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Ernest Hemingway y la generación perdida. Un ensayo sobre Paris era una fiesta (página 5)

Enviado por catb64


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Después de estos acontecimientos su primera reacción, fue escribir un artículo para el Toronto Star Weekly: "Bull Fighting Is Not a Sport It Is a Tragedy". October 20, 1923. "Las vivencias de Pamplona no sólo fueron tema de este artículo ( . . . ) sino la base de su primera novela: The Sun Also Rises (El sol volvió a brillar), conocida en castellano como Fiesta, cuya aparición fue un acontecimiento literario que lo sacó del anonimato y le ganó el reconocimiento del público y la crítica a la rara edad de 27 años. Un reconocimiento que antes había sido expresado por grandes escritores de la época. Ezra Pound lo presentó a Ford Madox Ford como: 'El mejor estilista en prosa del mundo'.(…) Pero volviendo a la temporada española del 23. Se dice que Hemingway presenció ese año unas 60 corridas desde San Sebastian a Granada. Muchas, para un recién iniciado que, a destajo, se ganaba la vida en París desempeñando oficios como el de corresponsal de prensa (free lance), Sparring de boxeadores y en ocasiones cazando palomas en los parques para poder comer." (15)

Después de un trabajo intenso con el manuscrito de la novela, "A fines de abril de 1926 puede enviar a Scribner's el manuscrito ya corregido de Fiesta. Unos días después sale para España y desde Madrid escribe a sus padres diciéndoles, como de pasada, que aquel día ha ido a misa, noticia que los sumió en el mayor estupor y que tardarían meses en poder comprender. Por fin el 22 de octubre se publicaba la tan esperada novela The sun also rises, que llamaremos siempre, como es tradición en nuestra lengua por el título de la edición inglesa, Fiesta, ante la imposibilidad de traducir de una manera que no sea desoladoramente trivial el oritur sol de la Vulgata "

Este título está tomado del capítulo primero, versículo quinto del Eclesiastés: "Pasa una generación y viene otra, pero la tierra es siempre la misma. Sale el sol, pónese el sol y corre con el afán de llegar a su lugar, de donde vuelve a nacer." La primera edición llevaba como epígrafe la famosa expresión de Gertrude Stein sobre la "generación perdida" y contenía la siguiente dedicatoria: "Este libro está dedicado a Hadley y a John Hadley Nicanor".(16) El origen del nombre puesto al hijo de Hemingway, lo hemos trabajado con anterioridad.

Fernanda Pivano nos da su versión del origen de The Sun Also Rises: "Pero la verdadera historia de Fiesta se desarrolló durante el cuarto viaje de Hemingway a España, cuando fue a Pamplona en junio de 1925. A juzgar por las inflamadas cartas de aquellos meses, entre el tercero y cuarto viaje hubo una trifulca con Ford Madox Ford (Ford acusaba a Hemingway de publicar a demasiados amigos suyos en la trasatlantic review), que ocasionó la cesión de la revista a un financiero amigo de Hemingway.(…)

En junio de aquel 1925, Hemingway fue con Hadley a Pamplona una semana antes de la Feria de San Fermín del 7 de julio, porque pensaba ir a Burguete a pescar truchas; allí debería encontrarse más tarde con Bill Smith, Donald Ogden Stewart, Harold Loeb y con la bella Lady Duff Twysden y Pat Guthrie.(…) Estos dos últimos, acompañaban a Hemingway en el Dingo cuando Scott Fitzgerald lo conoció.

E1 nuevo mundo de Hemingway estaba ya completamente formado, puesto que además, la compañera de Loeb, la bailarina Kitty Cannel, en 1925 había presentado a Hemingway a Pauline y a Virginia Pfeiffer: Pauline, que trabajaba para la edición francesa de Vogue, rica y elegante en la misma proporción en que Hadley era sencilla y modesta, había puesto en seguida sus ojos en Hemingway con resultados dramáticos para Hadley, quien tuvo que ver cómo lenta pero inexorablemente le quitaba el marido." (17)

Hemingway cuenta la seducción o artimaña, que le hizo perder su matrimonio, y ser contaminado por los ricos: "Consiste en lograr que una joven soltera se convierta por un tiempo en la mejor amiga de otra joven que está casada, que se ponga a convivir con la esposa y con el marido, y que, inconsciente e inocente e implacablemente, inicie una maniobra para casarse con el marido." (p.l95.)

El fin de una fiesta, de un idilio, la ruptura.

¿Qué representa Fiesta para su generación, para Hemingway, y dentro de su obra en general?. Veamos lo que Allen Josephs e Hemingway y la Tradición Hispánica, propone como tema para discusión: "¿Cómo podemos entender Fiesta que es una especie de novela de costumbres de la llamada generación perdida, sin tener en cuenta que la fiesta de San Fermín forma el centro de la novela, y sin entender que el núcleo de ese centro se encuentra en la gran faena que Pedro Romero hace con su segundo toro? ¿No es cierto que los personajes se miden precisamente a base del toreo? En el tiempo sagrado de la fiesta – tiempo mítico, tiempo eternamente presente, tiempo fuera del tiempo, en términos de Octavio Paz– vemos el misterio del sacrificio del toro en el centro del ruedo. (…) Fiesta era, como dijo Hemingway, una tragedia maldita, la tragedia de su propia generación encarcelada en la historia, irremediablemente perdida en el tiempo profano. Fiesta, su primera, su más fina, y su más profunda novela, es la tragedia de la caída de gracia primordial del hombre moderno, y una admonición profética para nuestra edad tan radicalmente secular y antiespiritual. Pero, ¿cómo entender todo esto sin entender que el toreo constituye el eje moral y ético de la gran novela?".(18) A1 finalizar la Fiesta, "(…) cuando el grupo se disolvió y Hemingway fue a Madrid ( donde vio a Belmonte que sufrió una cornada y a Cayetano Ordóñez, cada vez mejor torero y cada vez más pendiente de Hadley a quien dedicaba la oreja del toro lidiado y otros honores), ya estaba escrito el primer capítulo de Fiesta, cuyo héroe fue Ordóñez-Niño de la Palma y en el que se movían ya con su nombre definitivo Jake Barnes y Bill Gordon, y una Lady Brett Ashley claro retrato de la Lady inglesa.

