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Violencias Urbanas (página 2)

Enviado por YoFSantos YoFSantos


Partes: 1, 2

2. Alternativas a las violencias o las cuotas de corresponsabilidad en el liderazgo social.

Hace falta un proyecto de nación, que asuma el presente y el Estado de Derecho, en el futuro, de un siglo que no será en lo absoluto- si cada uno trabaja, para el imperio de la ley, el derecho y la institucionalidad democráticos- un calco del pasado autoritario, excluyente, heredado de nuestros padres y abuelos.

 La primera responsabilidad de un liderazgo efectivo y compromisario con el desarrollo institucional, económico, tecnológico, laboral, educacional, jurídico, es medir previamente las consecuencias de sus decisiones, sobre la totalidad de una nación – resulta inadmisible ser juez y parte, o lo que es lo mismo, privilegiar las partes contra los intereses de la totalidad y su potencial sinérgico- desconfiando de quienes sostienen que las "cargas se arreglan por el camino", es decir, luego de vulnerar los derechos de algún sector, persona o comunidad, aún desde la "democracia real", de nuestros tiempos.

 Tomando como referencia la reflexión anterior, saludamos la capacidad de inversión solidaria de agentes de desarrollo, local y nacional, como la Cooperativa Nacional de Maestros (COOPNAMA) – en el Curso de Verano 2006 con el tema monográfico "El nuevo liderazgo cooperativo para un mundo en cambio"- y la organización Visión Mundial / World Vision – con su reciente seminario, sobre calidad de la educación inicial, para niños y niñas con necesidades especiales de aprendizaje , entidades con fondos mucho mas limitados que el Estado y las empresas dominicanas, han entendido que la Educación y su provisión a nivel de la capilaridad nacional, hasta el ultimo rincón, gracias a los cursos de verano, es el pilar principal, para que tengamos mas y mejores oportunidades como ciudadanos/as, para participar, contribuir, contradecir y construir una democracia participativa, a la altura de las agendas multisectoriales del desarrollo humano sostenible… esas en nuestro opinión, son alternativas, a la perdida de valores, la desinstitucionalización, la falta de oportunidades de inserción social y el empobrecimiento, que cubre con su manto a mas del 85% de la población de República Dominicana -segmentos de medianos y bajos ingresos– desde mediados de los 80s hasta el presente.

3. Nada contribuye mejor a la paz, la gobernabilidad y al desarrollo humano, que la integridad: el ejemplo cívico, solidario, cotidiano.

 Hace muchos siglos un filosofo como Aristóteles, llego a afirmar: " Somos lo que hacemos cada día, de modo que la excelencia, no es un acto, sino un hábito". Razón por la cual el estudio de los hábitos y condiciones de socialización de niños, niñas y jóvenes, dentro y fuera del ámbito escolar, pondrá nuevamente en el centro de la discusión de la criminalidad y la delincuencia, en el horizonte de las múltiples modalidades de las violencias cotidianas, temas conexos con su superación definitiva:

 1. Qué le estamos aportando con nuestro ejemplo, con la capacidad de deshechar las tentaciones, para NO sumarnos al corifeo de los "delitos de Estado", del crimen organizado y la delincuencia de cuello blanco, cuando elegimos "delincuentes favoritos": a la niñez y la juventud?

 2. Cómo contribuyen la impunidad y la falta de transparencia – desde el siglo XIX hasta el día de hoy- a la reproducción de las condiciones de anomia y perdida de la libertad y la creatividad, en el proceso de ciudadanización, para la infancia, la juventud y la familia dominicana?

 3. De que modo, el elogio, la condena, el silencio o la descalificación acrítica, de posiciones, propuestas o medidas, perjudica, la democratización y la modernización de sociedades, en transición como la dominicana, recortando el espacio publico para la libertad de transito, de la alegría y los hábitos de esta cultura, corroborada con la cotidianidad, de otros pueblos del Caribe, que viven de contacto con el exterior, su hospitalidad o el turismo?

 Una visión, expresada recientemente por E. Jorge Pratts, al referirse al proyecto de reforma constitucional, la cual hacemos nuestra, por lo que implica, para los millones de dominicanos y dominicanas, que viven en la isla y en todo el mundo:  

"() No hay textos sagrados. La Constitución, como en el caso de los padres fundadores, 1844, no es producto de un consejo o asamblea de sabios, ni de un hombre, ni de un partido, ni de una fe, sino de un proyecto de nación, creíble, defendible, alcanzable, con el trabajo y la participación de todas y todos" (Fragmento Entrevista Televisiva, 2 Agosto, 2006. Negritas nuestras)

"Cualquiera" o "cualquierización", han sido expresiones descalificantes,  insultantes procedentes de las elites instruidas, para criticar la opinión, la capacidad de propuesta surgida de la base de la sociedad, ante la crisis y perdida de credibilidad del liderazgo corporativo y partidario tradicional.

