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Madre Bruja Padre Ogro (página 2)


Partes: 1, 2, 3

Rocío dejó caer sus pestañas en señal inequívoca de la turbación que le había provocado el Gigante. Sus mejillas se tornaron rojas como manzanas, sus ojos brillantes, el respirar entrecortado, le volvió a balbucear "Yo Soy Rocío… ¿deseas comer algo? Tengo la impresión que hace días que no pruebas bocado".

-Efectivamente, mi morral quedó vació hace días, pero no encontré caza alguna, y no es época para árboles frutales, por ello…

(La voz: "Claro, el inútil no pudo resolver solo tal situación, como yo no estaba, te morías de hambre, Je, je, je")

Realmente tengo un poco de apetito, respondió Gigante.

-Ven- dijo Rocío- con su mejor sonrisa –que iluminaba el alma del Gigante- (audazmente le tomó de la mano y lo condujo a través de la cocina a la sala de baño privado) le pasó una toalla fragante. Usa el baño, y luego vienes a desayunar conmigo, te espero.

El Gigante casi se desmaya de la emoción al tocar su mano, suave, delicada, pero extrañamente fuerte. Casi no condecía con el resto de su físico: su hermoso rostro, de delicadas líneas, su bella cabellera, sus ojos color miel, hacían juego con su pelo y su piel; bajo su delantal se apreciaban dos pechos firmes y una cintura fina. Sus manos eran delicadas, pero extrañamente fuertes.

(La voz: "Cuidado con esa, es una zorra, Je, Je, Je. Piensa en lo que tú tienes y por eso te tirará el lazo y no estoy para defenderte. Je, je, je")

El agua caliente le hizo reaccionar. Se sintió fuerte una vez más. Sacó sus ropas frescas del morral y se cambió. Recién bañado, peinado, con ropas limpias, su aspecto había cambiado.

(La voz: Así estás presentable, y esa doña verá quien es mi hijo. Je, je, je,)

Rocío casi no le reconoció cuando hizo su entrada en el salón. Tenía el aspecto de un Gigante Tímido, pero no dejaba de tener un aire varonil, aunque juvenil, casi infantil, lo que lo hacía más encantador; a su madre realmente le agradaría.

Durante el desayuno, él se mostró locuaz, describió su castillo, sus parques y como él lo arreglaba a pesar de la opinión desfavorable de su madre. De su padre le contó que era el Brazo Ejecutor de su Madre. Era el verdugo que cumplía las órdenes al pie de la letra. Por estas razones, estaban distanciados y él tuvo que salir a recorrer el mundo cuando estuvo solo. Su padre siempre quiso imponerse a gritos, pero su madre sabía como manejarlo.

(La voz: Puedes hablarle a esa zorra tantas mentiras, será para que te deje por ser un débil, ¿crees que se fijará en ti? Je, je, je)

Casi no escuchó la voz de Rocío cuando le preguntó ¿Cuánto tiempo estarás por aquí?

-No tengo prisa, y si encuentro algún trabajo me quedo- Trató de hablar con la mayor indiferencia posible. No quería que ella se diera cuenta de lo impresionado que estaba.

Rocío por su parte sentía que manejaba la situación. Hablando muy despacio hizo que el Gigante se acercara más a ella, para escucharla decir "Debo hablar con mis padres, para ver la posibilidad que te quedes en Primavera. Yo necesito ayuda… y creo que tú podrías…" Pero el Gigante estaba sumido en la fragancia que emanaba del cuerpo de tan bella joven y sin saber lo que decía, asentía sí, sí, sí. Ella sonrió para sus adentros y hablando fuerte le dijo.-Espera, voy por mis padres- Y salió por la puerta principal. Para el Gigante la imagen fue fugaz, pero quedó grabada en su retina: la silueta de ella recortada por la luz del exterior, sus vestidos flotando, enmarcaban un cuerpo perfecto, de líneas armoniosas y estilizadas. El Gigante sintió un temblor extraño, desconocido y… (La voz: "Cuidadito con entusiasmarte con esa golfa, ¡mira que lucir su cuerpo para ti!, cuidadito. Je, je, je,) Cualquier otra emoción estaba bloqueada para el Gigante.

El Gigante recorrió la estancia, era grande y bella. Mirando al lago había un área en la que se reunían mesas y sillas, seguramente eran usadas por los labradores que venían a merendar a Primavera. El lugar le parecía extrañamente familiar, casi podía adivinar lo que había en toda la casa. Una sensación extraña le recorría el cuerpo. Decidió no inquietarse más y esperar la llegada de Rocío con sus padres. Tomó asiento frente a una bella vista del lago y sin darse cuenta se sumió en un profundo sueño.

La abuela levantó la vista y se dio cuenta que su auditorio estaba dormido. Los más pequeños sobre los más grandes. Sin hacer ruido fue llamando uno a uno a los mayores. Así en poco tiempo todos viajaban a sus camas. Sobre la pared se recortaba la sombra de la abuela y ella se daba cuenta que cada día su espalda estaba mas curvada. Pensó que era la luz de la lámpara.

Los nietos querían esta noche más cuento, se acordaban que el Gigante se había quedado dormido, que le había parecido conocida la casa y que Rocío fue en busca de sus padres. Los muchachos hicieron ver a la abuela que ésta era una noche serena.

La abuela arregló su chal, tomó su mate y se dispuso a relatar lo que había sucedido, cuando el Gigante despertó.

Rocío regresó con su madre y su padre y encontraron al Gigante profundamente dormido. Aprovechó la oportunidad para observarlo detenidamente. Realmente parecía un buen muchacho y su dormir era tranquilo y sin sobresaltos. Rocío dedujo que no tendría problemas de consciencia ya que dormía como en su cama. Luna le hizo ver "Quizá haya estado varias noches sin dormir y otros tantos días sin comer y como tú le bañaste, le diste merienda, él sólo podía dormir profundamente". Amanecer observó, que el joven vestía buenas ropas y que era fuerte. Su aspecto y su semblante le eran agradables. -Ya tu madre decidirá que hacer con él- dijo dirigiéndose a su hija.

Cuando abrió los ojos ya era medio día y el salón empezaba a llenarse de comensales. Los trabajadores venían por una merienda rápida, descansar un par de minutos y luego seguir en su faena. Se veían buena gente, algo mayores y solo varones. El Gigante dedujo que tendrían alguna labor fuerte. Uno de ellos le llamó la atención, porque no despegaba la vista de Rocío. Aparentemente Rocío sí lo sabía, pero se hacía la distraída mientras correteaba entre las mesas, sonriendo a todo el mundo. El Gigante observaba desde un rincón. Los saludos formales con la familia se harían una vez que pasara el torbellino del medio día. De pronto la algarabía se fue como había llegado, repentinamente.

(La voz: "Bien muchacho, ha llegado la hora de la verdad, vamos a conocer a esta gente Je, je, je")

El Gigante se dio cuenta que podría empezar a ayudar antes que nada, así que se arremangó las mangas de la camisa y se puso a recoger platos. Demostró que tenía experiencia en estas labores.

(La voz, ¿Qué van pensar de ti, que eres mujercita? ¿Qué sabes de todo esto?…Je, je, je,)

Rocío le rogó que no siguiera, que por hoy, estaba bien. -Ven, le dijo, te presento a mis padres- Al estrechar la mano de Amanecer le pareció tremendamente suave y firme, en cambio Luna que se veía frágil, tenía unas manos frías, fuertes y duras.

Luna sin perder tiempo en mayores consideraciones inició el interrogatorio. El Gigante no sabía si tanta pregunta era por el trabajo o por otra razón desconocida por él. Sin embargo, se prestó al cuestionario de buen grado. Supo que había terminado cuando Luna se volvió hacia Amanecer y le dijo: ¿Y tú no preguntas nada? El Gigante sintió un frío por la espalda. Esto lo había vivido muchas veces. Su madre decidiendo y su padre asintiendo. Ella con voz de mando y el afable.

(La voz: "Ves que siempre es igual, ustedes los hombres son cortados con la misma tijera, Je, je, je,)

Amanecer, mirando a los ojos al Gigante le dijo, nosotros seremos buenos amigos. Yo en mis viajes pasé por el castillo de tus padres, pero no había tenido noticias de ellos nuevamente. Me alegra verte. Eras un niño cuando te conocí. Veo que estas hecho todo un hombre.

Rocío observaba con la máxima atención, ese Gigante le gustaba cada vez más y después de verlo moverse por la casa con toda agilidad y prestancia, le parecía más atrayente aún. Sus amigas estarán muy envidiosas cuando lo conozcan.

(La voz: "Ves hijo nada hay oculto bajo el sol Je, je, je")

Así pasaron el resto del verano. El Gigante y Rocío cada vez más compenetrados y amigables. Cada atardecer el Gigante volvía a preguntarse por qué esa casa le era tan familiar.

La boda fue sencilla, sin grandes boatos: la familia de ella, el Oficial Civil que los casó, y el Gigante, que no tenía parientes. Estaba solo, pero muy feliz; se había enamorado de Rocío como un niño y ya nada lo separaría de ella

(La voz: "Ah! Hijo crees que todo ha terminado, esto recién empieza para ti, Je, je, je")

Con el pasar de los meses, Rocío advirtió que el Gigante estaba cada vez más silencioso, retraído, y ya casi no conversaba. Un atardecer decidió tomar la iniciativa y se enfrentó al Gigante.

-Gigante, qué te ocurre, dímelo a mí que soy tu esposa y te puedo ayudar-

El Gigante la miró a los ojos y se disponía a hablar.

