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Personalidad y mecanismos de defensa y/o agresión (página 3)


Partes: 1, 2, 3

Cuando las personas con trastornos de la personalidad buscan ayuda por sí mismas tienden a creer que sus problemas están causados por otras personas, o por situaciones particularmente difíciles y pasajeras.

Cuando algunas personas son acercadas a las modalidades terapéuticas consideran que esta carece de importancia.

Es importante que la persona se convenza; que merece la pena buscar ayuda cuando encontramos sobre exigencias de orden existencial; situaciones de no satisfacción o de no agrado, en fin…

Las cargas emocionales delirantes; hay que evacuarlas antes de que se conviertan en psicotoxicos, tal cual.

Los trastornos de la personalidad incluyen los siguientes tipos:

(1) PERSONALIDAD PARANOIDE

Las personas con una personalidad paranoide proyectan sus propios conflictos y hostilidades hacia otros. Son generalmente frías y distantes en sus relaciones. Tienden a encontrar intenciones hostiles y malévolas detrás de actos triviales, actos inocentes o incluso positivos de otras personas y reaccionan con suspicacia a los cambios en las situaciones. A menudo las suspicacias conducen a conductas agresivas o al rechazo por parte de los demás.

Los que tienen una personalidad paranoide frecuentemente intentan acciones legales contra otros, especialmente si se sienten indignados con o sin razón. Son incapaces de ver su propio papel dentro de un conflicto. Aunque suelen trabajar en relativo aislamiento pueden ser altamente eficientes y concienzudos.

Estas personas se sienten perturbadas a causa de una minusvalía real o imaginaria y desarrollan en algunos casos ideas que pueden ser:

(A) La gente tiene intención de dañarme.

(B) Si confío en la gente, sacaran ventaja sobre mí.

(C) La gente intenta fastidiarme o irritarme.

(E) Yo no estoy mal, los que están mal son los otros.

(F) Si alguien me insulta debo insultarlo o agredirlo.

(G) Tengo que evitar el trato ya que estar cerca de alguien implica que me encuentren mis puntos débiles y me hagan daño.

(H) Si estoy alerta tendré el poder y no podrán dañarme.

(2) PERSONALIDAD ESQUIZOIDE

Las personas con una personalidad esquizoide son introvertidas, ensimismadas y solitarias. Son emocionalmente frías y socialmente distantes. A menudo están sumergidos en sus propios pensamientos y sentimientos y son temerosas de la proximidad e intimidad.

Hablan poco, son dadas a soñar despiertas y prefieren la especulación teórica a la acción práctica. La fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad y suelen preguntarse:

(A) ¿Debo estar cerca de la gente?

(B) ¿Importa poco estar cerca de otros?

(C) ¿Soy yo, mi mejor amigo?

(D) ¿Tengo que estar tranquilo y evitar exponerme a emociones confusas e innecesarias?

(E) ¿El sexo está bien pero solo para liberarse de tensión?

(3) PERSONALIDAD ESQUIZOTIPICA

Las personas con una personalidad equizotípica al igual que aquellas con una personalidad esquizoide, se encuentran social y emocionalmente aisladas, además desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones insólitas.

Algunas personas muestran signos de pensamientos mágicos (la idea de que una acción particular puede controlar algo que no tiene ninguna relación con ella) Por ejemplo, una persona puede creer que va a tener efectivamente mala suerte si se encuentra con un gato negro en la mañana al salir de su casa o que puede causar daño a otros teniendo pensamientos de ira. La gente con una enfermedad esquizotípica puede tener también ideas paranoides. Ejemplos:

(A) Anormalidades de la percepción, el pensamiento, el lenguaje y la conducta; que no llega a reunir los criterios para la esquizofrenia.

(B) Dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y sensibles, indiferencia a la aprobación o crítica.

(4) PERSONALIDAD HISTRIONICA

Las personas con una personalidad histriónica "histérica" buscan de un modo notable llamar la atención y se comportan teatralmente.

Sus maneras expresivas tienen como fin el establecer relaciones con facilidad pero de un modo superficial. Las emociones a menudo aparecen exageradas, infantilizadas e ideadas para provocar la simpatía o la atención de los demás. (Suelen llamar la atención de forma erótica y sexual sin concreción) La personalidad histriónica es proclive a los comportamientos sexualmente provocativos o a sexualizar las relaciones no sexuales. Pueden no querer en realidad una relación sexual; más bien sus comportamientos seductores a menudo encubren su deseo de dependencia y de protección. Algunas personas con personalidad histriónica también son hipocondríacas y exageran sus problemas físicos para conseguir la atención que necesitan.

Algunos ejemplos pueden ser:

(A) Las apariencias son muy importantes.

(B) La gente juzga por las apariencias externas.

(C) Yo debo tener la atención de la gente importante.

(D) Nunca debo frustrarme yo tengo el control.

(E) Yo debo tener siempre lo que quiero.

(F) Las emociones hay que expresarlas rápida y directamente.

(G) Conducta teatral reactiva expresada intensamente con relaciones interpersonales marcadas por la superficialidad y el egoísmo, también demuestran hipocresía y manipulación.

(5) PERSONALIDAD NARCISISTA

Las personas con una personalidad narcisista tienen un sentido de superioridad y una fe exagerada en su propio valor o importancia, es lo que solemos llamar "grandiosidad o sobraditos/as".

La persona con este tipo de personalidad puede ser extremadamente sensible al fracaso, a la derrota o a la crítica, muestran baja tolerancia a la frustración y cuando aparece un conflicto pierden el control de sí mismos, se ponen fácilmente molestos o deprimidos; como creen, que son superiores a los otros; esperan ser admirados y con frecuencia sospechan que los otros le sienten, celos por sus desempeños y belleza además.

Sienten que sus necesidades "deben" ser satisfechas sin demora y por ello explotan a otros (cuyas necesidades o creencias son menos importantes) Su comportamiento es a menudo ofensivo, se les hallan egocéntricos, arrogantes, mezquinos y obtusos.

Ejemplos:

(A) Yo tengo razón.

(B) Nadie debe frustrar mi placer y status.

(C) Yo soy muy especial.

(D) Yo quiero que la gente vea lo exclusivo que soy.

(F) Yo debo de admirarme.

(G) Una vez que deseo algo debo tenerlo.

(6) PERSONALIDAD ANTISOCIAL (psicopatía)

La personalidad antisocial exhibe una conducta asocial continua y crónica en la cual viola los derechos de las demás personas. Se presenta antes de los quince años y persiste en la edad adulta.

Las personas con personalidad antisocial "psicopática, sociopática" la mayor parte de las cuales son (hombres) muestran desprecio e insensibilidad por los derechos y los sentimientos de los demás.

Estas personas expresan sus conflictos impulsiva e irresponsablemente.

No toleran la frustración y en ocasiones son hostiles o violentos.

A pesar de los problemas o el daño que causan a otros por su comportamiento "antisocial" no sienten remordimientos o culpabilidad al contrario, racionalizan cínicamente su comportamiento o culpan a otros.

Sus relaciones están llenas de deshonestidad y de engaños.

Las personas con personalidad antisocial son con frecuencia proclives al alcoholismo a la toxicomanía, a las desviaciones sexuales, a la promiscuidad y lo peor; a ser recluidas.

Son propensas a fracasar en sus trabajos y a trasladarse de un sitio a otro con mayor facilidad que otros.

Frecuentemente estas personas tienen una historia familiar de comportamiento antisocial, abuso de sustancias, divorcio y abusos físicos y sexuales, con frecuencia han sido maltratados en la infancia etc.

Nota: la modificación de este tipo de conductas muy difícilmente se logran con encarcelamiento, castigo, frustraciones, recompensas y/o amenazas.

Este tipo de personas tienen una esperanza de vida inferior a la media, también es claro que el trastorno antisocial tiende a disminuir o a estabilizarse con los años "madures".

Suelen pensar de la siguiente forma:

(A) Todas las normas son malas.

(B) Solo los tontos siguen normas.

(C) Las normas tienen que eliminarse.

(D) Mírenme, soy el mejor.

(E) Lo primero para mi es el placer.

