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Situación penitenciaria venezolana (página 6)


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12.– EL CONTROL SOBRE LA CORRUPCIÓN

La corrupción de los funcionarios penitenciarios, ha representado un tema latente en los últimos treinta años. Alrededor de variados personajes que han trabajado y prestan actualmente servicios para el Sistema Penitenciario nacional, se ha tejido toda una maraña de señalamientos donde se les involucra en comportamientos irregulares en el ejercicio de funciones públicas.

Se ha planteado el enriquecimiento ilícito proveniente del usufructo de los presupuestos que deben manejar, o por realizar negociaciones de todo tipo con proveedores, reclusos y familiares de estos; compromisos con el tráfico de armas, municiones y estupefacientes; liberación de reclusos de forma ilegal; otorgamiento de medidas alternativas a la privación de libertad amañadas; permisos de salidas a reclusos a cambio de pagos inescrupulosos; apropiación de bienes inmuebles y equipos; cobros de salarios sin trabajar, reposos médicos injustificados e irregulares, entre otros.

La realidad muestra que la corrupción comienza a manifestarse en la cárcel desde el mismo ingreso del preso; en las primeras de cambio, cualquier funcionario está dispuesto a despojarlo de los bienes que trae: dinero, joyas, perfumes, entre otros. Posteriormente lo extorsionan para ubicarlo en un lugar de alojamiento que ofrezca menos riesgo, y en el curso de la reclusión continúan haciéndole cobros irregulares.

En cuanto a la concesión de privilegios a determinada clase de reclusos, se observa que permanentemente son ubicados en áreas administrativas habilitadas para la reclusión a internos que cuentan con recursos económicos. Se les permite movilizarse por cualquier área sin mayores limitaciones; aunque se sospeche de la participación de estos personajes en hechos delictivos dentro de los penales, usualmente se les facilitan locales para que improvisen todo tipo de negocios como: cantinas, restaurantes, talleres artesanales, entre otros.

Las investigaciones del personal de seguridad, en muchos casos dan muestra que este tipo de reos forma parte de las mafias que funcionan en los centros para la venta de drogas y armas; sin embargo, se les otorgan privilegios de forma muy desigual al resto de los reclusos, se les asignan locales para dormitorios acondicionados, se les permite acceso de cualquier artefacto eléctrico, se les conceden visitas diarias a sus familiares, etc.

En oportunidades los reclusos privilegiados son colocados como secretarios o colaboradores de distintos servicios; inclusive, se convierten en personas de confianza de algunos directores de cárcel. Es usual encontrarlos en los Despachos de los directivos por largas horas intermediando por otros internos, o sosteniendo conversaciones telefónicas desde los escritorios de los directores, todo evidencia un trato desigual con relación al resto de la población.

Los medios de control del flagelo de la corrupción que tanto daño hace a los reclusos, al Sistema Penitenciario y a la Administración de Justicia en general, resultan en ocasiones bastante difíciles de ejercer, motivado a que en la institución penitenciaria existe una sociedad de cómplices, donde todo confabula para evitar que los funcionarios que se comportan irregularmente sean descubiertos.

Se aprecia en el entorno toda una gama de intereses, donde se comprometen desde los funcionarios subalternos baja escala, hasta los del más alto nivel; pero generalmente, las acciones de control sólo se efectúan sobre el personal subalterno, cuando se ha presumido que han existido serios compromisos de altas autoridades en variadas formas de corrupción, donde destacan las contrataciones con proveedores de productos y servicios; sin embargo, siempre las baterías se enfilan hacia el más débil jurídico porque tiene menos poder.

El personal de vigilancia pudiera involucrarse más en este tipo de hechos, motivado al contacto permanente que tiene con los reclusos, y entre otras causas por las debilidades en la capacitación, problemas de ético-morales, y por las deficiencias salariales; pero no es menos cierto que alrededor de la corrupción se han visto involucrados altos funcionarios del Ministerio del Interior y Justicia.

Al respecto López Rey y Arrojo en 1.972 aseveró "Otra secuela es que la escasa remuneración del personal de vigilancia favorece su corrupción, lo que explica el variado contrabando a que se dedican que no sólo dificulta, sino que también contrarresta los efectos del tratamiento. Tal acontece especialmente con alcohol y drogas. Igualmente el comercio que hacen en las concesiones de ciertos privilegios o favores como el informar más favorablemente sobre el recluso, hacerse la vista gorda sobre las irregularidades, excesos y aún brutalidades, etc.

Respecto a las categorías superiores del personal, la situación suele ser mejor, pero incluso aquí sufre notablemente cuando el servicio penitenciario no ofrece condiciones adecuadas de servicio público con garantías de permanencia y ascenso. En tales casos, la selección, formación inicial e interna durante el servicio y el sentido de responsabilidad dejan no poco que desear."43

El autor menciona como elementos importantes para que se genere corrupción la deficiencia en los salarios, la capacitación y las debilidades en las esferas de valores con relación a los custodios. De igual manera señala las posibilidades de que funcionarios de mayor jerarquía participen en hechos comprometedores, lo cual en la realidad carcelaria venezolana ha constituido un hecho que ha venido prevaleciendo en la historia del sector.

Las apreciaciones sobre el fenómeno de la corrupción que el autor menciona, corresponden a los años 70, lo que evidencia que el problema viene existiendo desde largo tiempo, lo que no se ha visto nunca es la intervención contundente para atacarlo.

Sobre la corrupción penitenciaria Human Rights Watch dio a conocer en su informe de 1.998, "Todos los sistemas penitenciarios padecen un cierto nivel de corrupción, pero en Venezuela la corrupción es constante. Como lo describía el experto en prisiones Elio Gómez Grillo. "El preso tiene que pagar por todo: por ir al tribunal, por comer, por cambiar de celda ? paga prácticamente por respirar." Todos los observadores del sistema penitenciario coinciden en señalar que el dinero cambia de manos dentro de la llamada "industria de los presos."

Algunos presos con los que hablamos nos confirmaron el carácter generalizado de la corrupción de los vigilantes, poniendo incluso precios a varios conceptos: 1.000-6.000 bolívares por un viaje al tribunal; 50 Bs. por un cubo de agua; 1.000 bolívares por un colchón; 500-2.000 bolívares por una visita; 500-3.000 bolívares por un chuzo (nótese que estos precios datan de marzo de 1.996 y seguramente han aumentado desde entonces). Nos indicaron que los precios variaban en función de la prisión, el preso y el vigilante. Conceptos como el transporte al tribunal o las visitas eran gratuitos en algunas prisiones."44

Desde hace años en el País se viene publicando en los medios de comunicación permanentemente hechos referidos a corrupción administrativa en prisiones; sobre todo relacionados con cobros de comisiones a proveedores de bienes y servicios, sobregiros, malversación de fondos públicos, cobros por otorgamientos de medidas alternativas a los reclusos o por ubicaciones en locales menos peligrosos dentro de las cárceles; de ellos tendría que conocer el Ministerio del Interior y Justicia por denuncias públicas o a través de reclusos, familiares o funcionarios.

Conocidos los hechos la autoridad competente ordena el inicio de una averiguación administrativa. Cuando no existen intereses, las averiguaciones se comienzan por la Contraloría Interna del Ministerio o por la Oficina de Fiscalización ó Inspecciones Penitenciarias.

Desde esas dependencias deben trasladarse los inspectores hasta el establecimiento en cuestión, en oportunidades se citan hasta la ciudad de Caracas los funcionarios involucrados, para tomar las declaraciones y revisar los recaudos que se estimen pertinentes con el propósito de determinar si ciertamente se han producido irregularidades, para luego determinar responsabilidades administrativas y para ejercer las sanciones a que haya lugar.

Estas averiguaciones de carácter administrativo generalmente no rinden resultados debido a que no se terminan, motivado a múltiples razones, donde predominan los intereses subalternos; existe actualmente un gran número de expedientes sin decidir.

En una revisión realizada a los archivos de las hojas de vida de veinte de los Directores de cárcel para el 30/10/2.002, se apreció que en la mayoría de los documentos se reseñaban averiguaciones administrativas abiertas por participar presuntamente en hechos regulares.

