- Introducción
- Concepto
- Análisis y criterios de la sociedad
- Clasificación de las sociedades
- Sociedad humana
- Efectos culturales en el comportamiento
- Conducta grupal
- Cambio social
- Trueques sociales
- Conflicto social
- Interdependencia mundial
- Los grupos sociales
- Conclusión
Introducción
La sociedad es la cuna del ser humano. Es por medio de ella, que nosotros, podemos desarrollarnos como tal; ya en la antigüedad, se tomaban muy en serio el tema de la sociedad, y fue así como Aristóteles, en la antigua Grecia antes del nacimiento de Cristo, manifestaba de que el hombre era un ser social por naturaleza. Ya que éste, es un ser perfectible y necesita de la sociedad para perfeccionarse. Aparte, somos seres dignos, por lo que somos un fin en sí mismo y no tan solo un medio, por lo que la sociedad nos debe tratar con dignidad. Por esto la sociedad está hecha para el hombre; sin ir más lejos no debemos olvidad que somos nosotros quienes la conformamos. Pero toda sociedad, debe tender al bien común y no al bien público, lo que el mismo Aristóteles manifestaba. Esto, ya que el bien público, es el bien de muchos, pero no de todos. En cambio, el bien común, es lo justo para todos. Como somos seres únicos y dignos, merecemos el todo, pero ese todo, debe de ser, para todos. O sea, cada integrante de la sociedad, debe recibir ese todo. Por lo mismo, el fin último de toda sociedad, según esta corriente de pensamiento, es el bien común.
Muchos tratados han sido escritos, en nombre de la sociedad. Uno de los que más fuerte marcó, el rumbo de la sociedad, fueron los contractualistas. Aquellos autores, como Jobbes, que pregonaban el contrato social. O sea, que el hombre no era un ser social por naturaleza, sino que por necesidad. Ya que el hombre requería del estado, para salvaguardar la propiedad privada. Ya que a veces, llegaba el punto, en que el resto de los ciudadanos, no respetaba lo ajeno. Principalmente los bienes muebles, por lo que el ser humano, requería del estado para que los protegiera. Por lo mismo, se firmaba un acuerdo o contrato tácito, en el cual se cedían ciertos derechos, en pos de que el estado, cuidara de la preservación, de la propiedad privada. Esta teoría, fue sumamente controversial en su época, ya que echaba por tierra las teorías clásicas de sociedad.
Pero más adelante, acercándose al siglo XXI, se volvió a las ideas más clásicas, defendiéndolas y postulando nuevamente, de que el ser humano es un ser social por naturaleza. La sociedad, le es algo propio, por derecho y no por un contrato. Pensemos, en una persona, que no cuenta con bienes. Por ende, bajo la postura de Jobbes, aquella persona, no es parte de la sociedad. Es ahí, que se retoma la idea, de que somos seres dignos de manera intrínseca. Por lo que merecemos ser parte de la sociedad.
De la misma forma, recorriendo las variadas definiciones para sociedad, podemos decir que es todo grupo humano que comparte un mismo lugar geográfico. En el cual, las creencias, la cultura, la religión y la historia, se comparten de manera común. La sociedad en sí, es parte de los estudios de la sociología, antropología y otras ciencias. Las cuales estudian tanto al ser humano, como ser y a la sociedad, como un conjunto de seres. Es por lo mismo, que estas ciencias pueden imprimir fotografías clarificadoras, de aquello que ocurre en una sociedad, mirando un espacio de tiempo determinado.
Otra forma de ver a la sociedad, es la agrupación de personas, detrás de una organización comercial o sin fines de lucro. En el primer caso, podemos ver las sociedades anónimas o las limitadas. En el segundo, las corporaciones y las fundaciones. Pero esto es materia de otros artículos, que podremos ver en la sección de negocios.
LA SOCIEDAD Y SUS CLASIFICACIONES
Concepto
La sociedad, en un sentido amplio, es un conjunto de individuos, pueblos, naciones, etc. En un sentido estricto, cuando se habla de sociedad, se hace referencia a un conjunto de personas que poseen una misma cultura y tradiciones, y se ubican en un espacio y tiempo determinados, todo hombre está inmerso en la sociedad que lo rodea, la cual influye en su formación como persona. Este concepto no sólo es aplicable a la raza humana, puesto que hay sociedades de animales, como por ejemplo de hormigas.
Jurídicamente, la sociedad es un acuerdo, entre dos o más personas, con normas, derechos y obligaciones, proporcionales a todos sus integrantes; la misma, organizada por sus miembros, surge con fines económicos.
