Estrategia didáctica para elevar los valores culturales en los estudiantes (página 2)
Enviado por Mercedes del Rosario Acuña Acebo
V. González (2002); N. Álvarez y otros (2006), N. H. Esquivel (2002), B. Lazo de la Vega, (2007), entre otros, han enfatizado en el logro de un egresado integral que sea portador de una amplia cultura científica, técnica y humanista, que le permita alcanzar adecuados niveles de actuación profesional.
Se coincide con H. Fuentes (2000), al considerar que para que una universidad logre vincularse con los problemas de su entorno, debe dirigirse a alcanzar niveles cualitativamente superiores de humanismo científico, que no sólo capacite a la persona desde la mirada estrecha de una profesión, sino que le desarrolle también una cultura que permita un cabal desempeño profesional en todos los aspectos sociales y humanísticos que conforman su acervo cultural.
La formación de los profesionales de Comercio Exterior está basada en los presupuestos expresados con anterioridad.
Para alcanzar estas aspiraciones, se deben tomar en cuenta aspectos personales, intelectuales y culturales, relacionados con diferentes esferas de su actuación profesional y ciudadana, que en ocasiones se consideran no afines con lo que necesita aprender concretamente para la profesión, dentro de ellas el dominio eficaz del inglés como lengua extranjera y el conocimiento de los valores como parte de la cultura general integral que se aspira alcanzar en los futuros egresados.
La necesidad de poseer una elevada cultura general fue promovida y reiterada por
El Dr. J. Montoya Rivero (2005), al plantear que, "si se quiere formar un profesional más preparado y actualizado, a tono con las transformaciones operadas en la sociedad, entonces los contenidos de la enseñanza deben impregnarse de lo mejor de la cultura, la cual se sistematiza en ellos".
El solo hecho de mencionar los valores remite a la idea de una crisis superada en el tiempo o vivida en el presente. Se sostiene, de manera conclusiva, que los tiempos de crisis obligan a revisar nuestras creencias, valores y representaciones habituales.
Esta conclusión, sin premisas establecidas, adquiere relevancia en la expresión "crisis de valores", síntesis conceptual que da lugar a dos interpretaciones aparentemente distintas. La primera tiene carácter cuantitativo y se refiere a la "escasez" de valores en la sociedad; la segunda implica un concepto de orden y señala una "inversión de valores" en el comportamiento humano y en nuestras apreciaciones de la sociedad.
No obstante la independencia de ambas interpretaciones, sus significados confluyen en el reconocimiento de que la crisis, por su extensión y profundidad, amenaza la vigencia de valores que todavía se mantienen y obliga a establecer un nuevo orden axiológico.
La crisis tiene una presencia omnímoda. Su noción se generaliza con rapidez imprevista y sus efectos se manifiestan tanto en el desquiciamiento del andamiaje material de la sociedad, como en los sistemas de percepciones y valores que otorgan sentido a la realidad y que la sociedad los afirma en su permanencia y desarrollo. Los signos de la crisis, percibidos por Saint Simon a comienzos del siglo XIX, tomaron ritmos cíclicos al anunciarse el progreso de la historia como una sucesión de épocas "orgánicas" y otras "críticas".
Con el desarrollo de la revolución industrial y la expansión planetaria del sistema capitalista, el liberalismo, producto del racionalismo e ideología de una época "orgánica", cosificó las virtudes de la educación, las insertó en el esquema positivista de la evolución social y vio en ellas posibilidades ilimitadas de perfeccionamiento para el género humano.
Esta visión duró poco, duró hasta el momento en que la misma sociedad, beneficiaria de los poderes de la educación, produjo el desmoronamiento de su fe en el progreso pacífico y sostenido.
Dos guerras mundiales, el surgimiento de la sociedad socialista, el fascismo con todas sus metamorfosis, la expansión de las empresas transnacionales, la presencia y rebelión del Tercer Mundo, entre tantos otros hechos, prueban que la educación formal, moderna y de bases científicas, no tiene las virtudes soñadas por una burguesía optimista, ni se desarrolla en una época orgánica.
El Dr. Oswaldo Hurtado en su último libro, agrega que a medida que se ingresó al siglo XX y a través del mismo, aparecieron nuevas formas de producción, la globalización manifestada en mayor flujo de comunicación, personas y migrantes, permitieron que los valores culturales comiencen paulatinamente a modificarse a favor de actitudes orientadas a la producción y progreso.
Los hechos históricos señalados son ejemplos de que efectivamente, como dice Hurtado el desarrollo de los valores culturales haya sido paulatino, siempre en busca de reconocer ciertas actitudes expresadas en la forma de ser, pensar y actuar de los individuos que es como define Hurtado a la Cultura como: " el conjunto de costumbres, actitudes, sentimientos, ideales, creencias, valores y comportamientos que determinan la conducta de los individuos en su vida cotidiana".
En los últimos años en la sociedad ecuatoriana se ha detectado algunos problemas centrales vinculados con la falta de valores; tales problemas están llevando a nuestro país a un estado de crisis social. Esto esta socavando la estabilidad, seguridad y costumbres de la familia, la sociedad y el Estado; comprometen el desarrollo sostenible, el imperio de la ley, y atentan contra valores inherentes al ser humano como la justicia, la verdad, la paz y la igualdad.
Y aunque el problema de la corrupción y la falta de valores no esta solo restrin- gido a este país, sino por el contrario es un fenómeno transnacional, no es menos cierto que actualmente Ecuador es uno de los países cuyo compromiso por combatir es más grande por el hecho de ser uno de los países mas corruptos del mundo, reconocimiento nada envidiable para la nación.
La situación actual obliga a plantear la cuestión de los valores en el marco de una crisis generalizada, cuyos efectos alteran estructuras, articulaciones y procesos de la sociedad global. En esa alteración la "crisis de valores", adentrada en los intersticios del tejido social, aparece especialmente vinculada con la educación. A pesar de la abundancia de recursos, medios técnicos y modelos para toda circunstancia, vivimos una crisis dual de la educación, dualidad que refleja, por una parte, las limitaciones y obstáculos operativos de los sistemas; por otra, la distorsión del sentido que tienen los valores que dimanan del proceso educativo.Si bien la crisis de los sistemas educativos se refleja en todos los niveles y a escala mundial (Ph. Coombs, 1973), sus alcances se hacen más agudos, más críticos, cuando se trata de la educación superior. No sólo porque en este nivel educativo se enseñan y aprenden ciencias y disciplinas con las cuales se asegura el dominio de la naturaleza y se contribuye al desarrollo de la sociedad, sino por sus resultados que se traducen en el ejercicio del poder político y social, en el control de la producción y administración de la riqueza social y en el enriquecimiento de la cultura.
De ello se deduce que cargar con el peso de la "crisis de valores" a la educación superior equivale a valorar los sistemas educativos, según el género de vida que tiene la sociedad y en función de los satisfactores, bienes y valores que el sistema educativo genera y reproduce. Por lo que es importante analizar que papel tiene la Universidad en la formación de valores para contribuir al desarrollo de la sociedad.
