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La moral en el pensamiento racionalista de la modernidad (página 2)


Partes: 1, 2

  1. Control semántico

Edad Moderna: etapa histórico concreta del desarrollo de la Humanidad, transcurre desde Siglo XV hasta 1917, con dos etapas bien limitadas en su devenir , la primera : desde XV hasta XVIII (Revolución Francesa)

Segunda: XVIII Revolución Francesa hasta Revolución de Octubre 1917

Moral: procede del latín mos, moris, (mores), que originalmente significa "costumbre", pero que luego pasó a significar también "carácter" o "modo de ser". Designa un conjunto de principio, normas, valores, cualidades e ideales morales que forman parte de la vida social y espiritual de los hombres.

Racionalismo: doctrina filosófica cuya base es la omnipotencia e independencia de la razón humana, todo lo racional es bueno, y todo aquello que no conlleva a la razón es incorrecto.

Persona: viene del latín per-sonans, (sonar o dar voces a través de algo), sujeto de derecho. Individuo moral con capacidad para establecer relaciones internas con los demás. Es toda vida humana dotada de capacidad racional y agencia moral, es decir, de libertad, responsabilidad. Es un sujeto individual, que es único e irrepetible, fin en si mismo y autor de su propia historia.

Libertad: conocimiento de la necesidad

Justicia: concepto moral, general, la justicia requiere que se de a la persona lo que es debido.

Autonomía: la capacidad para determinar el curso de acción por uno mismo. La autonomía requiere la capacidad de tomar decisiones y la habilidad de implementar las elecciones hechas. Ejercicio claro de la libertad de conciencia, en el contexto del cuidado médico, el respeto por la autonomía, significa que el paciente escoja si acepta o rechaza tratamientos médicos específicos.

Progreso: acción de ir hacia delante, avance, adelanto, perfeccionamiento.

Derechos Humanos: son aquellos de los que es titular el hombre por el hecho de participar de la naturaleza humana, son por tanto poseídos por todos los hombres, cualquiera que sea su edad, raza, sexo, religión. Suelen dividirse en tres grandes grupos: los relacionados con la libertad, los requeridos a la participación, y los que conciernen a la comunidad en su conjunto (derechos sociales y económicos), y su valor fundamental es la justicia.

Bioética: reflexión ética de la vida, concierne al ser humano en relación con sus factores ambientales (naturaleza, cultura y sociedad), es un diálogo de saberes, de ahí su concepción interdisciplinaria y holística.

Ética: procede del griego "ethos", que significa ordenamiento "morada", pero posteriormente pasó a significar "el carácter", el "modo de ser", que una persona o un grupo va adquiriendo a lo largo de su vida. En cambio la Ética es la teoría filosófica que valora y razona el acto moral, es la reflexión racional de la moralidad.

4. DESARROLLO

La modernidad: contexto histórico social.

La Edad Moderna es la tercera de las etapas en la que se divide tradicionalmente en Occidente nuestra era (llamada era cristiana), la Edad Moderna sería el periodo en que triunfan los valores (el progreso, el humanismo, la razón) frente al periodo anterior, la Edad Media, que el tópico identifica con una Edad Oscura o paréntesis de atraso, aislamiento y oscurantismo. El espíritu de la Edad Moderna buscaría su referente en un pasado anterior, la Edad Antigua identificada como Época Clásica.

Desde una perspectiva más global, la Edad Moderna marcó el momento de la integración de dos mundos humanos que habían permanecido completamente aislados durante más de 20.000 años: América, el Nuevo Mundo, y Eurasia y África, el Viejo Mundo.

La fecha de inicio más aceptada es la toma de Constantinopla por los turcos en el año 1453 -coincidente en el tiempo con la invención de la imprenta y el desarrollo del Humanismo y el Renacimiento, aunque también se han propuesto el Descubrimiento de América (1492) y la Reforma Protestante (1517) como hitos de partida. Elemento consustancial a la Edad Moderna es su carácter transformador, decisivo, de las estructuras económicas, sociales, políticas e ideológicas propias de la Edad Media. Los principales fenómenos históricos asociados a la Modernidad (capitalismo, humanismo, estados nacionales, etcétera) venían preparándose desde mucho antes, aunque fue en el paso de los siglos XV a XVI en donde confluyeron para crear una etapa histórica nueva.

Estos cambios se produjeron simultáneamente en varias áreas distintas que se retroalimentaban: en lo económico con el desarrollo del capitalismo; en lo político con el surgimiento de estados nacionales y de los primeros imperios ultramarinos; en lo bélico con los cambios en la estrategia militar derivados del uso de la pólvora; en lo artístico con el humanismo secular del cuatrocentro y el quintocentro, en lo religioso con la Reforma Protestante; en lo filosófico con el Antropocentrismo, el surgimiento de una filosofía secular que reemplazó a la Escolástica medieval y proporcionó un nuevo concepto del hombre y la sociedad; en lo científico con el abandono del magister dixit y el desarrollo de la ciencia moderna, que a la larga se interconectará con la tecnología de la Revolución Industrial.

