó incapacitado para cumplir con las obligaciones de su cargo. Nunca volvió a desempeñar un papel activo en el gobierno o en el partido. Se había recuperado parcialmente a finales de 1922, pero sufrió un segundo ataque en marzo de 1923 en el que perdió el habla. Murió el 21 de enero de 1924 en la localidad de Gorki.
"Tesis de abril"
En estas tesis, Lenin aborda las siguientes cuestiones:
Rechazo de la guerra imperialista, sometida a los intereses del capital. Estos mismos intereses hacen imposible una paz que sea realmente democrática, no impuesta por la fuerza, y sin anexiones.
En Rusia se ha pasado de la primera etapa de la revolución (que da el poder a la burguesía) a la segunda, que debe poner ese poder en manos del proletariado y de los campesinos pobres.
Desenmascarar el Gobierno Provisional como gobierno de capitalistas, y negarles todo apoyo.
Reconocimiento de que el Partido se encuentra en minoría en los Soviets. Necesidad por tanto de explicar y difundir sus posturas, desde una minoría crítica.
Reivindicación no de una república parlamentaria, sino de una república de los Soviets. Dentro de la cual se supriman policía, ejército y burocracia, sin que la remuneración de todos los funcionarios exceda nunca el sueldo de un obrero cualificado.
Reforma agraria. Confiscación de las tierras de los terratenientes. Nacionalización de todas las tierras que se pondrán a disposición de los Soviets locales.
Fusión de los bancos en un banco único bajo el control de los Soviets.
Prioridad del control democrático de la producción y distribución por parte de los Soviets, antes que "implantación" inmediata del socialismo.
Como tareas del Partido: (1) Celebración de un nuevo Congreso. (2) Modificación del programa en relación con la posición ante el imperialismo y ante el Estado, y reforma del programa mínimo. (3) Cambio de denominación del Partido, que ha de pasar de "socialdemócrata" a la de "comunista".
Lev Davídovich Bronstein
"León Trotsky"
León Trotsky en 1917
Lev Davídovich Bronstein, mejor conocido como León Trotsky, nació en Yanovka, Ucrania, el 7 de noviembre de 1879, y fue un famoso teórico y político revolucionario que encabezó la revolución bolchevique en Rusia en 1917. Además, fue el creador del famoso Ejército Rojo que venció a grandes ejércitos luego de sangrientas guerras por el comunismo.
Criado en el seno de una familia de clase media judía, estudió matemáticas en Nikolayev, en donde comenzó a ser activista de los grupos de izquierda, al populismo agrario y al marxismo. Fue en ese mismo lugar en donde se originó la Liga Obrera del Sur de Rusia, que se levantó en armas contra el gobierno de los Zares, pero fue vencida en el intento.
Por esta razón, el político europeo fue obligado a exiliarse en Siberia, aunque logró desobedecer y partir hacia Londres, en donde conoció a Lenin, Yuli Mártov y a Georgi Plejánov, quienes comandaban al Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia. En ese tiempo, comenzó a utilizar el nombre de Trotsky, quien había sido uno de sus carceleros en Siberia.
Luego de estar en desacuerdo por varias de las ideas de Lenin, pasó a formar parte de los mencheviques, aunque nunca se sintió del todo vinculado con el grupo.
En el año 1905, participó de una nueva revolución en Rusia, en la cual organizó el primer soviet. A pesar del intento de los rebeldes, no consiguieron desterrar a los gobernantes, por lo que volvió a ser exiliado a Siberia.
Siete años más tarde, se alió a la "Alianza de Agosto", formada por mencheviques y liquidacionistas, a la cual el llamó: "una alianza de elementos heterogéneos contra el ala proletaria del partido".
Un tiempo antes de que comenzase la revolución del 1917, Trotsky formó "interdistrito de Petrogrado" junto a varios líderes de la época, como Joffe, Riazanov, Lunacharsky, Pokrovsky, quienes no integraban a grupos bolcheviques ni mencheviques.
Una vez estallada la Revolución, el pensador ucraniano viajó hacia Rusia, en donde se alió a los bolcheviques para finalizar con el proceso de manera definitiva. Fue allí cuando se integró en el Sóviet de Petrogrado y encabezó la Organización Socialdemócrata Interdistrital. Luego de varios discursos y debate de ideas, consiguió formar parte del "Comité Central de los bolcheviques", y por esta razón apoyó la idea de Lenin de derrocar a Aleksandr Kérenski, quien había constituido un gobierno provisional en apoyo de los zares.
Debido a la obligación de Lenin de exiliarse, Trotsky pasó a ser el "Jefe del Comité Militar Revolucionario", desde el cual, gracias a su capacidad para el liderazgo y la dirección militar, fue uno de los pilares fundamentales para el triunfo de la Revolución del llamado "Octubre Rojo".
Al finalizar la guerra civil, fue nombrado Ministro de Asuntos Exteriores, puesto en el que dio por terminada la guerra en contra de los otros países de Europa y firmó la paz con Alemania, a pesar de tener que ceder una basta cantidad de territorio a través del Tratado de Brest-Litovsk.
Un tiempo después, fue nombrado Ministro de Guerra, creando el Ejército Rojo que impidió que los contrarrevolucionarios ganen la guerra civil.
Luego de que Lenin padeciese una apoplejía que lo obligó a retirarse de la política, Stalin se alió junto a Grigori Zinóviev y Lev Kámenev para derrocar a Trotsky, por lo que comenzaron a hacer propaganda en su contra. Se sabe que hasta se llegó a manipular muchos de los datos que se daban, acusando a Trotsky de traidor, por lo que este último debió darse al exilio. En el año 1929, fue expulsado de la U.R.S.S. Por esta razón, partió hacia México como exiliado político, en donde fue protagonista de varios atentados que, finalmente, lograrían quedarse con su vida.
El 20 de agosto de 1940, Jaques Mornard se infiltró en la casa del pensador, y mientras leía le clavó un piolet, herramienta que se utiliza para escalar montañas, en la cabeza. Un día más tarde, Lev Davídovich Bronstein murió en un hospital del pueblo de Coyoacán.
En su vida, Trotsky escribió varios libros, entre los que se destacan: "1905 Resultados y perspectivas", "El socialismo en los Balcanes", "La guerra y la Internacional", "Jean Jaurès", "El derecho de las naciones a la autodeterminación", "Literatura y revolución", "Historia de la revolución rusa", "Mi vida", "La revolución permanente" y "La revolución traicionada".
En la actualidad se considera al líder político como una de las figuras más importantes de la historia de Rusia.
Iósif Stalin
José Stalin
Nace el 21 de diciembre de 1879, en Gori (Georgia). Político soviético. Hijo de un humilde zapatero georgiano, a los quince años Stalin ingresó con una beca en el seminario ortodoxo de Tbilisi, donde se reveló como un alumno brillante, aunque fue expulsado al ser sorprendido cuando repartía propaganda del Partido Socialista georgiano, en el que había ingresado en 1898. Como prosiguiera sus actividades revolucionarias, en 1902 fue detenido y deportado a Siberia. Dos años más tarde Stalin logró evadirse y volver a Tbilisi, donde se adhirió al ala bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (POSDR). Intervino en la revolución de 1905 y en las huelgas de Bakú de 1907, tras las cuales fue nuevamente detenido y enviado a Siberia, de donde huyó en 1911. Stalin ingresó entonces en el comité central del POSDR y, designado presidente del Politburó, viajó a Viena, donde escribió El marxismo y el problema de las nacionalidades y adoptó definitivamente el apelativo de Stalin (acero). Contactó con Lenin y se le encargó la edición de Pravda, pero, detenido en Petrogrado, permaneció en prisión hasta 1917, cuando estalló la revolución bolchevique de febrero. Tras el fracaso de ésta y la marcha de Lenin a Finlandia, Stalin pasó a dirigir Pravda, al tiempo que tomaba parte activa en la preparación de una nueva revuelta. Al estallar la Revolución de Octubre Stalin formó parte del gobierno revolucionario como comisario de nacionalidades, cargo que desempeñó hasta 1922 y en cuyo ejercicio escribió la Declaración de los derechos de los pueblos de Rusia, texto que preludiaba la organización del Estado soviético. Durante la guerra civil Stalin colaboró eficazmente en las defensas de Petrogrado y Tsaritsin, ciudad que recibió más tarde el nombre de Stalingrado. Elegido secretario general del Comité Central en 1922, trabajó para hacerse con el control del aparato del partido a pesar de los reparos de Lenin, quien recomendó su eliminación en su testamento. Tras la muerte de Lenin, en 1924, Stalin logró hacerse con el poder absoluto y se alió con Zinoviev y Kamenev para defender la idea del socialismo en un solo país, contra la «revolución permanente» y la extensión del socialismo propugnadas por Trotski. De este modo logró deshacerse de éste, un rival poderoso, al que haría asesinar años más tarde en su exilio de México (1940). Se volvió entonces contra sus aliados, apoyándose en esta ocasión en la «derecha» del partido y en su líder Bujarin, quien, a su vez, luego sería condenado a muerte por Stalin, convertido definitivamente, y gracias a su habilidad y capacidad de manipulación política, en el líder indiscutible de la URSS. Implantó a continuación una dictadura, cambió las directrices económicas y emprendió «el gran cambio». Al proyecto perteneció el primer plan quinquenal, que suponía la colectivización forzosa de las unidades de producción agrarias y la industrialización en gran escala del país. Al mismo tiempo, para suprimir cualquier tipo de oposición, entre 1935 y 1938 instigó los procesos de Moscú, por los cuales muchas de las principales figuras políticas del partido y gran parte de los cuadros dirigentes del ejército fueron encarcelados o fusilados, acusados de traición. Aunque las cifras no son fiables, se calcula que el número de ciudadanos condenados a trabajos forzados o encerrados en los «gulags» de Siberia a partir de 1935 alcanzó la cifra de entre cinco y diez millones.El pacto de no agresión que Stalin firmó con Hitler en 1939 no impidió la invasión alemana de 1941. Como comisario de Defensa y mariscal de la URSS, Stalin dirigió la guerra desde el Kremlin, que se negó a abandonar pese a que el gobierno había sido trasladado a Kuíbishev. Se volvió entonces hacia las potencias aliadas y participó en las conferencias de Teherán, Yalta y Potsdam, en las que se organizó el reparto del mundo en dos bloques ideológicos. De acuerdo con su idea de socialismo, apoyó la formación de las democracias populares en Europa oriental, todas las cuales quedaron en la órbita de la URSS, con la única ecepción de la Yugoslavia de Tito. Durante el XX Congreso del PCUS, celebrado en 1956, tres años después de la muerte de Stalin, Nikita Jruschov denunció sus crímenes e inició el proceso de «desestalinización», que culminó con la retirada de su cadáver del mausoleo Lenin y su inhumación junto al muro del Kremlin.
