Promocion de la salud mental de adolescentes desde la perspectiva de enfermería (página 2)
Enviado por ANNA JARVIS ORBEGOSO PAREDES
Los determinantes sociales son características específicas y vías por las cuales las condiciones sociales influyen en la salud, y son de extrema importancia para explicar la situación de salud y definir estrategias apropiadas de intervención. Es clara la relación que existe entre ambiente sociocultural y salud. Las relaciones sociales, la cultura, el barrio de residencia, el tipo y lugar de trabajo, el nivel socioeconómico, así como la raza y el género, entre otras, han sido variables estudiadas con alta influencia en salud (Kagán y Jolostóva, 1991)
El enfoque cultural en promoción de la salud reivindica la necesidad de desarrollar los valores de solidaridad y respeto, además de las competencias y habilidades en los prestadores de salud que permitan reconocer en la relación con «el otro», que son justamente las diferencias culturales, sociales, económicas y lingüísticas las que componen el complejo telón de fondo sobre el cual se construyen los procesos de salud-enfermedad de las poblaciones. Esto permitirá comprender, en su real dimensión, las variables que afectan sus condiciones de vida y su estado de salud. Es en el diálogo cultural o intercultural que se determinarán acciones de mutuo beneficio (Martínez y cols. 2009).
Considerar a la promoción de la salud como elemento esencial para la construcción de una cultura de la salud le hace partícipe de la dialéctica de externalización-objetivación-internalización; característica de los procesos sociales. Construir participación social y comunitaria en salud implica contribuir a la consolidación de una cultura de salud, con soporte de los deberes y derechos de las personas, grupos y pueblos, en la que cada actor social participe responsablemente en favor del mantenimiento de la salud y del bienestar individual y colectivo (Japag y Kawachi, 2007).
INFLUENCIA DEL CONTEXTO SOCIAL EN EL DESARROLLO DE LAS CAPACIDADES DE LOS Y LAS ADOLESCENTES
Todo individuo está inmerso en un entorno, interactúa con este medio que lo rodea, generando respuestas y recibiendo estímulos, que es recíproco producto de su interrelación. El entorno social específicamente, involucra personas, individuos, los cuales tienen esa capacidad innata de relacionarse. El o la adolescente como individuo también se relaciona con el medio que lo rodea, no puede quedar ajeno a su influencia y muchas de sus acciones son el resultado de su interrelación, sea cual fuere la naturaleza de ésta. Por lo tanto, uno de los principales factores que ejerce influencia sobre éstos es el medio social donde se desenvuelve.
Surge entonces la problemática que envuelve al o la adolescente inmerso en un entorno social negativo que impide el desarrollo de sus capacidades, ejerciendo influencia negativa, dificultando por tanto la expresión del joven. A pesar de esto pensamos que él o la adolescente poseen ciertas herramientas que lo hacen "resistente" a estas influencias negativas, teniendo la capacidad de sobreponerse a las adversidades del medio. La resiliencia se presenta entonces como esta cualidad que "protege" en cierta forma al o la adolescente, permitiendo que se desarrolle positivamente a pesar de las difíciles condiciones de vida (Aguilar y Catalán, 2005).
Para entender en cierta forma la naturaleza del o la adolescente podemos decir que viven una etapa caracterizada por rápidos y significativos cambios, lo cual determina una situación típica: alteración de la personalidad y dificultad en la interrelación con los adultos; todo esto ha contribuido a la visión comúnmente difundida de esta etapa como crítica o caótica.
En líneas generales se puede decir que la adolescencia es la etapa de la vida en que se producen los procesos de maduración biológica, psíquica y social de un individuo, alcanzando así la edad adulta y culminando con su incorporación en forma plena a la sociedad. En el aspecto biológico el o la joven progresa desde la aparición inicial de las características sexuales secundarias hasta la madurez sexual. En lo psicológico evoluciona tanto en sus procesos psicológicos como en las formas de identificación desde los de un niño a los de un adulto y en el plano social se realiza una transición del estado de dependencia socioeconómica total a una relativa independencia. (Aguilar y Catalán, 2005).
Así, las nuevas características tanto físicas, psicológicas como sociales presentes en el o la adolescente influyen en el modo de ver y relacionarse con la sociedad, por ejemplo los cambios físicos acelerados contribuyen a una imagen personal cambiante e inestable y muchas veces a un físico poco agraciado e incluso a incoordinación motora (crecimiento desproporcionado), todo lo cual suele crear problemas de auto imagen negativa que afecta su relación tanto con sus pares como con las demás personas que lo rodean (Fernández y cols., 2009).
En el ámbito psicoafectivo se produce una acentuación general de los impulsos que no están muy definidos, los que se traducen en una excitabilidad difusa (irritabilidad, cambio de ánimo, hipersensibilidad), con momentos de actividad alternados con momentos de pasividad e introversión, muchas veces incomprendidos por quienes lo rodean generando conflictos y relaciones difíciles. En el área social se produce un quiebre en las relaciones interpersonales en las diferentes áreas (familia, amistades) con un marcado afán de independencia que genera conflictos en las relaciones con los padres, presentando además arranques de independencia y actuaciones infantiles que requieren protección y dependencia (Frenk, 2002).
Bajo este contexto se puede decir que todo lo que rodea a él o la joven, sea la familia, el colegio, la comunidad, los pares, los medios de comunicación (TV, Internet, medios escritos y otros), las organizaciones comunitarias (agrupaciones juveniles, centros deportivos y de recreación, agrupaciones políticas y religiosas) ejercen influencia en éstos y al mismo tiempo se ven enfrentados a distintos cambios sociales, estímulos y desafíos que generan respuestas necesarias para su desarrollo personal y social.
CONTEXTO LEGAL NACIONAL DE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD
A través de la Ley N° 27657 – Ley del Ministerio de Salud, aprobada por el Congreso de la República el 17 de enero de 2002, se crea la Dirección General de Promoción de la Salud, incorporando así esta línea estratégica y prioritaria a la estructura funcional del Ministerio. Entre las funciones que le han sido asignadas se encuentran la formulación de políticas y planes de promoción de la salud concertada con los niveles regionales, así como, el diseño de estrategias de implementación de servicios y gestión sanitaria que incorporen el enfoque de promoción de la salud orientadas a la generación de comportamientos y entornos saludables (MINSA, 2006).
El 15 de febrero del año 2005, mediante RM N° 111 -2005/MINSA, fueron aprobados los; "Lineamientos de Política de Promoción de la Salud", que se constituyen en un importante documento normativo que facilitará el desarrollo de las acciones de promoción de la salud en el país y el cumplimiento de los objetivos funcionales asignados a la Dirección General de Promoción de la Salud.[4]
A través de sus Lineamientos de Políticas, la Dirección General de Promoción de la Salud apuesta a largo plazo a la construcción colectiva de una cultura de salud, orientada al desarrollo de prácticas de autocuidado que se organizan en comportamientos y/o estilos de vida saludables, basadas en intervenciones desarrolladas en los distintos escenarios que promueven la salud; contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las personas (MINSA, 2005).
Es preciso señalar que el Ministerio de Salud – MINSA inició la planificación del proceso de descentralización del sector en abril del 2004. Como parte de una decisión de política institucional este proceso ha tenido dos características, además de las establecidas por las leyes vigentes que rigen el proceso: ser planificado y consensuado. En una primera etapa se incidió en el trabajo con los gobiernos regionales al interior del país. Con estos se consensuó, entre otros, las funciones regionales en salud, de las cuales, han sido incluidas en el Plan de Transferencias de Competencias Sectoriales a los Gobiernos Regionales y Locales del año 2005, aprobado mediante Decreto Supremo N°052-2005-PCM.
En una segunda etapa se realizó un plan de mediano plazo correspondiente al período 2006-2010, documento presentado al Consejo Nacional de Descentralización – CND. Allí se explicitan que las funciones claves o transferir en el año 2006 son la correspondiente a "Promover las actividades de promoción de la salud y prevención de la enfermedad" en los niveles regionales (MINSA, 2006).
El proceso anterior muestra la plena concordancia entre los lineamientos de políticas de promoción de la salud y las políticas de Estado generadas a partir del Acuerdo Nacional, en lo referente a la política de descentralización y fortalecimiento de los gobiernos regionales y ámbitos locales en el marco de la lucha contra la pobreza y el fomento de las actividades de promoción de la salud.
