Finalmente, al llegar al lugar esperado, todos los enfermos de diversas patologías mentales, estaban sentados con las manos entre las piernas, por orden de la directora Alejandra que aun creía en dicha fe, aun cuando esta se desboronaba todos los días ante la indiferencia de su melancólico corazón.
Por otra parte, la única ventaja fue que los psiquiatras enfermos del alma, y ansias de enloquecer el mundo, mantenían dopados a los participantes de la gran misa en honor al dios eclesiástico. Por ello, parecían no representar peligro para los pocos enfermeros que tenía de planta el sanatorio mental, mucho menos para Madeleine Isabella, pues ella estaba adentro de una cabina blindada que tenía vidrios de máxima seguridad, la cual se usaba de vez en cuando para los casos de emergencia. Entonces como quien busca el signo del amor y la pasión en muchas mujeres, Roger comenzó la misa en nombre de todos los santos, sus huestes y señores.
De repente, sus ojos se llenaron de sangre, las ventanas se hicieron trizas, el fuego le cubrió el cuerpo y algunas legiones salieron de su voz, las cuales decían: "Oh almas incrédulas, por las llaves enoquianas os conjuro para que sirváis a mis deseos, nada os impide para que me sigáis y quememos juntos la parroquia, en la cual servía por interés, para ello, destruid todo lo que halléis a vuestro paso".
Inmediatamente los dementes se levantaron como si fuesen ángeles de la noche, golpearon a los enfermeros, rompieron los muebles del lugar y armaron cruces, luego entonces crucificaron a los enfermeros en memoria del lenguaje enoquiano. Algo que no pudieron hacer con la directora Alejandra, pues esta corrió hasta la cabina, entro y se amparó contra el pecho de Madeleine.
Después Roger llamo a la parroquia y le pregunto a Valentina como marchaban las cosas, a lo que ella respondió que mejor de lo que esperaban los feligreses, pues el sacerdote Juan era un excelente ministro. Entonces el comprendió que se trataba de Cofla, pues el espíritu inmundo se lo susurro al oído.
Finalmente, el sacerdote Roger salió a la calle acompañado de los cuerdos o locos, dementes o sabios, con tan buena suerte que hallo estacionado el bus de una funeraria, que tenía en la parte de atrás algunos litros de gasolina de contrabando que habían sido traídos de la república bolivariana, unos cuantos fósforos y cigarrillos.
Así pues, intento encender el bus al cruzar los cables del sistema eléctrico, con la fortuna o la desgracia de haberlo logrado después de varios intentos.
Ya en camino hacia la parroquia, la ansiedad le hacía sudar las manos, el pecho y la frente, pero no era suficiente para lograr detenerlo en su intento por quemar la iglesia, y al joven ingeniero de sistemas que lo había metido en tantos problemas. Por ello, aceleraba a fondo, , pues la noche parecía llegar a su fin.
Entre tanto, Cofla caminaba por la iglesia totalmente desconsolado, parecía un alma en pena, pues no se hallaba así mismo en esta vida. De repente por cosas del destino, se cruzó Valentina por su camino, pues ella quería informarle de la llamada de Roger, sin embargo antes de contarle, le pregunto si le pasaba algo, a lo cual él respondió: "Creo que sí, al parecer he perdido la fe, pues no hay más camino que la humillación y la resignación, porque he descubierto que el mundo es la mentira más grande que nunca jamás alguien haya sido capaz de crear".
Entonces, por algo contrario a la situación real de los hechos, Valentina al no conocer el por qué el supuesto sacerdote estaba así, le dijo: "No eres el único, yo me desilusione hace algunos meses, cuando descubrí que las iglesias evangélicas más grandes de Colombia y que operan en Bogotá, son empresas de la fe, lugares de manipulación para el engaño de las almas incautas, la venta de siembras, pactos, semillas, y todo lo que en nombre del dios dinero puedan vender. Pero gracias al cielo conocí a una dama que se llamaba Madeleine Isabella, la cual me enseñó a creer en el Dios invisible, en un evangelio reformado que se halla lejos de la manipulación conductista de la psicología y el marketing organizacional, y heme aquí, trabajando tranquila, y con paz en mi corazón."
Por ello, el ateo, no logrando contener el llanto le dijo con dolor y aflicción: "Me haces recordar a un buen amigo, su nombre es John, un poeta que no ha logrado salir de la pobreza, porque en la tierra de nadie los escritores se mueren de hambre, pero al fin y al cabo, él vive tranquilo con la mendicidad que ofrece el Estado colombiano a sus más grandes pensadores". Después la abrazó y le confeso: Cuanto hubiera deseado conocer una mujer con tus cualidades, sin odios y vacíos, no como aquella que dejo en mi tantas cicatrices.
Pero lo que tiene un principio, tiene un fin. Dado que, los vidrios de la iglesia se comenzaron a romper por las piedras que venían de la calle.
Mientras una voz luciferina gritaba a las cuatro de la mañana, joven aun, arderas en el infierno, pues mis aliados te quemaran vivo, abre pues las puertas para no tener que hacerlo por la fuerza. Por ello, Cofla comprendió que había llegado su hora, y gritando le respondió al anciano: "Puedes venir a matarme, viejo infeliz, instrumento del mal, aliento de leviatán, cuando quieras puedes venir". Entonces el anciano dio la orden, así los hombres y mujeres que con él habían venido desde el sanatorio mental, comenzaron a empujar las puertas que se balanceaban como débiles péndulos de la física cuántica.
Finalmente, Valentina volvió en sí, y le dijo a Cofla que subiera al segundo piso de la iglesia y huyera por los tejados, que ella trataría de hacer entrar en razón al anciano. El cual le dijo que no iría sin ella, por ende, salieron corriendo de prisa hasta llegar al tejado, así pues comenzaron a caminar suavemente para no quebrar las tejas de barro y matarse al caer. De repente cuando los jóvenes miraban por donde saltar para escapar de los malignos que los querían quemar vivos, una daga atravesó la espalda de Cofla, y este cayo de rodillas mientras miraba a Valentina con lágrimas en sus ojos, así tratando de respirar le dijo a la bella mujer: "Gracias por brindarme los consejos más nobles, buenos y samaritanos que jamás haya podido escuchar, he aprendido a tener fe, ahora quiero morir para ver ese mundo en el cual crees, y que pertenece a Cristo".
Entre tanto, el anciano se burlaba, encendido en ira, alegría y locura, mientras gritaba fuerte, te pude matar, también lo hare con esta zorra, al dirigirse hacia ella, Madeleine Isabella le grito: "Suelta el arma, la policía te apunta, pues declare que tu habías matado a los enfermeros". Sin embargo, el creyendo que era un broma, se abalanzo contra Valentina, pero antes de poder herirla, las balas atravesaron su pecho.
Así pues, la noche se desvaneció, mientras los embrujos de las tinieblas, cubrían de sueño profundo, los ojos de la durmiente latina y la tierra de nadie.
Mientras los embrujos de las tinieblas cubrían de sueño profundo, los ojos de la durmiente latina y la tierra de nadie, el escenario escalofriante de los cuerpos muertos se aferraba al nuevo día, las hipótesis de los especialistas iban y venían de par en par, los chismes de las gentes incultas divagaban al interior de las casas, y el morbo de la exhibición aumentaba con el pasar de las horas.
Finalmente, la policía y los organismos mediocres de investigación, lograron reunir a los familiares de Cofla, el sacerdote Roger, la directora Alejandra, la secretaria Valentina y la psicóloga Madeleine Isabella, a tal punto que la realidad material, les permitió a los consanguíneos de los difuntos preguntarse a sí mismos: ¿Por qué vine yo a nacer para presenciar la tragedia final? Que destino fatal empujo a nuestros amados hacia el precipicio tenebroso de la muerte ancestral? Por su parte, los parientes de los vivos exclamaban ¡Gracias al cielo, porque el prodigio funesto de la nada, fue indiferente a los que ahora respiran del nuevo día.
Sin embargo, el proceder investigativo que niega toda posibilidad al luto y el dolor, se hicieron presentes de inmediato, pues las acusaciones de las autoridades, se acrecentaban como flechas que cortaban el tiempo y el espacio en pequeñas estrofas, además de la disputa entre los parientes de los muertos y vivos, que no lograban comprender las contradicciones de la vida, porque semejante a las iglesias que tienen doble puerta, una de ellas reúne a los seres vivos para llorar a sus muertos, la otra, los convoca para que acompañen a los enamorados que se entregan en casamiento.