La sociedad humana surgió como una solución para satisfacer las necesidades del hombre, a través de la ayuda mutua; es por ello, que a través de la sociedad, el hombre puede educarse, conseguir empleo, y formar una familia, entre otras miles de posibilidades. Pero éste no es el único fin de la sociedad, ya que además, sirve como estructura para la organización y beneficia la relación entre los individuos.
Antiguamente, en la prehistoria, la sociedad estaba organizada jerárquicamente, y la movilidad social era inconcebible, es decir, que si una persona nacía en un rango muy bajo de la sociedad, jamás se movería de esa rango; el progreso estaba negado. Posteriormente, los griegos, en Atenas, comenzaron a desprenderse de aquél absolutismo, dando origen a la democracia, una democracia en la cual sólo tenían participación los considerados ciudadanos atenienses.
Fue con la revolución francesa, que la movilidad social se hizo un hecho, y actualmente, la gente puede ascender socialmente, siendo visto esto como algo cotidiano. Esta revolución hizo aparecer nuevas formas de organización, como por ejemplo, el comunismo, donde el estado tiene gran intervención o el anarquismo, en el cual es estado no existe, y las personas son plenamente libres.
Actualmente, la mayoría de las sociedades del mundo, son capitalistas, y el ascenso o descenso social se ve afectado por la cantidad de dinero de la cual se disponga; así, dentro de estas sociedades vagan los marginados, quienes no tiene dinero, y escasean de recursos para conseguirlo.
Análisis y criterios de la sociedad
Las sociedades humanas son entidades poblacionales, considerando los habitantes y su entorno interrelacionados en un proyecto común, lo que les da una identidad de pertenencia. Así mismo, el término significa un grupo con lazos económicos, ideológicos y políticos.
La sociedad se ha convertido en una realidad compleja y multidimensional. Comprender los acontecimientos y procesos que vivimos no es una tarea fácil. Y, sin embargo, es algo urgente para quien ha de vivir en un mundo que cambia constantemente y a un ritmo cada vez más rápido.
Nuestra sociedad se está convirtiendo en un problema difícil de entender. La complejidad creciente de las relaciones sociales da lugar a situaciones paradójicas que, cuando menos, suscitan perplejidad en el ciudadano de a pie. Las tensiones entre los valores declarados y las prácticas cotidianas son patentes; la identidad cultural de las diversas nacionalidades se intenta reafirmar a la vez que se transforma inexorablemente; las pretensiones de igualdad social originan nuevas desigualdades; el derecho a la diferencia amenaza con sumirnos en la incomunicación en la era de la globalización informativa.
La ética siendo independiente de la vida viene a formar una parte importante de ella, porque brinda un conjunto de normas y valores para el proceder recto de una sociedad, cada sociedad en particular toma estas normas y les da determinada relevancia a los diferentes valores dependiendo de lo que es importante para cada una de acuerdo con su desarrollo social.
Es el derecho de cada individuo de una sociedad cumplir con las normas y leyes que establece la nación y el estado está en el deber de contribuir suministrando los recursos que hacen falta en la población para así mantener o conservar un equilibrio social entre ambos
CARACTERÍSTICAS:
? "las personas de una sociedad constituyen una unidad demográfica, es decir, pueden considerarse como una población total".
? "la sociedad existe dentro de una zona geográfica común".
? "la sociedad está constituida por grandes grupos que se diferencian entre sí por su función social".
? "la sociedad se compone de grupos de personas que tienen una cultura semejante".
? "la sociedad debe poderse reconocer como una unidad que funciona en todas partes".
? "finalmente, la sociedad debe poderse reconocer como unidad social separada".
Estructura y funciones
Por estructura social entendemos el orden u organización por la cual los miembros de una sociedad ocupan en ella un lugar especial y propio en el que actúan con vistas a un fin común. Por eso, como diría Fichter, cuando decimos "sociedad" nos referimos directamente a una "estructura formada por los grupos principales interconectados entre sí, considerados como una unidad y participando todos de una cultura común"
La sociedad existe para las personas y las personas también desempeñan en ella ciertas actividades con vistas al bien común. De este recíproco influjo surge la satisfacción de las necesidades sociales de las personas. Las funciones, que la sociedad está llamada a realizar para el bien de las personas, algunas son genéricas y otras específicas.
Clasificación de las sociedades
Son muchas las maneras de clasificar las sociedades y cada una de ellas puede ser aceptable según el punto de vista desde el que se examine la sociedad. Por ejemplo, según su índice de crecimiento o de decrecimiento, una población que se multiplica rápidamente responde a un tipo de sociedad muy distinto de otra que decrece rápidamente.