Es tiempo de enfrentar desde la propuesta pública, mas que desde la queja privada: el analfabetismo funcional, la intolerancia, la impunidad, la discriminación, la opacidad, la mediocridad y la improvisación, que nos han impedido, la construcción de un proyecto de nación, incluyente, modernizador, transparente, multidimensional, esperanzador y democrático, en capacidad de afrontar con responsabilidad, desde un enfoque holístico: las causas y alternativas,  a las violencias, en nuestro medio.

4. "La fiebre no está en la sábana" Factores como el empobrecimiento, la desesperanza y la falta de oportunidades de inserción social lícita. Caldos de cultivo.

Tal control, prevención de la conducta asocial o antisocial, solo puede ser producto de un cambio de mentalidad, para superar enfoques que solo contribuyen a retroalimentar la espiral de violencia tales como "la letra con sangre entra": al tiempo de pavimentar las avenidas, con informacion surgida de la realidad de las comunidades sus héroes, leyendas, tradiciones, cultura, estilo, modo y calidad de vida- una inserción exitosa en las coordenadas de la producción de riqueza tangible e intangible- en el siglo XXI, priorizando en la inversión y el gasto social -de la agenda pública, la reflexión y la acción social- nacional, regional, municipal y comunitaria: a los seres humanos, la cultura y la educación de cada uno/a.

 La democratización y modernización de la sociedad y canales del sistema democrático, no se autorregularan si cada ciudadano/a, cada comunidad especializada, territorial o virtual, asume e interpreta  desde la indiferencia, que la inversión, el gasto social – la educación, la legalidad, la legislación y la legitimación, la innovación, la cultura, la recreación– y el desarrollo humano, como totalidad concreta, " son obligación exclusiva de cada gobierno", " es asunto de los lideres", " no es mi problema"… o que  serán obras de tecnócratas, militantes, partidos políticos, liderazgos emergentes o individuos que se valen del poder político, corporativo, religioso o comunitario, para hacer negocios privados y resolver sus problemas personales o familiares, de espaldas a las naciones o municipalidades que dicen "ayudar", "representar", "proteger".

 La protesta, la denuncia, no bastan, dadas las complejidades inéditas del modelo de desarrollo y los múltiples impactos de la globalización -sobre la vida cotidiana, sobre las conquistas democráticas, en la economía, los empleos, los modos y estilos de vida, para las culturas locales y las familias- hoy por hoy: hace falta un paso mas allá, falta un espacio de reflexión y propuesta, anclado en lo territorial – el influjo y dinamismo de lo local, lo regional y lo nacional- aunque sin negar la contribución de las nuevas tecnologías de la informacion y la comunicación (NTICs),para el ejercicio y construcción de la ciudadanía global, solidaria, por la vida y la autodeterminación de las personas, las organizaciones y los pueblos, excluidos/as…

5. Expectativas a corto y mediano plazo: aprender y desaprender a vivir.

El enfoque cooperativo y desprejuiciado, en función de la suma de esfuerzos, para afrontar el presente y legar un futuro, a las generaciones emergentes, incluyendo a los no nacidos, es nuestro punto de partida.

 Recientemente en el programa Extra Inning (CDN, Radio, 4 Agosto, 2006) se analizaba una anécdota que ha puesto a reflexionar a más de un ciudadano/a, que estudia, trabaja o invierte en el país, para desde aquí encontrar la libertad y vivir, como le permitan sus circunstancias particulares o existenciales:

"() una señora de más de 60 años de edad, sale a las 12 de la noche, del Teatro Nacional, luego de disfrutar un espectáculo. Va sola, conduciendo un carro de último modelo. Por el camino, pese a su edad y a que va conduciendo sola: es detenida 3 veces, en el enorme "tapón"-congestionamiento, embotellamiento, atasco de la circulación vehicular, YFS- que se forma en la Avenida Máximo Gómez, luego de la puesta en vigencia del Plan de Seguridad Ciudadana. El primer militar que la detiene para revisión, introduce su arma larga por el lado del conductor, apuntándole, mientras le hace algunas preguntas () en la tercera parada, un policía, le hace la observación de que las luces de su automóvil, son "raras", "sospechosas" () ella para no entrar en contradicciones, le dice que sí. Cuando se despiden el policía le recuerda: "no deje de ir mañana mismo al taller a chequear esas luces, porque de verdad que son raras()".

Esta toda la ciudadanía, en calidad de sospechoso/a en la vida nocturna? Como una anciana podría ser una amenaza para la paz pública o para la seguridad ciudadana? NO seria mejor afinar las herramientas de la comunidad de inteligencia, a fin de interceptar, vehículos o personas, que han estado vinculadas al delito, dentro y fuera de las ciudades?

Si se han identificado, entre 20 y 120 mil, puntos dedicados a la distribución de drogas ilegales, por qué no se actúa?

