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Desconstrucción de la gestión escolar de lo rural

Enviado por Aquiles Fuentes


Partes: 1, 2, 3, 4, 5
Monografía destacada
  1. Introducción
  2. Visión problemática de la gestión escolar de lo rural
  3. Constitución teórica de la ruralidad: impactos en la gestión escolar
  4. Desconstrucción de la gestión escolar de lo rural
  5. De la desconstrucción de lo rural a la formación humana
  6. A manera de cierre
  7. Bibliografia

Trabajo presentado como requisito parcial para optar al Grado de Magister en Gerencia Educacional.

RESUMEN

La gestión escolar de lo rural, es un proceso educativo que solo ha servido para transmitir una herencia cultural educativa desde la aplicación de planes, programas y proyectos desarrollados por tareas de administración, dirección, control, supervisión y evaluación, con el que se ha formado un tipo de sujeto centrado en el arraigo para pensar, sentir y actuar de modo rural, generando un modo de saber limitado, cultivo espiritual de pobreza, sumisión, sedentarismo y conformismo como estilos de vida; este dominio situado por el poder discursivo logocéntrico definido como datos, cifras estadísticas, sectorización; frente a esta situación, es necesario: construir una nueva visión de la gestión escolar de lo rural centrada en la formación humana para edificar al hombre por encima de toda noción de área o espacio, criticar los argumentos que construyeron cierta noción de lo rural y su influencia en la gestión escolar, a fin de iniciar el proceso de desconstrucción; desconstruir la gestión escolar de lo rural instalado como dirección educativa para trascender la concepción de formación de lo humano como territorialidad. El estudio está basado en la desconstrucción como acto critico-reflexivo y el diseño hermenéutico como estrategia metodológica, su soporte interpretativo es presentado en un cuerpo de comentarios argumentativos, como resultado, la desconstrucción desvela que sobre lo textual, lingüístico, concepción polisémica, andamiaje etimológico, gramática, visión clasista de gestar lo rural como orden de vida. Hay valores y principios de humanidad-humanistas y espiritual que pueden mejorar el modelo de gestión por un proceso de oportunidades y posibilidades que permitan transformar al hombre en un ser más universal y a la escuela de lo rural, en un centro para educar en humanidad; si el proceso trasciende, lo rural no es herencia cultural educativa; la actualidad del hombre exige un modelo de gestión más interesado por el hombre.

Descriptores: Gestión Escolar, Rural, Desconstrucción

Introducción

La gestión escolar es un procedimiento pertinente al quehacer educativo en una institución educacional a partir de un compendio de tareas de administración, dirección, control, supervisión y evaluación, para la organización, planificación y ejecución de un conjunto de acciones destinadas a lograr permutas esenciales en el hecho socio-educativo, conseguir cambios continuos importantes en la formación de quienes participan del proceso; sin embargo, en el denominado sector rural, hay la diligencia perenne de un modelo tradicional de gestión escolar de lo rural sobre la base de la modalidad de Educación Rural, que reescribe de forma unánime, un tipo de formación de herencia cultural educativa sostenida por conocimientos y actividades de gestar todo aquello con sentido, forma y fondo de "lugar" designado por la geografía rural como determinante que permite educar al hombre a razón del algo rural.

Este proceso de gestión escolar de lo rural, se ha constituido en un patrón de concreciones para dar funcionamiento a objetivos, propósitos y figura de una especie de programa de estudio que tiene el sustantivo de educar a razón de lo rural, para pensar, sentir y actuar como seres humanos geográficos; particularidades nada consustanciados con las evidencias humanas tangibles de hombres que merecen ser formados por un procedimiento educativo no parcializado, menos dirigido a fundar explícitos elementos de identidad como lógicas existenciales; este tipo de gestión, está organizada y planeada en la visión, sensibilización y afinidad de conveniencias educativas logocéntricas de "verdades" y realidades que en nada cuentan con relaciones intrínsecas a la condición humana y menos a las exigencias del saber actual del humanismo.

Esta gestión escolar de lo rural es un proceso de "fijación cognitivo-sensorio-emocional" organizado a partir de planes, programas y proyectos que desvelan labores recicladas, re-fabricadas y redirigidas a tipificar tareas de administrar, dirigir, controlar, supervisar y evaluar la arquitectura educativa como un mundo escuela-rural, formar para un orden de vida ruralizado aprovechada desde la escuela como textualidades, conocimientos y discursos que petrifican al ser humano a condiciones de sujeto objeto de lo rural.

