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Actividades Físicas para mejorar los niveles de condición física-salud en las Amas de Casa


Partes: 1, 2, 3

  1. Resumen
  2. Introducción
  3. Situación problémica
  4. Fundamentación teórica
  5. Métodos y procedimientos
  6. Análisis de los resultados
  7. Conclusiones
  8. Recomendaciones
  9. Bibliografía
  10. Anexos

Pensamiento

"Sin sol, no nacen las flores, sin amor no hay dicha, sin la mujer, no hay amor, sin la madre, no hay: sabios, poetas ni héroes"

José Martí Pérez

(1853-1895)

Resumen

Lograr que las amas de casa se incorporen a la práctica sistemática de actividad física planificadas es un desafío para cualquier profesional de la cultura física dada la importancia que tiene la mujer dentro del ceno familiar; cuya manifestación le permite tener un gran peso desde el punto de vista social como la guía de la célula fundamental de nuestra sociedad. En esta investigación se aplicó un programa de ejercicios físicos para contribuir a mejorar la condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara. Se utilizó una muestra de 23 amas de casa seleccionadas de forma intencional y no probabilística, empleándose métodos del nivel teórico como: histórico-lógico, analítico-sintético, sistémico estructural funcional; del nivel empírico: La observación, encuestas, experimento y estadístico-matemáticos, lo que nos permitió comprobar en la etapa diagnóstica que la totalidad de las amas de casa (100%) no realizaban actividades físicas organizadas ni planificadas, los resultados de las pruebas físicas aplicadas, flexibilidad, planchas abdominales y resistencia, reflejaron valores por debajo de la media entre el 82-100% de la muestra investigada. Luego de haberse implementado el programa de ejercicios físicos, el 100% de la muestra investigadas realizan actividad física, la totalidad de los informantes claves emiten criterios favorables y todos los valores de los indicadores de la condición física-salud mejoraron, evidenciando la efectividad del mismo, para una mejor comprensión los datos son plasmados en tablas y gráficos, arribando a las conclusiones y recomendaciones pertinentes.

Introducción

La comunidad, es hoy en día uno de los ámbitos esenciales donde la cultura física, el deporte y la recreación encuentran su razón de ser. Por lo tanto es imprescindible llevar la actividad física a ella, a través de los combinados deportivos.

Precisamente la comunidad, constituye la célula básica de todo análisis que se realice a la sociedad, por constituir la cantera en la que se sientan las relaciones humanas; y por tanto, toda una serie de factores conductuales vinculados al proceso de educación y formación del hombre.

En la búsqueda de un acercamiento al concepto de comunidad se constata la gran variedad de elementos que se subrayan para definirla, al mismo tiempo se observan diferencias en su concepción en dependencia de la arista específica que lo aborde, ya sea antropológica, psicológica, sociológica, del trabajo social, o de disciplinas derivadas de las anteriores. Otra diferencia de importancia está relacionada con los diferentes períodos o momentos en que cada autor ha hecho un análisis de la comunidad, en especial con el advenimiento de la modernidad y el surgimiento de las ciudades.

Varios autores han tratado de acercarse en distintas épocas a una definición más completa que ilustre la realidad social; sus criterios han abarcado mayormente elementos entre los que se encuentran los intereses comunes, la territorialidad compartida, los rasgos culturales, étnicos, religiosos, ocupacionales y otros, de lo cual se deriva una diversidad de sentidos al mismo concepto.

La problemática de la comunidad ha llamado la atención de los organismos internacionales tales como: Organización de Naciones Unidas (ONU), Organización de Estados Americanos (OEA), Organización Mundial de la Salud (OMS), los que se han pronunciado con relación al desarrollo comunitario, específicamente la ONU considera que el desarrollo del sentimiento de identidad con la comunidad y con sus propósitos y objetivos, es una preocupación para sustentar el desarrollo de la misma.

Desde épocas primitivas la actividad física ha sido inherente al hombre, debido a que de ella dependía su supervivencia (caza, pesca, agricultura,…); posteriormente, con el decursar de la vida, estas actividades donde el hombre derrochaba un gran caudal de energía ha sido sustituida por las máquinas o mejor dicho por los adelantos tecnológicos. Además de dicha mecanización del trabajo, se han automatizado las tareas domésticas, se han reducido las dimensiones de la vivienda, han disminuido los juegos populares y tradicionales de las calles, sustituyéndose por video-juegos y consumo de televisión, últimamente, el fenómeno de la informática ha favorecido un aumento del sedentarismo de la población, tanto en la jornada laboral como en sus desplazamientos y en el tiempo libre.

