6.4.- Urge dignificar la política
El cielo limeño se volvió más gris que de costumbre. El aire que respiramos se enrareció. es que las noticias emitidas por las radios, diarios y estaciones televisivas daban cuenta de un nuevo acto de corrupción de envergadura. Al conocimiento público de este vergonzoso hecho le tomaría apenas cinco días para traerse abajo al primer gabinete aprista. Una vez más, como en otras ocasiones, manejos sucios en altas esferas del gobierno ponían en jaque a la democracia, generando desconfianza en el peruano de a pie, que por cierto cada día pierde más su fe en la política.
En este contexto no cabe quedarse quietos y, mucho menos, callados. Debemos ser críticos e implacables contra actos de tal naturaleza, que causan la descomposición social en nuestra patria. La ciudadanía tiene el derecho de exigirle al gobierno que ponga coto a la corrupción que lacera la piel de nuestra Nación y hace sangrar el alma de nuestra patria, haciendo que nuestro futuro se torne desesperanzador.
Nadie debería mantenerse al margen de lo que viene sucediendo. La salud moral de la sociedad en su conjunto está en cuestión. Más allá de la necesidad de condenar la perversión del aparato gubernamental, todos los hombres y mujeres del país tenemos por delante la tarea de cultivar nuestra alma con la práctica permanente de los valores, el respeto de las buenas costumbres y el reconocimiento a las vidas ejemplares, sólo así podremos convertirnos en referentes de una sociedad fundamentalmente joven, que tanto necesita de buenos ejemplos para redimir el país.
Qué duda cabe que el camino de la vida, escarpado y duro de recorrer, pone a prueba la consistencia de nuestro carácter. Y es que en el trajín, los pecados capitales acechan y la oscuridad de la ignorancia amenaza cubrirnos con su manto. Las cuitas, la envidia, la hipocresía y el egoísmo aportan lo suyo. Así, la desorientación es total, al extremo que nos hace prisioneros de la superstición, procediendo a reemplazar el esfuerzo por el azar de la buena suerte.
Sólo con trabajo honesto y perseverante, no lo olvidemos, se alcanza el éxito y el sueño dorado, es decir la felicidad, que toda persona quisiera compartir con sus seres queridos y con aquellos que los rodean. Tengamos en cuenta que nuestros verdaderos tesoros se encuentran en nuestros corazones y en nuestras mentes, donde albergamos el amor y la inteligencia, que combinados constituyen la fuente de toda sabiduría.
Así, urge la necesidad de ser sabios y humildes, a fin de ir al encuentro de nuestra alma. Recordemos que la humildad es la clave para avanzar por el camino de la vida. Es por tanto necesario trabajar con ahínco, en aras de alcanzar la excelencia. Tal meta puede ser alcanzada si logramos apoyarnos en una sólida formación física, moral, espiritual y mental.
En ese sentido, nuestras acciones deben basarse en la ética del carácter, cuya construcción se basa en principios fundamentales, tales como la integridad, justicia social, equidad, dignidad humana y honestidad, por tan solo citar algunos. que por lo demás no son, ni deben ser ajenos, a los peruanos, puesto que hemos heredado nuestra trilogía andina que predica la honradez, la laboriosidad y la veracidad.
En este camino, recordemos el inmortal mensaje que nos legó Jorge Basadre: "La primera cosa que tiene que hacer toda auténtica juventud, es aprender a no venderse. Nada más grave para el futuro y para la salud moral de una nación que las asambleas de pusilánimes o aprovechadores venales cuyo lenguaje común es tratarse mutuamente como respetables. No sólo los políticos, sino muchos grandes médicos y grandes abogados y profesores y aristócratas e intelectuales entran en esa lucrativa confraternidad".
Volvamos los ojos también a Séneca, quien recordaba al mundo "la brevedad de la vida". En verdad la vida es corta pero valiosa, los peruanos no podemos así continuar autodestruyéndonos, permitiendo que las bajas pasiones nos gobiernen y que los egoísmos y mezquindades orienten nuestras vidas. No olvidemos, "las personas pasan, las instituciones quedan"; nuestra misión es trabajar con firmeza en el noble propósito de consolidar nuestra nación.
Vivimos en el milenio de la verdad, en nuestro horizonte se dibujan justificadas esperanzas de que la humanidad logre dejar atrás al oscurantismo que por siglos la ha sometido, condenándola a la ignorancia, conduciéndola por el camino del temor y la ignominia, alejándola por desgracia del sendero del amor, único camino que conduce a los dominios de la verdadera felicidad. Urge pues en estos momentos, convertirnos en los protagonistas de la historia futura del Perú. Para lograrlo, requerimos acceder a la sabiduría, colmar de amor a nuestros corazones y de inteligencia a nuestra mente.
No hay nada más hermoso que vivir la vida con pasión, disfrutando del placer de las buenas costumbres, teniendo como altar íntimo y privado a nuestra conciencia, concediéndonos nosotros mismos la oportunidad de canalizar el conocimiento universal que está por doquier, pero al cual solemos eludir. Por ello, es bueno que abramos nuestro espíritu y lo renovemos con nobles ideales.
No olvidemos que nuestros enemigos son la pobreza, el desempleo, el analfabetismo, el hambre, la pobreza moral, el egoísmo, la corrupción, la mezquindad y el protervo oportunismo. ¡Luchemos para que en nuestro país impere la justicia social!, teniendo en cuenta que debemos desterrar y enfrentar a todo aquel que pretenda saquear o incendiar nuestra patria, nuestra casa común.
Así como es necesario desterrar de la función pública a personas de escasa solvencia moral, también urge que desterremos de nosotros la indiferencia por el manejo de la cosa pública. No olvidemos que millones de peruanos sólo se preocupan de sus asuntos particulares, desatendiendo las cuestiones de Estado, girando así un cheque en blanco a ciertos fascinerosos que –con la etiqueta de políticos– manejan las arcas del Estado y socavan los cimientos del futuro que hemos de legar a las generaciones venideras.
El camino para desterrar los hechos de corrupción se construye promoviendo e incrementando la participación de la ciudadanía. El gobierno tiene la obligación de hacer transparente la gestión pública, poniendo la información al alcance de todos nuestros compatriotas. No quepa duda que hoy, más que nunca, urge dignificar la política, que en su esencia es el arte de servir y la capacidad de gobernar en pro de un presente y de un futuro deseable, que pueda ser legado con honor a nuestros hijos.
6.5.- Sin justicia no hay desarrollo
Acción Popular, partido político de reconocida vocación, trayectoria y práctica democrática, considera imperativo que la agenda política nacional responda a una clara visión de país, donde reine la justicia. Proclamamos para ello que la esencia de una sociedad justa se expresa en términos de Trabajo Pleno, Libertad Plena y Abastecimiento Pleno. Corresponde a todos construir esta sociedad ideal, tanto a quienes poseen el capital, como a aquellos que son la fuerza motriz de producción de la riqueza, compatibilizando la rentabilidad de la empresa con los derechos económicos y laborales de los trabajadores.
Somos conscientes de ser un país plural y de que la diversidad reclama alentar la interculturalidad, el diálogo simétrico sin hegemonías. La unidad en la diversidad ha de sustentar la identidad nacional que requerimos consolidar, sin soslayar que estamos inmersos en un proceso de constantes cambios tecnológicos y económicos, debido al proceso de mundialización de la información, y a la recomposición de los bloques económicos.
Está claro que la consolidación de la estabilidad política y económica, pasa necesariamente por la lucha continua contra el flagelo de la corrupción en todos los niveles, y por la defensa de nuestro medio ambiente y biodiversidad, así como de nuestro patrimonio cultural y soberanía.
Creemos que es necesario y prioritario consolidar los procesos de descentralización, reforma del Estado, concesiones mineras, fomento de la pequeña y mediana empresa, ciencia y tecnología, infraestructura productiva y fortalecimiento del sector laboral, etc. Todo ello en un marco proporcionado por políticas educativas adecuadas y de calidad, sustentadas en valores, desde el nivel inicial hasta el universitario.
En esta ardua tarea, en la cual todos estamos comprometidos, desde Acción Popular, que tiene al Perú como Doctrina, reafirmamos una vez más no sólo nuestra fe en un futuro mejor y en el porvenir de la Patria, sino nuestra mejor disposición de trabajar por su Desarrollo con Justicia Social, sin exclusiones.
Por lo tanto, consideramos que el gobierno no debe hablar del perro del hortelano sino de cómo hacer justicia y de la manera en que ésta debe llegar a todos los peruanos sin excepción. En esta dinámica es importante tener en cuenta a todos los grupos de intereses (stakeholders), para poder lograr el consenso nacional, generando así, políticas de Estado que estén por encima de los intereses personales y de grupos, es decir, anteponiendo con firmeza el interés supremo de hacer patria.
EL PERÚ ESTÁ PRIMERO.