Sin dejar de reconocer que las drogas, ni se cultivan, ni se manufacturan en RD, sino que las importan-reexportan con destino al insaciable mercado norteamericano y en menor medida, al mercado europeo- individuos y redes criminales, nacionales e internacionales, las cuales llegan al "detallista" quien vive en la zona rural o el barrio marginal y opera el punto de microtráfico- que mueven millones, y disponen de un sistemas logísticos, paramilitares y tecnológicos sofisticados – barcos, laboratorios, aviones, submarinos, armas y tecnologías de ultima generación, furgones- cada uno de los cuales vale millones y por tanto escapan a la capacidad o poder adquisitivo, de cualquier "jodedor/a" barrial, no solo por el volumen de los capitales en juego, sino por la necesidad de una cobertura que permita la impunidad de sus acciones?

Por otro lado Cabarete, Sosua y Samaná, han desarrollado en los últimos años, una cultura de un tipo de turismo que no es de resort con mucho mayor impacto redistributivo en la vida cotidiana de las comunidades y regiones- sino de inmuebles en alquiler, que se rentan por semanas, o meses a extranjeros que vienen de fiesta, de vacaciones. No tenemos aun ninguna peregrinación importante, atraída por la religiosidad popular o por las ceremonias eucarísticas oficiales, aunque en algún punto la demanda -de turismo juvenil, ecológico, cultural y de festivales- podría llegar a crecer.

Un turista se va de viaje, como sale de vacaciones, cualquiera que consigue coronar sus sueños míticos, de dar una "vuelta feliz" por el Caribe, elementos que hacen insostenibles y contraproducentes, algunas de las medidas, en virtud de que todos los días son de fiesta, para quien anda de vacaciones, con un tiempo mínimo para restaurar las energías perdidas y entregarse a los placeres. Ese es uno de los negocios, que hacen grande esta economía, lo decidimos como nación, hace mas de 25 años, al cambiar el modelo de desarrollo del monocultivo exportador, a la diversificación exportadora, es el turismo… y podría jurarse que nadie que invirtió en dicha industria, contó con este tipo de "sorpresas".

Para quienes ya tienen sus vuelos comprados o se encuentran en cualquiera de los puntos señalados, de Republica Dominicana, sus vacaciones serán inolvidables, ciertamente, si se comparan con las ofertas y modos de vida en cualquier otra isla turística de la región, incluyendo Cuba, Puerto Rico o Jamaica.

No debe olvidarse, al reflexionar en los entornos de las macro políticas y los liderazgos dominicanos, que el ingreso dominicano a la comunidad turística, no se produjo, simultáneamente con el resto de las islas de nuestra región, es decir inmediatamente después de la segunda guerra mundial (1945), aunque Trujillo desarrollo 13 establecimientos hoteleros, antes de 1961, debido a que existían factores internos que no generaban confianza, ni motivación, a turistas, excursionistas, como los controles, para el libre desplazamiento, por las ciudades, los campos y las montanas, situación que se mantuvo casi inalterable, luego del ajusticiamiento del dictador y no es hasta finales de los anos 70s del pasado siglo XX, que el coraje de inversionistas y autoridades, logran liberar la nación de ese sambenito, espiritual o perceptual, internacional. Es decir, luego de una transición de casi veinte años.

Participación, lucidez, enfoques multidisciplinares y equilibrados, con el dinamismo de toda la sociedad demandas que, junto al giro y los beneficios de la revolución científico-tecnológica, encontraremos en el siglo XXI, pasando de boca en boca, no solo por la info-pobreza, sino además porque se nos va la vida y la supervivencia como nación, cultura, economía y sociedad, en tal intento: el analfabetismo funcional, es tan grave como la miopía y el cortoplacismo.

 Otro mundo es posible, mas no desde la indiferencia, las visiones parciales o ciclópeas, la confusión interesada – mucho menos desde las nostalgias autoritarias, la exclusión y las violencias institucionalizadas, desde los tiempos coloniales, pasando por el  siglo XIX y XX, con contadas excepciones- en una nación que le tardo 100 años, construir las condiciones mínimas de seguridad individual, para explorar la nocturnidad como placer y derecho postlaboral (1880-1980), en y desde el Estado de Derecho. es tiempo de abrir el espacio y el diálogo democrático, no admitir excusas, ni visiones que atacan los síntomas, mas no las causas de la criminalidad y las violencias, agazapadas por cinco siglos en nuestro medio.

6. El legado de los mártires de Chicago: la desconolización o liberación del tiempo de ocio y la autonomía personal, en un país que vive del turismo y el contacto con el exterior su gente y su alegría.

Seria oportuno que observáramos que dentro del legado de los mártires de Chicago, del Primero de Mayo, se encuentra la consigna, que sirvió de pivote a su demanda de reducción de la jornada laboral y fue adoptada a posteriori, en casi todo el planeta, como un pedido de dignidad y humanidad:

"8 horas de trabajo, 8 horas de sueño y 8 horas para el resto"

 "8 horas para el resto" aludían, precisamente, el derecho al ocio, postestudiantil o postlaboral, como un tema de salud e higiene mental, factores -y prácticas- que en modo alguno pueden ser equivalentes a la vagancia. Es decir, un tiempo no regulado, fiscalizado o interrumpido, por el empleador, ni ninguna autoridad y de libre disposición individual, que marca la diferencia cualitativa, en las condiciones de vida, individual y comunitaria, el cual mas recientemente tanto en las ciencias del comportamiento, como en la propia filosofía se ubica en un espacio de unas 4 horas netas (Marcuse, 1968) para cada cual, elegir actividades, solitarias o en grupo, destinadas a mejorar la calidad del trabajo, manual o intelectual, a partir de la catarsis, liberación del stress, un ejercicio de la libertad y desalienarse de la rutina (Bethuzher-Lada, 1988-1992).