Este modelo de gestar es en sí misma una taxonomía de un estilo de educación rural-humano de colación privativa de las necesidades de emprender, desarrollar y dirigir un sentido de formación humanístico basado en el conocimiento espiritual como esencia para alcanzar dimensionalidad humanista en quienes corresponde humanizar; carece de una estructura de funcionalidad, propósito (s) y uso de estrategias y metodologías que surjan de la realidad de la persona y comunidad para interactuar; se caracteriza por subculturizar el pensar, sentir y actuar en función a manuales de lugareños ruralizados y como entes participes de un constructivo diferencial, clasista, excluyentes, de sumisión, donde lo más grave de lo edificado socio-educacional que les asiste, es ser descritos, señalados caracterizados, particularizados y humillados como figuras conceptuales polisémicas, logocéntrica, de "individuos" rurales.

Para mostrar lo oculto y lo visible presente en este tipo de gestión de lo rural, fue necesario estudiar diferentes documentos que ayudarán a esclarecer o aproximar a estados críticos-reflexivos a interpretaciones para descifrar las textualidades y las polisémicas definiciones que envolvían lo rural, comprobar que existe un universo ideo-céntrico fundado de rural que ha servido para hostigar el acentuando tipo de educación hombre-rural; de educación rural, para formar al hombre como ser territorial, limitado para un orden de vida netamente rural; de estos estudios, se comprobó que la textualidad discursiva ordenada por un programa de estudios, acciones y tareas de gestión, se da signo e imagen de identidad rural como orden de vida.

Para dar soporte teórico a la investigación y mostrar las irregularidades etimológicas, gramaticales, etnográficas y sociológicas que edifican lo rural como norma educativa, se emplearon estrategias de desconstrucción formuladas por Jaques Derrida, donde se evidencian postulados teóricos, conceptualidades y caracterizaciones de lo rural que en nada se relacionan o brindan procesos y momentos para la formación humana sin lo rural; estas impresiones dialécticas se expresan en el trabajo a partir de la elaboración, disertación y presentación de un comentario argumentativo que sostiene las evidencias, las debilidades y los fines de esta gestión que van contra toda racionalidad, y dirigida a formar al hombre desde una dimensionalidad humanística, sin limitaciones para hacerse de los conocimientos y experiencias que ayuden a transformarse, y por ende, contribuir al cambio holístico de lo instalado por lo rural.

Para conseguir la profundidad necesaria para comentar y argumentar el estudio, se partió de los propósitos de "construir una nueva visión de la gestión escolar de lo rural centrada en la formación humana para edificar al hombre por encima de toda noción de área o espacio", "criticar los argumentos que construyeron cierta noción de lo rural y su influencia en la gestión escolar, a fin de iniciar el proceso de desconstrucción" y "desconstruir la gestión escolar de lo rural instalado como dirección educativa para trascender la concepción de formación de lo humano como territorialidad", propósitos que facilitan la interpretación, argumentación y comprobación de que hay las realidades e intencionalidades ocultas en la gestión escolar de lo rural.

Con la investigación se espera generar nuevas visiones e intereses por dar continuidad a la formulación de humanizar al hombre sea cual sea su contextualidad geográfica, lugar, zona o territorio; estimular cambios en los modelos de hacer gestión en cuanto a la esencia del saber humano trasdimensional, trascendental; ser parte de sí mismo como humano, de forma de que desarrolle y emplee situaciones humanizadas interpretativas, comprensivas, analíticas y axiológicas sobre existencias de posibilidades y oportunidades.

El cuerpo de la investigación, presenta una estructura indagatoria que se expresa en capítulos, de manera de seguir el análisis, la interpretación y comprensión del estudio para su respectiva evaluación; quedando estructurada de la siguiente forma: Capítulo I. Visión problemática de la gestión escolar de lo rural, propósitos, estrategias metodológicas y la Justificación del trabajo, Capítulo II. Constitución teórica de la ruralidad: impactos en la gestión escolar, Capítulo III. Desconstrucción de la gestión escolar de lo rural, Capítulo IV. De la desconstrucción de lo rural a la formación humana, Capítulo V. A manera de cierre. Desconstrucción: tensión teórica y complejidad interpretativa y la bibliografía empleada como referencias textuales.

CAPITULO I

Visión problemática de la gestión escolar de lo rural

Para los estudiosos de la gestión escolar como proceso inherente al sistema educativo, relativizan su conceptualización en función a las contextualidades que observan las organizaciones escolares, de manera de organizar estrategias y metodologías dirigidas a constituir en las instituciones dinámicas y actualizadas en íntima relación a toda forma educativa que implique desarrollo; sobre objetivos definidos consustanciados con los diferentes pensamientos educacionales que animan hoy día el crecimiento de quienes integran, participan, protagonizan e intervienen en el diario quehacer escolar.

Definir gestión escolar, sugiere "producir", lo que admite promover particularidades netamente humanizadas en cuanto a llevar a cabo procedimientos inéditos de conducir una escuela con afinidad real de su historia, cultura, modos de trabajo, articulación pedagógica, didáctica y procedimiento evaluativo; de gestiones que acrediten diferentes moderaciones de actuación sobre situaciones tanto conflictivas como de propuestas de alternativas de solución que en la generalidad se geste como tal, momentos y ambientes educativos que permitan a todo sujeto constituirse como un ser verdaderamente humano.