La Edad Moderna suele secuenciarse por sus siglos, sin embargo no toda la historiografía delimita de igual manera la secuencia lógica de sus etapas de desarrollo, los estudios más influenciados por la historiografía liberal burguesa sólo conciben la edad moderna hasta la Revolución Francesa (1789), el período posterior a ella la identifican como Edad Contemporánea, sin embargo existe otro criterio (al cual me adscribo) que marca en dos momentos la historia de la modernidad, una primera etapa: SXV hasta Revolución Francesa; y una segunda etapa que comienza en el Siglo XVIII posterior a 1789 hasta la triunfante Revolución Bolchevique en 1917.

Con el optimismo de aprehender algo tan fascinante y complejo como es la historia de la modernidad y en aras de facilitar la comprensión y análisis del proceso de formación y consolidación de la nueva visión del hombre y el mundo, me detendré sólo en la valoración de la primera etapa de desarrollo moderno (gestación y maduración del pensamiento racionalista), donde sin lugar a dudas, se crean las condiciones que permiten esta nueva concepción del hombre y su realidad.

Primera Etapa: (finales XV hasta finales del SXVIII – 1789 Revolución Francesa)

En su primera fase de desarrollo, se comienza a experimentar la vida moderna, buscan un vocabulario adecuado a las nuevas condiciones, se utiliza por vez primera la palabra "moderniste", en el sentido que se usará en los Siglos más adelantes, es la fuente de las tradiciones modernas mas vitales, desde la ensoñación nostálgica hasta la democracia participativa. Comienza la creencia en el progreso del género humano y se confía en la razón, ambos son el haz y el envés de la misma cosa, la fe en las capacidades morales e intelectuales del hombre, se comienza a pensar que la sociedad puede ser transformada de acuerdo con los principios universales de la razón y que puede, por tanto, ser mejorada indefinidamente.

La confianza en la razón puede verse en la gran actividad científica que se despliega durante toda esta etapa, y muy significativamente son los intentos de aplicar los criterios de las ciencias naturales a todas las zonas del saber. Los logros de la ciencia establecieron nuevas perspectivas, cambiará el punto de mira del hombre moderno, se comienza la especialización de las diferentes ramas del conocimiento científico , aunque es mas notorio en el campo de la ciencias de la naturaleza , también en perceptible en las ramas de las ciencias humanas, una de las primeras en adquirir perfil propio fue la Economía Política , producto del movimiento intelectual francés llamados fisiócratas, los fisiócratas son, los primeros en haber explicado el ciclo económico completo, desde la producción hasta el consumo, y los primeros en aislar la esfera de lo económico como objeto de estudio.

Una noción crucial en este período fue la creencia en el progreso, se trata de una concepción casi carente de precedentes, una innovación casi descollante dentro de la historia del pensamiento humano , la idea del progreso humano en una interpretación de la historia que entienden que los hombres avanzan lentamente, en una dirección definida y deseable , supone que, en último término se gozará de una condición de felicidad general, lo cual justificará el proceso entero de la civilización; esta creencia en el progreso se fue extendiendo sin cesar, hasta convertirse en supuesto básico para muchas mentes modernas y un componente esencial de aquellas ideologías que se nombran progresistas, fue sin lugar a dudas, la idea legitimadora de las revoluciones modernas.

La aspiración de emancipar el espíritu humano del yugo de la superstición y la ignorancia, merced a una considerable fe en la razón y en el progreso científico, económico, social y moral de la raza humana fueron los pilares fundamentales donde nació y maduró la Historia Moderna

Pensamiento racionalista moderno: la nueva dimensión sobre el hombre: (SXVI al SXVIII).

René Descartes

La personalidad de Descartes señala el paso decisivo del Renacimiento a la Edad Moderna, el reconocimiento de la subjetividad humana, y la obligación de profundizarla e ilustrarla con el estudio sobre sí misma, el reconocimiento de la relación del hombre con su mundo y la necesidad de resolver esta relación a favor del hombre, se convierten en la filosofía de Descartes en los términos de un nuevo problema, en los cuales están implicados conjuntamente el hombre como sujeto y el mundo objetivo. La presencia del alma racional (res cogitans) establece la diferencia radical entre el hombre y las bestias. En el tratado de "Las pasiones del alma", Descartes distingue en el alma acciones y pasiones: las acciones dependen de la voluntad; las pasiones son involuntarias y están constituidas por percepciones, sentimientos. Evidentemente la fuerza del alma consiste en vencer las pasiones y contener los movimientos del cuerpo que la acompañan, mientras su debilidad consiste en dejarse dominar por las pasiones, con las pasiones –afirma Descartes- va unido un estado de servidumbre, del cual el hombre debe procurar liberarse, el hombre debe dejarse guiar, en cuanto sea posible, no por las pasiones, sino por la experiencia y la razón, y sólo así podrá distinguir en su justo valor el bien y el mal evitando los excesos, en este dominio sobre las pasiones consiste la sabiduría; y la sabiduría se obtiene extendiendo, a pesar de las pasiones, el dominio del pensamiento claro y distinto.

