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Sexo en dos mundos (página 4)


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Fueron los estados de clarividencia que en nuestro estado erótico se potencial izaba, y nos permitía ver, como algunos desencarnados aprovechan para comulgar sexualmente con nosotros. No podíamos soportar más estas violaciones de nuestra intimidad por parte de desencarnados obsesores. Por esto, y otras causas, tomamos la determinación de clausurar mediante promesa solemne, nuestras relaciones sexuales. Tan valiosa fue esta decisión, que mi esposa se alivió de los problemas de salud que Iván en franco deterioro. Y hemos seguido practicando sexo, empero el sexo sublimado, que consiste en las buenas atenciones, detalles de consideración y comprensión, y tantas cosas bonitas que podemos realizar en el seno del hogar, para consolidar la felicidad conyugal.

Homosexualismo

Pregunta: El Espíritu como errante, como prefiere reencarnar, como hombre? O como mujer?

Respuesta—Eso poco le interesa a él.

Espíritu el escoge según las pruebas que tenga que venir a superar.

La homosexualidad o transexualidad, definiéndose en algunos círculos de la ciencia, definiéndose en el conjunto de sus características, por tendencia de la criatura para la comunión afectiva con una u otra criatura del mismo sexo, no encuentra explicación fundamental en los estudios psicológicos que tratan el asunto en fuente materialista, empero es perfectamente comprensible, a la luz de la reencarnación. Observado el asunto, mas con los preconceptos de la sociedad, constituida en la Tierra por la mayoría heterosexual, contrario a las simple realidad de la vida, esos mismos conceptos van creciendo en intensidad, con el mismo desenvolvimiento de la humanidad, y vemos en estos momentos que en todos los Países, extensas comunidades de hermanos de esa naturaleza, solicitan atención y respeto, reclaman igualdad de derechos que el de los heterosexuales. Ejemplo:

Matrimonios consagrados por la misma ley. Adopción de hijos entre ese tipo de parejas, y otras tantas reclamaciones verdaderamente contradictorias a la lógica, Y a la ley Divina

Emmanuel.

Para complementar mejor el tema, estamos anexando unos importantes capítulos de EL Psiquiatra Jorge Andrea, quien expone de manera científica, los problemas sexuales del Alma y en especial el homosexualismo.

También contamos con algunas experiencias mediumnicas dignas de exponer y que hoy después de leer una obra tan interesante como EL SEXO MAS ALLÁ DE LA MUERTE, Dictado por Andre Luys, Al mediumn R. A. RANIERI, nos animamos a relatar algunas de nuestras experiencias mediumnicas.

Hace unos Años, nuestro grupo Espirita se dedicaba con mucho esmero al servicio de atención a personas obsesadas. Entre estos pacientes, contábamos con dos hermanos terriblemente perturbados, casos de autentica subyugación.

Buscando la manera de establecer la tarea de manera eficaz y correcta, iniciamos con visitas al hogar de los enfermos, esclareciendo a la señora encargada de la vigilancia y manutención de sus propios hermanos, pues esta pobre hermana, tenia que dividir su tiempo a la asistencia de los pacientes, y de su trabajo y profesión como bacterióloga.

En una de esas visitas, y después de efectuado el Evangelio en el Hogar, mi esposa pretendía hacerle fluido terapia a uno de estos, que ya se reducía a silla de ruedas. Cuando la pasista se aproximó a este, el la tomo de los cabellos para agredirla. En otra ocasión llevaron a los enfermos a la casa Espirita para nuevos tratamientos, y de igual manera la magnetizadora se aproximó al paciente para aplicarle el pase, y este, sacó fuerzas y habilidad para lanzarle fuerte patada, como esas que lanzan los luchadores de artes marciales, que de no haberle esquivado a tiempo, ella hubiera rodado por la escalera que conducía al primer piso, y le hubiera causado grabe accidente.

Haciendo ilaciones sobre el asunto, pude concluir que al sujeto, no le gustaba la presencia femenina, y que tal vez el podía ser un desequilibrado sexual. Le Pregunte a la hermana asistente si ella le había observado alguna conducta sexual extraña, lo que me confirmó sin mucha reserva.

No trascurrió mucho tiempo, cuando en mi estado proyectivo, localicé a ese obseso, en algún lugar de la espiritualidad, en una situación demasiado chocante, pues observé que el, se encontraba sentado sobre otro individuo, que lo tenia penetrado sexualmente, y que los dos se sentían plenamente complacidos, enajenados al punto de no registrar nuestra presencia, en la más cruda y terrible simbiosis sensual, que no permitió mi esfuerzo por separarlos. Al despertar y al recordar nítidamente esta triste experiencia, pude concluir que el enfermo se confabulaba de manera muy complaciente con ese obsesor desencarnado, que como un autentico parasito y vampiro, sumergido en su ansiedad homosexual, era inamovible y no le permitía ningún tipo de adoctrinamiento para ayudarlos en su liberación.

En otra ocasión también incursionando por el astral, esta vez acompañado por una de mis hijas, pudimos observar a un individuo amigo y conocido en el mundo de los encarnados, en un relacionamiento homosexual con otro individuo que no conocíamos. Fue una escena tan vergonzosa, que me sentí incomodo con la compañía de mi adolescente hija.

Después de estudiar en las fuentes espiritas el origen o las causas del homosexualismo, me sigo preguntando algo sobre este asunto.

Sabemos muy bien que las personas que en vidas pasadas fueron mujeres y que acumularon muchas experiencias en ese género, vienen manifestándose como mujeres, así morfológicamente su cuerpo sea masculino o viceversa en el caso de la mujer. Ahora la pregunta es:

¿No será mucho más enfermo y perverso aquel heterosexual que le hace el juego al afemeninado, o aquella que complace sexualmente a la "marimacho"? y sobretodo, que la mayoría de estos, también comparten sexualmente con el sexo opuesto. ¿No será que estos seres que vulgarmente les llaman todo terreno, estos aún son más perversos que los otros desequilibrados? Dejamos esa incógnita para nuestros lectores que nos puedan ayudar con deducciones mucho más esclarecedoras.

Les pedimos a nuestros lectores, nos dispensen en nuestro vocablo y estilo para expresarnos respecto a estos temas, pues no sabemos dorar la píldora para no escandalizar a los lectores excesivamente prudentes y puritanos, pero deben aceptar, que es de esta manera que nos hacemos entender de manera concreta y directa.

¿Qué podrá pensar mi amigo que me recomienda escribir obras que sean más Espiritas?.

Sexo y religión

"Pregunta__ como puede el alma, que no alcanzó la perfección durante la vida corpórea, acabar de depurarse?

"Respuesta__ sufriendo la prueba de una nueva existencia."

" Pregunta__ como realiza esa nueva existencia? Será por su transformación como Espíritu?"

"Respuesta__ depurándose el alma indudablemente experimenta una transformación, mas para eso le es necesario la prueba de la vida corporal."

Item n° 166 de "El Libro de los Espíritus".

Se daría el hecho de insertar alguno de los impulsos e inquietudes sexuales, simplemente por haber asumido compromisos de naturaleza religiosa?

Claro que la lógica responde en el Espíritu de secuencia de la naturaleza.

La criatura que abraza encargos de ese orden está procurando o aceptando para si misma aguijones regeneradores o educativos, a la vez que órdenes y providencias de carácter externo no transfiguran milagrosamente el mundo íntimo. Las realizaciones de la fe, por eso mismo, se concretizan en la base de porfiadas luchas del alma, para consigo misma.

Ninguno se perfecciona de un día para otro.

De que modo transferir condiciones inherentes a la propia vida del Espíritu, adormeciendo, en el curso de las eras, tan solamente en función de afirmativas verbales? Y entendiéndose que las Leyes del Universo no destruyen el instinto mas lo trasforma en razón y Angelitud, en el pasaje de los siglos, por los mecanismos de la sublimación. De que forma exigir ala extinción de los estímulos genésicos en alguien, tan solo porque ese alguien se consagra el Servicio Divino de la Fe, cuando esos mismos estímulos son ingredientes de la vida y de la evolución, creados por la misma Providencia Divina para la sustentación y la elevación de todos los seres?

Comprendida la inalienabilidad de los problemas sexuales en las individualidades representativas de las ideas religiosas en el mundo, es mas que razonable considerar que esas individualaidades, en su mayoría , solicitaran para si mimas los controles de afección moral a que transitoriamente se vinculan, en el intento de extraer de ellos el provecho máximo, a favor de si mismos.

Efectivamente, Espíritus Superiores y ya sumergidos en notables campos de elevación, únicamente por amor y sacrificio, toman asiento en las organizaciones religiosas de la Tierra, volviendo a la reencarnación en actividades socorristas, en las cuales impulsan el progreso de sus hermanos.

Esos misioneros del campo religioso vibran en fajas de amor sublime, casi siempre inaccesible a la comprensión de sus contemporáneos.