(F) Si otros sufren por mi conducta es su problema.

(G) No estoy para hacer feliz a nadie.

(H) Hago lo que quiero y con quien quiero.

(7) PERSONALIDAD LIMITE

Las personas con una personalidad límite, son inseguras en la percepción de su propia imagen, en su humor, y en su comportamiento; sus relaciones interpersonales, son tormentosas e intensas.

La personalidad límite se hace evidente al principio de la edad adulta pero la prevalencia disminuye con la edad. Estas personas han sido a menudo privadas de los cuidados necesarios y han sido maltratadas durante la niñez, consecuentemente se sienten vacías, furiosas y merecedoras de cuidados.

Cuando las personas con una personalidad límite se sienten cuidadas, se muestran solitarias y desvalidas, necesitando ayuda en su depresión, en el abuso de sustancias tóxicas, en sus alteraciones del apetito y el maltrato recibido en el pasado, "hay que hacerse cargo de ellas".

Con frecuencia muestran una cólera inapropiada e intensa acompañada por cambios extremos en su visión del mundo, de sí mismas y de los demás, cambian del negro a blanco, de amor a odio o viceversa con gran facilidad pero nunca lo hacen en una posición neutra.

Si se sienten abandonadas y solas pueden llegar a preguntarse si realmente existen "¿espejito- espejito yo existo?".

Pueden ser terriblemente "impulsivas", involucrándose en "promiscuidad" o en abuso de "sustancias tóxicas", o las "tres" condiciones a la vez, les da igual, solo quieren ser rescatadas y protegidas.

A veces pierden de tal modo el contacto con la realidad que tienen episodios breves de pensamientos sicóticos, paranoides y alucinantes.

Suelen decir:

(A) Estoy muy insegura de mi misma "no puedo solita"

(B) Tiendo a abandonarme "pierdo el control"

(C) Mi dolor es tan intenso que yo no puedo soportarlo.

(D) Mi rabia domina mi conducta.

(E) Mis sentimientos me arrollan no puedo con ellos.

(F) Esto es muy bueno o muy malo.

(G) "los odio" porque no hacen lo que "yo" quiero.

(8) PERSONALIDAD EVITADORA

Las personas con una personalidad evitadora son hipersensibles al rechazo, temen comenzar relaciones o enfrentar alguna otra situación nueva por la posibilidad de rechazo o de decepción.

Estas personas tienen un fuerte deseo de recibir afecto y de ser aceptadas. Sufren abiertamente por su aislamiento y falta de habilidad para relacionarse cómodamente con los otros. A diferencia de aquellas con una personalidad límite, las personas con una personalidad evitadora, no responden con "violencia" al rechazo; en vez de eso, se presentan tímidas y retraídas. El trastorno de personalidad evitadora es similar a la fobia social.

Ejemplo:

(A) Tengo que recibir afecto.

(B) Debo de parecer tonto cuando la gente me mira.

(C) El mundo es un lugar peligroso.

(D) Yo tengo que tener el apoyo de otros para estar seguro.

(E) Aislarse es mejor que exponerse al daño que pueda hacerte otros.

(F) Toda crítica es mala y condenable.

(G) Tengo que tener garantías absolutas de que seré aceptado por la gente.

(H) El mundo no esta preparado para gente como yo.

(9) PERSONALIDAD DEPENDIENTE

Las personas con una personalidad dependiente transfieren las decisiones importantes y las responsabilidades a otros y permiten que las necesidades de aquellos de quienes dependen se antepongan a las propias.

No tienen confianza en sí mismas y manifiestan una intensa inseguridad.

A menudo se quejan de que no pueden tomar decisiones y de que no saben qué hacer o cómo hacerlo. Son reacias a expresar opiniones aunque las tengan, porque temen "ofender".

La persona con este trastorno de la personalidad, frecuentemente presentan dependencias crónicas. Algunos adultos con enfermedades prolongadas desarrollan personalidades dependientes.

Suelen decir:

(A) No puedo funcionar sin el apoyo de otros.

(B) No puedo vivir sin el apoyo y consejos de otros.

(C) Es probable que me equivoque si hago esto solo o sola.

(D) Estoy acabado si me abandonan.

(F) Necesito tener gente cerca.

(G) Se caracterizan por, perfeccionismo, obstinación, indecisión, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento, dificultad para expresar emociones que sean tiernas y/o afectivas.

(10) PERSONALIDAD OBSESIVO-COMPULSIVA

Las personas con personalidad obsesivo-compulsiva son amables, confiables, ordenadas y metódicas pero con frecuencia no pueden adaptarse a los cambios.

Son cautos y analizan todos los aspectos de un problema; es por eso que sé les dificulta la toma de decisiones de tanto "analizar" las cosas.

Los individuos con una personalidad obsesivo-compulsiva, toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que no pueden llegar a completar sus tareas.

Consecuentemente estas personas pueden entretenerse al realizar una tarea y olvidar su objetivo. Sus responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran satisfacción con sus logros.

Estas personas son frecuentemente grandes personalidades, en especial en las ciencias y otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los detalles son fundamentales. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus sentimientos e incómodas en sus relaciones u otras situaciones que no controlan.

Suelen decir:

(A) Hay que tener reglas severas en la vida.

(B) Hay que tener en cuenta los detalles ya que ello reduce los errores.

(C) Una persona se define por lo que hace.

(D) Debo ser el mejor en toda función.

(E) Las reglas deben seguirse sin alteración.

(F) Nunca se deben tirar las cosas que tengan algún valor.

(11) PERSONALIDAD PASIVO-AGRESIVA

Los comportamientos de una persona con una personalidad pasiva-agresiva "negativista" tienen como objetivo encubierto; "controlar o castigar a otros".

El comportamiento "pasivo-agresivo" es con frecuencia expresado como demora, ineficiencia y malhumor. A menudo, los individuos con una personalidad pasiva-agresiva aceptan realizar tareas que en realidad no desean hacer, y luego proceden a boicotear las tareas para no finalizarlas, este comportamiento generalmente sirve para expresar una hostilidad oculta.

Suelen decir:

(A) Solo me gusta tener lo que yo quiero.

(B) La gente es muy exigente conmigo.

(C) Nadie valoran mi trabajo ni mi dedicación.

(D) La gente es autoritaria e injusta conmigo.

(E) Me exigen mucho.

(F) Solo me enfurezco cuando me afanan.

(G) Cualquiera puede traicionarte.

(12) PERSONALIDAD ANSIOSA

El trastorno por ansiedad es denominado el mal del siglo XXI, debido a que en algún momento de nuestra vida la hemos sentido; es decir la hemos sentido, pero no con características de trastorno.

El trastorno de ansiedad es considerado como uno de los trastornos mentales más comunes. En la actualidad, abarca toda una serie de cuadros clínicos que comparten como rasgo común y es la presencia de ansiedad extrema de carácter patológico que se manifiesta en múltiples disfunciones y desajustes a nivel cognitivo, conductual, psicofisiológico y psicosocial.

La ansiedad es una sensación fácilmente universal.

Una reunión importante, una entrevista laboral, la percepción de una situación potencialmente difícil, un examen crucial, una cita medica, etc., son experiencias a las que las mayoría de la personas nos hemos enfrentado en alguna ocasión y dónde hemos experimentado los muy característicos síntomas de la ansiedad, la taquicardia, las manos sudorosas, la preocupación, la respiración acelerada, el temor, la desconfianza, la rigidez muscular, la sensación de ahogo, etc.

La ansiedad tiene la facilidad de interferir negativa o positivamente en las destrezas que desarrollamos para adaptarnos a nuestro entorno habitual.

La ansiedad también cumple una función natural y primigenia es decir, actúa como mecanismos de preparación, atención, protección y alerta frente al peligro.

Estos signos pierden su valor adaptativo cuando la personalidad es altamente ansiosa y convierte situaciones o eventos circunstanciales sin importancia en episodios de terror, pánico, evitación, auto agresion y huida.