(La voz: "Cuidado con hablar de nosotros, tú y yo somos uno y no dejaré que nadie intervenga entre nosotros Je, je, je") Guardó silencio y sintió que el mundo se le desplomaba.

Rocío probó todas las artes femeninas, pero nada sacaba al Gigante de su mutismo. Pasó ella por todos los estados de ánimo desde la escena de celos a ofrecer suicidarse. Nada alteró la situación. Conversando con su madre, ella le planteó que quizás teniendo un hijo, las cosas cambiarían. Rocío, efectivamente, se había cuidado de no quedar embarazada. Optó por la maternidad. Cuando le dio la noticia a Gigante, éste se alegró mucho, la tomó en sus brazos, dando vueltas por toda la casa. Gigante había renacido.

La espera del bebé fue plácida, pero Gigante volvió al mutismo.

Una tarde de otoño Rocío habló serenamente con Gigante. Pronto llegaría el hijo tan esperado y no era bueno que él insistiera en su mutismo; pronto, todos se verían perjudicados. Era mejor hablar ahora. Gigante pasó la mano por el vientre de Rocío y con toda ternura le dijo. Pienso que nuestro hijo se merece una vida distinta a la mía, por ello te contaré, pero tengo mucho miedo.

Rocío vio como Gigante tomaba un aspecto como de niño y con voz débil dijo: -Es mi madre, la voz, que me persigue a cada instante, me regaña, me dice todo lo que tengo que hacer, me tiene embrujado. Rocío, tengo miedo, ayúdame- y unas gruesas lágrimas corrieron por sus mejillas

(La voz: "Ah! Con que pidiendo ayuda y llorando, el mujercita, crees que te librarás… Je, je, je. No fuiste al bosque a buscarme y dejaste que nos congeláramos… Je, je, je Yo no te soltaré Je, je, je")

Rocío comprendió. Le dijo, háblame cuando ella te hable y dime todo lo que te dice. Rocío intuía que ese era el camino para ayudar a Gigante a liberarse del embrujo de su madre. Su cariño por Gigante y los sentimientos profundos y misteriosos que le despertaba el hijo que traería a la vida, le decían que se podía realizar semejante tarea.

Con la llegada del primer niño, la bruja se retiró bastante; con la llegada de los próximos niños se perdió en la noche siniestra. Concluyó así la abuela.

Ya había terminado el mate cuando su nieto, el más bribón le preguntó: ¿abuela desde cuando vives en el Castillo?

CONVERTIRSE EN HADA MADRINA

El Darse Cuenta

Si nos damos cuenta que nuestro hijo sufrirá, seremos capaces de ir a buscar al árbol de las generaciones para cambiar lo necesario. Mover cielo y tierra por la felicidad de ese ser que tanto nos compromete.

Dejar la Bruja, significa nacer de nuevo a una existencia libre de temor y angustia. No importa el lugar, el momento o la circunstancia. Abandonar el embrujo y ser libre, no despertarse ni una mañana más con la misión de ser BRUJA, darse cuenta que el universo posee una gama inmensa de colores. Dejar de hacer sufrir y de coartar la libertad de los otros. Amanecer con una imagen nueva de la vida, tener deseos de aprender algo nuevo, sentirse otra vez niño ingenuo, en lugar de adulto quejumbroso. Dejar que los sueños de cada noche, hagan el portento de completar la comprensión de lo eterno, de lo infinito.

DEJAR DE SER BRUJA IMPLICA ABANDONAR UNA RUTA PARA TOMAR OTRA

Se realizará la tarea fundamental: La Reconciliación con la propia Madre. Y la tarea complementaria de ésta: La Reconciliación con el Padre. Este nuevo equilibrio, permite un gran conocimiento de si misma, en cada mujer que lo alcanza.

Transitar por la vida con la posibilidad de actuar y comprender en cuatro dimensiones afectivas, permite dar a cada tipo de relación la exacta importancia que posee para quien recibe el impacto de la experiencia. Por ejemplo, la relación padre-hijo tiene límites y territorios claramente definidos. Si bien con los hijos se desarrollan aspectos de los afectos Agape, Eros y Philia, el afecto Storge es el que lo define en su esencia y permite comprender lo exclusivo de esta relación. La madre cuando está actuando en la posición de Hada Madrina, sabe que debe dejar partir a su hijo, aunque sienta esa acción y actitud como algo que le produce contrariedad.

Es muy necesario que toda mujer se prepare para enriquecerse como persona, en cada etapa de la vida de sus hijos. Los requerimientos, las dificultades y realizaciones de cada etapa del desarrollo del hijo, debe tener como contrapartida un crecimiento íntimo de la mujer. Debe reconocerse a si misma como una individualidad cambiante; cada día el hijo requiere una madre distinta, la de ayer, ya no es adecuada al desarrollo de un hijo cada vez más capacitado, para valerse por si mismo y actuar en la sociedad. Cuando una mujer mira a su hijo en el día de hoy debe decir para sí misma ¡Hoy soy más capaz que ayer! Si ese proceso se mantiene conscientemente a lo largo del tiempo, al alcanzar el hijo cierta edad, ambos estarán preparados para el alejamiento necesario.

La perspectiva que tiene una persona para actuar, siempre es subjetiva, el acervo de sentimientos constituye la información que nutre al sistema afectivo. Los sentimientos hacia nuestros hijos son construcciones a las que debemos dar mucha importancia, por los efectos que causan nuestras acciones en ellos. Un sentimiento de indiferencia o de rechazo puede ser nefasto a cualquier edad de la persona, dado el tipo de vínculo que está involucrado. Si se sabe que se está molesto con la actitud o comportamiento de un hijo, se debe procesar ese sentimiento, logrando que el proceso Percepción Sensorial- Emociones– Sentimientos, trabaje a favor de la mejor alternativa para la vida afectiva de cada cual.

El tomar un elemento de estímulo para los sentidos, como un olor particular, una pieza musical, tomar el aire acompasadamente, permite entrar con facilidad en un estado de meditación. Esa experiencia, facilita el reducir los niveles de estrés y evitar la carga de prejuicios, a que estamos sometidos en la vigilia; en este estado, la comprensión de las situaciones de conflicto, nos llevan a tener mayor consideración con las propias necesidades de paz y armonía.

La forma de enfrentar los conflictos, fueron adquiridas de los padres; las formas de cuidar o descuidar la propia persona, la forma de castigar el cuerpo con el impacto de las emociones, la expresión del rostro y las inflexiones de la voz, se cuentan también entre las lecciones que nos dieron nuestros padres.

EL PROCESO DE RECONCILIACION CON LA MADRE

Ha llegado el momento de hacernos la siguiente pregunta ¿Cómo eran los afectos de mamá?

La respuesta nos llevará por el relato de la vida de una persona que nos parecerá diferente de aquella a quién llamamos mamá. Alguien, a quien nos cuesta tanto ver con cierta objetividad; a veces es la protagonista del drama de nuestra vida de jóvenes, otras veces es la heroína nunca bien ponderada por quienes la rodeaban y también suele ser la santa inalcanzable y nunca humana. A veces los defectos de mamá son insoportables e insufribles, pero otras veces los defectos de mamá son el camino del martirio para ganar el cielo. Entre estos casos extremos nos encontramos, deseando que el tema de los defectos de nuestra madre, fuera un tema en el que no nos involucraran jamás. Entonces ¿cual es el beneficio de hacerlo? La comprensión de la herencia paterna nos otorga la posibilidad de tener nuevos puntos de vista para enfrentar nuestras propias dificultades. Asimismo nos podemos dar a la tarea de reconocer las virtudes de nuestra madre, lo que nos hablará también de las fortalezas con que enfrentamos el diario vivir.

Una tarea fundamental es la de reconciliarnos con nuestra madre, quienquiera que sea o haya sido. Contar su historia desde el romance de sus padres, recorrer su niñez, su entorno familiar, los lugares testigos de sus juegos; los años de juventud y sus primeros pasos como adulto mayor. Es una historia llena de detalles y ella estuvo ahí. Si hay pasajes de su historia que jamás nos serán revelados, debemos completarlos recurriendo a nuestra imaginación e intuición. Es necesario tener una historia completa y realizar en nuestra alma la matemática del afecto que siempre obedece a sus principios. El relato nos dirá cómo, en la formación que recibió, surgieron los miedos, las negaciones que más tarde se convertirían en rasgos firmemente implantados en su fluir personal.

Si mamá buscó respuestas y no las encontró, será una neurótica; si tuvo soledad y se sintió abandonada, será insegura y con tendencia a ser dominante y posesiva; si mamá no fue acariciada, no sabrá acariciar; si sus padres no se pusieron de acuerdo en lo que pensaban, lo que decían y lo que hacían, mamá será un adulto autodestructivo.

Reconciliarse con la madre consiste en aceptar en forma objetiva la misión que la vida nos ha encomendado, una vez como hijo y otra vez como padre. Asumir las virtudes y defectos de la madre permite a la persona que lo realiza, ponderar en justa medida sus propios aciertos y errores.

La madre es una persona finita, lo materno es infinito. La madre, a través de las caricias al infante hace posible la experiencia del sentimiento. Es necesario revivir una y otra vez esas caricias recibidas, aun cuando hayan sido muy exiguas, incluso debemos inventar las caricias maternas si ellas no aparecen en absoluto en la memoria. Desdeñando el rencor, transitar por el pasado como Mago poderoso, modificando la historia, acunando y dando protección al niño que somos, el que crecerá salvando carencias, superando mitos. Ese paso fundamental en el proceso de reconciliación es necesario para remontar cada vez, mayores niveles de la capacidad de dar y recibir afecto.

