Es evidente que la ejecución de este modelo de gestión de lo rural, ha implicado la ausencia de un conjunto de fines y objetivos educacionales que garanticen la formación de personas en contextos y conocimientos más humanizados y epistémicos; de procesos de enseñanza y de aprendizaje que atiendan realmente los intereses y necesidades de los participantes escolares en función a alcanzar expectativas trascendentales que rompan con lo rural instalado en sus vidas; en sí misma, no se constituye como gestión escolar interventora en procesos para interpretar, negociar y tomar decisiones sobre las posibilidades educacionales actuales que favorezcan adquisición de nuevas formas de organización, participación, administración y desarrollo de políticas socio-educativas que permitan a la escuela y comunidad crecer.
Lo rural construido y aplicado desde la escuela, ha contribuido al desuso de la práctica planificadora de objetivos, propósitos, actividades, tareas, acciones, que en parámetros administrativos y de dirección son básicos de la gestión escolar manipulada por el estado docente; al mismo tiempo, van desapareciendo los retos por generar eficiencia, eficacia y mejoramiento de los procesos educativos y sociales involucrados en la formación escolar debido a la inutilidad de estrategias dirigidas a la adquisición y praxis del conocimiento indagatorio, crítico, reflexivo; de juicios valorativos del tipo metodológico inherentes al quehacer educativo.
A grandes rasgos, la gestión escolar actual de lo rural no está intencionada como proceso que pretenda buscar la integración escuela-comunidad; desde la práctica, solo contribuye a alejar, aislar y establecer relaciones para la desmotivación, desintegración y a la no participación, a desvinculase del hecho educativo.
Hoy día, más que nunca, la comunidad está más ausente de toda gestión escolar, de la escuela, de los docentes; causas, la educada pobreza espiritual de saberse sin posibilidades o intereses por lo educativo, ¿Para qué ir a la escuela, a escuchar lo mismo?, ¿A saber de los mismos problemas de cada año?, interrogantes que ni la escuela de lo rural sabe responder, ¿Por qué?, por la actual disposición escolar de lo educativo- cultural donde se evidencia que hay carencias de concertaciones, responsabilidades, de propuestas y un excesivo individualismo que deja la escuela de lo rural, en un ruidoso silencio y en un cansancio escolar.
La gestión escolar de lo rural ha implicado el uso de un estilo de educar poco consensuado con el cual se ha formado generaciones de personas, donde la escuela, el proceso educativo, la gente, las comunidades siguen en iguales condiciones; esgrimiendo los mismos saberes apoyados en la cultura e historia reorganizada en contenidos escolares, confinados en cuadernos y escenificadas en los hogares, en las calles, en la escuela; los planes, programas y proyectos siguen educando para lo rural, hostigan y perpetúan al hombre y todo conocimiento a identidades carentes de validez de elementos de "identidad".
La escuela de lo rural es usada siempre como centro de acopio de problemas, inconvenientes que cada año personifican ser los mismos de siempre, los que no han podido ser resueltos con las gestiones, planificaciones o planes de acción que continúan sirviendo de material y justificación para el relanzamiento de lo rural, donde se le aúnan nuevas organizaciones sociales que son solo el resultado de la educación gestionada para lo rural.
¿Qué se ha hecho por gestión escolar para animar la continuidad de los estudios, cuando quien recibe educación sigue valorando lo escolar hasta determinado grado como fin y logro en su formación? ¿Qué justifica la implantación de la educación rural como sistema de formación de un tipo de hombre para un tipo de geografía? ¿Está destinado el escolar de lo rural a ser, pensar, sentir y actuar como individuo educado para lo rural?
El problema fundamental de lo construido por gestión escolar de lo rural, se explica cuando el sujeto de educación es objeto activo de manipulación, control y conducción hacia resultados establecidos en los fines educativos de lo rural que atinan a continuar reproduciendo el mismo sistema y hombre para la misma geografía, la misma razón de vida, para la misma educación.
La escuela de lo rural afronta diversas necesidades, cuenta con un sinnúmero de debilidades; nada ha cambiado, cada año se repiten contenidos, estrategias, metodologías, con pocas o ningunas acciones que evaluar, no hay registros del qué evaluar, con qué evaluar, para qué evaluar; los estudiantes importunan con un hacer reinstalado por planes, programas y proyectos reinventados para importunar formando un ser del y para el campo sin cualificar otras posibilidades, contextos, o impactos formativos.
Lo gestionado para la escuela en cuanto al proceso educacional, no habla de otra forma que no sea la de crear un sujeto consustanciado con su entorno, hábitos y tradiciones; para asimilar, comportarse de acuerdo a los saberes rurales establecidos y para la postración del pensamiento, sin incluyentes temáticos de originalidad que por lo menos modifiquen todo aquello que signifique campo; este modelo tradicional de gestión, es organizado en función a un objetivo único para un logro único, donde para este tipo de gestión de lo rural, no hay variedad ni pluralidad que consientan al hombre edificarse caracteres humanizadores de lo universal, integral y global, porque se sigue escolarizando con los procesos de enseñar y aprender íntimamente con todo aquello que posea manuales, dispositivos y emociones de hombre limitado por armonías a geografía rural.
Una situación si es cierta, hay cansancio en la escuela de lo rural, cansancio producido por gestiones que mantienen el continuo aislamiento, por ser visto desolado como centro que albergue ha determinado número de estudiantes; la gestión escolar de lo rural, ha agotado todo interés por concebir lo humano educado; es claro que la gestión escolar de lo rural ya no responde a las criterios y modos de funcionalidad porque las tareas no cubren las expectativas educativas, los espacios, los saberes, los conocimientos, la enseñanza y el aprendizaje, porque lo rural usado como punto de formación, ya no cuenta con validez frente al surgimiento contemporáneo de nuevas expresiones de pensamiento desconstructivo intencionado por forjar en quienes participan del quehacer socio-educativo, una manera de pensar distinto, consustanciado con las posibilidades y probabilidades de cambio y transformación que se gesta en la actualidad educativa universitaria.
Los planes, programas y proyectos recientes, llegados a la escuela de lo rural, no han dado el resultado esperado, debido al intento por instalar e implantar un modelo gestionario unificado en la formación del sujeto sobre el conocimiento de desarrollo endógeno, lo que ya para estos días. este invento ha quedado en el pasado inmediato al no formar parte de una gestión pedagógica de contenidos relacionados con los intereses y problemas educativos que vive la escuela de lo rural; las expectativas son las mismas; el día a día de los estudiantes y comunidad se mueven hacia otras formas de ver, hacer y adquirir la comprensión estándar que los ha hecho ser lo que son; esta forma de gestión escolar ha convertido a la escuela-comunidad en organizaciones de acopio, reproducción y centros de disociación modular, ¿Por qué esto sigue así?, porque se sigue concibiendo la escuela como un "establecimiento donde mandar a los muchachos a pasar el día", para continuar encadenados a galanterías de pensamientos y procesos educativos únicos; porque la gestión de lo rural mantiene la esencia de lo que la población estudiantil y población moldean y ajustan lo rural como forma de vida.
La escuela de lo rural perpetua la gestión de planes, programas y proyectos para educar, para aumentar la pereza cognitiva, el hacer rutinario, lo habitual de saberse cotidiano para hacer más de lo mismo en la escuela, de lo que hace fuera de ella, donde el docente actúa de igual manera frente a estos mecanismos al dando continuidad a los mismos objetivos, planificaciones, estrategias, a procedimientos y tareas administrativas, de control, dirección, toma de decisiones, sobre el mismo procedimiento "intelectual" por pasar la clase dictada o copiada de la pizarra; su trabajo rural sigue igual de limitado, continuidad de reproducción de saberes para formar individuos regionalizados-aprendices rurales.
La inmovilización sometida a la escuela y sus participantes, empeora el encierro educativo por constantes inventivas de gestión por consolidar lo rural y para perpetuar al hombre a más de lo mismo; el interés de la agestión y del gerente, están marcados por políticas arbitrarias al sujeto que se educa, para someterlo a procesos de ruralismo rediseñados sobre la formalidad e intencionalidad de acentuar la doctrina de arraigo a lo geográfico rural, intencionalidad que ya no funciona.
Sin lugar a dudas, los procesos educativos como el de gestión, hasta ahora aplicados en la escuela de lo rural, no solo señalan un estilo de recrear a la persona sobre componentes geográficos, sino que ha servido para dar vida a determinadas condiciones que forman un sujeto prescindible solo a cuestiones programáticas, de experimentación, de conducción y manipulación, lo fundado por lo rural desde la escuela no es más que un hombre dependiente, sumiso al arraigo profundo de costumbrismo tradicional de conveniencias educadas a partir de diseños e implementación de acciones retransmitidas por lecturas, escrituras y conocimientos de información decantados por operaciones de propaganda instalados en carteleras, carteles, afiches y todo aquel recurso documental y visual por educar lo rural.
Propósitos
Construir una nueva visión de la gestión escolar de lo rural centrada en la formación humana para edificar al hombre por encima de toda noción de área o espacio.
Criticar los argumentos que construyeron cierta noción de lo rural y su influencia en la gestión escolar a fin de iniciar el proceso de desconstrucción.
