Advertimos a nuestros lectores, que por falta de tiempo y tanto afán de difundir nuestro texto, no pasó por la debida revisión, pues solamente se hará cuando se lleve a la editora; por ahora les dejamos esta encomienda a nuestros lectores, para que de manera virtual le haga los correctivos necesarios, y así lo pueda disfrutar de manera más complaciente.
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Súplica del cuerpo humano
AMIGO:
Ayúdeme a ayudarte.
Soy el indomable burrito que te conduce.
Es cierto que no viviría sin ti; sin embargo, es conveniente que tú recuerdes que no crecerías sin mí.
Reconozco ser construido de impulsos para vitalizarte los recuerdos adormecidos en la mente.
Disciplíname.
Tengo hambre y ciento frió experimento cansancio y me tortura la sed. Enséñeme el equilibrio, corrigiéndome la insatisfacción.
Necesito de aseo para vivir. No me relegues al abandono.
Mi sumisión o rebeldía dependen de tu conducción.
No te podré servir contento si no me enseñas la docilidad mediante el ejercicio de la frugalidad.
Recuérdame siempre que debo vigilarme para vivir, y no vivir para cuidarme
Nacido en la humedad, me inclino siempre, por capricho de origen, para las bajadas resbaladizas. Muéstrame el cielo, preséntame el sol, señálame la naturaleza gloriosa, vestida de luz
Organizado por efecto de noble instinto, favorezco más fácilmente tu demora en las sensaciones. Respétame la organización y yo te ayudare en el asenso, refinando de mi estructura.
No me perviertas mi finalidad.
Nací para servirte; no deseo ser tu bribón.
No me relegue al vicio.
Edúcame en la fuerza de voluntad, y atenderé inmediatamente a tu comando.
Si tú me amaras sin pasión y me equilibraras sin crueldad, te seré esclavo fiel y reconocido.
Y, cuando ya no te pueda ayudar, sabré callar mi voz, retornando al suelo de donde surgí, dejándote libre como golondrina de luz en la perenne primavera del paraíso.
Amigo, ennobléceme para que yo te pueda salvar. Soy tu cuerpo, obediente y sumiso, necesitado de protección.
Enmendario Espírita Divaldo Pereira Franco.
En el examen de los vivos muertos
Y en el movimiento de la vida y de las criaturas en la tierra, muchos hombres caminan muertos, ahora sumergidos en la vida.
El sensual es un vivo — amortajado en la carne.
El mentiroso es un vivo – muriendo en la fantasía.
El orgulloso es un vivo— sepultado en la ilusión.
El hipócrita es un vivo — enjaulado en la impostura.
El egoísta es un vivo— encarcelado en la concha de mármol de la soledad.
El incrédulo es un vivo — alucinado por el escepticismo.
El avaro es un vivo— enclaustrado en el cofre asfixiante de valores muertos.
El perdulario es un vivo — evadiéndose en los excesos embriagantes de la insensatez.
El ingrato es un vivo — clausurando en la escena mortífera del individualismo.
El creyente, cuya mente está llena de luz y las manos vacías de hazañas, es un vivo— parasitando en el vehículo de la fe muerta.
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Es necesario tener cuidado con la vida que llevamos, porque la vida llevará a todos para el encuentro con la conciencia.
Vivos-muertos y muertos vivos se mezclan en el tránsito de la carne para el inevitable encuentro consigo mismos.
Es Indispensable que la autocrítica funcione como advertencia en aquellos que desean alzar la mente a las Esferas Más Altas de la vida, para que puedan identificar como vivir, lo que hacen en la vida y en que posición en ella se encuentran.
Recordemos, así, la asertiva del Señor: "dejad a los muertos el cuidado de enterrar a sus muertos".
Muerte y vida son solamente estaciones vibratorias para quien está en la muerte exaltando la vida y de quien está en la vida demorándose en la muerte.
Enmendario ESpírita
Divaldo Pereira Franco.
En torno del sexo
"pregunta — el Espíritu que animó el cuerpo de un hombre puede animar el de una mujer, en una nueva existencia, y viceversa ¿"
"Respuesta — si, pues son los mismos los Espíritus que animan los hombres y las mujeres."
Item n. 201, de "el Libro de los Espíritus."
Ante los problemas del sexo, es forzoso recordar que toda criatura trae sus temas particulares con referencia al asunto.
Atendiendo a la suma de las cualidades adquiridas, en el enfilamiento de las propias reencarnaciones, el Espíritu se manifiesta en el plano físico, por las tendencias que registra, en los recesos del ser, vivificándose en la condición de hombre o mujer, con forme las tareas que le incumbe realizar. Más allá de eso, la individualidad muchas veces independientemente de las señales morfológicas, encierra en si extensa problemática, tratándose de vinculaciones e inclinaciones de múltiples caracteres.
Cada persona se distingue por determinadas peculiaridades en el mundo emotivo.
El sexo se define de esa manera, por tributo no solamente respetable empero profundamente santo por Naturaleza, sin embargo exigiendo educación y control.
A través de él, se segregan fuerzas creativas, a las cuales debemos, en la tierra el instituto de la reencarnación, el templo del hogar, las bendiciones de la familia, las alegrías vitalizantes del afecto y el tesoro inapreciable de los estímulos espirituales.
En disparate se le sustrae las manifestaciones a los seres humanos a pretexto de elevación compulsiva, debido a que las sugestiones del erotismo se entrañan en las estructuras del alma, al mismo tiempo que sería absurdo dislocarlo de su posición venerable, con el fin de empujarlo al campo de la aventura menos digna, con la disculpa de garantizarle la liberación.
Sexo es espíritu y vida, al servicio de la felicidad y de la armonía del universo. Consiguientemente reclama responsabilidad y discernimiento, donde y cuanto se expresen, por eso mismo, nuestros hermanos y nuestras hermanas precisan y deben saber lo que hacen con las energías genésicas, observando con que y para que se utilizan de semejantes recursos, entendiéndose que todos los compromisos en la vida sexual están igualmente subordinados a la ley de causa y efecto; y según, ese exacto principio, de todo lo que diéramos a otro, en el mundo afectivo, otro también no lo dará.
Emmanuel
Es muy triste escuchar concepciones erradas respecto al sexo de parte de una gran mayoría de seres humanos totalmente confundidos por esos falsos profetas llamados "Sexólogos modernos" y todos aquellos que tocan el tema de manera irresponsable so-pretexto de modernidad, liberación o cambios en la civilización.
No dudamos de estar viviendo en medio de una gran mayoría de criaturas inmaduras, retardadas y hasta perversas. Y los medios de comunicación hablados y escritos, han sido muy eficaces para desorientar, estimular y prostituir a la equivocada humanidad carente de Evangelio, y valores Espirituales.
Hoy día hay carencia de autoestima, auto respeto y lo que en otros tiempos se consideraba como virtudes y dignidad. Hoy día, esto solamente hace parte de la personalidad moralista de un reducido grupo de Seres "desencajados del tiempo" según, los que se consideran cultos, intelectuales,modernos, y actualizados. Por vanidad e ignorancia y rebeldía es que se desconocen los valores que nos ofrece El Evangelio, de la mano con el intelecto y la libertad, para alcanzar los valores del alma.
La familia
Hay pues, dos clases de familias: La familia por los lazos espirituales y la familia por los lazos corporales. Durable la primera; se fortalece por la purificación y se perpetua en el mundo de los espíritus, a través de las diversas emigraciones del alma; la segunda, frágiles como la materia, se extinguen con el tiempo y muchas veces, se disuelven moralmente, y asta en la actual existencia.
Del item 8, n° cap. XIV, del Evangelio según el Espiritismo.
De todas las asociaciones de la tierra—exceptuando naturalmente la Humanidad–Tal vez ninguna sea tan importante en su función educativa y regeneradora: como es la constitución de la familia.
De semejante agremiación, en la cual dos seres se conjugan, atendiendo a los vínculos de afecto, surge el hogar garantizando los derroteros de la civilización.
A través del matrimonio, una vez establecido, funciona el principio de la reencarnación, conforme las Leyes Divinas, posibilitando el trabajo ejecutivo de los más elevados programas de acción del Mundo Espiritual.
Por intermedio de la paternidad y de la maternidad, tanto el hombre como la mujer adquieren más amplios créditos para la vida superior.
De ahí, las fuentes de alegrías que le surgen del ser con las tareas de la procreación.
Los hijos son ligamentos de amor conscientizados que les granjean protección más extensa del Mundo Mayor, a la vez que todos nosotros integramos grupos afines
Por eso en la arena terrestre, es justo que la familia ya determinada, sea asistida por otras que le respiran la misma faja de intereses afectivos. De manera idéntica, es natural que las inteligencias domiciliadas en la Esferas Superiores se consagren a guiar y resguardar a aquellos compañeros de existencias, de regreso a la reencarnación con fines de progreso y perfeccionamiento.
EN la tierra la parentela se torna filtro de la familia espiritual con sede en el más allá de la vida física, manteniendo los lazos preexistentes entre aquellos que le son afines.
La familias vinculadas en las pasadas existencias con todos aquellos que las compone en el presente, son formadas, así, de diversos agentes, por cuanto en ellas se reencuentran, comúnmente afectos y desafectos, amigos y enemigos, para los ajustes y reajustes indispensables, ante las leyes del destino.