"los sociólogos están de acuerdo en que las diferencias abstractas más importantes por la que se distinguen las sociedades es la cultura propia de cada una. Las sociedades se distinguen entre sí más por sus diferentes culturas que por sus diferentes estructuras o funciones. La sociedad y la cultura están íntimamente ligadas y mediante un proceso de abstracción podemos hablar de ellas como de cosas separadas. Un ejemplo sencillo de las diferencias culturales que distinguen a dos tipos de sociedad es el de sociedades con escritura y sociedades sin escritura".
CLASIFICACIÓN SEGÚN GRUPOS DOMINANTES
Una clasificación más útil y significativa de las sociedades es la que está basada en el predominio de un grupo o institución importante sobre los demás de la sociedad. Históricamente esta tipología se ha centrado en cuatro categorías principales:
A) "La sociedad dominada por la economía: es una sociedad en la que el hombre de negocios y el fabricante gozan de un alto status social; los valores comerciales y materiales ejercen gran influjo en el comportamiento de las personas…"
B) "La sociedad dominada por la familia: es aquella en la que hay estrechos vínculos de parentesco y se tiene en gran honor a los mayores, ancianos o difuntos, y en la que el status social se mide más por el criterio de la ascendencia que por cualquier otra norma de status…"
C) "La sociedad dominada por la religión: es aquella en la que el punto central reside en lo sobrenatural, en las relaciones entre dios o los dioses y el hombre, en la que todos los otros grandes grupos se subordinan al religioso…"
D) "El sistema dominado por la política: es el que se suele llamar "totalitario", en el que el poder es monofásico y el estado interviene directamente en la reglamentación de todos los demás grupos o instituciones".
Debemos dejar bien claro que no se puede hablar de una sociedad exclusivamente económica, familiar, religiosa o política, sino de un predominio de una sobre las otras. También se puede hablar de sociedades que dan mucha importancia a la educación y también al ocio o a la actividad lúdica.
SOCIEDADES COMUNITARIAS Y ASOCIATIVAS
Otra clasificación diferente y también de gran importancia sociológica, es la que distingue el tipo simple, comunitario, y el tipo complejo, asociativo.
SOCIEDADES COMUNITARIAS:
Características:
a) Está dominada por los grupos primarios.
b) Se da escasa especialización y división del trabajo.
c) los lazos de parentesco son frecuentes en este tipo de sociedad.
d) tiene relativamente poca estratificación social.
e) Siendo mínimo en la sociedad simple, el grado de movilidad social, se llama sociedad cerrada.
f) Existe una sociedad social relativamente marcada entre los miembros de la sociedad simple, sobre todo en relación con otras sociedades.
g) Tiende a aferrarse a valores tradicionales y a formas de comportamiento heredados del pasado.
h) En este tipo de sociedad las personas suelen regirse por costumbres no formales más que por leyes formales del pasado.
i) Es relativamente pequeña en número.
SOCIEDADES ASOCIATIVAS:
Características:
a) Está dominada por las asociaciones o grupos secundarios.
b) Tiende a la mecanización y a la industrialización.
c) Gran variedad de funciones de trabajo.
d) Las personas tienen movilidad vertical y horizontalmente.
e) Grandes variaciones de posición social.
f) Los vínculos de familia no son estables.
g) La solidaridad es menos automática y efectiva que en la sociedad simple.
h) Cierta elasticidad de variaciones va acompañada de una mayor rigidez en el sistema de mantenimiento del orden público
i) Es relativamente mayor en número.
Sociedad humana
Como especie, el género humano es gregario, pasa la vida en compañía de otros seres de la misma especie. Se organiza en varias clases de agrupamientos sociales, como hordas nómadas, pueblos, ciudades y naciones, dentro de los cuales trabaja, comercia, juega, se reproduce e interactúa de diferentes formas. A diferencia de otras especies, combina la socialización con cambios deliberados en el comportamiento y organización sociales a través del tiempo. En consecuencia, las pautas de sociedad humana difieren de un lugar a otro, de una era a otra y de una cultura a otra, haciendo del mundo social un medio muy complejo y dinámico.
El conocimiento de la conducta humana proviene de muchas fuentes. Los puntos de vista presentados aquí se basan principal mente en la investigación científica pero también debe reconocerse que la literatura, el teatro, la historia, la filosofía y otras disciplinas no científicas contribuyen de manera significativa a la comprensión de tal conducta. Los científicos sociales estudian el comportamiento humano a partir de una variedad de perspectivas culturales, políticas, económicas y psicológicas, haciendo uso de enfoques cualitativos y cuantitativos. Buscan patrones consistentes de comportamiento individual y social, y proponen explicaciones científicas de ellos. En algunos casos, tales patrones pueden parecer obvios una vez que se señalan, aunque pueden no haber sido parte de la manera en que la mayoría de las personas conceptualiza el mundo de un modo consciente. En otros casos, las pautas como lo ha revelado la investigación científica pueden mostrar que las creencias añejas sobre ciertos aspectos del comportamiento humano son incorrectas.
