El factor Bernanke: otro Maestro que se cae del tabernáculo (página 3)
Enviado por Ricardo Lomoro
"Si las acciones tomadas por el gobierno, el Congreso y la Reserva Federal tienen éxito en restaurar cierto nivel de estabilidad financiera -y sólo en ese caso-, en mi opinión, existe una posibilidad razonable de que la actual recesión terminará en 2009 y que 2010 será un año de recuperación", dijo Bernanke en su testimonio a los legisladores.
Aunque los mercados de crédito han mostrado señales de estabilizarse en las últimas semanas, los precios de las acciones han caído marcadamente, sobre todo para instituciones financieras que los inversionistas creen que caerán bajo control federal. El martes, sin embargo, las acciones repuntaron; el Promedio Industrial Dow Jones ganó 3,3%.
Las autoridades de EEUU, mientras, están trabajando para reescribir los rescates financieros de dos de las mayores instituciones financieras del país, American International Group Inc. y Citigroup Inc., a las que ya otorgaron cientos de miles de millones de dólares el año 2008. Pese a estas inyecciones, la desaceleración económica y la tormenta financiera siguen hundiendo a las firmas. El sector inmobiliario -en el corazón de la crisis– también mostró señales de estar empeorando.
Los precios de las casas cayeron 3,4%, ajustado por temporada, en el cuatro trimestre de 2008, una caída récord, según un índice del gobierno hecho público el martes. Es el mayor declive en los 18 años en que lleva computándose el índice. Un índice de precios de vivienda independiente, computado por S&P/Case-Shiller, mostró que los precios de la vivienda en todo el país cayeron 27% respecto a su máximo a mediados de 2006.
"La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) lanzó ayer un ambicioso programa de préstamos que podría alcanzar U$ 1 billón (millón de millones). El plan pondrá finalmente a prueba su teoría de que el crédito barato del banco central hará que los inversionistas privados regresen a los moribundos mercados de préstamos a empresas e individuos"… La Fed lanza plan para reanimar los mercados de crédito (The Wall Street Journal – 4/3/09)
La Fed, que en noviembre (2008) anunció su programa conjunto con el Departamento del Tesoro, anunció que los inversionistas pueden empezar a endeudarse con el banco central a partir del 17 de marzo (2009) y usar ese dinero para comprar valores recién emitidos respaldados por diversos tipos de deuda, desde préstamos automotrices a arriendos de equipo industrial.
La Fed también amplió los tipos de préstamos que pueden acogerse al programa, que inicialmente se limitaba a préstamos a personas y pequeñas empresas, para incluir créditos para maquinaria pesada, equipo agrícola y flotas de autos de alquiler. También suavizó los términos para captar una mayor cantidad de inversionistas y emisores de deuda. Los participantes, por ejemplo, no tendrán que ceñirse a los límites a la compensación de sus ejecutivos que se aplican a bancos que reciben fondos del gobierno.
La Fed y el Departamento del Tesoro esperan que la iniciativa, conocida como Línea de Crédito para Préstamos Respaldados por Activos a Plazo, o TALF por sus siglas en inglés, reanimará los mercados donde los préstamos son ensamblados con otros créditos y convertido en valores. Durante el punto más álgido del auge del crédito, Wall Street emitió más de US$ 1 billón al año en valores respaldados por créditos de consumo y billones más respaldados por préstamos hipotecarios. Estos mercados -llamados algunas veces "el sistema bancario en las sombras"- llegaron a representar el 40% de todos los préstamos de consumo otorgados antes de la crisis. El mercado, sin embargo, prácticamente cesó de funcionar el año pasado. La emisión de valores ligados a préstamos de consumo cayó a menos de US$ 8.000 millones en los últimos tres meses de 2008.
"Ha habido cierto colapso del sistema bancario, pero el colapso del sistema bancario en las sombras ha sido casi total", advierte el economista de la Universidad de Princeton Alan Blinder. "Tomando en cuenta nuestra dependencia del segundo, necesitamos revivir el sistema bancario en las sombras".
Los inversionistas recibieron el anuncio de con una mezcla de entusiasmo y pesimismo. "Se necesita un mercado de titularización robusto para restablecer una plataforma amplia de crédito en la sociedad", dijo Stephen Schwarzman, presidente de la firma de capital privado Blackstone Group LP, que está considerando invertir en el programa de la Fed.
El programa de la Fed ya se dispone a enfrentar su primera prueba. La firma de financiamiento automotriz World Omni Financial Corp., que otorga préstamos a través de los concesionarios de Toyota Motor Corp. en EEUU. World Omni se prepara para ensamblar unos 25.000 créditos ligados a vehículos de Toyota con el fin de crear valores por hasta US$ 750.000 millones. Luego, acudirá a la Fed para hacer préstamos a tres años a los inversionistas que compren estos valores.
Los inversionistas incurrirán en algún riesgo, aunque limitado. Podrán tomar prestado entre US$ 92 y US$ 94 de la Fed por cada US$ 100 que inviertan en valores de World Omni. La Fed concederá muchos de estos préstamos a una tasa equivalente a la Tasa Interbancaria de Londres (Libor) más un punto porcentual. El retorno de los inversionistas dependerá, en última instancia, del precio final de los valores. Asumiendo que no haya grandes pérdidas de crédito, los inversionistas anticipan retornos de entre 12% y 16% al año en un plazo de tres años.
"La Reserva Federal de EEUU (Fed), que preside Ben Bernanke, oculta a la agencia Bloomberg en nombre de los bancos que han recibido ayuda pública a través de sus líneas de crédito extraordinarias, en donde las entidades se deshacen de sus activos tóxicos"… Bernanke impone la Ley del Silencio (Libertad Digital – 6/3/09)
La Reserva Federal (Fed) se niega a facilitar información acerca de las líneas de créditos extraordinarias concedidas a las entidades del país. Las presiones de la prensa norteamericana han servido de poco por el momento, pese a las denuncias y la investigación abierta en la Cámara de Representantes de EEUU, según denuncia la prestigiosa agencia de información económica Bloomberg.
La Fed no hará público el nombre de las entidades que han sido auxiliadas por el banco central a través de sus ventanillas de descuento de activos tóxicos, que se nutre el dinero procedente de los contribuyentes de EEUU (deuda pública) y que asciende a 1,9 billones de dólares. El asunto está siendo investigado por el Comité de banca en el Senado, pero las autoridades públicas rechazan identificar a las entidades beneficiarias.
El senador republicano por Alabama, Richard Shelby, denuncia que "si el dinero que procede de los contribuyentes es el que está en juego, el pueblo de EEUU y esta comisión debemos conocer quién ha sido beneficiado, a dónde fue ese dinero". Aquí "no hay transparencia", alega.
Bloomberg denunció el 7 de noviembre (2008) a la reserva Federal en virtud del principio de Libertad de Información para que aportara todos los detalles sobre sus 11 programas de crédito extraordinario puestos en marcha desde el inicio de la actual crisis. Sin embargo, los organismos públicos han dado, por el momento, la callada por respuesta.
"El efectivo escasea. Agotada la vía de los tipos, los estados tienen en la compra de activos tóxicos el mejor método para reflotar el crédito. Imprimir más billetes sería la opción más extrema y sólo tendría efecto si se utilizara de forma"… ¿Cómo puede un país poner más dinero en circulación? (Negocios – 10/3/09)
Si hay un factor que une a empresas, entidades financieras y consumidores particulares en esta crisis es la necesidad de efectivo en medio de un escenario de escasez de efectivo. Las primeras, para saldar sus deudas. Las segundas, para poner en funcionamiento el motor económico. Y los terceros, para consumir y abonar sus compromisos crediticios.
Pero, ¿cómo puede un país aumentar el efectivo a disposición de los actores económicos? Existen varias fórmulas, todas ellas con sus pros y sus contras.
El fin último no debe ser otro que llevar la financiación al consumidor final. La tarea no es fácil, teniendo en cuenta, tal y como explica Marta Raga, de BNP Paribas, que todos los agentes económicos están utilizando el efectivo extra en reducir su apalancamiento y no en consumo o en proyectos de crecimiento empresarial.
Los expertos aseguran que las medidas tomadas hasta ahora son adecuadas. "Aceleran la velocidad del dinero", asegura Raga. Pero algunas de ellas empiezan a agotarse, como las bajadas de tipos de interés. Por ese motivo, algunos de ellos creen que aún queda margen para que funcionen las medidas alternativas, como la compra de activos.
Juan Ramón Caridad, de Atlas Capital, considera adecuado potenciar el papel del Estado como cámara de compensación, porque "si el Estado actúa de garante, la confianza retornará al mercado y con ella, las titulaciones, de una forma ordenada".
Pero "todo lleva su tiempo", asegura José Carlos Díez, de Intermoney, por lo que las medidas tardarán unos meses en tener efecto en las economías.
