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Pavel Blonsky y la pedagogía revolucionaria (página 2)

Enviado por walther Gahn


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Por lo que a la promoción del desarrollo personal se refiere, la educación debe cumplir un papel fundamental: la pedagogía socialista estará al servicio de la clase obrera y le dará los instrumentos necesarios para sobreponer su condición de dominada. Esa es la esperanza de Marx manifestada en la "Instrucción a los Delegados":

[…] La combinación del trabajo productivo retribuido, la formación mental, los ejercicios físicos y la enseñanza politécnica pondrá a la clase obrera muy por encima del nivel de la aristocracia y la burguesía. […][31]

Lenin y la política escolar soviética

La sociedad soviética posterior a la revolución de Octubre de 1917 era una sociedad que enfrentaba cambios profundos: nada menos que la transformación de una sociedad explotadora al servicio de las clases dominantes en una sociedad comunista al servicio de las clases trabajadoras. El líder de la revolución, Vladimir Lenin, asignaba a la educación un papel muy importante de cara a la realización del cambio social revolucionario; sin ella…

[…] el comunismo no será más que un deseo. […][32]

Los planteamientos pedagógicos de Lenin, o, mejor, el papel que Lenin asignaba a la educación, sólo pueden entenderse desde su postura respecto a la cuestión y el cambio social:

[…] Muchos eran los marxistas que creían que la evolución hacia la sociedad sin clases que llevaría a cabo mediante la progresiva implantación de la ideología proletaria a partir de las condiciones de las condiciones de existencia del proletariado y que la revolución proletaria vendría a concluir esta evolución. Por el contrario, V. I. Lenin (1870-1824), a partir de las condiciones totalmente diferentes de Rusia (allí no existía, por ejemplo, un proletariado industrial muy desarrollado, dotado de capacidades revolucionarias potenciales), consideraba necesario que una élite intelectual cultivada "inculcara" una visión proletaria del mundo de los trabajadores y a los campesinos.

Según él, tan sólo un partido revolucionario sólido, vanguardia de las fuerzas evolucionarías, podrá liberar a la clase obrera. […][33]

La liberación debía hacerse, en primer lugar y sobre todo, a través de la modificación de las condiciones de vida del pueblo, de la liberación del trabajo explotado, de la implantación de una auténtica justicia social ("Quien no trabaje que no coma", "A cada cual, según su trabajo", etc.).

Por la liberación de la clase obrera, además de por la liberación de la injusticia, pasa también por la liberación de la ideología burguesa. Lenin sabe que si la ideología burguesa no se destierra y se sustituye por una ideología comunista, el comunismo no podrá ser nunca una realidad. Según Lenin, el cambio ideológico no puede ser dejado a la libre espontaneidad del movimiento overo, pues esa espontaneidad a lo más que podrá llevar será a lo que él llama el "tradeunionismo", es decir, a luchas reivindicativas económicas concretas. Estas luchas son, por supuesto, necesarias, pero no deben quedarse en los aspectos puramente salariales, abandonada la lucha una vez conquistadas ciertas mejoras; las luchas deben prolongarse al terreno de lo ideológico, al combate contra la ideología burguesa. Más extendida y más antigua que la comunista, más hecha y capaz de presentarse de mil formas diferentes, la ideología burguesa tiende a imponerse si no se actúa de manera decidida en su contra, si se confía en el espontaneísmo del movimiento obrero, si se minimiza la importancia del "elemento consciente" (el Partido según Lenin, es el intérprete consciente de un proceso inconsciente); Lenin lo admite claramente en "¿Qué Hacer?":

[…] Todo el que hable de "sobreestimación de la ideología", de exageración del elemento consciente, etc., se imagina que el movimiento puramente obrero puede de por sí elaborar y elaborará una ideología independiente, tan pronto como los obreros "arranquen su destino de manos de los dirigentes". Pero esto es un craso error. […][34]

Esto significa que el cambio ideológico no puede esperar al surgimiento espontáneo de una superestructura nueva, fruto de los cambios en la infraestructura; significa que ese cambio ideológico tiene que ser introducido, inculcado, desde el exterior. Lenin lo dice claramente en la obra que acabamos de citar:

[…] Hemos dicho que los obreros no podían tener conciencia socialdemócrata. Eta sólo podrá ser introducida desde fuera. […][35]

Este será, precisamente, uno de los papeles que Lenin asignará a la educación: la exención de la ideología comunista.

Lenin da la respuesta a la pregunta ¿Qué aprender?:

[…] Debe decir que la primera respuesta y, al parecer, la más natural es que la Unión de Juventudes, y en general toda las juventud que quiera pasar al comunismo, tiene que aprender el comunismo. […][36]

Lenin llama repetidas veces la atención sobre el hecho de que el comunismo no se puede aprender exclusivamente en los folletos o en las obras comunistas; el comunismo se aprende sólo ligando la instrucción, la educación de la juventud a la lucha de los explotados contra los explotadores. Es en esa lucha donde, precisamente, estriba la esencia de la moral comunista:

[…] Cuando se nos habla de moralidad, decimos: para un comunista, toda la moral consiste en esta disciplina solidaria y unida y en esta lucha consciente de las masas contra los explotadores. […][37]

Compete según Lenin, a la educación la tarea de inculcar esa moral a toda la juventud, que, a su vez, debe extenderla hasta lograr hacer de cada hombre un auténtico comunista:

[…] Toda la educación, toda la instrucción y toda la enseñanza de la juventud contemporánea deben inculcarle el espíritu de la moral comunista. […][38]

Más adelante en el mismo texto, Lenin reclama la misma idea:

[…] La base de la moralidad comunista está en la lucha por afianzar y culminar el comunismo. Esa es la base de la educación, la instrucción y la enseñanza comunista. […][39]

La influencia de estas ideas de Lenin sobre el programa escolar del Partido Comunista de la Unión Soviética es evidente: tras afirmar que el Partido se propone transformar la escuela de un instrumento de dominación de clase de la burguesía en un instrumento de supresión de la división de la sociedad en clases, el programa específica que durante el período de la dictadura del proletariado, en el que se preparan las condiciones que harán posible la plena realización del comunismo, la escuela no debe contentarse con transmitir simplemente los principios generales del comunismo, sino que debe también ejercer una influencia ideológica, organizativa y educativa sobre el proletariado y las capaz semiproletarias o no proletarias de los trabajadores, con objeto de educar a una generación que edifique definitivamente el comunismo.

La educación debe también asegurar, según Lenin, la transmisión de una serie de conocimientos necesarios para la edificación del comunismo:

[…] Sabemos que es imposible edificar la sociedad comunista sin restaurar la industria y la agricultura, y no en su forma antigua, claro está. Hay que restaurarlas sobre una base moderna, conforme a la última palabra de la ciencia. […][40]

Tal reconstrucción no puede ser "obra de ignorantes", indica el mismo Lenin, y para ella son necesarias "algo más que nociones rudimentarias": hay que dominar las distintas técnicas y saber cómo aplicarlas y ello debe hacerse a base de una instrucción moderna que garantice la formación politécnica.