Las nuevas dominantes no sólo proceden de los cambios que se producen en el entorno nacional, sino también de los que ocurren en las estructuras de la ciencia y la tecnología, controladas por pocos centros de poder.
A consecuencia de ello, en países como el nuestro la enseñanza y la investigación se distancian más de "la gran ciencia" o ciencia avanzada y de las tecnologías de punta, o siguiendo radicales tendencias imitativas, experimentan cambios que no siempre traen el mejoramiento de una situación dada.
Es así que a pesar de los enormes avances obtenidos en opinión de Hurtado dice que el ecuatoriano todavía adolece de una cultura que no prioriza el desarrollo.
El afirma que no siempre se labora con ahínco y eficacia, pone como ejemplo al Servidor Público, el tiempo sigue teniendo poca importancia, hay mezquindad, la riqueza no es vista como el justo premio, hay desinterés por el ahorro, la desconfianza, el irrespeto a la propiedad privada, falta de transparencia, viveza criolla y la mala práctica más antigua el contrabando, no han logrado erradicarse, finalmente las desigualdades de oportunidades y la inseguridad jurídica todavía se mantienen presente.
De acuerdo a esta aportación del autor es posible darse cuenta la gran falta que hace la aplicación urgente de valores culturales desde las aulas universitarias por ser los profesionales en formación los más inmediatos a aplicarlos tanto en sus futuros puestos de trabajo como en su entorno y que esto conlleve a mantener una excelencia en la utilización de su ética profesional.
Hoy en día, la sociedad ecuatoriana se plantea la importante necesidad de enriquecer la formación cultural del hombre, cuya preparación lo sitúe a la altura del desarrollo del mundo contemporáneo; un hombre culto que comprenda los problemas de su contexto, en su origen y desarrollo, que se inserte en la batalla de ideas que enfrenta el país, con argumentos sólidos para asumir una actitud transformadora, dirigida al alcance de sus ideales sociales.
Un trabajo exhaustivo en cuanto a valores y orientado más bien hacia lo que se ha denominado corrientes platónicas (sin perder nunca de vista el rigor intelectual de visión de conjunto) es el ya mencionado de J. M. Quintana Cabanas (1998) Pedagogía axiológica. La educación ante los valores.
En primer lugar se destaca un completo análisis de autores, corrientes y puntos de vista de todo tipo. Pero no se detiene ahí, sino que lo complementa con un estudio del sistema educativo en relación con lo axiológico.
En el propio prólogo se observa una afirmación muy interesante: Hoy en día ocurre un fenómeno muy curioso: 1) Todo el mundo habla de valores: si se mira en Internet se encuentra, que hay unos 1.200.000 libros sobre valores, y unos 1.400.000 títulos del tema "educación y valores". 2) Nadie sabe qué son los valores, ni se preocupa por saberlo.
Esta necesidad de valores culturales se irradia hacia las Universidades Ecuatorianas, las cuales se constituyen en fuentes medulares para la adquisición, desarrollo y conservación de la cultura, si se toma en cuenta la incidencia laboral y social de los Ingenieros Comerciales en la especialidad de Comercio Exterior y su papel protagónico en la calidad de desenvolvimiento y atención al servicio de la comunidad tanto Interna como Externa, desde sus plazas de trabajo; de ahí que la formación en valores culturales del estudiante de Comercio Exterior, se convierta en una tarea impostergable a desarrollar dentro del proceso formativo en el nivel superior .
Autores como:
Ph. Brameld, Manifiesta que es probable que esta situación haya influido para afirmar enfáticamente que "el estudio de los valores es el problema más descuidado de la educación".
Mario Miranda Pacheco (*) Profesor titular definitivo de tiempo completo, Facultad de Filosofía y letras de la UNAM, Consultor de la ANUIES), dice que
El discurso educativo, agrandado con la información interdisciplinaria y modernizada con enjambres de cifras, tiene un espacio todavía vacante.
Sin perjuicio de su amplitud, la cuestión de los valores es aún materia disminuida y casi ausente en el debate sobre la crisis de la educación.
Fuera de este ámbito el problema asume características distintas aunque precarias. La escasa y sesgada mención que de ellos se hace es una consecuencia de la confrontación ideológica y, también, una manera de encubrir o eludir conceptos complejos y controvertibles.
Sin embargo, y a pesar de las peripecias de los conceptos axiológicos dentro y fuera del discurso educativo, sería arriesgado suponer que los valores pierden su sentido o devalúan su influencia orientadora.
Lejos de todo ello, su función no siempre visible en los sistemas educativos es razón suficiente para reflexionar sobre lo que representan en el quehacer de la educación formal, particularmente en el de las instituciones de educación superior que constituyen el nivel formativo más integrado con el desarrollo de la cultura científica contemporánea.
La educación sería incompleta, carente de valores morales, deshumanizada; como está sucediendo en las últimas décadas en nuestro país, un sistema educativo deficiente, al punto que se ha suprimido en los programas de estudio los contenidos de moral y de cívica o se le da un espacio pequeñísimo en el proceso de la enseñanza aprendizaje. Este hecho, ha dado como resultado una juventud indiferente a los problemas políticos, económicos, y sociales del convivir local y nacional.
Es imperativo por lo tanto, que se corrijan estas falencias; la educación hay que arrumbarla al cultivo armónico del estudiante, no solo en la destreza cognoscitiva psicomotriz y afectiva, si no también, y muy especialmente, en los valores morales, culturales y cívicos, tan deteriorados en estos últimos tiempos, como producto de una sociedad en crisis. Como dice el, Dr. Alfonso Mora Bowen (2008); que el objetivo de la educación cívica es la formación espiritual, moral y cultural del individuo para insertarse en la sociedad, consciente de sus deberes y derechos, en el contexto jurídico, político y social del medio en el que le toca vivir.
Este valioso aporte del Dr. Bowen ayuda a los estudiantes a formarse mejor, y mirar el porvenir con fe, con esperanza y con optimismo.
En referencia al contexto local, Juan Ramón Cevallos Viteri (marzo 2010) opina que los manabitas tenemos que reencontrarnos, reconociendo que somos capaces de construir la nueva sociedad donde el aporte a la historia, a la cultura, a la civilización es lo importante en lugar de concentrarse a hurgar defectos, errores o lo peor, tratar de infamar combatiendo el adversario con armas innobles propia de la miseria humana. Se puede discrepar y trabajar manteniendo la dignidad, la honestidad, la libertad, la justicia luchando solidariamente por el progreso y el bienestar de todos.
Y es que en Manabí, tierra de talentos culturales como Horacio Hidrovo, Vicente Amador Flor, entre otros han legado un valioso aporte a la cultura provincial, pues sus meritos radican en llevar cultura al campo y ayudar a que sus habitantes encuentren su identidad como parte de la Cultura Manabita; rescatando así costumbres y tradiciones que deben prevalecer y darse a conocer para un mejor entendimiento de nuestros verdaderos valores culturales.