Hemos apoyado, apoyamos y apoyaremos, toda medida, pública o privada, que se oriente a la superación cotidiana de las causas de las violencias y niveles de exclusión, lo mismo que la opacidad, en nuestra sociedad, mediante planes, programas, proyectos e iniciativas participativas, de mediano y largo alcance -contra el aburrimiento y el ocio alienantes- enlazados con el proyecto de construcción de una nación mas prospera, institucionalmente solvente y moderna, en el marco de la legalidad, la justicia, la participación ciudadana y los derechos humanos, para que florezcan la libertad, la auto expresión y la equidad, en los medios de vida y en las oportunidades, para todas y todos.

 En el contexto contingente actual, a qué ciudadano/a u organización,  divertido pero responsable, se le podrá pedir que de lo que no posee, para si mismo, mediante la apelación: "Sonríe al turista"?

 4 Millones de turistas anuales y sus múltiples – formales e informales- sistemas de referencia, sobre la hospitalidad, la libertad y el tipo de acogida de un destino turístico, están en juego – con su impacto en el empleo, en la generación de monedas convertibles y en la proyección global del riesgo-país- Republica Dominicana, hoy, no es tan "diferente", "especial" o "única", como algunos sectores de la opinión publica, perciben o creen.

7. Como en el caso del beso, lo que se hace arriba – desde cambios temporales o definitivos en las "reglas de juego"- se siente en muchos otros lados… no siempre para bien, puesto que todo está interconectado, interdependiente.

Quizás ya va siendo tiempo de que los lideres sindicales, religiosos, políticos y los propios ciudadanos/as, asuman que para quedarse viviendo y trabajando en este país, vamos a tener que hacer grandes esfuerzos generosos, por tender puentes fraternos y firmes, para entender el mundo en que vivimos, de forma mas perdurable, integral y creíble, que en el refrán: "una cosa es con guitarra y otra es con violín", en lo relativo a exigir cumplimiento y diseños realistas de programas de gobierno, de modo que cada cuatro años, no estemos redescubriendo la rueda, el fuego, la agricultura, la pobreza o la delincuencia: aportando cuotas de continuidad al rol del Estado minimalista, para el desarrollo humano de la familia, sus talentos y canales de participación.

 Apostar por la inversión, el gasto, el ahorro de carencias y angustias de niños y jóvenes, en sus distintas etapas y orientaciones vocacionales, para la inserción social creativa o útil, es también ayudar a construir un futuro, mas distendido, democrático e inserto en respuestas efectivas para los retos del presente, para la familia y la totalidad de los ciudadanos/as…

Difícilmente los aprendizajes y practicas para el ejercicio del poder, acunados y crecidos a la sombra del mesianismo y el populismo, de los siglos XIX y XX, sirvan para franquear con niveles de éxito, transparencia y participación populares, el gigantesco rubicón del pensamiento y la acción comunitarias, entre siglos y muchos menos para consolidar y profundizar la democracia y las demandas insatisfechas de las mayorías de nuestras poblaciones, en el siglo XXI.

Probablemente, estamos en un momento donde aprender y desaprender a lo largo de toda la vida, junto a los niños, niñas y los jóvenes, sea lo mas aconsejable, percibiéndoles y respetándoles -como aliados valiosos por su talento, por su imaginación y por su relación mas proactiva y menos traumática, con las nuevas tecnologías, que nosotros/as: adultos, envejecientes y ancianos- tal como lo demuestran tanto estudios (1980-2006), como las prácticas hogareñas, ante la recepción de innovaciones, o modelos emergentes de electrodomésticos.

Quien no recuerda al "Lazarillo de Tormes"?? Parece que en muchos sentidos, consolidaremos saberes y experiencias, en el discurrir por el siglo XXI, siendo literalmente arrastrados, no guiados, por las vanguardias que encarnan niños y jóvenes, a quienes presta especial atención cualquier industria, para diseñar, estudiar o mejorar, un producto o servicio, en nuestros días.

Campañas, promoviendo nuevos bienes y servicios -no solo de juguetes o entretenimiento- se destinan a niños y jóvenes, como influenciador/a, usuario, asesor o tomador de decisión principal: estrategia impensable, dos, tres o cuatro generaciones atrás, cuando la asimilación de la familia nuclear y la existencia al menos ideal- de un jefe de hogar, reproducía las visiones patriarcales, vehiculadas por la escuela, el Estado y la iglesia, independientemente, de la diversidad de modeles y estilos familiares, realmente existentes, en barrios, municipios y comunidades.