1 Política fiscal expansiva.
Es decir, bajadas de impuestos para fomentar el consumo privado. El principal escollo para llevar a cabo esta medida en el actual escenario de mercado es que los estados también necesitan recaudar fondos para sacar las economías de la crisis. Pablo García apunta a que los gobiernos evitarán financiarse a través de subidas de impuestos indirectos, pero también descarta que haya recortes fiscales.
2 Recortes de tipos de interés.
Es la primera medida que han llevado a cabo los bancos centrales para aumentar el efectivo en circulación. Hasta tal punto que a algunas autoridades monetarias ya se les ha acabado la munición. EEUU y Japón tienen el precio del dinero al 0% y el Reino Unido, en el 0,5%. Los bajos tipos de interés hacen más accesible el crédito a los consumidores.
3 Compra de activos, tanto públicos como privados.
Con esta fórmula, el Estado inyecta efectivo en las entidades a través de la adquisición de activos considerados ilíquidos y que enturbian los balances de las entidades. Para llevar a cabo esta medida, el Estado debe financiarse a través de emisiones de deuda. El problema surge cuando este tipo de operaciones son masivas y el inversor huye hacia las inversiones más seguras, porque resta financiación a las compañías. Es lo que, en la teoría económica, se denomina "efecto expulsión".
4 Bajar el coeficiente de caja.
Es decir, reducir las reservas que poseen las entidades financieras en los bancos centrales de cada país como concepto de aval. Esta medida inyecta efectivo a las entidades, pero suscita incertidumbres. Algunos expertos consideran que esta opción es poco aconsejable en la actualidad, porque los bancos necesitan respaldo financiero para afrontar la bajada del valor de sus activos.
5 Poner a funcionar "la máquina del dinero".
Sería la medida más extrema. La emisión de billetes iría destinada, según los analistas, a la compra de activos tóxicos. Sólo sería efectiva si se utiliza de forma puntual y en un entorno de baja inflación. Su abuso provocaría inflación sin control.
"La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que se prepara para una reunión sobre política monetaria la próxima semana, considera inyectar más dinero en la economía comprando valores u otorgando nuevos préstamos"… La Fed evalúa los próximos pasos para normalizar los mercados (The Wall Street Journal – 11/3/09)
Golpeado por el pronunciado deterioro de los mercados bursátiles -a pesar del alza de ayer- y las renovadas presiones en los mercados de crédito, el banco central estadounidense debe evaluar si los esfuerzos realizados hasta ahora han surtido efecto y qué más puede hacer para apuntalar la economía.
La Fed ya ha usado de forma significativa sus principales herramientas: bajar las tasas de interés a casi cero e impulsar los préstamos y las compras de activos. Sin embargo, podría decidir actuar más enfáticamente, por ejemplo, comprando bonos de largo plazo del Tesoro de EEUU o aumentando sus adquisiciones de deuda emitida o garantizada por los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac. Las compras de bonos del Tesoro podrían ayudar a reducir las tasas de interés de largo plazo, al hacer subir el precio de los valores y, por consiguiente, reducir sus rendimientos. Esto, a su vez, podría hacer bajar otras tasas de largo plazo, ya que la deuda del Tesoro es un referente para muchos préstamos y valores.
Las medidas que están siendo consideradas y el creciente papel de la Fed resaltan la profundidad de la recesión y las sombrías evaluaciones de las autoridades acerca de una pronta recuperación. "El mundo está sufriendo en medio de la peor crisis financiera desde los años 30, una crisis que ha provocado un pronunciado bajón de la economía global", afirmó el martes el presidente de la Fed, Ben Bernanke, ante el Consejo de Relaciones Exteriores. Una recuperación, agregó, estaría "fuera del alcance" hasta que los funcionarios estabilicen el sistema financiero, y aunque eso suceda, la recesión persistirá hasta "fines de este año".
Añadiendo una dosis de humildad a su evaluación, Bernanke reconoció que su "historial de predicciones en esta recesión" no ha sido de los mejores.
Además de llevar su tasa de interés de corto plazo, conocida como tasa de fondos federales, a casi cero y comprar activos, la Fed ha iniciado nuevos programas. Asimismo, está preparando la Línea de Crédito de Valores Respaldados por Activos a Plazo (TALF por sus siglas en inglés), que podría ser ampliada próximamente.
"La expansión de gasto público se contabiliza por billones de dólares en EEUU, unas cifras astronómicas a las que los ciudadanos no están acostumbrados y que son difíciles de imaginar. LD muestra cuánto ocupa un billón de dólares"… ¿Sabe cuánto ocupa un billón de dólares? (Libertad Digital – 17/3/09)
El agujero en las cuentas de EEUU carece de precedentes. Los 1,75 billones de déficit público multiplican por cuatro el PIB de Argentina, Austria y Grecia; y equivalen al tamaño de la economía española. Obama ha hipotecado ya 10 billones de gasto público y, para financiarlo, subirá impuestos. Los ciudadanos se rebelan, aunque realmente pocos se hacen idea de lo que significa este volumen de dinero.
La página web especializada Moneyweb ha publicado un curioso artículo en el que enseña a los contribuyentes cuanto ocupa un billón de dólares. Para ello, comienza con una aproximación al billete de 100 dólares norteamericanos, una cantidad que la mayoría de los ciudadanos han tenido alguna vez en sus carteras y, por lo tanto, una buena referencia para realizar la comparación.
Si se agrupan 100 billetes de 100 dólares en paquetes, cada uno de ellos tendría un grosor de media pulgada (12,7 milímetros) alcanzaría los 10.000 dólares y podría llevarse en el bolsillo sin problema. Sería una cantidad más que suficiente para afrontar los gastos semanales o darse una juerga antológica.
Y se lo crean o no, la siguiente imagen muestra lo que ocuparían 100 paquetes de 10.000 dólares (un millón de dólares) en comparación con un ser humano. Se podrían meter en un bolso y llevarlos encima sin problemas de espacio.
Pero mientras que un paquete de billetes de 100 dólares que alcance la cifra de un millón de unidades de la divisa verde no impresiona demasiado, cuando tenemos 100 millones el volumen es más que respetable. Equivale aproximadamente a un palé estándar de la construcción.
Si continuamos agrupando paquetes de billetes llegamos a los 1.000 millones de dólares…
Finalmente, ya podemos saber cuánto ocupa un billón de dólares. Es un número que últimamente se está escuchando mucho en la Casa Blanca y ahora los ciudadanos saben lo que es. ¿Están ustedes preparados?
"La Reserva Federal de Estados Unidos anunció que comprará bonos del Tesoro de largo plazo por valor de hasta US$ 300.000 millones en los próximos seis meses y que ampliará las compras de deuda respaldada por hipotecas para sostener el mercado de crédito y promover la recuperación de la economía"… La Fed bombea dinero (BBCMundo – 18/3/09)
La Fed también ha decidido dejar sin cambios las tasas de interés en el nivel de entre cero y 0,25% fijado en diciembre de 2008, según anunció en un comunicado tras finalizar una reunión de dos días en el que analizó el estado de la economía.
"En estas circunstancias, la Reserva Federal empleará todas las herramientas disponibles para promover la recuperación económica y preservar la estabilidad de precios", señaló la institución.
Con estas medidas la Fed pretende bajar las tasas de interés de los préstamos hipotecarios, de consumo y de las empresas.
En su comunicado, el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal, que fija la política monetaria de EEUU, constató que la economía del país sigue contrayéndose, con la mayoría de los indicadores económicos en negativo. "La pérdida de trabajos, el declive de la igualdad y de la riqueza en el mercado inmobiliario y el endurecimiento de las condiciones de crédito han pesado en el sentimiento y gasto del consumidor", señaló.
La Fed también anunció que invertirá US$ 750.000 millones en la compra de títulos hipotecarios adicionales, hasta alcanzar un total de US$ 1,25 billones. Además, comprará deuda emitida por agencias de financiamiento hipotecario respaldadas por el gobierno, como los gigantes inmobiliarios Freddie Mac y Fannie Mae, por valor de US$ 100.000 millones. La Reserva Federal anunció asimismo que ha puesto en marcha un programa de crédito para las familias y las pequeñas empresas.
Algunos economistas sostienen que se está invirtiendo demasiado dinero público en estas operaciones que son por su naturaleza riesgosas y que pueden terminar afectando el patrimonio nacional.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, se mostró inusualmente optimista en una entrevista (marzo 2009) al afirmar que espera que la recesión económica en su país finalice al terminar el año y que la recuperación comience a principios de 2010.
"El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, indicó ayer durante una conferencia en París que se está en un proceso de conversaciones para considerar si se adoptan medidas menos convencionales de política monetaria"… La Fed mete presión al BCE para que empiece a imprimir billetes (Expansión – 19/3/09)
Reafirma así lo dicho en la última reunión de política monetaria, cuando rebajó el precio del dinero desde el 2% al 1,5%. La institución monetaria se encuentra bajo presión, principalmente, después de que la Reserva Federal anunciara que comprará durante los próximos seis meses deuda pública por importe de 300.000 millones de dólares.
