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Vida y Obra del general en Jefe Manuel Carlos Piar y Gómez, El Libertador de Guayana (página 5)

Enviado por León Morales


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Arreos de burros en la Guaira de comienzos del siglo XX

¿Por qué no permite usted que la joven María Soledad se vaya a otras tierras y críe como debe ser a su hijo, al fin y al cabo ese es su hijo?".

Don Miguel, como todo aristócrata colonial le respondió de esta manera:

"…María Isabel, María Isabel, pajarita; por el amor de Dios, no sabes cómo le sabría agradecer a ustedes me sirvan guardar este secreto con un silencio absoluto…".

"…Y si lo hacen les aseguro que Fernando prontamente trabajará en uno de esos veleros o balandras que en ocasiones arriban a este puerto, y en cuanto a ti Isabel, te compraré una casa de tapiado y techo de palma, para que tengas donde vivir con tus hijos…".

"…Acéptenme la oferta y podrán contar con los favores que a bien ustedes reclamen ante mi familia…".

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Comerciante Francisco Sánchez Jiménez, Carayaca – año 1.940 Conocido como Pancho "El Narizón"

(* Cerro de Jesús, Maiquetía, 1.896 / + Pariata en Maiquetía, 1.950) Padre del maestro Santiago Francisco Sánchez Aranguren

dijo:

Considerando lo expuesto por tan "noble patricio caraqueño"; Fernando Piar Lottyn,

"…Don Miguel, aceptamos sus ofrecimientos y esperamos no nos engañe, porque un

nuevo niño en nuestro hogar se convertiría en una carga más para nuestro sustento diario; acepto su trabajo y le prometo que sabremos guardar silencio sobre lo que hemos visto, hablado y oído en su familia…".

Más luego, don Miguel le contestó a Fernando:

"…Fernando, Fernando; veo que eres un hombre que piensas, no eres como esos pardos "hijos de putas, perros y parias" que en esta tierra ya son numerosos y quieren por todos los medios crear una pardocracia, que en cualquier momento nos pueden echar una vaina…".

"…En verdad preparemos todo para llevar a mi hija María Soledad hacía Caracas, el camino es duro y tortuoso y deseo vehementemente nos acompañen en el trayecto…".

María Isabel como toda buena comadrona y muy salida al fin, le dijo:

"…Don Miguel, las cosas se harán como usted lo ha dispuesto; nosotros cumpliremos con lo que nos hemos comprometido, su palabra es un documento escrito, y se cumple…".

¡Vamos Fernando, preparemos todo, acuérdate de las mulas zainas, tú las conoce mejor que yo, porque esas bestias han sido tus compañeras sentimentales por mucho tiempo, ja, ja, ja!

Ante esas palabras de María Isabel, le ripostó Fernando: "…María Isabel, déjate de esas guebonadas…".

¿Vas a seguir con tus pazguatadas, ah?

¿Qué va a pensar don Miguel, sobre mí, vale?

"…María Isabel, prepara el gofio y todo lo que tenemos que llevar en el camino y déjate de esas pendejadas, porque de pronto te voy a meter un sopla moco, nojoda…".

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Avenida 24 de Julio en El Cardonal – La Guaira

El maestro Santiago Francisco Sánchez Aranguren conocido en el litoral guaireño como "Pinocho", por lo narizón que es, y como "Semillita" por sus viejos alumnos en la Escuela Municipal Graduada "Miguel Suniaga" de Maiquetía, le dijo al profesor Juvenal Aguinagalde esto:

Caramba, Juvenal, hay que ver que los tiempos han cambiado mucho. La casa donde nació el impertérrito General Manuel Carlos Piar la conocí desde muy niño, ya que desde el pueblo de Carayaca mi papá le enviaba arreos de burros cargados de mercancías y víveres a don Santiago Alfonzo Rivas.

"Al mismísimo coñísimo e madre ese, dueño de la "Maicena Americana", "Gran Producto Nacional", quien jugando a los dados en Carayaca le ganó la inmensa fortuna que tenía mi difunto padre Francisco Sánchez Jiménez conocido en Carayaca como "Pancho "El Narizón".

"Yo paso a creer que un nieto de ese señor medio mariqueado y llamado Rafael Alfonzo es el actual Presidente de CAVIDEA. Él como que anda metido en esas vainas golpistas en contra el gobierno del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías".

"Dichos arreos llegaban cerca de esa histórica casa en El Cardonal, la cual estaba en ruinas. Es tan así que por allí había un isleño canario a quien llamábamos Pepe".

"Él era el dueño de una gran cantidad de mulas; anímales estos que pastaban en esos sitios, convirtiéndose el lugar en un campo para jugar caimaneras".

Justamente, allí fue donde César Tovar comenzó a incursionar en el béisbol con el Intendencia Naval, después con El Teléfonos y luego con Los Leones del Caracas; imagínatelo deleitándose con esas mulas y burras; verdaderamente, desde esos tiempos comenzaron a llamarlo "Pepe Burra".

Juvenal, en El Cardonal hoy todo ha cambiado, fíjate que la Avenida La Alameda dio paso a la Avenida Soublette, en donde está el Seguro Social estaba la plaza del Libertador o del Mercado, y a su lado estaban las estructuras antiguas de la Logia Masónica "La Unanimidad"

Nº 3, después la Sociedad del Mutuo Auxilio y en verdad no sé donde metieron la estatua del General en Jefe José Gregorio Monagas, que también estaba por allí.

¿Y cómo no recordar el Paseo "24 de Julio en El Cardonal"?

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Afro-descendientes guaireños a finales del siglo XIX

Ya que por allí pasaba y era el lugar por donde transitaban los habitantes de ese lugar en sus horas de descanso y tertulias. Allí degustábamos los helados de Lugo.

¿Qué tiempos aquellos?

Pero lo grave de todo esto fue que el General de División (Ej.) Marcos Evangelista Pérez Jiménez quien era el Presidente de los Estados Unidos de Venezuela en esa época era un hombre acomplejado; decidiendo de pronto destruir todas las casas antiguas de La Guaira y Caracas y de esa forma acabar con parte de nuestra propia historia.

Ya que él autoritariamente decía que había que modernizar a Venezuela a como diera lugar y fue así como destruyó la histórica casa donde nació el General en Jefe Manuel Carlos Piar, hasta en eso se profanó su natal casa. Pero así son las cosas de la historia.

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El Salto en las serranías del Guaraira Repano

El profesor Aguinagalde le hizo la siguiente pregunta al maestro Sánchez:

¿Y en esos tiempos cómo se llegaba a La Guaira, maestro Sánchez? El maestro Sánchez le respondió de esta manera:

Mira Juvenal, a La Guaira se llegaba era por las montañas, como verás allí están los cerros Santa Ana, Jesús, Los Claveles, Algarín, Los Cachos, Cerro Caído, El Colorado, La Cabrería, La Subida del Guamacho, Punta de Mulatos, El Gavilán y El Guarataro; la vida era por arriba.

Juvenal, esos ranchos que estás viendo allí, siempre han estado ahí, ya que al piedemonte de la cordillera llegaba el agua del mar, esos eran unos acantilados, vale.

Continuando con los orígenes del General Piar, la joven María Soledad llamó a su padre y le dijo:

"…Padre mío, perdóname la vil afrenta que he hecho a mi familia, sé que he cometido un vil pecado que ustedes no me perdonaran nunca. Pero permitidme llevar en mi regazo a mi hijo hasta Caracas, donde seguro estaré enclaustrada para siempre y nunca más volverán mis ojos a ver a mi hermoso bebe…".

En conformidad con dicha petición, don Miguel le respondió a su hija de esta manera: "…Hija mía, se te concede tú deseo, pero una vez que entres en el Convento de las

Madres Religiosas Concepciones en Caracas, nunca más volverás ver a ese niño quien es tú hijo y lleva sangre de nuestra propia sangre…".

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La Venta Chica en el Ávila

"Porque, él nunca podrá pertenecer a nuestra casta social y que el Dios todopoderoso nos perdone y se apiade misericordiosamente de todos nosotros, por lo que hoy estamos haciendo. Pero todos estamos en el sagrado deber de proteger la honrilla de nuestra hidalga familia en estas tierras españolas de ultramar".

¿Y qué de nuestra alta alcurnia, blasón y casa solariega?

¿Qué vaina es esta, vale?