A pesar de eso, nos interesa reconocer que el clan familiar se involucra inconscientemente para más amplios conceptos de vivencias colectivas, sobre los dictámenes del perfeccionamiento general, en cuanto se erijan siempre en la escuela valiosa del alma.
De esa manera, en el instituto domestico tenemos una organización de origen Divino, en cuyo seno encontramos los instrumentos necesarios para nuestro propio embellecimiento para la edificación de un Mundo Mejor
. Emmanuel
En verdad, muchos de los Espíritus que conforman el círculo familiar, son almas que en pasadas existencias, por motivos positivos o negativos se postularon para la convivencia terrenal haciendo que la consanguinidad, aproxime y ligue en amor a los antiguos desafectos. Empero toda regla tiene su excepción; pues también se pueden vincular a la familias, Espíritus que nada han tenido que ver, solamente que el sexo practicado con liviandad e irresponsabilidad, los vincula mediante reencarnaciones compulsivas. Tema del cual más adelante hablaremos de manera más amplia.
Haremos una narrativa, en este caso, concerniente a mi propia familia, que quizá sirva como lesión para todos aquellos que aún no tienen capacidad de análisis sobre la familia y sus problemas.
Por lo regular las familias, hasta la generación a la que yo pertenezco, eran muy numerosas; En nuestro caso, fuimos diez hijos del matrimonio, cinco varones, cinco mujeres. Otros dos extramatrimoniales por parte de mi padre, además de haberse acabado de criar cinco nietos más que perdieron a su madre.
Gracias a la bendita facultad de mi buena memoria, hoy aún puedo recordar asuntos de mi vida desde muy corta edad, tal vez cuando tenía escasos dos años hasta estos momentos. A los tres años de edad fui llevado al Pueblo de Villa vieja portal del desierto de la Tatacoa, allí se encontraba la casa de mis abuelos paternos, donde por parte de mi querido abuelo fui bien acogido, pues en adelante nos identificamos muy afines y fui rodeado de muchos mimos por parte de él, y atención esmerada por parte de mi abuela, que aunque muy puntual con mi alimentación y vestuario, no le conocí jamás una caricia,
Con ellos permanecí escasos tres años, pues debido al deceso de mi bienamado abuelito, fui entregado de nuevo a mis p0adres. Aquí, empezó mi vía- crucis. Pues me sentí desadaptado en mi propio hogar y empezaba a comprender que el trato que se me daba era parcial frente a mis otros hermanos, y mi abuela materna sentía apatía por mí. Al llegar a la adolescencia, empecé a manifestarme rebelde, y debido a mi amargura y mis contratiempos, empezaron a surgirme pensamientos suicidas, siempre idealizándolos como una venganza al trato que yo consideraba injusto. A muy temprana edad me incorporé a la vida militar como una manera de eludir el ambiente hostil de mi familia.
Dos años más tarde regresé al seno de mi familia, sin embargo el panorama seguía enrarecido sumándose un desencanto amoroso, lo que me hizo tomar la determinación de apelar al nefasto suicidio. Una noche muy degustado y bajo los efectos del alcohol, les hice saber a mi madre y mis hermanos que me iba a suicidar, me encerré en mi alcoba, y me tome un raticida. Minutos después, entré en fervorosa oración dirigida a Maria Santísima, a ese magnánimo Ángel del cual me sentía devoto; todavía recuerdo cómo fueron mis apelaciones. Fue así:
–Madre Santísima!… Comprendo que acabo de cometer un error.
–Y comprendo que merezco una terrible sanción por mi rebeldía y mi falta de fe.
–Reconozco mi pecado y con humildad, me resigno a mis sufrimientos.
–Y, si por algún caso, no he de morir, esta vez, prometo no volver a hacerlo, así me encuentre en mayores sufrimientos. Hecha esta oración mental, sobrevino el vomito y pude comprender que la Providencia Divina y misericordiosa con estos amparadores del bien, habían intervenido a mi favor.
Sentí vergüenza conmigo mismo y con mi familia; por lo tanto determiné irme muy lejos para enfrentar la vida acompañada de acervos sufrimientos.
Conseguí un trabajo en el que tuve la oportunidad de servir en cuestiones de salubridad a pesar de lo inhóspito de la región, pues fue en la campaña ante-malarica en los sectores del Casanare, Meta, Vichada y Vaupez. Cinco años más tarde regresé a casa.
Pensé que la mejor manera de encontrar el ambiente que me hiciera la vida más amable, seria constituir un hogar para tener a quien querer y amar, y también sentirme querido y amado.
Pasaron muchos años y el desafecto permanecía de lado y lado. Mi padre falleció hace ocho años y mi madre empezó a saborear la viudez que vino acompañada de la despreocupación de hijos y nietos que muy poco le visitaban quedando a la deriva, y a merced, del hijo menor, que por su conducta viciosa y perversa se dedicaba a chantajearla y hasta extorsionarla en las escasos recursos que algunas de mis hermanas le prodigaban.
Hacia un tiempo venia reflexionando sobre el deber de hijo para con aquella madre valiente, generosa, capaz de luchar por la crianza de tantas hijos y nietos que en la mayoría no supieron corresponder, y que en mi caso, a pesar de la indeferencia que ella hubiera mantenido sobre mi, yo tenia muchas deudas de gratitud hacia ella, pues la gestación y toda la manutención para un espíritu que reencarno solamente ligado a mi padre por razones kármicas como más adelante lo expondremos; tampoco mis hermanos tenían nexos conmigo en vidas pretéritas y solamente con algunas de mis hermanas hubo algo de afinidad.
Un día determiné visitar a mi madre, la que encontré en deplorable situación anímica y corporal, cuestión que me conmovió demasiado, y fue por esto que resolví invitarla a habitar en nuestra casa para encargarnos en definitiva de sus necesidades y cuidados que por su estado de salud y edad ella requería. Yo tenía dudas de que me aceptara la invitación, sin embargo las cosas no fueron así. Ella me manifestó que venia abrigando la esperanza de que alguna de sus hijas le brindara hogar, mas sus anhelos estaban frustrados ya que todos y todas argumentaban no tener tiempo o espacio para ella, y ya estaban programando llevarla a un asilo o casa de ancianos. En cuanto a mí, consideraba remota la posibilidad. Fue para mi, verdadera sorpresa escucharle la aceptación. Me sentí jubiloso, pues le dediqué el cariño que ella tanto necesitaba; durante los tres largos años que nos acompañó tuvimos la oportunidad de hablar a cerca de Espiritismo, que por fortuna le agradaba y eso me facilito prepararle para el paso hacia el mas allá que se dio después de ese tiempo de convivencia. En tres años logramos construir el amor que no fue posible en sesenta y un años de mi existencia.
Hoy día considero que somos espíritus amigos bendecidos por la maravillosa doctrina Espirita que nos enseña a amar y perdonar,
Quince días después de la desencarnación de mi progenitora, se celebraba el día de las Madres. Esa noche, le dirigí fervorosa oración. Después caí en pesado sueño, para más luego verme proyectado en el cementerio sacándola de la fosa, y cuando ella se erigió de la tumba, vino hacia mi, me abrazó diciéndome, —vamos para la casa. Fue en esos instantes que vi venir hacia nosotros a mi padre ansioso de encontrarla. Lamentablemente al despertar no logré recordar más nada, pero mis conclusiones fueron, que esa noche habíamos contribuido con el desprendimiento de su cadáver, que permaneció adherido por esos quince días,
Siete meses mas tarde tuvimos la dicha de comunicarnos mediante el recurso de la mediumnidad de psicofonia en la que nos agradecía esa fructífera estadía en nuestro hogar.
Noviazgo
Mas allá de la simpatía general de afinidad, oriunda de la semejanza que entre ellos exista, hay entre los Espíritus afectos particulares?
Respuesta. Del mismo modo que entre los hombres; todavía, el lazo que une a los Espíritus es mas fuerte en la ausencia del cuerpo, por no estar mas expuestos a las visicitudes de las pasiones
Pregunta #291 De El Libro de Los Espíritus.
La integración de dos criaturas para la comunión sexual comienza habitualmente en el periodo de noviazgo que se traduce por un suave encantamiento.
Estos se descubren mutuamente, de manera imprevista. Con motivos y apéelos para la entrega reciproca y de ahí se desenvuelve el proceso de atracción
El asunto consustanciaría lo que seria lícito considerar un "dulce misterio" si no consideráramos en él las realidades de la reencarnación y de la afinidad.
Inteligencias que trazan entre si la realización de empresas afectivas aun en la Espiritualidad, criaturas que ya compartieron experiencias en el campo sexual en existencias pasadas, corazones que se hicieron cómplices en delincuencia pasional en otras vidas, o Almas inesperadamente armonizadas en la complementación magnética, diariamente compartirán las emociones de semejantes encuentros en muchos lugares de la tierra.
Confirmada la simpatía mutua, es llegado el momento del razocinio.
Por eso ocurre que es diminuto aun, en el planeta, el porcentaje de personas, en cualquier edad física, habituadas a pensar en términos de auto-análisis, cuando el instinto sexual se desborda del ser.