La capacidad de movimiento e interacción con el mundo que nos rodea, permite que la actividad física sea una práctica humana permanente en cualquier acción de nuestra vida como el trabajo, la escuela, el tiempo libre, las tareas cotidianas y familiares durante toda la existencia del hombre, de ahí su gran importancia y que constituya un factor a tener en cuenta a la hora de valorar la salud de las personas. (Devis, 1992)[1].

Al margen de dicha inactividad, Casimiro (1999)[2] plantea: La vida moderna ha conllevado otros cambios, entre los que destacan:

  • "Mayor contaminación ambiental (favorecido por el transporte motorizado, máquinas…)

  • Menos espacios verdes.

  • Bajada progresiva de la duración de la jornada laboral, por lo que aumenta el tiempo de ocio.

  • Cambios en la dieta (comidas más rápidas, congelados, etc.).

  • Estilo de vida sometido al estrés."

Estas circunstancias nos conducen a una situación en la que predomina la inactividad y como consecuencia de ella, una serie de patologías y alteraciones derivadas de esta hipocinesis: obesidad, atrofia ósea y muscular, aterosclerosis, alteraciones degenerativas cardiovasculares y del aparato locomotor, broncopatías crónicas, afecciones psíquicas, aumento del consumo de medicamentos, tabaco, alcohol y otras drogas, entre otras.

La mayoría de las enfermedades de los países desarrollados (aterosclerosis, osteoporosis, obesidad, procesos reumáticos, alteraciones cardiacas y metabólicas, etc.), que se pueden determinar como patologías del consumo, tienen su origen en el exceso de alimentos, tabaco, alcohol y fármacos, en la elevada presencia de factores estresantes, y en la ausencia, casi total, de actividad física. Así, según Marcos Becerro (1994)[3], la vida moderna se caracteriza por la existencia de 5 demasiados (tabaco, alcohol, drogas, comida y estrés) y 1 poco (ejercicio).

Todas estas circunstancias pueden ser modificables por el individuo o la sociedad, a través de la educación sanitaria, la medicina preventiva y el fomento del ejercicio físico y el deporte.

Estos factores y otros muchos, nos conducen a un estilo de vida, definido por Mendoza y col.(1994) como los patrones de conducta que caracterizan la manera de vivir, fruto de la interacción entre las condiciones de vida y el proceso de socialización, de forma que cada persona adopte, con respecto a la salud y de forma libre y voluntaria, hábitos positivos (alimentación equilibrada, ejercicio y descansos adecuados, etc.) o comportamientos negativos (drogas legales e ilegales, sedentarismo, etc.). Lo ideal es que la población se concientice e incorpore lo primero a su forma cotidiana de vivir y elimine lo segundo, aunque dichos hábitos tienen una gran influencia contextual y sociocultural, que va cambiando con el devenir de los años.

En este sentido, Sánchez Bañuelos (1996) identifica el no fumar y practicar actividad física, como los factores más importantes para un estilo de vida saludable. En definitiva, aunque existen múltiples estilos de vida saludables, el ideal es aquél que ayuda a añadir años a la vida (cantidad) y vida a los años (calidad), haciendo menos probable la aparición de enfermedades e incapacidades (D´Amours, 1988; Mendoza y col., 1994).

Indiscutiblemente, será menos complicado y factible modificar parámetros de conducta en edades tempranas que de adultos, ya que éstos tienen sus costumbres bien arraigadas. Además, debemos tener presente que los hábitos de ejercicio y salud se establecen en la infancia (Dishman y Dunn, 1988, citados por Dule, 2006)[4].

Situación problémica

El estado cubano en su contante preocupación por el ser humano y su desarrollo, no se ha quedado al margen de este nocivo fenómeno que nos ocupa, desde sus inicios ha expresado un cambio cualitativo; tanto en el concepto del hombre, como en el concepto de medicina para el hombre; siendo lo más importante la medicina preventiva, que ocupa hoy por derecho propio un lugar de primer orden en nuestro país. Dentro de la misma, las actividades físicas, juegan un papel determinante no sólo como medicina indispensable para un mayor grado de salud dinámica, sino para que con su práctica diaria mantenga las mejores condiciones. Además científicamente, aún en los casos de enfermedad, las actividades físicas, constituyen un elemento fisiológico y psicológico de rehabilitación, además de contribuir a su curación proporciona el equilibrio funcional e incorpora tempranamente al enfermo a la sociedad. (Dule, 2006)[5].

