b- Problemas económicos: las economías regionales se veían perjudicadas por el sistema de monopolio comercial. Los criollos pretendían comerciar libremente con el extranjero.
c- Cuestiones ideológicas: se divulgaron nuevas ideas acerca de la igualdad, la libertad y la soberanía del pueblo.
d- Enfrentamiento entre las potencias europeas: España perdió supremacía, Francia dominaba el continente europeo e Inglaterra tenía el control sobre los mares y gran parte del mundo.
e- La situación política de España: el rey español Fernando VII fue obligado a renunciar por Napoleón en 1808. Los españoles formaron Juntas encargadas del gobierno de las regiones. Los criollos consideraron que al no existir el rey español tenían el derecho de elegir su propia forma de gobierno.
La Revolución de Mayo de 1810:
A mediados de mayo, un barco inglés trajo la noticia de los últimos acontecimientos en España. Al saber que había desaparecido la Junta Central española los criollos ya no aceptaron la autoridad del rey y exigieron la reunión de un Cabildo Abierto para discutír la formación de un nuevo gobierno. Finalmente, el 25 de mayo de 1810, luego de tres intensas jornadas políticas, se formó la Primera Junta de gobierno patrio. La mayoría de sus integrantes pertenecían a los grupos militares (Cornelio Saavedra y Miguel de Azcuenaga) e intelectuales (Mariano Moreno, Manuel Belgrano y Juan José Castelli) que habían preparado el movimiento revolucionario. Se contaba también con la presencia de un representante de la iglesia católica (Manuel Alberti) y de comerciantes españoles de importancia, como Domingo Matheu y Juan Larrea, que podían gestionar la obtención de recursos económicos y disminuir las quejas de los españoles en el Río de la Plata.
Los primeros gobiernos patrios (1810-1820)
Los años que siguieron a la Revolución de Mayo fueron de gran inestabilidad política: se estaba organizando un nuevo estado y no se lograba concretar un acuerdo sobre las formas de gobierno a adoptar. Después de la revolución de 1810, surgieron diferentes ideas respecto de la forma en que debía organizarse el país. Desde la instalación de la primera junta se sucedieron varios gobiernos: la Junta Grande (1810-1811), el Primer Triunvirato (1811-1812), el Segundo Triunvirato (1812-1814) y el Directorio (1814-1820). La guerra por la independencia tuvo graves consecuencias en vidas humanas y recursos económicos, además de generar inestabilidad política.
El Congreso de Tucumán de 1816:
A comienzos de 1816 la situación era muy difícil para los patriotas. La contrarrevolución de los españoles avanzaba por todo el continente americano. El gobierno de Buenos Aires convocó entonces a un Congreso en Tucumán, donde el 9 de julio se declaró solemnemente la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
En el Congreso de Tucumán se debatió también sobre la instalación de una república o monarquía. Quienes preferían una monarquía argumentaban que un sistema de este tipo lograría el rápido reconocimiento de la independencia por parte de las potencias europeas; la instalación de una republica, podría ser mal vista en la cortes europeas por su vinculación a los ideales de la revolución francesa. Entre 1817 y 1820 la política del Directorio se encaminó a concretar esta proyecto.
La separación de las provincias, 1820-1829
En 1820, luego de la batalla de Cepeda y la disolución del Directorio, Buenos Aires dejó de ser la capital del estado nacional. En la mayoria de las provincias los caudillos de la zona, personas influyentes, fueron elegidos como gobernadores. Algunos se habían destacado en la defensa de las fronteras o la lucha por la independencia. Otros eran importantes hacendados, convertidos en comandantes de milicias. Partidarios de las ideas federales, pretendían un gobierno central que respetara las autonomías de las provincias: que cada una pudiera elegir a sus propios gobernantes y manejar los recursos económicos de sus territorios. Entre los caudillos más representativos se encuentran: José G. Artigas (lider de la Banda Oriental y Entre Ríos), Francisco Ramírez (Entre Ríos), Estanislao López (Santa Fe), Juan B. Bustos (Córdoba), Facundo Quiroga (La Rioja), Manuel Dorrego y posteriormente Juan Manuel de Rosas (Buenos Aires).
Durante todo este período de separación de las provincias, se establecieron diferentes tratados y pactos interprovinciales con el fin de aunar diversos objetivos políticos y económicos. Entre los mas importantes, podemos mencionar:
Tratado de Pilar (23 de febrero de 1820): este tratado estableció la paz entre Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos. Invitaba a las provincias a reunirse en un Congreso en San Lorenzo (Santa Fe) y declaraba la libre navegación de los ríos.
Tratado de Benegas (24 de noviembre de 1820): este tratado puso fin a las hostilidades entre Buenos Aires y el Litoral. Estableció también la reunión de un Congreso en Córdoba y cancelaba así lo dispuesto en el Tratado del Pilar. Buenos debía pagar como recompensa económica a Santa Fe 25.000 cabezas de ganado El hacendado Juan Manuel de Rosas se hizo cargo de la obligación.
Tratado del Cuadrilátero (25 de enero de 1822): se firmó entre Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, para poner fin a los conflictos armados, conciliar intereses económicos y defenderse de la amenaza que representaba la presencia portuguesa en la Banda Oriental. En relación con la organización nacional, se determinaba no concurrir a la reunión del congreso de Córdoba prevista en el tratado de Benegas, pero quedaba abierta la posibilidad para la reunión de un futuro Congreso general. Se aceptaba la libre navegación de los ríos.