CAPÍTULO III
Abordaje teórico
PROMOCIÓN DE LA SALUD
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Conferencia Sanitaria Internacional, celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, con los representantes de 61 Estados, definieron la salud como "el estado de bienestar físico, mental y social del individuo", es decir, como el equilibrio entre estos tres componentes y no solo la mera ausencia de enfermedad. Por tanto, la salud está directamente vinculada con el logro del bienestar, entendiéndose este como la posibilidad de crecer y desarrollarse a través del acceso a una adecuada alimentación, educación, trabajo, recreación, deporte y cultura, así como contar con las condiciones necesarias de atención en caso de enfermedad (MINSA, 2006).
Desde hace algunas décadas se viene trabajando con un concepto que considera a la salud como una parte de la vida diaria, una dimensión esencial de la calidad de vida. Antonosvky afirma que la salud es creada y vivida por la gente, en los lugares donde desarrolla su vida diaria; donde aprende, trabaja, juega y ama. Aún más añadiremos que, debemos entender a la salud como una realidad social compleja y como un proceso social-político, y no circunscrita solo a una atención médica reparativa. Esta consideración es clave y relevante para tener en cuenta al iniciar el abordaje de lo que significa la promoción de la salud (Aliaga, 2003).
La Dirección General de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud del Perú conceptúa la promoción de salud como un proceso que busca desarrollar habilidades personales y generar los mecanismos administrativos, organizativos y políticos que faciliten a las personas y grupos tener mayor control sobre su salud y mejorarla. Busca lograr un estado de bienestar físico, mental y social, en el que los individuos y/o grupos puedan tener la posibilidad de identificar y lograr aspiraciones, satisfacer necesidades y poder cambiar o hacer frente a su entorno (MINSA, 2006).
Es importante diferenciar la promoción de la salud con la prevención de la enfermedad. La prevención en salud pública disminuye la incidencia o la prevalencia de una enfermedad, por ende, sus objetivos están relacionados con los problemas de salud y son esencialmente correctivos. La prevención alude a la reducción de los factores de riesgo o protección contra los agentes agresivos. Es una estrategia de carácter reactiva y defensiva (Gómez y Zamudio, 1998).
Sin embargo, a pesar de las diferencias, el enfoque de prevención primaria presenta similitudes con el enfoque promocional, a nivel de las estrategias y el papel que asigna a sus actores. Dentro de las similitudes evidenciadas se observa que ambos enfoques hacen uso de la educación sanitaria y comunicación social, como estrategias primordiales. Igualmente, ambos enfoques utilizan la intersectorialidad y comparten la responsabilidad y los roles entre la comunidad y los interventores. Estas similitudes hablan por tanto de la necesidad de concebir a la prevención y a la promoción de la salud como procesos complementarios más que opuestos.
La piedra angular de la promoción de la salud es el compromiso de lograr una situación de equidad mediante enfoques que capaciten a las comunidades y los individuos de todas las edades para tomar decisiones saludables. La promoción de la salud consiste también en asegurar que las políticas públicas favorezcan esa adopción de decisiones saludables y en procurar influir en los numerosos determinantes, complejos y sinérgicos, de la salud que operan fuera del sector sanitario a nivel individual, doméstico, comunitario, nacional y mundial (MINSA, 2006).
La promoción de la salud se sustenta en los modelos ecológico y ambiental. Estos modelos se basan en los principios de la multicausalidad de los determinantes de la salud y la enfermedad y sobre las interacciones de los factores. Las intervenciones que se plantean en un modelo ecológico buscarán simultáneamente alcanzar al individuo (en sus hábitos de vida), a su medio de vida o entorno (casa, trabajo, amigos), las condiciones de vida más amplias (estructuras socioeconómicas, valores sociales, culturales, políticos y públicos) (Aliaga, 2003).
La Dirección General de Promoción de la Salud desarrolló un marco de referencia denominado "Modelo de Abordaje de la Promoción de la Salud", aprobado para orientar las intervenciones de promoción de la salud en el nivel nacional, regional y local, enmarcado en el cumplimiento de sus lineamientos de Política. El modelo considera al desarrollo humano como fin último a alcanzar por la promoción de la salud y trata de recuperar la integridad del ser humano al momento de estructurar la respuesta social en salud; colocando a la persona y su familia como el centro de nuestra misión, respetando la realidad heterogénea del país (MINSA, 2006).
El documento, aprobado con RM N° 729-2003 de Atención Integral en Salud constituye el actual marco de referencia para la atención de salud en el país, basado en el desarrollo de acciones de promoción de la salud, prevención de la enfermedad, recuperación y rehabilitación, orientados a obtener una persona, familia y comunidad saludable. En este contexto, la promoción de la salud contribuye a lograr que las personas asuman comportamientos saludables para mantener y mejorar permanentemente su salud y contribuir a su desarrollo humano pleno. Asimismo, promover la construcción de una cultura de la salud y fortalecer el desarrollo local y regional.
DETERMINANTES DE LA SALUD
En todas las épocas y civilizaciones siempre ha sido un tema de preocupación el conjunto de condiciones o circunstancias que determinaban la salud. Independientemente del concepto de salud asumido en cada momento. A partir de la segunda mitad del siglo XX, se establece un concepto integral de salud que se enmarca en los determinantes de salud, es decir, el conjunto de factores o características que influyen en la salud y que interactuando en distintos niveles de organización determinan el estado de salud individual y de la población (Perea, 2004).
Los determinantes de la salud han estado sometidos a los diversos avatares de la historia de la especie humana, variando a lo largo del tiempo su contribución a la salud. En las culturas más antiguas se consideraba que la pérdida de salud era debida a causa del castigo de los dioses, de la religión o causas naturales (calor-frío, luz-oscuridad, etc.). En la era de la Escuela Hipocrática, los determinantes de la enfermedad eran debidos a características internas (raza, sexo y edad) y externas (mala alimentación, venenos, aire corrompido, etc.) (Girón, 2009).
Asimismo, Galeno establecía que las causas de enfermedad se dividían en tres tipos: externas (trastornos alimentarios, sexuales o emocionales, venenos, etc.), internas (edad, sexo, constitución, etc.) y conjuntas que serían el resultado de aplicar las primeras sobre las segundas. En las siguientes épocas, hasta finales del siglo XIX, se consideraban los determinantes de la salud desde la perspectiva de un modelo biológico en el cual se mantenía que en el medio externo existen organismos agresores que causan un efecto (la enfermedad) en el huésped que es el individuo (Girón, 2009).
A finales del siglo XIX, en el que las principales causas de muerte y enfermedad en los países desarrollados eran las enfermedades infecciosas, surgió una nueva concepción de determinantes de la salud a través del modelo ecológico o triada ecológico que establecía que la enfermedad era consecuencia de la relación entre tres elementos: el agente, el huésped y el medio ambiente. El agente de la enfermedad está caracterizado por factores biológicos, físicos y químicos; el huésped de la enfermedad está delimitado por elementos intrínsecos que influyen en la susceptibilidad del individuo ante la acción de los agentes, y por último, el medio ambiente está formado por elementos extrínsecos que influyen en el huésped mediante la acción del agente de forma que la interacción entre los tres elementos provoca la aparición de la enfermedad (Armijo, 1994).
Sin embargo, en los países desarrollados, con el cambio de patrón de las principales causas de muerte (Transición Epidemiológica) consistente en la sustitución de las enfermedades infecciosas por las enfermedades crónicas, surge la necesidad de crear un nuevo marco de determinantes de la salud más integrador y que sea capaz de incorporar los factores que afectan a estas enfermedades.
Modelo ecológico o triada ecológico
En la década de los años setenta del siglo XX, con el desarrollo de la conceptualización de la salud, el modelo que destaca para dar explicación a la salud y sus determinantes es el modelo holístico de Laframboise (1973), y que un año después fue desarrollado por el Ministro de Sanidad y Bienestar de Canadá, Marc Lalonde, en el documento "A new perspective on the health of canadians". Laframboise era Director General de la División de Planificación de la Salud y Bienestar Social en Canadá y en 1974 publicó el artículo "Health policy: breaking the problema down into more manageable segments", en el cual explicaba la necesidad de contar con segmentos o campos de salud más manejables a la hora de analizar los problemas y el diseño de las políticas de salud.
Lalonde (1974) desarrolla las ideas de Laframboise en un modelo que, además de conceptualizar la salud como algo más que enfermedad, establece que la salud de un colectivo o población es el resultado de la interacción de un conjunto de factores o variables que pueden agruparse en cuatro categorías o determinantes:
1. La biología humana: condicionada por las características de la especie humana, la constitución física, el desarrollo y envejecimiento, la carga genética y los factores hereditarios. Este grupo de factores han sido considerados, hasta finales del siglo XX, como aquellos que presentaban menor capacidad de modificación; sin embargo, con los avances de la ingeniería genética y su implicación en el desarrollo preventivo de las enfermedades crónicas, se dota al conjunto de factores asociados a la biología humana de una mayor responsabilidad como causa de salud (Armijo, 1994: Gimeno y cols., 2012).
