Luego surgen semejantes plagas en las labores domésticas, es razonable que hagan detenidamente un auto análisis, de lado y lado a fin de que el parásito destructor de la felicidad sea erradicado completamente.
Cuando el hombre y la mujer se confían uno al otro, por los vínculos sexuales, ese rendimiento es tan absoluto que pasan prácticamente, a vivir una simbiosis de fuerzas, cual si las dos almas habitasen en un solo cuerpo. En el ligamiento afectivo, ambas recuerdan el cerebro y el corazón, vibrando en sintonía en una existencia específica o individual.
Es comprensible que si uno de los dos compañeros desaniman en la indiferencia, sin meditar en la responsabilidad que abrazan uno frente al otro, es la muerte de la unión que sobreviene inevitablemente, con los resultados infelices de que se hará indiscutiblemente en lo sucesivo.
Verificada la presencia del tedio, es imposible ocultar, cada uno de ellos , en lo íntimo de modo a saber si el desequilibrio estará enraizado en los desórdenes poligámicos que les marcarán la individualidad en existencias pretéritas, a fin de corregirse en salvadora dieta emotiva, la compulsión que, por ventura, los arrastre aún para la miseria de placeres inútiles.
La sexualidad en el matrimonio existe, sobre todo, en función de alimento magnético entre los dos corazones que se integran mutuamente y de ahí procede la necesidad de vigilancia para que la armonía no se pierda, en ese círculo de fuerzas.
En otros impulsos de la experiencia, observarán al compañero o a la compañera, conforme el caso, que la influencia de alguien les alcance el amago del ser, incitándolos a vinculaciones sexuales extra conyugales.
Es el pretérito que vuelve, presentando de nuevo, aquellas mismas criaturas con quien tal vez hayamos venido platicando en el laberinto de experiencias francamente infelices. Cargan consigo los mismos ingredientes de seducción, con que nos alargamos en el camino de obligaciones asumidas, sugiriéndonos el retorno a procesos de vida incompatibles con nuestro deber e intentando dislocarnos la mente de los cimientos del equilibrio en que el tiempo nos restauró.
Tan solamente en la base de la indulgencia y del perdón recíprocos, más fácilmente estructurables en el conocimiento de la reencarnación, con la disposición que se muestran consecuentes en el equipo de la familia, conseguirán el compañero y la compañera del hogar el triunfo esperado, en el combate y compromisos que abrazan, cerrando a si mismos la puerta de la paz y la luz de la liberación.
Emmanuel
Vinculaciones
Aquellos que encarnan en una familia, y como haciendo parte de la parentela, son por lo regular Espíritus simpáticos ligados en anteriores relaciones, que se expresan por una afección, reciproca en la vida terrena.
Del item 8, Cap. XIV, de El Evangelio según EL Espiritismo.
Estudios e investigaciones se multiplican en los dominios de la psicología, en que cuanto a las complejidades del mundo infantil y el examen de las vinculaciones que se destacan a la vista.
Cada niño es un campo de tendencias innatas, con tamaña riqueza de material para la observación del analista, que de balde, le penetrará la conducta de la individualidad; sin apoyo en el conocimiento de la reencarnación, no encontrara explicación para la solución de los enigmas.
Basándonos en el trabajo biológico de construcción del ser, en numerosos milenios, es indudable que sorprenderemos en la persona todo el equipo de los impulsos sexuales prontos a manifestarse, cuando la pubertad le asegure más amplio control del carro físico.
El juego afectivo, por vía de regla se desenvuelve más intensivamente entre el hijo o hija y los padres, reconociéndose para luego, si los lazos de existencias pasadas están más fuertemente entretejidos con el genitor o la genitora.
Debiéndose al impulso sexual, casi todos los fundamentos de la evolución sobre los cuales se nos levanta la formación del espíritu, es comprensible que el sexo aparece en los cuestionamientos de los pequeñitos en su desenvolvimiento natural, y, en ese territorio de creaciones de la mente infantil, nos será fácil definir la dirección de los regateos del infante, si para los ascendentes paternos o maternos, por cuanto ahí precisamente revelará las tendencias traídas de otras estancias que el pasado archivó. Con frecuencia empero no siempre, las hijas propenden más acentuadamente para la afección del padre, y en cuanto los barones se pronuncian con mayor afecto para con las madres. (Complejo de Edipo.)
¿No en tanto subsistirá cualquier extrañeza en eso, cuando no ignoramos que toda la estructura psicológica, en que se nos yerguen los destinos, fue manipulada con los ingredientes del sexo, a través de millares de reencarnaciones? ¿Y aceptando los principios de causa y efecto que nos imprimen las experiencias, desconoceremos, acaso, que los instintos sexuales nos orientaran el trasegar, por milenios y milenios, en el reino animal, proceso palienginésico edificando la razón que hoy nos ilumina la inteligencia?
Apreciando eso recordemos los compromisos con las relaciones poligámicas de que somos egresos, cuanto a los tiempos transcurridos, y entenderemos, con absoluta naturalidad, los complejos de la personalidad infantil.
Así sucede porque, heredamos espiritualmente de nosotros mismos, por las raíces del renacimiento físico, reencontrando matemáticamente, en la posición de hijos e hijas aquellos mismos compañeros de experiencias sentimentales con los cuáles tengamos cuentas por saldar. Atentos a semejante realidad, lógicamente somos impulsados a concluir que los vínculos del niño, de manera alguna, en cualquier Angulo de progreso y en cualquier clima afectivo, solicita providencias, que sintetizaremos en una sola palabra: Educación!
Emmanuel
Ya decíamos anteriormente que los hijos inclusive los hijastros como también los adoptivos, por lo regular tienen que ver con alguno de los padres o con los dos conyugues; sin embargo toda regla tiene su excepción. Pues en algunos casos nos pueden resultar hijos no programados, y estos vienen mediante la reencarnación compulsoria, convirtiéndose estos, por lo regular, en hijos problemas.
Aquellas parejas que practican relaciones sexuales en moteles residencias o cualquier lugar caracterizado como prostíbulo donde los espíritus boyeros y vampiros se encuentran a granel, son lugares y oportunidades propicias para reencarnaciones no deseadas. Estos son los hijos problema, criaturas indóciles, frívolas, rebeldes, insensibles, ingratos e incomprensibles.
En la obra LIBERACIÓN de SALVADOR GENTILE, y también en el LIBRO PSIQUISMO Y ELEMENTALES segunda edición de nuestra Autoría, en el tema sobre brujas o brujería, encontramos interesante exposición en la que nos explican los mentores, como es que Silvia, la bella joven que en condición de Espíritu encarnado, es criatura sensual y perversa, en condición de Espíritu desdoblado del cuerpo físico, se aprecia como una ser horrendo, monstruoso, sorprendiendo de sobremanera a ese grupo de encarnados también en estado proyectivo, en vía de aprendizaje sobre asuntos comporta mentales del ser humano. Cuando surge la pregunta de parte de los discípulos al mentor, sobre esa ambigüedad, la respuesta de los instructores es, que Silvia antes de reencarnar pertenecía a un grupo de espíritus boyeros, sensuales y obsesores que de manera compulsiva reencarnó en el seno de una pareja que aunque honrada y poseedora de algunas virtudes, lastimosamente practicaban las relaciones sexuales de manera liviana, aberrante y mañosa, lo que permitió la imantación de esa entidad que fue previamente tratada por genetistas de las sombras, para darle la apariencia corporal de mujer bien sexy, encantadora y con ella poder cumplir mas luego programas obsesivos especializados en destruir hogares.
Venimos diciendo en algunos de los textos de nuestra autoría, que este tipo de entidades preparadas y asesoradas por los Espíritus de las tinieblas, para causar el caos moral de la humanidad como ya lo venimos viendo, son las que ocupan las primeras páginas en revistas y periódicos, e importantes espacios televisivos y del mundo de la farándula. Son los prototipos de belleza satánica, la que despierta el apetito lujurioso en los seres humanos, Modelos con belleza bien diferentes a la mujer virtuosa; aquellas que Miguelángel Y Vernini tomo como modelos para esculpir a las Vírgenes de la cristiandad.
Desvinculaciones
" pregunta__En la opinión de ciertas personas, la Doctrina de la reencarnación parece destruir los lazos de familia haciéndolos remontar a las existencias anteriores?
Respuesta – ella los extiende, empero no los destruye. La parentela, estando basadas sobre las afecciones anteriores, a los lazos que unen a los miembros de una familia es menos precaria. Ella aumenta los deberes de la fraternidad, debido a que, entre los vecinos o entre los servidores, se puede encontrar un espíritu que estuvo ligado a vosotros por los lazos consanguíneos.
Iten 205, de " El Libro de los Espíritus.
La desvinculación entre los que se aman con la necesidad de subsanar los engaños y errores del amor, asumen habitualmente el aspecto de dolorosa cirugía síquica.
Por esta razón, la Divina Sabiduría concede a las Almas tiempo y condiciones renovadas en la preparación gradual de los acontecimientos.
