El hijo póstumo (página 11)

DE COMPAÑEROS POR ARMAS DE LA PROMOCION 63

INFANTERIA

COMUNICACIONES

INGENIERIA

CABALLERIA BLINDADA

ARTILLERIA

FUERZA TERRESTRE

Asunto: Dando a conocer resolución Referencia: 820007-E-3d-CIR.

Quito, a 18 de Mayo de 1982

DE: COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

PARA: SR. MAYOR DE TRS. MARCELO B. ALMEIDA F.

EN: IBARRA.-

En relación a la solicitud presentada por Ud., señor Mayor, a la Comisión calificadora de candidatos a alumnos a la Academia de Guerra, se le hace conocer que la Comisión se RATIFICO en su decisión de considerarlo NO IDONEO, para que realice el curso de Estado Mayor.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD

EL COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

Jorge Arciniegas S.

General de División.

LIQUIDACIÓN DEL TIEMPO DE SERVICIO:

Ha sido dado de alta como CADETE el 01- 0ctubre-1963, según O.G. de 28 – Oct.- 63, continuando como tal hasta el 11- Oct.- 67, en que es ascendido a Subteniente según O.G. de 11 Octubre de 1967, acreditando un tiempo de: 04 años, 00 meses, 10 días. Se le confiere despachos de Subteniente el 11 de Octubre de 1967, mediante Documento 1136, de la misma fecha, según O. G. de la misma fecha, prestando sus servicios en la institución Armada y habiendo obtenido los siguientes ascensos: a Teniente el 31 de Diciembre de 1970, mediante Documento 1066, de la misma fecha y publicado en la O.G., de la misma fecha; a Capitán, el 1 de Enero de 1975, sin que tenga derecho a reclamo económico, mediante Documento 173, de 26 de Febrero de 1975, y publicado en la Orden General, de 26 de Febrero de 1975, mediante O. G. del 07 de Agosto de 1979; se le rectifica la fecha de ascenso a Capitán en el sentido de que es con fecha 31 de Diciembre de 1974, mediante Documento 3720, de 06 de Agosto de 1979, y no como se halla publicado. A Mayor, el 01 de Octubre de 1979, mediante Documento 91, de 01 de Octubre de 1979, y publicado en la O.G., de 02 de Octubre de 1979. Mediante O.G., de 15 de Octubre de 1980, se le rectifica los nombres de: ALMEIDA FIGUEROA MARCELO BOANERGES, continuando como tal hasta el 01 de Marzo de 1984, fecha en la que es colocado en disponibilidad, de conformidad con lo previsto en el Art. 57, literal a) de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas, mediante Documento 2465, de 27 de Febrero de 1984, y publicado en la O.G. de 29 de Febrero de 1984, situación en la que permanece hasta el 09 de Agosto de 1984, fecha en la que se le concede la presente liquidación, acreditando un tiempo de servicio de, 20 años, 10 meses, 05 días.

Quito, 09 de Agosto de 1984

El jefe de la sección de archivo general del MD.

FUERZA TERRESTRE

Nro. : 760600-E-I-I

Fecha: QUITO, a 29 de Diciembre 1976

Asunto: Enviando solicitud Sr. Cap. TRS. Almeida F. Marcelo B.

DE: COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

PARA: SR. CPNV., PRESIDENTE DE LA H. JUNTA CALIFICADORA DE SERVICIOS MILITARES.

EN: SU DESPACHO.-

Para conocimiento y resolución de la H. Junta Calificadora de Servicios Militares, adjunto al presente oficio remito a Ud., señor Capitán de Navío, la solicitud formulada por el señor Capitán de TRS. ALMEIDA FIGUEROA MARCELO BOANERGES mediante la cual denuncia el accidente sufrido el 12 de Septiembre de 1976; para el efecto, en 9 fojas útiles acompaña la documentación pertinente.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD

P.O. DEL COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

EL JEFE DE E.M.G. DEL EJÉRCITO

RAÚL CABRERA SEVILLA

General de Brigada.

SEÑOR CAPITAN DE NAVIO DE E.M.

PRESIDENTE DE LA H. JUNTA CALIFICADORA DE SERVICIOS MILITARES.

QUITO.-

Yo, Capitán de TRS. MARCELO BOANERGES ALMEIDA FIGUEROA, PERTENECIENTE AL BS-55 "PUTUMAYO", prestando los servicios en el III Departamento de la Comandancia General del Ejército, pasando por el respectivo Órgano Regular de mis inmediatos superiores, a Usted, mi CP.NV., respetuosamente solicito:

Se digne ordenar a quien corresponda, se me de el trámite respectivo a la documentación que adjunto a la presente.

Quito, a 22 de Diciembre de 1976

EL SOLICITANTE

MARCELO B. ALMEIDA F.

Cap. De TRS.

COMANDANCIA GENERAL DEL EJÉRCITO.- Quito, a 28 de Diciembre de 1976.- La presente solicitud elévese a conocimiento y resolución de la H, Junta Calificadora de Servicios Militares.

P.O. DEL COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

EL JEFE DE E.M.G. DEL EJÉRCITO

RAÚL CABRERA SEVILLA

General de Brigada.

HOSPITAL GENERAL DE LAS FUERZAS ARMADAS

Quito, a 28 de Septiembre de 1976

RESUMEN DE HISTORIA CLÍNICA

DATOS Y FILIACIÓN:

Nombre: MARCELO ALMEIDA FIGUEROA

Lugar de procedencia: PUTUMAYO

Fecha: 22 de Septiembre de 1976

Diagnóstico de ingreso: Amputación traumática de mano y un tercio medio de antebrazo izquierdo.

MOTIVO DE LA HOSPITALIZACIÓN Y ENFERMEDAD ACTUAL:

Paciente de sexo masculino, de 31 años de edad que hace aproximadamente 9 horas antes de su ingreso, sufre amputación de mano y un tercio medio de antebrazo izquierdo a consecuencia de detonación de dinamita. Presenta además escoriaciones y quemaduras de primer grado diseminadas en cara, cuello, tórax, abdomen y en extremidades superiores e inferiores.

Recibe tratamiento médico de urgencia en la unidad a base de antibióticos (Estreptomicina y Canamicina), analgésicos y soluciones.

El tratamiento clínico se basa en:

Toxina antitetánica 3.000 unidades, antibióticos (Tetraciclinas) administrados por vía intravenosa, analgésicos y administración parenteral de líquidos y electrolitos, además de curaciones diarias de muñón de antebrazo y heridas de piel.

Fue dado de alta el día 22 de Septiembre de 1976, estando el paciente en condiciones satisfactorias.

Nota: De ser enviado el paciente al Exterior sugiero sea enviado a un centro especializado de los Estados Unidos de Norte América con el objeto de que se le coloque la Prótesis artificial.

EXAMEN FISICO:

DR. JORGE CASTILLO S

Mayor de Sanidad

JEFE DEL SERVICIO DE TRAUMATOLOGÍA

Encargado

FUERZA TERRESTRE

Nro. : 760142-BS-55-I

Fecha: PUTUMAYO, a 15 de Septiembre 1976

Asunto: Transcribiendo informe

DE: COMANDANTE DEL BATALLÓN DE SELVA Nro. 55 "PUTUMAYO"

PARA: SR. CRNEL. DE E. M., CMDTE. DE LA BRIGADA DE SELVA Nro.19 "NAPO"

EN: SU DESPACHO.-

Por medio del presente, me permito transcribir el informe presentado por el Señor TNCR Juan Francisco Reinoso G., QUIEN SE ENCONTRABA JUNTO AL Señor Capitán MARCELO ALMEIDA FIGUEROA, al momento de la explosión de un taco de dinamita que le cercenó a la altura de la mitad del antebrazo izquierdo y le produjo heridas por todo el cuerpo, en circunstancias de que habían estado tratando de pescar valiéndose del mencionado explosivo comercial.