No ocurren análogas circunstancias entre aquellos otros que renacen sobre régimen disciplinario, solicitado por ellos y contra ellos mismos, a la vez que gran número de esos obreros de las ideas religiosas, reencarnados en condiciones de prueba, demuestran dificultades e inhibiciones múltiples, en el cuerpo y en la mente, cuando no, sufren exagerada tendencia a los desvaríos sexuales__ esa tendencia que habitualmente los mantiene recogidos al miedo de cualquier expansión afectiva. Temiendo las manifestaciones de amor y bastas veces condenando indebidamente los compañeros de la Humanidad, por el hecho de acomodar las uniones respetables y dignas, generalmente recelan a si mismos y censuran a los semejantes, en el impulso inconsciente de copiar la independencia y la conducta.

De ahí surgen los incidentes menos felices__ cuantas veces! ___ en que vemos expositores ardientes y apasionados, de esa o de aquella idea religiosa, inclinando en experiencias emotivas, mucho mas complicadas y deplorables de lo que aquellas otras que ellos mismos reprobaron en el camino y en la viada de los compañeros!…. Mas allá, se registra que el fenómeno es mas que justo, por cuanto, aceptando los distintivos de determinado campo religioso, el Espíritu impone a si mismo el factor de frenar y auto pulimento, sin que las marcas exteriores de fe signifiquen mas que un convite o un desafío a que se perfeccione, de acuerdo con los principios de purificación que abraza.

Instrucciones religiosas exteriores no alteran de improviso, los impulsos del corazón en cuanto se erijan en fortaleza de luz, amparando la criatura que a ellas se acogen para el servicio de auto perfeccionamiento.

Cualquier profesor en la tierra se ha de identificar con los alumnos, en el campo de las experiencias naturales en lo cotidiano, a fin de que se establezca, entre ellos el filo de la comprensión mutua, uniendo vanguardia hay retaguardia del esfuerzo para la escalada del grupo al conocimiento.

Un ángel y un equipo de criaturas humanas no entrarían en relación ideal para rendimiento ideal de la enseñanza. A la vista de eso, nosotros mismos, Espíritus endeudados ante las Leyes de Universo, que nos enlazamos unos con los otros, encarnados y desencarnados, perfeccionando gradualmente las cualidades propias y aprendiendo, a costa de trabajo y tiempo, como alcanzar la sublimación que demandamos, en marcha laboriosa para la conquista de los Valores Eternos.

La internación en un convento, un monasterio o cualquier tipo de claustro, no garantiza la libranza de la lujuria o del apetito sexual. Las virtudes se alcanzan llevando vida disciplinada en existencia normal, en medio de pecadores en que la miseria moral es el común de la gente; Y nosotros, llevando vida disciplinada y ejemplar. Es así como se evoluciona.

Por lo regular vivimos en un mundo de apariencias e hipocresía. Nos engañamos constantemente aparentando una vida digna y sana en los estados de vigilia, No solamente son los actos visibles y palpables los que nos comprometen Karmicamente. Nuestros pensamientos lodosos por mucho que tratemos de ocultarlos, estos quedan registrados en lo mas profundo de nuestra alma y del registro akásico del espacio infinito, peor todavía, cuando nuestros pensamientos van acompañados del sentimiento lujurioso, que nos identifica en la otra dimensión, permitiendo la imantación de entidades afines a nuestros intereses, y a la vez comprometiéndonos en actos sexuales cuya equivalencia karmica no es menor que la de nuestras realizaciones en el plano material.

Algunos lectores se sentirán sorprendidos o admirados cuando hacemos referencia a mi propia vida sexual, pero si muchos de estos quizá hubieran tenido las facultades psíquicas y psicológicas de que somos poseedores, tal vez comprenderían que también son infractores de la ley, en mayor o menor grado.

Emmanuel

Hace un poco más de quince años tuve una triste y curiosa experiencia mediumnica. Me encontraba durmiendo solo en una alcoba de la segunda planta de nuestra casa, y mas o menos a la una de la mañana sufrí una fuerte pesadilla; pues una entidad obsesora se abalanzó sobre mí, y minutos más tarde sintiéndome libre de ese estado tenebroso, me vi desdoblado y en relaciones sexuales con una mujer que en tiempos de juventud yo había conocido en un bar, en la ciudad de Cali. Ella era una Pereirana atractiva y simpática con un cuerpo muy escultural que por algunas horas se aficionó a mi, sin que más luego volviéramos a tener encuentro alguno. Cuando tomé consciencia de mi situación me retire de inmediato de su lado, cuando otra mujer que se encontraba a mi espalda me decía:

–ven acá ahora es con migo!. Esta otra mujer también yo la distinguía desde mis primeros años de juventud, sin que con ella hubiese tenido algún tipo de aventura sexual, solamente le observaba cuando cruzaba por esa calle de prostíbulos en el bus urbano que cubría por esa ruta hacia mi barrio. Tampoco me interese por ella, pero el personaje se apreciaba un poco presagioso.

Cuando identifiqué a las dos mujeres, me retiré hacia la azotea de la casa, pensando en que la escena después de haber sido apreciada en estado proyectivo, seguía siendo observada en un estado de clarividencia tan efectivo, que con los ojos cerrados o abiertos, siempre veía lo mismo. Después de pasados algunos minutos regrese a la alcoba pensando que ya se hubieran retirado: sin embargo, allí, estaban e insistían en el convite. Nuevamente me devolví. Pensé que la mejor manera de librarme de ese estado mediúmnico perturbador, seria duchándome, sin embargo no surtió efecto. Ya habían transcurrido más de dos horas. Resolví prender luces y de esa manera no registre los siniestros personajes, quise conciliar el sueño, empero me fue imposible. Apague las luces para sosegarme en el sueño, y en la penumbra volvía a registrar la chocante escena. Nuevamente Salí y me senté en una jardinera donde por algún tiempo hice algunas reflexiones sobre los problemas que traen la irresponsabilidad sexual y la irresponsabilidad de aquellos que pretenden alcanzar o desarrollar facultades en esos grupos de espiriteros, empíricos, sin tener la suficiente preparación moral y un conocimiento más concreto sobre fenómenos de la espiritualidad. Haciendo tantas consideraciones pasó el tiempo y llegaron las primeras luces de la aurora, lo que hizo que se concluyera mi estado mediúmnico tan prolongado con mis visiones perturbadoras,

En otra ocasión, dormía también sin la compañía de mi esposa, y de pronto sentí que se aproximó una entidad de gran tamaño, obesa, se abalanzó sobre mí, al través de mi cama, y trataba de no dejarse ver el rostro. Me sentí inmovilizado con esa mole enzima, y lo que en el momento me preocupó, fue verificar si se trataba de hombre o mujer, pues tratándose del género masculino la cuestión seria más contradictora, y para comprobar movilice un brazo para palpar con la mano los genitales, cuestión que logre, verificando que se trataba de una mujer muy joven y sus vulva era demasiado pequeña en comparación a su tamañudo cuerpo, otro detalle que pude verificar, es que carecía de bello pubiano, y estaba virgen, sin embargo en un profundo estado de lujuria. Quiso ocultar su identidad, pero descubrí que se trataba de la hija de un vecino amigo. Fue también la claridad de la aurora lo que permitió que esta jovencita en estado proyectivo se retirara y me aliviara de ese peso asfixiante que posaba a través de mí. Días más tarde vino a visitarme un amigo espirita y por ende médium, y esa noche lo alojamos en el mismo dormitorio, en la mañana siguiente, él me manifestó haber sido visitado por la misma criatura que me asedió, y me comentó en detalles las características de su extraña fisiología o anatomía, igualmente su estado anímico y sensual.

También en otra ocasión fui visitado por una adolescente creo que esta estaba desencarnada, se acomodó a mi lado de manera insinuante, sin embargo la comparé con mis hijas que podían contar su misma edad, y sentí profundo pesar entrando a aconsejarle una mejor conducta y disciplina sexual para su progreso moral, conmoviéndose al punto de manifestarse en llanto conmovedor. Semanas más luego, me encontraba fuera de la Ciudad, y mi esposa ocupó mi aposento, donde también ella verificó a la misma entidad que al llegar pregunto por mí.

Los espíritus desencarnados sensuales y mañosos, tienen muchos ardiles para engañar a los encarnados en estado proyectivo, algunos se clonan idénticos a los esposos de aquellas mujeres que no ceden a sus pretensiones morbosas y hasta logran inducirlas al relacionamiento sexual: igualmente tanto hombres como mujeres son hipnotizados en el momento preciso del desprendimiento corporal, es lo que hemos podido entender, y solamente en el momento de la erección del hombre, o la mujer de haber alcanzado el orgasmo, es que se puede descubrir que tristemente nos encontrábamos en platicas nada gratas y hasta demasiado decepcionantes, pues pasados los estados de hipnosis apreciamos la fealdad y la asquerosidad de la entidad obsesora.

No, en todos los casos en el hombre o la mujer, se somatiza el relacionamiento sexual. Cuando habiendo recordado con claridad estos hechos, y no sufrimos erecciones, significa que esto pudo haber ocurrido mediante una proyección o desdoblamiento, en el que dejamos junto al cuerpo, varias estructuras.

Tenemos que entender que somos seres integrales y por lo tanto contamos con muchas estructuras o vehículos vibrando en diferentes fajas, y que estos tienen mucho que ver con nuestras facultades y nuestro desenvolvimiento en el espacio y durante el sueño.