Este capítulo abarca recomendaciones acerca de la sociedad humana en términos de conducta individual y grupal, organizaciones sociales y procesos de cambio social. Se basa en un enfoque particular de la materia: el esbozo de un cuadro comprensible del mundo que sea compatible con los hallazgos de las distintas disciplinas dentro de las ciencias sociales como la antropología, economía, ciencia política, sociología y psicología pero sin intentar describir los descubrimientos por si mismos o las metodologías que los sustentan.
El capítulo describe siete aspectos clave de la sociedad humana:
a. Efectos culturales sobre la conducta humana.
b. Organización y comportamiento de grupos.
c. Procesos de cambio social.
d. Trueques sociales.
e. Formas de organización económica y política.
f. Mecanismos para resolver conflictos entre individuos y grupos.
g. Sistemas sociales, nacionales e internacionales. Aunque muchas de las ideas son aplicables a todas las sociedades humanas, este capítulo se centra principalmente en las características sociales de la vida actual en los estados unidos de América.
Efectos culturales en el comportamiento
La conducta humana es afectada por la herencia genética y por la experiencia. Las formas en que las personas se desarrollan se moldean por la experiencia y las circunstancias sociales dentro del contexto de su potencial genético heredado. La pregunta científica es justamente de qué manera la experiencia y el potencial hereditario interactúan para producir el comportamiento humano.
Cada persona nace dentro de un ambiente social y cultural familia, comunidad, clase social, idioma, religión y a la larga desarrolla muchas relaciones sociales. Las características del medio social de un niño afectan la manera en que aprende a pensar y a comportarse, por medio de la enseñanza, premios y castigos, por ejemplo. Este ambiente incluye el hogar, la escuela, el vecindario y quizá también las iglesias locales y las dependencias encargadas de hacer cumplir la ley. Asimismo, existen las interacciones más informales del niño con amigos, otros compañeros, parientes, y medios de comunicación y entretenimiento. No suele ser predecible la manera en que los individuos responderán a todas estas influencias, o cuál de ellas será más fuerte. No obstante, hay cierta similitud sustancial en la forma en que los individuos responden al mismo patrón de influencias, o sea haber crecido en la misma cultura. Además, las pautas de conducta inducidas por la cultura, como los modelos de habla, el lenguaje corporal y las formas de humor, llegan a arraigarse tan profundamente en la mente humana que con frecuencia operan sin que los mismos individuos estén muy conscientes de ellas.
Cada cultura tiene una red de patrones y significados algo diferente: formas de ganarse la vida, sistemas de comercio y gobierno, funciones sociales, religiones, tradiciones en vestido, alimentos y artes, expectativas de conducta, actitudes hacia otras culturas y creencias y valores sobre todas estas actividades. Dentro de una gran sociedad puede haber muchos grupos con subculturas muy distintas que se asocian con la región, el origen étnico o la clase social. Si una sola cultura domina en una vasta región, sus valores pueden considerarse correctos y pueden promoverse, no sólo por las familias y los grupos religiosos, sino también por las escuelas y los gobiernos. Algunas subculturas pueden emerger de entre categorías sociales especiales (como los hombres de negocios y los criminales), algunas de las cuales pueden pasar las fronteras nacionales (como las de los músicos y científicos).
Justas o injustas, deseables o indeseables, las distinciones sociales son una parte sobresaliente de casi toda cultura. La forma de éstas varia con el lugar y tiempo, incluyendo en ocasiones castas rígidas, jerarquías tribales o de clan y a veces una clase social más flexible. Las distinciones de clase se hacen sobre todo con base en la riqueza, educación y ocupación; pero también es probable que se asocien con otras diferencias subculturales, como vestido, dialecto y actitudes hacia la escuela y el trabajo. Estas distinciones económicas, políticas y culturales se reconocen por casi todos los miembros de una sociedad y algunos de ellos las resienten.
La clase dentro de la cual nacen las personas afecta el lenguaje, la dieta, los gustos e intereses que tendrán cuando niños y, por consiguiente, influye en la manera en que percibirán el mundo social. Además, la clase determina qué presiones y oportunidades experimentarán las personas y, por tanto, afectará el rumbo que posiblemente tomen sus vidas, incluyendo escolaridad, ocupación, matrimonio y modelo de vida. No obstante, muchas personas viven vidas muy diferentes de las normas de su clase.
