Estudio de los conjuntos urbanos cerrados ubicados al norte de la ciudad de Maturín (página 2)
Enviado por Leydys Rocca
La problemática de los Conjuntos urbanos cerrados
2.1- Causas de surgimiento de los conjuntos urbanos cerrados en el mundo, Venezuela, y, en particular, al norte de la ciudad de Maturín.
En el mundo subdesarrollado existe una variedad similar o superior a la que se encuentra en la urbanización de los países desarrollados. Es difícil comparar el proceso de urbanización de países tan dispares como India y China, que juntos reúnen las dos quintas partes de la población mundial y poseen un pasado urbano brillante, con el de los casi cincuenta Estados con efectivos demográficos inferiores al millón de habitantes.
Los países subdesarrollados difieren también en sus estructuras socioeconómicas como en sus experiencias históricas. Ante tal diversidad las características de la urbanización sólo pueden describirse con precisión tratando la situación por separado de cada país, lo que no es posible en una obra como la que nos ocupa. Se analizarán en primer lugar los procesos generales y más tarde presentaremos, con un alto nivel de generalización, los principales modelos de urbanización. Todos estos países conocen una industrialización tardía y en la mayor parte de los casos incompleta. El Tercer Mundo es amplio y diverso tanto desde un punto de vista natural como sociocultural y las generalizaciones sobre sus paisajes urbanos carecen de universalidad. Las ciudades islámicas del norte de Africa, por ejemplo, son ciudades muy diferentes de las que se encuentran en el Africa subsahariana, el sudeste asiático o en América Latina. Sin embargo, cabe diferenciar una serie de rasgos comunes. Así la mayoría de las ciudades conocen fuertes inmigraciones rurales que no pueden ser absorbidas por el sistema productivo. Por ello, todas las ciudades tienen una mano de obra que supera las posibilidades de empleo, y así se explica el gran número de personas que trabajan en la economía informal y especialmente en el comercio callejero.
En 1980 los países menos desarrollados reunían al 69 por 100 de la población mundial, pero al iniciarse la década de los 80 había ascendido al 74 por 100 y al finalizar el siglo constituirían el 80 por 100 de los efectivos demográficos mundiales.
En 1990 sólo 300 millones de habitantes vivían en ciudades en los países subdesarrollados; en 1991 la cifra se elevó a 500 y en 1993 asciende ya a 1.435 millones de habitantes. Por otra parte, la tasa de crecimiento demográfico descendió considerablemente desde la década de los años 50, pasando del 5 al 3,4 por 100 en el momento presente.
En el ámbito tercermundista aparece un sistema económico dual, entre una economía centralizada y estable y la economía de bazar, pero estos dos circuitos económicos están íntimamente relacionados. No resulta posible, pues, establecer un paralelismo entre el proceso de urbanización europeo y el del Tercer Mundo, ya que sus fuertes tasas de crecimiento demográfico, su escaso desarrollo económico y la ausencia de válvulas que permitan la emigración hacia tierras poco pobladas hacen que el crecimiento de la mayor parte de las ciudades subdesarrolladas supere ampliamente la capacidad de crear puestos de trabajo. Esta divergencia se conoce con el nombre de "sobreurbanización".
Un rasgo común en el proceso de urbanización de denominado o mal llamado Tercer Mundo, es el fuerte crecimiento experimentado por las ciudades millonarias en los últimos 30 años. La gran mayoría de estas superciudades, de continuar las tendencias demográficas actuales, verá duplicarse sus efectivos demográficos en tan sólo quince años. Así a finales del siglo XX, Ciudad de México, Bombay y Calcuta pueden haber superado los 15 millones de habitantes, en tanto que Bangkok, Beijing, El Cairo, Delhi, Yakarta, Karachi, Manila, Río de Janeiro o Teherán pueden superar los 10 millones de habitantes. Otro rasgo característico del proceso de urbanización de los países subdesarrollados es el desarrollo del chabolismo o del "urbanismo marginal" como consecuencia del crecimiento explosivo de las ciudades. Este fenómeno tiene un carácter general, como lo atestiguan los diferentes nombres con que se conoce en estos países ("ranchos" en Caracas; "callampas" en Chile; "favelas" en Río de Janeiro, "pueblos jóvenes" en Lima; "villas miseria" en Buenos Aires; "bustee" en Calcuta, "bidonvilles" en el ámbito africano francófono, etc.).
Estos asentamientos espontáneos, al margen de la planificación y disciplina urbanística, están formados por infraviviendas de autoconstrucción, con materiales de desecho y carentes de todo tipo de servicio. Este espacio urbano forma un componente esencial de la ciudad tercermundista y alberga entre un tercio y dos tercios de la población en la mayor parte de las ciudades del Tercer Mundo. Se estima que la mayor parte de las viviendas que se construyen en estas ciudades tiene este carácter y tan sólo el 20 por 100 de las viviendas las construye el sector formal.
Existen diferentes modelos de urbanización fuera del Mundo desarrollado:
a) Modelos asiáticos-africanos: Muchas de las grandes ciudades de Asia y África fueron fundadas y desarrollados por las potencias coloniales europeas. Por ejemplo, los británicos construyeron Calcuta y Bombay en la India y Nairobi y Harare en Africa; los franceses desarrollaron Ho Chi Minh en Vietnam y Dakar en Senegal; los holandeses Yakarta en Indonesia. Estas y muchas otras ciudades tienen ciertas semejanzas derivadas del pasado colonial.
En el continente asiático se dan grandes diferencias en el grado de urbanización. Dado el peso de China, India e Indonesia, el continente posee un bajo nivel de urbanización (31 por 100 en 1993), y en todas las ciudades asiáticas el crecimiento está muy ligado al saldo natural de población. El crecimiento medio anual de la población urbana es del 3 por 100 y su valor no variará sustancialmente hasta el año 2000. Dentro de este continente es preciso diferenciar los países de baja renta per cápita (inferior a 400 $), de los que conocen un cierto despegue económico (1.500 $). En el primer grupo se incluye China, Pakistán, India y Bangladesh, con fuertes tasas de crecimiento demográfico total y urbano y con una hegemonía de lo rural sobre lo urbano En el segundo grupo se encuadran países con un cierto nivel de industrialización como Tailandia, Filipinas, Singapur y Corea. Todos estos países poseen un mayo grado de urbanización.
En el continente asiático se puede diferenciar el modelo de ciudad del sudeste. El puerto se asocia con construcciones europeas desarrolladas durante la independencia y en torno a él aparece un distrito de negocios de estilo europeo, con comercios, hoteles y restaurantes, con comunidades de comerciantes chinas e indias. En conjunto, la población que habita en los barrios deteriorados del centro (tugurios) y en las chabolas de la periferia supone los dos tercios del total. El segundo modelo es el de la ciudad asiática del sur y resume la estructura interna colonial, apareciendo claramente la separación de los espacios residenciales de la población autóctona y la colonial. Como espacio intermedio aparece un área de poblamiento mixto y los desarrollos recientes en la periferia donde residen las elites locales. El tercer modelo es el de la ciudad bazar. Carece de centro comercial y de distritos industriales y sus usos del suelo no están bien definidos. En la ciudad bazar es muy importante el centro, convergencia de caminos, donde viven las clases acomodadas y también los comerciantes viven encima o detrás de sus tiendas. Más allá del núcleo central aparece una corona con residentes de altas rentas relativas conviviendo con un gran número de sirvientes y en la periferia surgen las chabolas segregadas de acuerdo a la etnia, religión, casta o procedencia rural de sus moradores.
Africa es el continente menos urbanizado con sólo el 30 por 100 de su población de 1993 viviendo en ciudades. Presenta las tasas de urbanización más elevadas del mundo y se estima que seguirán manteniéndose hasta el año 2025. El fuerte crecimiento de la población asegura un crecimiento urbano espectacular. Las diferencias en el proceso urbanizador son notables. África del Sur es predominantemente urbana en tanto que el África oriental y occidental tiene valores entre el 20 y 25 por 100. En el África septentrional y meridional el factor esencial del crecimiento urbano se vincula al crecimiento natural, en tanto que en el resto de África juega un mayor papel la emigración rural. La ciudad africana es menos susceptible de generalización que la asiática, pero como ocurre en Asia, los europeos también crearon centros de administración y explotación y también aquí se marcó una separación clara entre la población autóctona y la europea. Los europeos imponen sus códigos estéticos y arquitectónicos sin tener en cuenta las condiciones del medio natural. Desde la independencia estas ciudades crecieron fuertemente hasta llegar a alcanzar tasas del 10 por 100 anual. Este crecimiento explosivo refleja la centralización del gobierno y la concentración del poder y la riqueza en una sola ciudad que es percibida por la elite local como símbolo del desarrollo económico y de la modernidad. Muchas ciudades, como Lagos (Nigeria), presentan un paisaje urbano confuso en el que alterna un centro de elevados edificios y buenos servicios rodeado por espacios de chabolas carentes de los servicios más elementales y con un gran índice de hacinamiento. En todas las ciudades africanas y en la mayoría de las ciudades subsaharianas, la segregación económica convive con la rígida separación en el centro y en las áreas de chabolas con segregaciones étnicas y religiosas. Las diferentes densidades, según clases sociales, son manifiestas. Y así, por ejemplo, en Nairobi el 10 por 100 de la población más rica ocupa las dos terceras partes del espacio residencial.