No todas aquellas personas que en condición de desencarnados tienen encuentros o relaciones sexuales con nosotros los encarnados, los podemos catalogar como obsesores. Algunos espíritus vienen vinculados a nosotros de vieja data, pudieron haber hecho parte de nuestra vida conyugal en vidas pasadas lo que nos hace creer que aún nos pertenecen o que estamos en el derecho del relacionamiento carnal. Cuando decimos carnal, es porque nos referimos también al periespíritu que en la otra dimensión igualmente es semejante al cuerpo terrenal.

Recuerdo a un amigo espirita colombiano que me decía en la ciudad de Guayaquil, que yo tenía alguna disposición para escribir, pero que debía escribir libros verdaderamente espiritas. Hoy día, y en estos precisos momentos, pienso en él, y me pregunto: ¿qué pensará de mí, y de nuestro libro? ¿Será que por el hecho de hablar de manera escueta y clara en materia de sexo, desclasifica el texto como obra espirita?

Aquellas personas espiritas a quienes les propuse la realización de este proyecto, y quienes lo vieron viable y útil como orientación para aquellos y aquellas que por el momento ignoran los inconvenientes que nos traen los desordenes sexuales, se manifestaron muy interesados en el tema ofreciendo cooperación desinteresada en la revisión y otros aportes o apuntes que ellos de buena fe consideren necesarios.

Al margen del sexo

"Recordémonos de aquel que juzga en última instancia, que ve los movimientos íntimos de cada corazón y que, por consiguiente, disculpara muchas veces las faltas que censuráis, o condena lo que disculpáis, porque conoce el móvil de los actos. Y que vosotros, que proclamáis tan alto: __ ¡anatema!, quizás habréis cometido faltas mas graves."

Del Item 16, del cap. X, de El Evangelio Según el Espiritismo".

Compañeros de la Tierra, al frente de todas las complicaciones y problemas del sexo abstengámonos de censura y condenación.

Todos nosotros ___ los Espíritus en perfeccionamiento en los escenarios del Planeta __ estamos emergiendo de un pasado multimilenario, en que las tramas del alma se entretejían en laberintos de sombra, para que las bendiciones del aprendizaje se nos fijasen en el espíritu. Aún así, nos hayamos todos muy lejos de la meta por alcanzar.

Si alguno de vosotros parece caer, sobre engañaos del sentimiento, calle y espere! Si alguno de vosotros figura caer en delincuencia, por desvaríos del corazón, espere y calle!….

Sobre todo, compadezcámonos unos de los otros, porque, en cuanto, ninguno de nosotros consigue conocerse exactamente, a punto de saber hoy tal es el tamaño de la experiencia afectiva que nos aguarda mañana.

Callad vosotros posibles escritos difamatorios, ante las supuestas culpas ajenas, por cuanto ninguno de nosotros, por ahora, es capaz de medir la parte de responsabilidad que nos compete a cada uno en las irreflexiones y desequilibrios de los demás.

Somos todos piezas integrantes de una sola familia, operando en dos mundos, simultáneamente __ aquel de las inteligencias corporificadas en el plano físico y aquel otro de las inteligencias desencarnadas que se domicilian en las regiones de la misma Tierra que habitáis, disputando con vosotros todo cuanto igualmente entre sí, la adquisición de recursos substanciales de la evolución.

No disponemos de recursos para examinar las consciencias ajenas y cada uno de nosotros, ante la Sabiduría Divina, es un caso particular, en materia de amor, reclamando comprensión.

En vista de eso, muchos de nuestros errores imaginarios en el mundo son caminos ciertos para el bien, al paso que muchos de nuestros aciertos hipotéticos son trillas para el mal de que nos descubriremos un día!….

Bendecid y amad siempre.

Delante de toda y cualquier desarmonía del mundo afectivo, sea con quien fuere y como fuere, colocad vuestros pensamientos en el lugar de los acusados, analizando vuestras tendencias más íntimas y, después verificáis si estáis en condiciones de censurar a alguien, escuchad en el fondo de la consciencia, el apelo inolvidable de nuestro Amado Maestro Jesús: "Amaos los unos a los otros como yo a vosotros os amo ".

Emmanuel

FUERZAS SEXUALES DEL ALMA

El principio espiritual con los mecanismos de sus energías creativas, a través de los millones de milenios, fue expresando el componente sexual. En las plantas faregonámicas se percibe que inicialmente, la evolución propició las polarizaciones sexuales ajustadas, por eso consideramos aquí, un hermafroditismo. Ya en las plantas criptógamas existe mayor separación de los respectivos polos sexuales mostrando la reproducción sexuada, que se amplió bastante en el reino animal. Con eso, el principio inteligente o espíritu en el plano evolutivo, va demostrando la necesidad de reproducción monogámica, ahora aquí y allí, algunas especies animales pueden revivir en el hermafroditismo como estado de consolidación evolutiva.

Ciertos animales pueden activar un potencial sexual opuesto al suyo en determinada fase de la vida, denotando la existencia, en su principio inteligente o campo espiritual del potencial sexual doble, que el espíritu posee exaltando ciertos principios armónicos.

Figura 1.

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Los animales superiores, inclusive el hombre, poseen en sus organizaciones físicas tanto en la masculina cuanto en la femenina, hormonas de los dos sexos. Cualquiera, que sea la polaridad sexual, un estado de desorganización de los campos espirituales podrá excitar una determinada hormona, acarreando deformaciones, defectos llamados heterosexuales de las gónadas.

La fuerza de energía sexual, en una determinada faja, femenino o masculino, sería el resultado de expansión y orientación de los núcleos espirituales periféricos y sus

consecuentes irradiaciones y orientaciones en el sector material. Esos mismos núcleos más periféricos serían siempre orientados por la fuerza sexual, a través de su propia cadena (figura 2). Está claro que todo el juego de herencia física ya constituye reflejos de los campos energéticos del espíritu.

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La energética espiritual, sin el cuerpo físico (desencarnados) carga consigo sus dos grandes fuerzas sexuales (masculinas y femeninas), que deberán ser exteriorizadas, en una de sus polarizaciones, en conformidad con la necesidad evolutiva, dentro de una ley perfecta que comanda todos los ángulos de la vida. Cuanto más esas fuerzas espirituales se expresan en sus regiones periféricas (límites del inconsciente actual), el espíritu tendrá sus tendencias para determinada faja sexual, tanto englobando en una personalidad psicológica a ser expresada en el proceso reencarnatorio. De ahí consideramos las fuentes energéticas sexuales más periféricas como personificadas, traduciendo su propio polo sexual de manifestación; si la predominancia energética fuera de las regiones centrales del espíritu (límites del inconsciente puro), tradujese fuerzas impersonales por ser totalizadas.

En esta última posición, es de entender el caso de los espíritus más evolucionados, no más necesitado de reencarnaciones, por haber absorbido y unificado las potencias sexuales, tanto en la polarización masculina como en la femenina. Es como si esos espíritus más evolucionados no precisasen más de las experiencias en la personalidad (cuerpo físico); en tales casos los más evolucionados son como que integrados en las dos fuerzas del sexo (masculino y femenino), no necesitando de las experiencias ni de los diferentes matices que las reencarnaciones pueden propiciar. Serían espíritus en la que la estructuración de las fuerzas opuestas del sexo no sufrirá más variaciones; no haría falta en una o en otra faja para exigir construcciones y equilibrios.

El espíritu cuanto no estuviere construido, en el sentido de integración de las fuerzas sexuales (masculino o femenino) por las vivencias multimilenarias, estará siempre condicionadas a reencarnaciones provechosas, único medio para equilibrio y ascensión. De ahí, se comprende la necesidad de la reencarnación para el espíritu, tanto en la faja masculina como femenina, en búsqueda de un proceso de realizaciones. Es claro que obedeciendo a ritmos en el tiempo, cuyos cambios de fajas vibratorias sexuales, algunas veces pueden ser percibidas y anotadas, es decir, un espíritu que venga ocupando cuerpos masculinos y por necesidad de la ley pasará a ritmos femeninos. La fase de transición de una potencialidad a otra, muchas veces dejará trazos de pasajes convertidos, en variables matices, sobre el andamiaje psicológico del reencarnante. Se dice desde luego, que en esos mecanismos citados no nos estamos refiriendo sobre aspectos enfermizos pero sí, exclusivamente, sanos.

Por los conceptos presentados. Todo reencarnante poseerá en su intimidad espiritual, las dos fuerzas con predominio, mayor o menor, del polo masculino o femenino, con el fin de buscar experiencias y adquisiciones de aptitudes. Los que se encuentran con los factores sexuales espirituales complementados e integrados podrán en condiciones reencarnatorias, mostrarse en uno de los polos masculinos o femeninos, con vida sexual normal. Esos individuos, casi siempre se presentan como misioneros, donde los factores sexuales son también dislocados en la elaboración de las grandes construcciones de su propio espíritu. Ejemplos dignos de registro en esas fajas evolutivas, son las estructuras psicológicas ya alcanzadas por un Francisco de Asís, Gandhi, o Teresa de Calcuta.