Algunos sexólogos modernos empero materialistas, tratando la cuestión, bajo el punto de "vista físico" tal vez dirían que la lívido entró en actividad con su poderoso dominio y, obviamente nadie discordará en la tesis, en la afirmativa que atentos debemos estar a la importancia del impulso creativo del sexo, en el mundo psíquico, para la vida y perpetuación en el planeta.
Es importante anotar por lo tanto, que en muchos lances de la caminata evolutiva del Espíritu, la influencia ejercida por las inteligencias desencarnadas en el juego afectivo, nos referimos a las parejas de las existencias pasadas, o más claramente, a los espíritus que se programaron para el futuro hogar, cuya actuación, en muchos casos, pesa en el ánimo de los enamorados, inclinando pacíficamente afecciones raciocinadas para súbitos matrimonios o compromisos en la paternidad y en la maternidad. Esos enamorados son los que entonces se matriculan en la escuela de laboriosas responsabilidades. Esto porque la donación de si mismo a la comunión sexual, en régimen de placer sin ponderación, no los exonera de los vínculos kármicos para con los seres que traen a la luz del mundo, en cuya floración al contrario si es verdad que realizaron trabajo y sacrificio, obtendrán también valiosa recolecta de experiencias y enseñanzas para el futuro, si comprendieren que la vida paga en amor todos aquellos que les reciben con amor las justas exigencias para la ejecución de sus objetivos esenciales.
Emmanuel
El noviazgo es un periodo de muchas contravenciones y definiciones y hasta confuso.
Y En la gran mayoría de los noviazgos, las parejas pretenden aparentar virtudes que no tienen Y tratan de esconder defectos y ponen en juego los formalismos, la falsa ética y hasta una prefabricada etiqueta, que en algunos momentos escapan de los engañosos propósitos como se dice, los "traiciona el subconsciente", dejando entrever la legítima personalidad, que de manera esporádica y hasta frecuente, causa desavenencias y decepciones. Sin embargo, es ya en la vida matrimonial que los llamados esposos se desnudan en su realidad espiritual y su verdadera personalidad, queriendo cada uno imponer sus arquetipos y paradigmas; pues salen a flote los gustos los anhelos y las decepciones. Aquí, es donde cave un adagio muy popular que dice: "por ahora donde te pongo, y más luego, donde te jóndio".
Luego vienen los hijos que en algunos casos interligan a las parejas para nuevos compromisos en una futura realidad de convivencias.
Ambiente Doméstico
"Frecuentemente, el Espíritu renace en el mismo medio en que ya vivió, estableciendo de nuevo relaciones con las mismas personas, a fin de reparar el mal que les haya hecho. Si reconociese en ellas a quienes odiara, quizá el odio se le despertaría otra vez en su fuero íntimo. De tal manera, el se sentiría humillado en presencia de aquellas a quien hubiese ofendido".
Del Item 11, cap. V de "El Evangelio según el Espiritismo".
En la comunión de dos seres para la organización de la familia, prevalece el compromiso de asistencia no solo del uno para con el otro, si no también para con los hijos que proceden de los lazos afectivos.
No poseemos todavía en la tierra institutos destinados a la preparación de la paternidad y de la maternidad responsable. La evolución y el perfeccionamiento de las ciencias psicológicas de hoy, pueden garantizarnos en el futuro semejante evento.
Identifiquemos en el hogar la escuela viva del alma.
El Espíritu, cuando retorna al Plano Físico, ve en los padres las primeras imágenes de Dios y de la Vida.
En la templada estructura del nido doméstico, germina en el ser los primeros pensamientos y las primeras esperanzas. No le será del todo, tan fácil seguir adelante con los ideales de la niñez, a la vez que el equipo familiar habitualmente se aglutina siguiendo los desastres sentimentales de las existencias pasadas, debilitándosele los componentes los disturbios de la afección posesiva y traduciéndose por ternura descontrolada y odio manifiesto o simpatía y aversión simultáneas.
Padres inmaduros, desde el punto de vista espiritual, comúnmente se infantilizan en el tiempo exacto del trabajo más grave que les compete, en el sector educativo, y al contrario de guiar los pequeñitos con seguridad para el éxito en su nuevo desenvolvimiento en la estadía de la reencarnación, contrariándoles los problemas, ahora tratando las infantes como si fuesen personas adultas o tratando los hijos adultos como se fuesen criaturas infantiles.
Estableciendo el desequilibrio, irrumpen los conflictos de envidia y rebeldía, narcisismo y crueldad, que asfixian las plantas de la comprensión y de la alegría en el terreno casero, trasformándolo en espinero magnético de vibraciones contradictorias, en el cual los enigmas emocionales, trazados del pretérito, adquieren aspecto casi insoluble.
De ahí la importancia que transcurre de los conocimientos alusivos a la reencarnación, en las bases de la familia, con pleno ejercicio de la ley de amor en los recesos del hogar, para que el hogar no se convierta, de bendita escuela que es, en un núcleo neurótico, albergando molestias mentales difícilmente reversibles.
Emmanuel
Hace tres décadas acá, la Iglesia Católica instauró un programa llamado CURSO
PREMATRIMONIAL, requisito obligatorio para las parejas que buscan consorciarse mediante el ceremonial Católico. Lamentablemente, por carecer de la enseñanza sobre la reencarnación y ley de causa y efecto, no es lo suficientemente eficaz y orientador para aquellos que buscan constituir familia.
Educados bajo estos conocimientos netamente cristianos, Padres he Hijos alcanzarían grandes éxitos de convivencia y progreso moral; también se evitarían muchos divorcios suicidios y otros terribles desastres que suelen darse en esos hogares desorientados.
Los más comprometidos ante la ley Divina son los padres negligentes, atenidos a que sus hijos sean educados en el colegio o escuela, o quizás la empleada doméstica. Además se suman los malos ejemplos de padre y madre, y en la posteridad, estarán protestando alarmados, y algunos reaccionando de manera inapropiada para corregir, lo que ya prácticamente es imposible de alcanzar, debido a que las estrategias psicológicas acompañadas de amor y paciencia solo tienen contundencia en la infancia, antes de entrar a la adolescencia y la pubertad.
Y es aquí que cabe la sentencia que dice: educa al niño y no castigaras al hombre.
Energía Sexual
"pregunta __ es la misma fuerza que une los elementos de la antimateria en los cuerpos orgánicos y en los inorgánicos?"
"respuesta__ Si, la ley de atracción es la misma para todos."
Item n° 60 de "el Libro de los Espíritus".
La energía sexual, como recurso de la ley de atracción, en la perpetuidad del Universo, es inherente a la propia vida, generando cargas magnéticas creativas de la cual se reviste.
En los seres primitivos, situados en el atraso de la emoción y del raciocinio, y aún en todas las criaturas que se demoran voluntariamente a nivel de los violentos, la descarga de semejante energía se opera desconsideradamente. Por eso, les cuesta resultados angustiosos con acumulados para largo tiempo de fijación en existencias menos felices, en las cuales la vida, mucho y/o poco a poco, enseña a cada uno que ninguno debe abusar de alguien sin acarrear perjuicio a si mismo.
A medida que la individualidad evolucione, no en tanto pasa a comprender que la energía sexual envuelve el impositivo de discernimiento y responsabiliza en su aplicación, y que por eso mismo, debe estar controlada por valores morales que le garantizan el empleo digno, ya sea en la forma física aseguradora de la familia, o en la creación de obras beneméritas de la sensibilidad y de la cultura para la reproducción y extensión del progreso y de la experiencia, de la belleza y del amor, en la evolución y perfeccionamiento de la vida en el planeta.
A través de la poligamia, el espíritu asimila a si mismo larga marcha en existencias y más existencias sucesivas de reparación y aprendizaje, en cuyo transcurso adquiere la necesaria disciplina de su mundo emotivo.
Fatigado de experimentos dolorosos, en los cuales recoge el fruto amargo de la delincuencia o del desespero que haya establecido en los demás, reconoce en la monogamia el camino cierto de sus manifestaciones afectivas. Atento a eso, identifica en la criatura a que se le afina con los propósitos y aspiraciones el compañero o la compañera ideal para la comunión sexual.
Susceptible de si mismo poder granjear el preciso equilibrio y capaz de poder revitalizar las fuerzas con que se pone en la pista del trabajo imprescindible a la propia evolución.
En ningún caso, nos ha sido lícito subestimar la importancia de la energía sexual que, en la esencia, vierte de la Creación Divina para la constitución y sustentación de todas las civilizaciones de la tierra que se levantarán , llegando al hombre preciosa herencia en el viaje para la sublimación definitiva, entendiéndose, que criatura alguna , en el plano de la razón, se utilizará de ella, en las relaciones con otras criaturas, sin consecuencias felices, o infelices, constructivas o destructivas, conforme la orientación que se le dé.
Es muy común ver a individuos comprometidos maritalmente con otra u otras mujeres, en algunos casos bajo el conocimiento de las concubinas, con mucho cinismo y de manera desvergonzada; y en otras situaciones aplicando los ardiles del engaño, como también coaccionando, chantajeando, y en algunos casos mostrándose como personajes temerarios o indispensables por su poder económico, político, laboral, religioso o social.
