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Ernest Hemingway y la generación perdida. Un ensayo sobre Paris era una fiesta (página 4)

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Jkoi9ljio "En enero de 1923 publicó seis poemas bajo el título general de Wanderings. Harriet Monroe, la editora, identificó al autor como 'un joven poeta de Chicago actualmente en el extranjero que, en breve, publicará su primer libro de poesía'.(…) Hemingway no pretendió nunca ser poeta, pero como otros muchos novelistas – Joyce, Faullmer y Fitzgerald, entre otros- compuso poesía mientras se convertía en un reconocido novelista. Sin embargo, después de haber alcanzado fama como novelista, continuó experimentando en el campo de la poesía. Sin contar sus obras juveniles, Hemingway publicó veinticinco poemas durante su vida aunque fue más prolífico como poeta de lo que comunmente se cree.(…) El 'joven poeta de Chicago' se fue apagando cuando surgió el novelista conocido internacionalmente, y el interés del público se centró en la figura de Hemingway como mito y como escritor de ficción." (27 )

Los poemas que Hemingway publicó en Poetry son los siguientes; Champs d'Honneur escrito en Chicago entre 1920-1921, publicado en Poetry en enero de 1923 y en el volumen Tres cuentos y diez poemas (1923), Encabezamiento de capitulo Poetry en enero de 1923, "Después de su aparición en Poetry, el escritor irlandés L.A.G. Strong seleccionó este poema para Los mejores poemas de 1923 (Boston, Small, Maynard, 1924); apareciendo, por primera vez, un trabajo de Ernest Hemingway, en un libro publicado en los EE.W."(28)

Veamos el poema de Hemingway:

ENCABEZAMIENTO DE CAPITULO

Porque hemos concebido las ideas más grandes

y tomado el camino más corto.

Y hemos bailado con las músicas del diablo

y hemos vuelto a casa temblando para rezar;

sirviendo a un señor por la noche ..

y a otro durante el día.

(Traducción Carlos Pujol)

El poema Mitrailliatrice publicado en Poetry también en enero de 1923, Tiempo aceitoso (enero de I923), Roosevelt, Riparto d'Assalto, la mayoría de estos poemas formarían parte de Tres cuentos y diez poemas, y serían reconocidos por Hemingway como el verdadero inicio de su obra.

"Este libro no tuvo una crítica extensa, pero convirtió en polémica la poesía de Hemingway. (Edmund) Wilson escribió en su análisis de Tres cuentos y diez poemas: 'los poemas del señor Hemingway no son especialmente importantes, pero su prosa es de primera calidad'." (29)

Hemingway escribe un poema que podría considerarse de agradecimiento y liberación de la tutoría de su maestro Ezra Pound, con un tono satírico y mordaz, el poema fue escrito en París en 1923, y fue publicado en la revista alemana Querschnitt, en el otoño de 1924:

(…)

Dicen que Ezra es una mierda.

Pero Ezra es bueno.

Vamos, construyamos un monumento a Ezra. (…)

Vamos, niñita.

Haz uno a Ezra.(…)

E1 Dial hace un monumento a Proust.

Nosotros hemos hecho uno a Ezra. (30)

VI. Los deportes, las carreras de caballos, el ciclismo, el boxeo, el matrimonio y las corridas de toros

Los deportes.

Los deportes formaron parte importante de la vida de Hemingway. Desde su época de bachillerato, Hemingway practicó boxeo, hizo el curso completo a pesar de haber sido herido en un ojo, dejándole n defecto visual para toda la vida. También practicó la natación, el atletismo y el rugby, lo que le hizo desarrollar una gran corpulencia.

En París Hemingway boxeaba todo el tiempo, se interesó por el ciclismo y siguió su afición a la pesca, que había practicado desde su infancia. Su padre le había regalado una caña de pescar al cumplir los diez años.

Este interés por la vida al aire libre le viene a Hemingway de su padre el doctor Clarence Edmonds Hemingway, quien era un consumado cazador y campista en los bosques de Michigan.

Hemingway heredó el porte de su padre y sus aficiones. En su obra la mayoría de los personajes se dedica a ejercer alguna actividad física, o practica algún deporte.

Harry el protagonista de Las nieves del Kilimanjaro, sufre un accidente cuando participa en un safari en Africa. Jake Barnes de The Sun Also Rises, practica tenis con Robert Cohn. Santiago, el viejo pescador de El viejo y el mar , aparte de ejercer un oficio práctico como la pesca, es un fanático del baseball de grandes ligas. El protagonista del cuento "Fifty Grand", Jack es un boxeador.

Nick Adams en E1 gran río de los dos corazones se dedica a la pesca como algo vital. En París era una fiesta Hemingway es un consumado deportista, se va a esquiar a las montañas y boxea hasta con Ezra Pound. En Cross Country en la nieve, se relata una emocionante carrera en ski. Todo esto nos demuestra, sin lugar a dudas que los deportes eran un motor para su escritura.

Veamos en París era una fiesta un ejemplo: "A Hadley y a mí nos gustaba mucho esquiar, desde que lo intentamos por primera vez juntos en Suiza, y luego en Cortina d'Ampezzo, en las Dolomitas, cuando Bumby estaba a punto de nacer." (p.l84)

John Dos Passos recuerda a su amigo el fanático deportista, en su libro Años inolvidables: "Hem estaba loco con las carreras en el velódromo. Solía ponerse una camiseta a rayas como los participan en su libro Años inolvidables: "Hem estaba loco con las carreras en el velódromo. Solía ponerse una camiseta a rayas como los participantes del Tour de France y recorrer los bulevares periféricos con las rodillas a la altura de las orejas y la barbilla en el manillar."(1)

Hemingway sabía que el mundo de los deportes era una mina, y quería tener todos los derechos sobre ella, sin compartirlos con nadie. Continúa Dos Passos: "De cuando en cuando (Hemingway) se acordaba de que yo era otro "plumífero" y entonces se callaba o me advertía con tono cortante que no debía escribir nada sobre carreras de bicicletas. Aquello era su dominio. Yo le aseguraba que el escribir sobre deportes no era lo mío y que además Paul Morand lo había hecho ya inmejorablemente en La nuit des Six Jours. (…) "Los entusiasmos de Hem eran contagiosos. A pesar de que yo tenía una honda predisposición contra el juego, consiguió convencer- me para ir a las carreras de caballos. Hem aseguraba ganar grandes sumas y una primavera fui con él a Longchamps y a Auteuil. Como de costumbre, me interesaba más el espectáculo que el dinero. Fue Degas quien me enseñó a apreciar las carreras de caballos y los jockeys." (2)

En París era una fiesta Hemingway aparece como un apostador moderado en las carreras de caballos, pero se dio cuenta que poco a poco se estaba apasionando mucho por los caballos, y que le estaban quitando tiempo para escribir. "Aquel día, pues, cuando concluí mi trabajo, nos fuimos a las carreras. Teníamos algún dinero, recién recibido del periódico de Toronto que me empleaba, y queríamos apostar si se presentaba la ocasión de una apuesta arriesgada, por un caballo no favorito." (p.50.)

Cuando Hemingway se dio cuenta de que estaba perdiendo mucho tiempo y dinero con las carreras de caballos, su interés se enfiló hacia el ciclismo: "El ciclismo resultó una cosa nueva y muy divertida, y como no sabía nada de aquello la novedad me fascinaba.(…) Había tantas clases de carreras…Los sprints por eliminatorias hasta llegar a la carrera final, en que los dos corredores que el otro guiara el sprint y así obtener un abrigo inicial, y luego las vueltas a medio paso hasta la zambullida final en la fascinadora pureza de la velocidad." (pp.65-66)

En la biografía ilustrada de Hemingway, de Leo Lania, se resume perfectamente la actitud de Hemingway hacia los deportes: "A pesar de su intenso trabajo, Hemingway permaneció fiel, por lo demás, a su antigua afición: el deporte. Era asiduo espectador de los combates de boxeo y de las carreras ciclistas de seis días, y durante la semana se entrenaba varias veces con boxeadores profesionales en un club deportivo." (3)

El matrimonio y la experiencia de ser padre.

A pesar de haberse casado o convivido con cuatro mujeres, Hemingway siempre recordó con gran afecto a su primera esposa Hadley, quien lo acompañó en sus primeros años como escritor, cuando era pobre y desconocido.

Hemingway la conoció en 1920, a los veintiún años, Hadley Richardson tenía veintiocho años. "Hemingway se interesó en seguida por Hadley, quien sintiéndose muy halagada por sus atenciones le correspondió. Era timidísima, reservada, lo que entonces se llamaba una chica "seria". También era bonita, del tipo ama de casa: tenía una carita redonda y cabellos tizianescos y se parecía vagamente a Zelda Fitzgerald. Era ocho años mayor que él, como ya había ocurrido con la enfermera Agnes (4)

"Tras un noviazgo no demasiado prolongado (Hemingway) se casó con ella en septiembre de 1921. Pasaron la luna de miel en los bosques de Michigan, se trasladaron a Toronto. Hacia el otoño del mismo año, Ernest era ya redactor de primera en el periódico Star de esa ciudad. En el invierno del mismo año su periódico le envió a Europa como corresponsal." (5)

Veamos cómo en la biografía de Hemingway escrita por Ignacio Guzmán Sanguinetti, se nos cuenta con lujo de detalles el día en que se enteró que iba a ser padre: "Una mañana de verano, como otras veces, Ernest pasó ante el Lycée Henri IV y la antigua iglesia de Saint-Etienne-du-Mont, siguió hasta la Place du Pantheón y torció a la derecha por el Boulevard Saint-Michel y llegó a la Place Saint- Michel, al café "simpático, limpio y agradable que describió en París era una fiesta.(6)

Hemingway pensó en Gertrude Stein, en lo agradable de su casa, ese pequeño museo donde podía estar a gusto, además de que Miss Stein lo veía como a un hijo, y él a su vez la sentía como una madre inteligente y comprensiva, después de llegar a su casa y ser atendido por Alice Toklas, quien como narradora en la Autobiografía de Alice B.Toklas, presenta la relación entre Gertrude Stein y Hemingway, y la noticia de que el joven iba a ser padre:

El y Gertrude Stein tenían costumbre de pasear, charlando interminablemente. Un día ella le dijo: "Veamos, usted dice que usted y su mujer reúnen un poco de dinero. ¿Tendrían suficiente para vivir modestamente?.

