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Raíces africanas (página 3)

Enviado por ARISTO MACHADO MENA


Partes: 1, 2, 3, 4, 5

  • Comisión Consultiva del Valle la cual estará integrada por: Comité de Defensa de los Intereses del Río Cajambre CODINCA; Asociación Popular de Negros Unidos del Río Yurumangui APONURY; Organización por la Defensa de los Intereses de las Comunidades Negras de las Comunidades del Río Naya ODEINCAN; Comité Campesino del río Raposo; Comité pro Defensa del Río Anchicaya; Comité Campesino de Papayal; el Progreso y dos representantes elegidos por el consejo de Buenaventura. 

  • Comisión consultiva del departamento del Cauca la cual estará integrada por: Movimiento Cultural CINECIO MINA, Asociación Prodesarrollo del Saija, Comité Prodesarrollo del Municipio de López de Micay, Cauca, Comité Prointereses de la Costa Caucana COPRICA y por la Fundación para El Desarrollo de la Costa Pacífica Caucana 

  • Comisión consultiva del departamento de Nariño, la cual estará integrada por: COAGRO Pacifico Tumaco, Asociación Campesina del río Satinga, Asociación Campesina del Patía, Asociación Campesina de Barbacoas; Asociación Campesina del río Mira, Asociación de Campesinos de San José Payan; Asociación Campesina Negros de Mosquera; Asociación de Campesinos de Francisco Pizarro; Asociación Campesina de Iscuandé, Asociación Campesina de La Tola; Asociación Campesina del Charco y por la Asociación de Carboneros y Leñadores de Tumaco.

  • Parágrafo: Previo estudio y concepto favorable de la comisión especial podrán crearse comisiones consultivas en otras zonas del país que presenten similares condiciones a la de las zonas rurales ribereñas de los ríos de la cuenca del Pacífico.

    Articulo Nº 4: La comisión podrá celebrar audiencias para escuchar a los voceros de las organizaciones sociales interesadas y formularle propuesta en relación con los temas de su competencia. Las solicitudes de la audiencia serán tramitadas por conducto de la secretaría técnica.

    El tramite de las solicitudes de audiencia y la realización de las mismas, cuando así hubiere lugar, serán regulados en el reglamento interno de la comisión.

    Articulo Nº 5: La comisión a la que se refiere el presente decreto, estará adscrita al Ministerio de Gobierno el cual podrá, en consecuencia, desarrollar toda clase de actividades para permitir el cabal cumplimiento de las funciones de dicha comisión.

    La secretaría técnica de la comisión estará a cargo del Instituto de Investigaciones Culturales y Antropológicas ICAN.

    Articulo Nº 6: La comisión funcionará con sede principal en la ciudad de Santafé de Bogotá, D.C. y podrá sesionar en cualquier lugar del territorio nacional.

    Articulo Nº 7: La comisión especial para las Comunidades Negras funcionará hasta el 7 de Julio de 1993[28].

    Cuando se agotaban los dos años prescritos por el A.T. 55 y no se lograba la Ley para las Comunidades Negras, se buscaron estrategias de presión como las Asambleas Nacionales de Comunidades Negras – Puerto Tejada y la Marcha en Bogotá (5 de mayo de 1993), donde por primera vez el pueblo negro de Colombia hacía sentir su presencia ante los capitalinos, tomándose la Carrera Séptima con sus consignas, pancartas y tambores. Es importante resaltar el apoyo de diferentes grupos simpatizantes como sindicatos, la iglesia, el movimiento indígena, universitarios y personas particulares.

    Este proceso no fue fácil por los intereses del gobierno, y las diferencias entre las organizaciones negras, pero al final y con mucho esfuerzo se logró la ley 70 que fue firmada por el Presidente Cesar Gaviria el 27 de agosto del 1993 en Quibdó, Chocó.

    La ley 70 o ley de negritudes, aunque no responde a todas las aspiraciones, ni da todas las soluciones esperadas, es una herramienta valiosa en las manos de las Comunidades Negras, con la condición que se conozca, se trabaje y se luche por su reglamentación y aplicación desde los sectores de base y los espacios políticos conquistados.LEY 70 DE 1993

    Las Comunidades Negras han venido ocupando tierras baldías en las zonas rurales ribereñas de los ríos de la cuenca del Pacífico de acuerdo con sus practicas tradicionales de producción. La ley 70 tiene como objetivo reconocerles el derecho a la propiedad colectiva. Así mismo, establece mecanismos para la protección de la identidad cultural y de los derechos de las Comunidades Negras de Colombia como grupo étnico, también fomenta su desarrollo económico y social, con el fin de garantizar que estas comunidades obtengan condiciones reales de igualdad frente al resto de la sociedad colombiana. Esta ley esta conformada por 8 capítulos y 68 artículos[29]. 

    Los Consejos Comunitarios y sus funciones

    El Decreto No. 1745 del 12 de octubre de 1995 reglamentó el capítulo III de la Ley 70, donde el pueblo afrocolombiano encuentra la mayor herramienta para organizarse y reivindicar la autonomía. El Artículo tercero de este Decreto define:

    "Una comunidad negra podrá constituirse en Consejo Comunitario, que como persona jurídica ejerce la máxima autoridad de administración interna dentro de las tierras de las Comunidades Negras, de acuerdo con los mandatos constitucionales y legales que los rigen y los demás que le asigne el sistema de derecho propio de cada comunidad".

    Se ha realizado un fuerte trabajo para que las Comunidades Afrocolombianas que no estaban involucradas en el proceso anterior comprendan que un Consejo Comunitario fortalecido es la máxima aspiración de todo este caminar organizativo, es la estrategia para hacer realidad la autoridad propia y no se puede equiparar con los grupos, asociaciones, juntas de acción comunal u otras expresiones que se utilizaban antes. Todas las expresiones organizativas existentes se deben vincular al Consejo Comunitario y desde él adquirir fortaleza y autonomía.

    La Junta del Consejo Comunitario tiene entre otras las siguientes funciones:

    v    Elaborar el informe que debe acompañar la solicitud de titulación, según lo dispuesto en los artículos 8º y 9ª de la Ley 70 de 1993.

    v    Presentar a la Asamblea General del Consejo Comunitario, para su aprobación, la propuesta de delimitación del territorio que será solicitado en titulación colectiva.

    v    Diligenciar ante el Incora la titulación Colectiva de las tierras de la Comunidad Negra respectiva.

    v    Velar por la conservación y protección de los derechos de la propiedad colectiva y por la integridad de los territorios titulados a la comunidad.

    v    Ejercer el gobierno económico de las tierras de las Comunidades Negras según su sistema de derecho propio y la legislación vigente.

    v    Presentar y gestionar planes de desarrollo para su comunidad, previa autorización de la Asamblea General del Consejo Comunitario.

    v    Crear y conservar el archivo de la comunidad, llevar libros de actas, cuentas y de registros de las áreas asignadas y los cambios que al respecto se realicen; y hacer entrega de esta información a la siguiente Junta del Consejo Comunitario al finalizar su período.

    v    Administrar con base en el reglamente y las normas vigentes el uso, aprovechamiento y conservación de los recursos naturales, y concretar la investigación en las tierras de las Comunidades Negras.

    v    Darse su propio reglamento y establecer las funciones de cada uno de sus miembros.COMISION CONSULTIVA DE ALTO NIVEL

    El articulo 45 de la ley 70 estableció que el Gobierno Nacional creara la Comisión Consultiva de Alto Nivel con la participación de representantes de las Comunidades Negras de Antioquia, Valle, Cauca, Chocó, Nariño, Costa Atlántica, Raizales de San Andrés y Providencia, Santa Catalina y demás regiones a que se refiere la misma ley. Este articulo es reglamentado por el decreto 1371 de 1994, el objetivo de dicha comisión fue encargarse del seguimiento de la ley y constituirse en un espacio de diálogo permanente para la atención a los asuntos de carácter regional y nacional que interesaran a las Comunidades Negras.

