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Evolución vs. Creación ó El Hombre vs. Dios (página 2)

Enviado por leyanet


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TEMA NO.4

Logro recordar perfectamente cuándo y cómo mi mamá tomaba una lata de salsa de tomate y en ciertas fechas del año quemaba incienso dentro de la casa. Ahora como cristiano, y luego de haber leído y estudiado la Biblia, me choca tanto ver cómo las personas obran en su ignorancia y peor aun, dirigidos y apoyados por líderes religiosos que afirman conocer la Palabra de Dios y que ellos mismos predican con su ejemplo al quemar incienso en su iglesia, demostrándoles a quienes conocen la Palabra que desconocen totalmente el significado de esto en la Biblia y que no son más que ciegos dirigiendo ciegos. En I Juan 2:20 dice: "Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conoceréis todas las cosas". El único que puede darnos la capacidad de discernir lo que es y lo que no es de Dios es el Espíritu Santo. El apóstol Juan ha escrito esto: "Pero la unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él". Por recuerdos como éste, es que básicamente el cristiano se predispone contra la organización a la que previamente perteneció por herencia y tradición, no por convicción o creencia, pues luego de conocer la Palabra de Dios, llena de indignación saber cómo el cristiano fue engañado y cómo se continúa haciéndolo, sobre la base de influir temor debido a la ignorancia de sus seguidores.

¿Cuál es el incienso que agrada a Dios?

En días pasados caminaba yo por una calle de un sector capitalino y sentí en mis narices ese inconfundible olor que desprende el incienso cuando es quemado y que salía desde algunas residencias por las que pasaba. Imaginé que tendría que ver con alguna fecha en que tradicionalmente esto se hace. Recuerdo, por ejemplo, que mi mamá quemaba incienso los días de año nuevo, para con esta acción, entre otras cosas, recibir o traer suerte, que saliera lo malo y entrara lo bueno (así hablaba ella mientras lo regaba), que alejara los malos espíritus, y quién sabe que otras supersticiones más. ¿Y saben qué?, yo creía, en mi ignorancia, que esto podría ser así porque lo veía haciéndolo a mi mamá, entendía yo que esa tradición era acertada y que estaba basada en la verdad. Con razón, fui a parar en la brujería en una etapa de mi vida, pues crecí viendo cómo se hacían cosas como éstas en mi casa, lecturas de cartas y de Güija, entre otras cosas. Para la gloria y la honra de Dios, hoy día soy cristiano, y quise investigar sobre este tema dentro de un marco bíblico. Así que demos un pequeño recorrido a la Biblia sobre la palabra incienso. Recuerdo que eran unos gránulos de color normalmente amarillentos que ponían sobre carbón vegetal ardiendo dentro de algo metálico. En hebreo es L´bonah y significa color blanco. Era una resina perfumada de color blanco que se sacaba, y se saca, de un árbol. El incienso de calidad inferior es rojizo, y se recoge en primavera. La de calidad superior es blanca y se recoge más tarde. Este árbol crece tradicionalmente en la India, en las costas de Somalia y en el Sur de Arabia. Por eso, estas regiones son tan dadas a esta práctica e incluso han hecho del mercado del incienso toda una fuente de ingresos, y por ello los más de 300 millones de dioses de la India reciben incienso como ofrenda.

La vez primera que aparece en la Biblia es en el libro de Éxodo a nivel del capítulo 25; allí Jehová dijo a Moisés que, entre otras cosas, aceptaría incienso como ofrenda sagrada para Él, siempre y cuando se diere de voluntad de corazón. En esto involucra el libre albedrío, y quiere decir que por obligación o por religiosidad no sería una ofrenda grata. Según Levítico 2:1, el incienso que alguna persona ofreciere debía ser entregado y ministrado por los sacerdotes, y en el altar, no en cualquier lugar, ni dentro de una lata de pintura, como lo he visto hacer. Todo esto acontecía dentro del período del sacerdocio aarónico. El incienso que demandaba Jehová contenía, por alguna razón que sólo Él sabe, una fórmula específica y exigía de un artista perfumador, y estaba compuesto de especias aromáticas: estacte, uña aromática, gálgano aromático e incienso puro; y todo en igual peso. Con esto, luego de ser molido, se obtenía un polvo fino. Éstas fueron las instrucciones dadas a Moisés en Éxodo 30:34:38. La fórmula viene acompañada de la sentencia de que cualquiera que hiciere otro incienso como éste "para olerlo", será cortadazo (esto es matado). Y si esto era para olerlo, imaginémonos el celo y la ira santa de Dios, sin que fuese utilizado para fines idólatras, hechiceros o santeros.

El incienso en el período de la Ley no podía ser usado para expiación (Lev.5:11) y ni siquiera para traer a la memoria el pecado ni nada que tuviera que ver con algo que recordara algo malo, aun detalles tan pequeños como los celos. Tenía que hacerse en el altar como ofrenda sagrada a Jehová y en el templo. Hoy día el templo somos nosotros, pues somos templo del Espíritu Santo, y el altar está en cualquier lugar que usted elija pues el velo del templo fue rasgado, y ofrecer sus oraciones, que es lo que tipológicamente significa el incienso, puede ser hecho en todas partes, pero antes tenía que ser como Jehová mandara, al punto que en Levítico 10:1,2 se narra un hecho de que dos hijos de Aarón, no eran cualquier cosa, eran los llamados a hacerlo, tomaron cada uno su incensario y pusieron en ellos fuego que Él nunca les mandó, y salió fuego delante de Jehová y los quemó y murieron delante de Jehová. Tampoco lo podía hacer ni siquiera un rey. Por ese enaltecimiento le salió lepra al rey Uzías. Así como Dios respetaba el incienso, así hoy valora nuestras oraciones. No se podía quemar incienso a un falso dios, sino sólo al Dios del cielo, que fue el pecado del rey Amasías (II Cr. 25:14).

Es a David, su siervo, a quien le es revelado en el Salmo 141:2 el significado del incienso: "Suba mi oración delante de ti como el incienso"; esta es la cita del Viejo Testamento que concuerda con la visión y revelación neotestamentaria.

El pueblo pecaba y ofrecía ofrenda en el Tabernáculo para ser limpiado, pero no entendían el significado de su sacrificio, y ya esto tenía cansado a Jehová; aunque es como lo cita la Biblia, sería bueno estudiar qué se entiende por cansancio de Dios. Es cuando al gran profeta Isaías le es revelado que el quemar incienso le es abominación, pues su pueblo se fijaba más en las obras que en el arrepentimiento. Lo hacían por temor y de manera mecánica y religiosa, y así no era como lo quería Dios, sino como un acto que saliera del corazón. Y todo esto acontecía como preámbulo del período de la gracia, dado que los estatutos y decretos que les fueron dados Jehová sabía que no podían cumplirlos. La Ley la hizo por la impiedad de su pueblo, según Ez. 20:25, y por causa de su nombre, para que no se infamase a la vista de las naciones ante cuyos ojos los había sacado, según Ez. 20:14. Para Dios, según Is. 66:3, el que quemaba incienso era ya como si bendijese a un ídolo. Jehová miraría tan sólo al que fuera pobre y humilde DE ESPIRITU, y que tiemble a su palabra, según Is. 66:2 (sin embargo se me enseñó que Jehová sólo mira al pobre de bienes y a no temer su palabra). No es cierto que Jehová oyera más al pobre que al rico, ni que es necesario hacer voto de pobreza. Él se refiere a una pobreza y a una humildad espiritual, como es el caso del rey David, quien era rico y humilde.

El quemar incienso fue totalmente corrompido, según Jeremías 11:12 y el capítulo 40 del mismo Jeremías. Aun hoy es una práctica común de hechicería y santería. El incienso, de ofrecerse, debe ser ofrecido a Jehová, pues grande es su nombre entre las naciones según Mal. 1:11; pero todo esto era (sucedía) antes de venir Jesús. El incienso ofrecido a Jesús por los magos era símbolo de que iba a ser ofrecido en sacrificio al Padre Celestial y que Él lo iba a aceptar como ofrenda de olor grato a su presencia. Observamos una curiosa comparación e interpretación tipológica de ambos elementos: incienso y oración, en el mismo momento en que empieza el fin de la Ley y el principio de la Gracia, en Lucas 1:8,13. El ángel le dice a Zacarías que su oración ha sido oída, pero notemos que esto sucede en el momento que ofrecía el incienso. Ahora ya…, para finiquitar cualquier pensamiento que pudiera inducir al intelecto a que todo es especulación e interpretación —ya que se dice en el mundo que cada quien interpreta la Biblia como quiera, y esto aunque es cierto no es lo correcto—, sino que la unción de Dios es el Espíritu Santo. Es la habilidad de Dios, por el Espíritu Santo, de revelarnos a Cristo y Su voluntad ya que es quien nos guiaría a toda verdad y tomaría lo de Jesús y nos lo daría. La unción es el Poder de Dios en nuestra vida, es algo del Cielo —no de los hombres— y no es teología o inteligencia. Dice La Palabra: Ustedes tienen la unción y por eso les concede esta capacidad: Discernir. Luego…, quienes no disciernen no tienen el Espíritu Santo. ¡Fuerte no!, pero es lo que se deduce. El libro de Revelaciones de Juan o Apocalipsis, en el capítulo 5, versículo 8, dice que el incienso son las oraciones de los santos; y es confirmado en el capítulo 8 y versículos 3 y 4, donde dice que "otro ángel vino y se paró ante el altar con incensario de oro, y se le dio (no que el ángel dio) mucho incienso para añadirlo a las oraciones de los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono". ¿Quién está sentado en el Trono? Dios. ¿Frente a quien estaba el ángel?: Frente a Dios. ¿Quién le da al ángel el incienso? Dios. ¿Qué es el incienso? Las oraciones de los santos. ¿Quiénes son los Santos? (pues hasta esto ha sido desvirtuado por Satanás y hay que aclararlo): Los escogidos por Dios. No nadie elevado por el hombre para estar al lado de Dios, ya que Dios no le ha dado esa potestad al hombre. Incluso Jesús le dijo a Juan que el estar al lado suyo en el cielo sólo era potestad del Padre darlo, ni siquiera de Cristo, queriendo decir con esto que la coronita en la cabeza la pone Dios, no el hombre. Bien…, concluyendo, cual si fuera una ecuación: ¿Cuál es el incienso que agrada a Dios? Las Oraciones de los Santos. Pero no que sea una necesidad de Dios, sino porque nosotros necesitamos dirigirnos a Jehová en oración; necesitamos hablar con nuestro Creador, para entre otras cosas crecer espiritualmente.