   A pesar que muchas ciencias han irrumpido en el ámbito del deporte y la actividad física con el objetivo de humanizar y consolidar esta actividad, cada vez se hacen más necesarios estudios sobre hábitos físico-deportivos de las poblaciones, que sirvan como punto de partida para instaurar las políticas adecuadas en el orden de llevar una correcta promoción, sin alejarse de los valores educativos y sociales que en ella van implícito.

Nuestro trabajo versa sobre el estudio de la práctica de actividad físico deportiva y la relación que tiene con niveles de condición física–salud en poblaciones desde el ámbito comunitario y pretende aportar una mayor base teórica en las relaciones entre la actividad física y la salud, con una gran actualidad en estos momentos.

En este sentido, luego de haber descrito y establecido la relación existente entre ambos componentes, la línea futura de trabajo consistirá en el cambio comportamental de la población objeto de estudio, siendo la propuesta abierta que queda tras la presente investigación.

Como ocurre en todas las etapas de la vida humana, durante la infancia se desarrollan las primeras tendencias a determinados comportamientos, concentrándose luego en intereses que durante la adolescencia se pueden convertir en categorías de valor decisivas para la vida futura. A estas también pertenece la actividad físico-deportivas" (Hahn, 1988)[6].

El hacerlo con amas de casa es brindarle atención a un sector poblacional generalmente olvidado, las mismas han adquirido múltiples patrones motrices, que de no haber sido educado correctamente durante la infancia, adolescencia y primera adultez limitarían el aprendizaje de habilidades y destrezas más complejas en edades posteriores. Del mismo modo, se considera que es un contexto donde se debe iniciar intervenciones preventivas, y además, persiste un deterioro en los contactos sociales, que podrían favorecer el inicio de determinadas conductas (sedentarismo) relacionadas con la falta de salud.

A nuestro juicio, el primer paso para desarrollar políticas y programas coherentes de intervención que promocionen la actividad física y otros hábitos saludables, es conocer previamente la situación inicial de partida (nivel de actividad física, costumbres, actitudes, etc.) de la población de destino. Teniendo en cuenta lo anteriormente planteado arribamos al siguiente problema.

Problema científico:

Insuficiente práctica de actividades físicas que contribuyan a mejorar los niveles de condición física-salud en las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

Objeto de estudio de la investigación: El proceso de práctica de actividad física.

Campo de acción de la investigación: Actividades físicas que contribuyan a mejorar los niveles de condición física-salud en los sujetos investigados.

Objetivo General.

Implementar un programa de actividades físicas que contribuya a mejorar los niveles de condición física-salud en las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

Preguntas científicas:

1. ¿Cuáles son los fundamentos teóricos-metodológicos que sustenta la práctica de actividades físicas y su contribución al mejoramiento de los niveles de condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara?

2. ¿Cuál es el estado actual en que se encuentra la práctica de actividades físicas de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara?

3. ¿Qué elementos incluirá el programa de actividades físicas que contribuya a mejorar la condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara?

4. ¿Cuál es la valoración de la implementación del programa de actividades físicas que contribuya a mejorar la condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta- Las Minas, Placetas, Villa Clara?

Tareas de investigación:

1. Fundamentación de los elementos teóricos-metodológicos que sustentan la práctica de actividades físicas y su contribución al mejoramiento de los niveles de condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

2. Elaboración de un diagnóstico respecto al estado actual de la práctica de actividades físicas en las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

3. Selección de los elementos que se incluirán en el programa de actividades físicas que contribuya a mejorar la condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

4. Valoración de la implementación del programa de actividades físicas que contribuya a mejorar la condición física-salud de las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

Aporte práctico: Está dado por el propio instrumento diseñado e implementado para llevar a cabo la investigación (el programa de ejercicios físicos que contribuya a mejorar la condición física-salud en las amas de casa objeto de estudio) que le ofrecemos a los especialistas en del subsistema de cultura física del INDER y profesores de educación física en el orden incorporar a la actividad física sistemática a todos los grupos poblacionales comunitarios.