Denominamos esas fuerzas sexuales del espíritu masculino como PSI-Y masculina, y PSI-X para la potencia femenina. Por el desenvolvimiento del tema, se comprende que los núcleos en potenciación sexuales más periféricos (vecindad del inconsciente actual) estarán cargados con fuerzas variables, para el lado PSI-Y o PSI-X, la nutriría el sexo, masculino o femenino, en la organización gonádica del cuerpo físico. Esos núcleos en potenciación ligados al sexo, abastecidos con las energías preponderantemente masculinas o femeninas, estarán siempre sobre fuerte irradiación de su zona más periférica, constituida por material del inconsciente actual, con el fin de mantener la necesaria nutrición, orientación de la organización sexual que el cuerpo físico exige y necesita. .

Dígase también, que por más que haya afirmación de uno de los polos sexuales, en determinado individuo, habrá siempre fuerza sexual contraria, ahora dominada por la carga preponderante. En cuanto no hubiere equilibrio y la respectiva construcción de esas fuerzas, la necesidad reencarnatoria se impone, hasta que las estructuras alcanzadas sean de tal orden, que el espíritu reencarnado, en cuerpo masculino o femenino, no tenga necesidad de las experiencias relacionadas a los órganos sexuales del cuerpo físico.

En este caso, podríamos decir que el sexo (periferia) fue sublimado hasta que la castidad pasará a ser constructiva y que las energías del alma, ya integradas en la bisexualidad, abren vuelos para posiciones de ascenso sobre las grandes elaboraciones espirituales. Eso no quiere decir que, alcanzando cierto nivel evolutivo, las funciones sexuales no sean ejercidas si hubiere reencarnación. El ser puede haber alcanzado condiciones evolutivas de tal orden, que los campos sexuales creativos del inconsciente estén maduros a expensas de los desfiles reencarnatorios, pero, en determinado sumergimiento carnal (sexo masculino o femenino), su respectiva misión puede estar condicionada a la existencia del cónyuge; de ese modo, las funciones sexuales realizadas, para constituir nuevas experiencias, tienden a ampliar las bases del espíritu o zona inconsciente. Cualquier vivencia por menos expresiva que sea, jamás será apartada del proceso de incorporación íntima.

Para que comprendamos mejor las oscilaciones de esas fuerzas sexuales, ahora en la faja Y o X, vamos a recorrer el esquema. Figuramos la totalidad de esa energética PSI – sexual en su respectivo núcleo en potenciación con la manifestación vibratoria de sus tres zonas (figura 1). En la zona central del núcleo la faja vibratoria del inconsciente puro estaría cargada de material bisexual integrada. En la zona que se sucede, esto es, la del inconsciente pasado, abría un tenor vibratorio de carga oscilante de las dos potencialidades sexuales. En la zona más periférica, con potencia del inconsciente actual, la fuerza de la sexualidad estará personificada ahora en la faja Y, la masculina, ahora en la faja X, la femenina.

Hagamos con que las fuerzas PSI- sexuales del núcleo en potenciación sean proyectadas en dos triángulos isósceles sobrepuestos. Es claro que estamos representando el manantial total de las agrupaciones de núcleos en potenciación, ligados al sexo, en una unidad PSI- sexual (figura 4), por un lado, el potencial masculino y, del otro, el femenino. Los triángulos, a su vez, representarían las telas de manifestación de las energías sexuales espirituales en el cuerpo físico, donde cada una de ellas ofrece ahora el potencial masculino, como el femenino. Como en el esquema esos triángulos están representando la faja masculina y femenina, cualquiera que sea el sexo en que el espíritu se encuentre en determinado cuerpo, existirán siempre las dos potencias, ahora con mayor o menor predominio de una faja sexual. Tanto el cuerpo físico masculino cuanto el femenino presentan las potencias de los dos sexos, donde uno de ellos tiene más predominio sobre el otro, asunto ya muy bien ecuasionado por la fisiología.

También, es condición aceptada por la psicología dinámica la existencia de las fuentes sexuales (masculinas y femeninas) como fuerzas que se equilibran.

En nuestro esquema, el triángulo masculino tendrá mayor área de potencial PSI Y, en cuanto el triángulo femenino, será área de potencial predominantemente PSI X, en la zona central, PSI YX, las fajas son equivalentes en potencial habiendo bisexualidad, por eso en el sentido de integración sexual, cabiendo mejor la denominación de unisexualidad por la integración de sus factores.

Recorriendo el esquema, las vibraciones de energía PSI sexual se sitúan en diferentes lugares: en áreas mayores o menores de los triángulos. Eso significa la posición sexual del encarnado, de acuerdo con el potencial PSI sexual que cuenta. Si el encarnado estuviera en cuerpo masculino, en su mayoría PSI Y poseería la predominancia masculina en su máxima potencialidad, revestido en su propio andamiaje psicológico. En idénticas condiciones, en polo opuesto, estarían los encarnados ocupando la faja PSI X. Esas fajas más expresivas de las fuerzas sexuales, PSI-Y y PSI X, masculina y femenina, estarían en las dependencias de las vibraciones del inconsciente actual de los núcleos en potenciación, y al mismo tiempo, cargando fuerzas sexuales contrarias, ahora en pequeñas dosis, conforme muestra las pequeñas áreas triangulares de las extremidades en el esquema.

Se comprende, de esa manera, que las fajas PSI-Y y PSI-Y estarían ligadas al sexo masculino en tonalidades energéticas menos acentuadas en la periferia corporal, proporcionadas por las fuerzas del inconsciente pasado del núcleo en potenciación sexual. La misma estructura, de potencialidad femenina, estaría en la faja PSI-X y PSI-X, subordinadas con la masculina, con mayor influencia del inconsciente pasado del núcleo en potenciación. Con esa secuencia de presentación se entiende que nos estamos refiriendo a las condiciones fisiológicas en esquema psicológico saludables, es decir, fuerzas sexuales absolutamente sanas, sin cualquier desvío patológico.

Si el individuo estuviera en su vivencia material, psicológicamente proyectado en el área central del triángulo, por lo tanto, directamente ligado e influenciado por las energías PSI YX ya integradas y purificadas, ahora en un cuerpo masculino o femenino, tendría sobre cualquier condición, tal elevación de esas fuerzas creativas que el campo sexual estaría siempre en la faja de sublimación. En este caso, no existiría la necesidad de utilización de los órganos sexuales externos como mecanismos adquisitivos; pero, si hubiere desenvolvimiento de la función sexual, en el cuerpo físico, será siempre en un sentido específico y con nobleza de propósitos.

Los individuos que se encuentran en esa faja sexual pueden sublimar las fuerzas sexuales, sin gran esfuerzo, con naturalidad y casi siempre de lo que podemos nombrar como castidad positiva y con sentido. Cosa bien diferente de lo que desean alcanzar "ciertos estados de purificación" a costa de una castidad obligatoria, enfermiza y sin sentido, casi siempre destructiva por la imposibilidad de realizaciones; son individuos que se encuentran en fajas evolutivas más inferiores, que no poseen condiciones, por más que deseen alcanzar otros niveles.

Es el caso de determinada secta religiosa obligando a sus afiliados a la contención sexual, indiscriminando de algún modo sin las ajustadas evaluaciones, donde la mayoría de ellos no poseen las condiciones evolutivas (experiencias pretéritas constructivas) de realizaciones en fajas más elevadas.

Los escalones evolutivos tienen que ser vividos, los saltos violentos son incompatibles con los mecanismos de la evolución; tiene que existir la vivencia con incorporación de las fuerzas en acción. En cuanto no ocurra una integración bisexual, jamás existirá un espíritu plenamente bisexual. Los espíritus de esa faja más avanzada encarnados en la tierra, son raros, son representados por los misioneros, los sabios, auténticos lideres, que con el potencial que poseen, consiguen inhibir el instinto inferior y sus emociones dándole un destino más seguro y casi siempre a costa de la propia vida en la materia. Son individuos que ya se encuentran prácticamente proyectados en superior estado de consciencia.

Aquellos que hacen parte de las fuerzas sexuales oriundas en las vibraciones regionales del inconsciente pasado, representando las fajas del esquema: PSI—Y y PSI Y en el cuerpo masculino y PSI – X y PSI—X en el cuerpo femenino presentarán las tendencias e influencias conforme las cargas de la zona inconsciente o espiritual a que están sometidos.

En esa faja podemos encontrar hombres con sus funciones sexuales periféricas absolutamente normales, así su andamiaje psicológico y sus fuerzas psíquicas posean un alma de colorido femenino, en el caso de las mujeres, lo mismo que en sus funciones sexuales absolutamente sanas, presentan tonalidades masculinas en el alma, para menos o para más, registradas por las actitudes y expansiones propias de los hombres de andamiaje psicológico femenino, las segundas mujeres de molde psicológico masculino, ahora todos ellos sean equilibrados y absolutamente normales en sus funciones sexuales de periferia o zona material. Así el esquema nos muestre que los que se encuentran en la faja PSI-Y bien tendrá más masculinidad psicológica en relación con aquellos que ocupan faja vibratoria PSI Y, donde el tenor sexual femenino es mayor- Si consideramos la faja PSI-X habrá la predominancia femenina con existencia de energías masculinas impresas en el andamiaje psicológico de la mujer; esa acentuación de masculinidad en la estructura psicológica femenina será aun más expresiva en la faja PSI-X (obsérvense y compárense las áreas representativas en los triángulos de la figura 4).