En 1824 se inauguró el Congreso Constituyente en la provincia de Bs. As. El mismo, dictó la Ley de Presidencia (que establecía un gobierno unificado) y la Ley de Capitalización (por el cual gran parte de la provincia de Bs. As. se convirtió en capital nacional)
En 1826, Bernardino Rivadavia fue elegido Presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El Congreso también sancionó la Constitución de 1826, que establecía la forma Representativa y Republicana bajo la unidad de régimen (mediante el cual los gobiernos provinciales quedaban bajo la total dependencia del presidente de la nación).
Rivadavia llevó a cabo un plan de reformas con el fin de crear un estado moderno, y para eso necesitaba mejorar la situación financiera, política, militar y cultural del país. Sus reformas estaban influenciadas por el liberalismo: libertades políticas, garantías de la propiedad privada, incorporación al mercado mundial y limitación del poder de la Iglesia.
Su política económica se orientó a sostener la expansión de la ganadería, y por eso aplicó el sistema de enfiteusis, por el cual el gobierno bonaerense entregó importantes extensiones de tierras públicas en arrendamiento de largo plazo o perpetuidad a ricos propietarios.
Por diversos motivos, Rivadavia renunció a la presidencia en 1827.
Unitarios y Federales
Desde 1810 un problema constante fue la forma de organización política del estado. En relación a esto existieron dos posturas diferentes, cuyo enfrentamiento a caracterizado la política argentina hasta nuestros días.
1- Régimen centralizado o unitario: sus partidarios querían organizar el país con un sistema liberal y centralizado. Querían transformar la cultura económica, social y política del país de acuerdo con los ideales del liberalismo político y económico. Defendían un gobierno central fuerte que administraría las provincias. Consideraban esencial dictar una constitución.
2- Régimen descentralizado o federal: sus partidarios querían organizar el país en varios estados menores autónomos. Rechazaban el sistema liberal y centralizo. Querían conservar las estructuras económicas, sociales y políticas del país. No consideraban una necesidad la redacción de una constitución, antes optaron realizar pactos interprovinciales.
Las ideas unitarias tuvieron mayor éxito en Buenos Aires y las federales en las provincias.
Ambos sectores formaron bloques provinciales, que se mantuvieron enfrentados por muchos años.
1- Liga unitaria: fue formada en 1830 bajo la hegemonía de José Maria Paz entre las siguientes provincias: Córdoba, La rioja, Mendoza, San Juan, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán y Salta. Conformaron una alianza ofensivo-defensivo y se comprometieron a no realizar tratados unilaterales y establecieron como objetivo común la constitución del estado nacional y la reunión de un congreso.
2- Pacto Federal: fue firmado en 1831 entre Buenos Aires, Santa fe, Entre Ríos y Corrientes. La primacía política la tuvo el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Las provincias conformaron una alianza ofensivo-defensivo para auxiliarse militarmente. Adoptaron la forma republicana y federal. Establecieron la libertad de navegación de los ríos y acordaron la reunión de una comisión representativa.
La época de Rosas (1829-1852)
Rosas gobernó la provincia de Buenos Aires en dos periodos: 1829-1832 y 1835-1852, y se convirtió en la figura de mayor relevancia política del país. La legislatura le otorgó facultades extraordinarias (manejo de las relaciones exteriores) y la suma de poder público (manejo de los tres poderes del estado: ejecutivo, legislativo y judicial). Rosas restableció el orden en Buenos Aires e impuso su hegemonia sobre el resto de las provincias, sobre todo cuando los ejércitos federales derrotaron al ejercito unitario (luego de la derrota del General Paz, las provincias de la liga unitaria se adhirieron al pacto federal.
En lo político, Rosas consideraba que todavía no era necesario dictar una Constitución, sino simplemente establecer Pactos Interprovinciales. |
En lo económico no aceptaba nacionalizar los ingresos que generaban las rentas de aduana en Buenos Aires. |
En lo ideológico, Rosas consideraba que el gobernante ideal era el autócrata paternal: el que ejerce el gobierno absoluto, pero actúa en forma protectora con sus seguidores. |
En lo social, Rosas contó con el apoyo de los sectores adinerados de Buenos Aires, vinculados a las actividades ganaderas y al comercio exterior, pero también tuvo gran adhesión de los sectores populares. |
Entre sus opositores estaban los unitarios exiliados del país y un grupo de jóvenes intelectuales (generación del 37") que defendían una política que tomaba elementos tanto del federalismo como de los unitarios. Su representante mas conocido fue Esteban Echeverría.
En cuanto a la política exterior, Rosas tuvo dos enfrentamientos con Francia e Inglaterra:
1- Bloqueo francés: a raíz de una ley de 18821 que obligaba al enrolamiento militar a los extranjeros, los franceses iniciaron el bloque del puerto de Buenos Aires. Buenos Aires cedió ante la presión francesa en 1840.
2- Bloqueo anglofrancés: a raíz del sitio de Montevideo por parte de Buenos Aires, los comerciantes británicos y franceses se vieron perjudicados en sus negocios. A raíz de esto iniciaron un bloqueo de los puertos del Río de la Plata. Rosas defendió los intereses nacionales y no cedió a las presiones extranjeras. A raíz de esto, los ingleses se retiraron en 1847 y los franceses lo hicieron en 1849.