América Latina conoce una tasa de crecimiento urbano cuatro veces superior a la del crecimiento rural. La región presenta actualmente un nivel de urbanización similar al logrado por los países desarrollados al inicio de la década de los años 70 y al finalizar el siglo XX el nivel de urbanización de América Latina está en torno al 77 por 100. El nivel de urbanización y las tasas de crecimiento urbano difieren según las regiones y así los niveles de urbanización varían del 55,5 por 100 para los países caribeños hasta el 84,5 por 100 en los países templados (Argentina, Chile y Uruguay). En 1985 la mayor parte de los países de América Latina logró un predominio de población urbana y esta condición será alcanzada por los países caribeños en los próximos veinte años. El modelo de la ciudad es mucho más occidentalizado que el de las ciudades asiáticas y africanas, pero presenta ciertas similitudes en la disposición de los usos del suelo. La riqueza limitada de las ciudades latinoamericanas limita la mayor parte de la actividad comercial al C.B.D. El sistema de transporte converge en el centro de la ciudad donde se concentra la mayor parte de los empleos.
Modelo de la estructura y del desarrollo de la ciudad latinoamericana.
Fuente: Borsdorf, A. (1989b). El modelo y la realidad. El ejemplo de la ciudad latinoamericana. Revista Interamericana de Planificación.
La casa de patio como forma temprana de exclusión
En el mundo hispanoamericano los poblamientos fueron abiertos hacia afuera (ciudades sin muros), pero cerrados hacia adentro. Las casas con sus patios cerrados mostraron solamente pocas aperturas y fueron aseguradas por rejas y puertas fuertes. Hasta la mitad del siglo 18 las ventanas tuvieron un tamaño chico y fueron localizadas muy alto en el muro hacia la calle.
Mientras que autores frecuentemente identifican el principio español de refrigeración vía acumulación del frío en muros fuertes como responsable para este estructura, mientras que los portugueses prefrieron el principio de refrigeración por la corriente del aire (Borsdorf/Stadel 2001: 18). Sin embargo el método del enfriamiento es más una consecuencia de la demanda de los ciudadanos por una esfera familiar íntima. En este sentido la tendencia de segregación es muy fuerte, no solamente hacia afuera, sino también hacia adentro, como los diferentes patios de la casa fueron asignados específicamente a diferentes partes de la familia o a huéspedes.
Estas casas de patio no fueron barrios cerrados en la definición actual, como aunque fueron cerradas en su mismo no formaron secciones cerradas.
Otras estructuras cerradas en la ciudad colonial
Sin embargo existieron en la ciudad colonial barrios cerrados, accesibles solamente para los habitantes propios. La « ciudad monasterial » Santa Catalina en Arequipa/Peru, el seminario de la Compañía de Jesús en Tepotzotlán, o el Hospitolio Cabañas in Guadalaja (el último nació solamente en el siglo 19) son ejemplos de barrios de bastante tamaño, que fueron cerrados y designados para señoras, viudas, seminarista o huérfanos. Son parecidos a los monasterios y en muchos casos son fundaciones eclesiásticas. En este sentido aún el monasterio mismo puede ser interpretado como un barrio cerrado temprano.
Precedentes de los barrios cerrados en el siglo XIX
En el siglo XIX en la periferia de ciudades a veces nacieron company-towns, designados para los empleados y trabajadores de compañías mineras o industriales. En muchos casos estas unidades fueron amuralladas y equipadas con barreras.
Aún más parecidos a los barrios cerrados del presente fueron los callejones cerrados, de nombrados como conventillos en Chile, tugurios en Perú o vecindades en México. Nacieron en las casas de patio, abandonadas por la clase alta cuando se instalaba en las nuevas chalets en las avenidas modernas del tipo paseo, prado o alameda. Los cuartos o aún camas de estas casas fueron alquilados o vendados a inmigrantes de zonas rurales. La casa unifamiliar de patio se cambió a una casa multifamiliar, cerrado hacia la calle por una puerta de madera fuerte, parecida en su estructura básica a los barrios cerrados actuales de la clase baja.
El éxito de estas estructuras llevó en Chile a la construcción de « casitas » y « cités », o en México a la instalación de las vecindades. Los barrios del tipo cité nacieron en Chile en los años 1920 y 1930 (vea la mapa de un cité de Santiago de Chile en : Wilhelmy/Borsdorf 1985 : 156). En México vecindades nacieron hasta los años 1950. Hidalgo (1999) y Rovira (2002 : 354) ya han señalado a la similiaridad de estas construcciones con los barrios cerrados de nuestro tiempo. En Chile tan temprano que en 1888 reglamentos jurídicos para conventillos y cites fueron publicados.
La puerta defendió la vecindad contra el mundo afuera, contra la violencia de personas o del estado. Cada intervención fue percibida por los vecinos, y juntos pudieron reaccionar. Lógicamente formas de hábitat como estas son muy oportunas así en tiempos de omnipotencia del estado, sino también en tiempos de una retirada del estado de sus funciones del control como bajo la doctrina del neoliberalismo.
Algunos de los barrios cerrados contemporáneos de la clase baja parecen en sus características básicas mucho a las vecindades o conventillos (vea el mapa del barrio cerrado « La Punta » en Lima: Borsdorf 2002: 587).
En este sentido Geraiges de Lemos et al. (2002) hablan de un « retorno a la ciudad medieval ». Este punto de vista es falso, no solo porque la historia urbana de América Latina no solamente comenzó con la conquista, o sea con el comienzo de la edad moderna, sino también -con la excepción de muy pocos casos- la ciudad en el Nuevo Mundo no fue amurallada como los centros urbanos en Europa, donde el muro presentó un límite jurídico.
La cerca de barrios no crea nuevas áreas jurídicas en el sentido del muro urbano medieval. Desde los principios de la ciudad moderna en América Latina existieron muros dentro de la ciudad, pero nunca funcionaron como limites jurídicos.
Precedentes de los barrios cerrados modernos del siglo XX
No solo los barrios cerrados de la clase baja tienen sus antecesores (en este caso: los conventillos, cités, vecindades, tugurios), sino también los barrios amurallados de la clase alta. Muchos de estos se desarrollaron desde Clubes de Campo (country club) o Club de Golf y fueron acercados desde los años 1980.
La forma inicial de un Club de Campo es el Club Campestre de la Ciudad de México, conocido también como "Churubusco Golf Club". Su génesis corresponde al estereotipo de una forma de vida, exportada de un otro espacio cultural para Latinoamérica. Hacia 1900 algunos ingleses encontraron en la plena naturaleza (un área conocida como "Los Pinos" cerca del perímetro de la Ciudad de México para jugar golf. En 1905 ellos compraron un terreno de pastos de 72 ha y instalaron allá un campo de golf de 18 hoyos y una casa de club con sala de bailes, que pronto fue aceptada de la sociedad urbana para sus festividades. Así los fundadores ganaron ingresos respetables que los permiten construir casas privadas representativas en el terreno del club, que fue cercado desde su origen. Hoy día existen en el terreno del «Fraccionamiento Cerrado Club de Golf de Churubusco» 19 chalets, una casa de Club, un campo de golf de 18 y un otro de 9 hoyos, campos de tenis, un pabellón de gimnasia, una piscina y un parque con estanque.
En el caso del Churubusco Club el enfoque del fraccionamiento fue el deporte. En otros países los "countries" nacieron en los años 1950 y 1960, cuando, después de la Segunda Guerra Mundial la simpatía de las clases altas latinoamericanas movió al estilo de vida norteamericano.
Sin embargo hay que considerar que los clubes de campo, por lo menos en sus principios, no fueron simples copias del modelo norteamericano. También correspondieron en una época de rápida industrialización (para sustituir importaciones), una motorización creciente acompañada por smog y ruido a la añoranza a la naturaleza, a aire puro y un estilo de vida campestre, en aquellos países aún más acentuado donde existen ideales como el « gaucho » o el « huaso ».
En el mismo grado como el desarrollo rápido de barrios "country" desde los años 1980 puede ser interpretado como resultado de la globalización (Hoffmann 2002), esta posible de explicarlos como consecuencia de la idealización de la vida campestre en muchos países del subcontinente.