En los expedientes se reflejaban señalamientos relacionados con evasiones de reclusos, abusos de autoridad, utilización de reclusos realizando trabajos para provecho personal, cobros por permisos a reclusos, sustracción de bienes públicos, negligencia, irrespeto a autoridades judiciales, hostigamiento y amenazas a reclusos, solicitar prestamos de dinero y aceptar donaciones de reclusos, presentarse en estado de ebriedad a los centros de reclusión, vinculaciones en homicidios de reclusos, maltratos a otros funcionarios, cobros a reclusos por expedirles documentos, e irregularidades en el manejo de fondos públicos entre otros.

Puede presumirse que en el curso de las averiguaciones administrativas se manejan intereses, debido a que, ante hechos que revisten gravedad, no se terminaban las averiguaciones administrativas para determinar las responsabilidades ni se solicitaban averiguaciones penales. Se observaron varios casos donde se establecieron responsabilidades por hechos graves; pero las sanciones impuestas fueron leves como los llamados de atención, recomendaciones, amonestaciones verbales o escritas.

A las averiguaciones señaladas en las hojas de vida de los 20 expedientes revisados, en 16 casos se sumó una nueva averiguación administrativa ordenada por el Vice Ministerio de Seguridad Ciudadana a la Contraloría Interna del Ministerio entre los meses de febrero y marzo de 2.002.

La nueva acción administrativa se ordenaba por presumirse la existencia sobregiros injustificados en la administración de los fondos de avance para gastos de alimentos a reclusos cuyo alcance se desconoce. Por las razones señaladas, y otras relacionadas a deficiencias y presuntos comportamientos irregulares, fueron removidos por el Ministro del Interior y Justicia un número significativo de Directores de cárcel en el segundo trimestre de 2.002. A escasos seis meses, el mismo Ministerio comenzó a incorporar nuevamente algunos de los Directores removidos, que pudieran estar actualmente cumpliendo funciones en los centros, aun cuando lo señalado ocurrió.

Situaciones como las mencionadas pudieran suceder, debido a que la mayoría de las remociones se fundamentan en los decretos que clasifican a estos trabajadores como de confianza, libre nombramiento y remoción. No responden a la culminación de la investigación administrativa, tampoco llega a saberse si los funcionarios tienen responsabilidad ó no, pues no se llega a verificar la información y se dejan las averiguaciones abiertas sin comprobar las responsabilidades que pudieran derivarse.

Tampoco se permite el derecho a la defensa de los funcionarios cuestionados. Las denuncias se van acumulando y terminan siendo un problema para los funcionarios inocentes ó una posibilidad de permanencia de los que realmente puedan estar implicados en los hechos. Los señalamientos pueden permanecer en los expedientes en el tiempo y no dejan de ser negativos ya que en un alto porcentaje no se terminan de decidir.

Todo ello facilita el reingreso y el alto grado de rotación del personal de prisiones; por otro lado, pudiera presumirse que en algunos casos, de tales averiguaciones no constan documentos en los archivos porque los involucrados ingresan al poco tiempo de ser removidos, lo que pudiera limitar las iniciativas de las nuevas autoridades para combatir la corrupción.

La responsabilidad por omisión de estos asuntos recae en las autoridades de prisiones, Fiscalía del Ministerio Público, Tribunales, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo, debido a que deberían tener conocimiento de las criticas situaciones de corrupción que se presentan en los centros penitenciarios y no actúan contundentemente para combatirlas; e inclusive pareciera que reciben denuncias sobre hechos graves y no le dan curso a las averiguaciones tal como lo reseñan permanentemente los medios de comunicación cuando se entrevista a reclusos y familiares.

Un ejemplo sobre la poca actuación que los organismos responsables toman con respecto a las irregularidades que ocurren en las cárceles, lo constituyen las denuncias presentadas ante las instancias jurisdiccionales del Estado Miranda, referidas a la destrucción y perdida de bienes en los recintos carcelarios del Estado donados por la Gobernación de ésa entidad a través de FUNSEPEM desde el 1.997 hasta el año 2.001, las cuales fueron interpuestas oportunamente; sin embargo, pareciera que las instituciones mencionadas no procedieron a investigar y establecer responsabilidades o las investigaciones se paralizarían, porque hasta la fecha no se han producido resultados.

De igual manera tendrían que conocer permanentemente los Jueces, Fiscales y Defensores del Pueblo, sobre hechos atroces ocurridos en los reclusorios donde se involucran funcionarios, que constituyen delitos y lesionan profundamente derechos fundamentales como la vida de los reclusos, los cuales son reseñados permanentemente por los medios de comunicación día a día; sin embargo, pareciera que se hacen la vista gorda. Esto también pudiera evidenciar que algunos funcionarios que tienen que ver con la materia de administración de justicia no cuentan con vocación de servicio o se han vuelto insensibles ante la problemática del recluso.

Sobre la corrupción administrativa y la vocación de servicio, la abogada Teolinda Ramos expresó en una conferencia dictada a funcionarios de las prisiones del Estado Miranda, "Por ello, afirmo categóricamente que, quien no sienta compasión por las personas colocadas en situación extrema (los reclusos, los menesterosos, los abandonados, los ancianos, los impedidos); quien no comprenda y tenga claro que para asumir este oficio se requieren cualidades humanas y morales especiales, le será difícil emprender la gran misión o función que debe cumplirse dentro de la cárcel: la reeducación, la rehabilitación real, efectiva y sincera del recluso, a quien debe fortalecérsele en lo espiritual y ello es más fácil lograrlo con el ejemplo de una vocación por el servicio, que se concreta para el beneficiario al recibir lo que la Ley le estipula, sin necesidad de mendigarlo, ni suplicarlo; así como también, cuando la humana condición del funcionario encargado del servicio, le aporta con autoridad, pero con comprensión solidaria, los recursos de la buena disposición, de la fraternidad y de un actuar solícito ante numerosas necesidades que evidentemente padece.

Un aspecto a considerar en esta charla que reflexiona sobre la vocación, es el relacionado con la actuación de los Jueces penales y la incidencia de ello en los problemas penitenciarios?

Por ello, entender que la razón principal de nuestro trabajo, profesión u oficio en esta área, es la atención y satisfacción inmediata de las necesidades del interno, resulta básico para obtener los mejores resultados en la gestión asumida. Si esto no es lo que nos anima cuando aceptamos trabajar en la cárcel, ni lo que nos impulsa a continuar en ella, resulta forzoso concluir que se asume o se permanece en el cargo o función porque, en menor escala, nos movemos con mucha irresponsabilidad, irrespeto al prójimo y deshonestidad; y a la escala mayor, porque, tristemente, se forma parte de la "industria del preso", conformada por funcionarios con intereses subalternos, hombres y mujeres capaces de vivir, sin escrúpulos, a costa de la miseria humana, que encuentra su mayor expresión de tráfico en las cárceles.

En fin, funcionarios despreciables, ignorantes de los más elementales derechos de la persona y de la dignidad humana, pero, por sobre todo, ignorantes de su propia trascendencia y de lo vital que es para el crecimiento personal el prestar servicios incondicionales al prójimo, con sinceridad y esperanza de poder construir un mundo mejor desde la perspectiva del respeto mutuo, la justicia y la equidad, por encima de las apetencias personales y protagonismos absurdos y efímeros, que la historia siempre se encarga de enseñarnos su efecto ilusorio, al carecer del sentido, contenido y entrega, la actuación que se presume bien realizada."

Ciertamente la vocación de servicio constituye un requisito indispensable, para entender la situación de los hombres y mujeres que se encuentran en la penosa situación de reclusión, la experiencia indica que en la crisis penitenciaria nacional hay responsables de varias instituciones del sector de la Administración de Justicia, donde los Jueces juegan un papel preponderante: La industria del preso se mantiene, y no se observan compromisos reales para combatirla de manera interinstitucional, pues los principales atributos que tienen que tener las personas que asuman la tarea de atender a los presos y combatir la corrupción es ser decentes y valientes.

Sobre la corrupción administrativa el Dr. Elio Gómez Grillo afirma en el diario "La Razón" del domingo 11 de mayo de 2.003, "La corrupción, el ocio y la droga están matando los presos". Al referirse al por qué de lo catastrófico del Sistema Penitenciario venezolano, advierte que en esto juega un papel importante la falta de una buena política en esta materia, la no utilización de personal humano especializado y la corrupción administrativa.