Rosas fue vencido en la batalla de Caceros (1852) por el ejército de Justo José de Urquiza. Este gobernador de Entre Ríos se opuso a la política de Rosas y organizó el Ejército Grande (integrada por fuerzas argentinas, uruguayas y brasileñas) para hacerle frente.
Buenos Aires y la confederación Argentina: (1852-1862)
Luego de la derrota de Rosas en Caseros, se inició una nueva etapa para sentar las bases de la organización nacional. Varios factores dificultaron esta tarea:
Los conflictos entre Buenos Aires el litoral y el interior.
La falta de una autoridad nacional.
El atraso de los medios de transportes y comunicación.
La inestabilidad económica y política.
En esas circunstancias era necesaria una alianza entre los sectores diligentes de las provincias. En 1852, Urquiza se reunió con los representantes de Santa Fe, Corrientes y Buenos Aires para firmar el Protocolo de Palermo, por el cual:
Se entregaba a Urquiza el manejo de las relaciones exteriores
Se proponía la reunión de un Congreso nacional
Ese mismo año se firmó el Acuerdo de San Nicolás, que estableció la reunión de un Congreso Nacional en Santa Fe para dictar una constitución y nombrar a Urquiza como Director Provisorio de la Confederación. Además, el acuerdo determinaba la libertad de comercio, la libre navegación y la distribución proporcional de las rentas aduaneras.
De esta manera, a pesar de los conflictos con Buenos Aires, las provincias lograron llegar a un entendimiento que hizo posible el dictado de la Constitución de 1853 y la organización nacional bajo el sistema federal.
Constitución Nacional de 1853
La misma estableció el sistema representativo, republicano y federal de gobierno, que garantizaba los derechos de los ciudadanos y las autonomías provinciales. Dispuso además la libre navegación de los ríos y la distribución de las rentas nacionales.
El 9 de Julio de 1853 todas las provincias, menos Buenos Aires (que dictó su propia constitución), juraron la Constitución Nacional de 1853.
Situación económica:
– Buenos Aires: poseía el puerto, un activo comercio y los ingresos de la aduana. Contaba además con la organización institucional de la provincia, con una población elevada y con el importante desarrollo ganadero.
– La Confederación: tuvo que enfrentar diversos problemas económicos, al no contar con los ingresos de la aduana y no poder atraer capitales extranjeros para invertir en la región. Tanto en lo financiero como en lo político, la Confederación dependía de la provincia de Entre Ríos, y sus recursos eran escasos para sostener al estado nacional.
La creciente tención entre Buenos Aires y la Confederación llevó al enfrentamiento de los ejércitos. Las fuerzas de Buenos Aires, dirigidas por Mitre, y las de la Confederación dirigidas por Urquiza, protagonizaron la batalla de Cepeda (1859) en la que Mitre fue derrotado. Como consecuencia de este enfrentamiento se firmó el Pacto de San José de Flores, por el cual:
Buenos Aires se declaraba integrante de la Confederación y aceptaba revisar la constitución de 1853
La aduana pasaba al poder de la nación.
Nuevos desacuerdos entre Buenos Aires y la Confederación llevaron a un segundo enfrentamiento en la batalla de Pavón (1861), en la que triunfaron las fuerzas de Mitre, quien ese mismo año fue elegido presidente del país, que tomó el nombre de República Argentina.
La consumación de la unidad nacional (1862-1880)
En esta etapa se inició la construcción del estado, proceso que se prolongó después de 1880 hasta alcanzar su consolidación definitiva. Bueno Aires logró el consenso de los grupos sociales representativos del litoral y el interior. La democracia era todavía un tema pendiente, pues las elecciones se realizaban con una mínima participación del electorado y estaban dominadas por los jefes de partidos locales vinculados a los sectores mercantiles y propietarios de tierra.
El curso de la organización nacional estuvo dirigido por tres personalidades que ejercieron la presidencia y que, pese a sus diferencias, compartieron objetivos comunes:
Bartolomé Mitre (1862-1868) político, historiador y militar.
Domingo Faustino Sarmiento (1868-1874) político, docente y escritor.
Nicolás Avellaneda (1874-1880) político, jurista y escritor.
Los objetivos primordiales de sus gobiernos fueron:
Afianzar las instituciones del estado: para ello se mejoró el sistema administrativo y fiscal, reorganizó el poder judicial y se dictaron los códigos de comercio, civil y penal, se fundaron escuelas y se dio un fuerte impulso a las ciencias en general.
Integrar la economía nacional al mercado mundial: el país se convirtió en un exportador de bienes primarios. Es por eso que se dio un fuerte impulso a la producción agropecuaria y sus exportaciones, mediante:
a- La atracción de capitales para invertir en obras y producciones.
b- La atracción de mano de obra (inmigrante).
c- Desarrollo de los medios de transportes y comunicación (ferrocarriles).
d- Incorporación de nuevas tierras ("conquista del desierto").
Mientras tanto, el resto de las provincias conformó la llamada Liga de los Gobernadores, que logró el nombramiento de su candidato para la presidencia nacional en 1880 (Julio Argentino Roca).