Importancia y necesidad social: Se considera de gran importancia la investigación abordada al contribuir a través del programa de ejercicios físicos a mejorar la condición física-salud en las amas de casa objeto de investigación desde una perspectiva comunitaria, partiendo de de una situación problémica bien definida y solucionada sobre la base científico metodológica de la actividad física-salud. Con las premisas antes mencionadas se planificaron las actividades previstas para este sector de la población de la comunidad, en colaboración con las organizaciones políticas, de masas y otros organismos.

Novedad científica y actualidad: esta dada a partir de la elaboración e implementación de un programa de ejercicios físicos que contribuya a mejorar la condición física-salud en las amas de casa de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta Las Minas, Placetas, Villa Clara, a partir de las necesidades, características del lugar y aprovechamiento de los recursos naturales, sociales y económicos de la comunidad por los actores sociales objeto de estudios.

Estructura de la tesis: Contiene una introducción donde se aborda en sentido general el fenómeno abordado, exponiendo claramente las insuficiencias, situación problemática del tema en cuestión, el problema científico, objeto de estudio, objetivo general que pretende dar solución a la investigación, a partir del cual se hace el diseño teórico-metodológico de la investigación.

Capítulo I. Se expone la fundamentación teórico referencial sobre la comunidad, salud, práctica sistemática de actividades físicas, condición física-salud.

Capítulo II. Se dedica a la metodología seguida para el diseño del programa, los presupuestos asumidos para elaborar el mismo, diagnóstico del estado actual de la muestra y su implementación.

Capítulo III. Se analiza los resultados de los instrumentos aplicados para verificar la existencia de las problemáticas que justifican el estado actual del problema científico objeto de estudio de nuestra investigación, además se exponen claramente los resultados de los métodos empleados para demostrar el nivel de factibilidad del programa implementado en las amas de casas de la Zona 30, Consejo Popular Plazoleta-Las Minas, Placetas, Villa Clara.

La tesis culmina con las conclusiones, que se elaboraron de forma cualitativa-cuantitativa, teniendo en cuenta las preguntas y tareas científicas que se formulan en el contexto de la investigación, y las recomendaciones que se derivan de ellas; así como la bibliografía y anexos.

CAPÍTULO I.-

Fundamentación teórica

1. Aproximación a los conceptos básicos de la investigación.

1.1. Comunidad.

La comunidad constituye el entorno social más concreto de existencia, actividad y desarrollo del hombre. En sentido general se entiende como comunidad tanto el lugar donde el individuo fija su residencia como a las personas que conviven en ese lugar y a las relaciones que se establecen entre todos ellos.

La pertenencia a una colectividad definida como comunidad (en este caso vecinal) no excluye que, al mismo tiempo, el individuo pertenece a una clase social determinada, que se define por el lugar que ocupa dentro del sistema de relaciones de producción establecido; como también pertenece a un grupo social más pequeño y estable, la familia, al que está unido por lazos de parentescos.

Esta diversidad de pertenencia implica un serio problema para la investigación sociológica, por cuanto los intereses de unos y otros grupos no siempre resultan coincidentes, como tampoco los sentimientos de pertenencia e identificación se manifiestan con igual intensidad.

El filósofo alemán Karl Marx se refirió a la comunidad primitiva como la forma más antigua de organización social. "Ampliación de la familia", la comunidad fue en sus orígenes nómada y pastoril antes de la aparición de la agricultura. Para Marx, la división del trabajo en las comunidades es muy limitada, casi inexistente, ya que su objetivo no es la producción, sino la subsistencia de la colectividad humana.[7]

Fue, sin embargo, su colega alemán Ferdinand Tönnies quien construyó el tipo ideal de comunidad. Tönnies hizo referencia a la "voluntad orgánica" vinculada a este tipo de organización social, que se constituye de tres formas: Por placer, por hábito y por la memoria. En estas tres formas se apoya la división clásica de las comunidades: Comunidades de sangre (la más natural y primitiva, de origen biológico, como la tribu, la familia o el clan), comunidades de lugar (cuyo origen es la vecindad, como las aldeas y asentamientos rurales) y comunidades de espíritu (su origen es la amistad, la tradición y la cohesión de espíritu o ideología).