Desconstruir la gestión escolar de lo rural instalado como dirección educativa para trascender la concepción de formación de lo humano como territorialidad.
Estrategia Metodológica
El proceso metodológico que corresponde desarrollar en este trabajo de investigación, se basará en el uso del análisis, reflexión, demostración y elaboración de comentarios argumentativos propuestos en el modelo de estudio de la desconstrucción formulado por Derrida, J., que explica que este
consiste en mostrar cómo se ha construido un concepto cualquiera a partir de procesos históricos y acumulaciones metafóricas (de ahí el nombre de deconstrucción), mostrando que lo claro y evidente dista de serlo, puesto que los útiles de la conciencia en que lo verdadero en sí ha de darse, son históricos, relativos y sometidos a las paradojas de las figuras retóricas de la metáfora y la metonimia. (Traducción de M. Mayer en Desconstrucción y Pragmatismo, 1998, Pp. 151-169)
La desconstrucción es quizás la hipótesis post-estructuralista más conocida para el estudio de conceptualidades discursivas que en sí mismas observan ambivalencias y estructuras etimológicas, gramaticales, lingüísticas de insondables polisemias que ocultan casualidades muy poco discutidas; esta formalidad de disertación es la presentada por el investigador y filósofo francés Jacques Derrida, quien da a entender que la desconstrucción está destinada a confrontar al tratado textual de todo escrito y conocimiento positivista que por condición de la eventualidad siempre es empleada igualmente a lo histórico, lo antropológico, al tratamiento del psicoanálisis, la gramática y a la ciencia.
Definir la desconstrucción, suele ser difícil en el campo investigativo en términos prácticos y útiles para el proceso epistemológico, es decir, esto infiere analizar la reflexionada pertenencia de la desconstrucción sobre la base de un interés de aplicación metodológica, se puntualiza y caracteriza a partir de un ejercicio critico-reflexivo a través de la llamada "lógica paradójica", lo lógico sobre la propuesta que no aparece como un contra a las "leyes" establecidas, de lo inadecuado como juicio de contrariedad a la razón, siendo la particularidad principal de la intencionalidad desconstructiva, la de evidenciar a partir de la contradicción, los "errores lógicos" que se dejan descubrir en un texto, con lo que se recurre al bosquejo de una argumentación por oposición donde las objeciones a enunciar, demuestren que hay carencias lógicas entre la idea-definición-caracterización e incompatibilidades comprensivas que subyacen en las realidades del entorno del texto con el cual se intenta dar explicaciones a determinadas definiciones, lo que deja ver la coexistencia de un distanciamiento entre la construcción conceptual y "la real significación" que tras de la supuesta lógica, es oculta e inadecuada.
Esta orientación metodológica se traduce en la aplicación de un proceso de desmontaje o sedimentación de las particularidades construidas como verdades en un texto-concepto que han sido articuladas desde puntos de vistas por varios discursos, cuya influencia etimológica, gramática, concepción, explicación, aplicación y función, excluyen por falta de profundización interpretativa, el procedimiento de estudio de las condiciones humanas importantes que modifican los atributos de lo que en sí significa o la cualidad de declarar lo humano como propiedades inherentes a la gramática, significado y diferenciación.
La desconstrucción como metodológica de estudio, plantea el desarrollo de procedimientos de análisis de signos lingüísticos ideográficos, del significado-significante que construidos en toda su dimensionalidad en la categoría conceptual, en el dominio discursivo entendido y estudiado desde todas sus convenciones; desconstruir involucra emplear esfuerzos por situar la discusión en la confrontación sobre la paráfrasis de las formas que han dado origen, permanencia, continuidad y concretismo, de manera de redactar y presentar comentarios argumentativos como aporte al conocimiento y futuro cambio del cómo estos signos discursivos han puesto el significado por encima de valoraciones importantes, como es el caso la filosofía de lo humano.
La desconstrucción conlleva realizar un trabajo minucioso de comprobación de contenidos ocultos en lo textual de lo que por definición no esclarece el significado y sus interrelaciones lógicos-humanos, aspectos que se formulan con razonamientos teóricos superficiales; frente a estas instancias edificadas, se busca discutir y verificar con diferentes posiciones de racionalidades interpretativas, dar sustento y coherencia al desmontaje de la arquitectura conocida por gestión escolar de lo rural; en esencia, el planteamiento de la desconstrucción, está dirigida a disipar los componentes que sostienen el saber textual instituido a través del discurso instalado y por la herencia cultural educativa.
En la desconstrucción, la metodológica a aplicar, es el estudio de los elementos cognitivos construido en el texto caso de investigación, la relación de particularidades que definen y sostienen la propiedad de la descripción y caracterización, conocer toda la estructura y relaciones que replican la sostenibilidad y supuestos "fabricados" para comprobar con demostraciones lógicas, que hay contradicciones en las propiedades del texto; en ciertas oportunidades, una acotación literal invita a la eventualidad de que quien lo interpreta y exterioriza de manera conveniente a su preferencia e idea, considerando lo escrito como inspiración para la observación que es consumada por una disertación particular, aun cuando esta prueba corresponda a permanecer regulado en congruencia con el texto original.
Desconstruir, es hallar el fenómeno idea-concepto transmitido como principio, norma e instalación del sentido que explica y da a entender que un texto cimentado sobre formas no conjugadas en totalidad en relación a un significado, en sí misma, no explica sus propias contradicciones; frente al modelo investigativo de la construcción, juega papel importante usar como diseño la hermenéutica, pero como estrategia metodológica y ejercicio que admite realizar interpretaciones precisas del contenido conceptual, explicar el desmontaje a partir de la elaboración de comentarios o paráfrasis comprensivos argumentativos del texto, con la intención de sedimentar y fragmentar la sostenibilidad del significado de la posición gramatical, o epistémica que se tiene; los comentarios tienen por finalidad persuadir e instalar un significado que en esencia y por el estudio indagatorio, revele que hay carencias de un estudio contextualizado contemporáneo que declare y advierta lo oculto.
La hermenéutica a emplear en la investigación como estrategia metodológica y esgrimida en el discurso de Ulises Toledo (1997), quien dice que su esencia está en considerar que:
El referente es la existencia y la coexistencia de los otros que se me da externamente, a través de señales sensibles; en función de las cuales y mediante una metodología interpretativa se busca traspasar la barrera exterior sensible de acceder a su interioridad, esto es: a su significado; así queda descrita la esencial actitud frente a las cosas humanas que, condensada en el término griego hermeneuein alude a desentrañar o desvelar; dicha actitud ha dado lugar a una teoría y práctica de la interpretación conocida con el nombre de hermenéutica. (p.205),
Como estrategia metodológica para el caso de esta investigación, reside en demostrar a partir de un planteamiento explicativo-aclaratorio que hay una posición razonada y argumentada con visión filosófica interpretativa de interés humanístico por conquistar fundar disertaciones narrativas que faciliten el asiento y soporte comprobatorio para dejar al descubierto que en el tema de estudio, hay "verdades construidas" y por constituir, un estilo de confrontación objetiva; acá la hermenéutica en relación a la desconstrucción, conjuga estratégicamente el interés por conocer lo desconocido, de exponer la oculta ignorancia-ignorada que ha facilitado la construcción de un significado o definición implantada, desplegada, organizada en los conocimientos educativos por teorías y terminologías instructivas con el que se mantiene un tipo determinado de conocimiento.
Las estrategias metodológicas para el caso de estudio, incorporan un estilo de diplomacia argumentativa que posibilita valorar el estudio en función a provocar y desarrollar desplazamientos cognitivos para la generación de nuevos acontecimientos de conocimientos totalmente relacionados a los problemas no advertidos en el texto; indudablemente, hay que dejar ver con notoriedad, un manifestó interpretativo de cualidad enunciativa de la palabra referencial textual que subraye la importancia de crear contrariedad al hábito y tradición histórica de la filosofía de reconstruir-construcciones.
Con la desconstrucción, las estrategias metodologías de reflexión-crítica y hermenéutica, se mediará entre el estudio, el conocer y respuestas que darán soporte a una sinopsis que combine la preparación, diseño, redacción y presentación de un cuerpo de comentarios argumentativos textual, que enuncie la interpretación ultima para advertir posiciones y resultados de la comprobación desconstructiva del tema caso razonado, con el cual se va a comunicar el descifrado textual y la intensidad de respuesta que debe facilitar la visión esencial de las razones que sustentan comentario del texto final.
La lectura pausada, detallada y precisa, son técnicas básicas que sustentan las estrategias metodológicas, estos métodos requieren de esfuerzos importantes de curiosidad crítica, de relaciones reflexivas-críticas entre conceptos-definiciones y posiciones cuestionables dispuestas en diferentes discursos que sostienen ideas y criterios que son confrontables; de una lectura minuciosa que demande efectuar repeticiones de acuerdo a la profundidad, dificultad o afinidad que el autor de la presente investigación tenga con lo implícito en el texto a averiguar; seguidamente, se establecerán en fragmentos, las principales fundamentaciones que darán forma y fondo al tema en discusión, de manera de efectuar el estudio correspondiente que active la discusión, la conversación del problema a desarrollar y relaciones con las distintas complicaciones asociadas que denoten la función, acción e interpretación de desigualdades surgidas por enfoques conductistas de la filosofía; la hermenéutica como estrategia interpretativa, ha de contribuir a aclarar los nuevos o desconocidos universos de conceptualizaciones de lo no crítico, representaciones ideográficas establecidas, para consumar la desconstrucción de concepciones irrelevantes y generar comentarios del texto en función a las pruebas obtenidas por sedimentación del concepto inicial del estudio.