En dicho año se dictó la Ley de Federalización de Buenos Aires, por la cual la principal ciudad de esta provincia se convirtió en la capital del estado.
Historia argentina contemporánea
La Generación del 80`
A partir de 1880 se dieron grandes transformaciones políticas, económicas, sociales y culturales que marcaron el inicio de la Argentina moderna:
1- Se consolidó la organización del estado nacional:
– Se creó un gobierno central fuerte.
– Se federalizó Buenos Aires.
– Se formó un ejército nacional.
– Se organizó un sistema fiscal.
– Se delimitaron las fronteras.
– Se aplicó la intervención federal en las provincias.
– El poder se concentró en un sector social adinerado.
– Se practicó el fraude electoral, cambiando los resultados de las elecciones.
– Este orden fue llamado "El Régimen".
2- La economía argentina se incorporó al mercado mundial como productora de materias primas (carnes y cereales): con el llamado Modelo Agroexportador.
– Se estimuló la inversión de capitales extranjeros en infraestructura (ferrocarriles, puertos, caminos, puentes, frigoríficos) y producción.
– Se extendió notablemente la red ferroviaria.
– Se estimuló la producción vacuna y ovina en la pampa húmeda.
– Se extendieron las tierras cultivables, lo que permitió un desarrollo del cultivo de cereales.
– Aumentaron notablemente las exportaciones de trigo.
– Se estimularon la formación de colonias agrícolas en el interior.
– Cobraron importancia los frigoríficos, que monopolizaron la producción y venta de la carne.
3- La sociedad se modificó por el aporte inmigratorio europeo:
– A partir de 1880 se produjo la inmigración aluvional. Llegaron a nuestro país más de 6 millones de inmigrantes, principalmente hombres. En su mayoría eran italianos y españoles, y en menor número, franceses, alemanes, ingleses y suizos; que se asentaron en las ciudades de Buenos Aires, Rosario y Córdoba.
– El sector social más poderoso estaba integrado por los grandes propietarios de tierras y comerciantes.
– El sector social medio estaba integrado por medianos propietarios, pequeños ganaderos, funcionarios, profesionales y comerciantes menores.
– El sector popular estaba integrado por los trabajadores rurales y urbanos.
– Disminuyó el analfabetismo gracias a la aplicación de la Ley de Educación 1.420 común primaria, obligatoria, laica y gratuita.
– Se fundaron diversas organizaciones obreras, socialistas y anarquistas.
Durante 1890 se produjo una fuerte crisis económica que afectó al país y desencadenó los graves conflictos políticos. La crisis afectó al crecimiento económico, produjo la quiebra de numerosas empresas, la suba de los precios y el aumento de la huelgas. Diferentes sectores opositores se unieron para realizar una revolución que tuvo como resultado la renuncia del entonces presidente Juárez Celman.
Surgió un nuevo partido político. Unión Cívica, que en 1881 se dividió en dos tendencias. Unión Cívica Nacional (liderada por Mitre) y Unión Cívica Radical (liderada por Leandro Alen).
En 1910 fue elegido presidente Roque Sáenz Peña quien promulgó en 1912 la Ley Electoral, que estableció el voto universal, secreto y obligatorio. Esta reforma electoral permitió a la Unión Cívica Radical acceder a la presidencia del país
El radicalismo en el poder (1916-1930)
Con la aplicación de la ley Sáenz Peña, el radicalismo pudo llegar al poder a través de elecciones limpias: Hipólito Yrigoyen ocupó la presidencia ente 1916 y 1922, y nuevamente entre 1928 y 1930, mientras que Marcelo T. de Alvear ocupó el periodo intermedio entre 1922 y 1928.
Durante esta etapa la democracia restringida dio paso a un sistema más amplio de participación, mediante la intervención de los sectores populares.
El lema de Yrigoyen fue la reparación nacional: enmendar las injusticias impuestas por el gobierno conservador anterior, mediante la democratización política, la vigencia de la constitución, elecciones limpias, sufragio universal y acceso político de todos los grupos al gobierno.
A pesar de sus intenciones debió enfrentar un serio problema: los representantes del régimen conservador tenían mayoría en el congreso y el poder judicial, y obstaculizaron continuamente los intentos de reformas del radicalismo.
El radicalismo era un movimiento político que agrupaba un sector amplio de la población, era el único partido con alcance nacional y masivo, y era aceptado tanto en los sectores medios como en los sectores humildes.
El programa del partido radical se basaba en el respeto a la constitución nacional.
Entre los acontecimientos más importantes que ocurrieron en esta etapa, podemos mencionar:
1- La reforma universitaria de 1918: los estudiantes de las universidades nacionales y provinciales reclamaron una renovación académica, mediante nuevos planes y métodos de estudio, mayor participación de los estudiantes y renuncia de profesores desacreditados.
2- La semana trágica de 1919: comenzó siendo una huelga de los obreros de una empresa metalúrgica de Buenos Aires (en reclamo por una jornada laboral de 8 horas y aumento salarial), pero se convirtió en un enfrentamiento entre la policía y los obreros. Esta huelga impulsó movimientos similares en varias ciudades del interior. Aunque finalmente se aceptaron los reclamos de los obreros, se persiguió a sus dirigentes y se destruyeron sus locales.