Son criaturas que nos hacen recordar al macho dominante de la manada salvaje, que se quiere imponer como absoluto, acaparadores, mezquinos y egoístas que no sienten amor por nadie; en ellos solamente existe el apetito sexual, sin medir consecuencias ni cuanto daño hagan al sentimiento humano. Por otro lado también tenemos aquellas mujeres acostumbradas a seducir al individuo casado o comprometido en el ministerio del hogar, son hábiles y especializadas en destruir hogares, en algunos casos porque son tan sensuales y aparentadoras, y en otros, porque les domina el interés económico; es decir, ambiciosas e interesadas. Algunas no se comprometen en noviazgos o convivencias, pues según ellas necesitan ser libres para llevar su vida sexual prepago, sin que nadie les reclame fidelidad y disciplina.
En estos últimos tiempos la infidelidad y la promiscuidad crecen a pasos agigantados, pues ya vivimos en el más terrible caos moral. ¿No cree usted que las telenovelas, algunos programas de farándula, la pornografía, el enfoque errado sobre el modernismo y la ausencia de evangelio sean las principales causas de estos flagelos que afectan en algunos casos a seres primitivos y en otros, a civilizados pervertidos?
Afortunadamente dentro de las Leyes Divinas, existen dos grandes maestras: el tiempo para alcanzar la saturación, y el dolor.
Es en estos actos de sensualidad irresponsable que el ser humano incorpora los bacilos que en la presente existencia o en futuras reencarnaciones, vendrán a padecer las terribles enfermedades en el aparato reproductivo, tales como: cáncer de próstata, de testículos, sífilis, sida, inhibiciones y otros tantos inconvenientes que se manifiestan a consecuencia de nuestra indisciplina e irresponsabilidad. También igualmente en la mujer con sus padecimientos de cáncer en su aparato genital o desordenes genitales como frigidez flujos y otros síndromes de diverso orden.
Gran parte de los seres humanos se han fijado la idea, de que el mayor objetivo de la vida es disfrutar de las pasiones, sobre todo, el sexo; pues procurar hijos, complican otros intereses como es el de conseguir dinero, y tiempo para disfrutar en paseos, hacer turismo y otras tantas comodidades que el mundo pagano y profano ofrece.
Emmanuel
Recordar vivencias en la espiritualidad durante el sueño, es extraordinario.
Damos gracias a Dios y a nuestros amparadores Espirituales por las oportunidades de aprendizaje mediante la facultad mediumnica.
En una ocasión encontrándome proyectado en el mas allá, me vi caminando hacia la estación ferroviaria, que hoy día está clausurada; pues desde hace algún tiempo ya no contamos en la Ciudad de Neiva con ese servicio. No obstante, en la Espiritualidad si se encuentra vigente ese servicio. Fue por eso que observé cuatro filas muy largas conformadas por individuos en la gran mayoría jóvenes, en la espera de un tren que los llevaría a otro lugar para emprender un viaje mucho más largo.
Observé el estado anímico de estos viajeros; me hacían recordar los tiempos de mi infancia y la adolescencia cuando en la escuela programaban excursiones o paseos y nos sentíamos jubilosos y ansiosos por el momento de la partida. Me vi en la necesidad de cruzar las filas, pidiéndoles permiso, que de manera espontánea me concedían. De antemano yo estaba enterado de que todos estos seres desencarnados habían sido maleantes fornicadores, promiscuos, raponeros, en fin, delincuentes consumados.
Después de haber cruzado las filas de más o menos cuatrocientos sujetos que las conformaba, me dirigí al recinto que en otros tiempos funcionaba como la cafetería de la estación; pues ya no era cafetería, era una sala de espera. Allí se encontraban unas cincuenta mujeres, de esas que en la tierra habían ejercido la prostitución en esos lugares mas sórdidos de las Ciudades, Entre estas observé a una mujer de unos cincuenta años sentada de manera descompuesta, y descansando los pies sobre una mesita de centro. Ellas se encontraban también en el mismo estado anímico que el de los hombres. Me dirigí a la referida dama para formularle una pregunta:
—¿No siente usted tristeza viajar tan lejos y demorándose tanto tiempo sin contactar a su familia? Ella respondió: —y acaso cuando estuve en la tierra, eso me preocupó, o a mi familia le hice falta? Yo le hacia esa pregunta porque sabía que viajarían hacia otro planeta para continuar su proceso evolutivo que la tierra ya no les puede brindar. Otra cuestión que sabía es que ellos eran conscientes de su exilio, empero ya habían pasado por largos años de sufrimientos en esos lugares del astral inferior, preparados y conscientizados de esa necesidad en provecho propio.
Momentos después me reuní con mi esposa para retirarnos del lugar movilizándonos en una motocicleta en duro color rojo, la cual creí no encontrar en el lugar donde la había dejado parqueada, debido a la calidad de seres que allí se congregaban. De todos modos, sentí pesar por todos estos seres encaminados al exilio, pues no vi esto como un castigo, pero si como medida necesaria y adecuada para la evolución de un gran sector de la humanidad.
Compromiso afectivo
El deber íntimo del hombre queda entregado a su libre albedrío. El aguijón de la conciencia, guardián de la integridad interior, advierte y sustenta; empero, muchas veces se muestra impotente delante de los sofismas de la pasión. 347Fielmente observado, el deber del corazón eleva al hombre; por eso, como determinarlo con exactitud? Donde comienza el? El deber comienza siempre, para cada uno de vosotros, desde el punto en que amenazáis la felicidad o la tranquilidad de vuestro prójimo; acaba en el limite que no deseáis que ninguno trasponga con relación a vosotros".
Del item 7, cap. XVII, de "El Evangelio según el Epiritismo"
La guerra efectivamente flagela la Humanidad, sembrando terror y mortandad entre las naciones; por lo tanto, la afección erradamente orientada, a través del compromiso escarnecido, cubre al mundo de víctimas.
Quien estudie los conflictos del sexo, en la actualidad de la Tierra, admitiendo la civilización en decadencia, tan solo examinando las arbitrariedades que se Practican en nombre del amor, auque no entendamos que los problemas del
Equilibrio emotivo son, hasta ahora y en todos los tiempos, de la vida planetaria.
Las leyes del Universo nos esperan durante muchos milenios, mas terminarán por inscribiesen de por si los caracteres de luz, en nuestras propias conciencias. Y esas leyes determinan que amemos al prójimo como a nosotros mismos.
Para que no seamos motilados psíquicos, nos urge no mutilar al prójimo.
En materia de afectividad, en el transcurso de los siglos, innumerables veces disparamos en la dirección del narcisismo y, estirados en la aberración del placer estéril, atropellamos sentimientos ajenos impeliendo criaturas estimables y nobles a procesos de angustia y criminalidad, después de prenderlas a nosotros mismos con el vínculo de promesas brillantes, de las cuales nos descartamos en movimiento imponderable.
A la vez que determinada persona convide a otra a la comunión sexual o acepte de alguien un apelo en este sentido, en bases de afinidad y confianza, se establece entre ambas un circuito de fuerzas por el cual el doble se alimenta psíquicamente de energías espirituales, en régimen de reciprocidad.
Cuando uno de los comprometidos huye al compromiso asumido, sin razón justa, hiere al otro en la sustentación del equilibrio emotivo, sea cual fueren las circunstancias en que ese compromiso venga hacer efectuado. Creada la ruptura en el sistema de permutas de las cargas magnéticas de manutención, del alma para el alma, el compañero perjudicado, si no dispone de conocimientos superiores en la auto-defensiva, entra en pánico, sin que se le pueda prever el descontrol que, muchas veces, raya en la delincuencia. Tales resultados de la imprudencia y de la in-vigilancia repercuten en el agresor, que partirá de las consecuencias desencadenadas por él mismo, debilitándosele el camino y sementera compartida de conflictos y frustraciones que acarreará para el futuro.
Sabemos que la Justicia Humana combina puniciones para los actos de pillaje en la esfera de las realidades objetivas, considerando la responsabilidad y el respeto de los intereses ajenos, no en tanto, los legisladores terrestres percibirán igualmente, un día, que la justicia Divina alcance también los contraventores de la Ley de Amor y determina que se le instale en las conciencias los reflejos del saqueo afectivo que perpetuarán para los demás.
De ahí la certeza clara de que no escaparemos de las ecuaciones infelices de los compromisos de orden sentimental, injustamente menospreciados, que rescataremos en tiempo hábil, partícula a partícula por la contabilidad de los principios de causa y efecto. Reencarnados que estaremos siempre, en ese sentido, hasta exonerar al propio Espíritu de las mutilaciones y conflictos efectuados en el clima de la irreflexión; aprenderemos en el cuerpo de nuestras propias manifestaciones o en el ambiente de la vivencia personal, a través de la penología sin cárcel aparente, que nunca lesionaremos a otro sin lesionar a nosotros mismos.
Emmanuel
Cuantos ejemplos hemos encontrado mediante nuestros largos años de vida como encarnados. Mujeres continuamente engañadas, burladas y maltratadas en muchos aspectos, igualmente hombres pasando por idénticas circunstancias. Aquí tenemos a los tránsfugas e insensibles del pasado recogiendo su cosecha cargada de espinos y dolor. Como hasta ahora la tierra viene siendo una incubadora de Espíritus, no faltaran Almas nuevas irresponsables e insensibles que el destino colocará en nuestro camino, para que nos sirvan como verdaderas pruebas para sanearnos y alcanzar la redención. Empero además de esto, también es posible venir con cambio de género sanción que se recibe con mucha amargura, cuando ya estamos acostumbrados a explotar y abusar de nuestras dotes y ventajas en ese género.