TEMA NO.5

La palabra "sacerdote", e incluso el vocablo "padre", en el sentido religioso, tradicionalmente ha tenido una connotación solemne y que impresiona. Algo así como que quien lo usa se siente lleno de gloria, respeto, y de la sensación de ser poseedor de una capacidad intermediaria exclusiva otorgada por Dios a través de los hombres para efectuar labores privilegiadas en representación de la Iglesia de Dios en la tierra. Esa palabra infunde temor, respeto, y todo esto a favor de quienes la usan es muy bien aprovechada para obtener diferentes beneficios personales. Así que veamos lo que en el período de gracia es un sacerdote o padre.

El sacerdote neotestamentario

La intención primaria es tratar lo que dice la Biblia en el Nuevo Testamento, básicamente acerca del sacerdocio o de ser sacerdote, que no tiene nada que ver con el ministerio de pastor. Se desarrollará sin incursionar en la materia del Antiguo Testamento porque se entiende que es un tema muy amplio y totalmente diferente, ya que la función antiguo testamentaria sobre el sacerdocio es distinta, a menos que Jesús no haya sido el Mesías prometido y que por consecuencia esté aún clavado en la cruz y no haya resucitado. Además, básicamente el Antiguo nos presenta al Padre y el nuevo al Hijo. Por otro lado, llamar "padre" a una persona está prohibido por la Biblia, puesto que en el evangelio de San Mateo, en el capítulo 23 y versículo 9 dice: "Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos", esto lógicamente se refiere en el sentido religioso, no en el sentido familiar, puesto que Jesús se estaba refiriendo a los escribas y fariseos, a los cuales les gusta que les llamen Rabí, Padre o cosas por el estilo. Sí sabemos, en sentido general, que los sacerdotes estaban constituidos por una jerarquía encabezada por el sumo sacerdote; ¿qué relación guarda este hecho con el sacerdocio en la dispensación de la gracia? Bueno… que según Hebreos 7:24,28, Cristo es nuestro sumo sacerdote, más nadie. Por ello, cuando en I Pedro 2:9 al llamársele a los creyentes linaje escogido, de inmediato agrega, real sacerdocio. Tanto es así que en Hebreos 10:19,22 se nos da la siguiente libertad en Cristo Jesús: "Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que Él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne (o sea, el velo simboliza la carne que se iba a dar en sacrificio, por eso era rojo), y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificando los corazones de mala conciencia y lavados los cuerpos en agua pura". Recordemos que el velo del templo que dividía el Lugar Santo del Santísimo se rompió (Mateo 27:51; Mr 15:38; Lc 23:45) y fue confirmado en la palabra por 2 ó 3 testigos, al parecer esto es básico y muy importante para El Señor. La mies es mucha y los obreros pocos. Existe una multitud que debe ser evangelizada y llevada ante la cruz del sacrificio expiatorio de Cristo, clave ésta del camino que nos conduce a Dios.

El sacerdocio de Melquisedec, pues ni hablar del aarónico (Hebreos 7:24), sólo lo podría poseer alguien que permaneciera para siempre y como nosotros somos perecederos no podríamos ser dignos, entre otras razones, de este tan alto honor. La razón de que Pedro, Santiago y Juan, por citar algunos, no tuvieron el sacerdocio de Melquisedec es que murieron y no han resucitado aún, pues sus muertes fueron hechos posteriores a la resurrección de Cristo y su venida en las nubes no se ha producido aún, para que se cumpla la cita bíblica "y los muertos en Cristo resucitarán primero y luego los que hayamos quedado seremos arrebatados en las nubes…". Como estos ejemplos no pudieron poseerlo, tampoco podrían otorgarlo, pues nadie puede dar lo que no tiene o nunca ha poseído. Jesús no fue consagrado Sumo Sacerdote por José, ni por el Sanedrín, ni por concilio alguno, sino por su padre celestial. Por tanto, su sacerdocio es infinito por cuanto Él es eterno; de esta forma se hacía fiador de un mejor pacto, debido a que los otros llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar. Por ello el sacrificio se hizo una sola vez y ya no hay más necesidad de sacrificar cuerpo y sangre, pues ya Jesucristo ofreció la suya por todos nuestros pecados y no hay necesidad según hebreos 7:27 de ofrecer sacrificios por los pecados. "Sí lo confesamos Él (Dios) es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad", es lo que dice I Juan 1:9; ya que ningún hombre es fiel y justo y ni es Dios. En Cristo se consumó y terminó la orden aarónica y la de Melquisedec, que es intransferible y fue única. En el cristianismo no hay cultos secretos, ni rituales misteriosos, todo está en la Biblia. El sacerdocio no tiene nada que ver con oficios y poderes especiales, como comunicarse con muertos, hacer exorcismos y otras fábulas no bíblicas, y que parecen sacadas más bien de ritos satánicos, brujería y cosas por el estilo. La tarea del sacerdote de Jesucristo, el neotestamentario, consiste en exhortar, predicar, llevar la luz de la verdad de la palabra de Dios a los hombres, para que se reconcilien con Dios. Una negación a este llamado de la palabra es un rechazo a la deidad de Jesucristo. En consecuencia y debido a lo explicado anteriormente sobre la base bíblica, no de tradición ni suposición ni lógica humana, existe hoy día un sacerdocio universal de creyentes, lo cual significa que cada uno puede acercarse a Dios en oración, en el nombre de Jesucristo. El cristiano no tiene la necesidad de que otro venga a realizar las cosas básicas de su fe.

TEMA NO.6

He querido acabar de una vez con una formación particularmente mía, que recibí desde muy joven: si los muertos pueden salir. En verdad, pienso que tanto en mí como en usted hay cosas que nunca nos han cuadrado. No había hecho el mínimo esfuerzo por desvelarlo, o no sabía a qué fuente dirigirme, o quizás me dirigí a fuentes erróneas. De hecho, lo hice por falta de dirección o tal vez fue la voluntad de Dios. Pero muchos estamos cómodos y no investigamos nada, ya que creemos que esos no son nuestros problemas, sino que son problemas de los religiosos, lo cual es otra de las grandes mentiras del diablo y sus ángeles, pues todo lo que tiene que ver con La Verdad y lo revelado por La Palabra de Dios tiene que ver con nosotros. Esa irresponsabilidad, esa cobardía a exponer la verdad no es más que temor a dejar lo que nos ofrece el mundo, una falsa esperanza, basada en tradicionales mentiras sin fundamento bíblico.

¿Pueden salir los muertos?

Éste es un tema bien folclórico, sobre todo en nuestro país, donde quiérase admitir o no está influenciado por las creencias espirituales culturales de nuestro vecino territorial y por tradiciones de antepasados. El barco llamado República Dominicana se hunde espiritualmente y el lugar por donde le entra el agua en mayor volumen es por la región fronteriza, plagada de brujos, hechiceros, adivinos y agoreros. Recuerdo de mi infancia que el supuesto espíritu de un hermano de padre, el cual se había suicidado, había pellizcado, y con evidencia física del acto, a una persona que la familia había buscado para consultarle a través del "juego" llamado Guija. ¡Hasta Edison intentó hacer "una máquina para comunicarse con los muertos"!. Confrontemos pues este tema con la Biblia, la cual, para los cristianos, es la máxima autoridad y la palabra de Dios.