6.6.- La gran cruzada
La historia y la época actual nos indican, que el mejor recurso que tiene el Perú es el peruano. La gran mayoría de los peruanos trabaja pensando en la mejor manera de ganarse la vida y poder alimentar a su familia. ¿Cómo podemos creer que en el Perú no hay recursos humanos capaces, si somos un país milenario que ha enseñado al mundo y le ha dado tantas riquezas? ¿Cómo podemos olvidar que gracias a la papa domesticada por los peruanos se salvó a Europa de la hambruna? ¿Cómo podemos negar que en el suelo peruano, se han construido las obras hidráulicas más impresionantes que la humanidad haya podido ver?
¿Cómo podemos olvidar que en el Perú, antes de la llegada de los españoles, ya existían la hermandad y la trilogía andina, que caracterizan la buena conducta y las buenas costumbres de los antiguos peruanos? El peruano brilla en el Perú y en el mundo, cientos de científicos y profesionales triunfan en el extranjero. ¿Cómo podemos decir que el peruano es malo, si vemos como el humilde campesino recorre sus tierras esquilmadas con los bolsillos vacíos, haciéndolas producir pese a todo para sostener a su familia? ¿Qué decir del minero que soterrado en un socavón trabaja pensando en sacar adelante a los suyos? ¿No hacen lo propio, es decir, denodados esfuerzos, el ingeniero, el profesor, el médico, el policía y el obrero, que dan su vida por la Patria?
En el Perú, existe una gran reserva moral. No permitamos que algunos medios de comunicación, a través de sus agentes, nos estén machacando diariamente la cabeza con mensajes negativos, que lo único que consiguen es hacer que baje la autoestima del peruano. Tenemos que hacer reformas profundas, sobre todo orientadas a consolidar el sistema democrático, haciendo que sea cada vez más participativo y representativo. Tenemos que hacer surgir la esencia del peruano que fundamentalmente es creativo, innovador, trabajador, luchador y de espíritu noble. Desterremos de nuestras mentes el pensamiento de que el peruano es malo. Hay malos, pero los buenos somos muchos más.
Definitivamente, hay grupos interesado en hacernos creer que todos los peruanos somos débiles mentales, que somos ociosos, que somos ladrones, que somos incultos. Cuánto darían nuestros vecinos por tener nuestra historia, cuántos quisieran provenir de los Incas y no como muchos que provienen de los barcos.
Los males del Perú no están en los peruanos, los males están en el sistema corrupto instaurado y defendido por una minoría, interesada en hacernos creer que todos somos malos para luego poder justificarse diciendo "qué te quejas de mis malas artes si eres igual que yo".
No olvidemos que lo mejor que tiene el Perú es su gente. La gran multitud espera que su clase dirigente, empresarial, intelectual, científica, universitaria y gobernante se ponga a la altura de las exigencias actuales, es decir, espera con esperanza ser liderados hacia un futuro donde las promesas sean una realidad.
El hecho que algunos integrantes de nuestra política sean parte de aquella "clase política torpe, oxidada y jodida", no significa que los malos sean muchos más que los buenos. Lo que está sucediendo en nuestro país es que muchos peruanos de buena voluntad han dejado de participar en política, simplemente porque algunos dirigentes políticos de manera mal intencionada, se han encargado de ensuciarla. En estos momentos hay una costra que se opone al surgimiento de nuevos líderes, simplemente porque no responden a sus intereses subalternos. Cuanta más indiferencia haya hacia la política, menor será la participación de los buenos ciudadanos y eso no hay que permitirlo.
Los peruanos de buena voluntad, que son muchos más que los malos, se han visto obligados a retroceder y lastimosamente han dejado vía libre a los malos, que son pocos y que quieren aparentar que son muchos. Los malos han hecho una alianza malévola con algunos medios de comunicación y con ciertos grupos mercantilistas que se hacen llamar empresarios.
La tarea es de todos los peruanos, y en especial de la juventud honrada, honesta, trabajadora y preparada que es numerosa. Es importante que la juventud y los sectores postergados decidan participar en política. Debemos romper el paradigma que nos han impuesto, haciendo que la buena gente peruana decida participar en política. Hasta cierto punto el pueblo tiene sus razones para considerar que la política es estéril y gangsteril, incluso nos han hecho creer que para participar en política hay que tener malas costumbres. Muchos hacen una analogía Político=Ladrón. Tenemos que desterrar con probidad y con el ejemplo tales "primicias" que de manera sistemática se ha sembrado en la mente de los peruanos.
Seríamos necios, si pensáramos que todo es color de rosa. Decir que todo está bien, que todo está de maravillas, no corresponde ciertamente a los hechos, máxime cuando los indicadores sociales son penosos, los índices de pobreza y extrema pobreza son alarmantes, como que el 33.8% tiene problemas de salud mental. Son asimismo desalentadores los índices de analfabetismo, mortalidad infantil, debilidad educacional, escasez en el acceso a las condiciones mínimas de vida, toda esta realidad cruda ha sido propiciada, cuando no creada, por un sistema de gobierno débil y cada día más debilitado por su visión incongruente del país.
El gobierno se ha deslegitimado y está de espaldas a la realidad. Podemos ver dos caminos totalmente diferentes y están en paralelo: uno que sigue el gobierno y otro que sigue el peruano. Al peruano poco o nada le importa lo que pasa con el manejo de la cosa pública. Cual líneas paralelas, estos caminos no se cruzan sino en el infinito donde seguramente no existe ningún peruano.
El peruano es lo mejor que tiene el Perú, el peruano ha de ser la base de la recuperación moral del país. Muchos son los peruanos exitosos, muchos los que construyeron nuestra cultura milenaria, muchos los que levantaron la patria después de la infausta guerra con Chile. Solamente los peruanos habremos de erigir el Perú en una Patria Grande. Entre los peruanos están aquellos que tienen la capacidad de ver el éxito donde otros no lo ven, están también los que tienen la capacidad de predicar esperanza donde otros destilan odio, están los que tienen la capacidad de tener un espíritu más rebelde que inconforme, porque inconforme puede ser cualquier mortal, pero más serán los peruanos de corazón, aquellos que actúen convencidos que las posibilidades del Perú son mucho más grandes que sus problemas.
Ha llegado el tiempo para los que tienen capacidad de nadar contra la corriente. Es tiempo de los que no tienen temor de andar y sentirse solos, de aquellos que sin reticencia se entregan a la prédica de las buenas costumbres, con el ánimo de construir más que destruir, de aquellos que son capaces de admirar y soñar con un Perú renovado y formado para la posteridad, de aquellos que sufren y que pueden llorar pero que nunca se rinden por alcanzar la victoria, de aquellos que sueñan y comparten sus sueños de amor por el Perú y su gente, de aquellos que simbolizan la peruanidad, de aquellos que son conscientes que hoy más que nunca es importante fortalecer la identidad nacional.
La lucha a continuar es grande, frontal, sacrificada y riesgosa, pero seguirá siendo librada por peruanos anónimos de buena fe, cuyas armas están en sus mentes y en sus corazones. A esta lucha con justicia podemos llamarla "la gran cruzada de la reserva moral".
6.7.- Sueños de niños e ideales de hombres
Conforme se acerca el 28 de Julio, crece en el corazón de los peruanos el sentimiento patriótico, en especial en el de los niños. Mi rutina diaria, como la de muchísimos peruanos, empieza muy temprano. Uno de mis primeros deberes es llevar a mis pequeñas hijas al colegio, una va a inicial (Silvana) y las otras dos (Brenda y Camila) a primaria. En el trayecto entablamos una conversación fraternal, ellas me refieren las actividades que concitan la atención escolar en esta época del año.
Con entusiasmo, me cuentan que están preparando banderas rojas y blancas para adornar sus aulas, que están practicando danzas peruanas, que con el objetivo de celebrar el día de la patria sus maestras les están enseñando el significado de sus símbolos. Mientras conduzco el auto entre la llovizna de invierno, que no solo moja el pavimento sino que también enfría los huesos hasta el tuétano, la más pequeña me dice en voz alta: –Mira papi, cuántas banderas en las casas, cuántas banderas rojas y blancas. Miro por la ventanilla y, efectivamente, veo cómo las banderas flamean con orgullo, desafiando al viento y a la lluvia, se erigen hacia el cielo azul elevando una plegaria de esperanza por nuestro país.
Cuánta inocencia y amor por la patria encarnan los niños. Evocando mis años idos, llego hasta mi niñez y mi recuerdo trae al presente la imagen del tiempo pasado, cuando al igual que mis pequeñas hijas celebraba el día de la patria, cuando me preparaba para desfilar aunque no con gallardía pero sí con la algarabía que desborda un corazón inocente.
Estoy seguro que al igual que yo, millones de peruanos han sentido la especial emoción de celebrar el día de la Patria, estoy seguro que ese sentimiento de niños también lo tuvieron los ministros, los jueces, los congresistas, el Presidente de la República, los alcaldes, los militares, los policías, los profesores, los periodistas, los médicos, los ingenieros, etc., todos sin excepción. La pregunta inquisidora y desafiante brota sin temor y agitada a los cuatro vientos ¿en qué momento se perdió el sentido patriótico, si en algún momento habitó en nuestros corazones regocijados y aún en nuestras mentes?