De repente la policía y las autoridades competentes comenzaron a intimidar a las mujeres sobrevivientes, al decirles que debían guardar silencio de todo aquello que supieran sobre la vida, las acciones o planes de Roger y Cofla, esos seres vivos que se volvieron una cosa más, un objeto carente de conciencia o voluntad, pues de lo contrario: las secuestrarían, torturarían y les quitarían la vida, además hacerlas pasar por guerrilleras en la escala de los falsos positivos, por ello, les aconsejaron huir a un país donde las letras no fueran desechadas, como se hace en la tierra de nadie, de lo contrario el Estado justificaría sus muertes.
Entonces Alejandra, Madeleine Isabella y Valentina, hallándose atemorizadas por las sentencias declaradas, se miraban a los ojos sin saber qué hacer, pensar o decidir, porque si bien tenían fe y creían en algo superior, se preguntaban así mismas, si en realidad existía un fatídico nudo entre Dios y el animal, dado que, el ser humano parecía blasfemar la divina gloria, a través de las acciones criminales que se ejercían en pos de la pretendida democracia en la tierra de nadie.
De repente Alejandra comenzó a temblar, a transpirar frio, a dudar de todo mientras se sumergía en la angustia, pues el mundo que conocía había llegado a su fin, el principio era nada, la nada era fin, el fin era morir en la tierra de nadie, o vivir lejos de sus seres amados en la tierra de algunos, en esa España carcomida por la corrupción, y la división política de pequeñas mafias que siempre lograban hacerse al poder al igual que en Latinoamérica durmiente.
Por ello, Madeleine Isabella tomo el cabello de Alejandra entre sus manos, y le dijo: "Doctora respire profundo, son tres mundos los que se desboronan como pompas de jabón, y que dejan de existir cuando la sonrisa en la piel termina de florecer, quizás juntas podamos salir adelante, pues yo tampoco logro comprender si la traidora libertad desato la tempestad, o si el destino del mañana nos encerró en sus grandes misterios". Alejandra volviendo en si, como quien mira una virgen, sonrió, no sin antes responderle: "Mi bella niña, aun eres joven, yo no, pues tengo cuarenta años, ya no soy doctora, muchos menos una profesional, todo ha terminado, se lo ha tragado el mismísimo infierno". Con un suspiro la psicóloga exclamo, ¡Doctora siempre seremos lo que fuimos, así nuestros títulos hayan sido invalidados, preocupémonos por la pobre Valentina, la más joven entre nosotras, las más confundida, y divagante estrella que jamás haya presenciado!
Si, la secretaria Valentina experimentaba esquizofrenia, pues la magia del instante se había roto, ese misticismo fugaz no pensaba en ella, porque le negaba la esperanza, mientras la sumergía en la débil tentación del suicidio incondicional, sin saber, si el paraíso social representaba el poder criminal que encierra consigo la existencia humana, esa presencia misteriosa que manifiesta las sombras del terror.
Sin más ni menos, retos o metas, éxitos o fracasos, la joven salió corriendo y se arrojó contra un automóvil, el cual careciendo de conciencia o voluntad, se desvió de forma violenta contra un árbol, y así, quebrándose rápidamente por pequeños pedazos, que se conjugaban con los gritos de Valentina que experimentaba al interior de su vientre, que tal vez ella era una sierva del mal, a un antes de nacer.
La tragedia anunciada por los hechos, acontecimientos o sucesos, se hizo carne, virtualidad, materialidad física y emocional, pues el joven conductor no había muerto, solo padecía cual moribundo, siembra del pecado o deseo fatal de la vida que lo cruzaba con el antes, el ahora y el después de verbos espacio-temporales de una realidad enajenada de bondad, porque los malos eran dueños de la vida, y los mejores de la nada, ya que fallecían pronto o eran traspasados al más allá por manos del Estado en la tierra de nadie, pues el gobierno odiaba a los mejores.
Así pues, cuando el terremoto de los segundos inicio su curso, Valentina corrió de prisa hacia el vehículo, mientras el conductor se arrastraba afuera del auto, entre tanto ella se negaba la posibilidad de moverlo, por ello, le pregunto: ¿Cómo te llamas? Eres capaz de perdonarme? A lo que él respondió: mi nombre es James, y por supuesto que te perdono, quizás desde que estuve en Adán, de inmediato se desmayó o perdió la conciencia, por fortuna, diligencia o como le quieras llamar, Alejandra había llamado a una ambulancia, pues Madeleine Isabella sumergida en su "yo" freudiano a penas salía del asombro.
Con la llegada de los paramédicos, el joven fue conducido hacia el hospital más cercano, mientras las sobrevivientes rogaban al cielo que el moribundo no fuera víctima del famoso paseo de la muerte, pues en la tierra de nadie se viajaba en las ambulancias con los accidentados o enfermos por toda la ciudad, a fin de cobrar el doble, sin interesar que fallecieran, ya que el valor del centavo o el dólar eran mayores al de la vida, esa vida hecha mercancía por los políticos y empresarios del país de la miseria, cual paraíso en recursos naturales y energéticos, era para los pocos, no para los muchos o millones que nacieron para perder, ser nada o nadie, vivir para subsistir y a penas abrazar los sueños que jamás llegarían a ser realidad.
Al desdibujarse el cuadro melancólico y dramático, Alejandra y Madeleine cogieron con bastante fuerza a Valentina y le pidieron que se calmara, respirara profundo y fueran a beber unos cuantos capuchinos italianos, para decidir cuándo viajar a España, aprovechando que ya no exigían la famosa visa.
Al llegar al Bar tertulia, la agonía que provocaba la acidez estomacal aumentaba sin cesar, pues era hora de la verdad, no más excusas, por ello, era valioso indagar que hacer, como, para que, cuando, de qué forma, etc. Condiciones del ahora, del presente y futuro, porque se trataba de morir para siempre en la tierra de nadie, donde los jueces y fiscales se habían constituido en los peores criminales de la historia, o limpiar en España los inodoros de los establecimientos que recibían a los borrachos y rameras tanto en el día como en la noche, pues sus títulos académicos habían perdido vigencia, ahora no eran más que obreras en busca de patria.
Es decir, la sombra del pecado y su pretendida felicidad, representaban la ruleta rusa de la existencia, porque si eres pobre, hoy puedes estar arriba, mañana abajo en la miseria o pobreza, si eres rico el mundo tienes a los pies, ya que los sueños son sueños hechos realidad, pero si eres pobre, los grandes sueños, son engaños y fantasías esquizofrénicas de la mente, falacias contradictorias que te hunden en tu condición social, pero nada más pobre que ser rico con la miseria y desdicha ajena, decía Alejandra mientras miraba y rosaba sus manos entre sí.
Madeleine Isabella: Doctora, es verdad, pero pensemos pronto, rápido y ahora, dado que, la policía ya nos tiene amenazadas, si algo nos pasa, como en la tierra de nadie no existe presupuesto para investigaciones en materia de criminalística, dirán lo que siempre dicen: "La muerte de las damas o caballeros fue una venganza pasional, así se lavan las manos, logran excelente reputación y alcanzan la credibilidad ajena de los zombis que ven o escuchan las noticias nacionales".
Valentina: Si doctora, por favor, con lo que le paso a Cofla y al Sacerdote Roger, tengo miedo que en la tierra de nadie, los empresarios y políticos puedan hacernos daño, por eso, prefiero limpiar inodoros en España que dejar de existir, y no volver a contemplar la voz, la imagen y razón existencial de mis seres amados.
Alejandra suspirando, miro a las jóvenes y les dijo: tienen razón, no queda más opción que Madeleine y "Yo", hagamos uso de nuestros ahorros para que las tres podamos viajar a España tratando de vivir algunos años en la informalidad, siendo seres clandestinos, en el mundo que respiro por primera vez cuando el acento de su creador así lo quiso.
Así las mujeres se condujeron hasta sus respectivos hogares, tratando de explicar la situación trágica de sus días, pues los grandes poderes aplastaron la tristeza de los seres, cuando reconocieron, que la pérdida del Edén resulto en la grandeza del infierno luciferino que giraba sin Dios, ni ley, esa imagen degradada que no volvería a la nada. Por ello, ya no tenían valor las noches de amor, y las estrellas cariñosas de Pombo, ya que todo había quedado atrás, el mundo ya no era lo que un día fue, la virtualidad lo había convertido en el signo de los tiempos que marcaba la era de los demonios, cuyos cuerpos eran humanos.
