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El “factor” Bernanke: otro “Maestro” que se cae del tabernáculo (página 8)

Enviado por Ricardo Lomoro


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9

Por último, "la FED puede inyectar dinero en la economía de otras maneras. Por ejemplo, la Reserva Federal tiene autoridad para comprar deuda de gobiernos extranjeros, así como la deuda pública interna".

Roosevelt

Pese a todo, el propio Bernanke reconocía entonces que, en la práctica, existe una "preocupación importante" a tener en cuenta con este tipo de políticas, ya que resulta "difícil calibrar los efectos económicos de este tipo de inyecciones de dinero no convencionales, dada nuestra relativa falta de experiencia con este tipo de políticas".

Y, entre otras perlas, concluye su intervención citando un precedente histórico en EEUU: la devaluación del dólar efectuada por Roosevelt en 1933-1934: "Ha habido momentos en que la política cambiaria ha sido un arma eficaz contra la deflación", señala Bernanke. "Un ejemplo sorprendente de la historia de EEUU es la devaluación del 40% del dólar frente al oro efectuada por Roosevelt en 1933-34, gracias a un programa de compras de oro (el Gobierno incautó y prohibió la circulación de oro entre agentes privados) y la creación de dinero interno".

Según Bernanke, "la devaluación y el rápido aumento de la oferta monetaria puso fin a la deflación con notable rapidez. De hecho, la inflación de precios al consumidor en los Estados Unidos pasó del -10,3% en 1932 y el -5,1% en 1933 al 3,4% en 1934. La economía creció fuertemente y, por cierto, 1934 fue uno de los mejores años del siglo de la bolsa de valores". Pese a ello, no cuenta que poco después la economía de EEUU volvió a caer en la recesión (la Gran Depresión de extendió hasta después de la Segunda Guerra Mundial).

En resumen, hasta ahora Bernanke ha cumplido su guión, consistente en depreciar (destruir el valor del dólar) de forma artificial. Su anuncio del 21/7/10 era esperado por numerosos analistas. El presidente de la FED admite estar dispuesto a utilizar todo su armamento monetario en caso de que la deflación y la recesión vuelvan a EEUU. Por el momento, Bernanke ha dejado claro que su intención es seguir destruyendo el valor del dólar con tal de salvar a la banca y expandir nuevamente el crédito

– La danza de los "billones" (Bernanke y el peligro de una muerte por sobredosis)

"The Fed will eventually move to additional monetary stimulus via asset purchases or other unconventional measures", Hatzius said in a radio interview today with Tom Keene on "Bloomberg Surveillance". Should the Fed opt for more securities purchases, he said, there is "no point in doing anything less than" $ 1 trillion.

Fed policy makers on Aug. 10 made their first attempt to bolster the economy in more than a year, saying they will maintain their holdings of securities at $ 2.05 trillion to prevent money from draining out of the financial system. The Federal Open Market Committee, in its statement, said "the pace of recovery in output and employment has slowed in recent months"… (Bloomberg – 24/8/10)

O el Economista Jefe de Goldman Sachs en USA se ha vuelto loco o nos espera un Quantitative Easing enorme. Según afirma Jan Hatzius a medida que la situación económica se vuelva peor la FED tomará una decisión, o comprar activos financieros (por lo que han hecho hasta ahora serían MBS y treasuries la mayor parte) o quizá algún otro tipo de medida extraordinaria. Pero avisa, ojo a esto, que en caso de optar por la primera medida no tendría sentido hacer compras menores a UN BILLÓN (o un trillón anglosajón). La cifra es tan extravagante que es difícil de asimilar, actualmente el balance de la FED es de unos 2.5 billones, ¡el balance completo! Así que estamos ante palabras mayores, al escucharlas ya no resulta tan extraña la actuación de los "bonistas"

(Buscando respuestas) En primer lugar, debe recordarse que la crisis actual se debe principalmente a las políticas de dinero fácil de los bancos centrales después de 2001, las cuales generaron importantes distorsiones en las estructuras productivas de las distintas economías (por ejemplo, la burbuja inmobiliaria) y prácticas financieras muy arriesgadas (por ejemplo, sobreapalancamiento).

– Una foto panorámica tomada desde el helicóptero de Ben

edu.red

La crisis es el periodo doloroso, pero inevitable y necesario, en el que deberían corregirse estas distorsiones. Cuanto más tiempo se retrase este periodo de reajuste, más tarde podrá comenzar un periodo de recuperación económica sólida.

Por ello, algunos piensan que el camino adecuado no es volver a unos tipos de interés artificialmente bajos, ya que ello podría acarrear nuevas distorsiones que deberían ser asumidas en el futuro. Como decía recientemente Thomas Hoenig, presidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas City y principal disidente de las opiniones de Bernanke dentro de la FED, "ojalá el dinero gratis fuese realmente gratis y que existiese un método indoloro para pasar de una profunda recesión y un alto apalancamiento a un crecimiento económico sólido y sostenible, pero no existen atajos".

Para evitar la trampa de liquidez, Ben nos propone el "opio" del riesgo moral… y más allá… ¿la hiperinflación? Que Dios nos pille confesados. Sólo nos queda rezar.

– Bernie: de sospechoso habitual a presunto delincuente (un diálogo "imperdible")

John Hussman uno de los mejores gestores de fondos y una de las mentes más brillantes de Wall Street, relató en una de sus recientes cartas (20/9/10), un duro diálogo en el Senado americano entre el congresista republicano Scott Garrett y Ben Bernanke

Garrett: (dirigiéndose a Bernanke) Usted compró más de un trillón (anglosajón) de dólares de la deuda de GSE (Government-Sponsored Enterprises), y hasta ese momento, en circunstancias normales, en el balance de la FED solo habían los bonos del Tesoro, o si había algún otro activo, siempre tenían firmado un pacto de recompra de dichos títulos en su hoja de balance con un tercero (Repo). Actualmente, en torno a dos tercios del balance de la FED están en deuda de GSE.

Bernanke: Así es.

Garrett: Así que de momento están garantizados – ¿no sabemos realmente si son deuda soberana o no – pero sí que están garantizados por el gobierno de los EEUU, pero sólo hasta cuando lo están? 2012, ¿verdad? Después de eso, el Congreso podría tomar otra decisión, y entonces llegados a ese punto, posiblemente estos activos – dos tercios de su balance – no estarían garantizados por el gobierno federal. Vamos a ver…. usted no tiene una… ¿tiene usted un pacto de recompra en esos activos, firmado con alguien?

Bernanke: No sé qué quiere decir con un acuerdo de recompra. Somos dueños de dichos valores.

Garrett: Usted es el propietario de esos valores, ¿no es así? Así que no hay pacto de recompra con alguien externo, para volver a recomprarlos. Son de su propiedad.

Bernanke: Cierto.

Garrett: Así que después de 2012, si ya no fuesen garantizados, ¿es justo decir que es posible que en ese momento la FED estaría aplicando una política fiscal, que sería básicamente la creación de dinero? Y sé que usted estaría de acuerdo en que este sería un actuación inconstitucional de la FED, al participar en la política fiscal – Entonces, ¿dónde va a estar usted en 2012 si hay que aplicar una quita (pérdida) porque estos activos ya no estarían garantizados?

Bernanke: Bueno, en primer lugar desde la perspectiva del gobierno, yo, ehhhh, como un acto que, ehhhh, la Reserva Federal podría perder el dinero que el Tesoro podría ganar. No habría ningún cambio (pérdida o ganancia), en términos consolidados en la posición del gobierno de EEUU… En segundo lugar, el acto de la Reserva Federal explícitamente da…

Garrett: ¿Cómo podríamos estar nosotros ganando? ¿Cómo estaría el Tesoro ganando?

Bernanke: Bueno, si hay una hipoteca impagada y el Tesoro… se debe aportar pongamos $ 10, si el Tesoro se niega a hacerlo, entonces la FED perdería $ 10, por lo que de una u otra manera el gobierno va a perder $ 10. Pero sólo quiero decir dos cosas, una es que creo que, eh…

Garrett: ¿Pero si usted no los hubiera comprado en su día, nada de esto habría ocurrido? No se habrían creado estos $ 10. Ahora como usted los compró, en esencia, si no los respalda, entonces usted tendrá que crear adicionalmente $ 10.

Bernanke: Bueno, espero que no suceda, porque creo que es muy importante para la estabilidad financiera y la confianza que nosotros, que nosotros le garantizamos…

Garrett: Vamos a jugar al caso hipotético de que esto ocurre.

Bernanke: Bueno, entonces la FED podría perder dinero allí. Sin embargo, permítanme señalar que la Ley de Reserva Federal, que no ha invocado ninguna de emergencia o de poderes extraordinarios para comprar esos organismos. Queda expresamente en la Ley de la Reserva Federal, que podemos comprar bonos del Tesoro o títulos de las agencias y por lo que no hicimos nada raro allí.

