El niño necesita más que nadie que se le den sugerencias, en forma simbólica, de cómo debe tratar con dichas historias y avanzar sin peligro hacia la madurez. Las historias seguras no mencionan ni la muerte ni el envejecimiento, límites de nuestra existencia, ni el deseo de la vida eterna. Los cuentos de hadas enfrentan debidamente al niño con los conflictos humanos básicos.
Muchas historias de hadas empiezan con la muerte de la madre o del padre. La muerte del progenitor crea los más angustiosos problemas. Otras historias hablan de un anciano padre que decide que ha llegado el momento de que la nueva generación se encargue de tomar las riendas.
Los cuentos de hadas suelen plantear de modo breve y conciso un problema existencial. Esto permite al niño atacar los problemas en su forma esencial, cuando una trama compleja le haga confundir las cosas. El cuento de hadas simplifica cualquier situación. Los personajes están muy bien definidos y los detalles, excepto los más importantes quedan suprimidos.
En todos estos cuentos, tanto el bien como el más toman cuerpo y vida en determinados personajes y en sus acciones, del mismo modo que también omnipresentes en la vida real, y cuyas tendencias se manifiestan en cada persona. Esta dualidad plantea un problema moral y exige una dura batalla para lograr resolverlo.
El malo no carece de atractivos. En la mayoría de los cuentos, el usurpador consigue durante algún tiempo arrebatar el puesto que corresponde al héroe. El hecho de que el malvado sea castigado al terminar el cuento no es lo que hace que estas historias proporcionen una experiencia en la educación moral, aunque no deja de ser un aspecto importante de aquélla. Tanto en los cuentos de hadas como en la vida real, el castigo o el temor al castigo sólo evita el crimen de modo relativo.
Los personajes de los cuentos de hadas no son ambivalentes, no son buenos y malos al mismo tiempo, como somos todos en realidad. La polarización domina la mente del niño y también está presente en los cuentos.
Una persona es buena o mala pero nunca ambas cosas a la vez. La yuxtaposición de personajes con rasgos tan opuestos no tiene la finalidad de provocar una conducta adecuada, como quizá pretenden los cuentos con moraleja. Las ambigüedades no deben plantearse hasta que no se haya establecido una personalidad relativamente firme sobre la base de identificaciones positivas. Las polarizaciones de los cuentos de hadas proporcionan esta decisión básica sobre la que se constituirá todo el desarrollo posterior de la personalidad.
Las elecciones de un niño se basan más en quién provoca sus simpatías o su antipatía que en lo que está bien o está mal, es decir que el niño quiere ser bueno por su posición no por su bondad.
Los cuentos amorales no presentan polarización o yuxtaposición alguna de personas buenas y malas, puesto que el objetivo de dichas historias es totalmente distinto. Es decir que en los cuentos amorales se asegura salir adelante con la moralidad; y además no hay polarización. Las personas son buenas o malas.
Los cuentos de hadas se toman muy en serio estos problemas y angustias existenciales y hacen hincapié en ellas directamente: la necesidad de ser amado y el temor a que se crea que uno es despreciable; el amor a la vida el miedo a la muerte. Ofrecen soluciones que están al alcance del nivel de compresión del niño.
Estas historias le aseguran que formando una verdadera relación interpersonal uno puede escapar de la angustia de separación que le persigue.
Tan pronto como surge el mundo real, el héroe del cuento de hadas puede encontrarse a sí mismo como una persona de carne y hueso y entonces hallará también al otro con quien podrá vivir feliz para siempre. Este tipo de cuentos está orientado de cara al futuro y ayuda al niño a renunciar a sus deseos infantiles de dependencia y a alcanzar una existencia independiente más satisfactoria.
Es importante proporcionar al niño actual imágenes de héroes que deben seguir al mundo real por sí mismos y que aun ignorando originalmente las cosas fundamentales encuentren en el mundo un lugar seguro, siguiendo su camino con una profunda confianza interior.
El héroe de los cuentos avanza solo durante algún tiempo, del mismo modo que el niño de hoy en día, que se siente aislado. El destino de estos héroes convence al niño de que como ellos puede encontrarse perdido y abandonado en el mundo. El niño necesita la seguridad que le ofrece la imagen del hombre solitario que es capaz de obtener relaciones satisfactorias y llenas de sentido con el mundo que lo rodea.
EL CUENTO DE HADAS: UN ARTE ÚNICO
(ALGUNOS ANÁLISIS DE CUENTOS – EN EL CUADERNILLO)
El cuento de hadas le brinda significados a diferentes niveles y enriquece la existencia del niño de tan distintas maneras.