El anterior, es como se observa un desfase antiguo, aunque invisibilizado o minimizado por la dictadura, gracias a: la censura, el escaso contacto del ciudadano promedio con el exterior y los bajos niveles de escolaridad de la población dominicana y la obstrucción para el ejercicio pleno de los derechos humanos, sólo que en el escenario actual, la falta de sincronía a lo interno de los distintos grupos socio-económicos, generacionales y en los estilos de vida, urbano-rurales- puede retrasar otros aspectos de la economía, la salud, la familia, la seguridad y de la educación desprejuiciada – como herramienta por excelencia, dentro y fuera de las aulas- en la construcción de nuevas competencias y saberes, para la vida, ciudadana, productiva, desde los valores democráticos y cosmovisión científico-tecnológica, compartidos en forma asimétrica, por el conjunto de la sociedad.

La "juvenilización" -como sostenía Newman en los 60s, refiriéndose a sociedades industriales, postindustriales, abiertas, del primer mundo- es una de las pasiones, de los delirios, de Occidente, por eso la popularidad de la lipo, la cirugía, el jogging, la cosmética, el spa, el esfuerzo de los adultos mayores, por seguir sin infartarse, los ritmos y compases, de las fiestas (el rock, el tecno, el reaggeton, el trance, el rave) el carrusel de las modas, los valores, la jerga o el discurso juveniles, actualmente reforzados por la globalización económico-telecomunicacional, la neocolonialidad cultural, las identidades emergentes, el relativismo y provisionalidad de lo valores y las metas vitales, característicos de la avalancha postmoderna y del desarraigo axiológico del hombre, la mujer y las organizaciones, light.

Sus ritmos, sus impaciencias por el presente no por transformar, sino por usufructuar el mundo y los símbolos del éxito anclados en la hipervalorización del confort, el ludismo, el sibaritismo, el individualismo y el materialismo– han desinflado o hecho bajar, el "valor de las acciones", los símbolos, modelos, los héroes y los consejos de generaciones anteriores, evaluados como decadencia, en términos peyorativos : "estos viejos están pasados"; " es que tu no entiendes"; "no sabes nada de este "mundo" de hoy"; "por qué te empeñas, si nunca has estado ahí, en calificar algo, sin haberlo experimentado o vivido?"; "son mis amigos/as, independientemente de las fachas o de lo que sientas, creas o pienses sobre ellos/as".

Ese comportamiento que ha escandalizado a más de un adulto por "irrespetuoso", "egoísta", irreverente o iconoclasta, no es exclusivo del momento actual a lo que se considera arbitrario, prejuicioso, unilateral por parte de las figuras de autoridad. Recordemos aquella canción, antiquísima, con un estribillo libertario: " () Si las viejas se murieran todas, las muchachas, cumbancharan más, cumbancharan más ()"- cosmovisión manufacturada por un coro aguardentoso de soneros caribeños, de la primera mitad del siglo XX- con la cual gozaron y bailaron de lo lindo -en su juventud- nuestros padres y abuelos, aún dentro de los rigores y privación de otros derechos de la dictadura, la pobreza y falta de oportunidades infanto-juveniles, ya proverbial, en paises como el nuestro.

Por eso, siempre es oportuno tener fresca la memoria y -mas o menos pendiente- la prospectiva, personal, generacional y comunitaria -quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos llegar a ser- ante la imposibilidad de sobrevivir, sin raices, como cultura, como economía, como sociedad, evitando -en lo que cabe- la hipocresía, los reduccionismos y la doble moral. Es decir, restringir el derecho a la exploración y la vida en libertad del otro/a, luego que nuestras biografías, son una sucesión interminable de parrandas financiadas con fondos propios o ajenos- genuflexiones -zig-zags ideológicos u oportunistas- y otros hechos bochornosos, de los que nadie en su sano juicio, podría sentirse orgulloso/a, al menos si pretende hacer de la vida pública o el liderazgo comunitario, su profesión, en el siglo XXI: a condición de que los demás, no pierdan la memoria, para que perdonen, sin olvidar, ni obliterar o castrar, su derecho irrenunciable para rememorar o reconstruir, tales eventos, en momentos puntuales.

No es tiempo este siglo, para entronizar nuevas formas de "apartheid", intolerancia o discriminación, sobre los derechos de las personas y organizaciones, sino precisamente para derribar tales muros, todos/as juntos/as tanto los correligionarios de un mismo credo, como los diferentes- con contribuciones individuales e institucionales- ayudar a legar a la presente y futura generación, un lugar, un imaginario, que llamaremos país, mas habitable, democrático, prospero, libre, participativo, gobernable y sosteniblemas desafiante, divertido y enriquecedor de los múltiples rostros, herencias y agendas, de la patria, que es la humanidad toda, en una apuesta por la vida y la libertad, de autodeterminación y descentralización, de pueblos, culturas, subculturas, organizaciones, familias y personas.