    El artículo 1º del Decreto 1371 define como queda integrada la Comisión Consultiva de Alto Nivel[30].PARTICIPACION EN ESPACIOS PUBLICOS

    La participación en espacios públicos no hacía parte de los derechos que reclamaban las organizaciones de base que lideraron la lucha del reconocimiento étnico y territorial pero en el concierto con todos los sectores de Comunidades Negras de Colombia se exigieron y lograron los siguientes espacios:

    • Se crea por medio del Art. 67 de la ley 70 la Dirección de Asuntos de Comunidades Negras, adscrita al Ministerio de Gobierno, el Director tendrá asiento en el Consejo de Política Económica y Social. Entre sus funciones debe promover acciones, tanto de parte del Ministerio, como de las demás agencias del Estado para que las Comunidades Negras del país sean atendidas debidamente por los programas de acción del Gobierno Nacional. La Dirección de Asuntos de Comunidades Negras fue reglamentada por los Decretos 2313 y 2316 del 13 de octubre de 1994. En la actualidad esta oficina quedó fusionada en la de Asuntos Etnicos.

    • Según el Artículo 66 de la Ley 70 se logra la Circunscripción Especial para elegir dos miembros de Comunidades Negras a la Cámara de Representantes, este artículo fue reglamentado en la Resolución 71 del 1º de diciembre de 1993 del Consejo nacional Electoral. Los primeros en ser elegidos para estos puestos fueron Zulia Mena y Agustín Valencia, estas dos curules fueron demandadas y se perdieron, pero nuevamente se recuperaron. 

    • En el Art. 48 de la Ley 70 se logra la participación en el Consejo Nacional de Planeación, para lo cual las Comunidades Negras deben presentar una terna, de la cual el gobierno elige un representante, esta participación fue reglamentada por el Decreto 1542 de 1994. 

    • Las Corporaciones Autónomas Regionales, que tengan jurisdicción sobre áreas donde haya presencia de Comunidades Negras, deben tener un representante de estas comunidades en su Consejo Directivo. Es el caso de Codechocó, CVC, Corponariño, Corpoamazonía, entre otros.

    Esta participación es un arma de doble filo para el proceso de Comunidades Negras, pues si los lideres que son elegidos tienen un verdadero sentido comunitario pueden apoyar y fortalecer el proceso, pero, si estos puestos son ocupados por politiqueros, atrasan y dividen a las comunidades. 

    El movimiento afrocolombiano y la apertura hacia la política

    La expresión movimiento menciona, ante todo, apertura,un hacer sin trayectoria fija sino variable, cambiante, dinámica y abierta a la sociedad, al pensamiento. El mayor argumento para redefinir el movimiento de Comunidad Afro, es la política. Vemos la urgencia y la necesidad de la política porque deseamos, a partir de la autogestión de la propia gente y de sus iniciativas, reconfigurar un gran movimiento de Comunidades Afros, regional y nacional. Este debe ser un movimiento sin ninguna ideología cerrada y sin ninguna plataforma planificada de acción a largo plazo. No ha de estar guiada solo por la discriminación y el racismo: Debe trascendernos.

    Antes que proyectar un movimiento sobre una idea fija y determinada, anhelamos edificar, desde abajo, una organización tolerante y pluralista, y, en tanto colectivo anónimo, contribuir con otros sectores sociales a crear nuevos modelos del ser-social en Colombia[31].

    Un movimiento de Comunidad Afro es una exigencia inaplazable ante la gran cantidad de males sufridos por el hombre afro a lo largo y ancho de la historia político-social colombiana. Hoy, más que nunca es un imperativo fortalecer al movimiento con ideas políticas de avanzada ante el bloqueo de las izquierdas y la obturación de los partidos tradicionales de espacio público de decisión y de participación…. Como la política en nuestra sociedad se ha degenerado progresivamente y hace parte de la industria del entretenimiento y de la publicidad de nuestra civilización decadente, el amor a la política efectiva – la autogestionaria y democrática – debe transformarse en deseo, pasión y acción pública, por mejoras y consecución de derechos, leyes y principios de convivencia en la vida compleja y humanista del hombre y la mujer afro frente a los otros.

    El movimiento afro debe ser símbolo de redención, libertad y autonomía, porque tenemos fe y esperanza, razón por la cual nos hemos involucrado en dicho proceso y porque depositamos en él parte de nuestras motivaciones espirituales, personales y colectivas… La acción humana del afrocolombiano y su creatividad histórica, pueden coadyuvar a crear una sociedad distinta tolerante y compleja sin recurrir a demoler todo lo dado, pues la imaginación política y la lucidez interior son la otra voz, ante la ceguera histórica y el extremismo político. 

    Logros, dificultades y búsquedas del proceso afrocolombiano

    Logros:

    v    El Artículo Transitorio 55 de la Constitución Nacional de 1991.

    v    La Ley 70 de 1993.

    v    La reglamentación del Capítulo III de la ley 70.

    v    Las titulaciones colectivas: (ver anexo Nº 4)

    v    Conformación de nuevas organizaciones de base en el Pacífico colombiano y en otras regiones de Colombia.

    v    Conformación de Consejos Comunitarios Veredales y de Ríos.

    v    Defensa del territorio.

    v    Experiencias y documentos de etnoeducación, etnodesarrollo y de investigaciones.

    v    Relaciones con procesos organizativos de otros países de América Latina, el Caribe y de Norteamérica.Dificultades:

    v    Desconocimiento de la ley 70 en muchos sectores afrocolombianos.

    v    Falta voluntad política de las instituciones y el gobierno que deben apoyar el cumplimiento y puesta en práctica de la Ley 70. Es el caso de Incora (Incoder), secretarías de Educación, Ministerio de Hacienda, Minas y Energía, entre otros.

    v    El individualismo de algunos líderes.

    v    Falta reglamentar algunos capítulos de la Ley 70.

    v    Las Comisiones Consultivas se han convertido en un espacio más de burocracia.

    v    Los espacios políticos que se han logrado, en muchos casos no se han aprovechado para fortalecer el proceso nacional sino con miras individualistas.Búsquedas:

    v    Apoyarnos desde lo local, hasta lo regional y nacional para la Defensa de la Vida, que aparece amenazada por la presencia de actores de la violencia en los territorios afrocolombianos.

    v    La Conformación de un ente nacional que represente los intereses de todo el pueblo afrocolombiano, reconociendo las diferencias internas y los mecanismos de cada región. Es importante conocer que han existido varias propuestas:

    • La Coordinadora Nacional de Comunidades Negras, que pretendía la unidad de todos los afrocolombianos, para participar en la Asamblea Nacional Constituyente de 1990.

    • La experiencia del Grupo de Cachipay[32] (1999) convocando a 50 líderes nacionales afro de todas las tendencias. En Cachipay se hizo un análisis del proceso afrocolombiano en el contexto de la coyuntura nacional, se buscaba la superación de las diferencias y fueron convocados como apoyo de neutralidad religiosos afrocolombianos, un sacerdote, dos religiosas, lo mismo que un pastor menonita. 

    • Primera Conferencia Nacional Afrocolombiana, realizada en Bogotá del 21 al 25 de noviembre de 2002 con el objetivo de "Retomar y consolidar el rumbo en tanto propuesta étnica y alcanzar mejores condiciones para enfrentar los retos y desafíos que le impone el conflicto armado y sus consecuencias, so pena de desaparecer como pueblo diferenciado". La Secretaría Ejecutiva al redactar las Memorias de la Conferencia hace la siguiente Presentación:

    "La Primera Conferencia Nacional Afrocolombiana -Una minga por la Vida-, forma parte de un paquete de temas de coordinación que un grueso de organizaciones étnicas afrocolombianas decidimos promover para hacerle frente a la dura situación por la que transitamos en Colombia, excepto el período de la esclavización, nunca antes nuestra situación había sido tan triste, dolorosa y cruel.

    Habíamos sufrido y sufrimos el devastador desarraigo cultural, desatención del Estado, la discriminación y la invisibilización, pero no habíamos sufrido el desarraigo territorial forzoso (desplazamiento). Hoy más de 700.000 hermanos y hermanas nuestras, mujeres, niños, abuelos fraternos engrosan los cinturones de miseria de las ciudades colombianas, sometidos al más alto índice de degradación humana, frente a la mirada complaciente de un Estado que en poco o nada le interesa la situación de sus asociados (sobre todo si son afros), y ante la dispersión de más de 5.000 organizaciones étnicas que bien coordinadas y orientadas pueden evitar, resolver o mitigar este o cualquier otro problema que se les presente.

    Por eso decidimos promover la Conferencia como un espacio de Encuentro de todas esas organizaciones para la puesta en común de un ideario afrocolombiano. Pensamos en principio en una reunión de 250 delegados de todas las expresiones organizativas étnicas afrocolombianas (mujeres, jóvenes, consejos comunitarios, académicos, estudiantes, artísticas, deportivas, urbanas, productivas, de desplazados, desempleados, funcionarios, escritores…) y finalmente llegaron más de 600 delegados.