Con nostalgia miro a mis tres pequeñas niñas, pienso en el futuro que les depara, sobre todo en un mundo que cada día es más violento, y en un país como el nuestro, donde mucha gente no camina sino deambula buscando cómo sobrevivir. ¿Cómo puede ser posible que los niños de ayer, hoy jueces no se comporten altura de su alta investidura y responsabilidad, y que muchas veces pongan en peligro el principio elemental de la justicia plena? ¿Cómo puede ser posible qué los niños de ayer, hoy ministros, negocien nuestra patria con el sentido mezquino de sentir el poder en sus manos, olvidando que éste es pasajero? ¿Cómo puede ser posible qué los niños de ayer, hoy congresistas, cometan perjurio, juren ante el Dios de Abraham cumplir con la ley, trabajar por la Patria, y que al final terminen legislando a favor de ciertos grupos de poder, elaborando leyes que solo a ellos favorecen? ¿Cómo puede ser posible que el niño de ayer, hoy banquero, tenga hoy un espíritu usurero? ¿Cómo puede ser posible que los niños de ayer, hoy periodistas, se vean hipotecados a pequeños grupos con el único objetivo de parametrar la información? ¿Cómo puede ser posible que lo niños de ayer, hoy ciudadanos, hayamos perdido el sentido patriótico?
La anomia se ha institucionalizado en nuestro país, se ha perdido el respeto por la autoridad, las normas son violadas, las grandes empresas se empeñan en no cumplir y hacen caso omiso a la legislación nacional. Periodistas, agentes que propugnan la dictadura de la economía del mercado (reconozco el mercado pero no su dictadura) en nombre de la libre competencia, han avasallado y limitado la acción del Estado. Quieren imponernos recetas que han tenido éxito en Chicago o Manhattan, que han sido discutidas en Warton, Yale, y Harvard. Al hacerlo olvidan que la nuestra es otra realidad. En física existe la ley "a toda acción hay una reacción", al final encuentran el equilibrio porque la suma de las fuerzas es cero. En nuestra economía la demanda no reacciona de manera similar a la presión de la oferta, simplemente porque no hay competencia, simplemente porque un gran porcentaje de nuestra población es pobre, muchos pertenecen a las zonas rurales y como tal obtienen ingresos económicos muy por debajo de la línea media aceptada.
No podemos pensar que en el Perú sólo deba existir un tipo de economía. Es urgente e importante que entendamos que nuestro país es pluricultural, es decir, que somos un país de países.
Muchos problemas nuestros, indudablemente radican en nuestra falta de identidad nacional, muchos no quieren aceptar que somos producto de diversas vertientes, no quieren entender que el Perú se ha formado "por vencedores y vencidos" pero que al final somos un crisol de pueblos y que por nuestras venas corren torrentes de gloria. El desencuentro y la dominación generaron el odio al español y el menosprecio al indio. Muchos han olvidado que provenimos de un país milenario, han perdido el orgullo Inca y pre-inca, han olvidado que somos un país rico en historia, quizá el más rico de Sudamérica. Han olvidado la histórica trilogía andina "no seas ocioso, no seas ladrón, no seas mentiroso" y se han empeñado en el institucionalizar la mentira, el odio. Han impuesto lo trivial a lo importante, lo necio a lo justo, la viveza a la sensatez.
Frente a esta situación los peruanos de buena voluntad, libres y de buenas costumbres ¿podemos quedarnos quietos y ver cómo saquean e incendian a nuestro país, la tierra en la que yacen nuestros antepasados, donde hemos nacido con nuestros sueños e ilusiones, donde queremos que nuestros hijos vivan en paz? ¿Podemos quedarnos cruzados de brazos y ver cómo los politiqueros se reparten los pocos recursos que cuenta nuestro país? ¿Podemos quedarnos quietos y ver cómo los jueces, ministros y congresistas se comportan de una manera desleal y mezquina con nuestra Patria? ¿Se justifica que sigamos dándoles cheques en blanco a esta gente, para que legislen el futuro de nuestros hijos? ¿Podemos seguir callando cuando vemos cómo los banqueros se enriquecen cobrando las tasas de interés más altas de la región?. ¡Claro que no!
Levantemos y caminemos juntos, por el camino de la libertad, de la justicia plena y de la ley de la hermandad para conquistar nuestro suelo patrio, construyamos nuestro propio destino, impulsemos una patria sólida, propugnando el espíritu emprendedor, fortaleciendo la pequeña y mediana empresa, estableciendo un estado apropiado ni grande ni pequeño sino adecuado, que regule, que proteja y promueva las inversiones.
Constituyamos una clase empresarial con profundo sentido patriótico, apoyemos al campesino dándole asistencia técnica, crédito financiero y apoyo para que comercialice sus productos, hagamos florecer la industria nacional, consolidemos nuestro sistema económico, seamos cautos en el manejo fiscal, establezcamos un liderazgo limpio y honesto.
Procuremos para nuestros niños y jóvenes una buena educación, alimentación y salud, garantizando a sus padres un justo salario a través del trabajo digno. Redistribuyamos riqueza generando trabajo sostenido a través de la industria y agroindustria, desarrollando productos para el mercado nacional e internacional. Consolidemos nuestro sistema democrático, dándole estabilidad política y jurídica, haciendo que el gobierno sea eficaz y eficiente. Fomentemos en nuestro suelo el imperio de la justicia, derrotando la impunidad.
Fortalezcamos la alianza Universidad-Gobierno-Empresa, triángulo del desarrollo. Desarrollemos tecnología y hagamos que ésta se convierta en nuestra ventaja competitiva, masifiquemos su desarrollo en los colegios, institutos y universidades. No olvidemos que el potencial del peruano está en su capacidad creadora e innovadora.
Levantemos nuestros corazones, que guiados por sentimientos puros nos orienten hacia la institucionalización de una sociedad justa, proclamada por nuestra historia, por nuestros héroes, por nuestros antepasados, por los millones de peruanos que esperan con razón ver a su clase dirigente, universitaria y profesional honesta, ponerse al frente de los problemas nacionales, desterrando a los impúdicos del manejo de la cosa pública en función de su exclusivo bienestar personal. El Perú nos demanda acción y entrega, combinemos nuestros sueños de niños con nuestros ideales de hombres, para forjar la patria gloriosa donde los peruanos vivamos con amor, fe, paz y esperanza. ¡¡Viva el Perú!!
6.8.- La Ecuación Hombre=Conocimiento
Una de las características de los tiempos actuales es la masificación de la información. El fenómeno Internet ha hecho que las personas estén sometidas a una presión constante de información, con relación a las diversas disciplinas de las ciencias, las artes, la filosofía y aún con el ocio.
En segundos viajamos por el mundo y nos transportamos a la velocidad de la luz, visitando diversas páginas web, hacia donde nos guían los buscadores. La información nos llega a raudales desbordando nuestra capacidad de entendimiento. Frente a este desafío, urge que las personas desarrollen habilidades y capacidades relacionadas con el conocimiento, para poder aprovechar la información que nos llega.
Es muy importante tener en cuenta el desarrollo de las capacidades humanas para poder alternar en la Sociedad de Información. Se requiere analizar la situación de la educación, tanto en los niveles básicos, de formación técnica y profesional, tomando en cuenta al individuo que hoy debe estar premunido con las tecnologías de información y comunicación. El desarrollo de las capacidades humanas constituye el factor fundamental para el desarrollo equitativo y que permite consolidar el paradigma del acceso universal.
En muchas sociedades, un alto porcentaje de sus ciudadanos están en desventaja, es que no cuentan con las capacidades para que puedan competir en una economía global. El déficit de capacitación en tecnologías de información y comunicación hace que se convierta en un "cuello de botella y resulta crítico para poder aprovechar los beneficios del conocimiento.
Frente a este contexto podemos decir que hoy existen nuevos analfabetos. Analfabeto no es sólo aquel que no sabe leer y escribir; hoy también se es analfabeto, si no se tiene la capacidad de acceder a la información. Otro aspecto que colabora en este sentido es la brecha digital que se acentúa fundamentalmente en las zonas rurales.
Definitivamente en el nuevo orden mundial que estamos viviendo, el gran desafío que se nos presenta, es encontrar el equilibrio entre el hombre y el conocimiento, para poder afrontar con éxito la explosión de información a la que hoy estamos sometidos.
6.9.- Mas allá de los DL 1015 y 1073
El Antisuyo, la amazonía peruana es una de las regiones estratégicas que tiene el Perú. Sus riquezas naturales son diversas y constituye el espacio con mayor diversidad biológica del planeta. Cuenta con varios records en biodiversidad, tanto en flora cuanto en fauna. A ello se suma la existencia de ingentes recursos de hidrocarburos, minerales, hídricos e hidrobiológicos.
La selva peruana, con su misterio y alegría, constituye una zona que el gobierno debe ser capaz de administrar y desarrollar de manera integral e integrada, teniendo en cuenta a todos los sectores, desde la población originaria, pasando por los comerciantes, los industriales, los empresarios, el gobierno nacional, regional y municipal, las universidades y la comunidad en general. El espacio geográfico que ocupa la selva peruana, es más del 60% del territorio nacional, por lo que podemos afirmar que el Perú es un "país andino amazónico", donde de manera imponente destacan los Andes y el Amazonas.