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Iglesia San Sebastián de Maiquetía a finales del siglo XIX

Una vez hecho los preparativos, la comitiva o cotejo en horas de la madrugada comenzó a remontar la cordillera, pasando por la Ermita del Carmen en donde oyeron los sonidos de las campanas y estas letanías, expresadas por nuestras abuelas, bisabuelas y tatarabuelas en aquellos lejanos días: "…El Ángel del Señor anunció a María…".

Y los acompañantes del séquito respondieron con estas palabras: "…Y ella concibió por obra y gracia del Espíritu Santo…".

Con la gracia y abolengo de aquellas matronas mantuanas subiendo por El Guamacho, pasando por La Cabrería, siguiendo por detrás del Castillo de San Carlos, dejando atrás a La Cabrería y al pozo de Quita Calzón, como a La Vigía de Chacón o Fuerte del Príncipe, también conocido como El Zamuro; pasaron por Todo Flores y montaña arriba avanzaron hacia el pueblo de Torrequemada con dirección hacia Los Dos Caminos; paso a paso fueron alcanzando Las Aguadas.

Dejándose a un lado el camino de El Guarapo hacia El Rincón de Maiquetía pasaron a Río Grande, Los Pinos, Sancho Orquíz y El Salto; detuviéronse entre El Hoyo de la Cumbre y La Venta en el oratorio de la familia Espinosa, los hombres que integraban la comitiva fueron a los trapiches y colmaron su sed bebiendo guarapo hecho de azúcar de papelón, el cual se encontraba mezclado con otras cosas, era tan agrio y muy fuerte que casi emborracha al canario Fernando Piar Lottyn; y las damas bebieron de la famosa chicha de arroz que hacían en esos parajes. Allí repararon las cabalgaduras y pusieron a descansar a las bestias en los establos.

Carajo Juvenal, mi mamá decía que esas extrañas bebidas fueron introducidas en esas montañas por un francés que vivía para el año 1.741, en el pueblo de San Sebastián de Maiquetía.

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San José del Ávila en Caracas, año 1.920

Él fue el que creó la guarapita; esa bebida que hoy en día es muy popular Venezuela, y, que no es más que aguardiente claro ligado con limón y bicarbonato. Otras cosas ligadas con aguardiente y guanábana o parchita, no es guarapita, es un cóctel.

¡Así son las vainas, Juvenal!

En horas de la tarde, la comitiva estaba descendiendo por los lados de las Lomas del Viento y La Puerta de Caracas hasta llegar al Convento de las Madres Concepciones, ubicado donde hoy está el Capitolio Federal. Una vez en las puertas del convento, desde su interior emanaba un coro muy sacro y conventual, en el cual se oían estas palabras:

¡Oh María, Madre Mía, Oh Consuelo del Mortal, Ampárame y Guiadme, A la Patria Celestial!

Inmediatamente, la madre superiora encerrada en su traje tétrico y sombrío, y en compañía de algunas religiosas enclaustradas salió a recibir a los integrantes de la comitiva, quienes a escondidas fueron conducidos a una celda preparada en ese monacal recinto, siguiendo las instrucciones del presbítero don Juan Félix Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar.

Lo allí sucedido es parte de esta historia que fue contada a mi señora madre doña Catalina Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez por mi abuelo el General Lino Aranguren Castro, y este a su vez la recibió de la distinguida y honorable dama guaireña, doña Carlota Piar de Syers, hija del General en Jefe Manuel Carlos Piar Gómez.

Además de ser ella la flamante esposa de Míster Robert Syers, natural del Reino Unido en Inglaterra y quien en esos tiempos llegó a ser Cónsul de Dinamarca".

De pronto la madre superiora tomó entre sus manos al niño y jugueteando con él, dijo estas palabras: "…Pobre criatura de Dios, que la Virgen Santísima y Purísima te proteja y guíe tus pasos por siempre…".

Luego llamó a don Juan Félix Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar, y le dijo: "…Reverendísimo Padre, usted no nos visitaba desde el último viernes de Semana

Santa, cuando en ese día salió usted desde este convento centenario con la procesión del Santo Sepulcro en su ataúd de plata y carey, en hombros de los miembros de su cofradía hacia La Catedral. Reverendísimo Padre, recuerde que ese día usted celebró una misa inolvidable…".

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Esquina de Monjas en donde quedaba

El Convento de las Madres Concepciones en Caracas

"….Pero de una vez por todas, pongámosle santo crisma y óleo a este párvulo recién nacido, hijo de María Soledad, quien a partir de hoy vestirá nuestros hábitos hasta que la muerte la separe de esta vida terrenal…".

Inmediatamente, el sacerdote miembro connotado de tan "distinguida familia", mandó a llamar a su sobrina María Soledad para hacerle los actos de constricción y confesión de sus pecados. Desde la parte afuera del confesionario, María Soledad narrando sus pecados y pidiendo absolución y penitencia por ellos, dijo estas palabras:

"…Tío, sé que caí en el pecado, me arrepiento de lo que hice y pido una vez más perdón. Primeramente a usted, y después, a mis amadísimos padres. Tío, devuélvame la gracia de Dios…".

Don Juan Félix Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar, su tío y confesor le dijo estas sus muy "sacras palabras":

"…Sobrina, el sacramento que hoy voy a conceder me es permitido porque pertenezco a la Orden Sagrada de Melquisideck. Pero María Soledad, sobrina mía; por esto que has hecho en contra de la moral y las buenas costumbres, estoy seguro, muy seguro y de eso no hay dudas, ni absolución de tus pecados, que cuando tú mueras en este claustro conventual, tú alma corroída por la concunspicencia de tus propios deseos carnales tendrá que comparecer ante el santo tribunal de Dios…".

"…Sobrina mía, y eso es para que te des cuenta de tus actos irredentos e impúdicos, ya que cometiste un gran error cuando has deshonrado a tú familia y a tus bien amados padres, como a nuestra santa madre iglesia católica, apostólica y romana, como a tú propio espíritu y que Dios nos agarre a todos confesados…".

Después su tío el presbítero, le impuso la siguiente penitencia:

"…Sobrina, la confesión es un acto de penitencia o de reconciliación, vaya hasta donde se encuentra la figura crucificada de Nuestro Señor Jesucristo, y arrodíllese allí rezando 50 padres nuestros, 25 Ave María, 2 Credo y un Yo Pecador…".

"…Y déjeme que lo demás lo hago yo, nojoda…".

Luego el sacerdote comenzó a oficiar la ceremonia religiosa, procediendo a cristianizar al niño, quien en esos momentos en brazos de su verdadera madre reía plácidamente.

"…Señores, señoras, hermanos y hermanas en Cristo; el bautismo es un sacramento que se lo damos a nuestros hijos cristianamente, con este acto nacemos espiritualmente a la vida los hijos de Dios, con él borramos el pecado original y es cuando en verdad entramos a formar parte de esta milenaria Iglesia…".

De pronto el cura le preguntó a su sobrina María Soledad:

Dígame usted, sobrina: ¿Cuál es el nombre que ante la pila bautismal llevará cristianamente de ahora en adelante su hijo?".

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Mantuana caraqueña en la época colonial

Y María Soledad, le contestó:

"…Tío, en vista a que nunca más podré volver a ver a mi hijo, agradézcole le bautice con los nombres de su verdadero padre; en primera, Manuel, en memoria de su más remoto abuelo don Manuel de Braganza, llamado "El Afortunado". Porque mi hijito es descendiente de don Juan de Braganza, quien a su vez es descendiente bastardo del Rey Juan I de Aviz, y de la Reina Isabel "La Católica" de Castilla y Portugal; como del Rey Carlos V de Alemania y I de España…".

"…Y en segunda, Carlos, en recuerdo de mí adorado amante, don Carlos de Braganza, quien en su pensamiento ignora que en estas tierras meridionales dejó un vástago de su noble extirpe y sangre; y en tercera, Miguel, en nombre de mi amadísimo padre…".

Don Juan Félix, siguiendo el ceremonial litúrgico y ritualistico en conformidad con el Santo Concilio de Trento, ungiendo al niño con aceite y sal en la frente y después rociándole agua y que bendita en su cabeza, dijo: "…Dominus Vobiscum…".

"El Señor esté contigo"

Y los presentes contestaron:

"Et Cuo Espíritu Tuo" "Y con tú espíritu". "Manuel Carlos Miguel, Te bautizo en el nombre

Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo".

Respondiendo todos los presentes: AMEN.