Precisamente en este progresivo dominio de la razón, que restituye al hombre el uso libre albedrío y le hace dueño de su voluntad, está la característica de la moral cartesiana. En la tercera parte del "Discurso del Método", antes de comenzar con la duda el análisis metafísico, Descarte había establecido algunas reglas de la moral provisional, destinadas a evitar que:

"permaneciese irresoluto en sus acciones, mientras la razón le obligaba a serlo en sus juicios". (1)

Que la razón humana se encuentre de repente ante la necesidad de reconocer sus propios límites , lo había reconocido Descartes, al considerar el problema del error, ahora bien el error , depende del concurso de dos causas, del entendimiento y de la voluntad, con el entendimiento el hombre no afirma ni niega nada, sino que concibe solamente las ideas que puede afirmar o negar, el acto de la afirmación y la negación es propio de la voluntad, y la voluntad es libre, como tal es mucho menos limitada que el entendimiento , y puede por tanto afirmar o negar aún lo que el entendimiento no ha llegado a percibir claramente, de ahí que error depende solamente del mal uso que hagamos de nuestro libre albedrío.

¿En que consiste el libre albedrío?, para Descartes que podamos hacer una cosa o no hacerla (afirmar o negar, seguir o huir), obremos de manera que no sintamos ninguna fuerza exterior que nos obligue a ello, añade que para que seamos libres no es necesario que seamos indiferentes ante la elección de uno u otro de los contrarios, la indiferencia es el grado mas bajo de la libertad, señala que el grado más alto de libertad se alcanza , cuando el entendimiento posee nociones claras y distintas que dirigen la elección y la decisión de la voluntad, en este caso se conoce claramente lo que es verdadero y lo que es bueno.

La libertad es un hecho íntimo, constitutivo de la conciencia, de ahí que el único y fundamental testimonio de ella sea la experiencia interior, es evidente que para Descartes, cuando el hombre obra según el juicio de la propia razón, obra de manera que no se sienta obligado por ninguna fuerza exterior, porque la razón es él mismo, su subjetividad pensante, en este caso la libertad es perfecta, porque la razón es el principio autónomo del yo.

En virtud del cogito, que ha reconocido en la razón la esencia misma del hombre, el poder de la razón sobre la voluntad, es el poder del hombre sobre las propias acciones. La doctrina cartesiana de la libertad supone el principio de la autonomía racional del hombre, o sea, la ausencia de la necesidad externa.

Baruch Spinoza

Partiendo de la innegable influencia de Descartes, creó un sistema muy original, su pensamiento traslada la visión del mundo de Galileo, que dice que el mundo está sujeto a unas leyes, buscando las leyes que regulan la sociedad. En este punto coincide en parte con Descartes, pero con la singularidad de que Spinoza además busca las leyes que rigen la moral y la religión. Así Spinoza entra de lleno tanto en la moral como en la religión, intentando introducir la razón en ambas esferas, para lo que usa un método racional. En su Ética demostrada según el orden geométrico, construye su geometría de las pasiones que es, al mismo tiempo, el análisis de la esclavitud y la libertad humana; ya que considera el poder de las pasiones sobre el hombre y el poder del hombre sobre las pasiones;

Tal análisis se funda en unos pocos principios que no son propios del hombres, sino que pertenecen a cualquier ser en general. El principio fundamental es que cada cosa tiende a preservar su propio ser y este proceso de autoconservación constituye la esencia actual de la misma cosa, cuando este esfuerzo se refiere sólo a la mente se llama voluntad, cuando se refiere a la vez a la mente y al cuerpo se llama se llama apetito; el apetito es la esencia misma del hombre, cuando el apetito tiene conciencia de sí se llama concupiscencia ; de esto se deriva, según Spinoza, que el hombre no se propone, quiere, ansía y desea una cosa porque la cree buena, sino, por el contrario, una cosa es buena, porque se la propone, la quiere y la ansía.