Los que pertenecen a la faja sexual como proyección de la zona inconsciente actual de los núcleos en potenciación, poseen los campos sexuales bien definidos, ahora en el sector masculino PSI-Y, como también en el sector femenino PSI-X; es decir, que tendrían en el cuerpo físico la traducción de la masculinidad y feminidad en sus puntos máximos. Se comprende bien: esa máxima expresión sexual que es de un polo de una fase, bien sea masculina, o femenina.

En el esquema, vemos que el potencial masculino es máximo en PSI-:Y" y la cuota femenina es muy poco expresiva. Como también en el sector femenino, PSI-X', el potencial está pleno sobre su polo y la cuota masculina es mínima. Existiría siempre, en cualquier estructura psíquica, los dos polos sexuales con las fuerzas de predominancia en fase del panorama evolutivo.

En cualquiera de las posiciones sexuales que el individuo se sitúe habrá siempre mayor o menor manifestación de sus fases, hasta que en el centro área PSI-YX, existiría el centro de los dos potenciales en integración cualitativa, como expresión máxima de un supersexo que sería gran parte de la fuerza espiritual creativa que el más evolucionado podría presentar.

Concluimos que los núcleos en potenciación sexuales poseerían las fuentes de energías de acuerdo con la evolución del individuo. Poseedor de las tres potencias energéticas del inconsciente, el núcleo en potenciación reflejaría mejor aquella que se presenta con mayor cuota. Cuando esos núcleos se encuentran en las vecindades del inconsciente puro, presentarán potencialidad y predominancia de la fuente más adelantada. Sucediendo lo mismo con lo que se encuentra en pleno inconsciente actual, transfundiendo energías de su propio quilate. Las energías originadas en las fuentes del inconsciente actual de los núcleos en potenciación serían las que definirían la faja personificada del sexo, bien sea masculino, o femeninas, por la sustentación de sus irradiaciones bastante afines con los campos físicos o materiales.

A medida que la energética espiritual va adquiriendo evolución, por adquisiciones de sus núcleos en potenciación como resultado de vivencias, las energías se irán dislocando para posiciones más adelantadas del inconsciente pasado al inconsciente puro. Pasaría el espíritu, en constante evolución, por una serie periódica de encarnaciones en un determinado sexo y posteriormente en otro, como si estuviese obedeciendo a una ley de armonía de los contrastes o equilibro de polarización. Sabemos de la existencia de esos contrastes, como equilibrio, en muchas fuentes de la vida: es el día como la noche, el error con el acierto, el bien con el mal, lo oscuro con lo claro, etc., como una necesidad de equilibrio en los opuestos. En el caso del sexo se daría lo mismo, es el masculino con el femenino, buscándose mutuamente, aproximándose cada vez más en una incorporación de cualidades, donde el personificado condensado (masculino o femenino) se torne impersonal y más rarefacto por la función de esos campos aparentemente contrarios, pero que son factores de un único producto.

La energética masculina que la mujer carga en el inconsciente no podrá jamás dominar a la escena de su sexo a la zona consciente o personalidad; como también, la energética sexual femenina que el hombre carga no podría influenciar su estructuración hormonal. Los desvíos se drenan en la patología. Los fronterizos, los que oscilan en el juego de las hormonas y el andamiaje psicológico; pueden y deben ser corregidos mediante la reencarnación para su propio equilibrio y conquista evolutiva; la organización física, por los campos de experiencia y olvido temporal de las vidas pretéritas, ofrece condiciones propicias de resarcimiento al lado de las nuevas adquisiciones en el sentido positivo.

No debemos confundir el alma femenina del individuo del sexo masculino, en las que las emociones temperamentales se transfieren en la personalidad, como un natural y necesario drenaje, en ángulo de normalidad, sin patología. Igual sucede con el alma masculina, en individualidad femenina, a verter esa energética de la personalidad, sin desvíos patológicos de cualquier naturaleza, puede representar transferencia del polo sexual por la reencarnación, a ocasionar reajuste, donde las diversas connotaciones kármicas aparecerán para el respectivo equilibrio. Es lo que se percibe a menudo, en los diversos ángulos de la personalidad humana.

Existen ejemplos suficientes que nos llaman la atención para esa posibilidad. Es de interesante anotación el caso del matrimonio Chopin y George Sand. Chopin, con su explosión de genialidad musical, desaguaba en las múltiples melodías y construcciones musicales, la fuerza creativa con la tonalidad sexual de profundidad que cargaba, se hacía presente en su andamiaje psicológico. El alma de ese gran compositor necesitaba de la expresión de la sensibilidad que solamente el campo sexual femenino de profundidad podría ofrecer. Es como si el haz musical en composición tuviese nacimiento y fuese filtrado en los campos sexuales del psiquismo, y retocado por la más expresiva "sensibilidad" que sólo la polarización femenina puede demarcar. Por eso, Chopin era el hombre normal, de funciones sexuales normales, pero de alma femenina por excelencia.

George Sand, también artista, de diferente sector al de Chopin, se dedicó a la literatura. En las letras y en la composición de sus frases traía el ímpetu y resolución de ideas, sin mucho "esmero", con rapidez y objetividad. Mostraba, a todo momento, en su molde psicológico, las fuentes turbulentas de los campos sexuales masculinos en predominancia. Y era de tal orden esa imposición masculina de su alma, que la transfería para la literatura y reflejaba en las actitudes y comportamientos en fase de sus vestuarios. Decía la escritora en referencia: necesito adoptar el código de los hombres para ser respetada en mi trabajo. Pero, lo que realmente deseaba era la imposición psicológica masculina que transfería en el arte, ahora fuese, físicamente en el psiquismo consciente o de superficie, fisiológicamente una mujer

Se llevaban bien, Chopin y George Sand, en la conjugación de sus sentimientos. Se complementaban por la gran atracción de sus energías y por la necesidad de balsamizar sus almas con las fuerzas de polarización opuestas, con el fin de nutrirse y abastecerse. Ella necesitaba de la profunda sensibilidad que Chopin exteriorizaba; él se complementaba en la efusión de energías mentales decididas y objetivas de George Sand para los hechos de la vida.

Caso expresivo y que merece referencia es el de Mme. Ronald, por su actuación durante la revolución francesa. Famosa mujer por las actitudes correspondientes a su sexo, por eso, en la realización intelectual, denotaba el imperio de fuerzas masculinas del alma, expresadas en las reuniones políticas que promovía, en su hogar, y en aquella época revolucionaria. Sus actitudes psicológicas eran profundamente masculinas por la objetividad de propósitos y por las célebres connotaciones políticas que consiguió difundir en cierto grupo de diputados que hacían parte del directorio francés de la época.

Es que muchas de las personalidades humanas tienen visibles necesidades de esas oscilaciones y variaciones que serían para un mejor aprovechamiento de las actitudes en el sentido evolutivo, ¿o esto ya significaría el inicio del cambio de polarización sexual para la próxima reencarnación? En los casos en cuestión, de Chopín, George Sand y Mme Ronald, ¿dónde se encontrarían sus espíritus?, Dónde estarían en el sentido reencarnatorio, y en qué polarización sexual. ¿Continuaría ocupando cuerpos en los mismos sexos como que complementando la meta psicológica que deberían experimentar, o ya estacionarían en cuerpos de sexo opuesto buscando el equilibrio de aquellas fuerzas creativas del alma?. Acreditamos ser bastante difícil un análisis de tal quilate, pero eso no impide la necesaria conceptualización en pauta para el entendimiento de la temática. Es bastante posible que esas personalidades citadas en aquella época, que exteriorizaban en sus psiquismos conscientes, fuerzas sexuales opuestas, representasen el inicio de una nueva jornada con el fin de recolectar experiencias futuras en la otra polarización sexual. De ese modo, ¿Chopín estaría preparándose para alcanzar dentro de algunas reencarnaciones un cuerpo femenino y, a su vez George Sand y Mme Ronald estarían en preparación, para ocupar en el futuro cuerpos masculinos? Todo esto, dentro de ese concepto, traduciría a un gran movimiento de equilibrio por la alternación sexual de las individualidades. En algunos casos se realizan muchas encarnaciones en cuerpos masculinos y, siguiéndose, otras tantas en cuerpos femeninos. En la búsqueda de una integración de potencialidades, la meta de nuestro sistema. Es que el individuo acabaría incorporando la bisexualidad espiritual; Sería la búsqueda de la unisexualidad por la vivencia de una bisexualidad integral.