Luego le dijo a los allí presente reunidos todos en dicho ancestral convento de madres religiosas, estas palabras:

Acompáñenme en esta oración:

"Por la Santa Cruz De nuestros enemigos

Líbranos Señor Dios nuestro, Por el nombre del Padre, y del Hijo

Y del Santísimo Sacramento" Amén. Jesús.

"Padre Nuestro Dios, Que estás en el Cielo,

Se reverenciado tu nombre, Danos el Cielo,

Hagamos mi voluntad Acá en la tierra

Cómo lo que están en el Cielo. Nuestro sustento cotidiano Dánosle hoy

Y perdónanos nuestros pecados A nosotros,

Cómo nosotros perdonamos A nuestros enemigos,

No permitáis, que pequemos, Cuando somos tentados Para pecar.

Líbranos o apártanos De todo mal".

Amén.

Concluido el "ritual cristiano, católico y que muy romano" por parte de tan maquiavélico sacerdote, sin sentimiento alguno; don Miguel de Xeréz y Aristigüieta Lovera le hizo entrega del párvulo Manuel Carlos Miguel a la partera María Isabel Gómez Quemp y a su marido Fernando Piar Lottyn, quien no tenía ninguna parentela con el General Carlos Soublette Piar y Xeréz Aristigüieta, porque ambos pertenecían a castas diferentes.

Juvenal, aquí juega un rol más un ilustre miembro de tu familia, como lo fue el caroreño fraile Ildefonso Aguinagalde Luque, quien llegó a ser el profesor de latín de su paisano e ilustre prelado don José Manuel Arroyo Niño y Ladrón de Guevara quien llegara a ser el V Obispo de la Diócesis de Guayana, preconizado por el Papa Pío IX el 20 de Junio de 1.856, siendo después consagrado el 7 de Diciembre del mismo año.

Quien conjuntamente con el ilustre masón e historiador don Bartolomé Tavera Acosta dan fe de haber visto personalmente la partida de nacimiento del General Manuel Carlos Miguel Piar y Gómez en el Convento de las Madres Concepciones de Caracas.

En mi familia se comentaba que el Presidente Dr. Juan Pablo Rojas Paul "Coto" y el Juez Ovalles, conjuntamente con el General Antonio Guzmán Blanco pudieron tener en sus manos la fe de bautismo del General Manuel Carlos Piar y Gómez.

Dicho convento de religiosas fue expropiado el 11 de Septiembre de de 1.872. Contaba en aquellos tiempos la vieja matrona doña Catalina Aranguren Bravo de Sánchez lo siguiente:

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Monja perteneciente a la familia Del Libertador Simón Bolívar

"Mi tío Gregorio Bravo nos contó que él recordaba cuando la abadesa de ese convento, Sor María Teresa de las Llagas, quién en su vida profana se llamó María Teresa de Castro Ibarra, familia de la esposa del General Antonio Guzmán Blanco y descendiente de la familia del propio Libertador Simón Bolívar.

A eso de las cinco de la tarde del 9 de Mayo de 1.874, tan reverenda madre acompañada de sus religiosas, una a una fueron en contra de su voluntad abandonado el claustro de su antiquísimo convento, donde iban a estar a perpetuidad".

"Don Gregorio Bravo manifestó que la abadesa se negó a entregarle a las autoridades del gobierno los papeles que sobre el convento pedían, al igual que algunas reliquias u objetos de gran valor; encontrándose entre los papeles el acta de bautismo del General Manuel Carlos Miguel Piar y Gómez".

Siendo más adelante demolido y construyéndose en su lugar el Capitolio Federal por instrucciones del "Ilustre Manganzón Americano", General Antonio Guzmán Blanco. A quién en Francia por sus extraños ademanes mariconófilos llamaban "Maripoceta".

Inclusive, el bastardo General Antonio Guzmán Blanco fue quién descaradamente inventó la amañada fe de bautismo que aparece en una iglesia de la isla de Curazao; valiéndose de su influencia masónica al respecto; pretendiendo dejar la figura de nuestro inmortal guaireño en las sombras de la oscuridad misma.

En verdad, el cuadro que se presentó en ese infernal y diabólico, y qué convento de madres religiosas era muy dantesco. Ya que en el momento en que los falsos e impostores padres del niño Manuel Carlos salían de ese dantesco recinto monacal, sólo se oían los lamentos de aquella infeliz mujer quien con sus desesperados gritos y con el rostro

compungido, y devorado por la locura misma pedía le regresaran su criatura.

Contaban mis antepasados que esa joven no viviría por muchos años esa amargura, ya que sus ensordecedores y aborrascados gritos fueron los siguientes:

"…Regrésenme a mi hijo, no me lo arrebaten, tronco de ladrones. Ustedes son unos asesinos y están cometiendo un crimen bárbaro, esa es una crueldad insana en mi contra…".

Y ella muy religiosa y gregorianamente recitó estas palabras:

"Madre mía, tu nombre es Josefa, Y tú apellido es Blanco Herrera, No permitas tal infamia,

Dile que me entreguen A mi vástago,

Porque de pesar moriría, En este lacrimal aposento"

Juvenal, por si fuera poco, cuando las personas que estaban presentes en tan nefasto acto bautismal, sorprendidos y aletargados, y aún mirando hacia atrás oían la voz aterradora de tan infeliz dama.

En este caso a María Soledad Xeréz Aristigüieta Bolívar y Ponte o Sor María de la Concepción quién era la verdadera madre del párvulo Manuel Carlos Piar Gómez.

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Capitolio Federal de Caracas, en donde antiguamente Estuvo el Convento de las Madres Concepciones.

Cuando ella agobiada por el llanto, melancólica y suplicantemente le gritaba a las personas allí presentes, casi todos miembros de su acaudalada familia, estas tristes palabras: "clemencia, por piedad; clemencia, clemencia".

Caramba, Juvenal, así actúan los ricos y los que tienen mucho dinero en este país, se valen de su inmenso poder para destruir al ser humano, sólo por el hecho de mantener un honor lleno de la mayor inmoralidad y desfachatez posible.

Esas cosas siguen sucediendo en estos tiempos, porque yo las he vivido en carne propia. Recuerda que yo vengo de ese linaje también y mis primeros hijos pasaron por una situación de carácter racial parecido.

Luego el notario que acompañaba al presbítero y Dr. Don Juan Félix Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar, tomando un libro donde registraban los bautizos de los hijos de los pardos, le dio registro a tan trascendental acto bautismal.

Juvenal, carajo vale; que vaina esa, figúrate lo que le dijo el desgraciado cura ese a sus familiares y a quienes presenciaron el bautizo del General Manuel Carlos Miguel Piar Gómez.

Y el profesor Aguinagalde le preguntó algo sorprendido al maestro Sánchez Aranguren lo siguiente:

Maestro Sánchez: ¿Y qué fue lo que dijo el padre Juan Félix Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar en ese natal día del héroe de Chirica, Manuel Carlos Piar?

El maestro Santiago Francisco Sánchez Aranguren le respondió bajo estas palabras:

Juvenal, ese gran paria y embatolado vagabundo en ese momento expresó estas palabras:

"…Queridos familiares, religiosas, clérigos, frailes y sacerdotes, amigos todos de nuestra familia, nadie se puede enterar de este acontecimiento ni en Caracas, ni en los valles del Tuy y mucho menos en La Guaira…".

"…Porque a veces creemos que las calles son solitarias y las paredes de las casas son silenciosas. Pero la vaina no es así, ya que hay oídos que nos acechan y ojos que miran más allá de los cerrojos de las puertas mismas…".

"…Ya que de saberse lo que aquí está sucediendo, sería la perdición de nuestra inmaculada familia. Comprendan ustedes que los arrieros que circundan todas estas serranías y comarcas con sus cargas y arreos de burros pueden ser los voceros y testigos de lo que ha pasado hoy aquí…".

"…Y si los políticos enemigos de los mantuanos y de la familia se ponen al conocimiento de lo antes dicho, entonces el chisme llegaría más allá del mar océano. Por eso, debemos guardar silencio absoluto de lo visto, tratado y hablado en estos días, sobre esta nuestra gran tragedia familiar…".

"…Caso contrario, me haré valer de mi poder para reparar cualquier daño que vaya en contra del honor de los Xeréz y Aristigüieta. Recuerden siempre lo que en estos momentos he dicho, nojoda; y cuídense de una excomunión, carajo…".

Juvenal, sobre estos hechos debo decirte que mi ilustre abuelo el General Lino Aranguren Castro llegó a ver con sus propios ojos la partida de bautismo y nacimiento del General Manuel Piar.