La facilidad con la que alguien puede cambiar de clase social varía enormemente con el tiempo y lugar. Durante la mayor parte de la historia humana, los individuos han estado casi seguros de vivir y morir en la clase donde nacieron. Los momentos de gran movilidad ascendente han ocurrido cuando una sociedad se ha encargado de nuevas empresas (por ejemplo, en el territorio o la tecnología), por lo que ha necesitado más personas en ocupaciones de clase más alta. En algunas partes del mundo actual, un número cada vez más grande de seres humanos están saliendo de la pobreza por medio de la oportunidad educacional o económica, mientras que en otras, altas cifras se están empobreciendo.
Lo que se considera aceptable de la conducta humana varía de una cultura a otra y de un tiempo a otro. Cada grupo social ha aceptado, en general, gamas de comportamiento para sus integrantes, quizá con algunas reglas específicas para subgrupos como adultos y niños, hombres y mujeres, artistas y atletas. La conducta inusual puede considerarse como algo divertido, desagradable o delito castigable. Alguna conducta normal en una cultura puede juzgarse inaceptable en otra. Por ejemplo, el comportamiento agresivamente competitivo se considera rudo en culturas altamente cooperativas. Por el contrario, en algunas subculturas de una sociedad muy competitiva, como la de los estados unidos, la falta de interés en la competencia puede verse como algo discordante. Aunque el mundo tiene una amplia diversidad de tradiciones culturales, hay algunos tipos de conducta (como incesto, violencia contra la familia, robo y violación) que se consideran inaceptables en casi todas ellas.
Las consecuencias sociales que se consideran apropiadas para la conducta inaceptable también varían ampliamente entre las distintas sociedades y aun dentro de ellas. El castigo a los criminales va desde multas o humillaciones hasta encarcelamiento o exilio, desde palizas o mutilación hasta la ejecución. La forma de castigo apropiado depende de las teorías acerca de su propósito, ya sea para evitar que el individuo repita el delito o para disuadir a otros de cometerlo, o simplemente para causar sufrimiento por su propia falta. El éxito del castigo para detener el crimen es difícil de analizar, debido en parte a las limitaciones éticas de experimentos que asignan diferentes castigos a criminales similares, y en parte a causa de la dificultad de mantener otros factores constantes.
Durante mucho tiempo, la tecnología ha desempeñado un papel importante en la conducta humana. El gran valor asignado a la nueva invención tecnológica en muchas partes del mundo ha conducido a la comunicación y los viajes cada vez más rápidos y baratos, lo cual a su vez ha dado lugar a la difusión pronta de modas e ideas en vestido, comida, música y formas de recreación. Los libros, las revistas, la radio y la televisión describen las maneras para vestir, criar niños, ganar dinero, encontrar la felicidad, casarse, cocinar y hacer el amor. De manera implícita también promueven valores, aspiraciones y prioridades mediante la descripción del comportamiento de la gente, como niños, padres, maestros, políticos y atletas, y las actitudes que muestran hacia la violencia, el sexo, las minorías, las funciones de hombres y mujeres, y la legalidad.
Conducta grupal
Además de pertenecer a los ambientes social y cultural dentro de los que nacen, las personas se unen de manera voluntaria a grupos que se basan en actividades, creencias o intereses compartidos (como sindicatos, partidos políticos o clubes). La pertenencia a estos grupos influye en la forma en que los individuos piensan de sí mismos y cómo otros piensan acerca de ellos. Estos agrupamientos imponen expectativas y reglas que hacen más predecible el comportamiento de los miembros y permiten a cada conjunto funcionar sin problemas y retener su identidad. Las reglas pueden ser informales y transmitidas, por ejemplo, la manera de comportarse en una reunión social, o pueden ser reglas escritas que son impuestas por la fuerza. Los grupos formales indican a menudo el tipo de conducta que favorecen por medio de recompensas (como elogios, premios y privilegios) y castigos (como amenazas, multas y rechazo).
La afiliación a cualquier grupo social, ya sea de manera voluntaria o porque se nace en él, ofrece mucho mejores ventajas: el potencial para reunir recursos (como dinero y trabajo), esfuerzos de común acuerdo (como huelgas, boicots o votaciones) e identidad y reconocimiento (como organizaciones, emblemas o atención de los medios de comunicación). Dentro de cada conjunto, las actitudes de los integrantes, las cuales con frecuencia entrañan una imagen superior de su asociación, ayudan a asegurar la cohesión del grupo, pero también pueden conducir a serios conflictos con otras agrupaciones. Es probable que las actitudes hacia los demás grupos impliquen estereotipos tratar a todos los miembros de un conjunto como iguales y percibir en la conducta real de esas personas sólo aquellas cualidades que se ajusten a las pre concepciones del observador. Tal prejuicio social puede incluir un respeto ciego para algunas categorías de individuos, como los médicos o el clero, así como falta de respeto implacable para otras categorías de personas, como los extranjeros o las mujeres.