Junto a la ideología comunista y a los conocimientos técnicos, la escuela debe ser transmisor de la cultura proletaria, cultura que no puede adquirirse si no tiene un conocimiento profundo de la cultura humana general:

[…] La vieja escuela era libresca, obligaba a almacenar una masa de conocimientos superfluos, muertos, que atiborraban la cabeza y la transformaban a la generación joven en un ejecito de funcionarios cortados todos por el mismo patrón. Pero si intentáis deducir de eso que se puede ser comunista sin haber asimilado el tesoro de conocimientos acumulados por la humanidad, cometeríais un craso error. Sería equivocado pensar que basta con saber las consignas comunistas, las conclusiones de la ciencia comunista sin adquirir la suma de conocimientos de los que es consecuencia el comunismo; […][41]

Como ejemplo, Lenin cita al mismo Marx, que pudo elaborar toda su doctrina sólo sobre la base "de los conocimientos humanos adquiridos bajo el capitalismo". Lenin se manifiesta en contra de la enseñanza memorística de la vieja escuela, que sobrecargaba la cabeza de los estudiantes con contenidos en su mayor parte inútiles; por eso mismo, aun sin despreciar el papel de la memoria, está en contra del aprendizaje puramente memorístico de las consignas comunistas y postula la necesidad de apropiarse del "tesoro científico acumulado por la humanidad":

[…] No queremos una enseñanza memorística, pero necesitamos desarrollar y perfeccionar la memoria de cada estudiante dándoles hechos esenciales, porque el comunismo sería una vaciedad, quedaría reducido a una fachada vacía, el comunista no sería más que un fanfarrón si no reelaborase en su conciencia todos los conocimientos adquiridos. No solamente debéis asimilar esos conocimientos, sino asimilarlos con espíritu crítico para no atiborrar vuestro cerebro con un fárrago inútil, para enriquecerlo con el conocimiento de todos los hechos, sin los cuales no es posible ser hombre culto en la época en que vivimos. […][42]

La vieja escuela, por fin, era una escuela autoritaria, de un autoritarismo ciego cuya única racionalidad era la de formar personalidades esclavas, sumisas, aptas para la explotación capitalista. A la disciplina autoritaria de la vieja escuela, Lenin opone la "disciplina consciente" de lo que debe ser la escuela soviética, disciplina que es absolutamente necesaria para el triunfo de la causa comunista:

[…] En lugar del adiestramiento autoritario que se practicaba en la sociedad burguesa contra la voluntad de la mayoría, nosotros colocamos la disciplina consciente de los obreros y campesinos, que unen a su odio contra la vieja sociedad el querer, el saber y el estar dispuesto a unificar y organizar las fuerzas para esta lucha, a fin de crear, con millones y centenares de millones de voluntades dispersas, fraccionadas y desperdigadas por la inmensa extensión de nuestro país, una voluntad única, ya que sin ella seremos inevitablemente vencidos. Sin ésta cohesión, sin esta disciplina consciente de los obreros y de los campesinos, nuestra causa está condenada a fracasar. […][43]

Éstas son las ideas claves de la concepción leninista de la educación. A continuación y a modos de síntesis, expondremos, algunas de ellas, extraídas del Decreto de la Comisaría del Pueblo para la Instrucción Pública, redactado por Lunatcharsky y promulgado el 16 de octubre de 1918:

  • Todos los establecimientos de enseñanza existentes bajo diferentes autoridades, pasarán a depender del comisariado y recibirán el nombre de Escuela única del Trabajo.

  • La enseñanza es completamente gratuita desde los ocho hasta los dieciséis años, edades en las que la asistencia a las escuelas es obligatoria.

  • La escuela una comuna escolar que, por el proceso de trabajo, establece una relación estrecha y orgánica con el mundo exterior.

  • Las antiguas formas de disciplina, que limitan la actividad escolar e inhiben el libre desarrollo de la personalidad del niño, no tienen ningún lugar en la escuela de los trabajadores.

  • En la escuela no se tolera ningún castigo de ninguna naturaleza.

  • Todos los exámenes, pruebas de ingreso o de promoción, están suprimidos.

La educación en la Argentina, desde un punto de vista marxista

Para el marxismo la educación es la actividad en la cual transmitimos el legado de generación en generación y ha estado y está ligado al desarrollo de la sociedad y de su base productiva, podemos citar como ejemplo a los agricultores nativos del chaco santafesino, que enseñaban a los jóvenes las técnica de cultivo de cosecha etc. que estos últimos mejoraban y por ende potenciaban la labor de producción. Esta educación ligada directamente a la producción pasó a ser una educación más sofisticada por lo mismo que los conocimientos se han ido acumulando cuantitativamente y era necesario darle un trato particular, es así que la educación se institucionaliza y aparecen las escuelas, los colegios, los centros del saber etc.En la actualidad la educación que se da en nuestro país es una expresión (por que forma parte de la superestructura) de la realidad de nuestro país, la educación hoy está a espaldas de la realidad de nuestro pueblo, es de tiza y pizarra, se da muchas veces en condiciones paupérrimas, no desarrolla integralmente al estudiante y lo que es peor no ayuda al proceso productivo de la sociedad Argentina, porque justamente la educación es deficiente y no eleva moral ni materialmente a nuestro pueblo (bajo presupuesto para educación, olvido a las zonas rurales, bajo sueldos de profesores y trabajadores de la educación etc,).Mariategui el Marxista latinoamericano decía: "Es imposible democratizar la educación sino se democratiza la economía y por ende la superestructura que la sustenta" estas palabras nos dice que todo proyecto educativo que esté sustentado en una base social que no refleje los intereses del pueblo terminará por ser más bien un azote para él. La satisfacción de las amplias masas, pasa por una solución política al problema social económico y en nuestro caso al sector educativo.La educación es (según Bordiú) una particularidad del entorno social, la educación la cultura etc. son los componentes de la sociedad, por ende dependientes del estado, la educación no es independiente de las características de la sociedad.La educación en la actualidad y según la visión marxista, no está ligado a las necesidades del pueblo, es coercitiva, hay abandono (entrega de colegios al sector privado), no estimula a los profesores agentes del cambio (no suben los sueldos considerablemente), y por la nueva situación económica, ha terminado por generar un mecanismo selectivo en la educación en la cual unos pocos tendrán acceso a ella, esto políticamente y según el marxismo se conoce como elitización de la enseñanza, así entonces que, para el sistema tendríamos que decir que el problema no consiste en dar educación de calidad, el problema es, a cuantos vamos a brindar educación, este es punto central de discusión que tendría que tratar las agendas pedagógicas de la Argentina (y todos aquellos países que se centran en las líneas del sistema capitalista-liberal.) .El marxismo es el conjunto de ideas debidamente sistematizadas que ayudan a la interpretación del mundo y sobre todo a la transformación, el mismo Carlos Marx decía: "Los filósofos se han preocupado en interpretar el mundo y de lo que se trata es de transformarlos". Esto es el marxismo, más que una teoría compacta y exacta es, como dijera Vladimir Ilich Ulianov Lenin, una guía para la acción.En el campo educativo, el marxismo ayuda a entender que el problema de la educación, es el problema de la sociedad y su manejo por parte de los que detentan el poder, ayuda a entender que la educación debe ser masiva (pública y gratuita, en todos sus niveles), porque solo la educación masiva asegura el desarrollo de una nación como país independiente y autónomo.

El trotskismo como teoría

Empecemos por entender qué significa ser verdaderamente marxista. No podemos hacer un culto, como se ha hecho de Mao o de Stalin. Ser trotskista hoy día no significa estar de acuerdo con todo lo que escribió o lo que dijo Trotsky, sino saber hacerle críticas o superarlo, igual que a Marx, que a Engels o Lenin, porque el marxismo pretende ser científico y la ciencia enseña que no hay verdades absolutas. Eso es lo primero, ser trotskista es ser crítico, incluso del propio trotskismo.

En otro aspecto, ser trotskista es responder a tres análisis y posiciones programáticas claras. La primera, que mientras exista el capitalismo en el mundo o en un país, no hay solución de fondo para absolutamente ningún problema: empezando por la educación, el arte, y llegando a los problemas más generales del hambre, de la miseria creciente, etcétera.