Al día siguiente, la mañana que resplandecía se mezclaba con las almas inocentes de aquellos que nacían de los cuerpos ajenos de sus padres, cual buitres siniestros o mascotas de vampiros que anhelaban que el día se apagara para siempre, trajo consigo una vez más, la angustia, el momento de confrontar a los familiares, seres de carne y hueso metidos en hondos laberintos, o razones insuficientes de vivos que por desgracia o gracia, fueron tomados del arcilla.
Entonces la madre de Alejandra le pregunto el por qué no estaba preparada para salir a trabajar, como era la costumbre, ella respondió: "Madre bella, no tengo que volver al centro psiquiátrico, pues me ha salido una propuesta grande y mucho más interesante, con altas retribuciones económicas, todo pago, y no en Colombia, sino en Europa". Valla, hija me dejas sin palabras, no sé qué decirte, desde que eres madre soltera es la mejor noticia que podido escucharte, pero me preocupa el tiempo, y tus dos hijos, cuanta falta les puedes hacer a ellos y a mí.
– Alejandra: Con lágrimas en los ojos dijo: no te preocupes, es tan solo un año, te
aseguro que nada les hará falta, ten fe preciosa madre, todo saldrá bien, por ahora debo alistar maletas, pues el pueblo español por mi espera.
Entre tanto, la ternura vaga del tiempo existencial del Ser viviente seguía su curso, por ello, Valentina debía ofrecer explicaciones a su madre, cuyo nombre era Cecilia Naranjo Mojica, pues ella, si bien estaba esperanzada en el posible futuro glorioso de su hija, no dejaba de dudar, que tanta dicha conllevara a tragedias inesperadas para la vida de su frágil doncella.
Sin embargo, con lágrimas y el corazón entre sus manos, suspiro y aferrándose a las noches pálidas, miro la triste luz azulosa que entraba a través de las cortinas del poeta José Asunción Silva, mientras cerraba sus ojos para pedirle al Padre Eterno que guardara los pasos de su hija, para que ella volviera sana y salva a su casa, ese diminuto trozo de tierra donde los pobres escondían grandes anhelos existenciales, que nunca llegarían a ser un hecho, realidad, o materialidad.
Al terminar la oración abrió sus ojos, entonces Valentina la tomo de sus manos y noto el bizantino esmalte que adornaba sus uñas, luego exclamo: "Mujer virtuosa, tu que entonas las sagradas liras, que cuidas de tus hijos cual rebaño de ovejas escuchan tus consejos, que piensas en los húmedos abismos que pueden atrapar a los tuyos, te digo; no temas, el Eterno guardara mis caminos, por ende, mis deseos jamás habitaran en la Torre de babel". Que así sea, respondió su señora madre, y mirándola fijamente pronuncio: qué esperas, alista las maletas.
De repente la melancólica huella del adiós inesperado, la ceniza de las ilusiones, y las primeras rosas de la juventud destinadas a marchitar, llenaban de tristeza el corazón de Madeleine Isabella, la cual pensaba en su interior a donde irían a parar las ilusiones perfumadas de sus padres, cual jinetes galoparon al ritmo de su generación para lograr educarla y forjar en ella, el follaje espeso del estudio social e intelectual que le permitiera interpretar el signo de los tiempos.
Sin embargo, el momento era en el ahora, el después o nunca, así pues, opto por el presente continuo, y caminando hasta el cuarto de estudio de su padre, miro la puerta mientras le temblaban las manos, coloco sus palmas sobre la madera fría intentando transmitir su tristeza, pero ya de nada servía intentar morir en el mar de los lamentos, o despertar a la diosa Atenea, pues todo parecía estar perdido.
Al tomar un leve aliento, el cristal se rompió, el día mágico se evaporo, los íntimos deseos y los murmullos que producían las alas de las luciérnagas, golpearon con suavidad en la puerta, así, el padre de familia volvió del mundo de las letras, aterrizo en la extraña cotidianidad, y quitando los rayos de plata de sus ojos, pregunto ¿Quién? A lo que el silencio, y la apariencia de la nada le hicieron pensar que se trataba de su pequeña, porque para él, siempre lo seria, pues en su Ser, ella nunca había perdido la inocencia angelical que un día la colmo de arrullos.
Orlando: Madeleine Isabella, sigue amor, que necesitas, entra y cuéntame, al instante la joven radiante ingreso al aposento, y fijo su mirada en los miles de libros que parecían manzanas rojizas que se disputaban entre sí por ser degustados, y al compás de una bella sonrisa, le expreso a su padre que anhelaba dialogar con él, como era la costumbre.
Así pues, sin más preámbulo la joven exclamo: "Padre si los deseos carnales de la humanidad nos permitieran adivinar el curso natural de nuestro destino, quizás podríamos corregir los pasos que nos conducen a nuestras tragedias, intervenir en la danza nocturna, y así luchar contra el despojo de nuestros castillos soñados, edificados y perpetuados, por el pretendido anhelo de ser alguien, una mancha social o el carácter simbólico del tiempo".
Orlando: Cariño, ¿Cuéntame que te ha pasado, porque estas afligida, no amas aquello que haces, o el lugar de trabajo se ha convertido en locura, rutina y escasez de nuevas sensaciones para tu alma joven?
Madeleine Isabella: No padre mío, todo lo contrario, las cosas iban bien, todo marchaba adecuadamente, sin embargo, la musa traidora de la noche nos dejó caer en los tentáculos del Estado corrupto, que de siglo en siglo ha patrocinado las guerras y el narcotráfico para financiar sus campañas políticas, sin pensar en el valor de la vida, porque para ellos, es una mercancía más, un artículo barato y desechable, porque en la tierra de nadie, la vida no posee valor alguno cuando se trata del fin económico, y el estatus político. Por estas razones, ahora soy víctima
del gobierno infernal, tal como lo han sido y lo son millones de compatriotas.
Entonces mientras tomaban unas cuantas copas de vino dulce, la psicóloga le narro a su padre todos los hechos y acontecimientos, además de las amenazas en su contra.
Por ello, Orlando analizando la niebla del pasado, y las injusticias memoriales que nunca fueron juzgadas, porque los magistrados de la Corte Suprema, aceptaron que algunos presidentes, políticos, procuradores, fiscales generales, integrantes de las fuerzas militares y de inteligencia, cometieran todo tipo de genocidios, siempre y cuando recibieran una parte de la ganancia económica, y un ascenso en los cargos públicos. No se extrañó para nada del destino fatal hacia el cual el gobierno había empujado a su pequeña princesa.
Así pues, tratando de ocultar las fuerzas del silencio, los murmullos del mundo ideal, y las tristezas místicas de los ensueños que se encriptaban así mismos antes de amanecer, animo a su hija, y le expreso que estaría dispuesto a enviarle dinero para que no padeciera mucho en la tierra ajena de las letras, entre tanto, ellos buscarían la forma de reunirse con ella en España, para dejar atrás la tierra de nadie, y no volver a ella, pues nunca fueron parte de esta, porque al parecer nacieron allí por accidente.
Como era de esperarse los días se hicieron horas, las horas minutos y estos últimos, segundos, por ello, el adiós reunió de nuevo a las tres mujeres, las cuales se aferraban entre sí para no desmayar, mientras el avión despegaba rumbo al espacio, tiempo y lugar incierto, ya que la España gloriosa había quedado atrás, pues la crisis económica del año 2008 que destruyo las ilusiones de los nacionales y extranjeros, perduraba hasta el 2016.
Claro está, lo único que en realidad les haría falta eran sus familiares, dado que, no dejaban atrás un gran futuro, todo lo contrario; se alejaban de un Estado sumergido en la crisis financiera, producto de la corrupción en las épocas de bonanza, un territorio sometido arbitrariamente al incremento de impuestos, crecimiento de la inflación, escalamiento excesivo del IVA, y todas aquellas tragedias anunciadas
para el año 2016, es decir: era mejor vivir en España que en la tierra de nadie.