Así lo ven los expertos de Royal Bank of Scotland. "Creemos que la presión para que el BCE se embarque en algún tipo de programa de compra (refiriéndose a activos) está aumentando hasta llegar a ser insostenible, con la mayoría de los bancos centrales del mundo luchando de forma muy activa para combatir los riesgos de deflación mediante la adquisición de deuda pública", indican en RBS. Los expertos del banco británico creen que el BCE tomará esta decisión "incluso más pronto de lo que nosotros anticipamos (nos parece que junio es la fecha más probable)", añaden en el banco británico.
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) está dispuesta a echar toda la carne en el asador para reactivar la economía estadounidense. El Comité Federal de Mercado Abierto de la institución monetaria anunció ayer que la Fed comprará 300.000 millones de dólares (en torno a 227.700 millones de euros) en bonos del Tesoro Público durante los próximos seis meses.
Ante el poco margen con el que cuenta en materia de tipos de interés -se mantuvieron ayer en un rango de entre el 0% y el 0,25%-, la Fed ha optado por continuar con la impresión de billetes. Con la compra de deuda pública, el banco emisor va a contribuir a rebajar los tipos de los activos libres de riesgo y, con ello, abaratará el acceso al crédito a hogares y empresas.
"Para ayudar a mejorar las condiciones del mercado de crédito privado, el comité decidió elevar la compra de activos del Tesoro a largo plazo hasta los 300.000 millones de dólares durante los próximos meses", indicó la Fed en un comunicado. Esta medida se complementará con la extensión de sus programas de compra de deuda hipotecaria o titulizaciones de agencias hipotecarias (las principales, Fannie Mae y Freddie Mac).
"El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha informado hoy de que, de acuerdo con otros bancos centrales, incluyendo la Reserva Federal de EEUU, continuará desarrollando en el segundo trimestre de 2009 las operaciones para inyectar liquidez en dólares a plazos de una semana, 28 y 84 días"… El BCE mantendrá la "barra libre" de dólares (Expansión – 19/3/09)
Estas operaciones mantendrán el formato de operaciones de recompra frente al colateral elegible del BCE y se celebrarán a tipo fijo con plena satisfacción de las demandas de liquidez de las entidades que concurran a las mismas.
"Dada su demanda limitada, las operaciones celebradas bajo el formato de "swaps" de divisas euro/dólar fueron interrumpidas a finales de enero, pero podrían reanudarse en el futuro si fuera necesario de acuerdo con las necesidades del mercado", señaló la institución presidida por Jean Claude Trichet.
"La decisión de la Reserva Federal de inyectar US$ 1,15 billones (millones de millones) en el sistema financiero refleja su temor de que la economía padece un mal que se agrava cada día. Desde habitaciones de hotel desocupadas a máquinas industriales apagadas, Estados Unidos sufre de un exceso de capacidad"… A la Fed le preocupa que un exceso de capacidad desate presiones deflacionarias (The Wall Street Journal – 20/3/09)
Esto indica que, incluso si la crisis se revierte mañana, la economía probablemente operará muy por debajo de su verdadero potencial durante muchos meses, tal vez años.
El tema también preocupa al banco central por otra razón. En dosis limitadas, la capacidad ociosa puede generar presiones inflacionarias porque la escasez de suministro y mano de obra permite que empresas y trabajadores exijan más dinero por sus servicios. Sin embargo, cuando hay demasiada capacidad ociosa, como en la actualidad, la inflación declina.
Si el exceso de capacidad se profundiza o persiste por un período prolongado, podría producir deflación, un declive pronunciado en los precios, algo que la Fed quiere impedir a toda costa porque es un nudo difícil de desatar. "A la luz de la creciente capacidad ociosa en la economía estadounidense e internacional, el comité espera que la inflación se mantenga a raya", declaró el Comité de Mercado Abierto de la Fed el miércoles, tras anunciar la inyección adicional de efectivo a través de compras de bonos del Tesoro y valores hipotecarios.
Las señales de un exceso de capacidad son fáciles de divisar. El número de casas vacías en EEUU llegó a los 19 millones en el cuarto trimestre de 2008, un alza de 6% frente al mismo período del año anterior. Las tasas de ocupación hotelera han caído de 65,5% hace un año a 55,2% a principios de marzo, según la firma de estudios de mercado Smith Travel Research. Las plantas manufactureras operaron en febrero a un promedio de 67,4% de su capacidad, el nivel más bajo desde que la Fed empezó a seguir estos datos en 1948.
En circunstancias normales, la Fed combatiría un exceso de capacidad reduciendo las tasas de interés de corto plazo con el fin de rebajar los costos de financiamiento para empresas e individuos. Pero el banco central estadounidense ya ha recortado su tasa de referencia a casi cero. Es por eso que la Fed anunció el miércoles un drástico aumento de las compras de bonos del Tesoro a largo plazo y valores respaldados por hipotecas. El banco central espera que tales medidas amplíen el acceso al crédito y estimulen la demanda.
Para las autoridades estadounidenses, la clave para reducir el exceso de capacidad es impulsar la demanda de bienes, servicios, bienes raíces y empleo. Esa es una razón por la que los economistas creen que el Congreso necesitará aprobar un nuevo paquete de estímulo. El plan de US$ 787.000 millones del presidente Barack Obama, aprobado en febrero, tiene la meta de ayudar la economía a través de programas de gasto y recortes de impuestos para la clase media.
"La expansión monetaria cuantitativa (quantitative easing) ha llegado pisando fuerte. Japón, Reino Unido y Suiza la están aplicando. Ahora, EEUU está siguiendo el ejemplo, y se espera que Canadá y Suecia sean los siguientes. Sin embargo, existen diferencias importantes entre la política monetaria de EEUU y las del resto. La expansión monetaria cuantitativa (EMC) no es similar en todos los casos"… "Quantitative easing", también (Expansión – Financial Times – 20/3/09)
Aparentemente, todos los bancos centrales que usan la EMC se centran en la cantidad de dinero en el sistema -de ahí el término "expansión monetaria cuantitativa"-. Sin embargo, lo que parecen querer conseguir, en realidad, es influenciar otras variables clave, como la rentabilidad de los bonos y, en algunos casos, el tipo de cambio. Ambos caen de forma pronunciada cuando se anuncia la EMC.
Se espera que la compra de bonos gubernamentales y corporativos con dinero creado específicamente para ese propósito reduzca los costes de los créditos. Por otra parte, un tipo de cambio más bajo puede ayudar al conjunto de la economía, ya que mejora la competitividad de las empresas exportadoras en un momento en el que la demanda cae en todo el mundo. También puede ayudar a relajar la política monetaria en general, motivo que expuso el banco central suizo cuando inició la EMC.
Por el momento, el Banco Central Europeo ha renunciado a estas políticas y se ha centrado en su lugar en incentivar los créditos bancarios. Esto se debe por una parte a que el crédito bancario desempeña un papel más importante en la eurozona, y por otra a que el BCE carece de un Tesoro central que pudiera reponer los fondos de las pérdidas generadas por la compra de bonos. Lo que ninguno de estos bancos centrales ha hecho, sin embargo, es escoger qué sectores deberían sobrevivir o perecer. Esa labor se ha dejado en manos del mercado.
La Reserva Federal de EEUU ha actuado de forma ligeramente distinta. Ha intentado centrarse con minuciosidad en el precio y la distribución de los créditos, algo que se ha hecho mediante esquemas como el programa de emisiones de renta fija privada a corto plazo -o programa TALF- concebido para estimular los créditos al consumo y aumentar la liquidez corporativa.
Ahora, al anunciar que adquirirá valores garantizados por hipotecas por un valor de hasta 1,25 billones de dólares (923.000 millones de euros) junto a otros 300.000 millones de dólares en títulos del Tesoro, también ha situado a los créditos hipotecarios en el centro de mira. Otros bancos centrales no han llegado tan lejos. Algunos consideran estos movimientos como un indicio de la capacidad de innovación de la Fed. Otros opinan que se ha quedado sin cartas altas que jugar y ha decidido "apostarlo todo".
"La Reserva Federal de EEUU está aumentando su balance con otro billón de dólares, incluyendo 300.000 millones en bonos del Tesoro, según dijo el pasado miércoles el Comité de Mercados Abiertos (FOMC). El ritmo del declive económico de EEUU parece estar ralentizándose, mientras que la deflación ya no es visible. La política de la Fed es ahora de alto riesgo, y una renacida inflación podría aparecer antes de lo previsto"… La economía de EEUU y la Fed (Cinco Días – 23/3/09)
El FOMC dijo que espera que la inflación permanezca apagada, con un poco de riesgo de que puedan "persistir un tiempo por debajo índices que estimulen el crecimiento de la economía". La Fed no prevé la deflación, cosa que no sorprende porque el índice general de precios al consumo de febrero subió un 0,4%, equivalente a un 4,8% anual, mientras que también lo hizo el IPC subyacente en un 0,2%. La media del IPC de Cleveland fue un 2,8% más alta que el año pasado.