3- Los sucesos de la Patagonia en 1920: se organizaron huelgas de protesta en reclamo de la falta de pago de sueldos por parte de los estancieros. El gobierno envió tropas para reprimirlos dejando un alto saldo de muertos (entre 300 y 1500 obreros). Tal suceso marcó negativamente la imagen de Yrigoyen.
El impacto de la Primera Guerra Mundial en la Argentina
Ante el enfrentamiento bélico mundial, Yrigoyen mantuvo la neutralidad, que implicó continuar con el abastecimiento de carnes y cereales a los aliados. Esta situación benefició a los sectores ganaderos, ya que produjo un aumento de las exportaciones de carne enlatada y frazadas, sin embargo se estancaron las exportaciones de maíz y carne refrigerada, ocasionando una fuerte disminución de los ingresos de la aduana.
La guerra paralizó las importaciones de bienes industriales y de capitales que venían de Europa. El gobierno procuró entonces proteger la industria con el fin de favorecer el proceso de sustitución de importaciones: que consistía en remplazar los productos extranjeros importados por productos de fabricación nacional.
Como consecuencia de la imposibilidad de importar combustible, en 1922 el gobierno creó los yacimientos petrolíferos fiscales (YPF).
El impacto de la crisis económica mundial de 1929
Esta crisis económica mundial, afectó dúramente a nuestro país: cayeron las ganancias de las exportaciones, disminuyeron las reservas de oro, se redujeron los sueldos, aumentó el desempleo, subieron los precios y aumentaron las huelgas. Distintos sectores, descontentos con el gobierno de Yrigoyen organizaron un golpe de estado en 1930 para derrocarlo.
El golpe de estado de 1930
El 6 de Septiembre de 1930 se realizó el golpe de estado que desplazó a Yrigoyen. El mismo fue liderado por José Félix Uriburu, con el apoyo de cadetes del colegio militar. Yrigoyen fue obligado a renunciar y, por vez primera en nuestro país, se rompió el orden constitucional y comenzó un fenómeno político de alternancia entre democracias populares y dictadura militares que se mantuvo hasta 1983.
Uriburu disolvió el congreso, destituyó a la mayoría de los gobernadores y encabezó un gobierno integrado por conservadores propietarios y financistas.
La restauración conservadora (1930-1943)
La década de 1930 comenzó con la ruptura del orden constitucional e inició un periodo de inestabilidad política. El golpe de estado de 1930 reveló las aspiraciones políticas y el poder que tenian las Fuerzas Armadas.
Se considera al gobierno de 1930 como una "Restauración Conservadora", porque retornó al poder, aquel grupo social minoritario y privilegiado que lo había tenido antes del gobierno radical. Este gobierno excluyó de la participación política a la mayor parte de la población e implementó nuevamente el fraude electoral.
La intervención del estado en la economía
Los gobiernos de Uriburu y Justo implementaron una serie de medidas para aumentar el control de la producción, el comercio, y la recaudación de impuestos. Dicha planificación económica terminó con el periodo económico liberal, sustituyéndolo por la práctica de la dirección económica por el Estado. La preocupación principal fue: regular el nivel de producción y de consumo para evitar gastos e inflación. Para tal fin se instalaron Juntas Reguladoras de la producción: de granos, carnes, yerba mate, algodón y vino. Las mismas entregaban subsidios a los productores y establecían los procedimientos de producción y venta.
Para aumentar los ingresos estatales se crearon nuevos impuestos y se aumentaron los existentes.
El tratado Roca-Runciman
Fue firmado entre Argentina e Inglaterra en 1933. Dicho tratado establecía:
– Para la Argentina: que Inglaterra no impondría restricciones a las importaciones de carne de la Argentina, y en el caso de verse obligada a reducirlas se comprometía a consultarlo con el gobierno argentino.
– Para Inglaterra: este país obtenía impuestos más bajos para la importación de productos industriales y obtenía un trato privilegiado para sus empresas establecidas en Argentina. Además obtenía el monopolio del transporte en Buenos Aires y del transporte de la carne.
El impacto de la Segunda Guerra Mundial en nuestro país
Al estallar la II Guerra Mundial (1939-1945), ocupaba la presidencia de nuestro país Roberto Ortiz, quien apoyaba fuertemente a los aliados. Sin embargo ante el avance y la expansión alemana, muchos sectores mostraban mayor simpatía por las ideologías fascistas. Ante tal situación, la Argentina optó por declararse "nación no beligerante", es decir: neutral.
La II Guerra Mundial aumentó la importancia política de los sectores militares y llevó a la formación de dos bandos entre las fuerzas políticas: los conservadores y nacionalistas se inclinaron a favor del eje y los radicales y socialistas a favor de los aliados.
En 1940, Ortiz delegó el poder en Ramón Castillo, quien gobernó sin tener en cuenta al congreso, estableció el estado de sitio y cedió a las demandas del ejército.
Mantuvo la neutralidad durante la segunda guerra, por miedo a que el comercio marítimo se viera amenazado por la guerra en el Atlántico.
La industria nacional se desarrolló durante la II Guerra Mundial, debido a las bajas de las importaciones de Gran Bretaña y al crecimiento de las industrias nacionales livianas y de artículos de consumo (textiles y alimentos). Sin embargo, se continuaba necesitando del exterior: los metales, las máquinas y el combustible.