Garrett: ¿En qué situación estaban cuando se los compró? ¿Estaban en tutela en ese momento?

Bernanke: Um, sí.

Garrett: ¿Es normal que la FED compre valores de estas agencias cuando están bajo la tutela? ¿Se había hecho esto antes?

Bernanke: Nunca antes habían estado bajo la tutela de la administración como ahora.

Garrett: Bueno, ahí lo tenemos. Así que la práctica habitual no es la que se ha seguido aquí. Simplemente me parece que podemos haber ido por un camino diferente al de la historia de los EEUU, donde la Reserva Federal ha participado en la compra de una garantía, que no es del Tesoro, que no está garantizado por la plena fe y crédito de los Estados Unidos de por vida, ni hay ningún acuerdo de recompra con cualquier otra entidad a la que la FED le adquirió – y que la FED, en esencia, podría haber creado dinero (imprimir) si el gobierno finalmente no lo garantiza. Al menos, esta podría ser la situación en que nos podríamos encontrar en el 2012.

En resumen yo diría que la bomba nuclear que estaba en los balances de todos los bancos privados y entidades financieras como Freddie Mac y Fannie Mae, ha pasado al balance del corazón del sistema, en el de la FED. Pero no solo en los USA, el BCE europeo está comprando en el mercado bonos griegos, portugueses e irlandeses por un lado, y por otro presta todo el dinero que les pida cualquier banco privado europeo sin límite, a cambio de Deuda pública (española por ejemplo) o peor aun titulaciones de hipotecas empaquetadas que sólo el banco privado que la crea sabe de su solvencia.

– Últimas "actuaciones" (Noviembre 2010), llega la segunda parte del "Relajamiento cuantitativo" (QE 2) de la Reserva Federal (se incluye el "testamento hológrafo" de Ben Bernanke)

"What the Fed did and why" (Ben dixit)

"El presidente del banco central estadounidense defiende en un artículo la compra de bonos anunciada ayer ante la "lenta y decepcionante" recuperación de la economía"… Bernanke asegura que la inyección de capital no disparará la inflación (El País – 4/11/10)

Hubo un tiempo en el que los bancos centrales tenían una varita mágica que podía ayudar a salir de las situaciones más complicadas a los mercados y a la economía. EE UU trató de rescatar el 3/11 algo de esa magia. La Reserva Federal -el banco central, conocido como Fed- sigue adentrándose en territorio inexplorado: anunció que durante los próximos ocho meses movilizará 600.000 millones de dólares (420.000 millones de euros) para comprar deuda pública en plazos mensuales de 75.000 millones, hasta mediados de 2011. De esta manera, busca revitalizar la economía y evitar que quede atrapada en un escenario deflacionista (una caída continua del nivel de precios, como la que ha sufrido Japón en los últimos años) de difícil salida, que podría prolongar más una recuperación anémica, "lenta y decepcionante", según el comunicado de la institución que dirige Ben Bernanke.

Se trata de la segunda ronda en la compra de bonos, lo que se conoce como activar la máquina de imprimir dinero. La cantidad total de la nueva dosis era importante, y supera en 100.000 millones lo que esperaba Wall Street. Pero los mercados reaccionaron como suelen últimamente: con bandazos. La Bolsa estadounidense subió con fuerza en los minutos posteriores al anuncio, para después bajar aún con más fuerza y acabar con moderadas subidas. El dólar hizo justo lo contrario: el euro cotiza ya por encima de los 1,41 dólares por unidad.

En ambos casos era lo esperado, ante la constatación de que los mercados ven con escepticismo esas medidas extraordinarias: no pierden de vista que los fundamentos de la economía de EEUU dejan entrever una recuperación débil y un largo periodo de ajuste por el exceso de endeudamiento de la banca y de las familias.

La Fed llevaba dos meses marcando el camino de esta segunda ronda de expansión monetaria cuantitativa, QE 2 en el lenguaje del parqué. Podría comprar incluso más bonos si la inflación sigue tan baja y el paro demasiado alto: "Seguiremos vigilando las perspectivas económicas y la evolución de los mercados financieros, y emplearemos los instrumentos monetarios cuando sea necesario", explicó la Fed. Como efecto colateral, la lluvia de dólares busca provocar también que la divisa norteamericana se deprecie, de forma que EEUU mejora así, artificialmente, la competitividad de sus exportaciones en un contexto de guerra de divisas.

Críticas

La apuesta, en todo caso, es arriesgada, porque el beneficio para la economía derivado de la compra de bonos es cuestionable, y en el mejor de los casos modesto. Economistas como el Nobel Joseph Stiglitz e hasta algún miembro de la Reserva Federal cree que puede ser incluso contraproducente: puede hinchar burbujas en los emergentes, provocar una escalada en la citada guerra de divisas o activar incluso una inflación excesiva.

Saliendo al paso de estas críticas, Bernanke firma el 4/11 un artículo en el diario The Washington Post para defender la medida. "La economía dispone de considerables recursos inexplotados, lo que implica que aún hay lugar para apoyar un aumento del empleo sin correr el riesgo de un sobrecalentamiento o de inflación", explica.

Hace ya tiempo que el banco central norteamericano agotó las tácticas convencionales: los tipos de interés están próximos al 0% y seguirán ahí durante meses. Desde otoño de 2008, la Reserva Federal ha inyectado 1,7 billones a través de la compra de bonos. El mecanismo es relativamente sencillo, aunque la contrapartida es que apenas ha funcionado hasta el momento: se trata de inyectar dinero en la economía con la compra de deuda a los bancos, a la espera de que el sistema financiero desatasque la concesión de créditos y eso reactive la economía.

Objetivo: reducir el paro

La nueva ronda de estímulos es una de las decisiones más importantes del banco central norteamericano desde el inicio de la Gran Recesión. El resto de grandes bancos centrales han puesto en marcha la misma medida, aunque en menor cuantía tanto en Reino Unido como en Japón, y en mucho menor volumen en el caso del Banco Central Europeo (BCE).

En su comunicado, además de admitir que la recuperación sigue "lenta", la Fed explicó que el consumo se ve "constreñido" por el paro. Y no parece que eso vaya a cambiar demasiado. Bernanke ve dificultades en el horizonte, y la Reserva Federal ha sido muy activa en la lucha contra la crisis. "A corto plazo la medida puede ayudar, pero es difícil que por sí sola esta medida provoque una recuperación rápida porque los vientos soplan en contra de la economía norteamericana", explicó José Luis Alzola, del Observatory Group. "Y sin embargo, pasará mucho tiempo hasta que sus efectos se vean sobre el empleo", cerró Santiago Carbó, de la Universidad de Granada.

– What the Fed did and why: supporting the recovery and sustaining price stability (The Washington Post – 4/11/10)

(By Ben S. Bernanke – Chairman of the Federal Reserve Board of Governors)

Two years have passed since the worst financial crisis since the 1930s dealt a body blow to the world economy. Working with policymakers at home and abroad, the Federal Reserve responded with strong and creative measures to help stabilize the financial system and the economy. Among the Fed's responses was a dramatic easing of monetary policy – reducing short-term interest rates nearly to zero. The Fed also purchased more than a trillion dollars' worth of Treasury securities and U.S.-backed mortgage-related securities, which helped reduce longer-term interest rates, such as those for mortgages and corporate bonds. These steps helped end the economic free fall and set the stage for a resumption of economic growth in mid-2009.

Notwithstanding the progress that has been made, when the Fed's monetary policymaking committee – the Federal Open Market Committee (FOMC) – met this week to review the economic situation, we could hardly be satisfied. The Federal Reserve's objectives – its dual mandate, set by Congress – are to promote a high level of employment and low, stable inflation. Unfortunately, the job market remains quite weak; the national unemployment rate is nearly 10 percent, a large number of people can find only part-time work, and a substantial fraction of the unemployed have been out of work six months or longer. The heavy costs of unemployment include intense strains on family finances, more foreclosures and the loss of job skills.

Today, most measures of underlying inflation are running somewhat below 2 percent, or a bit lower than the rate most Fed policymakers see as being most consistent with healthy economic growth in the long run. Although low inflation is generally good, inflation that is too low can pose risks to the economy – especially when the economy is struggling. In the most extreme case, very low inflation can morph into deflation (falling prices and wages), which can contribute to long periods of economic stagnation.