Si la ansiedad no es tratada pueden inducir a la persona a adoptar toda una serie de medidas extremas de evitación. Ej., evita salir de casa, esquiva el contacto social, puede desarrollar algún tipo de fobia; estas medidas afectan de manera significativa la calidad de vida tanto a nivel personal como a nivel familiar, social o laboral.

Merece la pena recordar que la ansiedad por sí misma no es una reacción negativa o patológica, más bien la ansiedad cumple una función esencial en la supervivencia del individuo como componente clave de activación y alerta frente a posibles peligros.

Veamos algunos signos o síntomas de la ansiedad.

(A) Aumento de la tensión muscular.

(B) Preparación para actuar con rapidez y agilidad.

(C) Incremento del pulso y la tensión.

(D) Desplazamiento de mayor cantidad de sangre a los músculos, el cerebro y los pulmones.

(E) Aceleración del ritmo respiratorio.

(F) Mayor disponibilidad de oxígeno para enfrentar el esfuerzo.

(G) Mayor transpiración.

(H) Reducción de la temperatura derivada del esfuerzo, etc.

La ansiedad, es un mecanismo fundamental para asegurar nuestra supervivencia ante situaciones límite; su importancia es indiscutible.

Los problemas hacen su aparición cuando estas mismas respuestas de emergencia, son producidas fuera de un contexto meramente adaptativo, es decir, alejadas de la función original, y en forma contraria empezamos a utilizar la ansiedad como mecanismo de agresión sin reparos ni medianas normas, estas conductas no justificadas se presentan con un carácter intenso, recurrente e incapacitante, agresivo, permisivo y catastrófico.

(A) Dimensiones básicas que nos permiten distinguir la ansiedad adaptativa de la ansiedad patológica.

(1) Respuesta sana.

(A) Adaptativa y acomodacional.

(B) Ocasional sin mayor compromiso emocional.

(2) Respuesta patológica.

(A) Frecuente y recurrente.

(B) Intensidad elevada con angustia y pánico.

(C) Permanentemente agresiva y discordantes.

(D) Prolongada en el tiempo y muy evidente.

El impacto que genera la ansiedad patológica es devastador, el cuerpo agota todos los recursos energéticos y empieza de esta forma a perder el control sobre la salud biológica, psicológica y social.

Los trastornos de ansiedad podemos definirlos como la pandemia del siglo XXI.

Los trastornos de ansiedad severos pueden derivar en:

(A) Ataques de pánico, angustia recurrente, dificultad de concentración, pensamientos y creencias irracionales, miedos paralizantes, comportamientos compulsivos, pesadillas frecuentes, distorsiones cognitivas, dificultades para conciliar el sueño, dificultades para afrontar exigencias de orden ambiental, sudoración excesiva, temblor, fobias, etc.

Se puede presentar también otros tipos de trastornos como pueden ser:

(A) Los psicológicos, los del estado de ánimo, el de abuso de sustancias y también, el de pérdida del interés en los hábitos alimentarios dando origen a la anorexia y bulimia nerviosa, etc.

Trastornos por ansiedad

(1) Trastorno de ansiedad generalizada.

Este trastorno presenta como norma, un patrón característico de ansiedad, aprensión y preocupación excesiva no justificada sobre acontecimientos, hechos, actividades o situaciones; tiene una evolución o duración de más de seis meses.

El estado de constante preocupación, excitación y desasosiego es incontrolable y se manifiesta con síntomas característicos y visibles como la inquietud, la sensación de fatiga, la impaciencia, la tensión o rigidez muscular, el estado de ánimo irritable, la dificultad de concentración, las alteraciones en el sueño, las alteraciones en el reloj biológico, el cambio de hábitos de forma súbita, etc.

(2) Crisis de angustia.

Los ataques de pánico o crisis de angustia, se caracterizan por la aparición súbita, temporal y aislada de miedo o malestar muy intensos, acompañados de una serie de síntomas muy característicos e inquietantes, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros diez minutos desde el inicio de la crisis con las siguientes características: palpitaciones, sacudidas del corazón, elevación del ritmo cardíaco, presencia de sudoración intensa, temblores involuntarios, sensación de ahogo o falta de oxígeno, atragantamiento, intensa opresión o malestar en el pecho, molestias gastrointestinales, inestabilidad, mareo, sensación de desmayo, despersonalización, miedo a perder el control, temor a volverse loco, miedo a la muerte.

(3) Agorafobia.

En la agorafobia, se comienza a experimentar ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones dónde "huir" puede resultar un tanto difícil, los temores suelen estar relacionados, se incluyen, estar sólo fuera de casa, en las multitudes, o la posibilidad de tener que viajar o desplazarse en un medio determinado, la persona agorafobica, evita decididamente algunas situaciones por temor a que aparezca una crisis de angustia.

(4) Fobia específica.

Aparece exclusivamente en presencia de un objeto o una situación muy específica. Ej., "terror a viajar en avión, presencia de ciertos animales, miedo a las alturas, miedo a personas con determinadas características, ropa, uniformes, gafas, bastones, etc."

La persona puede reconocer que se trata de un miedo irracional, desproporcionado e injustificado, siendo incapaz de controlarlo o dominarlo siquiera, generando un malestar clínico característico.

(5) Fobia social.

Se caracteriza por miedo o temor intenso, persistente y desproporcionado por uno o más escenarios sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve "expuesto" a personas, la exposición a este tipo de situaciones sociales, genera de forma invariable una respuesta de ansiedad fóbica considerada como patológica, y puede tomar la forma de crisis de angustia.

(6) Trastorno obsesivo-compulsivo.

Es la presencia frecuente, intensa y recurrente de ideas indeseadas "obsesivas" y de conductas repetitivas "compulsiones".

Son impulsos o imágenes recurrentes y persistentes, que se experimentan en algún momento del trastorno como gusto o tendencia comportamental inapropiada, provocando en la persona ansiedad o malestar clínicamente significativo.

Esto va más allá de las simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real; a pesar de que la persona se muestra capaz de reconocer su irracionalidad no intenta suprimirlos, ignorarlos, neutralizarlos o reducir su intensidad, se muestra incapaz de controlar el malestar y la ansiedad que le generan. Ej., "ordenar objetos, realizar incontables comprobaciones o lavarse las manos de forma repetida y terca", también actos mentales. Ej., "cantar, rezar repetir palabras en voz baja o con zalamerías de corte religioso". Ej., "que Dios lo bendiga, lo guarde, lo proteja, etc.". Siendo de carácter repetitivo y fastidioso.

El objetivo de estas operaciones mentales, es prevenir o reducir el malestar de algún acontecimiento o situación negativa, sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales claramente son excesivos y desproporcionados.

(7) Trastorno por estrés postraumático.

El estrés postraumático, se caracteriza por sufrir con intensidad y persistencia una serie de síntomas muy característicos e incapacitantes tras haber experimentado en primera persona o haber sido testigo de una experiencia considerada como traumática, como puede ser: ser víctima de abusos físicos o sexuales, desastres naturales, agresiones, secuestro, casos de guerra "militares", accidentes incapacitantes, saber, conocer, o haber participado en actos de barbarie contra personas, etc.

Entre los síntomas característicos se encuentran las dificultades para conciliar y mantener el sueño, la hipervigilancia constante, el aumento general de la activación emocional, la sensación permanente de irritabilidad, las dificultades de concentración o desajustes emocionales con intensidad variable.

(8) Trastorno por estrés agudo.

La persona ha sido expuesta a un acontecimiento traumático y durante el transcurso del mismo o después de él, experimenta síntomas disociativos como la sensación subjetiva de embotamiento, desapego o ausencia de reactivación emocional, también experimenta sensaciones de desrealización, despersonalización o amnesia disociativa Ej., "incapacidad para recordar algún (aspecto importante) del hecho traumático".

Esta situación estresante duran un mínimo de dos días y un máximo de cuatro semanas, aparecen en el primer mes que sigue al acontecimiento traumático.

(9) Trastorno de ansiedad debido a enfermedad clínica, "física".

Se da por la exploración física, o por las pruebas de laboratorio, es la consecuencia fisiológica directa de una enfermedad médica y no es achacable a la existencia de un trastorno psicológico.

(10) Trastorno de ansiedad inducido por sustancias.