Para el caso de la investigación, no es aislado asumir que todo concepto de gestión es concebido por narraciones o textualidades que giran sobre la idea de una red de significados que se articulan con la esencia y sustancia educacional de componentes que inciden en la administración que lleva a cabo un plantel educativo. La táctica implícita en esta concepción, involucra relaciones complicadas de índole gestionario, donde lo más relevante de hacer gestión, es predecir el futuro de la situación en conflicto para enunciar una proyección estratégica de alternativas dirigidas a corregir, modificar o cambiar la situación socio educativa en tensión, ¿De qué forma?, anticipándose a las dificultades o problemática, generando respuestas proactivas a partir del accionar de decisiones previas al origen y consecuencia de esas dificultades, procurando con gran determinación romper con modelos tradicionales de gestión.

En cuanto a las escuelas de lo rural, han sido numerosos los planes, programas, proyectos, acciones e inventivas llegados a estos centros educativos, modelos de gestión basados en un concretismo elementalista, instrumentalista y estructuralista de instrucciones educativas a seguir, pero que en la realidad, sirviendo para la elaboración tediosa de la idea-concepto de que hay algo rural institucionalizado como herencia cultural educativa ubicada muy por encima de la naturaleza y condición humana del sujeto que convive en este tipo de geografía rural.

Todo el conceptualismo etimológico-gramatical-discursivo inscrito en el modelo tradicional tipificado y organizado en la gestión escolar de lo rural, simboliza la creación magistral de una arquitectura polisémica, noción que se acentúa y acrecienta a partir de visiones y concepciones erróneas de un constructivo geográfico muy usado en las escuelas localizadas en estos escenarios, para ser luego empleados como conjunto de saberes y de actividades estratégicamente diseñadas y aplicables por medio de la gestión de procesos educativos como orden indispensable para desarrollar modos de formación rural en el sistema escolar, de hacer valer un cuerpo de tesis etimológicas y epistémicas de gestión inclinadas a desarrollar conocimientos sobre la base de una dispersión funcional y abstracta de la modalidad académica llamada "Educación Rural".

Desde la planificación escolar diseñada para fomentar lo rural, se fundan las bases y los medios para la retrasmisión y falsificación de los sistemas de explotación cognitiva y culturización de seres humanos para dar condicionamiento a un trabajo sugestionado por y para lo rural como signo inseparable de un espacio; la organización escolar establecida por los principios y valores del ruralismo que no es más que el apego desmesurado a un ambiente y que tiene asiento en la experiencia generacional de la conformidad de saberse identificados por modos, maneras y extractos causativos que solo educan para el sedentarismo discrecional y el estreñimiento cognitivo (pereza) con lo cual se minimiza lo humano a planos irrelevantes, porque:

El individuo educado para ser individuo es el del asentamiento a la identidad dada y fijada por un otro, y sigue siendo el tradicional sujeto del miedo que desemboca actualmente en todas las paranoias, y odios de desidentidad… y la explosión y multiplicación de visiones del mundo, diferenciaciones y recombinaciones de la sensibilidad. (Martínez, X., 2001, p.2).

La base ordenada de modos y acciones del sumario organizado de gestión escolar de lo rural (de lo rural porque son señalamientos que no tienen sustentos epistémicos que certifiquen que el hombre sea algo rural por hallarse en un área, zona, territorio o espacio), encarna un modo de tarea de administrar lo educacional centrado en el desarrollo y uso inmoderado del pensamiento formalista-positivista para la ruralidad que deriva de la direccionalidad deliberada y subrayada por el discurso modernista emplazado en los programas educativos, con el que se "escolariza" y organiza a la persona a una educada actitud y aptitud con "formalidad" rural; dentro de estas premisas de gestión, por ejemplo, la clase en el aula, enseña "…el arraigo al hábitat…" como lo reseña y enfatiza el párrafo del artículo 29 de la Ley Orgánica de Educación (L.O.E. 2009, p. 25); tedioso enunciado inclinado a forzar la enseñanza al uso de una pedagogía de inanición y endurecimiento humano al lugar llamado rural.

El modelo tradicional de gestión escolar de lo rural, expresa un tipo de accionar de llevar a cabo ideas explicitas de ruralidad, es tanto su proceder y dominio escolar, que todo episodio de clase en el aula, está signada a recompensar la estrechez aprendida por el estudiante cuando el docente que gestiona y reproduce estrategias de referencia rural, satisface todo sentido de pobreza como justificación de vida al desarrollar planes, programas y proyectos "estratégicos" para realizar actividades por traer y dotar al estudiante de los zapatos, camisas, lápices, cuadernos, para proveerlos con los materiales y equipos "in-útiles escolares" (expresión contraria a útiles escolares), porque de acuerdo al pensar ruralista del docente, los educandos no cuentan con los recursos necesarios para adquirirlos; complacencia y condicionada necesidad implícita en la gestión planificada, sirve para continuar dando vida a la heredad en los hijos de aquellos que fueron hijos de la misma carencia y pensar de limitada pobreza, a los que la gestión escolar por años ha educado íntimamente con los mismos programas de gestión escolar para producir el mismo sujeto, pero en tiempos distintos.