Even absent such risks, low and falling inflation indicate that the economy has considerable spare capacity, implying that there is scope for monetary policy to support further gains in employment without risking economic overheating. The FOMC decided this week that, with unemployment high and inflation very low, further support to the economy is needed. With short-term interest rates already about as low as they can go, the FOMC agreed to deliver that support by purchasing additional longer-term securities, as it did in 2008 and 2009. The FOMC intends to buy an additional $ 600 billion of longer-term Treasury securities by mid-2011 and will continue to reinvest repayments of principal on its holdings of securities, as it has been doing since August.

This approach eased financial conditions in the past and, so far, looks to be effective again. Stock prices rose and long-term interest rates fell when investors began to anticipate the most recent action. Easier financial conditions will promote economic growth. For example, lower mortgage rates will make housing more affordable and allow more homeowners to refinance. Lower corporate bond rates will encourage investment. And higher stock prices will boost consumer wealth and help increase confidence, which can also spur spending. Increased spending will lead to higher incomes and profits that, in a virtuous circle, will further support economic expansion.

While they have been used successfully in the United States and elsewhere, purchases of longer-term securities are a less familiar monetary policy tool than cutting short-term interest rates. That is one reason the FOMC has been cautious, balancing the costs and benefits before acting. We will review the purchase program regularly to ensure it is working as intended and to assess whether adjustments are needed as economic conditions change.

Although asset purchases are relatively unfamiliar as a tool of monetary policy, some concerns about this approach are overstated. Critics have, for example, worried that it will lead to excessive increases in the money supply and ultimately to significant increases in inflation.

Our earlier use of this policy approach had little effect on the amount of currency in circulation or on other broad measures of the money supply, such as bank deposits. Nor did it result in higher inflation. We have made all necessary preparations, and we are confident that we have the tools to unwind these policies at the appropriate time. The Fed is committed to both parts of its dual mandate and will take all measures necessary to keep inflation low and stable.

The Federal Reserve cannot solve all the economy's problems on its own. That will take time and the combined efforts of many parties, including the central bank, Congress, the administration, regulators and the private sector. But the Federal Reserve has a particular obligation to help promote increased employment and sustain price stability. Steps taken this week should help us fulfill that obligation.

– Y Wall Street se mudó a Washington (Money, money, money, money, money…)

El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, explicaba en el Washington Post (14/11/10):

"Los mercados subieron y los tipos de interés a largo plazo bajaron cuando los inversores empezaron a anticipar la actuación más reciente de la Fed. Una situación financiera más favorable promoverá el crecimiento económico. Por ejemplo, unas hipotecas a tipos más bajos harán las viviendas más asequibles y permitirán que un mayor número de propietarios puedan refinanciarse. Unos tipos más bajos para las empresas incentivarán la inversión. Los precios más altos de los activos impulsarán el patrimonio de los consumidores, devolviéndoles la confianza, lo que podrá también reactivar el gasto. El aumento del gasto producirá mayores rentas y beneficios que, en un círculo virtual, darán un mayor soporte a la expansión económica".

Sólo le faltó decir: Y si el "círculo virtual" no se cierra, que Dios (o Yahvhe, en su caso) y la Patria, me lo demanden.

Para unos (que creen en Dios), u otros (que creen en la Patria) o los pocos (que creemos en Dios y la Patria), algunas reflexiones de "Manias, panics and crashes":

"La labor del prestamista de último recurso ante una debacle está plagada de ambigüedades y dilemas. (…) En estas circunstancias, más que una ciencia la intervención se convierte en un arte".

"La evolución del "Arte del banquero central" durante los últimos doscientos años tiene como seña identidad la evolución del concepto de prestamista de último recurso".

"El prestamista de último recurso está listo para frenar una estampida (…) proporcionando tanto dinero como sea necesario".

"¿Con cuánto dinero? ¿Para quién? ¿En qué condiciones? ¿Cuándo? Estas preguntas acechan al prestamista de último recurso, que afronta el dilema de que los inversores piensen que los bancos y otros privilegiados acreedores recibirán apoyo en caso de dificultades, lo que reducirá su prudencia en el siguiente boom".

"Sin embargo, si en medio del pánico la estampida no se frena (…) la venta de activos para minimizar pérdidas puede llevar a la bancarrota a un gran número de empresas, que hasta entonces eran solventes y estaban bien capitalizadas".

"Los argumentos en contra del prestamista de último recurso han sido continuos. (…) El más tajante fue de Herbert Spencer. "Proteger al hombre de los efectos de su locura lo único que consigue es llenar el mundo de locos". Un punto de vista comprensible en una era Darwiniana".

"Los bancos centrales suelen tener normas. Cuando no se pueden romper con facilidad, a menudo surgen problemas. También hay problemas cuando las normas se rompen con demasiada facilidad".

"'Demasiado poco, demasiado tarde" es una de las frases más tristes en la jerga de los bancos centrales y de cualquier actividad. Pero ¿cuánto es bastante? Y ¿cuándo es el momento adecuado?".

"La gestión del tiempo es un arte. Eso no dice nada y lo dice todo".

Textos: Charles P. Kindleberger and Robert Aliber, Manias, Panics, and Crashes: A history of financial crisis, New Jersey, John Wiley & Sons, 2005 (5ª ed.).

En mi humilde opinión, y con esto termino, la Reserva Federal no sólo está intentado tratar los síntomas del enfermo en lugar de combatir la enfermedad, y lo sabe, sino que pretende crear una nueva burbuja para solucionar la actual con idénticas y devastadoras consecuencias. Desearía estar equivocado (una vez más)…

Antes de marcharme, ahora sí, dejo en el aire una pregunta para Bernanke, para algunos Nobeles mediáticos y para ustedes, tal vez: ¿adónde va a ir EEUU cuando la guerra de divisas degenere en un proteccionismo de manual y su capacidad de consumo se colapse? Recuerden que lo que hasta hoy podía resultar políticamente inaceptable, puede plantear un mañana con ciertas dudas razonables. Mientras, con paso firme hacia el abismo. Cuestión de tiempo…

Así como la Gran Depresión reemplazó una cultura de derroche con una generación de ahorradores frugales. La última recesión -con sus altos niveles de desempleo, la caída en picada de los precios de las viviendas y las cuentas de ahorros vacías- podría estar dando paso un nuevo tipo de comprador en EEUU: el "consumidor justo a tiempo" (comprar sólo lo que se necesita) y si es posible sin pedir crédito, tanto mejor. Está todo inventado: hay que ir vaciando la alacena y aumentado la cuenta de ahorro (el auténtico "círculo virtual"). Esto, seguramente, producirá un mayor "alivio cuantitativo" que cualquiera de los "auspiciados" por la Reserva Federal (donde volverán a pagar justos por pecadores). Por algo se empieza…

Rechazar la capacidad para derrochar. Nuestros antepasados la predicaban. Nuestros padres nos la enseñaron. Occidente, tarde y mal (tal vez por la fuerza de los acontecimientos), la está adoptando. Resulta incomprensible el alejamiento de aquella sensatez. Resulta imperdonable la capacidad para despilfarrar y querer hacer ostentación de ella. Resulta absurdo considerar la conservación una señal de debilidad. Afortunadamente las reglas del juego han cambiado. La era de los excesos y el derroche (todo a crédito) ha dejado de ser sostenible. Esta situación brinda una oportunidad para demostrar capacidad de dirección. Mientras se agota (por fin) este particular y enloquecido Monopoly del siglo XXI (al que los historiadores se referirán como "el capitalismo financiero que pasó y no ha sido"), habrá que hacer virtud de la necesidad…

No vivir con dinero prestado, o continuar con la diaria sumisión final a lo que dictan aquellos locos traders en sus locas pantallas de ordenador. Ustedes elijen…

– La hemeroteca (una vez más) condena a los "irresponsables" de la Fed (mentiras que no cesan)

"No hay nada como las hemerotecas para dejar al descubierto a los poderes públicos. Bernanke afirmó en 2005 y 2006 que EEUU no sufría una burbuja inmobiliaria. Cuando estalló, los responsables de la FED indicaron que las hipotecas subprime no causarían problemas. Sus previsiones han fallado estrepitosamente"… La FED en 2007: la burbuja inmobiliaria no causará ningún problema en EEUU (Libertad Digital – 11/5/10)

Hablar sobre el futuro con cierta precisión siempre es tarea complicada, a pesar de que en muchas ocasiones no lo parece, y nos lanzamos a decir lo primero que se nos ocurre. En materia económica, si a veces ya es difícil hablar sobre lo que está sucediendo en el presente, prever el futuro lo es mucho más. La predicción en economía es un asunto complejo.

Lo cierto es que estos fracasos en la previsión también han sido muy notables en otros ámbitos, como el de la banca central norteamericana, la Reserva Federal (FED).