Es aquí donde hace énfasis Libertad Regalado, escritora Manabita-Jipijapense (Abril-2010) Que nuestra lucha tiene que ser titánica, que debemos fortalecer esa parte del bien que hace posible que nuestra conciencia responda a los valores del Amor, Respeto, Lealtad, Responsabilidad, para doblegar esa parte de la maldad que aferrada permanece en nuestra carne.
Hay mucho que hacer todavía en la educación, elevar la calidad de la misma al punto de formar seres humanos más íntegros, más solidarios, más humanos. Porque ¿de qué nos vale tanto conocimiento teórico, científico o tecnológico, si los niños y jóvenes, aun los adultos, no saben convivir con los demás? Si no sienten respeto y amor a los mayores, a sus padres, al entorno donde convive y menos aun a la patria. Si no se aplican las mínimas normas elementales de respeto, de solidaridad, de responsabilidad, en la convivencia humana.
Es hora de conjugar la enseñanza científica y técnica con la humanística y espiritual, que en esencia sería aprender a valorar y respetar la vida, la familia, el entorno natural y sus valores culturales; aprender a amar y respetar la patria, el terruño donde se ha nacido, nuestras etnias, nuestra historia, nuestra geografía.
Además si se analiza el papel que juegan las instituciones de educación superior en esta formación se justifica por el carácter actualmente masivo de la universidad y su impacto social a través de la investigación y vinculación con la colectividad, específicamente el de la Universidad Estatal del Sur de Manabí, donde el futuro profesional debe estar impregnado de conocimientos basados en una cultura que los lleve a difundir su idiosincrasia, sus costumbres y tradiciones en cualquier ámbito donde se desenvuelva, basados en los valores culturales, que actualmente carece.
Esta carencia de valores, más aun si se trata de los profesionales en formación de la carrera de Comercio Exterior, en el proceso de enseñanza –aprendizaje del Idioma Ingles, corrobora que el proceso de formación de los estudiantes es aun insuficiente dado a que por ser una asignatura de carácter básico, que se enseña en un Idioma ajeno a las costumbres propias, pero que no por ello debe dejarse de lado el conocimiento sobre sus valores culturales, para poder entender de mejor forma el accionar de sus hablantes.
De ahí que de acuerdo al análisis efectuado en el orden teórico y práctico permite asumir como PROBLEMA CIENTIFICO La Insuficiencia en el tratamiento de los valores culturales en el proceso de Enseñanza-Aprendizaje del Idioma Ingles en los estudiantes de Comercio Exterior.
La Carrera de Comercio Exterior, se desarrolla en 10 semestres, durante los cuales la Enseñanza-Aprendizaje del Idioma Ingles se la imparte con carácter continuo y sistemático durante los 8 primeros semestres y a consideración de los autores Lic. Mercedes Acuña Acebo y Lic. Shirley Ponce Merino, esta disciplina se constituye en exponente importante en las asignaturas durante toda la carrera para incidir en la formación de los valores culturales de los estudiantes, ya que hasta la actualidad es poco el aporte cultural que se haya infundido, y que sin embargo estos ayudaran a tener un mejor desenvolvimiento dentro de su accionar diario, y le permitirá tomar actitudes positivas y facilitara un adecuado comportamiento normativo.
Los valores, en esta introducción teórica será lo más estudiado, sin obviar, claro está, sus relaciones.
El OBJETO DE INVESTIGACION va a estar centrado en el Proceso de Enseñanza Aprendizaje del Idioma Ingles en la Carrera de Comercio Exterior.
De donde se infiere como OBJETIVO elaborar una Estrategia Didáctica Para elevar los Valores Culturales en los estudiantes de la Carrera de Comercio Exterior
En este contexto, la educación debe combinar las propuestas formativas que se realizan de modo presencial con nuevos modos de desarrollar el hecho educativo incorporando una estrategia didáctica para elevar los valores culturales en los estudiantes en el proceso de enseñanza aprendizaje del idioma Inglés. Lo cual es un nuevo reto para el profesor que debe estar dispuesto al diseño de diversas estrategias y seleccionar medios y materiales que faciliten un aprendizaje significativo y afectivo. Todo ello, constituye un capital importante tanto para la formación profesional, como para el conocimiento.
Desde las perspectivas antes apuntadas se indica como CAMPO DE ACCION el tratamiento de los Valores Culturales.
Se asume entonces como HIPOTESIS CIENTIFICA ; si se elabora una Estrategia Didáctica dirigida a elevar los Valores Culturales en los estudiantes de la Carrera de Comercio Exterior, puede favorecer la Educación de los mismos durante el Proceso de Enseñanza Aprendizaje del Idioma Ingles en la Carrera de Comercio Exterior. Contribuyendo a eliminar las insuficiencias que se manifiestan en la formación del futuro profesional en mejora de la calidad educativa.
En correspondencia con el objetivo y la hipótesis planteada en la investigación se precisaron las siguientes TAREAS CIENTÍFICAS:
1. Caracterizar el desarrollo del proceso de Enseñanza.
2. Examinar las principales concepciones teóricas relacionadas con el proceso de Enseñanza-Aprendizaje del Idioma Inglés y Tratamiento de los Valores Culturales.
3. Determinar la situación actual del tratamiento de los valores culturales, en los estudiantes del Cuarto Semestre Nocturno de Comercio Exterior de la Universidad Estatal del Sur de Manabí.
4. Estipular la Estrategia Didáctica para elevar los valores culturales en los estudiantes de la Carrera de Comercio Exterior.
5. Procesar la factibilidad de la Estrategia Didáctica de los valores culturales en los estudiantes de la Carrera de Comercio Exterior.
6. Estimar la factibilidad de la Estrategia Didáctica para elevar los Valores Culturales en los estudiantes de la Carrera de Comercio Exterior.
En el orden del aporte práctico, la investigación:
Ofrece una estrategia didáctica para elevar los valores culturales en los estudiantes del 4to semestre nocturno de la Carrera de Comercio Exterior en el proceso de enseñanza-aprendizaje del Idioma Ingles de la Universidad Estatal del Sur de Manabí sustentada en el enfoque histórico-cultural.
Brinda un conjunto de procedimientos para un entrenamiento estratégico, basado en una taxonomía de estrategias de aprendizaje de los valores culturales para los estudiantes del 4to semestre en la asignatura Inglés.
El tema de investigación es de gran actualidad porque se enmarca en la nueva constitución en lo que respecta a Educación que se dio en la última reforma curricular en nuestro país, particularmente, en las transformaciones de la nueva Ley de Educación Superior y, de forma singular, en el empeño de elevar la eficiencia del aprendizaje en la asignatura Inglés, a partir de su inclusión como parte del currículo.
La novedad científica radica en elaborar una propuesta Estratégica Didáctica para elevar los valores culturales en los estudiantes del 4to semestre nocturno de la carrera de Comercio Exterior en la Enseñanza aprendizaje del Idioma Ingles en una tendencia: la histórico-cultural.
La tesis se estructura de la siguiente forma:
La introducción que fundamenta el diseño teórico y metodológico de la investigación.