Porque: ¿Quién extrañaría al vivir con todos sus familiares en tierra extranjera, un país cuyo gobierno nunca logro hacer una reforma agraria, social, económica, educativa, judicial, laboral y del sistema de salud, que negara la barbarie, la esquizofrenia y el atraso de la nación, como consecuencia de la gestión que ejercieron los zánganos del poder ejecutivo, legislativo y judicial, durante los diversos gobiernos? Nadie, a no ser que formara parte de aquella decadencia.
Finalmente, cuando el avión llego a su destino oficial, las mujeres aprovecharon para preguntar a los pasajeros donde podrían alojarse en su calidad de turistas, a lo cual respondieron; si señoras, tengan esto presente: A cada cerdo le llega su sanmartín, por ello, una pareja de españoles algo enojados les dijeron a sus conciudadanos, estas damas vienen a invertir en turismo, no a robar vuestros trabajos, dejad a un lado la envidia, dejad a otros vivir y gozar de su vida finita.
Pareja: Ya que estáis en el Aeropuerto Adolfo Suarez Madrid – Barajas, que según los anuncios está situado en el noreste de Madrid a 12 kilómetros del centro, podéis aprovechar que es temprano para que visitéis lugares hermosos como son: El Palacio real de Madrid, La Puerta del Sol, La Plaza de Oriente, La Plaza Mayor y el Arco de Cuchilleros, La Gran Vía, La Plaza de España, La Plaza de Colón, El Paseo del Prado, La Plaza de la Lealtad, La Plaza de Cibeles, La Plaza de Santa Ana, El Barrio de La Latina, El Madrid de los Austrias, La Plaza de la Villa de París, Plaza Mayor de Madrid, Palacio Real, Catedral de la Almudena y San Francisco el Grande, vista oriental, El Palacio Real, El Edificio Metrópolis, La Catedral de la Almudena, Basílica de San Francisco el Grande, La Puerta de Toledo, Casino de la Reina, Fábrica de Tabacos, El Palacio de las Cortes, El Teatro Real, El Banco de España, El Hotel Palace, El Convento de las Salesas Reales, etc. Claro está, necesitáis de varios días para que logréis contemplar estos lugares.
Entonces las mujeres mirándose entre sí, llegaron a la sana conclusión que su futuro incierto no sería nada fácil, y que por ello sería mejor utilizar dos semanas para disfrutar de unas pequeñas, pero merecidas vacaciones en la famosa tierra de Madrid, dado que, después tendrían que vivir en lugares pobres y marginados.
En seguida, abordaron un taxi para llegar al centro histórico de Madrid, como quien se llena de hermosas ilusiones y enjambres forrados de ilusiones, cual instante negro, frío, plateado o luminoso, los kilómetros se hacían cortos, pues todo era nuevo, nada conocido, algo fuera del tiempo habitual en la tierra de nadie.
Al llegar al Palacio Real de Madrid, buscaron un guía turístico que les informara sobre las tarifas referentes al patrimonio histórico y cultural, a lo cual les explicaron que la tarifa básica más la exposición, era de 11 euros, pero que si gustaban la tarifa conjunta con el Museo Reina Sofía, oscilaba en 14 euros, además de aconsejarles que aprovecharan que se hallaban en el mes de enero de 2016, puesto que pronto subirían todas las tarifas de acuerdo al incremento del salario mínimo nacional.
De este modo al pagar sus entradas, ingresaron al Palacio Real de Madrid que de acuerdo al expositor era la residencia oficial del rey de España, pero que en realidad no era habitado por los reyes, por ello, Alejandra vacilaba en el interior de su alma, si dicha afirmación no representaba una contradicción muda y sombría de sonetos, conjugaciones lógicas y gramaticales en el presente continuo, porque para ella, era la residencia del rey, o no lo era, y ese cuentico de reyes no le parecía digno de la tierra de las letras, pero sí de la ingenua Inglaterra que hacía de una pobre anciana de carácter burgués, una diosa, flaca, débil y sin sentido racional del Ser.
Después el experto afirmo que en realidad el Palacio de la Zarzuela era la residencia oficial del rey de España, ese individuo que en la apreciación personal de Madeleine Isabella, constituía el odio primaveral e histérico de los ojos pobres y marginales de aquellas generaciones que se perdieron en el abismo profundo de la crisis económica, entre tanto, parecía ser amado, adorado y petrificado por el rapaz corazón de aquellos capitalistas, empresarios, banqueros y financistas que lograron aumentar sus riquezas en tiempos de escasez.
Pero nada de esto interesaba, pues el Palacio Real era el más grande de Europa Occidental, además de poseer un poderoso patrimonio histórico y artístico.
Por ende, entre una y otra explicación, se movieron de un lado para otro como un péndulo que desalentaba y hacía temblar las piernas de las mujeres, pero que a su vez las llenaba de intrigas, porque les parecía bastante estética la planta baja que conducía a Real biblioteca, Real Botica, Real Armería, etc. Y qué decir de la planta alta que permitía apreciar la Escalera Principal, el Salón de Alabarderos, Salón de Columnas, Salón de Gasparini, Salón de Espejos, Salón del trono, Sala de la Corona, entre otros.
Una vez terminado su recorrido, indagaron en varios hoteles no muy cercanos al centro histórico de Madrid, diferentes tarifas de hospedaje que favorecieran sus bolsillos, y las posibles visitas a lugares históricos que podrían realizar si eran cautas en el uso del dinero, pues a precio de Euro, las cosas se complicaban un poco.
Llegada la noche, de turno en turno las tres mujeres se bañaron, se colocaron ropas cómodas, decoraron la uñas de sus manos y pies, hablaron, rieron y finalmente apagaron las luces de la habitación. De esta manera, la musa del sueño, la Pachamama de los tiempos remotos, y las pupilas inciertas de Alejandra y Madeleine Isabella, se fundieron en el mar de los ensueños.
Entre tanto, Valentina continuaba despierta, preguntándose así misma: ¿Qué será de tres mujeres en tierra ajena? Con la compañía de padres o hermanos, no sería mucho más fácil afrontar esta trágica situación? En algo nos favorecería la presencia masculina? No es triste llegar a un país incierto dependiendo de dos mujeres, como si yo fuera un parasito? Cuando volveré a ver los ojos de mi madre, sentir su piel y hallar su respiración?
Luego se giró sobre su cama y miro hacia la ventana, tratando de catar la voz injuriosa de la vida, el ronroneo del jamás, la algarabía del poeta o el libre pensador, además del recio amor de la noche ebria, que se estrellaba contra la ondas cristalinas del sueño impotente que no lograba arrullar sus ojos, pues la quietud del jardín romántico del día vivido, yacía bajo las ruinas de la belleza nocturna que galopaba sobre los misterios del azar, o el favor eterno.
Al día siguiente, después de un sabroso desayuno, la magia ritual del universo cósmico hacia divagar a las mujeres, porque de repente se hallaban caminando por una plaza denominada: La Puerta del Sol, la cual en palabras de algunos residentes se podría remontar al siglo XV, correspondiendo a una cerca que rodeaba la ciudad de Madrid, además de ostentar en su entrada un sol que apuntaba hacia el levante. Por otra parte, este lugar es muy conocido por limitar con la estatua del Oso y el Madroño, el reloj de la Casa de Correos donde resuenan las campanas de fin de año, y el Kilómetro Cero, el cual es el comienzo de las carreteras radiales de España.
Sin embargo, después de un breve recorrido, el recuerdo venenoso del hambre se hizo presente, porque el discreto olor de las comidas yacía en la distancia, por ello, Alejandra les dijo a las damas que fueran a comer algo para poder recobrar fuerzas, pues el día aún era bello y joven, cosa que no se podría decir de sus años azotados por el viento primaveral de los jardines románticos, pues ella se sentía vieja, no porque lo fuera, pues era semejante a perfume de media noche, una blanca luna o un glorioso nirvana, simplemente así lo pensaba, porque no podría volver a ejercer su profesión.
Una vez que tenían el estómago contento, o la mente embriagada por haber saciado el hambre, decidieron volver a la Plaza de Oriente, para fotografiar la estatua ecuestre de Felipe IV, que había sido diseñada en bronce, y que a su vez ostentaba el título de haber sido la primera en el mundo que podía sostenerse en pie sobre sus dos patas traseras. Al llegar allí, Alejandra, Madeleine Isabella y Valentina, contaban chistes entre sí, reían y trataban de disimular la tortura interna, la ansiedad y la angustia que les provocaba el catastrófico porvenir, porque el atardecer y el indeciso dolor de los aposentos vacíos, señalaban que los días se iban agotando y con ellos el dinero, porque el testigo de la rosa, y la fresca boca de las jóvenes que aún no habían sido besadas apasionadamente, reconocían que la tierra de nadie que abrigaba las drogas, la indigencia y la delincuencia, parecía ser mucho más económica que el nebuloso cristal de las letras.