La insólita gestión escolar de lo rural por décadas, ha sido el medio en la escuela para el constructivo de lástima, actitud y comportamiento reproducido por el formalizado pensamiento de pobreza material y espiritual; este tipo de práctica humana de lo rural, sucede recurrentemente cuando por alguna inusitada situación de lo impredecible, un estudiante enferma repentinamente o sufre un accidente en plena acción escolar, donde el docente educado por lo rural, el que antes recreaba su condición y proeza benefactora por el bien de la miseria, frente a la tensión y preocupación de lo que produce el caso y ante la carencia del llamado "botiquín de primeros auxilios" aunado a lo que normaliza la Ley Orgánica de Protección al niño, niña y adolescentes (LOPNA), soslaya cumplir las atenciones que amerita el caso por temor a la condición del accidentado o por desconocer las acciones para atender la situación de afectación; siendo lo único por hacer, enviar al estudiante lesionado rápidamente a su hogar con otra persona y por cualquier medio; acá, el sentido de " primeros auxilios" y de "preocupación" del docente, no llega hasta esa responsabilidad; todo esto lo ejecuta para salir del compromiso y del tener que atenderlo, desvaneciendo en el maestro su sentido de buen samaritano; convirtiendo la clase de valores en el aula, la que fue planificada, ejecutada y magistralmente enseñada, en una reducida discursividad a-ideológica de in-humildad, "la ruralidad docente-alumno se confrontan por el estatus de carencia".

Este tipo de relato enunciado anteriormente, no es más que la refrescada pedagogía gestionada para desarrollar la programación de la enseñanza de lo rural, con la que se consigue re-editar la astuta genialidad del alumno de dar paso a su perspicacia "estomacal-mental", la idea de re-hacer y re-valorar su contrariada necesidad al presentarse ante el maestro u otra persona, con magistral acto teatral, como el sujeto que ha aprendido a que otros lo vean y consientan como "alguien pobre" que todo lo requiere, que por tanto, hay que dárselo; casos como este, es donde la gestionada pedagogía de lo rural en espléndida clase, aviva las conductas y comportamientos de lastima, miseria y necesidad como lecciones para el fracaso, donde lo más trágico es asignar y realizar actividades extra escolares (dictados, copias, caligrafías) cargadas de enunciados rurales.

Lo cierto es que la clase planificada en función a la gestión de lo rural, desenvuelve a la persona como signo de identidad de individuo de "conuco" con espiritualidad inseparable de la labriega realidad de la cultura aprendida con la cual se tiene que formar a pie de la desconsolada resignación de que "mis padres no saben leer ni escribir", analfabetismo educado hasta el presente por el pensamiento post-modernista; lo que significa, que la gestión educacional rectora nacional, estadal, municipal y local no ha conseguido dar respuestas ni cambiar lo rural educado; todo sigue igual, la misma escuela, el mismo proceso, el mismo resultado.

Sin lugar a dudas, la gestión emprendida en la escuela rural, solo ha servido para reproducir lo rural a partir de procesos educativos centrados en la atención o interés de precarias políticas estamentales con las cuales se ha impulsado el sometimiento de los pueblos a un algo intangible como lo rural, no hay la más mínima preocupación o interés por cambiar la gestión escolar en lo rural; esta sigue siendo objeto y sistema de manipulación, control y dominio sobre todo aquello que se pueda mantener como orden, norma y regla, ser lo que el poder discursivo traza como objetivo y meta para lo económico, social, político, cultural y educacional.

Una de las orientaciones de formación que a nivel mundial ha mantenido el diseño estratégico de gestación para la vida rural en las escuelas, está inscrito en el sistema educativo como "educación rural", bajo un modelo curricular de organización escolar suprimido a ideas de cambio impregnados de iniciativas recreadas de otros programas educativos alternativos dirigidos a llevar a la comunidad de lo rural, todo este compendio de conocimientos, experiencias científicas y tecnológicas que solo renuevan el sentido de inopia, codificado ahora de manera imperativa, donde todas expresan venir de estudios más reales.

