Es la primera vez desde 1993, que las empresas más chicas participan tanto del proceso productivo y su aporte en el crecimiento fue más que importante. Mientras que los grandes grupos nacionales y extranjeros no encuentran todavía un panorama sólido y postergan grandes proyectos -hasta cuando queden definitivamente resueltos temas como el default, la seguridad jurídica o la crisis energética-, las PYME’s son responsables del grueso de las inversiones basadas en las oportunidades que les ofrece el día a día con la actual estructura de precios relativos. En general, son inversiones de montos chicos que en muchos casos se autofinancian, pero están ayudando a afianzar el crecimiento, refortalecer el papel protagónico de las PYME’s en las inversiones y la economía y ampliar las oportunidades de empleo.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, las inversiones brutas fijas (no se incluyen fusiones y adquisiciones) ascendieron a $56.903 millones en 2003. De esa cifra, el 28% -que significan unos $15.538 millones- correspondieron a construcciones residenciales, es decir, inversiones realizadas por particulares y no por empresas; en tanto otros $4.500 millones fueron realizados por el sector público.
Descontando esos dos rubros, resulta que las inversiones realizadas por el sector empresarial privado sumaron $ 36.009 millones. Corresponden tanto inversiones en maquinaria y equipo como en construcciones relacionadas al funcionamiento de la empresa. Descontando de ese monto tanto los proyectos de inversiones que tenían programados en sus balances las grandes empresas como las inversiones extranjeras realizadas en el año 2004, se llega a que unos $25.134 millones de lo que se invirtió el año 2003 en toda la economía fueron desembolsados por PYME’s.
En 2003, la mitad del total de inversiones privadas (empresariales y particulares) fueron realizadas por empresas Pyme’s locales. Como referencia, se podría comparar contra el año 2000, cuando las inversiones de PYME’s nacionales explicaban solo el 36% de las inversiones privadas.
Si solo se miran las inversiones empresariales, la mayor parte de las realizadas en 2003 fueron efectuadas por firmas pequeñas y medianas.
Es decir, el 69,8% de esos desembolsos fueron invertidos por PYME – cuando durante los '90 ese porcentaje promedió el 50%; otro 28,5%
fueron realizadas por grandes empresas en tanto las empresas extranjeras apenas invirtieron en formación de capital el 1,7% del total.
Si bien el colapso económico afectó y descolocó a toda la economía, en el caso de las inversiones, las grandes empresas fueron las que paralizaron inmediatamente la mayoría de sus proyectos. Eso se observa en las cifras de caída de la inversión: medidas a precios constantes, mientras que las inversiones de las grandes empresas nacionales cayeron 52,5% en 2002, las inversiones realizadas por PYME’s nacionales bajaron solo 16%.
No sorprende esa conducta porque en las firmas grandes, en general se trata de grandes proyectos que permiten ampliar o expandir la producción pero que no le impiden a estas firmas continuar con su producción diaria. A diferencias de las más chicas, las grandes empresas evalúan profundamente la coyuntura económica antes de invertir y tienen la capacidad de paralizar inmediatamente sus proyectos en caso de incertidumbre. En las firmas más chicas se observó una tendencia ambigua: la reducción de las ventas paralizó el mercado pero las inversiones si bien se resintieron, cayeron solo 16%.
Esa reducción fue mayor a la caída que tuvo ese año la economía (el PBI cayó 10,9% en 2002) pero estuvo muy por debajo de lo que cayeron las inversiones de las 500 grandes firmas del país.
Es un dato a tener en cuenta: cuanto mayor es la desconcentración económica, menos volátil es la economía. Ahí radica una de las importancias que tienen las PYME’s en el proceso de producción. El problema en Argentina es que a pesar que 99% de las empresas son pequeñas y medianas, el 1% de las grandes empresas que existen concentran más del 30% de la actividad económica y en algunos sectores, como el industrial, ese porcentaje supera al 40%.
En 2003 las inversiones se recuperaron para todos los sectores empresariales, menos para las inversiones extranjeras. Las inversiones realizadas por PYME’s crecieron 24,9% en tanto las realizadas por grandes empresas subieron 27,1%, estas últimas repuntaron desde niveles muy bajos a los que habían caído un año antes.
Durante 2003, las inversiones de empresas pequeñas y medianas se ubicaron en el 6,6% del PBI. Si bien en términos del producto se encuentran en los mismos niveles de 1999, luego de haber caído al 5,4% en 2002, todavía queda mucho por mejorar: en 1999 las inversiones de las PYME’s se ubicaban en el 7,3% del PBI y a principio de los '90 superaban al 8%. Para recuperar esos niveles no solo hace falta una política de crédito con tasas accesibles para las empresas de menor tamaño, sino también una política económica que promueva las inversiones en estas firmas, que como demostró la crisis, son mucho menos volátiles que las inversiones de las empresas más grandes.
Actualmente se está viviendo un auge en las inversiones enfocadas a las PYME’s, que tiene una sencilla explicación. Las restricciones de financiamiento bancario en los países latinoamericanos, combinado con las bajas tasas de interés que remuneran los depósitos en USA y Europa, obligan a las PYMES a buscar capital de riesgo por un lado, y a los potenciales inversores a buscar mejores rendimientos por el otro.
Vuelven a surgir capitalistas de este tipo con la mira en la región, buscando empresas llamadas "de rápido crecimiento", que ya estén en marcha, industrias exportadoras o sustitutos de importación. Esto pinta diferente de las operaciones realizadas en la década del 90, cuando se vendían a cifras siderales empresas con supuesto potencial de expansión.
Ya se puede ver en la Argentina una clara señal del interés inversor anteriormente descrito. Están reapareciendo muchos de los inversionistas que habían emprendido el "flight to quality" (vuelo hacia la calidad en las inversiones), repatriando sus capitales.
De los accionistas que vendieron sus compañías oportunamente en el pico de crecimiento de precios, convirtiéndose en rentistas (Casa TIA, CONIGLIO, MUSIMUNDO, FARGO, BANCO FRANCES, BANCO RIO – por mencionar a algunos héroes de la prensa financiera de la década pasada), algunos se encuentran invirtiendo parte de los dólares "1 a 1" que obtuvieron por sus empresas. Eso es un indicador claro que en la Argentina, hay muchas oportunidades con el actual tipo de cambio y un perfil más productivo para un inversor de riesgo.
Qué demandan los capitales de inversión Muchos inversionistas saben que hoy, con pequeños capitales se pueden conseguir tasas de retorno altas en la Argentina, si se toman los recaudos necesarios y se sabe con quien buscar. Es por eso que la búsqueda de pequeñas compañías con potencial es muy interesante.
En Estados Unidos o Inglaterra se pueden encontrar usualmente fondos de inversores en las universidades o empresas de "Venture Capital" o bien "Private Equity Funds". Estos capitalistas también se unen en distintos tipos de asociaciones "sui generis" e invierten en un fondo para potenciar proyectos y optimizar sus rendimientos. Además existen muchos "capitalistas de riesgo" que se manejan de manera independiente e individual con dimensiones interesantes, financiando emprendimientos puntuales con "Capital Semilla" o comprando participaciones de paquetes accionarios con un plazo de salida donde pueden volver a venderle al socio original. En general están asesorados por consultoras que previamente realizan un diagnóstico y valuación de la compañía en interés, para efectivizar la inversión.
En América Latina, donde se ven estructuraciones de inversión con diseños regionales, también se pueden colocar fondos acudiendo a consultoras mandatarias que están concentradas en inversiones para micro, pequeñas y medianas empresas. Estas, además de tener en cartera clientes tradicionales, identifican los "start up" y las PYME’s que tengan un negocio en marcha y cuyo potencial de crecimiento sea interesante para inyectarle capital. Al potenciarlas, estas compañías seleccionadas producen altas tasas de retorno sobre inversión, difíciles de obtener en otro tipo de negocios.
De manera articulada, las consultoras también asisten a los fondos institucionales y a los inversores particulares de su cartera estable (colocadores de fondos en oportunidades de negocios y empresas potencialmente exitosas) por lo cual se constituyen en un nexo ideal para realizar estas operaciones.
En cuanto al tamaño de las inversiones, se maneja un tipo de cifras muy variado. Existen casos de inyecciones de capital muy pequeñas (U$S 5.000) desde un ejemplo que puede ser el de una empresa de desayunos y regalos a domicilio en Argentina, hasta una empresa pequeña de envíos de dinero para países latinoamericanos, situada en Estados Unidos, que puede alcanzar los U$S 3 millones.