2. El medio ambiente: formado por sus factores de insalubridad, entendiéndolos en su sentido más amplio, como son la contaminación del medio por factores físicos, químicos, biológicos y psicosociales. La acción individual o colectiva de cada uno de ellos origina un gran número de patologías, por tanto, el control de sus efectos reduce la proporción de enfermedad y mortalidad (Armijo, 1994: Gimeno y cols., 2012).
3. Los estilos de vida y conductas de salud: el consumo de sustancias nocivas, el sedentarismo, la inadecuada alimentación y determinadas conductas de riesgo pueden influir negativamente en la salud. Además, el ser humano se expone voluntariamente a estos factores y puede ejercer sobre ellos un control o un uso adecuado. Se incluye en este determinante de la salud aspectos como: riesgos en las actividades recreativas, patrones de consumo y riesgos ocupacionales (Armijo, 1994: Gimeno y cols., 2012).
4. El sistema de cuidados de salud: entendiendo que está constituido por los recursos materiales, económicos y humanos, medios tecnológicos y servicios de forma que mediante la eficacia, efectividad y accesibilidad pretenden producir salud desde la enfermería y la medicina. La utilización de los servicios de salud, es una interacción entre consumidores y profesionales; es una conducta compleja determinada por una amplia variedad de factores: socioculturales, de organización, relativos al usuario y relativo a los profesionales (Armijo, 1994: Gimeno y cols., 2012).
Modelo de determinantes de la salud de lalonde
Estos conjuntos de determinantes de la salud no son disjuntos, es más, a veces es difícil separarlos y asignarlos a un único grupo, de hecho suelen estar interrelacionados, como por ejemplo, la clase social del individuo y ciertos hábitos saludables o factores de riesgo. El modelo de Lalonde supone relaciones causales en las que varias causas pueden producir varios efectos simultáneamente, aunque ninguna por si sola es suficiente para originar un determinado efecto; es decir, se establece el tránsito de un modelo causal determinante a un modelo causal probabilístico que pretende ser integrador, al tratar de incluir todos los determinantes conocidos de la salud (Girón, 2009).
MODELO DE ABORDAJE DE PROMOCIÓN DE LA SALUD (MINSA, 2006)
MODELO DE ABORDAJE DE PROMOCIÓN DE LA SALUD ENFOCADO EN EL DESARROLLO DE LA SALUD MENTAL EN EL ADOLESCENTE
1.-ENFOQUES TRANSVERSALES
Equidad y Derechos en Salud
El derecho a la salud está reafirmado en tratados internacionales. Fue consagrado por primera vez en la Constitución de la OMS, en 1946, posteriormente, fue reiterada en la Declaración de Alma-Ata en 1978 y en la Declaración Mundial de la Salud en 1998.
El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales reconoce que el derecho a la salud se debe interpretar como un derecho inclusivo que no solo abarca la atención de salud oportuna y apropiada sino también los principales factores determinantes de la salud como el acceso al agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, el suministro adecuado de alimentos sanos, una nutrición adecuada, una vivienda adecuada, condiciones de trabajo seguras y sanas, un medio ambiente sano y el acceso a la educación e información sobre cuestiones relacionadas con la salud (incluida la salud sexual y reproductiva).
Desde una mirada actual de la ética, es necesario tener en cuenta los factores determinantes de la salud y cómo se distribuyen y aplican; ampliando el campo a las necesidades de las poblaciones y a temas como la asignación de los recursos a las poblaciones para garantizar las medidas sanitarias y sociales necesarias.
Para Amartya (2002), la equidad en salud no puede dejar de ser una característica central de la justicia y de los acuerdos sociales en general. La equidad en salud no concierne únicamente a la salud, vista aisladamente, sino que debe abordarse desde el ámbito más amplio de la imparcialidad y la justicia de los acuerdos sociales, incluida la distribución económica, y prestando la debida atención al papel de la salud en la vida y la libertad humana.
La formulación más adecuada del derecho a la salud figura en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, aprobada en la 9º Conferencia Internacional de Estados Americanos, celebrada en Santa Fe de Bogotá, Colombia, en 1948, que, además de reconocer el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona, declara que toda persona tiene derecho a que su salud sea preservada por medidas sanitarias y sociales, relativas a la alimentación, el vestido, la vivienda y la asistencia médica, correspondientes al nivel que permitan los recursos públicos y los de la comunidad.
La equidad se consigue eliminando las diferencias innecesarias, evitables e injustas que restringen las oportunidades de las personas a acceder al derecho de bienestar. En este contexto, la promoción de la salud busca identificar los factores que favorecen la inequidad, para proponer acciones que alivien sus efectos, a la vez que actúa como agente de cambio para la inducción de transformaciones radicales en las actitudes y conductas de la población y actores claves.
2.-ESTRATEGIAS DE PROMOCIÓN DE LA SALUD
Las estrategias son el conjunto de acciones ordenadas, integrales y sinérgicas, que se convierten en herramientas indispensables para el desarrollo de acciones de promoción de la salud. Como parte del modelo, se ha considerado como estrategias claves:
La Educación y comunicación para la salud
La educación para la salud es una práctica social concreta, que se establece entre determinados sujetos, profesionales y usuarios que actúan en el interior de las instituciones en busca de autonomía, capaces de escoger y tomar decisiones, considerando valores éticos de justicia, solidaridad, productividad y equidad, actuando como educadores en su relación con el otro (individuo, grupo, comunidad). Como consecuencia, la relación entre el sujeto educador y el sujeto educando debe estar marcada por una posición ética, que articule libertad y responsabilidad, llevando a la realización de un compromiso.
La educación para la salud debe estar involucrada en el cotidiano de las personas, considerando una multiplicidad de aspectos desde aquellos relacionados a los cuidados con el cuerpo y la mente hasta la percepción de los bienes colectivos producidos por la sociedad, y la lucha para que los derechos ciudadanos sean efectivos. Los procesos educativos deben llegar, en la medida de lo posible, a toda la sociedad, solo así, podrá facilitar la promoción de la salud, o sea aquella que "tiene como fin mejorar la salud individual y colectiva y contribuir al logro de la equidad y la justicia social".
La comunicación en salud tiene un papel importante en la difusión de conocimientos, en la modificación o reforzamiento de conductas, valores y normas sociales y en el estímulo a procesos de cambio social que contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida. Por tanto, hay que conceptuar a la comunicación como un proceso social de interacción y difusión y un mecanismo de intervención para generar, a escala multitudinaria, influencia social que proporcione conocimientos, forje actitudes y provoque prácticas favorables al cuidado de la salud pública.
Para construir procesos eficaces para el desarrollo de comportamientos saludables, es necesario aplicar metodologías de educación y comunicación para la salud en diversos escenarios y en los espacios individual, familiar y comunitario. Esto resulta clave para asegurar que los grupos objetivo de las intervenciones educativo comunicacionales adopten nuevos comportamientos saludables y que estos sean incorporados en sus prácticas cotidianas; asimismo, resulta importante desarrollar procesos de formación y de desarrollo de competencias en el personal de salud, tales como metodología de planeamiento estratégico de comunicación educativa y mercadeo social.
3.-POBLACIÓN SUJETA DE INTERVENCIÓN
A.-La Familia
La familia es considerada la unidad social básica y el medio en el que se desarrollan las bases de la generación de saberes, conductas y hábitos alrededor de la salud. La familia tiene un papel central para la supervivencia infantil, el crecimiento y desarrollo durante la niñez y adolescencia, y la práctica de hábitos de vida saludables durante la juventud, la adultez y los adultos mayores.
La familia es un espacio de socialización importante que influye en la adopción de hábitos, estilos y comportamientos relevantes a la salud y bienestar; las personas ven a la familia como su entorno más próximo y es ahí donde construyen valores, modos de interpretación, percepciones, orientaciones, modos de conducta, protección ante los desafíos de la vida diaria y otros considerados de importancia en el proceso de salud y bienestar. Las acciones de promoción enfatizan la función de la familia como fundamental en la generación de autonomía, ciudadanía, respeto, comunicación, socialización, participación y empoderamiento social, lo que a su vez incrementan la eficacia de sus intervenciones.
B.-Etapa de Vida Adolescente (de 10 a 19 años):
La adolescencia constituye uno de los periodos más intensos de cambios físicos, psicológicos y sociales de la vida de una persona. Entre los más importantes tenemos: la madurez del sistema reproductor, el desarrollo de la autonomía y la capacidad para el pensamiento abstracto. En esta etapa surgen nuevas relaciones y posibilidades de desarrollo, que dan origen a su vez a nuevos comportamientos.