Con respecto a la permanencia de la corrupción en los establecimientos penales podemos citar como ejemplo, la perdida de los equipos dotados por la Unidad de Gestión del Proyecto de Reinserción Social de Delincuentes del Convenio Unión Europea ? República de Venezuela, realizadas en el año 2.003, donde se hizo entrega de varios equipos que tanta falta hacen para facilitar el trabajo a los funcionarios y poder ejecutar actividades de tratamiento y seguridad. A escasos días de haberse realizado la dotación en las Cárceles de Maracaibo y Barquisimeto, se extraviaron las computadoras, televisores y otros materiales.

Con este hecho se repite la experiencia del aporte anterior de la Unión Europea, donde se extraviaron y destruyeron equipos e instalaciones dotados y construidos como parte de un proyecto similar en las mismas cárceles. Frente a estas situaciones, se presume ha existido negligencia, omisión o complicidad de las autoridades, por cuanto no se conoce que la Dirección General de Rehabilitación y Custodia haya iniciado una averiguación para determinar responsabilidades de las pérdidas ocurridas, aun cuando las mismas constituyen delito.

Las deficiencias en el suministro de alimentos actualmente someten a la población reclusa a situaciones de hambre, la centralización de las compras en el Ministerio del Interior, y la adjudicación directa sin el correspondiente proceso de licitaciones a uno o pocos proveedores, constituye un hecho que llama la atención y requiere de una averiguación que determine si en tales hechos se mueven otros intereses diferentes a la prestación del servicio.

No se justifica de ninguna manera que algunos productos sean trasladados por proveedores desde la ciudad de Caracas al interior del País, sin tomar en cuenta los gastos de refrigeración, transporte, y los precios en la localidad de cada cárcel.

En las zonas agrícolas y ganaderas pueden lograse mejores precios que en la capital; sin embargo, estas variables pareciera que no son estimadas. Los reclusos se quejan de la falta de alimentos; pero las instituciones responsables: Ministerio del Interior y Justicia, Tribunales, Fiscalía y la Defensoría del Pueblo no toman acciones contundentes en el asunto.

En las cárceles venezolanas se cobra por todo, es usual los cobros de sumas cuantiosas por ubicar reclusos en locales menos peligrosos, por los traslados a tribunales, por permitir llamadas telefónicas, por permitir el ingreso de artefactos eléctricos, por limpiar un expediente carcelario de los informes sancionatorios, por omitir conductas irregulares y delictivas a los reclusos y no abrir las averiguaciones pertinentes, por permitir el ingreso de alimentos y cosas prohibidas, por otorgar cartas de conducta, estudio y trabajo para optar a una medida alternativa a la privación de la libertad, por trasladar los internos a los hospitales, por aligerar diligencias referidas al proceso y al otorgamiento de beneficios, por reubicar reclusos de un pabellón a otro, por permitir salidas irregulares de internos al exterior, por ingresar droga y armas, por permitirle a los reclusos trabajar, y por otorgarles visitas extraordinarias de familiares, entre otras cosas.

Durante el mes de septiembre de 2.004, los medios de comunicación publicaron declaraciones de las nuevas autoridades del Ministerio del Interior y Justicia, en las cuales se manifestaba el compromiso del equipo de gestión para atacar la corrupción en el sector penitenciario. Mostraban la disposición de sumar esfuerzos con quienes estuvieran dispuestos a trabajar y colaborar para mejorar el Sistema Penitenciario; esto resulta alentador, por lo que se espera que los hechos demuestren la materialización de tales compromisos, que sin duda alguna deben pasar por la definición de estrategias para evitar que lo planteado continúe ocurriendo.

12.1.-LOS NOMBRAMIENTOS DE PERSONAL

Desde hace muchos años la Dirección General de Rehabilitación y Custodia, antes Dirección General de Defensa y Protección Social, no se ha planteado un programa serio de captación, selección y capacitación de los Recursos Humanos de las cárceles del País. En lo atinente a los nombramientos de Directores de Cárcel y personal de vigilancia ha privado el amiguismo y el clientelismo político por años.

La contratación para estos cargos no responde a la presentación de un curriculum adecuado. No se implementan cursos de inducción, salvo en algunos casos se han realizado actividades de inducción para nuevos Directores; excepcionalmente se vienen rescatando en el I.U.N.E.P. los cursos de custodia penitenciaria.

Para la Dirección de los centros de reclusión generalmente se seleccionan abogados. En oportunidades las contrataciones responden más a relaciones de amistad con los Directores Generales de Prisiones que a la presentación de credenciales. En la selección de los directores de los centros y empleados subalternos, priva sobre todo la amistad con Jefes de Departamentos, Inspectores y demás autoridades del Ministerio, constituyéndose verdaderos clanes que han hecho mucho daño al sector.

Al conformarse ese tipo de grupos, cada cual hace lo que considera pertinente de acuerdo a sus apreciaciones personales. Al no tener conocimientos, en ocasiones las decisiones resultan fuera de orden, a veces muy perjudiciales, y causan grave daño al régimen interno de los reclusorios. Se reviven vicios superados en el pasado, se violenta la seguridad y se incurre en ilegalidad.

Lo expresado es el producto del desconocimiento y el apoyo irrestricto que los funcionarios seleccionados por amistad, reciben de los Directores Generales de Prisiones del momento. Por hechos como estos se han generado sendos escándalos de corrupción donde se les ha involucrado.

Esta situación en algunos momentos ha tendido a mejorar. Ejemplo de ello lo constituyen las experiencias llevadas a cabo en la gestión del Ministro Rubén Creixen, donde se implementaron cursos de inducción a un grupo de profesionales que aspiraba ejercer cargos directivos en las prisiones; también se actuó con otra visión el año 2.002, cuando fueron nombrados aproximadamente veinte egresados del I.U.N.E.P. para cumplir funciones directivas, atendiendo a otro tipo de criterios.

Lo lamentable es que estas iniciativas tienen poca continuidad, al cambiar las autoridades en el Ministerio del Interior y Justicia, se impone el personalismo y nuevamente se observan ingresos de familiares y amigos de autoridades. La razón se encuentra en la falta de una política institucional que determine lineamientos y programas de ingreso de personal, lo cual garantizaría permanencia en el tiempo, independientemente de las autoridades que asuman el Sistema Penitenciario.

12.2.- LA PARTICIPACIÓN POR OMISIÓN O COMPLICIDAD EN HECHOS DE CORRUPCIÓN

Los hechos que permanentemente reseñan los medios de comunicación, denuncian las organizaciones no gubernamentales, reclusos y familiares, dejan ver el grado de omisión en que incurren las autoridades del Sistema Penitenciario. Generalmente no se observan las medidas que deberían emanarse desde los diferentes Despachos para el control y saneamiento de lo que ocurre. La información sobre la denuncia es repetitiva y las respuestas escasamente se mencionan.

Son hechos públicos y notorios las denuncias que constantemente se hacen sobre directores de cárcel y demás autoridades carcelarias. Un ejemplo claro lo representan las referencias hechas anteriormente sobre las hojas de vida de varios directores de cárcel que contenían información sumamente comprometedora; sin embargo, no se tomaban medidas para culminar las averiguaciones.

Resulta muy sano y conveniente para la institución, si se pretende controlar la corrupción, determinar si en algunos hechos donde no intervienen las decisiones de directores de cárcel y otros funcionarios subalternos, existen compromisos de altos funcionarios, verificar si son utilizadas personas interpuestas para hacer negociaciones irregulares; debería constatarse si ciertamente se producen cobros de comisiones ó extorsiones a los proveedores de alimentos de los centros de reclusión.

Resultaría muy interesante que las instituciones responsables investiguen entre otras cosas: ¿qué de verdad hay sobre la interposición de familiares de funcionarios en gestiones ante proveedores?, ¿será cierto que algunas empresas proveedoras del Ministerio del Interior y Justicia, pertenecen a funcionarios que las han registrado a través de personas interpuestas?; ¿porqué no averiguar sobre la verdad ó no de los sobornos para el otorgamiento de constancias de trabajo y estudio, y las mismas medidas de libertad a penados, etc.