Esta entidad monopolística y relativamente independiente del Gobierno federal tiene las siguientes responsabilidades en sus estatutos: gestionar la política monetaria en Estados Unidos (influyendo en los tipos de interés, la cantidad de dinero en la economía, etc.), supervisar y regular el sistema bancario, mantener la estabilidad del sistema financiero y proporcionar ciertos servicios financieros a diversos agentes, entre otros objetivos clave como contener la inflación e impulsar el crecimiento económico.

Para poder llevar a cabo sus funciones tienen a su disposición una cantidad ingente de recursos, tanto humanos (numerosos economistas brillantes trabajan para esta organización) como financieros. Emplean bases de datos y una cantidad de información y datos enormes (sobre el conjunto del sistema financiero; por ejemplo, vasta información financiera y contable de los bancos de inversión, comerciales…), así como los modelos más sofisticados para tratar de predecir las variables económicas y así aplicar de uno u otro modo su política.

Sin embargo, todo esto no ha evitado que hayan fallado estrepitosamente en sus previsiones. O, al menos, si conocían los graves problemas a los que nos veríamos abocados, no lo declararon públicamente.

En este sentido, no sólo fueron las torpes afirmaciones del presidente (chairman) de la Reserva Federal, Ben Bernanke, quien afirmó en 2005 y 2006 que no había burbuja inmobiliaria, y que aun si la hubiera no afectaría a la economía real; por si fuera poco, en verano de 2007 sostuvo que los problemas subprime no afectarían a la economía.

Resulta cuanto menos irónico que en una conferencia dada por Bernanke en enero de 2007, éste dijera lo siguiente: "En mi opinión, los mayores beneficios externos de las actividades de supervisión de la FED son aquellos relacionados con el papel de la institución de evitar y gestionar las crisis financieras".

Como ha documentado el economista del Mises Institute Mark Thornton, otros como Frederic Mishkin -economista especializado en banca y finanzas, antiguo alto cargo de la FED-, Donald Kohn -vicepresidente de la FED- o Randall Kroszner -gobernador de la FED y encargado en asuntos de regulación y riesgo sistémico- también produjeron nefastas declaraciones públicas en 2007.

El pinchazo inmobiliario no afectará a la banca

Así, Mishkin afirmaba en enero 2007 que había razones sólidas para creer que había poca probabilidad de que un pinchazo de la burbuja en los precios de la vivienda condujera a la inestabilidad financiera. Entre otras cosas, afirmaba que "los bancos centrales no deberían poner un énfasis especial en los precios de las viviendas u otros activos a la hora de llevar a cabo la política monetaria".

Kohn, en febrero 2007, se jactaba de los éxitos de su entidad en materia de fomento de control del riesgo en la toma de decisiones de los agentes y en la disciplina de mercado que sus actuaciones habían favorecido. "Los mercados financieros estadounidenses han demostrado ser notablemente robustos durante algunos recientes shocks significativos", afirmaba.

En relación al problema del riesgo moral -la cuestión de que ayudando a las entidades en problemas puedas estar favoreciendo prácticas imprudentes e indeseables-, señalaba que "una importante reforma que surgió como consecuencia de crisis pasadas fue la necesidad de limitar el riesgo moral de la red de protección extendida a las instituciones depositarias aseguradas". Sin embargo, la realidad no parece haber seguido a pies juntillas las palabras de Donald Kohn.

Por su parte, Kroszner, en marzo 2007, también se jactaba de la reciente evolución de los mercados crediticios y de todas las innovaciones financieras más punteras que, a su juicio, habían aumentado la "eficiencia", "estabilidad" y "transparencia" del sistema en su conjunto. Así, manifestaba que los productos derivados fomentaron una mejor gestión y percepción del riesgo en el conjunto del sistema financiero al dispersar los riesgos de crédito más ampliamente.

"Estabilidad" financiera

Quizás lo más llamativo sea el optimismo que este mismo mandatario de la FED mostraba en noviembre de 2007. "Mirando hacia adelante… A medida que los mercados de hipotecas se normalicen gradualmente, la venta de casas debería repuntar y los constructores probablemente mejoren al reducir su exceso de inventarios. Con el stock del sector inmobiliario reduciéndose, el crecimiento del empleo y la renta debería repuntar y apoyar mayores aumentos en el consumo". Todo lo cual, para Kroszner, debería llevar a recuperar la senda del crecimiento sostenible a largo plazo de la economía norteamericana, tras el suave bache de las turbulencias de 2007.

A la luz de estas declaraciones, no resulta fácil creer que esta institución posea una información y recursos privilegiados. Pero así es. Lo cual, alimenta ciertas hipótesis que traten de explicar esto.

Una de ellas es la que expone Mark Thornton: la FED, en realidad, toma parte de un juego en el que trata de ganarse la confianza de los ciudadanos, haciéndoles creer que tiene una capacidad casi plena de manejar la economía y las variables económicas a su antojo.

Optimismo deliberado

Se presentarían así escenarios optimistas de manera deliberada. Los graves problemas y retos futuros se plantearían ante el público como un fácil juego de niños para los expertos de la FED. Nada escaparía al control de estos burócratas académicos. Y todo con tal de mantener la confianza de la gente en un sistema que, precisamente, depende de dicha confianza.

Desde esta óptica, nada habría que temer sobre la estrategia de salida óptima de las medidas monetarias ultraexpansivas de estos dos años. No obstante, Bernanke proveerá.

PD: Tócala otra vez, Ben (una magnífica reseña de sus principales "deposiciones")

Uno de los últimos en atacar al presidente del regulador monetario ha sido Business Insider, en un artículo publicado el 8/12/10, bajo el titular "30 citas de Bernanke tan absurdas que no sabes si reír o llorar".

Así, la que podría ser la mejor "perla" de Bernanke retrata toda su política monetaria y se encuentra en su discurso del 21 de noviembre de 2002. Entonces aseguró que "El Gobierno de Estados Unidos tiene una tecnología llamada imprenta (hoy en día su equivalente tecnológico) que permite producir todos los dólares que se deseen a ningún coste".

– 30 Bernanke Quotes That Are So Absurd You Won"t Know Whether To Laugh Or Cry (Business Insider – 8/12/10)

(By Michael Snyder, The Economic Collapse)

Did you see Federal Reserve Chairman Ben Bernanke on 60 Minutes the other night? Bernanke portrayed the Federal Reserve as the great protector of the U.S. economy, he claimed that unemployment would be 15 percent higher if the Federal Reserve had sat back and done nothing during the financial crisis and he even started laying the groundwork for a third round of quantitative easing.

Unfortunately, 60 Minutes did not ask Bernanke any hard questions and did not challenge him on his past record. It was almost as if they considered Bernanke to be above criticism. But someone in the mainstream media should be taking a closer look at this guy and his record. The truth is that the incompetence that Bernanke has displayed over the past few years makes the Cincinnati Bengals look like a model of excellence.

Bernanke kept insisting that the housing market was stable even while it was falling apart, he had absolutely no idea the financial crisis was coming, he declared that Fannie Mae and Freddie Mac were in no danger of failing just before they failed, his policies have created asset bubble after asset bubble and the world financial system is now inherently unstable.

But even with such horrific job performance, Barack Obama and leaders of both political parties continue to publicly praise Bernanke at every opportunity. What in the world is going on here?

Not that Bernanke is solely responsible. His predecessor, Alan Greenspan, was responsible for many of the policies that have brought us to this point. In addition, most of the other presidents of the individual Federal Reserve banks across the United States seem just as clueless as Bernanke.

But you would think at some point someone in authority would be calling for Bernanke to resign. Accountability has to begin somewhere.

The Bernanke quotes that you will read below reveal a pattern of incompetence and mismanagement that is absolutely mind blowing. Looking back now, we can see that Bernanke was wrong about almost everything.

But the mainstream media and our top politicians keep insisting that Bernanke is the man to lead our economy into a bright future.

It is almost as if we have been transported into some bizarre episode of "The Twilight Zone" where the more incompetence someone exhibits the more they are to be praised.

The following are 30 Ben Bernanke quotes that are so stupid that you won't know whether to laugh or cry…

Nov. 21, 2002

"The U.S. government has a technology, called a printing press (or today, its electronic equivalent), that allows it to produce as many U.S. dollars as it wishes at no cost".

June 2004

"Economics has many substantive areas of knowledge where there is agreement but also contains areas of controversy. That's inescapable".

June 2004

"Not all information is beneficial".

July, 2005

"We"ve never had a decline in house prices on a nationwide basis. So, what I think what is more likely is that house prices will slow, maybe stabilize, might slow consumption spending a bit. I don"t think it"s gonna drive the economy too far from its full employment path, though".

Oct. 20, 2005

"House prices have risen by nearly 25 percent over the past two years. Although speculative activity has increased in some areas, at a national level these price increases largely reflect strong economic fundamentals".