Me permito destacar que el Señor Capitán MARCELO ALMEIDA FIGUEROA, me pidió autorización para pescar, dada la escasez de carne, autorización que fue concedida ya que tenía mucha práctica en estas actividades, debo indicar que en otros fines de semana ha salido a pescar y ha traído una buena cantidad para el rancho. En lo que respecta al señor TENIENTE DE Corbeta Reinoso, era la primera vez que iba a participar de esta actividad.

Solicito se digne ordenar a quien corresponda se me avise recibo de la presente comunicación.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD.

MAYOR EFRAIN MORALES E.

Comandante del BS-55 "PUTUMAYO"

ACTA INTEGRA DE NACIMIENTO DE MARCELO BOANERGES ALMEIDA FIGUEROA:

Nacido el catorce de julio de 1945, en Quito, Provincia de Pichincha; consta en el Tomo 3 Directas, página 152, Acta Nro. 4050, del Registro Nacional de nacimientos del año 1945, hijo legítimo de José Gilberto Almeida Patiño y Cecilia María Figueroa Gómez.

SEÑOR PRESIDENTE DE LA H. JUNTA CALIFICADORA DE SERVICIOS MILITARES.

Yo, Capitán de TRS. MARCELO BOANERGES ALMEIDA FIGUEROA, pasando por el respectivo Órgano Regular de mis inmediatos superiores, a Usted, respetuosamente comparezco y denuncio:

El domingo 12 de septiembre, de 1976, (12 Septiembre, Santo nombre de María) en circunstancias de que me encontraba realizando labores de pesca en el río Putumayo, junto al campamento militar del Batallón de Selva Nro. 55 "Putumayo", sufrí un accidente a consecuencia de lo cual en el Hospital General de las Fuerzas Armadas me amputaron la mano y un tercio del antebrazo izquierdo por una osteomiomectomia radio cubital izquierdo hasta la unión de un tercio medio con un tercio superior de antebrazo, sufriendo además en la actualidad complicaciones auditivas en el oído izquierdo, como consecuencia de la alta detonación.

De la documentación que acompaño se desprende que el accidente que motiva mi incapacidad se produjo en actos del servicio, en razón de que el día anterior al hecho relatado solicité la respectiva autorización al señor Comandante de la Unidad en la que prestaba mis servicios, tomando en cuenta que por la escasez de carne debía salir de pesca para abastecer de los requerimientos de rancho, situación que anteriormente lo afronté sin que haya existido problema alguno.

Por los antecedentes relatados, acudo ante Usted, señor Presidente, a fin de que a lo atento a lo dispuesto en el Art.74 de la Ley de Pensiones de las Fuerzas Armadas, se digne dar el trámite correspondiente a esta denuncia.

Notificaciones en la Secretaria de la Junta Calificadora de Servicios Militares,

Por ser justicia espero ser atendido favorablemente.

f) CAP. TRS. MARCELO BOANERGES ALMEIDA FIGUEROA.

PERTENECIENTE AL BS-55 "PUTUMAYO", prestando los servicios en el III Departamento de la Comandancia General del Ejército, pasando por el respectivo Órgano Regular de mis inmediatos superiores, a Usted, mi CP.NV., respetuosamente solicito:

ESTADO MAYOR CONJUNTO DE LAS FUERZAS ARMADAS

ASUNTO: Calificación de invalidez Quito, a 18 de Febrero de 1977

DE: PRESIDENTE DE LA H. JUNTA ORDINARIA DE CIRUJANOS

PARA: SEÑOR PRESIDENTE DE LA H. JUNTA ALIFICADORA DE SERVICIOS MILITARES.

EN: Su despacho

La Junta Ordinaria de Cirujanos, en sesión del día 17 de Febrero de 1.977; estudiando el expediente del Capitán de TRS. ALMEIDA FIGUEROA MARCELO BOANERGES, y los informes médicos de los especialistas, Doctor Víctor M. Pazmiño, Doctor Juan Manuel Lasso, Doctor Rodrigo Albán, Doctor Hugo Hurtado y Doctor Pedro Pinto Flores, RESUELVE:

Primero: Calificar en la TERCERA CLASE DE INVALIDEZ, inciso noveno, que dice: "Pérdida de un antebrazo";

Segundo: Considerar la referencia al numeral TREINTA Y DOS, del CAPÍTULO SEGUNDO, que dice: "Los oficiales que estuvieren comprendidos en las cinco primeras clases de invalidez no podrán permanecer en el servicio activo y, por consiguiente, no tendrá derecho a abonos posteriores por ningún concepto; y aquellos que se encontraren comprendidos en las cuatro últimas, podrán permanecer en él, de acuerdo con el Consejo Superior Militar y tomando en cuenta el dictamen de la Junta Médica.

Tercero: Su calificación es DEFINITIVA y la lesión que padece tiene relación con actos del servicio militar.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD

EL PRESIDENTE DE LA HONORABLE JUNTA ORDINARIA DE CIRUJANOS.

Dr. HUGO ABARCA A.

Tcrnel. Esp. Medc. De Avc.

A propósito de estas comunicaciones, agradezco sinceramente, el invalorable asesoramiento que recibí de un gran amigo el Capitán de Justicia y Doctor en Jurisprudencia, Navas, que laboraba en el departamento jurídico de la comandancia General del Ejército, gracias buen amigo siempre está en mi mente y recuerdos.

SEÑOR PRESIDENTE DE LA H. JUNTA CALIFICADORA DE SERVICIOS MILITARES.

Capitán de TRS. MARCELO BOANERGES ALMEIDA FIGUEROA, pasando por el respectivo Órgano Regular de mis inmediatos superiores, a Usted mi Coronel, a Usted por su intermedio de la H. Junta Calificadora de Servicios Militares, SOLICITO:

En virtud de una denuncia de invalidez ante el Organismo que Ud. Preside, fechada el 28 de Septiembre de 1976, denuncia a la que acompañé los documentos respectivos previa a la aceptación y al trámite legal, he sido calificado por la H. Junta Ordinaria de Cirujanos en la TERCERA CLASE DE INVALIDEZ EN FORMA DEFINITIVA, por lo que al tenor del Art. 30 de la Ley de Pensiones de las Fuerzas Armadas, solicito el abono de NUEVE AÑOS DE SERVICIO, correspondiente a la invalidez que dejo indicada, abono que luego de ser conferido por la Junta Calificadora, se me hará valer sobre mi tiempo de servicio activo efectivo en las Fuerzas Armadas, al momento de mi retiro de la misma.

Estoy listo a depositar en la Caja Militar los abonos legales a que diere lugar mi pedimento. Atentamente. f) MARCELO B. ALMEIDA F. CAPITAN DE TRS.

MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL.- Junta Calificadora de Servicios Militares.- Quito, a 14 de Abril de 1977.- Las 6,30 de la tarde. Por resolución de la H. Junta Calificadora de Servicios Militares, el señor Fiscal General Militar emita su informe en Derecho. f) El Presidente f) El Secretario.

Dictamen del Fiscal General Militar. Doctor Carlos Iglesias T. Tcrnel. De EMS.

2º. La invalidez de Tercera Clase que ha sido determinada por el señor Capitán Almeida, le da derecho a un abono de 9 años, siendo indispensable que para que surtan los efectos legales consiguientes efectuar el aporte correspondiente.