Con las estrategias metodológicas de investigación propuestas, se busca en gran manera detectar todo aquello que ha dado causa-efecto-consecuencia de la edificación discursiva, gramatical, epistémica, etnográfica, sociológica de las imprecisiones conceptuales que modifican los contextos y el comportamiento humano, lo que requiera invertir prudencia y una inflexible voluntad que demande aplicar una segura pro-visión indagatoria aproximada del autor sobre la construcción, bases e intencionalidades del texto inicial caso de estudio; así mismo de la narrativa complexa, de las dificultades del diseño y sus costumbres y hábitos en cuanto al planteamiento geo- filosófico que sustenta ese contenido, sus razones históricas, contextuales, gramaticales y sociales que soportan toda la estructura idea-sentido-significado de la gestión escolar de lo rural.
Para dar forma al recorrido metodológico, se redactarán comentarios críticos argumentativos vinculantes con la posición desconstructiva; estos comentarios se centrarán en la estimación persistente del autor de la investigación con posiciones reflexivas debidamente fundadas y valoradas del texto como producto del análisis, para ello se emplearán varias crónicas explicativas en la estructura de los comentarios, persiguiendo movilizar una contribución particular que presuma la analógica transmisión crítica al contenido del texto por parte del comentarista.
Los comentarios del texto a presentar estarán dirigidos a desplegar una tipología particular de disertación interpretativa que posibilite la redacción fundamental de los comentarios del texto al considerarlo como un "post-texto" que favorezca la producción de alocuciones y discusiones filosóficas-epistémicas; en el marco de esta posición, el contenido se organizará como un principio de iniciativa con signo dialectico critico que sirva para encausar un encadenamiento de explicaciones oportunas alrededor a las evidencias; a partir de esta ordenación, se busca postergar cualquiera cualidad de apariencias simple del soflama, enfatizando que existe la utilidad que asientan contrariedades y conocimientos emergentes en el texto como universos desde la cual se formalice una deliberación reflexiva.
En este comentario particular a procesar, no se prescinde del desconcierto o de la inexactitud del rigor argumentativo que se necesita; para realizarlo, es preciso constituir una rígida investigación conceptual del texto con el objetivo de conjugar elementos aclarativos de los diferentes componentes problemáticos que instituirán la plataforma de un razonamiento más original del que se quiere formar.
Comprensiblemente en este modelo de trabajo, se cuenta con varios epítemas planteados precedentemente, teniendo presente que se debe investir de una ineludible firmeza de disposición, suposición de capacidad y de un vínculo cuestionable; este paradigma de observación se presentará con mayor autonomía convincente, lo que concede un tipo de contexto a significar y valorar con intencionalidad una perecedera narración determinante en cuanto a lo planteado en el texto, siendo en sí misma, un episodio de posición universal en cuanto a lo conceptual, dado a que debe ser inexorable
Justificación
La lógica que sustenta la desconstrucción de la gestión escolar de lo rural como proceso de gestionario de formación educativa, tiene su justificación en la necesidad de desconstruir las bases conceptuales, gramaticales y de definición fabricadas por lo rural a través del discurso instalado en el sistema educativo.
Desde el punto de vista ontológico, es necesario estudiar, analizar, reflexionar y criticar los medios con los cuales se ha construido lo humano a través de los planes, programas y proyectos educativos enseñados y aprendidos en las escuelas, para impactar o por lo menos producir cambios iniciales hacia una nueva visión de la gestión escolar de lo humano por encima de lo rural, para contribuir con la formación y uso de un proceso de gestión más idóneo a la actualidad de la escuelas rurales.
El desarrollo actual de la gestión escolar para educar en y para lo rural, ha formalizado dentro y fuera de la escuela un sumario de estilos de formación etérea continua de afianzamiento de nociones y sensibilidades prácticas de pobreza, miseria y conformismo que ha creado toda una generación de personas y sociedad que únicamente se saben vivir en lo rural.
La acción desconstructiva está dirigida a precisar desde un profundo estudio indagatorio de las estructuras y sistemas que han dado pie a la construcción de lo rural desde la aplicación del proceso gestión escolar como matriz para la formación educativa; realizar un interrogatorio a lo instalado seguido por una continua discusión de la forma y el fondo de lo organizado, planteando un rigor argumentativo en comparación con las situaciones sobre la alineación discursiva, para desarrollar lo que J. Derrida ha estudiado y propuesto como desconstrucción.
Desde el punto de vista epistemológico, desconstruir significa desmontar todo el bagaje de la gestión escolar de lo rural contemporánea con el cual se ha y se educa al hombre, es impactar al hombre para que reflexione y se muestre crítico; es dar paso al acercamiento y crecimiento humanista en la óptica de la trascendencia; desconstruir es la oportunidad de fragmentar el discurso en mínimas partes para descubrir cómo este ha manejado desde la gestión escolar la formación del hombre rural.
La idea-fuerza de desconstruir es un estudio de la razón analítica cuya tarea exige interpretar lo construido para dar con la razón crítica la explicación de que lo rural no es más que una geografía en sí misma, que es parte del ambiente donde se suscribe la formación de lo humano, que toda gestión escolar es una estructura de un proceso de la gerencia educacional que puede cambiar, y cambiarla, es ser otro hombre sobre lo rural.
Desconstruir es la oportunidad de descomponer al participante de la escuela y a la sociedad, para hacer que ellos se piensen como verdaderos actores, protagonistas, integrantes y participantes de su sentido "natural de vida", es plantear desde la posición científica y humanista, una gestión escolar en lo rural con apego al valor del hombre por aprender la lógica como contrariedad a toda forma existencial.
Desde la mirada estratégica, es imperativo a partir el contexto educativo, realizar un estudio a fondo de lo rural, para organizar la gestión dentro de un procedimiento direccionado a conocer, resaltar, implementar y valorar al hombre desde cualquier espacio, territorio, zona o área geográfica sin parentescos con lo rural, así como constituir la fundamentación de estudios más críticos de lo deconstructivo por lo rural como idea-fuerza, para liar los bártulos de la gestión escolar, para que el hombre y cada unidad cultural cuenten con el potencial meta-cognitivo que permita deformar y formar no nuevas sociedades, sino sociedades y hombres más conocedores de lo que son y representan, como seres o sujetos humanos productores capaces de desarrollarse, transformarse sobre la orientación de la amplitud y la emancipación humanista.
A los humanos no se les puede encerrar, dirigir, manipular como especímenes aislados carentes de estados de confrontación y sin conflictos, frente a otras sociedades, para situarse en definiciones de vida territoriales condescendidos por lo rural, y ante la mediación educacional exclusiva para la diferenciación y exclusión; de allí que, la desconstrucción se interprete como la encrucijada que justica el interés por desplegar estudios por dar uno la vuelta al hombre y a las sociedades al construir perspectivas y horizontes cargados de mayores posibilidades y sensibilidades por las realidades de lo humano.
La desconstrucción es hacer reflexionar a quienes le corresponde educar sobre la importancia de producir transformaciones, a ellos les asiste y pertenece momentos deconstructivos de lo rural desde la praxis escolar, y más aún, fuera del mismo contexto; las posibilidades de movilizar al hombre y a toda unidad cultural de lo rural hacia actos de emancipación social, están dadas; moverse a la búsqueda y apropiación de las mismas es la tarea encomendada a la gestión escolar.
La gestión escolar de lo rural, ha venido siendo consecuente al generar en el hombre y en la sociedad a la cual pertenece, hábitos por aislamiento, estancamiento, sedentarismo y postración, erigidos con el uso de los planes, programas y proyectos desarrollados como un todo simbolizado por un sistema de educar al hombre solo para lo rural, lo que en la actualidad, ya no idealiza la razón educacional de lo universal, lo integral y lo global; ruido educacional que ha tocado e impactado sobre nuevas maneras de pensar al hombre, ya no como objeto estacionario o localizado, sino como una existencia con habilidades y potencialidades humanas con posibilidades, de un ser mundializado, de un ser trascendental, de allí lo de desconstruir lo construido por gestión escolar de lo rural.
Hay el interés a partir del proceso de desconstrucción, de desvelar aspectos de edificación de lo rural que han aniquilado con el tiempo los procesos de cambio, desarrollo, avance y progreso de las entidades escolares y de la comunidades localizadas en la geografía de lo rural, con el objetivo de mantener una tipología humana condicionada para el uso de concluyentes organizaciones con poder con las cuales hay que discutir, impactar y movilizar los estudios de lo rural hacia acciones más contundentes que den fortaleza a la desconstrucción de la gestión escolar de lo rural, proceso este, como se dijo antes, que solo ha sido un mecanismo con el cual se ha educado para un determinado ser.