La paciencia infanto-juvenil, existe también, pero no en los temas y agendas que los adultos y envejecientes, tradicionalmente se detienen: su chispa, su curiosidad y sistematicidad para apartarse del bullicio -en un mundo de obsolescencias programadas por el mercado- leer un manual o experimentar, hasta dar "pie con bola", en las nuevas funcionalidades de: un celular, un equipo de música, un acondicionador de aire, un programa o software, un videojuego, un control remoto, o mas recientemente, la navegación en la Internet, les coloca en mejor posición para comprender y participar, con sus destrezas, habilidades de forma creativa, en los llamados sistemas socio técnicos, mucho mejor habilitados a tal fin que sus padres, profesores/as, y el promedio de los adultos mayores, que en ocasiones, les doblan o les triplican en edad, pero no en experiencias de interacción con las tecnologías emergentes.

En parte el conflicto generacional y de los estilos de vida, señalado en párrafos anteriores se explica en parte, a que muchas personas adultas, de distintas edades, ven las tecnologías como "juguetes caros", "trastos inútiles, en ayudarme a resolver problemas, del mundo real". Con percepciones como las anteriores, solo se admite el fracaso personal, sin dejar ningún intersticio, para cambiar, en el tiempo, la recepción de tales innovaciones, escudándose en expresiones autoflagelantes, altamente discriminatorias y lapidarias, como "mono viejo no aprende".

Un altísimo porcentaje de los padres y abuelos, en la clase media y alta aún, perciben las tecnologías como útil -junto a las lenguas modernas- para la formación de niños y jóvenes, pero no para ellos/as, que vienen de otras formaciones, anteriores a ambas necesidades. Por el contrario, muchos hacen esfuerzos denodados, no para participar, sino para resistirse al cambio: " en la manera de hacer las cosas", de "pensar las cosas" – sobre todo los privilegios de los adultos en el "disciplinamiento" de menores de edad y jóvenes, en su guía orientación y dirección– de la tecnofobia subyacente, o la baja autoestima que manifiestan muchos, sintiéndose "imposibilitados/as", para trabajar o crear, en entornos donde se utilizan maquinas, además de sus aprendizajes socio-profesionales, adquiridos, mucho antes de estas novedades, irrumpieran con violencia, en su cajero automático, en su hogar, en la diversión urbana y similares.

Son las mismas personas, que se resisten a dejar un mensaje en un contestador de voz, pues "no hablan con maquinas" o sienten que incluso el tema, les hace perder sensibilidad o atenta contra su individualidad "deshumanizándole". Detestan los cajeros, las boneterías electrónicas y todo aquello que se desarrolla pulsando botones y esperando que una aplicación informática se ejecute.

La educación, la cotidianidad, la calidad y diversidad del ocio y la recreación, pueden jugar un lugar capital, en la definición de marcos para habilitarles, en una cultura de paz y tolerancia a la diversidad multicultural, innovativa, discursiva y proponente de acciones, para beneficio o interés general.

 Por una asamblea constituyente -legitimada por el voto popular, receptiva, empoderante- diversa como diversos son los desafíos de la sociedad nuestra en el siglo XXI, recién iniciado. Para que cincuenta, 100, 500 o mil personas, representen los intereses, las necesidades y la visión de futuro de mas de 9 millones de personas y el latir de esa misma nación, allende los mares, es el tiempo de los compromisos y del planteo de aspectos de la realidad que sean capaces de facilitar y agilizar, al margen de toda mitificación, servilismo y burocratismo: el ejercicio libérrimo de la ciudadanía, mas que como un ritual electoral, como una convivencia de todos los días, 24/7 con las nuevas oportunidades, desafíos, saberes y amenazas para el ser -y seguir siendo dominicanos/as, caribeños, latinoamericanos, con sueños ligados a las esperanzas del Tercer Mundo o mundo no industrial-, conviviendo con las imaginarios y otredades, que somos o queremos ser, y nuestros grandes contrastes para superar las limitantes estructurales -como la deuda social, cultural y económica- al desarrollo humano: no sólo vencer resistencias al cambio, de tipo legal, político, judicial o legislativo, en la democracia participativa del siglo XXI.

La Asamblea Constituyente, no deberá ser un espacio, para firmar ningún cheque en blanco, a nadie, sino para un nuevo contrato social y psicológico, en que todas las visiones, rostros, expectativas y enfoques sobre el presente y el futuro, se encuentren, con las experiencias y las buenas practicas del otro/a y con el otro/a: es por tanto, una movilización, de las bases, de las fuerzas vivas de la sociedad, no un conciliábulo de entendidos, en los aposentos altos.

Juntos/as, sin preconceptos, con una gran dosis de humildad, lo haremos mejor, ante la nueva realidad de que nadie es propietario, ni de la verdad, ni de la certidumbre, ni posee una bola de cristal, confiable, para diseñar, soñar o inventar futuros inclusivos, en el paradigma postfordista o del cambio y la incertidumbre permanentes: el sentido común, llama a un momento de unidad, donde carece de sentido celebrar el fracaso ajeno, como intentar escamotear o burlar los triunfos o el valor de la propuesta del otro/a. La verdad completa, monolítica, inamovible, eterna, sin fisuras, ni vida, no existe.