En este caso, de cuerpos masculinos exteriorizando energías de campos sexuales femeninos, estarían muchos individuos en las que sus potencias de transición sexual, por la reencarnación, como que se están afirmando en el nuevo cuerpo, esto es, el individuo que venía con experiencias femeninas por largos siglos y que sería obligado, por la gran ley, a vivencias las experiencias en cuerpo masculino. En la fase transitoria, el potencial femenino puede demarcar e imponerse en el cuerpo masculino, así el soma sea fisiológicamente normal. El resultado lógico de la cuestión es que el hombre tendrá actitudes psicológicas similares con la organización femenina y, muchas veces traducidas en homosexualidad, por la evidencia de actitudes, cuando realmente, serán transexuales conforme veremos más adelante.

Claro que los casos varían en graduaciones en mayor o menor profundidad, y acreditamos que en muchas de esas posiciones, el individuo "sensible" a los fenómenos parapsicológicos, que revelan curiosidades psicológicas de interés científico. Nos referimos a ciertos médiumns que transmiten mensajes del mundo espiritual con el más profundo tenor de afinidad artística, por la posibilidad de ser envueltos en las energías creativas de las fuerzas sexuales. El mensaje delicado, de profundo tenor de sensibilidad, para que su carga vibratoria específica pueda ser bien traducida por el médium masculino, tendrá que existir un envolvimiento de sus campos sexuales femeninos de profundidad. Solamente aquel componente sano y de perfecta intuición de las vibraciones características del sexo femenino tienen posibilidad de tornar al médium más lúcido, más moldeable para aquellos impactos de alta sensibilidad. En el caso en pauta, no queremos decir que, en todo eso, haya feminidad del médium masculino, pero sí, trans bordamiento del polo sexual femenino en el psiquismo consciente masculino.

El alcance evolutivo estaría en el perfeccionamiento y sublimación de los instintos sexuales del hombre primitivo a los estados inmensos de Intelectualización de los instintos" hasta alcanzar los grados de sublimación, para esto habrán transcurrido milenios, los núcleos en potenciación correspondientes se estarían cargando de bisexualidad unificada como conquista de la fase humana. ¿Será que en esa posición más avanzada donde los campos sexuales se encuentran integrados en sus potencialidades y con el psiquismo agudizado por superación, habría necesidades reencarnatorias? Si fuere aceptable, la ampliación de las energías creativas pueden, alcanzar máxima madurez con relación a nuestro orbe, convidando al individuo, en el caso el espíritu, a tomar nuevas directrices, diversas a las que se venía sometiendo, para otras esferas más avanzadas con nuevos y diferentes ecuaciónamientos evolutivos. El espíritu sería atraído para otras fajas de la evolución debido a la madurez de sus fuerzas creativas ya integradas en nuestro sistema.

Frente a la conceptualización expuesta, deseamos hacer referencia sobre las fuerzas de los núcleos en potenciación, hasta el momento analizadas, lo fueran en terreno absolutamente normal y sano. Por lo tanto, podemos comprender que gran parte de las reencarnaciones, en nuestro orbe, tiene por finalidad atender necesidades kármicas, donde las deudas pretéritas necesitan ser neutralizadas y consecuentemente rescatadas- Las necesidades kármicas pueden estar enmarcadas en núcleos PSI sexuales enfermos y distorsionantes. Es de preverse que energías enfermizas reflejan desequilibrios, que en el caso alcanzarán como las energías sanas, el cuerpo psíquico en sus telas receptivas, donde descargarán todo el manantial del cual son poseedoras. Considerando la figura 6, la energética espiritual originaría como núcleos PSI sexuales enfermos, irradiaría para el cuerpo físico, de modo desconexo, excitando y penetrado otros sectores, por ser afines, demarcando las anormalidades, con eso, abría distorsión sexual en el cuerpo físico por la fuente espiritual distorsionada. Es como si los núcleos en potenciación sexuales estuviesen con su energética mezclada y sin armonía, traduciendo en la morfogénesis humana la transmutación sexual para reflejarse en una extensa patología en la que el homosexualismo ocupa lugar de destaque.

Si tomamos ahora el esquema de la figura 6 como base, la normalidad del núcleo en potenciación dirigiría sus líneas en los respectivos triángulos (cuerpo físico) de modo oscilante; quiere decir, la línea de irradiaciones se desbordarían en otros departamentos de la zona física que no son los suyos, causando influencias deletéreas por los desequilibrios y desarmonías reinantes en los campos espirituales.

Los casos patológicos jamás deberán ser confundidos con almas femeninas en cuerpos masculinos, o cuerpos femeninos con almas masculinas cuyos andamiajes psicológicos pueden traducir aspectos femeninos en el hombre o masculinidad en la mujer, así las funciones sexuales del cuerpo físico sean integralmente normales.

Esos mecanismos anómalos, como otros semejantes ligados a los núcleos en potenciación, desencadenan en el cuerpo físico un contenido de dolores físicos y morales cuya absorción hará al "espíritu vibrar" en "tónica desconocida" como llamamiento para una buena y correcta posición, buscando resarcimiento de la desarmonía. Es claro y comprensible que, en los casos de los desequilibrios de la faja sexual, serían necesarias varias reencarnaciones para la armonización del molde psicológico del individuo, bastante violentado por la distorsión de energías sexuales cuyas fuentes participan del movimiento creativo de las fuerzas de la psiquis.

Podemos comprender que en esas construcciones del bien, después de innumerables fases reencarnatorias armonizadas y en la recolecta de actitudes absolutamente positivas, tendríamos una evolución espiritual cuyo componente sexual sería una auténtica medida reguladora del proceso de realización, para representar la búsqueda de la faja crística (PSI Y X) que todos alcanzaremos algún día. En el momento en que nos encontramos a vislumbrar la faja crística, aun tan distante de la humanidad, la energética sexual alcanzaría posiciones evolutivas de tal quilate, valiéndose la denominación del campo subpersonal, o campo supersexual; le correspondería a una integración de los polos sexuales (masculino y femenino) representados en el esquema de la figura 6 por una mayor aproximación de los triángulos isósceles así, en la medida en que el proceso evolutivo fuese avanzado, los respectivos polos sexuales se irán juntando con la finalidad de integrarse. Podemos completar la idea, de modo esquemático (figura 4) haciendo la función de los dos triángulos representativos de los polos (masculino y femenino), al colmo de ser transformados en un auténtico rectángulo.

Atención figura 4

Fusión de los triángulos isósceles representativos de las telas sexuales, masculina y femenina, configurando para la unificación en una unidad integrada.

Ese rectángulo presentaría una línea divisoria resultante de la unión de los lados de los triángulos, como consecuente apaciguamiento por la constante fusión. Prosiguiendo en el proceso de maduración, la línea divisoria desaparecería para que el "rectángulo" fuese proyección exclusiva de la fuerza sexual integral y armonizada del supersexo, ( figura 4 ) donde los núcleos en potenciación sexuales serían constituidos casi exclusivamente de sustancias purificadas ( inconsciente puro ) cuando ese dinamismo sexual estuviere realmente integrado por las potencias de las experiencias que el cuerpo físico puede ofrecer, el espíritu ya estaría repleto de otras cualidades positivas del psiquismo y no obligándose más al sumergimiento en la condensación de la carne. Las reencarnaciones en nuestro plano, no serían mas necesarias dentro de la gran ley de las reencarnaciones periódicas, debido al equilibrio alcanzado por evolución, y por las fuentes de las energías creativas.

Intersexualismo, transexualismo y cambios de polarización sexual en fase de la reencarnación

HOMOSEXUALISMO

Cada uno de esos tipos debe ser conceptuado para la comprensión adecuada de los mecanismos a que están sometidos. En las descripciones, estudios de artículos sobre la temática en cuestión, existen indebidas apreciaciones que llevan a la incomprensión y a un abordaje desarmonizado. El propio intersexualismo presenta interpretaciones variables por quienes tratan el asunto, debido a esas diferencias y transiciones. Debemos distinguir esos títulos, con el fin de situar mejor la cuestión.

Cuando hablamos de intersexualismo debemos entender como al individuo que desde el nacimiento presenta la genitalidad ambigua de manera a exigir cuidadosa investigación en la definición del sexo. En ese caso, por lo regular hay alguna predominancia de factores en determinado polo sexual que contribuye en la evaluación y definición sobre el sexo. Es lo que podríamos denominar también como seudo-hermafroditismo, por cuanto el hermafroditismo significa la existencia de órganos reproductores de los dos sexos, en potencialidades idénticas en un determinado ser; en este caso, sería el llamado andrógeno.

El transexualismo presenta el caso en que el cuerpo está perfectamente definido al lado de la genitalidad, en la faja masculina o femenina, y a pesar de todo, la estructura psicológica no corresponde a la realidad física. Es lo que se ha observado en ciertos moldes masculinos con actitudes, tendencias y emociones típicamente femeninas, u organizaciones femeninas con la psiquis masculina.

En el homosexualismo tendríamos esos casos típicos de desvíos patológicos en que los individuos tenderían a buscar las solicitudes sexuales con el parejo del mismo sexo, en actitudes activas o pasivas.

Sobre esos tres capítulos preferimos conceptuar como intersexualismo y el transexualismo como desvíos con inexistencia desarmonizada de la práctica sexual física.