Por las consideraciones expuestas opino porque se le conceda nueve años de abono por invalidez, en virtud de estar comprendido en la Tercera clase de invalidez de acuerdo con el informe de la Junta de Cirujanos, pues la misma tiene relación con los actos del servicio, y para que surta los efectos legales este reconocimiento, precisa que el Capitán ALMEIDA FIGUEROA, consigne en la Caja Militar, los aportes correspondientes a los intereses legales hasta la fecha de pago.- La presente calificación se efectúa de conformidad en lo prescrito en el Art.30, 66, 74 y 75 de la Ley de Pensiones de las Fuerzas Armadas.

No está por demás indicar a la Junta que debe tomarse en cuenta lo preceptuado en el Art.32 de la Ley anteriormente indicada y el Art.50 literal d) y 120 numeral 1.- de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas. Quito a 19 de Mayo de 1977.

MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL.- Junta Calificadora de Servicios Militares. Quito a 2 de Junio de 1977, a las 6 y 30 de la tarde.

VISTOS:

La Junta Calificadora de Servicios Militares, ADMINISTRANDO JUSTICIA, A NOMBRE DE LA REPÚBLICA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY, resuelve concederle al señor Capitán del Ejército MARCELO BOANERGES ALMEIDA FIGUEROA nueve (9) años de abono de Invalidez, en virtud de encontrarse comprendido en la Tercera clase de invalidez en forma definitiva, por cuanto la lesión tiene relación con los actos del servicio; debiendo para que surtan los efectos legales, el señor Capitán ALMEIDA consignar los aportes correspondientes en la Caja Militar, más los intereses legales hasta la fecha de pago.- La presente calificación se efectúa de conformidad con los Arts. 30, 66, 74 y 75 de la Ley de Pensiones de las Fuerzas Armadas y Art.50 literal d) y 120 numeral 1.- de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas. Notifíquese y habilítese.

FUNCIONES Y UNIDADES MILITARES:

Ascenso de cadete del Colegio Militar "Eloy Alfaro" a Subteniente de TRS. El 11 de Octubre de 1967.

Destinación al Destacamento Especial de Selva Nro.1, DES-1, el 18 de Octubre de 1967.

Nombramiento, de Profesor Instructor del Ciclo Práctico aplicativo del período de Contra Guerrillas, Curso de Cabos Especialistas instructores, el 09 de Diciembre de 1.968.

Licencia de 30 días para que haga uso en Quito y Machala, el 05 de Marzo de 1969.

Pase al GA-I, Grupo de Artillería Nro. 1 "Bolívar", el 06 de Junio de 1969.

Nombramiento del XII Curso de Comandos en el Batallón de Paracaidistas, el 30 de Noviembre de 1969.

Cancelación del Curso de Comandos por haber aprobado, el 08 de Enero de 1970.

Nombramiento de instructor suplente, en la materia de Transmisiones, XIV Curso de Fuerzas Especiales, el 05 de Marzo de 1970.

Pase, a la CS-33 "Santiago", fecha 1ro presente, el 06 de Marzo de 1970

Nombramiento del IV CURSO DE HOMBRES RANA, el 18 de Marzo de 1970.

Rectificación, en el sentido que realizará la especialidad de Andinismo, 15 de Abril de 1970

Cancelación del Curso de Andinismo por haber aprobado, el 15 de Mayo de 1970

Nombramiento.- Curso de Subtenientes (Tigres) segundo grupo, 08 de Junio de 1970

Rectificación en el sentido de que realizará el curso en el segundo grupo, 17 de Julio de 1970

Cancelación, del nombramiento del curso de promoción de Subtenientes. (Tigres) 21 de Agosto de 1970

Disposición. Del E.M.G. Bonificación permanente de $400, 00 sucres por haber obtenido el Breve de paracaidista, el 02 de Noviembre de 1970

Ascenso a Teniente. Decreto 1066, el 31 de Diciembre de 1970.

Destinación, 31 de Diciembre, continuará en el DEFE, Destacamento Especial de Fuerzas Especiales; 08 de Enero de 1971

Designación. Realizará el curso de "Oficiales de Comunicaciones en Panamá, 08 de Enero de 1971

Incorporar a las Fuerzas Armadas permanentes por haber retornado al país, el 19 de Abril de 1971

Pase. A la DI-5 O. G. Nro.191, División de Infantería Nro. 5 Guayas, el 13 de Diciembre de 1971

Autorización, para que continúe sus estudios en la Universidad Católica, 14 de Diciembre de 1971

Licencia de 30 días para que haga uso en Quito y Cuenca. El 14 de junio de 1972

Nombramiento. Profesor de Educación Física en el curso de soldados para arma, el 01 de Diciembre de 1972

Nombramiento de profesor de Instrucción de combate de patrullas, en el curso de soldados de arma en la EFTE, Escuela de Formación de Tropas del Ejército, el 15 de Diciembre de 1972

Nombramiento de profesor del curso de reclutamiento, de aspirantes a soldados de arma, en la materia de "Enlace y transmisiones, el 29 de Enero de 1973

Nombramiento del Curso básico de Oficiales en la EPE, Escuela de Perfeccionamiento del Ejército, el 21 de Marzo de 1973

Nombramiento de profesor del período común del II curso de aspirantes a soldados de arma, 06 de Abril de 1973

Nombramiento de profesor del periodo de Contraguerrillas, del curso de aspirantes a soldados de arma en la Escuela de Fuerzas Especiales, el 15 de Mayo de 1973

Pase a la EPE de alumno, el 17 de Agosto de 1973

Pase de la EPE a la 1-BI Brigada de Infantería el Oro, el 03 de Diciembre de 1973.

Pase de la 1-BI, a la EPE, el 13 de Marzo de 1974

Licencia, de 30 días para que haga uso en Quito y Cuenca, el 17 de Noviembre de 1974

Pase a la 8-BI, Brigada de Infantería "Portete" en Cuenca, el 17 de Octubre de 1974

Selección.-Provisional O.G.M. Nro.032 17 de Febrero de 1975

Sección Definitiva O.G. Nro.036, 26 de Febrero de 1975

Destinación. Continuará en la 8-BI "Portete". 19 de Mayo de 1975

Nombramiento. Del XII CURSO DE JEFES DE SALTO, a solicitud de la Escuela de Fuerzas Especiales. Oficio Nro.760048-EFE O.G. Nro. 037 de la C.G.E., el 24 de Febrero de 1976

Cancelación.- Del nombramiento del Curso de Jefes de Salto, por haber aprobado satisfactoriamente, el 17 de Febrero de 1976

Pase.- De la 8-BI, al BS-55, O.G. Nro.069 C. G. E. el 12 de Abril de 1976

Autorización.- Para que viaje a la ciudad de México, por el lapso de 3 meses, a someterse a tratamiento médico especializado, en el Instituto mexicano de rehabilitación O. G. Nro. 246 M. D. N., el 30 de Diciembre de 1976

Pase.- Del BS-57, a la 8-BI, O. G. Nro. 063, el 01 de Mayo de 1967

Autorización.- Viaje a México, a recibir tratamiento médico O. G. Nro. 010 M. D. N., el 13 de Enero de 1978

Resolución Nro.55, Rectificar la resolución ministerial Nro.022, en el sentido de que el tratamiento médico seguirá en los Estados Unidos O. G. Nro. 024 M. D. N., el 02 de Febrero de 1978

Autorización.- Para que pueda viajar a la ciudad de Nueva York, Estados Unidos de Norte América, en uso de 30 días de licencia O. G. Nro.117 M.D.N., el 23 de Junio de 1978

Pase.- Con fecha 01 de Septiembre de 1978, al BT-1 "Rumiñahui" O. G. Nro. 175 M.D.N., el 15 de Noviembre de 1978

Increíblemente hay datos equivocados, inexactos e insuficientes en este archivo; pues mis destinaciones últimas a la Compañía de Transmisiones de Ibarra, a la compañía de transmisiones de Loja y a la Tercera Zona Militar no se registran, así como mi llamada a insistencia mía a dar exámenes en la Academia de Guerra, en Quito.