    Desde que en 1982 las organizaciones étnicas dimos los primeros pasos en continuar las luchas libertarias de nuestros ancestros, es la primera vez que alcanzamos estos resultados. Estuvieron presentes delegados de toda la afrocolombianidad, desde San Andrés hasta la Amazonía y desde la Guajira hasta Nariño. También nos acompañaron hermanos de Senegal, Canadá, Costa Rica, Honduras, Venezuela, Ecuador, Brasil y Uruguay que intercambiaron y compartieron con nosotros, no sólo sus problemáticas, sino también sus puntos de vista sobre la diáspora africana y la situación dela humanidad en general.

    Hubo un espacio exclusivo para los niños y niñas, semillas de nuestro ser cultural y por dos horas se tomaron la plenaria de la Conferencia y exigieron ser tomados en serio en todas las acciones que adelante la afrocolombianidad.

    Logramos producir un Manifiesto Político, que da fe de nuestra posición frente a la situación que vivimos y su relación con la situación mundial, formulamos un plan de acción afrocolombiano por tres años alrededor de doce ejes temáticos[33] y acordamos unos Mecanismos de Coordinación para la implementación y seguimiento del Plan de Acción.

    Hemos superado el primer escollo, de nuestra actitud y disposición en adelante dependerán los alcances y trascendencia de la implementación de los acuerdos.

    Una minga por la vida, para que florezca el mundo subyacente con libertad, dignidad, armonía y alegría"[34].

    [27] VASQUEZ L Miguel A. Las Caras Lindas de mi Gente Negra, Plan Nacional de Rehabilitación PNR, Santa Fe de Bogotá 1.994, p 36.

    [28] O.C., p. 52

    [29] Cf, A.A. V.V, Dirección General para Comunidades Negras, Compendio Legislativo para Comunidades Negras, Imprenta Nacional de Colombia, Bogotá, 2001, P 9-21.

    [30] Cf, O.C. p. 59

    [31] MINA ARAGON, William, El pensamiento afro: Más allá de oriente y occidente, Artes Gráficas del Valle Ltda., 2003, p.265

    [32] Población de Cundinamarca, cerca de Bogotá.

    [33] Ejes temáticos: Organización, Territorialidad, Identidad cultural, Etnodesarrollo, Participación, Vida y Resistencia, Problemática Afrourbana, Niños y niñas, Desplazados, Mujer, Juventud, Plan de Desarrollo.

    [34] PRIMERA CONFERENCIA NACIONAL AFROCOLOMBIANA, Una Minga por la vida, 3 Mundos Editores Ltda., 2002 p.77. 10

    La mujer afrocolombiana en la construcción de la identidad nacional

     

    La mujer afrocolombiana es sujeto activo en la trasmisión de la cultura

    LA VIOLENCIA SEXUAL COMO LA FORMA MAS HUMILLANTE DE ESCLAVITUD

    Ya hemos analizado la situación inhumana en que se realizó la esclavización del hombre africano en las Américas, a todos estos sufrimientos al analizar el caso particular de la mujer encontramos que, además de sus músculos para el trabajo físico, se buscaba su capacidad sexual y procreadora como una ventaja que la hacía una mercancía valiosa. A ella la sumía en la más profunda humillación e impotencia. Esta humillación después de tantos siglos se introyectó en algunas mujeres afrodescendientes, pero otras han mantenido la fortaleza y valentía para defender la vida como máximo valor, y la confrontar a la sociedad dominante.

    Durante los primeros años de la trata se transportó un alto porcentaje de hombres con relación al número de mujeres, los hombres representaban mejores beneficios económicos; esta situación produjo una quiebra profunda en la estabilidad emocional del africano esclavizado, destruyó la posibilidad de relaciones heterosexuales propias de las culturas de origen[35]. Las pocas mujeres que se introdujeron al Nuevo Mundo durante este período no ofrecían una solución a la privación de la vida sexual del africano esclavizado, pues éstas eran escogidas por los amos, quienes las sometían a practicas sexuales abusivas.

    Es importante recordar que la conquista y la colonia se realizó por soldados y colonos peninsulares que llegaron a la América sin sus familias y la necesidad biológica impuso las relaciones poligámicas que los moros habían practicado durante su larga dominación en España. La mujer africana esclavizada y la indígena, tomadas como botín de guerra, aportaron la parte femenina para la construcción de la sociedad multiétnica latinoamericana, sin que se haya respetado en lo más mínimo las característica de cada grupo étnico.

    En Norteamérica también se dio el mestizaje entre anglosajón y mujeres negras e indígenas, pero en menores proporciones, pues las tradiciones religiosas protestantes eran más estrictas que las de la Iglesia Católica y sobre todo porque desde los inicios llegaban acompañados de sus mujeres e hijas. La Iglesia Católica condenaba estas uniones, pero era más tolerante en aceptarlas que los protestantes que no solo las condenaban sino que se negaron a recibir a los africanos y sus descendientes en sus congregaciones[36].

    La escasez de mujeres negras determinó que para el africano esclavizado fuera más fácil conseguir una mujer indígena que una compañera de su propia raza. Las africanas cuidadosamente seleccionadas por los traficantes negreros entre las más robustas y hermosas, eran prontamente acaparadas por los hacendados blancos, administradores coloniales, criollos y soldados. La situación se hizo tan dramática que en repetidas ocasiones los hombres africanos solicitaron a la corona española que impidiera el acaparamiento por los amos de las mujeres negras que llegaban a la América.

    Para la mujer africana negra esclavizada la humillación era total, su sentimiento de odio y de venganza por la violación física se estrellaba con el amor y el sufrimiento por la suerte del hijo o de la hija sembrada en su vientre.

    Con el correr del tiempo, ya en la época colonial, algunas mujeres afrodescendientes empiezan a sacar ventaja de esta humillación, y buscan en el mestizaje las mejores condiciones de vida para sus hijas e hijos.

    La ganancia por parte de los amos era por punta y punta: La mujer afrodescendiente era sometida al duro trabajo de la mina, de las plantaciones o del servicio doméstico, en la noche era su amante y las hijas o hijos que nacieran aumentaban el número de sus esclavos. Las hijas e hijos de esclavas se consideraban propiedad inalienable de los dueños de la plantación.

    La mujer afrodescendiente sufría la triple marginación ser negra, pobre-esclava, y ser mujer. Sólo podía vivir la maternidad mientras amamantaba a su hija o hijo, pues apenas el niño/a se alimentaba solo el amo podía negociarlos, cambiarlos, venderlos, tratarlos a su antojo, pues no le pertenecían a la madre, ni tenía derecho a formar una familia[37].

    Era tan evidente el atropello que significaba para la mujer negra y para sus hijas e hijos el trato de que eran objeto, que la Ley de Manumisión de partos del 19 de julio de 1821 aligeró un poco la humillación y el sufrimiento de la mujer. A pesar de eso, significó una traición, el Congreso de Cúcuta la dio en lugar de la abolición real de la esclavitud que se esperaba por las promesas de Bolívar a los soldados afrodescendientes y al presidente de Haití.

    "Artículo 1º. Serán libres los hijos de las esclavas que nazcan desde el día de la publicación de esta Ley en las capitales de Provincia, y como tales se inscribirán sus nombres en los registros cívicos de las Municipalidades y en los libros parroquiales.

    Artículo 2º. Los dueños de esclavas tendrán la obligación precisa de educar, vestir y alimentar a los hijos de éstas, que nazcan desde el día de la publicación de la ley; pero ellos, en recompensa, deberán indemnizar a los amos de sus madres los gastos impedidos en su crianza con sus obras y servicios que les prestarán hasta la edad de dieciocho años cumplidos"[38].

    Conscientes de que las leyes tratan de corregir una situación contraria a la que proponen, podemos entender que hasta esta fecha se practicó la horrenda costumbre de arrancar a las mujeres negras esclavizadas sus hijas e hijos, y fue preciso esperar 30 años más, hasta el 21 de mayo de 1851, para que se expidiera la Ley de la Abolición de la esclavitud.RESISTENCIA DE MUJERES AFROCOLOMBIANAS

    Las mujeres africanas esclavizadas y sus hijas nacidas en América, se rebelaron siempre ante esta humillación, cada una, según el lugar donde fue ubicada, buscaba la forma de liberarse y de liberar a sus descendientes de esa situación:

    Fueron formas de resistencia radicales el suicidio, el asesinato de los propios hijos y el aborto provocado, pensando que la muerte era preferible a la esclavitud. Pero la forma más significativa para el proceso como pueblo afrodescendiente, fue la participación en los palenques:

    "San Basilio de Palenque es el resultado del movimiento de insurrección esclavista más sobresaliente en Colombia; movimiento que se inicia con 37 personas negras entre mujeres y hombres, orientado por Benkos Biohó, exmonarca de un estado africano"[39].