1.2. La mujer en la historia.

Alrededor del año 2000 a.c., las mujeres podían emprender negocios o trabajar como escribas en la antigua Ciudad de Babilonia. Pero en las sociedades primitivas las mujeres de las clases sociales privilegiadas quedaban relegadas al hogar y las mujeres trabajadoras eran ya esclavas, ya plebeyas semi-libres que trabajaban en labores poco cualificadas o que ejercían la prostitución. En la antigua Grecia, las mujeres trabajaban fuera del hogar como vendedoras de sal, higos, pan y cáñamo; como costureras, enfermeras, cortesanas, prostitutas, lavanderas, zapateras y ceramistas. Las ocupaciones de las mujeres eran similares en Asia y en América. En la India, las mujeres trabajadoras picaban piedras para hacer carreteras y empeñaban largas jornadas laborales tejiendo.

El Siglo de las Luces (con su énfasis político en la igualdad) y la Revolución Industrial (que originó enormes cambios económicos y sociales) crearon un ambiente favorable a finales del siglo XVIII y principios del XIX para la aparición del feminismo y de otros movimientos reformadores. En la Francia revolucionaria los clubes republicanos de mujeres pedían que los objetivos de libertad, igualdad y fraternidad se aplicaran por igual a hombres y mujeres. Pero la aprobación del Código Napoleónico, basado en la legislación romana, cortó en Europa cualquier posibilidad reivindicativa en ese sentido. En Inglaterra, Mary Wollstonecraft publicó una reivindicación de los derechos de la mujer (1792), el primer libro feminista que pedía la igualdad en un tono decididamente revolucionario.

En muchos países la mujer, ayudada por la Comisión de las Naciones Unidas para el Estatus de la Mujer (creada en 1946), ha conseguido nuevos derechos y un mayor acceso a la educación y al mercado laboral. Sin embargo, la llegada de la industrialización en los países no occidentales ha destruido algunas medidas económicas tradicionales favorables a la mujer, ofreciendo como único empleo el trabajo mal pagado en fábricas. Al mismo tiempo la aparición del fundamentalismo religioso (por ejemplo, en el mundo Islámico) ha producido rebrotes de las prácticas opresivas contra la mujer. Los movimientos feministas en los países en vías de desarrollo han intentado mejorar el estatus social de la mujer a través de campañas contra los códigos legales y sociales discriminatorios como el purdah (aislamiento de mujeres) en Arabia y en las sociedades Islámicas y el sistema de dotes en India, oponiéndose a la mutilación genital femenina. En África, donde más de dos terceras partes de los alimentos del continente son producidos por mujeres, se han adoptado para ellas medidas de formación y preparación en tecnología agrícola.

La ONU proclamó 1975 como "Año Internacional de la Mujer", a la vez que se iniciaba un programa denominado "Década para la Mujer", y en 1975, 1980, 1985 y 1995 se han celebrado importantes conferencias mundiales.

La estructuración del enfoque de género toma particular impulso a partir de la conferencia mundial de naciones unidas sobre población y desarrollo celebrada en El Cairo en 1994, donde se subrayó la necesidad de potenciar la contribución de la mujer al desarrollo sostenible de los países, en un plano de equidad, y mediante su plena participación e intervención en todos los aspectos. En Cuba a raíz del desarrollo de una alta participación social que han propiciado una alta movilidad ascendente de los individuos y grupos de población, particularmente a la mujer, constituyen las principales condicionantes del desarrollo que ha experimentado la familia, la mujer y las niñas cubanas en cuatro décadas desde el punto de vista legal, la situación de la mujer en la vida social y económica en igualdad de derechos con el hombre, queda recogida en diversas leyes y de manera clara en la carta magna del país, proclamada, mediante referendo, el 24 de febrero de 1976 y perfeccionada mediante reforma constitucional en julio de 1992. Otras leyes constitutivas de derechos aparecen en la ley de seguridad social, el código de familia, el código trabajo, la ley de maternidad.