Unido a esto, aunque no es exactamente lo mismo, el criterio de que es necesaria una lucha sin piedad contra el capitalismo hasta derrocarlo, para imponer un nuevo orden económico y social en el mundo, que no puede ser otro que el socialismo.

Segundo problema, en aquellos lugares en donde se ha expropiado a la burguesía (hablo de Cuba y de todos los países que se reclaman del socialismo), no hay salida si no se impone la democracia obrera. El gran mal del movimiento obrero mundial es la burocracia, los métodos totalitarios que existen en estos países y en las organizaciones obreras, los sindicatos, los partidos que se reclaman de la clase obrera, y que han sido corrompidos por la burocracia.

Y éste es un gran acierto de Trotsky, que fue el primero que empleó esta terminología, que hoy día es universalmente aceptada. Todos hablan de burocracia, a veces hasta los propios gobernantes de estos estados que nosotros llamamos obreros. Mientras no haya la más amplia democracia no comienza a construirse el socialismo.El socialismo no sólo es una construcción económica. El único que hizo este análisis es el trotskismo, y también fue el único que sacó la conclusión de que era necesario hacer una revolución en todos estos estados y también en los sindicatos para lograr la democracia obrera.

Y la tercera cuestión, decisiva, es que es el único consecuente con la realidad económica y social mundial actual, cuando un grupo de grandes compañías transnacionales domina prácticamente toda la economía mundial. A este fenómeno económico-social hay que responderle con una organización y una política internacional.En esta era de movimientos nacionalistas que opinan que todo se soluciona en el propio país, el trotskismo es el único que dice que sólo hay solución al nivel de la economía mundial inaugurando el nuevo orden, que es el socialismo. Para eso, es necesario retomar la tradición socialista de la existencia de una internacional socialista, que encare la estrategia y la táctica para lograr la derrota de las grandes transnacionales que dominan el mundo entero, para inaugurar el socialismo mundial.

Conclusión

El marxismo no solo interpreta los problemas de la sociedad, el pensamiento y la naturaleza sino y principalmente la revoluciona.- El Marxismo es una guía para la acción- La partes sustancial del marxismo para que logre desarrollarse no es la lucha de clases (ya los franceses hablaban de la lucha de clases) sino la dictadura del proletariado.- En la educación el marxismo solo la entiende si esta está ligado a la producción; y en todo caso la educación se democratiza si es que se democratiza su economía y la estructura que la sustenta

CAPÍTULO II:

Pavel Blonsky y la pedagogía de la reflexión

II.I ¿QUIÉN FUE PAVEL BRONSKY?

Pavel Blonsky, fue un psicólogo y un educador soviético excepcional, y fue excepcionalmente amplio en sus conocimientos. Un hombre de la erudición filosófica-psicológica y un educador que se puso de pie por la profundidad y la audacia de su pensamiento en la elaboración y la solución de los problemas científicos de sus días. El nombre de Blonsky se asocia con la fundación y desarrollo de las escuelas soviéticas de psicología y ciencias de la educación. Él fue el autor de algunas obras en la psicología, la educación y la filosofía, incluyendo monografías, libros de texto y pionero en investigaciones metodológicas y experimentales que han contribuido en los años 1920 al establecimiento y desarrollo de todo el sistema soviético de educación, y fue por las obras de Blonsky, traducidas a otros idiomas, que la educación soviética y la enseñanza fueron juzgados en el extranjero.

II.II VIDA Y OBRA DE BLONSKY

Blonsky nació en Kiev (Ucrania), el 14 de mayo de 1884, hijo de un funcionario estatal. Se educó, por primera vez en la escuela secundaria clásica y luego en la universidad, donde se graduó en los clásicos departamento de historia y en la Facultad de Filología. En sus años de estudiante (1902-1907) coincidió con la primera revolución en Rusia. Por su participación activa en el movimiento revolucionario, fue varias veces encarcelado.

En los años que precedieron a la Revolución de Octubre, Blonsky elaboró su teoría, que se encontraba llena de contradicciones, debido a la vasta influencia de diferentes corrientes de pensamiento, pero su enseñanza práctica dictaron sus intereses, y a la vez jugaron un papel determinante en la formación de su visión y en los puntos de vista científicos. Desde 1908 fue profesor de la educación y la psicología en las escuelas de niñas de Alta en Moscú.

Después de obtener su maestría en 1913, Blonsky se convirtió en profesor asistente en la universidad de Moscú. Fue durante este período que comenzó a dar conferencias sobre psicología educativa en los cursos de verano para profesores en varias ciudades. En sus conferencias, Blonsky desarrolló la idea necesaria para el desarrollo integral de los niños. A menudo expresan las ideas que eran demasiado avanzados para su época y en 1914/15 fue nombrado como profesor en la universidad de Tikhomirov donde dictó cursos para mujeres.

Blonsky hizo un estudio completo de las obras de los principales pedagogos rusos y extranjeros, como Ushinsky, Tolstoi, Comenius, Rousseau, Pestalozzi, Fröbel, Gänsberg, y Scharrelmann Dewey. De las ideas contenidas en este legado educativo, se mostró particularmente impresionado por las relativas características nacionales de la educación y la cultura, la formación de los alumnos para trabajos creativos, los fundamentos científicos de los métodos de enseñanza, la necesidad de planificar el sistema educativo en una base estrictamente racional, y la importancia de una sólida formación teórica y práctica para los maestros.

Tan pronto como el Estado soviético venido a la existencia, Blonsky se convirtió en un defensor de la nueva escuela socialista y un participante activo en su creación. "Lo considero el más grande suceso de la historia" -escribió-. Estos tiempos nos obligan a repensar nuestras ideas radicalmente, llamar a todo en cuestión y poner al desnudo el más profundamente oculto principio. Al mismo tiempo, es dudoso que no pueda haber nada ni remotamente comparable al recrudecimiento de gran creatividad que se produce en estos momentos. "Me alegro de que el espíritu de la revolución de octubre me haya inspirado en mi trabajo educativo".

En el otoño de 1918 fue nombrado profesor en la Universidad de Moscú y en varios otros centros de enseñanza superior. Jugó un papel activo en la organización de la Academia de Educación Socialista (más tarde se convertiría en la Academia de Educación Comunista) y se convirtió en su primer rector. Con la ayuda de Krupskaia, Tsetkin y Lunacharsky, Blonsky convirtió a la academia en el instituto líder de la educación soviética.

Durante sus años de enseñanza, Blonsky capacitó a un gran número de profesores, educadores y psicólogos. También colaboró en periódicos tales como Trudovaya Shkola (La Escuela del Trabajo), Sotsial'noe Vospitanie (Educación Social), Narodnoe Obrazovanie (Educación Nacional), y Na Putyakh k Novoi Shkole (Hacia la Escuela Nueva).

En 1922, Krupskaya alistó los servicios de Blonsky en la elaboración de planes de estudio para las escuelas. Trabajó con ella en la sección de educación científica del Consejo Académico Estatal (GUS).

Krupskaya apoyo a Blonsky en los estudios del desarrollo del niño y sus investigaciones educativas. Su correspondencia contiene pasajes de sus esfuerzos conjuntos para introducir el trabajo como un objeto de estudio en las escuelas.

Recordando los años en la sección de educación científica del Consejo de Estado Académico, Blonsky, escribió:

[…]"En 1932, el Consejo se disolvió. Pero no se puede negar que estimula el pensamiento educativo en todo el país. Esto puede verse en el volumen sustancial de la literatura educativa, tanto teórica como en los salón de clases, que se publicaron entonces" […][44]

La resultados de la labor de las escuelas experimentales soviéticas fueron publicadas, todas las nuevas ideas que se encuentran en la literatura educativa extranjera se hizo con avidez, la gente del extranjero viajaba para saber cómo la educación se organizó y se intentó introducir en las escuelas soviéticas.