Nikolai Aleksandrovich Romanov
"Nicolás II de Rusia"
Fotografía de Nicolás II a la edad de 30 años en San Petersburgo (1898)
Nació el 18 de mayo de 1868 en Tsárskoie Sieló. Hijo mayor del zar Alejandro III. En 1894 contrajo matrimonio con Alix de Hesse, princesa alemana que adoptó el nombre de Alejandra Fiodorovna al convertirse a la religión ortodoxa rusa. Su padre falleció ese mismo año. En la ceremonia de coronación celebrada en 1984 en Moscú, se prepararon regalos para ser repartidos entre los asistentes. Sin embargo, entre las filas de invitados que esperaban para recoger el presente comenzó a correr el rumor de que no habría bastantes para todos. Ello produjo una incontenible avalancha hacia las mesas dispuestas con los obsequios. La estampida causó cientos de muertos, pisoteados y asfixiados por la muchedumbre. Intentó preservar el poder absoluto de la monarquía rusa, negándose a otorgar concesiones a los que reclamaban mayor liberalización política. Sin dotes para dirigir el Estado confiaba en los consejos de su esposa, cuyas creencias místicas ejercían una clara influencia sobre él.
La expansión rusa en el Extremo Oriente alentada por el propio zar concluyó en la catástrofe de la Guerra Ruso-japonesa (1904-1905), que provocó el estallido de la Revolución de 1905. Pese a que esta rebelión le obligó a aceptar la existencia de una asamblea representativa, la Duma, que limitaría la autocracia monárquica, Nicolás II siguió pensando que tan sólo era responsable ante Dios de su gestión como monarca, por lo que evitó la conversión de Rusia en una auténtica monarquía constitucional. A pesar de las buenas relaciones que mantenía con su primo Guillermo II de Alemania, sus respectivos estados se enfrentaron cuando estalló en 1914 la I Guerra Mundial. Las derrotas militares y los sufrimientos que este conflicto provocó en el pueblo ruso aumentó la mala imagen del zar, máxime cuando había asumido personalmente el mando del Ejército en 1915, por lo que fue obligado a abdicar en marzo de 1917.
Los bolcheviques le mantuvieron prisioneros hasta que fueron conducidos en compañía de su séquito al sótano de la casa de campo del comerciante Nikolái Ipatiev, fueron alineados y fusilados por 11 soldados el 17 de julio de 1918. No todos murieron en el acto y varias de las hijas del zar fueron rematadas a golpes de culata y bayoneta, porque las balas chocaron contra las joyas que escondían cosidas bajo sus vestidos. Los cuerpos fueron enterrados en dos ocasiones en lugares distintos, para no dejar rastro, después de que los soldados los rociaran con ácido sulfúrico. El concilio arzobispal decidió en el año 2000 canonizar al zar Nicolás II y su familia como mártires del comunismo.
Aleksandr Fiódorovich Kérensk
Aleksandr Kérenski
Kérenski nació en Simbirsk (hoy, Ulyanovsk) siendo el hijo de un director de escuela. También fue éste el lugar de nacimiento de Lenin, e incluso el padre de Kérenski, Fiódor, impartiría clase al joven Vladimir Ulyanov en la Universidad de Kazan. Kérenski se graduó en derecho por la Universidad de San Petersburgo en 1904. Demostró sus afinidades políticas con su continuada defensa de los revolucionarios antizaristas. Fue elegido para la cuarta Duma en 1912 como miembro de los Trudoviks (un partido laborista moderado). Brillante orador y experimentado líder parlamentario, llegaría a ser miembro del comité provisional de la Duma como social-revolucionario y líder de la oposición socialista al régimen de Nicolás II.
Cuando la Revolución de Febrero se desencadenó en 1917, Kérenski fue uno de sus líderes más destacados, siendo elegido vicedirector del Soviet de Petrogrado (un consejo de trabajadores). Cuando se formó el Gobierno Provisional, fue al comienzo ministro de Justicia, más tarde, ministro de la Guerra en mayo y, finalmente, primer ministro en julio de 1917.
En ese instante de la historia, tuvo la oportunidad de relacionarse estrechamente con el zar Nicolás II, ya abdicado, y su familia que estaban prisioneros en Tsárskoye Seló y manifestó un grado de aprecio a la familia real, realizando en forma oculta los trámites de exilio por medio del canciller del Gobierno Provisional, Pablo Milyukov, con resultados negativos; viendo que la segunda Revolución estaba en curso y en vista que la familia real estaba en peligro de ajusticiamiento, los exilió a Tobolsk en Siberia como una forma de alejarlos del peligro. El Soviet Central a cargo de Yakov Sverdlov supo de estas maniobras y vetó a Kérenski el dar mayores facilidades al Zar.
Tras el golpe fallido del general Kornilov en agosto y la dimisión de los ministros, se proclamaría a sí mismo como comandante en jefe supremo.
El problema central de Kérenski en su cargo fue que Rusia estaba agotada tras tres años de guerra, con el pueblo deseando sólo la paz a cualquier precio. Lenin y su Partido Bolchevique prometían «paz, tierra y pan» bajo un sistema comunista; asimismo, el ejército se descomponía con las deserciones de soldados de origen obrero y campesino. Pero Kérenski y otros líderes políticos se sintieron obligados a cumplir los compromisos establecidos con sus aliados para continuar la guerra contra Alemania, temiendo acertadamente, además, que ésta demandaría enormes concesiones territoriales como precio para la paz. La negativa de Kérenski a retirar a Rusia, simbolizada con la Ofensiva Kérenski, significaría su perdición.
Durante el golpe de Kornilov, Kérenski había repartido armas entre los trabajadores de Petrogrado. Más adelante, en octubre, la mayoría de estos obreros se pasarían al bando bolchevique. Lenin tenía la determinación de derribar el gobierno Kérenski antes de que tuviese la oportunidad de legitimarse tras las elecciones previstas para la Asamblea Constituyente, y el 25 de octubre (7 de noviembre por el calendario gregoriano) los bolcheviques tomaron el poder en lo que sería conocido como la Segunda Revolución o Revolución de Octubre.
Kérenski escapó de los bolcheviques y fue a Pskov, donde reunió tropas leales en un intento de tomar la capital. Capturaron Tsárskoye Seló pero fueron derrotados sin derramamiento de sangre, al día siguiente en Pulkovo. Kérenski escapó por poco, y durante las siguientes semanas viviría oculto hasta huir del país, alcanzando finalmente Francia. Durante la Guerra Civil Rusa no apoyó a ninguno de los bandos: se oponía tanto al régimen bolchevique como a los generales reaccionarios del Movimiento Blanco que pretendían restaurar la monarquía.