Penosamente el tiempo ha demostrado que la gestión escolar de lo rural sólo ha facilitado la reproducción de enseñanzas y aprendizajes rebuscados, los cuales sin temor a equivocación, lo que han hecho es "recrear" las categorías de pobreza (cultura de la excusa de no tener) económica, espiritual, material, salud, alimentación, dentro del mismo esquema cultural, social y educativo, consiguiendo que los participantes del habituado acto educacional, asuman ilustraciones y comportamientos distantes a los trazados en las líneas universales de lo que en realidad es el objetivo fundamental de la educación, la emancipación del hombre y su sentido humanista.

Ante este cúmulo de tensiones discursivas, es oportuno preguntar, ¿En la actualidad, la gestión escolar sigue "forzando" lo rural por encima de lo humano con la aplicación de planes específicos? ¿Se sigue gestionando lo rural bajo el sentido del desengaño, estrechez, infortunio y lo ignaro? ¿Continua el docente gestionando para los educandos los zapatos, la camisa, el pantalón, el cuaderno, el lápiz, como material de in-utilidad escolar valorativa sin que los estudiantes aprendan la valía de lo que representa obtener las cosas por esfuerzos?¿Están las universidades formando profesionales idóneos para transformar lo humano desde lo rural?

El proceso de gestión educativa rural que hasta ahora se ha dirigido de forma escolarizada hacia estos pueblos, se ha dispuesto a través de un sistema enérgico de continua reproducción de saberes con signos de ser más de lo mismo, añadiendo a este proceso de gestión, la incorporación e implementación gubernamental de las llamadas misiones educativas, intentos de meras formas de gestión educacional que instalan programas y planes alternativos para continuar promoviendo y sosteniendo la organización de sociedades o colectivos sujetos o dependientes al estado en función a la determinante posición de que ser pobre, es ser meritorio y honroso, de que estudiar en lo rural es símbolo subjetivo de manipulación; de ser actores de y para lo rural como condición única de educación, de seres formados en la intencionalidad deformadora de crear un algo social con contextos de infortunio para actuar; sentir y pensar como algo rural, aquí los procesos alternativos educacionales, las escuelas y los docentes, más que agentes de cambios "socio-educativos", encarnan el objeto como entidades colegiadas de la transcripción de episodios pedagógicos que inducen y fortalecen el conservacionismo histórico-cultural escolar tradicional de lo rural como principio de personalización, sin sortear la esencia transformadora de los pueblos por posesionarse de su historia y cultura como oportunidades pluridimensionales desconstructivas de los discursos temáticos como lo rural.

Todos estos "agentes educativos paralelos" escolarizados del estado como alternativa educativa, denominan, connotan y pluralizan el sentido trágico de "excluidos", sirven para reinstalan lo rural como filosofía rural; estas entidades dificultan toda percepción panorámica trans-contextual que favorezca la mutabilidad histórica por escribir lo que estas instancias tienen como fin; reformar el estamento de lo rural, para convertir al hombre y su sociedad en "mundos útiles" para la vida disgregada en el espacio como punto único de existencia.

Es claro que desde lo nacional emanan políticas de gestión escolar rural, las cuales son implantadas e implementadas en las escuelas bajo la sola condición de lo rural, lo que representa ser un compendio de idearios estratégicos planificados de mecanismos desfigurados y reagrupados para ejecutar una direccionalidad objetiva por ratificar el concepto establecido para el libre entendido de lo rural, ¿Qué se busca con esto?, continuar endureciendo la desmovilizada y nada enriquecida ruralidad, formas de ruralismo, que en sí mismas, son concepciones petrificadas por la filosofía que procede de la mística comprensión de lo educativo con la cual se humilla a las comunidades con la propiedad de no descubrir lo tangible, lo perceptible, lo mutable; lo intangible de lo etéreo, del "ser", de la esencia, de lo espiritual, de lo humano, de lo desconstructivo.

Estas formas cíclicas modificadas de políticas educativas para lo rural desarrolladas ampliamente a través de la gestión escolar, expresan claramente la imposición mediadora entre sociedades al crear jerarquías referenciales clasistas como nudo hecho para hacer de la educación, un medio para la reproducción de un Estado clasista, dirigido hacia la forma de lo rural. En todas estas visiones, la educación se fragmenta, sin pensar que esta por sí misma es "educación", educación dirigida como fenómeno social para la producción de cambios y transformaciones que permitan al hombre en lo personal y en sociedad, desarrollarse; por ende, evolucionar el sentido de "Educación" en cuanto a que este proceso, no es de pertenencia o de contexto, es para un contexto.

Si se toma la Educación Rural como forma y fin para educar al sujeto como objeto de lo rural, entonces es posible pensar en un monstruo sectorizado que exprese ante otros inventos, que hay una educación urbana, fronteriza, indígena, lo cual deja al descubierto, prever que existe según estos sectores o zonas, un programa de estudio de "Educación Marginal", tenebrosa idea implícita en la Educación Rural, lo que es educar por geografía o territorio, es enterrar al hombre histórico, cultural, y sobre todo, al hombre con oportunidad y posibilidad de crecer.