Empecemos por aprender bíblicamente lo siguiente: 1) el hombre es un ser trino, formado de cuerpo, espíritu y alma; 2) el cuerpo fue hecho de polvo y al polvo regresará según citas como Gen 3:19, Job 10:9, Sal. 103:14, y 3) el espíritu de los hombres, el hálito de vida que el Padre celestial sopló en la nariz en Génesis 2:7 y que es lo que da vida según Job 33:4, sube de acuerdo a Ec. 3:20 donde quien lo dio (Ec. 12:7). Quiere decir que lo que se salva o se condena, lo que pasa al mundo espiritual, es el alma de los hombres. El alma es lo que va al infierno o al cielo, y esto es sustentado también por innumerables citas. Se puede concluir que, de producirse una aparición, no puede ser del cuerpo, ni del espíritu, sino del alma. En consecuencia, deberíamos preguntarnos con más propiedad si podría un alma salir de la prisión de oscuridad o de la gloria del cielo. Jesús apareció durante cuarenta días, aun después de muerto (Hch. 1:3), pero eso obedeció a su plan soberano y por demás fue tan grande este hecho, y ha sido tan cuestionado, que quien cree en este acontecimiento por fe obtiene salvación (Rom.10:9); pero resulta que ahora es más fácil y simple pensar que nosotros podamos hacer venir del mundo espiritual a todo aquel que nos interese que aceptar los hechos que nos narra la Biblia. ¿Increíble no?

En la resurrección, según se nos explica textualmente en la Biblia (no necesita interpretación), el cuerpo glorificado y el alma deben encontrarse en las nubes, y esto lo podemos encontrar en I Tesalonicenses 4: 13,18; pero mientras no se haya producido estaremos físicamente en lugares en que no podemos decidir a nuestra voluntad si salir o no, y menos respondiendo a invocaciones medalaganarias de seres humanos.

Los casos más analizables en la Biblia son 1) el de Saúl y la adivina de Endor; 2) el del rico y Lázaro, que no creo yo que sea una parábola y que por demás no trasciende el lugar del hecho al mundo material, sino que, por el contrario, Abraham le dice que no tiene sentido que un muerto se apersone al mundo material, pues para eso tienen La Ley y Los Profetas; 3) el de la transfiguración de Jesús junto a Elías y Moisés, y 4) el de la adivina de Hch.16:16,18. Las muertes de Elías y de Moisés se encuentran entre los misterios de la Biblia, así como su transfiguración, la cual creo que se produjo porque el todopoderoso y soberano Dios lo permitió, pero éste es un tema casi aparte y tiene mucho ver con escatología más que con otra cosa. Creo que el más representativo para el caso que nos ocupa es el de Saúl y la adivina de Endor, aunque de los otros dos se podrían tomar acotaciones.

Deuteronomio 18:9,12 dice: "Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No seas hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilegio, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas". Esto quiere decir que esta prohibición fue dada por el Padre celestial, a mi entender debido a que existe el peligro de que sean espíritus malignos los que realmente se manifiesten. El pasaje bíblico de Saúl y la adivina de Endor es uno de los más extraños y controvertidos, básicamente porque aunque la palabra dice que era Samuel el espíritu aparecido. Algunos piensan que la aparición fue real y no se detienen a confrontar con otras citas como Hebreos 9:27, donde dice: "y de la manera en que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio". Al releer y analizar bien el pasaje, vemos que no fue una simple excepción; pero diversos razonamientos te llevan a deducir que era un Samuel ficticio. Otro caso bíblico de adivinos se encuentra en Hch. 16:16-18, donde queda claro que los espíritus de adivinación no tiene nada que ver con el Padre de las Luces. Muchas personas se dejan confundir por el hecho de que se haya cumplido la supuesta profecía del "espíritu de Samuel"; y en esto, más que una confunción, yo veo una prueba más de que no era Samuel, sino que ya Saúl había sido desechado por Dios y el reino de las tinieblas tenía conocimiento de lo que iba a suceder con él, y que por tanto Dios les permitió eso al reino de las tinieblas. Tanto es así que el supuesto Samuel le dijo: "Mañana estaréis conmigo", (I Samuel 28:19), y luego Saúl se suicida echándose sobre su espada (I Samuel 31:4), y murió en sus pecados, en desobediencia y rebeldía contra Dios, habiendo previamente practicado la necromancia. Además, la palabra dice que los homicidas no entran al reino de los cielos. Aquí tenemos un caso similar al de Job 1:12, en que ya lo que iba a pasarle a Job estaba en manos de Satanás y por tanto sabía lo que iba a hacerle a Job y podía haberlo transmitido a alguno de sus súbditos. Si Job hubiese consultado un adivino probablemente le hubiera dicho lo que iba a pasar, al menos hasta el límite que le impuso Dios, porque ya el reino de las tinieblas sabía lo que iba a pasarle, pues Dios se lo había permitido. Samuel, en vida, fue un obediente siervo de Dios y había roto con Saúl por mandato de Dios. ¿Por qué ahora iría a desobedecer a Dios y establecer relaciones con Saúl? Si hubiese sido la voluntad de Dios, no le hubiera dicho que Saúl le había importunado. Fíjense que Saúl postrado adoró a un muerto y que el supuesto Samuel permitió adoración, cosa que ni aun los ángeles permite. Si el supuesto Samuel hubiera provenido del cielo, cumpliendo una misión de Dios —para eso están los ángeles, que según Hebreos 1:14 son "espíritus misioneros enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación", no los muertos— y no habría aceptado adoración. Todo esto es ejemplo de que este tipo de prácticas conduce a la idolatría. Cuando la adivina, en el versículo 13, dice que está viendo "dioses que suben de la tierra", "no existen dioses, sino un solo Dios". ¿A qué ella llama "dioses"? Claramente podemos estar hablando de espíritus diabólicos que toman la apariencia de personas muertas, y no eran comparables con ángeles. La adivina nunca dijo que era Samuel, sino que Saúl lo describió. En su desesperado estado creyó estarlo viendo, y se presentó un escenario perfecto para que Satanás pudiera mentir, engañar y vestirse de ángel de luz. ¿Por qué tiene un cristiano que consultar muertos, si tenemos la guía perfecta que es la Palabra de Dios y también al Espíritu Santo con nosotros? Debemos añadir que la escritura es clara cuando dice que Dios no le respondió a Saúl por ningún medio, ni por profetas, ni por Urim, ni por sueños, ni por su razonamiento, ni por sus cálculos bélicos. ¿Por qué Dios violaría su Palabra para responderle a un desechado como Saúl por medios no legales? En todo esto, podríamos advertir lo peligroso que es consultar personas muertas, aunque parezcan tan santos como el gran Samuel de la Biblia, y ni pensar en que si podrían venir de un lugar o un estado intermedio entre el cielo y la muerte (el purgatorio), pues esta teología niega el poder reconciliador de la sangre de Cristo, pero sería tema aparte. El mal está en el corazón del hombre que sigue tratando de fabricarse otros dioses, consultando leños como dice Isaías 44:16,20, y no creeyendo en Dios por fe. ¿Por qué si Dios prohíbe consultar al leño implica que no se puede hacer? Supongamos que determinada persona muera, su alma tiene dos lugares posibles donde ir: al infierno o al cielo; si un alma está en el infierno está siendo atormentada, y Satanás utiliza como sus misioneros a sus subalternos, que son los ángeles caídos de menor rango, los gobernadores, potestades, huestes y demonios; y si el alma en cuestión está en el cielo, Dios (hebreos 1:14) tiene a los ángeles, que son espíritus misioneros al servicio de los santos escogidos de Dios, y no a un "santo que aparezca". De hecho llama mucho la atención que dichos "santos" se sientan a la cabeza de las mesas de los altares del mal, esto es, en los lugares de brujería. Job 7:9,10 dice:" Como la nube se desvanece y se va, así el que desciende al Seol no subirá; no volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más". En pocas palabras, el que muere y va al infierno no puede aparecerse por su casa ni por los lugares en que caminó. El pecado que separó a Adán de Dios fue la desobediencia, así que no caigamos en ella y simplemente obedezcamos y no intentemos hacer salir muertos para hablarles, pues no sabríamos con quién podríamos estar comunicándonos. Y si nos "salen", tan sólo reprendámoslos en el nombre de Jesús y veremos como se desmaterializa la tal aparición.

Después de este análisis bíblico yo creo que los muertos no salen, ¿y usted?

TEMA NO.7

Existen muchos temas de predicación, pero éste es uno del cual no se habla porque es sólo de estudio. Nadie hace mención —al menos no lo he escuchado aún— de lo que se evidencia en lo que describo a continuación. ¡Quizás es una iluminación! Pero es un hecho que da coherencia a las tipologías que enlazan el Antiguo Testamento con el Nuevo, y es lo que deseo resaltar con este escrito, que la Biblia dice que Jesús es la Puerta, y que sólo a través de Él se llega al Padre; y la Biblia no se contradice, ni aun en eso.

El Seno de Abraham y las Obras

En el Evangelio de Lucas, capítulo 16, versículos 19 al 31, se describe una situación acontecida, según la narración, entre un rico, cuyo nombre no interesa, y un mendigo llamado Lázaro, cuyo nombre sí le interesó al Espíritu Santo mencionarlo para toda la eternidad.