Kérenski vivió en París hasta 1940, enzarzado en las eternas disputas y escisiones de los líderes democráticos rusos del exilio. Cuando los alemanes derrotaron a Francia, escapó a los Estados Unidos en 1940 donde viviría hasta su muerte. Cuando Hitler invadió la Unión Soviética en 1941, Kérenski ofreció su ayuda a Stalin, mas sin recibir respuesta alguna. En su lugar, efectuó transmisiones radiofónicas en ruso apoyando el esfuerzo bélico. Tras la guerra organizó un grupo llamado la Unión para la Liberación de Rusia, sin obtener mucha repercusión.
Kérenski se instalaría finalmente en Nueva York, aunque dedicaría mucho tiempo en la Hoover Institution de la Universidad de Stanford, California, donde consultó y amplió su vasto archivo de historia rusa, y donde impartió clases. Escribió y emitió por radio en abundancia sobre política e historia rusa. Sus principales obras incluyen El preludio al bolchevismo (1919), La Catástrofe (1927), La crucifixión de la libertad (1934) y Rusia y el punto de inflexión de la historia (1966). Murió en Nueva York en 1970, siendo uno de los últimos protagonistas supervivientes de los sucesos de 1917.
La Iglesia Ortodoxa Rusa local en Nueva York rechazó cubrir el entierro de Kérenski, considerándole uno de los principales responsables de la caída de Rusia frente al comunismo. Una Iglesia Ortodoxa Serbia tampoco accedió. El cuerpo de Kérenski fue entonces trasladado a Londres donde sería enterrado en un cementerio aconfesional.
Autocracia: Sistema de gobierno en el cual la voluntad de una sola persona es la suprema ley.
Bolchevique: Nombre de la corriente revolucionaria mayoritaria del partido social demócrata ruso, en oposición a los mencheviques.
Burguesía: Grupo social constituido por personas de clase media acomodada.
Despotismo: Autoridad absoluta no limitada por las leyes.
Dictadura del proletariado: Principio marxista del ejercicio del poder del Estado por la mayoría (proletariado) sobe la minoría (burguesía), como forma transitoria de gobierno, que debería conducir a una sociedad sin clases.
Duma: Nombre de las asambleas consultivas rusas, en tiempo de los zares, desaparecieron en 1711, después de la revolución de 1905 se desenterró el nombre y se aplicó a la asamblea legislativa recién creada. De 1905 a 1917 hubo cuatro dumas, la última fue convertida por los soviets en una gran asamblea nacional, centro de oposición al régimen.
Koljoz: Explotación agrícola soviética de tipo cooperativo.
Kulaks: Campesinos ricos que tenían a su servicio a otros campesinos.
Menchevique: Son los miembros del partido social-demócrata ruso que quedaron en minoría en el II Congreso celebrado en Londres, en 1903.
Mujiks: Uno de los nombres de los campesinos rusos.
Romanov: Dinastía que reinó Rusia desde Miguel III, Federovich (1613) hasta Nicolás II (1917), por mas de 3 siglos
Soviet: Consejo o asamblea obrera. A parecieron por primera vez en la revolución rusa de 1905. Desempeñaron un papel decisivo en la revolución de febrero de 1917, y desde entonces, hasta octubre, ejercieron un poder efectivo. Con el triunfo de la revolución socialista, se convirtieron en la institución fundamental del sistema político bolchevique.
Sovjoz: Es la explotación agrícola estatal en la U.R.S.S.
LA REVOLUCIÓN Y LA PAZ
Hay quienes no se calman en las orillas del Potomoc y continúan haciendo todo lo posible por inculcar a la opinión mundial la idea del "peligro soviético", que según ellos se cierne sobre la humanidad desde los primeros días de la "violenta" Revolución de Octubre. ¿Asaltaron los bolcheviques el Palacio de Invierno, sede del Gobierno Provisional, en noviembre de 1917? Claro que sí.
¿Lo tomaron? Sin duda alguna. ¿Derrocaron al Gobierno Provisional? Sí, lo derrocaron. ¿No es esta violencia entonces?
Bueno, ¿pero acaso hubo en la historia alguna revolución burguesa sin violencia? ¿O tenían derecho los pueblos de Inglaterra, Francia u Holanda a destronar a sus gobernantes feudales "legítimos"? ¿O, por ejemplo, con qué derecho los norteamericanos libraron la guerra por su independencia, negando con ello el carácter legítimo del poder del monarca británico?
Resumiendo, es prácticamente imposible encontrar una revolución no violenta. Pero ellos no niegan el derecho a la violencia burguesa; sólo cuando se trata de una revolución socialista se pronuncian contra la violencia.
La verdad es que si examinamos la historia veremos que, por desgracia, hasta ahora no ha habido ninguna clase dominante que por su propia voluntad haya abandonado la arena histórica o entregado el poder político. Federico Engels, ridiculizando a Muller, que afirmaba que la violencia siempre se debía a las actitudes revolucionarias, escribió que solo un burro no podía comprender que si no hay violencia reaccionaria, tampoco hay violencia revolucionaria; porque no se puede realizar una revolución contra alguien a quien ni siquiera hay que derrocar.
El grado de la violencia revolucionaria generalmente es proporcional al grado de la violencia contrarrevolucionaria. A propósito sea dicho, la Revolución de 1917 en Rusia fue una de las menos violentas de la historia, ya que solo hubo contadas victimas. La sangre se derramó más tarde, cuando la burguesía derrocada decidió estrangular a la revolución popular. Y en esto le ayudó la burguesía de Inglaterra, Francia, EE.UU. y los varios otros países capitalistas. Sin su apoyo la burguesía rusa no se habría atrevido a lanzarse contra el proletariado triunfante. Sin embargo, nosotros ganamos esta batalla, respondiendo con la violencia a la violencia. Pero lo que sucede cuando la revolución no responde así lo podeos observar e el ejemplo de Chile y el trágico destino de Salvador Allende.
De ahí que en vano los propagandistas burgueses traten de asustar a la gente con la violencia comunista. Por otra parte, quisiera aclarar que reconocer el derecho a la violencia en la revolución no significa llamar a utilizar la violencia. Ninguna revolución social se realiza antes de que la mayoría de los ciudadanos (y no un partido político) lo reconozca necesario. Si en este momento la clase gobernante muestra la suficiente perspicacia histórica y cede ante la voluntad de la mayoría, no habrá violencia alguna. Pero reiteramos que ese es un asunto interno de cada pueblo y nada tiene que ver con al U.R.S.S. Nosotros, marxistas, estamos convencidos de que las revoluciones no se hacen por encargo del extranjero y no se exportan mediante la violencia armada.
A diferencia de los cruzados anticomunistas contemporáneos –que amenazan con acabar el marxismo utilizando todos los medios a su alcance, sin excluir una guerra d exterminio masivo- nosotros no queremos acabar con nadie ni librar una guerra contra nadie.
Además, no cabe vincular la revolución con la guerra. En la revolución están interesadas sólo determinadas fuerzas de uno u otro país, mientras que en la paz, todos los Estados, sin excepción. En la situación actual, cuando sobre el mundo se cierne un peligro rea de una hecatombe nuclear, debemos comprender que el socialismo y el capitalismo pueden coexistir, porque de perecer, lo harán sólo juntos. ¿No sería mejor entonces trabajar mancomunadamente para conservar la paz en la tierra, en vez de blandir las armas y asustar a la gente con una "amenaza soviética" inexistente?