La influencia de los amigos y de los medios de comunicación adquiere importancia, las decisiones que adopten y las relaciones que establezcan influirán su salud y su desarrollo físico-psico-social y les afectará durante toda su vida. Es una época en la que se requiere nuevas competencias y conocimientos (OMS, 1999). Es importante que en esta etapa de vida las intervenciones tengan un componente para el desarrollo de habilidades individuales y la generación de oportunidades en el entorno.
4.-ENTORNO: ENTORNOS SALUDABLES
A.-La Vivienda
La vivienda, más allá del espacio físico, se constituye en parte del entorno de las personas, cuyas características influyen en el bienestar y la salud de las familias. La vivienda como espacio físico comprende los materiales que la componen, la calidad de los mismos, sus condiciones de saneamiento, su micro localización geográfica y social.
Los principales efectos sanitarios adversos derivados de la mala vivienda son debidos a la falta de sistemas de saneamiento, humedad, moho, mala calidad del aire, contaminación acústica, deficiencias de construcción que posibilitan los accidentes y los daños en caso de terremotos, materiales de construcción insalubres incluido el amianto y las pinturas a base de plomo.
Las viviendas deben tener características en concordancia a los requisitos mínimos que garantice el pleno ejercicio del acto de morar, ampliando y mejorando la calidad del espacio y de la vida, propiciando la convivencia armónica y la dignidad humana. La vivienda es, en suma, el escenario donde se desarrollan los procesos culturales, económicos y sociales. Allí las acciones de promoción de la salud cobran vigencia y relevancia.
B.-La Institución Educativa
Las instituciones educativas son escenarios privilegiados para la formación y difusión de una cultura de la salud en los alumnos y padres de familia, y desde allí hacia la familia y comunidad. Como institución representativa de la educación en su localidad, es responsable de la construcción de espacios de desarrollo, saludables y sostenibles en el tiempo; por ello, la institución educativa es considerada un escenario estratégico para promover la construcción de una cultura de la salud, desde la comunidad educativa hacia la comunidad en general.
Los programas de educación sanitaria impartidos en las escuelas a menudo se basan en una perspectiva demasiado tradicional, que proporciona a los estudiantes información sobre cuestiones sanitarias, pero que no utiliza procedimientos imaginativos e interactivos para enseñarles a tomar decisiones reflexionadas (saber hacer frente al stress, ser asertivos, vivir en sociedad e inculcarles aptitudes útiles para la vida).
Estos escenarios deben reunir condiciones físicas, sanitarias, ambientales, emocionales y afectivas, para que las niñas y niños desarrollen sus aptitudes y actitudes adecuadamente. Por consiguiente, es importante que cuenten con aulas amplias, espacios físicos y mobiliarios adecuados, iluminación, baterías sanitarias acordes con la edad, espacios de recreación y seguridad; a eso debe sumarse la promoción de hábitos alimentarios saludables, de higiene y estilos de vida saludables con el afán principal de mejorar la calidad de vida de las niñas y niños.
5.- EJES TEMÁTICOS: COMPORTAMIENTOS SALUDABLES
A.-Habilidades para la Vida
La promoción de las habilidades para la vida permite a las personas adquirir competencias necesarias para enfrentar los grandes retos, construir el proyecto de vida. En el campo de la promoción, las habilidades para la vida favorecen comportamientos de vida saludables en las diferentes etapas del ser humano. Según el estudio realizado en escolares de redes de colegios de las regiones de intervención del proyecto AMARES en el año 2003, el 36% de escolares refiere que "nunca se considera una persona valiosa, el 36% que "cuando tiene problemas trata de resolverlos solos", el 80% presenta niveles entre bajo y mediano de asertividad.
Otro estudio, realizado por la Oficina de Tutoría y Prevención Integral – OTUPI del Ministerio de Educación, señala que el 31.3% de adolescentes presentan serias deficiencias en todo su repertorio de habilidades sociales, es decir, 31 escolares adolescentes de cada 100, presentan significativas deficiencias de habilidades sociales. En general, los escolares del país tienen serias deficiencias en habilidades relacionadas con sentimientos, enfrentamiento de la ansiedad y afirmación personal; sin embargo, mientras las mujeres presentan mayores habilidades sociales, especialmente relacionadas con los sentimientos, los varones tienen mayores habilidades sociales relacionadas con la autoafirmación personal. En el estudio se observa que son los alumnos de las regiones de Huancavelica, Ancash, Ayacucho, Pasco y Lima, aquellos con mayores necesidades de entrenamiento en habilidades sociales.
Las investigaciones realizadas en la última década han demostrado que los programas educativos basados en el enfoque de "Habilidades para la Vida" son efectivos para promover conductas deseables, tales como la socialización, la mejora de la comunicación, la toma efectiva de decisiones, la solución de conflictos y la prevención de conductas negativas o de alto riesgo, tales como el uso de tabaco, alcohol u otras drogas, sexo inseguro y violencia.
Una perspectiva de las habilidades sociales, que las enlaza directamente con los resultados de la conducta, es el modelo de déficit de habilidades. Este modelo presenta la hipótesis de que los niños que no desarrollan habilidades para interactuar de una manera socialmente aceptable temprano en la vida; son rechazados por sus pares, y se enfrascan en conductas poco saludables (violencia, abuso del alcohol y otras drogas, etc.). Uno de los mejores pronosticadores de los delincuentes crónicos y de la violencia en la adolescencia es la conducta antisocial en la niñez.
El conocimiento o la información en salud por sí misma, no asegura que las personas asuman comportamientos saludables, tampoco las habilidades para la vida aisladas del conocimiento. Es estrictamente necesario que exista en la persona la disposición para adoptar o cambiar un determinado comportamiento. Por tanto, es la integración de estos tres elementos en el contexto específico de las fuentes disponibles de apoyo social y los factores culturales y ambientales en que vive la persona que resulta en comportamiento competente.
B.-Promoción de la Salud Mental, Buen Trato y Cultura de Paz
La población infantil está cada vez más expuesta a situaciones de peligro y riesgo psicosocial, tanto fuera como dentro de su propia casa. Al respecto, el Estudio Epidemiológico Metropolitano en Salud Mental (EEMSM, 2002) arroja que el 36.2% de las personas adultas encuestadas maltrata psicológicamente a sus hijos, insultándolos o desvalorizándolos, cuando no obedecen o cuando no hacen las tareas. El 43.2%, alguna vez ha castigado físicamente a sus hijos, aduciendo como razones la desobediencia, las peleas con los hermanos o las bajas notas.
Según el EEMSM, la depresión es el trastorno emocional que más afecta a la población adolescente. Relacionado con ello, un porcentaje significativo de adolescentes (29.1%) "alguna vez en su vida ha presentado deseos suicidas", mientras que casi un tercio (3.6%) de los adolescentes que intentaron hacerse daño alguna vez, considera aún el intento de suicidio como una posibilidad de solución a sus problemas. Los motivos mencionados son los problemas con los padres, problemas con otros familiares, los estudios y problemas económicos. El mismo estudio arroja que el 23.5% de la población adolescente se ha visto involucrada en algún tipo de conducta violenta (peleas con empleo de armas, abuso físico a otros, etc.), mientras que el 50% ha sido víctima de algún tipo de abuso en algún momento de su vida; siendo los adolescentes de la zona andina los más vulnerables.
Por lo expuesto en líneas anteriores, la salud mental cobra importancia para las personas y para la sociedad. A nivel individual, permite a las personas realizar su potencial intelectual y emocional y desempeñar sus funciones en la vida social, académica y profesional. La salud mental representa para la sociedad un recurso de cohesión social, mejora el bienestar social y económico.
La Cultura de Paz trata de resolver los problemas a través del diálogo, la conciencia de los otros, mediante el amplio y libre flujo de ideas, la negociación y la mediación, a fin de lograr que la guerra y la violencia sean imposibles.
Cultura de paz es un concepto complejo que se basa en valores, actitudes, comportamientos y estilos de vida que refuerzan la no violencia y el respeto de los derechos y libertades fundamentales de cada persona. Ella depende de la observación y aceptación del derecho de las personas a ser diferentes y de su derecho a una existencia pacífica y segura dentro de sus comunidades.
El buen trato es un estilo de relación que implica el reconocimiento y respeto de los derechos de los demás, la compenetración afectiva entre dos persona, que implica capacidad para: escuchar, poniéndose en el lugar del otro, la tolerancia, la capacidad para relacionarse con el otro, la comunicación efectiva, la capacidad de negociación y la capacidad de expresar sentimientos.