Actualmente, el recurso humano con que cuenta la amazonía peruana, no obstante ser alegre y optimista, carece de una buena asistencia de salud, y su educación no cuenta con los niveles de calidad deseada. Dentro de su población, el segmento más golpeado es la juventud que en estos momentos está a la deriva, incluso amenazado por el libertinaje. Esta región es "culturalmente heterogénea", incluye a 12 familias lingüísticas y 63 grupos etnolingüísticos distribuidos en 950 comunidades. Adicionalmente, al asumir el rol de receptora de los excedentes poblacionales de la sierra y la costa, incorpora a la cultura andina. La infraestructura vial, eléctrica, y telecomunicaciones son insuficientes para atender sus crecientes exigencias.
A lo largo de su historia, se ha implementado un modelo de desarrollo extractivo mercantil, lo cual ha generado condiciones sociales y ambientales no deseadas, trayendo consigo conflictos sociales, como el producido a consecuencia de la pretendida imposición de los decretos legislativos 1015 y 1073, que a la población indígena y al Perú en general nos hicieron recordar la triste historia de la época de los caucheros, en la cual hubieron actos que denigraron la condición humana. Los Decretos Legislativos en mención, más allá de su cuestionamiento legal y constitucional, han sido concebidos desde una cosmovisión diferente. Entendiendo a la cosmovisión como "el conjunto de ideas y creencias que conforman la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir de la cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente".
Teniendo en cuenta el gran patrimonio que constituye la amazonía para el Perú, urge desarrollar actividades que vayan más allá de los Decretos Leyes 1015 y 1073, para consolidar su desarrollo en armonía con los pueblos y con la ecología. El plan debe tener objetivos claros, estrategias para alcanzarlos y un programa de acciones para implementarlas.
El gobierno, debe generar confianza y consolidar la integración de la amazonía teniendo como columna vertebral la marginal de la selva (hoy llamada Fernando Belaunde Terry) y la red fluvial que constituyen los caminos acuáticos que integran al Perú con Sudamérica, uniendo las cuencas del Pacífico y del Atlántico donde destacan los puertos marítimos. En esa tarea integradora tenemos que planificar la construcción y mejoramiento de caminos, puertos fluviales, los aeropuertos, las telecomunicaciones. También urge desarrollar una política de higiene, salubridad y la cadena de frio que garantice un nivel de vida digna.
Al inventariar el territorio amazónico, encontramos que hay áreas ocupadas y desocupadas, las segundas fácilmente pueden llegar al 90%. En relación a las áreas ocupadas tenemos que desarrollar actividades de mejoramiento de la infraestructura, mejorar la productividad y recuperar las zonas que están degradadas y abandonadas. En las áreas desocupadas, sin destruir los ecosistemas, se debe orientar hacia el manejo forestal, integral y sostenido, con actividades como el ecoturismo, la explotación minera con mínimo impacto ambiental, el manejo racional de recursos hidrobiológicos; el aprovechamiento de la biodiversidad y el uso de las comunicaciones acuáticas.
Qué duda cabe que la amazonía peruana es imponentemente bella, mágica, exuberante y alberga una gran riqueza. Tenemos la responsabilidad de aprovechar sus condiciones naturales con mucha responsabilidad, para evitar desastres que pueden acarrear los apetitos voraces o actitudes indiferentes que no sienten el mínimo respeto por la madre naturaleza. Lamentablemente el hombre suele luchar, muchas veces, contra la naturaleza, olvidando que es parte de ella.
6.10.- El Acuerdo Nacional y el momento actual
Lima, 9 de Enero 2009
Sr. Dr.
Max Hernández
Secretario Ejecutivo del Acuerdo Nacional
Presente
Estimado Max:
A través de la presente, le hago llegar mi saludo cordial, el mismo que hago extensivo por su intermedio, a nuestros colegas del Acuerdo Nacional, y peruanos en general. En esta oportunidad, me permito escribirle respecto a algunas inquietudes, en torno a los contenidos y comportamientos del quehacer político actual, su repercusión en la vida nacional, y las iniciativas que corresponde impulsar, desde los espacios de debate y convergencia institucionalizada.
Como ciudadano, trabajador, profesor universitario y dirigente político, tengo la obligación de recorrer el Perú. En ese permanente andar, he llegado a constatar que el pueblo demanda propuestas serias y concretas, que satisfagan sus prioritarias necesidades y aspiraciones. A los peruanos nos gusta evocar las grandezas de nuestro pasado remoto, y también soñar toda suerte de futuras posibilidades de bienestar; pero cada vez más, sentimos la urgencia de un discurso político que siendo esperanzador se sustente en programas reales y no en los deseos de los caudillos.
En situaciones de frustración y desengaño colectivo, la elección de gobernantes, ha seguido la tendencia, a ser influenciada por impulsos emocionales- como por ejemplo el voto de protesta-, es decir la opción por el denominado "mal menor"; con resultados todavía más graves y contraproducentes para la vida del país. En ese sentido, invoco a los Partidos Políticos, a ser coherentes con sus propios idearios; para no desvirtuar en la práctica sus promesas electorales, que en más de las veces poco o nada tienen que ver con propuestas programáticas específicas; situación que en estos tiempos no solo pone en riesgo la gobernabilidad del país, sino a la democracia misma.
Con mucho pesar, debo reconocer que no estamos haciendo los esfuerzos necesarios para superar las condiciones de exclusión social y económica, que se ciernen sobre las mayorías nacionales y que tampoco hemos entendido a cabalidad, el carácter multicultural del país. La ausencia de espacios legítimos de participación política, para sectores importantes como los pueblos indígenas y amazónicos, y la comunidad afro-peruana, es aprovechada por posiciones extremistas de derecha e izquierda. En ese contexto, urge la necesidad de consolidar nuestra identidad nacional, teniendo en cuenta la pluralidad de vertientes culturales y la unidad en la diversidad, para de esa manera, tener la capacidad de reconocernos a nosotros mismos, y competir con ventaja en el escenario global de estos tiempos.
Es imperativo que desde la palestra del Acuerdo Nacional demos pasos concretos , para traducir en hechos prácticos nuestra fe en la democracia, en el respeto a los valores y derechos humanos: Exigir un comportamiento político abierto y sensible a la crítica, pronunciarse por un alto a la corrupción, que al parecer está fuertemente enraizada en las esferas de gobierno, demandar la adopción de medidas efectivas para extender los beneficios del crecimiento económico hacia los sectores no favorecidos, abandonando políticas circunscritas al asistencialismo paternalista; y de igual modo, denunciar la ausencia de estrategias de lucha contra la inseguridad creciente, que desespera a los ciudadanos, e instar a la profundización de la reforma del Estado.
Ante el desencanto y el escepticismo que despierta la política cotidiana, habría que anteponer el ideal por el que empieza la democracia: la igualdad de oportunidades para asegurar a una vida digna. En el marco de referencia del Acuerdo Nacional, deberíamos priorizar la necesidad de generar oportunidades para el trabajo creativo. La riqueza de la Nación está constituida por sus recursos naturales, pero principalmente por el talento productivo de su gente. Los privilegiados recursos naturales tienen que servir como palancas para remover la pobreza ayudando a la afirmación de las potencialidades laborales de la población en su conjunto.
Me atrevo a hacer esta prédica en el seno del Acuerdo Nacional, porque considero que constituye un escenario privilegiado en el que participan las mentes políticas más lúcidas de nuestro país, en representación de los diferentes partidos políticos y diversos gremios. Por la misma razón, me permito invocar para que en el más breve plazo llevemos a cabo un proceso de reorientación del Acuerdo Nacional, que le permita cumplir realmente con el noble ideal de buscar consensos constructivos entre los peruanos. El Acuerdo Nacional está obligado a tomar iniciativas, no puede seguir siendo menospreciado por el Presidente de la República Dr. Alan García, ni soslayado por candidatos presidenciales como el Sr. Ollanta Humala, tampoco deberíamos permitir que los representantes de la CGTP se alejen del AN. En el seno de este importante Foro debemos de construir la visión de futuro que inspire a todos los peruanos y que nos dé una razón valedera por la cual luchar y una causa a la que podamos entregarnos con pasión.
La futura historia de nuestro país puede ser escrita con sabiduría y ésta existirá si obramos con amor e inteligencia. El heroísmo patriótico en la actualidad radica en la capacidad de construir y en la capacidad de formular un proyecto de desarrollo nacional de largo aliento, con objetivos, estrategias y acciones claras, sustentado en la gran coalición por los altos intereses de la Patria. Sin lugar a dudas que la tarea es dura, pero a la vez hermosa.
Reiterándole mi más alta estima personal quedo a su disposición.