El capítulo I que aborda los antecedentes y la situación actual del proceso de enseñanza-aprendizaje del Idioma Inglés y el tratamiento de los valores culturales.
El capítulo II donde se presenta la estrategia didáctica.
El capítulo III que describe el proceder de la metodología de la investigación pedagógica utilizado y aborda la discusión de los resultados.
CAPÍTULO I.
MARCO TEÓRICO– REFERENCIAL PARA CONCEBIR LA ESTRATEGIA DIDÁCTICA PARA ELEVAR LOS VALORES CULTURALES.
Este capítulo aborda los referentes teóricos que sirven de punto de partida para la elaboración de la estrategia didáctica, que tiene como núcleo básico elevar los valores culturales en la enseñanza aprendizaje del Idioma Inglés, en los estudiantes del 4to semestre de comercio exterior de la Universidad del Sur de Manabí.
1.1 Estudio histórico del Proceso de Enseñanza aprendizaje del Idioma Inglés en los estudiantes de la Educación superior.
El estudio histórico aborda el origen y evolución de los métodos, enfoques y tendencias de la enseñanza de lenguas extranjeras, a escala internacional y nacional.
Cada periodo de la humanidad ha tenido sus instituciones educativas que aplican las condiciones existentes a sus procesos pedagógicos con el fin de perfeccionar el capital humano que en ellas se forman. El proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior ha ejercitado cambios sustanciales dentro de la Sociedad de la información y las comunicaciones, la tecnología, se ha ido incorporando rápidamente a todo el proceso docente – educativo.
El proceso de enseñanza – aprendizaje del Inglés sufre cambios que no ocurren de manera espontánea en una institución de Educación Superior exige políticas y estrategias científicamente fundamentadas y autorizadas, así como planeación, control y disponibilidad de talento humano, recursos tanto materiales como financieros.
Métodos y enfoques de enseñanza y aprendizaje del idioma Inglés.
Hacer un estudio crítico acerca de los métodos y enfoques utilizados en la enseñanza de lenguas extranjeras, es una tarea extremadamente compleja por la diversidad y características de cada uno de ellos.
Para el estudio, se consideró los siguientes indicadores:
Enfoque de los objetivos.
Uso de medios de Enseñanza.
Tratamiento de la Educación de valores a través del Ingles.
Para su estudio, se consideran las etapas planteadas por Rogova, a partir de la significación que estos pueden tener para la enseñanza de lenguas extranjeras, enmarcándolos en dos momentos: el primero, aquellos que tienen una menor influencia en la actualidad y, el segundo, los que mantienen una mayor influencia sobre la enseñanza de lenguas extranjeras actualmente, denominada por ella etapa de los métodos contemporáneos.
La primera etapa agrupa los métodos utilizados en la antigüedad, en el feudalismo y en el capitalismo hasta el siglo XIX, utilizándose para su estudio los criterios de Antich y Rogova. .
De esta primera etapa sobre la enseñanza del idioma Ingles, los métodos estaban dirigidos fundamentalmente a una sola de las direcciones de la competencia comunicativa: la lingüística, y respondían, por lo general, a un aprendizaje reproductivo y memorístico. No existía la integración de habilidades lingüísticas, pues predominantemente se trabajaba con una de ellas según el período y el método utilizado.
La enseñanza estaba basada en el maestro, quien jugaba un papel protagónico, mientras que el alumno mayormente tenía un papel pasivo. Se necesitaba gran cantidad de tiempo para aprender una lengua, y se le prestaba poca o ninguna atención a la esfera de los valores, inductora de la personalidad.
De acuerdo al estudio de los métodos y enfoques contemporáneos, contemplados entre los siglos XX y XXI.
Los métodos estructurales, según Cerezal, tienen en común que el aprendizaje de una lengua extranjera es un proceso de adquisición de estructuras y patrones por medio de la formación de hábitos.
El estructuralismo basa su teoría de aprendizaje en concepciones conductistas de la formación de hábitos. El conductismo, una escuela americana de psicología representada por Skinner, tenía un enfoque anti mentalista y empírico hacia aspectos de la vida social, del mismo modo que el estructuralismo en relación con el lenguaje. La conducta, según esta teoría, puede ser condicionada por tres elementos: un estímulo que provoca una conducta, la consecuente respuesta y el refuerzo final.
El estructuralismo, según refiere Pérez, tiene dos vertientes que lo caracterizan: el enfoque oral y el método audio-lingual.
El enfoque oral, a partir de criterios de Cerezal, tiene su origen en la lingüística aplicada británica de las décadas de 1920 y 1930, representada por Palmer y Hornby, y fue difundido en el mundo desde 1930 hasta la década de 1960.
El método audio-lingual, considera Cerezal, se corresponde con la tradición estructuralista norteamericana de la enseñanza de lenguas extranjeras. Se difundió después de la Segunda Guerra Mundial.
Su origen se remonta a Bloomfield, quien sentó las bases de la lingüística estructural, segmentando y clasificando las oraciones en sus constituyentes fonológicos y gramaticales. Las características y presupuestos teóricos de este método aportaron gran énfasis al enfoque oral para la enseñanza de lenguas extranjeras, y se centraron en la exactitud del habla, sin tener las explicaciones gramaticales un papel importante.
Las unidades de enseñanza, plantea Cerezal, se organizan siguiendo tres líneas metodológicas: nada será hablado antes de ser escuchado, nada será leído antes de ser hablado, nada será escrito antes de ser leído.
Durante la década del 60, surgen grandes críticas a los métodos estructurales; en primer lugar, se cuestionaron sus ideas acerca de las teorías del lenguaje y el conocimiento; en segundo lugar, los maestros no vieron cumplidas sus expectativas; y, finalmente, los estudiantes tenían muchas dificultades para comunicarse fuera del contexto del aula y algunas veces el aprendizaje se les convertía en una experiencia aburrida y desalentadora.
El método cognitivo, según Rogova, surge en los EE.UU. entre los años 50 y 60 del siglo XX, en reacción al método audio-lingual. Tiene una base filosófica racionalista y está basado en el cognitivismo de Ausubel y Bruner. Desde el punto de vista lingüístico, se nutre de los conceptos de Chomsky y de la teoría de la competencia comunicativa de Hymes.
Considera al lenguaje como un sistema específico y el alumno debe conocer cómo funciona este en la comunicación real. Los procesos cognitivos implican el reconocimiento de la forma, la percepción del significado, las relaciones de lo universal y lo particular, la generalización y la analogización. Utiliza ejercicios para enseñar la gramática a partir de la comprensión de los conceptos que se introducen, por las explicaciones deductivas de la gramática antes de cualquier práctica con la estructura.
Se trabajan las cuatro habilidades lingüísticas desde el inicio. Plantea una práctica significativa, creativa y comunicativa. Agrega Rogova, que es una versión más moderna y sofisticada del método de gramática-traducción. Finalmente, considera Pérez, que constituye el antecedente del enfoque comunicativo.