Desde el acontecer nacional, lo rural se explica por sí mismo de acuerdo a la interpretación "universal institucionalizada" desde las instancias implantadas y promovidas para la reproducción estratégica de planes, programas y proyectos educativos intencionados por recrear actitudes sedentarias, por ocupar al hombre y a la sociedad en lo rural; políticas de gestión escolar rural de Estado, subrayadas en el diseño curricular a partir de re-inventivos "conceptuales" y reposiciones de "ideas geográficas" por desarrollar estrategias educativas con dobleces bastantes complejos por promover acciones educativas "alternativas" que dirijan el sentido de lo rural hacia una tendencia por la justificación irrelevante de entender lo rural como la apropiación rural socio-natural de vida, donde toda persona tiene que ser educada para la existencia y cosmovisión de una infra-realidad poseída por algo rural; etiqueta que establece dominios de diferencias sociales con las cuales se distancia a lo humano de su esencia.

La gestión escolar de lo rural está básicamente dirigida a sintetizar la esencia rural como algo de absoluta expresión de los pueblos suscritos en esta forma de agruparse como conjunto, donde no debe existir otras referencias de espacio o forma de vida de instalación geográfica; de educar al hombre y las comunidades dentro de transcripciones programáticas escolares aisladas y como alternativas educacionales dirigidas a retomar elementos con los cuales se puede "Identificar" lo identificable de lo rural con habitas activos-cognitivos, con definidas "instrucciones actitudinales" de aprehensión espacial como superficie "moldura" de un orden de vida en específico, de un sentido de productividad faenaría mono-activo, que explique las razones alimenticias de sustento y hecho rural inter-subjetivo como forma de vida y de "Ser".

Hasta ahora, muchos han sido los intentos de políticas educativas, de formas organizacionales socio-escolares; planes, programas y proyectos que han ocupado la orientación y el fortalecimiento de lo rural como estrategia educativa para sostener el uso de prácticas, hábitos y actos empíricos como lenguaje y relación comunicacional para continuar dibujando trazos fuertes de imágenes subyacentes de un algo denominado rural; para la sustitución del mensaje universal educativo, empleo de elementos inter-relacionados de ruralidad como componentes socio-afectivos que sesgan a los sujetos y pueblos, el camino y la búsqueda del saber que les pertenece por condición y naturaleza humana; la gestión escolar de lo rural solo ha conseguido silenciar y aún más grave, inmovilizar al hombre, al ser, a la sociedad y su esencia, para ser engañado, para cultivar el engañarse en silencio a sí mismo: "… la obligación de guardar silencio… equivale a guardarse a sí mismo de querer determinarlo, comprenderlo, reducirlo y, en el límite destruirlo con la palabra" (Larosa, J., 2001), y que al no poder hablar, su mudez habla por él al decir como se ha apropiado e influenciado lo rural su suerte humana; aún más, que quienes hayan contribuido por años a su mutismo y adhesión a lo rural lo sean la educación rural, la escuela, la gestión y el docente, actores y procesos inconscientes del engaño y del silencio provocado por una pedagogía oculta.

Cuando se emplean referentes como demografía, movilidad, ocupación, ambiente, estratificación, proporción entre natalidad y mortalidad, servicios públicos básicos, salud, alimentación, cultura y educación, lo rural aparece como una homogeneidad social que se describe en parámetros de correlación funcional cuya variable interviniente denota una concepción clásica ilustrativa rural, como componente estacionario en relación a otras formas sociales, marcando al entender, distancias entre una idea de urbanización rural y un rural urbanizado que nadie entiende al situar a toda entidad cultural en ciertos niveles que nada tienen que ver con un sector, medio o zona.

La idea de algo rural, abre el interés por observar hechos, descubrir leyes, interpretar causas, explicar según se dan las realidades; además, hacerse de elementos importantes de cada sociedad en cuanto a rasgos funcionales que puedan desvelar la existencia de códigos que marcan el interés desconstructivo de la gestión escolar de lo rural; desmontar el juego idealizado por la escuela, el programa de estudio, la planificación, el docente, el costumbrismo y el pensar simplificado impuesto por determinadas sociedades que con animada voluntad, degradan lo social en partes ínfimas de desvaloración educativa, moral y ética.

Hace ya bastante tiempo se viene observando la aplicación de propósitos educativos que sólo atan al hombre y sociedad, a criterios de lo rural, sin poder entenderse y expandirse; existen elementos inscritos en la acción de gestión que han mutilado el saber universal en parcelas de oscuridad cognitiva y conformación, perdida de criterios y reflexiones, como práctica poco entendida de un sentido de propiedad de una herencia educativa cultural como parte esencial de vida; el sustento de una educación para el "medio" con representación fronterizada para el alcance y adhesión de clasismo, acto de operación epistémica no generativa de conflictos y de diferenciales entre los subgrupos-conjunto del grupo que haga referencia de sociedad.