Siguiendo esta argumentación la influencia primera de transformación y globalización al crecimiento de barrios cerrados se reduce a aquellos barrios, que no son copias modernas de los vecindades y no se entienden como country- o chacra club, tomando en consideración que transformación y globalización refuerzan e amplifican el proceso. La esfera privada y una cierta distancia a la sociedad eterna, es muy común dentro de todas las clases sociales en América Latina.
Los "barrios cerrados" un resultado de historia y cambio global
La figura 2 demuestra el sistema causal del crecimiento de barrios cerrados. El crecimiento de barrios cerrados en América Latina no tiene solamente una causa, sino es un resultado de las filiaciones, relaciones y conexiones de diferentes motivos. Los barrios cerrados nuevos, que nacieron en las últimas décadas, tienen raíces en la tradición cultural latinoamericana. Sin embargo, la influenza de globalización y transformación económica y sus consecuencias (retraso del estado, desregulación del desarrollo urbano y de las normas de planificación, crecimiento de la criminalidad) son fuerzas poderosas que intensifican el proceso.
Fuente: Borsdorf, A. (1989b). El modelo y la realidad. El ejemplo de la ciudad latinoamericana. Revista Interamericana de Planificación.
El centro de la ciudad es animado y moderno, con una gran presencia de edificios altos y un comercio de calidad. Asimismo la vivienda en el centro puede sea de gran calidad, porque muchas familias acomodadas prefieren vivir próximas al centro. Por el contrario, las clases bajas viven en la periferia y deben trasladarse diariamente al lugar del trabajo invirtiendo de una a dos horas. Existen dos rasgos característicos de la ciudad americana. En primer lugar la espina que es el eje que prolonga el C.B.D. y que es casi siempre un amplio bulevar ocupado por clases adineradas. El segundo rasgo es la disposición de la ciudad en coronas concéntricas, disminuyendo la calidad de las viviendas conforme nos separamos del centro, aunque a veces en el centro existen barrios muy deteriorados y muy hacinados (tugurios). El espacio social se organiza de forma opuesta al que aparece en la ciudad norteamericana.
2.2 LOS CONDOMINIOS: ¿ESPACIOS DE EXCLUSIVIDAD O DE EXCLUSIÓN?
El modelo cada vez mas difundido de organizar en condominio (espacios cerrados) a sectores de la ciudad tradicionalmente concebidos como espacios abiertos, nos lleva a reflexionar sobre el significado que esta forma de apropiación de los espacios públicos, tiene en su relación con el resto de la ciudad y su repercusión en la calidad de vida de los habitantes.
La práctica de los condominios que se había venido dando sólo en las urbanizaciones privadas, de la llamada ciudad "formal", hoy la vemos incorporada en los programas de rehabilitación de las zonas de hábitat popular, como propuestas que involucran tanto la organización comunitaria en la prosecución de la convivencia vecinal, como en la conservación ambiental.
Las consideraciones de exclusividad y exclusión manejadas desde la perspectiva de los condominios en urbanizaciones privadas, fueron concebidas originalmente como exclusividad social, lo cual estaba asociado a indicadores referidos al alto precio de las parcelas, calidad ambiental (extensas áreas verdes, armonía arquitectónica, tranquilidad del entorno) y dotación de servicios tanto de redes como de recreación. Si bien esta exclusividad venía dada por un aislamiento de la congestión urbana, en la actualidad el crecimiento urbano ha hecho que estos lugares queden atrapados dentro de la misma ciudad pero separados por grandes muros y altas rejas, que garantizaría a los residentes seguridad y elevados niveles de confort.
Trasladar esta práctica a sectores de la población que tradicionalmente ha funcionado como sistemas abiertos, como son las zonas de barrios autoconstruidos, nos lleva a reflexionar sobre la nueva forma de convivencia, que esta práctica trae consigo.
En las zonas de barrios se pueden definir unidades vecinales que funcionen en forma similar a un condominio, ya sea a través de la aplicación directa de la Ley de Propiedad Horizontal, o ya sea a través de adaptaciones y acuerdos vecinales. En efecto, la palabra "condominio" proviene del Latín y significa "lo que es propiedad común." En este sentido, la propiedad de las áreas comunes implica las siguientes delimitaciones:
La separación entre lo público y lo privado.
La delimitación, dentro de lo privado, de lo "común general," "común pero asignado a un propietario" y lo "privado propiamente dicho."
La primera delimitación permitirá diferenciar las responsabilidades de administración y mantenimiento públicas de las privadas (alcaldías y comunidades). Mientras que la segunda establece las responsabilidades y los alcances de dicha responsabilidad de los propietarios dentro de la estructura condominial. Estos acuerdos y delimitaciones se enmarcan en dos principios establecidos en la Constitución de la República Bolivariana : El de "corresponsabilidad" según el cual las comunidades organizadas son corresponsables de la administración y mantenimiento de ciertos servicios de acuerdo a sus capacidades, y el de "subsidiaridad" según el cual la solución de un problema local debe surgir de esa misma instancia. Estos principios persiguen la optimización del uso de los recursos públicos y privados. También, es importante la noción del establecimiento de normas de convivencia, aspecto que la Ley de Propiedad Horizontal de 1958 no contemplaba.
2.3 CARACAS COMO CASO DE ANÁLISIS PRELIMINAR A LA REALIDAD DEL OBJETO DE ESTUDIO.
Desde su fundación hasta nuestros días, el lugar que hoy ocupa el espacio urbano de Caracas, ha sido escenario de grandes transformaciones. Con el decreto de fundación, tiene lugar la primera planificación de la ciudad, la cual tuvo el mismo corte colonial que el resto de las ciudades del "Nuevo Continente", claramente estipulado en las ordenanzas de Felipe II, para la fundación de las ciudades. De 1578 data el primer plano que se tiene de "Santiago de León de Caracas", en el se observa la composición de 24 manzanas divididas a su vez en cuatro solares que con la plaza como centro conformaban el diseño en cuadrícula característico de la ciudad colonial.
La ciudad fue emplazada en la vertiente izquierda del río Guaire, entre las quebradas Caroata y Catuche, limitando al Norte con el piedemonte de la Cordillera de la Costa. Hoy , vemos una ciudad que se extiende a lo largo del estrecho valle ( 27 km de largo por 13 de ancho), con orientación Oeste-Este, interceptado por pequeños valles secundarios y colinas al Sureste y Suroeste que dan forma a esa particular expresión espacial del emplazamiento de la ciudad, que a muchos le sugiere una "ameba" (Semeco, 1995). Su dinamismo en las relaciones políticas, sociales y económicas del país, así como el hecho de ser importante centro de servicios, hacen que Caracas sea considerada hoy Metrópolis Nacional, además de ser la Capital de la República y asiento de los Poderes Públicos Nacionales. Con una población que sobrepasa los cinco millones de habitantes.
Las constantes transformaciones en su estructura, como se ha señalado, sobre todo a partir de 1920 con el cambio en la economía del país, como consecuencia de la renta petrolera, obligó a una reordenación jurídica del espacio, pues el crecimiento extralimitado había rebasado los límites político-administrativos de sus territorios contiguos, creándose a tal efecto en 1950, el Área Metropolitana de Caracas (AMC), Sin embargo, este límite ha ido progresivamente ampliándose, pues la fuerza urbanizadora de Caracas rebasa cualquier línea que trate de precisarlo, conformando hoy lo que se conoce como la Gran Caracas.
2.4 Aspectos Jurídicos del espacio público en Venezuela
En Venezuela, la adjudicación de tierras para el desarrollo de las ciudades, como señalamos anteriormente, data de la época colonial. Las ordenanzas emitidas para el desarrollo urbano, además de referirse a los criterios de localización, señalaban la forma del trazado de las ciudades incluyendo los espacios para uso comunal, muchas de las cuales son hoy parte de los espacios públicos con los que cuenta la ciudad.
En la actualidad los espacios públicos están reglamentados por la Ley Orgánica de Ordenación Urbanística (LOOU) y la Ley Orgánica de Régimen Municipal (LORM), básicamente. En ambas leyes se específica desde las reservas de tierra de uso público hasta la forma de administración de las mismas, tanto las de origen ejidal como las privadas que se convierten en pública en el proceso urbanizador.
Para la conformación de reservas públicas de tierra urbana, las autoridades pueden hacerlo bien sea mediante terrenos baldíos, ejidos o propios o a través de los que adquieran de conformidad con la Ley de Expropiación por Causa de Utilidad Pública o Social (Brewer, 1989:43). El Artº 55 de la LOOU , por ejemplo, señala que las autoridades urbanísticas nacionales y municipales, deben constituir reservas públicas de tierra urbana, de proveer la creación de nuevas tierras tanto para la expansión urbana como para el equipamiento y la infraestructura, así como para la asignación de espacios de interés público urbanístico. Es así como queda expresado en el Artº 56 de la misma Ley que "Las adquisiciones de tierra para la reserva, pueden realizarse por cualquiera de los procedimientos previstos en la Ley, pero siempre sobre terrenos con real expectativa urbana".