Esas desvinculaciones por vía de regla, se verifican con mucha constancia___ la posición de padres e hijos, incluyéndose en ella los padres e hijos adoptivos__, a la vez que, en el enternecimiento del hogar, todos los juegos de la ternura son colocados en la mesa de lo cotidiano, revestidos de encantamiento constructivo. En el fondo de la personalidad paterna o materna descansan los remanentes de grandes afecciones, a veces desequilibradas y menos felices, traídas de otras estancias, y en los dominios de la reencarnación.
La libido o instinto sexual en la manera de energía síquica, tendiente a la conservación de la vida, permanece en muchos casos, en la caricia de los padres, vestida de suave manto de cariño y belleza, empero el amor es aún en lo profundo del espíritu, cual fuego de vida que se nutre del mismo leño, A la vez en los entes queridos que retornan a la estación de la esperanza doméstica, ese mismo afecto repunta insospechable y genuino, en cuanto metamorfoseada, en los juegos de la infancia.
Por eso los pequeños recién venidos de la amnesia natural que la reencarnación les impone, no consiguen esconder las propias disposiciones en el campo de las preferencias. Y surgen en ellos, casi siempre las inclinaciones descontroladas, en los caprichos en que se muestran, exigiendo especial atención de padres o madres, para demostrar, de manera clara, para qué rumbo se dirigen los lazos más fuertes. Generalmente, con muchas excepciones, las hijas se aficionan a los padres y los hijos hacia las madres (complejo de Edipo) .quedando patentada la naturaleza de las ligazones sucedidas en existencias pasadas y prenunciando la obra de la desvinculación que se ejecutará inevitablemente, en el futuro próximo.
Es obvio que no todos los hijos aparecen en el hogar categorizados en la cuenta de la desvinculación afectiva, por cuanto millones de espíritus humanos toman la estructura física con el desempeño de misiones simples o complejas, valiéndose de la colaboración de los padres, en la calidad de amigos que de manera mutua se ayudan, en las fajas de la confianza y de la afinidad recíproca.
Por lo tanto nos referimos, al hogar como pozo de desligamiento, porque en la tierra, las relaciones entre padres e hijos y consecuentemente, las relaciones de orden familiar constituyen clima ideal para la liberación de cuantos desmanes de orden sexual, ese reencuentro que persiste en condiciones mas íntimas y mas profundas hasta que los compañeros del pretérito, reencarnados en la posición de hijos, alcanzan la juventud en esa nueva existencia, eligiendo nuevos compañeros para su vida afectiva, ante la presencia o la supervisión de los padres o familiares no siempre satisfechos o tranquilos con la exigencias a que son obligados a asistir o aprobar por las fuerzas de las circunstancias.
Padres que sufren en la entrega de las jóvenes que el hogar les confió, a los compañeros que las requieren o solicitan para el ministerio del matrimonio, casi siempre están renunciando a la compañía de antiguas afecciones que ellos mismos, en el pasado, mal condujeron, al paso que las madres experimentan análogo experiencia de dilaceración síquica, separándose de hijos que le recuerdan, inconcientemente los vínculos envolventes menos felices de tiempos que ya se fueran
Es a través de las luchas y despedidas en familia con la creación de núcleos diferentes en la parentela por la transferencia habitual de los hijos sea las nueras y yernos o las tareas con diversas experiencias a las de ellos, los padres, siempre que respeten las necesidades y resoluciones de sus hijos, alcanzan la victoria sobre si mismos en el rumbo de la propia emancipación en la inmortalidad.
Emmanuel
Lo mas generalizado es ver o sentir como aquel grupo constituido por los hijos, en la medida que crecen y se habilitan para llevar vida independiente, el hogar queda vacío, y los padres en adelante saborean una mixtura de sentimientos de satisfacciones y pesares, sentimientos que más luego se modifican con el cariño que en algunos casos les prodigan los nietos, que muy probable fueron sus hijos de otras vidas o por lo menos hicieron parte del árbol genealógico en el pretérito. Y de acuerdo en la manera que se haya construido el amor con los hijos, vendrán los estímulos, compensaciones, o contrariamente desencantos por las ingratitudes.
Adversidad familiar
Los que reencarnan en una familla, sobre todo como parientes próximos, en la Mayoría de las ocasiones son Espíritus simpáticos, ligados por anteriores relaciones, que se expresan por una afección reciproca en la vida terrena. Empero también puede suceder que esos Espíritus sean extraños entre si. Esos espíritus apartados entre si por antipatías igualmente anteriores, que se traducen en la Tierra por mutuo antagonismo, que sirve de prueba. No son los de la consaguinidad los verdaderos lazos de familia, pero si los de la simpatía y de la comunión de ideas, los cuales prenden a los Espíritus, antes, durante y después de su encarnación.
Del ítem 8, del Cap. XIV, del Evangelio Según El Espiritismo.
Somos enfrentados en todos los ángulos de la familia humana, por los sucesos de la advección innata.
Padres e Hijos, hermanos como otros familiares y parientes posiblemente se repelen, desde los primeros contactos. Ciertamente verificables son los fenómenos de la hostilidad, entre adultos y niños, traídos por el imperativo de la cuna y de la intimidad del día a día.
Existen Padres expresando antipatía por algunos o todos los Hijos desde el momento en que estos le surgen. Y existen Hijos que se manifiestan enemigos de los Padres tan pronto como se sientan dueños de su personalidad, en los albores de la reencarnación.
Arraigado en el laberinto de existencias menos felices, ciertamente el problema de las reacciones negativas, culpas remordimientos, inhibiciones, venganzas y tantos otros inconvenientes están presentes en el cuadro familiar, en que el odio acumulado esta presente, que en estancias del pasado se exterioriza, por medio de manifestaciones catalogables en la patología de la mente. En esa base del razocinio, determinada criatura habrá sufrido esa o aquella humillación de parte de los padres o tutores en que se desenvolvió ahogado propósito de esfuerzo, con lo que se intoxicó así mismo en el curso del tiempo, y ciertos padres habrán sentido inesperada animosidad por ese o aquel Hijo recién nacido, alimentando presagios negativos, ahora sofocando tal sentimientos, con benéficas actitudes de convencimiento. Con frecuencia los noticieros registran infanticidios en los que Padres o Madre aniquilan los cuerpos de aquellos mismos Espíritus a los cuales favorecieron con la reencarnación en la tierra.
Indudablemente, el tratamiento psicológico, buscando la cura mental y la sublimación de la personalidad, es el camino ideal para estos pacientes, Urge entender, por eso, que médicos y analistas Humanitarios conseguirán efectuar prodigios de comprensión y de amor, librando a enfermos de esa naturaleza; por lo tanto, el estudio de la reencarnación es igualmente llamado a funcionar en las tareas de la obra de salvación.
¿Cuantos millares de existencias terminan anualmente en el Mundo, por los golpes de la criminalidad?
Claro está que las victimas no fueron arrebatadas para el cielo o el infierno teológico. Pero si ligadas a las amarras de las leyes del amor y perdón que disipan los atavíos del odio, se promueve el trabajo digno en la Espiritualidad a veces en auxilio a los mismos infractores. En la mayoría de las circunstancias, todavía persisten en el camino de aquellos que le dilapidaron la vida en profundidad, transformándose en perseguidores vengativos, ungidos mentalmente a los antiguos ofensores, y finalmente conducidos, por los principios kármicos, para el renacimiento junto de ellos, a fin de sanar, en el clima de la convivencia, los complejos de crueldad que aún se les destila del ser.
Cuando eso sucede el apostolado de reajuste a de iniciarse en los padres, por cuanto despiertos para la lógica y para el entendimiento, son convocados por la sabiduría de la vida para el apaciguamiento y la renovación.
Por lo tanto observamos, que en semejantes dominios del alma el apoyo de la fe religiosa se erguirá en socorro y terapéutica.
Es indispensable amar y disculpar, comprender y servir, tantas veces cuanto se haga necesario, de manera a que el sufrimiento y la disensión desaparezcan con el fin de que, en las bases de la comprensión y de la bondad de hoy, los niños de hoy se levanten en la condición de Espíritus reajustados, ante la leyes del Universo garantizando a los adultos, en las faenas de las reencarnaciones futuras, la redención de sus propios destinos.
Emmanuel
La adversidad entre Padres e hijos es muy común en un gran número de familias que aun no asimilan esa máxima evangélica en la que el divino maestro nos dice que es necesario perdonar setenta veces siete veces.
Son espíritus recalcitrantes, rencorosos, crueles vengativos que no tienen capacidad de cambiar el odio por el amor. En algunos casos terminan agravando mas los compromisos haciéndose acreedores a mayores pruebas y prolongando más reencarnaciones expiatorias.