La conducta de los grupos no se puede comprender sólo como el comportamiento global. Por ejemplo, no es posible entender la guerra moderna si se suman las tendencias agresivas de los individuos. Una persona puede comportarse de manera muy diferente en una multitud como en un juego de fútbol, una ceremonia religiosa o en una línea de vigilantes huelguistas que cuando está sola o con miembros de su familia. Varios niños juntos podrían destrozar un edificio ajeno, pero ninguno de ellos lo haría en uno propio. Por la misma razón, un adulto con frecuencia será más generoso y sensible a las necesidades de otros como miembro, por ejemplo, de un club o grupo religioso que si estuviera solo. La situación grupal da recompensas de compañerismo y aceptación para continuar con la actividad compartida del grupo y dificulta culpar o dar crédito a una persona
Las organizaciones sociales pueden servir para muchos propósitos más allá de los originales. Los clubes privados que existen para recrearse, a menudo son lugares importantes para realizar transacciones de negocios; las universidades que existen formalmente para promover el aprendizaje y el saber pueden ayudar a promover o reducir las distinciones de clase; así como las organizaciones religiosas y de negocios con frecuencia tienen agendas sociales y políticas que van más allá de obtener lucro o ejercer el ministerio entre la gente. En muchos casos, un propósito no mencionado de los grupos es el excluir de sus actividades a personas de categorías específicas siendo otra forma de discriminación.
Cambio social
Las sociedades, como las especies, evolucionan en direcciones que se abren o limitan en parte por fuerzas internas, como el desarrollo tecnológico o las tradiciones políticas. Las condiciones de una generación limitan y determinan la gama de posibilidades que se abren para la siguiente. Por un lado, cada nueva generación aprende las formas culturales de la sociedad y, de esta manera, no tiene que reinventar estrategias para producir alimentos, manejar conflictos, educar a los jóvenes, gobernar, etc. También aprende aspiraciones para saber de qué manera la sociedad se puede mantener y mejorar. Por otro lado, cada nueva generación debe tratar problemas no resueltos de la generación anterior: tensiones que pueden conducir a la guerra, abuso de drogas en gran escala, pobreza y privación, racismo y un sinnúmero de injusticias personales y grupales. La esclavitud en los albores de la historia de la unión americana, por ejemplo, todavía tiene serias consecuencias para los afroestadounidenses y para la economía, educación, salud y sistema de justicia estadounidense en general. Las injusticias se pueden mitigar lo suficiente para hacer que las personas las toleren, o pueden desbordarse en una revolución que ataca la estructura de la misma sociedad. Muchas sociedades continúan perpetuando disputas de muchos siglos con otras sobre fronteras, religión y creencias muy arraigadas sobre agravios pasados.
Los gobiernos suelen tratar de dirigir el cambio social por medio de políticas, leyes, incentivos o coerción. A veces estos esfuerzos funcionan de manera eficaz y hacen posible que, de hecho, no haya conflicto social. En otras ocasiones, tales esfuerzos pueden precipitar el conflicto. Por ejemplo, el establecimiento de comunas agrícolas en la unión soviética, en contra de la voluntad de los granjeros de labrar su propia tierra, se llevó a cabo sólo con la fuerza armada y la pérdida de millones de vidas. La liberación de esclavos en los estados unidos vino sólo como consecuencia de una guerra civil sangrienta; 100 años más tarde, la eliminación de la segregación racial explícita se consiguió en algunos lugares sólo haciendo uso de la acción legislativa, requerimientos de los tribunales y guardia militar armada y continúa siendo un problema social muy importante.
Los factores externos incluyendo guerra, migración, dominación colonial, ideas foráneas, tecnología, pestes y desastres naturales también determinan la forma en que se desarrolla cada sociedad. La perspectiva de la unión soviética, por ejemplo, está influida en gran medida por las pérdidas devastadoras que sufrió en ambas guerras mundiales. Las sociedades indoamericanas fueron destruidas y desplazadas por las enfermedades y guerras traídas por los colonizadores provenientes de Europa. En los estados unidos la importación forzosa de africanos y las oleadas sucesivas de inmigrantes de Europa, Latinoamérica y Asia han afectado mucho a los sistemas político, económico y social (como el trabajo, los bloques electorales y los programas educativos), así como lo referente a la variedad cultural de la nación. Los desastres naturales, como las tormentas o sequías, pueden causar la pérdida de cosechas, aparición de penalidades y hambre, y en ocasiones migración o revolución.