Esta parábola es rica en enseñanzas, pero vamos a ver sólo algunas de sus muy significativas vertientes. En el versículo 22, la Biblia nos informa que al morir el mendigo fue llevado por los ángeles al Seno de Abraham. Esto quiere decir que existen ángeles cuyo ministerio es llevar a los salvados a la gloria y quizás también hay demonios cuyo ministerio es llevar a los perdidos al infierno, lo cual dicen algunos que es así, e incluso podríamos deducir que si lo primero es cierto y bíblico, lo segundo debería ser verdad también. Es evidente que el cielo, donde está la gloria del Padre Todopoderoso, y el Seno de Abraham, son dos lugares totalmente distintos. Dentro del concepto de la época, el Seno de Abraham difería totalmente de la idea del purgatorio que tenía el valiente Judas en la narración de 2da. de Macabeos 12:38,45. El versículo 25 de Lucas nos informa que los espíritus eran consolados en el Seno de Abraham, lo que no es necesario en período de la Gracia, pues tenemos al Consolador (Espíritu Santo) con nosotros. Por el contrario, el rico era atormentado en el Hades. Esto último en nada ha variado al día de hoy. El lugar de tormento continúa existiendo, pero no el Seno de Abraham, lugar que guardaba las almas de todos aquellos hombres de Dios, que según el plan de salvación previo a la dispensación de la gracia habían merecido estar con el padre de multitudes, el amigo de Dios, el siervo escogido; pero que no habían podido merecer estar en la gloria de Dios el Padre, Jehová de los Ejércitos, debido a que no se había cumplido aún el tiempo de Jesús. Deberíamos notar que Jesús le dijo al "buen malhechor": "De cierto te digo que hoy estarás en el paraíso". No le dijo: Estarás conmigo en el cielo. Es más, Jesús ni siquiera permitió que lo tocasen hasta que el fuera al cielo. Hay religiones que aún hoy confunden el Paraíso con el cielo, como es el caso de los Testigos de Jehová.

Abraham fue el que en la Biblia fue elegido por Dios para formar a partir de él una generación escogida a través de la cual vendría El Mesías, la promesa, El Salvador. Dios quiso empezar en Abraham todo de nuevo, luego del Diluvio, y crear así lo que es hoy la raza hebrea, que quiere decir "el que atraviesa el río", ya que Abraham fue llamado a cruzar el Éufrates, como nosotros hoy, somos llamados a cruzar el río de la idolatría y de la oscuridad.

Según lo dicho anteriormente,, ni aún en el período del Antiguo Testamento el hombre podía lograr por sus esfuerzos, cumpliendo con la Ley, llegar a Dios ¡Increíble no! Eso está bueno para los judaizantes; de otra manera no se hubiera cumplido la palabra de Jesús al decir: "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí"; pero… claro está, por alguna razón ellos no aceptan a Jesús como el Mesías, sino toda su teología entraría en conflicto. La salvación es una gracia de Dios según Efesios 2:8. No se gana mediante las obras. Por tanto, tendría que ser a través de Jesús, y efectivamente los que se encontraban en el lugar llamado como el Seno de Abraham, tuvieron el privilegio de que El Señor mismo fuera a predicarles, e imagino que todos aceptaron y no lo rechazaron. Pienso que allí, en el Seno de Abraham, estarían Josué, Aarón, Samuel, David, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Elíseo y muchos otros grandes hombres de Dios que no habían conocido aún a Cristo y no se les había predicado, condición previa antes de creer en el que redime. Dentro de los misterios de Dios en su Palabra, podríamos exceptuar a Enoc, que caminó con Dios y desapareció, porque le llevó Dios (Génesis 5:24), pero muy bien pudo estar en el lugar llamado Seno de Abraham, aunque nadie lo sabe. Como dije, "es un misterio de Dios", o más bien no interesa dentro del plan de salvación. No se explica que Elías y Moisés, cuyas muertes no se detallan sino hasta Apocalipsis 11:7,12, a pesar de aparecer con sus glorias en el Monte de la Transfiguración junto a Jesús, hayan descendido del cielo. Muy bien pudieron haber provenido desde el Seno de Abraham ¿o acaso Dios no es soberano? Me impactó sobremanera cuando leí en Levítico 4:3 "si el sacerdote ungido pecare según el pecado de su pueblo ofrecerá a Jehová, por su pecado…" Esto significa que todos necesitamos de la Gracia de Dios. Por ello incluí aun a Aarón como posible miembro de los que estuvieran en el Seno de Abraham, ya que hoy día muchos creen que los sacerdotes o por serlo, o los pastores, o los hombres de Dios en general, están exonerados de la posibilidad de pecar, todo lo cual no es más que una continuidad de la distorsión del concepto de santo, desviación conceptual que es tan profunda y atrevida que hasta pone a los hombres a elegir las personas que de manera exclusiva estarán al lado del Señor, si las fuere a haber, en franca contraposición con lo que le dictaminara Jesús a Juan y su hermano, de que esto era sólo potestad del Padre. Algo así como que el pueblo elige el gabinete del presidente. Tampoco el pueblo le cancela los secretarios de estado, que sería lo que llamamos "excomulgar". Sin embargo, hemos visto que para Dios no es así, aunque muchos hombres, no todos, crean que ese absurdo es posible. Es más, Romanos 3:23 es drástico al respecto, al dictaminar: "por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios", y añade en el versículo siguiente, el 24: "siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús". Las obras no acarrean salvación ni siquiera en el Antiguo Testamento. Es tanto así que, aun habiendo Caín y Abel iniciado las ofrendas a Jehová en la Biblia, Noé fue elegido, pero no por ofrenda gigantesca alguna que haya ofrecido, que bien pudo haber sido un Mamut o un rebaño entero, sino que el versículo 8 del capítulo 6 de Génesis, dice que halló gracia ante los ojos de Jehová.

Aparentemente, la moneda espiritual con la que se pagan las cosas es la sangre. Por ello, el sacerdocio aarónico rociaba la sangre sobre el altar, haciendo alusión a lo que iba a acontecer, según las instrucciones de la Ley, y por ello decimos que Jesús nos compró a precio de sangre, fue lo que le pagó al Padre por la novia. El oro y las joyas no son el problema: en la gran Jerusalén, las calles son de oro, las puertas de perlas, el mar de cristal y, por otro lado, Satanás en el subsuelo tiene muchos minerales preciosos que los da a quienes le sirven. Ése no es el problema, el problema son las almas. Pero ¿acaso hay un nuevo pensar en Dios en cuanto al pago por los pecados? De ninguna manera.

Dios no le cede su gloria a nadie, sólo a su hijo, y es porque es su propia esencia, es su luz y su verbo, es Él mismo. Observemos por ejemplo la opinión de Dios ya en el Antiguo Testamento, en Jueces 7:2 "y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo entregue a los madianitas en su mano, no sea que se alabe Israel contra mí diciendo: Mi mano me ha salvado". Me da mucha risa ver la gloria de los hombres que entre ellos se otorgan: "premio a la fundación tal, a tal nombre, sólo creo en estos dos brazos", etcétera, por haber entregado una gran cantidad de dinero, ganado a base de negocios y actividades que promueven cosas que en ocasiones riñen con la palabra de Dios, en un vano intento de acallar sus conciencias. Según Efesios 2:8, nadie se puede gloriar ante Dios. Él pone el querer como el hacer y, además, toda buena dádiva y todo don perfecto procede del Padre que está en los cielos. Así de complicado y así de sencillo. Podemos ser juzgados por las obras, pero nuestras obras no nos conducen a salvación alguna y no son cartas de presentación para exigirle al Padre Celestial que nos de la salvación.

Hoy en día, el Seno de Abraham no existe. Para ello descendió Cristo, no fue a buscarle las llaves a Pedro como si este apóstol fuera el eje, centro y razón de la venida de Jesús. Luego de su resurrección, ¡primero Cristo!, libertó de sus sepulcros a los que esperaban en Él (Mateo 27:53), cumpliendo la palabra de Efesios 4:8 donde dice que llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres. Las tradiciones llevan a esforzar al hombre y a imponerles cargas que no son ligeras ni fáciles, y como dijera Jesús, los mismos que las imponen no las llevan. Gracias al plan de Dios, hoy los ángeles no nos llevan al Seno de Abraham, sino que nuestras almas suben con los ángeles a la gloria misma de Dios el Padre, para un día, al sonar de las trompetas, volverse a juntar esas almas con sus cuerpos glorificados que habrán de ser resucitados.

TEMA NO.8

En toda iglesia local, existen todos los dones repartidos entre sus miembros. Unos se destacan más que otros, los desarrollan más que otros. Debemos ser cuidadosos en creernos únicos y controlar el celo ministerial que se produce con las manifestaciones precoces de dones en nuestros hermanos. Normalmente esto se da más desde los líderes hacia los nuevos hermanos, ya que estos últimos más bien sienten admiración que celo por quienes los dirigen. Pero debemos, en sentido general, tener mucho cuidado en menospreciar las capacidades que el Señor ha puesto en nuestros hermanos, ya que muchas veces, sentado en una butaca o silla, allí calladito, tenemos a alguien con tremenda relación con Dios, y muy bien pudiera ser un maestro o un predicador o lo que fuera.

En una ocasión me encontré con quien fuera mi pastora en el MultiCentro de la Churchill, y de la conversación salió una explicación que ella me dirigiera acerca del versículo II de Pedro 3:8, diciéndome que esto sólo representaba la cualidad eterna de Dios. Cauto yo, no le contesté para no polemizar, pero sentí la necesidad de escribir lo siguiente para que sirva de edificación al pueblo de Dios.