Relataremos una experiencia nuestra durante una de mis regresiones durante el sueño fisiológico:
Me vi en el puerto de un Río muy grande en el que habían fondeados algunos barcos fluviales construidos en madera, semejantes a los que conocí en algunos puertos del Río Amazonas. Yo era un niño de aproximadamente siete años de edad que me bañaba en medio de un grupo de niños y adolescentes de esa localidad. De pronto un jovencito en edad de la pubertad se abalanzó sobre mí, atenazándome fuertemente con sus piernas y manteniéndome sumergido, viviendo el drama como si fuera en estado de vigilia y en esta vida presente. Yo sentí la angustia el desespero, el horror del ahogamiento hasta lo declinación de la vida física. Cuando esto ocurrió, pude ver que la persona que me había quitado la vida, era mi Padre actual. Una voz masculina me advirtió que en el día siguiente yo estaría muy curioso fijando la mirada hacia mi pobre progenitor el cual también estaría eludiéndome en lo posible. Al despertar y recordar la triste y terrible escena, sentí mucho pesar por mi pobre viejo, pues a pesar de ser yo parte de diez hermanos, Él, siempre se mantuvo más vinculado a mi, especialmente en mi campo laboral. Yo sentí profundo pesar y oré fervorosamente al padre celestial para que él fuera perdonado, ya que de mi parte estaría absuelto. En verdad al siguiente día ocurrió como mi Guía me había advertido. Él me eludió y lo note demasiado pensativo y triste. En cuanto a mis cuatro hijos e tenido la gracia de conocer las causas que los vinculó a mi vida en más de una existencia, y que hoy damos gracias a la maravillosa Doctrina De Los Espíritus que nos enseño a sacar provecho, para nuestra bendita redención.
Aborto
¿El aborto voluntario es un crimen en cualquier tiempo de la gestación?
Existe siempre crimen cuando se transgredí la ley de Dios. La madre, o cualquier persona, cometerán siempre crimen segando la vida al reencarnante antes de nacer, porque está impidiendo al espíritu de soportar las pruebas de las cuales el cuerpo deberá ser el instrumento.
Item n° 358, Del Libro de Los Espíritus.
Hablamos naturalmente a cerca de relaciones internacionales, sociales, públicas, comerciales, aclarando las obligaciones que ellas involucran; sin embargo, muy frecuentemente marginadas a las relaciones sexuales—aquellas en que se fundamentan casi todas las estructuras de acción comunitarias.
Habitualmente se olvida, de que el hombre y la mujer, por vía de regla, experimentan instintivo horror a la soledad y que, debido a eso, la comunión sexual reclama seguridad y duración para que se muestre concordante en las garantías necesarias.
Impracticable sin duda, imponer la continuidad de la vinculación entre dos personas, a precio de violencia; sin embargo, en fase a las contingencias y contratiempos por los cuales el carro de la unión matrimonial debe pasar por los caminos del mundo, las leyes de la vida muy sabiamente, establece en los hijos los helos de la comunión entre los conyugues, atribuyéndoles la función de fijadores de la organización familiar; con la colaboración de ellos, los deberes del compañero y la compañera, en el campo de la asistencia recíproca, es que se revelan más claramente perceptibles y el hogar se enaltece como escuela de perfeccionamiento y de evolución en marcha para la adquisición de más amplios valares del Espíritu en el Mundo Mayor.
De todos los institutos sociales existentes en la tierra, la familia es la más importante, desde el punto de vista de los cimientos morales que rigen la vida.
Es por la confusión sexual entre el hombre y la mujer que la humanidad se perpetua en el planeta; en virtud de eso, entre padres e hijos residen los mecanismos de la sobre vivencia humana, en cuanto a la forma física, en la fase del Orbe.
Es fácil entender que justamente es así que nosotros, los Espíritus eternos, atendiendo a los impositivos del progreso, nos reversamos en la arena del mundo ahora erigiéndonos en la posición de padres, además desempeñando el papel de hijos, aprendiendo, gradualmente en la fisiología del cuerpo carnal, las lecciones profundas del amor___ del amor que nos surgirá un día, y en definitivo, de la tierra para el Mundo Mayor.
Con semejantes notas tan solo destacamos la expresión calamitosa del aborto criminal, practicado exclusivamente por las fugas al deber.
Habitualmente, por lo regular no somos nosotros mismos quienes planificamos la constitución de la familia, pues antes del renacimiento terrestre, con el amparo y la supervisión de instructores beneméritos quienes nos estudian la ficha kármika y nos programan la nueva reencarnación de manera útil y provechosa.
Por lo regular nos involucran los antiguos compañeros de aventuras infelices, programándoles el regreso a nuestra convivencia, y nosotros prometiéndoles socorro y oportunidades, en que se le reedifique la esperanza de elevación y rescate, perfeccionamiento y mejoría.
Creamos proyectos promovemos sugestiones, articulamos providencias y exteriorizamos votos respetables, englobándonos con ellos en saludables compromisos que, si observados, redundarán en beneficios sustanciales para todo el grupo de corazones que se nos vinculan en la existencia. Si por eso, cuando instalados en la tierra, anestesiamos la conciencia, expulsándolos de nuestra compañía, con el pretexto de resguardar el propio confort, no le podemos prever las reacciones negativas, y muchos de nuestros asociados en los errores de otras épocas, ayer en el plano espiritual convertidos en amigos potenciales, a costa de nuestras promesas de comprensión y de auxilio, hoy los abortados se hacen enemigos, y eso ocurre muchas veces en todas las comunidades de la tierra. Seres recalcitrantes que se nos entrañan en la vida íntima con tal expresión de desencanto y acidez que, en rigor, nos infunden más sufrimiento y aflicción que si estuviesen con nosotros en plena experiencia física en condición de hijos problemas, imponiéndonos trabajos e inquietudes.
Admitimos que sea suficiente una breve meditación, en torno del aborto delictivo, para que reconozcamos en el, uno de los grandes productores de las molestias de obscura etiología y de las obsesiones catalogables en la patología de la mente, ocupando bastos departamentos hospitalarios y prisiones.
Emmanuel
Hoy día, o por estos tiempos, el aborto se volvió de moda para unos, otros lo consideran como un derecho, y "una necesidad social". Así piensan los equivocados en este asunto.
Para llevar a cabo semejante brutalidad hay disculpas formalismos y justificaciones a granel. Por ahora lo más común es que son embarazos no deseados, ¿No será que el deseo sexual, hasta lujurioso, trae la opción del embarazo debido a que la función primordial del aparato genital es el de la procreación? ¿Acaso el hombre y la mujer vinieron a la tierra por "obra y gracia del espíritu santo" y no mediante las relaciones sexuales?
¿Se equivocaría la naturaleza al crearle a los animales los órganos genitales para que entren en celo y mediante el apareamiento se de la oportunidad de procreación?
Nosotros los humanos aun pertenecemos al reino animal, y la diferencia es que a los irracionales los guía el instinto que indudablemente es de origen Divino, y a nosotros los racionales nos debe guiar la razón y el Evangelio del Divino maestro
Lamentablemente utilizamos el raciocinio para pervertir el gusto, las emociones y nuestra fisiología. Cuando nos referimos al gusto, es porque nos alimentamos de manera inadecuada en una gastronomía exótica demasiado suculenta y hasta afrodisíaca; en nuestras emociones, porque cada día buscamos afanosamente sistemas, maneras, artimañas, recursos que nos lleven hacia la aberración y la insaciabilidad sexual. Y en lo fisiológico, porque la mujer como el hombre en la expresión gay, busca modificar su cuerpo solo para promocionarse mejor en el mundo de la sensualidad.
El aborto no puede ser egoístamente ejecutado bajo pretexto de dificultad laboral, malformación corporal o por factor económico o vergüenza ante la sociedad o la familia, pues cuando regresemos a la espiritualidad el código Divino que valora la vida, solamente considerará el aborto como un grave crimen que tendremos que reparar dolorosamente en esas zonas purgatoriales del mas allá, y en futuras reencarnaciones.
Padres e hijos
La ingratitud es uno de los frutos más directos del egoísmo. Por lo regular disgusta a los corazones honestos. Empero la ingratitud de los hijos para con los padres, aún es de carácter más odioso.
Del item 9 Cap. XIV, de El Evangelio Según El Espiritismo.
Establecida la reencarnación para los soportes de los fenómenos socio—domésticos, no es solamente la relación de padres e hijos que asumen carácter de importancia, mas igualmente la que se verifica de los hijos para con los Padres.
Los hijos no pertenecen a los padres; tampoco, los padres pertenecen a los hijos.
Los genitores deben especial consideración a sus propios hijos, empero el deber funciona bilateralmente, a la vez que los retoños del grupo familiar deben a los padres particular atención. Existe padre que agreden a los hijos y buscan esclavizarlos, como si fuesen objetos de propiedad exclusiva; todavía encontramos en el mismo orden de brutalidad, hijos que agreden a los padres y también pretenden esclavizarlos, como si los progenitores se semejaran a animales domésticos.
La reencarnación traza rumbos para el mutuo respeto de unos hacia los otros.
Entre padres e hijos, hay naturalmente, una frontera de aprecio reciproco, que no se puede ultrapasar en nombre del amor, sin que el egoísmo aparezca, perturbándoles la existencia.
Es justo que los padres no interfieran en el futuro de los hijos, igualmente es justo que los hijos tampoco lo hagan considerando el pasado de los padres.
Los padres no consiguen penetrar de inmediato, la trama del destino que los principios karmicos le reservan a los hijos en el porvenir, y los hijos están inhabilitados para de pronto, comprender los tramas de las circunstancias en que se sumergieron sus padres en el pretérito, con el fin de que pudiesen volver, del Plano Espiritual al renacimiento en el Plano físico. Únicamente en el mundo de las causas, después de la des-encarnación, le será posible el entendimiento claro, a cerca de los vínculos en que se imantan. En vista de eso se invoca el auxilio de religiosos, profesores, filósofos, y psicólogos, con el fin de que la excesiva agresividad filial no alcance los extremos de la perversidad o de la delincuencia para con los padres, y que ni la excesiva autoridad de los padres venga a violentar a los hijos, en nombre de extemporánea o cruel desvinculación.