Él decía que tan preciado documento estuvo en las manos del General Antonio Guzmán Blanco y en las del Dr. Juan Pablo Rojas "Coto" Paúl quien fuera Presidente de la República de Venezuela en 1.888 y también fue vista por un juez de apellido Ovalles.

Ambos la vieron en los archivos del convento de las Madres Concepciones de Caracas, dando información de ello a don Andrés Herrera Vega, abuelo del Dr. Francisco Herrera Luque. Igual criterio sostenía su hija Carlota Piar de Syers, natural del puerto de La Guaira.

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Iglesia en donde contrajo matrimonio en Curazao El general en jefe Manuel Piar

Lo curioso del nacimiento del General Manuel Carlos Piar fue que la partida de bautismo que aparece con fecha 28 de Abril de 1.774, en los archivos de la isla de Curazao hacen referencia a un niño llamado Manuel María Francisco y en realidad el General Manuel Piar jamás usó esos nombres en su vida.

Pero lo curioso de todo eso fue que el cura párroco de Curazao, de apellido Gijlswk expidió una constancia que rezaba así: "…Certifico: que en los libros de la Iglesia Madre de esta ciudad no existe en ninguna parte de los libros de bautismo el de Manuel Piar hasta el año 1.780…".

Dando fe el señor Herman Leiva en su condición de Cónsul de los Estados Unidos de Venezuela en la isla de Curazao que la firma del presbítero Gilswyk era autentica y así se hizo constar en fecha 10 de Enero de 1.914.

A los 100 años del nacimiento del General Manuel Carlos Piar, justamente en el año 1.884, "El Ilustre Manganzón Americano" y General Antonio Guzmán Blanco, en su condición de Presidente de la República de Venezuela mandó a quemar el documento encontrado en el Convento de las Madres Concepciones de Caracas.

Porque dicha fe de bautismo, según el afrancesado y delincuente de Antonio Guzmán Blanco, ofendía el honor de la familia Xeréz y Aristigüieta, de la cual era descendiente.

Ya que su padre don Antonio Leocadio Guzmán se había casado con doña Carlota Blanco hija de Antonia Xeréz Aristigüieta y Blanco Herrera con don Bernardo Blanco Strickland natural del valle de la Orotava en Santa Cruz de Tenerife en las islas Canarias.

Hay relatos de que don Miguel de Aristigüieta dirigiéndose en una misiva a su primo hermano el General Carlos Soublette y Xeréz Aristigüieta, haciendo referencia sobre su otro primo el Libertador Simón Bolívar y Palacios, expresó lo siguiente:

"…lo único que yo no le perdonaré nunca fue la forma en que sacrificó a Manuel Carlos; pues como él sabe, como yo, que por las venas de éste corría sangre de nobles y sangre de su sangre…".

El General Luciano Urdaneta natural del pueblo de Santa Fe de Bogotá, Departamento de Cundinamarca en la República de Colombia y quién a su vez era hijo del General Rafael Urdaneta Farías fue el arquitecto que diseñó el Capitolio Federal, sede de la actual Asamblea Nacional en Caracas.

El General Luciano Urdaneta egresó en la tercera promoción de la Academia Militar de Venezuela en 1.843. Siendo su hermano el Teniente de Ingenieros Rafael Urdaneta, director interino del alma mater del ejército venezolano; cuyo curso militar fue el siguiente:

1.- Francisco Losada

2.- Pedro Bracho

3.- Luciano Urdaneta

4.- Eduardo Espelosin

5.- Felipe Estévez

6.- Serapio Pérez

7.- Carlos Mendoza

8.- Simón Mendoza

9.- Juan Carranza.

En ese mismo año procedieron a demoler el Convento de las Putísimas Madres Concepciones de Caracas. El cual fue inaugurado en 1.637, durante el obispado del fraile Juan López Agurto de la Mata. Encontrándose en su interior y en sus catacumbas restos de niños y niñas, curas y monjas; en donde se presumía hacían: "…Orgías clericales, monacales y conventuales, con sotanas y hábitos arriba…".

Sobre ese convento don José de Oviedo y Baños en una ocasión dijo estas palabras:

"…Es un vergel de perfecciones y cigarral de virtudes…".

Juvenal, esa vaina lo que era un vergel o cigarral de putas, eso es lo que era en verdad ese maldito convento.

¡Qué Iglesia tan degenerada y vagabunda, carajo!

Pero amigo Juvenal, cuando se fue a enclaustrar a la joven María Soledad Xeréz Aristigüieta y Bolívar Ponte a su celda en el convento, la Madre Superiora le preguntó:

La Abadesa del Convento de las Madres Concepciones mandó a meter en una de sus celdas a la joven Soledad Aristigüieta, para comenzar a realizar los rituales de derecho a noviciado o derecho a piso.

Soledad Aristigüieta reunía todas las formalidades que ellos exigían, a pesar de lo que le había pasado en sus amoríos con el Príncipe Carlos de Braganza, cuyo resultado fue el nacimiento del futuro General Manuel Piar.

Soledad era de raza blanca y de conocida limpieza de casta, su decencia de notoria quedaba en evidencia, al igual que su reputación, no tenía mezcla alguna de mulato, moro o judío, no tenías aparentemente ninguna cuenta con el Santo Tribunal de la Inquisición. De pronto la abadesa con sus monjas con el rostro cubierto, en el coro del convento le hace la pregunta a Soledad:

¿Es de su libre consentimiento y espontánea decisión, sus deseos de pertenecer a nuestro convento a perpetuidad?

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El puerto de La Guaira a finales del siglo XIX

En verdad, la joven Soledad Aristigüieta no tenía deseos de responder a tan nefasta pregunta, lo que deseaba era salir de allí despavoridamente a encontrase con su niño en manos de la negra Isabel Gómez.

Y la abadesa en su histerismo lesbo-psíquico le gritaba:

"…Soledad, respóndame usted la pregunta que le hice, responda…".

La joven algo llorosa y con mucha melancolía, le dio la repuesta afirmativa que esperaba la abadesa del convento. Luego le fueron haciendo infinitas preguntas que estaban relacionadas con su vida moral, espiritual, en artes y oficios, entre otras cosas.

Después la comunidad realizó una votación secreta en una caja, donde obtuvo una votación unánime en granos e cacao, lo que significaba su aceptación al noviciado. No obtuvo ningún grano negativo de maíz.

Seguidamente, la novicia con una vela encendida llegó hasta el coro del convento aún con sus galas mundanas puestas. Una religiosa se apareció con una bandeja en manos en donde traía el hábito de religiosa, el anillo y la cuerda que se colocan en el hábito a la altura de la cintura.

Se hicieron presentes los padrinos de la novicia en tan extraño acto ritualistico y litúrgico, subiendo ella al altar y arrodillándose, salían las demás religiosas en procesión hacia el coro, precedidos por cirios, cruz y acompañamiento. Soledad tocó tres veces la puerta del convento, arrodillándose nuevamente continuó respondiendo las preguntas que la abadesa le hizo. Ella la tomó de la mano y fue hacia la clausura.

¿Qué pasó allí?

¿Qué le dijo?

Nunca lo sabremos. Desde allá Soledad regresó vestida de religiosa, con hábito de color azul pardo y manto azul de estameño, cantando el coro el Veni Creador. De esa manera y a partir de ese momento, cambiaría su vida para siempre en ese claustro monacal, de quién en vida se llamó María Soledad Aristigüieta.

La abadesa nuevamente le hizo la siguiente pregunta a la nueva noviciada:

María Soledad, hija mía en Cristo Nuestro Señor; pronto te desposarás con él y comenzarás a vestir nuestras sagradas vestiduras; por el amor de Dios: ¿Cuál nombre deseas llevar a partir de hoy?"

Y María Soledad golpeada aún con su melancolía y tristeza, con los labios temblorosos y descendiendo sus lágrimas por tan bellas mejillas, le respondió a la madre superiora, bajo estos términos:

"…Beatísima Madre, como toda casa solariega tiene un ángel guardián o custodio y nuestra familia está dedicada a la Virgen de la Inmaculada Concepción, su santa patrona, desde que salimos de España hacia estas tierras hace varios siglos atrás…".

"…Ella es la protectora de los conquistadores, artistas y de quienes tengan la honra de libertar a las castas más pobres; del cual espero que mi niño llegue en su largo camino por

estas tierras de la creación divina, en ser el libertador de las castas más oprimidas, esclavizadas y avasalladas…".