Boris Krotkov. "Sputnik": noviembre 1984
LA REVOLUCIÓN MEXICANA
México estaba bajo el férreo control del dictador Porfirio Díaz y aunque su política económica favoreció el progreso comercial y la producción mexicana, los beneficios se repartían entre los miembros de una clase social excluyente. Para 1910, el 85% de la tierra mexicana le pertenecía a menos del 1% de la población. Los campesinos se quedaron sin tierras, sin trabajo y sufrían a diario los efectos del hambre y la pobreza. Luego de más de 30 años en el poder, Díaz hizo un simulacro de apertura democrática y llamó a elecciones ese año. Surgió un oponente poderoso, Francisco Madero, que simpatizaba con la causa de la reforma agraria, contaba con el apoyo del campesinado y postulaba el principio de la no reelección. Madero fue encarcelado y Díaz obtuvo una victoria electoral por la vía del fraude.Las protestas y la insurrección campesina no le permitieron al viejo dictador mantenerse en el poder y optó por exiliarse a Francia. Las esperanzas que muchos mexicanos tenían cifradas en Madero se vieron frustradas por su incapacidad para mantener el orden. Su asesinato en 1913 fue el detonante que sacudió al país y desató un torrente de pasiones y cruentas pugnas por el poder que se extendieron por varios años.De los ejércitos campesinos surgieron grandes líderes militares como Francisco "Pancho" Villa y Emiliano Zapata que se hicieron famosos por sus hazañas. En 1917 se redactó una nueva constitución que promulgaba el control público de los recursos naturales, la educación gratuita y compulsoria y la formación de uniones laborales. México recuperó su estabilidad en 1920 con el gobierno de Álvaro Obregón.La revolución mexicana tuvo muchos caudillos, se garantizó el 20 de Noviembre, pero ya se había iniciado el día 17 en la casa de los hermanos Serdán, dentro de la revolución brillaron infinidad de planes, uno de los que más eco tuvo dentro del grueso de la población campesina fue la frase de Emiliano Zapata, "Tierra y Libertad", dicha frase se puede decir que fue el himno de muchos de los campesinos que tomaron parte en la lucha contra la dictadura, se puede localizar dentro del famoso "Plan de Ayala", formulado por Emiliano Zapata, que en su punto cinco dice:"En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudadanos mexicanos, no son dueños ni de la tierra que pisan, y sin poder mejorar en nada su condición social, ni poder dedicarse a la industria o la ganadería por estar monopolizadas por unas cuantas manos las tierras, montes y aguas, por esa causa, se expropiarán previa indemnización de la tercera parte de esos monopolios, a los poderosos propietarios de ellas, afín de que los pueblos y ciudadanos de México, obtengan ejidos, colonias, feudos legales para pueblos o campos de sembradíos o de labor, y se mejore en todo y para todo, la falta de prosperidad para los mexicanos".
El lema completo de este plan fue "reforma, libertad, justicia y ley"Dentro de la revolución hubo otros cientos de caudillos, pero no todos brillaron porque usaron métodos diferentes de lucha, sólo hubo algo que los hacía homogéneos, y fue la lucha contra una causa común.
La Revolución Mexicana fue un conflicto armado, iniciado el 20 de noviembre de 1910.Es un Periodo de la historia de México comprendido entre la caída de la dictadura de Porfirio Díaz en 1910 y el ascenso al poder de la burguesía, tras superar los intentos de revolución social protagonizados por los campesinos dirigidos por Emiliano Zapata. Históricamente, suele ser referido como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México.
Antecedentes Económicos y Sociales
Durante la Colonia muchos pueblos pudieron conservar algunas propiedades comunales, llamadas de forma genérica «ejidos». La Ley Lerdo de 1856 declaró baldías las propiedades corporativas, particularmente las de la Iglesia y las comunidades indígenas. Entre 1889 y 1890 el gobierno de Díaz dispuso que las tierras comunales se hicieran parcelables. Los nuevos propietarios, no acostumbrados a la propiedad privada, fueron estafados por particulares o funcionarios. Como resultado mucha de la población indígena se vio sin posesión de tierras y tuvo que emplearse en las haciendas cercanas. Otra serie de leyes de deslinde de los años 1863, 1883 y 1894, en las que una parcela sin su respectivo título podía considerarse como terreno baldío, propició que aquellos que tuvieran los recursos necesarios se hicieran con grandes porciones de tierra. Para 1910 menos del 1% de las familias en México poseían o controlaban cerca del 85% de las tierras cultivables. Los pueblos, donde se albergaba el 51% de la población rural, contaban con tan sólo pequeñas porciones de tierra y la mayor parte de ella dependía de las haciendas vecinas. Además, las leyes y la situación nacional favorecían a los hacendados, pues eran los únicos con acceso a créditos y a proyectos de irrigación por ejemplo. Por su parte, los pequeños pueblos y agricultores independientes se veían obligados a pagar altísimos impuestos. Esta situación afectó grandemente a la economía agrícola, pues las haciendas tenías grandes porciones sin cultivar y eran menos productivas que las propiedades menores.
Otra de las repercusiones del deslinde de tierras y el fraccionamiento de las tierras comunales indígenas fue el que algunos de ellos se rebelaron contra el gobierno. Los conflictos, que tuvieron lugar a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron protagonizados por mayas, tzotziles, coras, huicholes y rarámuris, entre otros. Los conflictos más duraderos fueron los ocurridos en Yucatán, Quintana Roo y Sonora. Ante dichos grupos se tomó una política de deportación, Yucatán y Quintana Roo fueron los principales destinos. En el norte el gobierno de Díaz tomó contra los yaquis una política de violenta represión y deportación hacia el sur del país. El momento cumbre contra este grupo tuvo lugar en 1908, momento para el cual entre un cuarto y la mitad de su población había sido enviada a las plantaciones de henequén en Yucatán. A la postre, estos grupos étnicos habrían de colaborar con las fuerzas revolucionarias.
A principios del siglo XX comenzó la explotación petrolera en México, aunque las concesiones se dieron a compañías extranjeras como Standard Oil y la Royal Dutch Shell. Este proceso finalmente llevó al país a una transformación industrial. Inversionistas extranjeros, protegidos por el gobierno, invirtieron en industrias y explotación de materias primas, se impulsó la minería y fue modernizada la industria textil, lo que además desarrolló el sistema ferroviario. Para 1910, ya existían 24.000 kilómetros de líneas ferroviarias.
Sin embargo, en 1907 se desató una fuerte crisis internacional en Estados Unidos y Europa, lo que llevó a la disminución de las exportaciones, el encarecimiento de las importaciones y la suspendieron de créditos a industriales. La situación desató un fuerte desempleo, además de que disminuyeron los ingresos del resto.
Una sequía que tuvo lugar en 1908 y 1909 afectó la producción agrícola, por lo que se tuvo que importar maíz por un valor de 27 millones de pesos. Esta situación afectó a gran parte de la población, ya que el maíz era parte de la dieta del 85% de la población.
La consecuente disminución en la actividad económica del país redujo drásticamente los ingresos del gobierno. Se intentó solucionar este problema castigando salarialmente a la burocracia y aumentando los impuestos y la base fiscal, lo que afectó a los miembros de la clase media, tanto urbana como rural, así como a los miembros de la clase alta que no estaban adheridos a los «científicos»,grupo selecto de intelectuales, profesionales y hombres de negocios que compartían las creencias del positivismo y darwinismo social e influían en la política del país.
En términos generales, la crisis económica desacreditó severamente la imagen presidencial y de su grupo de allegados.
2.2 Antecedentes Sociales
Huelga de Cananea, 1 de julio de 1906.
Durante el gobierno de Díaz existían numerosos latifundios, y el 80% de la población mexicana dependía del salario rural. Además, las tiendas de raya consistían en una práctica común en estos lugares, en los que se otorgaban los salarios de los trabajadores en mercancía. Mediante este sistema se lograba que los trabajadores alcanzaran tal cantidad de crédito, que quedaban endeudados de por vida. Este sistema, junto con prácticas que eran cotidianas como la contratación por engaño o la adjudicación de una deuda inexistente, es conocido como «enganche», sistema que involucraba elementos coercitivos, extraeconómicos y extralegales.
Las leyes de la nación raras veces se aplicaban dentro de las haciendas, donde los trabajadores eran vistos como esclavos u objetos de propiedad, existiendo prácticamente una especie de feudalismo. En el campo además actuaba el llamado Cuerpo de Rurales, el cual era un grupo policíaco encargado de «resguardar la paz», generalmente a través de métodos brutales. Otra práctica de este grupo era la leva, o reclutamiento obligatorio.
En las ciudades, a partir de 1906 comenzaron a surgir numerosos movimientos obreros (son representativas en este rubro las huelgas de Cananea y Río Blanco), que habrían de ser reprimidos por el gobierno mediante el uso de la fuerza militar.
Diversos intelectuales lucharon por defender los derechos de la clase obrera, tal como el caso de Lázaro Gutiérrez de Lara, Práxedis G. Guerrero, Juan Sarabia y Ricardo Flores Magón, quien había alentado los movimientos obreros en Cananea y Río Blanco. Uno de los medios de comunicación de esta línea era el periódico "Regeneración", surgido en 1900. El movimiento encabezado por estos y otros intelectuales era de naturaleza compleja porque bebía en diversas corrientes de pensamiento, desde la Ilustración hasta el positivismo. Los hermanos Flores Magón llegaron a radicalizarse notablemente después de ser expulsados del territorio mexicano. En 1908 intentaron sublevar al país internándose por el norte, aunque el levantamiento no tuvo mayores repercusiones y ello provocó que decayera su influencia.
Antecedentes Culturales
Desde principios de siglo comenzó a cuestionarse el positivismo, ideología que mantenía el grupo en el poder, lo que llevó al descrédito del darwinismo social. Fue entonces cuando la mayoría mestiza comenzó a reclamar mayor participación en la toma de decisiones, además de que el grupo de los «científicos» dejó de ser visto como congénitamente superior o el único capaz de dirigir el gobierno.