Sí – respondió.

Bien – dijo ella -, esto es lo que hay que hacer. Si usted continúa este trabajo de periodista no llegará nunca a ver claramente las cosas, no verá sino las palabras y eso no lo conducirá a nada, yo quiero decir a nada si usted quiere ser escritor". Hemingway afirmó que quería absolutamente ser un escritor. El y su mujer partieron entonces para un corto viaje y poco después Hemingway volvió solo. Desembarcó una mañana en nuestra casa y se quedó; hasta las diez de la noche, y entonces, súbitamente nos anunció que su mujer estaba en cinta y con mucha amargura agregó: Y yo, yo soy demasiado joven para ser padre". Lo consolamos como pudimos y lo mandamos a su casa. (7)

Ignacio Sanguinetti continúa explicando detalladamente la narración de Gertrude Stein: "Mientras le atendía solícita, Alice continuó con un bordado. No era muy simpática, pero daba conversación. En eso apareció Gertrude con la cara recién lavada y con una amplia bata. Por la mañana parecía más voluminosa que de costumbre. Maternal y cariñosa desayunó con Ernest. La charla subió de interés, aunque aquel día nuestro protagonista era hombre de pocas palabras. Hemingway permaneció allí a la hora de comer. Parecía no tener ningún interés en marcharse. Durante la tarde, Gertrude le enseñó los muchos tomos que tenía manuscritos y que Alice iba pasando a máquina. Estaba escribiendo por entonces un libro increíblemente largo que tituló The Making of Americans, y Ernest también se quedó a cenar. Cuando el reloj de péndulo del estudio dio las diez campanadas de la noche, ya había bebido suficiente como para darse valor y, con la copa de aguardiente vacía en la mano, dijo súbitamente:

– Hadley, mi esposa, espera un hijo.

Gertrude y Alice se miraron entre sorprendidas y divertidas.

Era un bombazo!

– Y yo…soy demasiado joven para ser padre – agregó Ernest con gran amargura.

-¡Pero, hombre de Dios, no te pongas así! – respondió risueña

Miss Stein.

Amiga y secretaria consolaron todo lo bien que pudieron al desconsolado padre y le mandaron a casa, con su mujer." (8)

Finalmente "John Hadley Nicanor Hemingway nació a su debido tiempo (tal vez, después de todo, lo de Villalta hubiera sido ir demasiado lejos)." Recordemos la pasión que Hemingway tenía por los toros y los toreros, como el gran Nicanor Villalta, nombre con el que bautizaría a su primer hijo.

"El padre, esposo, esforzado periodista y antiguo redactor de plantilla del Star, que, en enero de 1924, partió de nuevo hacia París, tenía buen número de problemas por delante, pero ya no se podía decir que fuera un literato bisoño.

Encontraron un apartamento sobre una serrería y almacén de maderas en la calle Notre Dame des Champs y contrataron una femme de ménage que vivía en 10 bis, Avenue des Gobelíns.

John Hadley Nicanor fue apodado Bumby. Cuando aprendió a hablar ésta era la dirección que tenía que dar si alguna vez se perdía: Dix bis Avenue des Gobelins/Dix bis Avenue des Gobelins. Allí es donde mi Bumby vive." (9)

Hemingway había aceptado su papel de padre, y adaptó este nuevo papel al oficio de escribir. En París era una fiesta se describe una escena. conmovedora del esforzado padre-artísta: "De moda que al día siguiente me levanté temprano, herví las tetinas de caucho y las botellas de los biberones, compuse la mezcla prescrita y la embotellé, di un biberón a Mr. Bumby y me puse a trabajar en la mesa del comedor, cuando no había todavía nadie despierto salvo Mr. Bumby, F.Puss el gato y yo. Eran dos compañeros tranquilos y agradables, y trabajé con más facilidad que nunca. En aquellos días uno no tenía necesidad de nada, ni siquiera de la pata de conejo, aunque siempre reconfortaba palparla en el bolsillo." (p.-93)

Las corridas de toros.

Uno de los grandes descubrimientos que hace Hemingway en sus años parisinos, son las corridas de toros. Las corridas le proporcionaron material para sus libros The Sun Also Rises, Muerte en la tarde, El verano peligroso, y cuentos tan importantes como El Invicto.

Cómo surge esta afición en un norteamericano?, gracias a su maestra Gertrude Stein:

Recuerdo que un día Gertrud Stein, hablándome de las corridas de toros, me expresó su admiración por Joselito y me enseñó algunas fotografías del torero, y de ella y de Alice Toklas, sentados en la barrera, en la Plaza de Valencia, con Joselito y su hermano el Gallo un poco más abajo. Yo acababa de volver del Oriente Medio y había visto a los griegos tronchar las patas de sus caballos, empujarlos y arrojarlos al agua cuando tuvieron que abandonar la ciudad de Esmirna; y me acuerdo también de que le dije a Gertrud que no me gustaban las corridas de toros a causa de los pobres caballos. Yo intentaba por entonces escribir y me parecía que la mayor dificultad para ello, aparte de saber realmente lo que uno siente y no lo que debería sentir o lo que a uno le han enseñado a sentir, estriba en trasladar al papel de una manera sencilla un hecho, poniendo de relieve los sucesos que de verdad han creado la emoción experimentada."(10)

Producto de las conversaciones y recomendaciones de Miss Stein, Hemingway decide ir a las corridas de toros, y después de ver la primera, quiere convertirse en un experto "aficionado". Carlos Pujol habla acertadamente de la importancia de las corridas de toros para Hemingway, en un prólogo a la novela Fiesta: "Para Hemingway los toros son un misterio, en el sentido antiguo de la expresión, sólo para iniciados, un misterio que salva, que libera y purifica, y que está íntimamente vinculado a la vida sexual. El torero, de acuerdo con la creencia de muchos pueblos primitivos, se apropia de la fuerza de los animales que mata y al desafiar continuamente a la muerte se hace inmortal." (11)

En el interesante ensayo Hemingway y la Tradición Hispánica el prof. Allen Josephs, habla del interés y la trascendencia de las corridas de toros en la vida de Hemingway: "Después de sus primeros sanfermines en Pamplona en julio del 23 escribe a un amigo y co-veterano de la campaña italiana que había experimentado en Pamplona 'la mejor semana desde la guerra. Te encantaría una buena corrida de toros, Bill. No es meramente brutal como siempre nos habían dicho. Es una extraordinaria tragedia y la cosa más bonita que he visto jamás. Hace falta más riñones que cualquier cosa que existe'. A otro amigo seguiría: 'No hay nada como esto en ninguna parte del mundo. E1 toreo es lo mejorcito que hay en el mundo'. Luego habla de 'la propia conducta física de los toreros que da un sentido verdadero de admiración' . A su gran amigo y mentor Ezra Pound explica que los toreros son los artistas más admirables que hay: 'La plaza de toros es el único sitio que nos queda donde al valor y el arte se pueden combinar para el éxito. En las demás artes cuanto más mezquino y cagado el hombre, por ejemplo Joyce, más éxito tiene en el arte. No hay ninguna comparación en cuanto al arte entre Joyce y (el matador de toros) Maera. Maera le gana Cantidad". (12)

Según John Dos Passos, Hemingway podía consagrarse en cuerpo y alma a cualquier actividad que le interesara, fuesen los seis días en el velódromo o las corridas de toros, esquiar o pescar truchas, perseveraba hasta agotar todas las posibilidades.

"En Pamplona estaba decidido a conocer a fondo todas las fases del ritual. Se ganó la confianza de los profesionales locales y se saturó hasta el último limite imaginable.(…) nunca he conocido a nadie con tanta perseverancia. Algunas de las mejores cosas que Hemingway escribió nacen de esa cualidad. Cuando en Death in the Afternoon describió el trabajo del matador, sabía de los que estaba hablando." (13)

VII. La solidaridad de los expatriados norteamericanos

La ayuda y admiración incondicional de Scott Fitzgerald.

Scott Fitzgerald era la joven promesa de su generación. Había logrado publicar y vender mucho. The Great Gatsby había sido un fracaso financiero para sus editores, pero la crítica le había dado el espaldarazo como artista. Aunque Fitzgerald tenía la sensación de haber llegado al final del camino.