Un concepto más operativo que implica a la cultura de paz y el buen trato es la convivencia. Esta se define como la capacidad para establecer relaciones sociales y humanas saludables, armónicas, que se fundamente en la tolerancia y en el respeto a los demás (Rosales y Ramírez, 2004). La definición implica que las personas deben lograr la capacidad de ponerse en el lugar del otro, compartir, cooperar, respetar, comunicarse, autocontrolarse, participar y aportar ideas para elaborar normas justas que regulen la vida colectiva, para desarrollar la convivencia se deben dar un conjunto de aspectos como:
Autoconocimiento. Permite una actitud de observación de la propia manera de ser, pensar, y sentir, de los puntos de vista y valores personales.
Autonomía y autorregulación. Permite promover una mayor coherencia de la acción personal.
Capacidad de diálogo. Implica disposición para escuchar al otro y para comunicar nuestras opiniones.
Capacidad para transformar el entorno. Permite el establecimiento de normas y proyectos contextualizados.
Comprensión crítica. Permite desarrollar capacidades orientadas a la adquisición de la información moralmente relevante en torno a la realidad y la actitud y el compromiso para mejorar.
Empatía y perspectiva social. Permiten incrementar la consideración por los demás asumiendo valores como la cooperación y la solidaridad.
Desarrollo moral. Permite reflexionar sobre los conflictos de valor teniendo en cuenta aquellos que son universales.
TEORÍA DEL DESARROLLO A ESCALA HUMANA COMO MARCO REFERENCIAL PARA LA SALUD MENTAL
En este documento haremos referencia a la teoría del "desarrollo a escala humana": propuesta por Max-Neef, Elialde y Hopenhayn(1998). Esta teoría está relacionada al enfoque de los determinantes sociales de la salud, pues considera a la salud como el satisfacer sinérgico del desarrollo y se sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales y en la necesidad de articular los procesos que tienen lugar en la sociedad y los procesos que ocurren a nivel de comportamiento.
Un desarrollo a Escala Humana, orientado hacia la satisfacción de necesidades humanas, exige un nuevo modo de interpretar la realidad y obliga a evaluar el mundo, las personas y sus procesos, de una manera distinta a la convencional. Los postulados del desarrollo a Escala Humana son los siguientes:
El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos.
El mejor proceso de desarrollo será aquel que permita elevar más la calidad de vida de las personas en la línea de su crecimiento cualitativo.
La calidad de vida dependerá de las posibilidades que tengan las personas de satisfacer sus necesidades humanas fundamentales.
Esas necesidades son de índole existencial como ser, tener, hacer, estar; y de índole axiológico: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad, libertad.
Las necesidades revelan al ser de las personas, este se muestra a través de ellas en su doble condición: carencia y potencialidad. Comprender las necesidades en este sentido y comprender al ser humano en función de ellas así entendidas, previenen contra toda reducción del ser humano a la categoría de existencia cerrada.
Max-Neef combina dos criterios posibles de disgregación: según categorías existenciales y categorías axiológicas, combinadas a través de una matriz de la cual se desprende que no existe correspondencia biunívoca entre necesidades y satisfactores. Así, un satisfactor puede contribuir simultáneamente a la satisfacción de diferentes necesidades, o a la inversa, una necesidad puede requerir diversos satisfactores para ser resuelta.
Relaciones que no son fijas pueden variar en calidad e intensidad según tiempo, lugar y circunstancias. Max-Neef postula adicionalmente que, primero, las necesidades humanas son finitas, pocas y clasificables. Segundo, las necesidades humanas fundamentales (como las del sistema propuesto) son las mismas en todas las culturas y en todos los períodos históricos. Lo que cambia a través del tiempo y de la cultura es la manera o medios utilizados para satisfacer esas necesidades.
Cada sistema económico, social o político adopta diferentes estilos para la satisfacción de las mismas necesidades humanas fundamentales. En cada sistema, éstas se satisfacen (o no) a través de la generación (o no) de diferentes tipos de satisfactores. Así, uno de los aspectos que define una cultura es la elección de los mismos, lo que cambia es la elección de cantidad y calidad de los satisfactores y/o las posibilidades de tener acceso a los requeridos. Cabe agregar que cada necesidad puede satisfacerse a niveles diferentes y con diferentes satisfactores. Más aún: se satisfacen necesidades en tres contextos: a) en relación a uno mismo b) en relación con el grupo social y c) en relación con el medio ambiente.
Lo que ha sugerido Max-Neef, en su reflexión, es que cualquier necesidad humana fundamental no satisfecha de manera adecuada produce una patología. Hasta el momento, los tratamientos están orientados a combatir patologías individuales o de pequeños grupos; hoy en día nos enfrentamos a patologías colectivas crecientes, cuyos tratamientos han sido ineficaces; pero para una mejor comprensión de estas patologías colectivas, es preciso establecer transdisciplinariedades.
Finalmente, Max-Neef propone que la humanización y la transdisciplinariedad responsables son la respuesta a la problemática actual a través de exigencias metodológicas y epistemológicas que es menester identificar y responder.
Necesidades existenciales (ser – tener – hacer – estar): descritas en Cardona (2001). Son aquellas que tienen relación con la búsqueda de respuestas al sentido de la existencia humana.
La Necesidad de Ser: El hombre tiene la necesidad de desarrollar todas sus potencialidades que le permitan determinar su individualidad. Esta necesidad implica en el ser una experiencia permanente de autotransformarse y autorrealizarse, para así trascender como persona al servicio de los demás.
La Necesidad de Tener: El hombre tiene la necesidad de poseer bienes materiales y espirituales que enfatiza en sus posesiones y le permiten un desarrollo más pleno de su ser. Esta necesidad implica tener una familia, alimentación, trabajo, salud, derechos, amistades, educación, recreación, fe, esperanza, amor, paz, libertad.
La Necesidad de Estar: El hombre tiene la necesidad de ubicarse en un espacio físico, en un entorno vital y social en el cual debe realizarse como persona. Esta necesidad implica no solamente mantener su privacidad e intimidad, sino propender por espacios de encuentro. Asimismo, crear ámbitos de interacción formativa y participativa de producción, retroalimentación y de pertenencia que le permitan vivir y madurar con plasticidad espacio temporal en su quehacer diario.
La Necesidad de Hacer: El Hombre, como Homo Faber, tiene la necesidad de hacer y construir cosas. Esta necesidad implica crear, procrear, crecer, conocerse, trabajar, producir, prevenir, cooperar, investigar, experimentar, construir, interpretar, discrepar, acatar, dialogar, evocar, soñar, descansar, actualizarse, confrontar, relajarse, optar, arriesgar, asumir, desobedecer y meditar.
Necesidades axiológicas: Descritas en Cardona (2001). Son aquellas que están relacionadas con el orden de los valores; es decir, con todas aquellas respuestas que tienden a satisfacer necesidades de cualquier índole: religiosa, artística, social, política, moral, etc.
La Necesidad de Subsistencia: El hombre tiene la necesidad de sobrevivir. Esta necesidad implica, en el ser humano, tener alimento, educación, vivienda, trabajo, recreación, amor, afecto, protección, desarrollar habilidades y destrezas, tener y desarrollar madurez, pertenecer y tener un hogar, desarrollar actividades creadoras, desarrollar actividades socialmente productivas, tener medios para desarrollarse física y emocionalmente en forma óptima.
La Necesidad de Protección: El hombre, como ser social, tiene la necesidad de seguridad. Esta necesidad implica, en el ser humano, tener apoyo familiar, grupal, social y del Estado; amar y ser amado, cuidar y ser cuidado, tener y dar apego.
La Necesidad de Afecto: El hombre tiene la necesidad de amar y ser amado. Esta necesidad implica, en el ser humano, hacer amistades, formar pareja, tener una familia, hacer el amor, expresar emociones, compartir, cuidar, cultivar, apreciar, tener privacidad, intimidad, ser solidario, ser generoso, sensual, tener voluntad y buen humor.
La Necesidad de Entendimiento: El hombre tiene la necesidad de conocer, comprender, analizar y asimilar la realidad. Esta necesidad implica, en el ser humano, desarrollar conciencia crítica, ser receptivo, asombrarse, ser curioso, disciplinado, intuitivo y racional, tener métodos educativos que le permitan experimentar, investigar, estudiar, analizar, meditar e interpretar la realidad, desde ámbitos como las escuelas, universidades, agrupaciones, comunidades, familia y -en general- el entorno del individuo.
La Necesidad de Participación: El hombre, como ser social, tiene la necesidad de integrarse, de vivir en comunidad. Esta necesidad implica, en el ser humano, formar y pertenecer a un grupo, tomar decisiones, aceptar, actuar, comprometerse, colaborar, opinar, decidir, trabajar en grupo, desarrollar la acción social, interactuar, compartir ideas e identificarse con el otro.