En Cuba, el significado del aumento en la proporción de hogares dirigidos por mujeres es diferente, dado que en expresión de los cambios que ha experimentado la mujer en la sociedad y por ende, dentro de la familia. Al observar algunas características socio-demográficas de los jefes de núcleo se constata que, en función de la situación conyugal, por ejemplo, se produce un aumento de la proporción de jefas de número que mantienen un vínculo conyugal estable 47,4%, lo que podría considerarse como expresión de un mayor reconocimiento de su papel en el seno de la familia. Esto se confirma por el hecho de que el 24% de los núcleos familiares donde están presentes ambos miembros de la pareja, tiene como jefe de núcleo a una mujer. De aquí podemos observar el peso que tiene la mujer en el hogar, que es la guía conductora de la célula fundamental de nuestra sociedad que es la familia, en la cual apartándose de todo el devenir histórico, carga con este centro de trabajo, que es la casa, un lugar de gran fuente de labor cotidiana, donde hay que tener un gran nivel de desempeño para saber llevarlo, un lugar donde se encuentra en constante monotonía y aporta muy poco a la calidad de vida, el bienestar y las relaciones personales. Podemos observar de manera general que la mayoría de las mujeres consumen su mayor tiempo solamente con la responsabilidad de la familia y el hogar, lo que esto les deja muy poco de tiempo libre para su uso y beneficio.

Para poder entender y aplicar los nuevos enfoques sobre la actividad física y la salud es de vital importancia conocer ciertos términos y conceptos utilizados con mucha frecuencia por la mayoría de los especialistas en la temática.

1.3. Conceptualizando la salud.

La idea de que la salud es un estado de bienestar positivo, más allá de una mera ausencia de enfermedad, encierra algo que no se puede dejar de tener en cuenta. Hoy se tiende a pensar que la salud debe ser algo más que la ausencia de enfermedades. Se ha generalizado un concepto de salud entendido positivamente, como posesión de ciertas cualidades o potencialidades. Y durante la década de los ochenta se ha intensificado la búsqueda de indicadores de salud positiva; con el fin de promover la salud; intento que ha sido estimulado por la OMS. Sin embargo, para los profesionales de la educación física el entender la salud como carencia de enfermedad, sería tener una visión estática del concepto. Pues la salud se ha de convertir en un concepto dinámico, cambiante, mudable en función de que cuidemos, mantengamos y mejoremos sus niveles. Torres (2000)[8] y Collado Fernández (2005).

1.3.1. La salud un concepto dinámico.

En la actualidad pocas personas sabrían definir el término salud correctamente, la dificultad radica en no considerar el término salud simplemente como la ausencia de enfermedad, sino como algo mucho más complejo, donde la sensación de bienestar, la capacidad para ejercer toda clase de funciones, e incluso la de contribuir a la felicidad de los semejantes, tienen un sitio reservado.

La preocupación por el valor de la salud no es nueva, sino que desde antiguo ha sido una de las grandes preocupaciones de la humanidad. El concepto de salud generalmente se ha identificado durante mucho tiempo con el de normalidad, pero definir este concepto desde el punto de vista biológico, es bastante complejo debido a las connotaciones que tiene, tanto física como psíquicamente.

Hasta 1948, se entendía como la ausencia de enfermedad física. El principal responsable de eliminar esta enfermedad es el médico y por lo tanto existe un papel pasivo del enfermo a lo largo de su etapa evolutiva.

La Organización Mundial de la Salud (OMS)[9] en 1948, define la salud como el "estado de bienestar completo físico, psíquico y social; y no la simple ausencia de enfermedad o invalidez". Según se desprende de esta definición, se puede observar que es bastante difícil cuantificarla, pues depende en gran medida de aspectos subjetivos.

Por primera vez, dentro del estado de salud se delimitan tres aspectos o componentes distintos (físico, mental y social) pero que a la vez están claramente interrelacionados.

Las directrices de la O.M.S., formuladas en 1977 en Ginebra, señalan que el acceso a la salud es uno de los derechos fundamentales de toda persona (independiente de raza, religión…) y propone a todos los gobiernos la posibilidad de alcanzar para todos los habitantes de la Tierra un nivel de salud que les permitiera llevar una vida social y económicamente productiva.

Diferentes definiciones ponen énfasis en algunos de los componentes del concepto global de la OMS.

Salleras, M. y colaboradores (1985)[10] consideran que la salud es: El nivel más alto posible de bienestar físico, psicológico y social, y de capacidad funcional, que permitan los factores sociales en los que vive inmerso el individuo y la colectividad.

Perea (1992)[11] matiza más la dimensión social, en cuanto a la capacidad para desenvolver las facultades personales en armonía y relación con su propio entorno.

Rodríguez Marín (1993)[12] considera que, la salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino que ha de ser entendida de una forma más positiva, como un proceso por el cual el hombre desarrolla al máximo sus capacidades actuales y potenciales, tendiendo a la plenitud de su autorrealización como entidad personal y como entidad social.