Capítulo II
Que son las PYME’s
Se trata de empresas pequeñas y medianas en general de origen familiar y con problemas de acceso al crédito. Las PYME’s son para la economía Argentina uno de los agentes más dinámicos: generan el 70% del empleo del país. Por lo general estas empresas nacen como iniciativa de personas jóvenes que casi siempre continúan con el trabajo realizado por sus padres o abuelos. Pero pese a esta gran importancia, recién en 1995 el Congreso comenzó a tratar una ley especifica para ellas y no fue hasta 1997 que se creo la Secretaria de Pequeña y Mediana empresa PYME de Subsistencia
Este tipo de organización cuenta con un capital muy rudimentario, con procesos tecnológicos simples y mano de obra sin calificación, la flexibilidad y capacidad gerencial es muy poca, lo que merma su visión empresarial, por otra parte carece de proyecto de organización empresarial y desmotiva la innovación, se reduce a producir bienes de consumo, mayoritariamente a mejorar productos ya probados por las grandes corporaciones y tiene muy poca o ninguna incidencia en el mercado, los ingresos obtenidos se van en autoconsumo.
Pese a lo anterior las PYME’s de Subsistencia tienen una función importantísima a nivel social ya que son puntos donde convergen los marginados laborales en búsqueda de un ingreso modesto pero que les permita mantenerse, es decir, que mejorando gradualmente su tecnología, calificando su mano de obra y dándole capacidad de innovación puede mejorarse su competitividad y la calidad de vida de sus integrantes.
PYME’s Dinámicas
En cuanto a la dimensión del capital se considera como mas avanzado pero sus presupuestos son igualmente limitados, para reajustarse utilizan Tecnologías Flexibles, que a su vez pueden estar compuestas por nuevas Tecnologías Informáticas (Tecnología Dura) y/o por Estrategias Organizacionales más eficientes (Tecnología Blanda), esta última en mayor medida.
Por otro lado usan fuerza de trabajo calificada. Aquí hay varias posiciones respecto a su remuneración.
Tienen un altísimo potencial gerencial para comportarse adecuadamente dentro del sector, responden a los cambios en la demanda y a la competencia con innovación en procesos y productos, puede llegar a producir bienes de inversión y gracias a su organización llegar a tener incidencia en el mercado, por ultimo presenta altos niveles de ahorro y reinversión, ya que su principal fuente de financiamiento son sus propios recursos.
La Innovación: La innovación consiste en la introducción de un nuevo producto o un cambio cualitativo en un producto que ya existe.
La introducción de un nuevo proceso, no conocido en la rama industrial.
La apertura de un nuevo mercado: El desarrollo de nuevas fuentes para el abastecimiento de materias primas o de insumos.
La introducción de cambios en la organización industrial.
Las empresas innovadoras son las que han introducido innovaciones de producto y/o de proceso en los últimos años.
Para que se lleve a cabo el proceso de innovación de una empresa se considera a la calidad de la competencia. Si la empresa enfrenta un problema que puede tener solución histórica y probada, se resuelve en ese sentido. Al carecer de esta información, se abocará a la búsqueda de respuestas por medio de la investigación, y por medio de ella, el problema puede ser resuelto y encontrarse en el camino hacia la innovación. Por lo que la exigencia de personal idóneo y flexible a los cambios se vislumbra como un requisito más, a fin de poderse adaptar a la innovación tanto de estrategia como de tecnología. Sumado a lo cual el manejo de una estructura financiera regenerativa y de ser posible auto sustentable en la que se pueda sostener el delicado tema de la liquidez no deja de ser un indispensable a la hora de tomar decisiones.
Se considera además que existe una proporcionalidad directa entre el tamaño de la empresa y su capacidad innovadora; y esto se debe a que son considerables los montos de capital necesarios para invertir en una investigación que dé resultados y que en definitiva derive en un negocio rentable.
Quedan excluidas de los planes formales de crédito y de fomento a los exportadores aquellas empresas de tamaño muy pequeño o que se maneja en el mercado laboral mal llamado paralelo o en negro con un porcentaje elevado de su personal en esta situación, tanto de inseguridad jurídica como asistencial. Por ello el porcentual de innovadores se relega a los empresarios concientes del riesgo y respetuosos del orden social.
No obstante, las pequeñas empresas cuentan con algunas ventajas, así como desventajas, para la innovación.
Capítulo III
Las empresas PYME’s
Ventajas
La burocracia se encuentra en la etapa larvaria y sus gerentes reaccionan con rapidez ante situaciones imprevista, y al estar al tanto de los gustos del mercado y de sus cambios pueden adaptarse con mayor rapidez a éstos; complementariamente la comunicación interna
es horizontal por lo que se viabiliza la actualización y una pronta respuesta a los impactos provenientes del exterior.
El carácter y la magnitud del capital de trabajo, así como las habilidades de sus operarios, considerando el tipo de máquinas utilizadas en este tipo de empresas, permite adaptarse fácilmente a nuevos procesos o cambios repentinos en la producción.
Lo mismo sucede ante cambios en las condiciones de la competencia y de la competitividad, así como del ambiente competitivo, estas pueden modificarse (tamaño y organización) a otro que mejor se adapte a las nuevas condiciones creadas por el desafío externo.
La empresa PYME no solo es más flexible sino que mantiene una relación más estrecha con sus clientes y suele enterarse rápidamente de los cambios en la demanda de los consumidores.
Suele especializarse, esto es, desarrollar capacidades específicas en ciertas áreas técnicas, atendiendo a mercados más reducidos pero muy sofisticados, lo cual estimula su actividad innovadora.
Reduce su campo de acción al nicho de mercado que vislumbra y luego lo desarrolla. Se puede verificar estas incursiones en algunas ramas industriales como son el software y los instrumentos científicos.
En materia de diseño o sus mejoras en imitación y en desarrollo de nuevos productos se encuentran también en situación de ventaja con respecto a las grandes.
Desventajas
Las empresas PYME’s generalmente no cuentan con el suficiente capital para desarrollar procesos de investigación en pro de la innovación.
Carecen o tienen un número muy limitado de técnicos y especialistas de alta calificación.
La comunicación hacia fuera, es decir con el mercado internacional, con el gobierno, con otras empresas, etc. suele ser insuficiente.
Se pone en riesgo permanente su estado de liquidez al no disponer de capital propio y de capital de riesgo o préstamos del sector financiero para enfrentar gastos de innovación y desarrollo.
No maneja la producción de escala por lo que carece de rendimientos crecientes en este contexto.
Ante un incremento de demanda que la impulse a crecer rápidamente, debe enfrentarse a las limitaciones de capital, tanto propio como externo.
Rara vez patenta sus innovaciones pero está frecuentemente limitada por las patentes registradas por los demás.
Cuando está sometida a regulaciones se magnifican las dificultades para cumplirlas.
No obstante lo expuesto anteriormente, de darse una interrelación dinámica entre pequeñas y grandes empresas, basada en las relaciones productivas complementarias y el extenso sistema de vínculos; la empresa pyme, es un elemento vital en la red industrial de productores especializados en una gran diversidad de piezas, partes y componentes.
Dada las características de la pyme, es dable reconocer que su real y substancial transformación innovadora surge a partir de su estrecha vinculación al mundo empresarial y más aún focalizando su desarrollo en función de los trabajos a pedido que surgen de la misma dinámica de la firma que lo solicita.
La demanda que la empresa grande y aun la mediana plantean a la pequeña, la red de proveedores especializados que se forma en torno a una empresa grande y que suscribe con ésta contratos, es una herramienta de primerísima importancia para elevar la competitividad del conjunto del sector industrial.
Ventajas y desventajas de la producción Argentina
En Argentina el sector primario, las manufacturas de origen agropecuario (MOA) y, más recientemente, el sector energético, tienen claras ventajas comparadas con respecto a la producción global. Por otro lado, las manufacturas de origen industrial (MOI) muestran un alto nivel de desventajas.
La principal fuente de desventaja de las manufacturas de origen industrial la constituyen las industrias nuevas y, dentro de ellas, las de alta y media tecnología. Las industrias de insumos básicos muestran una desventaja también importante pero claramente decreciente. Por el contrario las industrias tradicionales evidencian nivelas de ventaja o desventaja relativamente bajos. El grueso de las desventajas de las manufacturas de origen industrial se concentra en los sectores con alta intensidad de trabajo calificado, mientras que los sectores con baja intensidad en el mismo presentan niveles de desventaja sustancialmente menores.
Tomando el conjunto de los productos manufacturados, los sectores con baja intensidad laboral aparecen con una clara ventaja comparada mientras que los sectores de intensidad laboral alta y media muestran claras desventajas.
Las principales fuentes de ventajas desarrolladas por Argentina se vinculan con los factores heredados: sus recursos naturales. El factor aprendizaje, la capacidad tecnológica y, en menor medida, las economías de escala no constituyen factores de competitividad demasiado presentes. Esto puede estar relacionado con las características asumidas por las políticas de sustitución de importaciones que no lograron, a lo largo de dicho proceso, promover un cambio genuino en los patrones de competitividad (como lo han hecho los piases desarrollados y lo piases de industrialización reciente del sudeste asiático).
Capítulo IV
Las PYME’s y el costo laboral
Con la sanción de la ley 25.877 (B.O. 19/03/2004), denominada de ordenamiento laboral, se dispuso un régimen de promoción del empleo para las pequeñas y medianas empresas que incorporen personal nuevo a su nómina.