La Necesidad de Ocio: El hombre tiene la necesidad de utilizar su tiempo libre. Esta necesidad implica, en el ser humano, desarrollar la curiosidad, la imaginación, la sensualidad, descansar, buscar la tranquilidad, realizar juegos, participar en espectáculos culturales, deportivos, sociales, políticos y religiosos, contemplar la naturaleza y ambientes diferentes.
La Necesidad de Creación: El hombre tiene la necesidad de pensar, sentir y actuar en forma original. Esta necesidad implica, en el ser humano expresarse y traducir sus sentimientos libre y espontáneamente; ser original, flexible y dinámico en su pensar; capaz de improvisar, fantasear, integrar, tener fluidez, ser expresivo, tolerante a la frustración, poder distensionarse.
La Necesidad de Identidad: El hombre tiene la necesidad de ser el mismo. Esta necesidad implica, en el ser humano, desarrollar la autoestima, el sentido de pertenencia, de coherencia, de diferenciación, de asertividad; ser capaz de comprometerse, integrarse, confrontarse, definirse, conocerse, reconocerse, actualizarse y crecer, a partir de valores, normas y roles, en torno del quehacer diario.
La Necesidad de Libertad (autonomía): El hombre tiene la necesidad de tener conciencia de sí mismo, de obrar y tomar decisiones. Esta necesidad implica, en el ser humano, ser auténtico, decidir por sí solo, autogobernarse, construir su propia escala de valores y normas, tener disposición a cooperar con juicio crítico, regular su conducta con base en sus principios y conceptos internos y autodeterminarse.
Matriz de necesidades y satisfactores enfocada a la promoción de la salud mental del adolescente
Matriz de necesidades y satisfactores
CAPÍTULO IV
Abordaje metodológico
1.-TIPO DE ESTUDIO
La presente investigación tuvo un abordaje descriptivo-cualitativo, realizada con el propósito de comprender y evidenciar La promoción de la salud mental de adolescentes desde la perspectiva de enfermería. Centros y Puestos de Salud de la ciudad de Trujillo- 2010.
2.-MÉTODO
La investigación cualitativa trata del estudio sistemático de la experiencia cotidiana. Es una metodología que permite comprender el complejo mundo "la experiencia vivida desde el punto de vista de las personas que la viven". Estos estudios enfatizan la inmersión y la comprensión del significado humano atribuido a una circunstancia o a un fenómeno; por tanto, el objetivo principal del investigador es el de interpretar y construir los significados subjetivos que las personas atribuyen a estas experiencias. La metodología cualitativa se relaciona con la perspectiva sociológica de "significado y acción" y tiene sus bases paradigmáticas en el constructivismo (Cabrera, 2005).
Esta metodología se considera la más indicada para cualquier tipo de investigación que enfatice la comprensión amplia y la visión profunda de los hechos. Los estudios cualitativos concuerdan con los aspectos de la vida de los grupos humanos, describen aspectos de esta vida, y proporcionan perspectivas que no son accesibles con otros métodos de investigación. Por todo esto, se plantea la necesidad de incluir la perspectiva cualitativa en el estudio de la práctica de enfermería.
En este tipo de indagación no se busca la explicación ni la predicción, sino la comprensión. Se comprende desde la perspectiva de adentro, es decir, desde el punto de vista de las personas que vivencian una experiencia dada y se comprende la intencionalidad de sus acciones. De esta manera, comportamientos que a primera vista parecen irracionales o inexplicables, mirados desde el lugar de los actores tienen un sentido; por lo tanto, la metodología cualitativa no mide un fenómeno sino que lo describe e interpreta para que se conozca de manera más compleja y profunda (De la Cuesta, 2006).
Considerando la trascendencia de la investigación cualitativa en la profesión de enfermería y a fin de comprender mejor el objeto de estudio, la investigación fue abordada a través de un estudio descriptivo con el objetivo de examinar un fenómeno de estudio poco conocido y no investigado. El tipo descriptivo permite describir el fenómeno en estudio en su contexto natural.
3.-ESCENARIO DE ESTUDIO
Lo constituyeron los Puestos y Centros de Salud de la ciudad de Trujillo, que desarrollan el Programa de Salud del Escolar y Adolescente que está bajo la responsabilidad de la Enfermera (o), estas instituciones son:
1. Centro de Salud Materno Infantil de "Wichanzao"
2. Centro de Salud "Santa Lucia" de Moche
3. Centro de Salud "Vista Alegre"
4. Centro de Salud "La Noria"
5. Centro de Salud "El Esfuerzo" de Florencia de Mora
6. Centro de Salud Materno Infantil "Santa Isabel" del Porvenir
7. Centro de Salud de "Buenos Aires Sur"
8. Centro de Salud Materno Infantil "El Bosque"
9. Puesto de Salud "Liberación Social"
10. Puesto de Salud de "Alto Moche"
4.-SUJETOS DE LA INVESTIGACIÓN
Los participantes del presente estudio fueron diez profesionales de enfermería, nueve mujeres y un varón. Sus edades estuvieron comprendidas entre los 28 y 52 años. Ellos se encuentran a cargo del programa de salud del escolar y adolescente en centros y puestos de salud del distrito de Trujillo; siendo dos de ellas gerentes del comité local de administración en salud de su jurisdicción y una de ellas gerente de microred de salud. El tiempo de experiencia laboral del grupo comprendió desde 03 a 20 años, estimándose su desempeño laboral.
La identificación de los participantes se realizó a través de un muestreo intencional no aleatorio, dinámico y secuencial (García y cols., 1999). Se utilizó la técnica de saturación de datos, es decir, hasta la saturación de los descriptores o componentes del objeto de estudio o "punto de redundancia" (Polit y Hungler, 2000).
Para el estudio se contactaron 15 participantes los cuales fueron seleccionados del Total de Centros y Puestos de Salud de Trujillo. Solo fue posible realizar entrevistas a 10 de ellos, todos se incluyeron en el informe final, siendo 9 enfermeras y 1 enfermero, porque con este número se logró la saturación de los componentes del objeto de estudio.
A los informantes claves del presente estudio se les asignó un código numeral que va desde 1 a 10. La caracterización de los participantes se presenta en el anexo 4.
5.-TÉCNICA DE RECOLECCIÓN Y MANEJO DE DATOS
La información fue recolectada por la investigadora previa coordinación y cita programada para la entrevista con los participantes, las que se realizaron en el local de la institución o en el domicilio según previo acuerdo.
Desde el punto de vista metodológico, se planificó una entrevista semiestructurada (anexo 5), que se fundamenta en la producción de un discurso continuo dotado de una cierta línea argumental, aunque esencialmente fragmentario, es decir, la entrevista se fue adecuando a las respuestas que el sujeto entrevistado iba proporcionando de acuerdo a la investigación (Sierra, 1996).
En el presente estudio la entrevista semiestructurada fue realizada a partir de un diálogo conducido por la investigadora, utilizando una guía de entrevista elaborada por la autora conformada por 7 preguntas que orientaron el diálogo en función del foco de estudio. Este tipo de entrevista permitió en todo momento motivar a los participantes a expresarse con libertad acerca del objeto de estudio y obtener de esta manera información accesible al análisis.
La información obtenida mediante las entrevistas realizadas a cada participante fue registrada a través de cintas magnéticas con el uso de la grabadora, previa autorización de las personas implicadas, con la finalidad de evitar la pérdida de información, así como, conseguir una trascripción precisa de los discursos.
Lo que se ha pretendido con esta investigación era conocer la realidad desde la perspectiva de los propios sujetos, empleando para ello una técnica de análisis cualitativa como la entrevista; concediéndoles a ellos mismos el protagonismo de la investigación. En la entrevista podemos describir e interpretar aspectos de la realidad que no son directamente observables, sentimientos, impresiones, emociones, intenciones, o pensamientos, así como acontecimientos que ya ocurrieron con anterioridad. Esto permite el co-construir logrando una imagen de la realidad social con base en el comportamiento, los conocimientos, las actitudes y los valores que guían el quehacer de los protagonistas.
6.-ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
En la presente investigación cualitativa se siguió el proceso recomendado por Shaw en Fernández y Batista (2006). El proceso consiste en los siguientes pasos:
Análisis de sitio
La primera fase del análisis se efectuó mientras se recolectó la información, para lo cual fue necesario grabar las entrevistas realizadas; es decir, las diferentes respuestas y perspectivas que giran alrededor del tema, para después trascribirlas, junto con las notas mentales realizadas durante la entrevista. Esto permitió posteriormente identificar y verificar las respuestas dadas por cada uno de los entrevistas.