De este impulso del hombre, nacen las pasiones fundamentales que son la alegría y la tristeza, la alegría es la pasión que va unida a la conservación y al perfeccionamiento del propio ser, la tristeza por el contrario, acompaña la disminución del propio ser; cuando ambas van acompañadas con la idea de una causa externa que las produce, dan origen al amor y al odio, pasiones por las cuales el hombre busca lo que le procura alegría y huye de las que le trae tristeza. De estas pasiones fundamentales se originan todas las otras; las cuales, de hecho, Spinoza deduce geométricamente, sin establecer entre ellas ninguna distinción moral. Spinoza afirma también la insignificancia de las opiniones humanas, los conceptos de perfección e imperfección no tiene significado de por sí, son conceptos humanos que el hombre se construye comparando con ello las cosas del mismo género, lo mismo vale para los conceptos del bien y del mal, una misma cosa puede ser buena o mala como indiferente; este punto de vista del bien y el mal los convierte en valores que son tales únicamente en relación con la naturaleza propia del hombre, esto es con el impulso o deseo fundamental que lo constituye, y puesto que este impulso está dirigido a la conservación, el bien será aquello que aprovecha a tal conservación el mal la que lo daña; de este modo el bien se identifica con lo útil; y la búsqueda de lo útil se convierte en la norma fundamental de la razón:

"La razón, nada exige contra la naturaleza; pero ella misma exige que cada uno se ame a si mismo y busque su propio provecho, que verdaderamente sea tal, y desee todo lo que condúcela hombre a una mayor perfección…" (2)

La virtud, no es algo diverso a la naturaleza y mucho menos opuesto a ella, es la misma tendencia natural a la autoconservación, pero como para el hombre esta tendencia actúa mejor cuando se vale de la razón, que es precisamente la que busca lo útil, así, la virtud humana está esencialmente unida al uso de la razón; de ahí que para Spinoza el bien y el mal para el hombre es lo que lo lleva a entender y lo que le impide entender. Seguir la razón para el hombre, es convertirlo en un ser activo, teniendo ideas adecuadas; de hecho el hombre que vive según la razón no responde al odio con el odio, al desprecio con el desprecio, sino que opone el amor y la generosidad aquellas pasiones malas. Para Spinoza la razón es la guía del hombre, es la recta consideración de lo útil, por ello condena aquellas pasiones que no se dejan transfomar en pasiones de la razón como por ejemplo la compasión, la humildad, el arrepentimiento, la soberbia, el temor, el temor a la muerte, y he aquí algo muy interesante en Spinoza; nos dice:

"el hombre libre en ninguna cosa piensa menos que en la muerte; y su sabiduría está en la meditación, no de la muerte, sino de la vida" (3)

En el tema político Spinoza reivindica la democracia, en su obra "Tratado político" sostiene que la democracia es el mejor sistema posible y el que más se ajusta a la naturaleza y a la razón. Según su visión, el fin del Estado es hacer a todos los hombres libres, lo que significa que el hombre ha de dejar de ser un autómata, un esclavo.

Ilustración

Se denomina habitualmente Ilustración o Siglo de las Luces a la corriente intelectual de pensamiento que dominó Europa y en especial Francia e Inglaterra (donde tuvo su expresión más enérgica) durante casi todo el siglo XVIII y que abarca desde el Racionalismo y el Empirismo del siglo XVII hasta la Revolución Industrial del siglo XVIII, la Revolución Francesa y el Liberalismo. Este fenómeno de la Ilustración tiene sus fuentes de inspiración fundamentales: la filosofía de Descartes -basada en la duda metódica para admitir sólo las verdades claras y evidentes- y la revolución científica de Newton, apoyada en unas sencillas leyes generales de tipo físico. Los ilustrados pensaban que estas leyes podían ser descubiertas por el método cartesiano y aplicadas universalmente al gobierno y a las sociedades humanas. Por ello, la élite de esta época sentía enormes deseos de aprender y de enseñar lo aprendido.

Dentro de sus características mas exponenciales tenemos:

Antropocentrismo, hay un nuevo Renacimiento en que todo gira en torno al ser humano; alrededor de su razón material y sensible al mundo que en torno a su espíritu sensible hacia Dios, de forma aún más pronunciada, particularmente, que en el siglo XVI; si bien, el papel que entonces jugó Italia lo desempeña esta vez Francia. La fe se traslada de Dios al hombre: hay confianza en lo que éste puede hacer, y se piensa en que el progreso (surge en este siglo la palabra) del hombre es continuo e indefinido, Se formula la filosofía del optimismo (Leibniz) frente al pesimismo característico de la Edad Media y el Barroco. La sociedad se seculariza y la noción de Dios y la religión, empieza a perder, ya definitivamente, la importancia que en todos los órdenes había tenido hasta ahora; se desarrolla una cultura exclusivamente laica e incluso anticristiana y anticlerical.

Empiezan a formularse las expresiones más tibias de espiritualidad: nihilismo, masonería, deísmo, agnosticismo; incluso se formulan ya claramente las propuestas del ateísmo.