Por otro lado, plantea Rogova, que el enfoque práctico-consciente surge en la antigua URSS en 1961, para mejorar la eficiencia en el aprendizaje de lenguas extranjeras. Este enfoque, señalan Antich, responde a la concepción de la enseñanza de lenguas extranjeras de la pedagogía socialista, y añade que el marxismo-leninismo es su base filosófica y la lingüística soviética su base lingüística.
El enfoque, con una marcada base psicológica, añade Antich, hace énfasis en la vía seguida para la adquisición de habilidades en el idioma, a saber, del enfoque consciente en la formación de automatismos mediante la práctica. Las características principales del mismo, refieren Antich son: plantea objetivos prácticos, educativos y culturales; propone el desarrollo de las cuatro habilidades lingüísticas; jerarquiza la comprensión como componente básico; se basa en un enfoque científico para la selección del contenido y en principios tales como: la utilización de la lengua oral como vehículo principal y punto de partida de la enseñanza, sea cual fuere el objetivo que persiga, el empleo de procedimientos activos, con amplio apoyo en los medios de enseñanza y la determinación precisa de la secuencia en que deben formarse las habilidades.
Es criterio de Cerezal, que el enfoque comunicativo (conocido inicialmente como funcional o nocional) surge como reacción a los métodos estructurales.
El enfoque comunicativo, plantea Hernández no escapa de las garras del conductismo al asimilar sus aciertos y, al mismo tiempo, hereda algunos de sus desaciertos, manifestando en la práctica una alta dosis de cognitivismo y de humanismo; además, agrega que en este enfoque se sintetiza lo mejor del cognitivismo, algo nunca antes logrado.
Entre las limitaciones del enfoque comunicativo, se aprecia, fundamentalmente en su versión inicial, el énfasis excesivo en algunas de las direcciones de la competencia comunicativa en detrimento de otras, como por ejemplo: la competencia lingüística. De igual manera, se observa el excesivo énfasis en el aspecto cognitivo, restándole importancia al afectivo.
En su estudio sobre los métodos de enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras, Pérez hace referencia a los modelos procedimentales, que encuentran sus raíces en la práctica y en el pensamiento educacional provenientes de los enfoques humanísticos.
Estos enfoques surgen en la década de 1990, como reacción a los modelos tradicionales de la enseñanza de la comunicación. Mayormente se utilizan para la enseñanza de la escritura y, su innovación principal, según Cerezal un cambio de énfasis de la materia que debe aprenderse, al proceso de aprendizaje; y a la vez, implican interesantes consecuencias relacionadas con la negociación, la evaluación y la planificación retrospectiva.
Han existido otros métodos poco difundidos, plantea Hernández tales como: la sugestopedia, la vía silente, el de respuesta física total y el aprendizaje de lenguas en comunidad surgidos en la segunda mitad del siglo XX, y agrega que estos han sido llamados como metodologías humanistas por su relación con esta teoría psicológica de partida.
Es opinión de Rodríguez Fernández, que estos "métodos" son más bien una especie de notas al pie de otros métodos, al poder ser utilizados indistintamente como puntos de apoyo ante la ansiedad del aprendiz.
Estos métodos han aportado algunos aspectos importantes a la enseñanza y al aprendizaje de lenguas extranjeras.
La sugestopedia, refiere Hernández, explota las grandes reservas de las capacidades humanas. El individuo reacciona consciente y para conscientemente ante cualquier estimulación. Su autor, Lozanov, la define como un sistema de instrucción que intenta llegar a la libertad interna y a la autodisciplina, basada en la psicoterapia comunicativa y en otras disciplinas psicoterapéuticas. En esta concepción didáctica, los alumnos son sentados en muebles confortables, escuchando música instrumental, se les da nombres nuevos y escuchan extensos diálogos, presumiendo que esto los lleve a una asimilación más rápida y duradera.
Se plantea que al tercer día, el alumno es capaz de comunicar en la lengua extranjera lo que pudiera aprender en tres meses en un curso convencional. Esta didáctica se concentra en los alumnos y en sus estados mentales, prestándole atención a sus deseos y estados de ánimo, evitando a toda costa el temor y la ansiedad del alumno.
En la vía silente, plantea Hernández, el profesor ofrece un input (cantidad de material a ser asimilado) limitado, modelando el lenguaje que va a ser aprendido e indicando a los alumnos lo que deben hacer mediante señales, gestos, medios visuales, láminas, punteros y otros medios silentes. El profesor promueve las acciones a realizar sin censuras ni recompensas, sólo que se esfuercen. Este método lleva al estudiante a confiar en sus propios recursos.
El de respuesta física total, señala Hernández, está basado en la teoría de Krashen sobre la entrada de información, que precisa, entre otros principios, la necesidad de un adelantamiento en comprensión auditiva como requisito para aprender a hablar. El profesor ofrece las instrucciones a los alumnos, pero estos no hablan, sino realizan lo indicado: bailan, se mueven y saltan, entre otras acciones.
Aquí se aprende a través de acciones y respuestas físicas en lugar de ejercicios mecánicos, y los alumnos hablan cuando se sientan confiados y deseen hacerlo. Plantea Wilga Rivers, en entrevista que le realizó Arnold que es un método efectivo para iniciar la enseñanza de una lengua extranjera, por lo que su uso en niños es recomendable, al crear un ambiente de cooperación e interacción entre los alumnos en el aula.
El aprendizaje de lenguas en comunidad, según Wilga Rivers en la entrevista realizada por Arnold, este método tiene mucho que aportar a la enseñanza de lenguas por reducir la ansiedad que el aprendizaje produce en los alumnos. Agrega que se caracteriza por el aprendizaje grupal, promoviendo la interacción, pues el alumno aprende en comunidad.
El maestro tiene el rol de conocedor y consejero, manteniéndose pasivo para reducir la ansiedad en sus alumnos. Utiliza la traducción de la lengua materna a la lengua extranjera durante las primeras lecciones. El tema de cada clase lo determina el alumno.
A partir de la segunda mitad de la década de 1990, se habla de una metodología interactiva para la enseñanza de lenguas que incluye la materna y las extranjeras, específicamente en la provincia de Pinar del Río, con los trabajos de investigadores del Instituto Superior Pedagógico "Rafael María de Mendive", que Tiene una base filosófica marxista-leninista y se fundamenta en las teorías contemporáneas de la enseñanza de lenguas, utilizando preceptos psicológicos derivados de las corrientes cognitivista, humanista, enfoque histórico-cultural y, en menor medida, conductista.
Considera como contenido de la enseñanza la competencia comunicativa y sus dimensiones, a partir de una atmósfera relajada y con mucha flexibilidad. Los alumnos aprenden haciendo, sin descuidar los procesos mentales y sus estados emocionales.
La fundamentación teórica de esta metodología debe ganar en coherencia y debe profundizar en los aspectos filosóficos, sociológicos, psicológicos, lingüísticos y pedagógicos que la sustentan.