Atentamente
Mesías Guevara Amasifuen
Sec.Gral.Nac. de AP
6.11.- El gran reto: Construir la Gran Nación
No cabe la menor duda, que nos ha tocado actuar en un escenario turbulento, muy propio de nuestros tiempos; agitado por infinidad de problemas políticos, económicos, sociales y tecnológicos. Las condiciones de perturbación e incertidumbre derivan, en parte, de un contexto internacional alterado por los efectos de una severa crisis del sistema financiero mundial, hasta ahora dominado por el neoliberalismo; y, en cuanto a nuestro país se refiere, propiamente, como consecuencia directa de una larga y notoria pérdida de rumbo en la política del actual gobierno.
Nuestro pueblo, el Perú, demanda hoy más que nunca la instauración de una sociedad elevada, donde imperen la justicia, solidaridad, seguridad, el orden e igualdad de oportunidades; por ello, somos conscientes que mientras nuestra vida cotidiana y futuro, sigan siendo afectados por la corrupción, el desempleo y pobreza, la realidad nos enrostrará dramáticos indicadores de mortalidad, morbilidad, desnutrición y analfabetismo, que son el natural caldo de cultivo de la violencia social.
Por ello compatriotas, es necesario y urgente construir un país que nos permita a todos los peruanos vivir en paz y armonía, sin exclusiones ni temores, con pleno respeto a la diversidad cultural, igualdad de oportunidades y bienestar. Permítanme pues, compartir con ustedes el noble sueño de construir una Patria grande, de transformar nuestro país en una gran nación democrática, donde reine la verdad, la justicia, y honradez; que permita a nosotros sus hijos, disfrutar del trabajo pleno y la bonanza, en un ambiente de armonía y reconciliación de la conciencia nacional.
Tenemos pues ante nosotros, como prioritaria necesidad nacional, el gran reto de transformar el Estado y satisfacer las demandas sociales inaplazables; para lo cual debemos tener la capacidad de generar capacidad de gestión regional y local, sin reproducir nuevos centralismos: eliminando de raíz el negocio del poder en provecho propio, y el gasto fiscal improductivo; removiendo de esta manera, las formas mercantilistas de gobernar, que generan privilegio, marginación y más pobreza.
Sin embargo, somos conscientes, que para encontrar y sostener el rumbo, que nos permita salir del subdesarrollo, es necesaria una actuación conjunta y solidaria de todos nosotros, en un marco de pleno respeto a los derechos ciudadanos y cumplimiento de los deberes correspondientes. Con mayor razón aún, si tomamos en cuenta que la transformación de un país debe sustentarse en la sabiduría creadora y acción solidaria de los pueblos, forjando ciudadanía, democracia y desarrollo, desde abajo; reconociéndonos para el efecto, como un país heredero de una cultura milenaria que supo encontrar, en la participación social, el pilar fundamental de su desarrollo; y estableciendo para ello, un sistema de innovación nacional que nos permita generar conocimiento científico y desarrollo tecnológico.
Por ello, resulta necesario crear una infraestructura básica apropiada, para viabilizar esta voluntad de hacer Patria; y para lo cual, urge emprender grandes obras de tipo vial, hidráulico, energético, de telecomunicaciones y de vivienda, sin las cuales seguiremos atrapados en el subdesarrollo, en medio de grandes limitaciones materiales, estratégicas e instrumentales. Compatriotas, si esa es la ruta y el camino a seguir, entonces les propongo que rescatemos la tradición vial, hidráulica, planificadora y de ayuda mutua, que heredamos de las sociedades prehispánicas y que nos ayudará, sin duda, a consolidar la Conquista del Perú por los peruanos.
Pero la tarea sería inútil si no atendemos al ser humano, razón de ser de todo este esfuerzo nacional; por lo que resulta básico promover el desarrollo de sus capacidades, y sentimientos basados en sólidos principios éticos y morales; que le permitan desenvolverse en todos los campos del saber y en la gestión de actividades económicas, sin desnaturalizar los grandes fines que la Nación toda persigue.
Esto se complementa con el fomento, innovación y planificación de actividades emprendedoras, sin abandonar la espiritualidad que todo ser humano debe cultivar por sí mismo, alentado por políticas rectoras que el Estado brinde, teniendo como meta final la realización del ser humano y la satisfacción plena de sus necesidades. Superando el atraso no sólo mediante la justa distribución del tener, sino también con la no por ello menos justa distribución del saber, y el fortalecimiento de la autoestima nacional, habremos efectuado una verdadera revolución en todo sentido.
Nos reafirmamos en la necesidad de un esfuerzo conjunto para abatir la pobreza. Es necesario contar con más inversión, en más espacios y más manos, siempre orientada a los fines ya antedichos; para esto se ha de emprender una cruzada nacional que culmine con brindar educación de calidad y cultura a todos nuestros compatriotas. Es decir, mejorando el saber; y, en su dimensión de calificación laboral, generando empleo productivo, potenciando e innovando el aparato productivo, creando infraestructura, incrementando nuestras exportaciones, distribuyendo el ingreso con equidad e integrando las economías excluidas del país al mercado nacional y global.
Siguiendo los sabios consejos del mandato ancestral, hemos de optar por una cultura de paz y laboriosidad, donde los hombres y mujeres que habiten en nuestro territorio, tengan las mismas oportunidades de realización: y nuestros niños disfruten a plenitud de su inocencia, creciendo sanos, fuertes y con aptitud para continuar desarrollando todas sus potencialidades; donde nuestra juventud viva el presente y anticipe el porvenir con esperanza y sin frustraciones; donde los ancianos sean vistos con respeto y escuchados; es decir , nos obligamos a construir sin demora una gran Nación, donde impere la justicia social.
Debemos afirmar nuestro profundo amor por el Perú, el respeto a su ordenamiento jurídico; y la unión entre todos sus hijos; reconociendo la unidad nacional basada en la diversidad cultural; valorada ésta como un recurso real, para potenciar el desarrollo. Asimismo, expresamos nuestro respeto y admiración por los peruanos, que en base a su esfuerzo y honestidad han sabido construir riqueza con emprendimiento y tenacidad, y muchos de ellos bajo condiciones no siempre propicias.
Estos ejemplos, nos han de dar luces para poder visualizar los mejores caminos de prosperidad y bienestar, sin olvidar jamás que lo más noble y valioso que tiene nuestra Patria es el peruano. Por eso: hermanos campesinos, obreros, artesanos, comerciantes, estudiantes y educadores, profesionales, trabajadores y empresarios de todos los campos de la actividad humana, hombres y mujeres de todas las edades y ámbitos del territorio nacional, donde quiera que se encuentren, recuerden siempre que todos somos indispensables en la tarea de hacer Patria y engrandecerla.
Finalmente, con mucha satisfacción debemos expresar, que recorrer el Perú nos llena de vitalidad. La nobleza de su gente, la biodiversidad que por doquier se manifiesta y nuestro inestimable patrimonio histórico-cultural, afirman de hecho nuestra confianza en nosotros mismos, y eleva nuestra autoestima. Elevemos una plegaria al Todopoderoso, para que guíe nuestros pasos por la senda de la sabiduría, nos dé la suficiente humildad para seguir aprendiendo a auscultar el alma popular, tener la capacidad de escucha para entender las cosas, rescatar las enseñanzas del Perú milenario, y reflexionar sobre sus pétreos mensajes, para poder forjar nuestra verdadera identidad nacional.
De igual modo, que nos dé la sabiduría necesaria para administrar adecuadamente los recursos naturales que generosamente nos continua brindando la madre naturaleza, en beneficio de todos y no sólo de un grupo minoritario. Estoy seguro que los peruanos, sin exclusiones, saldremos adelante, convocando para el efecto a todas las voluntades en torno a los grandes objetivos nacionales compartidos, incluso ahora, en la particular coyuntura que nos afecta al igual que el resto de los países del mundo.
Démonos las manos y hagamos la gran cadena, para que en combinación con las fuerzas telúricas de los Andes, nos dé la energía que nos permita caminar con firmeza y esperanza hacia el mañana prometedor.
6.12.- Un alto en el camino
Todos sin excepción, asistimos a un mundo turbulento, agitado y lleno de vicisitudes. De manera individual, cada quien corre agitadamente tras sus actividades personales, profesionales, académicas, políticas, empresariales y familiares. Los corazones se agitan fuertemente por la presión de alcanzar ciertas metas que se han trazado en lo personal. En ese andar, algunos van con rumbo y destino fijo, otros van a la deriva. Urge que todos hagamos un alto en nuestro camino, que reflexionemos, meditemos sobre nuestros actos, actitudes, gestos y poses, ver si realmente estos aspectos están contribuyendo a que seamos mejores. En ese momento reflexivo, no solo debemos pensar en el quehacer personal y familiar, sino también en la construcción de nuestra patria, para lo cual es importante que encontremos consensos, sobre los cuales construir una patria mejor.
El Consenso va a surgir cuando tengamos una visión de futuro compartido, éste a la vez nos permitirá hacer coaliciones sobre puntos concretos y que a la vez refleje el sentimiento de las grandes mayorías y no de un grupo minoritario. Las coaliciones deben sustentarse en los principios y virtudes más elevadas que puedan existir como son la justicia y la solidaridad. Si no tenemos en cuenta la justicia, será muy difícil que alcancemos el desarrollo. Los pecados capitales como la codicia, la vanidad y la avaricia deben ser desterrados de nuestras conciencias y de nuestros hábitos. No olvidemos que los principios como integridad, honestidad, calidad de servicio, veracidad y laboriosidad, jamás cambian; por lo tanto, sobre ellos también podemos construir los consensos y hacer coaliciones.