Las instancias como la escuela y el docente, recrean la escena educativa-escolar en un funcionalismo culto explícito por educar para y desde lo rural, ambas representan la reedición de lo rural como categoría de "entidad", signo poco explicado por dar vida donde la vida no se cuestiona, donde el sentido común pierde relación y vigencia; mucha preocupación resulta cuando se reproduce lo rural como principio de vida y no como existencia.

Las referencias escolares y comunales, dan cuenta de que hay un tipo de escuela dirigida por lo menos por un docente, donde los antecedentes de gestión escolar rural llevados a cabo, desvela que hay un trabajo escolar dominado por la aplicación de innumerables planes, programas, proyectos y procesos de gestión, que dan educación a estos pueblos, bajo el mismo orden rural, y de donde se obtienen los mismos resultados: adhesión a aprendizajes en desusos que han fortalecido el acto primigenio del sedentarismo, conformismo; de ideas de desarrollo de sustentabilidad a partir de la producción que el territorio brinda como parte indivisible de vida.

Las sociedades con conocimiento, poder y ahora con dominios en la tecnología de la información como mercancía, afinan el futuro de la gestión escolar rural para el hombre en lo rural, desvalorizando oportunidades, desarrollo, progreso y crecimiento en función siempre, a los principios de sociedad que influyen y vulneran los procesos históricos, culturales y sobre todo el educativo; hoy día, se observa como en las escuelas se re-enseña lo rural desde la orientación perpetua y egoísta de una visión y misión de sembrar la carencia e indigencia como parte de lo humano, donde no se facilitan estrategias para aprender a descubrir, pensar, analizar, entender, comprender, interpretar y confrontar lo establecido; hay muy poca diligencia por cambiar lo escolar, al docente, representantes y comunidad de lo rural; toda gestión, está ideada para recrear la educación rural desde perspectivas tierra-hombre, de espacio-hombre para la vida silvestre y domesticación rural, sin que se practiquen ejercicios para la incertidumbre y movilicen el saber más allá de todo territorio.

El actual docente, formado en las sociedades universitarias de Venezuela, egresan con debilidades en formación gestionaría y para el pensamiento crítico, este docente emergente, es el primero que sucumbe frente a lo rural, su "hacer" se convierte en un proceso repotenciado por la rutina y el costumbrismo tradicional de la cultura de la lastima; las planificaciones, el saber a impartir, la clase, los recursos; todos hablan de educación rural, lo que es igual, fosilizar al hombre a la geografía, al territorio, a la historia como adiestramiento cultural de ceñirse al pasado y principio del incierto futuro, de vivir en pleno romanticismo silvestre, sin perspectivas trasndisciplinarias; la universidad pierde al ser humano y futuro profesional, el saber universal; para perder pueblos, perder espacios, y en lo futuro, a la escuela, para sustituirla por "colectivos" que en esencia, nada son.

Se ha discutido muy poco acerca del papel de la escuela, docente y comunidad de lo rural como entes de cambios en lo relativo a lo humano, sobre esta cuestión, los programas educativos solo fijan sus acciones en lo que Luis Alfredo Muñoz en su trabajo sobre El Nuevo Rol de lo Rural (2000), describe como

El medio rural se debe considerar como una institución socioeconómica, dentro de un espacio con componentes tales como: un territorio, base de recursos naturales y materias primas, receptor de residuos y soporte de actividades económicas; una población que con base en ciertos modelos culturales, produce, consume, transforma, establece relaciones sociales, constituyendo complejos diversos. Como un conjunto de asentamientos que se relacionan entre sí, con el exterior, mediante el mercado, la información, la comunicación etc.; y como un conjunto de instituciones públicas y privadas que se coordinan y actúan en consonancia de un marco legal y jurídicos dados. 

De esta manera se estudia lo rural en las escuelas, el rol sigue siendo el mismo, el trazado por los planes y programas, algo rural visto desde afuera, reseñado siempre por el discurso escolar como espacio natural-humano al cual las acciones escolares conducen a representarse como actividad de territorio, donde lo espiritual, lo humano, la esencia humanista, queda relegada al constructivo rural, idea-fuerza discursiva centrada en la gestión de desarrollo del espacio y tipología rural, no del hombre como ser.

En consideración a lo antes expuesto, la gestión escolar de lo rural busca mantener posiciones humanas específicas en cuanto a cuáles conocimientos deben desarrollarse en las escuelas, la direccionalidad de los planes y programas actuales están orientados a educar al hombre y a las sociedades en función a una geografía como principio de producción y sostenimiento de la vida; los aspectos espirituales son tratados de manera soez con líneas ideológicas desgastadas que solo sirven para reinstalar normas valorativas sujetas al sentir de estrechez y de lastima, con empuje por sobresaltar un constructivo derecho de ser meritorios de su ruralidad como expresión inequívoca de lo que ellos sienten, piensan y los hace actuar.