Había nacido el famoso libro. En agosto, cuando Hemingway regresó a París, estaba ansioso por continuarlo; un mes después de volver a París escribía la escena final. Era su primera novela y la acabó con fecha 21 de septiembre de 1925." (19) Hemingway tenía 26 años.

Hemingway estaba trabajando frenéticamente en su primer libro, mientras que Scott Fitzgerald estaba cayendo en plena decadencia y destruyendo su talento con innumerables borracheras, a pesar de haber escrito y publicado The Great Gatsby, y esto es lo paradójico de la situación.

Hemingway se refiere así al período en que estaba escribiendo Fiesta, en París era una fiesta de esta manera: "Nosotros pasamos el verano en España, donde empecé una novela, y terminé el borrador tras la vuelta a París, en septiembre.(…) En aquel otoño de 1925, le dolió (a Scott Fitzgerald) que yo no le dejara leer el primer manuscrito de mi novela, The Sun Also Rises (Fiesta). Le expliqué que la intención de la obra no se veía todavía, que tenía que revisarla y volver a escribirla, y que en tanto no lo hubiera hecho no quería comentarla con nadie, ni que nadie la viera. Me fui con mi mujer a Schruns, en el Vorarlberg de Austria, en cuanto cayó allí la primera nevada.

Allí volví a redactar la primera mitad de mi manuscrito, y si no recuerdo mal la terminé en enero. Me la llevé a Nueva York y se la entregué a Max Perkins, de la editorial Scribner's, y volví a Schruns y acabé de revisar el libro. Cuando Scott lo leyó, el manuscrito definitivo, una vez hechas todas las correcciones y supresiones, había sido ya remitido a Scribner's: esto ocurrió a fines de abril." (pp.170-171).

Pero hablemos de Fiesta ¿de qué trata?: "El argumento es muy sencillo. Lady Ashley huye de París para gozar su aventura con un nuevo amante, pero, como es habitual en su ambiente, va acompañada de otros hombres: un joven hebreo de Princeton que no puede apartarse de ella a pesar de que la relación ya está terminada, y el narrador que, inválido a consecuencias de la guerra, desempeña el papel de observador desinteresado. Pero en España lady Ashley impone su amor a un joven torero, dejando a los norteamericanos que sirvan de espectadores inquietos. Después de haber destruido la capacidad combativa del torero a fin de satisfacer su exigente y vanidosa pretensión de continuas atenciones, la mujer cambia de idea de repente y parte de improviso a Inglaterra para reconciliarse con su prometido, con quien habrá de casarse en último término, muy arrepentida de haberlo abandonado.

La novela no es importante por la verosimilitud del diálogo o por la tipicidad de la trama. Con el personaje de lady Ashley, Hemingway nos presenta el estudio de carácter más profundo que haya realizado en toda su carrera de escritor: en este retrato describe a fondo la estructura de la personalidad de la generación de posguerra. Acaso por ser la protagonista una mujer, el escritor se siente más libre para contemplar detenidamente este carácter en lo que tiene en común con sus personajes masculinos y con él mismo." (20)

"Los 'ricos' infaltablemente atraídos, como él mismo lo señala por la felicidad y el éxito de la otra gente, intentaban acapararlo y él se defendía lo mejor posible de ese intento. Sobre todo Pauline Pfeiffer, corresponsal de Vogue en París y muy ligada a su mujer, lo atraía y se había insinuado terriblemente en la pareja. La 'fiesta' terminó así, en la melancolía de un divorcio contra el cual, parece, Hadley no protestó y se esforzó en comprender. 'Tatie' sabía que iba hacia otra cosa que no era la felicidad verdadera, pero que sentía indispensable." (21)

Después de haberse liberado de la opción con Liveright, y publicar Fiesta con Scribner, Hemingway se dirigió a Schruns, lugar al que también fue Pauline decidida a conquistar al marido de Hadley.

En Schruns Pauline se hizo muy amiga de Hadley y se entregó a la seducción abiertamente.

En París era una fiesta: "Tuve que dejar Schruns e ir a Nueva York para ponerme de acuerdo con los editores. Una vez listo el asunto de Nueva York volví a París con el propósito de tomar el primer tren que saliera de la Gare de l'Est para Austria. Pero la chica de quien me había enamorado (Pauline) estaba entonces en París, y no tomé el primer tren, ni tampoco el segundo ni el tercero." (p.l95.)

En Nueva York Hemingway actuó como agente de sí mismo. Frecuentó los bares donde se bebía en exceso, como ya lo había hecho en Pamplona. El viaje de vuelta lo hizo en barco, y en lugar de ir a Schruns donde estaba su esposa, se quedó algunos días en París con Pauline, quien había logrado su objetivo. "La ruptura con Hadley ya era un hecho consumado ." ( 22 )

John Dos Passos recuerda el período de Fiesta así: "Yo no estaba en Pamplona el año de la primera gran reunión que le dio a Hem la idea para The Sun Also Rises, pero estuve allí en agosto del año siguiente. Nos alojamos todos en el Hotel La Perla.