Nov. 15, 2005

"With respect to their safety, derivatives, for the most part, are traded among very sophisticated financial institutions and individuals who have considerable incentive to understand them and to use them properly".

Feb. 15, 2006

"Housing markets are cooling a bit. Our expectation is that the decline in activity or the slowing in activity will be moderate, that house prices will probably continue to rise".

Feb. 16, 2006

"I don't think that Chinese ownership of U.S. assets is so large as to put our country at risk economically".

Oct. 4, 2006

"If current trends continue, the typical U.S. worker will be considerably more productive several decades from now. Thus, one might argue that letting future generations bear the burden of population aging is appropriate, as they will likely be richer than we are even taking that burden into account".

March 28, 2007

"At this juncture, however, the impact on the broader economy and financial markets of the problems in the subprime market seems likely to be contained. In particular, mortgages to prime borrowers and fixed-rate mortgages to all classes of borrowers continue to perform well, with low rates of delinquency".

Feb. 15, 2007

"Despite the ongoing adjustments in the housing sector, overall economic prospects for households remain good. Household finances appear generally solid, and delinquency rates on most types of consumer loans and residential mortgages remain low".

May 17, 2007

"All that said, given the fundamental factors in place that should support the demand for housing, we believe the effect of the troubles in the subprime sector on the broader housing market will likely be limited, and we do not expect significant spillovers from the subprime market to the rest of the economy or to the financial system. The vast majority of mortgages, including even subprime mortgages, continue to perform well. Past gains in house prices have left most homeowners with significant amounts of home equity, and growth in jobs and incomes should help keep the financial obligations of most households manageable".

Oct. 31, 2007

"It is not the responsibility of the Federal Reserve – nor would it be appropriate – to protect lenders and investors from the consequences of their financial decisions".

Jan. 10, 2008

"The Federal Reserve is not currently forecasting a recession".

Jan. 18, 2008

(Two months before Fannie Mae and Freddie Mac collapsed and were nationalized) "They will make it through the storm".

Jan. 18, 2008

"(The U.S. economy) has a strong labor force, excellent productivity and technology, and a deep and liquid financial market that is in the process of repairing itself".

June 3, 2009

(When asked directly during a congressional hearing if the Federal Reserve would monetize U.S. government debt) "The Federal Reserve will not monetize the debt".

June 9, 2008

"The risk that the economy has entered a substantial downturn appears to have diminished over the past month or so".

July 20, 2008

"The GSEs are adequately capitalized. They are in no danger of failing".

Sept. 23, 2008

"My interest is solely for the strength and recovery of the U.S. economy".

Aug. 2, 2010

"The financial crisis appears to be mostly behind us, and the economy seems to have stabilized and is expanding again".

Oct. 15, 2010

"…inflation is running at rates that are too low relative to the levels that the Committee judges to be most consistent with the Federal Reserve's dual mandate in the longer run".

Oct. 15, 2010

"Similarly, the mandate-consistent inflation rate -the inflation rate that best promotes our dual objectives in the long run- is not necessarily zero; indeed, Committee participants have generally judged that a modestly positive inflation rate over the longer run is most consistent with the dual mandate".

Nov. 5, 2010

"Although low inflation is generally good, inflation that is too low can pose risks to the economy – especially when the economy is struggling".

Dec. 5, 2010

(On 60 Minutes in response to a question about what would have happened if the Federal Reserve had not "bailed out" the U.S. economy) "Unemployment would be much, much higher. It might be something like it was in the Depression. Twenty-five percent".

Dec. 5, 2010

"One myth that"s out there is that what we"re doing is printing money. We"re not printing money".

Dec. 5, 2010

"The money supply is not changing in any significant way. What we"re doing is lowering interest rates by buying Treasury securities".

Dec. 5, 2010

(On the possibility that the Fed might launch QE3) "Oh, it's certainly possible. And again, it depends on the efficacy of the program. It depends on inflation. And finally it depends on how the economy looks".

Dec. 5, 2010

"I wish I'd been omniscient and seen the crisis coming".

Dec. 5, 2010

"We"ve been very, very clear that we will not allow inflation to rise above 2 percent".

Bonus: "I don't fully understand movements in the gold price".

edu.red

Dear Bernanke, Here's Your Guide To What's Really Making Gold Explode

– Sostiene Bernanke (antes, durante y… ¿después?)

En un discurso ante la American Economic Association, el presidente de la Fed argumentó que los bajos tipos de interés que Greenspan, entonces responsable de la Reserva Federal, y él mismo como miembro del consejo mantuvieron desde el inicio de esta década no han tenido nada que ver con la generación de la burbuja en el precio de la vivienda, cuyo estallido se encuentra en el origen de la crisis financiera. Para Bernanke, la evolución del precio de la vivienda es una cuestión que se debe abordar fundamentalmente a través de las exigencias de capital regulatorio de las instituciones de crédito, y de liquidez de las mismas, y mediante un compromiso de supervisión prudencial como es, por ejemplo, un sistema de provisiones dinámicas que minimice el impacto del carácter cíclico del crédito.

Según Bernanke, la elevación de los tipos de interés para evitar el surgimiento de una burbuja en el sector inmobiliario no es la acción adecuada, ya que resulta imposible conocer cuándo existe una evolución al alza excesiva de los precios de los activos. Además, incrementar los tipos de interés, en el supuesto de que se pudiera identificar la burbuja, tiene efectos sobre otras decisiones de gasto que en principio nada tienen que ver con el precio de la vivienda. Dicho de otro modo, los bancos centrales, a la hora de fijar el nivel de los tipos de interés, no deben considerar como un factor prioritario la evolución de los precios de los activos. Lo más que deben pretender es intentar minimizar las consecuencias para la economía derivadas del estallido de una burbuja de precios de los activos, a través de una bajada de los tipos de interés.

"El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, dijo el miércoles que la economía estadounidense aún necesita que las tasas de interés permanezcan en niveles mínimos récord por lo menos durante varios meses, debido a que se espera una lenta recuperación de la recesión"… Bernanke dice que las tasas necesitan seguir bajas por varios meses más (The Wall Street Journal – 24/2/10)

En su testimonio semestral (febrero 2010) sobre política monetaria ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara baja, Bernanke sostuvo que el banco central de Estados Unidos está evaluando activamente qué herramientas utilizará una vez que la economía necesite tasas más altas.

Durante los próximos años, afirmó el funcionario, se espera que el mercado laboral permanezca débil y que la inflación siga siendo moderada.

"De particular preocupación, debido a sus implicaciones de largo plazo para los salarios y las destrezas de los trabajadores, es la incidencia cada vez mayor del desempleo de largo plazo", afirmó Bernanke, según declaraciones preparadas con anticipación.

El titular de la Fed reiteró que los funcionarios del banco central esperan que la tasa clave de corto plazo permanezca en un mínimo récord cercano a cero durante un "período prolongado", lo que generalmente se entiende como un período de al menos varios meses.

Bernanke agregó que el aumento la semana pasada de la tasa que cobra por los préstamos de emergencia que otorga a los bancos, o tasa de descuento, no significa que los costos de endeudamiento para los consumidores y las empresas aumentarán en un futuro cercano.

Tras atravesar la peor recesión en décadas, la economía estadounidense creció significativamente a fines del 2009, a medida que aumentaban los inventarios de las empresas, pero se espera que los gastos del consumidor -un motor clave del crecimiento- sean frenados durante el 2010 por el elevado nivel de desempleo.

Bernanke afirmó que la Fed espera que la economía se expanda entre el 3,0% y el 3,5% este año, y entre el 3,5% y el 4,5% en el 2011. Debido al moderado crecimiento económico, se prevé que la tasa de desempleo disminuya lentamente, a cerca del 7% para fines del 2012.

La tasa de desempleo se redujo del 10% en diciembre al 9,7% en enero, según cifras del Gobierno.

Bernanke señaló que "la mayoría de los indicadores sugiere que la inflación probablemente será moderada por algún tiempo" y agregó que la mayoría de las mediciones muestra que las expectativas para la inflación a largo plazo han permanecido estables.

Si bien Bernanke afirmó que la economía aún necesita el respaldo de la Fed mediante tasas bajas, el funcionario dijo que el banco central está preparado para restringir el crédito cuando sea el momento de prevenir la inflación.

Una primera medida para restringir el crédito podría consistir en el retiro por parte de la Fed de más de US$ 1 billón en excesos de reservas que los bancos han acumulado tras las compras de valores con respaldo hipotecario y títulos del Tesoro por parte de la Fed para combatir la crisis financiera. Una forma de hacerlo podría ser mediante el uso de acuerdos de recompra inversos.