Corbella (1993)[13] comenta que, en el congreso de médicos y biólogos de lengua catalana, se definió la salud como "una manera de vivir cada vez más autónoma, más solidaria y más gozosa".

Marcos Becerro (1995)[14], entiende el concepto de salud como algo que nos viene dado, en gran medida por nuestra herencia genética. La salud es un bien, el cual suele ser poco apreciado hasta que se pierde, pero muy deseado cuando se carece de él.

1.3.2. La Promoción de la salud.

El fomento y la promoción de la salud, definida en 1985, por la oficina regional para Europa de la O.M.S. como "El proceso de capacitar a los individuos y a las comunidades, para que estén en condiciones de ejercer un mayor control y mejorar todos los determinantes y factores que influyen en el mantenimiento y/o mejora de la salud".

La promoción de la salud constituye un proceso social global que abarca no solamente las acciones dirigidas directamente a fortalecer las habilidades y capacidades de los alumnos y alumnas, sino también las dirigidas a modificar las condiciones sociales y ambientales, con el fin de mitigar su impacto en la salud colectiva e individual. La promoción de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar su control sobre los determinantes de la salud y en consecuencia, mejorarla. La participación de todo el colectivo educativo, profesores, padres, administración…, es esencial para sostener la acción en materia de promoción de la salud.

Pero, situando a la salud en el contexto amplio de la educación, desde un planteamiento educativo global, cuya finalidad es el desarrollo armónico e integral de la persona, la salud es un recurso para la vida, no su finalidad, dado que queremos estar sanos para vivir.

Pero además, para nosotros, la práctica de actividad física debe convertirse en una experiencia positiva y satisfactoria; si pretendemos desarrollar las actitudes hacia la actividad física.

Peiró Velert (1999)[15] plantea que "muchos profesionales de la educación física no estamos acostumbrados a tener presente los beneficios de la actividad física para la salud, debido a la gran influencia que ha ejercido y ejerce el rendimiento físico y el habilidosismo en nuestra profesión". Sin embargo, la promoción de la actividad física y la salud en la vida cotidiana está vinculada a la participación y no al rendimiento. Pensemos que este último está más próximo al elitismo de la condición física y la habilidad, mientras que el primero lo está a la visión participativa de la actividad física.

Siguiendo los criterios establecidos en la Carta de Ottawa (1986) emitida por la OMS, se define el término promoción de la salud como el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre la misma para poder mejorarla.

En dicha carta ya en el 1986 se recogían las siguientes cinco áreas prioritarias de acción en promoción de la salud pública, entendida ésta como el arte de promover, prevenir la enfermedad y prolongar la vida, en un intento de vivir más años y vivir cada año con más calidad:

  • Establecer una política saludable.

  • Crear entornos que apoyen la salud.

  • Fortalecer la acción comunitaria para la salud.

  • Desarrollar las habilidades personales

  • Reorientar los servicios sanitarios.

Autores como Petlenko y Davidenko, (1998)[16]; entre otros, coinciden al señalar cuatro variables, interaccionadas entre sí, como parámetros determinantes de la salud de la persona:

  • Biología humana: Genética, envejecimiento, etc.

  • Medio ambiente: Contaminación ambiental, ruido, etc.

  • Estilo de vida: Determinado por los hábitos de comportamiento, siendo el factor más influyente en la salud pública.

  • Sistema de atención sanitaria: Hospitales, médicos, etc.

Estos referentes indican, de forma aproximada, que el estilo de vida influye un 50%, el medio externo un 20-25%, la genética un 15-20%, y el sistema de atención sanitaria un 10%, aunque estos porcentajes van a depender de la enfermedad que se trate (por ejemplo, en la cirrosis hepática, el estilo de vida puede llegar a influir hasta en un 70%).

La Declaración de Yakarta de 1997 identifica cinco prioridades para la promoción de la salud en el siglo XXI:

  • Promover la responsabilidad social para la salud.

  • Incrementar las inversiones para el desarrollo de la salud.

  • Expandir la colaboración para la promoción de salud.

  • Incrementar la capacidad de la comunidad y el empoderamiento de los individuos.

  • Garantizar la infraestructura para la promoción de la salud.