"…Por esto a partir de hoy y para siempre llevaré el nombre de Sor María de la Concepción, como símbolo de la esclavitud a perpetuidad a que me han sometido mis familiares y parientes en nombre de un honor que dicen he mancillado…".

Diciendo la Madre Superiora o Abadesa del convento, lo siguiente:

¡Pobre muchacha, pobre Soledad, la cosa se le ha puesto peliaguda!

Interviniendo en esos momentos su tío el canónigo don Juan Félix Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar, le dijo estas consoladoras palabras a María Soledad, su queridísima sobrina:

"…María Soledad, sobrina mía; no te asustes por tu enclaustramiento en este convento. Recuerda siempre, que aquí estuvieron nuestras parientes María Isabel de Palacios y Gil Aguirre, Josefa, Rosalía y Francisca de Palacios…".

"…Al igual que Ana Juana de Palacios Sojo, esta última hija de nuestros antepasados el Capitán José de Palacios Sojo con Juana Teresa de Sojo…".

"…Sin olvidar a los sacerdotes Francisco y Antonio de Bolívar, ambos bisnietos de nuestro más remoto abuelo el conquistador y Procurador, Capitán Don Simón de Bolívar, llamado cariñosamente por nuestros antepasados como "El Viejo", fundador de su hijodalgo apellido en estas provincias…".

"…María Soledad, ve a tu celda; y desde ya encomienda tu alma al creador, y recuerda que este convento fue creado por nuestros antepasados para enmendar nuestras penas y espíritus hasta el día del juicio final…".

Lo cierto del caso, fue que Sor María de la Concepción o María Soledad Xeréz y Aristigüieta, la verdadera madre del General Manuel Carlos Piar con el transcurrir del tiempo y siendo muy anciana terminó sus días en ese enclaustrado convento. Su cuerpo fue sepultado a escondidas en el cementerio de las monjas; el cual estaba ubicado en el sitio denominado El Castillo de las Monjas, el cual se encontraba situado entre la antigua Hacienda de Osma a Uritapo, en la costa entre los Caracas y Chuspa, litoral central del hoy Edo. Vargas.

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Convento de la Merced en Caracas Destruido en el terremoto del año 1.812

Pero el viejo Andrés Arcaya, ese mismo anciano quien en vida fuera dueño de una gran cantidad de camiones en la Calle Real de Pariata, donde una calle lleva su coriano e

ilustre apellido; en una ocasión manifestó que el zambo Sabás Pariata le había contado por allá por los años treinta del siglo XX, lo siguiente:

Andrés, en cuanto al nacimiento del General Manuel Piar hace muchos años atrás se contaba por estos predios de Maiquetía y la Guaira misma, que en una ocasión la partera María Isabel Gómez le recitó a doña Joaquina Sánchez, la mismísima mujer de José María España, en relación al caso Piar, la siguiente décima:

"Cuándo la Virgen se halló Doncella y embarazada, Dijo que estaba preñada, Como un ángel lo anunció.

Un hijo pariera yo, Más lindo que las estrellas, La más alta entre las bellas Colina del cielo sin sombra.

Hijo que es Dios y me asombra. Madre soy, aunque doncella"

Mira Andrés, allá en la isla de Curazao cuando yo navegaba en una de esas falupas que iban desde La Guaira a Otrabanda, en una ocasión que fui a visitar una iglesia de esa isla holandesa y pude ver una partida de bautismo, en donde algunas personas me dijeron que esa no era la fe de bautismo del General Manuel Carlos Piar y Gómez, ya que allí decía:"…Manuel María Francisco, hijo natural de María Isabel Gómez.

Si el General Manuel Piar era hijo natural de esa partera, quien era muy conocida en estos predio y aún se recuerda mucho, entonces él no podía llevar el apellido Piar sino Gómez. Es por ello que yo pienso que el niño Manuel Carlos Miguel Piar y Gómez no es el mismo que aparece en esa partida de bautismo. Allí se ve que lo suplantaron por otra criatura que nada tiene que ver con él.

Yo sí creo que esos grandes cacaos del ayer ocultaron una vaina que con el tiempo tendrá que descubrirse, vale. Y creo que con los años sabremos la verdad verdadera sobre los orígenes de ese guaireño que casi nadie conoce. Andrés, de eso estoy muy seguro vale.

Juvenal, así fue como la verdadera madre del General Manuel Carlos Piar Gómez tomó los hábitos en honor a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Presumimos que este suceso se dio en diciembre del año 1.774, ya que en ese mes y año, un sucesor del Papa San Pedro y Vicari Filhe Dei creó el dogma de la Inmaculada Concepción.

Figúrate Juvenal, que en mi familia se le rendía culto a la virgen de Nuestra Señora de la Merced y es tan así que usaban hábitos semejantes al de los curas mercedarios para poder hacer sus promesas.

Mira que mi primo hermano Raimundo Pérez Aranguren, hijo de mi tío Eleuterio Pérez (descendiente de los canarios que llegaron a San José de Galipán) y mi tía Ignacia Aranguren Bravo quién en nuestros días aún conserva la sagrada efigie de dicha virgen que por muchísimos años llevó mi ilustre bisabuelo en la silla de su montura de cabalgar en las diferentes acciones de armas donde él gallardamente participó en su larga vida militar y política en Venezuela.

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Nuestra Señora de la Merced

Y tengo que manifestarte que ese primo es conocido por todos nosotros como Mundo Pérez Aranguren quién de hecho es un hombre egoísta y si se quiere mala intencionado; muy parecido a su difunto padre.

Caramba Juvenal, si yo te cuento algo, a lo mejor tú no lo crees, vale. Fíjate, que la Virgen de las Mercedes es la patrona especial de Caracas; ya que así lo definió su Cabildo.

Eso sería por allá por el año 1.638, cuando la plaga de ajorra arruinó las siembras de cacao y fue así como en sesión solemne del cabildo, tal vez sería en el 14 de Julio de ese año; en donde don Gabriel Navarro del Campo sugirió que ante la situación por la cual pasaba la ciudad era necesario elegir un santo por abogado para que intercediera ante Nuestro Señor.

Cónchale vale, esa propuesta fue acogida por unanimidad, siendo elegida Nuestra Señora de las Mercedes. Destacándose, que todos los años se le tenía que hacer una fiesta y eso fue corroborado en un cabildo abierto. El 20 de junio asistió el gobernador y Capitán General de la Provincia, General Ruy Fernández de Fuenmayor, quién estaba acompañado de muchos vecinos y vecinas de la ciudad.

Y en tierras de la actual Parroquia San Juan se construyó el primer convento de padres mercedarios, que más luego fue destruido por el terremoto del 11 de Junio de 1.641 y que fue conocido como el terremoto de San Bernabé, siendo profetizado en esa ocasión por el "Loco Saturnino". Una vez reconstruido dicho convento fue destruido nuevamente por el terremoto de 1.812.

El 24 de Septiembre de cada año le celebramos su fiesta a Nuestra Señora de la Merced. En la subida hacia Caraballeda existía el Convento de Monjas de La Merced, de las cuales muchas de sus reliquias antiguas están en un colegio regentado por madres mercedarias y por algunos vecinos de tan antiguo poblado.

Caramba Juvenal, mis familiares siempre se destacaron por su religiosidad, yo recuerdo que cuando falleció mi recordada madre en los primeros días de Diciembre de 1.972, a la edad de 74 años, allá en el Hospital "San José" de Maiquetía. Ella fue vestida con el habito de Nuestro Seráfico Padre San Francisco, ya que esa era la tradición familiar, que creo ha desaparecido en todos sus descendientes, vale.

Juvenal, quiero decirte que en los relatos históricos de mi familia, por voz de mí adorada abuela Dolores Bravo de Aranguren Castro oí que en el año 1.721. Yo creo que el

14 de Febrero de ese mismo año, partía el fraile Luís de Aranguren desde los santos lugares en Palestina, hoy Israel, con rumbo a España.

Él era uno de nuestros antepasados quien tuvo la dicha de recibir la sagrada imagen del Niño Jesús de Belén, de las propias manos del fraile Baltasar Caldera de Miranda y del padre Domingo de Lardizábal.