En efecto, el artículo 6° de la misma establece que la empresa que emplee hasta 80 trabajadores y produzca un incremento neto de empleos, gozará de una reducción de 1/3 en sus contribuciones al sistema de seguridad social por el término de 12 meses para el personal nuevo que incorpore hasta el 31 de diciembre de 2004. También dispone que en el caso de que tal incorporación estuviera referida a beneficiarios del Plan Jefes de Hogar, la reducción se elevará a la mitad de las contribuciones patronales.
Dentro del encuadramiento que exige la ley para considerar a una empresa como beneficiaria de este tratamiento, se dispone que debiera haber un tope anual de facturación a determinar por vía reglamentaria.
Por tal motivo, el decreto 817/2004 (B.O. 28/06/04) se encarga de fijar los montos de facturación según las ramas de actividades del siguiente modo:
(a) Actividad agropecuaria $ 10.800.000 anuales de facturación
(b) Industria y minería: $ 43.200.000 (c) Comercio: 86.400.000.- y
(d) Servicios: 21.600.000.-
Se aclara que en todos los casos estos montos son netos de IVA y de impuestos internos en su caso. A su vez se dispone que para determinar estos montos deberá tomarse el promedio de los tres ejercicios fiscales anteriores.
Para determinar si existe un incremento neto de la nómina, el decreto fija pautas precisas, como ser; debe efectuarse una comparación entre la dotación de personal consignado en la Declaración Jurada de Aportes y Contribuciones correspondiente al mes anterior al de solicitud del beneficio, y el mes de enero de 2004, que es el que corresponde a la sanción de la ley y que se denomina período base. El incremento de personal que pudiera haberse producido, será el que podrá encuadrarse en el régimen. Precisamente el hecho de que tal incremento sea "neto" implica que en caso de reemplazo de personal durante el período en cuestión, no da lugar al beneficio.
También se disponen pautas específicas para las empresas que contratan personal de temporada, consignando que el período base a considerar es el del anterior ciclo y se deja fuera del ámbito de aplicación a los contratos eventuales.
Otro condicionamiento dispuesto siempre por el decreto de marras, es el de que las empresas que hayan realizado despidos masivos durante el segundo semestre de 2003 directamente no podrán acceder al beneficio.
Este último caso resulta cuando menos curioso, ya que no se admite la posibilidad de que una empresa que haya producido despidos colectivos corrija esa situación con posterioridad.
Ahora bien, como hemos señalado las incorporaciones de personal nuevo deben producirse hasta el 31 de diciembre del corriente año, y el beneficio de la reducción tendrá vigencia por 12 meses a partir de cada incorporación. Esto significaría que el cómputo del beneficio se hará a partir de la solicitud de la Clave de Alta Temprana del nuevo personal incorporado.
En caso de extinguirse el contrato de trabajo con respecto a los empleados nuevos, por supuesto que esto producirá la pérdida del beneficio referido a tales empleados, ello con independencia de las causas que provocaren tal extinción.
A su vez si la empresa dispone el despido de uno o varios empleados, incluso de los más viejos, deberá reemplazarlos en un lapso máximo de 30 días, caso contrario también perderá el beneficio para la cantidad de empleados de que se trate. Y siempre perderá el beneficio íntegro si disminuye la nómina total por debajo de la consignada para el período base, es decir enero de 2004.
Por otra parte, el artículo 8° del decreto dispone que las nuevas empresas que se constituyan con posterioridad a la sanción de la ley, quedarán encuadras en el beneficio por los contratos de personal nuevo que celebren, lo cual nos parece una obviedad, porque se descuenta que así es. Si embargo, se aclara que no serán consideradas nuevas y por lo tanto beneficiarias del sistema de reducción de contribuciones aquellas que surjan como consecuencia de la "segmentación del proceso productivo de una empresa preexistente", las que fueran "fruto de la fusión o escisión de las sociedades o asociaciones que sean sus titulares" o "la transferencia o cesión de una empresa preexistente" Algunas consideraciones respecto del período ya transcurrido.
Por un lado cabe decir que solamente a partir de la sanción de la resolución general (AFIP) 1721 se dispuso el procedimiento a seguir para gozar del beneficio que comentamos. Es decir que si bien contábamos con la ley y el decreto, faltaban las normas de aplicación práctica. Esta resolución fue publicada el 10/8/04, es decir 5 meses después de la sanción de la ley y casi dos meses de la del decreto. Esta demora fue considerada en los llamados aplicativos de la AFIP que permiten la confección del formulario de declaración jurada mensual para el pago de las contribuciones y aportes al sistema de la seguridad social (F.931), con el objeto de tomar como pagos en exceso aquellos que pudieran haber sido efectuados en los meses anteriores en tanto y en cuanto se tratare de personal nuevo que superare la base del mes enero consignada. Se dispone un procedimiento de rectificación de declaraciones anteriores a fin de tomar como pago a cuenta dichos excesos en los ingresos.
Un puesto nuevo común implica una reducción parcial equivalente a la tercera parte de las contribuciones patronales vigentes.
Un puesto cuyo destinatario sea un beneficiario del Programa Jefes de Hogar, la reducción será de la mitad de las contribuciones patronales vigentes.
Y finalmente, en caso de tratarse de trabajadores discapacitados, se aclara que de acuerdo a lo previsto por el artículo 34 de la ley 24.147 y por el artículo 87 de la ley 24.013, la reducción tendrá un adicional del 50%. Es decir que al beneficio se le agrega este adicional por el hecho de incorporar personal con capacidades diferentes que proviene de la normativa citada y que no se subsume en esta nueva reducción sino que se agrega a ella.
¿Cómo encarar el desafío?
El éxito de las PYME's no reside en las características singulares de cada pequeña o mediana empresa, radica en la cantidad de PYME's existentes en los mercados. Las PYME's en su conjunto, contribuyen al crecimiento del Producto Interno Bruto de muchos países industrializados con un aporte mayor que el registrado por las corporaciones o empresas grandes.
Una sola PYME no podrá competir contra una corporación y mucho menos cambiar una magra economía, sin embargo el panorama es distinto si existen numerosas PYME's. Las PYME's pueden derribar un tradicional monopolio. Aunque llegan a carecer de condiciones
tecnológicas elevadas y de una amplia cobertura de mercado, las PYME's son más flexibles que las corporaciones.
Muchas PYME's han fracasado mucho antes de ingresar al mercado, fundamentalmente por la visión corto-placista de sus fundadores. Una PYME no debe estar orientada a sobrevivir en el mercado, está destinada a crecer dentro de él. Los responsables de una PYME no deben quedarse conformistas con cierto nivel de ventas, una PYME no puede darse el "lujo" de quedar estancada. Una PYME a diferencia de una corporación requiere de frecuentes inversiones en períodos de corto plazo. A consecuencia de las frecuentes inversiones el crecimiento interno en una PYME debe ser acelerado, ello indica la normalidad de su funcionamiento. Una PYME tiene que crecer de manera más ágil que una corporación cualquiera; en la naturaleza todo lo pequeño es más ágil que lo grande y la naturaleza de nuestro mercado no es la excepción.
La falta de conocimientos sobre las ciencias relacionadas a la función social de la PYME, es a la larga un camino al cierre de la organización.
Para organizar una PYME no es requisito previo que sus fundadores sean profesionales titulados de universidades o tecnológicos, es más quienes deciden realizar una PYME son en su mayoría profesionales empíricos. Complementariamente la toma de decisiones en innumerables organizaciones, tiene como asidero fundamental: la intuición del principal personaje en el ámbito estratégico de tales organizaciones. En las actuales circunstancias que transforman rápidamente a los mercados regionales en globalizados e hipercompetitivos, no se pueden admitir experimentos en virtud de la que tales mercados exigen soluciones efectivas a los requerimientos de los consumidores. Los responsables en el manejo estratégico de una PYME tienen que estar en constante superación, porque no se podrá lograr el desarrollo de la empresa si sus ejecutivos no se desarrollan a sí mismos.
Incontables PYME's fracasan porque introducen en el mercado solamente mejoras en los productos ya existentes en el mercado; ello porque en un mercado como el nuestro donde no existe un respeto absoluto a las patentes, una corporación podrá apropiarse como suyas tales mejoras. No olvidemos que el alcance de una PYME en el mercado es pequeño en comparación con una corporación. Una PYME solamente será preferida en el mercado si ofrece novedad y sobretodo calidad en los productos o servicios, es decir nuevos productos y/o nuevos servicios.
En mercado como el nuestro, lo que más existe son necesidades. Un nuevo producto y/o servicio debe ser el satisfactor de una de estas necesidades. En mercados más desarrollados son muy difundidos productos que más que satisfacer necesidades, brindan comodidades.
Para crear un nuevo producto no es necesaria la chispa divina o el ingenio científico solamente el punto de partida tiene que ser obligatoriamente un análisis de las necesidades actuales del mercado.