André LeVot en su biografía de Scott Fitzgerald, nos explica el porqué de esta ayuda incondicional a Hemingway: "Todos los que Scott ha admirado hasta. entonces eran hombres mayores que él, consagrados e influyentes, portadores de una tradición,(…) Y aquel día de mayo de 1925 en el que comienza su búsqueda de Hemingway, se dirige hacia el futuro, hacia el joven principiante que él habría deseado ser y cuya carrera espera poder estimular con todas sus fuerzas.(…) A fines de 1925, Hemingway escribe Los torrentes de primavera, una parodia de Sherwood Anderson que es rechazada por Liveright, porque Anderson es uno de sus autores y más importante que Hemingway en aquella época. (Anderson a través de esta editorial, ayudó igualmente a William Faulkner) De este modo, el contrato se rompe de hecho y Hemingway pide a Fitzgerald que intervenga a su favor ante Scribner, aunque no sin indicar que Bromfield le ha asegurado, por su parte, que Harcourt está dispuesto a acogerle. Un mes más tarde marcha a Nueva York para liberarse de su compromiso con Liveright y encontrar otro editor que se decida a publicar su sátira y también la novela, que ha reescrito casi por completo. Y ahí tenemos a Fitzgerald intrigando entre bastidores y aconsejando a Perkins sobre el método más adecuado de atraerse a Hemingway a Perkins sobre el método más adecuado de atraerse a Hemingway y de convencerle para que no acepte las ventajosas ofertas de editores rivales, como Harcour y Knopf. Finalmente, Hemingway sigue los consejos de Fitzgerald y firma un satisfactorio contrato con Scribner."( 1). Esto es a nuestro criterio el paso más difícil para cualquier joven escritor, conseguir el consejo de un escritor más experimentado y firmar un contrato con una buena editorial.

"Fitzgerald ha comprendido que la novedad y la originalidad de Hemingway residen precisamente en la utilización lingüística de su experiencia particular y que su primer deber es el de eliminar todo lo que tienda a introducir elementos temporales inasimilables. Toma muy en serio su papel de mentor y se expresa en el mismo tono despiadado que usaba Wilson cuando comentaba sus propios escritos. Hemingway reconoció luego lo bien fundado de su argumentación y suprimió las quince primeras páginas de la novela que incluían, entre otras cosas, las biografías de Brett Ashley y de Mike Campbell, así como la autobiografía del narrador, Jake Barnes. (…) La atracción de los contrarios, la fascinación de la complementariedad están plenamente relacionadas con esa admiración que, aunque no deja de tener precedentes en la vida de Fitzgerald, es la más importante y la más reveladora de su edad adulta. Porque, en realidad, Hemingway representa todo lo que Fitzgerald no ha sido, no es ni podrá ser nunca." (2 )

"En 1925 la amistad entre Fitzgerald y Hemingway se hizo más íntima. A ambos jóvenes les gustaba intensamente la competencia. Hemingway reconoció sin duda, después de The Great Gatsby, que el escritor que debía vencer era Fitzgerald. Fitzgerald tenía el éxito popular y la recompensa económica que Hemingway deseaba, aunque estaba en una posición en que podía desdeñarlos abiertamente. Para Fitzgerald, Hemingway era lo que él nunca había sido y lo que deseaba ser: el artista de integridad total, el artista que era además un hombre de acción; y no había forma de que Fitzgerald pudiera colocarle a eso una máscara de desdén. Casi desde el principio debió haberse sentido inferior a Hemingway, una sensación que éste debió haber explotado en cuanto se le reveló. Quizás fue la presencia de Hemingway lo que le impidió a Fitzgerald tomar posesión realmente del extraordinario elogio que recibió por The Great Gatsby. Fitzgerald había aventajado a todos sus competidores conocidos sólo para sentirse superado por un contrincante oscuro, más joven que él, que apenas había publicado obra alguna. Cuando Fitzgerald escribió a Gertrude Stein de forma autodespreciativa, respondiendo a su carta de felicitación: 'Usted ve, me satisface permitir que usted, y los pocos agudamente sensibles como usted, piensen o dejen de pensar artísticamente por mí y mi clase (…) al igual que, digamos, el hombre de 1901 dejaba que Nietzsche pensara por él intelectualmente. Comparado con otros, (¿Hemingway?) soy una persona de segunda categoría', se estaba colocando como perdedor." (3 )

E1 famoso encuentro entre Hemingway y Fitzgerald, es relatado con lujo de detalles en París era una fiesta, y con mayor exactitud en Scott Fitzgerald de André LeVot: "Fitzgerald descubre a Hemingway en el Dingo, un bar de la rue Delambre, a cien metros de la esquina del Dòme. Sólo sabe de él lo que los Murphy le han podido decir: únicamente ha leído los escasos poemas y relatos editados por McAlmon y el artículo que Wilson le ha dedicado. Cuando entra en el Dingo acompañado por un campeón de base-ball de Princeton que le sirve de guía, ve a Hemingway sentado ante la barra: un robusto mocetón de más de un metro ochenta, vestido sin rebuscamiento, tez tostada, mirada viva y riente, y espesos cabellos castaños peinados hacia atrás. Le acompaña una pareja de expatriados británicos un poco mayores que él: Duff Twysden, una mujer larga, lisa y hombruna, de ojos grises y cortos cabellos rubios, y su compañero, Pat Cuthrie, seco y encorvado, cuyo fatigado rostro lleva los estigmas del Alcohol. Son estos dos asiduos de Montparnasse los que Hemingway situará en el centro ve la novela cuyo primer bosquejo va a escribir durante el verano: El sol sale también." (4 )

Hemingway lo recuerda así: "El entró en el bar Dingo de la rue Delambre, donde yo estaba sentado en compañía de algunos sujetos que eran compañías perfectamente malas, y vino y se presentó y presentó a un hombre alto y simpático que estaba con él, diciendo que era Dunc Chaplin, el famoso lanzador de baseball."

Mientras que Hemingway se presenta y asume la pose de hombre duro junto a malas compañías, Fitzgeral es un dandy, un buen muchacho que está acompañado por deportistas y universitarios.

Continúa la descripción del encuentro en París era una fiesta: "Yo tenía mucha curiosidad por conocerle y me había pasado el día trabajando de firme, y parecía maravilloso que allí estuvieran conmigo Scott Fitzgerald y el gran Dunc Chaplin, de quien nunca había oído hablar pero que de pronto era mi amigo." (p.l36).

¿Pero qué representa exactamente Hemingway para Fitzgerald?, André LeVot: "Para Fitzgerald, por el contrario, Hemingway es la imagen exacta del hombre que él habría querido ser. No hay ninguna ambigüedad, ninguna ironía en las apreciaciones entusiásticas que pueden leerse en su correspondencia. Parece que Hemingway haya logrado aquello que él no ha conseguido: obtener una síntesis armoniosa entre el escritor y el hombre de acción. Mientras él perdía su tiempo en Princeton. (Hemingway sentía al contrario de Fitzgerald, el no haber ido a la Universidad). Hemingway vivía la gran aventura de la guerra en el frente italiano, experimentaba intensamente las grandes emociones elementales y fundamentales frente al peligro y a la muerte, conocía la camaradería viril que une a los que participan en la misma lucha y en los mismos riesgos. (…) Hemingway también tiene el físico del héroe: le envidia su elevada estatura, su complexión atlética y, de una manera general, lo que él denomina su 'magnetismo', cualidad que reconoce no poseer. (…) descubre en Hemingway al artista que ha elegido la puerta estrecha, que se consagra enteramente a la literatura, mientras viven en la pobreza mantenido por Hadley, que también acepta las privaciones impuestas por el rigor de su vocación." (5 )

Aunque muchas de estas privaciones de Hemingway, van a ser aliviadas por amigas incondicionales como Gertrude Stein, y más específicamente en el plano material por Sylvia Beach, quien se convierte en admiradora y protectora del joven veterano de guerra, que además es un buen escritor, que está comenzando su carrera y que necesita toda la ayuda y el estímulo que se le pueda dar.

Silva Beach, una tabla de salvación en París.

Sylvia Beach más que una amiga, reconoció tempranamente el talento del joven Hemingway. Fue presentado gracias a una carta de Sherwood Anderson, al igual que lo hizo con Gertrude Stein. Silvia era la propietaria de una librería-biblioteca circulante llamada muy apropiadamente Shakespeare & Co. ubicada en la rue de 1'Odeon. E1 local estaba decorado con fotografías, de escritores vivos y muertos y era tan confortable, como el apartamento de Miss Stein.

Entre 1920 y 1930 su negocio fue el lugar de reunión de toda la colonia literaria internacional de París. Ella nos describe la primera visita de Hemingway en 1921: "Al levantar la cabeza vi un gran joven de pelo castaño, con bigote, y le escuché decir con voz muy profunda que era Ernest Hemingway.(…) Hemingway sintió un vivo afecto por Sylvia Beach. Encontraba en ella esa admiración constante y sin reservas que siempre necesitó y de la Que siempre se sintió ávido, aun en la cumbre de su gloria. La veneración de Sylvia era total." ( 6)

Cuando observamos una fotografía de Hemingway y Sylvia frente a la librería Shakespeare & Co., se nos presenta un Hemingway herido con una venda en la frente, recostado indolentemente de la puerta, junto a él está Sylvia, con un traje muy formal, las manos entre los bolsillos mirando al alto joven con un gran orgullo, sabía que estaba al lado de alguien con un futuro muy brillante y que era un escritor que prometía, además de la estampa de suficiencia que presentaba aquel veterano de guerra. Sabemos que Sylvia tenía una fotografía de Hemingway en la librería, entre la de muchos escritores consagrados.