Todo el proceso de la reconciliación nos lleva a aceptar y comprender cómo nuestra madre daba y recibía las caricias. En el caso de que la madre hubiera sido poco afectuosa y no dio caricias, debemos entender que ella aprendió ese patrón de conducta.

Si nuestra madre vive, debemos trasladarnos hasta donde se encuentra y acercarnos a ella, estrechar todo lo posible el espacio que nos separa y vivir la experiencia de esa aproximación. Si mamá permanece lejana y ajena, es posible que necesitemos revertir los roles y tratarla como a una niña pequeña, comprender sus berrinches y frustraciones, sus negaciones y su negatividad.

En el caso más extremo, para cambiar el esquema afectivo en que hemos vivido, se hace necesario que en forma conciente y responsable nos convirtamos en la mamá de mamá, darle las caricias y aceptación necesaria para permitirle que dé un paso hacia incorporar la virtud de la fe. Fe en ella misma, fe en la humanidad, fe en la vida y su equilibrio.

VIRTUDES MATERNAS

La madre es la persona más importante en la vida de un niño. La imagen materna lo llena todo, desde lo más elemental al símbolo más elaborado. La madre despierta el sentimiento en el infante a través de sus caricias y cuidados. Entrega una estructura de virtudes que darán al hijo los límites pasivos en su actuar como persona, estos son:

FE TOLERANCIA

ESPERANZA PACIENCIA

CARIDAD CONTINENCIA

SERENIDAD MAGNANIMIDAD

Estos mensajes que llamamos virtudes, son una corriente que va de madre a hijo, a lo largo de la vida. Si debido a nuevas experiencias se incrementa la Tolerancia en la madre, el hijo recibirá el beneficio.

Si la madre falta, está ausente mucho tiempo o rechaza al hijo, la entrega de la estructura de virtudes será pobre o casi nula. El hijo presentará desequilibrio respecto a su propio sentir y problemas en sus relaciones interpersonales. Necesitará constante refuerzo, será dependiente de la imagen materna, requerirá una esposa que reemplace a la madre. Si es mujer, no desarrollará la capacidad maternal necesaria para el bienestar del hijo.

Capitulo 3 Ogros y gigantes

Papá el Gigante

A diferencia del concepto de lo maternal, que es en esencia incuestionable, el concepto de función paterna, está de acuerdo a la forma cultural involucrada con cada grupo humano. La característica más destacada, es que posibilita una vida segura para madre e hijo. El significado de esa seguridad que provee el padre, también está sujeto a diferencias culturales. Pero es el infante y sus necesidades quien muestra claramente la tarea del padre. Desde que nace el niño busca en la figura paterna un contraste con lo materno. Parte de la idea, de que "Papá no es Mamá" Esta sutileza posibilita un magnífico desarrollo de lo afectivo. Las reglas del juego de la sociedad en donde deberá desempeñarse en el futuro han sido así establecidas.

Cerca de los siete años y aun antes, el niño realiza un alejamiento de la madre y comienza una fuerte identificación con el padre. Es cuando lo social adquiere relieve en las prioridades del niño. La madre desarrolló en el niño el universo de lo íntimo, la gama de sentimientos que guarda en su ser. El padre desarrolla en el niño la expresión de tales sentimientos a través de los afectos.

En el afecto Storge, enseña la función paterna e inicia al hijo en el trabajo. En el afecto Agape, el padre muestra la relación con la sociedad, el trato que se le da al desconocido; le forma en las relaciones de amistad. En el afecto Eros, enseña al hijo la calidad de expresión de las pasiones. El padre le da la medida del tesón, para realizar los propósitos. En el afecto Philia, enseña al hijo a dejar la huella cultural de su estirpe. Traspasa al hijo su concepción filosófica, su expresión del arte y su estilo de religiosidad.

VIRTUDES PATERNAS

Los mensajes que traspasa el padre a lo largo de su vida, darán al hijo los límites de lo activo en su actuar cotidiano. Estas virtudes son:

DEBER TEMPLANZA

PRUDENCIA VALOR

FORTALEZA ÁNIMO

CORAJE JUSTICIA

En nuestra cultura es común encontrar carencias en las virtudes paternas, debido a la recurrente ausencia del padre. Es frecuente que el padre abandone al hijo y no lo eduque. También se presenta su ausencia del hogar por motivo de su trabajo, por su estilo de vida, hobbies, adicciones.

Para el niño el padre es un Gigante, casi dobla su altura y realiza un sinnúmero de tareas, cada una de las cuales es un prodigio

EL OGRO

Necesitamos caracterizar al ogro en amplia medida, su estilo de vida, las sutilezas de su carácter, su forma de embrujar personas y situaciones. Identificar a este funesto personaje que invade nuestra vida y echa por tierra la felicidad.

Este puede surgir en el nuevo jefe de la oficina, el vecino de nuestra casa, un compañero de viaje, dondequiera que vamos, corremos el riesgo de estar dentro del perímetro de su influencia nefasta. Más cercano aun, surge la posibilidad de que seamos uno de ellos: un Ogro, por alguna parte del tiempo o todo el tiempo, cual mandato del destino.

Se lo puede recordar en los relatos de la infancia, solitario en el enorme castillo, dispuesto a sorprender a su víctima, sin embargo, desprovisto frente a un argumento inteligente y certero.

El Ogro provoca miedo desde lejos y causa lástima al conocer su verdadera condición, esclavo de sus propios embrujos.

LOS TESOROS DEL OGRO

Los tesoros han acompañado a la humanidad desde lejanos tiempos. Así lo informa la literatura histórica y de ficción. En todas las culturas encontramos leyendas de tesoros bien guardados, historias de piratas que esconden sus botines, familias que enterraban sus joyas y monedas de oro y plata, en los jardines de sus casas o en las paredes de sus mansiones a fin de salvaguardar esos bienes. El tesoro, tiene la función de generar seguridad, estabilidad y tranquilidad a su propietario. También le genera sombras de inquietud, el pesar que puede ser descubierto.

Relato

Un viejo guardaba lingotes de oro debajo de su cama. Unos muchachos que habían descubierto su secreto, sustituyeron los lingotes de oro por piedras pintadas. El viejo regularmente miraba sus tesoros. Un día se le ocurrió tomar uno de los lingotes y al notar el peso –tan diferente- advirtió que había un engaño. El viejo reflexionó y se preguntó quien habría podido saber de sus lingotes y como se habrían dado cuenta donde estaban. Lo que el viejo no sabía, que era muy notorio para los demás, que de tanto trabajar y ganar dinero y joyas, nunca gastaba en nada. Vivía pobremente. Los muchachos entraron en la confiada casa del viejo y sustituyeron los lingotes. El viejo llegó rápidamente a la acertada idea que los muchachos habían sido los del estropicio. El Viejo sintió que se le venía el mundo abajo, pero armado de valor llamó a los jóvenes para recuperar sus lingotes. La conversación era algo insólita y lo fue aún más cuando los muchachos dijeron al Viejo: Efectivamente, nosotros tomamos los lingotes de oro, los sustituimos por piedras pintadas. Mientras tú mirabas las piedras, pensabas que tu oro estaba a salvo. Estabas tranquilo. Nosotros con el oro compramos tierras y ganado. Ahora te vamos a cambiar las piedras por los lingotes, que hemos recuperado de las ganancias que hicimos. También tendrás una ganancia.

– ¿Y por qué no me lo pidieron?

– Cuando lo hicimos te negaste rotundamente y dijiste que esos lingotes no existían.

El Viejo estaba absorto en sus pensamientos. Su razonar se había detenido en la frase "mientras tú creías" que el oro estaba ahí, no había problema. Es decir que su realidad eran las cuestiones que creía ¿Y si la creencia se comprueba y resulta que no es verdad? El viejo quedó sumido en profundas reflexiones ¿Cuántas creencias tengo que vivo tan pobre?

Al carecer la persona del torrente de caricias que se hace necesario para una vida en plenitud, busca un sustituto a esas caricias y lo encuentra en el atesorar diferentes elementos. Estos pueden ser de un valor real, como monedas o joyas, –inclusive- personas, o lo que se valorice como tal. La valoración que se hace de lo que se atesora es subjetiva. Por tanto, la gente que rodea al Ogro, debe tener mucho cuidado y observar atentamente en que elementos, cosas, pensamientos o recuerdos éste deposita su confianza y fe. Mientras no se atente contra estos valores, estará más o menos tranquilo, dado que su seguridad personal suele sustentarse en esas pertenencias.

Los niños cuidan sus juguetes –los que ellos mismos fabrican- y tienen lugares específicos en su casa que son sus guaridas. Allí depositan sus pertenencias más valiosas. Su ropa interior es bien guardada (las niñas), saben de sus cajones de sus útiles de aseo personales. En todo esto, están sus valores.

El Ogro tiende a profanar estos lugares sacros de los niños, en aras de una autoridad irracional. Todas las personas tienen sus propios y personales tesoros en la vida y se deben proteger del alcance de Ogros que merodean.

El atesorar puede ser una función positiva toda vez que es una experiencia de crecimiento, asociada a la expresión del afecto philia. Atesorar pensamientos y conocimientos, atesorar expresiones de arte, atesorar elementos para desarrollar la comprensión de la religiosidad.

LOS RITUALES DEL OGRO.

Si bien sabemos que la vida esta conducida por rituales, éstos al Ogro no le son ajenos. Los ritos del Ogro son universales, la diferencia estriba en que en el caso de él, éstos son compulsivos. Los rituales que impone en su casa, son absolutos y nadie ni nada debe trasgredirlos. De ser así, el Ogro despliega toda su ogrosidad. La seguridad del Ogro reside en el cumplimiento de rituales, que son la forma de Caricias Sustitutivas que le permiten una vida más o menos grata. Si faltan los ritos, queda en situación de indefensión, que le es insoportable. La falta de sus ritos deja al Ogro al descubierto de su debilidad, debido a que es dependiente de las personas a quienes aterroriza. Si sus víctimas se salen del juego el Ogro queda reducido a la nada, al desaparecer el juego, las víctimas recuperan su libertad.