FUERZA TERRESTRE

Circular 830009- DEE-d

Quito, a 30 de Marzo de 1983

Asunto: Haciendo conocer resolución de la comisión calificadora

DE: GRAD. COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

PARA: SR. MAYO. MARCELO ALMEIDA FIGUEROA

EN: QUITO

Por medio del presente comunico a usted, señor Mayor, que la Comisión Calificadora encargada de la selección de oficiales Precandidatos para el Curso de Estado Mayor de Arma y Servicios, año lectivo 1983 – 1984, resolvió considerarlo IDONEO, como Candidato para el ingreso en calidad de Alumno de la Academia de Guerra del Ejército.

Acuse recibo.

DIOS, PATRIA Y LIBERTAD

EL COMANDANTE GENERAL DEL EJÉRCITO

JORGE E. ARCINIEGAS S. GENERAL DE DIVISIÓN.

Para llegar a tener en mi mano derecha, este memorándum circular, tuve que pasar por Órgano regular y llegar ante el "Emperador" en miniatura de esa época. Mi Comandante, de la "Brigada Loja", al cual guardo mi imperecedera admiración y respeto pues lo conocí en el Colegio Militar "Eloy Alfaro, en el grado de Capitán instructor, del arma de Artillería, Miguel Arellano; me llamó a su despacho y me pregunto la razón por la cual yo no había sido llamado como precandidato a la Academia de Guerra, es más se comprometió en la reunión de Generales de los lunes, en Quito, a hablar sobre mi caso personal, Mayor de Transmisiones, de Fuerzas Especiales y Comandante de la Compañía de transmisiones de Loja.

A su retorno me indicó que pase por Órgano regular y pida personalmente ser considerado como precandidato para la Academia de Guerra; había recibido además llamadas telefónicas de algunos compañeros, amigos sinceros, de la Promoción 1963, que estaban admirados de que no se me había tomado en cuenta para dicha designación; el asunto era sencillo, ya no contaba con un tercio del antebrazo y la mano izquierda, relucía en su reemplazo un garfio de acero, o prótesis artificial, como se quiera llamar. Perfectamente uniformado, con sable y traílla, con guantes, camisa y corbata impecables, mi reluciente ala de jefe de salto, mi grado y arma de transmisiones, banderolas cruzadas, hable en su orden con el Jefe de personal, Jefe de Estado Mayor y Comandante de la Brigada de Infantería "Loja"; para junto con Ruth y mis cuatro hijos: Ruth Marcela, Katherine Elizabeth, Juan Marcelo y Paúl Geovanny, en nuestro vehículo emprendimos viaje al Norte; me detuve en Cuenca, donde deje a mi Familia en casa de mis padres políticos y proseguí el viaje a Quito; el lunes a primera hora, me presente en el Ministerio de Defensa, en los edificios de la Comandancia General del Ejército, ante el jefe de Personal, ante el Jefe de Estado Mayor y estaba frente a la oficina del Comandante General del Ejército, el Oficial ayudante un Capitán de Infantería, me anuncio; estaba consciente del momento final de este Órgano Regular, ante la cabeza de la Fuerza Terrestre, ingresé a la oficina amplia, al fondo las banderas del Ecuador y del Ejército, un gran escritorio, calculando tres metros antes me cuadre con toda la energía y mis palabras solemnes del órgano regular retumbaron en las paredes del despacho, el General Comandante del Ejército, no se inmuto, tampoco se puso de pie de su posición de sentado en su mullido e inmenso sillón, su concentración y mirada era a sus documentos; medio el silencio, mientras el Oficial General leía y firmaba documentos, después de largos minutos, en los que no medio ninguna cortesía, contestación a mi saludo, la referencia de las palabras solemnes del órgano Regular, este jerarca, especie de "Emperador en miniatura", me inquirió cual era el motivo de mi presencia, en la posición de firmes le indique que pedía ser tomado en cuenta para la designación de precandidato para alumno de la Academia de Guerra, estableciendo que compañeros de mi promoción menos antiguos habían sido notificados con su precandidatura, pero yo no había sido tomado en cuenta; siempre sentado, esbozo una mueca a manera de sonrisa o burla y me dijo, "usted no puede ser nombrado para tal designación, no tiene mano"; en ese momento sin mediar ninguna reflexión pero con voz alta le exprese, dignamente, "mi General, yo no sabía que se pensaba con la mano, se piensa con la cabeza", su respuesta fue arbitraria y artera, y a gritos repetidos, esta vez ya de pie dijo "atrevido", y llamando a gritos destemplados y chillones a su ayudante ordeno, "Capitán arreste a este Mayor", El Capitán ayudante asomo su cuerpo a la entrada del despacho, no sabía qué hacer, deje mi posición de firmes y le ordene en voz alta como es mi timbre, al Capitán, "De un paso más y voy a ser yo el que le arreste, pues soy su superior", el General y su ayudante quedaron sorprendidos, mientras yo abandonaba ese maldito despacho a grandes pasos, mientras me dirigía al estacionamiento del Ministerio de Defensa, hacia mi vehículo, pensaba que la Policía Militar Ministerial, me iba a arrestar, pero esto no sucedió. Al retornar a Loja al Comando de Brigada, informe este hecho con detalle a mi General Artillero, el mismo que apoyo mi actitud de soldado digno; atrás en ese añejo Ministerio de Defensa, dejaba a un enemigo; y dentro del Cuartel General de Loja, tenía un similar, el Coronel de Instrucción, otro enano fundamentalista, quien más tarde sería Comandante General del Ejército y con el que siempre tuve obstáculos para estudiar en la Universidad Nacional de Loja, en la Facultad de Derecho, sin embargo de que tenía autorización para estudiar por parte del Ministerio de Defensa Nacional; lo llamo "El fundamentalista", un hombre inteligente, delgadito, que siendo casado, vivía dentro del Cuartel, que le encantaba hacer instrucción nocturna el viernes pasadas las seis de la tarde y parte del sábado, sacrificando y fastidiando al personal de tropa y Oficiales, del cual tengo malos recuerdos, que oportunamente relataré; quien en su oportunidad de gloria y de grado de General, prohibió que los militares en servicio activo se preparen y estudien en las Universidades y Escuelas Politécnicas, que se creía un gran militar, que cuando Mahuad, entregaba una cantimplora a Fujimori y en bandeja parte de nuestro territorio amazónico y Nacional al Perú, se fue en desconsolado llanto grabado por la televisión nacional e internacional, a la vista del mundo entero. Antecedentes y de haberse pronunciado por una defensa total de nuestro territorio Nacional, sin concesiones al enemigo, los Generales René Cástulo Yandún Pozo, en Cuenca y Eduardo Maldonado en El Oro, fueron dados de baja por el Presidente interino de turno Fabián Alarcón; y se me tendió la trampa correspondiente, se me nombró precandidato a alumno de la Academia de Guerra, me presenté a dar los exámenes teóricos y prácticos, y en el último examen se adujo que no había aprobado los diferentes exámenes, cuando yo llevaba la cuenta y mi promedio no menos de 19 sobre 20, la venganza y la consigna del Comandante General del Ejército, se cumplió; el Director de la Academia, como casi todos los Generales de esa época, me dijo "Marcelo, regrese el próximo año", en verdad se efectivizo la salida de mi enemigo gratuito de su trono, pero yo ya había tomado mi decisión, la cual me hizo girar en mi vida trecientos sesenta grados, pero siempre con el rumbo positivo, pundonoroso, identificado con el honor y la vida de mi Familia, me convirtió nuevamente y en otro rol un hombre útil a la Sociedad y a la Comunidad en la que me desenvuelvo como profesional del Derecho y como Catedrático universitario; esto no es amargura, es la vida real, los hechos históricos y los personajes que afectaron o relacionaron mi sino o destino. Resalto algunos documentos militares personales, cuando es necesario doy nombres que se merecen, en otros en forma sutil y sarcástica saco a relucir, a las personas que trataron de hacerme mal, pero no lo consiguieron precisamente por la férrea formación y disciplina militar que me dieron ejemplares oficiales, que aprendí de adolescente en el Colegio Militar "Eloy Alfaro", y el gran ejemplo y dignidad que me dieron mis instructores, a los que me referiré en su oportunidad, caballeros militares, de gran hombría y decencia.