Hem era el blanco de todos los ojos. Había una inglesa con un título nobiliario, que se las sabía todas y a quien conocíamos como Duff. Hadley era todavía la mujer de Hem, pero tengo la impresión de que las Pfeiffer, Pauline y Jinny formaban parte del grupo. Había un oficial del ejército inglés al que llamábamos Chink. Y Don Stewart, Bill Bird y su esposa y un amigo suyo llamado George O'Neil. También estaba Robert McAlmon.(…) Todo el mundo tenía que ser muy hombre con los toros. Había que correr delante de ellos cuando los llevaban a la plaza; había que meterse en el corral mientras los examinaban las autoridades. En la capea, se soltaba a los toros entre el público que llenaba el redondel." (23)

"El 22 de octubre de 1926, mientras se desarrollaban los trámites legales para el divorcio de Hadley, salió Fiesta y en dos meses vendió 7.000 ejemplares (sólo en aquel año vendería 23.400). Dos años después, (. .) Hemingway dijo que lo había escrito en seis semanas, lo había dejado reposar tres meses y lo había redactado de nuevo en otros tres meses. (…) Las recensiones atacaron a los protagonistas como 'moralmente sórdidos', etiquetando a Hemingway como exponente de la Lost Generation de Gertrude Stein, también gracias al epígrafe del libro, que decía: "Sois todos una generación perdida. Gertrude Stein en una conversación'." (24)

Las puertas de una nueva vida, se habían abierto para Hemingway. La oscuridad y la pobreza habían quedado atrás. Pero también había perdido a su primer amor, la libertad del artista y la felicidad real.

X. Las criticas de Edmund Wilson

La primera referencia crítica.

Hemingway no se llevó muy bien con los críticos en general. Pero consideraba a Wilson, el mejor crítico literario del momento. Gracias a Little Review llegaron a sus manos, los primeros escritos de Hemingway.

Fue Wilson quien lo consideró un prosista de primera pero no un buen poeta.

"El 21 de octubre de 1923 apareció la siguiente nota de Burton Ras- Coe en la columna titulada A Boolcnan's Daybook en la edición dominical del Tribune de Nueva York, en donde Ras Coe ejercía la crítica literaria: (…) Wilson me llamó la atención sobre un material muy divertido de Ernest Hemingway aparecido en la última edición de Little Review (Esta colaboración era in our time y comprendía seis de las pequeñas viñetas que luego aparecieron en dos libros del mismo título y de un poema satírico en prosa titulado 'They Made Peace-What is Peace?') Galantiére me envió un ejemplar de Three Stories and Ten Poems, publicado en París diciendo que me interesaría pero aún no he tenido tiempo de leerlo." (1)

Hemingway le escribe una carta a Edmund Wilson el 11 de Noviembre de 1923, trabajaba en un periódico en Canadá. En ella Hemingway habla de su primer libro Tres cuentos y diez poemas.

Hemingway reconoce que es un desconocido y sus libros nada imponentes. Recrimina a Rascoe, quien después de varios meses aún no había leído el ejemplar que Galantiére le envió. Dice que el libro podría leerse completo en hora y media.

La editorial que publicó su primer libro, Contact Publishing Co. es idea de McAlmon, y también ha publicado a William Carlos Williams, Mina Loy, Marsden Hartley y al propio McAlmon.

Hemingway desea que el libro le guste a Wilson, y le pide los nombres de cuatro o cinco personas para enviarle ejemplares, a fin de conseguir algún comentario bibliográfico. Es extraño para un lector de esta época leer una carta de Hemingway pidiendo reseñas criticas, ya que al obtener la fama y el éxito, los críticos se convirtieron en sus principales enemigos.

"Escribí un comentario sobre in our time y Three Stories and ten Poems, que se publicó en Dial en octubre de 1924. Aunque no tiene por sí mismo demasiado interés estoy orgulloso de él porque es, por lo que sé, la primera crítica sobre Hemingway que apareció impresa. (Desde que este articulo fue escrito me he enterado que mi comentario no fue el primero. Un comentario anterior, firmado M.R. apareció en abril de 1924 en un número de The trasatlantic review, publicada en París por Ford Madox Ford.)". (2)

"Las Puntas secas de Mr. Hemingway". La primera critica importante: Three Stories and Ten Poems. Por Ernest Hemingway. l2mo. 58 páginas. Contact Publishing Company. París. US$ 1.50. In Our Time. Por Ernest Hemingway. l2mo. 30 páginas. The Three Mountains Press, París. US$ 2. (Edmund Wilson, "Mr.Hemingway Dry-Points", Dial,77, octubre, 1924, pp.340-341.)

(…) La característica de esta escuela reside en la ingenuidad del lenguaje que frecuentemente pasa al coloquialismo del personaje del que se trata y que sirve

en realidad para transmitir emociones profundas y complejos estados mentales. Es un notorio progreso de la prosa norteamericana -n oposición a los más o menos exitosos logros norteamericanos en el estilo tradicional de la prosa inglesa- que en sus mejores momentos se justifica artísticamente como una límpida flecha arrojada a las aguas profundas." (3)

Haciéndose un nombre.

Otra crítica que hace Wilson de los primeros trabajos de Hemingway la encontramos en "Hemingway: Medida del espíritu" perteneciente a la colección de ensayos sobre literatura, titulado La Herida y el Arco: In Our Time, de Ernest Hemingway, fue un libro singular y original. Guardaba la apariencia de una miscelánea de historias y fragmentos, pero de hecho las partes tenían cohesión y provocaban un efecto definido. Había dos series diferentes de fragmentos que se alternaban entre sí: uno, un conjunto de bocetos breves y brutales de ataques policíacos, momentos críticos de corridas de toros, ahorcamientos de criminales e incidentes de la guerra (viñetas); y el otro, un conjunto de cuentos cuya secuencia principal trata del crecimiento de un muchacho estadounidense recortado sobre el paisaje idílico de Michigan, aunque se intercalaban también escenas de soldados estadounidenses que vuelven al hogar. Parece haber sido la intención de Hemingway – en In Our Time– que la guerra diera la clave del todo. La sangre fría de las batallas y las ejecuciones impresiona en contraste con la delicadeza y el candor del muchacho que se encuentra como en su casa en Estados Unidos; al poco tiempo el muchacho aparece en Europa en una de las viñetas intermedias como soldado del ejército italiano, herido en la columna vertebral por el fuego de una ametralladora y tratando de hablar con un soldado moribundo:(…)". (4)