Racionalismo: fe constante en el poder de la razón humana, se llegó a pensar que con uso juicioso de la razón sería posible un progreso ilimitado. La razón sirvió de guía para estudiar el funcionamiento de las leyes de la naturaleza, por consiguiente todo lo racional es bueno, y todo aquello que no conlleve a la razón es incorrecto. Si el hombre quiere alcanzar el progreso el único camino es descubrir las leyes de la naturaleza y actuar de acuerdo con ellas, dejando a un lado lo irracional.

Naturaleza: amor a la naturaleza. Este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen. El papel de la naturaleza para originar y conducir la existencia de los hombres y de todos los objetos del Universo, según Newton:

"la naturaleza es considerada como una gran máquina concebida por Dios y regida por las leyes establecida por Él". (4)

Es decir, que el hombre no debe de contrariar esas leyes sino tratar de descubrirlas mediante la razón como única guía para investigar su funcionamiento.

Igualdad: Si todos los hombres proceden de la misma naturaleza y todos poseen la capacidad de razonar, entonces todos los hombres son iguales a la luz de la razón, con iguales derechos que deben ser respetados.

Libertad: En cuestiones políticas, religiosas, económicas e intelectuales.

Deísmo: Es la religión natural. Tenía su fundamento en que Dios y el alma no pueden llegar a ser conocidos por la razón humana, por cuanto corresponden a la metafísica (abstracto), y no puede ser percibido mediante los sentidos. Se reconoce a Dios como autor de la naturaleza y se debe revelar a los hombres por medio de la razón.

Moral laica: Es independiente de la religión, ya que los hombres se rigen por morales no sólo porque Dios ordena observarlas, sino porque la razón exige el respeto a los derechos de los demás.

Voltaire

"No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero lucharé hasta la muerte para que tenga el derecho de decirlo" (cita apócrifa de Voltaire)

Esta frase que le es a menudo atribuida es apócrifa. No aparece en ninguna parte de su obra publicada. Aparece por vez primera en 1906 en The Friends of Voltaire ("Los Amigos de Voltaire"), libro inglés de Evelyn Beatrice Hall,

En el pensamiento del filósofo inglés John Locke, Voltaire encuentra una doctrina que se adapta perfectamente a su ideal positivo y utilitario. Locke aparece como el defensor del liberalismo, afirmando que el pacto social no suprime los derechos naturales del individuo. En resumen, sólo aprendemos de la experiencia; todo lo que la supera sólo es hipótesis; el campo de alguien coincide con el de lo útil y de lo comprobable.

Voltaire saca de esta doctrina la línea directriz de su moral: la labor del hombre es tomar en su mano su propio destino, mejorar su condición, garantizar, embellecer su vida con la ciencia, la industria, las artes y por una buena política de las sociedades. Así la vida no sería posible sin una convención donde cada uno encuentra su parte. A pesar de que se expresan por leyes particulares en cada país, la justicia, que asegura esta convención, es universal. Todos los hombres son capaces de concebir la idea, primero porque todos son seres más o menos razonables, luego porque son todos capaces de comprender qué es lo inútil y útil a cada uno. La virtud, "comercio de beneficios" es dictada a la vez por el sentimiento y por el interés. El papel de la moral, según Voltaire, es enseñarnos los principios de esta "policía" y de acostumbrarnos a respetarlos.

Paul de Holbach

ilustrado y enciclopedista francés en torno al gobierno alude que no es cuestión demasiado importante, mientras predomine la razón y ella inspire las leyes; el problema del origen del poder es secundario, lo importante es que éste se aplique según principios ilustrados y humanitarios. Holbach acepta el principio "de la mayor felicidad para la mayoría de las personas posibles" (filosofía moral utilitarista), el único motivo de la conducta humana es la esperanza del bien y el temor del mal, por tanto, a la sociedad que hay que arribar debe estar organizada exclusivamente para el bienestar, y ser una sociedad rica y educada, exenta de peligros y libre de supersticiones. Para Holbach no hay que garantizar los derechos humanos solo porque sean naturales, sino ante todo porque son útiles y conducen a la felicidad.

Jean Jacques Rousseau

Ilustrado francés comienza sus ideales del supuesto de que los hombres poseen derechos naturales que deben ser respetados y salvaguardados por todos, pero agrega un elemento más como característica de la naturaleza humana: la idea de que el estado natural era una situación perfecta en la cual todos los hombres eran buenos, pero al formarse en la sociedad surgieron las desigualdades y con ello el egoísmo. Esto ocasionó que los seres humanos perdieran los sentimientos morales concedidos por la naturaleza, para cambiarlos por una actitud racionalista y fría que los aleja de su bondad innata. Entre los principales pensamientos de Rousseau podemos citar:"La defensa de la libertad del individuo"."El amor a la naturaleza". "Mi teoría sobre la democracia"

Su obra fundamental fue "El Contrato Social", donde se expone como debe ser un estado democrático, en el cual se debía garantizar el respeto mutuo de los derechos humanos otorgados por la naturaleza, ya que el egoísmo de los individuos y el abuso de poder de los políticos hacían imposible la vida en armonía. La idea del contrato social no era distinta a la Locke, el principal aporte de Rosseau fue el concepto de "voluntad general" que aproxima la filosofía política hacia los fundamentos del gobierno democrático.