El fraile don Luís de Aranguren en su retorno a España debía entregarle a la Reina Mariana de Austria, la sagrada imagen del Niño Jesús de Belén Pero a su arribo a España, la Reina había fallecido. Conservándolo él en su poder y con el correr del tiempo fue designado Comisario General de Indias, quien viajando desde España a Venezuela con tan venerada figura al llegar a estas tierras la dio en donación a la iglesia de San Francisco de Caracas.

Es por ello que mi señora madre Catalina Aranguren Bravo de Sánchez Jiménez aún conservaba la tradición de recibir siempre en casa al Niño Jesús en los tiempos de navidad. Para de esa forma poder rendirle la devoción cristiana que desde tiempos inmemoriales le hacíamos en nuestra tradición familiar.

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Virgen de las Mercedes

Patrona de la familia Aranguren en España y Venezuela

Lo curioso de todo esto, es que al lado del Niño Jesús de Belén está la imagen de Nuestra Señora de la Luz. Debo decir, que mi hermana Juana Norma Sánchez Aranguren de Acosta Álvarez está casada con un isleño de Canarias llamado Antonio Acosta Álvarez, conocido en viejos tiempos como "El Lechero", quién nació en Guía de Isora, Santa Cruz de Tenerife, cuya patrona es la Virgen de la Luz.

¿Qué curiosidad del destino, vale?

Quiero decirte que en una de esas guerras civiles que de guerra nada tenían, porque

eran más bien "un corrí y corrí entre los bandos en pugnas". Ya que la mayoría de los generales eran "roba gallinas y cochinos".

En una de esas escaramuzas, mi bisabuelo hizo preso en el pueblo de San José de Galipán al godo y manflórico General José Antonio Velutini Ron, miembro genuino de la aristocracia caraqueña, quien acobardado se atrincheró en una casa de ese sitio. Ese gandul era un patiquín más, como todo cobarde caraqueño temeroso de la pólvora y del crujir de los sables y bayonetas.

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General José Antonio Velutini Soto

Juvenal, es tan así, que el General José Antonio Velutini Soto hubo que sacarlo debajo de un catre de su propia casa. Ese tipo era un tronco de gafo y bobilandio, y era tan cobarde que saliendo del escondrijo lloriqueando como un verdadero marico encapillado, le decía a mi bisabuelo el General Lino Aranguren Castro, estas palabras:

"…General Aranguren, no dispare, no lo haga. Yo no me meto nunca más a echar vainas en contra del General Antonio Guzmán Blanco; a partir de este momento reconozco los postulados de la Revolución de Abril de 1.870. General Aranguren, perdóneme la vida, se lo sabré agradecer siempre, perdónemela por el amor de D_os y la Santísima Virgen…".

Aguinagalde, mi bisabuelo lo llevó detenido a Caracas y a ese General en Jefe José Antonio Velutini Soto, de origen corzo lo remitieron preso a la cárcel de La Rotunda. Lo más curioso de la cosa, fue que ese general godo y marico es el padre de doña Clementina Velutini Couterier quién estaba casada con don Carlos Liscano. Mejor dicho, es el abuelo del poeta don Juan Liscano Velutini quién nació en Caracas en 1.915.

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Dr. Rafael Caldera Rodríguez y Monseñor Jesús María Pellín

Mira juvenal, el Dr. Rafael Caldera Rodríguez es hijo expósito del Obispo Jesús María Pellín con una monja de la familia Liscano en Yaracuy; esa es la mera verdad de las cosas y se puede ver en el parecido que hay entre ambos y su forma fascista de pensar dentro de la extrema derecha demócrata-cristiana en Venezuela.

Y sería bueno comparar las fotos de ambos y abrir el debate en esa dirección, ya que dentro de la iglesia católica venezolana se siguen practicando por parte de la jerarquía eclesiástica prácticas de abortos, pedofilia, homosexualidad desenfrenada y hay prelados y sacerdotes que han dejado hijos e hijas abandonados ocultando sus bajas pasiones y conducta dentro del marco de la falsa moral cristiana.

Juvenal, a veces uno no se explica cómo hay historiadores que tratan de desvirtuar la realidad sobre el verdadero nacimiento del General Manuel Carlos Miguel Piar y Gómez; tal es el caso del novelista de historia fabulada don Francisco Herrera Luque quien al respecto en su obra: "Los Amos del Valle", en el Tomo I, nos quiere dar a entender que el verdadero padre del General Manuel Piar fue el propio padre del Libertador Simón Bolívar, en este caso don Juan Vicente Bolívar y Ponte, cuando se atrevió a decir lo siguiente:

"… Si tu hubieras medido tus pasos al casarte con la nieta de Salucita, no tendrías a tu hijo José Félix con el pelo chicharrón, ni le hubieras puesto un hijo a María Soledad Aristegüieta, el bachaquito ese que hacen pasar por hijo de una comadrona y que llaman Manuel Piar…".

Juvenal, y en cuanto a tú paisano y mi gran ex-amigo el reaccionario de extrema derecha e historiador Manuel Alfredo Rodríguez, bebedor de caña como yo, ya que juntos fundamos al partido Acción Democrática (AD).

Hace muchos años que ya no milito con ellos y menos en ese partido, el cual abandoné sus filas para siempre desde los tiempos en que el maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa se separó de ellos para fundar el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) en 1.968.

Juvenal, Acción Democrática desde esos lejanos días dejó de ser el partido del pueblo". "Bueno, recordemos aquellas palabras del Dr. Manuel Alfredo Rodríguez cuando

edu.redsobre la vida del General Manuel Piar expresó en una de sus obras, lo siguiente: "…Era María Soledad la madre de Manuel Piar, se le hizo pasar por hijo de una mulata curazoleña y de un canario de apellido Infante…".

Pero hubo "historiadores deslustrados" de la IV República en los siglos XIX y XX quienes se atrevieron a decir que el General Manuel Carlos Piar y Gómez es hijo de Soledad Xeréz y Aristigüieta con don Marcos José de Ribas y Bethencourt, padre del General José Félix Ribas y Herrera.

¿Qué vil ofensa e ignominia, para tan grandes adalides del pueblo venezolano?

¡Cónfiro vale!

¿Cuál será el motivo por el cual esos historiadores y escritores academicistas venezolanos pretenden desvirtuar y desconocer los reales y verdaderos orígenes del General en Jefe Manuel Carlos Piar?

Don Manuel Taybó sobre los orígenes y raza del General Manuel Carlos Piar sostiene lo siguiente:

"…He aquí otros documentos y testimonios donde se afirma que Manuel Carlos Piar era hijo del Príncipe y de Belén Aristeguieta: Leandro Aristeguieta hace la siguiente afirmación por escrito en San Félix el 26 de agosto de 1906: La señorita Soledad Xeréz de Aristeguieta casó secretamente con un Príncipe de Braganza. En el año de 1874 me encontré en Caracas con el Deán de esta Catedral, Pbro. José Leandro Aristeguieta, mi tío carnal, quien me informa que el general Juan de Mata Guzmán había ido a buscarle en nombre de su hermano el general Antonio Guzmán Blanco, Presidente de la República, y que éste le había mostrado unos documentos que en pergamino que fueron encontrados por el Dr. Zacarías Briceño en los archivos de Maturín; documentos que comprueban eficazmente el matrimonio de la señorita Belén Soledad Xeréz de Aristeguieta con el Príncipe de Braganza, y los cuales deben existir en los archivos de la sucesión Guzmán Blanco. La madre de Guzmán Blanco, como ya hemos dicho, era sobrina de Doña Belén Soledad Xeréz de Aristeguieta. (Cita de Tavera Acosta, Anales de Guayana). Don José Aristeguieta, nieto de Don Miguel de Aristeguieta y sobrino de la enigmática Belén Soledad escribe: que habiéndole llamado la atención que el Pbro. José Félix Blanco cada vez que se refería a Piar lo llamaba el Príncipe, le preguntó a su abuelo por la razón de tal apodo, respondiéndole éste: Piar era mi primo, hijo de don José de Braganza y Doña Belén Soledad Xeréz de Aristeguieta. Existe una carta muy significativa de Don Miguel de Aristeguieta a su primo Carlos Soublette, donde le dice, refiriéndose a Bolívar: lo único que yo no le perdonaré nunca es la forma en que sacrificó a Manuel Carlos: pues como él sabe, como yo, que por las venas de éste corría sangre de nobles y sangre de su sangre. Observa Tavera Acosta, que esta carta existe en el archivo de la familia Soublette. A comienzos de 1986 el Dr. Enrique Aristeguieta entrevistó en Puerto Cabello, donde vivía, á Vicente Emilio Perrone, de 79 años de edad, hijo del Sr. Domingo Perrone. Ratifica el Sr. Perrone el juicio, la hija de Piar, María Isabel Piar Boom, engendró dos hijas naturales: Emilia, su antepasada, y Carlota Piar, quien casó con Lord Robert Syers, siendo los padres de Roberto Syers Piar, quien publicó importantes estudios, igualmente silenciados, sobre su ilustre abuelo…".