Los rituales son los rieles por los cuales viaja la estructura psíquica. Por ello, toda la vida humana se desarrolla a través de rituales. Paradojalmente una persona sana y madura emocionalmente, puede ir construyendo sus propios rituales, por medio de los cuales avanza en su vida personal. Esto es independiente de la experiencia religiosa que el sujeto tenga. La estructura de ritos es anterior a la experiencia religiosa, sin embargo, es un constituyente fundamental de esa experiencia.

El Ogro, que es un dependiente, tiene fuertes creencias que le estructuran sus propios rituales; éstos dan validez a su ogrosidad, en un proceso de racionalización. Su mensaje mental es "Así me hicieron mis padres, yo no puedo cambiar"

LOS OGROS GORDOS

Por más que hagan dieta los Ogros sufren de obesidad. Y no es cuestión de moda, se puede confirmar en las láminas que traen las figuras legendarias del Ogro. Están muy sobrepasados de peso. La razón hay que buscarla en el arquetipo de la gordura. Obviamente que no nos mueve el pensar en los problemas de alimentación, que son la razón física de la gordura. Nos mueve la razón psíco afectiva de tal resultado. La angustia la quema el comer. Luego, los Ogros son Gordos, porque viven en un constante estado de angustia.

El Ogro no ha recibido por parte de sus progenitores las herramientas para luchar con semejante problema. La angustia existencial es un problema que ha acompañado al ser humano, desde que "comió del árbol del bien y el mal" (Es decir, supo lo que era bueno o malo, y la recomendación divina fue que se abstuviera de saber lo que era bueno o malo, porque eso le llevaría a dejar de reflexionar y buscar lo mejor, para enfrentar la circunstancia que vivía. Si se sabe lo que es bueno o malo inevitablemente se llegará al dogma, y del dogma nada beneficioso se desprende para el hombre y para la humanidad)

El Ogro tiene la posibilidad de saber que sufre de "angustia existencial" y el mensaje se lo está enviando su propio cuerpo, basta que mire su sombra y podrá hacerse un test. ¿Cómo es la sombra que se proyecta? ¿Se asemeja a la figura que piensa que tiene? Y una pregunta más ¿se compra la ropa de una talla más chica que la que necesita? De más esta decir, que un Ogro Gordo típico, evadirá el tema que se refiere a su figura.

LOS OGROS FLACOS

También una forma de quemar la angustia existencial, es precisamente dejando de comer y sustituir la alimentación por cigarrillos, fuertes dosis de café o cerveza. Esto hace que su figura tome una forma enjuta. Despliegan gran cantidad de energía y en sus trabajos son perfeccionistas. La pregunta que sigue es ¿de dónde saca esa vitalidad el Ogro Flaco? La respuesta es que se nutre de una catexis (energía psíquica) mal dirigida; en lugar de canalizarse a través de las formas afectivas, se revierte en si mismo, en una tendencia auto destructiva.

El afán de perfeccionismo le impide ver que la "angustia existencial" lo envuelve. Racionaliza el problema y si se le cuestiona por la cantidad de cigarrillos que fuma y la cantidad de café ingerido, responde a otros y a sí mismo que eso es lo que le gusta. Dice "como todos vamos a morir, prefiero estas satisfacciones ahora". Conceptos como descanso, armonía, serenidad, no están en su diccionario.

¿TIENEN BUENA MEMORIA LOS OGROS?

Para tranquilidad del pueblo, los Ogros tienen una memoria normal, es decir, van a recordar principalmente lo que les interesa. Por eso recuerdan muy bien aquellos detalles que hacen sufrir a las personas que conviven con él. Se auto entrenan en estar alertas a esos signos, no los olvidan. La situación se puede revertir si la persona que convive con el Ogro, descubre en si misma cuales son las claves o señales que envía. Por ejemplo, si la esposa vive un ataque de ogrosidad, no se recomienda reaccionar, esperar con paciencia que el ataque de ogrosidad pase, suele ser una buena alternativa.

Para manejar –en lo posible- al Ogro, es necesario recordar y tener siempre presente, que el Ogro es un resentido y este resentimiento es alimentado a diario, lo que le permite ser consistente con su ogrosidad. Los fundamentos del resentimiento son tan irracionales como el resentimiento mismo, recordemos que es producto de las creencias e imaginerías del Ogro, a partir de una interpretación antojadiza de la realidad. No se pretenda entender al Ogro. Esquivarlo y cambiar sus señales conductuales, es un mejor camino.

El OGRO COMO ELEMENTO DECORATIVO

Si bien ha servido a la novelística y esto a dado origen a producciones cinematográficas de extraordinario valor artístico y de contenidos, no es agradable el Ogro en casa. No decora, más bien decolora la armonía familiar.

El Ogro generalmente es un engreído, él pondera enormemente sus cualidades, lo que le hace ser agresivo y no aceptar sugerencias.

La función del Ogro de novela, de historias medievales, del cine, es simpática, incluso como modelo psíco afectivo es agradable. En esa función, es un modelo que permite comparaciones y sacar enseñanzas de sus acciones y conductas. Este personaje novelesco, sin nombre ni apellidos es fundamentalmente decorativo y los mejores esfuerzos deben realizarse para que se mantenga en ese sitio.

La más importante enseñanza que se puede obtener del Ogro como personaje de nuestras piezas de arte, es precisamente para reconocer y evitar esas conductas en el diario vivir.

EL OGRO Y LA CATEXIS

La Catexis (equivalente a la energía física) es el elemento que se desplaza para obtener un cambio o movimiento en el ámbito psíquico. El Ogro, debe desplazar enorme volumen de catexis para mantener su ogrosidad. Sostener un estado constante de tensión, stress, bloqueo a sí mismo y a su familia, le resulta en un desgaste formidable. Para recuperarse de este desgaste y de la angustia existencial que todo esto le produce, come en forma descomunal o se radicaliza en el uso de sustancias adictivas, tabaco, café, bebidas alcohólicas.

Cada uno de nosotros podemos comprobar, que cuando perdemos el control emocional y nos dejamos llevar por un mal rato, al recuperar la serenidad se siente todo el cuerpo adolorido, malestares por doquier, dolor de cabeza, mareos… Se ha vivido un desorden psíco afectivo y la catexis emancipada, supera el gasto normal. Este impacto afecta a los órganos vitales del cuerpo, lo que lleva a sufrir enfermedades crónicas, si esta situación se repite con frecuencia.

La mala salud del Ogro se debe a un manejo descontrolado de la catexis. Responder a su categoría de Ogro, como un Ogro que nunca falta a su cita, significa un esfuerzo más allá de lo soportable.

Toda persona responsable, tiene interés en satisfacer las expectativas que se han creado a su alrededor. No obstante, satisfacer esas expectativas es un martirio para muchos y en el esfuerzo de cumplirlas hay quienes pagan con su vida. No hay una medida establecida y fácil de medir, para la catexis que sería apropiado desplazar para responder a los requerimientos del medio. También es necesario saber si aquellos requerimientos, responden a una realidad objetiva o es una simple "película" que se recrea en la imaginación, "creyendo" que la gente tiene tal o cual expectativa sobre nuestra persona.

Satisfacer las propias expectativas, también suele ser motivo de gran tensión, solemos actuar cual verdugo de nuestro cuerpo y de nuestra sensibilidad, otorgándonos maltrato físico y psíquico, dos dimensiones de nuestra realidad, unidas por el contenido afectivo. Si se logra un eficiente manejo de la catexis, se alcanzan cada vez mayores niveles de armonía, en el proceso de crecimiento personal.

AL OGRO SE LE REDIME CON SABIDURIA

No es fácil, pero si posible. Curiosamente la mejoría del Ogro comienza en su esposa. Su compañera, al darse cuenta que tiene una conducta complementaria y que mantiene al Ogro en su ogrosidad, toma consciencia de esta situación y lentamente comienza a cambiar. El Ogro (dependiente de su víctima) necesita imperiosamente de esta relación, por tanto muy lentamente comienza también a desplazarse psíco afectivamente, para mantener la relación. Cuando la situación está madura el Ogro se da cuenta de su ogrosidad y emprende su evolución, con voluntad y esfuerzo propio.

Una alternativa, más difícil que se produzca, es que el Ogro, tome consciencia por sí mismo de su situación y logre cambiar. Si esto se produce, generalmente es producto de una situación límite que logra sobrepasar su normalidad; por ejemplo, un accidente de gravedad, el fallecimiento de un ser querido u otro evento que le provoca un fuerte impacto.

Si el Ogro se enfrenta a sí mismo, pasará muchas penurias y si logra captar la idea de ser feliz, eludiendo el ropaje del Ogro, vale la pena tal liberación aunque sea por un segundo en la vida. El tendrá la fuerza (catexis) necesaria para llevar a cabo la heroica misión: Redimirse y liberarse del embrujo.

¿Quién hizo al Ogro así?

Con alta probabilidad fue un niño no atendido por sus padres. Su experiencia de desarrollar sentimientos, expresar emociones y afectos, se sustenta en la incapacidad afectiva de sus padres. De niño a joven, de joven a adulto, su historia carga el estigma del abandono.

Las cañerías por donde transita la percepción sensorial hacia la construcción de sentimientos, si no fueron adecuadamente destupidas por la madre, imposibilitan el fluir de la información afectiva, por esto son incapaces sus afectos. La experiencia de una caricia lo deja perplejo, confuso.