La experiencia de los años setenta tanto en EEUU como en Gran Bretaña demuestra que la teoría de la Fed (la inflación no coexistirá con una economía parada) es errónea. Por tanto, una política monetaria o fiscal sobreinflacionaria podría producir la rápida aceleración de la inflación incluso mientras persista la recesión.
La compra propuesta por la Fed de 300.000 millones en bonos del Tesoro a largo plazo, combinada con los déficits presupuestarios récord de la Administración Obama, es particularmente arriesgada. Acarrear grandes déficits presupuestarios y convertirlos en efectivo a través de la compra de deuda por parte del banco central es una política altamente inflacionaria que ha puesto en problemas a muchos mercados emergentes.
El aumento de la masa monetaria ha sido de más del 15% anual desde el pasado mes de septiembre (2008). Es muy probable que la ampliación en un billón de dólares del balance de la Fed acelere esto. Puede que el efecto no sea obvio a corto plazo, pero es inevitable que en algún momento vuelva la inflación. La Fed necesitará entonces dar marcha atrás a sus políticas con la velocidad de un piloto de competición. Lo más probable es que no consiga hacerlo hasta que reine la inflación.
"La Reserva Federal de Nueva York comenzará hoy a comprar bonos del Tesoro a largo plazo con vencimiento entre 2016 y 2019 en el marco del plan anunciado el pasado miércoles por la institución presidida por Ben S. Bernanke, que planea invertir hasta 300.000 millones de dólares (223.000 millones de euros) en la compra de deuda pública"… La Fed inicia hoy la compra de bonos del Tesoro (Intereconomia – 25/3/09)
Asimismo, el calendario de operaciones publicado por la Fed de Nueva York contempla la adquisición de bonos del Tesoro con vencimiento entre dos y tres años, mientras que la semana que viene realizará adquisiciones de deuda con vencimientos que oscilan entre tres y treinta años.
No obstante, el banco central de Nueva York no preciso la cantidad de bonos que adquirirá en cada operación.
"La Reserva Federal de Estados Unidos se ha unido con otros cuatro bancos centrales, entre ellos el Banco Central Europeo (BCE), para proveer a las empresas financieras estadounidenses de liquidez en moneda extranjera. El regulador de la zona euro otorgará a la Fed hasta 80.000 millones de euros"… Los principales bancos centrales proveerán a la Fed de liquidez en moneda extranjera (El Economista – 6/4/09)
"Si es necesario, se darán euros, yenes, libras y francos suizos a la Reserva Federal a través de estos acuerdos de swap adicionales que también incluyen al Banco de Japón (BoJ), al Banco de Inglaterra (BOE) y al Banco Nacional Suizo (BNS)", ha señalado el BCE en comunicado.
El banco emisor dirigido por Jean-Claude Trichet ha informado de que mediante este acuerdo ofrecerá liquidez a la Fed por valor de hasta 80.000 millones de euros hasta el 30 de octubre de 2009.
Además de ésta, se han establecido las siguientes líneas de canje cambiario para empresas de EEUU que tendrán validez hasta el próximo 30 de octubre: hasta 30.000 millones de libras, 10 billones de yenes y 40.000 millones de francos suizos.
"Los bancos centrales siguen trabajando juntos y tomando medidas apropiadas para procurar la estabilidad de los mercados financieros", ha señalado la Fed en un comunicado. Desde octubre de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers, el BCE y las principales entidades monetarias del mundo han acordado intercambios de divisas para inyectar liquidez adicional con la que paliar las tensiones en los mercados de dinero.
El plan de estímulo de Obama contempla un total de 787.000 millones de dólares, los cuales serán asignados en el curso del año 2009 y 2010 a través de alivios tributarios y a obras de infraestructura y otros proyectos.
"La Reserva Federal espera que el Gobierno y el Congreso de EEUU mantengan "flexibilidad y apertura" a estímulos adicionales para el crecimiento económico y la protección del sistema financiero, indicó el vicepresidente de la Reserva Federal, Donald Kohn. Además, la Fed dio a conocer las actas de la última reunión de la Junta de Gobernadores, en la que éstos reconocen que el grave deterioro de la economía a mediados de marzo les forzó a lanzar una compra de activos de largo plazo de hasta 1,25 billones de dólares"… La Fed espera una mayor "flexibilidad" del Gobierno de EEUU para lanzar estímulos adicionales (El Economista – 8/4/09)
Las actas revelan que en su reunión del 17 y 18 de marzo (2009) los gobernadores debatieron poco acerca de la compra de bonos del Tesoro y las discrepancias sólo giraron en torno al montante de la adquisición. La Reserva Federal volverá a reunirse el 28 y 29 de abril (2009).
Todos los miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva estuvieron de acuerdo en que "son apropiadas las compras sustanciales y adicionales de activos de largo plazo" y señalaron que "es probable que la base monetaria se expandirá significativamente".
Algunos gobernadores opinaron que el empeoramiento del panorama económico y el espectro de la deflación justificaban "las compras muy sustanciales de activos de largo plazo", en tanto que otros consideraron que la mayor parte del esfuerzo podría hacerse con otros programas del gobierno federal.
A lo largo del último año la Reserva ha añadido más de 1,2 billones de dólares al crédito y la liquidez de los bancos y los mercados financieros, y la hoja total de balances del banco central de EEUU se encuentra en los 2,08 billones de dólares.
En marzo (2009), el índice de desempleo subió cuatro décimas, al 8,5%, el nivel más alto de 1983, y las empresas recortaron 663.000 puestos de trabajo, con lo que desde que comenzó la recesión -en diciembre de 2007- la economía de EEUU ha tenido una pérdida neta de 5,1 millones de empleos.
"Como apuntó el periodista británico Malcolm Muggeridge, pocos hombres de acción consiguen salir airosos de determinadas circunstancias y en el momento adecuado. Lo mismo podría decirse incluso del más enérgico de los bancos centrales. Después de haber entrado en una zona de expansión monetaria cuantitativa (QE, en sus siglas en inglés) los inversores se preguntan cada vez con más frecuencia cómo lograrán salir de ésta los bancos centrales, si es que realmente lo consiguen"… Abandonar la expansión monetaria (Expansión – Financial Times – 13/4/09)
Una de las funciones menos conocidas de la QE consiste en secundar la financiación de los gobiernos. La compra de bonos gubernamentales supone una ayuda directa a la financiación del déficit. Establecer un límite a los tipos de interés también reduce los costes de los servicios de deuda pública. Hasta ahora, los bancos centrales han hecho un buen uso de esta política, ayudados por la banca comercial, sometida a un mayor control estatal, y también importante compradora de bonos del gobierno.
Desde septiembre, el sistema bancario nipón, incluido su banco central, ha comprado 15 billones de yenes (0,11 billones de euros) en bonos del estado, lo que cubre las necesidades inmediatas de financiación de Japón. El Banco de Inglaterra ha comprado hasta ahora 25.000 millones de libras (27.840 millones de euros) de bonos estatales y los bancos comerciales británicos otros 20.000 millones de libras.
En EEUU, las ayudas a la banca aprobadas hasta el momento han elevado ya el balance de la Fed hasta los 2 billones de dólares. En cuanto al Banco Central Europeo, aunque todavía no está practicando la expansión monetaria, los bancos comerciales de la eurozona han comprado aproximadamente 110.000 millones de euros de bonos del estado, lo que según Andrew Hunt Economics supone una cuarta parte de las necesidades de endeudamiento de la zona.
Aun así ¿qué ocurrirá cuando las economías se recuperen? Para invertir el orden de la QE, los bancos centrales y seguramente los comerciales, tendrán que reducir sus balances volviendo a vender los bonos. Aumentarán la rentabilidad de los bonos y los tipos de interés. Para compensar el aumento del coste de los préstamos, los gobiernos tendrán que recortar drásticamente el gasto, como hizo Japón en 2006 cuando abandonó el QE por última vez.
Las economías se enfrentarán entonces a un doble ajuste, provocado por el aumento de los tipos de interés y el recorte del gasto gubernamental, lo que aumenta las probabilidades de un descenso de la actividad económica al no haberse logrado una recuperación de la recesión – a menos que los bancos centrales apliquen estos ajustes. Pero entonces la inflación entraría en escena. Cuando una puerta se cierra, otra se abre.