Cada legislador, líder o ciudadano/a procura normar su accionar, en función de los contextos globales, continentales, nacionales, regionales y locales, atravesados todos por la epocalidad y contexto, tangible e intangible, que les toca vivir. En todos esos infointercambios el lugar de la educación, de la cultura y los valores aceptados por la colectividad, son barreras infranqueables, para la toma de decisiones. En el dinamismo actual de lo real, la verdad o la última palabra sobre nada, no es propiedad privada, de ninguna casta, profesión, ideología, clase social, logia, partido, sindicato o fe.

Toda persona, mayor de 10 años, que vive o desciende de dominicanos, lo mismo que todos y todas los individuos que llegaron a la adultez, después de la caída de la dictadura, tienen un lugar estelar, en el proceso que acabamos de describir, porque uno de los detalles, del pensamiento entre siglos, radica, en que desde allí, se sientan precedentes, de libertad, aspiraciones, en los cuales se apoyaran, individuos y organizaciones -a los cuales podemos alegrarles o desgraciarles la vida, dado que los protagonistas del siglo XXI, los y las lideres lideres, los conductores de pueblos, de sectores de opinión, de ramas de la economía, las tecnologías, las ciencias y las artes aún pendiente de inventar, ya que ni siquiera han nacido- a mediano o largo plazo, y a los cuales no tendremos el gusto o el disgusto- de conocer.

Razón por la cual: la prudencia y no la prisa, el tacto, y no el atolondramiento, siempre serán buenas guías, en los procesos de toma de decisiones o arquitecturación de propuestashablamos obviamente, de la sostenibilidad de la vida, en este territorio y en el planeta, 100 años más, o lo que es lo mismo, desde el lugar social que apuesta a la vida, la libertad y la tolerancia, frente a la guerra, la xenofobia, el odio, las indigestiones del poder, los resentimientos y las demás pesadillas circundantes, al proceso de democratización, modernización, la institucionalización y el reconocimiento del Estado de Derecho, en cualquier época y lugar, en nuestro mundo en red, aunque unipolar.

La verdad es un objeto a perseguir, a construir colectivamente, en un proyecto siempre inconcluso y revisable, perfectible, normado, por el bien común y unos marcos valóricos compartidos. En tal sentido, en el Estado de Derecho: no la posee nadie -y cuando la posee por breve lapso de tiempo, se muta en otro, parcial, obsoleto- necesitamos mas acercarnos, dialogar y escuchar los signos de los tiempos, actuales, en su perspectiva de contribuir a visualizar futuros participativos, inclusivos, prósperos y felices, para todas y todos, como una responsabilidad histórica involuntariamente contraída- sólo por nacer y crecer en épocas de transición, lo que no nos hace nada especiales, sino mucho mas contradictorios que nuestros abuelos y sus certidumbres- mas que con nuestra propia generación, con nuestros hijos e hijas, y sus descendientes.

Las propuestas que nos permitirán sobrevivir en el siglo XXI y remontar o naufragar a mayores profundidades, en la crisis, no serán anónimas -como la narrativa juglaresca- ni enmascaradas en la oscuridad de una fiesta -como la bala perdida- sino que tendrán por el contrario, una persona o autor/a intelectual y ejecutores identificables, a los cuales de algún modo la historia, les pasara el balance final, sobre sus oportunidades y la gestión del tiempo que les toco viviren ocasiones, sin tener que esperar milenios, dado que vivimos en un mundo de los negocios y los infointercambios "a la velocidad del pensamiento", como expresa en mas de un sentido un hombre del siglo XXI como B. Gates, y lo demuestran los nerviosos intercambios de los mercados– "el cacerolazo argentino", en el "efecto tequila", el foro de Porto Alegre, o los saltos mortales de los "tigres asiáticos"- en la era digitalquizás por eso, un llamado a la unidad, al comedimiento y a la escucha, de las voces y visiones diferentes, nos ayude a mejorar nuestra vista panorámica, de la vida en el horizonte, del siglo recién nacido y cuyo norte -o precedentes cofundacionales- construirán los micropoderes en manos de las generaciones actuales de ciudadanos/as, munícipes y líderes, para bien o para mal, de acuerdo al cristal en que les vean y juzguen las futuras, con sus propios raseros, condimentos, sus espejos para el alpinismo o plataformas para la supervivencia.

Lo mejor del cuento, es que no hay elegidos/as o predeterminados/as: cada quien en la privacidad de su hogar y en sus rutinas vitales, puede con actos, no con palabras, posicionarse, colocarse o elegir, de "qué lado de la foto", quiere figurar. Es la libertad! Algo bastante más serio que la lucha del buscavidas, ante la clarinada del "sálvese quien pueda", o las nostalgias autoritarias del pasado o el magíster dixit!!