Bernanke dijo que la Fed está desarrollando las herramientas para utilizar estos acuerdos de recompra inversos con fondos de inversión a corto plazo en los mercado de capital y con Fannie Mae (FNM) y Freddie Mac (FRE), firmas hipotecarias controladas por el Estado.

Bernanke señaló que el banco central está dispuesto a volverse más transparente, pero recalcó la importancia de que la entidad sea independiente de las presiones políticas.

El funcionario afirmó que es "fundamental" que las decisiones sobre las tasas de interés "continúen estando aisladas de las presiones políticas de corto plazo". Bernanke también defendió el rol de la Fed como principal supervisor del sector bancario.

La Cámara baja aprobó el 11 de diciembre un proyecto de regulación financiera que expondría a un nivel de escrutinio sin precedentes por parte del Congreso las decisiones sobre tasas que tome la Fed.

Por otra parte, el Senado busca quitarle a la Fed sus poderes de regulación sobre los bancos, después que algunos senadores acusaran a Bernanke de no haber anticipado la crisis.

– Ben Shalom Bernanke, el oráculo de Jackson Hole (the Hall of Fame)

Se "resquebraja" el espíritu de cuerpo y la lealtad de los "estómagos agradecidos"

La política monetaria de la Reserva Federal norteamericana (FED) ha recibido numerosas críticas en los últimos años, por haber generado o exagerado el perverso ciclo económico, cuya fase de crisis estamos sufriendo todavía.

No obstante, los altos cargos de esta entidad defienden su gestión, aduciendo argumentos como el de que el exceso de ahorros asiáticos generó los bajos tipos de interés y, por ende, la burbuja inmobiliaria; o que la autoridad monetaria no controla los tipos de interés (a largo plazo) relevantes para el mercado inmobiliario. Argumentos éstos que están sujetos a crítica, cada vez más intensa, no sólo por economistas y analistas independientes, sino incluso también por parte de miembros de la misma FED.

Y es que la autoridad monetaria estadounidense no es un ente único y homogéneo sino que, en realidad, está formada por un conjunto de doce bancos que representan a cada uno de los distintos distritos, como el de Dallas, San Francisco, Nueva York, etc. Y cada uno de estos bancos tiene su respectivo presidente.

Pese a ello, en condiciones normales suele imponerse el juicio del chairman (presidente) de la FED, y las disensiones no tienen demasiada trascendencia en la práctica. Pero sí son un elemento notable, que subraya la controversia que ha generado la gestión de la política monetaria de los últimos tiempos, llevada a cabo tanto por el Maestro Alan Greenspan (1987-2006), como por el Helicóptero Ben Bernanke (2006-actualidad).

Una de las disensiones viene de la presidenta de la FED de San Francisco, Janet Yellen, tal y como recogía The Economist, en un artículo muy duro contra Greenspan. Yellen sostiene que "en el episodio actual, unos tipos de interés a corto plazo más altos probablemente hubieran restringido la demanda de vivienda al incrementar los tipos de interés hipotecarios (…) Además, una política monetaria más restrictiva puede estar asociada con un apalancamiento más reducido y un crecimiento del crédito más lento". Unas afirmaciones que contradicen la defensa que el propio Greenspan ha hecho de su propia política.

En efecto, una de las críticas más notables es que la FED debería haber hecho algo para evitar que la burbuja inmobiliaria propiciada por una burbuja de crédito y dinero fácil no se hiciera tan grande. Bernanke y otros altos cargos del banco central norteamericano se han excusado en diversas ocasiones diciendo que es prácticamente imposible saber con certeza cuándo realmente existe una burbuja de activos (una escalada de precios que no está justificada por los fundamentos reales de esos activos, es decir, por la corriente de ingresos futura esperada actualizada al presente), por lo que una actuación precipitada podría tener más costes que beneficios.

Esta idea la expresó de forma clara Frederic Mishkin, antiguo alto cargo de la FED y economista especializado en temas de banca y finanzas, quien afirmaba hace unos meses que no todas las burbujas eran peligrosas, y no mencionaba la política de la FED como fuente de éstas.

No obstante, no todos siguen la línea dibujada por Bernanke y sus acólitos. William Dudley, presidente de la FED de Nueva York, sugería recientemente que la banca central estadounidense podría haberse equivocado en su gestión, tal y como recogía The Washington Post: "Los costes de esperar a responder a una burbuja de activos hasta después de que haya pinchazo pueden ser muy altos", por lo que defendía un enfoque "proactivo".

Pero las disensiones no acaban aquí. Como no podía ser de otra manera, la política actual de Bernanke, consistente en mantener los tipos de interés a niveles cercanos al 0% durante un periodo lo suficientemente prolongado, está levantando polémicas incluso entre sus colegas. Se está discutiendo la estrategia de salida óptima de las políticas ultraexpansivas de los últimos años. ¿Cómo desactivar la bomba de relojería monetaria que se ha creado?

Para algunos analistas la FED se encuentra en un dilema: o endurecer la política monetaria, con posibles efectos contractivos a corto plazo, o continuar como hasta ahora, con el riesgo de generar burbujas e inflación.

Este dilema se discute entre los miembros de la FED. Thomas Hoenig, presidente del Banco de la Reserva Federal de Kansas, es el mayor oponente a la estrategia más expansiva de Bernanke, como informa The Economist. Para Hoenig, lo más sensato sería subir los tipos de interés al 1% muy pronto, con el objetivo de evitar riesgos presentes y futuros, posibles burbujas especulativas, y poner fin al "subsidio del endeudamiento".

Pero tampoco es el único. La presidenta de la FED de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, expresó recientemente la preocupación de que la adquisición de los títulos respaldados por hipotecas (Mortgage-Backed Securities) por parte de la FED podía generar una elevada inflación. Así, defendió la venta gradual de estos títulos hasta venderlas todas en 5 años, en lugar de esperar los 30 años que requeriría hasta que maduraran esos bonos.

El debate sigue abierto, pero hasta el momento parece que son Bernanke y sus acólitos más inflacionistas, quienes llevan la batuta en el banco central estadounidense.

Bernanke de la Mancha y los molinos de Wall Street

"Los encargados de diseñar políticas en Estados Unidos necesitan hacer algo con respecto a la existencia de las firmas financieras "demasiado grandes para colapsar", dijo el presidente de la Reserva Federal de ese país, Ben Bernanke, el sábado, llamando al problema "pernicioso" y calificándolo de una barrera "insidiosa" para la competencia"… Bernanke arremete contra las firmas "demasiado grandes para colapsar" (The Wall Street Journal – 21/3/10)

"Es inconcebible que el destino de la economía mundial esté tan ligado a la fortuna de un número relativamente pequeño de firmas financieras gigantescas", dijo Bernanke en una conferencia en Florida (en la tercera semana de marzo de 2010).

El funcionario dijo que la existencia de grandes firmas que representan un riesgo sistémico distorsionan la competencia en la industria de servicios financieros, sugiriendo que el mercado actual "se queda sustancialmente corto" cuando se trata de competencia abierta. "Tener instituciones que son demasiado grandes para colapsar también crea desigualdades competitivas que podrían prevenir que nuestras firmas más productivas e innovadoras prosperen", dijo.

Bernanke reiteró su posición de que los legisladores deberían crear una forma de desmantelar compañías de servicios financieros en problemas que sean consideradas como sistémicamente riesgosas.

Los legisladores estadounidenses están considerando un proyecto de ley para transformar la regulación de los mercados financieros del país, ante lo cual Bernanke dijo que contar con una agencia que se encargue de las grandes firmas que se metan en problemas es clave. "La agencia de resolución no solo se le debería permitir el proteger a los accionistas y otros proveedores de capital, sino que debería tener una autoridad clara para imponer pérdidas a los tenedores de deuda, anular contratos y reemplazar gerentes y directores según sea apropiado", dijo.

Entre las ideas que sugirió se encuentra un "testamento en vida" para las compañías sistémicamente riesgosas. Requerir que las empresas desarrollen tal plan merece ser considerado, dijo Bernanke, debido a que le daría a los reguladores un plan para desmantelar las empresas si las presiones sobre la compañía se vuelven muy intensas.

Bernanke continuó con la campaña del banco central para mantener la supervisión de miles de bancos pequeños. El proyecto de ley presentado esta semana por el senador demócrata Christopher Dodd, pasaría buena parte de la supervisión de los bancos comunales a Federal Deposit Insurance Corp. Bernanke argumentó el 20/3/10 que la Fed "siempre ha tenido una relación especial con los bancos comunales".

"Las conexiones cercanas con los banqueros comunales le permiten a la Reserva Federal el entender mejor el amplio rango de preocupaciones financieras y riesgos que enfrenta el país", dijo.