Gertrude Stein tenía un refugio que siempre albergaba a Hemingway, además de ser un lugar de reunión de los expatriados norteamericanos. "El segundo punto de reunión, más directamente accesible, es Shakespeare and Company, la librería norteamericana fundada en 1919 por Sylvia Beach en la rue Dupuytre y después trasladada al número 12 de la rue de l'Odeón, en la que Sylvia oficiará hasta 1941. (…) azogue puro, generosa, entusiasta, siempre es ella la que rompe el hielo, la que reconforta, anima, aconseja y aclara. En 1922 publica, a fondo perdido, el Ulises de Joyce. Shakespeare and Company es a la vez una librería, una biblioteca de préstamo, una casa en la que se adelanta dinero a los impecunes y en la que se pagan los cheques cuando los Bancos están cerrados." (7 )

"En lo de Sylvia Beach, Hemingway elegía sus iniciadores: Dostoievsky le enseñó '1a fragilidad y la locura, la maldad y la santidad y las angustias del juego; como Turgueniev nos enseña los paisajes y las rutas y Tolstoi los movimientos de las tropas, el terreno y las fuerzas presentes, oficiales y soldados y el combate'. El acercamiento era, como se ve, lo menos intelectual posible, y se trataba mucho menos de sondear los misterios del alma eslava que de descubrir cómo esos autores podían ayudarlo a él, norteamericano del siglo XX, a expresar lo que sentía:". (8)

André LeVot: "La rue de l'Odeón se ha convertido en un pequeño Atlántico cultural en el que las corrientes mezclan a los amigos de Adrienne con los amigos de Sylvia. No sólo los escritores, sino también los músicos – Satie, Milhaud, Poulenc -, se detienen de buen grado en la tienda de la americana, en donde pueden conocer a los lobeznos de la nueva generación- Cummings, Dos Passos, Hemingway, Wescott o Bromfield -, así como a huéspedes de paso, como Conrad o T.S. Eliot y, claro está, a James Joyce, respetado por todos." (9 ) "Efectivamente, Joyce fue, a los ojos de Hemingway, como para todos los iniciados que frecuentaban Shakespeare & Co., el promotor de un arte totalmente nuevo, el explorador y el guía."(1O)

Mucho tiempo después, cuando Hemingway estaba trabajando como corresponsal del Tercer Ejército del General Patton, violando todas las convenciones, y en especial la cláusula de no combatiente de los corresponsales, Hemingway entra en París con un nutrido grupo de hombres bajo sus órdenes. "La primera visita que hizo a París liberada fue a su vieja amiga Sylvia Beach. Adrienne Monnier la relata en su Gazette: 'Era el sábado 26, día del fracasado atentado contra el General de Gaulle. Habíamos salido con la intención de ir a Notre Dame pero el tiroteo nos agarró en el Boulevard du Palais y nos obligó a emprender el camino de regreso, un regreso punteado por los famosos tiroteos desde los techos (…) Cuando llegamos a nuestro cuarto piso, oímos casi inmediatamente una voz que subía desde la calle: ¡Sylvia, Sylvia! Corrimos a la ventana y vimos a Saillet en la puerta gritando, con las manos en bocina: ;Sylvia, Hemingway está acá!." (11)

Evidentemente Sylvia representó una tabla de salvación para Hemingway, en ese mar tormentoso que era París en los años veinte, cuando se iniciaba en la literatura, cuando había muchas tentaciones que evitar. Seguir el tortuoso camino que representa el escribir una literatura no comercial como la de In Our Time.

Sylvia le prestó dinero, libros, y le dio algo muy importante para todo joven aprendiz en literatura, confianza. Cuando recibió sus primeros pagos por lo que había publicado en Alemania, ella le confortaba y daba ánimos, le permitía llevarse todos los libros que necesitaba, y sobre todo lo estimaba.

Cuando se es pobre, y Hemingway lo fue en los primeros tiempos, y se tiene un hambre inmensa tanto de alimentos como de cultura es sumamente importante, aferrarse a una tabla que nos permita alcanzar la orilla. Sylvia era una gran admiradora de Hemingway, pero sobre todo – y esto resulta extraño hasta en nuestros días- fue una gran amiga.

La sociedad de los poetas vivos

Los norteamericanos que estaban ya cansados del provincianismo de los Estados Unidos, querían conocer Europa, algunos ya la habían conocido tal como Hemingway, que había estado en Italia en la guerra Italo-austríaca, había dado un vistazo a Europa, y como muchos jóvenes que habían pasado por semejante experiencia, Hemingway quería volver y estudiar en esa gran Universidad que era y sigue siendo Europa para cualquier joven que se inicie en la literatura o en alguna de las diferentes artes. Recordemos por ejemplo que Dos Passos, quería estudiar pintura y arquitectura en Europa. Y ante la decisión de Hemingway de irse a Italia, Sherwood Anderson le recomendó que fuese a Francia.

Fernanda Pivano en su biografía de Hemingway, cuenta sobre la decisión de irse a Francia: "Sherwood Anderson había ido a París y había compartido la vida de los expatriados en la Rive Gauche; a su regresó instó a Hemingway a ir a vivir a París, enviando de vez en cuando un artículo al Toronto Star. Anderson le dio también una carta de presentación para Gertrude Stein (que vivía con Alice B. Toklas en Rue de Fleurus, coleccionando Picassos en uno de los salones literarios más famosos de la historia) y para Sylvia Beach (que tenía la librería de compra a plazos Shakespeare & Co. en la Rue de 1'Odeón)." (12)

Así ve André LeVot el París de los expatriados: "París es, en aquella época, la capital de la imaginación, la tierra prometida de los artistas venidos de todas las orillas. ;Qué tímidas y anticuadas parecían las rebeldías neoyorquinas frente a estas conmociones fecundas y estimulantes! París es el punto privilegiado en el que convergen y se expanden todas las aspiraciones antes dispersas y reprimidas. Y en 1925 es el momento de la euforia intelectual, la cima de un decenio que Maurice Sachs llamó 'la década de la ilusión', 'un perpetuo catorce de julio'.

Exceptuando la música de jazz, en los Estados Unidos las artes se estancan. ( .. ) Es así como Montparnasse se convierte en la capital artística e intelectual de una nueva bohemia dorada que puede vivir holgadamente gracias a unos ingresos mínimos que, en los Estados Unidos, habrían significado la pobreza. En lugar de la soledad sombría de los speakeasies turbios y subrepticios, se descubren las acogedoras terrazas del Dóme, de la Rotonde o del Sélect, en donde se acaba conociendo a todos los asiduos. Sí, París es una fiesta para estos expatriados de 1925." (13)

Es entonces cuando se forma esta especie de "mafia" o sociedad de poetas vivos, este grupo de artistas que se ayudan entre sí, dirigidos por Ezra Pound y Gertrude Stein. "Los evadidos del desierto norteamericano se transmiten la dirección, garrapateando una contraseña; Sylvia Beach recomienda a Sherwood Anderson y éste escribe una carta de presentación para Hemingway, que a su vez, presenta a Fitzgerald… De este modo se constituye una red (…)". (I4)

Sabemos por ejemplo que Gertrude Stein reconoce en Fitzgerald al talento más importante de la nueva literatura norteamericana, y Fitzgerald reconoce a Hemingway como "el único auténtico genio de nuestra década. Y sin embargo, se le desprecia, no se le comprende y, lo que es aún peor, se le paga mal."(15)

Además Fitzgerald intercede ante sus editores para que firmen con Hemingway. Hemingway cuando está encargado de la trasatlantic review gracias a una recomendación que Pound hace de él a Ford Madox Ford, publica el primer capítulo de un largo libro, que él había ayudado a mecanografiar, llamado The Making of Americans (Ser de norteamericanos). "En París (Hemingway) conoció a Ford Madox Ford (el poeta que en la realidad se llamaba Ford Madox Hueffer y que había cambiado de nombre tras la segunda guerra mundial para ocultar su origen alemán), que estaba organizando la revista trasatlantic review en una oficina próxima a la de la Three Mountains Press de William Bird, y Hemingway fue invitado, por mediación de Ezra Pound, a hacer de subdirector y de talent scout para la revista. Ford daba también unos té-tertulias literarias y allí Hemingway conoció a Harold Loeb, fundador de la revista Broom, quien más tarde inspiró junto a su compañera, la ex bailarina Kitty Cannell, uno de los protagonistas de Fiesta.

La presencia de Hemingway, aliado con Pound, en la trasatlantic review fue como un zarpazo de león. El primer número, en abril de 1924, incluía un fragmento de Finnegans Wake de Joyce, un capítulo de Nosotros los norteamericanos de Gertrude Stein, una selección de Tristan Tzara, las primeras recensiones de Three Stories and Ten Poems y de in our time y un nuevo relato de Hemingway, Indian Camp,(Campamento Indio)". (16)

¿Cómo podía darse esta diversidad de intercambios enriquecedores, estas ayudas incondicionales entre discípulos y maestros?, según el prof. Sánchez Lecuna, todo esto obedece al hecho de estar expatriados, lejos de su país de origen, si no hubiesen estado en París sino en los Estados Unidos, la lejanía, las rencillas que se dan dentro del país de origen, hubieran hecho imposible la calidad y cantidad de estos encuentros.

Por supuesto que todas las iniciativas de los expatriados, no daban resultados tan positivos como la trasatlantic review. Recordemos que en París era una fiesta, Hemingway cuenta de manera algo satírica cual fue el resultado de una institución benéfica creada por Pound, llamada Bel Esprit.