Antecedentes Políticos
El sistema político del gobierno de Díaz sufrió una severa crisis debido al envejecimiento del presidente y su camarilla, conocidos comúnmente como «científicos», lo que lo volvió un sistema excluyente al que no tenían acceso las nuevas generaciones. Por otro lado, el sistema político de Díaz se había basado en el equilibrio de poderes entre su grupo cercano y los seguidores de Bernardo Reyes, conocidos como «reyistas», pero debido a la avanzada edad del presidente, la cuestión de la sucesión presidencial cobró más importancia. Así, los científicos redujeron el poder político de los reyistas, quienes pasaron entonces a ser miembros de oposición. Esta decisión además ocasionó concentración de poder político y económico en varias regiones, tales como Chihuahua, Morelos y Yucatán, lo que ocasionó descontento.[34]
En 1908 la situación política del país comenzó a agitarse, al darse a conocer una entrevista que realizó James Creelman, reportero de la Pearsons Magazine, al entonces presidente de México el 18 de febrero de ese año.
En dicha entrevista, Díaz aseguraba:
He esperado con paciencia el día en que el pueblo mexicano estuviera preparado para seleccionar y cambiar su gobierno en cada elección sin el peligro de revoluciones armadas y sin estorbar el progreso del país. Creo que ese día ha llegado.
A partir de ese momento comenzaron a formarse diversos clubes antireeleccionistas en todo el país. En el estado de Coahuila surgió además el libro "La sucesión presidencial en 1910", donde su autor, un hacendado de nombre Francisco I. Madero, hace un análisis de la situación política mexicana y además critica el gobierno de Díaz, aunque de manera moderada.
A raíz de la entrevista de Creelman al presidente Díaz, y de la aparición del libro de Madero, surgieron varios partidos políticos, algunos a favor del actual gobierno y otros completamente en contra. Entre ellos se encontraban el Partido Democrático (en el que habían participado entre otros Benito Juárez Maza y Manuel Calero) y los Reyistas (partidarios del General Bernardo Reyes), quienes fundaron el Club de Soberanía Popular, aunque posteriormente el general fue eliminado de la planilla debido a que fue comisionado a Europa en septiembre de 1909.
A final de cuentas, Díaz decidió postularse nuevamente para presidente, junto a Ramón Corral para vicepresidente. Asimismo, en 1909 fue reorganizado el Club Reeleccionista por parte de los miembros de la aristocracia con la finalidad de promover su campaña. Como contrapropuesta surgió el Centro Antirreleccionista, con Francisco I. Madero como figura central.
Nacido en Parras, Coahuila, el 30 de octubre de 1873, siendo hijo de un hacendado y nieto de un ex-gobernador de Coahuila, Francisco I. Madero estudió en Francia por cinco años, tomando cursos de economía y comercio.
Después de las declaraciones de Díaz en la entrevista de Creelman, publicó un libro en el que hizo un análisis de la situación política y al mismo tiempo criticó el gobierno de Díaz. Numerosos ex-reyistas se sumaron al movimiento antirreeleccionista, lo que le brindó experiencia política e incluso militar al movimiento, además del apoyo de las clases sociales altas, medias y bajas. Algunas figuras importantes que se sumaron a este movimiento fueron Venustiano Carranza, Francisco Vázquez Gómez, Luis Cabrera y José M. Maytorena.
Madero realizó tres giras para promover clubes antirreeleccionistas estatales con miras a celebrar una convención anual en abril de 1910, en la que se constituiría el Partido Nacional Antirreeleccionista y se designarían los candidatos para las próximas elecciones. Madero fue aprehendido por órdenes del juez de Distrito de San Luis Potosí mientras se encontraba en Monterrey, acusado de incitar a la rebelión, por lo que fue trasladado y confinado en la prisión del Estado. Cuarenta y cinco días después fue puesto en libertad bajo fianza, aunque sin la posibilidad de salir del Estado. Durante este mismo periodo se realizaron las elecciones presidenciales.
Giras de Madero entre 1909 y 1910.
3.1 Plan de San Luis
Las elecciones se realizaron el 26 de junio de ese año, resultando electos Díaz y Corral. Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia. Para tal ocasión asistieron embajadores y ministros plenipotenciarios de diversos países que mantenían relaciones internacionales con el país: de España acudió el representante personal de Alfonso XIII el marqués Camilo de Polavieja, quien llevó el uniforme de José María Morelos y Pavón para entregárselo al gobierno mexicano; por los Estados Unidos asistió el embajador especial Curtiss Guild; concurrieron además Carl Buenz embajador especial de Alemania; Chan Tin Fang, embajador de China; el mayor general Enrique Loynaz de Cuba; y Paul Lafebre de Francia entre otros.[45]
El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó junto con un pequeño grupo (entre los que destacaban Juan Sánchez Azcona (ex-reyista) y Roque Estrada), un documento conocido como Plan de San Luis, aunque en realidad el texto apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí. El plan convocaba a la lucha armada; declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y «Jefe de la Revolución» a Madero; y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros. Asimismo, señaló el 20 de noviembre como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.
«Conciudadanos:- No vaciléis pues un momento: tomad las armas, arrojad del poder a los usurpadores, recobrad vuestros derechos de hombre libres y recordad que nuestros antepasados nos legaron una herencia de gloria que no podemos mancillar. Sed como ellos fueron: invencibles en la guerra, magnánimos en la victoria».- SUFRAGIO EFECTIVO, NO REELECCIÓN.
San Luis Potosí, octubre 5 de 1910.- Francisco I. Madero
Aquiles Serdán, político mexicano que había huido hacia Estados Unidos después de las elecciones, recibió el encargo por parte de Madero de organizar la revolución en Puebla, de donde era originario. El 18 de noviembre un grupo de policías acudió a su domicilio, donde guardaban las armas. Aquiles resistió junto a sus hermanos, siendo rodeados por 400 soldados y 100 policías. Al final fueron asesinados en el sótano de la vivienda.
El día 19 Madero partió de Texas y el 20 cruzó el río Bravo para volver a territorio mexicano, donde lo esperaban algunos ex-militares y algunos pocos voluntarios civiles. Después de algunas escaramuzas de poca importancia, Madero regresó a los Estados Unidos para reorganizar el movimiento, pero evitó dirigirse hacia San Antonio, pues allí se había dictado una orden de aprehensión en su contra. En su lugar, se trasladó a Nueva Orleans.
A pesar de que la muerte de Serdán parecía un fracaso en el intento revolucionario, la lucha armada tuvo respuesta en el occidente de Chihuahua, no por parte de los antirreeleccionistas, sino de la gente del pueblo y zonas rurales. Posteriormente se extendió a los estados vecinos de Sonora, Durango y Coahuila.
3.2 Revolución Maderista
El 14 de noviembre, Toribio Ortega, acompañado de cerca de setenta hombres, se adelantó en la lucha armada debido a que había sido descubierto y se había ordenado su aprehensión, por lo que se rebeló contra el gobierno federal en la localidad de Cuchillo Parado, en el estado de Chihuahua, uniéndose posteriormente a otro grupo rebelde maderista.
El 20 de noviembre, fecha señalada para comenzar la Revolución mexicana, tuvieron lugar 13 levantamientos: ocho en Chihuahua, una en Durango, una en San Luis Potosí y tres en Veracruz, todos principalmente en zonas rurales. Dentro de dichos movimientos destacaron los de Pascual Orozco y Francisco Villa en Chihuahua; José María Maytorena y Eulalio y Luis Gutiérrez en Coahuila; Jesús Agustín Castro en Gómez Palacio, Durango; Cesáreo Castro en Cuatro Ciénegas, Coahuila; José de la Luz Blanco en Cuchillo Parado, Chihuahua; los hermanos Figueroa en Guerrero; y Emiliano Zapata en Morelos.
El primer encuentro entre revolucionarios y tropas federales tuvo lugar el 21 de noviembre en Ciudad Guerrero, Chihuahua, donde las huestes de Pascual Orozco, seguidor de Abraham González, se enfrentaron contra el tercer regimiento caballería, al mando del capitán Salvador Ormachea. Orozco finalmente se apoderó de la ciudad el 30 de noviembre y partió hacia Pedernales, donde derrotó a las tropas federales. Para finales de ese mes, la lucha se había extendido a siete estados de la república.
El 15 de diciembre de 1910, Francisco Villa fue desalojado de San Andrés por tropas federales al mando del teniente coronel Agustín Martínez. Posteriormente enfrentó al general Navarro y decidió retirarse a Parral.