Los cuentos de hadas son únicos y no son por su forma literaria, sino también como obras de arte totalmente comprensibles para el niño, cosa que ninguna otra forma de arte es capaz de conseguir. El niño obtendrá un significado distinto de la misma historia según sus intereses y necesidades del momento. Si se le ofrece la oportunidad, recurrirá a la misma historia cuando esté preparado para ampliar viejos significados o para sustituirlos por otros nuevos.
Estos cuentos presentan muchos aspectos que vale la pena explorar.
Los críticos literarios y los lingüistas examinan su significado por otras razones.
En los cuentos de hadas abundan los motivos religiosos.
La mayor parte de los cuentos de hadas se crearon en un período en que la religión constituía la parte fundamental de la vida.
El que un cuento sea más importante que otro para un niño determinado y a una edad determinada, depende totalmente de su estadio de desarrollo psicológico y de los problemas más acuciantes en aquel momento.
Los cuentos de hadas empiezan a ejercer su beneficiosa influencia de cuatro a cinco años.
La angustia de separación, el temor a ser abandonado, y el miedo a morir de hambre junto con la voracidad oral, no son exclusivos de ningún período de desarrollo en particular. Tales temores se dan en todas las edades en el inconsciente, por lo que dicho cuento tiene también sentido para niños mayores, a la vez que los estimula.
A partir de estos cuentos se obtiene un rico significado personal, pues facilitan los cambios en la identificación mientras el niño pasa por distintos problemas uno después del otro.
Si el niño no se aficiona a esta historia, quiere decir que sus motivos o temas no han logrado provocar una respuesta significativa en aquel momento de su vida. Entonces es mejor contarle otra historia siguiente.
Si todo va bien el entusiasmo del niño por esta historia será contagioso y ésta llegará también a ser importante para los padres, si no por otro motivo porque significa mucho para el niño. Llegara el momento en que el niño ya habrá obtenido todo lo posible de su historia preferida. El niño puede perder temporalmente el interés por dicha historia y disfrutan mucho más con cualquier otra. Al contar nuevos cuentos de hadas lo mejor es tratar de seguir siempre el interés del niño.
Es siempre desagradable interpretar los pensamientos inconscientes de una persona y hacer consciente lo que ésta desea mantener en el preconsciente, especialmente cuando se trata de un niño.
Si explicamos a un niño por qué un cuento de hadas puede llegar a ser tan fascinante para él destruimos el encanto ed la historia que depende en gran manera de la ignorancia del niño respecto a la causa que le hace agradable un cuento. La pérdida de esta capacidad de encanto lleva también consigo la pérdida del potencial que la historia posee para ayuda al niño a luchar por sí solo y a dominar el problema que ha hecho que la historia fuera significativa para él y ocupara un lugar predominante. Las interpretaciones de los adultos, por muy correctas que sean, privan al niño de la oportunidad de sentir que él sin ayuda alguna se ha enfrentado satisfactoriamente de una difícil situación escuchando y reflexionando repetidamente sobre la misma historia.
Los temas de los cuentos de hadas se experimentan como algo maravilloso porque el niño se siente comprendido y apreciado en el fondo de sus sentimientos.
La descripción de los personajes significativos de un cuento da muy poca idea de lo que éste es en realidad.
Cuentos de hadas frente al mito. Optimismo versus pesimismo
(BRUNO BETTELHEIM)
Platón aconsejó que los futuros ciudadanos de la república ideal comenzaran su educación literaria con el relato de los mitos, antes que con simples hechos o enseñanzas llamadas racionales. Aristóteles dijo que el amigo de la sabiduría es también amigo de los mitos.
Existen grandes diferencias entre los cuentos de hadas y los sueños. En el sueño la realización de los deseos está a menudo disfrazada, mientras que en los cuentos aquéllos se expresan abiertamente. Los sueños son el resultado de pulsiones internas que no han encontrado alivio, de problemas que acosan a una persona, y para los que ni ésta ni los sueños hallan solución alguna. El cuento de hadas hace exactamente lo contrario: proyecta alivio de todas las pulsiones y ofrece no sólo modos de solucionarlas sino que promete además que se encontrará una solución feliz.
No podemos controlar lo que ocurre en nuestros sueños. El cuento de hadas es el resultado del contenido común consciente e inconsciente una vez modificado por la mente consciente, no de una persona en particular, sino por el consenso de muchas, en cuanto a los que, según ellas, son problemas humanos universales y a lo que aceptan como soluciones deseables.
Los mitos y cuentos de hadas nos hablan en el lenguaje de los símbolos, representando el contenido inconsciente. Su atractivo se dirige a nuestra mente consciente e inconsciente a la vez, a sus tres aspectos t también a nuestra necesidad de ideales del yo.