En el homosexualismo, por lo tanto, habría la práctica sexual deformada con todas las secuelas enfermizas para el Psiquismo. Debemos comprender también, que los desvíos psicológicos del intersexualismo y transexualismo comúnmente pueden ofrecer campo propicio para los drenajes patológicos en la organización sexual periférica, con absorción de las desarmonías en la estructura del alma o del inconsciente. Cualquiera de esas fajas de divergencia sexual expresan un bien dirigido y trascendental proceso que, por motivos comprensibles, buscan principalmente las dolorosas solicitudes emocionales, o la recolecta de los sufrimientos esencialmente de carácter moral por las deformaciones en la organización sexual, que el espíritu o zona del inconsciente puede propiciar las correcciones necesarias para las deficiencias que están situadas en la profundidad del psiquismo.

Las deformaciones periféricas, situadas en la zona conciencial, son el resultado ineludible de las distorsiones y desarmonías que un determinado espíritu posee, necesitando casi siempre, tiempo bien expresivo para su equilibrio. Algunas veces, habrá necesidad de transferencia del desvío psicológico sexual para otras etapas de la vida física (reencarnación), donde otras personalidades corporales estarían más propicias a la absorción, de manera integral sobre aquellos desvíos. Estamos tratando sobre algunos desvíos sexuales, por lo tanto, el mecanismo en pauta se refiere a todas las áreas de procesamiento de la vida.

El espíritu o zona del inconsciente, presentando estructuras desarmonizadas en sus fuentes, encontrará en el cuerpo físico la tela específica de las manifestaciones de sus energías. La organización física funcionaría como agotador y, también como tela de filtración y fijación; además recogerían los dolores consecuentes por los mecanismos desarmonizados. Solo un pensamiento de ese orden, así en adelante se halle desenvuelto en los arrayales de la filosofía y de la metafísica y con algunos traslados para el terreno científico, daría la tónica necesaria para la comprensión del tema. No se puede con sana consciencia, intentar el abordaje de tan profundos conceptos en la exclusiva tela periférica del cuerpo físico y en una vida reducida de aproximadamente 65 años. El desenvolvimiento de los fenómenos psíquicos es de inmensas consecuencias para ser abordado en el restringido espacio de una sola existencia corporal, o sea entre la cuna y la sepultura.

La ciencia intenta en su constante esfuerzo e investigación, esclarecer muchos ángulos de la vida. En el caso de los desvíos sexuales, por involucrar gran parte de las fuerzas creativas, la ciencia queda como embarazada en sus posibilidades, debido al abordaje en posiciones exclusivamente periféricas o del cuerpo físico; como en último análisis, será la tela de manifestaciones a expresar las consecuencias externas del proceso.

El intersexualismo viene exigiendo procesos de perfeccionamiento de estudios por parte de la medicina, principalmente en los recién nacidos, en los casos de órganos sexuales ambiguos después del nacimiento, los investigadores echan mano del cariotipo y de la cromatina sexual de Baar en la que observan, con las refriegas celulares por el raspado de la mucosa bucal, el número de cromosomas y el pequeño corpúsculo cromático. En la especie humana, desde las afirmaciones de Tiio y Levan, en el año de 1956, ei número de cromosomas es de 46. El corpúsculo de Baar fue encontrado acoplado a la membrana nuclear de las células de las neuronas de las gatas y ausente en los gatos. Esa diferenciación sirvió de base y aplicación en la investigación humana.

En el intersexulismo, la definición del sexo podría ser determinada por el cariotipo que arrojará un resultado normal. Cuanto al corpúsculo de Baar, si estuviere presente en el 5% o más en las células estudiadas, el sexo sería femenino, si estos están ausentes, será masculino. Eso quiere decir que las fémeas serán cromatino positivas y los machos cromatino negativas.

En ciertos casos de intercesión de cromosomas, principalmente sexuales, como en el caso de Klinefelter donde existen tres cromosomas sexuales (XXY) en lugar de dos.

Muchos otros exámenes auxiliares para la definición o tendencia sexual, en los intersexuales, pueden ser dirigidos para los endosos hormonales, para la biopsia de las gónadas, o la misma cirugía, en exámenes radiológicos y en los dermatoglifos. Este último examen se refiere a las deformaciones de las líneas palmares y plantares en correspondencia con las alteraciones cromosómicas. Después fue Cummins el pionero de esas investigaciones en el año de 1936.

Consideremos que todos esos análisis están apenas en la faja de la organización física, que no debe traducir a la realidad integral del individuo; esta se presenta en mayor porcentaje y volumen de actuación por energías profundas del psiquismo. Es en el psiquismo de profundidad, en las camadas más sutiles del inconsciente o zona espiritual, que la vida elabora de acuerdo a sus necesidades, transfiriéndolas para la zona corporal como quiera que sea la consecuencia: armónica o desarmónicas, sana o patológica.

La conquista médica tiene que ser valorizada por las adquisiciones científicas. En el caso de intersexualismo se tiene por los exámenes y análisis, llegando a la interpretación de los órganos sexuales y a su prevalecimiento. Todo eso, podría conducir al individuo en una faena específica de su propio caso, donde, en la mayoría de las veces, la cirugía es aplicada para una solución definitiva. Igualmente siendo utilizada en una conducta quirúrgica, hay necesidades, posteriormente de un ajuste mediante un plano educacional. A pesar de todos esos cuidados médicos y adecuada orientación, en el período de la pubertad podrá haber desvíos por la definición psicológica del sexo con detenimiento, que no puede ser debidamente evaluado en la fase infantil, por su duda energética, con todas las consecuencias provenientes por las insistentes energías emitidas por el alma.

Si esas energías estuvieran en la faja sexual donde el examen y tratamiento físico fueran encaminados, el caso podría serle buena realización; y contrariamente, habrá siempre distorsiones y dificultades en cualquiera de los tratamientos habituales, en este último caso solamente la comprensión bien dirigida de aquel que carga la perturbación podrá situar esas fuerzas específicas del alma en terreno más apropiado, evitando así mayores cargas de absorción negativa por las vivencias de un sexo distorsionado en la periferia corporal. Dentro de este cuadro, no dejemos de considerar la posición kármica del individuo que podrá estar en fase de agotamiento, donde el tratamiento exterior bien conducido será revestido por grandes sucesos. En caso de que las fuerzas kármicas estén aún actuantes, habrá disturbios, tal vez mayores de los presentados en el nacimiento sobre el cuerpo físico.

De tal manera, vemos las dificultades para situarnos en la verdadera polarización del sexo, en los, intersexuales con la investigación de la periferia limitada al cuerpo físico. Entre tanto, no existe otro rumbo, en el momento a no ser el de las expresiones periféricas en la organización física.

Tenemos que guiarnos por los datos tomados por aquellos exámenes anteriormente referidos, con el fin de que tomemos decisiones y clasifiquemos la tendencia sexual siempre exigida por el género al que pertenece el individuo. Pero, días vendrán en que la técnica biológica poseerá gran auxilio de los campos espirituales cuyos horizontes más avanzados permitirán evaluaciones más acreditadas.

Consideremos al transexualismo diferente del intersexualismo, por no existir modificaciones de la genitalidad y tampoco necesidad de cirugía correctora. El transexualismo representaría, en nuestro concepto, exclusivamente los casos en que el fenotipo, la genitalidad y sus componentes hormonales estuviesen relacionados con determinado polo sexual del cuerpo físico. No habría desvío de cualquier naturaleza; los órganos genitales externos corresponderían a su expresión. A pesar de esas connotaciones, dentro de la aparente normalidad, habría modificaciones psicológicas; quiere decir que las aptitudes emocionales del individuo, tendrían correspondencia con el polo sexual opuesto y en variables grados. Existirían hombres con Órganos sexuales anatomofisiológicamente normales así sea que el sector psíquico, corresponda en todo, a la de un alma femenina, también, para el lado femenino los órganos sexuales tendrían aspecto y funciones normales, aunque, la estructura psicológica por las aptitudes y desenvolvimiento de las actividades, sería típicamente masculino. Por lo tanto, no conceptuamos sobre el transexualismo un desvío por la insatisfacción y desdicha del individuo con el sexo físico que posee.

Los conceptos emitidos por Harry y Gouthiel, hace dos décadas aproximadamente, ya diferenciaban ese grupo con los homosexuales y los intersexuales de nuestro abordaje, ahora siempre ligados a profundos desvíos en la zona física. Los investigadores todavía no tienen posibilidades de conceptuar sobre la temática, con profundidad, buscando en los laberintos del espíritu los desvíos que siempre se transfieren a la periferia del cuerpo físico, donde son percibidos y evaluados. Hablan de la castración hormonal y quirúrgica pero siempre tratan la situación de manera superficial, considerando a los transexuales como auténticos enfermos.

Es cierto que muchos de ellos realmente los son, por lo tanto existen tonalidades y sutiles modificaciones psicológicas dentro de la normalidad, así sea que en la tierra sea realmente asunto raro. En nuestro grado de ignorancia aún es complejo; desconocemos, casi integralmente, las posiciones espirituales. Además casi todos nosotros somos "deudores" y como tal, arrastramos las impurezas kármicas de nuestro pasado por los diversos sectores de la actividad vital.