Dificultades para el establecimiento de las PYME's
El costo de arranque para al iniciar la PYME's es demasiado elevado para nuestra economía. Indudablemente, a pesar de las facilidades otorgadas por las instituciones financieras existentes. Los intereses llegan a ser muy altos para el bolsillo de cualquier desempleado por constituirse en garantías, por el crecido nivel de mora existente en nuestra economía. Ello es inobjetable el sistema bancario y financiero tiene que tomar sus propias precauciones. Sin embargo, si el financiamiento es caro, no significa desistir en el proyecto de introducir una nueva empresa. La única solución al problema es aprovechar al máximo la inversión, no reduciendo gastos por el simple hecho de reducir sino optimizando costos, es decir adquirir todo aquello que es imprescindible (insumos, infraestructura, accesorios, mobiliario y artículos de oficina) para producir bienes o servicios inexistentes en el mercado con toda calidad. Una organización cualquiera que sea, ya no puede vender promesas, el producto o servicio brindado debe reunir las condiciones como para ser vendido por su sola presencia.
El corto alcance en la distribución de los nuevos productos y/o servicios, representa una gran desventaja en el mercado porque una PYME no cuenta con los canales de distribución que tienen las corporaciones. Para responder a ese problema, la empresa debe apoderarse de un segmento del mercado. Al vender novedad y no simples mejoras, al ofrecer calidad y no meras promesas, se logrará descubrir y conquistar un "nicho de mercado". Con la constante inversión y el crecimiento de la empresa se podrá alcanzar no sólo un desarrollo tecnológico sino también la apertura de nuevos canales de distribución.
Un nuevo producto y/o servicio requiere indispensablemente dar a conocer a los posibles compradores sobre el uso del mismo, las necesidades que satisface y los beneficios adicionales obtenidos, a partir de la compra del producto. Existen muchos empresarios que se obsesionan con la utilización de la publicidad, particularmente la publicidad televisiva.
La publicidad por sí sola no eleva la condición del bien o servicio ofertado ni tampoco representa una aventura. La publicidad de alto costo gasta aquellos recursos que bien podrían estar destinados a la mejora de lo ofertado.
La publicidad al igual que las ventas personales y la promoción de ventas obligadamente tiene que ser planificadas de acuerdo a las condiciones del segmento del mercado elegido para que se constituyan en inversión en lugar de gasto. La información sobre el uso de nuevo productos, las necesidades satisfechas y los beneficios adicionales, inicialmente debe ir dirigida al segmento de mercado al cual queremos conquistar. Un buen producto o servicio, a la larga será conocido por los comentarios de los demandantes en los mercados.
El destino de las PYME's es convertirse en una corporación de gran experiencia
Todas las corporaciones se originaron a partir de una PYME que fue la organización pionera. Si bien existen empresas que surgen con elevados gastos de organización por la tenencia de un respaldo financiero confiable, tal respaldo con seguridad fue consecuencia de un esfuerzo traducido en una pequeña empresa. Todo grupo empresarial tuvo su origen en una PYME. La gigantesca fortaleza de la informática:
Microsoft Corp. surgió de una PYME entre dos socios, Paul Allen y William Gates III, siendo este último el más grande millonario de la historia.
Capítulo VI
Las PYME’s y la globalización
Conocido es que la globalización nos enfrenta a amenazas y oportunidades, por lo que éstas últimas, abren un camino para que los países pequeños de bajos ingresos se industrialicen de una manera que no era posible cuando estaban de moda las políticas de industrialización no generadoras de deuda en los decenios de 1960 y 1970.
A su vez, si consideramos su importancia relativa, la expansión de las exportaciones, las corrientes de inversiones extranjeras y el crecimiento económico e industrial global resulta claro que los países no han podido integrarse en la misma magnitud de beneficios recíprocos.
Al efecto inmediato de esta nueva forma de relación, se le suman diferentes aspectos a destacar:
Los cambios de política en la economía mundial, concretamente la liberalización de las corrientes de capital y de comercio, la desregulación de los mercados, y el desarrollo del sector privado incluida la privatización, que han abierto nuevas oportunidades de inversión en la mayoría de los países.
La aceleración del progreso tecnológico que ha cambiado las reglas del juego tanto para las ET como para los países en desarrollo anfitriones y las empresas de estos países.
Las nuevas estructuras orgánicas de las empresas, que en parte han sido posibles gracias a la reducción de los costos de transporte provenientes de los adelantos tecnológicos en las industrias de la información y las comunicaciones.
El desplazamiento progresivo del poder económico del Norte y el Oeste a los países en desarrollo, especialmente de Asia, como resultado y también como causa de la globalización.
Aunque escasos en número, los países en desarrollo que han participado satisfactoriamente en el proceso de mundialización comparten dos características comunes:
Un entorno de políticas conducente a la movilización de las inversiones industriales, particularmente las IED.
Una reserva abundante de trabajadores educados, capaces de competir con la mano de obra de calificaciones bajas y medias de las economías industrializadas.
La mundialización de las empresas
La capacidad de los inversionistas extranjeros para emplazar una mayor parte de sus actividades de agregación de valor en los países en desarrollo, y la capacidad de las empresas de éstos últimos para absorber esas entradas y participar en la manufactura orientada hacia las exportaciones, constituyen elementos claves del proceso de globalización de los países en desarrollo.
En las estrategias más sencillas, las filiales autónomas o las subsidiarias multinacionales de las empresas, llamadas a fin de su clasificación trasnacionales, proveen a los mercados nacionales, funcionando con un alto grado de autonomía respecto de la compañía matriz y realizando la mayoría de las actividades de agregación de valor dentro del país de que se trate.
Con la liberalización del comercio y las corrientes de capital, mejoran las comunicaciones internacionales, aumentan las economías de escala y se intensifica la competencia mundial, lo que da lugar a la aparición de nuevas pautas de integración, con un mayor grado de globalización.
La integración de la producción, en primera instancia abarca la tercerización, ya sea emplazando las actividades de fabricación o montaje fuera del país (inversiones extranjeras directas), o subcontratando las operaciones a proveedores extranjeros o participando en empresas mixtas, acuerdos de licencia, acuerdos de franquicia y otros acuerdos que comprenden la producción y la realización de operaciones en países en desarrollo.
La integración compleja va más allá de la tercerización y la fabricación en otros países para emplazar las actividades de la cadena de agregación de valor en los mercados en que la relación costo-beneficio es mayor. De esta forma, las actividades de elaboración de datos, contabilidad, finanzas o investigación y desarrollo pueden emplazarse en diferentes países en desarrollo.
Oportunidades de las empresas
Las PYME’s obtienen ventajas de la vinculación con empresas transnacionales (ET) por medio de acuerdo de licencia o de franquicia, acuerdos de subcontratación o hasta alianzas.
Si bien los datos sobre empresas mixtas y cooperación sin aporte de capital son limitados, está claro que este es un medio cada vez más utilizado para la cooperación mundial y la transferencia de tecnología, aunque hasta la fecha el grueso de estas actividades se ha hecho en forma de vinculaciones entre empresas de economías desarrolladas.
Dado que las empresas de los países en desarrollo tienen poco que ofrecer en términos de tecnología, las alianzas que vinculan a las empresas de la OCDE con las de economías en desarrollo tienden a centrarse en el acceso a los mercados o toman la forma de relaciones que procuran mejorar la eficiencia, como las de subcontratación. En este caso, la empresa de la OCDE espera sacar provecho del empleo de mano de obra calificada a un costo relativamente más accesible en el país en desarrollo de que se trate.
Aun los países en desarrollo de bajos ingresos han logrado sumarse al proceso de globalización, especialmente en sub-sectores como los textiles y las prendas de vestir, pero también integrándose en la economía mundial como subcontratistas o mediante otras formas de participación sin aporte de capital.
Sin conjeturar en extremo, se dice que la era de la globalización ofrece oportunidades sin precedentes a los países en desarrollo, que en su mayoría iniciaron una liberalización unilateral a mediados de los años 80. Aunque se evaluó que los países en desarrollo contribuyeron aproximadamente en un tercio del crecimiento previsto del comercio mundial en el período 1997-2004, las perspectivas de integración de las diferentes regiones a la economía mundial varían considerablemente.
América Latina, Europa oriental y central y el Asia central están clasificadas como integradores contingentes, en los que el proceso de posterior integración estará impulsado por las corrientes de capital.
Las perspectivas de los principiantes están mejorando, a medida que los propios países en desarrollo más avanzados pasan a ser ellos mismos fuentes de IED hacia el exterior, principalmente en los conglomerados regionales de Asia. A medida que aumentan los salarios y los ingresos por habitante y que se estrechan los mercados laborales, estos países en desarrollo se desplazan hacia actividades de mayor valor agregado y reubican sus operaciones de elevado índice de mano de obra en economías de ingresos más bajos.
Amenazas de las empresas
La mundialización ha modificado la naturaleza y la pauta de la industrialización. Aun las empresas pequeñas se ven enfrentadas a competidores internacionales.
Los países en desarrollo más avanzados están perdiendo las ventajas competitivas en sectores de índice de mano de obra muy elevado. La elevación de los salarios reales ha erosionado sus ventajas de costos, mientras que las cuotas impuestas por los países industrializados limitan su acceso a los mercados, obligándolos a reubicar algunas de sus operaciones de elevado índice de mano de obra en economías de salarios bajos.