Ezra Pound y su Bel Esprit

Conocemos la ayuda incondicional y desinteresada de Pound a sus amigos, y artistas menesterosos: "Ezra fundó una institución llamada Bel Esprit, asociándose con Miss Natalie Barney, que era una americana rica, protectora de las artes." (p.l07)

"Es harto conocida la iniciativa de Pound para organizar un fondo destinado al sostenimiento de los escritores permitiéndoles su dedicación al arte. El primer beneficiario habría de ser Eliot, como lo sugiere en su carta de 1922 s William Carlos Williams, para entonces médico en ejercicio en Rutherford, New Jersey: 'Lo cierto es que Eliot está en las últimas… Hay que hacer algo de inmediato… Liberado Eliot, deberá ser mucho más fácil sacar al segundo, tercero y décimo prisioneros'." (17)

En París era una fiesta: "Ezra me mostró el folleto anunciador del Bel Esprit, y Miss Barney le había permitido usar una viñeta del templete griego para la portada. La concepción encarnada en el Bel Esprit era la de que cada cual aportaría una parte de sus ingresos, y entre todos constituiríamos un fondo con el que sacaríamos a Mr.Eliot de su banco, Ezra calculó que la cosa progresaría en línea recta y labraríamos un porvenir para todo el mundo." (p.107)

Al parecer todas las buenas intenciones de Pound se vinieron abajo, porque su proyecto era muy ambicioso, muy idealista, o estaba totalmente fuera de la realidad. El mismo Hemingway cogió a chanza la recolección de fondos, y a pesar de la irritación de Ezra Pound, Hemingway se esforzaba, y pedía dinero para sacar del banco al Comandante Eliot, y la gente recelosa le preguntaba ¿quién era el Comandante Eliot?, ¿Por qué no se había procurado una pensión de vejez o de retiro?, Hemingway decía que la cosa estaba en tener o no tener el Bel Esprit, pero todo esto contribuía a acrecentar la incredulidad de las personas.

"Lo cierto es que la ayuda de Pound se hizo extensiva a una buena parte de los escritores contemporáneos. No cabe duda que poseía un poder de persuasión que le facilitaba el trato con sus colegas. Además, era fácil darse cuenta de su inflexible voluntad de impulsar con urgencia la transformación de las letras inglesas. La labor realizada por Pound, que será celebrada mientras se lea literatura inglesa, es triple: 'la creación de un inmenso cuerpo poético que encierra y revive para nosotros la mayor belleza alcanzada por multitud de civilizaciones y que contiene algunos pasajes que se apoderan de nosotros para siempre; un enorme trabajo crítico, con páginas llenas de sugerencias difíciles de abarcar en una vida entera, cualquiera de las cuales, bien estudiada, bastaría para mejorar la versificación de un poeta o satisfacer el gusto del lector; y por último, la ayuda que con todas sus energías, sus conocimientos y sus recursos prácticos, prestó a los creadores potenciales (como Hemingway) en el desenvolvimiento de sus aptitudes." (18)

El proyecto del Bel Esprit fue un fracaso, pero demostró una vez más la calidad humana de Ezra Pound, y es un ejemplo clave de la solidaridad que existía entre los expatriados norteamericanos de los años 20. Hemingway remata diciendo en París era una fiesta el final de esta iniciativa: "No logro acordarme de cómo se cascó por fin el Bel Esprit, pero me parece que tiene alguna relación con el hecho de que el Comandante publicó The Waste Land y el poema le ganó el premio del Dial, y poco después una dama con título financió para Eliot una revista llamada The Criterion, y ni Ezra ni yo tuvimos que preocuparnos más por él. (…) Para mi, la empresa aquella resultó moralmente perniciosa, como han resultado tantas otras cosas, porque me metí en el bolsillo el dinero que había destinado a sacar al Comandante del banco, y me lo llevé a Enghien y lo aposté en caballos que saltaban bajo la influencia de estimulantes. (…) Me hubiera sentido más dichoso si el dinero de la apuesta hubiera ido a parar al Bel Esprit, que había dejado de existir." (p.109)

VIII. ¿Paris era una fiesta o una escuela?

La "instrucción primaria" de Hemingway.

Antes de ir a París, Hemingway había adquirido algunas herramientas que le permitirían adaptar mejor las enseñanzas de sus maestros de Europa. Había escrito en Tabula, el periódico de la Oak Park High School.

"A1 finalizar sus estudios en el Oak Park High School, Hemingway tenía firme en la memoria el recuerdo de sus primeros maestros en el arte de escribir, las profesoras de gramática inglesa Margaret Dixon y Fannie Piggs y al famoso cronista deportivo Ring Lardner, cuya columna In the Wakes of the News, él leía diariamente en el Chicago Tribune. Hemingway leía a Ring Lardner por dos motivos: porque su columna traía noticias del mundo deportivo que a él, jugador de football americano, beisbol y aprendiz de boxeador, le atraían enormemente, y porque el estilo, directo y fulminante como un disparo, de Lardner le atraía fascinadoramente.

En 1917, Hemingway dejó Oak Park con el propósito de ingresar a la Universidad de Illinois. En el Oak Park High School había escrito algunos relatos cortos en la revista estudiantil Tabula, y llegó a pensar seriamente en la idea de convertirse en un escritor scholar, un letrero formado en la severidad de los recintos académicos." (1)

Aunque existe otra versión, donde se nos cuenta que el temperamento de Hemingway, y su rebeldía juvenil lo apartaron del recinto universitario, y lo llevaron a transar con su familia, que trabajaría como reportero, y gracias a un familiar comenzó en el Kansas City Star.

"Coincidiendo con los exámenes finales de Ernest en la High School, Norteamérica decide intervenir en 1917 en la primera guerra mundial. Ernest se siente insatisfecho. Su carácter libre, sencillo, casi primitivo, choca con el futuro trazado para él por los convencionalismos sociales y familiares. La Universidad, con toda su carga elitista y su forzado intelectualismo, no le llama la atención. Quiere vivir su vida, demostrarse a sí mismo que puede salir adelante con sus propias fuerzas. E1 halo castrador de la burguesía familiar le revienta.(…)

Al ver su resistencia, decidieron mandarle – como mal menor- con un hermano del doctor, residente en Kansas City. Su tío, conocedor de las buenas maneras de Ernest con la pluma, utilizaría su influencia en la ciudad para recomendarle en el Star. ¡Uno de los mejores periódicos de los Estados Unidos! Además, para un joven de sus características la profesión de periodista parecía tener futuro." (2)

Finalmente Hemingway ingresa en la plantilla del Star, decidido a aprender todo lo que pudiera de los veteranos: "En la redacción del Kansas City Star trabó contacto con periodistas que no sólo conocían a fondo su oficio sino que además tenían un concepto elevado y noble del arte literario: Russel Crouse, quien, más tarde, fue autor teatral: John Selby, quien tuvo notoriedad como editor y novelista; Wesley Stout, después editor del Saturday Evening Post, fueron algunos de los compañeros de redacción de Hemingway en el Star. Además de la experiencia adquirida en sus misiones de reportero y la influencia que pudieron tener sus inteligentes compañeros de redacción, fundamentalmente, fue provechoso el paso de Hemingway por el Star en razón del syllabus de estilo que grabó en su mente el veterano jefe de redacción Pete Wellington "Utilice frases cortas. Use un inglés vigoroso. Sea positivo no negativo. Evite el uso de adjetivos especialmente algunos extravagantes como espléndido, grande, magnífico, gorjeante, etc. Nunca use el viejo slang. Acorte párrafos. Nunca emplee dos palabras cuando una debe bastar. Utilice verbos de acción."

A pesar de que son recomendaciones eminentemente pragmáticas, son el reflejo del primer estilo de Hemingway, quien en su narrativa y en sus trabajos de ficción en general, escribía como el joven reportero del Star.

Lionel Calho úm Moise fue otro periodista veterano que ejerció apreciable influencia en esta etapa de la vida de Hemingway en la que recibió las primeras lecciones de estilo. 'Escribir objetivamente es la única y verdadera forma de contar historias', fue uno de los apotegmas que Moise, bebedor legendario, nómade del periodismo norteamericano, le repitió constantemente al joven reportero Hemingway."(3)

Fernanda Pivano cuenta la experiencia y aprendizaje de Hemingway en su paso por el Star: "Y hubo otra cosa que Hemingway le debió al Star durante toda su vida: allí fue donde empezó a descubrir en las personas a sus personajes. En la redacción conoció a un periodista que ya era legendario a los treinta años, Lionel Calhoun Moise, que poseía grandes cualidades de escritor así como una marcadísima personalidad. Tenía un talento indiscutible a la hora de escribir sobre cualquier tema, pero también era un nómada inquieto, siempre mezclado en las peleas de los bares, gran bebedor y gran amante de las mujeres; alguien dijo que parecía salido de uno de los libros escritos por Hemingway diez años después y Fenton dice que, cuando murió, Hemingway le definió elogiosamente como 'muy pintoresco, dinámico, de gran corazón, de grandes borracheras". (…) todo parece indicar que en el Star de Kansas City, entre los diecisiete y los dieciocho años, Hemingway asimiló las características de escritor y de personaje que le acompañaron toda su vida: si Wellington fue su modelo de estilo literario, Moise fue una especie de Yo ideal que subyacía siempre en los protagonistas de sus libros junto al otro Yo ideal representado por el padre, con su estoicismo, su amor por la naturaleza, su pasión por el deporte." (4)

El aprendizaje estilístico de Hemingway continuó formalmente en París, donde los severos lápices de Ezra Pound y Gertrude Stein suprimieron adjetivos y consolidaron las primeras lecciones de Pete Wellington y Lionel Calhoun Moise.