2.5 Transformaciones en los Espacios Públicos en las principales ciudades de Venezuela.
Las calles, las aceras, las esquinas han sido tradicionalmente lugares de encuentro, donde la gente se saluda, conversa, o los niños juegan, estos espacios se han ido transformando en lugares de desencuentro en tanto se van convirtiendo sólo en vías de acceso a las zonas residenciales, donde una valla y la anuencia del vigilante de turno es el modo de comunicación con el entorno. En Caracas y en otras ciudades de Venezuela se ha implantado la modalidad del cerramiento de calles que impiden el libre tránsito y la comunicación dentro de la misma urbanización. Así como también el "amurallamiento" de parques y plazas cuyo diseño original indicaba el libre tránsito.
Esta nueva forma de organización comunal impulsada por los vecinos es avalada de manera tácita por los gobiernos locales, a pesar de reñir con las disposiciones de tipo legal, desde la Constitución Nacional hasta las respectivas ordenanzas. Todo amparado por una percepción de inseguridad que impera en la ciudad. Esta reacción de la gente, pareciera ser una manera de tratar de recuperar el espacio que antes les pertenecía y ven perder ante el intruso que invade su territorio. Esta nueva modalidad de apropiación del espacio urbano, se observa tanto en los barrios pobres los llamados asentamientos "informales", como en las urbanizaciones de la parte "formal" de la ciudad, donde las calles son seccionadas con rejas y otros controles, dando lugar a espacios semiprivados o privatizados completamente.
Es así entonces como la calle, uno de los espacios públicos por excelencia, es transformada en un espacio que se debate entre lo privado-semiprivado y público-semipúblico, con algunas características peculiares pero con coincidencias que no lo diferencian de los espacios netamente públicos tradicionales. Pues la restricción del acceso a estos espacios puede que logre frenar la presencia de individuos no deseados, pero no ha generado una participación vecinal en pro de una mejora ambiental y de convivencia ciudadana, de allí que la privatización sólo logre como único objetivo la restricción del acceso.
En este contexto, se han seleccionado dos casos demostrativos de este proceso de fragmentación urbana en la ciudad de Maturín. Los resultados son producto de un trabajo realizado en los conjuntos Urbanos cerrados al norte de la ciudad de Maturín en los condominios Valle de Luna Y Bosques de la Laguna, en la Maestría en Geografía Medio Ambiente y Ordenamiento territorial, que se imparte en la Universidad Bolivariana De Venezuela, como parte del convenio Cuba-Venezuela. Por la maestrante Leydys Rocca; bajo la tutoría del Dr. René González Rego. Los casos son los siguientes: Una urbanización diseñada como espacio exclusivo que posteriormente fue objeto de parcelamiento, tal es el caso de bosques de la laguna, que luego de su conformación como Urbanismo privado con todas las características propias, las cuales se mencionan desde el principio de este análisis, se fragmenta, ya que debido a la oferta ofrecida por la inmobiliaria, donde ya no solo eran viviendas unifamiliares, cómodas y con cierto confort, sino, debido a la fuerte demanda que cobro dicho urbanismo más adelante se ofrecieron unas con mas m², inclusive thownhouse, y otra donde en sentido hasta dicotómico vemos como en nombre de la naturaleza se invade el mismo, modificando su esencia y estructura inicial para dar paso a lo que hoy conocemos como urbanización Valle de Luna. Esta tipología constructiva está caracterizada por la construcción bordeada de un hermoso espacio natural, donde prevalece la belleza de lo atípico, en una ciudad que ha sufrido un cambio vertiginoso y que se ha separado un poco de la tradicional urbanización limitada simplemente por un muro de grandes dimensiones, y grandes dispositivos de seguridad.
La Urbanización Bosques de la Laguna data de los años noventa del siglo XX. De acuerdo con el diseño original tiene un entramado vial complejo, no tanto por las vías de comunicación como tal, sino, por la accesividad, que es muy común para todas las urbanizaciones que se encuentran en este sector de Maturín, pues son muy pocas o mejor dicho, escasas las vías de acceso alternas con el área de mayor flujo económico de la ciudad, que se encuentra en el denominado "centro de la ciudad" así como también una vía que funcione a manera de interconexión interna entre todas las urbanizaciones que hacen vida en el norte de la ciudad.
La Urbanización Valle de Luna; es uno de los conjuntos urbanos más nuevos de esta prestigiosa zona de Maturín, pues dicha construcción data de mediados de esta década, mas sin embargo cabe destacar que tardó cierto tiempo en ser culminada y consignadas a sus compradores o ya dueños de las mismas, y un poco más de tiempo en ser habitadas, pues, como es común, generalmente sus compradores esperan un tiempo para poder acondicionarlas de acuerdo a sus necesidades.
Estos nuevos modelos de inspiración, atiende a lo que hoy conocemos como el Boom de los modelos de urbanización cerrados, donde se puede evidenciar muy puntualmente la contraparte del significado que tiene el espacio público para los habitantes de las denominadas zonas populares. Pues esto puede dar una visión mas precisa de la valoración desde lo tangible y a partir de la construcción de prejuicios y saberes que una persona en particular tiene sobre la cotidianidad en su relación con su espacio, puede conducir a distintas percepciones de lo deseado mas allá de los conceptos formales que se tenga.
Sin embargo, es importante también resaltar la relación que existe entre el cierre de un espacio público y el consecuente desuso que esto podría traer consigo, a pesar de la necesidad que se tenga de estos equipamientos. Por otro lado está la situación de conflicto que se puede generar entre los mismos habitantes de una urbanización que disfrutaban de los mismos espacios públicos pero que al fraccionar el espacio con el cierre de calles, se quedan desprovistos de algunos de los lugares de recreación y tengan que desplazarse a otros lugares que no tienen libre acceso, generando conflicto no solo para el acceso mismo sino también se sienten lesionados en su sentido de pertenencia.
El otro aspecto importante considerado son las causas que llevan al cierre de la urbanizaciones, la respuesta de los habitantes así como lo observado nos lleva a reforzar lo que ya se ha dicho y es la percepción de inseguridad que no necesariamente está relacionada con una situación de peligro. En los casos estudiados se pudo constatar que el temor no partía de una situación real sino que se construye a partir de saberes adquiridos en el entorno. En algunos casos también está el factor moda que da estatus dentro del entorno social.
Un elemento que a partir de cierto análisis permite hacer algunas aseveraciones en relación a las zonas de barrios auto producidos, donde también se encuentran algunas estructuras condominiales, unas desde la iniciativa de los mismos habitantes otras gestionadas desde el Estado como es el caso de lo adelantado por la Fundación Comunal (Fundacomún),que atendiendo una propuesta de algunas comunidades de las zonas de barrios, emprende en el 2001 la elaboración de una propuesta conceptual preliminar sobre estructuras condominiales en zonas de barrios. La premisa fundamental para avalar el desarrollo de unidades vecinales con características de condominio, orientada a la administración y mantenimiento de áreas y servicios comunes se basaba en los siguientes criterios:
1. Servir de base para la definición de formas organizativas comunitarias en el ámbito vecinal con el fin de garantizar el mantenimiento de obras de desarrollo intermedio (ODI) y otro tipo de obras menores de infraestructura.
2. Es un punto de partida para el cuidado y mantenimiento de áreas de servicios comunales (canchas, parques infantiles, plazas, etc.) existentes o propuestas en los anteproyectos de diseño urbano y que deberán ser gestionadas por las comunidades organizadas.
3. Permitir la identificación de normas de convivencia y el establecimiento de normas, con base en acuerdos vecinales, para regular las condiciones de uso, construcción, remodelación y ampliación de inmuebles.
4. Identificar y definir áreas privadas y semiprivadas de mantenimiento y servicios cuya administración puede ser responsabilidad de las comunidades organizadas, permitiendo a la autoridad municipal y otros organismos concentrar sus esfuerzos y recursos en las áreas públicas.
5. Pueden convertirse en una posible unidad de referencia de organización comunitaria para la elaboración de proyectos para el mejoramiento y ampliación de viviendas y de otras obras en el barrio, a través de los Programas de Microcréditos.
Esto originó que se revisaran los aspectos legales que regían la conformación de condominios, encontrándose que la primera Ley sobre Condominios se promulgó en Venezuela en 1958, ante la proliferación de edificios de apartamentos y conjuntos residenciales tanto en Caracas como en otras ciudades importantes del País. El principio fundamental consiste en el reconocimiento de la existencia de áreas del ámbito estrictamente local cuya administración y mantenimiento corresponde a los y las propietarias o residentes de los inmuebles, a través de la identificación de áreas comunes y el establecimiento de cuotas de responsabilidad sobre dichas áreas en forma proporcional al área privada.