La ansiedad patológica, aparece durante los períodos de intoxicación o abstinencia; se considera que la ingestión de dicha sustancia está directamente relacionada con la respuesta de ansiedad desadaptativa; es decir la causa del trastorno es evidente; es evidente, a un para ojos profanos.

ANSIEDAD PATOLOGICA

(1) Síntomas cognitivos:

(A) Preocupación injustificada, intensa y constante.

(B) Inseguridad y pérdida de la confianza en si mismo.

(C) Sentimientos de inadecuación, inferioridad o incapacidad.

(D) Anticipación excesiva y desadaptativa de potenciales peligros o amenazas.

(E) Miedo o temor desproporcionado, injustificado e irracional.

(F) Entorpecimiento y dificultades en los procesos de toma de decisiones.

(G) Prejuicios generalizados.

(H) Pensamientos distorsionados y creencias negativas e irracionales.

(I) Problemas de concentración.

(J) Sensación general de desorganización y desestructuración.

(K) Indefensión o sensación de pérdida de control sobre el ambiente y los sucesos.

(2) Síntomas motores:

(A) Movimientos torpes y desorganizados.

(B) Tartamudeo y dificultades en la comunicación verbal.

(C) Hiperactividad.

(D) Conductas sistemáticas y planificadas de evitación.

(E) Retraimiento y aislamiento social.

(F) Enlentecimiento motor.

(G) Rituales y comportamientos compulsivos.

(3) Síntomas psicofisiológicos:

(A) Temblores, fatiga, tensión muscular, hormigueo y dolor de cabeza.

(B) Sequedad en la boca, sudoración excesiva o mareos.

(C) Palpitaciones, sudoración, pulso acelerado e incremento de la tensión arterial.

(D) Molestias gastrointestinales, náuseas, vómitos, diarrea y aerofagia.

(E) Opresión en el tórax, sofoco, ahogo, respiración rápida y superficial.

(D) Dolores generalizados y malestar físico permanente, etc.

Los diferentes tipos de personalidad no se pueden clasificar exclusivamente en un solo patrón comportamental debido a que pueden, o existen, personalidades mixtas.

Es evidente que si un comportamiento es inadecuado y se evidencia además en las relaciones interpersonales de manera permanente puntual, y con prevalencía en el tiempo; podría entrarse a definir una personalidad, buscando eso si, los rasgos mas predominantes o las actitudes y las características mas marcadas en dicha personalidad.

Modelo cognitivo de personalidad

La personalidad y los trastornos de personalidad se conceptualizan como organizaciones de esquemas cognitivos ligados a determinados patrones de conducta.

Estos esquemas cognitivos, son organizaciones individuales e idiosincrásicas, las encontramos en las relaciones con otros y en el auto concepto que tenemos y que hemos formado a lo largo de nuestra vida cultural, dichos esquemas son los que nos proveen de conductas.

Los esquemas cognitivos, permanecen inactivos hasta que ciertos eventos los activan, Ej., "situaciones estresantes, nuevas fases, cambios en el desarrollo psicoevolutivo, condiciones vitales psico-afectivas, situaciones medioambientales que pueden generar grandes dosis de ansiedad y estrés, etc.". Eco trastornos producidos por la contaminación ambiental, "eco salud"

Las experiencias infantiles conformarían el contexto de formación de estos esquemas sobre todo con los mensajes y los refuerzos provenientes de las figuras significativas; además, en palabras de (Piaget), estos esquemas tendrían una alta capacidad de asimilación y una baja capacidad de acomodación; esto resultaría en que el sujeto está convencido de la credibilidad de los significados sin poder determinar si son apresurados, si son falsos, o si pueden llegar a ser nocivas estas convicciones.

Determinadas experiencias infantiles influirían en la tendencia asimilativa de los esquemas de modo que el sujeto tendría dificultades para desarrollar esquemas más acomodativos y alternativos en su evolución personal.

Esta característica distinguiría los trastornos de personalidad "esquemas asimilativos" de otros trastornos. Ej., "depresión" donde pueden "coexistir" esquemas asimilativos y acomodativos aunque predominen los primeros durante el trastorno.

En este caso se clasifican los trastornos como "prejuicios", y son:

Prejuicio

(A) Es un juicio positivo o negativo, formulado anticipadamente, sin examen previo, a cerca de una persona o de una situación dada, y que comprende por ello, medios y conjeturas específicas, personales e individuales.

El prejuicio, es considerado la expresión de un fragmento diferenciador por parte de la persona que lo manifiesta, y puede acompañarse de desprecio o incluso de hostilidad, o por el contrario, de una actitud positiva con respecto a los individuos, o a los grupos a los que concierne.

El prejuicio, a veces es, pura convicción, y no representa un juicio sensato.

Pertenece a la categoría de las actitudes y comprende una dimensión cognitiva, una dimensión afectiva y una dimensión conativa.[14]

(1) El prejuicio, es otra forma de "mecanismo de agresión".

El prejuicio, es una predisposición categórica para aceptar o rechazar a las personas por sus características sociales; siendo estas reales o imaginarias.

El prejuicio es una característica humana que si bien, ha sido definida de manera diferenciada; ofrece algunos componentes comunes.

El prejuicio constituye una actitud es decir, es una predisposición personal a responder frente a un estímulo, el prejuicio es una actitud, dado que condiciona a la persona y la acomoda al medio.

Una característica importante es que la persona tiene una posición personal sobre unas condiciones dadas sin conocerlas en profundidad, de allí su significado etimológico, "Pre juicio" juzgar sin conocimiento previo.

Es importante mencionar que las actitudes constituyen patrones de conducta con respecto a ciertas condiciones. De alguna manera, las actitudes tienen una base adaptativa favoreciendo así la toma de decisiones sobre ciertos acontecimientos.

El hecho de tener una predisposición hacia un evento, persona o cosa, hace más sencillo dar respuesta a ello, haciéndose innecesaria una evaluación personal profunda o sensata.

Las actitudes negativas hacia un grupo implican sentimientos o creencias de desvalorización expresando un desacuerdo evidente, e incluso desprecio hacia las condiciones o las características de un grupo determinado.

(2) El prejuicio es una actitud aprendida.

El prejuicio es una actitud aprendida en base a las experiencias que la persona ha tenido a lo largo de su vida, principalmente durante la infancia, es estructurada esta actitud por fijación.

Aquí cabe resaltar el texto de (Bacón), llamado "Novum Organum" de finales del siglo XVI, que cita lo siguiente: los prejuicios se producen porque los niños pequeños, "desde recién nacidos", aprenden primero lo que sus padres, la familia o la sociedad piensa del mundo, antes de conocer dichos fenómenos por sí mismos.

Es sabido que de esta manera, todos podemos desarrollar la capacidad para diferenciar personas, objetos y situaciones particulares desde muy pequeños y fijar posiciones, a veces amañadas además.

El hecho de tener una actitud negativa hacia las "diferencias", proviene de la influencia del medio en el cual nos hemos desenvuelto del cual hemos tomado conductas, actitudes, reflexiones, comportamientos, rechazos o apegos, (recordemos como el niño; desarrolla su personalidad)

(3) El prejuicio negativo.

Cualquier prejuicio de tipo negativo es nocivo, o por lo menos es inadecuado, teniendo muy poco efecto equitativo en el desarrollo de una colectividad, de una sociedad y de una personalidad, etc.

En muchos casos el prejuicio ofende a personas y a grupos, sean cuales fueren, generando ira, odio, resentimientos, venganzas, atropellos, discriminaciones, rechazos, genocidios, etc.

(4) El prejuicio como distorsión de la realidad.

Constituye una forma de interpretar la realidad. Tienen una base real, sin embargo tienen una información errónea, dramatizada y generalizada, amañada o reprobada socialmente.

Ejemplo:

El prejuicio que dice, los hombres, son más violentos que las mujeres, esto, tiene una base en lo real; "a veces las manifestaciones explosivas a si lo sugieren"; sin embargo, la diferencia entre conductas violentas en hombres y mujeres, no son tan evidentes, sobretodo en estos tiempos donde vemos, una igualdad genérica, en casi todos los aspectos.