La comunicación y el transporte cómodos también estimulan el cambio social. Los grupos antes aislados geográfica y políticamente se vuelven aún más conscientes de las distintas formas de pensar, vivir y comportarse, y en ocasiones de la existencia de vastos y diferentes modos de vida. Las migraciones y los medios de comunicación de masas conducen no sólo al mestizaje cultural, sino también a la extinción de algunas culturas y a la rápida evolución de otras. La comunicación y el transporte mundial fácil traen confrontaciones de valores y expectativas en ocasiones de forma deliberada, como la propaganda, y otras de manera incidental, como la búsqueda de intereses comerciales.
El tamaño de la población humana, su concentración en lugares específicos y su patrón de crecimiento reciben la influencia del ambiente físico y de muchos aspectos de la cultura: economía, política, tecnología, historia y religión. Como respuesta a la preocupación económica, los gobiernos nacionales establecen diferentes políticas, algunas para reducir el crecimiento de la población, otras para aumentarlo. Algunos grupos religiosos también asumen una posición firme respecto a las cuestiones de población. Los jerarcas de la iglesia católica romana, por ejemplo, han hecho por mucho tiempo campañas en contra de la anticoncepción, mientras que en los últimos años, líderes religiosos de otras creencias importantes han apoyado el uso de anticonceptivos para reducir el tamaño de la familia.
Aparte de las políticas gubernamentales o doctrinas religiosas, muchas personas deciden tener un hijo con base en cuestiones prácticas, como el riesgo de salud para la madre, el valor o costo de un niño en términos sociales y económicos, la cantidad de espacio para vivir o un sentimiento personal de adaptabilidad como padres. En algunas partes del mundo y dentro de grupos con escasa educación las parejas tienen poco conocimiento de la tecnología moderna de control natal, o poco o ningún acceso a ella. En la unión americana, la tendencia a las relaciones sexuales casuales en la adolescencia ha llevado a un incremento de las cifras de embarazos inesperados o no deseados.
A su vez, los sistemas sociales reciben la influencia de la población su tamaño, coeficiente de cambio y la proporción de personas con características diferentes (como edad, sexo o idioma). El gran incremento en el tamaño de la población requiere mayor especialización de trabajo, nuevas responsabilidades gubernamentales, nuevos tipos de instituciones y la necesidad de poner en orden una distribución más compleja de recursos. Los patrones de población, particularmente cuando están cambiando, también influyen en la modificación de las prioridades sociales. Cuanto más grande sea la variedad de subculturas, más diversas serán las providencias que deben tomarse respecto a ellas. En la medida que se incremente el tamaño de un grupo social, aumentará su influencia en la sociedad. Dicha influencia puede ejercerse a través de los mercados (como los jóvenes, quienes, como grupo, compran más equipo deportivo), el poder electoral (por ejemplo, las personas ancianas probablemente votarán menos en favor de la legislación escolar) o el reconocimiento de necesidades por los planificadores sociales (por ejemplo, muchas madres de familia que trabajan fuera de casa requerirán programas de guarderías).
Trueques sociales
La elección entre beneficios y costos alternativos es inevitable para los individuos y grupos. Para obtener algo que se desea o necesita, por lo general es necesario dar algo que ya se tiene o al menos dar una oportunidad para ganar algo a cambio. Por ejemplo, cuanto más gaste el público como un todo en proyectos financiados por el gobierno, como carreteras y escuelas, menos gastará en defensa (si es que ya se ha decidido no aumentar el ingreso o la deuda). Los trueques sociales no siempre son económicos o materiales. En ocasiones, surgen de elecciones entre los derechos particulares y el bien público: por ejemplo, las leyes sobre fumar cigarrillos en lugares públicos, limpiar los excrementos de las mascotas y los límites de velocidad en las carreteras restringen la libertad individual de algunas personas para beneficio de otras. O las elecciones deben surgir entre la estética y la utilidad. Por ejemplo, un complejo de departamentos a gran escala puede ser aceptado por los futuros ocupantes, pero la gente que ya vive en el vecindario puede no estar de acuerdo.
Personas distintas tienen ideas diferentes sobre la manera de realizar los trueques, lo cual resultaría en compromisos o continua discordia. La forma en que se satisfacen diferentes intereses depende con frecuencia de las cantidades relativas de recursos o poder que poseen los individuos o grupos. Los esfuerzos pacíficos empeñados en el cambio social tienen más éxito cuando las personas afectadas se incluyen en la planeación, cuando los expertos están dispuestos a dar información y cuando los valores y las luchas de poder se comprenden claramente y se incorporan en el proceso de toma de decisiones.