La declinación del VAM como parte del PIB, que se produce porque la industria nacional no puede competir contra las importaciones ni en los mercados de exportación.
El rápido aumento de los salarios, aun en condiciones de excedentes de mano de obra, que obliga a la administración a ascender en la escala tecnológica en busca de una mayor productividad para justificar nuevas inversiones y conservar la competitividad.
La declinación del empleo en la industria manufacturera a medida que las nuevas tecnologías genéricas sustituyen mano de obra por capital, pese a las ventajas comparativas de una mano de obra abundante.
Un desplazamiento hacia una mayor dependencia de la producción primaria y algunos servicios (turismo), causados por la pérdida de las ventajas comparativas en la manufactura debida a una actualización tecnológica inadecuada, o al cierre de industrias de sustitución de importaciones que no pueden competir en condiciones de economía abierta.
Capítulo VII
La Asociación como estrategia de fortalecimiento de las empresas ante la Globalización
El término asociación surge como uno de los mecanismos de cooperación entre las empresas pequeñas y medianas que están enfrentando un proceso de globalización de las economías nacionales.
La globalización económica está redefiniendo los procesos de manufactura al localizar las fábricas en diferentes partes del mundo, abriendo oportunidades pero también significando amenazas para las PYME’s, las cuales además de verse presionadas a cambiar sus paradigmas gerenciales requieren diseñar nuevos mecanismos de interrelación con el entorno.
Es mecanismo de cooperación entre empresas pequeñas y medianas, en donde cada empresa participante, manteniendo su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con los otros participantes para la búsqueda de un objetivo común. Los objetivos comunes pueden ser coyunturales, tales como la adquisición de un volumen de materia prima, o generar una relación más estable en el tiempo como puede ser la investigación y desarrollo de tecnologías para el beneficio común o el acceso a un financiamiento que requiere garantías que son cubiertas proporcionalmente por parte de cada uno de los participantes.
La necesidad de diseñar y adelantar estrategias colectivas pasa a ser no solamente una posibilidad de desarrollar ventajas competitivas individuales y conjuntas sino que puede llegar a constituir un requisito básico de sobrevivencia para las PYME’s. Incluso alguna de las estrategias individuales tendrán éxito en la medida que ellas sean complementadas con estrategias colectivas.
Una distinción adicional de la asociatividad es el carácter amplio de actividades de cooperación que puede abarcar. La asociatividad se puede establecer para múltiples propósitos desde el financiamiento hasta la investigación conjunta de determinado problema y, al mismo tiempo, abarcar las diferentes etapas de los procesos básicos de las empresas, a saber, diseño, manufactura, comercialización, servicio post-venta, entre otros. En principio, no hay limitación del ámbito de la cooperación en la asociatividad.
Condiciones para la viabilidad de la asociatividad A pesar de las amplias bondades que el mecanismo de asociatividad promete para el sector de la PYME, su viabilidad está restringida básicamente por los siguientes factores:
1. La falta de una cultura de cooperación entre empresas.
2. El prevaleciente sesgo anticompetitivo de las relaciones Inter empresas.
3. La ausencia de un entorno institucional que estimule y soporte la existencia de mecanismos de cooperación.
4. La confusión del término con otros tipos de estrategias individuales y colectivas.
5. La falta de difusión de las experiencias que pueden ser tipificadas como práctica de asociatividad.
Como se ha señalado anteriormente, la cooperación entre firmas ha recibido un impulso solo en los últimos años, fundamentalmente a través de las alianzas estratégicas.
Otra restricción para materializar acuerdos de cooperación como el de la asociatividad, deriva de las políticas macroeconómicas de los países que restringen negativamente la competitividad a través de protecciones arancelarias o subsidios indiscriminados e ineficientes.
La asociatividad tiende a confundirse como una asociación de empresas que enfrentan problemas comunes y que requieren asociarse para presionar ante otra empresa o instancia gubernamental para una solución.
Para enfrentar las restricciones a la viabilidad de la asociatividad y garantizar el éxito de la misma se requieren diferentes acciones por parte de los actores que están envueltos directa e indirectamente en el proceso. A nivel de la empresa es necesario que la dirección de la misma adopte la cultura de la cooperación competitiva y busque en consecuencia sus aliados más importantes: otras empresas con necesidades similares de cooperación.
Modalidades de asociatividad: características Los diferentes tipos de asociatividad pueden agruparse atendiendo a distintos criterios:
-En función de las diferentes fases del proceso empresarial: del diseño a la comercialización.
-En relación a cada una de las funciones básicas que existen en cualquier empresa: financiamiento, aprovisionamiento, recursos humanos, servicios, etc.
La asociatividad a través de las fases del proceso empresarial Independientemente del tamaño y naturaleza de las empresas en todas ellas se lleva a cabo un proceso que tiene por objeto la creación de valor y que abarca tres fases. La inicial comprende la investigación y desarrollo y el diseño de los productos o servicios que la empresa desea producir. En la fase siguiente se cumplen todas las actividades referentes a la producción de los bienes y servicios de la empresa y la última consiste en la comercialización de los productos.
Fase I, Diseño del producto/servicio
Aun cuando es generalmente aceptado que una de las ventajas competitivas de las empresas pequeñas es su capacidad de innovación y la sobrevivencia de muchas de ellas dependen del manejo exclusivo de esta habilidad, también es cierto que muchas innovaciones no llegan a materializarse en productos por la falta de recursos para la manufactura o por la dificultad para patentarlas. La asociatividad en la fase de investigación, desarrollo y diseño puede permitir la explotación colectiva de oportunidades y habilidades de las empresas individuales.
Una forma organizativa que puede adoptar la asociatividad en esta fase puede ser la contratación conjunta de los servicios a una empresa que se dedique a la explotación de los mismos, incluso la contratación puede llegar a realizarse con instituciones académicas.
La asociatividad para la producción en escala de los productos diseñados a partir de innovaciones de las empresas participantes es una estrategia colectiva que puede dar excelentes resultados en el sector PYME.
Fase II, Producción
Durante las fases de producción de los bienes y servicios se pueden establecer dos tipos de oportunidades para la asociatividad: una alrededor del producto y otra sobre el proceso.
En relación al producto: las posibilidades de asociatividad abarcan dos dimensiones: los componentes (piezas o partes integrantes del producto final) y los volúmenes de producción.
Componentes: la asociatividad puede permitir la elaboración conjunta de algunos componentes que individualmente las empresas no lo puedan fabricar por diversas razones.
La dimensión volumen: es el caso típico de integración virtual de las diferentes capacidades de producción. En este tipo de asociatividad las ventajas de la consecución de la economía de escala virtual, lograda por todos los participantes, sin que ninguna de ellas realice ampliaciones de sus respectivas capacidades de producción.
En el proceso productivo también existen diferentes tipos de asociatividad que se pueden enumerar siguiendo la corriente de ingreso, conversión y salida de los materiales en cualquier proceso productivo.
El ingreso: la asociatividad puede darse para la adquisición de materias primas, e incluso incorporar a este mecanismo, con la misma figura organizativa o con otra distinta, otras actividades relacionadas con el ingreso de la materia prima a los procesos productivos.
La asociatividad se puede dar en torno a los servicios básicos que generalmente se necesitan en todas las plantas como son los de mantenimiento, inspecciones especiales, paradas de planta, remodelaciones y pequeñas ampliaciones.
La parte final del proceso productivo: existen oportunidades para la asociatividad empresarial en actividades como la inspección final de productos, particularmente cuando se requieran ensayos y pruebas especiales que demanden equipos especializados y costosos.
Fase III, Comercialización
Es en la última fase del proceso empresarial en donde las PYMEs acusan sus mayores debilidades y en consecuencia en donde están presenten las prioridades para la cooperación. También en esta etapa es en donde factores institucionales, específicamente, la acción de los gobiernos, puede dar un soporte para la creación de diferentes formas de asociatividad.
En la comercialización las actividades que pueden ser sometidas a procesos de asociatividad son:
· La recepción de los pedidos o las solicitudes.
· Los despachos o entregas de productos.
· El transporte de los productos.
· El servicio post-venta.
· En la investigación de mercados.
La asociatividad para las funciones básicas de una empresa
Independientemente del número de fases del proceso empresarial en las cuales la empresa esté involucrada, siempre será necesario adelantar al menos seis funciones básicas:
Para el financiamiento
Varias empresas constituyen una misma fianza o garantía ante el organismo financiero respectivo, aportando cada compañía una cuota parte de la fianza en forma proporcional al beneficio recibido. Para acceder al crédito, las empresas deben constituir formalmente una empresa que es la que asume la responsabilidad jurídica ante el organismo financiero.
Dadas las fuertes regulaciones existentes en el sistema financiero en la inmensa mayoría de los países, la asociatividad para el financiamiento requiere de un alto grado de formalización jurídica lo que hace aumentar los costos de la cooperación..