Blonsky combina una gran cantidad de la enseñanza práctica con el trabajo teórico en la educación y la psicología. Su investigación en el Instituto de Educación de la Ciencia, el Instituto de las Nacionalidades y el Instituto Politécnico de Educación fue enorme en volumen y de gran importancia.

Durante la guerra civil y el período de la intervención extranjera, que produjo libros como La Escuela de Trabajo (1919) en dos volúmenes, la reforma de la Ciencia (1920), y un esbozo de Psicología Científica (1921). Entre 1918 y 1930 escribió más de 100 obras, incluyendo el primero libro de texto para las escuelas y centros de enseñanza superior.

Después de la publicación del decreto conocido 'en las distorsiones en el pedagógico Comisariado del Pueblo del Sistema de Educación "(1936), muchas de sus proposiciones teóricas se objeto de severas críticas, llegando hasta la completa negación de la trascendencia positiva de su el trabajo práctico y teórico.

Durante los últimos diez años de su vida, Blonsky trabajó en el Instituto de Psicología, donde se dirigió el laboratorio de pensamiento y de especialistas formados en psicología.

Murió el 15 de febrero de 1941.

II.III UNA MIRADA A LA SICOLOGÍA DE BLONSKY

En la resolución de los problemas educativos, Blonsky hizo uso de la psicología, la que influyó gran parte en su investigación teórica y experimental. Él fue el primer psicólogo que vio la necesidad de dar la psicología científica una tendencia marxista.

Fue sólo después de una acalorada discusión – recordó Smirnov, que los principios básicos de la filosofía dialéctica-materialista es relativa a la psique como una propiedad de la materia altamente organizada, una función del sistema nervioso y un producto del cerebro, y en relación con el condicionamiento social de la personalidad, se ganó la ventaja y recibió el reconocimiento general. Feroces batallas había que combatir para defender estas posiciones de los pioneros de la ciencia psicológica soviética, Blonsky y Kornilov, fueron los primeros en levantar la bandera de la lucha por crear una psicología marxista. "Sus servicios a la ciencia soviética son grandes e inolvidables".

Blonsky se encontraba entre los primeros en oponerse a la visión idealista de la psicología, la aplicación de la teoría leninista de la reflexión para el estudio psicológico de hormigón preguntas, sobre todo de la memoria y el pensamiento. El principio genético o histórico, en el que Blonsky basa sus investigaciones, dominó el campo para muchos psicólogos en la década de 1920.

Si bien las tendencias mecanicistas y biologistas son discernibles en principios de Blonsky, se esforzó por contrarrestar vulgares opiniones sociológicas y mecanicistas, por ello escribe: ensayos psicológicos (1927). En estos casos, critica los psicólogos norteamericanos que trataron de explicar todos los problemas sociológicos desde el punto de vista puramente psicológico. Tomando nota de la estrecha relación entre la psicología y la sociología, Blonsky considera que este vínculo es paralelo a la interrelación entre la psicología, la fisiología y la biología. Con el fin de que el progreso- afirmó la psicología debe basarse en la anatomía comparada, la fisiología y la historia del desarrollo de la humanidad. Su noción de la relación entre la psicología y otras ciencias no es sin significación hoy. Al mismo tiempo, se opone a la sustitución de la biología y la fisiología de la psicología, consideraba a este proceso una "simplificación excesiva" y señalaba la atención errónea de las tendencias que confunden la psicología con la sociología-escribió-"esto sucede a menudo". Lo que se publica en los Estados Unidos, por ejemplo, bajo el título de ''la psicología social'' no es nada más que una construcción de la sociología psicológica subjetiva, es decir, la sustitución de la sociología por la psicología. Por lo tanto, debe acercarse a los intentos de crear una psicología social con extrema precaución, a fin de no producir una seudosociología (en lugar de "la psicología")

Blonsky dio una gran importancia a los métodos prácticos de la investigación científica en la psicológica. Hizo hincapié en la importancia de la observación y la experimentación, y estuvo entre los primeros para promover la investigación de los fenómenos psíquicos de comunicación mediante el uso de las matemáticas. Dijo:

[…] todavía tenemos que descubrir el hombre ''social'' y sus vínculos con el medio ambiente, y no por el razonamiento abstracto, sino por fórmulas matemáticas. […][45]

Blonsky fue influenciado por las enseñanzas de Pavlov sobre los reflejos condicionados, teniendo en cuenta los fenómenos psíquicos tales como el hábito, asociación, etc. Sin embargo, él estaba lejos de estimar la importancia de Pavlov, sobre todo en la década de 1930. Nosotros encontramos la explicación en otra parte. Hacia el final de su vida, Blonsky se dio cuenta de que el la fisiología pavloviana de la actividad nerviosa superior no podía por sí sola explicar la neurofisiología de mecanismos de los fenómenos mentales. Una nueva investigación que se necesitaba para ir más profundamente en el mecanismo fisiológico de la psique, para conectarlos con la química de la sangre, la actividad de la glándulas endocrinas y así sucesivamente.

Llegamos a esta conclusión en razón de sus escritos psicológicos, en lo particular el artículo "El cambio en la alcalinidad de la saliva en relación al cambio en el estado mental", en la que resume su investigación sobre los cambios en el radical alcalino de la saliva-PH-como una función de las actividades que se llevan a cabo en el sujeto de experimentación, como soñando, o permitir que la mente paseara, o la solución de complejos problemas mentales. Blonsky se posicionó a este respecto con el apoyo de investigación psicofarmacológica sobre los mecanismos bioquímicos, el papel de los factores humorales y el sistema endocrino en la actividad mental.

Fue este hecho, según algunos especialistas, que lo vinculaba con otros psicólogos que no se adhieren a la doctrina de Pavlov sobre la base de la ciencia natural de la psicología y prosiguieron sus investigaciones de forma independiente a ella.

En su memoria los libros y el pensamiento (1935) y El desarrollo del pensamiento en los alumnos (1935), y también en sus artículos sobre la psicología de la prueba y sus características entre los niños, los problemas de la participación en el movimiento, la actividad práctica y el pensamiento en relación con la percepción y la psicología del deseo, Blonsky dialécticamente examina los procesos de memoria, la percepción y en relación con las actividades reales de los pueblos ", formula una genética o (Fásico) teoría de la memoria, y muestra la conexión interna de la memoria con el pensamiento y discurso. La memoria, por el aumento de una etapa superior en relación con el desarrollo del pensamiento, se acerca más al pensamiento. En cada etapa de la vida, Blonsky ha señalado, se puede observar a este respecto y la transición de la memoria al pensamiento. De hecho, se mantiene, no sólo es un soporte de memoria pensar, pero pensar, cuando se llega a una cierta etapa del desarrollo, se comienza a ejercer una mayor influencia en la memoria, convirtiéndose en su apoyo. La influencia del pensamiento de la memoria puede ser vista en la memorización y el recuerdo, que es la etapa más alta de la memoria, por acercarse al pensamiento.

Blonsky al iniciarse desde el principio dialéctico de la interconexión de la percepción, memoria, pensamiento y expresión, (este principio fue ampliamente aplicado por él en el estudio de los procesos de comprensión y asimilación) entendía, solía decir:

[…] requiere del conocimiento de diversos tipos que se combinan de tal manera como para hacer sentido del conjunto. Entendimiento no significa simplemente saber, sino saber "qué y por qué […][46]

Se ha investigado a fondo el proceso y las etapas de la comprensión. Desde el punto de vista del materialismo dialéctico también se abordó el problema de la asimilación, lo que demuestra cómo la percepción, la memoria, el pensamiento y el habla están mutuamente relacionados en la asimilación en diferentes etapas de desarrollo. Él se adentró profundamente en el papel desempeñado por el pensamiento en la asimilación.