Terminan siendo totalmente evidentes las omisiones ante actos delictivos de toda índole. En los hechos irregulares y de corrupción que ocurren en el Sector Penitenciario se han involucrado desde las altas autoridades hasta los últimos subalternos, existen experiencias sobre detenciones ordenadas por los tribunales de justicia sobre Vigilantes, Directores de Cárcel, Directores Generales de Prisiones, etc.

Los graves hechos violentos y violatorios de derechos fundamentales como la vida; el tráfico de drogas y armas y las constantes evasiones masivas de reclusos entre otras, deja ver que algo irregular está sucediendo. Resulta bastante delicado y propiciador de la impunidad, que no se aperturan investigaciones serias ni se toman medidas contundentes contra los funcionarios que tienen responsabilidad.

La negligencia y la omisión son evidentes; asombra ver que un director destituido por presumirse su responsabilidad en evasiones masivas de reclusos, a corto tiempo ingresa nuevamente a cumplir las mismas funciones en otro establecimiento. Ejemplos como este, hacen reflexionar sobre la posible responsabilidad por omisión ó complicidad de las altas autoridades.

12.3.- EL REINGRESO DE LOS EX FUNCIONARIOS REMOVIDOS POR CONDUCTA IRREGULAR

Como se señalara anteriormente, es usual que personas removidas en el pasado por presumirse su participación en hechos irregulares, omisión o negligencia, sean reintegrados a los equipos de trabajo cuando las autoridades que producen la medida de remoción son cambiadas en el Ministerio del Interior y Justicia.

Desde hace muchos años se observa que este tipo de personas logra mantenerse en el Sistema Penitenciario valiéndose de cualquier estrategia, desde decisiones de Tribunales, apoyo de partidos políticos, a través de presuntos pagos a funcionarios de las oficinas de personal, amistades con los funcionarios subalternos que les preparan el acceso a las autoridades, etc.

Por años se han visto los mismos personajes merodeando los Despachos de las diferentes autoridades de prisiones y logran reingresar aun cuando su última remoción haya sido como producto de escándalos. Casos que sirven de ejemplo pudieran ser: Asesinatos masivos de reclusos en el Reten de Catia en el momento del Caracaso; fugas masivas de reclusos en "El Rodeo"; incendios que pudieron ser evitados y provocaron la muerte masiva de reclusos; o remociones por manejos dolosos en la administración de presupuestos; robos de bienes públicos, etc.

Las personas lograran ingresar nuevamente motivado al poco control que la Dirección de Personal realiza sobre los expedientes laborales y los recaudos existentes en la Oficina de archivo del Departamento de Fiscalización, de lo contrario habría que presumir que los documentos son sustraídos de los expedientes, que las autoridades en materia de personal son negligentes ó cómplices.

Los exfuncionarios removidos perseveran hasta lograr el reingreso, aun cuando los cargos de prisiones son mal pagados; las reinvindicaciones sociales están muy por debajo de las que ofrece la empresa privada u otras instituciones; además, la hostilidad de la cárcel, el grave peligro que corren los funcionarios no es para nada motivador, de manera que el afán por mantenerse en éstas instituciones pudiera obedecer a otras razones.

CAPÍTULO II

LA ORGANIZACIÓN Y GERENCIA DEL SECTOR PENITENCIARIO.

1.- GENERALIDADES

Como se ha venido afirmando en el curso del capítulo anterior, existen una serie de aspectos en el sector penitenciario, cuyas deficiencias obedecen en gran medida a fallas de tipo gerencial.

Pareciera que los lideres de la organización no han tenido bien claro hacia donde debe dirigirse la institución, ¿Cual es la Misión?, ¿Qué objetivos deben lograrse a corto, mediano y largo plazo?, ¿Por intermedio de que planes, programas y proyectos instrumentar los objetivos?, ¿Cómo involucrar a los recursos humanos con que cuenta el sistema en el logro de las metas en términos de eficacia y eficiencia?, ¿De qué manera fortalecer el proceso de información y comunicación?.

En conclusión, existen muchas debilidades en los niveles directivos, que apartan al sector de prisiones de los paradigmas de la gerencia moderna.

Las posibilidades de avanzar de las organizaciones dependen del grado de capacidad que tengan los lideres para analizar el contexto y ofrecer alternativas para superar las limitaciones.

El crecimiento organizacional dependerá, de la manera como el líder establezca la comunicación entre los diferentes actores del proceso; de la efectividad para integrar los equipos de personal alrededor de las metas propuestas; de los mecanismos para hacer seguimiento y medición al cumplimiento de cada actividad; de los programas, planes y proyectos, para poder reconducir cuando sea necesario.

Conocer las debilidades, fortalezas, oportunidades y amenazas, forma parte de un paradigma de acción compartida del asunto, donde se entienda el trabajo en equipo. Es un proceso mediante el cual la organización define su visión de largo plazo, lo que supone la participación activa.

La información debe manejarse en forma oportuna, facilitando a los equipos de trabajo los datos referidos a los éxitos logrados, las causas del fracaso; es decir, haciendo la revisión permanente que permita hacer ajustes, en términos proactivos y previsorios.

El Sector Penitenciario venezolano, se ha venido caracterizando por una elevada rotación de los equipos de trabajo, agudizándose la rotación en los niveles de la alta gerencia. Es usual que en periodos cortos de tiempo se nombren varios Directores Generales de Rehabilitación y Custodia, por no referirnos a los Ministros.

En los últimos cinco años, hasta septiembre de 2.004 han sido nombrados doce Directores Generales de Rehabilitación y Custodia, lo que significa un promedio de dos por año, y por lo menos siete Vice Ministros de Seguridad Ciudadana, Despacho de donde depende el sector de las prisiones. Esto representa una rotación muy elevada, que incide negativamente y constituye una de las principales limitantes para dar continuidad a los pocos programas que se inicien, e impide la elaboración y definición de la política penitenciaria.

Situación similar; pero más extrema, se observa en cuanto a la movilización de las autoridades directivas de los establecimientos de reclusión, donde se nombran en oportunidades durante un año, en un mismo centro hasta cuatro directores. El fenómeno obedece a la mala selección de los recursos humanos, que además se ha convertido en una constante para el sector y obviamente obstaculiza profundamente la gerencia del mismo.

La definición de competencias por cargo no se produce, no existe división de tareas; se usurpan las funciones de otros o se subrogan como algo normal y de manera permanente. No existe horizontalidad en cuanto a la administración de los recursos humanos; los paradigmas son sobre todo autocráticos; la autoridad es arbitraria y centralizada; no considera la participación de los equipos de trabajo en la toma de decisiones, y se delegan funciones más no la autoridad.

2.- PRINCIPIOS GERENCIALES PARA EL BUEN DESEMPEÑO DE UNA ORGANIZACIÓN

En las generalidades anteriores, se adelantaron algunos aspectos indispensables para lograr una gerencia organizacional eficiente. Para nutrir el contenido de esta temática es necesario hacer una revisión de algunos aportes elaborados por estudiosos del área directiva, a fin de comprender la distorsión que se presenta en la realidad y entender la gran diferencia con relación a lo que durante tanto tiempo se ha venido haciendo en la practica en el sector de prisiones.

Muchos autores coinciden en que los Recursos Humanos de cada organización representan el factor más importante para su crecimiento, evolución y transformación hacia la eficiencia y eficacia, bajo esta premisa resulta indispensable su incorporación activa en todo el proceso.

La visión anterior, implica también la necesidad de implementar mejores programas de selección, motivación y capacitación. Para Cornejo, "la educación debe formar parte del plan general de la dirección que cada empresa tiene para crecer y debe estar orientada a la obtención de mercados dándoles satisfacción al cliente, y no sólo como una responsabilidad más del área de relaciones humanas.

Si logramos que cada uno de los que formamos parte de una empresa realice sus funciones con conocimiento, calidad y con el fin último de cumplir con las expectativas de nuestros clientes, todo el dinero que invertimos en su entrenamiento se recuperará y nos dará beneficios a todos porque podremos ser competitivos en nuestros mercados y estaremos en posición de mejorar la calidad de vida de nuestros trabajadores." 45

Es obvio que de la calidad del personal con que se cuente dependerá en gran medida la calidad de la respuesta. En el caso de las prisiones, los equipos de trabajo deben prestar un servicio hacia personas que se encuentran recluidas y a los familiares de estos; pero en las instituciones de reclusión no se ha creado la cultura de la excelencia en la prestación del servicio, puesto que no se motiva ni actualiza al personal para que desarrolle su máximo potencial, siendo el ambiente laboral claro adversario del objetivo.