    Al lado de Benkos es preciso rescatar la figura de su esposa Wiwa, reina del Palenque de Sierra María, quien con su hija Orika, princesa del palenque de San Basilio, reconocida cimarrona, y su hijo Sando, continuó el proyecto de libertad, después de la muerte del líder, esposo y padre el 16 de marzo de 1621[40].

    Encontramos otros testimonios de mujeres palenqueras, que no solo apoyaban la lucha de los hombres, sino que eran grandes guerreras como Polonia, y Agustina.

    Otra forma de resistencia fue la labor de las niñeras, nodrizas y ayas quienes sometidas al estilo de la casa grande, utilizan el cuidado de los niños de los amos para hacerles conocer los valores culturales propios, por medio de historias y cantos de cuna. Aquí se trata de un proceso lento, difícil de demostrar pero que hoy descubrimos reflejado en la mentalidad de la cultura latinoamericana.

    Es importante rescatar la memoria de la resistencia de las mujeres afrocolombianas, como un estímulo al proceso actual, donde es preciso despertar el liderazgo femenino para defender la propia identidad y el territorio. Hoy no es extraño encontrar mujeres afrodescendientes al frente de organizaciones, de procesos económicos comunitarios y de investigación de la cultura.ETNODESARROLLO EN MANOS DE MUJERES AFRODESCENDIENTES

    El aporte de las mujeres afrodescendientes en el campo económico se ha invisibilizado y subvalorado, por eso es necesario socializarlo como una forma de estimular la autoestima y el deseo de capacitación para la mujer de hoy.

    A) En El Sector Rural

    En el sector rural podemos resaltar el trabajo en la minería. Inicialmente se trabajaban las minas de los amos, pero luego como espacio libre son trabajadas por grupos familiares. Las mujeres afrodescendientes siguen teniendo un puesto especial en el estilo rudimentario tradicional de extraer el oro llamado mazamorreo[41]. Este duro trabajo le ha permitido sobrevivir a muchas mujeres y aportar para sacar adelante la familia. Cuando las cosas salen bien es posible conseguir alguna alhaja, para satisfacer la vanidad femenina y como un sistema propio de ahorro, pues en caso de necesidades se puede empeñar.

    La agricultura, en la costa pacífica colombiana tiene espacios propios para la mujer, para su economía, es el caso del cultivo de la caña y la destilación y comercialización del viche. En el cultivo del arroz, la mujer debe aportar en la desyerbada y cosecha, pero cuando hace estos trabajos a otras personas siempre su salario es inferior comparado con el del hombre.

    Es importante resaltar el trabajo que realizan las mujeres en el campo de las empresas comunitarias. Las mujeres de Noanamá trabajan en la elaboración de vinos de frutas y hierbas medicinales de la región (albahaca, limoncillo, marañón, borojó, aguacate…), también en el Patía hay un grupo de mujeres que hacen y exportan mermeladas. Estas mujeres y todas las que toman las riendas de su propia economía son dignas de nuestro apoyo y agradecimiento por ser gestoras de su propio etnodesarrollo.

    En el campo rural es significativo el aporte de las mujeres afrocolombianas en el magisterio y la centenaria conservación cultural que mantienen a través de la enseñanza. No hay que pasar desapercibido el papel que las mujeres Afrocolombianas han desempeñado a nivel organizativo, su vinculación a los procesos comunitarios ha fortalecido el etnodesarrollo en la zona rural.

    B) En El Sector Urbano:

    En el sector urbano la tradición más antigua está relacionada con las ventas de frutas y dulces, como es el caso de las palenqueras:

    "San Basilio de Palenque cuenta en la actualidad con 7.000 habitantes aproximadamente; los hombres se dedican en su mayoría a la agricultura y la ganadería a menor escala; las mujeres a la venta ambulante de los productos cosechados por los hombres y los dulces y bollos que ellas fabrican artesanalmente"[42].

    Estas mujeres en la temporada alta o de vacaciones en Cartagena y Santa Marta, se han convertido en símbolo de expresión estética y adorno, atrayendo a los turistas al caminar con mucho garbo con sus frutas en la cabeza. Actualmente se ha incrementado al lado de las ventas el servicio de los peinados afro, con las trencitas que tanto atraen a los visitantes.

    Otro campo muy fuerte es el de servicios domésticos, que ha sido tradicionalmente la entrada al mundo urbano, y a la movilidad social, pero se sigue desarrollando en la mayoría de los casos en condiciones degradantes. Casi siempre faltan condiciones de seguridad social, pueden ser despedidas sin previo aviso, y la sombra del acoso sexual siempre aparece. La mayoría de las mujeres son madres que deben dejar sus hijos con las abuelas o en el campo, mientras ellas se rebuscan la vida. Pero alrededor del trabajo doméstico en las grandes ciudades de Colombia, como Bogotá, Medellín y Cali, se ha elaborado toda una cultura de solidaridad y compartir. Generalmente se tiene un lugar determinado (el parque Berrío en Medellín, el terminal de Cali, el parque Caldas en Popayán…) como lugar de encuentro y compartir los días festivos y de descanso.

    Detrás del incremento del trabajo doméstico hay dos factores básicos: Por el lado de la oferta, la capacidad de poder dejar a los niños con las abuelas en la costa o en el campo, da a las madres que tienen que trabajar un margen competitivo que aumenta su participación en el servicio doméstico. Por el lado de la demanda, la imagen generalizada de las mujeres negras como sirvientas abre este particular mercado de trabajo a las mujeres chocoanas y del Pacífico colombiano, de la misma manera como hace más difícil para ellas el entrar a cualquier otro espacio[43]. Por este motivo es un desafío valioso apoyar a las mujeres afrodescendientes que trabajan en el servicio doméstico, motivar su organización para conocer y exigir sus derechos, propiciar la capacitación.

    Lavandería y culinaria son practicas de trabajo para las mujeres en los centros urbanos que les permiten un poco de flexibilidad en el manejo del tiempo propio. Muchas mujeres negras trabajan en la cocina de restaurantes, pues es reconocido tradicionalmente el buen gusto para la culinaria. Habría que incrementar los Restaurantes manejados por las mismas mujeres, para que así la utilidad se incremente y permita una mayor producción.

    En el magisterio se encuentra otro campo grande de labor para la mujer afrodescendiente, podemos remontarnos al aporte del Dr. Diego Luis Córdoba (1907-1964), primer senador chocoano y gran líder del pueblo afrocolombiano, que logró la creación de las Escuelas Normales para el Chocó. Desde esa época muchas mujeres afrodescendientes aprovecharon esa oportunidad y se entrenaron como maestras, encontraron trabajo en el Pacífico y fuera de su región. Es muy común encontrar maestras y maestros del Chocó y del Pacífico en regiones tan aisladas y distantes como los Departamentos de Guainía y Meta o en la cuenca amazónica[44]. Es importante estimular el trabajo de las educadoras afrodescendientes e invitarlas a aprovechar el espacio tan valioso de la educación formal para trasmitir los valores propios de la cultura y las motivaciones a fortalecer el proceso como pueblo negro.

    C)Participación en el proceso organizativo y en el campo político:

    Progresivamente aumenta la participación de las mujeres afrodescendientes en los procesos organizativos de base, en las Comisiones Consultivas Departamentales, en la Comisión Pedagógica Nacional, y en espacios locales de las alcaldías. A nivel nacional se puede destacar Zulia Mena, desempeñó por un período la curul del proceso afrocolombiano en la Cámara de Representantes, elegida por la circunscripción espacial, ganada con la Ley 70 de 1993. Piedad Córdoba, adscrita al partido liberal, se identifica también como afrocolombiana y desde el senado ha apoyado el proceso del pueblo.