Durante esta etapa se persiguió continuamente a los dirigentes obreros, socialistas y anarquistas. Se reprimieron las huelgas y se anuló la legislación laboral del gobierno de Yrigoyen. Para hacer frente a esta situación, los obreros organizaron en 1930 la Confederación Genera del Trabajo (CGT).
El golpe de estado de 1943
A partir de 1930, el Ejército se fue transformando en una fuerza política más. Sin embargo, dentro del mismo existían dos tendencias:
1- Una corriente mayoritaria: partidaria de un golpe de estado que impusiera un gobierno liberal y se inclinara hacia los Estados Unidos.
2- Una corriente minoritaria: partidaria de un golpe de estado, pero pretendía mantener la neutralidad y buscar la industrialización del país.
Esta última corriente se agrupó en una logia militar nacida en el ejército entre 1942 y 1943: Grupo de Oficiales Unidos (GOU), siendo uno de sus integrantes más destacados el coronel Perón.
En junio de 1943, un golpe de estado desplazó a Castillo del poder y ocupó su lugar una Junta Militar, encabezada por el general Arturo Rawson, sustituido a los dos días por P. P. Ramírez.
El gobierno de facto (de hecho): disolvió los partidos políticos, censuró la prensa, intervino las provincias, impuso la enseñanza religiosa, prohibió las huelgas e intervino las universidades. A fines del mismo año, Ramírez fue desplazado por el ejército y remplazado por el general Edelmiro Farell (miembro del GOU). En febrero de 1945, la Argentina declaró la guerra a Alemania y el Japón, con el fin de obtener reconocimiento diplomático por parte de EE.UU.
Los tiempos del peronismo (1943-1955)
El coronel Juan Domingo Perón se destacó por su habilidad política, su capacidad de estadista, su carisma, elocuencia y habilidad en el trato con grupos antagónicos. Durante la presidencia de Farell fue Ministro de Guerra y luego Vicepresidente. Sin embargo, el cargo que le dio mayor popularidad fue el de Secretario de Trabajo y Previsión Social, desde donde realizó una intensa actividad en defensa de los trabajadores.
Perón quería evitar una revolución obrera de izquierda, realizando desde el Estado una "revolución pacifica", asegurando la protección laboral (aumento salarial, vacaciones pagas, pensiones y jubilaciones, pago por accidentes de trabajo y planes de viviendas, disminución de la desocupación).
En septiembre de 1945, diversos sectores opositores a Perón (empresarios, radicales, socialistas, progresistas, conservadores y militares profesionalitas) organizaron una marcha en la que exigían: elecciones libres, libertad de prensa y renuncia de Perón. Ante ésta presión, Perón fue destituido y encarcelado.
El 17 de octubre de 1945 una manifestación de trabajadores avanzó por la ciudad de Buenos Aires hacia la Plaza de Mayo exigiendo la liberación de Perón y la restitución de sus cargos. Esta fecha se convirtió en un símbolo para el peronismo.
Perón organizó el Partido Laborista (más tarde transformado en Partido Peronista) integrado por sectores sindicales y obreros y un sector del partido radical. Dicho partido ganó las elecciones de 1946 con la fórmula presidencial: Perón-Quijano.
El proyecto de Perón se basaba en la construcción de una Nueva Argentina (diferente de la Argentina oligárquica anterior), que estaba fundada en tres pilares fundamentales:
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El gobierno peronista se caracterizó por estimular la participación directa del estado en las cuestiones económicas. Para eso, creó el IAPI (Instituto Argentino de Promoción Industrial) con el fin de monopolizar el comercio exterior y redistribuir el ingreso del sector agrícola al sector industrial.
El gobierno peronista consideraba que la planificación de la economía era esencial para lograr el desarrollo del país. Por eso es que la política económica se basó en la aplicación y evaluación de Planes Quinquenales, que establecían las medidas a tomar en materia económica durante cinco años.
El apoyo principal del gobierno peronista fueron los sectores populares. Controlados mediante el sindicalismo y la CGT, cuyos dirigentes eran seguidores de Perón. Además tuvo el apoyo de desempleados, ancianos, amas de casa y peones rurales, a través de la Fundación Eva Duarte (fundada en 1948). A raíz de las medidas peronistas, muchos sectores hasta ese entonces marginados, mejoraron su nivel de vida y su participación política.
En 1949, el gobierno realizó una Reforma Constitucional, que posibilitaba la reelección y la legitimación de las reformas sociales.
Perón comenzó su segundo mandato presidencial en 1952, sin embargo la situación era muy distinta a la de su primer gobierno. En esta etapa debió hacer frente a diversos problemas: disminuyeron las exportaciones de carne y productos industriales, aumentó la deuda externa con EEUU, aumentó la inflación y decayó la producción petrolera.
En este contexto, la oposición al peronismo creció fuertemente:
Los empresarios no estaban de acuerdo con los beneficios sociales que se les había otorgado a los obreros.
Los propietarios rurales estaban desconformes por la falta de ayuda del gobierno al sector agrario.
Las Fuerzas Armadas se oponían a las movilizaciones obreras y a la subordinación al poder ejecutivo.
La Iglesia Católica se distanció del peronismo por su fuerte intervención en materia educativa y reaccionó ante la prohibición de la enseñanza religiosa en las escuelas.