Padres e hijos son, auténticamente, consciencias libres, como hijos de Dios libres, empeñados en el mundo a la obra de perfeccionamiento, rescate de débitos, reajuste y evolución. Las leyes de la vida le engloba la individualidad en el altar de la consideración.
Nunca es licito el desprecio de los padres para con los hijos y viceversa.
No configuramos en el asunto cualquier aspecto lírico en la temática afectiva. Sumariamente presentamos, principios Universales.
La existencia terrestre es muy importante en el progreso y en el perfeccionamiento del Espíritu; sin embargo al mismo tiempo, es simple estado de criatura eterna en la escuela de la experiencia física, en la manera de estudiante en el internado
Los Padres recuerdan alumnos, en condiciones más avanzadas del tiempo, en el currículo de lecciones, al paso que los hijos se semejan a aprendices primarios, cuando surgen en la arena del servicio terrestre, con acceso en la escuela, sobre el patrocinio de los compañeros que los antecedieran, por orden de matrícula y aceptación. Y que los hijos jamás acusen a los Padres por el curso complejo o difícil en que se vean en el plantel de la existencia humana, por cuanto en la mayoría de las ocasiones fueron ellos mismos, los hijos, que en la condición de espíritus desencarnados, insistieran con los Padres, a través de afectuoso convenio o suave proceso obsesivo, para que los trajesen de nuevo, a la oficina de los valores físicos, de cuyos instrumentos se mostraban carentes, con el fin de seguir rumbo correcto, en el propósito de la propia emancipación. Emmanuel
Hace muy poco tiempo que en muchos países se empezó a legislar a favor de la niñez, tratando de corregir el abuso o mal trato para con los hijos, empero los legisladores también son injustos respecto a los derechos y deberes de los hijos
para con los padres. Sobre todo la situación se complica mas cuando los hijos llegan a la adolescencia, y estos engreídos por lo que escuchan respecto a los derechos del Niño, queriendo pues, manejarse con independencia en actitud caprichosa y desordenada, y con la idea fija, de que por encima de todo, los padres tienen la obligación de ser permisivos, tolerantes y hasta comulgar con sus desatinos, porque así han interpretado los derechos del Niño.
En muchas ocasiones, cuando reciben amenazas de sanción de parte de sus progenitores por mal comportamiento, algunos de estos amenazan con demandas o denuncias ante juzgados de menores o Bienestar Familiar.
Tristemente en los establecimientos educativos no existe una materia que enseñe, y que conscientise a los niños sobre los deberes para con sus padres.
Es cierto que en el pasado como en el presente han existido Padres excesivamente severos y hasta abusivos con la autoridad paterna o materna, afectando así los sentimientos de aquellos hijos impotentes para librarse del yugo de la tiranía y la bestialidad. Guardamos la esperanza que en la medida que la civilización avanza, padres e hijos sean más conscientes de sus deberes mutuos para que bilateralmente, contemos con las obligaciones y respeto forjando familias armónicas y una sociedad mejor.
Amor libre
¿Cual de las dos, la poligamia o la monogamia, es la más conforme con la ley natural?
La poligamia es una ley humana, cuya abolición marca un progreso social. El casamiento, según las leyes de Dios, debe ser fundado sobre el afecto de los seres que se unen. En la poligamia no hay verdadero afecto pero si, sensualidad.
Item n° 701, de El Libro de Los Espíritus.
Se comenta la posibilidad de la legalización de las relaciones sexuales libres, como si fuera justo escoger compañías para la sastisfación del impulso genésico, igualmente como si se tratase de adquirir golosinas o un plato que nos satisface en el gusto. Sin embargo, las relaciones sexuales nos traen responsabilidad.
En referencia al asunto, no se trata exclusivamente del compromiso en base al matrimonio legalmente constituido. Si la pareja de la unión sexual tiene deberes a observar entre si, en fase a los preceptos humanos, y voluntariamente aceptados, en el plano de los llamados compromisos extra legales, se hallan igualmente sometidas a los principios de las Leyes Divinas que rigen la Naturaleza.
¿Cada Espíritu tiene consigo su santuario intimo, erguido al amor, y algún Espíritu vendrá a menoscabar "el lugar sagrado" de otro espíritu sin afectarse a si mismo?.
Conferir supuesta legitimidad a las reglas sexuales irresponsables sería tratar "consciencias" cual si fuesen "cosas", y si las propias cosas, en la condición de objetos, reclaman respeto; ¿que se diría del acatamiento debido a la consciencia de cada uno?
Es obvio que ninguno se recordará en sano juicio, de recomendar esclavitud a las criaturas claramente abandonadas o traicionadas por los propios compañeros o compañeras a que se entregaran confinantes; por lo tanto, no autoriza a ninguno a establecer libertad indiscriminada para las relaciones sexuales que resultarían únicamente en licencia o descubrimiento.
Instituido el ajuste afectivo entre dos personas, se levanta concomitantemente, entre ellas, el impositivo del respeto a la fidelidad natural, ante los compromisos abrazados, sea para la formación del hogar y de la familia o sea apara la constitución de obras o valores del espíritu. Deshechos los votos articulados en doble, claro que la ruptura corre por la cuenta de aquel o de aquella que la emprendió con el combustible compulsorio de las consecuencias que advengan de semejante resolución.
Toda sementera se acompaña de cosecha, con forme a la especie. Es razonable que nos recordemos de eso, por cuanto el autor o autora de la defección habida, ante los principios de causa y efecto, es considerado violador de almas, asumiendo con las víctimas la obligación de restaurarlas, hasta el punto en que las injurió o perjudicó, aún lo mismo cuando en el concepto incompleto del mundo esas criaturas hallan sido encontradas supuestamente ya perjudicadas o injuriadas por alguien.
El diamante en el lodo no deja de ser diamante, sin perder el valor que le es propio.
La criatura en sufrimiento no deja de ser creación de Dios, sin perder la inmortalidad que le es propia, frente al Universo.
Que la tentación de retorno a los sistemas poligámicos puede ocurrir habitualmente con cualquier persona, en la tierra, es más que natural—en circunstancias numerosas, el pretérito puede estar vivo con nuestras inclinaciones y tendencias, en las estructuras más profundas de nuestro espíritu. Sin embargo, los deberes asumidos en el campo del amor, ante la luz del presente, deben prevalecer, por encima de cualquier impulso inoportuno, debido a que el compromiso crea leyes en el corazón y no se damnificaran los sentimientos ajenos sin resultados correspondientes a la propia vida
Si observamos en los capítulos del sexo, los designios superiores de la infinita Sabiduría que nos orienta los destinos es, en ese sentido, que nos urge considerar que la voluntad de Dios, en la esencia, es el deber en su más alta expresión trazado para cada uno de nosotros, en el tiempo llamado "hoy" yace el "ayer", y depende de nosotros la armonía o el desequilibrio del "mañana". Emmanuel
Vamos a tratar un poco sobre infidelidad, promiscuidad, fornicación, adulterio y otros tantos anti-valores que nos han venido comprometiendo desde que surgimos como seres racionales.
Siempre que hacemos referencia a estas terribles debilidades, hacemos énfasis en la vida de encarnados, sin tener en cuenta, que nuestro comportamiento sexual, puede ser más comprometedor, en la condición de seres subconscientes o desencarnados. Poco hacemos referencia a nuestras vivencias en la otra dimensión cuando nuestros cuerpos se relajan en el sueño fisiológico.
Hemos venido haciendo encuestas a hombres y mujeres, Las preguntas son:
–¿Han tenido sueños eróticos en los que se han podido ver fornicando o en adulterio con personas conocidas o no conocidas? Las damas comprometidas, entre diez, siete dicen que si, tres dicen que no, sin embargo, entre esas tres solamente una dice la verdad, las otras dos, por vergüenza mienten. En el caso de hombres tanto comprometidos como solteros, entre treinta, solamente dos dicen no recordar este tipo de realizaciones, pues de pronto algunos son castos, o tal vez el córtex o el subcórtex cerebral no le funciona en la recordación de los sueños. Pues bien, queremos recordarles a nuestros apreciados lectores, que nosotros los espíritus encarnados vivimos o nos debatimos en dos mundos; dedicando un poco de más tiempo a la vigilia, y un poco menos en el mundo espiritual durante el sueño. No obstante, y a pesar de nuestras cortas vivencias en la espiritualidad, son muchas las oportunidades para llevar a cavo un gran número de realizaciones, buenas o malas, allí se pueden realizar muchos de nuestros anhelos, propósitos o intereses, que en estado de vigilia por razones de fuerza mayor e inconveniencia, no se pueden o no se debe realizar acá, como seres conscientes.
Comprendemos la incapacidad de algunos lectores para aceptar o comprender estas tesis que de manera escasa se expone dentro de la literatura espirita. Pero que hoy día, los que poseemos las experiencias, y la facultad mediúmnica, estamos en el deber sagrado de exponer, ya que llegaron los tiempos en que esta información es necesaria para aclarar enigmas y despertar consciencias sin importar que tengamos necesariamente que entrar en la auto-critica.