Que equivocación tan grande cuando creemos que nuestros actos de infidelidad no son descubiertos; por algo el proverbio que dice: las paredes tienen oídos. Y en el Evangelio encontramos esa máxima que dice: ni la caída de la hoja de un árbol la ignora Dios.
Se nos olvida que en la espiritualidad que involucra al mundo de los encarnados, hay cualquier cantidad de espíritus observándonos, atestiguando para más luego informar al conyugue traicionado, cuestión que más luego al despertar bien sea que recuerde o no, se traduce en el desánimo, apatía, y mal humor en la persona que durante el sueño recibió la información.
Recomendamos la lectura del Libro CRISTO ESPERA POR TI Waldo Vieira. 1° Edición 1965
Casamiento
" pregunta ___ será contrario a la ley de la Naturaleza el casamiento, esto es la unión permanente de dos seres?
"respuesta ___ es un progreso en la marcha de la Humanidad".
Item 695 de "El Libro de los Espíritus"
El casamiento es la unión permanente de dos seres, como es obvio, implica el régimen de vivencia por el cual dos personas se confían en asistencia mutua.
Esa unión refleja las Leyes Divinas que permiten la constitución de pareja unidos para el desenvolvimiento de la vida.
Por eso es importante que, la unión se base en la responsabilidad reciproca, a la vez que en la comunión sexual un ser humano se entregue a otro ser humano,
Y es por eso que no debe haber cualquier tipo de desconsideración entre si,
Cuando las obligaciones mutuas no son respetadas en el ajuste, la comunión sexual injuriada o pérfidamente interrumpida, genera dolorosas repercusiones en la consciencia, estableciendo problemas kádmicos de solucionar por cuanto nadie hiere a alguien sin herirse así mismo.
Indiscutiblemente, en los Planos Superiores la vinculación entre parejas es espontánea, compuesta en imantación de afinidad ineludible.
En la Tierra del futuro, los nexos efectivos obedecerán a idéntico principio y, por anticipación; millares de criaturas ya disfrutan en el propio estado de encarnados de esas uniones ideales, en que se ungen psíquicamente una al otro, sin necesidad de la permuta sexual, más profundamente considerada, con el fin de apoyarse mutuamente en obras preciosas, en la esfera del Espíritu.
No en tanto sucede que, millones de almas, detenidas en la evolución primitiva, yacen en el planeta, arraigadas a débitos escabrosos, frente a la ley de causa y efecto aun inclinadas al desequilibrio y al abuso, exigen severos estatutos de los hombres para la regulación de los intercambios sexuales que les exigen respeto, con el fin de que no se tornen salteadores impunes en la construcción del mundo moral.
Los debitos contraídos por legiones de compañeros de la Humanidad, portadores de entendimiento y verdad para los temas de amor, determinan la existencia para millones de uniones supuestamente infelices, en las cuales la reparación de faltas pasadas confiere a numerosos ajustes sexuales, sean o no encubiertos por los beneplácitos de las leyes humanas; el aspecto de ligazones claramente expiatorias con base en el sufrimiento purificador, de cualquier manera, es forzoso reconocer que no existen en el Mundo conjugaciones afectivas, sean ellas cual fueren, sin raíces en los principios karmicos, en las cuales nuestras responsabilidades son esposadas en común
. Emmanuel
La permuta sexual en las parejas tiene fines sagrados y sublimes. Entre estos la procreación, como también en que el impulso sexual un día se trasmute en el verdadero Amor. Cuando esto se alcanza, en cierto modo la misión está cumplida. Pues los enemigos del pasado seguirán siendo seres bienamados y constituyéndose en la familia Universal; en algunos casos, en adelante, haciendo parte del árbol genealógico o colocado como unos de los buenos y amados amigos dentro de la sociedad terrena o espiritual.
No existen razones para que consideremos a la pareja como si fuese patrimonio eterno. Nadie fue creado para pertenecer indefinidamente a alguien; solamente a Dios. Nuestras convivencias maritales, frente a las sucesivas existencias son simplemente préstamos temporales, como ya lo venimos explicando.
¿Y en que quedan los celos de aquellas personas inseguras, egoístas y posesivas? No será bueno que tomemos atenta nata a las enseñanzas Espiritas para mas tarde no pasar por acervos sufrimientos? Cuando el Amor y los sentimientos alcancen tópicos de universalidad, estaremos disfrutando de las dádivas del verdadero Amor.
Cuando decimos que nadie esta postulado a compartir existencias indefinidamente, es porque nosotros como peregrinos de los mundos físicos, durante ese milenario caminar, por nuestra irresponsabilidad e inmadurez, afectamos a muchas almas del sexo opuesto, quedando comprometidos para la reparación en futuras existencias, y solamente en la medida en que nos pongamos a paz y salvo con las personas afectadas, podemos decir que hemos alcanzado la paz interior, y la dicha de que quien conviva con nosotros, sea la persona ideal para hacernos sentir verdaderamente felices, sin que sea necesaria ya la permuta sexual; empero si, el amor sublimado.
En algunas de las conversaciones intimas efectuadas con mi esposa, hemos llegado a la conclusión, de que la mejor manera de culminar nuestros compromisos kármicos, es haciendo el esfuerzo de convivir hasta el final, en la mayor comprensión y cordialidad, ya que ella aunque cumplidora de sus deberes de esposa y madre, y sin yo tener algún reproche de infidelidad, tristemente no disfruté de caricias y mimos, como contrariamente yo lo hago, sin encontrar receptividad de su parte. Pienso que de todos modos he logrado amarle, al punto de desearle a ella, que en su próxima reencarnación comparta su vida marital con alguien que le inspire cariño y que igualmente sea bien estimada. Yo me conformaría con que fuera mi hija o mi madre, tal vez una hermana querida o una buena amiga, Y de mi parte:
–Dios Mió! Si mis culpas me condenan a no disfrutar de una compañera dulce y cariñosa, al menos que yo sea consciente para aceptar mi karma para no tener reparos en otras mujeres, y no comprometerme en más adulterios o cualquier tipo de aventura sexual que aún me comprometa más.
Divorcio
El divorcio es ley humana que tiene por objeto separar legalmente lo que ya, de hecho, esta separado.
No es contrario a la ley de Dios, pues apenas reforma lo que los hombres han hecho y solo es aplicable en los casos en que no se tuvo en cuenta la Ley Divina.
Del iten 5, del cap. XXII, Del Evangelio Según El Espiritismo.
Partiendo del principio de que no existen uniones conyugales por el acaso, el divorcio, en rigor, no debe ser aplaudido o estimulado por nadie.
Es ahí, en los lazos matrimoniales definidos en las leyes del mundo, que se operan perfeccionamientos y reconciliaciones dirigidas para la precisa sublimación del Alma.
El casamiento será siempre un instituto benemérito, acogiendo, en el límite flores de alegría Y esperanza, aquellas que la vida aguarda para el trabajo de su propio perfeccionamiento y perpetuación. Con él, el progreso gana nuevos horizontes y la ley del renacimiento alcanza los fines para los cuales se encamina.
Ocurre por lo tanto, que la sabiduría Divina instituye más principios de violencia, y el Espíritu, en cuanto agrave en muchas situaciones os propios débitos, dispone de la facultad de interrumpir, retroceder, modificar, discutir o adelantar transitoriamente, el desempeño de los compromisos que abraza.
En muchos lances de la experiencia, es la propia individualidad, en la vida del espíritu, antes de la reencarnación que se programa para el consorcio aunque difícil en las estancias de la vida física, llamando así al parejo o pareja de pretéritas existencias para los ajustes que les apaciguaran las consciencias, a consecuencia de errores perpetuados en otras épocas. Reconducida entonces, a la nueva jornada terrestre y asumida la unión esponsalicia que atrajo así misma, hela desanimada en fase de los comienzos que se le desdoblan al frente. A veces el compañero o la compañera vuelven al ejercicio de la crueldad de otros tiempos,
Sea a través del menos precio, irrespeto, violencia o deslealtad, el conyugue perjudicado no siempre encuentra recursos en si para sobreponerse a los procesos de dilapidación moral de la cual es victima
Compelidos, muchas veces, a las ultimas fronteras de la resistencia, es natural que el esposo o la esposa, relegados a sufrimientos indebidos, se apele al divorcio por medida extrema contra el suicidio o el homicidio, u otras calamidades que les complicarían aun más el destino. En esos lances de experiencias, surge la separación como manera de bendición necesaria, y el conyugue perjudicado encuentra en el tribunal de la propia consciencia el apoyo moral de la auto probación para renovar el camino que le indique respeto, acogiendo o no nueva compañía para la jornada humana.