Trascripción de los datos
Inmediatamente después de las entrevistas se procedió a la trascripción de los datos. Para esto se realizó una lectura y relectura tanto de las trascripciones como de las notas de campo recolectadas, con el propósito de familiarizarse con los datos, iniciar el proceso de estructuración y organización de los mismos dentro de las respectivas dimensiones, variables y categorías. Esto condujo a la comprensión del problema de investigación.
Foco del análisis
Esta etapa estuvo centrada en las áreas de interés que condujeron a la comprensión del problema de investigación, a través de la concentración de los datos recolectados para determinar las diferencias y similitudes con la literatura existente respecto al desarrollo de las actividades para la promoción de la salud mental del adolescente.
Análisis de la información
Una vez desarrollada la etapa anterior, se procedió a efectuar un análisis de la información con el propósito de interpretar las relaciones encontradas entre las categorías establecidas con base en el marco teórico y los datos obtenidos e intentar explicar el desarrollo de la promoción de la salud mental en adolescentes. Esto condujo a la comprensión del objeto de estudio.
7.-CRITERIOS ÉTICOS Y DE RIGOR
7.1.-EN RELACIÓN A LA ÉTICA
Principio de Beneficencia
La beneficencia se refiere a la obligación ética de maximizar el beneficio y minimizar el daño. Este principio da lugar a pautas que establecen que los riesgos de la investigación sean razonables a la luz de los beneficios esperados, que el diseño de la investigación sea válido y que los investigadores sean competentes para conducir la investigación y para proteger el bienestar de los sujetos de investigación. Además, la beneficencia prohíbe por sobre todo causar daño deliberado a las personas.
El criterio de beneficencia cumple con el principio de "la proporcionalidad entre el bien buscado y el medio empleado". Por tanto, se deben conocer los riesgos y luego definir claramente cuando y en qué condiciones se justifica acceder a los beneficios, a pesar de los riesgos de daños posibles o predecibles. Aquí surge la razón riesgo/beneficio donde debe considerarse si los riesgos para los sujetos de la investigación resultan justificables ante los beneficios para la sociedad y el ejercicio profesional, en términos del conocimiento, que la investigación aporta.
Principio de respeto a la persona
El respeto a la persona incluye prioritariamente un respeto a la autonomía, ello implica que las personas capaces de deliberar sobre sus decisiones sean tratadas con respeto por su capacidad de autodeterminación. El principio de autodeterminación significa que los posibles sujetos de investigación tienen el derecho a decidir voluntariamente si participan o no en un estudio, sin el riesgo de exponerse a represalias o a un trato prejuiciado. También significa que los sujetos tiene derecho a dar por terminada su participación en cualquier momento, de rehusarse a dar información o de exigir que se les explique el propósito del estudio o los procedimientos específicos. Este principio abarca el derecho a no sufrir clase de coerción alguna.
En la mayoría de los casos de investigación que incluye sujetos humanos, el respeto a las personas exige que los sujetos participen en la investigación de forma voluntaria y con información adecuada; ante ello la decisión voluntaria de participar en la investigación no puede tomarse sin que exista un conocimientos irrestricto de la información.
Consentimiento informado
Consiste en la participación voluntaria de las participantes luego de que estas fueran informadas del propósito y modalidad de la investigación. La finalidad del consentimiento informado es asegurar que los individuos participan en la investigación propuesta solo cuando esta es compatible con sus valores, intereses y preferencias; y lo hacen voluntariamente con el conocimiento necesario y suficiente para decidir con responsabilidad sobre sí mismos. En el consentimiento informado, lo más importante desde el punto de vista ético no es su obtención sino el proceso por el que se obtiene; este proceso ha de reunir tres características básicas: la información suficiente, su comprensión y la voluntariedad.
La presente investigación refleja libre participación a través de la firma del documento de consentimiento informado (anexo 8) que se presentó a cada participante de los diferentes establecimientos de salud. Estos garantizaban su participación voluntaria en el trabajo de investigación. Dicho documento se presentó previa información clara y concisa de los diversos aspectos que conciernen a la investigación, así como cualquier riesgo o beneficio potencial previsto. El consentimiento informado fue elaborado en forma que la información que contiene no influenciaba las opiniones de los participantes y evitaba mostrar conceptos, valores y preocupaciones del investigador en su contenido.
7.2.-EN RELACIÓN AL RIGOR
Credibilidad
La credibilidad está dada por la verdad establecida mutuamente entre el investigador y el informante. Es el grado de certeza, de que los hallazgos que han sido establecidos por el investigador a través de la participación de los informantes es la experiencia vivida por los estudiados. Credibilidad se refiere así a la verdad conocida, sentida y experimentada por la gente que está siendo parte del estudio.
Auditabilidad
Está referida a la comprensión de los diferentes momentos y de la lógica del trabajo de investigación por otros lectores o investigadores. Se alcanza mediante una clara concepción concerniente al estudio desde su inicio hasta el final; significa que otros investigadores podrán seguir la sucesión de eventos en el estudio y con el entendimiento de su lógica. En otras palabras, la auditabilidad se refiere a la habilidad de otro investigador a seguir la pista o la ruta de lo que el investigador original ha hecho; para ello es necesario un registro y documentación completa de las decisiones e ideas que el investigador haya tenido en relación con el estudio.
CAPÍTULO V
Hallazgos del estudio
La promoción de la salud es una estrategia colectiva que sustenta su abordaje desde una perspectiva interdisciplinaria e intersectorial. En ella convergen diferentes puntos de vista, así como metodologías. Esta estrategia constituye una de las herramientas fundamentales para la optimización de las condiciones de salud y seguridad de las personas en cualquier ámbito donde se desenvuelvan.
Las actividades que conllevan la promoción de la salud son parte de la labor fundamental de los profesionales de enfermería que a menudo, establecen un vínculo de comunicación con las personas más intenso que el de otros profesionales sanitarios; desde esta perspectiva se considera que el Desarrollo de la Promoción de la Salud Mental en los adolescentes, es ahora un desafío también para el ejercicio práctico en el campo de la enfermería. Los resultados de la presente investigación permitieron construir dos categorías empíricas centrales, con sus respectivas subcategorías:
1. "PROMOCIÓN DE LA SALUD MENTAL ES BUSCAR EL EQUILIBRIO Y BIENESTAR PARA PREVENIR LA ENFERMEDAD":
a) Las actividades para la promoción de la salud mental del adolescente tienen vital importancia.
b) Las actividades para la promoción de la salud mental del adolescente tienen regular difusión por ser relegadas por otras actividades que exigen producción.
2. "EN LAS ACTIVIDADES PARA LA PROMOCIÓN DE LA SALUD MENTAL EN ADOLESCENTES ES NECESARIA LA COORDINACIÓN CON LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS DE LA JURISDICCIÓN":
a) Utiliza los talleres psicoeducativos como principal metodología de enseñanza–aprendizaje en los temas de habilidades psicosociales.
b) El puesto o centro de salud además de trabajar con las instituciones educativas debe trabajar en conjunto con la familia del adolescente.
1.- "PROMOCIÓN DE LA SALUD MENTAL ES BUSCAR EL EQUILIBRIO Y BIENESTAR PARA PREVENIR LA ENFERMEDAD"
La Dirección General de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud del Perú conceptúa la promoción de salud como: "Un proceso que busca desarrollar habilidades personales y generar los mecanismos administrativos, organizativos y políticos que faciliten a las personas y grupos tener mayor control sobre su salud y mejorarla. Busca lograr un estado de bienestar físico, mental y social, en el que los individuos y/o grupos puedan tener la posibilidad de identificar y lograr aspiraciones, satisfacer necesidades y poder cambiar o hacer frente a su entorno".
De acuerdo a los Lineamientos para la Acción en Salud Mental (MINSA, 2004), la salud mental es el estado dinámico de bienestar subjetivo y de interacción inclusiva con el medio social, derivado de las condiciones biopsicosociales y espirituales que se sintetizan a nivel cortical y se expresan en todas las esferas de la conducta cotidiana (comportamientos, actitudes, afectos, cogniciones y valores) de la persona quien logra progresivos niveles de integración en relación con su sexo, edad y especialmente con su grupo étnico y social, permitiéndole recibir y aportar beneficios significativos a su familia, grupo, comunidad y sociedad.
Conforme los discursos fueron analizados, en concordancia con las definiciones de la promoción de la salud y la salud mental contenidas en el "Modelo de Abordaje para la Promoción de la Salud y en los "Lineamientos para la acción en salud mental" (MINSA, 2004; MINSA, 2006), a la pregunta: ¿Qué es para usted promoción de la salud mental?, los participantes describieron la Promoción de la salud mental en dos palabras: búsqueda del "equilibrio y bienestar".