A modo de resumen del estudio histórico de los métodos y enfoques de la enseñanza del idioma Ingles, Se considera que:
Las corrientes psicológicas contemporáneas dominantes en el siglo XX, dígase conductismo, cognitivismo y humanismo, así como el desarrollo de la lingüística han influido en el sistema de principios y categorías de los métodos y los enfoques surgidos para la enseñanza de lenguas extranjeras.
Por lo general, un método o enfoque surge por las ineficiencias que en el orden del aprendizaje de la competencia comunicativa ha tenido el que le ha precedido.
En la mayoría de los métodos y enfoques, existe la tendencia a sobrevalorar el papel del maestro o del estudiante en el proceso de aprendizaje de la competencia comunicativa del idioma Ingles, lo que ha traído como resultado clases centradas en el maestro o en el alumno, considerando que ambas tendencias afectan el aprendizaje, pues lo óptimo es considerar las funciones de ambos en unidad y armonía.
La competencia comunicativa como fin del proceso de enseñanza-aprendizaje del idioma Ingles, no se ha logrado con la eficiencia esperada, debido a que no se han tratado las direcciones que la componen con la integralidad requerida. El enfoque que ha mostrado una mejor eficiencia en términos de la competencia comunicativa es el comunicativo y, sin embargo, ha tenido fisuras al tratar las competencias lingüística y sociocultural.
La relación dialéctica entre los componentes cognitivo-instructivo y afectivo-volitivos, en la mayoría de los métodos y enfoques, no se ha trabajado con la integralidad necesaria, para poder contribuir al desarrollo de una personalidad integral y autodeterminada de los alumnos, y mas aun si no se han aplicado los valores culturales como parte del componente afectivo, entre otras cosas porque el contenido del proceso de comunicación ha sido comprendido de forma estrecha.
Se deduce del estudio histórico realizado, la existencia de puntos de contacto entre determinados grupos de métodos y enfoques, lo que conduce a pensar en tendencias relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje del Idioma Inlges.
1.2. Concepciones teóricas sobre las Tendencias del proceso enseñanza-aprendizaje del idioma Ingles y el tratamiento de valores culturales.
A continuación se realiza una caracterización de las tendencias contemporáneas de la enseñanza y el aprendizaje del idioma Ingles, y se hacen valoraciones de las insuficiencias de las mismas, sobre la base de la concepción filosófica, psicológica y pedagógica de los autores de la tesis.
Ellis considera que los métodos y enfoques utilizados en la enseñanza y el aprendizaje del idioma Ingles, se agrupan en tres tendencias: la conductista, la cognitivista y la interactiva. Se infiere, a través del rastreo bibliográfico, que esta clasificación responde a corrientes psicológicas contemporáneas, por lo que el autor identifica una cuarta tendencia, a partir del estudio crítico, a la cual se adhiere y utiliza como fundamento teórico de la estrategia didáctica desarrolladora que propone.
1.2.1. Tendencia conductista.
Según Ellis, esta tendencia sobre la enseñanza del idioma Ingles está basada en la corriente psicológica conductista. Sus postulados lingüísticos se basan en la lingüística estructural norteamericana y británica.
El rasgo distintivo de los métodos de enseñanza del idioma Ingles, agrupados en la tendencia conductista es la fórmula estímulo-respuesta-reforzamiento. Refiere Finocchiario, que entre sus características están: dar una secuencia a las unidades, siguiendo solamente como principio la complejidad gramatical; prestar más atención a la estructura y a la forma que al significado; demandar la memorización de diálogos basados en estructuras gramaticales; no considerar necesaria la contextualización de los elementos lingüísticos; basar el aprendizaje en aprender estructuras, sonidos y palabras; lograr la perfección en el uso del idioma, incluyendo una pronunciación igual a la del nativo; utilizar la ejercitación como técnica principal; evitar las explicaciones gramaticales; dar paso a las actividades comunicativas después de un largo proceso de ejercitación; prohibir el uso de la lengua materna y la traducción en las etapas tempranas; trabajar la lectura y la escritura después que exista una perfección en la habilidades orales; tener como objetivo deseado la competencia lingüística; controlar y evitar por todos los medios entrar en conflictos con la teoría; considerar la lengua como hábito, por lo que los errores tienen que ser prevenidos a cualquier costo; lograr como meta la precisión; lograr la interacción del alumno con el sistema lingüístico, presentado a través de medios técnicos audiovisuales y de materiales controlados y determinar lo que el alumno va a usar.
Todo este proceder metodológico hace un uso excesivo y extensivo de la imitación, hasta el nivel de obviar la creatividad, la espontaneidad y la independencia del alumno. Para tal fin, se diseñaron los laboratorios de lenguas y la enseñanza programada; sin embargo, los resultados no han sido todo lo satisfactorio que se esperaban, acota Hernández.
Los ejemplos clásicos que responden a esta concepción son el enfoque oral y el audio-lingual, que pertenecen al grupo de métodos estructuralistas.
Señala van Dijk que la limitación fundamental de las investigaciones estructuralistas estuvo en que sus estudios "no daban cuenta de los procesos cognitivos, ni de la interacción, o a las estructuras sociales". Plantea además Roméu, que el método de análisis estructural del lenguaje, estuvo centrado en la caracterización de las unidades de cada uno de los niveles que conforman su complejo sistema, desvinculado de la cognición y la sociedad totalmente sin valores culturales.
Por tales razones, los autores consideran que las principales insuficiencias de esta tendencia, se centran en obviar la racionalidad humana, pues no consideran los procesos mentales que intervienen en la comunicación; en no considerar lo afectivo-volitivo como parte del proceso de comunicación, y en ver al ser humano como un ente sin valores culturales que se adapta al ambiente incapaz de transformarlo.
1.2.2. Tendencia cognitivista.
A partir del estudio de Ellis, la tendencia cognitivista, también conocida por mentalista, tiene su base en la corriente psicológica contemporánea cognitivista, que surge en la década de 1950 en los EE.UU., como respuesta al conductismo.
Las concepciones pedagógicas derivadas de la corriente psicológica cognitivista, según Hernández, fueron llevadas al campo de la enseñanza de lenguas extranjeras con gran éxito. Como ejemplos de estas ideas están el método cognitivo y el enfoque comunicativo, que enfatizan los procesos cognitivos al aprender una lengua extranjera.
Considera Finocchiario, que las diferentes versiones del Enfoque comunicativo se caracterizan por determinar la secuencia de las unidades a partir del contenido, la función y el significado que sean de interés para comunicar algo;
Usar diálogos que giren alrededor de funciones comunicativas, sin tener que ser necesariamente memorizados.