La fidelidad, y la castidad, no son virtudes para exhibir solamente ante el ojo humano. También en condición de Espíritu en la otra dimensión, bien sea como seres encarnados o desencarnados.
Decimos esto, porque ya ha quedado demostrado en las encuestas, mientras nuestro cuerpo reposa en el sueño fisiológico, con esa otra estructura llamado cuerpo astral o periespíritu, que es una verdadera réplica del cuerpo físico, cuenta con los mismos aparatos, sistemas, y órganos del cuerpo físico, igualmente cargamos con nuestros instintos, tendencias y emociones, que fácilmente nos comprometen en adulterios, fornicaciones y toda clase de actos de promiscuidad, con otros espíritus encarnados en estado de desdoblamiento, como también con espíritus desencarnados que vibran en nuestra misma faja mental, y cuyos pecados tienen los mismos equivalentes a los cometidos en estado de vigilia.
Más adelante expondremos con detalles esta fenomenología.
Recomendamos a aquellas personas que acostumbran acostadse en la noche desnudas, que desistan de ese mal hábito, pues muchos no saben vestirse en el desdoblamiento, y conforme se acuestan, así peregrinan en la otra dimensión.
Control sexual
Interroguen fríamente sus consciencias todos aquellos que son heridos en el corazón por las vicisitudes y decepciones de la vida; remonten paso a paso, al origen de los males que los torturan y verifiquen si muchas veces no podrán decir: si yo hubiese hecho o dejado de hacer tal cosa, no estaría en semejante condición.
Del item 4, del Cap. V, del Evangelio Según El Espiritismo.
Existe el mundo sexual de los Espíritus de evolución primaria, manchado de vinculaciones irresponsables, y existe el mundo sexual de los Espíritus conscientes, que ya adquirieron conocimiento de las propias obligaciones frente a la vida; el primero se constituye de hombres y mujeres psíquicamente no muy distante de la vida selvática, remanente próximo de la convivencia con los brutos, en cuanto que el segundo es integrado por las consciencias que la verdad ya iluminó, estudiantes de las leyes del destino a la luz de la inmortalidad. El primer grupo se mantiene unido a la poligamia desenfrenada, y solamente poco a poco, despertará para las nociones de la responsabilidad, en el plano del sexo, y a través de múltiples experiencias en la hilera de las reencarnaciones. El segundo ya se levanto para la visión panorámica de los deberes que nos competen, frente a nosotros mismos, y procura elevar los propios impulsos sexuales, educándolos por el mecanismo de la contención.
Hablar de gobierno y administración, en el campo sexual, a los desvariados en acciones poligámicas seria exigir del salvaje disciplinas que solamente se le pueden atribuir al profesor universitario, razón por la cual será justo detenerse, en el estudio alusivo a la educación sexual, solamente con aquellos que se muestren en capacidad de entender las reflexiones exacta, en ese particular.
Establecida la reserva preguntémonos si sería lícito abandonar en el mundo, los compromisos de naturaleza afectiva, asumidos mutuamente.
Así nos exteriorizamos para considerar que la comunión sexual entre dos seres en la tierra envuelve la obligación de proteger la tranquilidad y el equilibrio de alguien que, en algún caso, esta comprometido o comprometida con persona alguna. Comúnmente Existe el Mundo Sexual de los Espíritus de evolución primitiva, colmado de compromisos irresponsables, y existe el mundo sexual de los espíritus conscientes, que ya adquirieran conocimientos de sus propias obligaciones, frente a la vida; el primero se costituye de hombres y mujeres psíquicamente nada distante de los habitantes de la floresta, remanentes próximos de la convivencia con los brutos, en cuanto que el segundo es integrado por las conciencias que la verdad ya iluminó, estudiantes de las leyes del destino a la luz de la inmortalidad.
El primer grupo se mantiene inclinado a la poligamia, en ocasiones desenfrenada, y solo, poco a poco, despertará para las nociones de la responsabilidad en el plano del sexo, a través de múltiples experiencias en el hilo de las reencarnaciones. El segundo ya se levantó para la visión panorámica de los deberes que nos competen, delante de nosotros mismos, y procura elevar los propios impulsos sexuales, educándolos por los mecanismos de la contención.
Hablar de gobierno y de administración, en el campo sexual, para los que aún se desviaran en manifestaciones poligámicas, sería exigir de los salvajes encomiendas, que solamente son atribuibles al profesor universitario, razón por la cual será justo detenerse alguien en ese o en aquel estudio alusivo a la educación sexual, apenas con aquellos que se muestren susceptibles de entender las reflexiones exactas en ese particular.
Establecida la tertulia, preguntémonos nosotros mismos, si seria licito abandonar, en el mundo, los compromisos de naturaleza afectiva, asumidos en común acuerdo.
Así nos conscientisamos para considerar que la comunión sexual entre dos seres en la Tierra envuelve la obligación de proteger la tranquilidad y el equilibrio de alguien que, en el caso, es el compañero o la compañera mutua, y muy común mente, los dos se transfiguraran en otros más, en las persona de los hijos y más descendientes.
Urge de ese modo evitar arrastramientos en el terreno de la aventura sexual, para que el desorden en los ajustes propuestos o aceptados no vengan a romper la seguridad de aquel o de aquella que tomamos sobre nuestra asistencia y cuidado, con reflejos destructivos sobre todo el grupo, en que nos arraigamos a través de la afinidad.
No se trata, en nuestras definiciones, del llamado " vinculo insoluble " creadas por leyes humanas a la vez que, encontramos en todas partes compañeros y compañeras afectadas por el comportamiento de aquellos que fueron escogidos para la convivencia sexual y que, por eso mismo, adquieren, después de perjudicados el derecho natural de vincularse a otras personas procurando compañía a nivel de su confianza y respetabilidad; nos reportamos al imperativo de la fidelidad que debe ser respondida con lealtad, sea cual fuere el tipo de unión en que los compañeros se comuniquen sexualmente del uno al otro, sustentándole recíproco equilibrio.
Considerado lo expuesto, los participantes de la comunión afectiva, conscientes de los deberes que asumen, precisan examinar hasta que punto habrán generado las causas de la indisciplina o deserción en aquel o en aquella que desistió de la propia seguridad íntima para arrojarse a la liviandad. Es justo ponderar que en cuanto a eso, en muchos sucesos de esa naturaleza, no es solamente aquel o aquella que se comportan desleales, a los propios compromisos, ni el único culpable de la ruptura del compromiso afectivo, más igualmente el compañero o la compañera que, por desidia o frialdad, egoísmo o irreflexión en los votos abrazados, indujo al compañero o a la compañera a resbalar para la inseguridad, en el campo del afecto, atrayendo perturbaciones de tamaño imprevisible.
Emmanuel
Uno de los factores que más influye para el desanimo de la pareja o de uno de los comprometidos, es la perdida de juventud y atributos corporales que tristemente, la gran mayoría de los seres humanos tan materializados, considera como garantía para mantener el encantamiento en pareja. En este caso y muchos otros, no se aprecian virtudes, o valores morales que en realidad, son los ingredientes con que se expresa el legitimo amor; pues lo otro solamente es sensualidad, interés económico, que traen la intolerancia mutua de la pareja o de uno de los dos.
Por lo regular en la mayoría de los casos, el hombre es mayor responsable, sobre todo, cuando tiene poder y dinero para comprar consciencias y de esta manera, conquistar concubinas o vive en la búsqueda de aventuras, algo característico del ser promiscuo. Y la mujer en ocasiones por venganza olvidando la auto estima o quizás dominada por la curiosidad o contagiada por los dramas sensuales de las telenovelas o el cinema, la influencia de otras mujeres supuestamente amigas que les incitan a perder el miedo y el pudor, o también por su complejo de juventud, y sus ambiciones de orden material.
Adulterio o prostitución
"El que estuviere sin pecado, que le arroje la primera piedra", dijo Jesús.
Esta máxima hace un deber a la indulgencia, porque no habrá persona que no tenga necesidad de ella para si mismo.
Allí nos enseña que no debemos juzgar al prójimo más severamente de lo que nos juzgaríamos a nosotros mismos, ni condenar en otro lo que en nosotros disculpamos. Antes de censurar una falta a alguien, veamos si la misma reprobación nos puede recaer sobre" nosotros".
Del Item 13 del cap. 10 de "El Evangelio según el Espiritismo"
Es curioso anotar que Jesús, tratándose de faltas y caídas en los dominios del espíritu, halla escogido a la mujer adultera fallando en el sexo, para pronunciar su inolvidable sentencia: "aquel que estuviere sin pecado que tire la primera piedra".
Se diría que en el rol de los defectos, decepciones, flaquezas y delitos del mundo, los problemas afectivos se registran de tal manera enclavados en el ser humano. Que persona alguna en la tierra haya escapado en el caminar de las existencias consecutivas, a los llamados "errores de amor".
Penetrando cada uno de nosotros en los archivos del alma, tratando de conseguir registros de un comportamiento irreprensible, en el inmediatismo de la vida práctica, ante los días que corren, indáguese, con sinceridad, cuanto a sus propias tendencias.