Las coaliciones deben fortalecerse sobre la base de un proyecto de desarrollo nacional, donde destaquen las políticas de estado, que nos orienten en el noble ideal de construir una gran nación. Hagamos un alto en el camino para encontrar los puntos comunes, sin que eso signifique dejar de lado nuestras ideas. Los puntos comunes podrían centrarse en la lucha frontal contra la corrupción, contra el desempleo y la pobreza. Urgentemente debemos encontrar puntos comunes sobre cómo mejorar la educación y el sistema de salud. El Perú no puede ni debe ser dependiente de la improvisación y de los enconos eternos.
Es imperativo que encontremos coincidencias y sobre ellas poner nuestro mejor esfuerzo, para continuar en la búsqueda de las realizaciones individuales y nacionales. El tiempo inexorablemente corre, no se detiene ni un instante. En esa marcha, van nuestros sueños e ideales, por los cuales debemos luchar en el empeño de hacerlos realidad.
En necesario que pongamos nuestra atención en los temas esenciales y no en los triviales. En los albores de la república peruana, en la segunda mitad del siglo XIX para ser exactos, se discutía en el Congreso Nacional sobre si el gobierno debería ser parlamentarista o presidencialista, sin preocuparse en cómo resolver los problemas nacionales. Ha pasado más de un siglo y seguimos discutiendo temas parecidos, sin centrarnos en los temas de fondo, en aquellos temas que definitivamente tienen una relación directa con el desarrollo de nuestro país.
Al alcanzar el consenso tendremos la posibilidad de consolidar la curva del aprendizaje, que nos colocaría en el centro del conocimiento con los soportes adecuados para afrontar los problemas que se nos presenten.
Hagamos un alto en el camino para soñar, para dar rienda suelta a nuestra imaginación, para crear y construir un mundo mejor. Soñemos y trabajemos para ser mejores. Redescubrámonos a nosotros mismos, revaloremos nuestro espíritu y lancémonos a conquistar el futuro. Seguramente al hacer un alto en nuestro camino, por efectos de la inercia, algo de nosotros pretenderá seguir en movimiento y quizá hasta se desprenda de nuestro ser, sería maravilloso que lo que se vaya de nosotros sean los malos hábitos.
Cuando hagamos un alto en el camino debemos hacerlo con absoluta concentración, mucho mejor si es en la tranquilidad de nuestro hogar. Busquemos estar solos ante el sublime altar que es nuestra conciencia. En ese profundo silencio, sintamos correr a nuestro flujo sanguíneo, palpitar a nuestro corazón, de modo que podamos oler nuestro perfume natural. Encontremos entonces la relación entre nuestro yo exterior y nuestro interior, entre nuestro ser y la madre tierra y el que existe entre la tierra y el cosmos. Es necesario conocernos y sentirnos realmente, para dar a nuestro país lo mejor de nosotros. Hagamos un alto en el camino para encontrar un momento de reflexión, que a todos nos hace falta tener.
6.13.- Perú, La Gran Empresa
Podemos definir a una empresa como una comunidad de trabajo que se une para producir bienes, servicios, o la conjunción de ambos, dirigidos a satisfacer necesidades que existen en la sociedad. La empresa cumple un rol social (satisfacer necesidades) y un rol económico (busca rentabilidad), cuenta para esto con los recursos materiales, recursos humanos y el sistema de trabajo. Haciendo extensiva esta definición a un país, donde el gobierno tiene como objetivo usar adecuadamente los recursos para encontrar el desarrollo, podemos definir al Perú como una gran empresa. Constituida por sus recursos humanos, naturales y la estructura de gobierno.
Si el Perú constituye una gran empresa, resulta obligatorio que su gestión esté orientada por conceptos modernos de administración: según los expertos existen doce enfoques (paradigmas) que nos permiten analizar una empresa. Entre estos podemos mencionar la teoría de la agencia, la teoría institucional, de los costes de transición, dependencia de recursos, de contingencia, ecología de las poblaciones, del conocimiento, por citar algunas. Definido el Perú como una gran empresa, resulta fundamental definir su objetivo y éste puede ser el de constituir una Sociedad donde reine la justicia, la cual constituye una de las virtudes humanas más elevadas. Pero, en el Perú solo habrá justicia si hay trabajo, libertad y alimento; para que se establezcan estas condiciones, deberán además imperar el respeto a la ley y a los derechos fundamentales de los peruanos.
En esta perspectiva resulta necesario identificar los stakeholder, es decir, los grupos de interés, que pueden ser intereses internos y externos. Entre los grupos de interés internos podemos identificar al gobierno, partidos políticos, empresarios, medios de comunicación, intelectuales, sindicatos, profesionales, militares y policías, ciudadanía en general. En los externos encontramos a los países limítrofes, empresas multinacionales, organismos multilaterales, entre otros. Muchos conflictos sociales se generan por no tener en cuenta este concepto.
El Gobierno Nacional tiene que combinar el pensamiento estratégico y el pensamiento operativo. En el estratégico, está obligado a desarrollar con habilidad las operaciones de mediano y largo plazo que permitan consolidar una visión de futuro compartida por todos los peruanos, las que a la vez sirvan para fortalecer su propio liderazgo. En el operativo, tiene que establecer un programa de acción que busque implementar con éxito las políticas nacionales. Una tarea que atañe ambos aspectos consiste en analizar permanentemente el entorno internacional, sobre todo en sus aspectos geopolítico, comercial, financiero, tecnológico, por citar algunos.
De esta manera, el pensamiento estratégico debe consolidarse, utilizando herramientas como la prospectiva que nos da la posibilidad de construir escenarios futuros. De allí deben surgir la Visión y la Misión que luego se traducen en objetivos, estrategias y acciones y que en conjunto sirven para construir un plan estratégico nacional.
Dentro de ese plan nacional debe contemplarse el desarrollo humano, es decir, de todos los peruanos sin excepción ni exclusiones: Esto exige la consolidación de un sistema educativo que integre todos sus niveles, y que sea capaz de desarrollar efectivamente las competencias de nuestros compatriotas. El sistema de salud debe merecer igual impulso para garantizar una población sana y organizar programas de liderazgo. Con esto lograremos consolidar el capital social, elevando su autoestima a fin de alcanzar la conquista del peruano por sí mismo. Así, el desarrollo humano debe orientarse a eliminar la pobreza, erradicar la exclusión social, logrando la inclusión dinámica del país en el escenario globalizado, utilizando como herramientas a las tecnologías de información y comunicación.
De forma similar, las finanzas públicas merecen un manejo responsable y profesional. La distribución de recursos debe darse con equidad, orientándolos siempre a los proyectos de inversión con alta rentabilidad social y económica, pues si algo escasea es el dinero. En este sentido, el aspecto tributario requiere un tratamiento que contemple la ampliación de la base tributaria, es decir de los contribuyentes.
Para nadie es un secreto que el Perú cuenta con ingentes recursos naturales, energéticos, minerales, bosques, mares y, en fin, nuestra mega biodiversidad, que deben manejarse con el celo que amerita un capital, y no ser mirados como si se tratara de usufructuar una simple renta. Nuestro futuro está supeditado al manejo exitoso de los recursos disponibles y no olvidemos que éstos constituyen parte de nuestra ventaja comparativa.
Tenemos también el reto de enfatizar la construcción de infraestructura, como una forma de superar las limitaciones que presenta nuestra accidentada geografía. La articulación e integración del espacio tiene que ser parte de una visionaria política de construcción de caminos, canales de irrigación, comunicaciones de vanguardia, cables de energía, puertos y aeropuertos. Así consolidaremos "la conquista del Perú por los peruanos".
Para llevar adelante esta ambiciosa empresa, urge el fomento de la Ciencia y Tecnología, la generación de conocimiento, la democratización del crédito, el fomento de la comercialización nacional e internacional, vale decir todo lo que implica desarrollar el espíritu emprendedor en nuestro país. El gobierno tiene que entender y controlar el sentido oportunista de los diferentes agentes del mercado, especialmente el de los concesionarios de los servicios públicos. Por ello, es necesario que identifiquemos el core competence (habilidades esenciales) en base a los que podemos determinar las actividades primarias, generando así una ventaja competitiva y hacer que ésta sea sostenible y permanente.
Pese a la obvia necesidad de transformar la situación existente, muchas de las actitudes de los funcionarios públicos y privados de nuestro país no cambian. Esto ocurre por "la forma en la que los directivos entienden el negocio y toman sus decisiones básicas sobre la asignación de recursos". Hay muchos comportamientos que la burocracia y, en general, todos nosotros tenemos que desaprender para hacer nuestros nuevos conceptos. La relación entre el desaprendizaje y el aprendizaje se explica por una función no lineal, para lo cual resulta útil apelar a la teoría del caos.