Juvenal, pero continuemos con estos interesantes relatos sobre la vida y obra, de quien fuera el más grande de los generales en jefe de nuestra guerra de independencia, como lo fue Manuel Carlos Miguel Piar y Gómez, el hijo inmortal de La Guaira y gloria de Guayana, por los albores de la eternidad misma:

Una vez que María Isabel Gómez Quemp y Fernando Piar Lottyn arriban a su

ranchito en el Puerto de La Guaira, trayendo consigo al niño Manuel Carlos quien de ahora en adelante daba comienzo a su leyenda e historia.

El niño Manuel Carlos Piar Gómez se formó como caletero en los trabajos arduos y rústicos que a diario realizaban los esclavos y pardos en los muelles del puerto de La Guaira; ayudando en múltiples ocasiones a su padre Fernando en las duras faenas que realizaban los marinos y pescadores en tan turbulentas aguas.

El joven Manuel Carlos Piar siempre miró el Mar Caribe como parte de su futuro peregrinar en busca de la libertad ansiada por todos los desposeídos en esta capitanía general de Venezuela; de esa forma fue creciendo y desarrollándose como un ser con aspiraciones de ver algún día a su lar natal y a su patria libre de todo yugo y opresión.

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Puerto de La Guaira, lugar de las mocedades y juventud del niño Manuel Carlos Piar y Gómez

El niño Manuel Carlos Piar fue llevado por sus falsos padres a la isla de Curazao en donde ellos tenían familia.

Mejor dicho, ellos llegaron fue el barrio de Otrabanda en Willemstad, capital de la isla, donde transcurrió parte de su infancia.

Cónchale vale, esa zona era habitada por los pobres de Willemstad, donde pululaban marineros, hombres y mujeres humildes. Fíjate Aguinagalde como serían las cosas en ese tiempo, que a un gran carajo cura franciscano de la iglesia de Santa Ana, una vez dijo: "…El General en Jefe Manuel Carlos Piar se crió dentro de un gran burdel llamado Willemstad…".

Lo cierto del caso, fue que el niño Manuel Carlos Piar Gómez logró entender que su lugar de crianza era refugio de los desamparados, oprimidos y perseguidos, y un día pasando por la Calle Rif acompañado de Fernando Piar Lottyn, al ver que azotaban y castigaban a los esclavos triados desde la Guinea Ecuatorial portuguesa en el continente africano, le hizo la siguiente pregunta a su padre adoptivo:

¿Por qué azotan a esas personas, padre?

¿O es qué no son seres humanos también, como nosotros?

Bueno Juvenal, el niño Manuel Carlos Piar comenzó a conocer desde su infancia las

penas y penurias de los hijos de la negritud africana en estas tierras de la América Meridional.

En verdad, su condición de pertenecer a la casta de los pardos en la isla de Curazao, lo conllevó a vivir en carne propia la intolerancia religiosa hacia el color de la piel de los seres humanos que habitaban dicha isla; figúrate como era la vaina allá, que los protestantes permitían enterrar en sus cementerios a los católicos, pero tenían que ser de raza blanca.

Allí en esa isla de Curazao, donde muchos historiadores estúpidos de la ilustración venezolana dicen que nació este adalid de nuestra primera gesta independentista, fue justamente donde sufrió como infante una gran discriminación en su condición de pardo; pero él tenía algo importante y era que había nacido como una persona libre. A pesar de que no era hijo de "ricos, ni propietario de haciendas y comercios, ni judío".

Decía mi señora madre, que el Príncipe Carlos de Braganza fue informado sobre el nacimiento de su "hijo bastardo" Manuel Carlos, fruto de su romance con la joven María Soledad Xeréz Aristigüieta y Bolívar Ponte.

Don Carlos no creía lo que le decían sus comensales: hay quienes contaban que muy entristecido y acongojado, y con lágrimas descendiendo por su celtíbero rostro, dijo:

"…Oh, hijo mío, que será de tú vida en esas tierras allende al mar océano; mi padre El Rey no puede saber nada de esto, porque me desheredaría, en verdad estoy muy avergonzado por haber destruido el corazón de María Soledad, realmente soy un cínico y un filho da puta…".

¿Pero cómo no me iba a imaginar lo que sucedería entre ambos? "¡Oh, hijo mío!

"…No me merezco perdón alguno, aunque la distancia me juzga y me hiere en lo más profundo de mi corazón…".

¡Hijo Mío!

¿Qué horror?

"…Me imagino tu rostro, cara, pelo y ojos; seguro estoy, buscaré la forma de ayudarte para que algún día seas un gran hombre en esas tierras españolas de ultramar…".

Después don Carlos de Braganza dirigiéndose hacia su recamara fue interceptado por la Reina Madre y esta preguntándole muy amorosamente sobre el malestar que sufría dicho joven, le preguntó lo siguiente:

¿Qué te está pasando Carlos, hijo mío?

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San Juan de Puerto Rico

"…Mis ojos pueden ver que estás sufriendo mucho y presiento que algo grave o delicado me estás ocultando, dime la verdad, dímela…".

Don Carlos, le contestó:

"…Madre, nada me pasa, déjame sólo con mis penas y en mi inmensa soledad…". Luego el Príncipe Don Carlos de Braganza pegó un estruendoso grito que estremeció el

Castillo Real, parecía enloquecer, llamando de inmediato a uno de sus guardianes, le dijo: "…Toma este documento y llévalo al Capitán de una de nuestras naves en la armada

imperial en Lisboa, la que salga más pronto hacía América, y le dices que este sobre lo entreguen en la isla de Curazao a nuestro encargado de negocios, lo hagan llegar al marino Fernando Piar Lottyn y a su mujer en Otrabanda…".

"…No me fallen, porque me responden con sus propias cabezas…".

Después de varias semanas de navegación a velas, bajando el golfo de Vizcaya y pasando frente al archipiélago de las Azores (Faial, Corvo, Flores, San Miguel y San Fernando) con rumbo hacia el Mar de los Sargazum, y con la proa puesta hacia el mar de las Antillas en su derrotero, avistándose luego, la isla de Puerto Rico continuaron con destino a Curazao adonde arribaron felices y contentos.

Inmediatamente, el mensajero del Príncipe Carlos de Braganza bajó a tierra en Willemstad y apresuradamente se dirigió a la casa del pardo Fernando Piar Lottyn.

Tocándole la puerta, tum…. tum….. tum…., respondiendo en papiamento la negra María Isabel Gómez Quemp, desde su interior.

¿Quién es, quien toca la puerta, anúnciese por favor, desea conocer? Respondiendo el mensajero real, de esta manera:

"…Señora, Su Alteza Real Don Carlos de Braganza, Príncipe heredero de la corona de Portugal le envía este documento cerrado y firmado con su real sello…".

Ante esto María Isabel algo sorprendida tomó la misiva real y la guardó hasta la llegada de Fernando y del niño Manuel Carlos.

Fernando y Manuel Carlos andaban en esos momentos ganándose la vida por los lados donde llegaban las balandras desde Santa Marta, Río Hacha, Maracaibo, La Vela de Coro, Puerto Cabello, La Guaira, Cumaná y Margarita, las cuales venían repletas de cueros, añil, café, cacao, tabaco, pescado, frutas, especies, telas y verduras, y a través de los marinos era como obtenían noticias frescas de lo que sucedía en esos parajes y territorios.

Muy cansados y hambrientos, llegan a casa, y Fernando como todo isleño comelón descendiente de los guanches en las islas Canarias, pegando el siguiente grito:

"…María Isabel, Mariíta; prepara la mesa, rápidamente, que tenemos mucha hambre, porque estamos cansados de tanto trabajar en los muelles…".

María Isabel preparó la mesa donde sirvió un suculento potaje, gofio, papas arrugadas, pescado salado con bastante verdura sancochada, ensalada, agua natural y café.

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Emperador Pedro I, de Portugal y el Brasil Familia directa del General en Jefe Manuel Piar

Una vez terminada la comida, Fernando le dijo a Manuel Carlos:

"…Manuelito, vamos a echar una siesta, porque mañana nos espera una jornada muy dura…".