    [35] Cf. PEREA, Berta Inés, La familia afrocolombiana del Pacífico, en AA.VV., La Participación del Negro en la Formación de las Sociedades Latinoamericanas, Seminario Internacional, ed. Antares Ltda, Bogotá 1987, p.117

    [36] Cf. ZAPATA OLIVELLA, Manuel, Opresión y Explotación del Africano en la Colonización de América Latina, en AA.VV., Primer Congreso de la Cultura Negra de las Américas, Cali 12-15 de octubre de 1976, ed. Ecoe, Bogotá, 1988, p.58

    [37] Cf. HERNANDEZ PALOMINO, Gabino y Biojó, Luis Antonio, El Negro En La Historia De Colombia, ed. Arte Litográfico H.V., Cali, 1998, p.21

    [38] Ibid, p.42

    [39] Ibid, p.36

    [40] PEREA H., Fabio Teolindo, Diccionario Afrocolombiano, publicado por el Centro Experimental Piloto CEP-Chocó y Codechocó.

    [41] FRIEDEMANN, Nina S.de Minería, descendencia y orfebrería artesanal litoral Pacífico colombiano, Imprenta de la Universidad Nacional, Bogotá, 1974, p.13

    [42] HERNANDEZ PALOMINO, Gabino y Biojó, Luis Antonio, El negro en historia de Colombia, O.C. p. 38

    [43] WADE, Peter, Gente negra, nación mestiza, ediciones Uniandes, Bogotá, 1997, p. 240

    [44] WADE, Peter, O.C. p. 246  

    La familia afrocolombiana

     

    Familia afrocolombiana de Villarrica, Cauca

    Se es familia por compadrazgo, por medio del vínculo que se establece con las personas que apadrinan o amadrinan un hijo o hija, con quienes se es compadre y comadre ya sea por el bautismo de agua de socorro, de óleo u otros ritos.

    Se puede ser familia por afinidad, por ejemplo cuando se forma una pareja conyugal y a su vez se van estableciendo relaciones con las cuñadas y cuñados, con la suegra y suegro; con los tíos y tías y así sucesivamente. En regiones, como en el Chocó y en el Valle del Cauca, en estos casos se habla de familia política.

    Se puede ser familia por paisanaje, porque, cuando se es de un mismo río o de una misma región, se siente familia al encontrarse con estas personas en un sitio distinto de donde se es.

    Se puede ser familia por lazos simbólicos, estos son aquellos lazos que se van creando dentro de la propia cultura y que tiene un gran significado para quienes pertenecen a dicha cultura. Por ejemplo los hermanos de leche o de padrinazgo, la mamá de leche, los hijos de crianza, el compadrazgo de oreja es decir quien le rompe las orejas a la niña, y en paga le debe dar un par de aretes, para que cuando sea grande no se le pierdan los que se ponga[45]. Muchos de estos parentescos simbólicos se van perdiendo pues ya los renacientes no saben que sentido tienen.  LA MUJER JEFE DE HOGAR

    Como resultado directo del tipo de vida que los afrodescendientes llevaron después de la abolición de la esclavitud, se generó una sociedad muy flexible. No se lograba la plena aceptación de los terratenientes, el Estado y la sociedad en general. Nunca estaban seguros de que los iban a dejar en paz y tenían que mantenerse con mucha libertad de movimiento. No había lugar para ellos en la sociedad oficial y, en consecuencia, crearon un sistema muy práctico de relaciones, incluyendo las relaciones entre hombres, mujeres y la crianza de los niños.

    Así entendemos el predominio de la familia extensa, con estilo matriarcal, con una mujer mayor como jefe, que controla el trabajo agrícola y toma toda la responsabilidad del bienestar de los niños y niñas. En este contexto las relaciones entre hombres y mujeres han sido muy flexibles[46]. Una mujer y un hombre pueden tener un hijo y no formar pareja permanente, y los niños quedar con cualquiera de los dos en su nueva pareja o con las abuelas. En los últimos tiempos, las fuerzas económicas específicas tienden a acentuar esta estructura familiar, separando a hombres y mujeres en el proceso de trabajo de libre competencia de tal manera que el hombre asalariado queda más separado aún del hogar compuesto por adultos mayores, mujeres y niños/as.  CASTIGO INFANTIL EN LA FAMILIA

    A veces varias familias castigan a sus hijos con violencia física golpeándolos o usando el látigo. Tambien usan la violencia verbal usando palabras soeces.

    Se ha llegado a creer que dar látigo es un mandato divino, una herencia divina, "así lo dejó Dios"; por eso los adultos se sienten obligados a usarlo como parte esencial de la buena crianza de los hijos. Hay gente que dice que al muchacho hay que darle látigo para que se ajuicie. Muchas veces los padres descarga en sus hijos o hijas la rabia que tienen con su pareja.

    Hoy en día ya no se pega tanto, han aconsejado que eso no es bueno. El problema que se tiene ahora en la educación de los hijos y las hijas en algunas familias es que se pasaron al otro lado. Si antes se les pegaba con mucha violencia, ahora les dejan hacer lo que ellos quieran. Ya no se permite que ninguna persona mayor use con los muchachos o muchachas las prácticas tradicional del regaño, castigos y consejos. La mejor forma de atraer a los niños y jóvenes es saber dialogar con ellos, escucharlos, hablarles de las tradiciones propias, de los ejemplos de los antepasados, enseñarles los refranes, versos, cuentos que contienen enseñanzas prácticas para la vida. Cuando los adultos están acostumbrados a conversar con los menores, es fácil corregirlos sin necesidad de reproducir la violencia que nos ha quedado como secuela de la esclavitud.

      [45] Cf. VICARIA DE PASTORAL – DIOCESIS DE TUMACO, La familia afronariñense, investigación comunitaria auspiciada por Manos Unidas, ed Impresos Caribe, Medellín, 2000.

    [46] MINA, Mateo, Esclavitud y libertad en el valle del río Cauca, editorial Herrera Hnos., Bogotá, 1975, p.145.  

    Pastoral afrocolombiana

      CENTRO DE PASTORAL AFROCOLOMBIANA, CEPAC

    La Pastoral afrocolombiana se concretiza en el CEPAC, Centro de Pastoral Afrocolombiana, que tiene su origen en la inquietud de Agentes de Pastoral Afrocolombianos/as liderados por Fray William Robert Riascos. El objetivo de esta pastoral es apoyar el fortalecimiento de la identidad y el proceso organizativo a nivel nacional, también unificar criterios entre los agentes de pastoral afros y no afros que acompañan al pueblo. El trabajo del CEPAC se ha coordinado con la Sección de Etnias de la Conferencia Episcopal y con el Delegado del CELAM-SEPAFRO. Se ha fortalecido la participación en los Encuentros de Pastoral Afroamericana (EPA) que desde 1.980 se vienen realizando a nivel de América Latina y el Caribe (ver Anexo No. 1 o la información amplia en EPAs)

    Podemos considerar como precursor de la Pastoral Afrocolombiana a Monseñor Gerardo Valencia Cano, primer Obispo de Buenaventura, quien amó entrañablemente a este pueblo y tenía claro que la liberación del pueblo negro debía ser gestada por sus mismos líderes, por eso apoyó la formación desde todos los ángulos y valoraba el saber cultural[47].ENCUENTROS NACIONALES

    Desde el inicio se quiso resaltar la fecha del 21 de mayo, para conmemorar la abolición legal de la esclavitud en Colombia (1851) y en cada Encuentro se han trabajado temas de formación respondiendo a la realidad coyuntural de la Comunidad AFRO:

    • Primer Encuentro de Pastoral Afrocolombiana: Se realiza en Medellín el 21 de mayo de 1992, para reflexionar sobre quiénes somos, dónde estamos y qué estamos haciendo los religiosos, religiosas, y laicos afrocolombianos. Se contó también con la participaron de algunos Agentes de Pastoral que trabajaban con las comunidades negras. 

    Desde el CEPAC se anima la la valoración de la identidad cultural

    • Segundo, tercer y cuarto encuentro se realizan en Buenaventura y el quinto en Cartagena (1.994 -1.996) en coordinación con la Sección de Etnias de la Conferencia Episcopal de Colombia. Se empieza la metodología de realizar una investigación antes del encuentro para luego compartir y finalmente sistematizar y publicar en el Boletín Pueblos. De esta forma se promueven las investigaciones sobre Ritual Mortuorio, Navidad, Semana Santa y Fiestas Patronales. 

    • Sexto, séptimo, octavo y noveno encuentro (1.997-2.000) se realizan en Buenaventura, continuando la investigación ¿Quién es Cristo para el Pueblo Negro? y Etnodesarrollo

    • Décimo encuentro realizado en Buenaventura del 17 al 21 de Mayo de 2.001, en el marco de la conmemoración de los 150 años de la abolición legal de la esclavitud en Colombia. En este encuentro, se trataron los siguientes temas:

    Conmemoración de los 150 años de laAbolición de la esclavitud

    • Significado de la abolición legal de la esclavización. 