Lehman, Bernanke y los otros: fuego cruzado (el fin de los eufemismos cómplices)

"Dick Fuld resucita a escasamente dos semanas de que se cumpla el segundo aniversario del colapso de Lehman Brothers. Y lo hace para cargar directamente contra la Reserva Federal de EEUU y los reguladores en general, a quienes acusa, de ser responsables del derrumbe del banco de inversión, evento que marcó el mayor terremoto financiero desde la Gran Depresión de los años treinta"… El ex jefe de Lehman acusa a la Reserva Federal del colapso que desató la crisis (El País – 2/9/10)

El ex consejero delegado de Lehman testificó ante la comisión que investiga las causas de la crisis. Explicó que Washington no facilitó a la entidad, tampoco a Bear Stearns, la misma asistencia que a otros de sus rivales de Wall Street, lo que cerró la vía para que pudiera desmantelarse de forma ordenada. Dicho de otra manera, culpa al supervisor de alimentar la crisis. "Lehman se vio obligada a declararse en bancarrota no a causa de su negligencia, sino por no tener el apoyo ofrecido a sus competidores", dijo.

Dick Fuld, convertido en el gran villano del mundo de las finanzas, hasta que se destapó el masivo fraude de Madoff, dijo ante el panel que había propuesto a los reguladores una serie de opciones que habrían aportado a la entidad un balón de oxígeno y evitado el cataclismo del 14 de septiembre. "Ese domingo por la noche, Lehman habría tenido tiempo de un desmantelamiento ordenado o una redención que habría mitigado la crisis que siguió", dijo.

Después se autorizó a Goldman Sachs y Morgan Stanley para que pudieran acceder a los mecanismos de liquidez de la Reserva Federal. En su testimonio, Fuld dijo que el Gobierno estaba más interesado ese fatídico fin de semana en conseguir que Lehman firmara su acta de defunción que en otra cosa. "Después, se vio forzado a intervenir en otras firmas y el conjunto del sistema".

El 2 de septiembre está previsto que el presidente de la Fed, Ben Bernanke, testifique ante esta comisión especial. La primera sesión tras el receso veraniego está dedicada a examinar la intervención pública durante la crisis y, en concreto, en el soporte a las firmas "demasiado grandes para quebrar". También lo hará la presidenta del Fondo de Garantía de Depósitos, Sheila Bair.

(A continuación se relata la comparecencia de Ben Bernanke ante el Comité Especial)

"Las autoridades estadounidense que buscaban apresuradamente enfrentar los problemas de Lehman Brothers Holdings Inc. durante el momento más álgido de la crisis financiera habrían tenido que "romper la ley" para rescatar efectivamente a la firma, dijo el jueves el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke"… Bernanke defiende la intervención en los mercados (The Wall Street Journal – 2/9/10)

En una presentación ante el Comité de Investigación de la Crisis Financiera del Congreso, Bernanke dijo que la bancarrota de la firma no fue "preordenada", pero que las autoridades reguladoras tenían severas limitaciones sobre lo que podían hacer para ayudar a la compañía.

"No pudimos hallar una forma de hacerlo", señaló Bernanke, y agregó que está dispuesto a ser "creativo", pero "no estoy preparado para ir más allá de mi autoridad legal".

"Confiamos demasiado". Con estas palabras se refirió Ben Bernanke a lo que se vivió hace dos años en los días previos al colapso de Lehman Brothers. El presidente de la Reserva Federal admitió que esperaron hasta el último minuto a que surgiera un comprador privado. No apareció, y la bancarrota se convirtió en la única opción.

Visiblemente frustrado, explicó que se hizo lo posible para evitar el derrumbe, porque sabía del daño severo que tal desenlace tendría en la economía. El problema, precisó, es que los inversores empezaron a pedir liquidez en masa y la entidad no podía afrontarlo.

Dicho en otras palabras, si la Fed le hubiera facilitado el soporte que pedía, el dinero habría desaparecido y conllevado pérdidas multimillonarias para el contribuyente. Una cuestión práctica, pero también legal. Bernanke dejó claro que la intervención en Lehman habría supuesto una "violación" de la normativa. "Lo de que había una fórmula para salvarlo es un mito", reiteró.

Así contradijo al ex consejero delegado del difunto banco, que testificó en la sesión previa. Dick Fuld acusó a la Fed de no haber puesto a su disposición los mecanismos que brindó a sus rivales. Ben Bernanke dejó claro que Lehman se desintegraba y que en esas circunstancias, incluso con garantías, no le hubiera prestado, porque era "demasiado arriesgado".

La pregunta de los miembros de la comisión fue clara. ¿Por qué entonces se rescató a la aseguradora American International Group? La respuesta de Bernanke fue corta. "A diferencia de Lehman, AIG disponía de un gran negocio y cientos de miles de millones en activos con los que podría repagar el préstamo", explicó. "Fue triste. No había otra opción, no se pudo hacer nada".

Bernanke reconoció que la Fed pudo estar "lenta" a la hora de identificar los problemas en las entidades que no estaban bajo su competencia, como era el caso de Lehman. Ahora, como dijo la presidenta del Fondo de Garantía de Depósitos, Sheila Bair, ante la misma comisión, el nuevo marco financiero permitirá tapar los vacíos en la respuesta de los reguladores, "que debe aplicarse sin dilación".

La declaración de bancarrota de Lehman Brothers presentada el 15 de septiembre de 2008 fue un momento clave en la crisis financiera, ya que dio lugar a temores generalizados de contagio en el mercado crediticio y determinó la respuesta federal subsiguiente. En las semanas posteriores a la quiebra, las autoridades tomaron medidas agresivas y sin precedentes para ayudar a los mercados financieros y firmas individuales, incluyendo la iniciativa de US$ 700.000 millones para recapitalizar el sistema bancario estadounidense.

El presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo ante la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera que si se puede extraer solo una lección de lo ocurrido a partir del verano de 2007 es que "el problema de las firmas demasiado grandes como para no dejarlas caer debe solventarse".

Bernanke afirmó que estas empresas grandes, interconectadas o con funciones críticas aumentan la vulnerabilidad del sistema financiero y crean una serie de problemas en el largo plazo incluso en momentos de calma. Entre ellas, las ventajas competitivas sobre las pequeñas empresas que saben que no obtendrán el favor de unos Gobiernos que no se pueden permitir gestionar un sistema hundido.

Bernanke cree que con la reforma regulatoria recién aprobada y las disposiciones que emanen de Basilea, ya hay herramientas para gestionar el riesgo que suponen estas firmas y avanzó que confía en que incluso sin intervención, "con el tiempo se reduzca el tamaño y la complejidad de algunas de estas entidades".

Bernanke defendió la política monetaria de tipos bajos durante la creación de la burbuja. Eso sí, admitió que la Fed no había estado lo atenta que habría debido a la hora de detectar los abusos que se cometían en el mercado hipotecario. Según el experto en la Gran Depresión, el sistema era muy vulnerable a cualquier crisis, entre otras cosas, por la escasa supervisión de la "banca en la sombra". Bernanke admitió que no todas las innovaciones financieras son buenas y que se examinarán mejor en el futuro.

– Buscando socorro, desesperadamente (¿y todo esto cómo se paga?)

Sostiene Bernanke: Nuevo sistema monetario, la culpable es China y los QE son buenos

– Bernanke también defiende crear un nuevo "sistema monetario internacional" (Libertad Digital – 19/11/10) Lectura recomendada

El presidente de la FED ha lanzado tres mensajes en Fráncfort: es necesario idear un nuevo "sistema monetario internacional"; China manipula el valor de su divisa; y la "tibia" recuperación de EEUU justifica su segunda inyección monetaria (Quantitative Easing II).

(Por M. Llamas)

El discurso ofrecido por Bernanke en Fráncfort, sede del Banco Central Europeo (BCE) y núcleo financiero de Alemania -país muy crítico con la política monetaria de la FED-, ha dejado varias perlas de relevancia a tener en cuenta, ya que permiten entrever con claridad la posición que últimamente defiende el banco central más poderoso del mundo. A continuación, las principales claves de su intervención:

1. Nuevo "sistema monetario internacional"

"El actual sistema monetario internacional tiene una falla estructural". Por ello, Bernanke animó a la "comunidad global" a reformar el actual marco con el fin de "alinear los intereses de los países individuales con los del conjunto de la economía mundial". El actual sistema monetario nació en 1971, cuando el Gobierno de EEUU decidió abandonar por completo todo anclaje (vinculación) con el patrón oro, imponiendo así la actual hegemonía monetaria que ostenta el dólar como principal divisa de reserva internacional.