Aprendió a ver la diferencia entre el reportaje y la literatura, gracias a Pound y a Ford y a Gertrude Stein. Pound corrigió su obra primeriza, tachó la mayor parte de los adjetivos y dio a su latente claridad la posibilidad de hacerse explícita.

Con sus consejos, Miss Stein le ayudó a conservar y desarrollar cierta sencillez de expresión que antes de su intervención había sido más bien el resultado accidental de la falta de influjos académicos, dice F.J. Hoffman en La novela moderna en Norteamérica, sin valorar suficientemente la influencia del aprendizaje periodístico en la madurez estilística de Hemingway.

"Sin embargo, no se ha destacado cuán importante en el desarrollo del estilo de Hemingway, cuán influyente y determinante fue su paso por una escuela de periodismo moderno – objetivo, directo, plástico, impersonal- como la que representaba la redacción del Kansas City Star. En el proceso del estilo de Hemingway, el estilo periodístico directo y plástico a la vez representa la primera etapa, la instrucción primaria si se quiere." (5)

París era una escuela.

París representó para los jóvenes escritores de la lost generation y sus maestros, una gran escuela de Letras. Y a nuestro criterio, el alumno más aventajado de esa escuela fue Hemingway, quien siempre supo elegir a sus maestros, evitar a los falsos escritores o artistas, disciplinarse y consolidar su formación en esos años de estudio en París. Frederick J. Hoffman en su estudio de La Novela Moderna nos dice:

"Lo que ocasionó esta actividad de los jóvenes escritores americanos en París fue, naturalmente, la guerra. Los había arrancado a su Oeste Medio o a sus estudios en las Universidades del Este; los había llevado a sentir la atracción de París como 'el gran laboratorio del espíritu', y les había dado el incentivo del trabajo honesto supo elegir a sus maestros, evitar a los falsos escritores o artistas, disciplinarse y consolidar su formación en esos años de estudio en París. Frederick J. Hoffman en su estudio de La Novela Moderna nos dice:

"Lo que ocasionó esta actividad de los jóvenes escritores americanos en París fue, naturalmente, la guerra. Los había arrancado a su Oeste Medio o a sus estudios en las Universidades del Este; los había llevado a sentir la atracción de París como 'el gran laboratorio del espíritu', y les había dado el incentivo del trabajo honesto en el estudio de las técnicas literarias, incentivo que no podía darles ningún curso o serie de cursos en una Universidad americana. El arte de la novela lo enseñaba, no la Sorbonne, sino la conversación, junto con los consejos, de Pound, Ford, o Miss Stein.

La guerra tuvo también un influjo supremo sobre ellos. (Hemingway y Dos Passos por ejemplo) gran parte de lo que dijeron acerca de la "generación perdida" no fue más que superficialidad y placitud, y el postrer resultado de una rebeldía rápidamente solidificada en unos cuantos clisés." (6)

Finalmente Hoffman concluye: "Los novelistas jóvenes habían ido a la escuela de sus contemporáneos y de aquellos que se preocuparon seriamente por su carrera de artistas. A pesar de la excentricidad, la afición por las posturas, y la falsa agitación de esos años de exilio – lo que Kazin llamó 'la eterna postura vanguardista bajo el patrocinio de su Picasso, y la charla modernista con acento del Oeste Medio'- mucho se aprendió; y lo aprendido tenia que ver más con la práctica efectiva de la literatura que con teorías que debieran imponérsele y dirigirla." (7)

Hemingway había caído en un gran dilema, el periodismo o la literatura. El periodismo le llevaba directamente al meollo de las cosas, le daba de comer y era lo real, en contraposición a la literatura que era lo no conocido, lo rechazado, lo idealizado.

Debemos recordar además, que la ocupación de Hemingway era la de corresponsal, enviado por un periódico a París y a Europa, para que informara tal como le habían enseñado en el Star, de manera efectiva y directa, y sobre todo con objetividad. Nos dice Fernanda Pivano: "No hay duda de que la agilidad la claridad y la simplicidad estilísticas formaron siempre parte del bagaje de Hemingway, y son cualidades desarrolladas entre 1920 y 1924 durante el período de los reportajes periodísticos; pero el 9 de marzo de 1922, en una carta a Sherwood Anderson desde París, Hemingway se mostraba ya consciente de los peligros que implicaban estas cualidades: 'Este maldito trabajo periodístico va a ser mi ruina: pero muy pronto voy a liberarme de él y trabajaré tres meses seguidos'.

Este era el consejo que desde el principio le dio Gertrude Stein, a quien Hemingway fue a ver por primera vez en marzo de 1922. (…) Lo de abandonar el periodismo no fue el único consejo que le dio Gertrude Stein: también le sugirió que fuese a España a ver las corridas de toros, que se convirtieron en uno de los núcleos fundamentales de su inspiración. Gertrude Stein leía sus cosas, que eran cada vez más numerosas, y se las corregía como los deberes de la escuela; (…) Los breves fragmentos impresionistas basados en la intensidad y la claridad, que escribió nada más llegar a París y que constituyeron in our time, fueron analizados por Pound y por Gertrude Stein, ambos de acuerdo con Hemingway en considerar la falsedad, la retórica y la ampulosidad como los peores males literarios." (8)

Hemingway en esta escuela, ha obtenido las herramientas para comenzar su obra, y su independencia como escritor. Al tener un medio eficaz con el cual expresarse, decide comenzar a separarse de sus maestros, ya que es absolutamente necesario para alcanzar la máxima capacidad como escritor. Ya está preparado para "graduarse", quiere empezar a publicar sus primeros trabajos, y debe enfrentarse con la tesis de grado, que será su novela The Sun Also Rises.

"En un momento dado, el recibir de Hemingway por parte de Gertrud Stein se convirtió también en un dar, y fue él quien enriqueció a la escritora; pero apenas empezó este proceso Gertrude Stein se mostró retraída y dejó de verle: esto no sucedió con Ezra Pound, quien siguió siendo su amigo hasta el final. También Pound le puso en guardia ante las seducciones del periodismo: le hizo ser consciente de los efectos demasiado fáciles en las descripciones demasiado claras."(9)

Juan Carlos Santaella en su artículo Un aciago mito llamado Hemingway, habla de París como capitulo fundamental en la vida de Ernest Hemingway como hombre y escritor: "Realmente fue beneficioso para Hemingway su estancia parisina, porque a través de la misma descubrió su capacidad como escritor, al tiempo que lo conectaba con un movimiento artístico de indudable importancia para el mundo. Quienes lograron convertirlo en un escritor de verdad, despojándolo de vicios y defectos, fueron la señora Stein y el preocupado Ezra Pound. En relación con estos dos, la eterna gratitud que le dispensó Hemingway a Pound se debió al 'bel esprit' que este siempre mantenía con aquellos que poseían un verdadero talento. La Stein era rica presuntuosa, dueña de un mecenazgo que la hacía insufrible. 'Ezra Pound – comenta Hemingway- se portó siempre como un buen amigo y siempre estaba ocupado en hacer favores a todo el mundo. El estudio donde vivía con su esposa Dorothy, en la rue Notre-Dame-des-Champs, tenía tanto de pobre como tenia de rico el estudio de Gertrude Stein'. En este estudio, Ezra Y Ernest hacían muchas cosas, entre ellas boxeaban y bebían. De Stein reconoció Hemingway una deuda, por esa particular 'visión' de ver y narrar las cosas al estilo del pintor Cezanne.(.,.) París fue un capítulo fundamental en la vida de Hemingway y este libro, que anda a medio camino entre la ficción y la realidad, como es París era una fiesta, constituye un exacto documento de una época y de un escritor que pasaba largas horas escribiendo en el cálido café La Closerie des Lilas." (10) Ya sabemos entonces porqué París era una escuela.

E1 final de las relaciones con Miss Stein, Hemingway lo relata en el capítulo 13, Un final bastante extraño de París era una fiesta: "El modo como acabaron las relaciones con Gertrude Stein fue bastante extraño. Nos habíamos hecho muy amigos y yo le había hecho varios favores en cosas prácticas, tales como lograr que su largo libro empezara a publicarse por entregas en la revista de Ford, y ayudar en la dactilografía del manuscrito y la corrección de las pruebas, y empezábamos a ser amigos más íntimos de lo que yo podía sensatamente desear. Nunca se saca gran cosa de que un hombre sea amigo de una mujer célebre, aunque puede ser agradable antes de que se tuerza hacia la suerte o la desgracia, y por lo regular todavía se saca menos cuando se trata de escritoras realmente ambiciosas." (p.lll.)

Hemingway había aprendido lo que deseaba. Correspondió a su manera ayudando a su maestra, sin embargo ya esta relación lo estaba asfixiando y contaminando. Hemingway era muy individualista para soportar esta imposición por mucho tiempo. Gertrude Stein tampoco quería seguir profundizando esta relación, que amenazaba convertirse en una influencia directa a su propia individualidad. Ha llegado el momento de soltar las amarras del aprendiz, para que muestre lo que ha aprendido bajo su tutela.

IX. PRIMERAS PUBLICACIONES.

Tres Cuentos y diez poemas.

El primer libro de Hemingway está compuesto por el material que sobrevivió al accidente de la Gare de Lyon, que ya hemos comentado extensamente. A pesar del revés que ha sufrido, Hemingway persevera en su empeño, siente que debe dar a luz sus primeros trabajos. Los poemas que ha revisado y aprobado Ezra Pound, pero sobre todo tres relatos que muestran en pequeña escala lo que será la futura obra de Hemingway.