En el afecto Storge, el Ogro aparece como un padre autoritario, dogmático, intransigente.

EL OGRO EN EL PADRE

No cumple con el deber de estar presente en la vida de su hijo cuando éste lo busca y lo reclama.

No tiene la prudencia para respetar el ámbito sagrado del hogar, en donde su hijo encuentra todos los elementos para desarrollarse en el futuro su propia vida.

No posee la fortaleza de carácter que le permita mantenerse ecuánime frente a los problemas que enfrenta.

No posee el coraje para reconocer sus debilidades y pedir ayuda para remontar conflictos si su vida familiar lo requiere.

No posee la templanza de carácter que le permita resistir una larga trayectoria para alcanzar sus metas. No reconoce la importancia de las funciones que debería asumir en cada situación de su vida.

No posee el valor de asumir sus funciones paternas, ya que se considera aun el nene de mamá. No protege su nido. Se vuelve indiferente a las necesidades de su hijo.

No posee el ánimo que le permita resistir las continuas tentaciones y antagonismos del medio.

No es capaz de reconocerse a sí mismo como sujeto administrador de justicia. No se muestra justo con su familia, cuando es requerido su criterio.

El Ogro en el Padre se presenta en un varón desprovisto de madurez. La historia afectiva se encuentra en alguno de los siguientes casos:

Es un dependiente materno, es decir, su madre no decidió cortar el cordón afectivo que le haría una persona afectivamente independiente, capaz de "Dejar padre y madre para unirse a su pareja" como lo dicta el mandato bíblico. Aunque se case y tenga hijos, jamás asumirá esta condición en términos de afectos.

Su padre lo abandonó o se mostró débil e indiferente en el proceso de su desarrollo desde niño. La imagen paterna que posee es poco clara y está desvirtuada en cuanto a los valores que se espera posea. Este varón se sustenta en los debilitados valores de lo paterno existentes en la sociedad. Constantemente la cultura le ratifica que seguirá siendo aceptado, aunque no cumpla sus funciones paternas. La persona vale por su profesión, su capacidad de consumir, las opiniones que tiene; a nadie se manda al ostracismo por abandonar a su hijo o no cumplir con los deberes paternales.

Familia y sociedad dan permiso al varón para ser Ogro. Aun se le premia, el consumo de alcohol, el trato desconsiderado con la mujer, el vivir descuidadamente o albergar sentimientos negativos y autodestructivos.

Suele suceder que un respetado líder comunitario, muera repentinamente de un ataque al corazón producto del "odio" que ha cultivado contra su adversario. En vez de reconocer que fue superado por su Ogro interno, todos dirán que una persona tan sacrificada, es propiamente un mártir de su causa. Y seguirán cultivando el valor, de generar sentimientos negativos autodestructivos.

El Ogro en el padre, impide al varón reconocer que su hijo está en edad de sucederle y que es tiempo de retirarse, a realizar labores de apoyo y no de protagonismo. Esto se presenta con frecuencia en las empresas, organizaciones sociales y políticas. Sin embargo, también en el ámbito familiar, el varón opaca al hijo compitiendo con él. Esta situación es menos evidente a los ojos del observador, pero el hijo reconoce en sí mismo un resentimiento que le acongoja y le impide pasar etapas en su desarrollo personal.

Relato

Repitiendo el rol paterno. De pronto se da cuenta que esta haciendo exactamente lo que su padre hacía. Pone la película en reversa y es tal cual su padre era. La pregunta que salta es ¿por qué ha olvidado lo que tanto le asustaba, lo que sufría esperando el castigo que le impondría? ¿Recuerda el día en que se prometía nunca golpear a su hijo, y se pasabas las manos por sus magulladas piernas? Es curioso como el correr de los años deteriora la memoria y pone un paño negro en esos ingratos recuerdos. No es con fines de revancha o de propiciar la enemistad con el padre, lo que mueve a recordar esta situación. Lo importante es que se toma consciencia que se está haciendo lo mismo, y que se puede modificar esa respuesta. Tampoco se pretende incentivar el sentimiento de culpa. Rotundamente no. Se trata de hacerse cargo de la respuesta personal y de aceptar lo que legó el padre. A no dudar que él hizo lo mejor que pudo y si se le pregunta donde lo aprendió, dirá con mucho orgullo, que fue lo que su padre le enseñó. Por tanto, tampoco es responsable, ni culpable de nada.

Los signos de hombría que recibió como el de no llorar, no manifestar desagrado, ni molestias, ni frustraciones, lo ha convertido en lo que se llama un "machista", que tiene verbalmente una vida de atropellador, violento con la esposa, gritón con los débiles, pero si le sobreviene una fiebre alta, un dolor de barriga, le vemos clamando a los cielos por el dolor y rogando que se le atienda. Si los aires económicos son malos y arrecian las dificultades, responde con una depresión. El "hombre duro", se ve reducido a su mínima expresión.

Entonces, el Ogro que hace temblar el hogar, se encierra en su cuarto esperando que pase la tormenta; o se va de parranda con los amigos para intercambiar sus aventuras mitológicas y olvidarse -por un corto tiempo- de la situación en casa

El principio de autoridad es la gran defensa del Ogro. En este resquicio se afirma toda su teoría de Jefe De Hogar. Y de ese bastión es imposible sacarlo, sus racionalizaciones llegan al infinito.

El concepto "auto-ridad" viene de auto = si mismo. Es decir que sobre la única persona que se puede dirigir, orientar y mandar, es a sí mismo. La autoridad con relación a terceros se limita a actos y a que estos sirvan de ejemplo para ser imitados.

El problema real del Ogro, es que los niños que se forman en su entorno lo imitarán y el día de mañana cosechará lo que ha sembrado.

La botella y la bebida de alcohol, es el escondite preferido del Ogro. No se ha dado cuenta que es transparente y que se ve muy mal apretujado dentro de ella. El piensa que va a una caverna solitaria. En la medida que pasan los años los viajes a la caverna son más frecuentes y pronto descubre que seres extraños viven en ella. Cuando pretende salir de la caverna advierte con terror que está descomunicado de su cuerpo. Las piernas no le responden, la vista le vaga por su cuenta y los seres de la caverna vienen a visitarlo a su cama, al dormitorio, a la sala de estar. Ya no hay trabajo para el Ogro.

Esperando al verdugo, el final del Ogro es infeliz. La soledad le acompaña y ésta es buena compañía, pero mala consejera. La toma de consciencia del Ogro, estadísticamente es muy baja.

SINTOMAS

¡Embrujados Aprendices de Ogro! Tenemos tiempo de reaccionar. Debemos reconocer los síntomas, cuando el Ogro se apodera de nosotros. Responda VERDADERO O FALSO en el siguiente test.

– ) Reprime las emociones

– ) Busca a otro para que asuma lo que es su responsabilidad

– ) Bebe y maneja la bebida; dice que "Bebe cuando quiere"

– ) En su casa es la autoridad y siempre se le debe respeto

– ) Castiga con golpes a los niños

– ) Insulta a su esposa y hasta llega a golpearla

– ) Es huraño y retraído

– ) Siempre tiene la razón

– ) Su problema es que la gente no lo entiende

– ) Es trabajador, nunca descansa.

Si ha respondido uno o más Verdadero, debe estar alerta.

En alguna oportunidad, el Ogro se encuentra con la pregunta que ha rondado su cerebro, pero que nunca se ha querido formular. ¿Cómo fueron mis padres? Tan sólo el pretender cuestionar a sus padres le provoca toda clase de malestares. No atiende a la pregunta, la esquiva, se vuelve más huraño si es posible. Ahí permanece la pregunta, cual perro fiel, aguardándole.

El Ogro puede intentar vivir en el opuesto de donde ha vivido. Cambiar radicalmente de vida.

Se enfrentará entonces a la puerta que nunca ha querido tocar, por miedo a que se abra, es la puerta que dice PAPA.

RECONCILIARSE CON EL PADRE

Relato

Al abrir la puerta de acceso al mundo de la intimidad de su padre su primer descubrimiento es que su Madre no es la Bruja que el pensaba, sino que era la primera víctima de su padre. Este golpe certero le desconcierta completamente. Su madre no era en realidad lo que él había percibido; sus acciones habían querido protegerlo y salvaguardarlo de su padre, pero el Ogro había sido más fuerte que ella. Se dio cuenta entonces, que con relación a su madre no cabía una reconciliación, sino solo reconocer el inmenso cariño que por él sentía y retribuirle ese cariño tan mal entendido. Se había tendido un puente de plata entre él y su madre. Los dos lo cruzaron y su encuentro fue en medio del río de la vida. Por primera vez el Ogro lograba derramar lágrimas (y dicen que desde ese día los ríos no se secan…) Maravillado el Ogro se dio cuenta que su Madre, que ya no estaba con él, vivía en su intimidad.

A poco de andar y dejar a su madre en un Jardín de Bellas Flores, prosiguió la búsqueda de su Ogro Padre. Lo encontró en un lugar que le parecía conocido. Quizá la caverna que le había dado refugio tanto tiempo atrás, pero el lugar era sombrío y a él estas sombras no le agradaban. Invitó a su Padre a conversar al aire libre. Después de algún regateo el padre aceptó.

El Ogro vio acercarse a una persona que no conocía. Era mucho más bajo de lo que recordaba. Enjuto, casi femenino, de voz débil (y él se preguntaba ¿dónde está el Ogro Gigante que me aterrorizó cuando niño?) Ante tanto desconcierto le pregunta a su padre ¿Y cómo se explica esto, si tiene explicación? El padre avergonzado le dice: "Hijo, cuando tu abriste esa puerta por voluntad tuya y cruzaste el umbral, hiciste dos cosas: liberaste a tu madre y a mí del embrujo. Nuestros padres estaban embrujados y nunca lo supieron. Ellos nos hicieron así".