En el artículo "Las Puntas Secas de Mr.Hemingway", Wilson habla de manera convincente de las viñetas de in our time: "(…)detrás de la fría forma objetiva constituye un horripilante registro de las barbaries de la época en que vivimos: no sólo las ejecuciones políticas sino el ajusticiamiento de criminales, corridas de toros, asesinatos cometidos por la policía y las crueldades y horrores de la guerra. Hemingway permanece imperturbable cuando nos cuenta estas cosas: no es un propagandista, ni siquiera de lo humanitario. Sus bocetos sobre las corridas de toros tienen la seca agudeza y la elegancia de las litografías sobre la corrida de Goya. Y como a Goya lo preocupa en primera instancia hacer un buen cuadro. Demasiado orgulloso como artista para simplificar en interés a las pretensiones convencionales, muestra la vida tal como es. Y me inclino a pensar que su librito tiene más dignidad artística que cualquier otra cosa sobre el período de la guerra que haya sido escrita hasta ahora por un norteamericano." (5)

Edmund Wilson finaliza su comentario hablando de la presentación de in our time: "(…) tiene una bonita y divertida tapa realizada con recortes de noticias de diarios. La única objeción que debo hacer es que los títulos están escritos sin mayúsculas – es decir, 'en nuestro tiempo por Ernest Hemingway-parís'-. Este truco que tuvo cierto efecto cuando los modernistas comenzaron a usarlo para llamar la atención sobre la novedad de lo que ofrecían, se ha convertido ahora en una molestia." Esta crítica fue publicada en Octubre de 1924 cuando Hemingway tenia 25 años. Una muestra de sorprendente madurez a una edad tan corta.

En el año 1925 Hemingway había conseguido su oportunidad. Edmund Wilson muestra a Scott Fitzgerald, antiguo compañero suyo en Princeton, los relatos y las viñetas de los dos volúmenes de Hemingway que habían sido publicados en París. Fitzgerald quedó muy impresionado, por lo cual recomienda a Maxwell Perkins que escriba a Hemingway. Perkins era el director de la editorial Scribners de Nueva York, la misma que había publicado las obras de Scott Fitzgerald.

Las respuestas y explicaciones que da el joven autor poco conocido, a uno de los críticos más serios del momento, aunque aún no había sido reconocido como el máximo crítico literario de Norteamérica, son realmente dramáticas y hasta conmovedoras: "Tiene mucha razón sobre la falta de mayúsculas – que a mí me pareció muy tonto y afectado- pero Bird lo puso así y como él mismo estaba imprimiendo In Our Time y era toda la diversión que podía permitirse pensé que podía hacerlo y ser un reverendo idiota a su manera si eso era lo que quería. Mientras no se hiciera el loco con el texto. Me alegra enormemente que le haya gustado."(6) A continuación Hemingway da noticia sobre su vida en la 113 Rue Notre Dame des Champs, París VIII, el 18 de octubre de 1924: "Hemos estado viviendo muy tranquilos, trabajando fuerte, fuera de un viaje a España, Pamplona, donde nos divertimos mucho y aprendí un montón sobre corridas de toros, la parte de adentro de la escena del ruedo. Tuvimos muchísimas aventuras menores.

He trabajado como loco la mayor parte del tiempo y creo que el material va mejor. Terminé el libro de 14 cuentos con un capítulo de in our time entre cada cuento – de esta manera es como debían ir- para dar el cuadro de la totalidad mientras se las examina en detalle. (…) Probablemente pasemos todo el invierno en París. No hay bastante dinero para irse. E1 bebé está muy bien y fornido. Hadley trabaja con el piano. Ella le envía muchos recuerdos a usted y a Mrs. Wilson." (7)

"Espero que esté usted bien y que pase un buen invierno. Me gustaría saber de usted. Me gustó mucho la reseña. La encontré desapasionada, inteligente, decente, objetiva y simpática. ¡Dios, cómo detesto estas referencias personales! ¿Se acuerda de mi carta desde Toronto solicitando comentarios y publicidad? Y cuando los obtuve, me enfermé.(…) Usted es el único crítico que soy capaz de leer cuando reseña un libro que ya he leído o conozco. Puedo leer a casi cualquiera cuando escriben sobre algo que desconozco." (8)

Hemingway ya estaba preparado para la gran aventura de crear un mito, Georges-Albert Astre en "Un Americano en París" nos dice lo siguiente: "Cuando en 1927 regresó a los Estados Unidos, el camino frente a él estaba despejado. París seguía siendo referencia estable, protectora; un lugar para volver a reencontrar todas las veces que fuera necesario, ya que, dice, para terminar París era una fiesta: 'París valía siempre la pena, y siempre se recibía algo a cambio de lo que uno daba'." (9)

Hemingway ha cumplido el último requisito para considerarse escritor, someter su trabajo al juicio de un crítico severo como Edmund Wilson, con lo cual comienza su carrera de escritor profesional.

Conclusiones

La experiencia parisina de Hemingway, fue uno de los acontecimientos más importantes en su vida. Aprendió sobre arte, literatura y sobre la escritura. Leyó y siguió los consejos de grandes maestros tanto vivos como muertos – Tolstoy, Turguenev, Chejov- "los Rusos" que no eran del agrado de su amigo y profesor Ezra Pound.

Gertrude Stein quien lo tomó como discípulo, corrigió y enseñó a Hemingway su afición por las corridas de toros, y bautizó a toda una generación de escritores, como "la generación perdida".