CAPITULO II
Constitución teórica de la ruralidad: impactos en la gestión escolar
Constructivo rural en la gestión escolar y su impacto teórico
¿Qué es lo rural?, es lo primero que mueve con cierta intensidad diferentes ejercicios reflexivos por intentar dar una respuesta diferente a terminaciones librescas o enciclopédicas con los cuales comúnmente se refrescan ideas subyacentes de campo, naturaleza y otros rasgos que suelen dar o añadir características a determinadas formas de vida; no obstante, frecuentar el tema del medio rural desde un marco conceptual espacial – geográfico – territorial beneficiario de tipologías socioeconómicas, culturales, históricas y educativas ajustadas a normas y reglas, es reproducir más de lo mismo, es ampliar y a la vez limitar dimensiones que solo se sitúan en posiciones de territorio dejando de lado puntos importantes de lo humano.
¿Cuál es la esencia de lo rural en relación a lo humano y su impacto educativo reproducido en la escuela, el hogar, la comunidad y desde el poder instalado por diferentes organizaciones?, ¿Qué elementos constituyen el constructivo de lo rural y forman "la vida" del ser?, desde estas premisas indagatorias y extensa revisión de determinados antecedentes de lo concerniente a la formación en cuanto al origen, concepto de lo rural y el ordenado "des-orden" que ha dado forma la mega diferencia de definir lo rural, se hallan indicadores y elementos importantes discutibles que dan cuerpo a un tipo de discurso esencialmente desarticulado y poco concreto con el que se ha connotado todo un conjunto de impresiones cargadas de abstracción por dar a entender que hay un algo denominado "medio o geografía rural". Los diferentes discursos sobre lo rural con espontánea intencionalidad por conseguir sobreestimar e impulsar enormes esfuerzos por instalar lo rural como una dimensión humana y social de vida, se ha hecho a partir del juego dialogante entre descripciones y apreciaciones, al construir conceptualizaciones e ideas explicativas muy polisémicas que al fin y al cabo, nada explican o definen la existencia de algo rural que suscriba al hombre bajo normas, reglas y estilos de vida que declaren y legitimen su actual encierro provocado por un sistema educativo discursivo, que organiza saberes en función a educar para una supuesta vida rural, siendo la escuela y el proceso de gestión, los operadores de estos conocimientos.
El poder del discurso construido de lo rural, es utilizado con carácter organizativo muy bien orientado por grandes esfuerzos por implantar y llevar a cabo líneas específicas para crear los límites entre la emoción y la razón, al desarrollar acciones educativas de enseñar y aprender a pensar, sentir y a actuar como rural; su inequívoca construcción de algo rural en función a desconocer el sentido y valor de lo humano, es la base polisémica que envuelve el abstracto rural a partir de elementos y particularidades que por lógica pertenecen a la naturaleza en su conformación geográfica, de añadirle elementos culturales, taxonomías, formas de lenguaje, de trabajar, vestir, entre otros; para estacionar al sujeto que aprende, en un escenario denominado por el constructivo como rural..
La noción generalizada instituida de lo rural no obedece a razones humanas comunes y reflexivas de toda lógica como simple pensar que se deriva de una perspectiva concluyente por definirlo como "espacio espiritual", cuya extensión conceptual intenta humanizar una explícita persona o grupo social que por razones de ubicación territorial, adquieren diferenciales o fisionomías de algo con propiedad rural, que en ocasiones son declarados como unidad perceptible de contacto existencial con relación al ámbito natural, lo que genera de forma especulativa, ilustraciones y caracterizaciones de "realidades genéricas" atribuidas en su mayoría por la excitación discursiva exagerada del montaje empírico cultural de lo rural, interpretado desde signos condicionantes de región-coexistencia que son movidos por la apreciación de ideas reconstruidas de valores que privan en esencia la naturaleza y condición de lo humano por el uso irracional de áreas incorpóreas de espacio que activan quehaceres destinados a educar, para desempeñase, actuar o sentirse identificado con algo rural o ser objeto rural para lo rural.
Intrínsecamente, estas orientaciones o designios por especular lo rural como pensamiento único que exponga lo individual y lo colectivo como algo rural, tiene sentido y comprensión complicado cuando tales premisas, deambulan plácidamente entre expidas caracteres de "ignorancia-ignorada o ignorancia para ignorar", por normas poco comprendidas de cómo la unidad cultural-educativa asume manifiestos roles para posesionarse de una existencialidad rural, de acomodarse y hablar desde lo rural para vivir en lo rural.
La visión sociológica inscrita deja notar a simple vista que lo rural es un comportamiento humano que tiene su sustento en el agregado de particularidades inventadas como distintivos geográficos sustanciales tácticos conservadores y básicos con las cuales se valida de forma manifiesta la historia, la cultura y al ser humano como categorías de personalidad, conducta, actuación, condicionamiento, adaptabilidad y constituyente reproductivo de la vida, con lo cual se deterioran los géneros esenciales sociales y humanos sin verdades absolutas; donde el lenguaje técnico-social codificado empleado de modo sobrentendido, no es más que un sub-concepto de siluetas pintorescas normalizadas por los colindantes adjetivos calificativos de explotación férrea semi-humanista que han sido enaltecidos por las conveniencias del poder discursivo para controlar, dirigir y determinar todo aquello que pueda hacerse rural, poder constructivo que sostenido por líneas aleccionadas llamadas "políticas campesinas", para escolarizar precisas actitudes que deben transgredir y minimizar conocimientos de todo aquello que de por entendido lo humano.
La vida en cuanto al ser espiritual y trascendental, es educado en el sujeto que aprende como acto de costumbre para aprender a ocultarse en el pensar limitado como respuesta en contrariedad a lo que lo educativo no pudo cimentar; lo que induce a prever que frente a este constructivo rural, hay toda una oportunidad racionalizada para ejercitar la dialéctica y la criticidad por sacar provecho del discurso instalado como encrucijada que mueva la voluntad de saber que consienta desde la escuela y cualquier modelo de gestión al hombre, encarar posibilidades que tiene para pensar estrategias que ayuden a realizar por sí mismo, contar con un total desprendimiento de lo rural para lograr diseminar hacia la nada lo irreal, de lo que es ese algo rural.
Toda esta paranoica idea de la existencia de algo rural, ha trasladado las virtudes del hombre y su comparecencia racional, hacia una especie superflua de aprender a adiestrar silvestremente una procesión actitudinal cotidiana de pensar, sentir y actuar de manera socio-silvestre-natural, ideas que sin lugar a dudas, lo sujetan a la relatividad de no saber cómo especular lo rural, sino sentirlo y hacerlo como aprehensión de pertinencia y pertenencia de caracterizarse como un ser nacido y criado, enseñado y aprendido para vivir y morir como algo rural.
Vulnerar las fronteras de la ignorancia educada, implantada, ejercitada y cultivada de manera corriente como emocionalidad análoga de fracaso, donde pensar en otros espacios o sectores que agrupan diferentes tipos de sociedades, es desgajar la extraña vocación generacional colectiva hacia elementos transculturales que pueden traducirse en la construcción de este tipo de espacio socio-natural.
La finalidad entendida de lo rural como sombra instaurada de vida, es algo más que identificar el espacio, es situar, describir, señalar e instaurar (diría reconocer) una "lógica del pensar y sentir fabricado" que inmoviliza el ser humano a algo extraño rural educado como principio de vida y de coexistencia, para la práctica cultural en un teatro de y para lo rural, donde toda voluntad se mueva en círculos para que el suceso creativo se relacione en un romance perpetuo y emotivo que disfrace al hombre en colectivo, en costumbrista elocuente y funcional, de pensarse influenciado y magistralmente conducido por innegables sociedades de pensamiento ruralista con poder y dominio que consiguen endurecer lo humano con lo rural, y al hombre, como módulo cultural inmutable "clasista", todo esto en beneficio al estreñimiento ideológico que asiste a estas sociedades.
Desde la reconstrucción y aparición sucedida a partir de la Venezuela campesina de los siglos XIX y XX por el condicionamiento social al que fueron sometidos por políticas educativas, iniciadas durante estos periodos de la historia educacional, lo rural se ha constituido en un molde universal en conformidad con otros lugares, zonas, áreas, espacios o territorios inventados que emergieron de la lucha y el conflicto social incoherente, al tratar de explicarse como sociedades y por la poca o casi ninguna diferencia y diversidad a la que han estado inmovilizadas.
La organización de lo rural en lo escolar se consolida a través de un mensaje programado, controlado, planificado y dosificado de forma elocuente por el docente, quien sin tener el conocimiento específico, dejó fluir lo rural como constructivo de un saber que se tenía que enseñar y aprender; en consecuencia, aún en el presente, no hay cuestionamiento, inferencias, deducciones sobre el tema escolar de lo rural en la gestión, que de seguro permitió el posicionamiento y práctica durante toda esta acción escolarizada de lo rural, lo que beneficia la difusión del acto consiente y pensar razonado, donde lo asimilado de lo rural, toma forma de un espacio dominado por la naturaleza, idea-concepto que envuelve y encierra lo humano en una domesticación y placidez cognitiva, para posesionarse de la geografía como símbolo cosificado fructuoso de un sujeto social rural ceñido en un mundo elementalista, posesivo con énfasis en la asimilación, apropiación y génesis educacional rural.