"Tú has roto el hechizo de milenios, y haz logrado tu propia liberación, ya no serás más el Ogro, tendrás otra vida. Con tu madre nos volveremos a casar. Y ahora seremos otros, no los embrujados e intentaremos conocer la felicidad."

Padre, una pregunta más, ¿y de tus padres qué?

"Bien hijo, yo a mi vez tendré que abrir la Puerta de mi Padre."

EL GIGANTE BONDADOSO

Aprender a ser Gigante Bondadoso es una tarea posible de asumir. No es necesario ser Ogro antes. Se puede iniciar el camino para llegar a ser un Gigante Bondadoso, desde cualquier situación en que se encuentre. El punto de partida es una pregunta, que de ser respondida positivamente, abre las puertas a un camino de ocho vías, conocido como El Camino Óctuplo.

¿Estás dispuesto a revisar todo lo que has dado por cierto?

Primera Vía: Debes saber cumplir con tu Deber, sin embargo no debe menguar tu fe. La Fe que te alumbra y guía tus pasos no debe impedir que cumplas con tu deber.

Segunda Vía: La Prudencia que debes tener en tus actos no debe menguar tu esperanza. La Esperanza que te alimenta no debe interferir con tu prudencia.

Tercera Vía: La Fortaleza de tu carácter no debe perjudicar tu ser caritativo. Tu Caridad no debe menguar tu fortaleza.

Cuarta Vía: El Coraje para enfrentar la vida no debe aminorar tu serenidad. La Serenidad que te acompaña no restará tu coraje.

Quinta Vía: La Templanza es la sabiduría de las combinaciones, enfrentar sorpresivos requerimientos no mengua tu tolerancia. La Tolerancia que te adorna no interviene en la templanza.

Sexta Vía: El Valor para vivir la vida no altera tu paciencia. Tu Paciencia no mengua tu valor.

Séptima Vía: El Ánimo que nunca te abandona no debe avasallar la continencia. La Continencia que te permite aceptar, no debe menguar tu ánimo.

Octava Vía: La Justicia es el don más preciado, sin embargo, no debes olvidar a la magnanimidad. Un acto Magnánimo no puede ser injusto.

Si eres capaz de recorrer estas ocho vías, un Gigante Bondadoso tu serás.

Llevar cada día un Gigante Bondadoso escondido dentro de la camisa, que orienta los pensamientos y las acciones hacia portentos y éxitos. Un empleado Gigante Bondadoso coopera con un jefe Gigante Bondadoso, y muchas cosas buenas pueden ocurrir en el trabajo de personas afectivamente independientes y elaboradas.

Cuando te encuentres un Gigante Bondadoso, aprende de él, es posible que su "actuar con justicia", no te sea agradable ni conveniente en una primera impresión, más pronto podrás comprobar lo acertado de su juicio.

Capitulo 4 El abc para salir del encantamiento

El embrujo causó dolor y confusión, nada salía bien. Solo el camino de la reconciliación afectiva y la reflexión sistemática dejó el sendero limpio de espinas y abrojos.

Sin dolor, sin culpa, realizaremos como Príncipes herederos de todas las fortunas del Castillo, los pasos necesarios para salir del encantamiento.

A. CONSTRUCCIÓN DE SENTIMIENTOS

Detengámonos en dos verdades del refranero popular: "Ojos que no ven, corazón que no siente" y "El amor entra por la cocina". Para poder generar los sentimientos es necesario contar con los órganos de la percepción. Para que el corazón sienta de verdad es necesario tener un contacto con la persona. Los amores "platónicos" son aquellos en que la persona amada no se entera del sentimiento del "amador". Es una situación clásica entre los jóvenes púberes, repartir los sentimientos entre artistas y otros personajes lejanos e inalcanzables para ellos. Por esta razón, aquellos sentimientos están condenados a vivir en el claustro de la imaginación. Los órganos que participan en la elaboración de este tipo de sentimientos son preferiblemente la vista y el oído, estando ausentes el olfato, el gusto y el tacto. La vista y el oído alimentan a la Imaginación y ésta, se encarga de cerrar la puerta del claustro. A puerta cerrada, la situación es manejada por Imaginación, a su regalado gusto, creando toda suerte de situaciones que "imaginariamente" satisfacen alguna necesidad. Los sentimientos buscan alguna vía para lograr expresarse y cumplir su función primordial: convertirse en afectos. Si no encuentran una salida normal y eficiente se revierten y comienza un proceso de descomposición sentimental; se provoca la auto-agresión, que en los casos mas graves se convierte en auto-destrucción.

Si los ojos no ven, el corazón no siente. En buen romance nos dice que para que el corazón (los sentimientos) se comprometan, es necesario que participen los cinco órganos de la percepción. Debemos oler, palpar, degustar, oír y ver; de esta manera los sentimientos fluyen a través de la mano, cuya función principal es ser la portadora de las caricias que permiten la transmisión de tales sentimientos.

El amor entra por la cocina y un buen plato servido con atención golpea sutilmente el olfato, la vista, el gusto, el tacto y el oído, si una voz nos invita al agasajo. Nuestra mejor respuesta es querer a esa persona ¿Quién no recuerda la cocina de Mamá? Así se logra entender las relaciones que están fuertemente unidas, la solidez de algunas culturas y su permanencia en el tiempo, que se ha debido sin duda, al fogón familiar.

La emoción

Si a medianoche nos despierta un ruido ensordecedor, sobresaltados, sorprendidos, por tal ruido, no atinamos a nada. Sin saber lo que pasa nos levantamos de la cama. Estamos bajo una fuerte emoción cuyo origen desconocemos. Buscamos por la casa y descubrimos que el gato ha botado unas ollas de la cocina. Surge la trasformación de la emoción en un sentimiento de rabia contra el gato. Al darnos cuenta de lo que ha sucedido, hemos elaborado la emoción y el gato se gana nuestros más siniestros sentimientos. Tomamos acción, es decir, expresamos el sentimiento en conductas concretas, con el palo de la escoba, nos abalanzamos sobre el Gato, quien cree que vamos a barrer, pero pronto advierte que se ha adjudicado un premio, cuando ve volar por sobre su cabeza un escobazo. Probablemente pensará que no es hora de jugar y hace un discreto retiro de la escena. Por nuestra parte, ordenamos algo en la cocina, tomamos agua y volvemos a la cama. Estamos desvelados y los últimos pensamientos, antes de dormirnos nuevamente, son sentimientos no gratos hacia el gato.

Los primeros artífices de los sentimientos son –entonces- los órganos de la percepción, que generan las emociones. Con estas emociones trabajan la imaginación, la creatividad, la inspiración y el razonamiento (pensar y meditar), dando forma a los sentimientos. La voluntad aporta la capacidad de convertir los sentimientos en conductas, las que son representantes legítimas de los sentimientos.

¿Podemos actuar sobre los sentimientos?

Definitivamente sí. La experiencia de los sentidos, nos conduce a un proceso que pasa por la experiencia emocional, esa que nos sobresalta, nos hace transpirar las manos, atragantarnos para hablar, subir la adrenalina, paralizar los músculos y otros. Culmina el proceso con la generación de sentimientos, esos habitantes de nuestra psiquis, los cuales no vemos, son difíciles de definir y hablar sobre ellos; permanecen como en una caja negra. ¿Cuándo sabemos de ellos?

Una actitud o una acción concreta, por ejemplo: Suspirar. Un suspiro que se escapa desde el pecho con un suave sonido de la voz, dejando salir una corriente de aire, informa de la presencia de un sentimiento. En otro caso, suele suceder que alguien nos otorga un saludo y le damos por respuesta una soberbia "patada"; sorprendidos, nos hacemos a nosotros mismos la observación: "yo no sabía que tenía tanto resentimiento con esa persona"

La existencia de un sentimiento puede ser desconocida para quien lo alberga en su interior, debido a que no podemos tener conciencia de todas las grabaciones que realiza la percepción sensorial. La capacidad de guardar información por parte del cerebro, es enorme y difícil de medir. Se puede comprobar que mientras la vista está ocupada de una actividad como leer, los demás órganos se encuentran también alertas y haciendo sus propias grabaciones.

En todo tiempo se han utilizado técnicas para provocar el desarrollo de sentimientos en las personas: Cleopatra se dedicaba a obtener una especial suavidad en la piel mediante baños en leche; las culturas orientales crean gratos ambientes con sonidos y olores particulares; la empresa moderna procura que el cliente la recuerde e identifique con un olor particular; el árbitro deportivo invita a estrecharse las manos a jugadores que se encuentran mutuamente hostilizando.

En el caso de las madres con hijos pequeños, quienes pasan más tiempo con los niños, establecen vínculos más estrechos, que les permiten mayor comprensión, mejor comunicación y encontrar mayor identificación y realización en la función materna.

Entonces si alguien desea generar sentimientos positivos con su suegra, su vecino o su jefe, debe buscar la experiencia que le permita percibirlos en forma diferente. Conocer la música que les agrada, al saludarlos retener la sensación de estrecharles la mano, hablar por teléfono y muchos otros, el resultado puede ser el obtener sentimientos de solidaridad, caridad, aceptación que luego se traducirán en un trato más relajado, de mayor compromiso personal. Ese cambio de actitud puede a muchos salvarle la vida. Ya sabemos, que el estrés al que sometemos a nuestro organismo físico, a causa de nuestros sentimientos no elaborados es enorme.