Díaz tomó el control el ejército federal desde la capital y ordenó al general Navarro retomar Ciudad Guerrero con ayuda del 20° batallón de infantería. Los revolucionarios y federales se enfrentaron en el cañón Mal Paso, donde los seguidores maderistas tuvieron que retirarse después de seis horas de combate. Un par de días después, tras cuatro horas y media de lucha, lograron vencer los revolucionarios. Díaz ordenó que se reforzaran las tropas de Navarro, quien entró a Ciudad Guerrero el 6 de enero sin combatir, pues la ciudad había sido abandonada.
En Zacatecas, Luis Moya se levantó en armas, venciendo posteriormente a las tropas federales en Aguaje, Durango. Poco después tomó la plaza de San Juan de Guadalupe, en ese mismo estado. Salvador Alvarado y Juan Cabral tomaron las armas en el estado de Sonora, ocupando los poblados de Cuquiarachi, Frontera y Bacoachi. Severiano Talamantes, por su parte, hizo lo mismo en Sahuaripa, mientras que Praxedis Guerrero se sublevó en Janos, en el estado de Chihuahua, pero fue muerto por las tropas federales.
Principales enfrentamientos durante la revolución maderista.
3.3 Madero regresa al país
Internándose en Zaragoza, al sureste de Ciudad Juárez, el 14 de febrero de 1911, Madero decidió regresar a México acompañado de algunos seguidores, colaboradores y de su hermano Gustavo, con el propósito de asumir el liderazgo del movimiento armado, mejorar su organización y permitirles poder atacar poblaciones de mayor tamaño. El 6 de marzo, Madero, al frente de unos 800 irregulares, decidió atacar Casas Grandes, Chihuahua, pero fue derrotado por el 18° batallón de infantería al mando del coronel Agustín A. Valdéz. Durante el combate, resultó herido en un brazo. Paralelamente surgieron más movimientos en el país, como en los estados de Guerrero y Morelos, extendiéndose el conflicto prácticamente a todo el territorio mexicano.
Madero se retiró para reorganizar sus fuerzas y recibió el apoyo de Pascual Orozco y Francisco Villa, quienes operaban en Chihuahua. Con poco más de 1.500 soldados, quiso atacar la capital del estado, pero posteriormente decidió invadir Ciudad Juárez, ciudad fronteriza con los Estados Unidos.
Ante la situación, Porfirio Díaz tomó varias medidas desesperadas como suspender las garantías individuales. Además, ante la noticia de que los Estados Unidos estaban reuniendo su ejército en la frontera, intentó negociar un acuerdo de paz.
Es importante recalcar que el movimiento antirreeleccionista se transformó durante el proceso militar: de oposición derivó en rebelión, por lo que el movimiento urbano de la clase media se convirtió en una lucha popular y rural, con nuevos líderes dispuestos a la lucha armada que no habían participado en el movimiento que rechazaba la reelección de Porfirio Díaz, como Pascual Orozco (arriero y comerciante), Pancho Villa (que había sido bandolero además de realizar una gran variedad de oficios y trabajos) o Emiliano Zapata (domador de potros que encabezaba reclamos agrarios en Anenecuilco). Al movimiento se habían unido rancheros del norte del país, vaqueros, ferrocarrileros, mineros, obreros, artesanos, profesores rurales, rancheros sureños, entre otros, los cuales eran poco afines a la figura de Madero. Por estos motivos, este último quiso dar por terminada la lucha prematuramente.
3.4 Pláticas entre maderistas y el gobierno
El padre de Madero y su hermano Gustavo se reunieron con José Ives Limantour, ministro de Hacienda y Crédito Público, en Nueva York. Durante el encuentro le entregaron una propuesta de la Junta Revolucionaria, en donde se pedía al gobierno la adopción de la no reelección, la renuncia del vicepresidente Corral, la democratización del gobierno y que se garantizara la libertad política.
A su regreso a la capital, Limantour convenció a Díaz de efectuar cambios en su gabinete, por lo que todos, a excepción de dos funcionarios, fueron reemplazados. Además, Díaz envió al Congreso una iniciativa de ley para prohibir la reelección. Dichos cambios resultaron insuficientes para Madero, quien siguió insistiendo en la renuncia de Díaz y Corral.
Las negociaciones entre maderistas y el gobierno continuaron, tratando de llegar a un arreglo en el que Díaz siguiera en el poder. Representantes del porfirismo ofrecieron incluso la renuncia de Corral, la facultad a los maderistas de nombrar cuatro ministros del gabinete y catorce gobernadores. Aunque Madero estaba dispuesto a aceptar, sus colaboradores se opusieron, por lo que al final se rompieron las negociaciones.
Desde el 11 de abril, Madero y sus tropas establecieron un cuartel general cerca de Ciudad Juárez, en los márgenes del río Bravo, pactándose más tarde un armisticio.
El 7 de mayo, el presidente Díaz declaró en el diario La Nación el siguiente manifiesto:
Mexicanos:
La rebelión iniciada en Chihuahua en noviembre del año pasado y que paulatinamente ha ido extendiéndose, hizo que el gobierno que presido acudiese, como era de su estricto deber, a combatir en el orden militar el movimiento armado.
Algunos ciudadanos patriotas y de buena voluntad ofreciéronse espontáneamente a servir de mediadores con los jefes rebeldes; y aunque el gobierno creyó no deber iniciar negociación alguna, porque habría sido desconocer los títulos legítimos de su autoridad, dio oídos a las palabras de paz, manifestando que escucharía las proposiciones que se le presentaran.
El resultado de esa iniciativa privada fue que se concertara una suspensión de hostilidades entre el General Comandante de las fuerzas federales en Ciudad Juárez y los jefes alzados en armas que operan en aquella región, para que durante la tregua conociera el gobierno las condiciones o bases a que había de sujetarse el restablecimiento del orden.
La buena voluntad del gobierno y su deseo manifiesto de hacer concesiones amplias y de dar garantías eficaces de la oportuna ejecución de sus propósitos, fueron interpretados, sin duda, por los jefes rebeldes como debilidad o poca fe en la justicia ello es que las negociaciones fracasaron por la exorbitancia de la demanda previa.
Por último, hacer depender la presidencia de la República de la voluntad o del deseo de un grupo más o menos numeroso de hombres armados, no es, por cierto, restablecer la paz.
El Presidente de la República se retirará, sí, del poder, cuando su conciencia le diga que al retirarse, no entrega el país a la anarquía y lo hará en la forma decorosa.
El fracaso de las negociaciones de paz tal vez traerá consigo la renovación y la recrudescencia en la actividad revolucionaria.
Manifiesto de Porfirio Díaz en La Nación, 7 de mayo de 1911.
Como resultado al día siguiente se reanudaron las hostilidades, desde las trincheras de un bando hacia otro.
Francisco I. Madero y líderes revolucionarios. 24 de abril de 1911.
Toma de Ciudad Juárez
Ciudad Juárez era defendida por el general Juan Navarro y el coronel de infantería Manuel Tamborrell, quienes estaban a cargo de las tropas y de la guarnición respectivamente. Los revolucionarios, liderados por Orozco y Villa, desobedeciendo las órdenes de Madero, atacaron la guarnición de Ciudad Juárez los días 8 y 9 de mayo y logrando penetrar sus trincheras. Infructuosamente, Madero intentó detener la embestida, pero más rebeldes se unieron paulatinamente a la transgresión, por lo que finalmente decidió dar la orden al resto de sus hombres de proseguir el asalto.
Las tropas revolucionarias finalmente tomaron la plaza el día 10, obligando al general Navarro a capitular. Entonces, Madero, de acuerdo al Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional y constituyó su Consejo de Estado, en el que incluía entre otros a Venustiano Carranza, su hermano Gustavo y José María Pino Suárez.
El 17 de mayo se firmó un armisticio de cinco días aplicable a toda la República mexicana. Al término de éste, se firmó un tratado de paz en dicha ciudad, lo que dio fin a la revolución maderista.
Fotografía de los vencedores de la Toma de Ciudad Juárez.
Tratados de Ciudad Juárez
El día 21 de ese mes se firmó en esa misma ciudad un documento conocido como Tratados de Ciudad Juárez, el cual establecía lo siguiente:
En Ciudad Juárez, a los 21 días del mes de mayo de 1911, reunidos en el edificio de la Aduana Fronteriza los señores: licenciado Francisco S. Carvajal, representante del gobierno del señor general don Porfirio Díaz; doctor Francisco Vázquez Gómez, Francisco Madero padre y licenciado José María Pino Suárez, como representantes los tres últimos de la Revolución, para tratar de hacer cesar las hostilidades en todo el territorio nacional, y considerando:
Que el señor general Porfirio Díaz ha manifestado su resolución de renunciar a la presidencia de la República antes de que termine el mes en curso.