Lo dicho anteriormente, es parte constructiva educativa de lo rural, proceso que por décadas no ha sido discutido, reflexionado y puesto sobre la confrontación de por qué lo rural sigue creando lo rural, cuando existe un mundo de posibilidades y oportunidades de liberar al ser humano del claustro de lo que significa signar la vida en función a una geografía, zona, territorio o sector; quizás, las numerosas interpretaciones que ha merecido lo rural en sus diferentes enfoques y donde se han creado limitantes explicativas y lógicas que conceden la aprehensión de imágenes de un lugar construido y recreado para connotarlo como dominio psico-social de estilo clasistas, marcó visión humana en términos de estrechez (material y humana) para domesticarse con la miseria, abandono y la cotidianidad natural como resultado de su sensibilidad y emotividad por visualizar e interiorizar un vago conformismo de humanidad, por la sencillez humana de lo que el discurso escolar rural logra sembrar y cultivar.
Todo el bagaje pluri-conceptual y empírico del hombre en la sociedad de lo rural, personifica un acto fenomenológico de relación concepto-humanidad que describe un tipo de nueva concepción rural a partir de postuladas nominaciones e invenciones teóricas que van más allá de cualquier explicación, más no en la comprobación y contextualización en cuanto a la dinámica humana contemporánea que observa nuevas convenciones de mirar y asumir lo humano y lo social; lo que existe hoy día en la cosmovisión del hombre señalado como campesino por ser rural, es un total dominio de lo edificado por rural, lo que ejerce presión al comprensivo diferencial y opcional por sacar lo humano del territorio geográfico cogno-psico-emocional que limita el pensar, la visión y perspectiva de trascender de manera humanizada sobre toda negación impuesta de que no hay otros universos más allá del algo rural educado; desde esta posición educacional, todo diálogo se condesciende con la abstracción prescrita de contactos, vivencias, experiencias y nociones de hablar para lo rural.
Lo rural en sí mismo, simboliza un ejemplo especifico de interferencia entre ignorancia y racionalidad, equilibrio y desequilibrio, íntimamente de un incesante vaivén entre subsistir o difundirse, lo que infiere especular que en cualquier evidente desajuste que origine lo rural, estará dirigido en un primer intento, a desmovilizar el continuo discurso constructivo de lo rural como territorio formador y arquitectura de espacios productivos, sin mutaciones colectivas, y un más, sin sustancia con la humanidad.
Pensar que hay algo netamente rural, es ejercitar la lógica desde otra perspectiva filosófica por llegar a interpretaciones de que lo rural es un orden, una estructura, pero igual, hay un juicio con profunda necesidad de sustraer de esta edificación, al hombre inutilizado por sus propias limitaciones, qué se quiere desde la posición ontológica según lo significado por rural, que existe un sujeto objeto, manipulado, controlado, sumiso y conformista limitado y educado por y para ser rural; en este orden, la idea por hallar una comprensión de algo rural, es de importante conocimiento; ese algo rural se fragua por la edificación y restablecimiento de copiosas terminologías amarradas de rutinas de existencia ruralizado, en tanto el saber de lo rural articulado en la percepción local, habitual, "notoria" o acostumbrada, es un
" conocimiento empírico, práctico, que ha sido posesión cultural e ideológica ancestral de las gentes de las bases sociales; aquel que ha permitido crear, trabajar e interpretar el mundo con los recursos de la naturaleza" (Fals Borda citado por Mendoza, 1995, p. 126).
Por lo tanto, asomar posiciones argumentativas al conflicto que genera lo rural, supone realizar buen ejercicio razonado hacia el desmembramiento de toda forma que implique lo rural, de alcanzar perspectivas criticas-reflexivas con acciones epistémicas diferenciales por doblegar la polisemia inclusiva de propiedades y plantear una discusión que enfrente el encierro cognitivo-emocional del humano-hombre.
El conjunto integral de pensar, sentir y actuar que de una manera u otra logra formar toda representación y percepción de lo rural, tiene sus derivados en la mágica contextura de un conjunto de cualidades empleadas como "MODUS OPERANDI" que persuade el adiestramiento de pensar en imágenes cognitivas de asimilar y adaptar a la estructura psico-emotiva, características por aprender lo rural como un espacio ocupado por un grupo de individuos visibles y localizables, subordinados por jerarquizaciones indefinidas, por anomalías temáticas circulares que dibujan conveniencias de vida concretas; con contradicción en el acto grupal, con práctica faenaría sostenida en la acción mono-productiva; de imágenes demográficas incipientes ubicadas por coordenadas geográficas textuales influyentes como determinantes que dan paso a la retransmitida vocación generacional de historia y cultura representativa con carácter dominante con los cuales estas sociedades denominadas comunidades rurales, surgen para la ocupación tipificada de región, zona, sector o medio, para la práctica de hábitos y costumbres rurales socio-natural que aporta algo único e inmutable; lo que señala que este modo de espacio, lo conforma un conjunto de personas con relaciones específicas de relaciones explícitas de paisaje natural.
No es extraño que estas referencias se empleen como crónicas subjetivas por renombrar ciertas sociedades con este tipo de humanización de contacto, con la natura geográfica; tampoco es extraño, percibir la colosal etimología y semántica gramatical constituida de lo rural por la influencia de planes estratégicos versados de signo elocuente por el discurso que maravillosamente emplea la cualificación, la clase y el poder de varias sociedades para declarar y definir utópicas ideas sociológicas y tipologías sociales de lo rural; que las representaciones humanizadas propias de comportamiento ante la realidad asumida como rural, son "formas de Vida", algo así como ser sujetos identificados por la rarefacción de un conjunto de estilos de cultura que les son propios en la homo-grafía de seres "humanos" contemplativos por sumisión a la luminiscencia armoniosa, sensible- emocional y mágica del espacio geográfico y del tiempo que los ha colocado en un proceso de transmisión generacional aprendido con la cartilla de la historia-educación-sociedad-cultura contada en las tertulias solariegas del campo.
Las particularidades cualitativas heredadas y reproducidas desde diferentes estructuras discursivas, generan un movimiento mundializado único de fosilización humana, esfuerzo concebido de dar grafías apócales a lo rural como área regeneradora de puntualidades homogéneas de cosmovisión sostenida por la desarticulación de otros "modos" de sociedades alineadas en constituyes cósmicos dificultosos de aproximar al entendido social de comunidad que se quiere imprimir a la "lógica" que asiste a la humanidad como agentes de cambio.
La simpatía por el apropiamiento del espacio, luego por lo rural, encadena una serie de aprehensiones masivas de elementos por identificar y describir la disposición social como una organización sedentaria, particularidad que emana de excesivas interpretaciones camufladas por juicios simplificados que persuasivamente instalan lo rural en niveles cognitivos-perceptivos imprecisos del hecho rural, en el términos espaciales y no como consecuencia humana.
La direccionalidad por entender lo rural, indica equívocos de enfoques constructivos que más que explicar, difiere de su propio contenido y la realidad que acentúa pertenencias y dinámicas sociales constitutivas y orgánicas exógenas, nada consensuadas ni menos tomadas en cuenta por la lógica observada en estos grupos; "somos seres históricos, no somos seres geográficos".
El componente simbólico supra lingüístico abierto y asomado en la cosmovisión de lo rural, da pie a la acción de pensar, sentir y actuar de estos pueblos desde una esfera de cotidianidad como tarea vivenciar; la existencialidad pierde esencia ante el ensueño y romanticismo del diálogo oculto y místico del hombre y la naturaleza, en una elevación espiritual por ceñirse a una explicación que "explique" su presencia en el encierro histórico-cultural, costumbrista y folklórico de una vocación cualificada en lo rural, donde el hombre de lo rural en conjunción a lo social, juega con sus propias grafías sucedidas de imágenes "imaginarias" y reconstruidas por la retransmisión generacional como fuente de perpetuidad unidireccional por modelarlos en un "marco subatómico" con carga de poca implosión transformacional.
Todo esto apunta hacia referentes constitutivos humanos, físicos y espaciales confusos en sí mismos de lo rural, hay una oscilación hacia algo a-rural, de algo que priva lo rural como parentesco y descripción localizada de un algo social sin que denoten actitudes y acciones colectivas de existencialidad, convivencia, interacción en escenas por ceñirse a la disposición generacional de realidades humanas inherentes al hombre en sociedad como Unidad Cultural reconocible y provechosa de sí misma desde cualquier lugar o pasaje; lo que mueve y estremece lo rural hacia una confrontación dialogadora más frontal, en cuanto a quienes integran las comunidades de lo rural para generar conflictos interpretativos y argumentativos que permitan irrumpir como sobrevivientes del complejo sistema dispuesto para comprender la ruralidad social.