Considerar la contextualización como premisa básica; lograr una comunicación efectiva; utilizar la ejercitación, como algo periférico; lograr una pronunciación comprensible; usar cualquier recurso a partir de la edad y de los intereses de los alumnos; estimular los intentos por comunicarse desde el mismo comienzo, ; hacer un uso juicioso de la lengua materna; usar la traducción cuando sea necesario y beneficioso; comenzar la lectura y la escritura desde el primer día; aprender las estructuras lingüísticas que sean objeto de aprendizaje a través del proceso de lucha por comunicarse; tener la competencia comunicativa como la meta a alcanzar; ayudar a los alumnos de cualquier manera, de forma tal que los motive a trabajar con la lengua; considerar el ensayo y el error como proceso que le permita a los alumnos crear su propia lengua; considerar el lenguaje fluido y aceptable como la meta principal; la precisión no puede juzgarse en abstracto, sino en contexto; lograr una interacción entre los propios alumnos a través del trabajo en parejas y en equipos, y; finalmente, lograr una motivación intrínseca a partir de lo que se quiera comunicar en la lengua.
Como insuficiencias de esta tendencia, se considera que se sobrevalora el aspecto cognitivo y se le resta importancia a la esfera afectivo-volitiva, específicamente a la enseñanza de los valores culturales, las cuales deben estar presentes de forma balanceada y armónica en el proceso de formación de la personalidad y en el propio proceso de la comunicación humana que es, en primer, y quizás único lugar, un proceso estrictamente motivado y, por lo tanto, afectivamente determinado. Por otra parte, los procesos mentales son predominantemente estudiados desde el punto de vista biológico, obviando un tanto el carácter social del aprendizaje y de la comunicación.
1.2.3. Tendencia interactiva.
Esta tendencia, como las anteriores, tuvo su base en la corriente psicológica humanista, por lo que también es conocida como tendencia humanista de enseñanza de lenguas extranjeras, plantea Ellis.
Estas ideas han sido llevadas a la enseñanza de lenguas extranjeras a través de los enfoques procedimentales y otros métodos menos difundidos (la sugestopedia, la vía silente, el de respuesta física total y el de aprendizaje de lenguas en comunidad), en los que se realza el aspecto afectivo-volitivo.
Esta tendencia considera, que en la planificación del proceso de aprendizaje los aspectos más importantes son las actividades y los roles de los alumnos en lugar del contenido, por lo que no se parte de objetivos previamente preestablecidos,
Planteándose un cambio de énfasis de la materia a enseñar al proceso de aprendizaje, considera Cerezal.
Como crítica a esta forma de aprendizaje de lenguas extranjeras, los autores consideran que se minimiza el papel de los docentes y de la institución escolar, restándole importancia a la función educativa del docente y al papel social de la escuela en la formación de una personalidad integral y autodeterminada. Por otro lado, la comunicación no se aborda como un proceso integral, ya que las diferentes dimensiones de la competencia comunicativa no se trabajan como un sistema interrelacionado y balanceado.
1.2.4 Tendencia histórico-cultural.
Por la trascendencia de esta tendencia para la elaboración de la estrategia didáctica, se hace un análisis más exhaustivo de sus rasgos distintivos.
Esta cuarta tendencia, considera el autor, también tiene su raíz en una corriente psicológica contemporánea: el enfoque histórico-cultural, surgido en la antigua URSS con los trabajos del destacado psicólogo Lev S. Vygotsky en la década de 1930 y enriquecida posteriormente por sus seguidores.
Para su análisis se partirá de las perspectivas filosófica, sociológica, psicológica, lingüística, pedagógica y didáctica.
Perspectiva filosófica:
Tiene como base el materialismo-dialéctico.
Enfoca la comunicación como una actividad humana.
Concibe el dominio del idioma extranjero como una actividad, que le permite al sujeto gozar de una vida más plena, al ampliarle su universo cultural, contribuyendo a una personalidad más integral.
Perspectiva sociológica.
Relación educación-sociedad.
En la dimensión individual, donde están presentes los sujetos portadores de la acción educativa, la escuela juega un papel de primer orden para desarrollar la competencia comunicativa en los alumnos, junto a la familia y a la comunidad.
En la dimensión social, el nivel microsocial es de suma importancia porque en él, se establecen las relaciones entre los diferentes protagonistas del proceso de enseñanza-aprendizaje: maestro-grupo, maestro-alumno, alumno- alumno y alumno-grupo.
Relación educación-cultura.
Se considera la educación como mediadora entre el hombre y la cultura, para promover un amplio espectro de conocimientos en las diferentes áreas del saber.
Relación cultura-lengua.
Se parte del idioma extranjero como mediador instrumental para el desarrollo de una cultura general en al alumno.
Perspectiva psicológica:
Se basa en el enfoque materialista – dialéctico de la psiquis humana, en particular, en la aplicación del Enfoque histórico-cultural de Lev. S Vygotsky y sus seguidores, al proceso de aprendizaje de la competencia comunicativa de la lengua extranjera.
Perspectiva lingüística:
Se parte de que el idioma extranjero es una vía para expresar ideas, emociones, sentimientos y, sirva a la vez, para la regulación de la personalidad a través de la aplicación de los valores culturales.
Se concibe la competencia comunicativa en la lengua extranjera como proceso integral de la actividad humana, donde las funciones comunicativas son formas concretas que permiten el proceso de apropiación de la lengua extranjera, y el contexto como condición para que se produzca dicho proceso.
Perspectiva pedagógica:
Se asume una Pedagogía humanista socialista, centrada en los procesos de enseñanza y aprendizaje, en que la clase de lengua extranjera debe garantizar valores como la justicia y la igualdad social desde esos propios procesos.
Se parte de un proceso pedagógico que garantice la atención a la individualidad y a la diversidad.
Se concibe la comunicación como actividad que tiene presente lo afectivo y lo cognitivo.
Perspectiva didáctica:
Se erige sobre un conjunto de exigencias didácticas, tales como:
Estructurar el proceso a partir del protagonismo del alumno en los distintos momentos de la actividad.
Orientar al alumno hacia la búsqueda activa del conocimiento, mediante un sistema de actividades que propicien la búsqueda y exploración del conocimiento
Desde posiciones reflexivas, que estimulen el desarrollo de su pensamiento y su independencia cognoscitiva.
Partir del diagnóstico de la preparación y desarrollo del alumno. Atender a las diferencias individuales en el tránsito del nivel logrado hacia el que se aspira.
Estimular la formación de conceptos, y el desarrollo de los procesos lógicos del pensamiento y el alcance del nivel teórico, en la medida que se produce la apropiación de los procedimientos y se eleva la capacidad de resolver problemas.
Orientar la motivación hacia la actividad de estudio y mantener su constancia. Desarrollar la necesidad de aprender y entrenarse en cómo hacerlo.
Desarrollar formas de actividad y comunicación que permitan favorecer el desarrollo individual, logrando una adecuada interacción de lo individual con lo colectivo en el proceso de aprendizaje.
Vincular el contenido de aprendizaje con la práctica social y estimular la valoración por el alumno en el plano educativo.
Considerar la competencia comunicativa integral y sus dimensiones, las funciones comunicativas y el contexto como objetivos rectores de la enseñanza y el aprendizaje de la lengua extranjera, en un marco donde la comunicación en esta lengua extranjera sirva, también, como medio para elevar los valores culturales.
Utilizar las tecnologías de la información y la comunicación, para reforzar la labor instructiva y educativa del maestro y la independencia cognoscitiva y estratégica del alumno.