Él fue el primer psicólogo soviético que llevó a cabo la investigación experimental sobre el proceso de la comprensión y establecer el estudio de este problema en la psicología de la educación sobre un camino correcto. Él realizó un análisis detallado, desde un punto de vista lógico, de la forma en que los escolares realizan el proceso de asimilación de conocimiento. También llevó a cabo un amplio estudio en profundidad de la forma en que los juicios de diversa índole (problemática, hipotético y disyuntivo) y las conclusiones, así como las características de la prueba, tomar forma y desarrollo entre los niños. Es encomiable que nunca, como investigador, separó el desarrollo de la memoria, el pensamiento y otros procesos mentales de lo general en el desarrollo del ser humano.

En los años 1920 y 1930, la psicología soviética hizo uso de las ideas de Blonsky, a la aplicación del enfoque materialista de los fenómenos mentales, mediante métodos objetivos de investigación y la vinculación de la psicología con la vida. Pero su trabajo psicológico es más que un interés histórico.

Su obra es un sistema bien desarrollado que nos permite entender las complejidades de la actividad mental humana y para entender lo que puede ser empleado para resolver los problemas educativos y sobretodo cómo intentar hacerlo.

II.IV PROBLEMAS GENERALES RELACIONADOS CON LA EDUCACIÓN

Sería difícil nombrar a un campo de la educación en la que Blonsky no estaba activo desde su intereses científicos, ya que van desde la educación preescolar a la universidad a nivel de la , de la misma manera que él propuso enérgicamente la idea de una conexión entre la escuela y la vida, y dedicó considerable atención a los métodos de enseñanza, formación profesional y a la educación politécnica.

Antes de la Revolución de Octubre se consideraba la educación como una ciencia empírica, descontando sus vínculos con la política y la economía.

Blonsky, Tenía en cuenta la educación para ser el desarrollo del niño, sus habilidades naturales e innatas, apoyó el principio de biogenética. En la definición de la meta de la educación siguió los pasos de Pestalozzi y Fröbel que lo derivan de la naturaleza propia del niño.

Sus puntos de vista de educación en el período pre-revolucionario, concluyen en favor de una nueva escuela de la vida, en el que los alumnos hicieron un trabajo útil y se convirtieran en autosuficientes.

Insistiendo en que la educación debe basarse en los últimos avances en el estudio de los derechos humanos, la naturaleza de las ciencias sociales y naturales, se planteó la cuestión del papel desempeñado por la herencia de la conformación de la personalidad. Él mismo, sin embargo, le asigna un papel decisivo a la educación.

[…]Humano el desarrollo-solía decir-es el producto de los valores espirituales como la ciencia, el arte y la religión. La educación humaniza al alumno por medio de valores – en el sentido literal de la palabra […][47]

Cabe señalar que la educación y el desarrollo no son la misma cosa. El concepto de "Educación" es más estrecho que el de "desarrollo", aunque la educación es uno de los factores que contribuye al desarrollo. Se debe, de acuerdo con Blonsky, dotar a los alumnos con el conocimiento que necesitan en la lucha por la existencia.

[…] "Sólo a través de educación-según él-" puede una persona convertirse en un "verdadero ser humano" […][48]

Él era la fuente de muchas ideas fecundas en la literatura educativa de la época soviética.

Sus puntos de vista sobre la influencia de la herencia clásica de educación en el desarrollo de la educación son de considerable interés. Era necesario-subrayó-para hacer uso crítico de las ideas legada por los grandes educadores del pasado. La enseñanza de la historia de la educación podría proporcionar una base sólida para el estudio de un curso sistemático de ciencias de la educación. Él creía que los sistemas clásicos habían establecido firmemente los fundamentos filosóficos de la educación. Su propias publicaciones revelan un interés en ciertas teorías de la educación actual en el Occidente y el de los Estados Unidos de América (en particular las de Dewey y Scharrelmann).

Escribió una serie de libros de texto sobre educación. El año 1916 vio la publicación de su De formación del profesorado del curso, que fue dos veces reeditado. Su Ciencias de la Educación, que vino por primera vez en 1922, corrió a siete ediciones y fue el libro de texto estándar para una mayor formación de los establecimientos de profesorado.

Las características particulares de los grupos de edad de los niños ocupan un lugar significativo en los escritos sobre psicología de la educación de Pavel Blonsky. En la década de 1920 se basa en la división de grupos de edad, principalmente en los factores biológicos como por ejemplo la anatomía y la fisiología (el desarrollo de dientes y las glándulas endocrinas, composición de la sangre, etc) dándole un enfoque puramente biológico a su trabajo. Sin embargo, se mantuvo firmemente en sus trabajos posterior, dando especial atención a las características de cada etapa de desarrollo, donde concluía a la persona como un ser compuesto: no sólo es un factor, pero si es una combinación distintiva de los factores, característico de una determinada edad.

Fue conquistado por la idea del estudio integral de los niños, haciendo amplio uso de los avances en la educación, la psicología, la fisiología y la biología en sus investigaciones sobre las características del grupo de edad. Desde entonces, la psicología, la genética y Ciencias de la Educación han hecho grandes avances, sin embargo, el estudio integral del niño que Blonsky se deseaba, todavía no se han organizado como debe ser, por lo que sus investigaciones a este respecto son de indudable valor.

En su entusiasmo por el estudio integral del niño se dirigió a la edafología. En los libros que escribió en la década de 1920 (sobre todo durante la primera mitad) consideraba a los niños en una edad temprana como seres instintivos y emocionales. Entre los niños, escribió:

[…] la sociedad sólo se plantea sus necesidades en las etapas finales de la edad pre-escolar […] [49]

Hacia el final de la década de 1920, sus puntos de vista ponen más énfasis en el papel de la educación en el desarrollo mental de los niños con respecto a los cambios que en ellos se producen y en los factores que dan forma a su personalidad. Por ejemplo, en su libro Los alumnos difíciles (1930), que apunta a un vínculo entre la inteligencia y el conocimiento, observa:

[…] la inteligencia depende sobre todo de las condiciones de vida y de la educación y menos en la herencia […][50]

Puntos de vista similares pueden encontrarse en las publicaciones posteriores a 1936.

[…]Sin educación e instrucción que- escribe- los niños no pueden desarrollarse. No hay características innatas o heredadas que puedan crear una persona competente y completamente desarrollar al ser humano, sin educación adecuada y sin el aprendizaje […][51]

Mucho tiempo después, las ideas de Blonsky, sobre el desarrollo mental de los niños fueron corroboradas por las investigaciones de los psicólogos soviéticos. Los resultados de estos estudios demuestran la importancia del papel que cumple el aprendizaje en el desarrollo del sistema motor de un niño y de la percepción (A.V. Zaporozhets ) en la elaboración de formas de memorizar y recordando ( Smirnov, Zinchenko), y en la definición de las actividades y procesos intelectuales (Menchinskaya, P. Ya. Gal'perin, El'konin ), Y los papeles en este se les dio en el décimo octavo Congreso Internacional de Psicología en Moscú.

En sus estudios sobre las características del grupo de edad, Blonsky recogió una gran cantidad de material en la vida mental y el desarrollo físico y socio-político de los escolares. Sus observaciones sobre los niños en edad escolar siguen siendo de particular interés para nosotros hoy.

Rechazaba el reclamo de los educadores de Occidente, cuando afirmaban que los niños son apolíticos, y sostuvo que los niños pequeños incluso, son políticos, de hecho, había marcado las tendencias políticas.