En junio de 1955, fuerzas de la Marina bombardearon la Casa de Gobierno, ante lo cual el gobierno estableció el estado de sitio y se incendiaron varias iglesias. El Ejército también se movilizó en septiembre, y tras un golpe de estado exigió la renuncia del general Perón (quien permaneció fuera del país por 18 años).
La Argentina entre el derrocamiento y el regreso de Perón (1955-1973)
Tras el golpe de 1955, asumió como presidente provisional el general Eduardo Lonardi, cuyo lema de gobierno fue: "ni vencedores ni vencidos". Pero fue reemplazado ese mismo año por el general P. E. Aramburu, un anti-peronista.
El objetivo del nuevo gobierno (identificado como Revolución Libertadora) era "desperonizar" la sociedad, para lo cual: disolvió el Partido Justicialista, intervino la CGT, despidió empleados públicos y docentes, persiguió y fusiló a los opositores, modificó la política económica y reimplantó la Constitución de 1853.
En lo económico, adoptó un programa liberal basado en la apertura del país a las empresas y capitales extranjeros. Se solicitaron préstamos al FMI (Fondo Monetario Internacional), comenzando una deuda externa que se extendió y multiplicó por años. Se implementó entonces el Plan Prebish (por el economista que lo estipuló), que intentó: disminuir los salarios y el gasto público, devaluar el peso, fomentar las exportaciones de carnes y cereales y terminar con las subvenciones a las empresas.
En las elecciones de 1958, resultó elegido presidente Arturo Frondizi (1958-1962) por la Unión Cívica Radical Intransigente, gracias al apoyo decisivo de Perón y el voto de sus seguidores.
Su gobierno se caracterizó por la imposición de un programa económico desarrollista, que proponía: el desarrollo industrial acelerado, la entrega de préstamos a las industrias y la reducción de importación de petróleo (que ocasionó graves problemas al gobierno). Aunque en un principio se obtuvieron algunos logros económicos; debido a la falta de capital para invertir, la economía se estancó, y aumentaron los problemas sociales y el malestar en las Fuerzas Armadas que, en 1962, tras un golpe de estado exigieron la renuncia de Frondizi (quien fue reemplazado por el presidente del Senado: José María Guido).
Durante el gobierno de J.M.Guido, tuvo lugar un enfrentamiento entre dos sectores de las Fuerzas Armadas:
Los Azules o Legalistas, que proponían el respeto a la Constitución y al peronismo.
Los Colorados, un grupo de oficiales antiperonistas.
Finalmente, se impusieron los azules.
En las elecciones presidenciales de 1963, resultó elegido Arturo Illia (candidato de la Unión Cívica Radical del Pueblo). Su gobierno otorgó importancia a la actividad del parlamento y se caracterizó por la obediencia de las normas constitucionales.
En lo económico, buscó defender el mercado interno y el capital nacional. Era partidario de la intervención del estado en la economía, y por eso decidió ejercer un fuerte control sobre los precios.
Según algunos historiadores, el error de Illia fue no intentar obtener el apoyo del peronismo (como Frondizi), razón por la cual no tenía respaldo alguno de la clase obrera y del sindicalismo, ni de los sectores rurales e industriales. Sólo contaba con el apoyo de la clase media radical. A la oposición, se sumaron las Fuerzas Armadas, que en junio de 1966 realizaron un golpe de estado que desplazó a Illia y puso en su lugar al general Juan Carlos Onganía. A partir de entonces se inició la llamada: "Revolución Argentina".
Con la Revolución Argentina, el gobierno decidió reformar el estado. Para ello, disolvió el Congreso y los partidos políticos, destituyó los jueces, gobernadores e intendentes, censuró la prensa, disminuyó el numero de empleados, confiscó bienes. Era un gobierno de ideología autoritaria y burocrática.
En lo económico, se devaluó la moneda, se redujeron los salarios, se cobró impuestos a las exportaciones, se fomentó las inversiones extranjeras y la instalación de multinacionales (empresas que actúan en varios países).
Diversos sectores se opusieron al autoritarismo de este gobierno: agroexportadores, industriales, políticos, militares y estudiantes. En 1969, estalló en Córdoba un movimiento de oposición conocido como "Cordobazo". Comenzó siendo una protesta de estudiantes y obreros que se covirtió en un duro enfrentamiento entre la multitud protestante, la policía y el ejército. Este movimiento se extendió a varias provincias.
En la década de 1960 surgieron numerosas agrupaciones contrarias al gobierno: Montoneros (provenientes de sectores católicos y nacionalistas que luego se volcaron al peronismo) y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP– de tendencia marxista). Esto llevó a que en la década de 1970 se multipliquen los secuestros, asesinatos, robos, etc.
Entre la oposición al gobierno militar, se destacó una importante corriente dentro del partido justicialista: la Juventud Peronista.
La visita de Perón a la Argentina en 1972, permitió formar una coalición entre partidos opositores a los militares, agrupados en el FREJULI ( frente justicialista de liberación), cuya fórmula (con Cámpora como presidente) ganó en las elecciones de 1973. Sin embargo renunció a los meses. Se relaizaron nuevas elecciones y resultó triunfante la fórmula: Perón-Maria Estela Martinez de Perón.