La construcción educativa edificada a partir de la gestión escolar de lo rural, aunado al poder del discurso modernista instalado y desarrollado en toda su plenitud a través de las políticas asignadas por el estado docente, no expresan intencionalidades con las necesidades e intereses educativos actuales de valoración humanista que observa la población localizada en lo rural; la arquitectura curricular gestionada por las escuelas rurales no han logrado modificar con el transcurso de los años los procesos de enseñanza y los aprendizajes, solo ha creado una generación humana con etiqueta de territorio capaces de producir y consumirse en sí mismo su ruralidad.

En las escuelas rurales se gestiona solo saberes "contextualizados" en relación y afines al el entorno, cultura, tradición y costumbres del campo donde se pierden conocimientos que ayuden a educar para el ejercicio de otras profesiones que por igual, son necesarias para lo local, regional y nacional; la gestión de lo rural en lo pedagógico, controla al estudiante sobre una suerte de formación para lo que lo rodea, se sigue enseñando lo que por mucho tiempo no ha podido sacar a los agrupados del olvido al que han sido sometidos.

La gestión escolar de lo rural se ha convertido en un medio instrumentalista de la acción educativa en lo rural al desarrollar lo pedagógico como acciones de poca o ninguna casualidad por debatir, problematizar, cuestionar, confrontar y discernir sobre qué aprender, conversar de las posibilidades trans-cognitivas que admitan construir al conglomerado de lo rural sus propios procesos de organizar, registrar, adquirir, aplicar, evaluar las acciones educativas; lo que sí ha logrado es encerrar en el espacio, la cultura y la historia con particularidades de conservadurismo endógeno que conducen a los pueblos de lo rural a aprender ruralidad, a vivir en función a lo establecido por ruralismo, a sentir, actuar y pensar como parte de un territorio y como ser rural, hablar, identificarse y describirse como muchedumbre carente de recursos y apoyados en la justificación dialogante de predicarse como grupos humanos con muchas necesidades.

La gestión escolar de lo rural en su proceso direccional de aplicación, emplea lo pedagógico como asunto de reproducción de conocimientos por retazos, como intento de probar y lograr alguna efectividad en las escuelas rurales, pero estos saberes bajo ideas de reciclaje, solo son aprovechados para constituir personalidades y conductas con poca disposición a los cambios, con muy poca motivación a la trascendencia, a la disposición por encarar sus realidades, al no contar con la preparación en función a sus condiciones humanas .

La visión problemática que se tiene por la aplicación de la gestión escolar de lo rural, se sustenta en que se ha demostrado que es una gestión con poca previsión de lo futuro, al organizar y ejecutar estrategias con poco interés e intencionalidad para el cambio; de no anticiparse a los problemas existentes y emergentes, de mantenerse centrada y activa en función a los mismos problemas de lo rural para lo rural, problemas que no ha podido resolverse desde hace tiempo; sin ánimos por tomar decisiones o acciones que inciten al progreso y desmontaje de patrones educacionales conocidos, de hacer razonamientos y reacciones generadoras de conflictos.

Las escuelas de lo rural no presentan variantes en la gestión escolar en relación con otras instituciones educativas localizadas en otros sectores del acontecer nacional, es la misma gestión usada en el ámbito empresarial, desarrollar y realizar un conjunto de acciones y mecanismos para lograr objetivos determinados, lo que expresa que como modelo, sigue el mismo patrón de funcionalidad, pero sin la inclusión de las "realidades reales"; lo que por lógica infiere que la actual gestión, carece tanto de una verdadera y esencial planificación, así como de una decidida toma de responsabilidad de parte de la institución, los educandos, representantes, la comunidad y docentes, lo que comprueba que las escuela rural siguen siendo rural, sigue sin la apertura por asumir que

El desafío de la gestión es prever el futuro, formular un planeamiento estratégico para el cambio, anticiparse a los problemas promoviendo una respuesta proactiva, entendiendo por proactiva aquella respuesta (decisiones o acciones) que se adelanta a los posibles problemas… (Fernández, L. 1998).

La gestión escolar de lo rural, siempre ha sido un componente desarticulado, casi nunca se sostiene y desarrolla sobre la base de criterios educativos sensatos y específicos para hacer frente a situaciones y problemas concretos en la escuela, más bien, surge como instrumento de organización y planificación situacional basado en características determinadas siempre por la autoridad escolar de quien suscribe e impone las líneas a seguir, aplicar, cumplir e informar; en su modelo administrativo, carece de estrategias conducentes a mejorar la participación en la escuela, de los docentes, directivos, representantes, comunidad en general; para la concepción de alternativas y soluciones que impacten sobre las insuficiencias educativas actuales originadas en gran manera por lo construido en educación rural.

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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