Quien no haya atravesado por situaciones difíciles, en el área del corazón, en el periodo de la reencarnación en que se encuentre, que investigue las propias inclinaciones y ansiedades en el campo íntimo, y en sana consciencia, verificará que no se haya ausente del enmarañado de conflictos, como remaneciente del acervo de luchas sexuales de la humanidad.
De esos embates multi-milenarios, restan aún, heridas sangrientas en el organismo de la colectividad, el adulterio que, en el futuro, será clasificado en la patología de las enfermedades del alma, extinguiéndose por fin, con remedio adecuado, y la prostitución que reúne en si a hombres y mujeres que se entregan a las aventuras de la sensualidad, sobre todo, en la modalidad prepago estableciendo mercados afectivos.
Así como ocurre con los flagelos de la guerra, de la piratería, de la violencia homicida y de la esclavitud que acompañan a la comunidad terrestre hace milenios, diluyéndose, muy lentamente el adulterio y la prostitución, aún permanecen en la tierra, como instrumento de prueba y expiación, destinado naturalmente a desaparecer, en la ecuación de los derechos del hombre y de la mujer, que se armonizarán por el mimo peso en la balanza del progreso y de la vida.
Nótese que el lenocinio o alcahuetería de hoy, en cuanto situado fuera de la ley, es el heredero de los burdeles autorizados por regulación oficial, en muchas regiones como sucedía notoriamente en Grecia y en la Roma Antigua en que los establecimientos de esa naturaleza eran constantemente nutridos por reclutamiento de jóvenes o mujeres orientales, directa o indirectamente adquiridos, como si fuesen animales, para menesteres de alquiler.
Tantos fueron los desvaríos de los espíritus en evolución en el planeta__ Espíritus entre los cuales muy raro para nosotros, los compañeros de la tierra, que no nos hallemos incluido__ ciertamente Jesús, personalizando en la mujer sufriente la familia humana pronunció la inolvidable sentencia, convocando a los hombres, supuestamente puros en materia de sexualidad a lanzar sobre la compañera infeliz la primera piedra.
Evidentemente, el mundo avanza para más elevadas existencias. Fenómenos de transición explotan aquí y allí, comunicando renovación. Es con semejantes sucesos, que surgen para las naciones el problema de la educación espiritual, para que la educación del sexo no se haga irracional con palabras brillantes enmascarando la liviandad.
Cuando cada criatura fuere respetada en su fuero íntimo, para que el amor se consagre por vínculo Divino, mucho más de espíritu para espíritu que de cuerpo para cuerpo, con la dignidad del trabajo y del perfeccionamiento personal luciendo en la presencia de cada uno, los conceptos de adulterio y prostitución se habrán distanciado del cotidiano, a la vez que la comprensión apaciguará el corazón humano y la llamada aventura afectiva no tendrá razón de ser.
Emmanuel
Para estos tiempos se hace bastante difícil aplicar la educación sexual a los niños y adolescentes, pues el imperio de las sombras ha logrado establecer en la Tierra tesis con conceptos y formalismos que estimulan conductas tan negativas para la niñez, la juventud, y adultos mayores.
La vía más eficaz para deteriorar la moral ha sido la prensa hablada y escrita, los sexólogos de hoy día, en la mayoría con su materialismo dialéctico, embarnizado de modernidad y liberación. En estos momentos la gran mayoría de las chicas y los chicos, desde la adolescencia quieren experimentarse en el campo sexual considerándose en un derecho, que solo es propio dentro del libertinaje irresponsable, trayendo con esto, en la mayoría de los casos, problemas para los padres que terminan asumiendo obligaciones debido a la irresponsabilidad de sus hijos.
Existen dos clases de prostitutas: Las que se mantienen habidas de sexo, son implacables y hasta lo hacen sin ánimo de lucro, son enfermas sexuales, igual que aquellos hombres enfermos insaciables e incomplacientes. Estos son los Seres que después de la desencarnación por ley de peso específico son imantados a zonas especiales del astral inferior, a esos lugares llegan estos Espíritus enfermos, que cuando encarnados y durante el sueño, también peregrinaban por ahí. También existen las que practican sexo, no tanto por deseos lujuriosos, pero si, por lucrar, lo hacen hasta de mala voluntad y son incomplacientes, pues ni siquiera sufren emociones porque en cierto modo, consideran que las utilizan como instrumento sexual, son criaturas que rara vez aman; sin embargo, permanecen en ese comercio carnal bajo variados argumentos o justificaciones.
Décadas atrás se le denominaba como prostituta a la mujer que permanecía dentro de un establecimiento dedicado para atender al cliente lujurioso, y desde luego también prostituto, que compra momentos de placeres que consideran como el elíxir de la vida; sin embargo hoy día, la prostitución en la modalidad prepago, ya se ejerce a domicilio y es muy común y hasta bien vista y estimulada por la sociedad y muchos estados; pues a las prostitutas de la alta sociedad las denominan como "Damas de dulce compañía, a las de la clase media prepago, en la clase media baja, trabajadoras sexuales, y a las de estrato uno y dos, prostitutas y rameras." Y el hombre promiscuo, sobornador, chantajista, acosador sensual, violador, ¿Cómo le llamaríamos? Será que el machismo nunca va a reconocer la igualdad de derechos y la igualdad de pecados en los dos géneros?. ¿Acaso no fue por eso, que el Divino maestro se dirigió igualmente a hombres y mujeres cuando se quería dilapidar a la mujer adultera?
Hoy día vemos a muchos adultos mayores y algunos en avanzada edad, preocupados por la pérdida de capacidad sexual, buscando medicinas y todo tipo de brebajes afrodisíacos que los reanime en su pretensión lujuriosa, y algunos opinan que acabándose ese impulso, la vida ya no tiene sentido o razón de ser. Son las criaturas que confundieron la sensualidad o lujuria con el verdadero amor, y sin entender el verdadero significado de la vida humana.
El sexo manejado con irresponsabilidad, abusando demasiado en su práctica, bien sea dentro de parejas legítimamente constituidas, o de manera deliberada y en la aventura sexual, como en la prostitución, trae demasiada decadencia corporal,
Cuando yo era muy joven y me empecé a experimentar en la aventura sexual, en algunas ocasiones con mujeres entre los cuarenta a cuarenta y cinco años de edad, especialmente con aquellas que ejercitaban la prostitución, hoy día, trascurrido más o menos cuarenta años de ocurrido los hechos, muchas de estas aún viven. Y las he venido observando en su estado de vejez, que en verdad causa mucho pesar su estado fisiológico en una decrepitud asombrosa, situación que por lo regular no ocurre en aquellas mujeres u hombres que fueron moderados en su vida sexual.
La carne joven en realidad, es una ilusión; la carne envejecida causa desilusión!
Mientras el hombre o la mujer joven despiertan entusiasmo y ansiedad sexual sin importar mucho las cualidades o valores morales, la vejes trae desinterés, desánimo, desencanto, empero a pesar de todo esto, es probable que el espíritu haya alcanzado valores que lo han embellecido mucho más que cuando contaba con cuerpo bello y joven.
No es recomendable que se consorcie parejas con mucha disparidad de edades, pues en la gran mayoría de casos prima el interés económico antes que el amor, y el compromiso conyugal más adelante entra en decadencia y vienen los desencantos acompañados de la infidelidad y el tranfuguismo del más joven.
El celibato
698-¿El celibato voluntario es un estado de perfección meritoria ante Dios?
Respuesta. – No, y los que así viven por egoísmo, desagradan a Dios y engañan a todo el mundo.
699—¿El celibato por parte de algunas personas, no es un sacrificio con el fin de consagrarse más íntegramente al servicio de la humanidad?
Respuesta. Eso es muy diferente. Yo dije por egoísmo. Todo sacrificio personal es meritorio, cuando es para el bien; cuanto mayor el sacrificio, mayor el merito.
Item n° 698—699, de El Libro De Los Espíritus.
Abstinencia en materia de sexo es celibato, en la vida de relación se presupone que la experiencia del Ser en dos fajas esenciales – la de aquellos Espíritus que escogen semejantes posiciones voluntariamente para el perfeccionamiento o servicio, en el curso de determinada reencarnación, y la de aquellos que se ven obligados a adoptarlas debido a diversas inhibiciones.
Indudablemente, los que consigan abstenerse de la comunión afectiva, poseyendo ahora en orden todos los recursos instrumentales para disfrutar del confort, prefirieron ser más útiles al prójimo, de tal manera trazan para si mismo escaladas más rápidas para las cúspides del perfeccionamiento.
Actuando así, por amor, al servicio de los semejantes, y por esa causa, amparando a los hermanos de la Humanidad a través de diferentes maneras, convierten la existencia, en comunión sexual, en el camino al asenso y a la sublimación, ambientándose en diferentes climas de creatividad, por cuanto la energía sexual no se estancó en su propio flujo; esa energía simplemente se canaliza para otros objetivos—los de naturaleza espiritual. Y en concomitancia con los que alegan conscientemente ese tipo de experiencias, imponiéndose duros regimenes de vivencia personal, encontramos aquellos otros, los que ya renacieran para la vida física inducida u obligada a la abstinencia sexual, atendiendo a las inhibiciones irreversibles o a procesos de inversión por lo cual se sanan errores del pretérito o se recogen las pesadas disciplinas que les facilitan el desmonte de determinados compromisos, en asuntos del Espíritu.