Hurgar en la ley de las posibilidades por desconstruir lo rural, iniciada a partir de la gestión escolar, no representa un ejercicio, sino un proceso de estudio por confirmar lo insostenible de lo rural, dado a que hay un proceder axiomático que advierte debilidades cognitivas, perceptivas y emotivas que generan ruido en la conformación conceptual-empírica enhiesta como "Sello Social" que manifiesta que la gestión escolar de lo rural, es un proceso empleado como acto educativo limitador del conocimiento humano y espiritual, que se sitúa como dimensión fronterizada, lo que sin lugar a dudas simboliza una condición educacional difundida y sostenida por el dominio de comprobadas sociedades de poder con conocimiento y por la expansión estratégica del diseño de líneas definidas por consentir en las escuelas, lo rural como un lugar con agotamientos funcionales y estructurales, carente de ideas de desarrollo, crecimiento, evolución y expansión, con contrariedades a propósitos e intereses a cualquier línea que estimule el cambio, producción, diversificación, la pluralización educacional que genere beneficios y civilidad al hombre con expresa humanidad.
Lo rural: influencia y dominio
El discurso empleado en el plan estratégico de la gestión escolar de lo rural propuesto por indudables organismos, instituciones y rectorías de poder, sitúan su intencionalidad de masificación del constructivo rural como instrumento de control y de precisión evidentemente muy bien dirigido a sustentar lo rural como un lugar solo habitable para una determinada "muchedumbre" caracterizada como entes que se pasean por estados de ánimos y de pensamiento re-valorizado de lo aprendido en cuanto a limitaciones de fracaso, olvido y de la notoria asimilación de pobreza que pregonan como condición social por dar particularidades reconocibles que sirven para afligir la carga misma de su entendida pobreza; de allí que, el objetivo de la gestión escolar de lo rural, es convertido en un lenguaje discriminador, excluyente, de conciencia análoga con el que se cultivan modos permanentes de deliberar, concebir y proceder exclusivos como seres rurales, de la filosofía rural que hay que repetir continuamente, originando educadas apariciones de comunidades, pueblos, caseríos y de sujetos con humana coexistencia rural.
Esta saturación rural es producto de una incomprensible vocación generacional que ha facilitado la retransmisión de valores, costumbres y formas de vida que han inducido a posicionarse de actitudes colectivistas que revelan universos referenciales de coincidencia por lo rural; imagen y figura idealizadas por agudos estados de pertenencia y apropiación que deforman la inmediación y el argumento mismo de lo escolar y lo rural en predicciones beligerantes abstractas que pueden ser empleadas en una estrategia deconstructiva del monumento rural.
Para causar el conflicto, es necesario fragmentar la gestión escolar de lo rural desde diferentes dimensiones educativas, humanas y sociales, tomar la representación de unidad cultural productiva a partir de la posición de conjunto organizado "hombre en sociedad" con realidades universales derivadas del quehacer cosmológico que revierta la cotidianidad escolar en sucesos significativos que deformen estilos de vida, la presunción de valores y de costumbres sometidas por la prolongada y longeva ontología de lo rural; que genere criterios y diversidad en toda unidad cultural para contar con perspectivas de un pluralismo ideológico y complexidad en las esclarecidas formas rurales, de manera que el conjunto humano que surja sea de
Estas realidades producto del quehacer de estos pueblos les dignifique sus estilos de vida, tipo de labores, costumbres; y otros rasgos dominantes que les caracterizan… por dar respuestas cargadas de historicidad en el comportamiento que cada forma "rural" tiene como unidad cultural y es en esa unidad cultural donde el individuo tiene que realizarse para desde ella, construir su mundo y hacer su sueño de libertad de emancipación (Pérez, 1977, p. 35)
Lo antes expuesto, conduce a pensar que se puede dar un hombre en sociedad como unidad cultural liberada; aunque el autor de la cita emplee la idea de rural como diferentes formas de comportamiento, es lógico pensar que el aporte de " hacer su sueño de libertad de emancipación" difiere de la apariencia escolarizada de lo rural, esta última impresión del edicto, comulga con la desconstrucción.
La unidad cultural y el hombre conjugan la potestad por ir tras de ese sueño de libertad, de la voluntad por hacerse del saber negado, de cambiar la connotación escolar de lo rural por la de un lugar que dignifique su presencia desde otros contextos con interés, más significativos y alentadores que consientan desligarse de la trágica disculpa de pobreza y miseria de las cuales siempre se han escudado como equivalencia que irrumpe el pensar, sentir y actuar como rural.
Fatigar el discurso es parte integral del estudio, criticar, reflexionar, confrontar y crear discusiones fragmentarias por sedimentar lo rural, constituye el dispositivo analítico para encarar lo de-formativo de lo rural, cualquier presunción teórica o práctica que desmoralice al hombre en sociedad, interesa; no se puede instituir la gestión escolar de lo rural como un proceso de ordenación para un medio, así sea sostenido por el poder discursivo del ente rector con poder sobre la escuela y con el cual se planifica de manera escolar la fosilización educativa del hombre y de su sociedad, para la adhesión de lo lugareño-naturaleza como condicionante de vida rural y donde esta misma concepción rural, advierte de manera incisiva y amenazante, que cualquier paso, orientación, percepción, captura y actuación humana-social fuera del algo rural, es asumir la expiración de la historia, cultura y costumbres que son casi razones de existencia rural.
Todo parece un ejercicio sublime de una sentencia por perpetuar al hombre y a la sociedad a lo inmutable, perversa intención de limitación generacional constituida como rural, indigno juego de la retórica y el engaño como ideal condicionante de existencialidad, establecimiento de "clases derivadas" que comulguen con las ya renombradas condiciones y excusas de seguir asumiendo fracasos como seres humanos excluidos por la gran idea inventada y educada de lo rural, lo que ha desmejorado al hombre en una plenitud abismal entre una forma etérea y una entidad sumisa de su propia sociedad que lo crea, recrea y lo envuelve en un estado de agotamiento forzosa de su voluntad de poder pensar que
… fuera de todo sentido de la creación y de la equidad; que la complejidad de lo social, e individual nos impide ver del hombre real y a la sociedad concreta como tales sino como datos, cifras o entes de significación limitada; que aprendemos desechos, desechamos aprendizajes válidos y nos negamos a desprender conocimientos que se han convertido en nocivos al individuo o a la sociedad… (Córdova, 1977, p. 29)
En el sentido único de la gestión escolar de lo rural, es su forma hombre-sociedad, procedimiento que se organiza y emerge como datos, cifras de sujetos limitados por el conjunto resumido de apariencias y formas de vida reconstruidas por un conjunto de aprendizajes que idean el logo de migajas de épocas, transitorias, inhabilitados por la transferencia efectiva de mensajes inorgánicos nocivos a la comprensión humana.
Tres ideas fundamentales avivan la gestión escolar de lo rural como orientaciones que soportan el mensaje del discurso empleado para componer lo rural como esencia de moralidad cultural y ética de vida; lo económico como argumento de carencia de oportunidades y de diversidad de trabajo remunerable que sirve como delirio de existencia para la limitación y conformidad con la que se crea una personalidad de vida cargada de acciones de justificaciones por declarar la falta de iniciativas de superación y como razón por el desempeño de hacerse únicamente de lo que han aprendido en el campo y lo que la escuela diariamente repasa con lecciones de clase, originarias de planificaciones que confiscan realidades y posibilidades de trascendencia; en lo político-jurídico se gestiona, aplica y resguarda con normas, líneas de gestión que emanan del poder educativo central, todo lo que ande fuera de este orden, es ir contra los objetivos del ente rector; y lo ideológico, que impregna una tendencia de escolaridad rural como principio y regla para la regulación del pensamiento en función a educar con modalidad rural. Estas comparativas categorías relacionadas a lo dicho por Jaume Martínez Bonafé (**) en su libro "El trabajo en la escuela", reflejan similitudes de ser las partes de la supra-estructura que instaura la vertiente operativa de disuasión y conformación del "monumento de gestión escolar de lo rural", bajo la materia prima rechazada del pensar social dominante por aprender como agentes incluyentes de un conglomerado de lo rural para pensar, sentir, actuar en la ontología y filosofía de un "Ser Humano" rural, acto morfo-psico-emocional masificado por actividades colectivizadas de recreación social por sobrevivir en el espacio de lo rural.
Cada noción por excelencia según la visión de cada país, implica lo rural de acuerdo a ambientes socio-naturales con perspectiva universal que se dimensiona desde el análogo racional de lograr entender y esforzarse por hablar lo rural con particularidades abstractas situadas intrínsecamente en instancias de alguna supra-estructura como sistema "marco" para la insensata necedad de agrupar necesidades, intereses o problemas localizables en lo rural desde la representación diseñada de carencia, desventura y abandono ligado por la irresponsabilidad de quien sabe y como forma de organizar al hombre de lo rural dentro de planes, programas o proyectos desusados de desarrollo y progreso; a ciencia cierta, todos los elementos y caracterizaciones por identificar y señalar desde lo rural una forma de ponencia mundial con direcciones de Estado de muy poca preocupación.