Blonsky había tenido una reacción negativa sobre la ciencias de la educación y la psicología que describe sus años de la adolescencia como "catastrophic'-un período de "Severa crisis"- basado en los escritos de especialistas, tales como Bernfeld, Bühler, Stern y Hirschfeld, donde atribuye todas las características de la adolescencia con el fenómeno específico de la pubertad.

[…]Las teorías pansexualista, dijo, no se corresponden con la realidad. "Para derivar toda la vida social de los adolescentes en su búsqueda de una identificación sexual (o cuestiones ligadas a él ) es un ejemplo de una teoría sentimental y romántica, lo que es probable que haya siquiera una necesidad de criticar en detalle, de modo flagrante es el contraste con la realidad" […][52]

Pero al mismo tiempo, consideró que es esencial tener en cuenta el desarrollo adolescente y sus características relacionadas con la pubertad.

El año 1935 vio la publicación de ensayos sobre la sexualidad infantil-el primer estudio serio del desarrollo sexual y la educación en la URSS. Contiene temas como las experiencias sexuales de niños y niñas de diferentes edades, la influencia de las experiencias sexuales de la niñez en la vida sexual de adultos, la psicología del amor, el primer amor, etc. Afirma que el entorno social, la supervisión e instrucciones tienen un gran papel en la maduración sexual. La pubertad, en su opinión, es una etapa importante, pero no es el factor principal en el desarrollo. Se adjunta una gran importancia para el crecimiento del niño la fuerza, la observación de que la madurez física del adolescente se corresponde con el aumento intelectual y la madurez social.

Blonsky dedicó considerable atención a los objetivos de la educación. En la mayoría de sus obras escritas durante el período soviético, abordó el problema desde un punto de vista marxista, haciendo constante hincapié en el papel de la sociedad, la comunidad y el trabajo en la educación y el cumplimiento de los niños y los adolescentes en cuanto a ello. Según él, el desarrollo equilibrado de la personalidad humana puede ser impulsado por la combinación de la educación de la mente con la formación estética, física, moral y el trabajo, y con la enseñanza politécnica.

Actuando como uno de los organizadores y teóricos de la escuela socialista, sostuvo que la educación contemporánea no consiste en la formación profesional, donde el adolescente aprende un oficio, sino en la 'politécnica' formación, que ofrece toda la ronda de la ciencia y las habilidades laborales, que preveía el acceso al mundo de la cultura contemporánea.

Una sola escuela politécnica, combinando el conocimiento con la acción y la instrucción con habilidad, sería una escuela de la voluntad y la inteligencia, la formación del carácter y la formación de la mente del niño. Es importante la contribución que hacer por la industria que, como Blonsky dijo, ayudaría a vincular conocimiento con la acción mediante la formación social. Blonsky cree que la lucha por un nuevo tipo de escuela sería larga y difícil.

[…] "Pero si finalmente gana a través de ella, las personas tienen todo lo necesario para celebrar su última y más decisiva victoria"[…][53]

II.V LA ESACUELA DEL TRABAJO: TRAS LAS HUELLAS DE MARX.

Blonsky fue el primero y el único que trató de tomar en serio la definición que Marx había dado de la educación politécnica, ateniéndose fielmente al sentido que le había dado Marx. De hecho, la labor de Blonsky es una profundización, en lo didáctico y lo pedagógico, de aquellos principios de régimen combinado de producción material y enseñanza que Marx no había hecho sino señalar. Como veremos, Blonsky busca en el trabajo activo la mediatización de la educación politécnica propugnada por Marx. Como Marx, Blonsky está convencido de que la confluencia del proceso histórico y la reunión de la educación y la producción material conducirán al "hombre nuevo" y desarrollado plenamente.

Como hombre preocupado por los problemas de la pedagogía y que vivió entre el último tercio del siglo XIX y la primera mitad del XX, Blonsky, siguió más o menos de cerca los trabajos de los reformistas del oeste europeo. Si el de la formación politécnica es uno de los ejes sobre los que giran los planteamientos de Blonsky, el otro eje procede del movimiento de reforma de la educación: el niño debe ser liberado de los obstáculos que suponen unas concepciones educativas hechas a la medida de los adultos; el niño tiene que estar en el centro del trabajo pedagógico y en función del niño deben organizarse todas las tare as en las que él esté implicado. Encontramos en Blonsky el establecimiento de una relación entre la concepción de la sociedad de Marx y los principios pedagógicos derivados de Rousseau y todos sus seguidores.

El que esta relación exista no quiere, en absoluto, decir que Blonsky se limite a emparejar a Rousseau y Marx; si bien es cierto que se apoya en estos dos autores (especialmente en Marx), Blonsky fue más allá que ellos y su elaboración está muy lejos de ser una simple síntesis. Si Marx es un punto de referencia constante en la obra de Blonsky, a lo largo de toda ella se encuentran, salpicadas aquí y allá, afirmaciones, propuestas y críticas que sitúan su trabajo en un umbral superador (desde un punto de vista pedagógico).

Los esfuerzos de Blonsky se centran en intentar superar el liberalismo burgués de la Escuela Nueva y en dar un contenido marxista a sus principios; el resultado de estos esfuerzos lo constituye la propuesta de un sistema pedagógico y una organización de la enseñanza que se ajustan, como ningún otro, a los principios pedagógicos establecidos por Marx y Engels en sus obras.

El hecho de que Blonsky sea prácticamente un desconocido no hay que buscarlo en la calidad de su trabajo, sino en ciertas circunstancias políticas, que aislaron a Blonsky y lo acusaron de seudosocialista en plena vigencia del stalinismo.

II.VI PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS BÁSICOS: LA BONDAD DE LA NATURALEZA INFANTIL.

Cuando Blonsky sostiene que el niño es naturalmente bueno quiere decir que es, por naturaleza, comunista y que la principal preocupación de la pedagogía debe ser desarrollar esa disposición naturalmente buena, comunista, a través de una educación que permita a los niños construir su propio mundo comunista, sin imposiciones de los adultos. Así lo sostiene Dietrich:

[…] Las disposiciones naturalmente buenas de los niños corresponden a la conciencia del hombre de la sociedad sin clases. Por medio de la integración a la vida de la comuna y de la fábrica, las disposiciones del niño se desarrollan "intelectualmente" hacia las capacidades y la conciencia del hombre comunista, siempre que el niño se encuentre rodeado de un ambiente comunista o casi comunista. […][54]

II.VII LA FORMACIÓN POLITÉCNICA, LA SOCIEDAD NUEVA.

Siguiendo a Marx, Blonsky quería sustituir la vieja formación ligada a los oficios artesanales por una moderna formación politécnica, más de acuerdo con los medios posibles en su época. Al integrar, la enseñanza con el trabajo industrial productivo, Blonsky intenta unificar la vida activa y la enseñanza, convencido de que a través de esta unificación será posible el aprendizaje tanto de los trabajos productivos como de las bases económicas de la vida.

Se trata de que los individuos en período de formación no solo conozcan y comprendan la técnica sino también, y sobre todo, de que la dominen:

[…] la formación politécnica debe educar al hombre para que sea capaz de dominar la naturaleza. […][55]

Es decir, la educación politécnica debe permitir la superación del pasado clasista de la sociedad. Por esa razón no se limita a impartir conocimientos técnicos, sino que abarca también problemas sociales, económicos, políticos y culturales, lo cual, permite al joven pasar de la producción laboral a la organización de la sociedad, haciendo comprensible y activando las fuerzas apropiadas para la construcción de dicha sociedad nueva.

II.VIII LA DESAPARICIÓN DE LA ESCUELA.