Es interesante destacar que la aplicación de esta Ley no incluyó a las llamadas urbanizaciones populares construidas por organismos públicos como el Banco Obrero (posteriormente INAVI, hoy Ministerio del Poder Popular para la Vivienda y Hábitat), en las cuales no existía la obligación de constituir juntas de condominio, y se daba por sentado la responsabilidad del Estado de mantener las áreas comunes y de servicios. Por otra parte, la ley comenzó a ser aplicada en edificios de apartamentos y conjuntos residenciales de clase media y media alta. Luego de cuatro décadas, el franco deterioro físico de las urbanizaciones populares fue prueba de la ineficiencia del Estado para asumir su mantenimiento y de la necesidad de transferir esas responsabilidades a los residentes.
Para tales efectos, se creó el Programa IV "Rehabilitación de Urbanizaciones Populares," el cual exige que el "mantenimiento posterior de las urbanizaciones rehabilitadas y de las edificaciones sometidas a reparaciones mayores quedará a cargo de los ingresos de sus pobladores, preferiblemente organizados en asociaciones civiles y condominios de acuerdo con la Ley de Propiedad Horizontal."
En el caso de las zonas de barrios autoproducidos, las cuales generalmente, son el producto de procesos de invasión por parte de familias de escasos recursos, y no responden a normas y procedimientos técnicos de urbanismo, resulta difícil aplicar a priori las normativas establecidas tanto en la Ley de Propiedad Horizontal como en la de Venta de Parcelas.
El resultado de estas iniciativas es que en las zonas de barrios autoproducidos se ha observado la práctica de construir puertas y rejas en callejones y escaleras. El control de acceso representado en las "llaves" queda en manos de los residentes en la zona delimitada. Aunque algunos creen ver en esta práctica una actitud favorable a la adopción de un modelo condominial, podría convertirse en un problema de inseguridad. Si bien esto se hace con el fin de evitar actos delictivos a través del control de acceso. Algunas veces, las autoridades policiales cuestionan el esquema puesto que tiende a obstruir su acción cuando esta es requerida por los mismos vecinos como son persecuciones de delincuentes, allanamientos o redadas dentro de las zonas de barrios. Quizás, el control de acceso dentro de una unidad condominial definida formalmente debería negociarse también con las autoridades. Por otra parte, esta práctica podría obstaculizar operaciones de ayuda ante una emergencia como el rescate de personas en situación de riesgo, combate de incendios y evacuación de víctimas o personas heridas.
Los dispositivos privados de seguridad urbana han aparecido, proliferado, se han legitimado y normalizado principalmente en las urbanizaciones donde residen los sectores medios y altos. Son considerables sus efectos sobre la cotidianidad de la ciudad, del uso y diferenciación de los espacios públicos y privados, el tratamiento técnico de las variables urbanísticas, los criterios y rutinas de gestión urbana, de orden público y de ciudadanía y el tipo de sociabilidad citadina imperante.
La colocación de estos dispositivos, ocupando una buena parte de la calle, el cerramiento de los accesos, implica una readaptación urbanística del espacio, donde están comprometidos tanto las comunidades como las autoridades quienes pareciera encontrar en esta forma de organización una manera de descargar su responsabilidad relativa a la seguridad y al orden público, mostrando un reconocimiento de ingobernabilidad dando cabida a que se considere la seguridad como un bien adquirible. Es necesario entonces que el Estado defina sus posturas al respecto a través tanto de instrumentos legales como en los planes urbanos.
Esta nueva forma de convivencia, se ve reflejada en una fragmentación mas explicita de la ciudad, donde la privatización de los espacios públicos es su máxima expresión territorial y donde la convivencia ciudadana se reduce a buscar fórmulas para mitigar el sentimiento de inseguridad que si bien es percibido individualmente las formas de solucionarlos los hace proyectos colectivos.
En este sentido, nos preguntamos: ¿Cuál es el espacio público del que hablamos?, ¿es que éste tiene ahora una nueva dimensión?, ¿es necesario una redefinición del mismo? Son preguntas que nos podemos hacer para indagar acerca de cuál será el camino. Al observar la dinámica de nuestra ciudad en relación con los lugares de encuentro, vemos que cada vez adquieren más valor los centros comerciales tipo "mall" norteamericano, como los lugares preferidos para compartir. ¿Será entonces este tipo de espacio los que privilegiarán nuestras ciudades como espacio público? Veremos entonces unas ciudades seccionadas en compartimientos cerrados que deja atrás el concepto urbano de las relaciones ciudad-ciudadano. Finalmente, cabría preguntarse ¿cuál es el papel del Estado en este proceso?, ¿será que la inercia en el mantenimiento de los espacios públicos obedece a una política de reducción de su papel en la conservación de lo público, a favor de lo privado, a través de un mercado que cada vez ocupa más espacio, como mediador de las actividades urbanas? Es una tendencia que cada día se hace más evidente en nuestras ciudades, de allí la necesidad de pensar en cuál es el futuro del espacio público.
La aparición de barrios cerrados o conjuntos urbanos cerrados constituye un fenómeno urbano que ha tomado gran relevancia en las últimas décadas en diversos países.
El origen de los barrios cerrados en esta dinámica ciudad, esta pues asociado está diversas causas que en un momento confluyeron para dar paso a un proceso exacerbado en cuanto a la expansión demográfica y poblacional refiere, pero siempre bajo el diseño de la unidireccionalidad, donde el fin siempre es el norte.
Pues, se nos presentan algunas variables como por ejemplo; la violencia urbana y la inseguridad, a las que se les considera las más determinantes en la actualidad. Sin embargo, para lograr una visión más acabada de este fenómeno es importante no sólo considerar las causas que dieron origen a estos emprendimientos urbanos, sino también las consecuencias principalmente en términos del tejido social y del proceso de segregación social urbana que está implícito en su desarrollo. Donde estos nuevos emprendimientos se encuentran muy relacionados con un proceso de polarización social que se torna cada vez más evidente.
Cabe destacar que los centros urbanos cerrados que sirvieron de objeto de estudio están situados en áreas suburbanas, donde hay tierra disponible para la realización de este tipo de emprendimientos. Sin importar claro, que eran espacios que originalmente tenían un uso ganadero y agrícola, aparte de representar un pulmón importante en un determinado momento. Esto ha generado un importante cambio en los patrones de uso del suelo.
Otro elemento importante de señalar es que los conjuntos urbanos cerrados generalmente se encuentran ubicados cerca de vías rápidas de circulación para facilitar el desplazamiento desde el lugar de residencia hacia las áreas centrales de la ciudad donde se desarrollan las actividades cotidianas, aun y cuando, así como lo señalaba con anterioridad, la misma súper concentración ha originado que las pocas vías existentes colapsen.
Algunas de las características más importantes de estos barrios cerrados es la vigilancia y seguridad permanente. Las murallas y dispositivos de seguridad actúan como símbolos de status y distinción.
Algunas personas deciden vivir en centros urbanos cerrados porque buscan tener relaciones más cercanas con gente perteneciente al mismo grupo socioeconómico, y además buscan evitar la heterogeneidad social que suele darse en los barrios "no cerrados", como así también todo contacto con situaciones de pobreza y extrema miseria, tan usuales actualmente en Venezuela.
CAPITULO III.
Estudio de los conjuntos urbanos cerrados ubicados al norte de la ciudad de Maturín
3.1 presentación del área de estudio
Visión General Del sector Tipuro, Zona Norte de Maturín.
IMAGEN Nro.1
Fuente: Tomada de Google Earth
Imagen De parte de los urbanismos privados en su gran mayoría construidos en el Norte de Maturín
3.2 ANALISIS GENERAL DEL AREA OBJETO DE ESTUDIO
Las fases de crecimiento urbano de la ciudad se definen a raíz de un proceso dinámico de expansión-densificación, antecedente de la actual privatización del espacio por las urbanizaciones conocidas como fraccionamientos cerrados. La nueva tendencia en las ciudades es la dispersión de elementos urbanos en su estructura, fenómeno conocido, como "desparramamiento urbano" (Monclús 2006, 95), el cual lleva a la ciudad a la fragmentación y ocasiona problemas de segregación socio-espacial.
Durante los últimos treinta años, la expansión urbana al norte de la ciudad de Maturín, ha estado influenciada por asentamientos de viviendas conocidos como fraccionamientos cerrados: desarrollos que se establecen como una comunidad que busca un nuevo estilo de vida para sus habitantes, y privilegia áreas comunes en su interior con el objetivo de garantizar seguridad por encontrarse entre murallas.