Algunos referentes actuales de gestión escolar de lo rural, evidencian sin equivocación a comentarios, que el hombre, la sociedad, el espacio, la territoriedad, permanecen iguales, inmutables, petrificados; siguen en el mismo círculo para el cual se le encerró, no hay perspectivas ni interés en la escuela y en quienes tienen la responsabilidad de educar, buscar enfrentar los modelos de gestión que cada día llegan a lo escolar para acentuar lo rural como medio o lugar de vida, donde abiertamente al ser que educan, lo usan como un objeto más, como un componente aditivo al constructivo del llamado saber rural; la educación rural es una flagrante agresión a la dignidad y naturaleza del hombre, modifica, reconstruye y sepulta el pensamiento y las emociones a un claustro escolar, usa planificaciones de tipo rural con el propósito de formar sujetos explícitos para la conciencia y comportamiento geo-humano rural; deforma la esencia humanizadora del hombre en función a mantener un tipo de clase social en especial, sin considerar las potencialidades de trascender; esta modalidad educativa rural muy promovida por el estado docente, como un estilo particular, está dirigido a concebir personalidades y conductas para la coexistencia rural-ruralismo- ruralidad.
Esta construcción de la modalidad de educación rural, representa un modelo implícito de estar subjetivamente condicionado a términos redimensionados al algo edificado desde lo educativo como orden de vida bajo otras normas discursivas de dominio y poder; la realidad es que hay una especie de apareamiento de seres humanos lugareños geográficos con episodios de vida escenificados por tareas faenarías diarias totalmente rústicas, toscas, de orden psico-conformistas con afección a la natura del ambiente, protagonistas con vida en áreas rurales carentes de servicios públicos básicos, donde predomina la visión de lo inculto, de seres educados bajo el abandono y exclusión irracional del valor humanista; líneas educacionales de gestión escolar que someten a las escuelas de lo rural a gestionar todo aquello que involucre e imprima formación rural, establecimiento y consumación de formalidades políticas, planes, programas y proyectos que nunca se han relacionado ni se acercan a las exigencias actuales educacionales de las realidades socio-educativas del hombre y su comunidad.
La construcción sucedida de lo rural, tiene fundamentos en el desconocimiento real de lo que humanamente existe, convive y se acciona en áreas de paisaje natural; el discurso rural aunado a las sociedades, organizaciones e instituciones de poder, control y determinación influyentes en estas regiones, centran siempre sus intereses en el lugar, área, territorio con la intencionalidad de clasificar, ordenar, sectorizar, dar tonos de clasismo, diferencias socio-económicas, de concentrar fuerzas de autoridad, producción de los intereses ideológicos, políticos, religiosos y educativos siendo este último orden, la administración de organizar, dirigir, controlar, decidir; la de planificar, ejecutar y ordenar todo el sistema para el desmesurado y nada supervisado desarrollo rural sin que tome expectativas, intereses e ideas por estimar y considerar crear ciertamente un ser humano-humanista, a un ser vivo por vivir e ir hacia donde su pensar y nueva racionalidad le permita decidir.
Ante este monumental constructivo rural, la acción, el hecho verdadero y real del estudio investigativo planteado, no está en cuestionar las explicaciones, aclaratorias, ni remotamente establecer a priori discusiones ni calificativos de esta edificación; ni dibujar bosquejos básicos que ilustren rasgos de identidad que pasen a formar parte de sus cimientos discursivos o conceptuales; lo que si es necesario, es hacer interpelaciones, criticas, reflexiones y conformar un cuerpo de comentarios argumentados con el cual se inicie un proceso de discusión que permita revisar las intenciones y mecanismos que influyen e impacten el proceso educativo con formalismos rurales, y por ende, cómo este lugar-geografía ha logrado su total dominio en la gestión escolar de lo rural y cómo en si misma durante tanto tiempo, no ha conseguido cambiar lo educativo, la escuela, al docente, a la comunidad.
Lo rural es una dimensionalidad abstracta- ideográfica construida con base en posiciones empíricas, elemental descriptivo de una serie desarticulada de impresiones, conocimientos rutinarios que imprimen tipologías lugareñas, sin considerar estimaciones valorativas de la naturaleza humana; las intencionalidades y estrategias discursivas dirigidas a educar personas dentro de determinado estilo social, cultura, historia, educación y economía, de manera de fijar, ubicar y localizar un sector en particular provisto de carencias, factible de manipulación, de ser dirigidos, operables, conducibles, limitables, y ante todo, explotables.
Apoyado en el proceso educativo ideado por lo rural, la gestionada-gestión escolar, contiene en sí misma una influencia que ha trascendido las propias racionalidades de la escuela, los docentes, representantes y comunidad, al desplegar acciones intencionalmente dirigidas educar la vida del sedentarismo y la conformidad como mundos subjetivos que reavivan la clase de indigencia, escasez e infortunio, las lecciones emocionales por justificar el fracaso del plantel; la gestión escolar que supone los hechos mediante los cuales se puede explicar la categorización de lo rural
a capturar y agarrar las determinantes centrales que explicarían el comportamiento lógico de la realidad asumida, se efectuaría de acuerdo a las condiciones del marco contextual. Estos condicionamientos… Economía, política, cultural e ideológica… con el sello de la categoría historicidad, concepto que nos permita analizarlo, interpretarlo y transcenderlo en todo su extensión. (Pérez, 1997, p. 34),
Las verdades derivadas de la cotidianidad de los ciudadanos ubicados en esta cosmografía de campo, coinciden en dignificar sus modos de vida, modelos de tareas y hábitos a conciencia de lo aprendido en el hogar, comunidad o escuela, aportes de fisonomías injustas de acuerdo a los proposiciones ecuménicas de los derechos humanos; de allí que coexista un hecho de colosal abstraccionismo de conceptos y un orden estratificado social, económico, histórico, cultural que observa una composición de convenciones filológicas, étnicas, sociológicas que están reorientadas por enfoques erráticos por creer en un estilo de existencia con síntoma rural, de variedad explicativa y comprensiva que no posee condicionamientos que abrevien suministrar objeciones apreciables que digan que hay una mentalidad fundada que facilite lógicas para establecer la existencia de un universo como unidad cultural; que declare que en cada una de estas cosmos-unidades, se hallen sujetos que por razones notables de raciocinio humanista, tengan ocasiones para desarrollarse como personas valiosas; desde esta escrupulosidad de lo cosmografía, se funda una naturaleza y un hacer de sueños de liberación, entendiendo que todo humano sea cual sea el lugar o la geografía bien sea rural, urbana, indígena, marginal, fronteriza, son solo sectores o medios cósmicos, que su existencialidad, es una mundialización educativa-cultural con realidades, intencionalidades y propósito de vida concretos por ser un humano con propiedad de humanidad.
El término rural contiene contrariedades explicativas discriminatorias, de valores notables de parcialidad territorial, distanciamiento y confrontación con otras formas de organización humanas intencionadamente limitadoras, del establecimiento de líneas orientadoras deformadoras que estima que todo sujeto rural que se sitúa en culturas, mecanismos, acciones operativas educativas, económicas, sociales, diferentes, serán personas limitadas sin opciones a formar parte de estas otras unidades, porque serán excluidos; que lo rural es una medio de pasearse en la sinonimia de lo inculto, la pobreza, el abandono, de sitios de poco interés, de allí que en muchas regiones exista la restricción que decreta la muerte de la diversidad y aniquila cualquier unidad cultural como comunidad.
¿Cómo se ha construido lo rural en lo educativo e inclusión radicalizada en la gestión escolar?, primero se reflexiona sobre el estudio del discurso estratégico que ha calado e instalado lo rural a través de lo que ella misma simboliza, desde hace varias décadas lo denominado "Las Actividades de Mercado", ha sido uno de los mecanismos coercitivos que ha desarrollado un plan estratégico nacional por sectorizar y especificar los tipos de sectores activos, moderados e inactivos para la producción de bienes necesarios para al país y que no tiene otra interpretación que ser un conjunto de acciones por apoyar y dar fuerza a aquellas áreas sustentables y rentables para la inversión, con la que se establece el aparataje de intereses que determinan el área rural como un sector para la producción de determinados bienes y rubros con ningún valor al producto interno nacional; sistema que desconoce en sí misma de otras formas de ruralidad, que no constituyen lo campesino como potencialidades de labores de campo.
Independientemente de lo que observen las unidades culturales, parece que los mecanismos de mercado donde se involucran muchas naciones, instituciones, organismos y raras formas de organizaciones no gubernamentales, éstas se fundamentan en la generación de un nuevo valor económico radicalizado apoyado con la vanguardia tecnológica por desarrollar en el sector rural una sola fuente de trabajo centrado en y para el campo, para este sistema no interesa otra cosa; cualquier otra propuesta de espacio, no significa inversión de capitales ni generación de ganancias, lo que crea una forma de "Mundialización de Ruralidad" concedida para la producción endógena, acción sobreentendida que exige determinadas teorías y normativas de la idea de obtener recursos productivos posibles de transformación en riquezas. Hasta en estas visiones, en la posición del actuar Mercado Mundial, lo rural se expresa como una no inversión y flujo de otros valores que acentúan la construcción de lo rural.
Cuesta explicar lo rural bajo un sistema de mercado donde claramente se sortean muchas realidades que dejan sin sentido otras situaciones que lo rural construido demarca, señala e indica un tipo de actitud colectiva a seguir de manera repetitiva a partir de la adquisición de aprendizajes estrechos que validan el lugar, el tiempo y cualquier aspecto del conocimiento donde las unidades culturales incorporan al hombre real y a la sociedad en procesos de gran dependencia y poca emancipación, lo construido es un simple juego de palabras con cargado grado de pertenencia que invade a estos grupos "identificables" bajo el idealismo romántico de la vida en ruralismo, como afecto, vivencia y posesión espiritual del medio rural.