Pese a no dar detalles acerca de dicha reforma, Bernanke advirtió de que "el actual sistema monetario internacional no está funcionando tan bien como debería. La devaluación monetaria que están aplicando países con superávit comercial está frenando el necesario ajuste internacional y creando efectos secundarios que no existirían si los tipos de cambio reflejases mejor los fundamentos del mercado".

En concreto, señala que el actual sistema "carece de un mecanismo, basado en el mercado o de otra manera, para inducir los ajustes necesarios en los países con superávit, lo que puede dar lugar a desequilibrios persistentes" en el comercio internacional. De este modo, Bernanke parece recoger el guante lanzado recientemente por el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, sobre la necesidad de llevar a cabo un nuevo Bretton Woods, es decir, un acuerdo internacional para reformar el sistema monetario.

La mayoría de propuestas en este ámbito consiste en sustituir la hegemonía del dólar por una especie de nueva divisa de referencia mundial, cuyo valor estaría determinado por una cesta de divisas y materias primas que, incluso, podría incluir de forma parcial el oro. Bernanke defendería, igualmente, una medida similar, pero en ningún caso la restauración del clásico patrón oro, ya que lo criticó durante su intervención por ser uno de los factores que contribuyeron a la Gran Depresión de los años 30.

La reforma del sistema y, por tanto, la sustitución del dólar, llevan coleando entre las elites financieras y gubernamentales del mundo desde el estallido de la crisis financiera en 2007/2008. De hecho, hasta el propio secretario de EEUU, Tim Geithner, admitió la posibilidad de sustituir el dólar por otra divisa mundial, aunque luego se desdijo.

Por primera vez, Bernanke admite públicamente dicha propuesta, lo cual resulta muy significativo, ya que el dólar depende directamente de la FED. Pese a ello, el presidente admite que este cambio puede llevar mucho tiempo así que, mientras no se instaure, "los países del mundo deben reconocer su responsabilidad colectiva para lograr el reequilibrio necesario para preservar la estabilidad de la economía mundial. Espero que los políticos de todos los países puedan cooperar juntos para lograr una economía mundial más fuerte, sostenible y equilibrada".

2. Duras críticas a China

Sin embargo, estas bonitas palabras esconden, en realidad, un ataque directo a la política monetaria que desempeña el régimen chino. Bernanke acusa a Pekín de manipular su divisa a la baja con respecto al dólar para seguir manteniendo un modelo económico basado en las exportaciones (sobre todo, hacia EEUU). China evita a toda costa la apreciación del yuan, una estrategia que Bernanke ha condenado energéticamente, algo muy poco habitual en el presidente de la FED.

Y es que, según Bernanke, la decisión de China de infravalorar el yuan pone en riesgo la recuperación de la economía mundial. El resultado podría ser, pues, un crecimiento lento para "todos". Aunque se cuidó mucho de citar explícitamente a China, su mensaje no dejó lugar a dudas:

"La estrategia de infradevaluación de la moneda ha demostrado importantes inconvenientes, tanto para el sistema mundial como para los países que usan esa estrategia"; un modelo de crecimiento basado únicamente en las exportaciones "no puede tener éxito, en última instancia, si las consecuencias de esa estrategia para el crecimiento y la estabilidad mundiales no son tenidas en cuenta"; "la infravaloración de la moneda de los países con superávit frena el necesario ajuste internacional y crea efectos secundarios que no existirían si los tipos de cambio reflejasen mejor los fundamentos del mercado"; "el ajuste en el mercado de divisas está incompleto en parte porque las autoridades de algunos países emergentes han intervenido en los mercados para prevenir o frenar la apreciación de sus divisas".

De este modo, según Bernanke, los países que permiten un cambio flexible de sus divisas se ven perjudicados al soportar una mayor carga que los países que impiden la apreciación de su moneda y fomentando el flujo de capitales hacia los países "emergentes".

En definitiva, Bernanke tilda a China de manipular artificialmente su divisa al negarse a revaluar el yuan. Algo muy peligroso si se tiene en cuenta que el Gobierno de EEUU ha aprobado un proyecto de ley para elevar sustancialmente los aranceles a la entrada de productos procedentes de países "manipuladores de divisas", en inequívoca alusión a China, lo cual supondría pasar de la actual guerra de divisas a una guerra comercial en toda regla. Lo curioso es que la FED también busca envilecer el dólar.

3. Justifica el Quantitative Easing

Por último, pese a las numerosas críticas que ha levantado su política monetaria, el presidente de la FED ha aprovechado su intervención en la sede del BCE para defender sus inyecciones permanentes de dinero en la banca estadounidense. Y, en concreto, el denominado Quantitative Easing II, un segundo programa de compras de activos consistente en adquirir más de 600.000 millones de dólares en deuda pública estadounidense a medio y largo plazo hasta el segundo trimestre de 2011.

En realidad, Bernanke está monetizando el déficit público de EEUU previsto para 2010 y, por tanto, la nueva emisión de deuda pública que lanzará el Gobierno de Barack Obama el próximo ejercicio (cerca de 1,4 billones de dólares).

"La evidencia sugiere que la compra de activos puede ser una herramienta efectiva. De hecho, las condiciones financieras se relajaron notablemente antes del anuncio de la FED", añadió. Con esta decisión el Comité (de la FED) pretende apoyar la "tibia" recuperación económica, "promover un mayor ritmo de creación de empleo y reducir el riesgo de un nuevo descenso de la inflación que pusiera en riesgo la recuperación", afirmó.

No obstante, el banquero estadounidense aseguró que el uso de esta herramienta será "mesurado y en respuesta a las condiciones económicas", por lo que será sometido regularmente a control, y que la FED podría ajustar el programa en función de las necesidades para cumplir los objetivos previstos. ¿Qué objetivos? La búsqueda de generar inflación. En concreto, una tasa mínima del 2% anual, gracias a esta inyección de nuevo dinero en la banca.

Por último, criticó la denominación de "alivio cuantitativo" (quantitative easing, en inglés), algo que en su opinión resulta "inapropiado", ya que estas políticas buscan modificar las reservas de las entidades, mientras que la FED pretende así reducir la rentabilidad (tipo de interés) de la deuda pública a largo plazo para disminuir aún más el coste de la financiación, tanto para el Gobierno como para empresas y familias.

Y es que, la FED ya fijó hace tiempo el tipo de interés oficial casi en el 0%. De este modo, Bernanke lo que busca en realidad es alcanzar tipos de interés negativos. ¿Cómo? Provocando subida de precios al tiempo que mantiene muy bajos los tipos a largo plazo (una forma de monetizar deuda, aunque supone restar poder adquisitivo al dinero en circulación).

– La Fed y su abultado balance (la argentinización total)

Si algo tiene de bueno Internet es el acceso que ha dado a cualquier inversor particular a una ingente cantidad de información que hace años era coto privado de las grandes corporaciones, siendo estas las únicas que tenían el personal y los recursos necesarios para recopilarla. Hoy en día cualquiera puede entrar en la web del Banco Central de un país, del Ministerio de turno o de la mismísima Reserva Federal y tener acceso a la documentación que estos organismos y muchos otros publican de manera periódica.Así es como, buscando en la página de la Reserva Federal, podemos encontrar los datos que semanalmente publican de su balance, es decir, de los activos que tiene, su capital, etc. Para los curiosos, pueden consultarlo en la siguiente dirección: http://www.federalreserve.gov/releases/h41/current/.

De los últimos datos publicados al 21/7/11 (por ejemplo), destaca como los activos en su balance ascienden a 2,85 billones (europeos) de dólares, con una subida de más del 300 % respecto al que tenía a cierre de 2007, antes de que estallara la crisis. A finales de junio, cuando terminen con el QE2, esa cifra estará aún más cerca de los 3 billones, casi nada.

Algunas otras cosas que llaman la atención son los 119.093 millones de deuda de agencias, que aclaran es el valor nominal (me pregunto cuál sería el valor que le darían a esa deuda si estuviera en el balance de una Caja española por poner un ejemplo), y los 917.856 millones de MBS (Mortage-Backed Securities), es decir, activos respaldados por hipotecas que compraron en lo peor de la crisis a los bancos de inversión del país para darles liquidez. Añaden en una nota que esta deuda está garantizada por Fannie Mae, Freddy Mac y Ginnie Mae, ya me quedo más tranquilo,

Pero el dato más llamativo de todos es el capital, que asciende a 52.689 millones de dólares, lo cual quiere decir que a 8 de junio de 2011 el apalancamiento de la FED es de 54 veces, lo que equivaldría a un core capital inferior al 2%. Si en vez de Reserva Federal se llamara Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ben Bernanke estoy seguro de que no obtendría una Triple A de las agencias de calificación anglosajonas, pero es la ventaja que tiene el poder darle a la maquinita e imprimir billetes.

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