En algunos casos el prejuicio existe, incluso a pesar de tener un conocimiento profundo de las situaciones, de las personas y de las cosas; esto se da, porque nos cuesta "mucho", modificar o simplemente no queremos hacer una apreciación distinta.

(A) El prejuicio implica resistencia al cambio.

(B) El convencimiento limita la rectificación.

Si no existe una necesidad imperativa; muy difícil es, cambiar una apreciación viciada, máxime si esta produce alguna ganancia de orden gratificante "burla o conveniencia".

El equilibro emocional no depende únicamente de la comprensión y del control emotivo. Consiste también en observar los caracteres que nos hacen energúmenos con las demás personas, con los grupos minoritarios, con las sociedades y culturas diferentes, (las diferencias son valiosas y respetables además)

El equilibrio funcional de la vida buena, depende de los estímulos positivos que aportamos y de la habilidad acomodacional individual, sabemos que somos absolutamente responsables de nuestro bienestar social y psíquico; a menos que en nosotros medie un trastorno severo que nos haga contrariar las normas que hemos establecido como sociedad.

Tenemos la necesidad de mejorar y de enriquecer constantemente nuestro equilibrio funcional y acomodacional, son estos dos factores primordialmente los que nos hacen referentes psicosociales óptimos.

Salud mental

Una persona esta sana, cuando experimenta sensación de bienestar biológico, psicológico y social.[15]

El bienestar social, también hace parte de la salud; si una persona goza de tranquilidad con su familia, con las personas donde trabaja y con su círculo social, tiene salud. Muchas enfermedades surgen como manifestación de malestar social, son verdaderas sociopatias y enferman al individuo aunque su cuerpo y psiquis estén sin trastorno.[16]

El concepto de salud mental, también esta relacionado con el desarrollo óptimo individual teniendo en cuenta, la salud biológica, la salud social, la conciliación endógena y exógeno, la aceptación de la condición sexual, la edad, las capacidades innatas, las condiciones de vida, la cultura, la aceptación de las diferencias, y las exigencias que supone la sociedad actual, y la capacidad de asumir los cambios, también es muy importante tener en cuenta la seguridad, o el estado en que se vive socialmente, las amenazas de orden sociopolíticas, y la sensación o necesidad de un futuro promisorio, etc.

De un modo puntual la salud mental se puede definir como la capacidad del individuo para:

(1) Establecer relaciones apropiadas con los demás.

(2) Participar de forma favorable en la transformación del entorno.

(3) Resolver de manera apropiada los posibles conflictos.

(4) Desarrollar la personalidad complementando las necesidades instintivas con las realizaciones sociales.

(5) Aceptar las diferencias y asumir una posición respetuosa.

(6) Adaptarse a la sociedad en la cual vive.

(7) Sentirse bien consigo mismo, y aceptarse tal cual.

(8) Mantener el equilibrio frente a las crisis.

(9) Relacionarse y concebir amistades duraderas en el tiempo.

(10) Buscar entornos que faciliten su bienestar, su desarrollo apropiado y ajustado al medio.

(11) Identificar los desmanes que lo hacen agresor social permanente, y tener la capacidad de solicitar ayuda profesional.

(12) Proponerse un cambio permanente con prevalencía en el tiempo, etc., etc.

Hay que recordar que; muy pocas personas le dedican tiempo a su salud mental, en muchas ocasiones, van sobre exigidos emocionalmente y adoptan conductas completamente reactivas; ante cualquier situación por insignificante que sea; esto, ocurre por que no disponen de recursos emocionales para adoptar una conducta relajada y estable o simplemente; no consideran que la salud mental sea importante, tal cual.

Trastornos

Los trastornos de la personalidad, están incluidos en (alguno), de los tres siguientes grupos:

NEUROSIS

Clasificación de las neurosis: angustias, fobias, histerias obsesivas hipocondríacas, despersonalizaciones, neurastenias, depresiones, etc.

Si las neurosis son graves, deben ser tratadas desde la medicina psiquiatrica, si por el contrario no lo son, pueden ser tratadas desde las psicoterapias.

Neurosis: se considera que las neurosis tienen orígenes psicológicos exógenos.

(A) Los síntomas: angustia, ansiedad, sentimientos de inferioridad.

(B) El ánimo: normalmente hay ansiedad y con frecuencia hay depresión.

(C) El tiempo: pasado negativo y futuro amenazador.

(D) La comunicación: es posible y normalmente fácil.

PSICOSIS

Clasificación de las psicosis: esquizofrenias, psicosis maniaco depresivas "paranoia", y delirios como: "persecución, grandeza, etc."

Psicosis: se considera que las psicosis tienen un origen psicológico endógeno.

(A) Los síntomas: alteración de la realidad.

(B) El ánimo: variable, cambiante, pero sobre todo inapropiado.

(C) El tiempo: ruptura en la evolución biográfica y de continuidad del yo.

(D) La comunicación: es difícil, muchas veces imposible.

PSICOPATIAS (Trastorno antisocial de la personalidad)

Es uno de los grupos de desordenes menos comprendidos; por lo tanto, existen algunos desacuerdos en cuanto a su diagnostico y pronostico.

Se suele definir personalidad antisocial, aquella que tiene u ostenta las siguientes cinco características puntuales:

(1) Incapacidad para aprender de la experiencia.

(2) Emociones superficiales.

(3) Irresponsabilidad.

(4) Falta de conciencia moral.

(5) Impulsividad.

Psicopatías: se consideran estados con alguna posible carga hereditaria.

(A) Los síntomas: disfunción y sufrimiento social, moral y/o personal.

(B) El ánimo: frialdad, agresividad, indiferencia, ausencia.

(C) El tiempo: exclusivamente presente, sin ninguna influencia del pasado y sin expectativas futuras.

(D) La comunicación: esta sujeta a intereses individuales.

Durante mucho tiempo se considero dentro de las conductas antisociales a: homosexuales, convictos, drogadictos, alcohólicos, fanáticos y también, algunas sectas religiosas y satánicas, etc.

La personalidad antisocial, se caracteriza por ser una disposición persistente y permanente de comportamiento antisocial.

El grupo más numeroso, esta compuesto por los denominados "sociopatas", algunos tienen comportamientos comunes, son criados por padres especialmente incompetentes, y malintencionados, quienes reforzaron los actos destructivos e indolentes en el individuo, también son agresivos y no tienen ningún temor ni ningún respeto a la norma.

Las personalidades antisociales, con graves problemas temperamentales, se consideran "psicópatas", por ultimo, las personalidades antisociales, con carácter neurótico, son aquellas cuya desviación no se debe ni a los efectos de la socialización o crianza, ni a su temperamento; los conflictos neuróticos de estas personas pueden ser de carácter inconsciente.

La mayoría de estas personalidades suelen ser varones jóvenes.

Hay un tipo de personalidad de quien hablaba (Sigmund Freud), y también los esposos. Perls, (Laura y fritz) y decían que:

Son las personalidades que se suelen sentir estafadas o en desventaja por su apariencia, por su constitución física, por su origen social, por su bajo estrato, o por cualquier otro motivo; racionalizan su inconformidad, y la hacen evidente al no observar las normas, debido, a que se sienten estafadas desde el nacimiento. A estos ciudadanos y ciudadanas, les reforzamos sus conductas, con interpretaciones exclusivamente sociales, y les damos permiso de hacer y deshacer en nombre de sus "discapacidades", en muchos casos la discapacidad no es evidente.

Esta actitud de conmiseración social reforzada, les hace pensar que, Dios, la naturaleza, sus padres, la sociedad, o quien quiera que les proyecte algo de bienestar; son por supuesto los culpables de su condición; entonces ellos, están en el legitimo derecho de hacerse a las cosas como les parezca, exigen, piden, manipulan, roban e incluso matan, etc., "estoy hablando, aclaro, de los mas decentes", es decir, existe otras formas en que estos ciudadanos y ciudadanas, le cobran a la sociedad su deuda; jamás esta deuda será cancelada a satisfacción, porque son los "eternos damnificados", a quienes hay que resolverles la existencia, y premiarlos además.