"Durante los últimos ocho meses, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha inyectado más de US$ 800.000 millones en el sistema financiero del país, una medida que en tiempos normales podría desatar una desagradable alza de la inflación"… La prueba de la Fed es saber cuándo cerrar el grifo (The Wall Street Journal – 22/4/09)
Ben Bernanke, presidente de la Fed, confía en que eso no sucederá esta vez. Para aplacar las críticas y calmar a los mercados, Bernanke y sus lugartenientes no han escatimado esfuerzos en los últimos días para explicar por qué no habrá presiones inflacionarias y presentar las herramientas a su disposición para combatir un alza de precios.
La Fed no es la única entidad preocupada de la inflación. En un reciente informe, los economistas de Goldman Sachs buscaron calmar lo que describieron como una ola de "alboroto inflacionario" que han estado escuchando de clientes y corredores de bonos.
El banco central, preocupado de implementar varias intervenciones en los mercados de crédito, probablemente no hará grandes anuncios después de su reunión de la semana entrante. La mayor parte del tiempo será destinado a evaluar los indicios de mejoría en la economía, revisar los planes de contingencia y deliberar sobre las estrategias para revertir el curso en caso que sea necesario.
La inflación puede parecer una preocupación lejana hoy en día. A mediados de abril (2009), el Departamento del Trabajo de EEUU informó que la inflación acumulada entre marzo de 2008 y 2009 cayó, la primera vez que ello ocurre en 54 años.
El aumento del desempleo y la inactividad en las fábricas significan que las empresas tienen pocos incentivos o capacidad para elevar los sueldos o los precios que les cobran a sus clientes. Existe el riesgo, de hecho, de que si la economía se debilita mucho más, lo opuesto a la inflación -la deflación- podría pasar a ser una seria amenaza.
Por eso es que el objetivo de la Fed por ahora es aumentar la inflación, no reducirla. Ha estado imprimiendo dinero como parte de sus medidas de rescate. Cuando compra valores respaldados por hipotecas u otorga préstamos en el mercado de papel comercial, al que las empresas no financieras acuden para conseguir financiamiento de corto plazo, la Fed les abona efectivo a los bancos de forma electrónica, lo que inyecta dinero fresco en el sistema financiero.
Cuando la economía se recupere de la recesión, la Fed va a tener que retirar este dinero y subir las tasas de interés. Debido a que la Fed todavía está acrecentando muchos de sus programas, el dinero que tendrá que retirar seguramente excederá los ya astronómicos niveles de la actualidad. Si la Fed demora demasiado en retirar este dinero del sistema, la economía estadounidense podría sobrecalentarse y generar un brote inflacionario. Si los inversionistas no creen que la Fed sea capaz de hacerlo, las tasas de interés a largo plazo podrían subir, lo que socavaría una recuperación antes de que empiece.
"La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha asegurado que los 19 mayores bancos de Estados Unidos que han sido sometidos a las pruebas de resistencia están bien capitalizados en la actualidad. No obstante, el organismo añade que necesitarán mantener un capital "sustancial" por encima de los mínimos que actúe de colchón ante un posible recrudecimiento de la crisis financiera"… La Fed asegura que los bancos están bien capitalizados pero cree necesario un "colchón" (Expansión – 24/4/09)
El organismo monetario ha señalado que las "pruebas de tensión" realizadas en los bancos pretenden asegurar que las entidades tienen suficiente capital en reserva para poder seguir prestando dinero aún en peores condiciones y no son una medida de su solvencia actual. No obstante, la institución que preside Ben Bernanke reconoce que "la mayoría de las entidades financieras tienen en la actualidad niveles de capital muy por encima de las cantidades requeridas para estar bien capitalizadas".
En un documento que explicaba los métodos empleados por el Tesoro para dictaminar el estado de salud de las entidades, la Fed ha manifestado que "es importante entender que las evaluaciones son un ejercicio de "¿Qué pasaría si?" para ayudar a los supervisores a calcular el capital que necesitarían en diferentes escenarios posibles".
Según ha explicado la Fed, el organismo ha revisado los balances de los bancos que a finales de 2008 tenían activos por valor de 100.000 millones de dólares. El regulador entiende que las entidades disponen de "reservas de capital necesarias para mantenerse en niveles suficientes de capital hasta finales de 2010 aún en el caso de la economía se debilite más de lo esperado".
Por su parte, la Casa Blanca ha comentado que espera que algunos de los grandes bancos que han pasado por las pruebas publiquen sus resultados y que el Gobierno, revelará algunas informaciones.
El portavoz del gobierno estadounidense, Robert Gibss, ha asegurado que la tendencia del ejecutivo es "dar transparencia". Además, el funcionario ha señalado que "algunos bancos entregarán algunos de sus resultados y nosotros publicaremos lo que consideremos aplicable".
"Aunque la intensidad de la recesión en Estados Unidos parece haber disminuido en las últimas semanas, la Reserva Federal indicó que no tiene ninguna intención de reducir sus agresivos esfuerzos para reanimar el sistema financiero"… La Fed se aferra a su agresiva estrategia (The Wall Street Journal – 30/4/09)
La Fed dijo que seguirá adelante con un programa de compra de activos que aumentará sustancialmente su tenencia de valores respaldados por hipotecas y bonos del Tesoro en los próximos meses y sugirió que podría incrementar tales compras si los mercados y la economía no enmiendan el rumbo.
El Comité de Mercados Abiertos de la Fed también dijo en un comunicado que mantendrá su tasa de interés de corto plazo, la tasa de fondos federales, cerca de cero por un período extendido. "Aunque el panorama económico ha mejorado modestamente desde la reunión de marzo, en parte como reflejo de cierta mejora en las condiciones del mercado financiero, la actividad económica probablemente seguirá débil durante un tiempo", dijo el organismo. La Fed añadió que el ritmo de la contracción económica parece "un poco más moderado" que hace unas semanas.
El comunicado de la Fed hizo eco de las palabras de su presidente, Ben Bernanke, quien señaló en un reciente discurso que han surgido "indicios tentativos de que el pronunciado declive en la actividad económica se podría estar moderando". Bernanke mencionó datos sobre el mercado de vivienda y el consumido y ventas de nuevos vehículos. La economía estadounidense, sin embargo, no está fuera de peligro. El miércoles, el Departamento de Comercio reportó una caída anualizada de 6,1% del Producto Interno Bruto en el primer trimestre. El mercado laboral, asimismo, ha mostrado pocos signos de estabilización. La economía que ha perdido cerca de 650.000 empleos mensuales y la inversión aún está en caída libre en momentos en que las empresas se adaptan al debilitamiento de la demanda. El gobierno espera una recuperación modesta de la actividad dentro de unos meses y temen que un repunte siga siendo vulnerable a nuevos trastornos.
Dada la cantidad de capacidad ociosa que se ha acumulado en la economía de la mano del alza del desempleo y la reducción de la producción industrial, el banco central estima que la inflación sigue siendo un riesgo remoto, algo que les otorga un mayor margen de maniobra para impulsar la economía con tasas bajas y compras de activos.
Hasta la tercera semana de abril (2009), la entidad había comprado US$ 74.000 millones en valores del Tesoro, una cuarta parte de los US$ 300.000 millones que planea adquirir hasta septiembre. El banco central también ha comprado o se ha comprometido a comprar unos US$ 381.000 millones en activos respaldados por hipotecas, cerca de un tercio de los US$ 1,25 billones (millones de millones) que planea comprar.
"La Reserva Federal de Estados Unidos proyectó que las pérdidas de 19 de las mayores entidades financieras del país ascenderán a unos US$ 599.000 millones hasta finales del próximo año y les exigió que recauden US$ 74.600 millones en capital para resguardarse de posibles pérdidas"… Fed: las pérdidas de los grandes bancos de EEUU alcanzarían los US$ 599.000 millones (The Wall Street Journal – 7/5/09)
Los resultados de las llamadas pruebas de resistencia desataron una carrera de los bancos más débiles por encontrar capital y una ofensiva de los más fuertes para distanciarse del gobierno, que a fines del año pasado (2008) les inyectó fondos de los contribuyentes.
El anuncio de la Fed vino acompañado de una lúgubre predicción: las pérdidas relacionadas a créditos hipotecarios, préstamos comerciales, valores y otros activos en los balances de las instituciones sometidas a las pruebas de resistencia alcanzarán los US$ 599.200 de aquí a fines del próximo año (2010). El cálculo se basa en supuestos económicos que son peores a los anticipados por muchos economistas.
Timothy Geithner, secretario del Tesoro, dijo ayer que está "razonablemente confiado" en que los bancos lograrán levantar el capital que necesitan entre inversionistas privados, aliviando la necesidad de que Washington se inmiscuya aún más en el sistema bancario. La información provista por las pruebas de resistencia "simplificará la labor de los bancos para recaudar capital fresco de fuentes privadas", aseveró.