La madre y el padre son relaciones que para la mayoría de las personas constituyen conflictos, en este caso al manejo de los sentimientos le hemos llamado Reconciliación.

El laboratorio de sentimientos a nuestro favor

Si la situación que enfrentamos es de confusión de nuestros sentimientos o de los sentimientos de otra persona, es necesario como primer paso, analizar lo que vemos, es decir, los Afectos. Si la descripción de acciones objetivas, no es positiva, podemos pensar en construir nuevos sentimientos para con la persona en conflicto.

Este es un mensaje salvador para quienes como María, Jorge, Claudia -a quienes dejamos en el primer capítulo, sumidos en la confusión y el dolor- tienen aun la opción de cambiar resentimientos por genuinos y constructivos sentimientos.

Papá no me quiere, nunca me quiso, no valoriza mi persona y se empecina en ser hostil. – Pobre Papá, tu ogrosidad te invadió completamente, no puedo ayudarte, sin embargo, puedo hacer una ceremonia en mi corazón. Una ceremonia privada, sencilla pero sincera "Me reconcilio contigo y con todos los Ogros. Trataré de evadir tus mezquindades, poniendo tantos sentimientos positivos e independientes, que rebasaré ese espacio, lo reemplazaré y desalojaré por fin para siempre, el resentimiento que nada bueno engendró".

Al cónyuge egoísta, que va tras emociones juveniles y nada más puede comprender. Respondo, construyendo sentimientos importantes hacia mí y hacia otros, reflexiono acerca de la gran responsabilidad de ser feliz y comprender a todas las personas, incluso a aquellas que no llegarán jamás a valorizarme y a darme justicia.

B. ADQUIRIR LAS 8 X 2 VIRTUDES

"CUANDO DECIMOS, AHÍ VA LA TERNURA, DE INMEDIATO BUSCAMOS A LA CRIATURA"

Gabriela Mistral

Así mismo, en nuestro lenguaje cotidiano nos hemos habituado a asociar al virtuoso, con la persona que domina una técnica. Queremos remontar la idea de virtud y excelencia, en la conducta de las personas.

La ausencia de las virtudes en las personas es producto de la ausencia de la madre, en la formación y educación del infante. Este es el origen del embrujamiento. Allí reside el castillo encantado en donde se cría el niño. A falta de las caricias maternas, el infante construye sus propios muros para salvaguardar su vida. Allí se enseñorea la imaginación. La ausencia de caricias, de amamantamiento, hace que el pequeño no reciba el alimento fundamental. Esta situación lo deja en malas condiciones para desarrollar su vida. El infante tiene dos alternativas, o se echa a morir (y realmente fallece) o se convierte en súper hombre. En ambos casos, hay una angustia existencial grave. Caminan en la vida en busca de la madre que nunca los amamantó. Si la madre no ha implantado sus virtudes, difícil tarea para que el padre pueda implantar las propias.

La situación del trabajo de la mujer fuera de la casa, empeora las cosas; los niños son criados con productos sintéticos y cuidados por profesionales. Como las caricias y la leche materna son insustituibles, el niño hace uso de todo su aparato natural para sobrevivir en estado de emergencia por toda una vida.

La atomicidad de la familia, que se vive en los tiempos modernos, hace que muchos hijos sean criados por un solo padre. La estructura de virtudes se ve alterada. Las combinaciones que se pueden hacer son muchas y a ello hay que agregar la respuesta personal del niño, lo que hace difícil vaticinar las consecuencias. Lo que si esta claro, es que la estructura de virtudes materno paterno es indispensables para el buen desarrollo del infante, para un buen crecimiento y para llegar a ser un adulto pleno y feliz.

Si el niño recibe sus caricias no estará embrujado

LAS 8 VIRTUDES DE LA MADRE.

Relato

Las noches de invierno, con sus truenos y rayos, retrotraen a la casa materna en donde la madre nos protegía de los ruidos; en sus brazos, todo estaba a salvo. Decía quedamente, que ya dejarían de jugar los ángeles en el cielo y volvería la calma. Día a día, en cada circunstancia difícil, está presente la Fe que mamá supo entregar con sus caricias.

Los proyectos más interesantes que se pueden encontrar en la vida están apoyados en la Esperanza que ella supo implantar en el alma infantil. Enseñó que no por estar nubado el sol dejó de existir. Y su actitud diaria así lo conformaba.

Explicó que todos son iguales y que se puede ayudar, a quien lo necesite, por la simple razón de ser una persona. No había requisitos, para la Caridad, sólo el respeto a la gente a quien se pudiera ayudar. Ella siempre tuvo una sonrisa, para todo el que se cruzaba en su camino.

Supo en las horas en que alguien se alteraba, hacerle recobrar la Serenidad y para ello usaba su singular sonrisa y su admirable silencio que todo lo decía. Su presencia diluía todo ambiente enrarecido por las malas vibraciones.

Los juegos que compartían los hermanos, eran una verdadera cátedra de Tolerancia. A cada uno le correspondía lo propio, mamá enseñó a tolerar las diferencias y las aptitudes de cada uno.

Esperar el turno que correspondía para comer, jugar o bañarse. Los entrenó en la Paciencia para las largas esperas que habrían de afrontar en la vida.

La cercanía de muchachitos menores, le brindaba una oportunidad excelente para graficar –un concepto difícil- cómo esos otros niños, podían ser cuidados por ellos. Más tarde se sabría que eso se llama Continencia, la capacidad de contener, de comprender a otras personas. En el ejercicio de la adultez este concepto es primordial para la participación social.

Nos dejaba perplejos, el hecho que para todos tuviese una palabra amable, una sonrisa, una caricia. Intervenía en pleno fragor de la batalla. Para ella nunca hubo vencidos ni vencedores, ni víctimas ni victimarios. Todos son sus hijos y a cada uno tiene un trono en su corazón. Con gesto amable y con una acción firme disuadía a quien pretendía agredirla. Nunca guardó rencores. Su Magnanimidad le permitía el privilegio de ser feliz.

Estas virtudes son las que entrega la madre al hijo y para que esto ocurra, solamente se necesita que la mujer descubra que durante su maternidad, Dios ha extendido su grandeza una vez más. Por esta razón, ella contará con toda la intuición que permite el ingreso a la sabiduría para criar y educar a su hijo.

LAS 8 VIRTUDES DEL PADRE

La acción en el mundo está regida por la capacidad de hacer, lo que hay que hacer, en el momento adecuado, en el lugar preciso. Saber cumplir con esta norma, es el legado del padre y se conoce como el cumplimiento del Deber. La fe que ha implantado la madre es el soporte que tiene el padre para sembrar la virtud del deber. El cumplir con el deber, sin el sustento de la fe, resulta en trabajadores compulsivos, que nunca llegan a la meta y que no son felices.

El refrán popular dice: "ni muy adentro que te quemes, ni muy afuera que te hieles". En cada situación de la vida hay que ser prudentes y saber estar a la debida distancia. La virtud de la Prudencia es posible porque se sustenta en la esperanza que otorga la madre.

Para superar las diferentes etapas de la vida, con sus aciertos y errores, es necesario tener Fortaleza de carácter. Sin embargo es menester tener presente que ello no significa olvidarse de la caridad. La fortaleza se nutre de la caridad.

La vida es un combate y se requiere coraje para enfrentarla en todas sus circunstancias. El Coraje de vivir la vida plenamente se apoya en la serenidad. El padre con su ejemplo –en la vida cotidiana- señala la ruta a sus hijos.

La capacidad de combinar los diversos elementos que concurren en las más variadas circunstancias, es la Templanza, virtud paterna que se apoya en la tolerancia.

El Valor que tiene la vida, la persona, la familia, la sociedad es un atributo paterno que lo ejemplifica por medio de sus acciones. Se fundamenta en la paciencia, virtud materna.

La vida del varón es de una constante lucha por lograr mantenerse en un medio hostil. La sobre vivencia, –aún- en la sociedad organizada, requiere de un gran Animo para estar dispuesto a no dejarse caer, producto de efímeras derrotas; ello se logra cuando el ánimo se apoya en la continencia, virtud materna.

El producto de estas virtudes, amalgamadas en la vida, llega a conducir al sujeto a lo más excelso de la conducta humana, la virtud de la Justicia. Una persona que ha internalizado las virtudes que su padre le han legado, llega a obtener la excelencia de un Acto Justo.

Entregar estas virtudes por medio de actos voluntarios lleva a ejercer la Paternidad. "Ser padre no es cuestión de engendrar, como el tener un piano, no le hace a uno pianista" (Goethe)

Las virtudes en acción

Sucede a lo largo de la vida, que de tanto en tanto reflexionamos respecto a la forma en que enfrentamos las relaciones con otras personas, incluso a veces nos preguntamos como hemos llegado a tener una expresión en la cara o una posición fanática e irreflexiva. El recorrer la lista de virtudes, nos lleva siempre a encontrar aquella o aquellas, que están débiles o están ausentes. Una vez identificada, podemos hacer el ejercicio de incorporarla.

Usted podría decir que, lo que no hicieron un padre o una madre cómo pudiera ser reparado. La experiencia nos confirma a cada paso, de la capacidad de nuestra psíquis para recrear, aquello que es instalado en ella por la voluntad de la persona. Una vez que nos reconciliamos con nuestros padres, ocurre que se ha fortalecido y desplazado el fundamento simbólico, al que llamaremos MADRE INTERNA y PADRE INTERNO. Esa realidad interna es la que nos habla, aquella con la que dialogamos y nos ofrece una opinión cada vez que lo consideramos necesario. Pudiera decirse que somos nuestra propia madre y somos nuestro propio padre, en forma análoga somos nuestro propio hijo. En esta dinámica nos acercamos a un equilibrio de gran potencia.