En muchas ocasiones, las mismas autoridades del sector no se aprecian motivadas. Como ya se ha dicho, en oportunidades desconocen la materia que está bajo su responsabilidad, por lo que no gozan de la credibilidad de sus equipos de trabajo. El nombramiento de los Directores Generales de Prisiones responde generalmente a compromisos políticos ó al amiguismo, antes que a la evaluación de capacidades gerenciales de los aspirantes al cargo, o a un proyecto de cambio.

Esto representa una muestra de la poca voluntad para formar al personal e integrarlo a los objetivos, debido a que los líderes no están comprometidos al logro de los mismos.

Frecuentemente los lideres desconocen o no se plantean objetivos a corto, mediano y largo plazo; pareciera que dejan muy poco tiempo para pensar sobre aspectos de importancia relevante, debido a que constantemente se dejan envolver por la crisis y se hacen parte de ella.

Al respecto de la necesidad de integrar los equipos de trabajo a los objetivos institucionales, y sobre los principios que deben guiar esta tarea, en términos de Dirección de excelencia, Cornejo hace unas reflexiones donde plantea aspectos muy interesantes, afirma que, "en la actualidad, el líder debe buscar fundamentalmente la armonía entre los intereses de cada individuo y los de la organización, obteniendo finalmente los objetivos corporativos?

En materia de liderazgo hay que entender que "triunfar no es lo más importante, es lo único", como anotaba Alejandro Dumas "nada triunfa como el triunfo". Ganar en cualquier actividad que se realice depende básicamente de una consagración absoluta a una meta bien definida.

El líder que aspire la Excelencia debe planear y delegar eficazmente para poder tener libre un 50% de su tiempo para ocuparlo en pensar, filosofar y decidir los asuntos importantes en su organización?

El camino es arduo y requiere de un gran deseo de superación para lograrlo y es indispensable que todo líder de Excelencia debe ser un excelente comunicador.

Es fundamental que el líder finque con sus superiores una relación franca, honesta y de armonía, servir sin llegar a ser servil. Esto se logra a través de la preparación constante, el trabajo arduo y una dedicación absoluta a cada tarea evitando la crítica y pérdida de tiempo con actitudes que vayan en contra de la corporación y sobre todo ofreciendo su lealtad a quien lo contrató."46

El autor señala la necesidad que el líder de una organización logre integrar a cada individuo del equipo de trabajo a los objetivos, motivando permanentemente el logro, maximizar los modelos de comunicación en un marco de relaciones donde estén presentes valores fundamentales como la honestidad y lealtad tanto a los superiores como a la misma empresa.

En el acontecer penitenciario, subyacen situaciones que se derivan de la falta de empeño en la implementación de un programa serio que permita la integración de los equipos de trabajo a los objetivos institucionales. Las amenazas y debilidades, dado el deterioro de la imagen institucional, sustraen a los equipos de la posibilidad de aprovechar las oportunidades, acumular y mejorar las pocas fortalezas.

En materia de liderazgo se destacan algunos casos; pero las desviaciones del proceso en general, limitan la acción de quienes apropiadamente avanzan. Los intereses oscuros representan una amenaza permanente y la actuación de las autoridades en ocasiones, en lugar de motivar logros, desmotiva.

Al referirse a la estructura de la empresa y los principios fundamentales, Pérez Moya expresa: "La estructura de la empresa es la forma en que ésta se divide en unidades más pequeñas y el modo en que dichas unidades se relacionan entre sí.

Los objetivos de la estructura son:

  • Mejorar la eficiencia mediante la especialización y la utilización adecuada de los recursos;
  • Coordinar las actividades de las distintas áreas. La necesidad de coordinación aumenta a medida que la empresa crece;
  • Controlar y contabilizar las actividades de la organización por área y grupos de trabajo;
  • Establecer un buen flujo de información;
  • Dotar a la organización de la flexibilidad necesaria para adaptarse a los cambios del entorno;
  • Facilitar la realización profesional y social de los miembros de la organización.

Los principios "clásicos" de una buena organización son:

  • El principio del objetivo: tanto la organización en su conjunto, como cada una de sus partes, deben asumir y expresar los objetivos establecidos;
  • El principio de especialización: la especialización aumenta la eficiencia, cada miembro de la organización debe asumir, en la medida de lo posible, una sola función;
  • El principio de coordinación: la organización debe coordinar a sus miembros para lograr unificar el esfuerzo;
  • El principio de autoridad: cada persona de la organización debe tener una línea clara de autoridad;
  • El principio de responsabilidad: la responsabilidad del superior de los actos de sus subordinados es absoluta;
  • El principio de definición: el contenido de las obligaciones de cada puesto de trabajo debe estar claramente definido;
  • El principio de coorresponsabilidad: para cada puesto de trabajo debe existir un equilibrio entre la responsabilidad y la autoridad delegada;
  • El principio de control: cada persona debe supervisar un máximo de cinco o seis subordinados;
  • El principio de equilibrio: las distintas unidades de la organización deben estar equilibradas entre ellas;
  • El principio de continuidad: la reorganización para mejorar la actuación de la empresa debe hacerse mediante un proceso continuo.

Algunos de estos principios, en particular los de especialización, control y continuidad, están siendo fuertemente cuestionados en la actualidad.

Una buena estructura debe estar totalmente enfocada al negocio y permitir la implantación de la estrategia de la empresa, asegurando:

  • Técnicas de gestión efectivas;
  • La adhesión del personal a los objetivos marcados;
  • La calidad del producto;
  • La formación de su personal y un sistema que permita promocionar los más capacitados para dirigirla.

Las consecuencias de una estructura deficiente pueden ser múltiples:

  • Disminuye la motivación: debido a la falta de claridad, a una delegación inadecuada, a la competencia interna, a sobrecarga de trabajo y la apariencia de arbitrariedad en las decisiones;
  • Aumenta los conflictos internos: debido a la falta de claridad en los objetivos y en las prioridades y a una coordinación deficiente;
  • Las decisiones se toman demasiado tarde: por falta de coordinación y por no disponer a tiempo de la información adecuada;
  • Falta de flexibilidad para adaptarse a los cambios del entorno: originada por la falta de planificación y una pobre coordinación entre marketing, producción y diseño;
  • Costes crecientes: debido a los efectos de las consecuencias anteriores, al crecimiento de la estructura, a la repetición de tareas y a la ineficiencia general."47

Como se aprecia en las recomendaciones anteriores, para que una organización se identifique como de excelencia, es necesario especializar y dar utilidad adecuada a los recursos, organizar y coordinar el funcionamiento de manera permanente, debiendo disponer de canales y modelos apropiados de comunicación.

Coincide este autor con el anterior al señalar la importancia de la sistematización y organización. La necesidad de integrar los equipos a los objetivos y la disposición de herramientas gerenciales que permitan generar un proceso de calidad, facilitando la profesionalización y promocionando a quienes muestran buen desempeño; donde además, deben estar definidos los grados de autoridad y la responsabilidad sea compartida.

Ello representaría el manejo de la información de forma oportuna, definición de planes y objetivos; identificación del equipo de trabajo, motivación del personal, delegación con eficiencia, y sobre todo, el conocimiento pleno de los lideres de la misión que debe cumplir la organización.

El apartarse de estos principios, trae como consecuencia todo un cúmulo de deficiencias como las que se aprecian en el sector de las prisiones; tal como lo señala el autor, las instituciones comienzan a confrontar dificultades en cuanto a la toma de decisiones inoportunas, conflictos internos en las organizaciones, desmotivación del personal, elevación de costos funcionales, e inflexibilidad por deficiencia en la planificación.