Quizás, cinco o diez recuerdos alcanzaron a fotografiar, cuando de repente; el azar tiro los dados en el azul tapete de la noche, porque las manos flacas y la burla irónica que juega con las vidas, raparon del brazo de Alejandra, la cámara que llevaba colgando en el viejo estuche de color carmesí, si así fue, las robaron en pleno centro histórico de Madrid.
Entre gritos, locuras y lamentos, don León De Greiff, un anciano poeta, les aconsejo tener paciencia y resignación, pues nunca más volverían a ver la cámara, ya que por el hecho de ser turistas colombianas, hijas de un país periférico y arrodillado ante el gran imperio, las autoridades no harían mucho al respecto, además les afirmo que sería peligroso para ellas colocar la denuncia, pues los cómplices de los criminales podrían estar muy cerca.
Claro que sí, tiene razón amable señor, respondió Madeleine Isabella, mientras trataba de consolar el afligido corazón de Alejandra, pues había perdido una cámara profesional bastante costosa, pero esa es la realidad, y nada se puede hacer, pues España tambien posee lugares sumergidos en la gran pobreza y la marginalidad, como consecuencia de la falta oportunidades y equidad.
Sin embargo, el vértigo, la caída, la piedra y el molino que cambia aire por harina, era para la doctora Alejandra como el Ser narrado por el poeta Cote Lamus, el cual anhelaba el miedo que le permitiera usar su voz como fuente de perfume, a fin de quitarle sueño a los días, pues en cierta manera así podría sepultarlos para siempre.
Por ello, con el dolor de haber perdido su cámara fotográfica y de video, se postro de rodillas y lloro amargamente, porque al parecer la suerte estaba en su contra.
De este modo, Madeleine Isabella que se hallaba muy triste por dicho suceso, experimentaba el calor del fuego que se mezclaba con la ira y la impotencia, ya que las palomas blancas que reposaban en las miradas angelicales de los buenos, no brillaban como antes, pues los pájaros negros de las miradas siniestras los habían vencido en el juego del azar, pero nunca en la eternidad.
Entonces como quien recobra sus fuerzas, vuelve sobre las huellas del presente, o simplemente abraza de forma apasionada el páramo de la realidad, Madeleine Isabella exclamo: ¡Doctora Alejandra, para mi usted sigue siendo una jefe, y una excelente gerente, recuerde por un instante que en España al parecer se vive mejor que en Colombia, pues hace poco escuche en las noticias de la tierra de nadie, que una bella mujer a la que le diagnosticaron una grave enfermedad, había sido víctima de las acciones mafiosas de las EPS, ya que le reprogramaron una cirugía tres veces, y a causa de la negligencia administrativa de tipo burocrático falleció al norte de Bogotá, y para colmo de males, el cadáver de dicha heroína permaneció tendido en el piso, en la calle, por más de siete horas, ante la mirada indiferente y maligna del Estado, la Policía Nacional y el CTI que pertenece a la Fiscalía General de la Nación, al considerar que no era digna de misericordia, por su bajo estrato social!
De repente el silencio inmóvil se estremeció, el frio mármol de la quietud se apaciguo, porque la carne, sangre y vida de Alejandra, se cubrieron de fuego inmortal, esperanza tras esperanza, ambiente moribundo, cojines reclinados en la nada, agotamiento triste y existencial, voz de poetas, callar en laberintos de Jorge Isaacs, ya no puedo, pensaba el alma teatral de la bella dama, pues el soberbio prodigio turbulento del tiempo funerario, no andaba, no vagaba, solo reposaba, parecía desmayarse, soñarse así mismo en el trágico lamento, en el abismo terrenal de la paz incierta, pero anhelada, mientras las palomas del lugar la hacían volver en sí.
Finalmente, con los ojos aguados, suspiro y abrazo a Madeleine Isabella, mientras le susurraba al oído, gracias, gracias, tus palabras no mienten, quizás en España en materia de salud, no nos traten como perros o mendigos, aun cuando seamos extranjeras.
Entre tanto, Valentina, la más joven, semejante al Ser ausente que ignoran los poetas, aprendía en el silencio, e interpretaba diversas sensaciones en la selva de cemento, pues el mundo no era más que edificios y corporaciones bancarias.
El frio hielo que borraba los senderos de las sombra, en aquella ruta de nunca sabremos nada, si no avanzamos, hizo que la chispa avivara las carnes, pues Valentina, expreso a las damas: Por el poeta Barba Jacob, sigamos adelante, aún faltan varios lugares por recorrer, tengo entendido que existe un lugar llamado "El Arco de Cuchilleros en la Plaza Mayor".
Las cuales percibiendo la ingenuidad, inocencia y ternura, se llenaron de gracia, al ver a la joven en forma de niña, porque al parecer para Valentina las tragedias no eran más que una aventura, un juego en el que perder o ganar no marcaba la diferencia, pues se trataba de vivir y disfrutar, no de amargar los días de la corta y fugaz existencia.
En seguida, las damas abandonaron el drama, limpiaron sus ojos, y cogiendo a valentina de la mano, se fueron como hermanas, al llegar allí, comenzar a preguntarles a los transeúntes el por qué este lugar se llamaba así, los cuales las miraban como bichos, cosas raras, entes demoniacos, incluso uno de ellos les dijo: "Agachar el lomo", nada o será regalado, seguid insistiendo.
Entre insistencias y solicitudes fallidas, al fin un hombre español de 35 años de edad, sensato, culto e ilustrado, decidió narrarles algo breve a las damas, de esos caballeros de antaño que el tiempo revive, los conserva y les permite respirar los nuevos aires, según el joven; el Arco de Cuchilleros fue una obra de Juan de Villanueva, un arquitecto español que trabajaba modelos neoclásicos, es decir; un arte filosófico, revolucionario y marcado por los aires innovadores de la racionalidad estética, que intentaba recrear modelos antiguos de la arquitectura.
Sin embargo, su nombre procede de la Calle de Cuchilleros a la que da salida, pues en dicho lugar existieron talleres de cuchilleros que diseñaban artículos para los carniceros de aquel entonces, pero como es el orden natural de las cosas, esos seres no son más que narración e historia, claro está, en el presente continuo tenemos diversos restaurantes y bares, entre ellos, el Sobrino Botín, según los Records Guinness, el Sobrino B, es el restaurante más antiguo del mundo.
Al finalizar su relato, el español que se llamaba Jesús María Rincón, dijo a las mujeres: Si no os molesta y no tenéis afán, os puedo invitar unos cuantos vinos y unos deliciosos jamones en las Bodegas Ricla, porque para mí, no es común hablar con mujeres extranjeras, y vosotras me parecéis buenas mujeres.
Entonces las damas se miraron entre sí, luego respondieron unánimemente que solo por esta vez, porque apenas eran las dos de la tarde, y el hambre acosaba sus vientres, al llegar al sitio indicado por el nativo, el español solicito vinos y alimentos, entre tanto, las mujeres en medio de murmullos y secretos expresaban su dicha, pero a su vez estaban temerosas de caer en manos de un loco o un demente.
Luego, cuando el español Jesús María Rincón llego de nuevo a la mesa, pidió permiso a las mujeres para sentarse, las cuales mediante gestos consentidos afirmaron que por supuesto, una vez que estaba cómodo, les pregunto cómo les parecía Madrid, cada una respondió de acuerdo a sus criterios personales.
De repente, Valentina pidió permiso para ir al baño, a llegar al sitio, rompió en llanto, porque su madre y sus hermanos le hacían falta, además del recuerdo de su padre que se reflejaba en los ojos del español, pues ella había quedado huérfana a los siete años de edad, pero tratando de no dañar el momento, se lavó el rostro y aprovechando que no se había maquillado ese día, lo secó y salió de nuevo.
Como nadie noto el dolor de la joven, después de unos cuantos vinos, y ricos jamones, la conversación entro en ambiente, ya que las tres mujeres se sentían a gusto con el noble español, pues muchos ciudadanos de Madrid habían sido groseros e incluso morbosos con ellas, pero este hombre era distinto porque no desviaba la atención hacia él, tampoco trataba de conquistarlas, solo contaba chistes sanos, y les narraba algunas historias de su país.