Es obvio que no nos es licito estimular el divorcio de manera alguna, competiéndonos solamente, en ese sentido, reconfortar y reanimar los hermanos en lid, en los matrimonios de probación, con el fin de que se sobrepongan las propias susceptibilidades y aflicciones, venciendo las duras etapas de regeneración o expiación que suplicaran antes del renacimiento en el plano físico, en auxilio a si mismos, aun así, es justo reconocer que la esclavitud no viene de Dios y nadie posee el derecho de torturar y someter a nadie en fase de las leyes eternas.
El divorcio, pues, basado en razones justas, es providencia humana y claramente comprensible en los procesos de evolución pacífica.
Efectivamente, enseñó Jesús: "no separéis lo que Dios juntó", y no nos cave interferir en la vida de conyugue alguno, con la intención de librarlo de la obligación a que se comprometió. Sucede que si no nos incumbe separar aquellos que las Leyes de Dios reunió para determinados fines, son ellos mismos los que se enlazaron por los vínculos del matrimonio, que desean la separación entre si, correspondiéndonos únicamente la obligación de respetarles la libre escogencia sin herirles la decisión.
Emmanuel
Es una lástima ver parejas que llegan a su Iglesia, al juzgado o cualquier otra institución, a legalizar su unión matrimonial; como también a otros que optan por la unión libre haciendo promesas de amor eterno.
Tristemente, muchos de estas Almas frágiles, llenas de orgullo, ambiciones materialistas o liviandad, no van muy lejos en la convivencia, pues terminan de manera irresponsable e injusta, aquel emprendimiento que se creía seria una verdadera panacea de amor.
Cada día es mayor el porcentaje de uniones fracasadas; esto porque, él no me cumplió con el confort que me prometió, o porque resulto promiscuo, vicioso, tal vez de mal carácter, o no nos comprendimos o no nos satisfacíamos en las relaciones sexuales.
Por otro lado, ella perdió los encantos, o atributos de belleza, porque se tornó incomprensible, descuidada en sus quehaceres hogareños, por infidelidad, o muchas otras razones. Y en algunas oportunidades se les pregunta por su media naranja, y estos responden muy desairados argumentando que se liberaron de ese yugo, que se había convertido en terrible pesadilla, y que no quieren saber nada más de esa terrible criatura. Pues bien: por esta reencarnación todo podrá ser así. Empero lamentablemente, quedan postulados para más encuentros en futuras reencarnaciones; hasta que un día, el Amor Puro y Santo reine en sus corazones para así poder concluir, de manera digna, los compromisos mutuos y quedar listos para nuevas convivencias con otras criaturas que se encuentran en turno, para sanear desafueros de otras vidas. Es por esto que todos nosotros contamos con inmenso número de familiares y parientes de otras vidas, además de aquellos otros con quienes nos vincularemos en el futuro.
Nos dice Andre Luys, en el libro Sexo Y Destino, psicografiado por Chico Xavier y Waldo Vieira, obra dictada cuatro décadas atrás, que de cien parejas comprometidas en la tierra maritalmente, escasamente el veinte por ciento cumplen de manera exitosa sus compromisos, otro treinta por ciento de manera regular, y un cincuenta por ciento es un fracaso total teniendo encuesta que entre estos últimos algunos son reincidentes. Comprendamos que estas estadísticas son de cuarenta años atrás, cuando la humanidad no se encontraba en el gran caos moral como sucede hoy día.
Unión infeliz
¿Cual es el objeto de la reencarnación?
Respuesta: Expiación, mejoramiento progresivo de la Humanidad. ¿Sin esto, donde estaría la justicia?
Iten n° 167 de El Libro De Los Epíritus.
Dolorosa, sin duda, la unión que se considera desdichada. Es obvio, que no es obligación soportar a contra gusto, la truculencia o el peso de alguien, ponderándose que todo Espíritu es libre en su pensamiento para definirse, en cuanto a sus propias resoluciones. Por esto es necesario que haya equilibrio suficiente en las parejas ungidas por el compromiso afectivo, para que no pierdan la oportunidad de construir la verdadera liberación.
Indiscutiblemente, los debitos que abrazamos son anotados en la Contabilidad de la vida; Todavía, antes que la vida los registre por fuera, grava en toda la extensión, el monto y las características de nuestras faltas.
La piedra que lanzamos a nuestro prójimo tal vez no vuelva hacia nosotros como piedra, empero permanece en nosotros traducida en el sufrimiento. En cuanto no se remueva la causa de las angustias, los efectos de ellas perduraran siempre, en cuanto no se extinga la molestia en el origen del mal, de manera definitiva.
En los vínculos terrenos, encontramos las grandes alegrías; sin embargo, es dentro de ellas que somos habitualmente enfrentados por las más duras pruebas.
Esto, por que ahora no percibimos de inmediato. Recibimos casi siempre, en el compañero o en la compañera de la vida intima, los reflejos de nosotros mismos.
Es natural que todas las conjunciones afectivas en el mundo se nos figuren como siendo encantados jardines, enaltecidos de belleza y perfumes, recordando libros de educación, cuyo prefacio nos eleva, con la exaltación de los objetivos por alcanzar. La existencia física, por lo tanto es proceso específico de evolución en las áreas del tiempo, y así como el alumno no obtendrá ninguna ventaja de la escuela si no pasa de los adornos exteriores del plantel en que se matricula, pues el espíritu encarnado ningún provecho tomaría del consorcio, en caso que pretendiese estacionarse en el éxtasis del noviazgo.
Los principios kármicos se desenvuelven con el tiempo. Pruebas, tentaciones, crisis salvadoras, o situaciones expiatorias surgen en la ocasión exacta, en el orden que se nos recapitulan oportunidades y experiencias como ocurre con la semilla que, debidamente plantada, ofrece el fruto a su debido tiempo.
El matrimonio puede ser precedido de dulzura y esperanza, mas eso no impide que los días subsiguientes, en su incesante marcha, traigan a los conyugues los resultados de las propias creaciones que dejaron atrás.
El cambio espera a todas las almas en los caminos del Universo, con el fin de que la renovación nos perfeccione.
La joven seductora que hoy nos fascina, para la comunión afectiva, en muchos casos tal vez será mañana la mujer transformada, capaz de imponernos dificultades enormes para la consecución de la infelicidad; sin embargo esa misma joven, fue en el pasado, en existencias ya transcurridas—la victima de nosotros mismos, cuando le infligimos los golpes de nuestra propia deslealtad o inconsecuencia, convirtiéndola en mujer temperamental o infiel que ahora nos cave relevar y rectificar. El joven distinguido que atrae presentemente a la compañera para los lazos de comunión más profunda, Probablemente muchas veces será el hombre cruel y desorientado, susceptible de contrariarla a cargar todo un calvario de aflicciones. Incompatible con los deseos de ventura que le palpita en el alma.
Ese mismo joven atractivo, fue en el pretérito—en existencias que ya ocurrieron—la víctima de ella misma, cuando desordenada y caprichosa le deterioró el carácter, metamorfoseándolo en hombre vicioso o fingido que le compete tolerar y reeducar.
Cada vez que amamos a alguien y nos entregamos a alguien, en el ajuste sexual, ansiando por no desligarnos de esa compañía, para después— sorprender con defectos y malos hábitos que antes no observábamos, es porque estamos al frente de Espíritu anteriormente dilapidado por nosotros, para herirnos justamente en la manera que la perjudicamos, en el pasado, no solo viene a cobrarnos el pago de verdaderas cuentas, mas sobre todo, a implorarnos comprensión y asistencia, tolerancia y misericordia, para que se rehaga con las leyes del destino.
La supuesta unión infeliz cesa; por lo tanto, como una cárcel de lagrimas para ser una correccional bendita, donde el espíritu equilibrado y afectuoso, lejos de abrazar la deserción, acepta siempre en lo posible, el compañero o la compañera que mereció y que necesita, con el fin de sanearse con la ley de causa y efecto, liberándose de las sombras de ayer para elevarse, en silenciosa victoria sobre si mismo, y para los dominios de la luz.
Emmanuel
El divorcio no pasa de ser un simple aplazamiento, en el que se dan tregua por algún tiempo, mientras que ese Espíritu irresponsable e inmaduro, tendrá que compartir experiencias con otras personas que en algo han tenido que ver, como también nuevas vinculaciones que para bien o para mal, se encuentra en su camino evolutivo.
La reencarnación nos ofrece múltiples oportunidades redentoras pero quizás una de las más importantes es el de solucionar los desafectos de orden sexual Ya hemos venido diciendo, que no importa cuanto tiempo se necesite, o cuantas reencarnaciones hasta trasmutar el odio en el amor sublime.
Gracias a esa maravillosa facultad de recordar fragmentos de existencias pasadas, hemos podido comprobar con mi esposa, que por lo menos fueron necesarias cinco reencarnaciones, para alcanzar un clima de entendimiento que nos garantice la culminación de nuestros compromisos kármicos.
Faltaban quince días para nuestro compromiso matrimonial cuando tuve un sueño en el que me vi como un oficial Moro, en una batalla a las afueras de un poblado Español mas o menos en el siglo XIV, según el paisaje, la indumentaria de mi vestuario y mis pertrechos.
Sufriendo una derrota del adversario, venia en retirada por una cañada abajo y al aproximarme a un puente muy parecido en su tamaño y diseño arquitectónico al histórico puente de Boyacá, observe un grupo de mujeres apostadas arriba, una de estas me delató ante el enemigo. Viéndome rodeado, desenvaine mi espada para batirme con ellos, prefiriendo morir en lucha antes que caer en una mazmorra.