Sobre II Pedro 3:8

"Mas, oh amados, no ignoráis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día". Algunos se conforman con que este verso bíblico únicamente simboliza el concepto de lo eterno de Dios. Estamos claros en que la Palabra de Dios no siempre es literal, y también en que no es de interpretación privada, como el mismo Pedro dice en el capítulo I, versículo 20. Sin embargo, siendo la eternidad infinita, ese concepto, matemáticamente, no se llega a sentir, sobre todo con el carácter de permanencia en el tiempo que ha caracterizado el libro sagrado hebreo, con más vigencia aún en nuestros días con los descubrimientos de los códigos secretos de la Biblia mediante ordenadores, cosa que no le fue posible a un antiguo cristiano llamado Isaac Newton. Luce como que el versículo en cuestión en nada se puede identificar con el concepto eterno del Dios que afirma ser "el alfa y la omega", "el principio y el fin", ni siquiera metafóricamente; sino que más bien tiene que ver con la dispensación de los tiempos que Dios ha permitido vivir al hombre sobre la tierra. Para mí, el concepto de la creación es básico y la idea de que en Dios no hay coincidencias probabilísticas, sino que Dios ha puesto este versículo para que escudriñemos. Veamos algunos ejemplos:

1) Dios no necesita 7 días para crear el universo y todo lo que existe. Como todopoderoso lo haría en un instante. Lo planteo aquí como un axioma, pues entiendo que esto no es discutible, sino que este génesis sí es alegórico al plan de Dios, es sombra de lo que habría de venir, dice la palabra. El séptimo día, después de 6,000 años, tendríamos el reino milenial de paz con Cristo y con Satanás encadenado.

2) El libro de Óseas, capítulo 6, versículo 2, dice: "Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de Él". Si, según la cronología bíblica, de Adán a Abraham hay 2,000 años, de Abraham a Cristo hay 2,000 años; de Cristo al arrebatamiento o a su segunda venida, debe haber aproximadamente 2,000 años. Sin embargo la Enciclopedia Encarta, por ejemplo, nos dice que se tiene un margen de error en la fecha del nacimiento de Cristo del –4 ó +8 años, y así…, habría otras consideraciones teológicas y escatológicas que se podrían hacer.

3) En la parábola del buen samaritano, en Lucas 10 del 25 al 37, pero específicamente en el versículo 35, el samaritano, que es una clara tipología de Jesús, dice: "Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: cuídale, y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese". Este versículo, y ni hablar de toda la parábola, tiene mucha tela por donde cortar, pues nos habla de la partida de Jesús. Cabría preguntarse quién es el mesonero, etcétera, y para quienes no les ha sido iluminado les digo que es el Espíritu Santo; pero lo que más me llama la atención es por qué el samaritano paga por adelantado 2 denarios, siendo el denario el salario de un día de la época, y un día según el versículo que hemos abarcado es para Dios como mil años, y Jesús dejó bien en claro que Él y el Padre uno son. Entonces Jesús estaría en la parábola dejándole pago al Espíritu Santo, el consolador prometido, de los próximos dos mil años. Además, deja abierta la posibilidad de que el mesonero gaste más, pues como El Señor les respondiera a los mártires de Apocalipsis cuando le preguntaron: ¿hasta cuándo? Existe un número que Dios dentro de su omnisciencia conoce y opino, si conozco a Dios (es una idea personal), que se relaciona con el número de ángeles caídos. Dios diseñó un plan a la inversa para avergonzar a esos que estuvieron en su gloria y le desobedecieron por las cosas que ellos ofrecen y que nosotros, sin estar en su gloria, desechamos la que el mundo nos ofrece para preferir estar con Dios, y lo obedecemos simplemente porque es Dios, no como aquellos "que no guardaron su dignidad y abandonaron su propia morada" como dice Judas:6. Además tienen que estar dadas las condiciones para que el gobierno mundial pueda establecerse en tan poco tiempo como 3.5 años, y eso, queridos lectores, aunque me opinen lo contrario, se está gestando; pero no es posible todavía ver el gobierno del anticristo; la globalización está en proceso y el avance tecnológico, y no permite aún el establecimiento mundial de un gobernante líder. Sí, la ciencia avanzará, dice el libro de Daniel, pero este versículo no establece el límite. Lo que sucede es que nadie quiere ver corrupción, ni morir. El día ni la hora nadie lo sabe, es cierto, pero Dios es un Dios de orden.

4) En la historia de Lázaro, en el Evangelio de San Juan, capítulo 11, vemos en el versículo 6, que Jesús se quedó dos (2) días más en el lugar donde estaba. Esto dice muchísimo; pues coincidencialmente el versículo 17, halló que Lázaro tenía 4 días en el sepulcro, producto de la muerte, la cual a su vez es una consecuencia del pecado, claro la muerte espiritual no la física. ¿Tiene esto alguna correlación escatológica? Después de 4,000 años, se quedó 2,000 años más, lo cual revela una sumatoria de 6,000 años, o 6 días. Cuando Jesús le dice a Marta: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí aunque esté muerto vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí no morirá eternamente. ¿Crees esto?", esto guarda relación con que después de 6,000 años habrá resurrección y los muertos en Cristo primero (I Ts. 4:16).

En conclusión, no me parece que el versículo 8 del capítulo 3 de II de Pedro esté meramente para simbolizar la cualidad eterna de Dios; yo correlacionaría el versículo más bien con el mandamiento de escudriñar las escrituras. Así, se pueden enumerar otros ejemplos como los anteriormente mencionados donde se puede demostrar en demasía la finalidad escatológica del verso bíblico en cuestión.

Ahora bien, se creó el mundo en 6,000 años-hombre o en 6,000 años-Dios (pues Dios actúa en su tiempo, nadie le pone presión ni le puede decir qué hacer y cuándo). ¿Se rige Dios acaso por el calendario judío, de acuerdo con el cual para esta fecha estaríamos en el año 5765? Eso, hermano, es harina de otro costal, mientras tanto actuemos como si Cristo viniera mañana tal como si viniese dentro de mil años, pues se imaginan ustedes si Jesús en vez de haber dicho "he aquí vengo pronto" hubiese dicho: "vengo dentro de algo más de 2,000 años", ¿qué hubiera sucedido?. A Dios tenemos que amarle no porque venga pronto a hacer juicio, sino simplemente porque es Dios, ya sea que venga dentro de dos días como dentro de 2,000 años. Mientras tanto Él ya vino a mi corazón ¿y al suyo?…

TEMA NO.9

Cuando se intenta predicarle a un inconverso, de esos que no se molestan en abrir las Escrituras, éste aduce que "cada quien interpreta la Biblia como la entienda, que de ahí provienen las religiones y que, en consecuencia, cada quien tiene su verdad respecto a la Biblia, que todos tienen la razón, sobre todo debido a que tienen una interpretación particular. En su abulia, estos individuos no se preocupan por saber si lo que ellos llaman "diferentes interpretaciones bíblicas" está en la Palabra de Dios, si simplemente son tradiciones de los hombres que no se sabe cómo ni cuándo empezaron, o si realmente es una doctrina de error. El próximo tema trata sobre lo que dice la Biblia en torno a esta cuestión, pues tiene hasta una sentencia: II de Pedro 1:20.

Sobre II Pedro 1:20

La versión Reina-Valera de 1960 dice así en II de Pedro capítulo 1 y versículo 20: "entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada". Otra versión, que me gusta mucho citar porque para mí es la más clara de todas, pero la más desobedecida, por seguir más las tradiciones, la Biblia Dios Habla Hoy, dice: "Pero ante todo tengan esto presente: que ninguna profecía de la Escritura es algo que puede interpretarse según el personal parecer de nadie". Después de la cita anterior, no deberíamos seguir abundando, pero es necesario dejarlo todo claro. Las personas que se resisten a aceptar la Biblia como la Palabra de Dios, como dije en la introducción de este capítulo, alegan que cada quien tiene su interpretación y, a pesar de que la Biblia es clara y precisa al respecto, el hombre insiste en ignorar sus verdades. Parece cierto que tienen una venda espiritual, pues leen hasta la saciedad sus citas y no se les revela nada, ¡Esto es increíble! No se tiene la humildad de remitirse a Deuteronomio 29:29, que dice: "Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre". Dicho de otra forma, todas las cosas que a Dios le interesó revelar ya han sido reveladas en su Palabra; lo que recibimos es iluminación. Cabría preguntarse por qué no reciben iluminación y sabiduría. Pídala y Él promete en su Palabra que se la dará.