3.- DESACIERTOS EN LA GERENCIA EN EL SECTOR PENITENCIARIO NACIONAL

Desde el año 1.985 la Comisión para la Reforma del Estado C.O.P.R.E., con relación a la selección de los directivos de las empresas públicas del País y a su capacidad gerencial, indicaba: "Para el ingreso a cargos de libre nombramiento y remoción, entre los cuales de encuentran los niveles de gerencia media y alta (Jefes de División, inclusive hacia arriba) no se exige requisito alguno de capacidad profesional, con la única excepción de algunos cargos de jefes de División que aleatoriamente, han sido clasificados.

No están definidas las fuentes de reclutamiento, por lo que gran parte de esos cargos están cubiertos por personas que no provienen de las organizaciones, ni han hecho carrera, sino de fuentes externas a la administración.

No existe ninguna capacitación gerencial específica, ni existe organismo dedicado a la formación de gerentes públicos, que sirva como fuente de reclutamiento de los mismos y como instancia de selección sistemática y continua.

Al contrario de lo que sucede en toda empresa eficiente, tanto pública como privada donde, mientras mayor es la complejidad, responsabilidad, autoridad y jerarquía del cargo (y por ende, mayor riesgo, costo y consecuencias negativas de decisiones mal tomadas) mayor es el rigor selectivo, en nuestra administración pública nacional, justamente a esos niveles, se obvia toda la selección específicamente relacionada con las capacidades requeridas para el nivel de funciones a cumplir?

No existe proceso alguno de inducción para estos cargos que permita al ocupante reclutado externamente, conocer ni siquiera las normas administrativas que enmarcan y limitan su actividad (Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, Ley de Salvaguarda del Patrimonio Público, Personal, Presupuesto, etc.) ni el dominio de conceptos y técnicas gerenciales básicos de carácter público.

No existe evaluación de su rendimiento, ni expectativa institucionalizada de permanencia. El Gerente así nombrado sabe que su estadía en el cargo es forzosamente temporal y su actuación responde a intereses que pueden estar desvinculados de los de la organización en la cual trabaja y de los logros requeridos por la organización."48

Han transcurrido más de dieciocho años desde que la C.O.P.R.E. emitió estos pronunciamientos con relación al sector público. La gerencia de las organizaciones públicas aun cuando ha venido mejorando progresivamente al ser introducidas en algunas instituciones sistemas organizativos modernos, se ha involucrado a los empleados en el manejo de herramientas teórico practicas acordes; no es menos cierto, que sigue siendo en un porcentaje bien significativo del sector público todavía muy deficiente, inclusive en algunos casos más agravada, ni los intentos de reforma de la C.O.P.R.E., ni las iniciativas posteriores de los diferentes gobiernos han logrado mejorar la prestación de los servicios de las instituciones del sector público.

Lo anterior entre otras razones se debe a las serias fallas que existen en toda la estructura del Estado, donde la centralización constituye un mal histórico, prevaleciendo el clientelismo antes que cualquier otra cosa. En el sector penitenciario, como parte de la administración pública nacional se observan las mismas variables.

Como venimos señalando en el capitulo anterior, las fallas de la gerencia penitenciaria nacional se ubican desde el proceso de selección del personal, al no responder el mismo a la definición de perfiles y funciones, asignándose cargos desde los más bajos hasta los altos niveles de gerencia sin cubrir mayores requisitos.

En la materia de administración de los recursos humanos no existe rigidez en el cumplimiento de principios institucionales. La selección en ocasiones obvia la capacidad como requisito de ingreso. No se promueven los funcionarios que observan buen desempeño, tienen experiencia y conocen el asunto. Los individuos que asumen los niveles de gerencia, generalmente no provienen de la misma organización y en gran medida no poseen conocimientos gerenciales, lo que indica que no son gerentes, tampoco conocen los diferentes aspectos de la institución que les corresponde administrar.

Los nuevos gerentes no reciben inducción previa referida a la legislación que regula el sector, sobre procedimientos o planes; ello trae como consecuencia que se presentan grandes limitaciones al momento de confrontar situaciones criticas, las cuales son una constante en las instituciones de privación de la libertad.

Las decisiones sobre los nombramientos dependen sobre todo de las autoridades que se encuentren de turno, por lo que se ingresa a personas sobre todo por compromisos políticos y personales. La motivación y la capacitación permanente del personal no constituyen elementos de importancia en el sector.

En materia de planes, programas y proyectos, ya se dijo que existe una gran limitación debido a que la ausencia de medios y la falta de la cultura de la planificación no permiten prever las acciones a futuro. Prevalece la planificación defensiva para atender la crisis y la eventualidad; pero no se hace planificación preventiva que permita resolver las necesidades desde sus orígenes.

La constante crisis del sector involucra todos los ámbitos de competencia, lo usual es la gestión por espasmos; un ciclo de eterno retorno, que ocupa la atención consecutivamente y sólo conduce a la perdida de la eficacia, debido a que los lideres permanentemente se distraen en la problemática, ocupan poco tiempo para pensar y diseñar estrategias de acción que faciliten cambios significativos para el mejoramiento del sistema.

La presión de los reclusos y de la opinión pública, propician que las autoridades tomen decisiones apresuradas para dar respuesta a las eventualidades; las decisiones así tomadas, para nada resuelven los problemas a profundidad. Se invaden las competencias de un cargo a otro, la responsabilidad no es compartida; no se delegan actividades oportunamente; prevalece la utilización del poder en forma arbitraria; el manejo de los recursos humanos es muy empírico y deficitario; la comunicación en los diferentes niveles de autoridad es sumamente difusa y constantemente se generan contradicciones en las instrucciones que se imparten.

Una de las mayores debilidades que ha caracterizado al sector por muchos años, es la falta de conocimientos y habilidades gerenciales del personal directivo en un porcentaje significativo, se desconocen aspectos fundamentales de la planificación y existe enorme deficiencia para la administración de recursos humanos; por esto, resulta imposible que manejen acertadamente instituciones que permanentemente viven en crisis.

Desde las altas autoridades hasta los Directores de los centros de reclusión en un alto porcentaje no sólo desconocen elementos fundamentales referidos al funcionamiento y a la cultura carcelaria, sino también están desprovistos de herramientas teórico practicas.

Esto trae como resultado que existan debilidades para motivar los trabajadores y facilitar su identificación con los objetivos institucionales, en lugar de ello se aprecia que dadas esas limitaciones algunos directores de cárcel imponen sus criterios personales de forma arbitraria, desconocen el valor del trabajo en equipo, o son presa fácil de manipulación.

Para los efectos de este trabajo se sostuvo entrevistas con funcionarios de prisiones donde se tomó en cuenta desde Jefes de Departamentos de cárceles, Directores de centros, Jefes de Divisiones y Directores de línea de la Dirección General de Custodia y Rehabilitación, con el propósito de indagar sobre los conocimientos que estos trabajadores tenían sobre aspectos gerenciales dadas las responsabilidades que cumplían, como resultado se obtuvo que la mayoría adolecía de grandes limitaciones.

Para culminar puede afirmarse que no se aprecia la existencia de una visión de futuro en el sistema, las propias autoridades no tienen claros los objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo, no se observa una identificación y compromiso real con la institución y la misión que deben cumplir.

CAPÍTULO III

PROPUESTAS DEL ESTADO VENEZOLANO DURANTE LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS PARA SALIR DE LA CRISIS PENITENCIARIA

1.- GENERALIDADES

El Estado Venezolano, como responsable de la aplicación del régimen penitenciario, desde hace años conoce de la crisis profunda que viene presentando éste sector de la administración pública. Ante el acontecer, se ha venido manejando una cantidad de alternativas tendientes a superar la crisis, en ellas se han involucrado diferentes personalidades, instituciones y asociaciones civiles que muestran preocupación por la problemática, dado que vulnera significativamente Derechos Fundamentales a la población reclusa, compromete la responsabilidad del Estado y además deja ver que las instituciones involucradas en la Administración de Justicia, padecen de graves deficiencias.

Entre las referidas instituciones han estado presentes: la Fiscalía del Ministerio Público, los Tribunales, la Defensoría Pública, la Administración Penitenciaria, el Congreso de la República; recientemente la Asamblea Nacional Constituyente, la Asamblea Nacional, y la Dafensoría del Pueblo entre otras.

Con el propósito de cooperar, a las iniciativas se vienen sumando las Gobernaciones de Estado, las Alcaldías, la Iglesia, el I.N.C.E., algunos Ministerios como Educación y Salud, el Instituto Nacional de Deportes, variadas Asociaciones Civiles de Defensa de los Derechos Humanos y Organismos Internacionales y Multilaterales.