Hemingway aprendió con Ford Madox Ford la responsabilidad de dirigir una revista como Trasatlantic review, donde pudo retribuir en algo las lecciones que le dieron sus maestros, publicándolos y corrigiendo o transcribiendo sus trabajos para poder editarlos en la revista, a riesgo de hacer quebrar la revista.

En París Hemingway aprendió también la responsabilidad de ser padre y cabeza de familia, y supo compartir estas obligaciones con la vocación de escritor. Tuvo grandes amigos y vivió con ellos momentos inolvidables.

Consiguió y desarrolló los temas sobre los que trabajaría en sus mejores obras: The Sun Also Rises, Muerte en la tarde, in our time (sus primeros trabajos donde comienza a desarrollar el tema de las corridas de toros), In Our Time, Tres cuentos y diez poemas su primer libro, compuesto con el material que sobrevivió a la pérdida de sus manuscritos de aprendiz en la Gare de Lyon), y finalmente París era una fiesta.

Hemingway aprendió y aplicó lo aprendido en París con provecho. El producto de estas enseñanzas, lo reconoció tempranamente Edmund Wilson, en las críticas que hizo a sus primeros libros.

En obras de diferente tipo aparecen reflejados los años que vivió en París, como por ejemplo: Las Nieves del Kilimanjaro, donde Harry, un escritor que está moribundo por una gangrena en la pierna, recuerda sus primeros años en París, y se lamenta por no haber escrito nada de eso. En Islas en el Golfo, el pintor Thomas Hudson, recuerda hablando con sus hijos, el tiempo en que era un joven pintor y vivía en París junto a su joven esposa y su primer hijo.

En The Sun Also Rises, todas las experiencias del periodista Jake Barnes y sus amigos en París, son las de Hemingway y "la generación perdida". Las descripciones que hace Hemingway en The Sun Also Rises de París, son comparables a las de París era una fiesta.

En la obra Muerte en la tarde, Hemingway demuestra que se ha convertido en un experto aficionado a las corridas de toros, gracias a un consejo tomado de Gertrude Stein.

En la novela de no ficción Las verdes colinas de Africa, Hemingway siendo ya un gran escritor y cazador, recuerda al joven poeta, que escribía poemas obscenos para revistas alemanas, y que vivía en París.

Y sobre todo en el libro más autobiográfico de Hemingway, París era una fiesta, donde hace un balance de sus años en París, de lo aprendido y vivido, cuando era apenas un joven reportero y estaba entrenándose en el oficio de escribir, tiempo en el que se consideró muy pobre y muy feliz.

Hemingway fue un artista, hasta que – según él- fue corrompido por los ricos, tal como le había pasado a su compañero de generación Scott Fitzgerald, un joven y brillante escritor, que se dejó seducir por el encanto de los ricos y su mundo, por la facilidad de escribir para las revistas, y que se abandonó luego al alcohol y a la mediocridad, cosa que Hemingway siempre trató de evitar, éste aunque muy duro fue otro de los aprendizajes que hizo Hemingway en París.

Pero Hemingway se apartó de la mujer que lo ayudó modestamente a convertirse en escritor; Hadley Richardson, y se casó con Pauline Pfeiffer, paradójicamente la mejor amiga de Hadley. Hemingway se dejó seducir por la joven Pauline que era rica, elegante y aduladora, el primer matrimonio de Hemingway se vino abajo.

La novela The Sun Also Rises, fue el producto final de esa etapa, sus libros preliminares fueron la preparación para dar el salto (In Our Time, y la parodia Torrents of Spring) que lo convirtieron de ser el pobre y feliz escritor que protagoniza París era una fiesta, al rico y famoso autor de The Sun Also Rises, divorciado y casado con la hermosa y adinerada Pauline Pfeiffer, quien nos recuerda – tal vez porque están calcadas en ella- a Helen la mujer de Harry, en Las nieves del Kilimanjaro, a P.a.M. de Las verdes colinas de Africa, o a la despiadada mujer de "The Short Happy Life of Francis Macomber".

Los maestros de Hemingway en París; Ezra Pound, Gertrude Stein, James Joyce y Ford Madox Ford, mostraron al joven y aprovechado estudiante Hemingway, las nuevas posibilidades de la prosa inglesa.

París era una fiesta es un libro-testimonio de agradecimiento y critica a sus maestros, un exorcismo, un arreglo de cuentas póstumo, una muestra de su teoría del Iceberg, donde se omitieron muchas cosas, tratando de mantener a flote una pequeña parte pero sustentada con una base ocho veces mayor a lo que está en la superficie, para que el lector lo adivine.

París es una fiesta, es después de The Sun Also Rises uno de los mejores libros que escribió Hemingway, a pesar de ser de la última etapa de su vida, y sentir que se le iban las fuerzas como al viejo Santiago de El Viejo y el mar, pero que debía continuar la lucha.

Sabemos que Scott Fitzgerald lo ayudó en las labores editoriales con Scribner's Sons, Ford Madox Ford lo encargó de una revista literaria, y por último but no least, los consejos y ayuda de Gertrude Stein y de uno de los más importantes escritores de su generación, el poeta Ezra Pound, de cuya amistad salió ilustrado y corregido, quien revisó sus trabajos como un profesor de redacción, y tacha – al igual que hizo con Eliot– todo lo que estaba de más en sus primeros trabajos, además de conseguir que se los publicaran, en las revistas donde tenía alguna influencia, una deuda casi imposible de pagar.

Hemingway obtuvo las críticas favorables de Edmund Wilson, el único crítico norteamericano en el que Hemingway confiaba.