Como país debemos pues consolidar una cultura organizacional que tenga como objetivo el aprendizaje constante. No olvidemos que "el proceso del aprendizaje organizacional revelado por la curva de aprendizaje es un fenómeno económico universal". Romper paradigmas como la impuntualidad, la indiferencia, la corrupción, la ley del mínimo esfuerzo, la discriminación, el conformismo y la indisciplina también es un reto presente. En general, el desafío que tiene el Perú, como un país emergente, es garantizar un nivel de vida digno para todos los peruanos. Es decir, pensar que como una gran empresa encierra en su espíritu la esperanza de un amanecer radiante y vigoroso que inspira a seguir luchando por el noble ideal de hacer patria, de hacer del Perú: la gran empresa.
6.14.- ¿Y nuestra visión de futuro?
Los líderes tienen que pensar estratégicamente, para ello es necesario que cuenten con una visión de futuro que sea compartida por todos. El director de una institución, el gerente de una empresa, el rector de una universidad, los políticos, las personas, en general y, por supuesto, también el Presidente de la República, deben tener una visión de sus vidas. Más allá de estas visiones particulares, empero, la visión de futuro de nuestro país, debe ser compartida por todos los peruanos y enarbolada con pasión por el Presidente de la República, a quien corresponde el desafío de hacernos soñar (no hipnotizar) en la gran nación que los peruanos debemos construir y donde podamos vivir en paz.
En las discusiones políticas y académicas que me ha tocado participar, pocas veces he escuchado –por no decir nunca– que alguno de mis interlocutores haya manifestado su visión acerca del futuro de nuestro país. El tema ni siquiera es puesto en agenda, pareciera que a pocos les inquieta conocer el futuro que nos espera o la clase de país en que quisiéramos vivir.
Es bien sabido, que la incertidumbre va adherida de manera intrínseca al futuro, de manera que el provenir todo tiende a mostrarse incierto. Si pensamos estratégicamente, podemos minimizar la incertidumbre. La dirección estratégica y, más aún, la prospectiva, ayudan a construir escenarios con alto grado de confianza.
Urge que los líderes de nuestro país nos den a conocer su visión de futuro, con el objetivo de encontrar consensos. De esta manera dispondremos de un derrotero a seguir, con objetivos nacionales (qué hacer), estrategias coherentes (cómo alcanzar los qué-haceres) y acciones previstas (los programas concretos que supone el logro de los qué-haceres).
Entre los retos que tiene el Perú, es desarrollar su competitividad, para que ello ocurra es necesario identificar cuáles son nuestras ventajas competitivas, las mismas que deben ir más allá de las ventajas comparativas.
Para desarrollar el pensamiento estratégico, grandes autores como M. Porter, Prahalad, Hamel, Mintzberg, entre otros, nos dan grandes lecciones. El derrotero tiene que ver con la definición de los recursos y capacidades con que cuenta nuestro país. Aquí, sin lugar a dudas, destacan los recursos naturales, distribuidos en nuestro mar azul que alberga una gran riqueza biológica, en la agreste serranía que encierra los mayores tesoros minerales, en la cálida costa cuyos valles son propicios para la agroindustria, y en la húmeda selva que en sus bosques, llanos y ríos guarda una admirable biodiversidad. También encontramos el legado histórico que nos han dejado los antiguos peruanos. A pesar del infortunio, de las vicisitudes que nos ha tocado afrontar, los propios peruanos somos a la vez actores y un gran recurso de nuestro país, en cuanto a la nobleza de nuestros sueños, la creatividad y el ímpetu con que pugnamos por salir adelante. Al inventariar los recursos disponibles de nuestro país, podemos llegar a la conclusión que no somos un país pobre, sino un país mal administrado.
Como país, debemos identificar cuáles son las actividades primarias y definirlas sobre nuestro core competence, es decir, sobre nuestras habilidades esenciales. Las actividades primarias deben conformar una cadena o malla de valor, cuyo objetivo nos es otro que generar una ventaja competitiva, la misma que debe ser sostenible y permanente, para de esa manera poder consolidar un liderazgo mas allá de nuestras fronteras. Cabe resaltar que las habilidades esenciales se generan mediante una constante innovación y resultan difíciles de imitar.
En esa línea considero que la visión de futuro de nuestro país debe sustentarse en la justicia, dejando de lado la codicia. Es imperativo que el Perú sea gobernado con humildad, dejando de lado la vanidad y la soberbia. En nuestro país debemos propugnar la consolidación de la justicia, con oportunidades para todos, trabajo, libertad, alimento, salud, educación y vivienda. Los peruanos desean tener un trabajo digno, que les facilite alcanzar el salario que les permita sostener a su prole y a sí mismos.
Una nueva visión debe apasionarnos y encender nuestros nobles ideales de hacer patria, dejando de lado los intereses subalternos de los grupos que lo único que buscan es satisfacer su apetito voraz, anteponiéndolo al interés de las grandes mayorías. La visión nueva debe hacer posible una justificada fe en la gran nación que aspiramos construir los hombres libres y solidarios de verdad.
Por esta visión valdrá la pena ofrendar nuestras vidas, haciendo honor a la gran antorcha encendida en la conciencia y en el alma por lo que significa construir el Perú de verdad. Es decir, un país justo libre y soberano.
6.15.- Urge un modelo de desarrollo nacional de la CTI
El escenario mundial actual está caracterizado por ser altamente turbulento. Los cambios son continuos. Todo está cambiando. Esto exige que los países sean competitivos. Un país alcanzará la competitividad, si logra consolidar su institucionalidad, su estabilidad macroeconómica y alcanza a desarrollar la Ciencia y la Tecnología. En estos tiempos, la Ciencia, Tecnología e innovación (CTI) se han convertido en el núcleo central del desarrollo económico y social de las sociedades contemporáneas, a través de ellas se logra crecimiento económico, eficiencia y calidad en el sistema productivo, así como elevar la calidad de vida de la ciudadanía.
Sin embargo, en nuestro país la esfera gubernamental no ha tomado conciencia de ello, como lo prueban la escasez de políticas de Estado y, sobre todo, la falta de liderazgo en el proceso de consolidación de un modelo de la CTI. Lamentablemente, hoy los indicadores muestran nuestra cruda realidad, por ejemplo según el índice tecnológico del Foro Económico Mundial, el Perú, entre 117 países ocupamos el puesto 75, la medición se basa en tres subíndices: Innovación, TIC´s, Transferencia tecnológica. Por otro lado, INDECOPI señala que nuestra balanza comercial internacional del conocimiento es deficitaria. Existe una escasa asociatividad de las empresas entre sí y con las universidades e institutos de investigación. Se carece de infraestructura y equipamiento en las universidades para realizar I+D, la inversión pública y privada en CTI es baja.
Para poder salir de la crisis en que nos encontramos, intentamos esbozar desde una visión integradora un modelo de desarrollo nacional, que contemple con claridad: Objetivos, Estrategias y Acciones.
Objetivos
Los objetivos que nos podemos fijar para alcanzar en el corto, mediano y largo plazo son los siguientes:
Generar una política que propicie la articulación de los diferentes elementos del sistema de Ciencia y Tecnología, teniendo en cuenta los stakeholders.
Elevar la capacidad innovadora de los sectores y en particular de la empresa para que contribuya a la generación riqueza y al mejoramiento del nivel de vida y bienestar de la población.
Fortalecer las capacidades científicas y tecnológicas en un contexto que asegure su desarrollo e impacto en el mediano y largo plazo.
Estrategias
Teniendo en cuenta que las estrategias son los caminos para alcanzar los objetivos se formula las siguientes:
Priorizar los sectores productivos de urgencia como: agropecuario y agroindustrial, pesca y acuicultura marina y continental, minería y metalurgia, forestal, energía, telecomunicaciones, ingeniería de software orientado a servicios y turismo.
Desarrollar las capacidades humanas en CTI, las cuales actualmente son insuficientes y dispersas, resultando que muchos agentes no han logrado vincularse con las necesidades del desarrollo integral.Promover y hacer uso de los mecanismos de protección de propiedad intelectual, y mejorar la gestión del CTI, desarrollando una política de inserción en el proceso de descentralización, mejorando la calidad de la formación universitaria y la inversión pública y privada en CTI
Fortalecer la asociatividad de las empresas entre sí, con las universidades e institutos de investigación y con el Estado.Vincular al CTI con el planeamiento estratégico del desarrollo nacional, tarea que corresponde realizar al tan mentado CEPLAN.
Acciones
Para implementar las estrategias formuladas se propone implementar las siguientes acciones:
Realizar profundas transformaciones en la educación científico-tecnológica: en sus objetivos, contenidos, métodos, modos de evaluación y recursos tecnológicos empleados.