    • Secuelas de la esclavitud. 

    • Perspectivas organizativas como alternativas de etno-desarrollo. 

    • Retos que plantea la pastoral al pueblo Afrocolombiano en los 150 años de abolición legal de la esclavitud. En este encuentro se elaboró el primer Manifiesto que recoge el pensamiento y los desafíos del pueblo negro de Colombia, conmemorando la abolición de la esclavitud.

    • Décimo primer encuentro realizado en Buenaventura del 18 al 22 de Mayo de 2.002, se trabajó el tema Aporte de la mujer afrocolombiana en la construcción de la identidad del pueblo colombiano. Se trabajaron los 10 subtemas que se debían compartir en el IX Encuentro de Pastoral Afroamericana, en Lima-Perú en el mes de febrero de 2003. 

    • Décimo segundo encuentro a cargo de la Delegación de Cali, se realizó del 18 al 22 de mayo de 2003. Por petición de los participantes en el Encuentro anterior se trabajó el tema Fe y Política, buscando elementos que nos permitan participar con conciencia crítica en el proceso socio-político que está viviendo el pueblo afrocolombiano. A partir de este Encuentro, y por iniciativa de la Delegación de Cali, se creó la página Web: p_afrocali.tripod.com.co

    LOGROS, DIFICULTADES Y PROPUESTAS DE LA PASTORAL AFROCOLOMBIANA

    Logros:

    • Valoración y rescate de tradiciones religiosas afrocolombianas 

    • Vocaciones Sacerdotales y Religiosas afrocolombianas en diferentes Congregaciones y Diócesis 

    • Se ha ganado un buen espacio en la liturgia, en muchas parroquias, donde se celebra la eucaristía con cantos, danzas y expresiones propias 

    • En varios sectores se apoya desde la Pastoral el proceso organizativo y experiencias de etnodesarrollo, de etnoeducación y culturales 

    • Los Encuentros Nacionales e Internacionales han sido oportunidades de conocimiento mutuo y de compartir experiencias 

    • Las investigaciones realizadas sobre el ritual mortuorio, las fiestas patronales, navidad, Semana Santa, etnodesarrollo y género nos han dado base para sistematizar nuestras propias experiencias, fortalecer los valores para compartir lo que somos y tenemos 

    • Estamos aprendiendo a trabajar en forma integrada: Sacerdotes, Religiosos/as, y laicos afrocolombianos lo mismo que con Agentes de Pastoral no Afro, pero comprometidos con nuestra causa 

    • En algunas oportunidades se ha podido coordinar la animación de la Pastoral Afrocolombiana con la Sección de Etnias de la Conferencia Episcopal y el SEPAFRO-CELAM.

    Dificultades:

    • Presencia de actores armados en territorios afrocolombianos, han realizado masacres y amenazas, provocando la desestabilización y el desplazamiento como una nueva forma de esclavitud. 

    • Necesidades básicas no satisfechas en un gran porcentaje de la población afrocolombiana. 

    • Existe un sector de la Iglesia que no apoya el trabajo de Pastoral Afrocolombiana por considerarlo excluyente. 

    • Las estructuras de la formación en Seminarios y Congregaciones masculinas y femeninas no facilitan la comprensión y perseverancia de las vocaciones afrocolombianas. 

    • En un gran porcentaje de la población afrodescendiente no se ha logrado fortalecer la identidad de pueblo afrocolombiano. 

    • Las Parroquias y los líderes carecen de recursos económicos para la participación en los diferentes eventos

    • Algunos grupos sólo le trabajan al aspecto litúrgico. 

    • Bajo nivel de formación académica en un amplio sector de la población afro. 

    • El compromiso de algunos líderes no corresponde a la capacitación recibida. 

    • No se ha logrado la participación de todas las Parroquias y Diócesis con significativa presencia afro.

    Propuestas:

    • Fortalecer el CEPAC con la participación de delegados/as de todas las Arquidiócesis, Diócesis y Vicariatos que tienen significativa presencia afrocolombiana. 

    • Estudiar e investigar la historia del pueblo negro en Colombia, como una herramienta que facilita fortalecer la identidad. 

    • Apoyar todas las acciones que se realizan para brindar protección a los líderes y grupos amenazados por los actores violentos. 

    • Continuar el proceso de Inculturación en la liturgia. 

    • Seguir insistiendo a las Congregaciones Religiosas masculinas y femeninas para que los Religiosos/as realizan la labor Pastoral en las comunidades afrocolombianas, para fortalecer el proceso actual. 

    • Participar activamente como CEPAC en el proceso sociopolítico actual del pueblo afrocolombiano, como estrategia de autonomía y en la búsqueda de mejores condiciones de vida para el pueblo.

     

    [47] Monseñor Valencia fue llamado "Obispo rojo" por defender los derechos de los pueblos negros e indígenas del Vicariato de Buenaventura. Promovió la educación y capacitación de líderes en el Instituto Matía Mulumba. A las maestras decía: «No enseñen a leer y escribir cosas que nuestra gente no conoce, escriban en el tablero: Chontaduro, estero, papachina y verán que todos aprenden con facilidad».

     

    Experiencias significativas afro en la vida religiosa y el sacerdocio

     Misioneras de la Madre Laura (1917)

    Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús y de María (1957)

    Seminario San Buenaventura (1964)

    Seminario Afroclaretiano en el Chocó (1978)

    Seminario Afrocolombiano – Guapi (1980)

    Fraternidad Misionera de María (2003)

    Religiosos y Religiosas Afro en Diferentes Congregaciones

    Encuentros de Vida Religiosa Afrocolombiana

    Vida Sacerdotal Afrodiocesana

      

    Misionera Lauritas Africanas y Afroamericanas alrededor de la cama donde murió la Madre Laura

    MISIONERAS DE LA MADRE LAURA (1917)

    La Beata Laura Montoya fundadora de las Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, nace en Jericó, Antioquia y es educada en el ambiente racista de su época (1874-1949). Sin embargo, encontramos en su Autobiografía experiencias de acercamiento y valoración a representantes del pueblo negro, como también la comprobación de la situación de marginación y de pobreza que no dudó en fundar algunas casas misioneras entre afrocolombianos y en recibir en la Congregación jóvenes de este grupo étnico.

    Desde 1968, la Congregación, con una visión ad gentes se proyecta al continente africano, donde hoy se tienen 5 casas misioneras en Kionzo, Kinzundu, Lukala, Kinshasa de la República Democrática del Congo y Noki-Angola; en Colombia se hace presencia en Buenaventura y Puerto Merizalde (Valle), Villarrica y misiones esporádicas en Cajibío (Cauca), Noanamá (Chocó), Vigía del Fuerte y Turbo (Antioquia), Uré (Córdoba), Cartagena (Atlántico). Como expresión de opción radical por el grupo más pobre entre los pobres, en 1989 se realiza un fundación en Astorga, República Dominicana y finalmente en 1999 en Haití.

    Entre los datos que nos muestran el proceso que se dio en la Madre Laura en su acercamiento al pueblo afroamericano encontramos los siguientes:

    La Providencia de Dios se manifiesta Gregorio el panadero:

    En 1906 la maestra Laura sufre la calumnia, la persecución y el rechazo de la sociedad medellinense, como consecuencia de la novela "Hija espiritual" escrita por el Dr. Alfonso Castro. Se retiran todos sus amigos y conocidos y queda con su madre y hermanos con dificultades hasta para conseguir el pan de cada día, en estas circunstancias nos cuenta en su Autobiografía:

    "Un día se apareció en la casa un hombre negro, con los pies hinchados que apenas parecía que podía andar. Creímos que pediría limosna; pero ¡era el Ángel de Dios! Me dijo: Misia Laura, ¿usted porque no pone una panadería?"[48]

    Entre dudas y temores la maestra se deja ayudar por Gregorio y él le construye el horno, le trae los materiales y luego se encarga de vender el pan. Cuando ya está instalado el negocio, muere Gregorio y Laura hace la siguiente interpretación:

    "Fui al entierro y en él estaba representado el Seminario, el Capítulo Catedral, y la Comunidad de los Hermanos Cristianos. Todo me pareció extraño. Pero logré saber que era un santo y que, como en su tiempo de salud había servido mucho, le guardaban las mayores consideraciones, pero que jamás había querido aceptar nada. Lo lloré como era debido y mi agradecimiento con Dios era inmenso. ¡A ese hombre negro le debíamos el pan! Quedamos perfectamente establecidas. ¡Por supuesto que mi dolor era mayor por no haber sabido lo que tenía en la casa! ¡Así mueren los santos que han preferido la humillación a todo! Supe que Gregorio comulgaba todos los días pero nadie lo sabía porque lo hacía en la misa de 4 (a.m.) y cambiaba de Iglesia todos los días"[49].