En París Hemingway publicó sus primeras obras, Tres Cuentos y diez poemas (1923) e in our time (1924), vivió con su primera mujer y tuvo su primer hijo, la experiencia más importante en la vida de un hombre, ser padre, rol que supo desempeñar junto al de escritor "puro" consagrado al arte.

Hemingway al final de su vida, agitada y azarosa, llena de aventuras, agotado y consagrado con el Premio Nobel de Literatura, hace un balance de lo que ha vivido; las guerras, las cacerías en Africa, la pesca de altura en Cuba y Key West, las mujeres con las que vivió y los países que visitó, las corridas de toros y su afición a los deportes, y de todas sus experiencias consideró que la más importante, la más real y significativa fue la etapa en que vivió en París, y estaba aprendiendo el oficio de escritor.

Hemingway estaba escribiendo al final de su vida (1960), tal vez buscando la vitalidad y fuerza de su juventud, un largo reportaje sobre corridas de toros, titulado El Verano Peligroso, que no demuestra el verdadero talento de Hemingway, y que fue publicado por entregas en la revista Life, y que para un escritor de su talla deja mucho que desear. Fue publicado póstumamente en forma de libro, al igual que París era una fiesta, pero la diferencia en la calidad de ambos trabajos es notoria.

¿Por qué un reportaje sobre las corridas de toros y un libro de memorias, sobre sus años de París?, obviamente porque pensaba que los años en que escribió The Sun Also Rises (Fiesta), fueron los más importantes, productivos y llenos de vitalidad.

Hemingway al sentirse viejo y enfermo, aunque era famoso y rico, buscaba a un año de su trágica muerte, volver a las fuentes de su juventud, recordaba sus primeros años de escritor cuando "éramos muy pobres y muy felices".

Para Hemingway París no se acaba nunca, porque París siempre valía la pena. Esta fue la única etapa de su vida, en que no tuvo que asumir una máscara, en que realmente fue feliz. Recordemos el epígrafe que utiliza para la presentación de París era una fiesta, y tendremos en pocas líneas todo su significado: "Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará adonde vayas, todo el resto de tu vida, ya que París es una fiesta que nos sigue."

Notas

UNA PRESENTACION NECESARIA.

  • (1) Pivano Fernanda, Hemingway, Barcelona, Tusquest Editores º S.A.,1986. pp.55-56.
  • (2) Pivano, op.cit.p.266.
  • (3) Fuentes Norberto, Hemingway en Cuba, Ciudad de La Habana,l984,p.516.
  • (4) Pujol Carlos, "Vida de Hemingway" en El Viejo y el mar, Planeta, Barcelona, p.234.
  • (5) Hemingway Ernest, París era una fiesta, Valencia, Circulo de Lectores, S.A., 1987. "Nota" p.9.
  • (6) Burgess Anthony, Ernest Hemingway y su mundo, Madrid, Ultramar Editores, S.A., 1950, p.l38.
  • (7) Fuentes, op.cit.p.452.
  • (8) Vargas Llosa Mario, "La Fiesta compartida", prólogo de París era una fiesta, p.VIII.
  • (9) Quiñones Fernando, en "Cuadernos Hispanoamericanos" (Madrid), (De la solapa de París era una fiesta, Barcelona, Editorial Seix Barral, S.A.)

INTRODUCCION.

  • (1) Saporta Marc, La Novela Norteamericana, Madrid, Ediciones Jucar, 1976, p.l97.
  • (2) Astre Georges-Albert, "Un americano en París", en Balance de Hemingway, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo, S.A.,1973, p.49.
  • (3) Hemingway, op.cit.p.87.
  • (4) Hoffman Frederick, La Novela Moderna en Norteamérica,1904-1950, Barcelona, Editorial Seix Barral, S.A.,1955, p.97.
  • (5) Saporta, op.cit.p.I94.
  • (6) Brown John, Panorama de la literatura norteamericana contemporánea, Madrid, Ediciones Guadarrama, S.L., 1.956, p.99.
  • (7) LeVot André, Scott Fitzgerald, Barcelona, Editorial Argos Vergara S.A., 1981, p.l95.
  • (8) Saporta, Ibid.
  • (9) Astre Georges-Albert, op.cit.p.4l.

I. ¿UNA GENERACION PERDIDA O GANADA PARA LA POSTERIDAD?.

  • (1) Plimpton George, "Una entrevista con Ernest Hemingway", en Balance de Hemingway, p.49.
  • (2) Curtis Jean-Louis, "El estilo y el hombre", op.cit.p.96.
  • (3) Plimpton, op.cit.p.75.
  • (4) Astre, op.cit.p.5l.
  • (5) Curtis, op.cit.p.97.
  • (6) Plimpton, op.cit.pp.79-80.
  • (7) Plimpton, ibidem.
  • (8) Astre, op.cit.p.53.
  • (9) Astre, ibidem.
  • (10) Astre, op.cit.p.50.
  • (11) Brown John, "Una vida legendaria", en Balance de Hemingway, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo, S.A.,p.23.

II. EL PARIS DE LOS AÑOS 20.

  • (1) Brown John, op.cit.p.22.
  • (2) Astre Georges-Albert,op.cit.p.43.
  • (3)Singer Kurt, Ernest Hemingway, su vida y sus amores, México, Editorial Diana, S.A.,1961, pp.80-82.
  • (4) Singer, ibidem.
  • (5) Traducción de un fragmento de París era una fiesta en Hemingway de Anthony Burgess, Barcelona, Salvat Editores, S.A.,1984, p.l93.