Fomentar la vinculación entre investigadores de una misma universidad y entre éstos y los de otras universidades. Establecer mecanismos de promoción, condiciones laborales e incentivos dirigidos a los investigadores científicos y tecnólogos. Promover que los alumnos de programas de maestrías y de doctorado desarrollen y sustenten sus tesis (actualmente solo el 10% logra sustentar una Tesis de grado)
Incrementar y fortalecer los programas universitarios que formen especialistas en la gestión del CTI.Fortalecer la participación en las redes y programas internacionales de cooperación en CTI. Evaluar y acreditar los programas de post grado para que cumplan con estándares internacionales en la formación de investigadores y docentes universitarios en ciencia y tecnología, altamente calificados. Crear suficientes programas de formación temprana de vocaciones de ciencia y tecnología.
Desarrollar proyectos productivos conjuntos entre las empresas, el gobierno y las universidades e institutos de investigación, promoviendo una cultura del aprendizaje e innovación constante.
Resulta imperativo que el gobierno nacional, la clase política, los académicos y empresarios de nuestro país, tomen conciencia sobre la gran importancia que tiene el CTI., y, sobre la obligación de formular las políticas de Estado, establecer líneas de investigación y buscar financiamiento para su viabilidad y sostenimiento. El desarrollo del país debe constituirse en objetivo supremo de todo peruano de buena voluntad.
6.16.- Dirección Estratégica de las telecomunicaciones
Las telecomunicaciones son una de las actividades con mayor dinámica. Constantemente se están generando nuevos servicios, que son impulsados por las necesidades del mercado. A la necesidad de comunicarse se han sumado el deseo de transmitir información a altas velocidades, los programas de diversión, tele educación, tele medicina. Medios cada vez menos convencionales han incrementado las transacciones comerciales y financieras. El mundo ha visto acortadas las distancias, las personas sienten cada día la necesidad de comunicarse, de sentirse incluidas en la red de información y comunicación global. Los pueblos del mundo se han visto en la necesidad de desarrollar políticas de inclusión con el objetivo de disminuir la brecha digital.
Las telecomunicaciones están generando un nuevo orden, una nueva visión del mundo. Hoy vemos la instalación de nuevos sistemas de trabajo, como tele trabajo que permite a los profesionales desarrollar sus actividades sin la necesidad de desplazarse de sus domicilios; también es una realidad la conformación de equipos multidisciplinarios con profesionales radicados en diferentes países. Ha disminuido el desplazamiento nacional e internacional de las personas por el uso frecuente de la video conferencia y la tele conferencia.
Definitivamente, la importancia de las telecomunicaciones en el orden mundial es creciente y ocupa un lugar expectante, por ello es importante que conozcamos los procesos que existen alrededor de este medio. Es necesario conocer a los protagonistas que participan directamente en la generación de los servicios y que hacen posible las comunicaciones. Es necesario que conozcamos los procesos para poder gestionarlos estratégicamente
Las empresas de telecomunicaciones para que sean competitivas y puedan tener un rol protagónico en el mercado deben:
1. Analizar su situación en relación al entorno. Las variables que definen el entorno y que las podemos agrupar como Políticas, Sociales, Económicas y Tecnológicas, están cambiando constantemente.
2. Conocer su participación en el sector. Resulta obligatorio conocer su "Market Share", es decir, saber con exactitud cual es su posición en el mercado con relación a sus competidores y esto debe convertirse en un ejercicio anual.
3. Conocer las restricciones a su libertad de acción. Los aspectos legales enmarcan las actividades de las empresas limitando su libertad de acción.
4. Investigar nuevos campos de actividad. Las empresas necesitan fortalecer su departamento de Investigación, Desarrollo e innovación para no convertirse en organizaciones estáticas; tienen la obligación de analizar constantemente las necesidades del mercado en base al cual podrán desarrollar nuevos productos y servicios.
5. Buscar la satisfacción de los clientes. El activo más importante que tiene una empresa son los clientes por lo que es necesario conseguir su lealtad, lo cual se logra proporcionando un servicio de calidad y que colme las expectativas de sus demandantes.
6. Ser productivos. El reto de toda empresa es manejar adecuadamente sus recursos ya sean financieros, logísticos o materiales; si no se hace esto se pierde competitividad con la consiguiente elevación de los costos de producción.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta son las tendencias actuales entre las cuales podemos mencionar:
1. Reducción del número de niveles jerárquicos. Las empresas cada día son más horizontales; con el establecimiento de una comunicación directa entre los gerentes y los colaboradores, la jerarquía vertical prácticamente ha desaparecido.
2. Equipos de trabajo. Los colaboradores en general tienen que tener la capacidad de integrarse a equipos multidisciplinarios, por lo que resulta crucial desarrollar la habilidad de trabajar en equipo
3. Incremento de las comunicaciones e incremento de participación. A los colaboradores les estimula sentir que tienen un rol protagónico en el desarrollo de las actividades de la empresa, y el estímulo lo reciben a través de las comunicaciones recibidas. Es deseable una participación creciente en el desarrollo de los proyectos y elaboración de propuestas.
4. Estrategias a largo plazo. Las empresas a través de sus gerentes deben tener la habilidad de mirar mucho más allá del corto y mediano plazo, para ello tienen que desarrollar el pensamiento estratégico que va de la mano con la capacidad de ver el éxito donde otros no lo pueden ver.
5. Calidad Total. La calidad debe ser vista como una filosofía de vida en la que todos los colaboradores tengan conciencia de su importancia y no adoptarla como una obligación, su adopción debe ser natural. En la medida en que se observa este criterio, todas las actividades tienden a ser realizadas con responsabilidad, buscando un perfeccionamiento aunque éstas puedan parecer de poca importancia.
Otra de las tendencias actuales es que el mundo vive presionado por la abundante información. A falta de buen manejo la abundancia puede devenir en desinformación. Para optimizar el uso es preciso, entonces, desarrollar el conocimiento necesario. El desafío que tienen los gerentes de las empresas de telecomunicaciones es alcanzar una ventaja competitiva, que les permita alcanzar el liderazgo del mercado.
Al desarrollar una estrategia debemos definir:
Ámbito: ¿Dónde actuaremos? Requerimos disponer de una caracterización del área geográfica, del segmento de mercado al que ofrecemos nuestros servicios o productos. Es un reto definir dónde vamos a actuar, resulta interesante y a la vez complejo decidir el área de influencia, por ejemplo, si decidimos desarrollar servicios en la zona rural. También podremos decidir impulsar las actividades de las Pymes a través de las TICs, para lo cual debemos efectuar la sensibilización pertinente.
Caminos: ¿Cómo llegaremos? Debe estar claro si iremos solos o en alianzas, si adquiriremos empresas o haremos franquicias. También es necesario precisar la tecnología que utilizaremos
Atributos: ¿Cómo ganaremos? Tenemos que considerar si nos apoyaremos en alguna imagen, diseño, precio, o servicio particular ofrecido al cliente.
Proceso: ¿Cuál será la velocidad y la secuencia de movimientos? Debemos estudiar la velocidad de expansión y la secuencia de iniciativas.
Lógica Económica: ¿Cómo obtendremos beneficios? Tenemos que prever si será por costos bajos o precios altos
Desarrollar o conquistar nuevos mercados se vuelve una obsesión de los líderes gerenciales, el camino está trazado y tiene como único objetivo alcanzar el éxito. Una buena dirección estratégica definirá las posibilidades reales de permanencia de la empresa en el mercado.
6.17.- Las Telecomunicaciones en la conquista del Perú por los peruanos
Una de las características del territorio peruano es su geografía agreste, preñada de dificultades. Con espíritu voluntarista, los antiguos peruanos lograron dominar las condiciones adversas del entorno que supieron poner a su servicio. Sin embargo, ese desafío sigue hoy vigente, urge alcanzar la conquista del Perú por los peruanos, y se puede lograr utilizando las tecnologías de información y Comunicación.
Indicadores como la densidad telefónica, la brecha digital, nos indican que millones de peruanos están excluidos del mundo digital y global, de éstos la gran mayoría pertenece a la zona rural. La expansión inclusiva pasa por incrementar la infraestructura de redes. A través de las telecomunicaciones podemos lograr la integración de nuestro país, es decir, la conquista del Perú por los peruanos. Por eso urge diseñar y construir diversos anillos nacionales, utilizando la fibra óptica, las líneas de energía eléctrica (Power Line Communications), sistemas satelitales y radioenlaces. Estos anillos deben integrar las diferentes regiones tanto de la costa, la sierra y la selva, constituyendo las súper-vías de información, por las cuales discurra el conocimiento.
La ampliación de los servicios de telecomunicaciones en las zonas rurales encuentra limitaciones en la escasez de transmisión, la misma que dificulta el acceso. Por otro lado, también están los bajos ingresos económicos, las distancias que separan a los pueblos y la poca concentración de viviendas, además ciertos aspectos sociales y culturales pueden constituir barreras a tomar en cuenta.
Para ampliar la infraestructura debemos efectuar el estudio y análisis de las políticas regulatorias, promoción y fomento de las inversiones, utilizar adecuadamente las tecnologías, desarrollar modelos de negocios que incentiven a los usuarios a usar las telecomunicaciones, fomentar las tarifas justas. Junto a estas medidas está el establecimiento de alianzas entre la empresa, el gobierno nacional, regional y las municipalidades
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