Que el señor Ramón Corral renunciará igualmente a la vicepresidencia.
Que el señor Francisco León de la Barra se encargará interinamente del Poder Ejecutivo de la nación y convocará a elecciones.
Que el nuevo gobierno acordará lo conducente a las indemnizaciones por los perjuicios causados directamente por la Revolución.
Único: Desde hoy cesarán en todo el territorio de la República las hostilidades que han existido entre las fuerzas del general Díaz y las de la Revolución, debiendo éstas estar licenciadas a medida se vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la paz y el orden público.
Tratados de Ciudad Juárez, 21 de mayo de 1911.
Renuncia de Díaz
El día 25 de mayo, Porfirio Díaz se presentó en la Cámara de Diputados para entregar su renuncia ante el pleno,[71] mediante un documento en el que declaraba:
A los CC. Secretarios de la H. Cámara de Diputados.
Presente.El Pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la guerra de Intervención se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es causa de su insurrección.No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos apropósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad.
En tal concepto vengo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional de la República.
Porfirio Díaz, el 25 de mayo de 1911.
El 31 de mayo, Díaz abordó en el puerto de Veracruz el barco de vapor Ipiranga con rumbo a Europa, donde permaneció en el exilio hasta el 2 de julio de 1915, fecha en que falleció.
Interinato de León de la barra
Francisco León de la Barra asumió la presidencia interina tras la renuncia de Porfirio Díaz.
Las renuncias tanto del presidente como del vicepresidente dieron lugar a que el entonces secretario de Relaciones Exteriores, Francisco León de la Barra, tomara posesión de la presidencia el mismo 25 de mayo de forma interina, manteniéndose en el poder alrededor de seis meses.
De la Barra formó un gabinete plural en el que se incluyeron porfiristas, maderistas e independientes, lo cual ocasionó una grave crisis política, acrecentada con la actitud que tomó Madero frente a los grupos revolucionarios, lo cual causó severas brechas. Durante el interinato, De la Barra y Madero protagonizaron un constante antagonismo.
Francisco León de la Barra
Conflicto con el Zapatismo
Auspiciado en los Tratados de Ciudad Juárez, León de la Barra intentó acelerar el proceso de licenciamiento de las tropas revolucionarias. Se calcula que de los 60.000 rebeldes, sólo 16.000 se organizaron en nuevos cuerpos de Rurales, regresando la mayoría a la vida cotidiana. El mayor opositor del desarme y desmovilización de las tropas fue Emiliano Zapata, quien pedía que primero se cumpliera lo prometido por Madero en el Plan de San Luis en el rubro de restitución de tierras. Ante esta situación, Madero se encontró en medio de la postura del presidente interino, la cual era apoyada por los hacendados del estado de Morelos, y los reclamos de las tropas revolucionarias, que pedían que se cumpliera lo prometido.
Intentando conciliar, Madero se reunió con Zapata en Cuautla el 18 de agosto de 1911, donde se comprometió a resolver el problema agrario a cambio de que las tropas zapatistas fueran licenciadas. Además, le pidió que confiara en las negociaciones con el gobierno. Al principio, De la Barra pareció estar de acuerdo con las peticiones de Zapata, pero en lugar de continuar las pláticas ordenó al general Victoriano Huerta, quien se encontraba en el mismo estado de Morelos, que reprimiera por la fuerza el movimiento zapatista. Madero tuvo que salir huyendo de vuelta a la Ciudad de México mientras que Zapata y algunos pocos de sus hombres se replegaron hacia las sierras de Puebla y Guerrero. Poco después, Zapata realizó un manifiesto dirigido al pueblo de Morelos, en el que acusó a los «traidores científicos» de querer retomar el poder mientras que, por otra parte, exculpó a Madero. Adicionalmente, proclamó la existencia del Ejército Libertador del Sur.
Divisionismo dentro del movimiento
Durante el interinato, Bernardo Reyes regresó al país, asegurando que tenía interés de unirse a la «revolución legalizada». En una reunión sostenida por Reyes, de la Barra y Madero, éste último le ofreció a Reyes el ministerio de Guerra, aunque, ante el descontento de los revolucionarios, el ofrecimiento se rompió.
Otro conflicto se suscitó con los hermanos Vázquez Gómez. Uno de ellos, Emilio Vázquez Gómez, fungía como ministro de Gobernación y abogaba por no licenciar las tropas revolucionarias, por lo que su relación con de la Barra no era cordial. El presidente le pidió a Madero que solicitara su renuncia, la cual se hizo efectiva el 1 de agosto. Tres semanas después se promulgó el Plan de Texcoco, firmado por Andrés Molina Enríquez, el cual desconocía el gobierno del presidente de la Barra y llamaba a continuar la lucha armada. Como consecuencia, Molina fue conducido a prisión.
Además, el 31 de octubre de 1911 fue proclamado el Plan de Tacubaya, firmado por Paulino Martínez, periodista de oposición y quien posteriormente se convirtió en ideólogo del zapatismo. En dicho documento se aseguraba que el «Jefe de la Revolución» había traicionado sus propios principios asentados en el Plan de San Luis, y lo acusaba de rodearse de miembros del antiguo régimen.
Elecciones presidenciales
En medio de dichos conflictos se comenzó a preparar la próxima elección. Madero formó el Partido Constitucional Progresista, basado en el Antirreeleccionista y el Plan de San Luis, el cual presentaba como fórmula a Madero en la presidencia y José María Pino Suárez para la vicepresidencia. El rompimiento para estas elecciones con Vázquez Gómez, quien había sido su compañero de fórmula en las elecciones pasadas, provocó el distanciamiento de muchos ex-reyistas, experimentados en la política nacional.
El Partido Nacional Católico, fundado el 3 de mayo de 1911, presentó a Madero para la presidencia y de la Barra a la vicepresidencia. El partido reyista por su parte proponía a Bernardo Reyes para la presidencia, y el Partido Liberal Puro proponía a Emilio Vázquez Gómez.
La elecciones se realizaron en el mes de octubre, resultando ganadores Francisco I. Madero a la presidencia (con el 99% de los votos) y José María Pino Suárez a la vicepresidencia, dando inicio su mandato el 6 de noviembre.
PRESIDENCIA DE MADERO (1911-1913)
Durante este periodo de transición, el 27 de noviembre de 1911 se modificó la Constitución mexicana en sus artículos 78 y 109, prohibiendo así las reelecciones del presidente y vicepresidente, aunque éste último podía postularse en el período inmediato. Además, en diciembre de 1911 se formuló la ley electoral, misma que fue reformada en mayo de 1912. La instauración de dicha ley tenía como finalidad ampliar la libertad electoral, limitar la intervención estatal en las elecciones y expandir el universo de electores, buscando una mayor igualdad electoral.
Durante el mandato de Madero se transformó casi en su totalidad la pirámide del poder: llegaron nuevos gobernadores, muy diferentes a los que habían participado en el gobierno de Díaz, además de que viejos jefes políticos se vieron desplazados por un nuevo aparato gubernativo dominado por las clases medias, aunque obreros y campesinos siguieron relegados de los procesos políticos.
4.1 Movimiento zapatista
Dos días después de la toma de posesión de Madero, el presidente envió un representante a Morelos pidiendo que Zapata licenciara sus tropas. Zapata puso como condiciones que el gobernador del Estado Ambrosio Figueroa fuera removido del cargo, el retiro de las tropas federales, indulto y salvoconducto para los integrantes de su ejército y el establecimiento de una ley agraria que mejorara la calidad de vida en el campo. Madero rechazó las condiciones y envió al ejército a Villa de Ayala, donde establecieron un cerco y abrieron fuego con la intención de terminar con el movimiento. Zapata y sus hombres lograron huir al estado de Puebla, y el 28 de noviembre dieron a conocer el Plan de Ayala, documento redactado por Otilio Montaño y firmado por elementos del Ejército Libertador del Sur. En dicho documento se acusó a Madero de haber impuesto al vicepresidente y los gobernadores de los estados en contra de la voluntad popular, se le acusaba de dictador y estar «en contubernio escandaloso con el partido científico, hacendados feudales y caciques opresores enemigos de la revolución». Además se reconocía como «Jefe de la Revolución» a Pascual Orozco y, en caso de que éste no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata.
Al enterarse del Plan de Ayala, el presidente Madero redobló los esfuerzos por terminar con el movimiento sin conseguirlo, lo que al mismo tiempo lo llevó a una mayor enemistad con los hacendados.
A lo largo de 1912 la lucha entre zapatistas y el gobierno fue de reducida intensidad, entre pocos y pequeños grupos rebeldes zapatistas y las tropas del general Felipe Ángeles, quien había recibido instrucciones de Madero de que la lucha no fuera excesivamente violenta.