III. AÑOS DE APRENDIZAJE Y FORMACION.

  • (1) Hemingway Ernest, París era una fiesta, Valencia, Círculo de Lectores, S.A., 1987, p.l24.
  • (2) Hemingway, ibidem.
  • (3) Hemingway, op.cit.p.l25.
  • (4) Wilson Edmund, Crónica Literaria; Barcelona, Breve Biblioteca de Respuesta, Barral Editores; S.A.; 1971, p.l25.
  • (5) Hoffman, op.cit.p.l05.
  • (6) Hoffman, op.cit.p.ll4.
  • (7) Hoffman, ibidem.
  • (8) Fornaro Milton, "Hemingway versus Fitzgerald, Las relaciones peligrosas", Montevideo, El País Cultural, Ciencias, artes y letras, No47, septiembre de 1990, pp.l-3.
  • (9) Saporta Marc, Historia de la Novela Norteamericana, Madrid, Ediciones Jucar, 1976, p.l98.

IV. REFLEJO DE ESTE PERIODO EN OTRAS OBRAS.

  • (1) Lania Leo, Hemingway, biografía ilustrada, Barcelona, Ediciones Destino, I963, p.98.
  • (2) Fornaro, ibidem.
  • (3) Hemingway Ernest, Relatos, Barcelona, Luis De Caralt Editor, Libros Reno, 1965, pp.252-254.
  • (4) Hemingway, ibidem.
  • (5) ibid.
  • (6) Brown, op.cit.pp.22-23.
  • (7) Hemingway Ernest, Las verdes colinas de Africa, Barcelona, Luis de Caralt Editor, S.A., 1964, pp.75-76.
  • (8) Fuentes, op.cit.pp.544-545.
  • (9) Fuentes, op.cit.p.554.
  • (10)Kazin Alfred, Una procesión: Cien años de literatura norteamericana, México, Fondo de Cultura Económica, 1987, pp.439-440.
  • (11)Hemingway Ernest, Obras Selectas, Editorial Planeta, Barcelona, Tomo II: Cuentos, Reportajes, Miscelánea, 1975, pp.1160-1161.
  • (12)Hemingway, op.cit.p.1220.
  • (13)Hemingway, Fiesta, La Habana, Instituto Cubano del Libro, Ediciones Huracán, 1971,p.43.
  • (14)Hemingway, op.cit.p.54.

V. UN BUEN GRUPO DE PROFESORES PARA EL JOVEN APRENDIZ.

  • (1) Pérez Gallego Cándido, Literatura Norteamericana, Barcelona, Editorial Planeta, 1975, p.95.
  • (2) LeVot André, Scott Fitzgerald, Barcelona, Editorial Argos Vergara, S.A., 1981, pp.l9M-195.
  • (3) Hoffman, op.cit.pp.97-98.
  • (4) Baker Carlos, "Ernest Hemingway, Un adiós a las armas" en La Novela Norteamericana, compilada por Wallace Stegner, México, Editorial Diana, S.A., 1970, pp.231-233.
  • (5) Pivano, op.cit.pp.92-93.
  • (6) Pivano, ibidem.
  • (7) Hemingway Ernest, En Otro País, Buenos Aires, Editorial Estuario, 1968, p.22.
  • (8) Pivano, ibidem.
  • (9) Pivano, op.cit.p.95.
  • (10) Lania, op.cit.pp.49-51.
  • (11) Hemingway Ernest, París era una fiesta, pp.l06-107.
  • (12) Hemingway Ernest, 88 Poemas, Edición, introducción y notas de Nicholas Gerogiannis, Barcelona, Planeta, S.A., 1982, pp.8-9.
  • (13) Hemingway, ibidem.
  • (14) Straumann Heinrich, La literatura norteamericana en el siglo XX, México, Fondo de Cultura Económica, 1961, pp.206-207.
  • (15) Oliveros Alejandro, Imagen, objetividad y confesión, Caracas, Monte Avila Editores, C.A., 1990, p.31.
  • (16) Iribarren Borges Ignacio, Una revolución literaria y sus autores. Caracas, Monte Avila Editores, C.A., 1980, p.78.
  • (17) Sanguinetti Ignacio, Ernest Hemingway, Madrid, Ediciones Nájera, 1984, p.26.
  • (I8) Hemingway, op.cit.p.9.
  • (19) Pivano, op.cit.p.84.
  • (20) Pivano, ibidem.
  • (21) Hemingway Ernest, Relatos inéditos, Barcelona, Editorial Planeta, S.A., 1989, p.165.
  • (22) Aronoritz Alfred y Hamill Peter, Ernest Hemingway, The life and Death of a man, New York, Lancer Books, INC, 1961, p.68.
  • (23) Hemingway, op.cit.p.l0.
  • (24) Hemingway, op.cit.p.23.
  • (25) Hemingway, op.cit.p.l63.
  • (26) Oliveros, op.cit.p.247-248.
  • (27) Hemingway, op.cit.pp.5-6
  • (28) Hemingway, op.cit.p.l62.
  • (29) Hemingway, op.cit.p.ll.
  • (30) Hemingway, op.cit.p.l00.

VI. LOS DEPORTES, LAS CARRERAS DE CABALLOS, EL CICLISMO, EL BOXEO,

EL MATRIMONIO Y LAS CORRIDAS DE TOROS.

  • (1) Dos Passos John, Años inolvidables, Colombia, Editorial La Oveja Negra Ltda., 1984, p.161.
  • (2) Dos Passos, op.cit.p.l63.
  • (3) Lania, op.cit.pp.71-72.
  • (4) Pivano, op.cit.pp.75-76.
  • (5) Sordo Enrique, Hemingway el fabuloso, Enciclopedia Popular Ilustrada, Serie M, Nol, S/F., p.27.
  • (6) Sanguinetti, op.cit.pp.44-45.
  • (7) Stein Gertrude, "Autobiografía de Alice Toklas", Encuentro
  • con Hemingway, en Panorama de la literatura norteamericana contemporánea, de John Brown.
  • (8) Sanguinetti, ibidem.
  • (9) Burgess, op.cit.pp.38-40.
  • (10) Hemingway Ernest, Muerte en la tarde, Bogotá, Planeta Colombiana, S.A., 1955, pp.7-8.
  • (11) Pujol Carlos, "Sobre la novela" Fiesta de Ernest Hemingway, p.17.
  • (12) Josephs Allen, "Hemingway y la Tradición Hispánica", suplemento cultural del Ultimas noticias, Caracas, 20 de septiembre de 1992, Nol270, p.p..8-9.
  • (13) Dos Passos, op.cit.p.l75.