    Fundación de una Casa Misionera en el Palenque de Uré

    Después de las fundaciones en Dabeiba, (1914) Rioverde, El Pital, Murrí y Chontaduro entre los indígenas Katíos del Departamento de Antioquia, la Madre Laura se desplaza hasta Uré, Departamento de Córdoba, para realizar la sexta fundación de la naciente congregación. En la Autobiografía narra todos los inconvenientes del viaje y la incomprensión de varios eclesiásticos.

    El viaje comprendió muchas escalas, de Cartagena a Calamar en tren, de allí hasta Magangué en una confortable embarcación, de Magangue hasta Ayapel en una gasolina o buquecito que había empezado a surcar el San Jorge. En Ayapel tuvo noticias de la realidad de Uré:

    "Supimos allí que Uré era desconocido de todos y se tenía de él la idea terrible de lo desconocido. Sólo Don Luis Paniza nos dio algunos informes consoladores. Nos dijo que verdaderamente el camino no existía; pero que Uré era un pueblo de personas negras, descendientes de los que habían traído en la época de la colonia para laborar las minas, procedentes del África, pero que aquellos paganos todavía eran inclinados a las cosas buenas…"[50]

    Laura y su compañera siguen su viaje pensando que ubicadas en Uré, mientras esperan a los indios, pueden apoyar a la población negra. Aún les faltaban varios días de viaje y pueden comprobar que navegar por el río San Jorge era una aventura que sólo realizaban arriesgados comerciantes en canoas de remo, vendiendo sus productos por las riveras del río.

    Las dificultades del camino, la falta de oportunidades de los ribereños preparan el corazón de las misioneras para entender que el Señor las llamaba a trabajar y conocer una nueva cultura. La descripción que hace la Madre Laura de Uré tiene una gran importancia histórica pues nos ubica en el proceso vivido por los palenques:

    "Aquel pueblecito contaba entre las muchas gracias que tenía, la de haber conservado por más de cuatrocientos años una especie de dinastía religiosa. La religión, mezcla de catolicismo y de tradiciones africanas, estaba representada por un anciano siempre en cadena o sucesión no interrumpida, porque en el lecho de muerte de uno, nombraba el otro y a éste se sometían todos en lo religioso, sin poner ninguna suerte de reparos jamás. Este anciano desempeñaba las funciones del culto en un rancho largo que lo llamaban la iglesia católica, sin pena de ninguna clase. La religión tenía todo y muchos latinajos que rezaba el ancianito revestido con unos ornamentos y capas… El hacía los entierros …, bautizaba bien… Hacía la fiesta con rezos y cantos en medio de bailes…

    Cuando fuimos ejercía las funciones del culto el Señor Hilario, ancianito muy respetable por un aparato austero y venerable que había adquirido a fuerza de desempeñar tan terrible y desventajoso empleo, pues jamás se le pagaba nada ni se le daba tiempo para trabajar. Vivía pues muy mal, pero sintiéndose muy honrado por ser el depositario de la religión y culto de las tradiciones de su raza. Nada turbaba al Señor Hilario, ni su misma pobreza, pues estaba enseñado al pescado que su mujer anciana cogía todos los días. Tenía paciencia invicta con las tropelías de sus feligreses y nada lo inquietaba".[51]

    Una Religiosa afrocolombiana entre las Cofundadoras de la Congregación:

    En el año 2.000, con motivo del Jubileo, el Boletín Informativo Caminando Juntas publica un Homenaje a las diez primeras Cofundadoras, el grupo que inicia el noviciado canónico el 1 de enero de 1917 en Dabeiba, cuando la Madre Laura emite sus Votos Temporales y la experiencia misionera se constituye en congregación religiosa diocesana.

    El número siete de este grupo le corresponde a la Señorita María de los Ángeles Hernández Yépez de Robledo, Antioquia, de ella dice la crónica congregacional:

    "…Una morena fornida, trabajadora incansable y fervorosa… tenía muy buena voz, cantaba fuerte y bien en las ceremonias religiosas y en las misas. Aún en su vejez entonaba cánticos al Señor. Su boca no se ocupó sino para alabar a Dios y decir jaculatorias. Cuando se le preguntaba como estaba de salud o cómo le iba en su vida, siempre contestaba con este estribillo -Así como Dios quiere-"[52]

    En la Congregación recibió el nombre de María Santa Zita, y al hablar de ella varias Hermanas reconocen que su testimonio de vida atrajo valiosas vocaciones a la Congregación por "el espíritu de oración y unión con Dios que poseía… inspiraba respeto a cuantos la contemplaban". Todos los trabajos que realizaba los hacía con amor y alegría. En el año de 1964 la traen a la enfermería de Medellín, bastante delicada de salud pero "llena de amor a Dios, de cariño y paciencia", muere el 10 de mayo de 1971 a los 99 años de edad, ganándose el título de Cofundadora de la Congregación por su fidelidad y testimonio de vida.

    Carta de la Madre Laura sobre una misionera afrocolombiana y el Seminario Etiópico de Roma

    En el Archivo de la Arquidiócesis de Popayán reposan algunas cartas de la Madre Laura a Monseñor Maximiliano Crespo y a otras personas. No nos debe extrañar el lenguaje propio de la época sino la intuición de que también el pueblo negro tiene derecho a un espacio en la Iglesia como en la sociedad. Entre las cartas nos interesa la siguiente, dirigida a una religiosa de otra Congregación:

    "Antioquia, 7 de abril de 1935. Muy amada Sor María de Inmaculada Hoyos.

    Mucho me alegra que quiera… la raza negra… Entre negros puros tenemos unas tres casas y he podido apreciar lo que es su orfandad, pero alégrese porque esa pobre raza comienza a redimirse con el Seminario etiópico que tiene el Santo Padre en el mismo Vaticano, es numeroso y son todos de color satín, ya se han ordenado varios y me tocó oírle la misa en rito armenio al primer Obispo de aquél seminario, antes de salir para Albania.

    Era conmovedor ver al Prelado aquél, rodeado de Monseñores blancos que le servían como a un rey, celebrar el Santo Sacrificio y la Santa Hostia tan blanca lucía en aquellas manos negras como si estuviera engastada en azabache hermosamente en el momento en que mostraba la Sagrada forma al pueblo, según el rito armenio. Le ofrecí al Señor recibir en la Congregación una negra de pura raza africana para que Él nos permitiera trabajar con los pobres negros.

    Ya tengo la hermana Profesa porque al llegar de Roma se me presentó la oportunidad de cumplir la promesa, ha resultado una y muy buena… Acompaña a las hermanas en las excursiones y enseña muy bien el catecismo y los cantos. En la Misión en dónde está la acatan como a las demás hermanas; se llama María de la Sagrada Familia. Fue formada por las Misioneras en Uré y desde que tenía doce años o quizás menos hacía su voto de castidad de año en año. ¡Ya ve, querida mía, como en esa pobre raza hay almas de elección! Mucho le pudiera referir de esto pero ya el tiempo se me agotó…Laura de Santa Catalina"

    Por ser un Instituto internacional entendemos que no faltan las limitaciones propias de la convivencia entre diversas culturas, pero la intuición de la Madre Laura y la reflexión contínua en la riqueza de la diversidad han permitido que hoy, entre las mil misioneras que integran la Congregación, se cuente con 16 religiosas afroamericanas y 14 africanas y que la Pastoral africana, afroamericana y caribeña se constituya al lado de la Pastoral Indígena y Urbano-marginalizada en opción de la proyección misionera para toda la Congregación.HERMANAS FRANCISCANAS MISIONERAS DE JESUS Y DE MARIA (1957)

    Las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús y de María, son un Instituto autóctono colombiano, nacido en Potrerillo, Valle el 15 de agosto de 1957. El Espíritu Santo que animó a la Madre Berenice Duque a fundar este Instituto Misionero, donde las jóvenes, preferencialmente las de etnia negra, pudieran entregarse a Dios en la vida consagrada y a participar de la acción misionera de la Iglesia en su propio medio, con su propia gente, para anunciar el mensaje de salvación y prestar servicio humilde e incondicional entre los más necesitados. Todo a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo y en conformidad con el Espíritu de San Francisco de Asís y Madre Berenice, con proyección AD- GENTES.