"(…) es promocionar estilos de vida saludables, mantener un equilibrio mental y físico, salud mental es estar bien con uno mismo" (Enf. 1).
"(…) diferentes actividades… para promover la salud mental…para mantener un equilibrio biopsicosocial del ser humano" (Enf. 2).
"(…) es realmente como la persona mantiene su equilibrio tanto en el cuerpo como en la mente y también en lo espiritual" (Enf. 4).
"(…) lograr habilidades para obtener un bienestar y equilibrio emocional" (Enf. 6).
Equilibrio, según el Diccionario de la lengua española (2001), es sinónimo de cordura, equidad, serenidad, orden, tranquilidad y estabilidad. Cuando observamos que alguien actúa con ecuanimidad, mesura y sensatez decimos que es una persona equilibrada.
Dentro del marco de la teoría del "Desarrollo a Escala Humana" propuesta por Max-Neef (1998), la búsqueda del equilibrio como propósito de las actividades de Promoción de la Salud Mental se identifican en la necesidad de "ser", comprendiéndose que la (él) enfermera(o) considera que el adolescente tiene la necesidad de desarrollar todas sus potencialidades que le permitan determinar su individualidad. Por ello, es importante su salud mental, su equilibrio, su adaptabilidad para el logro de sus objetivos, junto a la satisfacción de la necesidad de subsistencia y de protección, es decir, tener los medios para desarrollarse emocionalmente en forma óptima y segura.
Para los entrevistados, buscar el equilibrio para sentirse bien es clave para la promoción de la salud mental, al respecto la psicología nos dice que equilibrar la vida emocional con lo racional es necesario para poder enfrentar las vicisitudes de la existencia, la felicidad de cada quien dependerá de la armonía en las relaciones con los demás. Estar bien con uno mismo, requiere disfrutar de suficiente "salud psicoafectiva", que aporta los recursos suficientes para afrontar las circunstancias de la vida de un modo positivo y favorable a la calidad humana de la persona, a la superación de las dificultades que tienden a entorpecerla y a la armonía con los demás (Vielma y Alonso, 2010).
El desequilibrio se genera en cada una de nuestras mentes en particular, y no es válida la excusa de que la sociedad nos condiciona. La sociedad somos el colectivo, no es un ente extraño ajeno a uno mismo. Delegamos la educación y culturización a los gobiernos, pero en última instancia somos responsables de aprender, leer y compartir conocimientos con el resto de personas y en nuestro interior tomar conciencia de la vida que nos rodea y cómo hacer para que el equilibrio sea posible en nosotros, esta se contempla en su necesidad de Ser, según Max- Neff.
El concepto de bienestar se refiere a las actitudes y comportamientos que mejoran la calidad de vida y nos ayuda a llegar a un estado de salud óptima, es decir, un proceso activo dirigido a mejorar nuestro estilo de vida en todas sus dimensiones, esto enfocado desde los determinantes de la salud. El bienestar es un anhelo común a todos los seres humanos: tener todo lo necesario para vivir, disfrutar de un ambiente sano, gozar de buena salud, y tener tiempo para la diversión y el goce de la vida. Este anhelo siempre ha acompañado y acompañará a los seres humanos, es un aspecto muy importante para el desarrollo de la salud mental en el adolescente.
La integración de las actividades para promover la salud mental, dentro de los sistemas de atención primaria de la salud, supone una tentativa fundamental para reducir el vacío en el tratamiento de los problemas mentales, basado en actividades que promocionen estilos de vida saludable y práctica de autocuidado en busca del equilibrio y bienestar del adolescente, para prevenir la enfermedad.
Las estrategias de salud se implementan mediante intervenciones o actividades de comunicación social, educación, capacitación, participación social, investigación entre otros. Estas estrategias tienen una definición básica y objetivos, además de contener las condicionantes de salud necesarias para abordar el logro de las metas propuestas, como son: la buena alimentación, realización de actividad física, el desarrollo psicosocial, cuidado del medio ambiente, etc. Las principales estrategias de promoción de la salud son formuladas en forma participativa y consensuada, privilegiando aquellos espacios de mayor potencialidad para su desarrollo: comuna, lugares de trabajo, escuelas o colegios. Estos últimos son los escenarios donde se ejecutan la mayor parte de las actividades de promoción de la salud del adolescente.
Por lo tanto, el énfasis en la educación que se imparta a los adolescentes en las actividades de promoción de la salud mental es relevante como lo manifiesta el siguiente discurso:
"(…) la promoción de la salud mental también tiene relación con la educación en aquellos factores de riesgo que puedan presentar los adolescentes y que se pueden prevenir" (Enf. 3).
En el Modelo de Abordaje de la Promoción de la Salud, en su estrategia, se define la educación para la salud como una práctica social concreta, que debe estar involucrada en el cotidiano de las personas, considerando una multiplicidad de aspectos desde aquellos relacionados a los cuidados con el cuerpo y la mente hasta la percepción de los bienes colectivos producidos por la sociedad. Para Max-Neff, la educación se encuentra inmersa dentro de las Necesidades de Hacer y Tener, comprendida dentro de la necesidad axiológica del Entendimiento, porque el adolescente tiene la necesidad de conocer, comprender, analizar y asimilar la realidad desde su entorno individual.
Los "Lineamientos para la Acción en Salud Mental" del país (MINSA 2004), refiere que las intervenciones en el ámbito de la promoción de la salud mental deben ir dirigidas a potenciar las capacidades positivas del ser humano, uno de los instrumentos básicos es la educación para la salud, es decir, transmitir conocimientos razonados, que permitan a las personas adoptar comportamientos y actitudes saludables por propio convencimiento y entrenar habilidades personales específicas; la educación ha de ir fundamentalmente a potenciar actitudes que favorezcan la auto dirección, la competencia y la auto confianza del adolescente.
Educación es acción de educar, que se realiza a través del proceso de interacción dialógica entre los actores involucrados. Para la filosofía es un proceso teleológico (intencional), valorativo y ético, que revela una visión del hombre y del mundo, es humanizar, es favorecer transformaciones en las personas para el desarrollo de calidades propiamente humanas y el crecimiento personal y social. La educación utiliza la enseñanza, pero ni toda enseñanza es necesariamente educación.
Por lo tanto, un adolescente que se sienta bien consigo mismo contribuirá al bienestar social, referido al nivel alcanzado en la satisfacción de las necesidades básicas fundamentales de la sociedad, que se expresan en los niveles de educación, salud, alimentación, seguridad social y vivienda. Los problemas sociales como pandillaje, delincuencia, asesinatos, entre otros, tienen solución aunque no sea sencilla, pero sí viable, y consiste en invertir en educación mediante las actividades de promoción de la salud enfocadas en la salud mental, y así, llegar a prevenir distintos problemas sociales en el futuro y lograr mayores oportunidades para el desarrollo del país.
Se considera factor de riesgo a la característica o cualidad de una persona o comunidad que se sabe va unida a una mayor probabilidad de daño a la salud. Los adolescentes en esta etapa de confusión y búsqueda son más vulnerables a exponerse a situaciones que los pongan en una circunstancia y en un ambiente que les atrae por ser novedoso y polémico, o simplemente porque sus pares también lo hacen (como el uso de drogas, o los estados depresivos debido a los cambios de humor constante, etc.) buscan experiencias nuevas, y excitantes que anteriormente eran supervisadas por los padres (Herrera, 1999; Fiorito, 2006).
Las actividades de promoción de la salud, en general, se enfocan en mejorar la calidad de vida y el nivel de salud de las personas. De esta manera, como lo dicen los siguientes discursos, las actividades para la promoción de la salud mental del adolescente nos permitirán prevenir la enfermedad y/o ciertos problemas sociales:
"(…) se manifiesta en relación a prevenir algunas enfermedades que se puedan presentar" (Enf. 3).
"(…) de hecho el cuidado de la salud mental es un punto fuerte para lo que es promover salud y prevenir enfermedades" (Enf. 8.)
"(…) se trabaja para la prevención de enfermedades… para prevenir el pandillaje, la drogadicción y otros problemas sociales en adolescentes" (Enf. 9).
La prevención de la enfermedad en el campo de la salud pública disminuye la incidencia o la prevalencia de una enfermedad; por ende, sus objetivos están relacionados con los problemas de salud y son esencialmente correctivos. La prevención alude a la reducción de los factores de riesgo o protección contra los agentes agresivos, es una estrategia de carácter reactiva y defensiva (Restrepo, 2001).
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