Cambios de paradigmas en la gestión escolar de lo rural y la formación humana
Cualquier definición construida desde el contexto educativo, ha estado sujeto a la polisemia que envuelve las explicaciones discursivas de lo rural que no expresa la idea por abordar otro alocución explicativa del conflicto provocado por la ambigüedad semántica que describe la concepción hasta ahora ensayada como remanente a priori de una interpretación disimulada por ciertos juicios bastante simplificados; lo que sí es el propósito, la esencia, es llegar a una aproximación que exponga las unidades culturales en un contexto fuera de la noción implícita de lo rural. Para ello nos acercamos a lo que afirma Foucault citado por Enzo del Búfalo (1999)
…es preciso que una serie de signos tenga con otra cosa una relación específica que la concierne a ella misma, y no a su causa, ni a sus elementos,… no es una relación del significante con el significado, y del nombre con lo que se designa; de la relación de la frase con su sentido; o de la relación con la proposición con un referente". (p. 161)
Lo que significa que hay que hurgar posibilidades de lo existencial que circunda a ese algo de lo rural y su asociación a los acondicionadores: habilidades, conocimientos, pensamiento, humanización y su sentido real de las "realidades" sociales-económicas, políticas, historia, cultura y educación de seres humanos con cualidades y capacidades "capaces" de adaptabilidad, cambio, emancipación y sobre todo, de transformación de procesos que los hace optativos a ser competitivos y sobrevivientes de todo un complejo sistema de alineación social ajenos a ellos, donde se ha desarrollado y promovido todo un encaje de "verdades absolutas" que llevan a la geografía rural a un evidente nivel de confusión al darle aditivos de ambiente simbólico, material, humano, de cotidianidad de cosmopolita de campo, distanciamiento y de reclusión histórica-cultural-educacional implantado.
En el dinamismo educativo construido y usado por lo rural, cuenta con una serie de elementos sensorio-emocionales activos de producción de saberes que consideran como finalidades determinantes, lo rural, activos que no simbolizan acervos de sociabilidad para acceder a una actitud colectiva y a una realidad "real"; estos manuales existen, conviven, interactúan, interaccionan y componen grupos des-articulados, infra-organizados e intra-generacionales educados en las escuelas a partir del desarrollo de planes, programas y proyectos dirigidos a implantar e implementar tareas de práctica rural sin considerar estudiar lo rural, su influencia, caracterización y uso o no en lo educativo como una formación humana.
El discurso de lo rural educado en las escuelas, está construido por muy pocos referentes humanistas, de humanidad y humanizadores de los seres humanos; conocimiento de lo físico, biológico, naturalista, geo-espacial, la mayoría son tratados y estudiados en clases cotidianas reproducidas a partir de un currículo que en sí mismo no se fundamenta en lo humano, de involucrar tipologías y peculiaridades de lo rural mediante la diligencia de diplomacias organizadas en ideas de territorio y productividad, donde toda la instrucción se identifica con algo rural como si fuera un sitio fijado para el labrantío de labores de campo; lo edificado se inventa a partir de un reflejo de otros manuales de ruralidad colapsados de esfuerzos por asignar cualidades de clase extravagante, inculta, con gustado placer de verse abandonado; a todo esto ¿Quién hoy día puede mal poner o dar una tragicomedia a lo rural, los grupos, al individuo o a sus instituciones con retoques que estampen significados de rústicos?, ¿Valorizar de forma descabellada la idea de describir y señalar lo rural como lugar contrario de lo urbano, cuando sus diferencias de territoriedad implica unidad cultural en cualquier espacio?.
A ciencia cierta, la construcción de lo rural y su influencia escolar, se simboliza y simplifica en un conjunto de impresiones conceptuales y de adopciones interpretativas de pocos recursos etimológicos definibles que en sí mismo, solo se pasean por una igual línea de pensamiento o idea limitada, impidiendo visiones específicas y organizadas por dar al procedimiento de gestionar, la de deducir que en la cuestión de lo rural coexisten coincidencias y rasgos poblacionales, naturales, modos y cualidades de vida que indiquen destinos de movilidad hacia cualquier tentativa que ilustre un devenir histórico-cultural que involucre y diga que habrá cambios en las formalidades instaladas por las acciones educativas para conseguir dinamismo y determinismo por adecuar algo diferente y conveniente a lo que el discurso y algunas sociedades llaman rural, la realidad dice que los lugareños educados por el hacer gestionario de la escuela, hay disposición por desconstruir y hacer re-ingeniera en los procesos de gestión, de manera de hacer sentir las necesidades e intereses que tienen los pobladores por dignificar su sentido de vida desde otras perspectivas educativas .
Una situación cierta es que la comunidad, la escuela, el docente, los estudiantes y habitantes del llamado medio rural, componen parte de ese mundo social plural-unificado, activo, dinámico con actitudes colectivas que enuncian competencias y realidades de lo "real"; suponer que esta unidad cultural tenga derivado de un sobrevenir mancomunado asumido a partir de las perspectivas de territoriedad, afanoso interés socioeconómico, productiva, educativa en relación al costumbrismo y cotidianidad de su gente; no es extraño, asumir signos de agrupamiento generadoras y constructoras de espacios y medios de socialización como producto del contacto situacional y funcional de la comunicación que son entendidas con realidades que suscriben connotaciones especiales importantes.
Estos grupos sociales o unidades culturales en conjunción al lugar y época, manifiestan la esencia y existencialidad de un pensamiento educable en común que imprime penurias e intereses con los cuales son descritos por otros espacios; lo que prefigura relaciones educativas casi imposibles de diferenciar y por ende, separar.
La comunidad como parte de la composición de lo común, no expresa por equivalencia la representación o perfil de algo rural, la interacción comunicacional y social demuestra tener una aproximación instructiva congregada en saberes reflejos generados por roces con el entorno y contextos que los encierran, este enfoque casi complicada deja deslizar la duda de interpretar a la comunidad misma y lo rural, si este perfil de organización social educada de congregarse en lo rural viene del acostumbrado interés y forma de desenvolverse en común; ¿La dispersión o distribución de lo natural y físico-humano determinada por una noción de distanciamiento de conjunto, explica por sí sola lo que ha de entenderse como comunidad y medio rural?
Para todos es bien sabido que comunidad es un término que viene del latín y significa "conmunitas" para dar forma y sentido a todo lo que es común entre un grupo explícito de seres vivos, esta afección abstraccionista etimológica, es usada como discurso persuasivo e intencional por instalar relaciones de lo común entre una unidad cultural con actitud colectiva y como representación de aglomerar en conjunto social, una serie de indicadores que propongan la probabilidad de construir una comunidad en lo rural, recurriendo entonces a unir la historia material y la cultural en un punto denominado identidad, acá es donde los procesos educativos de hoy día, buscan integrar las comunidades al hecho educacional, lo que pasa a enrarecer la integración humana sobre fundamentos políticos de orden y disciplina, posición que generará sin lugar a dudas, nuevos y profundos asentamientos de lo rural como filosofía de vida.
La comunidad en la escuela como organización geopolítica, es una dudosa asociación mientras el estado docente sea el rector y gobierno, esta condescendencia implica la incorporación no estudiada, planificada y no detectada de elementos netamente proporcionales a movilizar componentes transculturales que con el transitar del tiempo, pasará a complacer el afianzamiento costumbrista de saberes notoriamente tradicionales de acuerdo a la complejidad y naturaleza humana agrupada en comunidad o comuna, siendo así, habrá una alineación de comunidad con peculiaridades de rural (alcance de los pueblos por formar comunidad, así estén dispersos).
Es indudable el trasfondo de implantar en lo educativo actual, la rarefacción vinculante de comuna a un proceso tan esencial como es la gestión escolar, quizás, mayor será el apropiamiento forzado de lo rural como contenido esencial para seguir cultivando al hombre en el claustro del conocimiento forjado de ruralismo; este tipo de comunidad asignada por lo rural queda como órgano social, escuela de lo sociable, reguladora del lugar para el afloramiento de corrientes subjetivas que dominaran las contextualidades con imposiciones desalentadoras por posesionar a la comuna sobre un único pensar común; entonces, es como decir que la comunidad es la escuela, la escuela será el centro micro-educativo de la comunidad, el maestro y los estudiantes pasarán a formar parte la mancomunidad.
Todos estos esfuerzos por acercarse a diferentes descripciones con las cuales se puede dar explicaciones o por lo menos abordar algún comentario en referencia a esta unidad cultural, agrupaciones sociales, entidades (léase como un intento de explicarlas desde el sector rural), representan ser estructuras socioeducativas de mera conciliación entre las partes del discurso empleado para configurar a la comunidad, la escuela, el docente y los alumnos del medio rural como las mismas realidades de lo rural, lo que explica Marturana (1995) cuando expresa que
…los individuos toman sólo los recursos indispensables del entorno para sobrevivir pero siempre mantienen su organización. Los campesinos actuales muestran una apariencia diferente a los antecesores y, sin embargo, siguen siendo estructuralmente los mismos, sólo cambia el nuevo ropaje que los cobija.
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