Cuando la tarde llego a su fin, entrada la noche, y el cielo trataba de esconderse entre los árboles, la moderada embriagues de las damas, fue una de las iniciativas para que el español o agente secreto llamara un taxi, lo pagara y las enviara al hotel, al llegar a su lugar de alojamiento, durmieron plácidamente.
Al día siguiente, un pequeño rayo de luz color violeta advertía del engaño, pues Madeleine Isabella considero por unos instantes que los borrachos pretendían ocultar sus penas en la figura trágica del alcohol, dado que, la borrachera parecía el rincón oscuro del café, la ciega locura de los artistas que vagan por el mundo entero de gira en gira, y pensando en las palabras del poeta Luis Vidales, recordó que nadie jamás ha visto el viento, pero cree interpretar su dirección. Pues ella trataba de entender algo de lo cual había participado aquella noche, porque de manera curiosa, por un momento olvido sus dolores.
Luego, se levantó de prisa, se ducho, vistió, salió de hotel y compro algo de comida rápida para ellas y sus amigas, pero al llegar, las hallo dormidas, entonces opto por leer uno de los libros más anónimos, desconocidos y despreciados en la tierra de nadie, el cual se titulaba "Existencialismo poético para enamorarse de la eternidad", cuyo autor era John Melo, su joven tío.
Al leer la introducción sonrió, porque recordó a su tío, un hombre de personalidad extrovertida, pero que en ocasiones era extremadamente serio, un creyente en Jesucristo, pero un tanto existencialista, porque su vida se quemaba como obrero del sistema global, el cual considera a los seres humanos como artículos, y mercancías que tienen menor valor que los bienes y servicios que se fabrican, ya que una botella de vino fino comprada por los presidentes, es mucho más cara que la vida de los hombres.
Después de una hora, Valentina y Alejandra despertaron, y que sorpresa tan grata, las recibió la vida con alimentos, los cuales son cuestionables por motivos de salud, pero que por razones de tiempo fueron la primera alternativa, así pues, al terminar de lavar sus dientes y arreglar un poco su apariencia, desayunaron juntas, hablaron sobre el episodio del día anterior, y llegaron a la conclusión de ir a caminar para mirar anuncios y ofertas de trabajo en la ciudad de Madrid.
Dado que, la magia ritual que forma el dinero es limitada para los pobres, es un engaño, una falacia productiva, y un mecanismo para preservar la servidumbre mundial, de este modo, siempre existirán ricos y pobres en los gobiernos humanos.
Unas cuantas horas después, las mujeres hallaron en un centro comercial de Madrid, un letrero cuya frase escrita era la siguiente: "Se necesita vendedora con amplias capacidades de servicio al cliente", al instante la doctora Alejandra les dijo a las jóvenes que si les parecía correcto, ella se postularía para el cargo, porque la necesidad ya comenzaba a llevarlas contra el oscuro rincón de la realidad social, porque si no recibes ingresos económicos, la eterna persecución de la mendicidad se aumenta gradual y porcentualmente, además la frustración carcomería sus carnes.
Entonces Alejandra llamo al número telefónico y fue citada para las dos de la tarde, como era casi el medio día, ella les expreso a las damas que iría a vestirse para la ocasión, y que aprovecharan para disfrutar la tarde de Madrid, reír un poco y quizás conocer gente amable.
Al salir del centro comercial vieron a un hombre que repartía volantes para invitar a los ciudadanos a presenciar un debate político sobre la realidad nacional de España, para su gran sorpresa era Jesús María, de tal modo que la psicóloga Madeleine Isabella se acercó hasta él, y con gran carisma le saludo, este un tanto emocionado e impactado correspondió de igual manera.
Sin más espera, el español le dijo a Madeleine: "Vosotras podéis asistir, porque ahora muchos son cabeza de turco, entonces en el debate podremos acusar o defender las causas, por ello, veréis que cantaremos las cuarenta a todos y todas, pero no sé si este tipo de eventos sean de vuestro agrado apreciadas damas".
Madeleine Isabella sin titubear afirmó que iría con gusto, porque si bien no conocía las problemáticas internas de España, podría asociar las injusticias sociales de la patria de las letras, con los sucesos de la tierra triste, porque las conocía más que nadie, pues ella había presenciado como su padre había aportado a la cultura colombiana con más de ciento noventa textos académicos en diferentes áreas, aun con una obra denominada "Poética de la Durmiente Latina", y paso a la historia del anonimato, porque el Estado y el Ministerio Nacional de Educación, eran entes mediocres casi en su totalidad, pues todo lo resumían a mafias y elitismo.
Sin embargo, para no dejar a Valentina en la total soledad, se despidió del español, y tomando de la mano a su amiga se desvaneció entre la defensa que ahora hacia de alegría, y entre suspiros pensaba si la noche caminante traería consigo el hondo valle del amor, la ansiedad, el cariño y la confianza masculina del joven español que brillaba opacamente en su interior, porque el vigor de aquel pensador, parecía estar a favor de quienes siempre serán el tapete para los pies de los amos y señores del mundo.
Luego Valentina le pregunto a Madeleine, si ella podría acompañarla, pues aun cuando tales asuntos no eran de su interés, no le disgustaban los debates políticos, ya que le parecía curioso ver a hombres o mujeres discutir entre sí, y apasionarse por cosas que casi nunca llegarían a ser realidad, pues en el barrio en el que vivía con su divina madre, había presenciado cada cuatro años las falsas promesas de las políticas públicas que se traducían en corrupción y abandono.
Mientras tanto, el tiempo envolvía a la doctora Alejandra, la cual trataba de escoger las palabras correctas para no caer en contradicciones, dado que, no sabía cómo explicar que anhelaba trabajar en España si estaba en calidad de turista, pero tales cosas no fueron excusa, ni pretexto para llegar a tiempo.
Ya en el lugar indicado, después de las 2:30 de la tarde, la hicieron seguir a la oficina de la administradora, la cual al verla se dijo así misma, es una mujer madura, pero tiene bella presencia, quizás sirva para la ventas.
Administradora: Buenas tardes señora Alejandra, observo que sois extranjera y que tenéis algo de experiencia en ventas, pero las referencias de vuestra hoja de vida están desactualizadas, además es conveniente saber si tenéis todos vuestros documentos en regla, pues combatimos la ilegalidad.
Alejandra: Buenas tardes, tiene toda la razón, soy extranjera, vengo de la tierra de nadie, tengo experiencia en ventas, así mismo un espacio en la hoja de vida por algunos años, porque me dedique a mis dos hijos, pero por cuestiones personales deseo iniciar mis actividades laborales.
Administradora: ¿En calidad de turista pretendéis trabajar, acaso ignoráis que apenas se os otorga 90 días para permanecer en el país, a no ser que tengáis aprobación por una mayor tiempo?
Alejandra: No señora, no lo ignoro, lo sé, pero apenas llevo ocho días en Madrid, y por desgracia me hospede en un hotel bastante sencillo a fuera de la capital, como quisiera salir a conocer el centro histórico de Madrid, deje mis pertenencias y saque lo necesario para el día, al volver al hospedaje algunos objetos y todo el dinero que traía, me fueron hurtados.
Pero por cuestión de dignidad propia, no me ve usted llorando o suplicando, ya que puedo ganar honestamente el pan con el sudor de la frente, además conseguirá lo necesario para volver a la tierra de nadie.
Administradora: Señora Alejandra, verdaderamente tenéis motivos para buscar trabajo, tambien habéis explicado todo con decencia, y sin molestia en vuestro rostro, por lo tanto, seréis contratada temporalmente, si pasáis el periodo de prueba de una semana, recibiréis un contrato por dos meses y medio, después mirare como me las arreglo para buscar otra empleada.
Por ahora, ve a descansar, el lunes os esperamos a las nueve de la mañana, por favor, no olvidéis vestir ropa formal o elegante, porque como observáis, vendemos ropa exclusiva para mujeres y hombres de la alta clase social, no para mendigos o pobres, pues difícilmente estos arrastrados podrían comprar nuestra ropa, quizás tendrían que trabajar un año para ello, decía mientras se burlaba de los marginales.
Alejandra, si señora, si Dios permite aquí estaré.