No me interesa de dónde provienen las almas, aunque pienso que proceden del poder de su Palabra: "creced y multiplicaos". Si para Dios esto no es fundamental para el plan de salvación, menos para mí. ¿Por qué enredarnos más allá de lo revelado corriendo el peligro de entrar en zonas de oscuridad? Tampoco me interesa si Adán y Eva tuvieron más hijos e hijas, que yo creo que sí, sobre todo en 936 años, pero eso no era importante revelarlo para el plan de salvación. Todas las religiones están convencidas de que son la única religión verdadera y que sólo a través de ella obtendríamos la salvación. Pero resulta que debemos pasarlas por el filtro de la Palabra de Dios para poder identificar si nos encontramos ante una secta o no, pues Dios no es apostólico, ni romano, ni evangélico, ni metodista, ni adventista, ni mormón, ni bautista, ni testigo de Jehová, sino que debemos ponernos en oración y esperar la respuesta de lo que Dios quiera iluminar. No queramos seguir encasillando a Dios donde nos convenga tenerlo y dar a las escrituras interpretaciones diferentes de lo que llanamente dicen en la mayoría de las veces, pues la Biblia se interpreta a sí misma. En una ocasión le dije a un amigo que algo que decía "no era bíblico" y me contestó airado que no discutía eso, porque lo había dicho un fulano de tal que era "un santo". Lo interesante del caso es que todas las religiones están amparadas en un estudio directo de las Escrituras, pues de las que no tienen fundamento bíblico ni hablar, pero los integrantes exhiben una Biblia y luego profesan otra cosa distinta, de otro supuesto libro sagrado, una tradición o una disposición de una persona o grupo de personas con complejo mesiánico. Pero cuando las religiones no aceptan que es el Espíritu Santo quien ilumina la Palabra, todo está rodeado de un raro misticismo, como le gusta al hombre, profundo y complicado, y sociedades o quizás hombres que reciben la última iluminación (hasta en láminas de oro y en idiomas impropios, apariciones misteriosas que no se pueden desvelar, y así sucesivamente), desarrollan enormes distancias mentales y vitales entre los miembros de esa religión y los demás hombres. Se abre un abismo entre los mismos hombres, y esto no le agrada a Dios. Cuando no es mediante infundir el temor, se desarrolla una idolatría por esas instituciones, sociedades o hasta a veces hombres, y se ponen nombres y títulos kilométricos que en dos líneas escritas a máquina es imposible plasmar. ¡La gloria del hombre! Normalmente se vuelven hacia lo material y lo del mundo, y dejan en un segundo plano la función principal de su llamado. Tremenda sorpresa para aquellos que descubren un día, que su religión, "basada en la Biblia", es antibíblica, les posee un vacío existencial, y este temor a sentir esto es lo que no los deja ver la luz, y dice la Biblia que "el temor es lo opuesto a la fe". Normalmente estas religiones tienen un cuerpo gobernante con la característica de que es el único profeta de Dios o la representación de Dios en la tierra, pero para ello sólo hay que pasarla por el filtro bíblico de Deuteronomio 18: 21,22: "Y si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él". Por lo regular es la única organización de Dios en la tierra y desobedecerla implica atentar contra Dios de manera directa y hasta perder la salvación. La autoridad es tal, que en términos espirituales sus órdenes deben ser siempre obedecidas sin preguntas o críticas; no compartir una idea implica ser víctima de influencias satánicas. Son el camino mediante el cual se llega a Dios, en una clara y evidente sustitución de Jesucristo y todas presentan a Jesús como pantalla de introducción. "A libertad nos llamó Cristo". Sin embargo, impera en algunas religiones un ambiente de represión que les impide enriquecer sus posiciones doctrinales, so pena de ser castigados, expulsados o excomulgados, pues su celo es tiránico, despiadado, obstinado y esclavizante. Y esto no es de Dios. Jesús dijo: "mi carga es ligera y fácil", su carga es predicar la palabra y amarnos los unos a los otros, aunque puede ser que usted no quiera predicar y en ocasiones no quiera ni hasta amar a los demás; nada que vaya más allá de ahí es de Dios. Ninguna interpretación privada se caracteriza por la modestia de sus afirmaciones, sino por todo lo contrario. Por ejemplo, Juan 14: 6, 26; 15: 26, y otros versículos más, nos dicen que el representante de Cristo en la tierra ahora mismo es el Consolador, El Espíritu Santo; Dios hombre partió hacia la diestra de Dios Padre y dejó a Dios Espíritu Santo; ¿sabe usted lo que significa atribuirse funciones del Espíritu Santo?; y decir, por ejemplo, que yo soy el representante, vicario o alternativa de Cristo en la tierra, sería una blasfemia; y mire lo que me pasaría: Mateo 12:31 "Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el Espíritu Santo no le será perdonado", y agrega algo más peligroso en el versículo 32: "A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre (Jesús), le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero. Así de peligroso es andarse jugando al religioso y al súper santo con estos asuntitos.

Nunca deja de sorprenderme cuando al predicar sobre la salvación que hay en Cristo Jesús, me dicen que eso digo yo, pero que no es lo que dicen todos. Radicalmente he tenido que llegar a pensar y admitir sobre toda lógica humana que Satanás ha armado este lío de religiones, para confundir, engañar y mentir. Así que, querido hermano en Cristo, al leer la palabra de Dios, ore y pida que le revele lo que a Él le interese iluminarle. Esto es tanto así que hay pasajes que los he leído decenas de veces y cada vez que los repaso salgo más y más enriquecido. Por eso, no creo que sea suficiente leer la palabra, hay que escudriñarla; pero no basta, si no estamos bajo la unción del autor, el Espíritu Santo. De no ser así podrían venirnos interpretaciones que procedan de la oscuridad y esto es peligroso, como el caso de una religión que nació sobre la base de que "El Espíritu Santo le dijo que moraba en ella y sólo en ella", pero la Biblia dice que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y que sería derramado sobre toda carne, luego el nacimiento de la secta cuyo nombre omito, es antibíblico; en ocasiones se desarrollan doctrinas que son comunes a sectas espiritistas, ocultistas y satanistas.

El Espíritu Santo inspiró a quienes escribieron la Biblia; es Él quien revela, como es el caso del libro de Daniel, que fue sellado por mandato de Dios, y ahora en estos tiempos es que está apareciendo algo de luz para entender tan corto libro. Ese ejemplo, así como en toda la palabra, debe servirnos, para entender de una vez por todas y de manera contundente, que la profecía de la Escritura no es de interpretación privada de nadie, sea persona, sociedad, institución o lo que sea.

TEMA NO.10

El maligno vive bombardeando a los hombres con citas y frases célebres que son antibíblicas, tales como proverbios latinos, rusos, chinos, pensamientos de grandes filósofos, etcétera; y observo con tristeza como los hombres se apresuran en dar cabida a estos conceptos falsos tanto en sus mentes como en sus corazones. La Cámara de Diputados de la República Dominicana tiene una insistente propaganda televisiva que por conveniencia ellos han esgrimido, pues es un dicho que los lleva a acallar sus conciencias y su mal proceder. Consideran que fueron elegidos por sus capacidades y no que Dios los haya capacitado por ser sus elegidos, algo así como que eran la única opción de Dios.

Vox Populi Vox Dei

Creo que así se escribía en latín la frase que hoy es tan manoseada por un comercial de televisión y significa: "La voz del pueblo es la voz de Dios". Conocí de esa expresión latina por vez primera cuando cursaba el bachillerato en el Colegio San Judas Tadeo, y era entonces mi profesor de historia de la cultura Lucio Casado, hombre al cual respeto y admiro. Todo acontecía allá por los años 70. Para mí, esa máxima romana era un axioma, algo que no tenía discusión, y parece ser que ésa es la idea que el comercial de televisión quiso transmitir. Hasta recuerdo haber dedicado un álbum de historia y la cultura a la diosa Artemisa, la cual protegía las artes y otros cuantos disparates más: eso me enseñaron a mí en un colegio con base bíblica, y muchas cosas sobre "evolución". Sin embargo, luego de aceptar al Señor como mi único salvador y reconocer que su palabra, su legado para nosotros, su testamento, es la Biblia, y que en ella hay prácticamente toda la autoridad delegada de mi Dios, he aprendido a conocerlo mejor. La teocracia, el gobierno de Dios, no es el socialismo ni el comunismo, como muchos quieren endosarse ese cheque, pretendiendo añadir credibilidad a su sistema (diciendo por ejemplo que Cristo fue el primer comunista), y está aun más lejos la democracia. La teocracia es una dictadura cimentada en la confianza que arroja la dirección de ese ser infinito, todopoderoso, omnisciente, soberano, omnipresente, y todo lo que usted quiera añadir, que es Dios.