Yo le pedí al Director de la Academia de Guerra, con el memorándum en mano, y con la calificación de "NO IDONEO" para cursar la Academia de Guerra, mientras que Oficiales de servicios y menos antiguos, fueron declarados "IDONEOS"; que me permitiera ver mi examen escrito práctico final, absurdamente y como si fuera una orden militar o secreto, me expresó que esto no era posible y me recalcó nuevamente, a manera de mensaje que comprendí, "Marcelo regrese el próximo año"; sin que haya decaído una sola gota de mi valor y paciencia, me dirigí al Departamento de Personal, del Ministerio de Defensa, y me presente al General Telmo Pavón, él sabía mi situación, apenas hice mi presentación, me dijo, "Marcelo tenga paciencia, pues usted sabe que el puesto no dura todo el tiempo" le pedí de favor un amanuense para solicitar mi baja del Ejército; este gran General, riobambeño, de altos quilates, me tomó del brazo y me llevó al interior de su despacho, sin antes no dar la orden a su subalterno, de que le lleve una botella de wiski con dos vasos, su apoyo moral en esos momentos y reacción firme pero solidaria, me recuerda siempre mis pensamientos de soldado, a la guerra tengo que marchar con mis soldados, a los cuales les de confianza y ellos mi respeto y lealtad; mientras servía algunos tragos que bebió a mi salud, me aconsejó que piense bien mi decisión, y me preguntó dónde quería ir con el pase, no dude le pedí que me destine a la 8-BI PORTETE a Cuenca, en donde a un año más de servicio, solicité voluntariamente a mi General Guerrero, de Fuerzas Blindadas, hermano de mi compañero de cuarto curso del Colegio Militar, mi disponibilidad y posterior baja de las Fuerzas Armadas, quien después de repetidas solicitudes en este sentido accedió y envió mi solicitud al Comando del Ejército; a esta fecha, ya era Licenciado en Ciencias Sociales y Políticas, estaba en Quinto año de Derecho en la Universidad Católica de Cuenca, después de un año egresé y a los seis meses, defendí mi tesis " Sucesión por causa de muerte y donaciones entre vivos", graduándome de Doctor en Jurisprudencia y Abogado de los Tribunales de Justicia de la República del Ecuador, posteriormente he realizado varios estudios y especializaciones, como el de Especialista en Docencia Universitaria, siendo invitado por el señor Doctor CÉSAR CORDERO MOSCOSO, Rector Fundador de la Universidad Católica de Cuenca, a la Cátedra desde antes que di mi grado, cuando era Licenciado, ostentando la nota final de 99,397 sobre 100, y probando mi capacidad que se puso en juego y duda en mi actividad castrense, por mezquinos intereses y órdenes militares absurdas y que no encajan en el perfil del verdadero militar y persona.

Recuerdos en la Brigada Loja a los inicios de mis estudios universitarios

Desempeñaba, el grado y función de Mayor de Transmisiones y Comandante de la Compañía de Transmisiones destacada en la ciudad de Ibarra; pero justo al año de esta designación; se me notificó en la Orden General, el pase a la Brigada de Infantería de Loja; la explicación de Inteligencia del Ejército, para este pase era, que el Jefe y oficial Superior designado a Loja, debía ser un hombre de probidad y honradez acrisolada, pretextos que tapaban intereses y palanqueos de Oficiales interesados en mi plaza, palanqueos y maniobras que nunca practique y me disgustaron siempre; era grande la distancia y traslado desde Ibarra a Loja, con mi Familia, mi esposa y mis cuatro hijos, traslado de escuelas de mis pequeños hijos, un perjuicio económico, traslado de mis bienes muebles; por lo que decidimos con Ruth, llevar nuestros bienes a Cuenca, y embodegarlos, ella con mis cuatro niños se quedó en Cuenca, en la casa de mis suegros Juanito y Virginia y yo proseguí mi viaje a la ciudad de Loja, presentándome en el Comando de la Brigada y Cuartel General, y siendo presentado y posesionado en la Compañía de Transmisiones, integrante de la Brigada de Infantería Loja. Mucho me complació integrar y tener el honor de ser parte de esta Brigada de frontera, me instale en una pieza al interior del Cuartel y en mis horas libres empecé a buscar un departamento o casa para en lo posterior llevar a mi Familia, que estaba en Cuenca. Solamente los militares sabemos los sacrificios personales, psicológicos, y económicos que hemos pasado, cuando siendo el Ejército la Institución más antigua de Fuerzas Armadas, por idiosincrasias y posturas de militares barrocos, tercos y necios, nunca se proveyeron de casas, bloques o departamentos, edificios, como los que disponen la Fuerza Aérea Ecuatoriana y la Marina, con el confort, beneficiando a sus miembros; superando las necesidades, a fin de no sacrificar económicamente con los pases a Oficiales y a la Tropa, instalaciones con todas las comodidades, completamente amobladas, seguras, provistas de transporte y comunicación en especial para los hijos, que asisten a Escuelas elementales, Escuela primaria y secundaria, a su interior, con juegos, piscinas, bares y comisariatos, como lugares de recreación.

En Loja en la época en que estuve de guarnición, había un grave déficit de viviendas de alquiler, y se daba el caso curioso que un gran número de Oficiales y tropa, vivían solos como solteros, en el interior de las instalaciones militares y sus familias estaban residiendo en otras provincias.

Con gran suerte logré arrendar en una casa, un departamento en el segundo piso, pero que tenía mediante un patio central una comunicación directa de vista con el primer piso; me instalé con mi Familia, mis cuatro hijos, los tres primeros les matriculé en una Escuela de monjas franciscanas, denominada "Porciúncula", y mi hijo Juan Marcelo en el Jardín de Infantes en la misma Escuela.

Nuevamente la Familia unida, en una tierra y ciudad nueva, que extrae de raíces la anterior ciudad y guarnición militar, las amistades, los nexos de mis hijos y de mi cónyuge, como los propios; pases y designaciones la mayor parte de las ocasiones, por intereses mezquinos de compañeros de arma, perjudicando al designado, sacrificando la estabilidad familiar, económica, psicológica; Loja, cuyos hijos hablan un español casi perfecto. En el departamento, durante una semana seguida se producía raramente, todas las noches fiestas, música y baile de nuestras vecinas de la primera planta, sorprendentemente habíamos arrendado el departamento, en una casa de citas, pues las señoritas que atendían durante la noche y madrugada, lucían pálidas y soñolientas en el día; inmediatamente logramos conseguir una casa a la que nos trasladamos a vivir posteriormente, casa de un Médico lojano de apellido Jaramillo y su señora con quienes hicimos una amistad excelente.