Al salir de aquel infierno y de la presencia de la mujer que le extendió la mano, pensó para sí, él porque la vida la obligaba a trabajar con un Ser plástico, arrogante y apegado a las riquezas de los iluminati, aquellos demonios con cuerpo de hombre o mujer. Pues se cuestionaba, si ella habiendo sido humilde con sus empleados, amable y respetuosa, no debía recibir lo mismo de la vida. ¡Pues no! respondía la vida, Los ricos serán dioses de los pobres y de sus hijos hasta que mueran.
Ya en la calle miro hacia el horizonte, pensando en el amor y las llamas que al unirse arrojan dulces gotas de vino, tuvo sed, porque quiso beber a Madrid, al considerar que en la tierra de nadie, hubiera tenido que lavar los baños de los ricos, porque en Colombia no se perdona los espacios laborales en las hojas de vida de los criados, o nacidos en casa para servir a sus amos.
Entonces Alejandra cogió su celular y llamo a Madeleine Isabella, cuando esta le contesto, ella no la dejo hablar, pues estaba tan emocionada de no haber tenido que caer más bajo, que inmediatamente le dijo: me contrataron, tengo una semana de prueba mi niña querida, estoy emocionada porque el dinero que aún tengo nos podrá servir para obtener una vivienda en arriendo mientras logramos definir nuestra situación legal en el país.
Madeleine: Me alegra, me haces muy feliz con tus excelentes noticias, si Dios permite pronto saldremos con Valentina a supervisar que trabajo podremos hallar para nosotras, por ahora, nos tomaremos dos semanas más de descanso, no te preocupes Alejandra bella, que por el momento asumiré los gastos de Valentina, así mismo, espéranos en el centro comercial que vamos en camino, no tardamos.
Entre tanto, un español de cuarenta y dos años de edad, que había salido de aquel negocio de ropa elegante donde Alejandra estaba presentando su entrevista de trabajo, se acercó a ella y pregunto:
¿Dama, podéis hacerme el amable favor de decirme que hora es? Alejandra: Claro que sí, con mucho gusto, son las 3:00 de la tarde.
Español: Sois muy cortes, tambien observo que vuestro acento es extranjero. Alejandra: Si señor, soy de Colombia.
Español: Para mí es un gusto, es la primera vez que hablo con una colombiana, además de contar con la suerte de contemplar la dulzura de vuestros ojos.
Mi nombre es José Naranjo, a vuestro servicio, con respeto y admiración. Alejandra: Gracias, muy amable, mi nombre es Alejandra.
José Naranjo: pensáis que es una molestia que os invite a tomar un capuchino italiano, que barbaridad, puede tener nombre italiano, pero es español porque lo preparan en casa.
Alejandra: Señor me avergüenza abusar de su confianza, además en el momento estoy esperando a dos amigas colombianas, quizás en otra ocasión.
José N: Esta bien, no os preocupéis, si tenéis cosas importantes que hacer no os molesto más mi amable señora, pero si no, sería un privilegio invitar tambien a vuestras amigas para hablarles un poco de España.
Entonces mientras el silencio del mar meditaba en el interior de sus almas, y el sol desnudo los hacia arder de curiosidad el uno por el otro, aparecieron las jóvenes mientras susurraban en sus oídos, mira el pretendiente de Alejandra, no debe estar preguntando algo, de que hablaran, etc. Hasta que finalmente llegaron cerca, saludaron amablemente; buenas tardes señor, y mirando a la nueva Alejandra, la joven Valentina expreso: la veo muy bonita señora, resplandece, Madeleine aprobó diciendo, así es, muy divina, hermosa, te ves maravillosa.
De repente la ceniza del cielo, la tarde desnuda y el ímpetu rojizo de las mariposas, recordaron que un hombre estaba presente, por ello, Alejandra dijo a las mujeres: les presento al señor José Naranjo, una persona con la que dialogaba mientras ustedes llegaban.
José N: Buenas tardes señoritas, para mí es un gusto socializar con damas de otro país, es la primera vez que hablo con mujeres colombianas, tal como le contaba a vuestra amiga, la señora Alejandra. Por otra parte, no pretendo incomodar, pero si vosotras aceptáis, os invitaría a beber unos capuchinos españoles, además de llevaros a comer la mejor paella del mundo.
Las mujeres en silencio, con rostros blancos como la nieve, ojos como fuertes y vigorosos jardines, labios como brisa de mar, y cabellos como fuegos que se mezclan con leones, meditaban que hacer, hasta que Alejandra, dijo: aceptaremos,
pero en otra ocasión invitaremos nosotras.
En ese instante el español les dijo a las damas que lo siguieran, mientras él y Alejandra continuaban con su amena conversación, tras unos minutos y para sorpresa de ellas, el recorrido finalizo, ya que el centro comercial que contaba con cincos plantas, niveles o pisos de altura, ofrecía a sus visitantes una plaza grande de bebidas y comidas españolas, lugar representativo del país, pues allí se reunían cocineros profesionales de todas las ciudades.
Por ende, el español les hiso ingresar a un restaurante que se llamaba "El castillo de Aragón", un sitio hermoso, culto y agradable, entonces acomodo a las damas mientras solicitaba a los meseros el servicio especial, cuando estos llegaron a la mesa, les dijo: traedme un botella de vino de La Rioja Alta Gran Reserva 904 2005, y en platos individuales Extra-grandes, cuatro paellas de la casa.
Al ir en busca del pedido, el español les dijo: Como podéis observar os he traído a un lugar seguro y ameno, pues las cámaras de vigilancia graban todo, además es menester tener mucho cuidado en España, porque si bien es la puerta de Europa, tambien abundan asesinos, psicópatas y ampones, como en cualquier lugar del mundo, lo digo para que tengáis mucho cuidado, y quizás porque a mi edad, nos hacemos más paternalistas.
Sin embargo, dejemos a un lado el drama, y mejor os aconsejo que estéis listas para comer, porque ya vienen en camino los meseros.
Cuando adornaron la mesa con los platos y el color del rojo rubí del vino sagrado, el español expreso a las damas que por favor brindaran antes de comer, las cuales un poco asombradas por el derroche y la bella atención, en aprobación levantaron sus copas y las chocaron con toda la delicadeza del caso.
Como era de esperarse, ninguna comió al instante, por ello, el español comenzó a disfrutar del banquete, así las ayudo a entrar en confianza, a tal punto, que media hora después experimentaron una leve sensación de indigestión, pero nada grave, todo lo contrario, el placer de la rica paella y el vino fino, hacían que la ocasión fuera algo inolvidable.
Al finalizar la comida, las mujeres agradecieron al español tanta atención prestada, el cual les expreso: a vuestro servicio y merced.
Pero como aún les quedaba vino, siguieron dialogando tendidamente, en esos instantes, el español les pregunto si visitaban a familiares o eran turistas, ellas respondieron que solo viajaban para conocer España, y quizás por fortuna lograr vivir en el país, porque en la tierra de nadie, la barbarie, la corrupción y la indolencia habían llegado a su límite.
José Naranjo: Apreciadas damas, me alegra que penséis bien de España, pero en nuestra tierra, el Presidente Mariano Rajoy y su gobierno no están lejos de vuestra realidad nacional, porque al parecer han logrado hundir al país en la ignorancia, desconocimiento, pobreza, divisiones políticas, corrupción pública, y pésimas negociaciones financieras, a tal punto, que el gobierno de España en la actualidad son los bancos y Rajoy simplemente es el capataz que les obedece, elementos de juicio que han sido mencionados por hombres respetables como es el caso de Julio Anguita.
Alejandra: Muchas gracias por informarnos sobre la situación de España, pero con todo respeto no creo que sea tan radical como en Colombia, pues en la tierra de nadie o la tierra de los extranjeros y multinacionales, existe un lugar ancestral llamado la Guajira, donde más de 5.000 mil niños Wayúu han muerto por física desnutrición o hambre, pareciendo una novela de ciencia ficción, pero claro, el gobierno de Juan Manuel Santos entre el año 2015 y 2016, niega que esto sea verdad, como lo hacía el presidente y gestor de los Falsos Positivos y de la violencia armada, ligada a los crímenes de Estado.
Es decir: En Colombia la vida de los niños y niñas, hombres y mujeres, tiene menor valor que las mercancías, el oro, petróleo, carbón, y otros tantos bienes y servicios, lo que indica que el amor por la riqueza pertenece a una categoría más alta que la propia vida, la dignidad y la humanidad.