La escuela y la vida no deben ser extrañas la una a la otra. Si la escuela es el lugar en el que viven y trabajan niños, adolescentes y jóvenes, escuela y vida deben construir una unidad. Para cada nivel del desarrollo, las unidades en las que se realizan la vida y la educación –comuna, fábrica, trabajo industrial- están más allá de lo que es la escuela, que se convierte en una "realidad superflua" al lado de los centros comunales y fabriles en los que se desarrollan la vida y la educación de niños y adolescentes:

[…] La escuela del futuro debe identificarse con la vida social, es decir, la sociedad debe hacer desaparecer la escuela en cuanto institución del Estado y trasladarla a la vida del trabajo social. Éste constituye el núcleo central de una pedagogía de la "escuela sin escuela" y la solución del problema de la enseñanza en el sentido estricto del término. […][56]

II.IX EL MÉTODO DE LOS "COMPLEJOS"

Uno de los principios básicos de la ideología pedagógica de Blonsky, es el de considerar que la vida, y no los libros o los profesores, quien educa. Si esto es así, y como quiera que la vida se caracteriza por la totalidad y la plenitud, la vida no puede dividirse en apartados ni materias. Puesto que para Blonsky la vida en su plenitud se circunscribe a la comuna y la fábrica, a la economía y la vida social, estas unidades se le deben ofrecer al niño como totalidades, como "complejos".

Cada uno de los dominios de la vida señalados debe ser un complejo del cual debe partir la enseñanza. Como se ve, el modo de trabajo basado en el método de los complejos suprime el carácter sistemático de las materias. La enseñanza se constituye en la superestructura del proceso del trabajo y la producción, es decir, de la base.

II.X PEDAGOGÍA DEL TRABAJO.

Debemos a Blonsky el proyecto de una pedagogía socialista del trabajo que trata de demostrar y poner de manifiesto cómo el principio de Marx según el cual el germen de la educación futura se halla en el sistema fabril, puede levarse a la práctica en una nueva escuela del trabajo. Para Blonsky, el trabajo útil, por medio del cual se produce objetos útiles, es el fundamento de toda educación; la formación debe basarse sobre un trabajo útil y racional porque sólo ese trabajo tiene un valor formativo, al ser el único que, a la vez que constituye en bienestar social, despierta la conciencia comunista.

De esta forma, el principio del trabajo industrial productivo, del trabajo económica y socialmente necesario, se halla, según Blonsky, situado en el corazón de la educación, de la formación y de la enseñanza. La formación polivalente defendida por Marx nace, precisamente, de ese trabajo industrial productivo y de su comprensión a nivel intelectual, es decir, es el resultado del trabajo industrial y su explicación.

Definidos así los principios generales, es necesario formular ciertas precisiones que lo maticen, con objeto de que queden mejor caracterizados. En primer lugar, es preciso señalar que la propuesta de Blonsky de una escuela del trabajo va mucho más allá de la simple modificación de los métodos de enseñanza con vistas a facilitar la comprensión y la iniciativa, puesto que supone una auténtica reorganización de toda la estructura escolar sobre la base de la industria. En este sentido, las propuestas de Blonsky van mucho más allá de la mera reforma del sistema educativo tradicional y significan, una concepción totalmente nueva de la escuela o, para ser más precisos, una desaparición de la escuela tradicional. En el sistema de Blonsky, la superestructura escolar desaparece subsumida en el modo de producción industrial al que nos hemos referido.

Una segunda precisión que es necesario establecer es que a Blonsky le importa mucho menos el dominio de los métodos industriales que el aspecto educativo de cualquier trabajo fabril. Según sus propias palabras, lo esencial en la educación basada en el trabajo es que el niño aprenda progresivamente a utilizar las herramientas y a dominar la técnica; mucho más importante que los objetos que pueda producir es el desarrollo de la capacidad de servirse de las herramientas y las máquinas, teniendo una clara comprensión de ellas:

[…] El proceso de formación como tal comienza con el aprendizaje del manejo de una máquina y después quizá de otra; por la observación de los distintos modos de trabajo y la comparación con otros, por el montaje y desmontaje de la máquina, el proceso conduce al conocimiento de los componentes esenciales de esa máquina o de las máquinas parecidas. De esta forma, el joven pasa del trabajo industrial práctico al conocimiento, a la ciencia que le permite dominar la naturaleza, la economía y la sociedad. […][57]

Este, y no otro, es para Blonsky el camino de la educación polivalente.

No es necesario insistir en que, para ser efectivo, estos procesos deben tomar siempre en consideración el grado de desarrollo del niño. Para que la educación sirva de algo al desarrollo de niños y adolecentes es evidente que debe sujetarse a sus posibilidades, a su nivel madurativo, etc. La organización de la enseñanza postulada por Blonsky y que analizamos más abajo, se basa, precisamente, en el respeto a los niveles de edad y las posibilidades de acción y asimilación de cada uno de ellos.

Una última precisión hace referencia a la "educación social" dentro del sistema de Blonsky. Si uno de los valores importantes de este sistema es que, gracias a él, se consigue la superación de la oposición entre la formación humanística y la formación científica, no es de menor importancia el hecho de que la educación por el trabajo permita la superación de la vieja antinomia entre la formación industrial y la formación social de un mismo sujeto. Si, como lo afirma Blonsky, el trabajo es el gran organizador de la humanidad, tanto de los niños como de los adultos, entonces es lícito concluir, que la educación basada en el trabajo es siempre y al mismo tiempo una educación social basada en el trabajo. A pesar de la división del trabajo que supone, el trabajo colectivo exige la existencia de un objetivo común, con lo que el individuo se ve integrado en un todo en la medida en que, el trabajo crea un colectivo de trabajo:

[…] El principio de la formación en la industria, la única que permite una formación polivalente, Blonsky lo asocia, como ya hiciera Marx, al principio del trabajo colectivo. El obrero aislado solo puede fabricar una parte del todo; pero las diferentes partes deben estar unidas para forma un todo; por esta razón, en una sociedad desarrollada no puede darse un trabajo industrial aislado. Este, según Blonsky, no pasa de ser una atracción: la educación por el trabajo presupone necesariamente el trabajo colectivo o, en otros términos, la comunidad del trabajo. […][58]

II.XI LA FÁBRICA COMO ESCUELA.

Si, como opina Blonsky, solo el trabajo en la industria, en la fábrica, asegura la formación multilateral y polivalente, es evidente que la fábrica es el espacio educativo más idóneo para el hombre. La formulación de Blonsky según la cual el taller y la fábrica son la escuela del trabajo para la juventud, es la aplicación total del postulado de Marx, sobre el régimen combinado de educación y producción material:

[…] La fábrica es la escuela para los jóvenes, y estos no están en absoluto dispensados del trabajo industrial, sino que, al contrario, Blonsky liga estrechamente la escuela-fábrica con la "base" – el proceso de producción- de forma que, conforme a las exigencias de Marx, se consigue la unidad de la base y de la superestructura, o mejor aún, el régimen combinado de trabajo productivo con la enseñanza. Tan sólo ese régimen combinado garantiza una verdadera formación. […][59]

La fábrica permite una formación polivalente porque pone a disposición de niños y jóvenes instrumentos que les permiten desarrollarse en todos los terrenos, tanto técnicos, como científicos, tanto sociales, como filosóficos. Como dice Dietrich:

[…] el medio fabril posee, en mayor grado que las instituciones educativas precedentes, las "fuerzas activantes" que estructuran al hombre futuro, le disciplinan, le educan de forma que sea cada vez más consciente de su propio ser de hombre y que acceda a un nivel superior de libertad. […][60]