Otra opción para buscar beneficios en la asociatividad para el financiamiento reside en la rigurosa selección y evaluación de los proyectos de las empresas a ser financiados. Ello puede requerir de la organización establecida la creación de unidades especializadas en la evaluación de proyectos de inversión, lo que demandaría recursos humanos e infraestructura que suelen tener con ventajas los organismos crediticios.
Siendo el financiamiento una de las principales debilidades de las
PYME’s, la asociatividad para solventar la misma debe ser cuidadosamente instrumentada y mantenerla lo más simplificada que sea posible a objeto de abaratar los costos.
Para el aprovisionamiento
Una de las oportunidades de aplicar la asociatividad con mayor viabilidad jurídica y financiera es para el aprovisionamiento de los recursos físicos de toda empresa. En particular, en las compras de materias primas es posible alcanzar acuerdos de agregación de volúmenes de compra que les pueden permitir a las empresas participantes del esfuerzo acceder a sus insumos básicos, e incluso obtener descuentos que de una manera individual no conseguirían.
También la asociatividad para el aprovisionamiento puede ser empleada para la adquisición de equipos e incluso para la contratación de licencias tecnológicas y otros activos fijos e intangibles requeridos por las empresas.
El aprovisionamiento es una función que no solamente abarca los bienes e insumos materiales que las empresas requieren para sus procesos, sino que incluyen los servicios de diversas índoles como los de información, mantenimiento, ensayos, inspecciones, adiestramientos, entre otros. Las empresas pequeñas generalmente no pueden acceder a muchos servicios individualmente por lo que la asociatividad pudiera ser una opción beneficiosa.
Para la gestión de recursos humanos
Las PYME’s tienen dificultad para contratar y retener personal calificado para sus operaciones. A diferencia de las empresas grandes, las cuales disponen de unidades especializadas y dedicadas a la gerencia de los procesos básicos de recursos humanos -selección, entrenamiento y desarrollo, entre otros- las empresas pequeñas y medianas adolecen de una capacidad de gestión para sus recursos humanos. La asociatividad puede ser un adecuado mecanismo para la superación colectiva de carencias individuales en el área de los recursos humanos.
Más allá de las tradicionales actividades de reclutamiento y selección de personal, que no requieren de mayores esfuerzos para su satisfacción individual por las empresas, son las actividades de aseguramiento y protección médico-social de los trabajadores en donde hay carencias de soluciones adaptables a las PYME’s y por ende un reto para la asociatividad.
Por ejemplo, las empresas en una misma localidad pueden establecer una asociatividad para satisfacer algunas necesidades básicas de protección médico-social que son comunes a las empresas, independientemente del tipo de producto que elaboren o el mercado atendido
Mientras las grandes empresas disponen de mayor holgura para dedicarle esfuerzos a la formación de sus recursos humanos, las pequeñas y medianas adolecen no sólo de la falta de recursos sino de estrategias sólidas al respecto. La asociatividad puede ser una opción para la superación de estas restricciones de la PYME aunque podría verse limitada, por la existencia de instituciones ya establecidas para la formación de recursos humanos y la naturaleza tan específicas de las necesidades de cada empresa participante, sobre todo cuando éstas pertenecen a sectores industriales diferentes.
Las combinaciones de las diferentes modalidades de asociatividad
Combinaciones posibles de asociatividad según el proceso empresarial y las funciones básicas:
Fase/Función
Financiamiento
Aprovisionamiento
Recursos Humanos
-Investigación, desarrollo y diseño
Nuevos productos, procesos patentes
Materiales y servicios de ensayos
Intercambio y contratación de asesores
-Producción
Capital de trabajo, activos fijos
Materia prima, servicios de producción, ensayos, mantenimiento
Reclutamiento de personal, protección médico-social
-Comercialización
Investigación de mercados
Servicios de venta, despachos, transporte, post-venta
Reclutamiento de personal, intercambio y contratación de asesores
Para cada configuración de asociatividad existirán retos gerenciales específicos y una alta, mediana o baja probabilidad de viabilidad en función de los sectores industriales y geográficos involucrados.
Además de los diferentes tipos de asociatividad que se pueden dar en atención a las distintas combinaciones relacionadas anteriormente, es factible configurar organizaciones para este mecanismo de cooperación en atención a su alcance geográfico, industrial o funcional. Por ejemplo, las asociatividades geográficas pueden tener ámbitos desde locales hasta supranacionales, incluyendo nacionales; mientras que en algunos sectores industriales se pueden crear varias organizaciones de asociatividad si las especificidades y el número de empresas participantes justifican una focalización sectorial.
Capítulo VIII
Índices Macroeconómicos. Estadísticas comentadas
Población 36.223.947 (Censo 2001). Tasa Anual de Crecimiento de la Población 0,9%. Población Urbana 89%. Tasa de Crecimiento de la Población 1,1%. Tasa de Analfabetismo 3%. Esperanza de Vida al Nacer 74,3 años.
Intercambio comercial y comercio exterior
Las Importaciones crecieron casi el 56,4%, pasando de 11.096,9 millones en el año 2003 a 17.351,6 millones de Dólares en el año 2004, producto de la manifiesta estabilidad cambiaria, renovaciones y actualizaciones en tecnología y necesidad de provisión externa de insumos imprescindibles para la producción.
La cantidad de Despachos de Importación del año ha crecido casi paralelamente como las Importaciones (52,1%) y los Agentes importadores han crecido el 31,9% durante el año, pasando de 7.128 en Enero a 9.405 en Diciembre.
Las Exportaciones crecieron el 17,2%, pasando de 27.049,6 millones en el año 2003 a 31.692,6 millones de Dólares en el año 2004 comparando idénticos períodos. La cantidad de Permisos de Embarque durante el año 2004 ha crecido significativamente pasando de 22.141 en Enero a 40.009 en Diciembre y el volumen cuantitativo ha crecido el 54,5% en los 12 meses.
Si bien los principales rubros exportados continúan siendo productos primarios (Sección IV – Industrias alimentarias por 5.210,5 millones de Dólares, Sección II – Productos del Reino Vegetal por 5.173,9 millones de Dólares, Sección V – Productos Minerales, Combustibles y derivados por 4.285 millones de Dólares y Sección I – Animales vivos y productos del Reino Animal por 3.183,2 millones de Dólares), durante el año 2004 han sido sostenidas y en crecimiento las Exportaciones de productos con valor agregado (Sección III – Grasas y Aceites animales ó vegetales y productos de su desdoblamiento), con un incremento porcentual del 60,8% en los 12 meses.
El Intercambio Comercial del año 2004 (49.044,2 millones de Dólares) ha crecido el 28,6% con respecto al efectuado en el año 2003 (38.146,6 millones de Dólares). El saldo de Balanza Comercial del año es favorable para nuestro país por 14.340 millones y el Intercambio Comercial es superior a los 49.000 millones de Dólares.
Con los países del continente americano (56,8% del total) continuamos realizando el mayor volumen de transacciones internacionales (27.868,1 millones de Dólares, de los cuales el 47,6% es comercio Intra MERCOSUR (13.267,1 millones de Dólares), el 27,8% es comercio con los países del NAFTA (7.746,2 millones de Dólares) y el 7% es con los países de la Comunidad Andina de Naciones (1.942,6.millones de Dólares).
Con los países de Europa se realizó el 22,1% del intercambio (10.815,6 millones de Dólares) de los cuales el 89,8 % se realizó con las 25 naciones de la Unión Europea (9.708,2 millones de Dólares).
El 15,2% del Intercambio Comercial total se ha realizado con los países del continente asiático 7.444,5 millones de Dólares, de los cuales el 40% se ha realizado con China (2.976,2 millones de Dólares) y el 18,3% se realizó con los países del ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) por 1.359,4 millones de Dólares.
Del comercio realizado con los distintos bloques económicos y uniones comerciales, el mayor Intercambio Comercial es el que se realiza con el MERCOSUR por 13.267,1 millones de Dólares (27,1% del total), le sigue la Unión Europea por 9.708,2 millones de Dólares (19,8% del total), el NAFTA por 7.746,2 millones de Dólares (15,8% del total), China (que si bien no es un bloque económico, dado el tamaño de su economía puede así considerarse) por 2.976,2 millones de Dólares (6,1% del total), la Comunidad Andina de Naciones por 1.942,6 millones de Dólares (4% del total) y el ASEAN por 1.359,4 millones de Dólares que representan el 2,8% del Intercambio Comercial total (49.044,2 millones de Dólares).
Del comercio Intra MERCOSUR se destaca fuertemente el intercambio realizado con Brasil por 11.720,6 MM de US$ (88,3%), le sigue Uruguay por 998,1 MM de US$ (7,5%) y Paraguay por 548,4 MM de US$ (4,1%).
El saldo comercial total con los socios del bloque ha sido negativo durante el año 2004 por –907,2 millones de Dólares, destacándose individualmente el fuerte saldo negativo con Brasil por 1.712,7 MM de US$, en tanto que con Uruguay (382 MM de US$) y con Paraguay (423,5 MM de US$) ha sido positivo para nuestro país.