C. FLUIR POR LAS 4 FORMAS DEL AFECTO

Se ha definido al Amor en las diferentes culturas como el Tao, la comunión con Dios, caridad por la humanidad y otros. El concepto de amor está desde sus raíces más antiguas vinculado a la relación con lo divino; en el tema que nos ocupa, los tratos humanos, nos referiremos a las diferentes formas que toman las relaciones entre las personas, como Afectos. Distinguiremos varias formas que toman los afectos y cómo podemos entender al corazón, desde ese centro de análisis. Veremos cómo, las cuatro formas afectivas en que expresamos nuestro mundo interno, nos llevan en su equilibrio a desarrollar la experiencia personal de lo místico, fundamento de lo religioso. Nos acercamos así al concepto de Amor, mediante el equilibrio afectivo, que según lo definían los etruscos, era un término para referir la relación a la deidad.

Los afectos de alguien en particular involucran a las personas con las que se relaciona, pero también a sí mismo. Es importante hacer notar, que cada uno de nosotros se relaciona también consigo mismo. Se generan los sentimientos mediante el proceso antes descrito y como expresión de ellos, los Afectos son la manifestación objetiva y concreta de esos señores del servicio secreto que habitan, dicen, en el corazón.

SENTIMIENTOS Y AFECTOS POR NOSOTROS MISMOS

Podemos informarnos de los sentimientos hacia nosotros mismos al observar como nos tratamos cada día, respondiendo un breve cuestionario.

Pequeño test

Rutinas de Aseo

¿Uso un tipo de jabón, champú, etc. que me otorga más satisfacción?

¿Creo un ambiente propicio y elijo elementos que me gratifican, como toallas favoritas, luz, agua a cierta temperatura?

Rutinas de Alimentación

¿Podría decir que sé cómo alimentarme para estar sano(a)?

¿Podría decir que diariamente decido otorgarme la mejor alimentación?

¿Las oportunidades que dedico a alimentarme se encuentran entre los momentos más gratos y serenos del día?

Rutinas de Vestirse y Calzarse

¿La elección de la vestimenta, tiene relación con un mensaje que me estoy enviando a mí mismo(a) y a los demás?

¿Si tuviera que leer el mensaje de mi vestimenta qué diría éste de mí?

Rutinas de Descanso

¿Conozco la diferencia entre reposar, meditar y dormir?

¿Duermo plácidamente y un número adecuado de horas?

¿Al despertar recuerdo los sueños?

¿Al despertar me encuentro relajado(a)?

Rutinas de Recreación

¿Poseo una forma personal de recreación?

¿La forma de recrearme me otorga tranquilidad, alegría, disfrute de la compañía de otras personas?

¿La forma de recrearme interfiere con otros de mis intereses?

Rutinas de Adicciones

¿Fumo sistemáticamente cada día?

¿Bebo bebidas alcohólicas sistemáticamente?

¿Incluyo medicamentos y drogas en mi consumo?

El cuestionario puede dar la idea de las actividades que reflejan la opinión que tenemos de nosotros mismos, cómo se asemeja o diferencia, lo que pensamos, decimos y hacemos por nosotros mismos; el trato más o menos cariñoso que nos damos, si pensamos que ese es el que merecemos. Y si esa fuera la persona a quien más quiero ¿le desearía que tuviera exactamente ese ritmo de atención a su persona?

Las mujeres suelen postergar el cuidado a su persona, hasta un punto crítico en el que se ve afectada su salud física, mental y afectiva. Es necesario adquirir también rutinas de control, de las diversas fases que componen el diario vivir, considerando que existe la necesidad de darse afecto, hablarse a sí mismo como a un amigo, escuchar las solicitudes del universo de sentimientos. A veces es necesario asumir ¿Porqué me estoy castigando?

SENTIMIENTOS Y AFECTOS HACIA OTRAS PERSONAS

El trato diario con un número indeterminado de personas, establece una importante necesidad de comprender las características que se pueden reconocer y los diferentes casos que se pueden agrupar. Una persona que trabaja diariamente en una tienda de departamentos, por la tarde asiste a un centro de capacitación profesional, por la noche y fines de semana, se dedica a su cónyuge e hijos, al resto de la familia y a sus amistades; podríamos decir, que establece muchos contactos, que alimentan ininterrumpidamente su mundo interno.

TRES FORMAS AFECTIVAS COMUNES A TODOS LOS ANIMALES

No falta quien se ofende cuando le incluyen en el reino animal, sin embargo, esa es una clasificación a esta altura del saber humano, indiscutible. Para quien conoce más de los demás animales, observa que incluso ellos, los no humanos, son criaturas que merecen gran respeto por su perfecta inserción en el medio natural.

En el plano de los afectos compartimos tres formas afectivas:

STORGE

En toda especie, se identifica claramente esta manifestación afectiva. El afecto Storge permite que la especie transmita el fundamento constitutivo: su forma de protección a las crías, la construcción de sus nidos o madrigueras,

Este tipo de afecto se refiere a las relaciones de padres e hijos y entre hermanos. Lo denominaremos Storge.

Si queremos llevar nuestra vida afectiva a una posición desarrollada, debemos observar todo lo relativo al hogar y establecer criterios que nos ayuden a resolver conflictos.

La mayoría de las personas en la sociedad occidental, carece de patrones de acción frente a lo afectivo familiar, por esta razón, cada vez más parejas se unen por una atracción mutua y se divorcian tras una rotunda desilusión. Esta experiencia deja algo más que dos desilusionados; queda una familia fragmentada y el peso del intento fallido, cae sobre los hijos, debido a que recibirán una formación desde una estructura deformada.

La sociedad en su conjunto, es responsable de las consecuencias de las aventuras de los jóvenes, en el plano de procreadores. Tener la capacidad de procrear no requiere sino alcanzar cierta edad, a diferencia, tener la capacidad de asumir la paternidad, requiere una sólida formación afectiva.

El trabajo que realizan las personas, es también una manifestación del afecto Storge. Cada vez más, en nuestras sociedades el trabajo del hijo se aleja de la tradición paterna, lo que provoca en las personas cierto desarraigo de sí mismo y tendencia a las adicciones. El trabajo de la mujer en el hogar, no es considerado como tal, no recibe por esto compensación económica ni gratificación social. La tendencia es llevar a la mujer a las exigencias del trabajo masculino, lo que provoca gran estrés y desequilibrio, que redunda en enfermedades como el cáncer.

El concepto del trabajo como una manifestación afectiva, permite dar aún más importancia a la labor productiva, con un énfasis en lograr la armonía personal. El trabajo, posibilita la evolución de la vocación, la cual es un constituyente fundamental de la salud afectiva.

AGAPE

El afecto que relaciona al grupo, permite la caza, la migración, el juego, la contienda, es el afecto Agape. Es la argamasa que le da consistencia a las actividades sociales que son el asiento de la cultura.

El afecto ágape posibilita la caridad, que se ejecuta entre todos los seres humanos. La atención a la viuda, al huérfano y al peregrino sin más razones que la de debernos mutua atención.

Los grandes proyectos sociales, en los que participan empresas de envergadura, son sustentados en el afecto ágape, en el cual los particulares entienden que su aporte es fundamental en la magna obra.

El edificio social se mantiene cohesionado, tal como lo está cada individuo, por esa fuerza centrípeta, el afecto Agape, que posibilita que todas las personas cumplan con su deber y realicen sus tareas según los programas sociales.

El fundamento del afecto ágape es la fe que tiene el hombre en sus congéneres; sabe –positivamente- que cada uno cumplirá con su deber. Así se logra que socialmente todo este funcionando, porque los mecanismos de sus miembros están funcionando.

EROS

El afecto eros es la inclinación natural por la conquista de la hembra en los animales. El celo, en la época oportuna, deja de manifiesto el deseo sexual, como una necesidad de mantención de la especie. La lucha por la vida hace que cada especie desarrolle su mecanismo de defensa y ataque. Ello es posible porque prima una forma de unión entre los de la misma especie, la eroticidad que canaliza esos impulsos vitales.

En el caso de los humanos esa vitalidad erótica se ve modificada por la capacidad de darse cuenta de sí mismo. La eroticidad humana va más allá de los aspectos vitales de la vida, se relaciona con toda la gama de las actividades humanas.

En la expresión del arte, la filosofía y la religiosidad, la eroticidad despliega un amplio campo de acción. Mirando un evento deportivo los espectadores tienen una excelente oportunidad de expresar sus emociones: gritan, cantan hasta quedar afónicos. Es factible que un intercambio de opiniones, que fuera del ámbito deportivo, sería una amable conversación, en este terreno se convierte en algo altamente explosivo.

La eroticidad en ebullición, hace perder el sentido de las proporciones e incluso afecta a la escala de valores del sujeto. Por ejemplo, las producciones de cine logran que los valores de los espectadores se modifiquen (por lo menos mientras están bajo la influencia hipnótica del cine) así encontramos que las películas en que el personaje central de la obra es un "antihéroe", los espectadores desean que le resulte su proyecto Si es un asaltante de bancos, que no suene la alarma. Si llega al botín, que logre escapar. Si es necesario eliminar al guardia, el guardia sabía a lo que se exponía. Una vez que el bandido ha logrado su cometido, el espectador se ha dado cuenta que estaba deseando que al "malo" le fuera bien. Y que al policía, representante del bien y la sociedad, le fuera mal. La duración de este trastoque de valores, es igual a la de esa exhibición. Una vez que se abandona la sala de cine, cada sujeto regresa a su situación normal.

Partes: 1, 2, 3
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