Tener en cuenta la orientación práctica de los objetivos, hacia las habilidades lingüísticas fundamentales: audición, expresión oral, lectura y escritura, y hacia los procesos autorreguladores de la personalidad.
Considerar el principio de la funcionalidad como criterio rector para la selección del contenido de la competencia comunicativa integral.
Reconocer la primacía del lenguaje oral, al aprender la lengua extranjera.
Partir de la división de la enseñanza en etapas claramente diferenciadas y la consecuente disposición concéntrica del material.
Considerar la presentación temático-situacional del material didáctico.
Considerar los procesos de vacío de información, selección y retroalimentación.
Considerar los errores como proceso lógico del aprendizaje.
Por el impacto pedagógico del enfoque histórico-cultural, especialistas occidentales de la enseñanza de lenguas, han comenzado a estudiarlo o a ponerlo en práctica a partir de la década de 1990, tales son los casos de: M. Brubacher, R. Payne y K. Ricket en Canadá, P. Ashton, R. Donato y D. Mc Cormick en EE.UU., Rod Ellis en Gran Bretaña y Le Pham Hoai Hong en Nueva Zelanda, entre otros.
Como limitaciones fundamentales para la puesta en práctica de esta tendencia, se encuentran el insuficiente conocimiento por los docentes de las concepciones que la fundamentan y la poca experiencia en su aplicación práctica en la enseñanza de lenguas extranjeras.
Para resumir el estudio tendencial, se puede plantear que:
Las tendencias conductista, cognitivista y humanista de la enseñanza de lenguas extranjeras han estado soportadas por las ciencias de la educación, en las que ha regido la concepción psicológica, como ciencia de gran auge en esta etapa analizada.
De la inferencia anterior, se identifica la existencia de una cuarta tendencia en la enseñanza de lenguas extranjeras: la histórico – cultural,
También sustentada en una corriente psicológica contemporánea de la época: el histórico – cultural.
La competencia comunicativa en la lengua extranjera se ha abordado de formas diferentes en cada tendencia, al responder, por lo general, a la lingüística de la época, manifestándose la falta de integralidad al tratar un proceso tan complejo. Sin embargo, en la tendencia histórico-cultural, a partir de la concepción marxista de la comunicación y a los aportes de Lev. S. Vygotsky al respecto, la comunicación es entendida como una actividad humana que tiene presente lo cognitivo, lo afectivo y lo social.
El proceso de enseñanza-aprendizaje de la comunicación que se promueve en estas tendencias tiende a polarizar el proceso de enseñanza en unos casos y, en otros, el de aprendizaje, por lo que las clases se centran en el maestro o en el alumno. Ha existido en los últimos tiempos una tendencia a centrar la atención en los procesos de aprendizaje con los enfoques humanistas. No obstante, la tendencia histórica – cultural parte de una concepción balanceada entre ambos procesos, que conllevan a formar una personalidad más integral en los alumnos.
1.3. Consideraciones acerca del tratamiento de los valores en la enseñanza-aprendizaje del Idioma Ingles.
Bley- Wroman (1988) establece que los adultos poseen habilidades generales para la adquisición de idiomas siempre y cuando exista un ambiente apropiado.
Actualmente, en la Enseñanza del Idioma Ingles (EII): se pretende dotar al alumno del sustento teórico, pedagógico, y de las herramientas que le induzcan a la reflexión de los nuevos paradigmas, enfoques, métodos estrategias y medios para la Enseñanza del Idioma Ingles, los cuales deben fundamentar su practica de valores culturales como profesores, dentro de un mundo globalizado que propicie la convivencia humana.
La cuestión de los valores es aún materia disminuida y casi ausente en el debate sobre la crisis de la educación. Fuera de este ámbito el problema asume características distintas aunque precarias. La escasa y sesgada mención que de ellos se hace es una consecuencia de la confrontación ideológica y, también, una manera de encubrir o eludir conceptos complejos y controvertibles. Sin embargo, y a pesar de las peripecias de los conceptos axiológicos dentro y fuera del discurso educativo, sería arriesgado suponer que los valores pierden su sentido o devalúan su influencia orientadora.
Lejos de todo ello, su función no siempre visible en los sistemas educativos es razón suficiente para reflexionar sobre lo que representan en el quehacer de la educación formal, particularmente en el de las instituciones de educación superior que constituyen el nivel formativo más integrado con el desarrollo de la cultura científica contemporánea.
Más allá de que la pérdida de valores sea un problema actual es necesario reflexionar acerca de las estrategias que las universidades y docentes deban asumir.
Para el ello se hace imprescindible realizar un estudio diagnóstico del entorno que permita identificar las necesidades en la formación de valores, paso que en Ecuador se dio con éxito en el Proyecto de Elaboración del Código de Ética y Manual de Aplicación para las instituciones de Educación Superior, el estudio detectó que los valores considerados prioritarios para la comunidad, en especial para la universitaria son: la honestidad, la responsabilidad y la honradez.
Estrechamente vinculada con la formación de valores esta la ética, partimos de una conceptualización de la ética como requisito indispensable del docente en su rol de formador.
Por tanto la formación de valores culturales requiere de un proceso de estudio del entorno, motivación al estudiante, capacitación al docente tanto del área de Ingles como de las demás áreas y el diseño de estrategias las que deben incluir técnicas de enseñanza y actividades encaminadas al logro de competencias. En esta formulación de estrategias y siguiendo el criterio del (Tobòn 2005) el saber "ser se compone esencialmente de tres instrumentos afectivo-emocionales: valores, actitudes y normas". A través de ellos se procesa la información afectiva y se pone al servicio del desempeño idóneo.
Este proceso implicaría el diseño de tareas que permitan al estudiante concienciar acerca de los valores, reflexionar sus actitudes frente a casos reales, valorar el entorno y realizar un diagnostico general del contexto en el que se encuentra. Adoptando (Tobòn 2005) se podría trabajar en un proyecto ético de vida de cada estudiante, invitándolo a proyectarse en el futuro realizando un examen introspectivo de su entorno y sus aspiraciones
Se sostiene, de manera conclusiva, que los tiempos de crisis obligan a revisar nuestras creencias, valores y representaciones habituales.
Los valores deben contemplarse en el currículo, para lo cual se necesitan de estrategias, actividades, recursos; en un proceso en el que el estudiante debe desempeñar un rol activo mediante un proceso de sensibilización, la concienciación, el cooperativismo, la auto- reflexión y, la motivación al cambio en un proceso interactivo con el docente para la construcción de un proyecto ético de vida.
El desafío de la formación de valores culturales es principalmente del docente, para ello la capacitación es esencial conjuntamente con el compromiso y la actitud de cambio de estructuras mentales alejadas de la anarquía, la pasividad y la desintegración, entendiendo que las instituciones de educación superior cumplen un papel trascendental en las sociedades no solo en el campo investigativo,
También lo hacen en la vinculación con la colectividad, la formación de profesionales competentes y como baluartes de colectivo social.
Autor:
Lic. Mercedes del Rosario Acuña Acebo
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