Los procesos urbanos en el mundo han originado ciudades con una marcada tendencia a la expansión-densificación, pues cambia la lógica de los años setenta, cuando se concebía que el crecimiento de la ciudad consiste en su expansión física. La ciudad, asegura Giandomenico Amendola, ha tomado el camino del crecimiento a través de la transformación de lo existente (Amendola 2000, 31).
Los fraccionamientos cerrados en la expansión urbana de la ciudad de Maturín, como en la mayoría de las ciudades, son causa de manifestaciones y problemas urbanos, pues surgen bajo el paradigma del nuevo urbanismo y, durante los años más recientes, con un énfasis creciente en el proceso de globalización.
Las características generales de los fraccionamientos cerrados en la ciudad se pueden precisar por el proceso de desarrollo en expansión horizontal, rara vez en crecimiento vertical; cuentan con un área común destinada para actividades recreativas o de ocio; y están amurallados, como indicador de seguridad y privacidad (Aparicio 2003,193). Sin embargo, las barreras físicas no han sido suficientes los últimos años, y se han incorporado sistemas eléctricos a las murallas con avisos indicadores de que son de alta descarga, aunque en realidad son cables electrificados de baja tensión.
La dinámica de expansión urbana que origina cambios en las Áreas geoestadísticas básicas (Ageb) de población, indica que los fraccionamientos cerrados tienen una mayor demanda y desplazan a los fraccionamientos abiertos. Son notables los factores que originan otras dinámicas como las nuevas centralidades, mismas que impactan en el sector sur de la ciudad, por desarrollos como Lomas del viento o Puertas del Sur. Este fraccionamiento, uno de los más exclusivos de los últimos 5 años en Maturín, es pues señal relevante de que este impacto va de forma ascendente, y que no solo busca expandirse de forma limitada, sino con una prolongada alternativa habitacional que rompe un poco con la monotonía norte-norte.
Los conjuntos urbanos cerrados hoy día en la dinámica ciudad de Maturín, constituyen un verdadero proyecto inmobiliario de alta rentabilidad. La mayoría es impulsada dentro del sector privado, por desarrolladores urbanos, quienes normalmente llevan adelante diversos proyectos en diferentes localizaciones dentro de las ciudades destinados a distintos grupos socioeconómicos, (Ver anexo).
Estos proyectos residenciales privatizan el espacio público al impedir que las calles y lugares de recreación sean usados libremente por todo aquél que lo desee. Así mismo, los servicios y las regulaciones públicas son reemplazadas por servicios brindados por parte de empresas privadas y por reglamentaciones privadas que surgen del accionar de las asociaciones de propietarios o residentes de estos barrios cerrados.
En este sentido, se trata de un nuevo estilo de gobernabilidad y de nuevas formas de control de la vida cotidiana, emanadas no ya desde el Estado, sino desde los mismos individuos.
Los conjuntos urbanos cerrados en el Norte de la ciudad, surgen debido al crecimiento poblacional, que se dio a finales de la década de los 80´, producto de las actividades económicas que se desarrollaron en este espacio; aunado a la construcción de la Sede Administrativa de PDVSA y las construcciones de grandes e importantes centros comerciales que lo hicieron un lugar estratégico para la construcción de conjuntos urbanos cerrados, las cuales cuentan con óptimas y rápidas vías de comunicación.
Estos conjuntos urbanos cerrados son habitados generalmente por trabajadores de la industria petrolera y grandes propietarios de los comercios de los alrededores de la zona.
La masiva construcción de estos conjuntos urbanos trajo consigo las construcciones de colegios, gimnasios, canchas de golfs y de tenis, dentro de estos conjuntos urbanos para el uso exclusivo de este grupo de la sociedad, trayendo como consecuencia una exclusión social.
3.3- Efectos de los Conjuntos Urbanos cerrados en el trazado social, tomando como referencia el análisis de variables aplicadas en los urbanismos que sirvieron como muestra del sector norte de la ciudad de Maturín.
Cuadro 1. Número de FC y CC. Años Seleccionados
Fuente: Elaborado por la autora, a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada a propietarios de los urbanismos en estudio.
Los fraccionamientos mejor constituidos son los residenciales, por cumplir con elementos arquitectónicos y urbanos que garantizan la exclusividad, la privacidad y el estilo de vida idóneo que buscan sus habitantes. Las privadas son los fraccionamientos cerrados de mayor demanda, debido a la accesibilidad económica, ya que el valor de compra es menor al de otro tipo de fraccionamiento cerrado y, a pesar de no constituirse con elementos arquitectónicos que le otorguen un carácter de exclusividad (como áreas recreativas propias ni marcos en los accesos de las fachadas como elementos de simulación
En las diversas tipificaciones de fraccionamientos cerrados existe segregación urbana, al delimitar sectores de desarrollo con diferente nivel de concentración de usos que permiten la accesibilidad y movilidad con respecto a la ciudad abierta. Coinciden los diferentes tipos de fraccionamiento cerrado en los elementos arquitectónicos centrales como muros, acceso, área común y vivienda.
Todos estos fraccionamientos cerrados y la ciudad cerrada se han generado en la periferia de la ciudad, concentrándose en la actualidad en la zona periurbana, los cuales ocasionan una dinámica de expansión urbana en la ciudad abierta que ha permitido la conformación de nuevas centralidades bajo la tendencia de expansión-densificación.
Con la creación de fraccionamientos cerrados, los empresarios vieron un lema mercantil que les facilitaba la comercialización: el concepto de privacidad y seguridad a través de las murallas. Sin embargo, este proceso ocasiona hasta la fecha problemas urbanos graves como los llamados principios de ciudad difusa, que se refieren a la concentración de densidades diversas en pequeños núcleos donde los servicios, en contacto con la ciudad abierta, se vuelven más caros, y el suelo en torno al fraccionamiento cerrado sufre un valor irreal que genera especulación del suelo entre el fraccionamiento periférico y los límites de construcción dentro de la ciudad cerrada.
De acuerdo con datos recabados a partir de cuestionario aplicado a una muestra de 35 habitantes de cada Conjunto urbano se pudo constatar lo siguiente:
Cuadro 2. Conocimiento que tienen los habitantes sobre el significado de Conjuntos Urbanos.
Fuente: Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada a propietarios de los urbanismos en estudio.
De acuerdo a los datos ofrecidos en el cuadro número 2, se puede evidenciar que mas del 80% de la población encuestada tiene conocimiento sobre lo que es un Urbanismo cerrado, cabe destacar que no solo se pudo constatar el nivel de conocimiento que tienen sobre las bondades de vivir en una zona como esta, denominada por demás exclusiva, sino, que en su mayoría son personas que están claras en las razones por las que viven en ellas, aunado a que no solo es el hecho de vivir en una urbanización privada como tal, más bien es el hecho de vivir en el norte de la ciudad, porque algunos de los encuestados señalaron venir de otro urbanismo cerrado pero con otra ubicación.
Cuadro Nro. 3.
Sobre el motivo para cambiar de residencia.
Fuente: Elaborado por la autora, a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
De acuerdo a los resultados ofrecidos por el cuadro anterior, se puede evidenciar las posibles causas que generalizarían el motivo por el cual los habitantes de estos urbanismos decidieron cambiar de residencia, y claramente se ve señalado que la seguridad viene a ser uno de los factores mas determinantes, por cuanto aseveraron estar en desacuerdo con las políticas que maneja el estado en cuanto a la misma, por lo que, en correspondencia a lo que pueden ofrecer estos urbanismos decidieron optar a esta alternativa de hábitat en aras de salvaguardar a sus familias de los que consideran ellos "el alto nivel de inseguridad que vive la ciudad en la actualidad"; en mediana proporción, también se puede evidenciar que las variables señaladas como el buscar mejor calidad de vida y por los servicios que se ofrecen vienen a ser una de las causas posibles de las compras masivas en este sector de la ciudad, mientras que ninguno de los encuestados señalo que era por cambiar de estatus, elemento que a manera muy particular se puede considerar como dicotómico y hasta sarcástico dado que en los momentos en que se llevó a cabo la aplicación del instrumento de recolección de información, una de las limitantes con las que nos se tropezó fue precisamente la renuencia a responder dicho instrumento porque no estaban de acuerdo con que se permitiera realizar en una urbanización privada este tipo de estudios, que bien se podría buscar información desde otras fuentes.
Cuadro 4. Sobre la necesidad del surgimiento de los Urbanismos como espacios exclusivos para un determinado grupo social.