Por voluntad general se habla de una voluntad soberana, se trata de la voluntad de la comunidad como un todo del que cada individuo forma parte, y que es distinta al deseo del ciudadano tomado aisladamente o de los intereses de los grupos minoritarios; tendiendo en cuenta que es casi imposible que la totalidad de la población esté de acuerdo, se hace necesario que el contrato social quede establecido el sometimiento de todo individuo o grupo a la voluntad de la mayoría. Sobre esta expone las siguientes ideas:

"El hombre es bueno por naturaleza". "La sociedad se define por la competencia y la propiedad privada". "Como consecuencia el ser humano se corrompe porque se vuelve agresivo y se vuelve insolidario".

Propone que para luchar en contra de lo anterior se pueden hacer dos cosas:

Educar a los hombres con dos objetivos: Acabar con la maldad y desarrollar los buenos sentimiento

Firmar una especie de contrato entre todos los hombres con el objeto de crear una LEY que todos debamos cumplir" Sólo así será posible la convivencia.

Immanuel Kant

Ilustrado alemán, su objetivo fundamental era la creación de una Filosofía esencialmente crítica, en la cuál la razón humana llevada ante el tribunal de sí misma, deslindara de un modo autónomo sus confines y potencialidades efectivas. Paradigma del pensamiento filosófico, fuente directa el pensamiento marxista. Toda una novedosa visión de la vida moral se da con la ética formal de Kant. Hasta él, todos los pensadores estaban de acuerdo en considerar que lo bueno como fin de la conducta humana, en términos latos era la felicidad. Con Kant, en sus dos obras pertinentes, "Fundamentación de la metafísica de las costumbres" y la "Crítica de la razón práctica", aparecerá el primer intento de fundar con autonomía la moral. Su moral se levanta sobre la convicción de que así como hay una ciencia con carácter universal y necesario, tiene que haber, también, una ley moral universal y necesaria. Una ley cuyo alcance sean todos los hombres y, que sin excepción, se imponga a todos como estricta obligación.

Asentado en esta posición Kant se interrogará acerca de cómo puede ser esta ley, cuál puede ser su formulación, cómo habría de ser posible. Arribará a la conclusión de que tal ley puede darse, como ley moral universal y necesaria. Por ser universal no puede deducirse de las costumbres empíricas y tiene que valer sin exclusiones para todos. Por ser necesaria ha de ser "a priori", independiente de toda experiencia, un hecho de razón.

Un acto de la actividad humana se categoriza como moralmente bueno cuando se ejecuta en el cumplimiento del deber. Dependiendo, tan sólo, de una buena voluntad. No existe nada en el mundo que merezca la calificación de bueno, más allá de la buena voluntad, y esa bondad de la voluntad no ha de estribar en "lo que" quiera o no quiera, sino en el "modo" de querer, un determinado acto es bueno porque debe efectivizarse, y el deber no es otra cosa que el mandato de llevar a cabo una acción por el simple respeto de la ley, como las leyes de la naturaleza física la ley moral es universal. La diferencia entre la ley moral y las leyes físicas radica en que en la naturaleza siempre se da el cumplimiento por forzosidad, y en el ámbito del hombre, la ley es un mandato o imperativo que puede ser cumplido o rechazado. El mencionado imperativo puede darse de dos maneras: el hipotético y el categórico. El primero tiene que ver con las estrategias comunes de conducta de toda vida humana. Debo hacer algo, para la consecución de otra cosa. Esta condicionalidad no es la del imperativo categórico. La ley moral manda incondicionalmente, sin apelación. La esencia del imperativo categórico es puramente formal. Se acuerda cuando se constituye bajo esta máxima:

"actúa de tal manera que la norma de tu voluntad pueda convertirse en ley universal, sin llevarte en este acto a la contradicción contigo mismo". (5)

Así, si alguien me hace depositario de un dinero para que luego se lo restituya, no estará bien no devolverlo. Afirmar lo contrario sería afirmar que tal préstamo, en virtud, de la factibilidad de la no devolución, no se hubiese efectuado nunca, con lo que yo no me encontraría en situación de ser depositario en este momento. Si asciendo a un tren, debo abonar el pasaje, porque si todos dejaran de pagarlo, no habría trenes sobre los cuales pudiese plantearse tal dilema moral, y tal deber obligatorio. Para tener conocimiento de lo que es bueno y de lo que es malo Kant nos señala un principio que bien puede operar a manera de regla generalizada, ante cualquier acción:

¿Puedes querer que tu norma de acción se transforme en ley general de la humanidad?