Existen otras psicopatías y sociopatias aterradoras, y son:

(A) La satisfacción del dominio interpersonal:

Esta satisfacción no solo motiva a matones despiadados, sino también a otros energúmenos que pueden ser: profesores, padres de familia, policías, políticos, curas, empleados, vecinos, etc., y a todos a quienes los comportamientos agresivos y sangrientos, no les sean ajenos, estos comportamientos son o fueron reforzados por la propia indefinición del individuo o por su "padre" particularmente quien se siente orgulloso de que su hijo, se a como el, "un gestor social violento".

(B) El sadismo de carácter eminentemente sexual:

Puede ser un trastorno con implicaciones y componentes hereditarios y con unas pautas de crianza violentas, con refuerzos socio familiares negativos muy fuertes; en vista de esto, podemos asegurar, que debido al poderoso refuerzo que produce el orgasmo es fácil sospechar que aquellos niños en sus primeras relaciones se sientan imbatibles y muy fuertes.

Cuando crecen estos niños pueden llegar a convertirse en violadores, pedofilos, sádicos etc., asociando con facilidad sexo tortura y muerte, y además están amparados por la "psicoinocencia", la cual los provee de olvido o no recuerdo de los hechos catastróficos que llevan acuestas, sin dejar de lado la imposibilidad del arrepentimiento "eternos inocentes", la conmiseración social; muchas veces, potencia estas actitudes y hace de estos personajes victimas, en fin…

A saber:

El valor de este tipo de trabajos, radica en que invita o hace un llamado a identificar posibles desmanes de comportamiento propios o no, los cuales pueden generan altos índices de maldad y de violencia social.

La importancia social radica en el descubrimiento de una forma de tratamiento y control para estas personas.

Hoy por hoy, podemos estar hablando del "pos conflicto" con las desmovilizaciones, las entregas y los afectados; es allí donde encontramos el verdadero laboratorio para la investigación y el tratamiento psicosocial pertinente.

Un objetivo que se me ocurre, es alcanzar a comprender los orígenes o por lómenos "intentarlo" de la violencia que se da por mediación de trastornos o por la utilización y mediación de mecanismos de agresion violentos, etc., así también, tratar de crear un modelo terapéutico que pueda implantarse en la educación básica de los niños y las niñas.

Esto podríamos hacerlo y verlo no como una posible desviación psicológica a la cual tenemos que tratar, sino más bien verlo, como un problema de tipo social y de resolución afectiva donde se involucren las emociones de los implicados fueren quienes fueren, (victimas o victimarios) esto tendrá consecuencias psicosociales alentadoras en la formación afectiva de los ciudadanos y ciudadanas del futuro, es bueno saber que, no podemos hablar de reconciliación (exógeno) cuando no ha existido una conciliación (endógena) tal cual, en fin… son solamente ideas; ideas, que ojala tuvieran eco.

Aspectos históricos de la personalidad

Han existido o existen, santos, artistas, héroes, políticos y escritores, entre otros, que han padecido de algún trastorno de la personalidad; lo dicen los escritos de investigadores serios dedicados a escudriñar las vidas y las personalidades ilustres; encontrando grandes hombres y grandes mujeres que exhibieron o exhiben características geniales delirantes, sin que esto aparentemente haya mortificado o mortifique a otros.

El estudio de la personalidad ha interesado al ser humano desde siempre.

En el siglo IV a C (theophrastus) realiza uno de los primeros trabajos descriptivos dedicados a la personalidad.

En la profesión médica el primer reconocimiento de los trastornos de la personalidad se debe a (Philip Pinel 1745 1826) considerado, el padre de la psiquiatría francesa.

Pinel en (1801), publica una descripción de los trastornos de la personalidad en su obra (Manie Sans Delire)

Pinel, reconoció que una persona podía comportarse de modo irracional, conservando su intelecto intacto, es decir, pueden existir personalidades geniales delirantes, sin que esto suponga un malestar individual o social.

Es evidente que hubo y hay personalidades delirantes, que se manifestaron o manifiestan agresivas y excluyentes, lo cual suponen una fuerte carga psicosocial máxime, si ostentan poder alguno y además decisorio, es el caso, de algunos políticos con tendencias delirantes.

Diagnóstico del trastorno

El diagnóstico de un trastorno de la personalidad, se basa en la interpretación y expresión de comportamientos o pensamientos inadaptados.

Estas conductas en muchos casos se manifiestan porque existe una clara obstinación a la modificación.

Además, es probable que se den usos inapropiados de mecanismo de agresión violenta, los cuales generalmente proveen una gratificación al ejecutor.

Aunque todas las personas utilizamos inconscientemente mecanismos de defensa, la persona con indefinición de la personalidad y además delirante, los usa de modo inapropiado o inmaduro siendo un constante agresor social.

Debo confesar sin arrogancia alguna; que muchas personas, esperan un diagnostico para justificar su comportamiento desleal e inadecuado y así continuar con su tiranía comportamental.

De alguna manera el diagnostico provee a algunas personas de consentimiento para decir soy así; tengo un "trastorno" no es mi culpa si le hago daño o si hago daño, (a claro, esto, no aplica en todos los casos, existe casos, verdaderamente severos de trastorno)

Hay una gran responsabilidad mayúscula a la hora de diagnosticar; por que el diagnostico, muchas veces, se convierte en un liberador de responsabilidades.

El hombre como cualquier otro animal, ostenta grados de agresividad que en muchos casos le permiten la supervivencia, esto como acto del "hombre"; lo que si no es, ni puede ser, argumento de supervivencia; son los mecanismos de agresión, los cuales se convierten en mecanismos violentos como fin último del acto "humano", para la dominación.

Tratamiento

La pregunta que frecuentemente nos hacemos sobre los trastornos de la personalidad es, si la causa o el origen de esta conducta desajustada es de naturaleza social o psicológica; sin olvidar claro, que existen trastornos que se presume tienen predisposición hereditaria.

Si la respuesta es que su origen es social, entonces culpamos a la sociedad, a la crianza, al ambiente, a las carencias, a las abundancias, etc.; en cambio si "descubrimos" que su origen es de naturaleza psicológica, la tendencia es a culpar al individuo mismo tanto en sus decisiones como en sus debilidades, también a sus acciones y sus actitudes comporta mentales, en fin…

Algo si tengo en claro, algunos de los desordenes o desarreglos de la personalidad que presenta el hombre de hoy, son de carácter eminentemente psicosocial, y es que todos los días, aparecen situaciones y tendencias a las cuales tenemos que hacerles frente es decir, o las enfrentamos o nos…., "lo social y lo psicológico" juegan papeles importantísimos en el desarrollo y la manifestación de los trastornos de la personalidad.

Aunque muchas personas no están de acuerdo con esta aseveración de causalidad dual, la realidad es que, lo "social" representa un ambiente externo y lo "psicológico" representa un ambiente interno; y estos dos ambientes en algún punto han de encontrase e interactuar y en el caso del conflicto encontrarse y chocar.

Existe la tendencia en algunas personas a buscar culpables, esta tendencia no viene dada desde la valoración objetiva; la valoración objetiva trata de demostrar el grado de responsabilidad que tenemos todos en nuestro desenvolvimiento social, es decir, la valoración objetiva; no se debe aparta del concepto psicosocial que engloba al individuo, de ahí; la importancia de ser absolutamente objetivos; tenemos que dejar de culpar, y empezar; a responsabilizarnos, en fin… tu, veras.

Hallar el origen de un evento no tiene que llevarnos necesariamente a ofrecer culpas o hacernos a culpas, nos debe llevar mas bien a conocer la relación entre las variables es decir, que tanto de "psicológico", que tanto de "social" y que tanto de "mi" propia cosecha hay; en el desajuste o en el desarreglo de mi personalidad, tal cual.

El gusto por encontrar culpables es una reacción interna "cognoscitiva-emocional y personal" la actitud de buscar culpables es una reacción socialmente aprendida y socialmente gratificante para algunas personas.