Algunos bancos a los que se les solicitó levantar fondos anunciaron de inmediato sus planes para acudir a los mercados de capital. Wells Fargo & Co., que debe conseguir US$ 13.700 millones, realizará una colocación de acciones comunes de US$ 6.000 millones. Morgan Stanley, que debe cubrir una brecha de US$ 1.800 millones, venderá US$ 2.000 millones en acciones y US$ 3.000 millones en deuda no garantizada por el gobierno de EEUU.
En caso de prosperar, las ventas "deberían constituir un paso significativo en la tarea de restaurar un mínimo de confianza en la banca", dijo David Havens, director ejecutivo de la firma de valores Hexagon Securities. "Indica que incluso los bancos grandes en problemas tienen la capacidad de captar capital privado".
Alrededor de la mitad de los bancos sometidos a la prueba de resistencia, desde conglomerados financieros como J.P. Morgan Chase & Co. y Goldman Sachs Group Inc. a bancos regionales como BB&T Corp., cuenta con niveles adecuados de capital. Esto equivale esencialmente a un sello de aprobación de la Fed.
La otra mitad, en tanto, necesita recaudar entre US$ 600 millones, en el caso de PNC Financial Services Group Inc., a US$ 33.900 millones, en el de Bank of America Corp.
Los expertos advierten que las pruebas podrían tener una consecuencia inesperada: dificultarles a los consumidores y las empresas el acceso al financiamiento. La concentración del gobierno en lograr colchones de capital más voluminosos podría alentar a los bancos a acaparar efectivo y recortar aún más el crédito, señala Jim Eckenrode, ejecutivo de investigación bancaria de TowerGroup. Según su análisis, los bancos tendrán menos margen para ofrecer bajas tasas de interés a los consumidores, mientras que las empresas podrían tener dificultades para financiar proyectos de desarrollo inmobiliario comercial y residencial.
Eso podría menoscabar un objetivo clave del gobierno de Obama, que ha estado presionando a los bancos para que concedan más préstamos con el fin de estimular la economía.
Los resultados de las pruebas fueron enérgicamente cuestionados por algunos bancos, que argumentaron que las evaluaciones eran superficiales y no reflejaban diferencias significativas en la salud de los portafolios de préstamos de varias entidades.
Ahora que concluyeron las pruebas de resistencia, la campaña de Washington por sanear el sistema financiera entra en una fase nueva y potencialmente complicada.
Aunque es probable que la mayoría de los bancos que necesiten levantar capital lo consigan, analistas e inversionistas indican que el gobierno podría acabar con una participación significativa en algunos de ellos, ante su incapacidad de levantar capital entre inversionistas privados.
"Los stress test a los 19 grandes bancos de EEUU son una "farsa". Según la FED, 10 entidades precisan un capital de 74.600 millones extra hasta 2010. Pero tal cálculo es muy optimista, tal y como avanzó LD. En realidad, precisarán 600.000 millones de dólares para evitar la quiebra"… La realidad supera al "peor escenario" – La gran banca de EEUU precisará 600.000 millones de capital extra y no 74.600 (Libertad Digital – 8/5/09)
No cuela. Muchos expertos coinciden en que las pruebas de esfuerzo que han aplicado las autoridades monetarias y financieras a los 19 bancos más importantes de EEUU no se sostienen por ningún lado. El problema radica en las previsiones macroeconómicas empleadas para estimar los posibles agujeros financieros que aún presentan dichas entidades. Y es que, los stress test parten de un escenario económico muy optimista. En realidad, el "peor escenario" es el que debe servir de base para tales estimaciones.
Según la Reserva Federal de EEUU (FED), 10 grandes bancos de los 19 examinados precisan en total una inyección de 74.600 millones de dólares durante los próximos nueve meses para protegerse de la crisis financiera. Con esta aportación, lograrían que su nivel de capital mínimo (Tier 1) -incluye capital, reservas y preferentes sobre activos por riesgo- llegue al 6% de los activos.
Los resultados revelan que Bank of America necesita 33.900 millones, cantidad que en el caso de Citigroup es de 5.500 millones. Por su parte, la filial hipotecaria de General Motors requiere 11.500 millones de dólares. Wells Fargo necesita 13.700 millones, mientras que a Morgan Stanley le hacen falta 1.800 millones y Region Financial requiere una inyección de 2.500 millones de dólares, entre otras entidades.
Sin embargo, al mismo tiempo, la FED admite que, según dichos test de esfuerzo, en el "escenario más adverso" las pérdidas podrían ascender hasta los 600.000 millones de dólares. Es decir, precisarán una inyección extra de capital de igual cuantía para evitar la quiebra, y no 74.600 millones. Y es que, el "escenario base" sobre el que se ha realizado el cálculo estima que el paro alcance el 8,3% en el segundo trimestre de 2009 y del 8,8% a finales de año. Sin embargo, la tasa de desempleo oficial alcanzó el 8,9% el pasado abril, que es incluso superior a la previsión del paro que contempla el stress test para el segundo trimestre de 2009.
Así pues, no cuela el examen oficial realizado a la banca, según coinciden prestigiosos analistas financieros de EEUU consultados por The New York Times. Es una "farsa", opina otro experto de la web financiera SeekingAlpha.
El Gobierno prevé que, en el peor de los casos, el paro en EEUU se situará en el 10,4% a finales de 2010, y que el PIB caerá de media un 3,3% en el presente año. En este sentido, los analistas consultados por LD prevén una tasa de paro del 9,8% el próximo agosto y del 11% para finales de 2010. Es decir, el "escenario más adverso" del test es que debe servir de base, con lo que, como mínimo, la gran banca de EEUU precisará recaudar unos 600.000 millones de dólares de capital extra para evitar la quiebra antes de diciembre de 2010.
Por si ello fuera poco, el gigante hipotecario estadounidense Fannie Mae, rescatado por el Gobierno de EEUU el pasado año, indicó este viernes que va a necesitar 19.000 millones de dólares más en ayuda gubernamental, tras dar a conocer sus resultados empresariales del primer trimestre de 2009 en el que perdió 23.168 millones de dólares.
Por último, y en vista a los previsibles agujeros financieros que aún mantiene la banca estadounidense, el Senado de EEUU aprobó el miércoles un plan para que el Tesoro de EEUU conceda un crédito extraordinario de 500.000 millones de dólares al Fondo de Garantía de Depósitos (FDIC) con el fin de comprar nuevos activos tóxicos a la banca y garantizar los depósitos bancarios de los ciudadanos ante nuevas bancarrotas.
"Nassim Taleb, el autor de la popular obra "El cisne negro" ha arremetido contra las autoridades financieras estadounidenses. Taleb, durante unas conferencias, ha cuestionado por qué el presidente de la Reserva Federal (Fed) y el secretario del Tesoro, Tim Geithner, han mantenido su cargo a pesar de no haber sabido prever el colapso que la crisis ha producido en el mercado global de crédito"… "Bernanke y Geithner son dos pilotos que no vieron el huracán… ¿por qué conservan sus puestos?" (El Economista – 28/9/09)
Bernanke fue reelegido el mes pasado por Barack Obama para afrontar su segundo mandato al frente de la Fed, mientras que Geithner se convirtió en la cabeza visible del brazo económico de la Casa Blanca después de abandonar la Fed de Nueva York, de la que fue presidente desde noviembre de 2003 hasta enero de este año.
"Bernanke y Geithner, igual que le sucedió a Summers (el que fue secretario del Tesoro entre 1999 y 2001, cuando estalló la burbuja tecnológica), no vieron venir la crisis. Fueron pilotos que no vieron venir un huracán, ¿por qué siguen donde estaban?", planteó Taleb a su audiencia en el transcurso de una conferencia en Hong Kong.
El pasado 15 de septiembre, Bernanke afirmó que la recesión probablemente ha llegado a su fin en Estados Unidos. Taleb, sin embargo, sostiene que los riesgos que causaron la crisis global "aún siguen entre nosotros", y ha urgido al Gobierno estadounidense a evitar hipotecar el futuro de las próximas generaciones destinando enormes cantidades de dinero al rescate de bancos. Actualmente, la deuda nacional del país asciende a 11,7 billones de dólares.
"La solución es simple: tenemos que sufrir, aguantar y armarnos de paciencia", asegura Taleb, que añade que Estados Unidos debe "matar su deuda", no transmitirla a próximas generaciones.
El autor, que además gestiona dos firmas de hedge funds, también ha criticado duramente los productos estructurados. Taleb afirma que, para controlar la volatilidad de los mercados financieros, algunos productos financieros, incluyendo los derivados complejos, "no deberían cotizar". Según el autor, mientras que hay productos, como algunas opciones, que son aceptables, hay algunos tipos de derivados que ni siquiera él, que lleva 21 años en la industria de la inversión, ha logrado entender todavía.