Esta regresión o verificación del registro akásico me impresionó tanto, que en medio de mis oraciones pedí al creador me permitiera la repetición del sueño, para fijarme mejor en la Dama que me había divulgado. Como gracia Divina, unos meses después, se repitió la regresión en la que tuve la oportunidad de parar el video, en el momento exacto del señalamiento, descubriendo que mi delatora era la joven que había contraído matrimonio con migo. Mas luego, y en sucesivos sueños o regresiones, la encontré vinculada a mí, como conyugue, en un País Oriental, Turquía, en el viejo Oeste, y las ultimas dos aquí en Colombia. En algunas de estas existencia me vi como el infractor, y en otras viéndome abandonado o despreciado por ella. Venimos pensando que todo esto no haya sido injusto, pues tuvo que existir inmadures e irresponsabilidad mutua, que nos vinculó por largos siglos en la rueda de las reencarnaciones.
Los hijos
Los lazos consanguíneos no crean forzosamente los ligamentos entre los Espíritus.
El cuerpo procede del cuerpo, pero el Espíritu no procede del Espíritu por cuanto el espíritu ya existía antes de la formación del cuerpo. No son los padres quienes crean al espíritu del hijo; pues solamente les aporta para el involucro corporal, cumpliéndole no en tanto en el desenvolvimiento intelectual y moral del hijo, para hacerlo progresar.
Del item 8, cap. XIV, de El Evangelio Según El Espiritismo.
Entre las parejas, surge con frecuencia el problema del abandono, por la cual el compañero abandonado es condenado a la carencia afectiva
Criaturas integradas en la comunión reciproca, o en la separación de la una o la otra, provoca naturalmente en numerosas circunstancias, el colapso de las fuerzas más intimas en aquella que se vio relegada al escarnio o al olvido.
Es justo observar que toda criatura perjudicada posee el derecho de renovar esfuerzos para su propia recuperación.
Análogo principio prevalece en las conjunciones del sentimiento, siempre afectados y con fines determinados a propósito.
El compañero o la compañera menos apreciada en el círculo domestico detiene la facultad de rehacer las condiciones que juzgue necesarias a la propia euforia, con base en la consciencia tranquila.
No existen obligaciones de cautiverio para nadie en los fundamentos morales de la Creación. Un ser no dispone de regalías para abusar impunemente del otro, sin que la victima se vea espontáneamente libre de cualquier compromiso para con el agresor. Por eso en materia afectiva, si la unión sexual trae hijos al escenario terrestre, es razonable que las Leyes de la Vida reconozca la persona afectada para el permiso de restablecer la armonía vibratoria en su mundo emotivo, lógicamente dentro de la ética que sustenta la tranquilidad de la vida intima por lo tanto, esas mismas Leyes De La Vida, ruegan sin imponer, a las victimas de la deslealtad o de la prepotencia que no renuncien al deber de amparar a los hijos, notoriamente si ese hijo no alcanzase la pubertad que le trazara comienzos para la comprensión de los problemas sexuales que afligen a la Humanidad.
Sobreviniendo semejantes crisis, encuentra en el compañero retirado en desprecio una revisión criteriosa del propio comportamiento para verificar hasta que punto habrá provocado la agresión moral sufrida y en adelante se reconozca culpable o no, que ante todo se rinda, ala disculpa incondicional, ante el ofensor, fundiendo en el corazón los títulos tiernos que aya concedido al compañero o a la compañera de la comunión sexual en el titulo de hermano o hermana, a la vez que todos somos espíritus inmortales, ínter ligados ante Dios, a través de los lazos de fraternidad real de lo que aprenda el compañero moralmente damnificado que solo por el olvido de las faltas mutuas es que nosotros nos dirigimos a la definitiva sublimación y que ninguno de nosotros, los hijos de la Tierra, esta en condiciones de acusar en los dominios del sentimiento, por cuanto los virtuosos de hoy pueden haber sido los caídos del ayer y los caídos de hoy serán tal vez los victoriosos del mañana a quien tengamos tal vez de rogar apoyo y bendición.
Cuando la Justicia Eterna nos venga a abrir la inmensidad de nuestros débitos, acumulados en existencias que dejamos atrás, guardados en los archivos del inconsciente y del tiempo.
Hombres o mujeres en abandono, si tienen hijos pequeños, que se vuelvan por encima de todo para esas aves aun tiernas de la alimentación domestica, agasajándolas sobre las alas del entendimiento y de la ternura, por amor a Dios y así mismos hasta que se habiliten a los primeros contactos conscientes con la vida terrestre, antes de ser aventuradas a la adopción de nueva compañía; esto porque pueden usar la atribución natural que les compete, en lo que se refiere a posibles renovaciones, sin arriesgarse a agravar el problema de los hijos necesitados de amparo y sin complicar la propia situación frente al futuro.
Emmanuel
Cuando uno de los conyugues, o los dos en mutuo acuerdo determinan la separación, bien sea por intolerancia o por la ilusión de compartir su vida sexual con otra persona que le atrajo por sus dotes de belleza corporal, por el dinero o por cualquier otro motivo, tristemente no se piensa en el daño que se hace a sus hijos, pues por lo regular ellos son los mas afectados, siendo que el anhelo de estos, es el de estar junto a sus progenitores y sentir la protección de los dos. Se puede apreciar que lo más común, es que son las madres las mas opción nadas a encargarse del manejo y hasta la protección de sus retoños, pues muchas de estas son poseedoras de gran fuerza de voluntad responsabilidad y amor; virtudes ausentes en la mayoría de los padres que desertan del hogar. Queremos hacer salvedad en algunos pocos individuos que también luchan denodadamente por auxiliar a sus hijos cuando su conyugue les abandona.
Entre algunos casos conocidos, el que más nos causó admiración, fue el de un campesino acerrador que se encontraba confinado en lugar apartado y solitario de una montaña selvática, dos horas de camino a pie, de nuestro predio, a su humilde cabaña. Este fue abandonado por su compañera, pues esta desertó sola, dejándole a cargo cinco hijos; la menor de escasos cuatro meses de edad, y el mayorcito de apenas once años aproximadamente. A pesar de su rudo trabajo en el acerrío y algunas tareas agrícolas, distribuía su tiempo para los quehaceres domésticos y sin renunciar a su compromiso, logró criar a sus hijos hasta verlos adultos. Estos en la medida que se formaban iban emigrando hasta quedar totalmente solo; pues quienes en adelante le endulzaban la vida, fueron sus animales domésticos, en especial sus fieles perros.
Alteraciones afectivas
Los Espíritus de los Padres no ejercen influencia sobre los hijos después del nacimiento?
Una influencia muy grande, como decimos los, los Espíritus debe concurrir para el progreso de unos a otros. Pues bien! Los Espíritus de los Padres tienen por misión en sus hijos la educación, y para ellos es una tarea: si fallaren serán culpables.
Iitem n° 208 de El Libro de Los Espíritus
Es común que se realteren las condiciones afectivas, después que el navío de la unión se aparta del cáliz del sueño para la ampliación de las experiencias.
Se convierte entonces la experiencia en trabajo, y se desnuda en problemas que la ilusión ocultaba.
En muchos casos la dimensión de la ilusión permanece intacta; por lo tanto, en la mayoría de las posiciones, desminuye el calor en que se calentaba el matrimonio en los primeros días del consorcio.
Por lo tanto urge salvar la embarcación amenazada de zozobra, bien sea por el choque de las rocas ocultas de las dificultades morales o por el naufragio en las aguas muertas del desencanto.
Compañero o compañera, en los compromisos del hogar necesitan aprender en la escuela del amor, reconociendo que por encima de la conjución corporal fácil de concretarse, es urgente que la pareja se case en espíritu y día a día siempre en espíritu, para que no se inquieten al frente de las modificaciones ocurridas, pues a la vez toda afinidad correcta en las emociones del plano físico, evoluciona fatalmente para el vínculo ideal, a experimentarse en la ternura confíante de la amistad sin límites.
Ya extinta la hoguera de la pasión en la retorta de la organización doméstica, resulta luego el oro vivo del amor puro, que se valoriza, cada vez más de espíritu a espíritu, habilitando a la pareja para un mejor destino en la vida superior. Eso ocurre porque los hijos que surgen son igualmente piezas del matrimonio, comprometiendo al hogar a recrearse de manera incesante, en materia de instituto dirigido al trabajo de asistencia reciproca.
En principio el cariño en el que comulgan los dos, mas luego es repartido para mayor número de participes del núcleo familiar, y ese mismo núcleo de establecimiento casero, en muchas circunstancias, son los asociados de la dulce hipnosis del enamoramiento y del noviazgo,
Por lo regular, Espíritus vinculados al matrimonio, en ocasiones mas fuerte al padre o viceversa, en la vida Mayor se interesaban por la constitución de familia, en fase a las propias necesidades de perfeccionamiento y rescate, progreso y auto enmienda. Debido a eso, cooperaron en acción positiva, para la aproximación de los futuros padres. Aportando en casa, en los procesos de gravidez y de la cuna reclamando naturalmente la cuota de cariño y atención que le es merecida.