VII. LA SOLIDARIDAD DE LOS EXPATRIADOS NORTEAMERICANOS.

  • (1) LeVot, op.cit.pp.l98-203.
  • (2) LeVot, ibidem.
  • (3) Sklar Robert, Francis Scott Fitzgerald, el último laoconte, Barcelona, Barral Editores, 1974, pp.276-277.
  • (4) LeVot, op.cit.pp.204-205.
  • (5) LeVot, op.cit.pp.227-228.
  • (6) Brown John, "Una vida legendaria", op.cit.p.23.
  • (7) LeVot, op.cit.p.l96.
  • (8) Astre, op.cit.p.5Ú.
  • (9) LeVot, ibidem.
  • (10) Astre, op.cit.p.5l.
  • (11) Brown John, "Una vida legendaria", en Balance de Hemingway, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo, S.A., Colección Trabajo Crítico, Serie Documentos, 1973, p.34.
  • (12) Pivano, op.cit.p.79.
  • (13) LeVot, op.cit.pp.l94-195.
  • (14) Levot, ibidem.
  • (15) LeVot, op.cit.p.l99.
  • (16) Pivano, op.cit.p.l2l.
  • (17) Iribarren Borges, op.cit.p.77.
  • (18) Howart, Cit. por Iribarren Borges: Ibid.pp.77-78.

VIII. ¿PARIS ERA UNA FIESTA O UNA ESCUELA?.

  • (1) Castro Arenas Mario, El Periodismo y la Novela Contemporánea, Caracas, Monte Avila Editores, 1969, pp.20-21.
  • (2) Sanguínetti, op.cit.p.l4.
  • (3) Castro Arenas, op.cit.p.22.
  • (4) Pivano, op.cit.p.S9.
  • (5) Castro Arenas, op.cit.p.23.
  • (6) Hoffman, op.cit.pp.l06-107.
  • (7) Hoffman, op.cit.p.l09.
  • (8) Pivano, op.cit.pp.92-93.
  • (9) Pivano, op.cit.p.95.
  • (10) Santaella Juan Carlos, "Un aciago mito llamado Hemingway", El Diario de Caracas, Martes 2 de julio de 1991, p.44.

IX. PRIMERAS PUBLICACIONES.

  • (1) Pivano, op.cit.p.ll5.
  • (2) Brown John, "Una vida legendaria", op.cit.pp.24-25.
  • (3) Brown, Ibidem.
  • (4) Dos Passos, op.cit.p.l77.
  • (5) Ibidem.
  • (6) Dos Passos, op.cit.p.l78.
  • (7) Brown, Ibidem.
  • (8) Dos Passos, op.cit.pp.l60-164. Véase también la "Introducción" a 88 Poemas, pp.l2-13.
  • (9) Kashkin Iván, "El Estilo en Hemingway", en El Destino de la Novela, AAVV, Buenos Aires, Editorial Orbelus, 1967, p.l59.
  • (10) Brown John, Panorama de la literatura norteamericana contemporánea, Madrid, Ediciones Guadarrama, S.L., 1956, pp.lll-112.
  • (11) Burgess Anthony, Hemingway, Barcelona, Salvat Editores, S.A., 1984, PP·67-6S.
  • (12) Lania, op.cit.pp.76-78.
  • (13) Ibidem.
  • (14) Pujol Carlos, "Sobre la novela" Fiesta de Ernest Hemingway, La Habana, Instituto Cubano del Libro, Ediciones Huracán, 1971, pp.23-24.
  • (15) Díaz Reyes Jorge Arturo, "El paraíso es una plaza de toros bien grande", Bogotá, Magazín Dominical de El Espectador, No.301. Enero 15 de 1989, Pg.3-4.
  • (16) Yujol, op.cit.pg.l3-14.
  • (17) Pivano, op.cit.p.l24.
  • (18) Josephs, op.cit.p.9.
  • (19) Pivano, op.cit.p.l24.
  • (20) Berry Burgum Edwin, "Ernest Hemingway y la psicología de la generación perdida''', op.cit.pp.l6H-169.
  • (21) Astre, og.cit.p.6l.
  • (22) Pivano, op.cit.pp.l28-129.
  • (23) Dos Passos John, Años inolvidables, Colombia, Editorial La Oveja Negra Ltda., 1984, pp.l73-174.
  • (24) Pivano, op.cit.p.l35.

X. LAS CRITICAS DE EDMUND WILSON.

  • (1) Wilson Edmund, "Surgimiento de Ernest Hemingway" en Balance de Hemingway, Buenos Aires, Editorial Tiempo Contemporáneo, S.A., p.138.
  • (2) Wilson, op.cit.p.l4l.
  • (3) Wilson, Ibidem.
  • (4) Wilson Edmund,"Hemingway: medida del espíritu" en La Herida y el Arco, (siete ensayos sobre literatura), México, Fondo de Cultura Económica, 1983, p.221.
  • (5) Wilson, op.cit.p.l42.
  • (6) Wilson, op.cit.p.l43.
  • (7) Wilson, op.cit.p.l44.
  • (S) Wilson Edmund, "Aparición de Ernest Hemingway" en Crónica Literaria, Barcelona, Barral Editores, S.A., 1972, p.39.
  • (9) Astre Georges-Albert, "Un americano en París" en Balance de Hemingway, p.62.

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Autor:

Carlos Torres

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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