En uno y otro caso, identificamos aquellos que se hacen llamar, según las enseñanzas Evangélicas, denominados "eunucos por amor a Dios" Esos eunucos contrariamente a lo que generalmente se afirma, no son personas psicológicamente asexuadas, respirando en clima de negación de la vida. En cuanto abstemios de la emotividad sexual, voluntaria o involuntariamente, son almas vibrantes, inflamadas de sueños y deseos, que se omiten, en cuanto les es posible, en el terreno de las comuniones afectivas, para satisfacer las obligaciones de orden espiritual a que se imponen.
De ahí se desprende la posibilidad de dedicarse a cualquier tarea de reparación o de elevación sin tentaciones, sufrimientos, angustias y lágrimas y a veces caídas en los dominios del sentimiento, a la vez que los impulsos de amor en ellas se mantiene con intensa agudeza, predisponiéndose a la sed incesante de comprensión y de afecto.
Entendiéndose los valores del alma por alimento del espíritu, es imposible olvidar que la efectuación del bien y del perfeccionamiento se realiza a base de dificultades y desgaste.
La semilla es segregada en el suelo para deshacerse de los atavíos que la
Constriñen, de manera a producir el pan, y a rigor no se concreta en horno frió.
La fuerza en el carro no surge sin la quema de combustible, y el motor no le garantiza movimiento sin calentarse en nivel adecuado.
Abstinencia y celibato, sea por decisión súbita del hombre o de la mujer, interesados en educación de los propios impulsos, en el curso de la reencarnación, o sea por deliberación asumida, antes del renacimiento en la esfera física, y en obediencia a fines específicos, no cuentan indiferencia ni anestesia del sentimiento.
Celibato y abstinencia, en cualquier forma de expresión, constituye intento loables del ser – experiencias de carácter transitorio–, en los cuales el hambre de alimentos afectivos se les transforma en la imagen del corazón en fuego purificador, acrisolándole las tendencias o transfigurando esas mismas tendencias en clima de producción del bien común, a través de la cual por la donación de una vida, se efectúa el apoyo espiritual o la iluminación de otras innumerables.
Tales consideraciones nos impelen a concluir que la vida sexual de cada criatura es terreno sagrado para ella misma, y que, por eso mismo, abstención ligazón afectiva, constitución de familia, vida célibe, divorcio y otros sucesos, en el campo del amor, son problemas pertinentes a la responsabilidad de cada uno, erigiéndose, por esa razón, en asuntos, no de cuerpo para cuerpo, mas de corazón para corazón.
Emmanuel
En el curso de nuestra presente existencia hemos tenido la oportunidad de conocer a muy pocos célibes, y si, a muchos solterones y entre estos, algunos desajustados y sufridos; de manera meticulosa les hemos analizado su conducta sexual. En verdad, existe una gama amplia en cuanto a caracteres, personalidades, vicios, arquetipos, desequilibrios y virtudes.
En la antigüedad, especialmente en la edad media, muchas familias postulaban algunas de sus hijos o Hijas para la vida monasterial, como un supuesto aporte a la Divinidad considerando que allí tendrían un representante o delegado de la familia ante Dios. Pobres criaturas; aquellas almas que venían todavía incompletas en adquisiciones de experiencias sexuales, Almas todavía necesitadas de desaguar emociones represadas, experiencias en la misión maternal, paternal y conyugal, allí perdieron toda una existencia, perjudicándose para futuras reencarnaciones cuyos complejos y estigmas solamente las candidatizan al desequilibrio y la aberración, así como aquellas que se les denomina como linfómanas, y hasta prostitutas, allí tendríamos algunas adolescentes lujuriosas habidas de sexo.
Y en el género masculino, ese antiguo monje o sacerdote que esta vez no vino para permanecer en un claustro que le sirve como camisa de fuerza, que el destino colocó en el común de la gente para que se experimentase, sin atavíos, tristemente puede ser el enfermo abusador, violador o maniático sexual.
Queremos hacer salvedad con esas y estos escasos religiosos, que se aislaron por su propia voluntad y sin ser cohesionados por la familia o la sociedad, pues realmente algunos de estos, han alcahazado el equilibrio de las fuerzas sexuales del alma y por esto, si pueden ser célibes y castos de cuerpo y Espíritu. Para un buen ejemplo, tenemos al venerable Francisco de Asís, Teresa de Calcuta Y en la Doctrina de los Espíritus, a Francisco Candido Xavier, Divaldo Pereira Franco, nuestra amadísima Ivonne A Pereira, y otros tantos misioneros de la Cristiandad.
Sin embargo también existen aquellos o aquellas que se inclinan por la compañía de personas del mismo sexo congregadas en instituciones religiosas, más por desequilibrio, que por religiosidad.
Es por esto, que hoy día se suscitan tantos escándalos de federácia en las comunidades religiosas, especialmente en las que dicen practicar la castidad y el celibato.
Siendo yo muy joven, y encontrándome en el servicio militar, en la Ciudad de Villavicencio, tuve la oportunidad de establecer de manera clandestina y en el estilo de Romeo u Julieta, noviazgo con una Monja cariñosa, tierna y muy espiritual, cuestión que no me sorprendía, pues entendía que ella era una mujer normal, y que de manera equivocada hubiera escogido esa vocación; de pronto para subsanar alguna decepción amorosa y sin entender que en su corazón podría haber espacio para otro amor, pues nadie se puede eternizar como exclusivo y único.
Ella me descubrió en un acto de infidelidad cuando efectuaba un paseo con otra jovencita por el monumento de Cristo rey, lo que deterioró nuestro idilio.
Años más tarde en San José del Guaviare, encontré a otra que yo galanteaba con persistencia, ella me correspondía y en algunos momentos reaccionaba y me decía:
–tengo miedo de que me hagas perder la fe! Yo le decía:
–la fe va de la mano con el amor. También una mujer linda, muy sexy fueron motivos laborales que me distanciaron de esa encantadora mujer, que a pesar de su hábito o atuendo religioso, no me hacia creer que algunas de ellas, tuvieren condiciones para ser célibes, pero que también tienen disposición para querer, amar y hasta llevar vida conyugal. También podemos analizar, que, otras personas habitantes de los claustros, están allí, por que les es satisfactorio convivir con personas del mismo género más que por devoción religiosa; esto por que la mayoría son desequilibradas sexuales, a excepción de esos escasos Espíritus que alcanzaron la virtud de la castidad, por la vía del tiempo, el sufrimiento y la saturación.
Uno de os motivos para que yo sintiese inclinación por las religiosas, es que yo tuve reencarnaciones en la India y poises Árabes, donde la mujer es bien encubierta y discreta, y su atuendo o vestuario se párese al que adoptaron ciertas comunidades religiosas.
Algo que a mi me desanima en la mujer, es la indiscreción, el nudismo, y la vulgaridad verbal. Como decía, traigo arquetipos tan arraigados, que aún no se si valga la pena conservarlos o no.
En pasadas generaciones, dentro de la cultura latina se mantenía la antigua tradición Española, de que la mujer soltera tenía que conservarse virgen; esto como garantía de castidad para aquel que las viniera a esposar. Hoy día, la mayoría de los hombres solamente aspiran a que su futura esposa sea lo suficientemente erótica, dócil para adoptar artimañas, y que pueda ser suficientemente complaciente en materia de sexo, pues para muchos prima la aberración, y la bajeza, aprendida en la pornografía en la más miserable degradación. Y como no se busca ni se cultivan virtudes, será una pareja que muy posiblemente llegará al hastío y al desencanto de su pareja, pues sin sexo sano y sin amor puro, no se garantiza la armonía duradera en los cónyuges.
Cuando hablábamos de virginidad, no queremos decir con esto, que ese estado fisiológico sea la única manera de demostrar virtudes. Pues aunque parezca mentira, no es la integridad del himen o del prepucio, lo que hace la virtud. En el caso de las mujeres, es la abnegación, el sacrificio, la paciencia, la resignación y la tolerancia, esas mujeres amorosas buenas esposas y madres de muchos hijos.
Cuantas mujeres se conservan vírgenes, sin embargo, sus pensamientos son turbulentos y sensuales, negándose a la maternidad por cobardía, por mezquinismo, o por comodísimo.
Hoy día, después de estudiar el comportamiento de los espíritus encarnados sensuales, sin embargo en muchos casos aquellas que conservan el himen integro en condición de encarnadas, realizan sexo en la otra dimensión, con otros encarnados, como también desencarnados. Entonces, preguntamos: ¿A que se le llama castidad y virginidad?
Muchos solterones sienten miedo por conformar hogar, calentando la idea de incapacidad para la manutención, o simplemente por sentirse en libertad para mantenerse en la aventura sexual y/o considerar injusto beneficiar a personas que se van a encontrar bajo su dispensa,
Entre algunos solterones conocidos míos, uno de estos tristemente padecía de manera intermitente, problemas de salud mental, a pesar de esto, persona inteligente y servicial, se retiro del seno de su familia para llevar vida independiente, alegando no poder soportar a sus hermanos y demás convivientes, Tal vez su aislamiento y soledad le agravó en su salud. Lamentablemente fue victima de delincuentes que penetraron a su aposento, y le asesinaron de la manera más miserable.