Con frecuencia surge la pregunta de si un arreglo actual debe mejorarse o inventarse uno nuevo. Por un lado, componer en repetidas ocasiones una situación problemática puede hacerla suficientemente tolerable que nunca se lleva a cabo el cambio a gran escala del problema subyacente. Por otro lado, apresurarse a reemplazar cada sistema que presenta problemas puede crear más dificultades de las que resuelve.
Es difícil comparar los beneficios potenciales de las alternativas sociales. Una razón es que no hay una medida común para diferentes formas de bien, por ejemplo, no existe ninguna medida por medio de la cual la riqueza y la justicia social puedan compararse directamente. Otra razón es que grupos diferentes de personas asignan valores muy distintos incluso al mismo tipo de bien social, por ejemplo, la educación pública o el salario mínimo. En una población muy grande, las comparaciones de valores son aún más complicadas por el hecho de que un porcentaje muy pequeño de la población puede ser un gran número de personas. Por ejemplo, si se afirma que en una población total de 100 millones hay un alza en el índice de desempleo de sólo una centésima del 1% (el cual parecería insignificante), implica una pérdida de 10 000 empleos (lo cual se juzgaría muy grave).
La apreciación de las consecuencias en los trueques sociales tiende a implicar también otras cuestiones. Una es un efecto de distancia: cuanto más lejos en la distancia o el tiempo estén las consecuencias de una decisión, se les dará probablemente menos importancia. Por ejemplo, es menos probable que los habitantes de la ciudad respalden la legislación nacional de apoyo a la agricultura que los campesinos, y éstos pueden no desear pagar un impuesto federal en beneficio de proyectos de vivienda en la ciudad. Como individuos, parece difícil resistir a un placer inmediato aun cuando las consecuencias de largo plazo puedan resultar negativas, o tolerar una molestia inmediata por un beneficio futuro. De manera similar, la sociedad atribuye más importancia a beneficios inmediatos (como el consumo rápido del petróleo y los depósitos minerales) que a consecuencias de largo plazo (las generaciones actuales o futuras, podrían sufrir escasez más tarde).
El efecto de la distancia al juzgar los trueques sociales aumenta a menudo por la incertidumbre de si ocurrirán a final de cuentas los costos y beneficios potenciales. En ocasiones se pueden estimar las probabilidades de varios resultados posibles de una decisión social, por ejemplo, que el coito sin anticonceptivos dará por resultado un embarazo en uno de cuatro casos. Si las medidas de valor relativas también pueden asignarse a todos los resultados posibles, las probabilidades y medidas de valor pueden combinarse para estimar qué alternativa sería la mejor apuesta. Pero aun cuando ambas probabilidades y medidas de valor estén disponibles, podría haber debate sobre la manera de reunir la información. Por ejemplo, las personas pueden temer tanto algún riesgo particular, que insistan en la factibilidad de reducir el riesgo lo más cercano a cero, independientemente de qué otros riesgos o beneficios estén implicados.
Por último, las decisiones sobre alternativas sociales suelen complicarse por el hecho de que las personas son reactivas. Cuando se ejecuta un programa social para conseguir algún efecto futuro, la inventiva de las personas para promover o resistir tal efecto siempre se sumará a la incertidumbre del resultado.
Conflicto social
En todas las sociedades humanas hay conflicto, y todas ellas cuentan con sistemas para regularlo. Por lo general, el conflicto entre personas o grupos surge de la competencia por recursos, poder y posición social. Los miembros de la familia compiten por atención. Los individuos lo hacen por el trabajo y la riqueza. Las naciones por territorio y prestigio. Los distintos grupos de interés compiten para tener influencia y poder para crear reglas. A menudo, la competencia no es por recursos sino por ideas una persona o grupo quiere tener las ideas o la conducta de otro grupo suprimido, castigado o declarado ilegal.
El cambio social puede ser capaz de provocar conflicto. Son escasas o nulas las probabilidades de que se proponga un cambio político, económico o social que beneficie equitativamente a cada componente del sistema social y, por tanto, resisten los grupos que se observan como posibles perdedores. Las hostilidades y recelos mutuos se agravan por la incapacidad de los partidarios y adversarios de algún cambio para pronosticar en forma convincente cuál de todos los efectos provendrá de hacer el cambio o no hacerlo. El conflicto es particularmente agudo cuando sólo existen unas cuantas alternativas sin compromiso posible por ejemplo, entre la rendición y la guerra o entre el candidato a y el b. Aun cuando las cuestiones pueden ser complejas y las personas no difieran al principio mucho en sus apreciaciones, la necesidad de decidir una forma u otra puede conducir a la gente a posiciones extremas que apoyen su decisión como alternativa preferible.
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