El regreso del peronismo (1973-1976)
La estrategia de Peron se basó en un acuerdo entre los sectores políticos y sociales. Para detener la inflación se estableció un aumento salarial inicial, para luego suspender los incrementos durante dos años.
El Programa de Reconstruccion y Liberación Nacional preparado por el gobierno pretendía lograr el crecimiento de la economía, pero la crisis de 1973 (por el aumento del precio del petróleo en el mundo) lo impidió.
El primero de julio de 1974 murió Perón. Su esposa, Maria Estela Martinez, ocupó la presidencia. Durante su gobierno se profundizó la crisis económica: el ministro de economía (Celestino Rodrigo) impuso una devaluación de más del 100% y un alza igual en los precios, lo que provocó una gran conmoción conocida como el "rodrigazo". A esta crsis, se sumó un clima de violencia generado por las acciones de los Montoneros, el ERP y la Triple A (alianza anticomunista argentina), una organización para policial integrada por peronistas de ultra derecha, matones sindicales y grupos de las fuerzas de seguridad.
El 24 de marzo de 1976, la Junta de Comandante en Jefes (integrada por Videla, Massera y Agosti) tomó el poder mediante un golpe de estado y organizó el denominado Proceso de Reorganización Nacional.
El regreso de los militares (1976-1983)
El gobierno militar realizó una acción sistemática de represión contra la oposición, iniciada en la provincia de Tucumán y extendida luego a todo el país.
El ministro de economía (Martíinez de Hoz), pretendía lograr una apertura completa de la economía nacional al mercado mundial. Las bases de su propuesta eran: la liberación de la economía, la expansión del sector financiero y adquisición de préstamos externos y el ingreso de capitales del exterior.
En los inicios de 1980 este proyecto económico entró en crisis: quebraron muchos bancos, cerraron empresas, bajaron los salarios y aumentaron las manifestaciones.
Videla fue remplazado por Viola, y éste fue remplazado por Galtieri.
En este clima se inició la Guerra de Malvinas. En abril de 1982, unidades de las fuerzas armadas argentinas desembarcaron en las islas e izaron la bandera nacional. El gobierno inglés ordenó el envío de una flota para recuperarlas. Se inició así la contienda militar entre la Argentina y Gran Bretaña por la posesión de las islas. El gobierno ocultaba la marcha defavorable del enfrentamiento, hasta que el 14 de junio los militares presentaron su rendición. Esta guerra dejó como saldo más de 700 muertos y alrededor de 1.500 heridos. Galtieri renunció y fue remplazado por el General Bignone, que puso en marcha el proceso de democratización.
El regreso de la Democracia (1983-2001)
El 30 de octubre de 1983, luego de siete años de dictadura militar, se realizaron nuevas elecciones democráticas, que otorgaron el triunfo al candidato radical: Raúl Alfosin. Su gobierno debió enfrentar serios problemas económicos, especialmente la hiper-inflación, razón por la cual entregó el poder antes de la finalización del periodo. En 1989 fue elegido presidente Carlos Saúl Menem. En 1991 se puso en marcha el plan de convertibilidad ideado por Domingo Caballo (fue la relación establecida entre la moneda nacional y el dólar). En 1993, el gobierno convocó a una Convención Nacional para reformar la constitución y permitir la reelección presidencial. Esta medida permitió a Menem ser reelegido presidente en 1995.
En las elecciones de 1999 fue elegido presidente Fernando de la Rúa, cuyo gobierno atravesó una grave crisis económica y política. Para detener la fuga de dinero, el ministro Caballo impuso el llamado corralito, con lo que desató una protesta general en diciembre de 2001 que provocó la renuncia de De la Rúa.
Bibliografía
Alonso, M.E. y otros. "Historia: el mundo contemporáneo". Aique. Bs. As. 2005.
Carlos Floria y García Belsunce. "Historia de los argentinos". Larousse, Buenos Aires, 1993.
Jose Luis Romero. "Breve historia de la Argentina". FCE, Buenos Aires, 2004.
Silvia Vázquez de Fernández. "Desde fines de la modernidad hasta los tiempos contemporáneos". Kapelusz. Buenos Aires. 2003.
Silvia Vázquez de Fernández. "La Argentina: una historia para pensar". Kapelusz. Buenos Aires. 2003.
– HISTORIA ARGENTINA COLONIAL: Descubrimiento y conquista del Río de La Plata
El Virreinato del Río de la Palta.
– HISTORIA ARGENTINA INDEPENDIENTE: El largo proceso de la Independencia. La Revolución de Mayo de 1810. Los primeros gobiernos patrios (1810-1820). La separación de las provincias (1820-1829). La época de Rosas (1829-1852). Buenos Aires y la Confederación Argentina (1852-1862). La consumación de la unidad nacional (1862-1880).
– HISTORIA ARGENTINA CONTEMPORÁNEA: La Generación del 80`. El radicalismo en el poder (1916-1930). La restauración conservadora (1930-1943). Los tiempos del peronismo (1943-1955). La Argentina entre el derrocamiento y el regreso de Perón (1955-1973). El regreso del peronismo (1973-1976). El regreso de los militares (1976-1983). El regreso de la Democracia (1983-2001).
Autor:
Tomás Elias Zeitler
Profesor en Historia – Facultad de HUmandiades- Universidad Nacional del Nordeste- Chaco- Argentina.
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