El sitio en que debe buscarse la moralidad es la voluntad. La ley no depende de ningún bien externo, de un amo o legislador foráneo, separado de la propia voluntad racional. La ley moral solamente puede proceder de la voluntad autónoma. El fin de la actividad moral sólo puede consistir en el perfeccionamiento de la naturaleza del hombre y es por tal motivo que la segunda fórmula del imperativo categórico nos sugiere:

"Obra de tal manera que trates al hombre, en tu propia persona como en la de los demás, como un fin, y nunca como un medio".(6)

Por otro lado, de la presencia del deber, que puede cumplirse o rechazarse, Kant saca la consecuencia de que el hombre es "libre". Por la libertad, que es algo en sí, el hombre puede comunicar con lo nouménico. Situación que dentro del marco de la experiencia posible, no puede darse.

Influencia del pensamiento racional moderno para la Bioética.

Una de las notas distintivas de la modernidad era la distinción entre el orden físico y el orden moral, el primero reino de la naturaleza y el segundo reino del hombre, sólo en el mundo moderno, empezó a considerarse lo moral como algo distinto y opuesto a lo físico, el hombre comienza a ser visto no como un elemento de la naturaleza, sino como algo que está por encima de ella, es un ser moral no natural, el orden moral no es el orden de la naturaleza sino el orden humano.

Durante mucho tiempo los filósofos habían intentado fundamentar la moral sobre criterios heterónomos, el más famoso, por supuesto, ha sido el naturalista: bueno lo que sigue el curso y el orden de la naturaleza, malo lo contrario,

En el lento proceso de autonomización del orden moral respecto al físico ha tenido un papel relevante el concepto de persona, se puede afirmar que el mundo moral surge cuando a las personas se les comprende como realidades morales no físicas solamente.

Apreciar que el hombre es realidad física por antonomasia y fuente del orden moral conllevo a reconceptualizar el concepto de persona.

¿Por qué sólo a partir de la modernidad se puede revalorizar tales conceptos?

En los comienzos del trabajo exponíamos que con la Edad Moderna se inicia el proceso de integración de dos mundos humanos que habían permanecido completamente aislados durante más de 20.000 años: América, el Nuevo Mundo, y Eurasia y África, el Viejo Mundo, con el Descubrimiento de América, y los relatos que sobre el suceso se narran a través de las famosas "Crónicas de las Indias" ( gente buena, francos para dar, que se desasen de todo cuanto tiene para dárselos a sus visitantes, temerosos, etc) , el hombre comienza a cuestionarse los criterios y formulaciones que sobre él y su historia se vertían; la diversidad y la diferencias de los hombres americanos con los europeos plantean muchas interrogantes: ¿quienes son?, ¿son realmente hombres?, ¿fueron creados?, etc, a las que se les responde que la diferencia es sustantiva ya que son pueblos "naturales" que no han arribado a la civilización y se encuentran en "estado natural".

A partir de la necesidad de controlar y regular las relaciones de los hombres en este supuesto "estado natural" se someten a delinear normas jurídicas y éticas razonables, se formulan los primeros derechos subjetivos, individuales, que se analizan para este "supuesto estado" de lo hombres, pero que mas adelante serán los estandartes de la sociedad moderna: el derecho a la vida, a la salud, a la posesión, a la libertad.

Marcada por una ética liberal, ética que es el resultado del desarrollo del derecho a la libertad de conciencia, y por tanto, sitúa en primer instancia a la autonomía como principio, no es azar que el máximo ejemplo de ética autónoma fuese Kant, es donde se afirma que la ley moral sólo puede fundarse autónomamente Esta tesis es obra del ingenio de Kant, el hombre es persona – afirma el filósofo- precisamente por su capacidad para darse a si mismo el imperativo categórico de la ley moral, de ahí que el hombre sea fin en sí mismo, en tanto la naturaleza tiene un mero carácter de medio. Por ello ser persona consiste en ser sujeto moral autónomo; de ahí que la autonomía sea considerada una facultad o condición sustantiva.

Sin embargo, la autonomía no es sólo una condición sustantiva de la realidad humana, puede también ser considerada de manera más simple como un acto, el acto de elección autónoma, dicho acto debe cumplir como requisito que sea querido, deseado (intencionalidad), a su vez que sea comprendido, entendido, que pueda prever todas sus consecuencias (conocido), y que no sea manipulado, persuadido (externo); de ahí que la autenticidad sea la condición más importante de la autonomía.