De las acciones que se han ejecutado como producto de compromisos de cooperación para atender la crisis que persiste; se pudiera concluir que en su mayoría han significado paliativos para superar eventualidades que los reclusos han provocado, dado los escándalos y la descredibilidad institucional que generan.

La intervención de las diferentes instituciones y actores de la vida nacional no ha logrado eficazmente la elaboración y definición de un plan serio, apropiado, duradero, moderno y coherente, sustentado en términos científicos en el marco de una política penitenciaria que genere respuestas reales a la grave situación, de lo cual dan muestras los hechos que día a día se viven en las cárceles.

2.- PROPUESTAS DEL MINISTERIO DEL INTERIOR Y JUSTICIA PARA ATENDER AL SECTOR PENITENCIARIO

El Ministerio de Justicia, actual Ministerio del Interior y Justicia, tiene a cargo la rectoría de los asuntos penitenciarios en representación del Ejecutivo Nacional, para ello, cuenta con las diferentes dependencias de la administración penitenciaria, correspondiendo la misión específica del tratamiento y seguridad penitenciaria actualmente a la Dirección General de Rehabilitación y Custodia, con toda una organización funcional que debe hacer posible la ejecución y supervisión de los programas.

Dadas las necesidades que presenta y, la crisis permanente en el tiempo, el Ministerio viene optando por diversas alternativas entre las que han destacado la realización de eventos interinstitucionales, donde se ha venido disertando sobre la problemática para plantear soluciones. Se ha celebrado convenios de cooperación en el orden interno e internacional. Planes Operativos internos; Cumbres Penitenciarias conformadas por múltiples representantes institucionales, etc.

Con el propósito de atender la problemática se han decidido declaraciones de Emergencia Penitenciaria; militarización de los centros de reclusión; implosión y derrumbe del Reten de Catia; cierre de algunos reclusorios; programas relámpagos de formación e inducción de agentes de seguridad y profesionales para el sector; remoción masiva de funcionarios, rotación de funcionarios entre los distintos centros penitenciarios, etc.

En este mismo orden de ideas, en oportunidades se han instrumentado reestructuraciones en el sector; eliminación de dependencias operativas y creación de otras; procedimientos de inteligencia; construcciones de nuevas cárceles; mantenimiento de instalaciones; dotaciones de equipos en oportunidades sin estudiar el contexto; procedimientos cíclicos de requisas con equipos conformados por grupos de Directores de Cárcel, y nombramientos de coordinadores por regiones para que atiendan grupos de cárceles, entre otras.

Hasta el presente, no se ha planteado la definición de un plan estratégico coherente, sustentable y sostenible, donde se definan objetivos, metas a corto, mediano y largo plazo, en el marco de una política penitenciaria fundamentada conceptualmente en la criminología y el penitenciarismo moderno; que además haya logrado el compromiso político y la asignación presupuestaria suficiente para superar la situación en términos reales y no para superar eventos coyunturales.

En los últimos años hemos conocido de proyectos como: Los Propósitos de Gestión del Ministerio de Justicia año 1.997, Patrón Estratégico de Gestión Penitenciaria 99/2.000, El Plan Bolívar 2.000 para el área penitenciaria y el Plan de Gestión de la Dirección General de Rehabilitación y Custodia del año 2.002, todos supuestamente dirigidos a superar la crisis penitenciaria del momento.

Además deben sumarse a los proyectos referidos, las iniciativas del Instituto Autónomo Caja de Trabajo Penitenciario y el Fondo de Edificaciones Penitenciarias, dependencias estas, que anualmente presentan sus planes de gestión, los cuales en su conjunto han resultado bastante ambiciosos en sus objetivos; pero muy débiles en la ejecución y en la obtención de resultados que den fe de cambios profundos y mejoramiento significativo del sector, por lo que se evidencia que representan más una respuesta política para el momento que la definición de un plan de trabajo real.

Los Propósitos de gestión del año 1.997, señalaban entre sus objetivos primordiales para mejorar operativamente el sistema, actividades como: Construcción de penitenciarías, recuperación y mantenimiento de las existentes para aumentar la capacidad de albergue de reclusos en 6.000 puestos. Ofrecer Oportunidades de Trabajo y Atención de los Servicios Básicos como: Alimentación, vestido, salud y tratamiento. Atención y vigilancia del recluso, mejorando la incorporación de los internos al trabajo, fomentando la participación de la familia, y tecnificación de los procedimientos de requisas para no violentar derechos a los visitantes como parte fundamental del tratamiento.

Además se planteaba la superación de las limitaciones en los traslados de reclusos a los tribunales y el fortalecimiento de la fiscalización y control con la creación de una Oficina de Fiscalización; que por cierto, ha existido desde hace décadas; pero ha dado las mayores muestras de incapacidad para el control de la corrupción carcelaria en los últimos años.

De igual manera planteó el proyecto, desarrollar un programa eficaz de archivo y certificación de antecedentes penales, mejorar la asistencia jurídica a los reos; revisar el proceso de otorgamiento de beneficios a reclusos para lograr la efectiva aplicación; la realización de un censo con la participación de las instituciones involucradas y los Colegios de Abogados, para actualizar la data correspondiente a la población reclusa; la asistencia religiosa; celebrar convenios de encomienda y descentralización; que por cierto, no se logró, se acabó con los existentes y se atacó contundentemente la posibilidad de descentralizar algún centro de reclusión.

El Patrón Estratégico de Gestión Penitenciaria 99/2000, Plan Operativo de Apoyo a la Programación de 1.999. Planteó su justificación al ser un instrumento que se enmarca en supuestas políticas Sectoriales definidas por el Estado Venezolano para lograr la estabilidad que el sistema precisa; convirtiéndose de esta forma en un elemento clave para la superación de la crisis.

El referido plan señalaba que la crisis del sector, era el producto de la falta de una visión global del sistema y la ausencia de una planificación estratégica, puesto que la planificación se sustituía por una constante gestión de emergencia; además, afirmaba que en el sistema se observaba una inadecuada organización administrativa y una falta de continuidad en la ejecución de los programas anuales.

El referido plan establecía como causas de la no-ejecución de la programación del año 1.998, el cálculo inadecuado de los costos de la programación; metas demasiado optimistas; falta de precisión en los objetivos específicos; falta de identificación de los responsables de la ejecución de los planes y falta de métodos técnicos en la planificación de la programación; pero no menciona que el plan de 1.998, e inclusive, todos los posteriores no contaban con los recursos financieros, materiales y humanos que les dieran viabilidad, siendo sus planteamientos idealistas y utópicos.

Entre sus objetivos principales el plan operativo pretendió:

  1. Respaldar los planes operativos programados y presupuestados para el sector para el periodo de gestión;
  2. Promover la Descentralización;
  3. Masificar la integración de los reclusos al tratamiento;
  4. Fortalecer las debilidades en cuanto a la ejecución de los convenios interinstitucionales nacionales e internacionales;
  5. Rescatar el respeto a la dignidad humana de los internos;
  6. Reforzar la seguridad dentro de los establecimientos de reclusión, incrementando el personal en porcentaje de uno (01) por cada treinta reclusos;
  7. Fomentar la superación del personal y;
  8. Garantizar al personal de vigilancia penitenciaria condiciones socioeconómicas estables.

Como aspectos importantes se previó la capacitación masiva del personal de régimen a través del I.U.N.E.P., y el incremento de este personal de vigilancia, según las siguientes metas: Año 2.000, doscientos (200) nuevos cargos de auxiliares de régimen para promover el mismo número de vigilantes a auxiliares, e incorporar doscientos (200) nuevos custodios previos cursos de capacitación anuales definidos para ese año en cuatro cursos.

Para el año 2.001, preveía crear cuatrocientos (400) nuevos cargos de vigilantes y ocho cursos de formación, para el año 2.002, crear cuatrocientos (400) nuevos cargos y ejecutar treinta y dos (32) cursos de formación de custodios.

Como se señaló en el capítulo número uno del presente trabajo, el personal de vigilancia cumpliendo efectivamente sus funciones, no supera los 350 custodios por grupo de guardia.