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio
Para poder discernir un poco mas allá de la información suministrada por los encuestados, se vio la necesidad de realizar algunas entrevistas informales no estructuradas para ahondar en las causas del porque de esa necesidad de segregación tan fuera de control, cuando bien se sabe que indistintamente de los ingresos económicos que pudiera tener un grupo determinado de seres humanos, se puede apostar a otra forma de organización vecinal sin necesidad de llegar a los extremos de intervenir un espacio que en su momento fue público, y en efecto, las respuestas dieron como resultado, un exacerbado nivel de superioridad y control sobre lo que debería ser el espacio donde se deben desarrollar, porque sencillamente son un grupo selecto de personas que están en desacuerdo con la paridad social, ya que alegan la diversidad existentes en ,los patrones y acervos culturales, pues bien, cabe destacar que si se analiza este hecho desde la realidad social históricamente hablando, nos daremos cuenta que los únicos segregados son ellos, porque buscan ante todo una muralla que los límite de la maravilla de la diversidad humana.
Cuadro 5. Sobre la necesidad de la permanencia de seguridad las 24 horas del día.
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
De acuerdo a los datos ofrecidos en la tabla anterior, se puede evidenciar que el hecho de tener permanente seguridad en los conjuntos urbanos cerrados parece ser un factor de vital importancia para los residentes que hacen vida en los mismos, por cuanto es un elemento que obedece una verticalidad limitante propia de estos urbanismos, donde no solo es protagonista el impedimento del libre tránsito, sino que también hace más visible el hecho de la segregación propia que ha tenido lugar en las últimas décadas en la ciudad de Maturín, principalmente en el norte de la misma.
Cuadro 6. Sobre la necesidad de la segregación de los grupos humanos dependiendo de los Ingresos económicos.
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
Según datos arrojados a partir del cuestionario aplicado, y en correspondencia a la pregunta formulada sobre la necesidad que tenían los habitantes de la segregación dependiendo de los ingresos económicos, se tiene que; el 61,43% afirmo que es importante mantener distancia de los suburbios y zonas denominadas por ellos "popular", considerando a su vez que los centros urbanos cerrados se caracterizan por la tranquilidad, seguridad y respeto a la vida privada, cada familia asume sin problemas las normativas que en lo que a esto respecta, y sigue lineamientos establecidos por los condominios.
Cuadro 7. Sobre el alto pago mensual por motivo de condominio
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
Con respecto al pago mensual que deben cancelar los habitantes de los conjuntos urbanos encuestados, cabe destacar que el 64,29% aseguró estar de acuerdo al monto estipulado por motivo de condominio, aparte de gastos extras por concepto de seguridad permanente, aparte de mantenimientos extras a las áreas recreativas de cada uno de los mismos, también por colaboración cuando se utiliza el club, y demás áreas para actividades especiales que puedan organizar la familias; mientras que un 30% aseveró no estar de acuerdo con los montos estipulados ya que varían en márgenes de tiempo muy cortos, y creen que con un monto ofrecido por año es suficiente.
Cuadro 8. Sobre si están de acuerdo con el monto promedio de una vivienda en una Urbanización, aun y cuando son más pequeñas que las que ofrecen el Estado.
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
En relación a los m² que por lo general caracterizan a este tipo de urbanismos cabe destacar que en comparación a las que ofrece el Estado venezolano suelen ser más pequeñas, aunque las empresas constructoras ofrecen varios modelos y dimensiones, y por tanto trae como una de las consecuencias iníciales; el valor de las mismas, pero hay que hacer la salvedad de que los montos siempre son de crecimiento inusitado.
Debido a que en todo el territorio nacional cada año las viviendas se revalorizan, en sí, se puede considerar este fenómeno como un verdadero negocio para las principales constructoras. Se observa que a pesar de las bondades que según los encuestados tiene el vivir en conjunto urbano cerrado, solo el 52,86% afirma estar de acuerdo con el monto aunado a sus variables constantes en los precios, mientras que el 44,26% reconoció que los precios son muy abrumadores, y más aun cuando alegan que en la mayoría de los casos los materiales no son de muy buena calidad.
Cuadro 9. Sobre el conocimiento que tienen del uso inicial que se le daba al espacio donde están construidas sus viviendas.
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
De acuerdo a los resultados arrojados en el cuadro que anteriormente se indica, se puede evidenciar que el 54,26% de los encuestados manifestó no tener conocimiento del uso que se le daba al espacio donde actualmente tienen sus viviendas, sin embargo, el 35,71% aseveró estar consciente de que eran espacios donde en algún momento tuvo lugar el desarrollo de actividades como la agrícola y ganadera, es decir, que se pueden considerar espacios sub utilizados por el hombre, en correspondencia a la necesidad que ha surgido a través de la expansión de los grupos humanos hacia zonas aledañas a las urbes, por tanto, es importante señalar que ha sido posible esta deserción debido a la misma dinámica poblacional que ha tenido lugar, sobre todo, hacia el norte de la ciudad de Maturín, producto del denominado Boom petrolero y creación de la exclusividad de la zona, ya que la segregación ha sido uno de los elementos más importantes para delimitar a un grupo social de otro.
Cuadro 10. Sobre considerar la posibilidad de acuerdo a la dinámica expansiva del sector norte de la ciudad de Maturín, aunado a los ingresos y servicios, que se convierta en un futuro en un municipio exclusivo y modelo del Estado.
Fuente: Elaborado por la autora a partir de cuestionario y entrevista estructurada aplicada algunos propietarios de los urbanismos en estudio.
De acuerdo a los datos arrojados en el cuadro anterior, claramente se puede evidenciar que un 95,71% de los encuestados considera necesario que parte de este sector sea elevado a la categoría de municipio, ya que según ellos cuenta con los requisitos geográficos, poblacionales, de aporte económico y demás.
A su vez, importante recalcar que de las preguntas formuladas en el cuestionario la anteriormente señalada fue la que más interés despertó en los mismos, ya que consideran que sería un elemento positivo para las personas que habitan en el norte de Maturín, puesto que los beneficios que se generarían a nivel general serian de suma importancia, dado que también la inyección económica por parte del Estado aumentaría, generando no solo mas fuentes de trabajo sino más y mejores servicios, aparte de que establecería un estatus mas exclusivo en pro de dichos habitantes.
Se puede evidenciar pues, que no es por casualidad asumir el criterio de que la segregación es incontrolable cuando existen ideas tan totalitarias, desiguales y excluyentes en un mundo donde todos vivimos bajo las mismas condiciones naturales que se ofrecen, y del cual, el mismo ser humano ha hecho amén a las necesidades muy individualistas de un grupo que no representa ni el 12% de la población mundial, sin contar que, para poder llegar a establecerse como grupitos sociales, deben hacerlo en detrimento de personas que no han tenido la "Fortuna" de desarrollarse en el mismo medio en el que ellos sí. Cabe destacar que esta necesidad ha hecho replantear la necesidad de otro tipo de organización social, donde no solo se albergue la fulana necesidad de la segregación y amurallamiento, sino, donde todos seamos capaces de asumir responsablemente las condiciones que nos rodean, tomando como premisa el amoldamiento cultural para mitigar en la medida de lo posible la situación de inseguridad que se ha hecho eco cada vez que se estudia el ¿por qué del desplazamiento de las personas hacía zonas más seguras?, pero seguras porque el mismo ser humano ha buscado los mecanismos que permitan que esto sea posible, sin medir las consecuencias negativas que esto pudiera traer consigo.
Otra visión importante recae sobre el análisis profundo de la expansión de emporios urbanísticos, dicho esto en sentido dicotómico, porque es entendible que la mayor parte de los espacios donde los mismo se desprenden son espacios inicialmente naturales, donde la nobleza de nuestra naturaleza ha sido impactada enormemente; ante todo ello se replantea el discurso necesario de comprender la necesidad de satisfacer nuestras prioridades a partir de un entorno que nos rodea, comprendiendo pues que no somos la única especie que existe en el planeta y que nos debemos a esa dinámica social y cultural donde todos, sin mediar clases ni estatus sociales somos protagonistas.
Siguiendo en este orden de ideas la crítica en relación al impacto que el ser humano ha generado a lo que le rodea, en aras de denigrar no solo a un grupo humano en específico sino al mismo ambiente es por ello que bien tiene lugar analizar lo siguiente;
El "Significado ambiental de la vivienda urbana cerrada; sus condicionantes actuales y perspectivas"
La vivienda constituye el primer punto de contacto cotidiano de los seres humanos con el ambiente. Una vivienda sin ventilación adecuada, sin entrada suficiente de sol, sin el necesario aislamiento del exterior, constituiría en sí misma un micro ambiente inadecuado para el desarrollo de sus moradores.
Algunas de estas condiciones cuando se comparten con muchos, como es el caso de los asentamientos populares del Tercer Mundo, afectan el contexto ambiental urbano y lo deterioran.
Pero el principal factor de incidencia de la vivienda en el medio ambiente urbano es la cantidad de espacio, de agua y de energía que consume, y el volumen de basura y de aguas servidas que genera.