El Saldo Comercial con respecto a la Unión Europea ha sido positivo para nuestro país por 2.741,9 millones de Dólares, destacándose como mejores resultados positivos los intercambios realizados con España (1.002,3 MM de US$), con los Países Bajos (958,1 MM de US$) y con Italia (574,3 MM de US$). Los mayores resultados negativos han sido
con Bélgica (-253,7 MM de US$), con Alemania (-147,3 MM de US$) y con Suecia (135,9 MM de US$).
Con el NAFTA el Saldo Comercial ha sido positivo por un total de 746 millones de Dólares, siendo el mayor con México (450,7 MM), con Estados Unidos (162,3 MM) y con Canadá (132,9 MM).
Con la comunidad Andina de Naciones el Saldo Comercial ha sido positivo por 1.499,5 millones de Dólares y con los países del ASEAN ha sido positivo por 750 millones de Dólares.
Con China se ha logrado un Saldo de Balanza Comercial positivo de 1.499,5 millones de Dólares, aún con las caídas sufridas por las cotizaciones internacionales de los comodities.
El mercado cambiario se encuentra sobresaturado por la continua oferta de los Exportadores y el Banco Central continúa con sus fuertes compras diarias. Las reservas ya han llegado casi a los 20.000 millones de Dólares.
Impensado era casi un año atrás llegar a una situación de superávit fiscal y con aumento de reservas. La realidad ha superado a la ficción.
Lo que no sabremos nunca a ciencia cierta es si este encasillamiento del gasto público (23% del PBI) es producto de una política fiscal seria o volveremos a la triste realidad argentina de los últimos 50 años.
En resumen, este año ha mostrado sostenidas exportaciones de productos primarios y un interesante crecimiento de las exportaciones con valor agregado. Cada mes se suman más actores al Comercio Exterior y este continúa siendo la locomotora del crecimiento económico (y de la recaudación).
Competitividad
La competitividad a nivel nacional se ha convertido en una preocupación central para gobiernos e industrias en todos los países, pero no obstante la infinidad de discusiones y debates, aún no existe un consenso sobre el significado y definición del término.
Algunas personas ven a la competitividad de un país como el resultado de:
a) el entorno macroeconómico en el que se desenvuelven sus compañías e industrias, el cual se ve afectado por los niveles de las tasas de interés, tasas de cambio de la moneda y déficit gubernamental.
b) la relativa abundancia y bajo costo de la mano de obra de la que se dispone.
c) la abundancia de recursos naturales del país.
d) el tipo de políticas gubernamentales del país en términos de protección a la industria nacional, promoción de las exportaciones y subsidios a determinados sectores como el financiero, automotriz, acerero, naval, etc.
e) la diferencias en las prácticas gerenciales del país, incluyendo la forma en que se conducen y resuelven los conflictos obrero-patronales.
¿Cómo podemos explicarnos el éxito de países con altos niveles competitivos que no cuentan con abundancia de recursos naturales, ni con mano de obra numerosa y con bajos salarios y que incluso han tenido importantes déficit presupuestales por años, como es el caso de Japón, Corea del Sur o Singapur?
Y aún más, ¿cómo explicar los casos de Alemania y Suiza?, donde por mucho tiempo sus monedas estuvieron claramente sobrevaluadas con respecto al dólar de Estados Unidos, o el caso de Italia, donde aún con políticas gubernamentales inconsistentes, se logró hacer florecer una importante industria de pequeños talleres dedicados a la exportación de calzado. Todos ellos, sin lugar a dudas, han disfrutado de beneficios económicos ascendentes.
Ahora bien, ¿que se debe entender por una nación competitiva?, ¿es aquella en la que la mayoría de sus compañías e industrias son competitivas?, o bien ¿son aquellas en la que el tipo de cambio de su moneda ayuda a que sus productos puedan venderse a los precios más bajos en los mercados internacionales y disfrutan de una balanza comercial positiva?
De nuevo, si analizamos detenidamente las anteriores preguntas y las tratamos de contestar a la luz de las experiencias obtenidas por países considerados por la mayoría de la gente como los más competitivos en el escenario mundial, llegaremos a la conclusión de que la única explicación con sentido parte del concepto de Productividad, entendida como el resultado que obtiene un país al lograr altos niveles de eficiencia y eficacia en el uso de su capital humano (talento) y económico. La productividad bien entendida, debe reflejarse forzosamente en el nivel de vida a largo plazo de la población y debe ser el criterio fundamental para determinar la remuneración económica que reciben los habitantes y la tasa de retorno del capital utilizado en proyectos de inversión a largo plazo.
Por lo tanto, cada nación busca mejorar su nivel de productividad día a día elevando la calidad de su sistema educativo que permita a sus habitantes diseñar y elaborar productos que cumplan estrictamente con las especificaciones demandadas por los clientes, mejoren la tecnología vertida en los productos desde su diseño hasta el servicio al cliente y eleven los niveles de eficiencia detectando las fallas en los procesos, y que les permita asimismo, desarrollar las nuevas capacidades necesarias para competir a nivel mundial en los cada vez más sofisticados segmentos industriales y nuevas industrias que se están formando en el mundo.
El comercio exterior, la inversión extranjera y el turismo para arrojar resultados positivos deben traer beneficios a los países en lugar de dolores de cabeza, apoyándose en mejorar la productividad y especialización de las industrias y segmentos donde sus compañías sean competitivas e importando productos en aquellos donde sus compañías lo son menos. El comercio internacional y los flujos de inversión extranjera son benéficos porque ponen a prueba a la industria doméstica al enfrentarla a nuevos niveles de productividad internacional. En un principio, es recomendable cuidar la estabilidad financiera nacional, la cual puede verse amenazada en periodos de inquietud económica.
Lograr un equilibrio o superávit en la balanza comercial puede ser inapropiado para una nación si sólo está basado en expandir las exportaciones en base a bajos salarios y una moneda débil, importando aquellos bienes de consumo que sus compañías no producen a niveles competitivos. Esta situación puede llegar a provocar desequilibrios financieros en el mediano y largo plazos, con la consecuente reducción de los niveles de vida de la población.
El interés de gobiernos e industrias por lograr una mayor competitividad no debe centrarse simplemente en crear empleos sino, más bien, en crear empleos que tengan elevados requerimientos en términos de habilidades y conocimientos que propicien la elevación del poder adquisitivo de los trabajadores y una mayor prosperidad nacional.
Por ello, las políticas nacionales enfocadas a elevar la competitividad deben ir más allá de buscar preferentemente las ventajas comparativas propias de las teorías de Ricardo, en donde los países bebían vender al exterior los productos para lo cual eran comparativamente mejores, y comprar aquellos que les resultara más económico que producirlos (recursos naturales, bajos salarios, políticas protectoras, etc.) y centrarse en lograr mayores ventajas competitivas que incluyan: mercados cuidadosamente segmentados, productos diferenciados, aplicación de nuevas tecnológicas y economías de escala (falencia principal de nuestras PYME’s). Este método de desarrollo debe llevarse a cabo bajo la premisa de que la competencia tanto a nivel nacional como internacional es dinámica y evolutiva y, por lo tanto, es necesario que la nación vaya más allá de pensar solo en término de los costos inmediatos al cuidar las condiciones bajo las cuales sus empresas puedan desarrollar ventajas competitivas en base a la innovación y las características particulares de sus productos.
Capítulo IX
Conclusión
Para que se pudiera llevar a cabo políticas que favorezcan el crecimiento y el desarrollo integral del empresariado argentino; considerando que, la existencia de un entorno macroeconómico estable y un marco institucional sólido configuran los requisitos básicos para el desarrollo.
Sería aconsejable incentivar al empresario a mantener y fortalecer la Inversión en nuestro país, y sería conveniente poder contar con metas de corto, mediano y largo plazo, que incluyeran:
1. La reorientación del apoyo que presta el gobierno a las PYME a fin de poner énfasis en factores como mayor productividad y mayor integración en los mercados nacionales y mundiales. Así como el fortalecimiento de aquellos sectores que han alcanzado mayor dinamismo durante los 90 (tramas y cadenas agroalimentarias).
2. La simplificación de la cartera de programas públicos en apoyo a las PYME’s con una mejor coordinación y mayor liderazgo de parte del Ministerio de Economía.
3. La implementación de un sistema integral de seguimiento basado en los resultados de todos los programas destinados a las PYME’s, a fin de obtener información consolidada sobre los éxitos e inconvenientes de los diferentes programas, permitiendo así la reasignación de los recursos en base a la eficacia.
4. El propiciar un sistema de innovación nacional más coherente que vincule de manera más estrecha la investigación, el sistema de educación y el sector privado, con objeto de promover la innovación tecnológica y mejorar la capacitación de trabajadores y ejecutivos.