El caso de los padres y madres "felices", con el recorte de los derechos ciudadanos, implícitos en las medidas del plan de seguridad publica -porque pueden dormir y sus hijos llegan temprano a sus casas- es quizás mas penoso y grave, de lo que luce en apariencia: el horario al que debe regresar un hijo/a o hija al hogar, es una cuestión familiar, intima. Responsabilidad intransferible como responsabilidad a los poderes públicos, porque el Estado, ni las empresas, pueden decirle, dictarle a un ciudadano/a el estilo de vida, ni los modos de criar a sus hijos, en ninguna sociedad pluralista: mucho menos proponer un patrón único, para definir el proyecto de vida. Ahí precisamente esta la frontera entre democracia y totalitarismo.

Es inconcebible, la irresponsabilidad, por parte de padres o madres, que habiendo perdido el control y el respeto para gobernar a sus hijos, la mayoría de las veces, estudiantes y económicamente dependendientes de la mesada familiar, ahora quieran imponer a toda la sociedad una camisa de fuerza en sus actividades postlaborales: hace ya mucho tiempo que se promulgo la abolición de la esclavitud.

Por otro lado, si una ciudad tiene, 80 o 100 mil habitantes por ejemplo, resulta muy arbitrario e injusto, que quienes que no violan la ley, quienes trabajan o estudian, o quienes andan en búsqueda de tales satisfactores -cada día mas exigentes y difíciles de alcanzar- sean confinados por la fuerza, a sus viviendas, por culpa de una fracción de la población, absolutamente ínfima en cualquier lugar lugar del mundo, que si viola la ley.

Es decir, estamos penalizando al 95 o 99% de la población, que no ha hecho nada, fuera de lugar, en vez, de analizar las causas y poner los correctivos pertinentes, para la prevención, la intervención y la represión de la criminalidad y la delincuencia. De donde hemos sacado, que el Estado de Derecho, puede justificar tales visiones caprichosas de la equidad y la justicia?

En la actualidad estamos cerrando no barrios o sectores residenciales, sino ciudades enteras, cuando lo deseable, seria que existiera suficiente demanda, en todos los bienes y los servicios, para que se trabajaran tres turnos rotativos, las 24 horas y exportar los excedentes de tal proceso.

La vida urbana hoy, por cierto, no es la de las zonas rurales, de hace 20, 40 o 60 años.y gracias a Dios, la urbana de los próximos 20 años, no tiene nada que ver ni con estas medidas, ni con las mentalidades, que al margen de la inconstitucionalidad de las medidas, andan pidiendo que las mismas se prolonguen, algunas voces con buena fe y otros, procurando llevarse entre las patas de los caballos, a la presente administración, de cara a las elecciones: punto donde mueren la mayoría de las "propuestas" y "buenas intenciones", de muchos opinantes, aparentemente independientes.

La inversión pública, las políticas sociales respuestas racionales planeadas, programáticas, medibles, relacionadas con la deuda social acumulada- en áreas estratégicas, como la educación, la reconversión del aparato productivo, la atracción de tecnologías y capitales, tareas que no son de la exclusiva responsabilidad del Estado aunque si principalmente de él- sino de todo aquel que se proclama como interesado/a en la paz social y en la seguridad ciudadana, con la única diferencia de que tales iniciativas no se pueden poner en vigencia por decreto, en la medida en que demandan de un consenso y un proyecto de nación, de mediano y largo aliento.

Así es como podremos mejorar la cantidad y la calidad de rubros de la economía, los volúmenes de empleos, de oportunidades y de capacidades individuales, comunitarias y enfrentarnos a la competencia, a las exigencias de la reconversión del aparato productivo, desestimulando -con oportunidades e inversiones, orientadas hacia personas, organizaciones y comunidades mas empobrecidas- la conducta violenta y antisocial.

Nunca achicando las actuales ofertas y demandas del mercado, para desacelerar el intercambio económico. Seria la primera vez en la historia de la humanidad, que restando más de 100 mil empleos directos y perjudicando a miles de unidades productivas, una nación o una región, alcanzare la paz, la seguridad, la gobernabilidad o el desarrollo humano, dentro de un esquema de actuación respetuoso de los derechos humanos y la institucionalidad democrática.

La nación no naufragará, porque personas y organizaciones conscientes, dispuestas -y dispersas en los oficios y lugares mas disímiles del tejido social-, trabajaran para que este disponible, un día mas, un mes, un año mas, una hora mas, un lustro mas, una decada mas, una centuria mas.

En un mundo plagado de problemas, nadie vendrá de otro lugar, con "una varita de virtud", a sacarnos del estancamiento institucional, "por amor al arte": sólo usted y los que sientan, que el futuro, merece la pena de ser soñado, planeado y construido, integrando las contribuciones de todas y todos, lo lograran, contra todo vaticinio entre el logro de una aspiración – sus planes y la cristalización- sólo existen mares de sudor, equivocaciones, aprendizajes del error y lecciones para la memoria colectiva, actual y futura, como en cualquier acto humano, la ventana: la brecha de la perfectibilidad, de la esperanza, hibridada con el trabajo, la dignidad y la solidaridad humanas.

Polis et Ecumene!!

 

Yoe F. Santos

Director Ejecutivo

Centro Cultural de Intercambio Audio Visual, Inc

República Dominicana

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Santiago de los Caballeros

5 Agosto, 2006

 

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