Como vemos la responsabilidad y la educación en otros valores que forman y dan identidad a la persona van a ser fundamentales para la promoción de la salud, y por tanto la educación para la salud y los centros educativos entre otras instituciones, van a desempeñar un papel fundamental el la promoción de la salud.

En definitiva, la salud, como derecho de toda persona, es casi imposible de cuantificar, e incluso de definir, ya que es un concepto subjetivo (sentimiento individual), relativo (no hay un modelo fijo estándar y absoluto), dinámico (en función del contexto), e interdisciplinar (médicos, psicólogos, educadores, políticos, tienen que trabajar al unísono). Esta debe ser fomentada por las instituciones, las cuales deben favorecer la adopción voluntaria de sanos hábitos, ya que en ocasiones, la pérdida de la salud se origina por causas ajenas a la voluntad del individuo; pero en otras son los hábitos, libremente escogidos por la persona que la producen.

1.4. Conceptualizando: Actividad física, ejercicio físico y condición física.

1.4.1. Actividad física, ejercicio físico.

En la actualidad, aún existe confusión sobre los conceptos de actividad física y ejercicio. Una gran cantidad de profesionales y educadores en salud intercambian estos términos como sinónimos. Esta confusión estuvo presente por muchos años entre los investigadores epidemiólogos (Taylor, 1983)[17]. No fue hasta la publicación del artículo de Caspersen, Powell y Christenson (1985)[18] donde se propuso una definición estándar para los conceptos de actividad física, ejercicio y deporte.

Tabla 1.- Principios del modelo de actividad física.

  • Las personas inactivas pueden mejorar su salud a través de actividades físicas moderadas diarias.

  • Actividades físicas regulares reducen los riesgos de salud vinculados con las primeras causas de enfermedad y muerte en los Estados Unidos de Norteamérica (aplicable a Puerto Rico).

  • Aumentando la cantidad de actividad física asegura el logro de mayores beneficios de salud.

Tabla 2. Conceptos básicos relacionados con el nuevo enfoque sobre el impacto de la actividad física regular en la salud pública

TÉRMINO

DESCRIPCIÓN

Actividad física

Cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que resulta en gasto energético.

Actividad física moderada

Aquella actividad que resulta en un gasto energético fluctuando entre 3 a 6 METs, ó de 150 a 200 kilocalorías (kcal) por día.

Ejercicio

Aquella actividad física planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin, para el mejoramiento o mantenimiento de uno más de los componentes de la aptitud física.

Aptitud física

Conjunto de atributos que las personas poseen o alcanzan relacionado con la habilidad para llevar a cabo actividades físicas.

NOTA. Adaptado de: "Physical Activity, Exercise, and Physical Fitness: Definitions and Distinctions for Health-Related Research," por: C. J. Caspersen, K. E. Powell, y G. M. Christensen, 1985, Public Health Reports, 100(2), p. 129; "Physical Activity and Health", por U.S. Department of Health and Human Services, 1996: 2.

Para los investigadores (Blair y col., 1992)[19], actividad física "representa cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que tiene como resultado un gasto de energía, como por ejemplo, subir escaleras, hacer las tareas del hogar o andar" De esta manera, se adapta a las posibilidades de todas las personas, permitiendo obtener beneficios saludables con la realización de alguna actividad, donde lo importante es el consumo energético que la misma lleva implícita (Devís y Peiró, 1993)[20].

Actividad física moderada es aquella que resulta en un costo energético entre 3 a 6 METs, ó de 150 a 200 kilocalorías (kcal) por día. Cuando se habla de inactividad física, se hace referencia a patrones de estilos de vida sedentarios. (Pate et al, 1995)[21].

Por el otro lado, ejercicio es aquella actividad física planificada, estructurada, repetitiva y dirigida hacia un fin, para el mejoramiento o mantenimiento de uno más de los componentes de la aptitud física. (Caspersen, Powell & Christenson, 1985)[22].

Un ejercicio físico de baja intensidad se define como aquel que se encuentre entre 40-50% del consumo de oxígeno máximo (VO2máx) o frecuencia cardíaca de reserva (FCresv), ejercicios durante el cual la persona es capaz de hablar. Estas intensidades son recomendadas para poblaciones con condiciones crónicas-degenerativas (cardiopatías coronarias), y envejecientes, particularmente porque reducen los eventos coronarios fatales y no fatales, y aumentan las lipoproteínas de alta densidad (Pollock, M. L., et al, 1994) citado por Dule (2006)[23].

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