5. La reconstrucción de cadenas productivas desarticuladas con competitividad potencial con impacto sobre el empleo.
Desafíos Intra PYME’s
Los desafíos actuales a que se enfrentan las PYME’s no son de simple ajuste transitorio (del tipo requerido por una recesión comercial) sino de transformación e innovación, lo que define un nuevo punto de partida con las consecuencias futuras que de ello se derivan. En consecuencia, esta transformación significará modificar comportamientos históricos y pautas de funcionamiento muy arraigados en las empresas y poner en marcha un proceso deliberado de construcción de nuevas capacidades competitivas, que deberán tener basamento en los conocimientos y aprendizajes (activos intangibles) disponibles en la empresa y en el acceso a sistemas de soporte y apoyo técnico privado y/o estatal, y convalidarse en las nuevas condiciones y dinámica de la demanda y de los mercados.
La mayoría de las empresas, está poco habituada a pensar en términos estratégicos y a evaluar el impacto de largo plazo de las decisiones presentes. Adicionalmente, su acceso y capacidad de decodificar información estratégica se ven limitadas por la carencia de prácticas fundamentales de control de gestión al interior de sus empresas y por la ausencia de un fuerte entramado de cooperación tanto con otras empresas, como así también con instituciones gubernamentales que las ayuden en la búsqueda de la mejora competitiva.
En relación al primer aspecto, las debilidades básicas refieren a la necesidad de incorporar herramientas de costeo, planeamiento, gestión de negocio aprendizaje y replantear el funcionamiento de su gestión comercial a través de la incorporación de conceptos básicos de marketing, de iniciar procesos de desintegración vertical y especialización productiva y de avanzar en el desarrollo de esquemas de cooperación y de alianzas estratégicas orientadas a superar restricciones de escala económica y de planta.
En lo que se refiere a la información propia de la empresa es importante destacar la importancia de contar con indicadores mínimos que permitan medir la performance de la empresa y evaluar su posición en las diversas facetas de la gestión (técnico – productiva, comercial, etc.).
El grado de implementación de estas decisiones es lo que permitirá distinguir a las empresas de distinta capacidad estratégica. Nos damos cuenta que existen varios argumentos que explican la alta dispersión y heterogénea respuesta de las PYME’s ante estas decisiones, sin embargo merecen destacarse principalmente tres elementos. El primero está relacionado con una percepción empresarial errónea o incompleta sobre la situación y evolución previsible del mercado en el que sus empresas se insertan. El segundo se vincula con la capacidad técnico – empresarial de articular una respuesta estratégica ante escenarios futuros inciertos y cambiantes. Por último, y sin que esta enunciación signifique un orden de prioridades, es necesario señalar la capacidad técnico – financiera para implementar un rediseño del negocio.
En la actualidad, gran parte de la gestión estratégica de las PYME’s está forjada a partir de la intuición, experiencia personal y percepción empresarial sobre la dinámica del mercado y sobre las opciones abiertas a la empresa dadas sus capacidades y activos competitivos básicos. La brecha entre las condiciones efectivas de mercado y la percepción empresarial puede explicar en gran medida las muy diferentes conductas estratégicas llevadas a cabo por las empresas exitosas. Es por ello que podemos afirmar que una empresa, en su estrategia, debe considerar un amplio abanico de factores que pueden variar en el grado de influencia que pueden sufrir; en el grado de madurez del sector, los sistemas existentes de control de gestión, la antigüedad de la tecnología utilizada en sus procesos, el perfil de edad del personal de la PYME, etc.
Por lo tanto, las empresas exitosas serán aquellas que desarrollen capacidades directivas y organizativas necesarias para enfrentarse al nuevo sistema y operar en un entorno complejo y competitivo, que adapten los instrumentos directivos y organizativos de forma coherentes con la flexibilidad que caracteriza a las empresas y por sobre toda las cosas, que entren en un proceso de aprendizaje continuo para integrarlo dentro de la cultura de la empresa. De lo dicho se desprende que el aprendizaje en la PYME deberá ser algo más que el desarrollo de procesos de entrenamiento y capacitación de tipo convencional.
Esta visión de largo plazo obligará al empresario a reexaminar no sólo aspectos de la organización productiva sino también otros elementos centrales de la actividad empresarial, como la comercialización y la logística de entrada y de salida, aspectos que tienen que ver con los denominados procesos internos que no requieren necesariamente de una formalización o un planeamiento sofisticado, sino de la articulación eficiente de una serie de capacidades y conocimientos disponibles en la empresa. Trabajar en estas dos dimensiones, aprendizaje y procesos, son de vital importancia para definir una estrategia de expansión, a partir de las capacidades efectivas logradas, a nuevos mercados y ventajas competitivas para lograr la satisfacción total del cliente.
En síntesis, el objetivo final sería la creación de una organización del aprendizaje que asegure y mantenga la competitividad de la empresa en el futuro. En virtud de ello, las empresas que no puedan alcanzar o desarrollar esta nueva forma de trabajo son candidatas a la desaparición.
Desafíos Inter PYME’s
Le evolución de la asociatividad como medio de desarrollo real y consiste con las realidades individuales de la empresa PYME.
Considerando honestamente que las metas a largo plazo solo se consiguen aunando esfuerzos en pos del bien común. Donde el empresario, conociendo los límites de su organización, acepte el desafío del trabajo en equipo coyuntural y evolucionista que lo introduce en el ámbito de la internacionalización que se gesta en otras latitudes influenciando en forma significativa sobre el resultado de la gestión empresarial.
Las PYME’s enfrentan mayores costos de transacción que las empresas grandes debido a su reducida escala de producción. Carecen de áreas funcionales especializadas y de un adecuado nivel de profesionalización.
En consecuencia, los costos asociados a la etapa de búsqueda de información, negociación y redefinición de transacciones tienden a ser mayores.
Factores de muy diverso tipo operan desalentando la utilización de los servicios de consultoría, mereciendo destacarse la ausencia de una adecuada oferta de profesionales con respuestas apropiadas para las PYME’s. En general tienden a reproducir automáticamente las recetas utilizadas para las firmas de mayor tamaño. Existen además problemas de ausencia de códigos comunes de comunicación, carencia de consultores capaces de ayudar a la firma en su agenda estratégica así como también de especialistas sectoriales con capacidad de entablar un diálogo "de igual a igual" con los empresarios.
Dentro del grupo de firmas PYME’s que iniciaron exportaciones, predominaron aquéllas que lo hicieron de manera reactiva. Si bien estas características son comunes al inicio de los procesos de exportación de PYME’s según la literatura de internacionalización, la elevada inestabilidad macroeconómica atentó contra la continuidad del proceso exportador de las PYME’s argentinas.
La capacidad autodiagnóstica y perceptiva y la información estratégica resultan fundamentales para alimentar la cartera de ideas y proyectos de las firmas sobre desarrollo de productos, mercados, planes de desarrollo, etc.
Durante las primeras décadas del desarrollo de las PYME’s en los distintos países de América Latina (desde la posguerra a 1970) las empresas hicieron esfuerzos de adaptación técnica con miras a compensar las escalas de fabricación local con la rigidez operativa del equipamiento incorporado y conciliar las diferentes prácticas y estándares de calidad y eficiencia operativa con las demandas de firmas intermedias o consumidores finales nacionales. Hicieron un sostenido aprendizaje, partiendo de un nivel bajo, y en todos los aspectos: en gestión de negocios, organización productiva, relaciones laborales, etc.
Aprovechando sus tres principales vertientes de conocimientos (las empresas demandantes, los importadores de equipos y la propia experiencia de los dueños y técnicos) las PYME’s llevaron a cabo un proceso interno de aprendizaje que abarcaba aprender haciendo, aprender copiando y aprender usando. El carácter fuertemente individual e Intra empresa de estos procesos dio lugar a experiencias muy heterogéneas, que posteriormente se reflejaron en historias de firmas muy desiguales.
Bibliografía
Constitución Nacional
Diarios La Nación, on line.
Disposición 389/2004, Resolución 146/2004, LEY 25877 (B.O.
18.03.2004), Decreto 817/2004, Resolución General 1721, Resolución
1/2005.
Evaluaciones de diferentes rangos de importancia de economistas y especialistas en comercio exterior e Impuestos de nuestra actualidad: Mario Burkún, M Rappaport, P Bunge, Abraham Stein, M Maisterra, H. Blas Trillo, O Cortesi, C Maresca, G Vitelli, A Novy, F Bertello, M Kalecki, Mochon & Bécquer, Badrinath, G Wignaraja, P Tigani,
M Porter.
Evaluaciones periódicas de la CEPAL y del Banco Mundial
Estadísticas del Ministerio de Economía, la Agencia de Inversiones
Internacionales y el Centro de Estudios para la Producción (CEP) de la
Secretaría de Industria, Comercio y Pyme
Fundación Bank Boston
Leyes de contrato del trabajo, y sus modificaciones. Reglamentaciones de Inversión extranjera directa. Reglamentación pertinente al desarrollo de las PYME’s en Argentina, su financiación y el tratamiento impositivo correspondiente:
Resolución 124/2001, Decreto 1075/2001, Decreto 1074/2001,
Resolución 494/2002, Resolución 131/2003, Resolución 154/2003 C,
Resolución 15/2003, Disposición 90/2003, Disposición 294/2004,
Nélida Renée Altamirano Crispens
Argentina, Buenos Aires, 2005
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