"La Reserva Federal de Nueva York pidió a la aseguradora AIG que no hiciera públicos unos pagos realizados a varios bancos por 62.100 millones de dólares en plena crisis, cuando la institución estaba dirigida por el actual secretario del Tesoro, Timothy Geithner"… AIG ocultó pagos a bancos a petición de la Reserva Federal de Nueva York (Cinco Días – 8/1/10)
Esta petición salió a la luz con la publicación de unos correos electrónicos entre AIG y la Reserva Federal a los que tuvo acceso el congresista republicano Darrell Isa y que recogió la prensa financiera.
Según dichos correos, AIG abonó 62.100 millones de dólares a varios bancos que habían comprado un derivado financiero colocado por la aseguradora, llamados credit default swap (CDS), y que son básicamente un seguro contra la suspensión de pago de deuda.
Entre las entidades que recibieron esta compensación por parte de AIG figuran Goldman Sach y el Deutsche Bank.
Según la información revelada el 8/1/10, los abogados de la Reserva Federal de Nueva York pidieron a AIG que no revelara esta información, por considerar que podría generar polémica. Por tanto, esta información fue excluida de los archivos de la aseguradora que se hicieron públicos a finales de diciembre de 2008.
La revelación de esta petición ha generado una gran controversia, pues fue precisamente la Reserva Federal de Nueva York, con Tim Geithner al frente, la que diseñó el rescate del gigante asegurador. Algunos legisladores han señalado que la ayuda pública a AIG fue un "rescate escondido" a algunas entidades que recibieron el dinero de la aseguradora.
"El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, obtuvo el jueves la confirmación del Senado para un segundo mandato a cargo de banco central, si bien el nivel de oposición fue el más alto que ha recibido un titular de la Fed"… El Senado de EEUU confirma a Bernanke (The Wall Street Journal – 28/1/10)
Con votación de 70-30, el Senado dio a Bernanke otro período de cuatro años en la Fed, justo días antes del término oficial de su primer mandato el 31 de enero (2010).
El alto nivel de oposición refleja el malestar público hacia los rescates a Wall Street durante la crisis financiera.
Bernanke encaró una oposición mayor que la enfrentada por el ex titular Paul Volcker, quien en 1983 fue confirmado para un segundo período con votación de 84-16.
Bernanke, de 56 años, fue nombrado titular de la Fed en 2006 por el entonces presidente de Estados Unidos, el republicano George W. Bush.
El presidente Barack Obama, un demócrata, dijo en agosto de 2009 que lo nominaría para un segundo período.
Sin embargo, en la tercera semana de enero (2010) su candidatura todavía parecía estar en duda, luego que un puñado de demócratas declarara públicamente su oposición, atendiendo la ira populista sobre el rescate financiero del 2008 y la percepción en algunos sectores de que la Fed estaba más preocupada en rescatar a los atribulados bancos que ayudar a la población estadounidense.
"El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke comenzará esta semana a presentar una serie de lineamientos para hacer más estricto el crédito, los cuales deberán ser observados una vez que la Fed decida que la economía se ha recuperado lo suficiente"… La Fed alista su "estrategia de salida" (The Wall Street Journal – 8/2/10)
El núcleo será una nueva herramienta que el Congreso le dio a en octubre de 2008: una tasa de interés que la Fed paga a los bancos sobre el dinero que dejaron como reserva en el banco central, la cual se conoce como "interés sobre los excesos de reservas", esta tasa ahora se ubica en 0,25%.
La Fed aún está a varios meses de elevar las tasas de interés o de comenzar a secar el flujo de dinero que inyectó al sistema financiero en 2008 y 2009. Pero desde hace tiempo ha comenzado a mirar hacia el momento en el que la economía sea lo suficientemente fuerte como para garantizar un crédito más estricto. Los funcionarios han discutido qué palancas mover, cuándo hacerlo y cuál es la mejor forma de comunicar sus intenciones.
Cuando la Fed esté lista para pisar los frenos, planea elevar la tasa que se paga sobre los excesos de reservas, según entrevistas a funcionarios de la Fed y discursos recientes. Una tasa más alta podría alentar a los bancos a reservar dinero que de otra forma habrían prestado a sus clientes o a otros bancos. La Fed cree que esa maniobra elevaría otras tasas a corto plazo clave, incluyendo la tasa de fondos federales, que usan los bancos para prestarse entre sí de un día para otro y que tradicionalmente es la herramienta principal para mover la economía.
En respuesta a la peor crisis financiera en décadas, la Fed tomó medidas extraordinarias para prevenir una recesión aún más profunda, presionando las tasas de interés a corto plazo a cero e imprimiendo billones (millones de millones) de dólares para reducir las tasas de interés a largo plazo. Retirar esas medidas requerirá habilidad y suerte en partes iguales: si la Fed se mueve demasiado rápido podría provocar un nuevo bajón económico, si espera mucho, podría desatar un alza inflacionaria y si da pasos inciertos podría perturbar los mercados en formas que interrumpirían la incipiente recuperación económica. Bernanke y sus colegas intentan explicar, tanto a los mercados como al público, que la Fed tiene una estrategia de salida para incrementar la confianza en su habilidad de conducir la economía.
La Fed ha terminado con varios programas de préstamos de emergencia, pero el gran paso de hacer más estricto del crédito de manera amplia aún está en el horizonte, Por ahora, el banco central tiene poco interés en desalentar los préstamos bancarios o los créditos a consumidores. Eventualmente lo hará, para frenar la inflación.
En el pasado, la Fed simplemente elevaba su meta para la tasa de fondos federales, lo cual repercutía en las otras tasas. La Fed mueve la tasa de fondos federales, la cual ha estado cerca de cero desde finales de 2008 al comprar y vender valores para influenciar el flujo de dinero en este mercado.
Debido a que ha puesto tanto dinero en el sistema bancario, la Fed espera que sea difícil el controlar la tasa de fondos federales a través de los mecanismos tradicionales. Eso ha motivado la búsqueda de alternativas.
"La Reserva Federal de EEUU elevó anoche en 0,25 puntos porcentuales la tasa de interés que cobra a los bancos por préstamos de emergencia [acceda al comunicado de la Fed], con lo que da marcha atrás a una de las medidas extraordinarias que adoptó por la crisis. Esta decisión no afecta a los tipos de interés oficiales, que permanecen entre el 0% y el 0,25%, sino sólo a los de la ventana de descuento, donde los bancos con necesidades de liquidez inesperadas acuden para obtener financiación a corto plazo. La reducción de este tipo de interés fue la primera medida de emergencia relevante que adoptó la Fed para combatir la crisis de liquidez"… Bernanke desmonta su plan de estímulo: encarece los créditos de emergencia a la banca (Expansión – 19/2/10)
Con la acción del 19/2, esa tasa quedó en el 0,75%, según anunció el banco central, que esperó al cierre de los mercados para hacer pública la decisión. También ha cambiado la duración máxima del préstamo, que ha vuelto a ser de un día, frente a los treinta días a los que se amplió con motivo de la crisis de liquidez de los mercados monetarios.
El banco central enfatizó que "no se prevé que los cambios lleven a condiciones financieras más restringidas para las familias y las empresas, y no señalan ningún cambio en las perspectivas para la economía o la política monetaria".
La bajada del tipo de interés de la llamada "ventanilla de descuento" fue una de las primeras medidas adoptadas por la Reserva Federal para afrontar la crisis financiera y la decisión de hoy refleja el deseo del banco central de comenzar a retirar la liquidez inyectada en los mercados.
"Del mismo modo que el cierre de algunos programas extraordinarios de crédito, estos cambios pretenden una normalización adicional en los programas de préstamo de la Reserva Federal", afirmó.
No obstante, muchas instituciones no quisieron acercarse a ella por el estigma que conlleva, dado que los inversores lo han visto como una medida de última necesidad que señala graves problemas en los libros de cuentas. En respuesta, la Reserva Federal creó unas subastas especiales de créditos en las que no se divulga la identidad de los prestatarios, al contrario que en la ventanilla de descuento. El anonimato hizo que las subastas tuvieron gran éxito y llegaron a mover más de 400.000 millones de dólares en el punto álgido de la crisis.
"El Tesoro de Estados Unidos anunció que pedirá un préstamo de US$ 200.000 millones y dejará las ganancias en efectivo sobre los depósitos en la Reserva Federal, con lo que revive un programa que hará más fácil para la Fed elevar las tasas de interés cuando llegue el momento"… La Fed recibirá inyección de US$ 200.000 millones (The Wall Street Journal – 24/2/10)
Los funcionarios intentaron disipar la idea de que la medida representa un avance hacia a un ajuste del crédito ahora.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, que testificará ante el comité de servicios financieros de la Cámara baja del Congreso el miércoles, posiblemente reiterará las promesas de que el banco central mantendrá bajas las tasas de interés a corto plazo por un "período prolongado", lo que significa al menos varios meses más, debido a que la inflación es baja y la economía está agobiada por una enorme capacidad excedente.