Algunos individuos tienen la bonita costumbre de reforzar la capacidad de auto examen, de auto aceptación, y de auto crítica, haciendo énfasis en las responsabilidades personales, otras personas refuerzan el gusto por responsabilizar a otros resultándoles más fácil incriminar que liberar, todos somos responsables de todos, todos tenemos la responsabilidad social de hacernos mejores personas, en fin…

Recordemos, mientras tengamos a quien culpar, nunca, pero nunca, modificaremos una conducta; mucho menos podremos hacernos cargo de nosotros mismos, es decir, siempre vamos a precisar de alguien, que responda por nosotros, porque vivimos una vida abobada y mediocre; y las responsabilidades se hicieron para otros más…

Modelo terapéutico

El modelo terapéutico que empleemos sea cual fuere, debe tener; según mi opinión personal unas características muy similares a las descritas en el texto de Frank Jerome D. (Medico. Psiquiatra Estado unidense) profesor "amerito", universidad John hopkins.

Frank, en su obra (persuasión y cura) muestra (seis) factores afines que son aplicables a las distintas terapéuticas.

(1) La relación de confianza.

El cliente habla con cierta carga emocional de situaciones acusadas de afecto y espera encontrar un ambiente de aceptación, sin ser criticado, juzgado ni rechazado, hay una gran contribución a esto por parte del psicoanálisis "freudiano" en la asociación libre y también en la psicoterapia centrada en el cliente de "Rogers".

(2) La explicación racional.

El terapeuta reformula el malestar en términos comprensibles y manejables para el cliente.

Las terapias "cognitivas-conductuales" se centran en situaciones alcanzables para el cliente, con el fin de aumentar el sentido de eficacia y el avance en la resolución de conflictos (endógenos y exógenos)

(3) El proporcionar información de la posible causa y el tratamiento de los problemas del cliente. Ya sea mediante el auto-descubrimiento, la autoexploración, la auto-observación y en algunos casos la confrontación, con esto el cliente aprende a explicar y manejar sus dificultades.

(4) La esperanza del cliente de encontrar ayuda en el terapeuta.

El cliente asiste a terapia con el convencimiento de que esto le será útil y el terapeuta al aceptar el caso, tiene la responsabilidad "ética" de lograr resultados como fin ultimo.

(5) La oportunidad de tener experiencias de éxito y dominio de los problemas.

Mediante auto-descubrimiento de emociones y con el aprendizaje de nuevas habilidades, el cliente es llevado a aumentar sus expectativas de eficacia en el manejo de sus conflictos y emociones.

(6) Facilitar la activación emocional.

Para que esto sea efectivo, se necesita activar las emociones relacionadas con las dificultades ya que a menudo estas se procesan en el nivel "inconsciente-experiencial" es decir para "des-conflictualizarse hay que conflictualizarse", es recordar y asumir de forma consciente lo que en apariencia es una situación inconsciente exógena; siendo muchas veces claramente consciente y endógena.

Aunque los tratamientos difieren de acuerdo con el tipo de trastorno de la personalidad los anteriores principios generales, se pueden aplicar en el abordaje de acuerdo a la casuística.

La mayor parte de las personas con un trastorno de la personalidad, no sienten la necesidad de un tratamiento, aun que este haya sido recomendado por alguna persona o entidad que le tiene en buen recaudo.

Generalmente la persona puede responder al apoyo que se le presta, pero suele mantenerse firme en cuanto a los patrones de pensamiento y de comportamiento propio de su desadaptación, a esto se suele llamar "solidaridad-neurótica".

Las personas con trastornos con frecuencia son ansiosas y depresivas, esperan calmarse con medicamentos, sin embargo la ansiedad y la depresión que resulta de un trastorno de la personalidad, es raramente aliviada satisfactoriamente con medicamentos, más aún, la terapia farmacológica se complica frecuentemente por el mal uso de los fármacos, es el caso de la "auto-medicación".

Si la persona padece un trastorno como depresión mayor, fobia o trastorno por pánico; la toma de medicamentos suele resultar adecuada, aunque posiblemente será sólo un paliativo y no representara un alivio permanente esto depende del fin último que se busque.

En tratamientos a corto plazo se pueden conseguir cambios, por ejemplo: la ansiedad, el aislamiento social, la no autoafirmación, los disparates conductuales y temperamentales, pueden responder a la terapia de modificación a corto plazo. Otras patologías pueden precisar un poco más de tiempo, dado que los desajustes por lo general tienen una historia repetitiva y reforzada por años.

No se puede afirmar que exista un "tiempo" adecuado de tratamiento; solo se que un tratamiento debe tener el "tiempo" que necesite; esto debido a los tipos, las variaciones y los trastornos de la personalidad.

La psicoterapia a largo plazo "terapia hablada" ayuda a la persona a comprender las causas de su ansiedad y a reconocer su comportamiento inadaptado, en consecuencia, existe la posibilidad de que la persona entre en un proceso adaptativo por si misma.

Algunos trastornos de la personalidad como "el narcisista, o el obsesivo-compulsivo" pueden tratarse mejor con psicoanálisis.

Otros como los tipos "antisocial o paranoide", raramente responden a una terapia.

Algunos trastornos de orden "existencial" responden adecuadamente con terapias "fenomenológicas", por ejemplo la "logo-terapia" la cual nos dice:

La esencia de la existencia esta en la capacidad de ser responsables y se manifiesta en un imperativo categórico; el cual es:

Vive, como si ya estuvieras viviendo por segunda vez, y como si la primera vez, ya hubieras obrado tan desacertadamente como ahora estas apunto de obrar[17]

Esta máxima nos obliga a hacer revisiones actitudinales y a estimular el sentido humano de la responsabilidad, buscando la forma de reconocer que fallamos y que nuestra existencia es tan aterradora como queramos que sea o como deseemos que sea.

La gente que se siente bien consigo misma, produce resultados positivos, es fiable y es confiable; además aporta un clima conciliador en las relaciones, estas personas son un verdadero regalo.

Conclusiones

El terapeuta debe "sentirse" llamado a contribuir en la solución de conflictos como son aquellos que están relacionados con la salud mental, y con los problemas y tensiones que conducen al llamado desorden psicosocial.

La intervención terapéutica especializada en los hospitales, en la familia como unidad gestora social, en las comunidades sociales, en las comunidades desmovilizadas, en los grupos minoritarios, en los grupos violentos, en los centros de reclusión, en los centros de rehabilitación y por supuesto al individuo como eje central; es hoy por hoy una realidad imperativa de alto significado social, y si se quiere, es una de las herramientas mas eficaces en el abordaje del "pos-conflicto", con resultados observables, tangibles y perdurables en el tiempo.

Todos tenemos diferentes tipos de personalidad, y por supuesto diferentes formas de actuar e interactuar, esto es lo que nos hace diferentes y es por lo mismo que somos únicos, esa unicidad nos dice que cada uno de nosotros somos responsables del entorno en el que solemos funcionar.

La personalidad es una especie de destino. Haga o no haga cambios en ella, el individuo esta destinado a ser quien es, es decir no es un modelo perfecto. El individuo esta lleno de peculiaridades y defectos, no es el compañero, el padre ni el jefe ideal o perfecto, tampoco es el peor.[18]

Quizás el único cambio que "necesitamos" es reconocer que no somos tan perfectos como hemos creído y que muchos de nuestros comportamientos inadaptados obedecen a una razón que bien valdría la pena conocer, reconocer y tratar; o simplemente lo que necesitamos es liberarnos de psicotoxicos; para esto es necesario contar con un profesional entrenado para este tipo de eventos, recuerde que no bastan las buenas intenciones.

Muchas de las tenciones o las cargas delirantes que soportamos, son producto de nuestra particular interpretación de las cosas habituales, de las personas con las que interactuamos, de las situaciones, de las definiciones que hacemos de lo cotidiano, de la falta de aciertos, de la falta de clarificación de conceptos y también de que, a veces, disfrutamos más el malestar ajeno que del bienestar propio.