Fernanda Pivano nos cuenta los pormenores de la primera publicación: "Hay una maraña de nombres, al principio de sus publicaciones en París, que es bastante típica. Hemingway había conocido en Rapallo, a través de Ezra Pound, a Robert McAlmon (que publicaba las Contact Editions) y había conocido en el tren con destino a Génova, cuando fue a 'cubrir' el Congreso Internacional Económico de abril de 1922,a William Bird (que también poseía una pequeña editorial, la Three Mountains Press, cuyo asesor literario era Ezra Pound). Hemingway los había animado a ir con él a España a ver las corridas de toros en mayo de 1923 y de la amistad nació la oferta de McAlmon de publicar en las Contact Editions los cuentos que Hemingway ya había prometido a William Bird para su Three Mountains Press." (1) De esta experiencia Hemingway escribió el poema: "El alma de España con los editores McAlmon y Bird.

"Su primer libro, más precisamente una plaquette, Three Stories and Ten Poems (Tres cuentos y diez poemas), fue publicado en agosto de 1923 por Robert McAlmon, en una tirada de trescientos ejemplares. Aparte de los poemas,(Mitragliatrice, Oklahoma, Mar de Aceite, Roosevelt, Cautivos, Champs D'Honneur, Riparto D'Assalto, Montparnasse, Junto con la juventud, Encabezamiento de Capítulo.) de los cuales seis ya habían aparecido en el Poetry Magazine de Chicago, el libro contenía los cuentos: Allá en el Michigan, El Viejo, y Fuera de temporada. En 1924, Bill Bird, un amigo periodista que imprimía sus libros con una prensa de mano, editó una segunda plaqueta suya titulada in our time. No se tiraron más que ciento setenta ejemplares pero llegaron a buenas manos y Edmund Wilson hizo un comentario en The Dial declarando que era lo más valioso que un norteamericano había escrito sobre la guerra.

Eran dieciocho cuentos muy breves, secos y tensos, que mostraban que el autor estaba ya en plena posesión de su estilo: un lenguaje musculoso, concreto y de una engañosa simplicidad Que sacrificaba todos los adornos en pro de la arquitectura de la frase." (2)

Las viñetas no tienen título, de modo que citaremos como títulos, las primeras oraciones de cada una de ellas: "Todo el mundo estaba borracho"., "Los alminares se erguían bajo la lluvia en las afueras de Adrianópolis, en la embarrada llanura"., "Estábamos en un jardín, en Mons"., "Aquel día el calor era espantoso"., "Fusilaron a los seis ministros del gobierno a las seis y media de la mañana"…, "Nick estaba sentado junto a la pared de la iglesia",(…), "Mientras el bombardeo estaba machacando la trinchera en Fossalta",(…), "A las dos de la madrugada dos húngaros asaltaron una tabaquería"(…),"El primer matador fue alcanzado por el cuerno en la mano que empuñaba la espada",(…), "Golpearon al caballo blanco en las patas y consiguieron que volviera a levantarse"., "El público no dejaba de gritar y arrojaba mendrugos de pan al ruedo",(…), "Si uno se encontraba muy cerca, podía ver a Villalta gruñendo ante el toro y maldiciéndole",(…), "Oía que se acercaba el redoble de tambores por la calle, y luego los pífanos y las gaitas,(…)", "Maera estaba inmóvil, tapándose la cabeza con los brazos y con la cara hundida en la arena"., "A Sam Cardinella le ahorcaron a las seis de la madrugada en el corredor de la cárcel del condado"., y la última con el título de "L'Envoi". Estas viñetas "Trataban sobre tres temas principales: la guerra, las corridas y el periodismo. Envió orgullosamente ejemplares de in our time a su familia. Su hermana mayor, Mareelline, relata la reacción de su padre al leerlo: 'Mi padre se puso tan furioso que su propio hijo hubiera olvidado la educación cristiana al punto de tratar temas semejantes y emplear expresiones tan groseras, que devolvió los seis ejemplares a la imprenta de Trois Montagnes de París. Le escribió a Ernest para decirle que un caballero no habla de enfermedades venéreas en otro lugar que no sea el consultorio de su médico.

El primer libro de Hemingway publicado en los Estados Unidas no editado por cuenta del autor apareció con este mismo título de In Our Time, en Nueva York, en 1925. Contenía quince cuentos, alternando con los cuentos cortos ya publicados en París. Algunos son de lo mejor que escribió: Campamento indio, El médico y su mujer, El regreso del soldado, El río de los dos corazones. Nick Adams, un alter ego de Hemingway niño es el personaje principal de la mayoría de ellos. En el otoño de 1925, después de haber pasado una velada discutiendo con John Dos Passos el último y pésimo libro de Sherwood Anderson, Risa negra, escribió en pocos días Torrentes de primavera, obra que apenas puede ser considerada una novela. "Es una sátira muy pesada de la filosofía brumosa de Anderson y de su ingenuidad.

También son parodiados Gertrude Stein, James Joyce y H.L. Mencken."(3)

En Años inolvidables John Dos Passos cuenta la historia de Torrents of Spring, sub titulada (A Romantic Novel in honor of the passing of a -Great Race): "Debió ser más adelante aquel otoño – lo fue al año siguiente'?- cuando Hem me leyó The Torrents of Spring. Empezó una tarde de otoño con un sol rojizo en la Closerie des Lilas. Algunos trozos eran realmente divertidos, especialmente cuando hace aparecer a los Indios de Michigan – Hem sabía cómo manejar a los indios -, pero me puso en un aprieto. Yo había ayudado a convencer a Horace Liveright para que publicara In Our Time en América, y Hem me consideraba responsable en parte por un pésimo contrato que había firmado, dándole a Liveright opción sobre varios libros." (4)

Dos Passos habla de la ayuda desinteresada que ofreció Scott Fitzgerald a Hemingway, en sus primeras publicaciones: "Pero Scott, a quien le gustaba creerse descubridor de talentos y era desinteresadamente generoso con los libros de otros, estaba trabajando como un negro para conseguir que Max Perkins introdujera a Hemingway en Scribner's. Scott sentía uno de sus arrebatos por Hem, el deportista-literato, el boxeador que cuenta historias." (5)

La misma pregunta que se hace Dos Passos, se la hacen muchos de los críticos de Hemingway, ¿cuál es el sentido de Torrents of Spring?:

"Nunca entendí exactamente qué es lo que Hem quería hacer con The Torrents of Spring. Estaba escribiendo deliberadamente algo que Liveright en su calidad de editor y amigo de Sherwood Anderson nunca podría imprimir, o era una cruel broma de colegial? (…) Reconocí con Hem que Dark Laughter era sentimental y ridículo y que alguien tendría que hacérselo ver a Sherwood, pero yo no creía que fuera misión de Hem. Hem tenía la molesta costumbre de empezar a tararear de pronto a mitad de una conversación.

Cuando nos separamos aquella noche, creía haberle convencido de que no publicara Torrents. Imagino que no era asunto mío, pero en aquellos días los amigos eran amigos. Las cosas, sin embargo, salieron de otra manera." (6)

"Su publicación enemistó a Hemingway con Anderson y enfrió sus relaciones con Gertrude Stein." Concluirá este episodio John Borran en "Una vida legendaria".

Ya Hemingway no podía darle más largas a su independencia como escritor, debía darle salida a un cúmulo de experiencias y aprendizajes, adquiridos en España: "Hemingway había pasado el verano de 1925 en España, amasando ya los materiales que utilizaría siete años después para Muerte en la tarde y comenzando en un hotel de Valencia una novela sobre el ambiente internacional de la Rive Gauche. Trabajando rápidamente terminó el primer borrador en París el 6 de septiembre y empleó el semestre siguiente en revisarlo. Era Fiesta." (7)

El proceso de gestación de Fiesta es relatado por Hemingway en París era una fiesta: "En aquel otoño de 1925, le dolió (a Scott Fitzgerald) que yo no le dejara leer el primer manuscrito de mi novela, The Sun Also Rises (Fiesta). Le expliqué que la intención de la obra no se veía todavía, que tenía que revisarla y volver a escribirla, y que en tanto no lo hubiera hecho no quería comentarla con nadie, ni que nadie la viera. Me fui con mi mujer a Schruns, en el Vorarlberg de Austria, en cuanto cayó allí la primera nevada.

Allí volví a redactar la primera mitad de mi manuscrito, y si no recuerdo mal la terminé en enero. Me la llevé a Nueva York y se la entregué a Max Perkins, de la editorial Scribner's, y volví a Schruns y acabé de revisar el libro. Cuando Scott lo leyó, el manuscrito definitivo, una vez hechas todas las correcciones y supresiones, había sido ya remitido a Scribner's: esto ocurrió a fines de abril."(p.l71)

Hemingway tuvo mucho talento, pero es innegable que también tuvo mucha ayuda, de parte de amigos y escritores al inicio de su carrera. Dice Dos Passos al respecto: "Se publicó In Our Time y yo me encargué de hacerle la propaganda en el extranjero. Mi punto de vista era que apoyándose a la vez en el lenguaje telegráfico y en la versión King James de la Biblia, Hem llegaría a ser el primer gran estilista americano.(…) Hem había dejado ya su trabajo de corresponsal o estaba a punto de hacerlo. Le costaba mucho trabajo ganarse la vida escribiendo. La edición de In Our Time que Robert McAlmon había publicado en Dijon le había ganado el reconocimiento de los círculos recherché, pero no le produjo dinero. Su básica fuente de ingresos eran los poemas obscenos que escribía para una revistas alemana llamada Der Querschnitt." (8)

In Our Time, la consolidación de un nuevo estilo.