¿Qué pasa entonces con la escuela? En el proyecto de Blonsky la escuela no existe, desaparece, es absorbida por los nuevos ámbitos vitales, de los cuales los más característicos son la comuna y la fábrica; d hecho comuna y fábrica son quienes asumen las tareas que anteriormente había sido típicas de la escuela. La escuela del proyecto pedagógico de Blonsky es "una escuela sin escuela", una escuela sinónima de comuna, taller o fábrica. Lo que Blonsky deseaba lograr era, estallar el marco estrecho de la escuela a través del trabajo de los niños en una comuna o en una cooperativa auténtica. Yendo mucho más allá de la postura reformista, empeñada en el mejoramiento de la escuela, Blonsky rompe con el concepto tradicional de escuela y educación y hace desaparecer de su proyecto todo lo que ese concepto entrañaba. Es importante señalar por último, cómo ésta ruptura con el concepto tradicional y la lucha por buscar la formación en unidades vivas de la realidad social, comportan un cambio fundamental en las relaciones escuela-vida; estas relaciones no pueden estrecharse más de lo que lo hacen en el proyecto de Blonsky, puesto que la vida se constituye en auténtica maestra y guía de la juventud; no se trata ya de llevar la vida a la escuela, ni siquiera de saca la escuela a la vida, sino de lograr que escuela y vida lleguen a confundirse, incluso por falta de una diferenciación espacial. Puesto que la escuela queda subsumida en la comuna y la fábrica, son estos "conjuntos" los que proporcionarán a niños y adolecentes medios e incentivos para su desarrollo y maduración, al tiempo que, por la complejidad de sus estructuras, permitirán y posibilitarán la tan buscada educación polivalente. La opción de Blonsky ante el dilema escuela-fábrica, que tanto preocupó a tantos otros pedagogos, es bien clara: la fábrica como escuela; como escuela de formación intelectual y social, como escuela del trabajo y la producción, como escuela de la vida y para la vida.

II.XII ORGANIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN.

El proyecto pedagógico de Blonsky se comprenderá más fácilmente si exponemos las líneas generales de la organización de la educación que él propone. Antes de hacerlo, no obstante, debemos referirnos a lo que la vieja organización educativa debe desaparecer para dar paso a la nueva.

En efecto, según Blonsky, si se quiere formar a niños y jóvenes en el espíritu de la educación del trabajo, deben desaparecer:

  • El tiempo de clases, con una duración determinada.

  • Las materias escolares, que deben ser substituidas por la realidad concreta.

  • El concepto de clase, en cuanto entidad que agrupa a los niños según la edad y no según el nivel de desarrollo y que obliga a los niños a ocuparse de un solo y mismo objetivo.

  • La desconfianza hacia los niños, que mutila las posibilidades de experimentación infantil.

  • La identificación del maestro con un funcionario que educa a los niños autoritariamente.

  • La importancia concedida al trabajo intelectual y el menosprecio de la actividad manual.

  • El tener que estar sentados en clase.

La organización de la "escuela única de formación y de trabajo" está caracterizada por tres "momentos" bien diferenciados:

  • Guardería infantil en la escuela del trabajo para los niños de tres a siete años

  • Escuela elemental del trabajo, o escuela de primer grado, para niños entre ocho y trece años y que se identifica con la vida en la comuna.

  • Escuela del trabajo para adolescentes, o escuela de segundo grado, de catorce a dieciocho años, integrada en la fábrica.

Tal como lo ve Blonsky:

[…] para el niño de tres a siete años, el juego es el medio en el que trabaja; para el niño de ocho a trece años, es la comunidad doméstica de trabajo; para el adolescente, la industria. […][61]

  • a) La guardería infantil o jardín de infancia: la actividad principal de los niños consiste en la imitación y reproducción creadora de la vida y las actividades de los adultos.

Los niños se forman a través de sus actividades libres y el maestro debe preocuparse sólo de que esas actividades sean bien elegidas y organizadas. El programa escolar debe rechazase y los niños deben irrumpir en la vida, en el mundo, observarlo, explorarlo, por medo de salidas, excursiones, etc. En todo caso, el único punto de ese programa escolar sería, según Blonsky, "la ida del niño y su ambiente, principalmente el ambiente de trabajo". La imitación, la reproducción y el trabajo, junto con la observación y la reflexión, son los más importantes métodos de conocimientos; Blonsky, por el contrario, rechaza la inyección de conocimientos en el niño por parte del adulto; lo que el niño adquiera deben hacer de su contacto con la vida, de la imitación y la creación, de la reflexión y acción.

  • b) La escuela de trabajo de primer grado: de la guardería infantil los niños pasan a la escuela elemental del trabajo; la transición se realiza a través de una "robinsonada" que se realiza, durante uno o dos meses de verano, en una colonia escolar; a esta colonia los niños no llevan más que su ropa y allí deben vivir como los hombres primitivos; inventando herramientas, construyéndose refugios, procurándose ropas y alimentos. Según Blonsky, este "robinsoneo" práctico abre los ojos a los niños a la vida, al trabajo, al genio del hombre; los niños aprenden de la experiencia y se educan mutuamente ayudándose unos a otros.

Pasado el "robinsoneo", los niños viven en una comuna y participan en los trabajos y aficiones que corresponden a su edad. A través de la participación en la vida de la comuna, el niño adquiere conocimientos y forja su personalidad. Los años siguientes al "robinsoneo" se dedican a una serie de tareas temas agrupados en períodos de invierno y verano: durante el primer invierno en la escuela comunal, el niño crea los objetos necesarios para la vida diaria y aprende a proveerse de ellos. He aquí un ejemplo ilustrativo que nos excusará de presentar en detalle las demás etapas de este período educativo "como tema principal para esta primera etapa se elige el comercio en nuestro barrio". Para desarrollarlo, los niños han de hacer excursiones, visitar distintos establecimientos comerciales (tiendas de alimentación, carnicerías, ferreterías, farmacias) y van tomando sus notas. Como el barrio no puede cubrir todas las necesidades de sus habitantes, es preciso desplazarse hasta el centro de la ciudad. Allí los niños encuentran los edificios de las distintas instituciones sociales, cuyas funciones estudian y establecen. Todo ellos proporciona material de trabajo para varias semanas. Las experiencias acumuladas a lo largo de estas excursiones constituyen temas para la elaboración de relatos, ejercicios de cálculo, representaciones y descripciones orales, plásticas y gráficas. Además, con ello los niños aprenden a orientarse en la ciudad. Con este fin, diseñan un plano de la ciudad. En una palabra, los niños consiguen comprender los fenómenos económicos. Pero para que no se sitúen sólo en el punto de vista del consumidor, rápidamente se inicia una nueva excursión, esta vez hacia el mundo del trabajo: los niños visitan al panadero, al zapatero, al carnicero, al sastre, al carpintero…

El segundo verano en la escuela del trabajo de primer grado, lo pasan los niños en un campo experimental en el que son labradores, agrimensores, naturalistas, botánicos, etc.

En los semestres posteriores, los temas de trabajo para los meses de verano e invierno están orientados por los mismos principios que los anteriores: "los niños están insertos en una rama de la producción, en la que desempeñan un trabajo práctico, reflexionan sobre su trabajo, descubren cómo esta rama se ha ido desarrollando desde sus orígenes hasta conseguir su forma actual, más progresistas, a través de la división del trabajo en función de la técnica. Comprenden de esta forma que la humanidad trabajadora está capacitada para superar la crisis que la historia ha conocido hasta el presente, con tal de que ella eduque suficientemente sus inteligencias y sus sentimientos sociales. Por ello, junto a la asimilación de conocimientos ideológicos, Blonsky concede una gran importancia al adiestramiento en las virtudes propias del trabajo. Los temas para los semestres siguientes son: la economía comunal, la mecánica agrícola, el trabajo en talleres de confección, carpinterías y metal, la jardinería, la agricultura y la pesca, la metalúrgica.

Partes: 1, 2, 3
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