José Naranjo: Me dejáis sin palabras, para mí es bastante catastrófico e irracional que los niños fallecidos por hambre, sean un número más de vuestras estadísticas, no sabía eso, os lo prometo.
Pero no os imagináis que desde la crisis económica que ha padecido nuestro país desde el año 2008, más de 13 mil españoles entre los cuales se encuentra niños y niñas, se quedaron sin techo, educación, salud, trabajo y esperanza, por ello, en algunas ciudades como en el caso de Valencia y Melilla, las personas han hecho largas filas por años para poder comer, sobrevivir y no morir de hambre.
Razones suficientes para deciros a vosotras mis apreciadas damas, que nuestra España se encuentra casi en la total miseria, a no ser que 3.000.000 millones de niños en pobreza, no sean un alarma creciente de la corrupción y el signo de la decadencia del narcotráfico financiero, y de carácter legal que nuestros grandes políticos defienden, a excepción de unos cuantos hombres honorables y valerosos. Una muestra fiel y viviente de lo que os vengo diciendo, es que entre el año 2012 al 2015, en España se detuvieron aproximadamente 7.141 individuos por casos de corrupción, lo cual es sinónimo de la miseria política del país.
Una vez que el español José Naranjo termino de hablar, Alejandra observo que Madeleine Isabella estaba sumergida en sus propios pensamientos, mientras el viento de sus ojos martillaban las campanas de sus oídos, y el paisaje rojizo de su boca, la obligaba a que expresar acordes de música y dulzura serena, por ello, dijo:
¿Madeleine quieres aportar algo a lo que venimos diciendo?
Madeleine: No lo sé, la conversación que han emprendido es bastante amena, y escuchar este tipo de cosas o sucesos me hacen reflexionar, a la vez me llenan de tristeza, porque parece que el destino malévolo de la sociedad ira de mal en peor. De este modo, el silencio se hizo profundo, pálido y encrucijado en sí mismo, hasta que el español expreso: Os digo que estoy de acuerdo con vuestra amiga, te escucharemos con atención, por ello, entre suplicas y caritas tiernas por parte de Valentina, Madeleine decidió hablar.
Madeleine: En mi concepto la corrupción pública en la tierra de nadie, es una consecuencia natural del exceso de poder e inmunidad política, de la que gozan los gobernantes durante su mandato y después del mismo, a tal punto que han logrado que el poder ejecutivo, legislativo y judicial, se postre de rodillas ante sus pies, bese sus manos como si fueran dioses, guarden silencio y complicidad.
Por ejemplo: Gaviria sumergió a Colombia en la privatización, aparte de ello, no es nada raro que durante su historia política más representativa, hayan dejado de suspirar la ternura del nuevo día, grandes personajes nacionales, como en el caso Galán y Pizarro, lo cual pudo haber sido una consecuencia indirecta o directa de aquellos hilos invisibles que posicionan presidentes a su antojo.
Otra muestra de inmunidad e impunidad, es el caso denominado proceso 8.000, durante la trayectoria política de Samper, el cual se concibió como una novela de ciencia ficción, por ello se archivó dicha historia como era esperarse por parte del poder hereditario, luego entonces surgió la total y absoluta negligencia, durante la función pública de Pastrana, y que decir de Vélez, el cual en su afán de venganza, no pensó que gestionar la maldad, sería dolor y tortura para el pueblo colombiano, y que algún día políticos como Gustavo Petro e Iván Cepeda, le recordarían sus presuntas acciones.
Por ende, cuando los presidentes logran arrodillar al poder ejecutivo, legislativo y judicial, de una nación, los políticos imitan la misma conducta por generaciones, hasta que finalmente; la corrupción se vuelve el aposento del gobierno central.
Eso es todo, no quiero hablar más de esos temas.
Alejandra: Pienso igual, no hablemos más del tema, pues me deprime esa realidad funesta del siglo XX y XXI, en la cual el poder hereditario de las mismas mafias políticas y financieras, hunden a los países en las hambrunas y guerras, buscando establecer el Nuevo Orden Mundial, a fin de poder reinar para siempre, omitiendo que Dios les cobrara cada acción después de la vida terrenal.
En ese preciso momento, en el tiempo de Madrid, el consenso llego a la conclusión de finalizar el tema, y pasar a cosas mucho más bellas.
Aprovechando la situación, el español pidió permiso y se dirigió al baño.
Pasados unos minutos ingreso al restaurante un hombre de abrigo negro, gafas de color café y barba prolongada, y sin medir distancias se acercó a las mujeres y les dijo: no se muevan o les disparo aquí mismo, salgan rápidamente conmigo, y suban a la camioneta del frente, pues ustedes no escaparan de la tierra de nadie con sus eternos secretos.
Entonces, como quien representa el grosero papel del villano, José Naranjo que regresaba del baño, tomo su arma y le disparo al criminal, mientras llamaba a los refuerzos la camioneta desaparecía, no sin antes quemar las llantas contra el pavimento, al acercarse al hombre que agonizaba en el suelo, observo como apretaba un botón para detonar la carga explosiva que llevaba sobre su pecho, por ello, rápidamente jalo a las mujeres para que volvieran en sí, y les grito corran, corran, bajen las escaleras y no se detengan, este moribundo tiene una carga que está programada para estallar en dos minutos.
Al continuar con los gritos de alarma, las mujeres hicieron como él les había mandado, así mismo los clientes y trabajadores del lugar, tres pisos más abajo, vieron como el español pasaba por su lado y les hacía señas de seguir bajando, al instante, un ruido aterrador paralizo el tiempo mientras volaban trozos de cemento, madera y vidrio, hasta que poco a poco la calma comenzó a menguar el suceso, y las autoridades llegaban al lugar, mientras la sensación de la muerte se disipaba en los cuerpos de las damas.
Después de unos minutos Madeleine Isabella cayó de rodillas, rendida, llorando, cubierta de polvo, humo, confusión y desolación, entre lágrimas y agradecimientos al Dios de sus padres, porque gritaba: Gracias eterno Señor, porque por el amor de tu hijo Jesucristo estamos vivas, gracias porque los malignos no lograron destruir la vida que tú nos regalaste, seas bendito por la eternidad, perdóname, perdóname.
Valentina por su parte gritaba como una demente, al ver las sombras del fuego escurrirse entre las paredes solitarias del tiempo, y fortaleciendo las palabras de Madeleine Isabella, le decía a la doctora Alejandra, señora estamos vivas, no estamos muertas, vivimos porque a Dios le plació salvarnos, brindarnos nuevas oportunidades para cambiar, ser mejores personas, y buscarle de corazón.
Entre tanto, el español aferraba a la doctora Alejandra contra su pecho, consentía su cabello y le susurraba al oído, no temáis, todo saldrá bien, es mejor dejar este lugar, no es prudente seguir aquí, por ello, la abrazo e hizo señas a las mujeres para que salieran.
Al llegar a la calle, tres hombres del grupo Merito del bloque de contrainteligencia del gobierno español, se presentaron ante José Naranjo y le dijeron: Comandante tuvimos que dar de baja a los delincuentes que huían en la camioneta, os pedimos excusas porque no logramos descifrar que la comunidad del anillo perteneciente a Colombia, fuera a enviar un kamikaze para eliminar a las mujeres.
José Naranjo: Por culpa de vosotros casi asesinan a las mujeres, como podéis servir a nuestras fuerzas militares siendo tan negligentes, que sería de mí si los bellos ojos de Alejandra se hubieran apagado para siempre. Sin embargo, habéis trabajado arduamente desde que ellas llegaron a nuestra tierra natal, haced todos los trámites judiciales mientras hablo con ellas.
José N: Mis apreciadas damas, unos periodistas de vuestro país, nos enviaron una carta informándonos todos los acontecimientos que os convirtieron en víctimas, y de qué manera tan injusta ahora os persiguen, por saber cosas que no os convenía saber, por ello, fuimos destinados a protegeros en nuestra tierra, para que nadie os lastimara, por ahora hemos cumplido, pero es menester que os enviemos a otro país, hay dos naciones que os quieren recibir, Rusia y Alemania, vosotras podéis escoger, por ahora los enfermeros y médicos os harán exámenes físicos para determinar cómo os encontráis de salud, mientras nos alejamos de los embrujos.
Autor:
José Orlando Melo Naranjo.
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