Esta ética liberal autónoma penetró en todas las esferas de la vida social moderna, y por supuesto, marcó con su nueva imagen las nuevas relaciones sociales de la época, el problema de la autonomía y el respeto a ella, no sólo fue factible en el derecho, y la política, también penetró en el ámbito familiar, personal, y por su puesto en las relaciones sanitarias, es precisamente este el momento donde comienzan a gestarse las condiciones para que en la relación médico – paciente no reine como exclusivo a través del principio de la beneficencia, el paternalismo, sino que comience a florecer la autonomía y el respeto a la decisión del paciente.

La Bioética como nuevo saber, sustentada en los principios de beneficencia, autonomía justicia y no maleficencia, surge en una época donde se gestan grandes movimientos sociales, de tomas de conciencias, donde se reivindican los derechos humanos, los derechos civiles, políticos, y también de los pacientes, éstos últimos, por la invasión e ingerencia que con las tecnologías médicas se están haciendo a sus vidas, donde se reconceptualizan modelos tradicionales médico – paciente, máxima expresión el consentimiento informado, donde a partir de esta reevaluación se despolvorizan los estudios e investigaciones que demuestran la lógica de los acontecimientos, donde se pone en evidencia la necesidad de estudiar y comprender la historia, los orígenes para poder comprendernos y valorarnos nosotros mismos, donde se pone en evidencia la necesidad de un diálogo entre las ciencias, de un diálogo de saberes.

He ahí la necesidad que le entraña el estudio de estos parajes de la historia, sólo conociendo estos hechos puede estar mejor preparada para asumir los nuevos retos, sólo a través del estudio de la evolución social, de pensamiento, podrá percibir que no es mas que el resultado de todo un proceso anterior, que no es mas que el resultado de una infinita cadena de hechos, ordenados y desordenados al mismo tiempo.

  1. La modernidad es una etapa de vida social, compleja pero muy interesante, arroja a todos en una vorágine de perpetua desintegración y renovación, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia. Es en ella donde por vez primera se dimensiona al hombre, donde se le da un lugar diferente al de la naturaleza, donde se ponen en tela de juicio todos los valores, concepciones de la vida, la ciencia, la religión, la moral y por supuesto del hombre. Es una época de fluctuantes cambios, donde por vez primera se habla de progreso, de humanismo, de derechos individuales.

    Con el pensamiento racional moderno se comenzó a tener una fe constante en el poder de la razón humana, se llegó a pensar que con uso juicioso de la razón sería posible un progreso ilimitado, se sembró un amor a la naturaleza, este hecho se concreta en el deseo de descubrir, mediante la aplicación de la razón y la observación, las leyes que la rigen, surge la ciencia positivista, la de la verdad y el error, la del orden y la causalidad.

    Es donde, por vez primera, se distingue el orden físico y el orden moral, se puede afirmar que el mundo moral surge cuando a las personas se les comprende como realidades morales, no físicas solamente. Es donde existe por vez primera una ética liberal, ética que es el resultado del desarrollo del derecho a la libertad de conciencia, y por tanto, sitúa en primera instancia a la autonomía como principio. Es precisamente éste el momento donde comienzan a gestarse las condiciones para que en la relación médico – paciente no reine como exclusivo a través del principio de la beneficencia el paternalismo, sino que comience a florecer la autonomía y el respeto a la decisión del paciente

  2. Conclusiones
  3. Bibliografía

Nicolás Abbagnano, Historia de la Filosofía; Tomo II y III, Instituto del Libro, 1967,

León Dujovne, La Filosofía de la Historia desde el Renacimiento hasta Siglo XVIII, Buenos Aires, 1959, 103-105

E. Tierno, Tradicción y modernismo, Madrid, 1962, p68

G. Vico, Ciencia nueva, Libro II, Cap VI

Diego Gracia, Fundamento de la Bioética, EUDEMA, Madrid, 1989, Capitulo I , II y III

Luis L. Bombino, Artículos, Diplomado de Fundamentos de Bioética.

I Kant, Crítica a la Razón Práctica , Instituto del Libro, 1967

I Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres, Instituto del Libro, 1967

René Descartes, Discurso del Método, Compilación No 1 Diplomado Bioética.

Artículos de Internet

7. Referencias Bibliográficas

  1. René Descartes, Discurso del Método, Pág., 16
  2. Baruch Spinoza, Historia de la Filosofía, Abbagnano, TII, pág205
  3. Baruch Spinoza, Ibdem, Pág. 208
  4. Isaac Newton, Apuntes de su Obra, Pág. 49
  5. I. Kant, Crítica a la Razón Práctica, Instituto del Libro, Pág. 95
  6. I. Kant, Ibídem, Pág. 107

 

Autora:

Lic. Ana Méndez Mariño

Partes: 1, 2
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