Con respecto a los cursos de capacitación, extrañamente se creó una Escuela de Formación que atendió la ejecución del Proyecto con la Embajada Británica, la referida Escuela funcionó hasta el año 2.002, con la culminación del convenio, que por cierto rebasó la meta.

Extraña la situación porque ya existía el Instituto Universitario Nacional de Estudios Penitenciarios (I.U.N.E.P.), el cual ejecutaba programas similares; pero se presume que tal Escuela fue creada obedeciendo los caprichos personales de las autoridades de prisiones para el momento.

Durante los años 2.000, 2.001 y 2.002 se realizaron cursos de formación en la Escuela referida y en el (I.U.N.E.P.); e improvisadamente en diferentes Estados con apoyo de la Guardia Nacional; pero en ningún caso, se ha logrado por lo menos el 20 % de estas metas, durante los años 2.002 y 2.003 se formaron un aproximado de 380 vigilantes.

Además del incumplimiento de la meta referida al personal de seguridad, el plan no logró ejecutar la mayoría de las actividades planteadas, puesto que no se hizo incremento de los puestos para reclusos a los seis mil (6.000) establecidos en la meta; las recuperaciones y acciones de mantenimiento fueron insignificantes; no se construyeron las penitenciarías planteadas y las iniciativas adelantadas como el caso de la Planta es totalmente contraria a principios mínimos de construcción carcelaria por motivos de seguridad. Esto se afirma, debido a que las instalaciones se aprecian sumamente peligrosas, el caso de "El Dorado" los trabajos logrados e inaugurados, por arbitrariedades de la Dirección de Prisiones, los reclusos las incendiaron y destruyeron.

Por otra parte, el personal profesional no se incrementó, los programas de tratamiento se debilitaron; los convenios de encomienda se irrespetaron y las gobernaciones desistieron de apoyar las cárceles encomendadas, la desasistencia y la violencia se hicieron extremas agravándose la crisis.

Días antes de terminada la gestión en cuestión, se pretendió engañar a la opinión pública a través de un encarte incorporado en un diario de circulación nacional denominado "Justicia al Día", donde se mencionaron una gran cantidad de logros que no eran reales.

Sobre la gestión de 1.999, la propuesta presentada por ese equipo para el año 2.000, y las mentiras del encarte en referencia, la Organización No Gubernamental de trabajo penitenciario de Defensa de los Derechos Humanos de los reclusos "Una Ventana a la Libertad", en fecha 26 de Enero de 1.999, informó a la opinión pública:

" A SÓLO 9 DIAS PARA ENTREGAR EL CARGO, EL MINISTRO HILARION CARDOZO PRETENDE JUSTIFICAR LA INCAPACIDAD DEL MINISTERIO DE JUSTICIA PARA CONTROLAR EL PROBLEMA PENITENCIARIO, MINTIENDO A LA OPINION PUBLICA.

Quienes estamos muy cerca del preso, y vivimos día a día la miseria descomunal a que éste es sometido, damos gracias a Dios porque todavía conservamos capacidad de asombro ante las insolentes pretensiones de las autoridades del Ministerio de Justicia, al insistir en justificar su incapacidad de gestión a través de los medios de comunicación, engañando a la opinión pública, cuando a escasos 9 días para entregar el cargo, el Ministro de Justicia, "cierra con broche de oro", su inoperancia en el control del problema penitenciario, con una publicación titulada "JUSTICIA AL DIA", encartada el Domingo 24-01-99, en un diario de circulación Nacional.

La referida comunicación debió causar una fuerte erogación al presupuesto con el que debe atender a los presos, en la cual anuncia una serie de logros alcanzados por el Ministerio en materia de organización y mejoramiento del funcionamiento carcelario, que tal como lo plantea, pareciera que durante su gestión resolvió casi en su totalidad la situación penitenciaria, cuando a los ojos de todas las personas que vivimos en este País y de la comunidad internacional se ha evidenciado por todas las vías la seria hipertrofia que agudiza cada día la problemática penitenciaria.

El ejercicio laboral nuestro, como profesionales del área penitenciaria, estaba situada en ese momento y en la actualidad en ésa área del funcionamiento carcelario, y por ende, se mantenía y mantiene estrecha cercanía a los Establecimientos Penitenciarios, a través de visitas que generan el contacto directo con la población reclusa, funcionarios penitenciarios, familiares de reclusos y otras personas involucradas en la problemática, por lo que se tiene una vivencia muy directa con relación a la situación que presentan los centros de reclusión; por ello, nos indignamos y nos permitimos efectuar algunas apreciaciones y observaciones, sobre estos supuestos logros y alcances de las actividades desarrolladas por el Ministerio, según lo señalado en la referida publicación.

A manera de introducción, se señalaba, "Hace un año y ocho meses el diagnóstico fue: nuestro sistema penitenciario es la expresión más antagónica de los postulados y normas consagradas en nuestra Constitución y de los valores y principios cristianos", y continua… "Hoy día, y como resultado del diseño y desarrollo de una política integral penitenciaria y de un arduo y esforzado trabajo en equipo, el diagnóstico es otro: un sistema penitenciario en vías de mejoramiento, con grandes e importantes cambios que lo conminan hacia la dignificación, el respeto de los derechos humanos y la rehabilitación integral."

Por supuesto la realidad penitenciaria nos sigue señalando que este antagonismo está presente, y su superación sólo existió en el sub-realismo mágico creado por el Ministro de Justicia para el momento, ya que con las condiciones materiales que se presentaban, se revelaba que en las cárceles se violentan los más elementales Derechos Humanos y se continúan vulnerando significativamente en la actualidad, ofreciéndose pocas posibilidades de rehabilitar al recluso.

Para corroborar la problemática del sector durante la referida gestión, bastaba con observar titulares en los diarios; sobre todo de la región capital., los cuales causaban estupor nacional e internacional, y parecía que no eran leídos o ignorados en el Ministerio de Justicia:

  • 21/01/99 Diario La Región "Riña a tiros en los talleres- Se matan dos presos en la Planta y otros cuatro resultan heridos".
  • Diario El Universal "Once muertos y ochenta y seis heridos deja motín en la Cárcel del Dorado".
  • 17/01/99 Diario El Nacional "El uso del uniforme no cubre el horror de las cárceles".
  • 14/01/99 Diario Ultimas Noticias "A la Dirección de Prisiones y Fiscalía General de la República, investigar a funcionarios que matraquean a internas del Retén de la Planta pidió Diputado Wilmer Suàrez.
  • 13/01/99 Diario El Universal "Derechos Humanos de la Fiscalía realizó una inspección sorpresa ? Hacinamiento y ocio persisten en la Planta".
  • 11/01/99 Diario El Universal "Mafia carcelaria ha impedido uniformar a los reclusos". El Ministerio de Justicia en el articulo reconoce su incapacidad para resolver el problema.
  • 08/01/99 Diario El Avance "Investigan a vigilantes del Retén de Los Teques ? Torturan a presos."
  • 29/12/98 Diario La Voz "Recrudeció violencia carcelaria en Guatire."
  • 30/11/98 Diario El Avance "Va un Muerto ? Alerta en el retén de los Teques ante epidemia de hepatitis viral."
  • 18/11/98 Diario El universal "Asesinado recluso en Táchira."
  • 20/11/98 Diario La Región "Lesionada mujer en el retén del INOF."
  • 12/11/98 Diario El avance "En el Internado Judicial ? Heridos dos reclusos en riña."
  • 25/09/98 Diario La Voz " asesinado recluso en el Retén de Yare."
  • 14/09/98 Diario La Voz " Ascendió a siete (07) cifra de muertos en el rodeo II."
  • 10/09/98 Diario El Universal "Se fugan diez presos del penal de Guárico."
  • 07/09/98 Diario la Voz "En el Rodeo II, Guatire – Más reclusos muertos en semana sangrienta."
  • 07/09/98 Diario La voz " Un recluso muerto y dos heridos durante reyerta en el penal de Yare."
  • 29/07/98 Diario La Voz " Ley del chuzo" cobra nueve heridos ? Envían presos al "matadero."
  • 26/08/98 Diario La Región "Dos presos muertos y 15 heridos dejó motín en cárcel de Maturín."

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