El préstamo del Tesoro forma parte de una medida poco usual que tomó la Fed para abordar un balance financiero que se ha vuelto grande y complejo.
El Tesoro inició el programa durante el auge de la crisis financiera en 2008 para entregar fondos a la Fed con el fin de financiar programas que inyectaran créditos al sistema financiero. El Tesoro redujo el programa el año pasado debido a que su propio poder crediticio se aproximó a los límites legales. Ahora que el Congreso elevó el límite de deuda del Gobierno, el Tesoro pudo reactivarlo. Esto permite a la Fed evitar la impresión de más dinero, una medida que podría generar inflación, al tiempo que desarrolla estrategias de salida de sus intervenciones.
"La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos ha abierto una investigación para esclarecer si Goldman Sachs y Grecia pactaron acuerdos relacionados con los credit default swaps (CDS). El presidente del banco central, Ben Bernanke, ha asegurado que el organismo investiga tanto a la entidad estadounidense como al gobierno heleno y ha afirmado que la SEC (el regulador monetario de EEUU) también está recopilando información sobre las emisiones de deuda emitidas por Grecia"… La Reserva Federal investiga posibles acuerdos entre Goldman Sachs y Grecia (Expansión – 25/2/10)
Por segundo día consecutivo Bernanke ha comparecido ante el Congreso de EEUU y en su cita de hoy el presidente de la Fed ha asegurado que "estamos investigando una serie de cuestiones relacionadas con los acuerdos sobre productos derivados alcanzados entre Goldman Sachs y Grecia".
De este modo, tanto la SEC como el banco central estadounidense siguen los pasos de la Unión Europea, que la semana pasada exigió al Gobierno griego los detalles de cómo había utilizado los swaps de divisas y otros instrumentos financieros para reducir su déficit presupuestario. En este sentido, Bernanke investiga la posibilidad de que algunos especuladores hubieran estado operando con CDS para hacer dinero apostando por la posible quiebra de Grecia.
Según publica en su edición de hoy el rotativo estadounidense The New York Times, el banquero estadounidense ha centrado sus investigaciones en el supuesto préstamo millonario que Goldman hizo al Gobierno heleno en 2001 y que se llevó a cabo como si se tratara de una operación de divisas.
Durante su intervención de hoy ante el Senado Bernanke ha insistido una vez más en que los tipos de interés estadounidenses permanecerán en niveles excepcionalmente bajos durante bastante tiempo. El funcionario ya dejó claro en su comparecencia de ayer que la Fed no aplicará cambios en su actual política monetaria ya que la economía de EEUU necesita unas tasas bajas para poder combatir la elevada tasa de paro, actualmente en el 9,7%.
El discurso que ha efectuado hoy el presidente de la Fed ante el congreso ha sido muy similar al que dio ayer ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes. La única diferencia es que las palabras que Bernanke ha pronunciado hoy resaltan su preocupación por la debilidad que muestra el merado laboral.
La preocupación que mostrada por Bernanke ante el Congreso coincide con la publicación del dato de peticiones de subsidio por desempleo, que en la última semana repuntaron hasta las 496.000, lejos de las 455.000 esperadas por los analistas, y de las 474.000 de la semana anterior.
"Los bancos con más de 100.000 millones de dólares de activos serán supervisados por la Reserva Federal de EEUU, como contempla el plan regulador propuesto por el presidente Barack Obama, lo que representa una victoria parcial para el Banco Central después de meses de intenso debate en el Congreso"… Los grandes bancos seguirán siendo supervisados por la Fed (Expansión – Financial Times – 8/3/10)
Aunque Chris Dodd, presidente del comité bancario del Senado, había propuesto derivar todas las actividades de supervisión bancaria a un único regulador, está previsto que en marzo de 2010 presente un plan para que sean las 23 mayores entidades las que pasen a estar bajo el control de la Fed.
Durante el primer fin de semana de marzo (2010) se debatió sobre la regulación de varios cientos de instituciones que operan bajo autorización estatal y que también quieren permanecer bajo la supervisión de la Fed. Hay ciertos elementos reguladores, que tanto entidades como autoridades consideran importantes, que no tardarán en aprobarse.
El nuevo régimen que contempla la gestión de entidades en riesgo de quiebra importantes para el sistema permitiría al gobierno su cierre inmediato para evitar que el contagio se propague por todo el sistema financiero. Pero, para ceder ante los temores republicanos de que el Gobierno tenga demasiado control sobre los negocios, se recurriría a la mediación de un juez de quiebras.
El régimen está diseñado para evitar que se repita el costoso rescate de AIG o la traumática quiebra de Lehman Brothers. Para contentar a los republicanos, los demócratas se han visto obligados a presentar un complejo sistema que incorpora la intervención judicial, aunque limita su margen de maniobra para evitar que un proceso de quiebra acabe por afectar a todo el sistema financiero.
El hecho de que la Fed mantenga el control de los bancos más grandes responde en parte a la insistencia del secretario del Tesoro, Tim Geithner, que ha logrado convencer a los senadores de que sólo el Banco Central tiene la capacidad para supervisar el núcleo del sistema. No obstante, el resultado también es producto de la labor de los distintos presidentes de las sedes regionales de la Fed. "Hasta que no se confirmó la presidencia de Bernanke, la Fed no parecía tener margen de actuación", aseguraba un banquero que ha mantenido conversaciones con algunos presidentes regionales de la Fed.
"Ahora que se ha confirmado como presidente para los próximos cuatro años, el Banco ha podido defender su autoridad con más agresividad", explicaba. Los presidentes de las sedes regionales de la Fed son los que más perjudicados saldrían si, como contempla el actual proyecto de ley, el banco central mantiene a los grandes bancos pero pierde a las entidades de tamaño mediano, que forman parte de la quintaesencia del sistema de la Fed.
Aunque los senadores más escépticos con la gestión de la Fed durante la crisis financiera y su control de las entidades en los años precedentes no eran partidarios de que ésta mantuviera íntegras sus competencias supervisoras, han sido sometidos a una intensa presión en las últimas semanas.
"El paquete de estímulo de US$ 787.000 millones fue bueno para la economía estadounidense, pero la Reserva Federal jugó el papel más importante en el rescate de la economía en medio de la crisis financiera, según la mayoría de los economistas consultados en la última encuesta sobre proyecciones de The Wall Street Journal"… Los economistas reconocen la labor de la Fed en la lucha contra la crisis (The Wall Street Journal – 11/3/10)
"El resultado habría sido mucho peor si nada se hubiese hecho", dijo Allen Sinai de Decision Economics, coautor junto a su colega Paul Edelstein de un ensayo que analiza los efectos de la intervención gubernamental. Pero, "la ausencia de un relajamiento en la política monetaria (por parte de la Fed) habría tenido un resultado mucho peor para la economía que la ausencia de un estímulo fiscal", agregó.
En total, 38 de los 54 economistas encuestados dijeron que la ley American Recovery and Reinvestment Act impulsó el crecimiento y mitigó las pérdidas de empleos. Sólo seis opinaron que la legislación tuvo, un efecto neto negativo. No todos los economistas respondieron a la totalidad de las preguntas.
En promedio, los economistas estimaron que el estímulo contribuyó un punto porcentual al crecimiento del 2009 y proyectaron que el producto interno bruto se expandirá el 3% este año, comparado con un 2,2% sin el estímulo. Estimaron, además, que la tasa de desempleo de febrero, del 9,7%, se habría ubicado en el 10,4% sin el estímulo.
Sin embargo, las intervenciones de la Fed probablemente tuvieron un rol mayor al sacar a la economía de su caída en picada. En su ensayo, Sinai y Edelstein estiman que las medidas de la Fed contribuyeron con 1,9 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en 2009 y aportarán 3,3 puntos este año.
Cuando se les preguntó qué medidas del Gobierno tuvieron el principal papel en reavivar la economía estadounidense, 25 economistas dijeron que las tasas de interés bajas y 13 afirmaron que fueron las compras de hipotecas y títulos del Tesoro por parte del banco central. Ocho destacaron las pruebas de estrés a los bancos y las recaudaciones de capital relacionadas por parte de los bancos. Sólo tres economistas opinaron que el estímulo jugó el papel principal.
"Se podría haber hecho más si el Congreso hubiera actuado cuando el (presidente de la Fed Ben) Bernanke le solicitó actuar en noviembre del 2008", dijo Diane Swonk de Mesirow Financial.
De hecho, la Fed pudo moverse antes que el Congreso y el tamaño de sus intervenciones fue muy superior al estímulo. El banco central habrá comprado para el final de este mes cerca de US$ 2 billones en títulos del Tesoro, deuda de entidades auspiciadas por el Gobierno y valores respaldados por hipotecas. Al mismo tiempo, las tasas de interés en mínimos récord han permitido a los bancos reconstruir sus hojas de balance severamente dañadas durante la crisis crediticia.
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