    Grupo de religiosas afrocolombianas Franciscanas de Jesús y de María

    La Madre María Berenice, fundadora también de la Comunidad Religiosa HERMANITAS DE LA ANUNCIACION, después de orar mucho, de pedirle al Espíritu Santo, reflexionar, discernir y sufrir ante la dificultad de emprender una obra grande, pensando en su seguro desarrollo, con carencia económica, pidió ayuda y escribió a los diferentes Obispos en territorios de Misión, entre ellos Monseñor Gerardo Valencia Cano, y a Monseñor José Miguel López Hurtado OFM, quien le dio respuesta positiva inmediata y acogida en la Prefectura Apostólica de Guapi. Es aquí donde se ha gestado y crecido esta comunidad religiosa desde el año 1978, dándole respuesta así al origen Fundacional.

    En el año 1984, las Hermanas que integraban esta Comunidad fueron declaradas y acogidas por la Orden Franciscana y aprobadas más tarde como Comunidad Religiosa Diocesana por el actual Prefecto Apostólico Monseñor Rafael Morales Duque OFM. En la historia de la Congregación se pueden distinguir varias etapas:

    Primera Etapa: 1957

    Inicio de la Rama Misionera por solicitud de jóvenes afrocolombianas a la Madre María Berenice. Con el apoyo de Monseñor Joaquín García Benítez, Obispo de Medellín, organizan el Noviciado en Potrerillo, destinado a la formación de la Rama Misionera, bajo al dirección de Teresa de la Inmaculada, Hermanita de la Anunciación. Este hecho le dio solidez a la Obra, recalcando a las hermanas las virtudes, valores y actitudes propias de una Religiosa Misionera.

    Segunda Etapa: 1958-1976

    De 1958 a 1959 se detecta preocupación por el mejoramiento de la vivienda con la colaboración del pueblo, dificultad para el sostenimiento económico, necesidad de educación y atención en la población.

    Colaboración de las Hermanas Bethlemitas, Leonorcita Valderrama y Clarita Toro, Don Rafael Uribe,Juan Franco, Libardo Díaz, algunas instituciones privadas y gubernamentales, también personas generosas.

    Inauguración de la Parroquia Corpus Christi con su Casa Cural, condición hecha por Monseñor Castro Becerra a la Madre Berenice. Florecimiento vocacional entre las jóvenes afrocolombianas.

    1960-1968, primeras Profesiones Religiosas y paso al Noviciado. Renovación de las primeras Hermanas Profesas. Fundación de las primeras Obras de Misión: Guapi, Santa Bárbara de Timbiquí, López de Micay (Cauca); Buenaventura, Rozo, Bolo, San Isidro (Valle), Istmina, Certegüí y San José del Palmar (Chocó). Primeros Votos Perpetuos; cambio de Gobierno en la Comunidad de las Hermanas de la Anunciación. La Madre Fundadora deja de ser Superiora General, es enviada a España y separada de las Misioneras.

    1969 a 1975: Proceso de Desarrollo y Conflicto

    Las Hermanitas de la Anunciación deciden integrar la Rama Misionera, el Noviciado y las Obras. Por este motivo se realiza una serie de correspondencia entre la Hermana Fundadora y la Hermana Martha de la Cruz, en comunidad Hermana Lina y exhorta para el diálogo con el Obispo de Palmira expresándole la problemática y el informe del viaje del Padre Campiño a Roma.

    La Madre Berenice se preocupa por la falta de comunicación con la Rama Misionera y el nuevo Gobierno reúne una semana a las Misioneras con el fin de integrarlas a la Anunciación, pero éstas rechazan la idea porque deseaban ser fieles al mandato fundacional.

    Se da cierre del Noviciado Misionero enviando a las novicias a profesar a Medellín y yendo las Postulantas de Medellín a Potrerillo. La Anunciación se organiza en Provincias afectando a las Misioneras. Visita de la Madre a Potrerillo obedeciendo el mandato jerárquico. Ultimos votos perpetuos en Potrerillo. Capítulo especial con invitación a las misioneras para resolver la situación.

    Tercera Etapa: 1976-2000

    Refundación, Organización Y Puesta En Marcha La Vida Del Nuevo Instituto Misionero.

    Al verse despojadas de sus bienes, las Misioneras vivieron una tristeza profunda. Piden dispensas de sus votos quedando libres de todo vínculo con las Hermanas de la Anunciación.

    En la Prefectura de Guapi, por petición de la Madre Fundadora al Prefecto Apostólico José Miguel López de la Orden Franciscana, fueron aceptadas y acogidas, ofreciendo discernimiento, reflexión y luego formación y conocimiento franciscano.

    La Madre Berenice persiste en el apoyo a la Rama Misionera y no ahorra esfuerzos en establecer comunicación con las Hermanas, con los Franciscanos y con la Jerarquía, en esta situación Monseñor José Miguel López solicita a la Madre Berenice no intervenir más con el grupo. Insiste al grupo que su espiritualidad es la del Evangelio, sin necesidad de cultivar otra.

    Monseñor comenzó la reorganización del grupo nombrando Coordinadora a la Hermanita Carmen Julia Mosquera, hermanita del mismo grupo. Se escriben las constituciones.

    Se recibe asesoría por parte de las hermanas de la Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús. Durante tres períodos hubo este estilo de organización. Hermanas Coordinadoras: María Elvia Perlaza y Rosalina Izasa.

    Sale Monseñor José Miguel de la Prefectura, y es nombrado Monseñor Alfonso María Guerrero como Administrador, interesándose por el Instituto hasta lograr la afiliación a la familia Franciscana.

    Sale Monseñor Alfonso Guerrero de la Prefectura, recibe el cargo Monseñor Alberto Lee López, quien erige canónicamente el Noviciado.

    Primer Capítulo General presidido en Cali por Monseñor Alberto Lee López, quedando como Superiora General la Hermana María Francisca Uribe Castaño. Primera Profesión Religiosa, Hermanitas Esperanza Sinisterra y Elmida L. Rodríguez.

    Se realiza en Guapi el II Capítulo General presidido por Monseñor Alberto Lee López, queda elegida la Hermanita Arnobia Cardona Ruiz Superiora General. Muere Monseñor Alberto Lee López, es nombrado Prefecto Monseñor Rafael Morales Duque.

    Invitación de las Hermanitas de la Anunciación a las Hermanas Misioneras a celebrar el Cincuentenario de la Comunidad.

    El 25 de julio de 1993 muere Madre María Berenice Fundadora de la Comunidad, asisten varias hermanas al sepelio en Medellín, demostrando su reconocimiento a la fundadora.

    Solicitud de la Hermana Arnobia a Hermana Rafael sobre la aprobación del traslado de la casa de formación en Cali, aceptación del señor Arzobispo Pedro Rubiano Sáenz.

    La Hermanita Arnobia Cardona, Superiora General, solicita a la Conferencia de Religiosos de Colombia, CRC asesoría para realizar un proceso de clarificación del origen fundacional y de la identidad carismática y espiritual de las Misioneras. La CRC propone realizar un Encuentro sobre "Reconstrucción de la Historia Congregacional"; personas determinadas, fechas, significación, caracterización de esa historia por etapas, con la Asesoría de la Hermana Margarita Gutiérrez Perilla, con quien se inicia este trabajo del 5 al 11 de diciembre de 1993.

    En clima de mucha oración, reflexión y gran regocijo se clamó a una voz: "Madre María Berenice, única y verdadera fundadora de la Congregación Hermanitas Franciscanas Misioneras de Jesús y de María".

    Actualmente la Congregación cuenta con 20 hermanas profesas, 4 novicias y 3 aspirantes, afrocolombianas y mestizas, acompañando en 9 lugares de misión el proceso integral del pueblo afrocolombiano.SEMINARIO DE SAN BUENAVENTURA (1964)

    El Seminario San Buenaventura, fue fundado por Monseñor Gerardo Valencia Cano en 1.964: El fundador tuvo como objetivo primero y evidente la superación del grupo étnico mayoritario del Pacífico, desde el punto de vista ético, religioso y administrativo. Pretendió educar a la juventud negra para que asumiera la responsabilidad religiosa y pastoral de la Iglesia local dando crédito y valor a sus cualidades intelectuales y a su religiosidad popular: la fe sincera el culto autóctono y la capacidad de adquirir las exigencias de la vocación y del servicio sacerdotal.

    Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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