Otro amigo a quien le prodigo mucho aprecio, y a quien visito de manera esporádica, un día en las horas de la mañana, en compañía de mi hijo fuimos a visitarle.
Que terrible sorpresa nos llevamos al encontrarle reducido en la cama con sus brazos heridos, y un poso de sangre mal oliente en el piso de la alcoba; además de una botella de licor de la cual indudablemente estuvo consumiendo, poco antes de tomar su decisión suicida. Afortunadamente sobrevivió al atentado, pero se encontraba en profunda crisis depresiva, y al bordo de la locura. Tan pronto nos vio, Exclamó!
–Es un crimen! fue de mi parte!
— yo lo hice, porque quiero morir!
—no deseo vivir más!. – estoy hastiado y cansado de mis problemas y de mi soledad!
–Últimamente he tenido sueños en el que me dicen que es tiempo de morir para no sufrir más…
Yo le dije:
–uno de los factores que más a afectado su vida, es el de haber optado por el alcoholismo.
El me respondió!
–Es que eso me tranquiliza y me alivia en mis penas,
Yo le respondí:
–En apariencia cumple esa función, pero el alcohol es demasiado sigiloso y traicionero. Por eso mire los resultados.
Y luego le dije:
–su soltería fue por su propio gusto. ¿Por qué no optó por conseguir compañera y así evitar su aislamiento y su soledad?
Entonces respondió:
— Quise hacerlo pero nunca se me dio la oportunidad porque no fui correspondido en mis afectos, muy sanos y sinceros por cierto.
Yo pensaba en todos esos aspectos, pues El, es una persona servicial, con buena solvencia económica, y hasta con conocimientos Espiritas; sin embargo, no me siento en el derecho a juzgar, solamente entiendo que la gran mayoría de los solterones y solteronas terminan sus últimos años de su existencia en terrible aislamiento y abandono de parte de su familia, pues es de entender que nuestros hermanos, sobrinos y demás parientes, a medida que pasa el tiempo, se van desparticularizando, las relaciones cada día son más deterioradas, en la que solamente reina la indiferencia, la ingratitud, el egoísmo y la desconsideración tanto social como familiarmente.
Hoy día hemos tenido el gusto de apreciar a nuestro amigo en muy buen estado anímico y físico, superado después de haber sufrido por espacio de dos meses insomnio severo, situación que lo llevó al alicoramiento, con las consecuencias que sabemos. Además se encuentra estudiando y asimilando la doctrina espirita con la mentalidad de un niño que reinicia con entusiasmo las tareas por un tiempo abandonadas.
Por lo regular cuando el espíritu trae compromisos, misiones, o tareas nobles para realizar en la tierra, los espíritus obsesores se interponen en el camino, trazan programas a corto o largo plazo para frustrar el buen propósito de redención y servicio de estos hermanos. Afortunadamente para muchos, existen merecimientos de ayuda y protección, pues por lo regular la luz puede más que las sombras.
Carga erótica
Aquí dos sistemas que se enfrentan: el de los ascetas, que quieren abatir el cuerpo, y el de los materialistas, que quieren rebajar el alma; dos violencias, que son tan insensatas la una como la otra. Al lado de esos grandes partidos hormiguea la numerosa tribu de los indiferentes, que sin convicción y sin pasión, aman con frialdad y gozan con economía. ¿En donde está pues, la sabiduría?
¿En donde está, pues la ciencia de vivir? En ninguna parte; y este gran problema quedaría enteramente por resolver, si el Espiritismo no viniese en ayuda a los investigadores demostrándoles las relaciones que existen entre el cuerpo y el alma, y diciendo que, puesto que son necesario el uno a la otra, es preciso cuidar de ambos. Amad pues, a buestra Alma, pero cuidad también el cuerpo, instrumento del alma; desconocer las necesidades que están indicadas por la propia Naturaleza, es desconocer la ley de Dios. No le castiguéis por las faltas que vuestro libre albedrío le ha hecho cometer y de las que tampoco tiene responsabilidad, como no la tiene el caballo mal dirigido, por los accidentes que causa. Seréis, acaso, mas perfectos, si martirizando nuestro cuerpo no sois menos egoístas, orgullosos y poco caritativos con vuestro prójimo? No; la perfección no consiste en esto; está enteramente en las reformas que haréis sufrir a vuestro Espíritu; doblegadlo, sometedlo, humilladle, mortificadle; éste es el medio de hacerle dócil a la voluntad de Dios y el único que conduce a la perfección.
(Georges, Espíritu protector, Paris, 1863)
Del item 11, del cpt. XVII, del Evangelio Según El Espiritismo.
El instinto sexual, expresando amor en expansión incesante, nace en las profundidades de la vida, orientando los procesos de la evolución.
Toda criatura consciente trae consigo, debidamente estratificada la herencia inconmensurable de las experiencias sexuales, vividas en los reinos inferiores de la Naturaleza.
De existencia a existencia, de lección en lección y de paso en paso, por siglos de siglos, en la esfera animal, la individualidad, erguida a la razón, sorprende en si mismo todo un mundo de impulsos genésicos por educar y ajustarse a las leyes superiores que gobiernan la vida.
El principio, expuesto a los lances adversos de las aventuras poligámicas, el hombre avanza, de enseñanza en enseñanza, para su propia instalación en la monogamia, reconociendo la necesidad de seguridad y equilibrio, en materia de amor; sin embargo aún ahí, es impelido naturalmente a cargar el fardo de los estímulos sexuales muchas veces desorganizado, es cuando le examinan en el sentimiento, reclamando educación y sublimación.
Desprendiéndose de eso es que toda criatura en la tierra transporta en sí misma determinada taza de carga erótica, de que, en verdad, no se liberará únicamente al precio de palabras y votos brillantes, empero si con el esfuerzo de experiencias y trabajo, a la vez que instintos y pasiones son energías y estados inherentes al alma de cada uno, que las leyes de la Creación no destruyen y si auxilian cada persona a transformar y elevar, en el rumbo de la perfección.
Fácil entender, por tanto, que del erotismo, como factor de magnetismo sexual humano, en la peregrinación terrestre, sea en si tratando de Espíritus encarnados o desencarnados en la Comunidad Planetaria, no participan tan solamente las inteligencias que ya se angelizaran, en minoría absoluta en el Plano Físico, y aquellos hermanos de la Humanidad provisoriamente internados en las celdas de la idiotez, por fuerza de luchas expiatorias abrazadas o solicitadas por ellos mismos, antes de la cuna y para su futura reencarnación.
Los Espíritus sublimados se atraen de unos a otros por lazos de amor divino, en cuanto inabordables a nosotros, otros seres en laboriosa escala evolutiva y que compartieran de las tendencias y aspiraciones, dificultades y pruebas del género humano. Y los compañeros temporalmente bloqueados por cerebros deficientes y obtusos atraviesan períodos mas o menos largos de silencio emocional, destinados a reparaciones y reajustes, casi siempre solicitados por ellos mismos ___ repetimos __ , ya que se sentencian a adherencias e inhibiciones , en el campo de exteriorización de la mente, a través de los cuales surgen actitudes y reacondicionan impulsos afectivos en preciosas tomas y retomas de consciencia.
En vista de lo expuesto, es fácil reconocer que toda criatura humana, siempre nacida o renacida sobre el patrimonio del sexo, carga consigo determinada carga de impulsos eróticos que la propia criatura aprende, gradualmente, a orientar al bien y a valorar para la vida.
Frente al sexo, no nos hayamos de ningún modo, delante de un despeñadero para las tinieblas, pero en la presencia de la fuente viva de las energías en que la Sabiduría del Universo situó el laboratorio de las formas físicas y la usina de los estímulos espirituales mas intensos para la ejecución de las tareas que esposamos, en régimen de colaboración mutua, observando el rendimiento del progreso y del perfeccionamiento entre los hombres.
Cada hombre y cada mujer que aún no haya alcanzado la Angelitud o que no se encuentre en proceso de bloqueo de las posibilidades creativas, en el cuerpo o en el alma, trae, evidentemente, mayor o menor porcentaje de deseos sexuales, y se expresan por sede de apoyo afectivo, y es claramente, en las aradas de la experiencia, errando y acertando y tornando a errar para aceptar con mas seguridad, que cada uno de nosotros __ los hijos de Dios en evolución en la Tierra __ conseguirán sublimar los sentimientos que nos son propios, de modo a erguirnos en definitivo para la conquista de la felicidad celeste y del Amor Universal
Emmanuel
Ya hemos venido hablando de castidad y amor sublimado. Aprovechamos para ejemplificar un poco.
GANDI, ese maravilloso hombre que nos dejo extraordinarias enseñanzas de la revolución de la paz y la independencia, hizo votos de castidad a los 33 años de edad; en mi caso, solamente a los 64 años de edad y a los cuarenta de vida conyugal. Por una parte siento tristeza por tanta demora en esa determinación. Que hoy día considero como muy saludable y necesario.
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