E1 crítico Ivan Kashkin, en su ensayo "El estilo de Hemingway", nos presenta un examen minucioso de los temas que están latentes en los primeros trabajos de Hemingway, los que desarrollara más extensamente en sus novelas y libros de no ficción.

Comencemos con el análisis que hace de In Our Time: "(…) es un libro sobre la manera en que la vida asalta, en todas partes y bajo todas las formas, a la conciencia aún juvenil de Nick. Es una serie ininterrumpida de golpes: sociales, familiares, profesionales, personales; golpes físicos, psíquicos, morales, emocionales. Esta tensión signa todo el libro y alcanza su punto culminante precisamente en "El gran río de los dos corazones".(…)

La minuciosa descripción de todas las fases de la corrida de toros traduce la tensión experimentada por el matador, quien debe abatir al toro de un solo golpe y mantener su propia dignidad y, también, la del toro, pero que sólo puede matar después de una serie estrictamente determinada de pases tradicionales, con los que debe afirmar 'la pureza de líneas con el máximo de riesgo'." (9)

John Brown nos habla de la importancia y trascendencia de In Our Time: "(…) revela un talento ya en plena posesión de una técnica muy personal. Son relatos, en su mayor parte, consagrados a la evocación de la juventud de 'Nick Adams' (es decir, Hemingway mismo) en los bosques del norte de Michigan. El tema central es la iniciación de un muchacho, fino y sensible, en la violencia y la brutalidad de la vida." (10)

Es pertinente hacer una diferenciación entre in our time, las viñetas, que aparecieron intercaladas en In Our Time. En 1924 se publica in our time, el conjunto de escuetos relatos, del cual Edmund Wilson da noticia favorable, la portada del libro era muy vanguardista, y el titulo y nombre del autor estaban todos en minúscula. Un año después aparece In Our Time, considerada la primera publicación comercial de Hemingway, esta edición consigue buenas críticas en Estados Unidos.

In Our Time era un volumen de buen tamaño, con dieciséis relatos intercalados con las viñetas que ya habían aparecido en in our time (y puedo decir ahora que Hemingway detestaba la recatada tipografia en minúsculas, pero dejó que Bird se saliera con la suya). Nick Adams, uno de los personajes de Hemingway, aparece en aquellos relatos basados en reminiscencias de la niñez, tales como Indian Camp (Campamento indio) y Big Two-Hearted River (Gran río de dos corazones), hermosas narraciones que sirven para confirmar donde residía, o reside, el talento de Hemingway. Rara vez se puso a escribir deliberadamente una novela larga. Su método era empezar con un relato corto y, si mostraba señales de querer expansionarse, dejarlo llegar a término. Tal vez era esencialmente un miniaturista." (11)

Leo Lania en su biografía de Hemingway, nos describe el contenido de su primer libro publicado en los Estados Unidos: "El tomo publicado contenía todos los apuntes de la edición parisiense (Tres cuentos y diez poemas) y además diez nuevas narraciones. Estas se alternaban con breves "miniaturas" (in our time) que, a manera de contrapunto, ilustraban el fondo transitorio de las narraciones, técnica igual a la empleada por Dos Passos en su trilogía Manhattan Transfer, puesto que la acción de la novela se veía interrumpida por noticias periodísticas de última hora. E1 libro de Hemingway fue acogido favorablemente por la crítica, pero no tuvo éxito de público. A la editorial le costó gran trabajo desembarazarse de la edición, de 1.300 ejemplares." (12) In Our Time (En Nuestro Tiempo) contiene todas las viñetas del libro anterior, intercaladas entre cuento y cuento, salvo las viñetas "En las últimas horas de una tarde" y En 1919 publicadas como cuentos con los títulos de Un relato muy corto y El revolucionario respectivamente. El orden de los relatos es el siguiente: Campamento Indio, El médico y su mujer, E1 fin de algo, El ventarrón de tres días, E1 peleador, Un relato muy corto, E1 regreso del soldado, El revolucionario, El señor y la señora Eliot, El gato bajo la lluvia Fuera de temporada, Cross Country en la nieve, El viejo, El río de los dos corazones.

"Todos los cuentos y sketches de Hemingway, y otras piezas cortas de ficción han sido publicadas en volúmenes bajo varios títulos. En general estas colecciones son acumulativas, esto significa que cada libro incluye los cuentos del volumen previo y materiales agregados posteriormente. El primero de esos volúmenes fue Three Stories and Ten Poems, impreso por la Contact Publishing Company de Robert McAlmon, en Francia en 1923. E1 pequeño volumen de 32 páginas in our time, publicado por la Three Mountains Press de William Bird, en París en 1924, consiste de una serie de viñetas o sketches, muchos de ellos de menos de una página de largo y la mayoría de ellos tratan de la Primera Guerra Mundial o de incidentes de las corridas de toros. A pesar de que todos los relatos tratan acerca de la guerra y la violencia, su título es irónico; y es tomado de la oración en el Book of Common Prayer, Give peace in our time, 0 Lord." (Danos la paz en nuestro tiempo, Oh Señor). La versión Norteamericana de In Our Time publicada por Boni and Liveright en 1925, incluye las viñetas, dos cuentos de Three Stories and Ten Poems, y diez nuevos cuentos."(Traducción hecha del Barron's simplified approach to Hemingway por Donald Heiney, Woodbury, N.Y., Cap.3. "The Stories").

The Torrents of Spring.

Hemingway quería poner las cosas en orden, pagar sus cuentas, liberarse del lastre de las "influencias". En el otoño de 1925, después de haber pasado una velada discutiendo con John Dos Passos el último y pésimo libro de Sherwood Anderson, Risa negra, escribió en pocos días Torrentes de primavera.

"Hemingway estaba desilusionado, pero no desanimado. (Debido a la escasa ganancia que obtuvo con In Our Time) Había terminado el borrador de su primera novela. Antes de ponerse a retocarla – tarea que para él representaba siempre un período de concentración especialmente intenso y de sobreexcitación nerviosa -, resolvió olvidarse de su novela por algún tiempo y 'relajarse'; así, escribió en ocho días la pequeña novela The Torrents of Spring, que era una sátira sobre el nivel literario actual. Envió el manuscrito a Liveright el cual se lo devolvió a las pocas semanas.

Hemingway podía haber previsto esta devolución. En The Torrents of Spring no sólo se burlaba de Mencken y Gertrude Stein, sino que además parodiaba el estilo de Sherwood Anderson y su 'autoctonismo'."

Hemingway estaba empezando a reclamar su independencia de los maestros, ya estaba alcanzando su "mayoría de edad", y quería probar sus conocimientos.

"Anderson era el escritor estrella de Liveright. Fue una buena especulación. Torrents of Spring no constituyó ciertamente un gran éxito y sólo dio lugar a que Anderson y Gertrude Stein rompieran su amistad con Hemingway. Pero la gran novela que entretanto se estaba retocando, The Sun Also Rises – y que hizo célebre a Hemingway de la noche a la mañana -, puso la primera piedra en su carrera literaria y abrió un nuevo período en la literatura norteamericana." (13)

En París era una fiesta Hemingway habla escuetamente de la parodia que hace a Sherwood Anderson en Torrentes de Primavera: "Los cuentos de Anderson eran demasiado buenos para que resultara un acierto tomarlos como tema de conversación.(…) Cuando al fin él se descolgó con una novela llamada Dark Laughter, tan atrozmente mala y boba y afectada que no pude contenerme y la parodié en Torrentes de primavera, Miss Stein se enfadó de verdad. Yo había atacado a alguien que formaba parte de su escenografía." (p.35.)

Hemingway había realizado un arduo aprendizaje, en los años parisinos, había producido Tres cuentos y diez poemas, in our time, In Our Time, Torrents of Spring, y tenía que graduarse, escribiendo su historia y la de su generación: The Sun Also Rises.

"En el verano de 1924, Hemingway fue a Pamplona para las fiestas de san Fermín y asistió a las seis corridas de toros de la feria. Este es el viaje que describe en Fiesta, pero con muchos cambios para hacerlo más real que la realidad misma." Así comienza la presentación que hace el editor americano de The Sun Also Rises, en el Prólogo.

The Sun Also Rises viene originalmente de una experiencia autobiográfica la cual Hemingway ha convertido totalmente en una ficción, alterando nombres, incidentes, relaciones, y sobre todo el conflicto básico de la situación.

"Todos los que vivieron en París en esa época reconocerán a muchos personajes: Donald Ogden Stewart (el gran entusiasta de los animales disecados) y Harold Stearns (el hombre siempre un poco falto de valor, por no mencionar a Ford Madox y a otros); sus diálogos están reproducidos con tal exactitud que nos produce la impresión de estarlos oyendo hablar con sus distintos tonos de voz. Pero es conveniente no confundir los personajes de la novela con los de la vida real, porque Hemingway ha seleccionado, cambiado y combinado sus aventuras.

Veamos, por ejemplo, al joven torero. Su nombre, Pedro Romero, es el de un famoso matador que – según se dice en Muerte en la tarde -, 'mató recibiendo a 5.600 toros, y murió en su cama a la edad de noventa y cinco años'. Sin embargo, el tipo parece basado en el Niño de la Palma en su primera temporada de matador, con el nombre de Maera. (Este es el protagonista del cuento E1 Invicto). Este murió de pulmonía, una enfermedad muy corriente entre los toreros. El Niño de la Palma fue maravilloso en su primer año, pero después sufrió una grave cogida y no volvió a recobrar su valor." (14)

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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