La Brigada Loja y Cuartel General, tenía por Comandante al General Artillero, que en el Colegio Militar, siendo Capitán era de lo más destacado y distinguido, Miguel Arellano; también el Oficial de instrucción, Coronel, lo conocí de Subteniente en el Colegio Militar, siendo yo Cadete recluta, de cuarto curso; él en esa época era Subteniente, un militar "fundamentalista", exagerado, que bien pudo ser un virtuoso sacerdote, pues había sido seminarista, del cual se cuentan historias diversas, que oportunamente relataré, pero que se hizo mi enemigo gratuito, por dos hechos simples, yo era un miembro de Fuerzas Especiales y por el hecho de iniciar mis estudios de Derecho, en la Universidad Nacional de Loja. Yo fui designado Comandante de la Compañía de Transmisiones de Loja, con mi grado de Mayor y función de Oficial Jefe, Comandante de la Compañía de Transmisiones y responsable de las comunicaciones en la Brigada Loja, teniendo un frente peruano hacia el Sur, era necesaria la planificación y ejecución de las comunicaciones con las Unidades de combate y con la Comandancia General del Ejército; no he comprendido por más que he analizado largamente, la concepción arbitraria de ciertos Oficiales superiores, como éste de Instrucción al que me referiré, como un hombre de pequeña estatura, delgado, de voz fingida a una gran voz de mando gruesa, pero robótica y fastidiosa, todo él era orden tras orden, y en su amargura, incomprendido y temido por Oficiales y tropa, que preferían no contrariarlo, muchos cumplir sus injustas órdenes y castigos, un militar reconcentrado y viviendo al interior del Cuartel General, sin contacto con la sociedad militar y civil, siempre uniformado con tenidas de fatiga; cuando varias ocasiones participe en deportes, contra este sujeto, siempre perdedor, recalcitrante, aislado, se remordía cuando perdía un evento o juego como es el vóley bol, deporte del cual era pésimo jugador.

Al ser militar con el grado de Mayor, siempre me enorgullecí y es mi gran satisfacción haber elegido la carrera militar por aptitudes y vocación, todo lo había conseguido a mi satisfacción con esfuerzo, llevando siempre adelante mi carrera militar con sentido positivo, con orgullo máximo; cumpliendo otros roles como el de cónyuge, de padre de Familia; y pensando en el tiempo y en el espacio geográfico que había recorrido en mi vida con mi cónyuge e hijos, en una de esas tantas noches pensé largamente en el futuro de mi Familia, en el objetivo que me proponía hacia adelante, cuando ya había resistencia del alto mando militar, por mi amputación de mi mano y antebrazo izquierdo mutilados en actos del servicio; pues mientras estuve completo, en cumplimiento del deber, mis superiores jerárquicos estuvieron satisfechos, que falta de valores y aprecio al ser humano, a la persona; y viendo que el Capitán Jefe de la Sección de Inteligencia y dos miembros de tropa eran estudiantes de Derecho, emprendí con entusiasmo otro rol, hice nuevamente mi solicitud al Ministerio de Defensa, para estudiar Derecho en la Universidad Estatal de Loja, la Comandancia General del Ejército me autorizo, ante la resistencia y oposición gratuita del Jefe de Instrucción, que hizo en mi primer año de estudio, una verdadera persecución tratando de hacer que me despeche, me retire del estudio, que iniciaba clases a las 18h00 y terminaba a las 22h00; y los obstáculos que me puso primero, comenzaron con llamadas de atención a los estudiantes militares de la Brigada, a cuya actividad, autorizada por el Ministerio de Defensa, ni siquiera el Comandante de la Brigada se oponía, más bien me animaba a seguir, y en innumerables reuniones de Oficiales, me indicaba que salga y asista a clases a la Facultad, poniéndome como ejemplo, a los reunidos, a despecho del Jefe de Instrucción, muchas ocasiones al ser yo Jefe de Plaza, responsable las veinte y cuatro horas de ese día de la integridad y seguridad de toda la Brigada, al terminar la última hora de clases, retornaba al Cuartel General de la Brigada, me uniformaba y cumplía los deberes inherentes a la designación y servicio de Jefe de Plaza; sorpresivamente mi gratuito contradictor, mi alentador, me designó a Quito a un trabajo de reestructuración del Orgánico de las Unidades, por el lapso de tres meses, sabiendo que estaba en clases en la Facultad, pero mi trabajo lo hice a satisfacción de la Comandancia General del Ejército en tres semanas, inclusive sábados y domingos, con la aprobación del Coronel Marcelo Iván Pazmiño, jefe del equipo, retornando a mi Unidad, lo que hizo que montará en ira el Jefe de Instrucción; quien cambio de táctica y enviaba a la Policía Militar, para que a propósito salga del aula y me presente en forma urgente, sin motivo alguno; veía desfilar policías militares alrededor de mi aula Primero "E" de Derecho, y desesperados los emisarios hasta irrumpían en el aula, les urgía cumplir la orden dada, pero no salía hasta no terminar la última hora de clase, dando pretextos a los emisarios, con su impecable uniforme de la Policía Militar, quienes recibían amenazas de este caballero por incumplimiento de una orden suya, que recargaba su bilis; me tenía sin cuidado su actitud cobarde, y contaba con el odio de los policías militares hacía este superior en grado, al que tuve el disgusto de conocerle en el Colegio Militar y del que recibí de Cadete un castigo, de cuatro domingos, por haber conversado el Domingo con un civil, estando de guardia, en el sector del Zoológico; el civil era mi Padre que en paz descanse y que en esa ocasión entró el Domingo cuando había visitas y me traía una toalla un par de guantes y algunas golosinas, y el castigo delante de mi progenitor fue por la espalda con esa voz fingida del Subteniente de semana, "Cadete tiene cuatro domingos, inmediatamente hágase anotar el castigo en la prevención", me dirigí a la carrera y me hice anotar el castigo; cuando finalizaba el cuarto domingo de castigo, me encontraba en el patio, estudiaba alguna materia, cuando nuevamente se presentó el Subteniente y me inquirió "por qué razón estaba castigado, cuál era el castigo y quien me había castigado"; de firmes le respondí que era él quien me había castigado y la razón por haber estado conversando con un civil, extrañado y en su memoria de elefante, me siguió preguntando "y quien era el civil", le contesté que era mi Padre el civil; siguió preguntando sobre el castigo y le respondí que era el cuarto domingo que estaba castigado, eran las cuatro de la tarde, cuando me ordeno, que quedaba levantado el castigo, que me cambie de uniforme y salga franco, de esta forma salí a mi casa por tres horas pues a las 19h00, regresé al Colegio Militar a las actividades normales, mis compañeros reían a rabiar y hasta les salía lágrimas cuando les contaba este incidente con el "Subteniente", que no era ni el reflejo de los oficiales de mi época de Cadete.