El mundo continúa enseñando cosas que son antibíblicas, y la que trato hoy día es una de ellas. Otra podría ser un cartel que existe en el consulado cubano de la República Dominicana, que dice que "la única forma de vivir después de la muerte es haber dejado un legado de ideas", lo cual quiere decir que no hay vida después de la muerte, y eso es una mentira de Satanás inculcada en ese pobre pueblo falto de bendición por haberse apartado del único Dios. Pero para muestra basta un botón, y como ejemplo tomaremos el caso del profeta y último juez del Antiguo Testamento, el cual fue Samuel. Este hombre, escogido y ungido por Dios, fue juez y gobernó a Israel por un período en que él era el canal de comunicación a través del cual el pueblo se comunicaba con Dios y recibía instrucciones y protección. Hoy día eso no es necesario gracias al sacrificio de Jesús, pues es una de las características y beneficios principales de la redención. El libro de I de Samuel, en sus capítulos 7, 8 y subsiguientes nos muestra que la máxima romana que hoy el mundo orondo proclama es antibíblica, y sobre todo que Dios no le ha endosado su soberanía a esa frase ni a nadie que no sea su hijo, que es Él mismo, pues en sí transmite la sensación de que el pueblo no necesita de Dios, sino que sus deseos y sus decisiones (los del poder legislativo) es la voluntad del único omnisciente. ¿Y cree usted que eso es verdad, que eso es así? Vemos en la Palabra de Dios, en las citas que señalamos previamente, que Samuel es desechado por el pueblo, por una razón pueril: quería ser como todos los pueblos que le rodeaban, tener un rey que los gobernara y que saliera con ellos en la guerra. Israel es el pueblo de Dios —¡pero caramba, qué ingrato es!— Si leemos la Biblia, podemos observar que Dios los gobernó e iba con ellos a la guerra, como fueron los paradigmáticos casos de Gedeón, de Moisés, y muchísimos más. Sin embargo, el hombre necesita tener algo que ver y tocar, una imagen como la que hicieron los israelitas en el desierto, un becerro de oro, y a ese becerro les ponen diferentes nombres, y luego de hacerlo con sus manos, le piden y lo tratan como su dios. En este caso, esa imagen palpable era su nuevo rey. Dios le dice a Samuel en el versículo 7 del capítulo 8: "Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos". O sea Dios los deja que continúen en su error. Después envía a decirles con Samuel, todo lo que les acontecerá y ellos dijeron que no les importaba. Sí, los gobernantes son impuestos por Dios, pero no siempre de manera directa, el hecho de que Dios lo permita no significa que sea su elección. Dios permitió a Saúl reinar sobre su pueblo, y no fue de bendición, tal como lo fue el legendario David. Los gobernantes no deben sentirse engreídos de que "Dios los eligiera, por manos del pueblo". Hay casos en que incluso la gloria no se la dan a Dios sino a un ser humano fallecido, acreditándosele en ocasiones la propiedad de hacer cosas sobrenaturales, en medio de una reunión multitudinaria y cosas semejantes, y van y visitan sus tumbas para glorificarles y agradecerles sus victorias. Miren cómo es la cosa en el mundo espiritual: existe un equilibrio entre el pecado y las consecuencias del pecado; como tal, se producen hechos horrendos, crímenes horrendos, delitos, sobornos, hurtos, violaciones, etcétera; pero… ¿los hizo Dios?, de ninguna manera; sin embargo, lo permite. Si una nación adora imágenes, como en la India; a una piedra como los árabes; a un ser humano fallecido; a un animal, y no dirige su adoración hacia Dios, ese pueblo acarreará consecuencias funestas. El acusador está permanentemente delante de Dios acusándonos y reclamándole su ley como soberano de todo que es. De tal manera que no siempre la elección del pueblo es la de Dios, y mucho menos su voz; la voz de Dios es Cristo, el Verbo. Sin embargo, la Biblia nos ordena orar por los que nos gobiernan. Nosotros obedientemente lo hacemos, para que sean llenos de sabiduría, y quien sabe cuántas cosas más, entre ellas la de no creerse dioses y de que están accionando la voluntad de Dios.

TEMA NO.11

Hablando de religión hay que hablar de religiosidad. Soy de opinión de que todos los extremos son malos, y éste es uno de los más peligrosos. Pablo parece que controló esa condición, aunque más bien parece destacarse como la máxima representación del movimiento apostólico. En ocasiones se manifiesta como un fanático y recomienda ser uno, pero controlado. A él se le siente estar bajo sus cabales. Dar hasta la vida sólo es justificable para casos de revelación directa, como la de Abraham con Isaac, o algo parecido a lo de los primeros cristianos y la que vivirán los últimos cristianos. Sin embargo, el mundo enseña que todo hombre da su vida por su causa y por lo que cree. El problema es que la religiosidad puede obrar en medio de la confusión y del desorden, y Dios es dios de orden.

Sobre el espíritu de religiosidad…

En la versión Reina-Valera, Efesios 6:12 dice: "porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes". En la traducción NIV (New Internacional Version), en inglés, el orden es principados, gobernadores, potestades y huestes; y por diferentes razones es posible que este orden último sea el que verdaderamente existe en el mundo espiritual de las tinieblas. Ahora bien, los principados son el rango inmediato después del rey de las tinieblas. Están al mando de ángeles caídos, no de demonios, y entre ellos están Brumaus, Krucitas (promueve las crucifixiones, símbolo de maldición, como señala Gálatas 3:13; la cruz es su símbolo, y donde haya una cruz, está él, no importa que sea un templo de la denominación que sea o sin denominación, pues la cruz dice la Biblia que es señal de maldición, con algún conocimiento de causa lo habrá dicho El Espíritu Santo), Astarot, Tremus, Dagon, Nimrod (especialista en batalla espiritual, un gran guerrero y cazador, como lo describe la Biblia), Dragón (no ha tomado cuerpo aún, pero su ministerio está en acción, posiblemente se personifique como el anticristo), Siria, Diana; esta última adorada como tal por los efesios (capítulo 19 de Hechos), tiene a su vez gobernadores que cumplen funciones específicas, como Damián, Asmodeo (el matrimonio y los placeres de pecado), Arios, Ménguelesh, Nosferatu y Beelzebú (Belcebú). Este último es el caso que nos ocupa. ¿Le sorprende esta organización?

Vivimos en guerra espiritual, no pasa nada en el mundo material (el nuestro) sin que sea determinado previamente en el mundo espiritual. Mateo 10:25 menciona a este demonio y dice (Mateo 12:24 y 25): "Mas los fariseos, al oírlo, decían: éste no echa fuera a los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá. Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido. ¿Cómo pues, permanecerá su reino?". Quiere decir entonces que hay muchas evidencias bíblicas de que existe una organización en los infiernos, y Dios nos ilumina para que podamos atar y ligar con conocimiento de causa en medio de guerra espiritual, y no lo hagamos como con los ojos vendados espiritualmente. Este Beelzebú es el mismo Baal-zebub de II Reyes 1:2 y se encarga de producir, promover y mantener doctrinas falsas y religiosidad; y no es un príncipe, sino un gobernador. Muestra de ello es que las diferentes religiones surgen muchas veces como consecuencia de interpretaciones bíblicas; no todas tienen un nacimiento y trayectoria santa, sino que el mismo Satanás ha promovido numerosas religiones para generar confusión. Es un demonio de alto rango, que a su vez dirige potestades territoriales, entre los que tenemos a Yemayé (en República Dominicana, ingenuamente recordado en un merengue, como si esto fuera cosa de chistar y jugar), y éste a su vez tiene huestes espirituales. El cristiano debe desenmascarar el ente que domine un área, y eso lo podemos notar al ver quien la entidad más adorada y que más templos y fiestas se le hagan en su honor. Beelzebú tiene un área de influencia basada en el engaño espiritual, es un demonio que se hace pasar por Dios, falsifica los dones espirituales del Espíritu Santo, genera falsas doctrinas, provoca idolatrías, etcétera. Este rango de demonios no puede ser enviado por los cristianos al abismo, porque Dios les ha permitido rondar la tierra al igual que a Satanás (Job 1), entran y salen de un cuerpo, solo se manifiestan cuando tienen que defender lo que ellos consideran "su propiedad": ¿qué tienes conmigo, Jesús, mi hora no ha llegado aún?, contestó el endemoniado gadareno. Podemos echarlos fuera del territorio, investigando la causa que les permitió el derecho, pero no encadenarlo ni echarlo en prisiones. El espíritu de religiosidad es sumamente difícil de combatir. Sólo el Espíritu Santo, quien convence de pecado, pues nadie convence a nadie, te puede dar los medios para echarlo fuera. Cuando se le predica a una persona con espíritu de religiosidad, muchas veces se vuelven obstinados y agresivos, actitud farisaica (y es de recordar que la de los Fariseos era la religión dominante en tiempos de Jesús, seguidos por personas inteligentes como Gamaliel y Pablo); y sin argumentos, al citarles la palabra, te dicen: loco o fanático, que es una burla o engaño característico de Satanás. Por eso es que no se puede leer la Biblia, porque ustedes se ponen locos. Y es de esperarse, pues mire lo que suele pasar: usted tiene una enfermedad de carácter espiritual (no todas son espirituales) y ésta se manifiesta físicamente, y acude a una persona y ésta le dice que haciendo esto o aquello en nombre de San Gregorio o Santa Marta o San Santiago o San Lázaro, se sana, y resulta… ¡que se sana! Recordemos que el reino es organizado y que Jesús dijo que no está dividido, sino que espíritus de más poder gobiernan otros de menos poder, y son dominados todos por uno más poderoso que es Lucifer, debido a que fue el ángel caído de mayor rango y poder, no el primero. Sale entonces el espíritu que creaba la enfermedad o se queda anidado allí, lo cual es posible porque recuerde que el endemoniado gadareno tenía legiones, y que también dice la Biblia que pueden entrar 7 espíritus "peores" de un solo tiro; así entra uno de religiosidad. ¿Qué pasa?, bueno…, ahora su fe no está en Jesús, sino en el "santo" que le sanó, y la gloria no es de Dios, pues el temor a ese hombre que usted visitó es mayúsculo, pasa a ser siervo de él, y cada vez que lo visita le lleva presentes. ¿Y quién puede hablarle en contra de ese santo, ante la evidencia física del "milagro" que se efectuó directamente en usted? Recuerdo que mi papá tenía fe en una nuez moscada que le habían preparado y que un cuñado murió creyendo en San Gregorio, pues había experimentado mejoría en una ocasión, y se la atribuían a él. Claro está, esto sucede por la ignorancia de personas que desconocen el poder de las tinieblas, desconociendo que Moisés convirtió la vara en serpiente y los magos del faraón también, que Moisés convirtió el agua en sangre y los magos del faraón también, hasta que tuvieron que decir: "Ahí está el dedo de Dios".