La vivienda puede llegar a ocupar entre dos terceras y tres cuartas partes del espacio urbano total y, en ciudades del Tercer Mundo, puede consumir dos terceras partes del agua potable disponible. Para mover esa agua, para construir, operar y mantener las viviendas se consumen además altas cantidades de energía.
La expansión urbana sobre zonas agrícolas, forestales o ecológicamente vulnerables como las zonas de recarga de acuíferos o las de lagunas costeras; la intensificación del tránsito de vehículos, la reducción paulatina de la velocidad urbana y el consecuente consumo adicional de combustibles; el hacinamiento y la densificación son todos factores de deterioro ambiental que se relacionan directamente con los procesos habitacionales.
De aquí la importancia que tiene la forma como se planifica, se diseña, se produce, se vive, se utiliza y se mantiene la vivienda en la determinación de la calidad ambiental urbana.
Cuando en una sociedad dominan las condiciones de pobreza y una alta dinámica de crecimiento urbano, ciertamente se tendrán impactos ambientales negativos que tomará largo tiempo enfrentar.
La ya difícil tarea de mantener el equilibrio urbano en las ciudades, se ve potenciada por factores que son comunes a casi todos los países donde hay pobreza:
El fuerte crecimiento natural de la población;
la migración acelerada campo-ciudad y, principalmente
la desigual distribución del ingreso.
A estos factores se han sumado las políticas mismas de desarrollo que tienden a desalentar el crecimiento de las grandes ciudades reduciendo subsidios, limitando inversiones en vivienda y desarrollo urbano, encareciendo los seres vivos.
Más recientemente se han sufrido, adicionalmente, los efectos de las políticas de ajuste estructural impuestas por los organismos multilaterales de cooperación y apoyo financiero. Estas políticas plantean el adelgazamiento del Estado en favor de la privatización, lo que ha significado en muchos países el abandono o la reducción sustantiva de los programas sociales, entre los que se encuentran la vivienda, y la dotación de servicios urbanos.
La privatización de varios componentes del desarrollo urbano tiene impactos importantes en el encarecimiento de la tierra, de la vivienda y de los servicios; como en la orientación de la oferta hacia sectores medios y altos; y, en la determinación de apoyos que privilegian la producción privada de vivienda, en detrimento de la producción social.
Otros elementos de las políticas de ajuste estructural, el mantenimiento de un bajo nivel de salarios para combatir la inflación y la eliminación de los subsidios, se han potenciado entre sí para hacer más difícil aún el acceso de los pobres e incluso de las clases medias, a la oferta de vivienda y al pago de servicios. Recordemos que para los trabajadores dependientes de un patrón, la vivienda forma parte de su salario.
Aún se desconocen los impactos que sobre la vivienda y los servicios urbanos tendrán las políticas de apertura económica y libre mercado, como es el caso de la "Iniciativa para las Américas" promovida por el gobierno norteamericano.
Es muy posible que su aplicación exija que, para garantizar un número potencial de clientes más amplio en nuestros países, se cierren los pocos espacios que la racionalidad tecnocrática y el temor político van dejando a la producción social independiente del hábitat. Esto abriría un vasto campo a las grandes empresas constructoras de vivienda y exportadoras de materiales y componentes de la construcción.
Todo esto sumado, puede tener finalmente un fuerte impacto sobre la capacidad real de los pobres urbanos para enfrentar sus problemas habitacionales.
Sociedades ricas en las que el Estado se ha retirado y ha dejado la vivienda al libre juego de la oferta y la demanda, como es el caso de los dos últimos gobiernos estadounidenses, al igual que sociedades con altos índices de pobreza extrema,
Conclusiones y recomendaciones
Una vez realizado el analisis del proceso de formación y desarrollo de conjuntos urbanos cerrados en el norte de la ciudad de Maturin, asi como de la valoración de sus efectos espaciales, sociales y economicos se pueden presentar una serie de conclusiones y recomendaciones:
Se identifica al proceso de globalización como uno de los elementos causales de las nuevas transformaciones urbanas, o como proceso simultáneo a escala regional y en particular en el proceso de urbanización del sector norte de la ciudad de Maturín.
El impacto real de los cambios globales sobre el territorio presentan una manifestación concreta en el espacio urbano; siendo la valoración de los nuevos acomodos en el tablero urbano, las propuestas de solución formuladas; las orientaciones sociopolíticas que las guían y el análisis de las incidencias de las nuevas tendencias políticas en una localidad específica temas a tener en cuenta de manera permanente.
A los efectos de evaluar el impacto de las nuevas formas de urbanización al norte de la ciudad de Maturín se hizo necesario darle seguimiento a una serie resultados empíricos ya existentes, así como enfatizar sobre las consecuencias que sobre los espacios urbanos en estudio está teniendo en la orientación política, la segregación social y espacial, la conformación del tejido social, la discriminación y la subutilización del espacio, entre otros.
En el caso de los conjuntos residenciales cerrados al norte de la ciudad de Maturín se debe destacar su vinculación con sus áreas de influencia o entornos regionales el hecho del paso de una metrópoli concentrada a una dispersa con sus consabidos efectos económicos, ambientales, culturales y políticos de gobernabilidad, y desconcentración de población hacia áreas no metropolitanas.
-En el análisis de la conformación, estructura, organización de las relaciones interurbanas y los nuevos roles que deben asumir estos nuevos espacios urbanos se debe tener en cuenta;
1- Existencia del fenómeno de la selectividad espacial de algunos centros (regiones metropolitanas) para la localización de empresas que manejan negocios externos (alto componente tecnológico y nivel de calificación con funciones directivas); manifestándose al norte de la ciudad en la concentración de un número importante de empresas destinadas no solo a la parte administrativa sino también a la parte gasífera, tecnológica y empresarial, entre otras.
2- Tendencia a la creación de nuevos objetos urbanos más descentralizados; tipo malls, shopping-centers, súper e hipermercados diversificados y especializados, centros financieros, centros empresariales, zonas hoteleras, distritos industriales y tecnológicos, etc., elementos que también se han expresado en ciertos cambios en la imagen y el paisaje urbanos.
3- La terciarización de las economías urbanas; rasgo característico de las ciudades latinoamericanas, puntualmente la ciudad de Maturín.
4- El aumento de la polarización social en lo que concierne a las desigualdades en la distribución de la renta, con especial incidencia sobre la élite intelectual y la clase media.
El caso específico de la ciudad de Maturín se convierte en interesante desentrañar el ¿Cómo? y ¿por qué? surgen estos espacios urbanos, caracterizados por su señalada exclusividad en espacios que en un momento importante de la historia representaron un importante papel en la economía de la región, dada la fertilidad de sus tierras y condiciones ideales para el desarrollo de la ganadería.
La respuesta pudiera estar dada de acuerdo con el análisis de la dinámica urbana del estado Monagas desde finales del siglo pasado, más específicamente en la ciudad de Maturín, fenómeno en el que han coincidido una serie de factores que han sido objeto de estudio, siendo quizás uno de los más trascendentales el referido a la subutilización de espacios netamente agrícolas y ganaderos, al que se une la presencia de la segregación como elemento trascendental de la sociedad.
Esta denominada segregación que viene reforzada con la construcción de medianos y grandes complejos urbanísticos, trae consigo una serie de aspectos que muestran abiertamente la exigencia primaria de los denominados "socios propietarios"; pues, cabe destacar que es esencial e indispensable para ellos que sean construidas en zonas específicas sin importar la incipiente superpoblación que es característica de las áreas de construcción de dichos urbanismos.
Esta segregación social y espacial también se manifiesta en que se pierda el valor de la convivencia, el cooperativismo, la cotidianidad, la familiaridad y el valor al compartir con los vecinos.
-La falta de vivienda con sentido de pertinencia, y servicios, como la seguridad por ejemplo; tiende a responderse mediante el desarrollo de grandes y exclusivos conjuntos habitacionales cerrados, ubicados en la periferia urbana donde la tierra resulta más cara y en donde emergen un sin número de efectos que se desarrollan en detrimento del medio natural inicial.
Un factor que llamó poderosamente la atención al momento de hacer el diagnostico inicial fue constatar que una de las más grandes realidades con lógica capitalista y centralista propia de los denominados países del norte, es la expansión hacía su mismo "norte", alarmando el pensar en este orden de cosas que el sector tipuro, donde convergen el mayor número de urbanizaciones de alto y mediano nivel en la ciudad de Maturín pueda a la larga convertirse en espacio de total exclusividad y segregación, entre otros.
Parece irónico pensar que en la mayoría de los casos se piensa en desarrollo cuando en realidad se hace en detrimento, no solo de la sociedad más vulnerable sino también del espacio que la rodea. Excelente seria pensar en la existencia de una verdadera política fuerte que permita tal desarrollo, pero tomando como premisa las necesidades de todas las sociedades sin importar el nivel económico de las mismas.
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