Llegó una noche un Policía Militar con una patrulla completa, la orden del "Coronel" era de que si no quería ir inmediatamente al Cuartel General, la patrulla me tome preso y utilice hasta la fuerza y me ponga delante del jefe de Instrucción; esta actitud nunca tomó en contra del Capitán de Inteligencia y de los dos miembros de tropa estudiantes en la misma Facultad de Derecho; pude tranquilizar al Sargento, la patrulla me espero y salí a las 22h00, terminada mi clase de Introducción al Derecho, y materia que analiza y expone sobre la Ley; subí al jeep militar, llegué al Cuartel General, fui a mi pieza y me uniforme dejando a un lado mi vestimenta de civil; en la Facultad hice muchos amigos y hasta de los cursos superiores y de los catedráticos, quienes ya sabían que era militar, complemente mi atuendo camuflaje con mi pistola, puñal de los paracaidistas y machete, y me dirigí a la oficina de Operaciones, pedí permiso para entrar y me cuadre delante del escritorio del Coronel, en posición de firmes, éste sujeto dejó pasar más de cinco minutos detrás de su escritorio, sentado y revisando y firmando documentos de su actividad, sin hacer caso a mi anuncio; por fin y como si se tratará de menos que un conscripto recluta, empezó su habladuría, reclamando que debía haber llegado inmediatamente, indicándome lo que es una orden militar, en voz alta y chillona, descontrolada, me habló mal de los "melenudos universitarios", de mis funciones que según él no las estaba cumpliendo, posiblemente sus gritos e improperios los escuchaban a lo lejos los policías militares y centinelas de guardia; yo simplemente lo escuchaba, y dentro de mi discernimiento e inteligencia estaba en contraposición a sus injustas reclamaciones, este no era más que una caricatura de lo que yo había conocido y había estado equivocado al darle una puntuación en concepto como militar y persona más de lo que merecía hasta ese momento, se denotaba despecho y falta de seguridad, pues su actitud no tenía firmeza y tampoco razón, él estaba frente a un verdadero soldado; cuando su ira y venganza retenidas llegó a su fin aparente, quedo resoplando lo que aproveche para insistir como tres veces que me concediera permiso para hablar, al fin accedió, y mis palabras razonadas cayeron como mazos sobre su tembleque actuación, le exprese primero mi admiración por la persecución de que era objeto por parte suya, de las diferentes actitudes negativas que había realizado para que deje de estudiar, que el estudio en la Universidad, estaba autorizado con la orden y venía de la Comandancia General del Ejército, que lo único que pedía y me exigía es buen rendimiento con la emisión por escrito de las notas en cada período de estudio, que ni siquiera el General Comandante de la Brigada me había perseguido como él lo hacía; que no estoy perjudicando un segundo las actividades y funciones en mi grado y de Comandante de la Compañía de Transmisiones con mi estudio, más bien me estoy preparando para orgullo mío y de la Institución armada; que estudiaba y asistía a clases en las aulas universitarias por superación y convicción propia, que esta actividad era con el total apoyo de mi cónyuge y de mis hijos y sobre todo que era un verdadero militar; el Coronel monto en ira y me trato de "mamarracho", lo cual fue respondido con una risotada mía, ante esto el Coronel metió la mano al cajón de su escritorio, pero su mano quedó paralizada cuando le amenace llevando mi mano derecha a mi arma indicándole que mi pistola estaba siempre lista para disparar, y que no dudaría ni un segundo en acribillarle, di media vuelta cogí la hoja de la puerta de la oficina y le azoté con gran fuerza y estruendo en sus narices y semblante pálido como de muerto y me dirigí a mi pieza a cambiarme de ropa de civil, mientras gritaba al policía militar que llame al chofer de servicio para que me lleve a mi casa, estuve a punto de golpear a este arbitrario y abusivo superior jerárquico, pero me contuve, opte por salir de su oficina, teniendo en adelante un potencial enemigo, pero que ya había medido y colmado mi carácter y paciencia; estaba resignado a su arresto, pero el cobarde, que nunca tuvo la razón no me arrestó tomo otras medidas, de venganza que relataré, pero dejó de fastidiarme en mi actividad de estudiante universitario, y creo que esta reacción justa, de mi carácter rebelde, fueron el factor para que en el futuro, logre llegar a una nueva profesión, la Abogacía y por ende el recurso del que me he valido para sostener a mi Familia en forma honrada y digna, desafiando el tiempo y comenzando a fojas cero; esto no significa odio a la Institución militar, establece la falibilidad humana y el envanecimiento de Dioses de algunos militares en servicio activo, que creen que van a perennizarse en las filas castrenses, y que nunca van a salir a la vida civil y a utilizar sus derechos conforme establece la Constitución.