Existen más de 1,000 religiones en todo el mundo según la Enciclopedia Encarta. Ésa es una manera del enemigo desacreditar el camino, pues cabe la pregunta de aquellos a los que les gusta que les pongan la solución en la mano: ¿entonces, a quién le creemos?, ¿a quién o a quiénes siguen esas religiones? Jesús dijo (Juan 14:6): "Yo (primera persona del singular) soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino (es) por mí (independientemente de los méritos propios). Por eso mataron a Jesús, o mejor dicho, se dejó matar, pues si hubiese querido, lo dijo Él, hubiese llamado legiones de ángeles y se acaba el apresamiento; pero no sabía Satanás que ése era el plan de Dios. La razón es que en el mundo espiritual hay que pagar un precio por todo y Jesús es el único que puede eliminar cualquier espíritu de religiosidad pues Él ya pagó el precio, y a nosotros, su Iglesia, nos delegó el poder de eliminarlo en su nombre, y no con ritos y brebajes misteriosos, sino con su Santo Espíritu.

TEMA NO.12

En el 2004, estaba de moda la sonda que fue enviada a Marte. Los medios informativos del mundo nos saturaron con informaciones llenas de "esperanza" acerca de posible vida en otro planeta. No hemos logrado ponernos de acuerdo entre nosotros mismos y somos tan ingenuos de que pudiéramos congeniar con una imposible vida extraterrestre. He aquí lo que pienso acerca de todo eso, basado a la luz de las escrituras.

Agua en Marte.., ¿y qué?

Recientemente se acaba de anunciar con bombos y platillos que existe agua congelada en Marte; esto me parece lógico, pues los rayos de esa lumbrera que Dios creó y que llamamos Sol no llegan con suficiente fuerza, a pesar de que ese planeta pertenece a lo que hemos denominado Sistema Solar. Este "descubrimiento" les permite a "los sabios" deducir que posiblemente exista vida en Marte; incluso no se explican cómo no existe vida en ese planeta si las condiciones para ésta lucen mejor que las que debieron haber en la Tierra.

Muy a pesar de la naturaleza de mi carrera profesional, y de que en mi formación cursé muchas materias sobre ciencias exactas; mis puntos de vista no son ya según la lógica de la ciencia, sino bíblicos, o mejor dicho, sobre la base de la lógica de la Biblia.

Lo que voy a plantear aquí, ya hice un ensayo previo con unos amigos no creyentes y se burlaron en mi cara. También le pregunté a mi suegro, veterinario y cristiano, e "ipso facto" respondió lo que esperaba: que era posible vida en otro planeta. Esa respuesta no me sorprende, ya que la Biblia advierte en Romanos 12:2 que debemos renovar nuestro entendimiento, y en II de Corintios 4:4 dice que "el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos (o sea, que el no creer le permite a Satanás, al Diablo, a Lucifer, o como quiera llamarle, intervenir en sus razonamientos y en su manera de entender y ver las cosas, ¡increíble no!), todo esto para que no resplandezca la luz del Evangelio. La Biblia sentencia (I de Corintios 2:14) que el hombre natural no percibe las cosas del Espíritu, porque para él son locura (o sea, esto no es con ciencia y ni somos locos, pero la Biblia advierte que nos llamarán locos), así que tenemos que aceptar que nos crean que no estamos cuerdos y que nuestras creencias de fe sean cuestionadas por los análisis científicos, que, suponen ellos, no la soportan; y para "rematar", como decimos en buen dominicano, el apóstol Pedro les advierte a los demás cristianos, incluyendo apóstoles, en el capítulo 3 versículos 15 y 16 de su segunda epístola, que hagan caso de Pablo en sus escritos, pues las cosas que dice son difíciles de entender, aun para nosotros, y de que existe una tendencia a torcerlas por parte de personas indoctas e inconstantes, lo cual ha dado como fruto ministerios falsos o sectas.

Luego de estas aclaraciones, les refrescaré lo siguiente: la sonda "Spirit" ha enviado datos que según los científicos certifican que existe agua, al menos congelada, en el planeta Marte, lo cual aumenta la posibilidad de que también encuentren "vida". Miles de millones de dólares para comprobar que hay agua, evidencia de posible vida en el espacio exterior, y sobre todo en el tan resonado planeta que ha generado historias sobre marcianos, tan fantasiosas que se necesita de más fe para ser creídas que las que existen en la Biblia. Hasta yo me atrevería a afirmar que el hombre "necesita con todas sus fuerzas" que allí haya al menos… agua.

Ahora bien, escuche esto: "no se necesita agua para que haya vida". Me oyó: "el agua no es vida", como dice el dicho; "la vida no depende del agua". "La vida proviene y depende de Dios". Según Hechos 3:15, Jesús es el autor de la vida, no el agua, ni ninguna otra teoría. ¿Locura o fantasía?, ¿se le han caído todas sus creencias y se le ha dislocado su casete de información? Pues bien, permitamos que juntos hagamos unos análisis de los capítulos de la Biblia, esos que tantas cosas dicen, que se leen como un cuentecito y, sin embargo, encierran de todo, pero que la necedad del hombre no le permite aceptar sino que prefiere jugar a ser un dios. Tantas cosas que hay en la Biblia y que hoy día se enumeran como grandes descubrimientos, como por ejemplo la redondez de la Tierra (ante la tan famosa frase "y sin embargo gira"), el número ?, el testigo o trayectoria magnética que previamente describe el recorrido del rayo (en el libro de Job Dios pregunta: ¿Quién le traza camino al rayo?), el universo en constante expansión (salmo 104:2 "Jehová extiende los cielos como una cortina"), y tantas cosas más.

Pues bien, el libro de Génesis, el origen (no hay otro comienzo), empieza así: "En el principio creó Dios los cielos y la tierra". Por Dios, ¿cuándo aceptaremos esa sencilla frase?, ¡cuánta desobediencia ante la aceptación de esa afirmación! ¿Que cuándo fue el principio?, ¡qué sé yo, y ni me interesa!, y no es necesaria más revelación para los fines del plan de salvación; los hombres son los que creen que ganan algo con añadir unas cuantas decenas de miles de millones de años al principio de las cosas, y lo peor es que lo hacen constar en los "libros de textos escolares". Para mí, ese no es el problema, simplemente acepto que lo creó. Luego pasó un tiempo, ¿cuánto?, sólo Dios lo sabe. Y la tierra estaba desordenada y vacía. ¿Por qué Dios se antojó de la tierra y no de otro planeta u otra galaxia? No lo sé, pero podría especular bíblicamente aunque pienso que sería sólo eso; pero sí percibo que estaba en el mismo estado en el que aún permanecen los demás planetas. "y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. ¿Cómo?, esto merece una pregunta: ¿había agua?, ¡pero no había vida!; luego…, podríamos concluir que no es necesaria el agua para que haya vida, a menos que Dios así lo quiera, y lo pronuncie, ya que luego prosiguen los "Y dijo Dios". La razón lógica por la que el agua es necesaria para el hombre es porque fuimos hechos del barro, y hasta donde yo sé el barro está compuesto de tierra + agua. Por Dios, ¿por qué nos resistimos a aceptar esta simple realidad? El dichoso eslabón perdido jamás va a aparecer porque luego de unos simples enunciados, que sólo tienen que ser aceptados y que nadie los cree ni los admite porque llevan consigo mismo tanta verdad y encierran tanto poder que cuesta creer; dice Génesis 1:20 que "produzcan las aguas seres vivientes y aves que vuelen sobre la tierra". Lectores, todo lo que hay en la tierra y en el agua, no necesitó de tierra para ser hecho. Ahora yo pregunto: ¿Es eso imposible para Dios? Acaso si Dios lo hubiera querido hacer del helio, del oxígeno tan sólo, o del elemento que su voluntad hubiese deseado, no lo hubiera hecho. ¿O no? Es más, todo lo que se ve fue hecho de lo que no se ve, o sea, de la nada, no es esto más difícil aun. Entonces, ¿cuál es el problema con hacer las demás cosas a partir de la tierra o del agua? Y lo bueno es que quienes no aceptan todas estas cosas dicen ser cristianos y "tener una Biblia". Peor aun, un líder dominicano de la religión tradicional se atrevió a proferir que todo eso del Génesis no era más que una simple alegoría y nada más, pero que no fue así, como si hasta hubiera querido decir que no tenía ningún significado práctico y que si fue Dios perdió su tiempo y no fue más allá de lo que cualquier Julio Verne hubiere escrito. ¿Según la Biblia cosas como la que insinúo aquí es locura de los cristianos o no aceptarlo es necedad del hombre? Bueno, yo me quedo con la opinión bíblica, que llama necios a los hombres que no aceptan su verdad vertida en su Palabra.

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