En eso María Isabel, les dijo:

"…No, no, no, Fernando; en la mañana de hoy nos llegó un documento, ¡y que del Príncipe Carlos de Braganza en Portugal!…".

¿Qué será mijito?

Fernando, algo sorprendido fue abriendo el documento. ¿Y cuál sería su sorpresa? Algo alborozado y a todo pulmón, gritó:

"…María Isabel, Manuel Carlos; vean esto, desde ahora en adelante no seremos más pobres en estas tierras, seguro estoy, que desde ya podremos comprar títulos y así saldremos de esta porquería del pardaje, gracias a don Carlos de Braganza, porque éste sí es un príncipe de verdad; mientras que don Miguel Xeréz Aristigüieta y Lovera Bolívar es un mojigato mantuano caraqueño…".

¿Qué vueltas da la vida?

Poco a poco continuaron leyendo el ansiado documento y en una de sus partes decía que de ahora en adelante el niño Manuel Carlos Piar, su hijo, recibiría una cantidad de dinero anualmente para su crianza y estudios, y a su vez le enviaba su árbol genealógico para que siempre supiera cual era su verdadero linaje y raza, y esperaba que lo conservara por siempre entre sus cosas personales.

Una vez conocida su genealogía, el niño Manuel Carlos con diez años de edad a cuesta, con una carga de vivencias y acompañado de sus padres adoptivos Fernando y María Isabel regresan al puerto de La Guaira navegando en un velero en aras de restablecerse nuevamente entre sus amigos, familiares y allegados, eso sería por 1.784.

Juvenal, fíjate como era la vaina tan seria en ese tiempo, que con el nacimiento del General Manuel Carlos Piar se produjo la separación del Brasil de Portugal; ya que Pedro I de Portugal llegó a alcanzar los más altos grados en la francmasonería brasileña, separándose de su heredad se auto erigió como Emperador del Brasil a partir de 1.828.

Juvenal, esto es para que tú veas lo que se produce en las familias reales cuando se aplebeyan con alguien del vulgo; tú debes recordar lo que pasó con la princesa Diana de Gales en Francia; cuando ella decidió unirse en escondidos amoríos a un magnate egipcio en Inglaterra.

A tal efecto, la corte inglesa los mandó a asesinar en la ciudad de París, bajo el simulacro de un accidente de tránsito terrestre.

Aguinagalde, la sociedad colonial de por sí era muy escandalosa, ya que esos grandes carajos del mantuanaje criollo se movían en el plano religioso en dos vertientes; en una llevaban una vida mundana y en otra vivían una vida festiva. He allí los grandes dilemas de las mujeres de los grandes cacaos de aquellos tiempos y días.

Figúrate que mi bisabuela Cristina Castro madre de mi abuelo el General Lino Aranguren Castro les contó a miembros connotados de su descendencia esta historia de la familia Xeréz y Aristigüieta, la cual te cuento con la mayor veracidad y disposición posible.

Resulta que el honor de esa familia Xeréz y Aristigüieta se derrumbó fuertemente fue cuando se dio el caso de infidelidad de doña Josefa Lovera Otáñez y Bolívar quien era la esposa de don Martín Xeréz Aristigüieta y Bolívar.

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Coronación de Pedro I de Braganza, como Emperador del Brasil, pariente del General en Jefe Manuel Carlos Piar

Esta historia nació cuando en fecha 30 de Septiembre de 1.765, en España se colocaron unos carteles reales con carácter público, donde se anunciaba el matrimonio del Rey Carlos III con doña Luisa de Austria; desde esos momentos se produjo modificaciones importantes en las relaciones de parejas.

Caramba amigo Aguinagalde, 4 años de su noviazgo tardó don Martín Xeréz Aristigüieta y Bolívar para poder contraer matrimonio con su prima doña Josefa Lovera Otáñez y Bolívar; ambos eran familiares directos del Libertador Simón Bolívar, tanto por su lado paternal como maternal.

Ellos contrajeron nupcias el 19 de Marzo de 1.763. Cabe decir, que don Martín Xeréz Aristigüieta y Bolívar era hijo de don Luís de Bolívar y Rebolledo y de doña María Martínez y Villegas, estos últimos bisabuelos del Libertador Simón Bolívar".

Juvenal, lo curioso de esto es que don Martín Xeréz Aristigüieta y Bolívar era un viva la pepa, ya que ese carajo vivía en amancebamiento con otras mujeres de su alcurnia y abolengo, como con unas cuantas esclavas de su Mayorazgo y Señorío.

Además, él practicaba el comercio de enriquecimiento ilícito y de prostitución con otras mujeres, y su preferencia era con las mujeres de raza negra, deleitándose en infinidades de ocasiones con mulatas y zambas; sintiendo un gran celo y repugnancia por su esposa doña Josefa Lovera Otáñez y Bolívar, a quien constantemente mantenía enclaustrada en cautiverio en su propia casa.

En verdad vale, entre los miembros de la alta aristocracia colonial no existía aprecio entre ellos mismos, porque entre los mantuanos y nobles su única garantía eran sus afanes de riquezas. Los grandes cacaos llevaban la vida como los demás habitantes de la época, en la cual muchos viajeros franceses llegaron a creer que se encontraban en algún lugar del Paraíso Terrenal.

En esa vagabunda alta sociedad colonial se efectuaban encantadores bailes, donde las mujeres asistían peinadas bajo la mayor elegancia, siguiendo la moda Chemisse a la Reims. Su armadura insinuaba las cosas, tales como: piernas, muslos, entre otros, y así recibían a los hombres.

Casi todas esas mujeres enmantadas tenían sus amantes. Ellas eran amabilísimas y coquetas. Sus pobres maridos jugaban un papel muy triste y lo curioso de todo eso, es que esas putas de la oligarquía colonial iban a misa todos los días a confesar sus pecados y penas.

Ellas creían en dos cosas: "…en Dios por costumbre y en los hombres por placer…".

Esto trajo como consecuencia que doña Josefa Lovera Otáñez y Bolívar buscara placer sexual en otros hombres, ya que el cacho como tal era aceptado por la sociedad de entonces, haciéndose cortejar por hombres solteros para poder llenar sus ocios, ya que los matrimonios por amor no existían.

Caraá Aguinagalde, don Javier Esparza después de haber pasado 19 años de consorte de doña Josefa Lovera Otáñez y Bolívar, al fin decidieron cruzar sus miradas; y es a partir de este momento cuando don Martín Xeréz Aristigüieta y Bolívar comienza a notar la infidelidad de su esposa al estar unida a su consorte don Javier Esparza.

Doña Josefa daba malos ejemplos con sus procederes y conductas fálicos maritales, hasta que un día fue a casa de don Javier Esparza a decirle que estaba preñada de él.

Al saber don Martín Xeréz Aristigüieta y Bolívar tal situación, guardó mucha discreción sobre lo que estaba pasando y más, ante tan semejante escándalo de alta alcurnia familiar; procediendo en enviar a doña Josefa Lovera Otáñez y Bolívar a la casa de sus padres, en aras de evitar que se supiese en el seno de la sociedad colonial caraqueña lo que en realidad estaba pasando en el interior de su propia familia.

Doña Josefa había quedado al cuidado de su señora madre. Algún tiempo después, don Martín tuvo noticias de que se esposa doña Josefa se encontraba muy enferma en casa de sus padres; Pero la cosa no era así.

Él la visitó y logra comprobar que aún don Javier Esparza la frecuentaba, sin ese chulo saber lo que le esperaba.

Y entrando al cuarto con sable en manos, se sorprendió al ver la orgía en que se encontraba su mujer con su amante, gritándole estás palabras:

¿Quién es el villano que ha osado mancillar mi dignidad como hombre y esposo?

Seguidamente, doña Josefa ligeramente tapó su bello cuerpo con un pedazo de trapo que estaba muy cerca del catre en donde se encontraba tirando con don Javier e interponiéndose entre su marido y su amante, le gritó:

"…Martín, por el amor de D_os, no le hagas nada a él, mátame a mí. Pero deja que él se vaya. Recuerda siempre, que ante D_os soy tu mujer, a pesar de lo muy puta que soy. Esa es la verdad, pero ante ti…".

Este hombre es mi servidor y el consorte que un buen día tú me elegisteis. Yo lo busco a él, porque a ti no se te para el machete. Dime Martín:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10
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