Es mejor darle al conflicto emocional grave, una solución radical, tergiversar el problema, y buscar soluciones intermedias, no pasa de ser un paliativo inútil. En el fondo, el conflicto permanece y actúa como la braza viva bajo la ceniza. Un conflicto en tanto más grave; es tanto mayor la urgencia de solucionarlo, cuando mas constituya un obstáculo para la realización de la vida personal interior.[19]

La tensión que se origina por el sufrimiento moral, al cual nos vemos sometidos día a día, mina la personalidad y esta puede entrar en un proceso de deterioro, además trae complicaciones progresivas que involucran la salud física y la salud social. Los primeros síntomas de gravedad que se evidencian son, fatiga nerviosa y ansiedad.

No es un delito padecer de fatiga nerviosa y de ansiedad, el delito empieza cuando las ignoramos.

Pasos para mantener salud mental

(1) Percátese de sus necesidades.

El primer paso es aceptarse a si mismo, recuerde que la parte inconsciente de su cerebro, realmente le conoce. Cuando se obliga a actuar de modo distinto se nota, si su vida es demasiado aburrida, o si siente que abusan de usted, o que no lo consideran reconózcalo pero sin victimisarse y haga algo al respecto.

(2) Exprese sus necesidades.

Afírmese de modo asertivo y presente con claridad, sus sentimientos sin atacar a los demás, esto evitara que se acumulen los sentimientos negativos, y que se expresen, en algún modo contrario, ya sea de manera interna "estrés o ansiedad", y externa "conductasdesadaptadas".

(3) Muestre una conducta que refleje su elevada autoestima, se puede lograr, mediante el lenguaje corporal y la actitud, si se ve alerta e interesado, y acompaña esta condición con una sonrisa alegre, los demás reconocerán los buenos sentimientos que tiene acerca de si mismo.

(4) Suspenda los juicios de valor negativos acerca de usted, y de los demás.

(5) Acepte la posibilidad del éxito, y planee alcanzarlo.

(6) Piense positivamente.

(7) Aprenda a quedarse callado/a.

(8) Encuentre modos de ayudar a los demás.

(9) Este dispuesto a buscar ayuda cuando la necesite. Cuando tenga problemas, busque gente con quien pueda compartirlos. Si los problemas parecen abrumadores, es conveniente que busque ayuda profesional.[20]

PASOS PARA RESOLVER UN CONFLICTO

(A) Propósito: la apertura hacia los demás, debe provenir del deseo genuino de mejorar la relación, en vez de ganar en argumentos. La apertura, aumenta la posibilidad de que a usted, se le tome en serio, incluso cuando haya desacuerdos.

(B) Mutualidad. "Solidaridad"

(C) Corra riesgos, deje que la otra persona se exprese, no tenga miedo "arriésguese" a equivocarse.

(D) No ejerza coerción: no quiera dominar; a veces, sus argumentos son "importantes", (pero…, solo para usted)

(E) Oportunidad: el debate debe ocurrir cuanto antes; una vez que se presenta el problema para que la otra persona sepa justo de que se habla. Los demás tienen derecho a justificarse, perdóneles el error, no busque venganza, busque justicia.[21]

Por último

Si sigue sintiéndose cómodo culpando a otros; y esto le reporta ganancias de orden emocional o de cualquier otro orden; bien valdría la pena continuar.

Pero; si su deseo es modificar la conducta, y empezar a encontrarle el sentido a la existencia, y sentido a lo que hace; merece entonces la pena, saber que existen formas de hacerlo.

Vivir, no tiene porque ser doloroso, "recordémoslo".

El ser humano, es la única criatura que se atormenta con el pasado, se preocupa por el presente, y se angustia por el futuro.

El fin último de la existencia es lograr la felicidad; esto se adquiere con un poco de equilibrio y paz interior.

"Mi mundo es tan aterrador como yo lo quiera ver, recordémoslo, soy el creador de mi mundo, yo soy el único responsable de lo que en el incluyo, tal cual".

Sinceramente

Bibliografía

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(20) Revista Psicología Práctica. Director DR López Ibor J M. Editorial. Espacio y tiempo. Madrid España. 1992. Números (36) La conducta humana. (69) Conductismo. (59) Evaluación psicológica. (68) Psicoanálisis. (32) Vida e instintos. (52) Medicina psico somática. (61) La conciencia. (47) Las necesidades humanas. (67) Terapias psicológicas. (42) Herencia y ambiente. (39) Cerebro y conducta. (34) Histeria. (49) Esquizofrenia y paranoia. (48) El carácter. (45) La personalidad.

(21) Floyd Matson. Conductismo y humanismo. Titulo, original. Behaviorism, and humanism. ED. Trillas. México. Primera edición febrero 1984. México.

(22) Erich Fromm. Ética y psicoanálisis. ED Fondo de cultura económica breviarios Bogota Colombia 1997.

(23) Freud Sigmund. Ensayos sobre sexualidad. Titulo original (Drei abhandlungen zur sexualtheorie) ED. Alianza editorial. Madrid España 1985.

(24) Melgosa Julian. Sin estrés. ED. Safeliz España 1995.

(25) Zarama de la Espriella Susana. Bioética y capacidad mental. ED. Imprenta y publicaciones de las fuerza militares. Bogota Colombia 2004

(26) Juárez Infante Roberto y Serdan Contreras Héctor. Introducción a la antropología. ED. Mcgraw hill. México 1995.

A mí amada hija

IYOKO CAROLINA RUIZ PUENTES

El regalo más hermoso que me ha dado el cielo.

 

 

Autor:

Hugo Edgar Ruiz Monroy

Terapeuta Psicosocial

Psicoterapeuta

Eticista

Bioeticista

Docente PUJ Bogota Colombia

Breviarios para un mejor entendimiento (HERM) 2004

[1] Finkler Pedro. Cuerpo Sano y Mente Sana. ED San Pablo. Madrid España 1986 Pág. 36

[2] Ibit Pág. 37

[3] Saz Ana Isabel. Diccionario de Psicología ED. Panamericana LTDA España 2006 Pág. 204

[4] Palladito Connie, PHD Como desarrollar la autoestima. ED Grupo Editorial Iberoamericana México DF.1999 Pág. 22

[5] Finkler Pedro. Cuerpo Sano y Mente Sana. ED San Pablo. Madrid España, 1986. Pág. 3

[6] Saz Ana Isabel. Diccionario de Psicología. ED. Panamericana LTDA España 2006. Pág. 13

[7] Finkler Pedro. Cuerpo Sano y Mente Sana. ED. San Pablo. Madrid España. 1986. Pág. 178

[8] Saz Ana Isabel. Diccionario de Psicología. ED. Panamericana LTDA. España. 2006. Pág. 139

[9] Oldham John MD y Morris Lois B. Auto retrato de la personalidad. ED. Tikal Susaeta Ediciones. España 1995. Pág. 1

[10] Saz Ana Isabel. Diccionario de Psicología. ED. Panamericana LTDA. España 2006. Pág. 265

[11] Ibit. Pág. 62

[12] Leahey Thomas H. Historia de la Psicología 6ta Edición. ED. Pearson prentice hall, Closas Orcoyen, SL España 2005. Pág. 365

[13] López Juan J, Aliño Ibor y Valdez Miyar Manuel. DMS. IV TR. Breviario. ED. Rafue. Masson. España 2006

[14] Saz Ana Isabel. Diccionario de Psicología. ED. Panamericana LTDA. España 2006. Pág. 211

[15] Vélez Correa Luís Alfonso. MD. Ética medica, Interrogantes a cerca de la medicina, la vida y la muerta. ED CPIB. Medellín. Colombia 1996. Segunda Edición. Pág. 53

[16] Ibit. Pág. 53

[17] Frank Víctor E. Un psicólogo en un campo de concentración. ED. Aster Lisboa Portugal 1977. Pág. 108

[18] Oldham John. MD. y Morris Lois B. Auto retrato de la personalidad. ED. Tikal Susaeta Ediciones. España 1995. Pág. 382

[19] Finkler Pedro. Cuerpo Sano y Mente Sana. ED. San Pablo Madrid España. 1986. Pág. 179

[20] Palladito Connie, PHD. Como desarrollar la autoestima. ED. Grupo Editorial Iberoamericano. México DF. 1999. Pág. 67 y 68

[21] Ibit. Pág. 71

Partes: 1, 2, 3
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