La línea de frontera sur, determinaba una constante preocupación del gobierno de turno y en especial de los militares, que estábamos preparados para la guerra ante un ataque peruano; el tiempo dentro de este espacio geográfico territorial trascurría con la expectativa, de la política y relaciones exteriores siempre ambiciosas del Perú; esta tensión afectaba seriamente a las familias y militares de la Brigada Loja, del Oro y a las unidades amazónicas; sin embargo de las experiencias pasadas con nuestro enemigo, se le contemplaba todos los días de frente, las actividades militares ecuatorianas siempre con disciplina y enorme sacrificio en el fiel cumplimiento del deber; ya había aprobado con excelentes calificaciones las materias del pensum de estudios de primer nivel de Derecho, en la Universidad Nacional de Loja; cuando en forma retrasada vía correo militar, me empezaron a llegar los documentos y materias, para exámenes en la Academia de Guerra del Ejército; los materiales nos llegaron a algunos jefes y oficiales de Arma y Servicios y de diferentes promociones; materias en folletos que se repetían constantemente, aplicables a materias militares, con su respectiva dosis de secretismo y para exámenes con su tónica infaltable de mala fe, de los profesores, que hacían preguntas rebuscadas, ejercicios difíciles, con todo el ánimo de poner el pie al precandidato y con toda la mala fe posible, ausentes de pedagogía, con abundante celo y deseos de que ninguno pase a su aprobación; el "genio" de la Brigada, organizo clases para los candidatos, clases a las que no asistí, por propia convicción y resistencia, pues ya era suficiente oír a este ciudadano, en las diferentes formaciones del Cuartel General; y llegó el día de partir a Quito, a estar de presente y rindiendo los exámenes en la Academia de Guerra; para lo cual preparamos nuestros bienes, a la Familia, a mis hijos con sus documentos de la Escuela, mi pase de año en la Universidad y en una mañana, salimos en nuestro vehículo, por cierto yo iba en uniforme camuflaje de campaña, armado con mi pistola Browning, mi puñal al costado y llevando mis libros y la ilusión de seguir mi carrera militar; justamente en esa época y días, la Brigada Loja estaba de aniversario, y habían muchos eventos y competencias militares, entre los cuales habían competencias entre otras de tiro de varias armas; al pasar por la Brigada, un policía militar me saludo y me dio un mensaje del "Coronel de Instrucción", me pidió que hable con él antes de partir a Quito, con dirección y ruta a Cuenca; me baje del carro, me dirigí a la oficina ya conocida y de tan mal recuerdo, el Coronel me pidió de la manera más agradable y cordial que me quede a concursar en tiro de pistola y como representante de la Brigada, y que disponga de un chofer para que traslade a mi familia a Cuenca, ante esta nueva arbitrariedad disfrazada, accedí a quedarme y después de despedirme de mi Familia, mi cónyuge condujo el carro hasta Cuenca, yo me quedaba con mi uniforme puesto, una mudada de ropa y uniforme y una maleta de mano; efectivamente el concurso de tiro de pistola reglamentaria inició al siguiente día y dos días más, en la que mi participación junto a otros oficiales, determinó el primer premio, después de lo cual y antes de la premiación viaje en un bus "Viajeros", a reunirme con mi familia a Cuenca. Es en medio de este concurso que se produce un acontecimiento interesante y dialogo entre tres jefes Coroneles, sobre la conscripción militar y opinaba uno de ellos que por ningún concepto admitiría que un hijo suyo haga la conscripción; Francisco Moncayo, que más tarde sería Comandante del Ejército y luego político, legislador, Alcalde de Quito, de tendencia por la Izquierda Democrática, indicaba que él si quisiera que un hijo o pariente haga la conscripción, pero en una Unidad militar, donde se encuentre un amigo militar para recomendarle su seguridad; al opinar el "Coronel fundamentalista", de baja estatura y de cuerpo delgado, fogoso decía, si tuviera un hijo, "yo mismo le obligaría a que sirva a la Patria como conscripto, sin ninguna concesión"; era un momento de descanso en el concurso de tiro, cuando me preguntaron mi opinión, simplemente conteste a los tres jefes, que no estaba de acuerdo con ninguno de ellos y que había escuchado su conversación de casualidad, por estar cerca, si tuviera ese hijo en esa situación dejaría que él elija hacer o no el servicio militar, aunque en las actuales circunstancias toda la juventud quiere superarse, quiere y de hecho trabaja o estudia según sus posibilidades económicas; menos "el Coronel", aprobaron mi idea sus dos colegas, eran definitivamente opuestos los criterios, de este señor que más tarde se convertiría en el Comandante General del Ejército y Jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas y el Ministro de Defensa de Mahahuat, testigo de la entrega de nuestro territorio al Perú, quien por la televisión nacional lloró ante este desatino del Presidente que entregaba como sainete una cantimplora de su antecesor lojano, al Presidente Peruano Alberto Fujimori, de ascendencia japonesa; pero es necesario recordar que este Oficial Superior, que llegó a ser General, también quiso ser Presidente de la República, y de hecho se lanzó como candidato a esta dignidad, pensando que le respaldaban los familiares de militares oficiales y tropa, tremendo error, cosechaba lo que había sembrado; pues su carácter y voz altisonante que no concordaban con su estructura física, entre otras cuestiones, suprimió el estudio para los miembros en servicio activo de las Fuerzas Armadas, los que estaban estudiando años tuvieron que suspenderlos o pedir la baja para seguir estudiando y graduarse; aventajando en este derecho a la Policía Nacional, cuyos miembros tienen total libertad para los estudios secundarios y universitarios; suprimió la partida de rancho para el personal de casados, afectando con la no entrega de estos fondos, en especial a la tropa; su pensamiento fundamentalista, llegó a establecer en una reunión en la Brigada Portete de Cuenca, en la que el entonces el Presidente de la República, Arquitecto Sixto Durán Ballén, teniendo por auditórium a jefes oficiales y tropa, pregunto el primer mandatario si estaban satisfechas sus necesidades económicas, si los sueldos les alcanzaban para sustentar a sus Familias, tomándose la pregunta como si se la hubiese hecho a él, contestó el General, "Señor Presidente, todos los Oficiales estamos más que satisfechos con los sueldos que ganamos, en especial los miembros de tropa, pues las mujeres de los voluntarios, para redondear el sueldo, tienen negocios, tiendas de abarrotes y hasta lavan ropa ajena", fue un Coronel de la Brigada, que pidió la palabra y expresó, "lo que acaba de decir mi General, no es verdad, los sueldos no nos alcanzan para nada", estas frases sentidas y remitidas con la realidad histórica y la verdad, fueron la causa para un arresto y luego para que este valiente y pundonoroso Oficial, no ascienda y salga con la disponibilidad del Ejército; el "General", en cada rincón del país a donde iba, recolectaba odio y rencor de sus subordinados, y cuando salió con la disponibilidad, se hizo fiesta; no merecía el voto de los familiares de los militares activos, peor pasivos de Fuerzas Armadas, yendo a refugiarse en la Provincia de el Oro, donde era nativo y viéndose involucrado como depositante del mal recordado Notario Cabrera, con quien tenía nexos de parentesco; sinceramente tuve recelo de que me ocasione algún mal este militar, por lo que preferí estudiar Derecho y graduarme de Abogado, iniciar una nueva profesión, a la que el futuro y gracias a Dios me tenía reservado y a ser Catedrático universitario, siguiendo mi práctica de profesor e instructor militar, al hecho de sentir que traslado conocimientos, que enseño sin egoísmo, que doy todo lo que he experimentado en mi práctica profesional diaria. Muchos militares, excelente materia prima como personas, hombres inteligentes, han sido sacrificados, no seleccionados, olvidados y desperdiciados los recursos en ellos invertidos por el Estado ecuatoriano, por mezquinos intereses, por odios inconfesables y hasta por perjuicios de inferioridad y envidia, saliendo perdedor el Ecuador, de conocimientos e inteligencias taladas por un Consejo de Generales, por una comisión académica y hasta individualmente por el Jefe de la Unidad, que impone bajas calificaciones a su subordinado, que no las merecían y que por tanto ingresaron a una cuota de eliminación anual, como si fueran infractores.

Desde el Colegio Militar "Eloy Alfaro", y en las Unidades Militares, en especial en el Batallón de Paracaidistas, situado en ese entonces año 1970, en la Villa Flora, llegue a comprender que parte esencial de una Unidad militar, es el hombre, la persona tratada en su triple o múltiple dimensión, física, biológica, psicológica y de conciencia, de alma interior; que a la guerra a su Unidad, a sus soldados, el Oficial que los comanda, les da ejemplo y seguridad, marcha con sus tropas a la cabeza dando ejemplo, las que son identificadas y leales y sin importar nada tienen la mirada en el frente de batalla, con la finalidad única de la defensa de la Patria; con ellos se comparte el bohío, la lluvia, la frugal comida, el lodo y sofocación de la selva o el frio crudo de la sierra, los alimentos que muchas veces no son calientes y que posiblemente están alrededor o en los árboles, con ellos se comparte como compañeros, la soledad, la tristeza y alegrías, el espacio aéreo cuando se salta del avión, la profundidad azul del mar o de los ríos, o el mismo trecho de camino en el ataque hacia el objetivo enemigo; se vela el sueño en el descanso, se coordina en el canto, se comparte la tensión antes de la batalla y la alegría del triunfo con la misión cumplida. La vida militar es de constante preparación, es de cumplimiento de requisitos a plazo inmediato y mediato, no acepta errores, es de sacrificio constante, desde Roma y Grecia no ha cambiado la razón y destino del militar, ir en defensa del País hasta ofrendando la vida; mientras las demás clases sociales, se dan por servidas y están convencidas que el militar tiene que llegar a estos términos sin concesión ni dudas.

SALTOS CON PARACAIDAS EN CUENCA.

En el año de 1970, y siendo Subteniente soltero, instructor en el Batallón de Paracaidistas, ratifico y doy fe de que esta Unidad de élite del Ejército, tenía Comandantes como el pionero del Paracaidismo en el Ecuador el Coronel Romo, el Coronel Felipe Albán, el Mayor Pérez, con los cuales tuve la suerte y el orgullo de militar durante años; en ese entonces el Ministro de Defensa Nacional, el señor Acosta Velasco, en la Presidencia del Doctor José María Velasco Ibarra, que admiraba y apoyaba incondicionalmente a Fuerzas Armadas, en especial al Ejército y muy particularmente al Batallón de Paracaidistas, que desde su creación se fortaleció con la instrucción rígida, la disciplina consciente, el respeto y compañerismo, el espíritu de cuerpo, las visitas del Presidente a la Unidad y las demostraciones de saltos y de las salas de mantenimiento e instrucción, reunía más que los requisitos, para convertirse en una de las Armas del Ejército; la valentía, la preparación y arrojo del soldado ecuatoriano, se destaca en diversas especialidades y cursos; destacaré en esta parte al insigne, especial, destacado Teniente Marcelo Ormaza, que hizo el Curso de Saltador Libre en el exterior y dio su examen con saltos diurnos y nocturnos en el Ejido en Quito, destacándose como el primer paracaidista de salto libre en el Ecuador, y con sus conocimientos es el que impulsa el curso de salto libre en el Batallón de paracaidistas.