Recordemos las dificultades que ciertos individuos, dentro de una estructura transexual tendrían para mantener su posición sexual fisiológica en virtud de las influencias externas de toda naturaleza, como también, del panorama educativo en que se sitúen. Individuos de ese orden, en la fase de la pubertad, pueden desvirasen para el homosexualismo por las experiencias sexuales deformadas y ligadas a una educación idénticamente defectuosa. En esos casos, las marcas podrán ser profundas y el hábito constante de atender los sentidos de manera patológica, podría dejar secuelas inapagables y perfectamente nutridas por la estructura psíquica del sexo que el individuo porta en su propia alma. Serían deslices, influenciando en la caída de los fronterizos y oscilantes, si se proyectaran, inevitablemente, para el homosexualismo.

Debemos comprender que los transexuales existirían en dos fajas perfectamente analizables. Los fronterizos que acabamos de situar por ser individuos con posibilidad de endeudarse frente al plano evolutivo, por la persistencia en la patología sexual, donde enormes componentes dolorosos lo aguardarían. La otra faja correspondería a los transexuales que poseen algún desenvolvimiento de las fuerzas sexuales del psiquismo que en plena fase de equilibrio constructivo, serían individuos más bien dotados en la evolución, lo que les daría una cierta defensa frente a posibles caídas dentro de los mecanismos instintivos inferiores.

En caso de esa naturaleza, pueden ser observados como resultado de transición de la polarización sexual en el sentido reencarnatorio. Nos referimos a los espíritus que vienen reencarnando en la faja sexual masculina o femenina por algún tiempo, y como que de repente, ocupan generalmente por las misiones y nobles experiencias cuerpos de sexo opuesto. El resultado sería que a pesar de construir un cuerpo sano con las energías sanas que el propio espíritu posee e influencian en la morfogénesis la fuerza sexual pretérita del alma, aquellos torbellinos aún abastecidos por las emociones y experiencias pasadas, no consigue dejar de influenciar el psiquismo del nuevo cuerpo que apoya órganos sexuales de tendencias opuestas.

Los transexuales de ese último grupo, ya con mayores posibilidades evolutivas en las existencias pasadas, poseyendo las fuerzas del alma de manera noble identificadas con el equilibrio y la armonía de la vida, jamás tergiversara o cambiara para la patología sexual; son individuos que no teniendo aquella necesidad de "construcción emocional" a través del sexo de periferia (o utilización de los órganos sexuales del cuerpo físico), normalmente se construye a través de la castidad que, en el caso, tiene un sentido bastante expresivo.

Esa castidad no representaría el aislamiento de canales de las fuerzas sexuales profundas, por lo tanto, una efectiva aplicación de energías del espíritu en las grandes construcciones del bien, donde los frutos de las artes auténticas dejan muestras de fuerzas creativas en constante efusión. El resultado de eso se observa en trabajos literarios, en las incomparables sonatas y sinfonías que la musicalidad puede ofrecer, también, en las danzas de los pinceles trazando y reingeniando la vida de las imágenes y de las cosas. Muchos de esos artistas, de las letras, de la música y de la pintura, se pueden situar en esa posición, derivando en las realizaciones auténticas los hilos de oro que las fuerzas internas del espíritu poseen. Es como si dejásemos el sexo de periferia temporalmente apagado, sin actividad funcional, apenas utilizando otros canales creativos y más expresivos, por el conjunto de la sexualidad espiritual. En esta posición la castidad será siempre constructiva, por eso, en cuanto haya aislamiento sexual, por estupidez, fanatismo o conceptuaciones poco felices de carácter religioso y sin sustitución por otras fuentes dinámicas, la castidad será destructiva y sin esfuerzo útil. La castidad será siempre destructiva cuando existiere castración de las fuerzas que están exigiendo e igualmente implorando por el apetito genérico, para su construcción en la materia. El resultado inevitable es la disolución y la desorganización de las fuerzas sexuales del alma, que no encuentran compensación con la necesidad física organizada, aun necesaria para la gran mayoría.

Para los no evolucionados e incapacitados no debe obstaculizar, en nombre de una bandera religiosa, la necesaria canalización de esas fuerzas creativas. Existiría siempre necesidad de dirigir con armonía, equilibrio y entendimiento, el mecanismo sexual. Algunos individuos están en posición de practicar una castidad constructiva, otros por no tener las posibilidades de orientar sus energías sexuales en planos más avanzados, se desorganizan en aquello que podemos nombrar como castidad sin sentido, siempre destructivos. Los transexuales fronterizos aun poco evolucionados y ligados fuertemente a las fuerzas instintivas, energías sin suficiente construcción espiritual, con facilidad se invierten para el sector patológico, y solamente mediante el tiempo, muchas veces prolongado durante muchos procesos reencarnatorios y por la absorción del helo evolutivo.

Los transexuales de transición reencarnatoria aquellos en que los factores sexuales del alma ya demostraron alguna madurez, atraviesan esas fajas de la vida con estoicismo y equilibrio por excelencia. Son individuos que sienten el pequeño desvío psicológico en fase de la mayoría todavía instintiva, pero jamás se permite al dísgregamiento y desequilibrio de su función sexual en el cuerpo físico. Muchos de estos tienen diminutas solicitudes sexuales de superficie (cuerpo material), o las tornan reducidas con su propia voluntad, prefiriendo tomar la posición de la castidad, que por el ángulo positivo será un celibato con finalidades; será una castidad constructiva, porque las fuerzas sexuales de la estructura espiritual fueron dislocadas para sectores creativos de ascensos o de avances.

Otros tantos desenvuelven sus funciones sexuales con regularidad fisiológica, sin excesos propios al sexo en que se encuentran, así las tendencias patológicas, como ya nos referimos como son de polarización inversa; son casi siempre individuos incomprendidos, que están para merecer un análisis bien criterioso, en lugar de una evaluación superficial fundamentada en pobres aspectos, posiciones y actitudes fenotípicas.

La historia ha presentado ejemplos de intereses, permitiendo mayores elucidaciones como el del matrimonio Chopin y George Sand. Ampliando los conceptos en pauta podemos decir que la personalidad de George Sand, por todo lo que se conoció de su tenor literario, de sus actitudes y métodos de vida, principalmente con Chopin, nos lleva a clasificar a su espíritu reencarnado, en aquella época, como en fase de transición, es decir, la romancista mujer integral en sus formas y funciones físicas, presentaba un alma opuesta a la feminidad de su cuerpo por las actitudes, y resoluciones de carácter masculino, igualmente en el seudónimo adoptado. Al lado de eso, Chopin con sus calificativos físicos masculinos, psicológicamente, emocionalmente, era un alma femenina reflejándose en la gran sensibilidad del arte que se ampliaba. La base de la transición de la polaridad sexual cuando realizada dentro de su grado de normalidad, a pesar de los aspectos exteriores que puedan imprimir desvíos por falta de una juiciosa evaluación presenta un cierto colorido del pasado.

Solamente poco a poco es que los genotipos se muestran más adecuados a los fenotípos conforme nuestros entendimientos personales y evaluaciones psicológicas. En los días de hoy, se entiende el sexo masculino integral en el Romeo el héroe con sus bravatas de capa y espada, el hombre arrogante y musculoso buscando sin medidas la mujer; En la feminidad estaría Julieta de formas hiperfemeninas, exageradas pero con gestos delicados, llamando la atención del hombre. Los transexuales estarían entre esas posiciones y así mismo, en ángulos variables de conformidad con la evolución y el plan de transición reencarnatorio. Pero una vez acentuamos en estas líneas sobre transexualismo, que estamos exclusivamente, refiriéndonos a las posiciones de rectitud; por eso, no habrá cualquier abordaje sobre desvíos psicológicos por los desagües patológicos en el cuerpo físico.

Todos esos campos son bastante delicados en su evaluación, pero están siendo aquí anotados con finalidad de percibir el mecanismo madurativo de las fuerzas sexuales del espíritu o del inconsciente, en ángulos necesarios a la evolución con la transición de polarización sexual.

Un escritor de la lengua portuguesa confiesa que sus gestos, las actitudes y temperamento son absolutamente femeninos, por lo tanto, la elaboración del trabajo intelectual igualmente la voluntad de realizaciones, son típicamente masculinos. La pasividad de sus actitudes era de su entero agrado y mucho más vividas y sentidas que su actividad como escritor. Por eso, reconocía existir en sí mismo un mecanismo de frustración por la inversión de las potencialidades sexuales. Tenía recelos, y preocupación de que la inversión psicológica de los sentimientos, llegasen al cuerpo físico, porque cualquier impulso en ese sentido, sería profundamente humillante. Por esto consideraba los impulsos de sus emociones como una cascada de sentimientos deformados y se sentía feliz por conseguir desviarlos a través de la literatura. En éste caso, tenemos al transexualismo que no se desvío en la patología, de ese modo con sus fuerzas contrarias alimentadas en coloridos negativos; tal vez, y casi con certeza, el panorama kármico estaría por dar esa connotación de realidad en el cuadro psicológico en pauta.

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