En toda comunión profunda del hombre y de la mujer en la formación del grupo doméstico, seguida de hijos para compartirles la existencia, hay que contar con la sublimación espontánea del impulso sexual, cabiendo al compañero y a la compañera que le colocaran en función adherir a los propósitos de la vida, que todo renueve para engrandecer y perfeccionar.
En cuanto frecuentemente seamos recalcitrantes, en la sustentación del amor egoísta, desvariado en exigencias de toda especie, poco a poco terminamos entendiendo que apenas el amor que sabiamente se divide, en bendiciones de paz y de alegría para con los demás, es capaz de multiplicar la verdadera felicidad.
Emmanuel
Hemos podido comprobar que aquellos hogares constituidos de gran responsabilidad paternal y maternal, debido al permanente contacto y relacionamiento con sus hijos, fructifican en verdadero cariño, respeto y armonía. Lo contrario ocurre con aquellos hogares bien abastecidos en que la suntuosidad es sobresaliente, empero los hijos están al cuidado de la empleada doméstica y en parte en las instituciones educativas, habiendo muy poco tiempo para el relacionamiento de padres e hijos.
Conquistar el amor de los hijos requiere de análisis permanente, comprensión y un poco de dedicación a ellos.
Es tan importante esto, que en el caso de hogares reorganizados en los que se incorporan a los hijos del conyugue o de la conyugue, o sea los "hijastros" que no son considerados como los hijos biológicos de uno de los conyugues, se les de el buen trato, que también reciben los del nuevo matrimonio; de esta manera se asegurará la armonía y la paz hogareña. Cuando sucede lo contrario debido a los celos, el egoísmo, la indiferencia y la parcialidad, solo se cultivan odios y resentimientos a corto y largo plazo, pues ni los hijos biológicos, los adoptivos o extramatrimoniales nos pertenecen, pues son prestamos de Dios nuestro padre, haciendo que todo el componente familiar de manera mutua, se convierta en instrumentos indispensables para la superación.
Hace dieciocho años, mis hijos eran adolescentes. Como sabemos, la adolescencia de los hijos por lo regular trae complicaciones para los padres, al colmo de causar decepción y desánimo.
Un día me sentí decepcionado; y en ese estado anímico me entregué al sueño.
En avanzadas horas de la noche, en estado proyectivo, observe a un individuo desencarnado que ejerce como médico en la espiritualidad, y cuya tarea es la de auxiliar en los procesos de des-encarnación; Yo estaba seguro de conocerle.
Traía un maletín en el que transporta el instrumental necesario para esos menesteres. Cuando lo vi llegar, comprendí que era para mí, esa atención médica. Sentí gran preocupación por esta inesperada visita.
Le pregunté!. –¿que viene hacer aquí?. El sonrió y respondió:
–usted anocheció decepcionado y cansado como padre de familia. Y como usted está viviendo una prorroga concedida por misericordia Divina, vengo a facilitarle su des-encarnación. Me dio mucho susto, y exclamé: –y mis hijos! ¿Qué irá a pasar con mis hijos? Nuevamente sonrió y respondió: ¿entonces si entiende que tiene deberes y tareas que cumplir aún con la familia?. Y habiendo dicho esto, se retiró. Comprendí entonces, la importancia de llevar hasta el final el compromiso familiar, y también comprendí que no estaba preparado para la des-encarnación.
Desajustes
"Sed indulgentes, mis amigos, por cuanto la indulgencia atrae, calma, surge, al paso que el rigor desanima, aparta e irrita",
Del iten 16 cap. X de " el Evangelio según el Espiritismo".
Es común observarse que el casamiento provisor repentinamente adolece.
Se desvela en la mala interpretación de los cónyuges en la rutina de lo cotidiano. Conflictos, molestias, desniveles, fallas de formación y temperamento.
En ciertos lances de la experiencia, es la mujer que se consorcio acreditando encontrar en el esposo el retrato psicológico del padre, a quien se vinculó desde el principio; en otros, es el hombre a exigir de la compañera la continuidad de la genitora, a quien se unió desde la vida fetal.
Ocurre, por eso, que el matrimonio es una quiebra de amarras a través de la cual el navío de la existencia larga el cáliz del muelle de los lazos afectivos en que, por mucho tiempo, yacía apoyado. En el viaje, que inician los dos, el compañero y la compañera se revelarán, uno al frente del otro, tal cual es y como se encuentran en la realidad, evidenciando, en toda la extensión, los defectos y las virtudes que, por ventura cargan. Desajustes y inadaptaciones que acostumbran alimentar, amenazando la estabilidad de la embarcación doméstica, arrojando al navegar en las aguas de la experiencia.
Es razonable que se convoque el auxilio de técnicas capaces de sanear las lesiones del barco en peligro, como sean médicos y psicólogos, amigos y consejeros, cuya contribución se revestirá siempre de inapreciable valor; entretanto, al desenrollar obstáculos y pruebas, el conocimiento de la reencarnación ejerce encargo de importancia por trazar a los interesados, nuevo campo de observaciones y reflexiones, impeliéndolos a la tolerancia, sin la cual la re-armonización provoca siempre más lejos.
Hombre y mujer, usando la clave de semejante entendimiento, pasan mecánicamente a reconocer que es preciso desvincular y renovar sentimientos, empero en bases de comprensión y serenidad, amor y paz.
Urge percibir que el "no"de la comunicación afectiva no opera a fusión de los dos seres que lo constituyen.
Cada pareja, en el ajuste, continúa siendo un mundo para si. Y no siempre las características del uno se afinan con el otro. De ahí la conveniencia de la mutua aceptación, con la obligación de la mejoría del compromiso. Para eso, no bastarán providencias de superficie. Hay que internar el raciocinio en consideraciones mas profundas para que las raíces del desequilibrio sean arrancadas de la mente.
Aceptación, al problema. Forzoso admitir al compañero o a la compañera como son o como se alejan en la embarcación doméstica. y hecho eso, se inicia la obra de la edificación o de la reedificación recíproca.
Es obvio que conclusiones y actitudes no se imponen en el campo mental; por lo tanto, no se arrepentirá quien se disponga a estudiar los principios de la reencarnación y de la responsabilidad individual en el propio camino.
Se obtiene de la vida lo que se le da, se coge lo material del plantío.
Habitualmente, el hombre recibe a la mujer, como la dejó y en el punto en que la dejó en el pasado próximo; esto es, en las estancias del tiempo que se fue para el continuismo de la obra de rescate o de elevación en el tiempo de ahora, sucediendo lo mismo referentemente a la mujer respecto al marido.
El compañero desorientado, enfermo o infiel, es aquel hombre que la compañera, en existencias anteriores, condujo a la perturbación, a la enfermedad o a la deslealtad., a través de actitudes que lo segregarán en deplorables estados compulsivos; y la compañera en esas condiciones, consubstancia necesidades y pruebas de la misma especie.
Sea cual fuere el motivo en que el tedio se fundamente, recorran los compañeros imantados en mutua asociación en el hogar al apoyo recíproco más profundo y más intensivo. Con eso, estarán en justa defensa de la armonía íntima, sin castigar el propio cuerpo. Y se reeducarán, sin hostilizar los que, por ventura, les demuestren afecto, mas acogiéndolos, no mas en la condición de cómplices de las aventuras deprimentes, a que se rendirán en otrora, y si por hermanos queridos, con que podemos fundirnos, en espíritu, en el más alto amor espiritual.
Emmanuel
Tedio en el hogar
""pregunta ___¿ una vez que los Espíritus simpáticos son inducidos a unirse conyugalmente, en algunos casos, frecuentemente sólo de una parte hay afección y sincero amor y sin embargo se ve acogido con indiferencia y hasta con repulsión?"
Como es posible, que la mas viva afección de dos seres pueda cambiar en antipatía y hasta en odio?".
Respuesta__¿ no comprendéis, entonces, que eso constituye una punición, aunque pasajera? Después, cuantos acreditan amar apasionadamente, porque apenas juzgan por las apariencias, y que, obligados a vivir con las personas a quien aman, y no tardan en reconocer que solo experimentarán un encantamiento material, sensual? No vasta una persona estar enamorada de otra que le agrade y en quien supone bellas cualidades. Viviendo realmente con ella, es que podrá apreciarla. Tanto así que, en muchas uniones que en el principio parecen destinadas a nunca ser simpáticas, después de haberse conocido y estudiado bien, acaban por consagrarse recíprocamente en un duradero y eterno amor, porque registran mutuamente la estima y los valores; no se olvidará de que es el Espíritu quien ama y no el cuerpo, después de disipada la ilusión material, el Espíritu viene a ver la realidad.
Hay dos especies de afecciones: la de la carne y la del alma, cuando pura y simpática, la afección del alma es duradera; efímera la del cuerpo. De ahí bien que, muchas veces, los que juzgan amarse con eterno amor pasan a odiarse, hasta que la ilusión se deshaga."
Item n° 939 del "El Libro de los Espíritus"
Entre muchas parejas de criaturas comprometidas en los ajustes del corazón, el tedio aflige, recordando ácido inesperado, asediando la vida en común.
Algunas veces, es el compañero que se arroja en la indiferencia, otra es la compañera a la frialdad o al abandono.
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