Emiliano Zapata proclamó el "Plan de Ayala", documento que desconocía el gobierno maderista.
4.2 Levantamiento de Pascual Orozco
Desde el momento en que Pascual Orozco desobedeció las órdenes de Madero y se dirigió a atacar Ciudad Juárez se rompieron las relaciones entre estos dos personajes. La situación se agravó cuando no fue elegido para formar parte del gabinete del gobierno provisional formado tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez y cuando durante las elecciones a gobernador de Chihuahua, Orozco perdió frente al candidato que Madero apoyaba, Abraham González.
En marzo de 1912 Orozco desconoció el gobierno de Madero y llamó a levantarse en armas contra él por medio del Plan de la Empacadora. Su movimiento logró convocar a las clases populares, media y alta, además de que cobró fuerza después de derrotar a Villa. Victoriano Huerta fue encomendado por el gobierno maderista para sofocar la rebelión. Después de vencer al orozquismo se convirtió en héroe nacional, ganándose además la confianza del presidente.
Movimientos contrarrevolucionarios
Rebeliones de Bernardo Reyes y Félix Díaz
Bernardo Reyes había intentando competir en las elecciones para presidente en 1911, pero ante las amenazas de los maderistas decidió salir del país y desde San Antonio, Texas, lanzó el Plan de La Soledad en noviembre de 1911, el cual buscaba desconocer el gobierno de Madero. Regresó a México el 5 de diciembre pero se encontró con que sus seguidores habían desertado, por lo que terminó entregándose ante las autoridades federales. Fue encarcelado en la prisión de Santiago Tlatelolco y posteriormente juzgado por un tribunal de guerra acusado de sedición. Dicho tribunal lo encontró culpable, por lo que lo destinó a una corte marcial.
En el estado de Veracruz, Félix Díaz, sobrino de Porfirio, se levantó en armas el 16 de octubre de 1912 seguido de algunos militares de la zona. Sin embargo, el movimiento no tuvo la repercusión esperada y a los pocos días fue derrotado por tropas federales. El 23 de octubre fue capturado y remitido a la ciudad de México, donde fue encarcelado. Fue sometido a una corte de guerra, que lo sentenció a muerte. A pesar de ello, bajo presiones de miembros de la Suprema Corte (porfiristas), la pena se le conmutó por prisión perpetua.
El general Bernardo Reyes convocó a un levantamiento armado. Ante el fracaso se entregó y fue encarcelado en la Ciudad de México.
Intervención del embajador Wilson
El embajador estadounidense en el país durante el gobierno de Madero fue Henry Lane Wilson, quien, enemistado con Madero, intervino en la política nacional para derrocarlo. Wilson tuvo varias fricciones con el gobierno mexicano porque éste no había favorecido los intereses comerciales de inversionistas estadounidenses, sino que, al contrario, proclamó una serie de medidas nacionalistas que los afectaban. Por ejemplo, una nueva legislación ferroviaria ocasionó que aquellos trabajadores estadounidenses que no supieran español fueran reemplazados por trabajadores mexicanos. Además, una nueva legislación respecto a la explotación petrolera en el país obligaba a los extranjeros a pagar impuestos.
Wilson se encargó entonces de acrecentar las fricciones entre ambos países enviando a su gobierno informes alarmistas sobre la situación del país, por lo que el gobierno de Estados Unidos exigió que se salvaguardara la integridad de sus ciudadanos radicados en México y que se garantizaran las inversiones realizadas.
El embajador estadounidense en México, Henry Lane Wilson, se involucró en la política nacional mexicana.
4.4 La Decena Trágica
Desde mediados de 1912 se había estado gestando una conspiración en la que participaron Rodolfo Reyes, hijo de Bernardo, y los generales Manuel Mondragón, representante de Félix Díaz, y Gregorio Ruiz.
El día 9 de febrero se inició el golpe de Estado que se consumó en diez días, por lo que es conocido tal acontecimiento como «Decena Trágica». Durante esa jornada se rebelaron los alumnos de la Escuela de Aspirantes de Tlalpan y una tropa del cuartel de Tacubaya. Marcharon en dos columnas: una hacia Tlatelolco y otra hacia Lecumberri, con la finalidad de liberar tanto al general Bernardo Reyes como a Félix Díaz.
Después de ser liberado, Reyes se dirigió hacia el Zócalo de la Ciudad de México, donde buscaba que la guarnición del Palacio Nacional lo secundara. Sin embargo, el general Lauro Villar, jefe de la plaza, ordenó el fuego, muriendo Reyes en el lugar. Félix Díaz, por su parte, se dirigió a la plaza de la «Ciudadela», lugar donde estableció su cuartel. Mientras tanto, Madero salió de la entonces residencia oficial presidencial, el Castillo de Chapultepec, y se dirigió a Palacio Nacional, donde relevó al general Villar, que había resultado herido durante el combate con Reyes, y encargó a Victoriano Huerta que sofocara la rebelión mientras él salía a entrevistarse con Felipe Ángeles en Cuernavaca.
Madero regresó confiado a la capital acompañado del general Ángeles y Rubio Navarrete, que se había trasladado desde Querétaro. Huerta se encargó de retrasar y entorpecer los ataques, por lo que Gustavo Madero lo mandó aprehender. El 17 de febrero, Huerta recusó los cargos de Gustavo, reafirmando su lealtad a Francisco I. Madero. Éste ordenó su liberación, recriminando a su hermano por impulsivo. Al día siguiente Huerta y Félix Díaz firmaron el llamado Pacto de la Ciudadela, conocido también como Pacto de la Embajada debido a que fue firmado en la embajada estadounidense en presencia de Henry Lane Wilson. El pacto establecía el compromiso de Huerta de apresar al presidente y disolver el Ejecutivo para tomar la presidencia de la República de forma provisional, a fin de que, llegadas las elecciones, Félix Díaz fuera nombrado presidente.
En la Ciudad de México, a las nueve y media de la noche del día dieciocho de febrero de mil novecientos trece, reunidos los señores generales Félix Díaz y Victoriano Huerta expuso el señor general Huerta que, en virtud de ser insostenible la situación por parte del gobierno del señor Madero, ha hecho prisionero a dicho señor, a su gabinete y a algunas otras personas. Después de discusiones se convino lo siguiente: Primero. Desde este momento se da por inexistente y desconocido el Poder ejecutivo que funcionaba. Segundo. A la mayor brevedad se procurará solucionar en los mejores términos legales posibles la situación existente, y los señores Díaz y Huerta pondrán todos sus empeños a efecto de que el segundo asuma antes de setenta y dos horas la presidencia provisional.
El general Victoriano HuertaEl general Félix Díaz.
Poco antes de la reunión, Gustavo A. Madero fue detenido en un restaurante de la Ciudad de México y trasladado a la Ciudadela, donde fue torturado y posteriormente asesinado.
El general Aureliano Blanquet se encargó de apresar en el Palacio Nacional al presidente Madero y al vicepresidente Pino Suárez. La madrugada del 19 de febrero, en sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados, se aceptó la renuncia de ambos. Fue designado entonces como presidente el secretario de Gobernación, Pedro Lascuráin, cuya única acción de gobierno fue nombrar, a su vez, a Victoriano Huerta como secretario de Gobernación, para que 45 minutos después pudiera renunciar y se diera paso a que Huerta fungiera como el presidente interino de México, conforme a la legislación vigente.
Madero y Pino Suárez permanecieron presos en Palacio Nacional hasta la noche del 22 de febrero, siendo luego trasladados a la Penitenciaria del Distrito Federal, pero casi al llegar a su destino fueron asesinados.
Soldados sublevados durante la Decena Trágica.
Dictadura de Victoriano Huerta
Victoriano Huerta, al llegar al poder, se volvió un dictador que anuló la democracia y la libertad por medio de la fuerza militar. Huerta recibió el apoyo de los grandes hacendados, altos mandos militares, del clero y de casi todos los gobernadores, a excepción de José María Maytorena, gobernador de Sonora, y de Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila. La gestión huertista se propuso entonces dos metas: lograr la pacificación del país y lograr el reconocimiento internacional de su gobierno, especialmente por parte de los Estados Unidos.
Intentó conseguir el apoyo de orozquistas y zapatistas, concediendo amnistías generales y enviando representantes. Pascual Orozco puso algunas condiciones que le fueron otorgadas, como el empleo de guardias rurales para sus soldados, pago de sueldos a costa del erario y pensiones a viudas y huérfanos, por lo que el 27 de febrero de 1913 Orozco hizo oficial su apoyo al gobierno. Zapata, por su parte, rechazó tajantemente cualquier oferta, por lo que el movimiento morelense continuó su lucha contra el gobierno de Huerta.
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