Entre los mitos y los cuentos de hadas no existen sólo semejanzas esenciales. Aunque en ambas encontremos los mismo personajes, situaciones ejemplares, y ocurran hechos similares, existe una diferencia básica en el modo de transmitir todas estas cosas. El sentimiento principal que nos comunica un mito es: esto es absolutamente único; no podría haberle ocurrido a ninguna otra persona ni de ningún otro modo. Por el contrario aunque las cosas que ocurren en los cuentos de hadas sean a menudo improbables e insólitas, se presentan siempre como normales, como algo que podría sucederte a ti, a mí o al vecino de enfrente.
Otra diferencia es el final, ya que en los mitos hay un final trágico, y en los de hadas es feliz.
El mito es pesimista y los de hadas es optimistas.
Los mitos implican demandas del super-yo en conflicto con la acción motivada por el ello, y con los deseos auto-protectores del yo.
El pesimismo de los mitos está magníficamente ejemplificado en este paradigmático mito del psicoanálisis, la tragedia de Edipo.
El mito de Edipo provoca fuertes reacciones intelectuales y emocionales en el adulto, ya que puede proporcionar una experiencia catártica, característica.
Un mito no es un cuento admonitorio como la fabula, que al provocarnos ansiedad nos previene para que no actuemos del modo que según aquélla será perjudicial para nosotros.
El complejo edípico es un problema básico en la infancia. El pequeño se encuentra completamente atrapado en los conflictos edípicos como realidad inevitable de su vida.
Un niño no sólo sueña con desposar al progenitor del sexo opuesto, sino que además hace girar sus fantasías en torno a ello. Después de escuchar el mito de Edipo la conclusión que saca la mente del niño no puede ser otra que la de que estas cosas horribles le sucederían también.
En la infancia todo es devenir. El cuento de hadas ofrece al niño materiales de fantasía que de forma simbólica le indican cual es la batalla que debe librar para alcanzar la autorrealización, garantizándole un final feliz.
Los héroes míticos brindan excelentes imágenes para el desarrollo del super-yo, pero las exigencias que comportan son tan rigurosas que desaniman al niño en sus primeros empeños por lograr la integración de su personalidad. Algunos de estos cuentos terminan con la información de que si por casualidad no ha muerto, todavía puede el héroe estar vivo. Así, los cuentos de hadas proyectan una existencia feliz pero vulgar como resultado de las pruebas y tribulaciones que comporta el proceso normal de crecimiento.
El héroe del cuento vence estos problemas aquí en la tierra y no mediante una recompensa recibida en el cielo.
La sabiduría psicológica de las distintas épocas explica el hecho de que cada mito sea la historia de un determinado héroe.
El cuento de hadas deja bien sentado que habla de todo el mundo, de gente como nosotros.
En las historias de hadas ningún otro personaje tiene nombre; los padres de los protagonistas del cuento permanecen anónimos. Se alude a ellos mediante palabras como "padre" "madrastra", aun cuando se les describa como "un pobre pescador" o "un pobre leñador".
Los héroes míticos son de dimensiones sobrenaturales. El niño se vería abrumado por la exigencia implícita de emular al héroe en su propia vida. Los mitos son útiles para formar no la personalidad total sino sólo el super-yo. El niño sabe que no puede vivir con la misma virtud que el héroe ni realizar sus mismas hazañas.
Los héroes reales de nuestra historia, siendo con todo, personas como todas las demás, impresionan al niño cuando compara con ellos su propia pequeñez.
Los mitos proyectan una personalidad ideal que actúa de acuerdo con las demandas del super-yo, mientras que los cuentos de hadas representan una integración del yo que permite una satisfacción adecuada de los deseos del ello.
Prácticas del lenguaje
LEER Y ESCRIBIR EN EL PRIMER CICLO, YO LEO, TÚ LEES, ÉL LEE.
LA PLANIFICACIÓN (y las dudas)
Cuando escuchar leer cuentos es una situación habitual, los chicos descubren que la consigna del maestro abre un momento diferente, un mundo donde los lobos hablan y los niños pequeños pueden vencer o conmover a un gigante malvado y egoísta.
El momento mágico del cuento no nace en la escuela; los chicos traen consigo la experiencia de la narración oída. Aunque no les hayan leído cuentos, todos han revivido en la voz de sus padres o abuelos hechos ocurridos recientes o remotos.
La lectura de cuentos por parte del maestro aparecería pues temprana y reiteradamente en la secuencia que planificábamos.
¿QUÉ CUENTO SE ELIGEN?
Desde ya hace muchos siglos y en las culturas más diversas, los cuentos que circulan en una comunidad ayudan a sus miembros más pequeños a integrarse a ella, y a sus valore. Sin que el adulto lo advierta los chicos se enteran por medio de los cuentos de que es habitual que las niñas vivan con su madre, que ambas tengan en cuenta las necesidades de la abuelita, que se piense el nombre de los niños antes de que nazcan, que muchas parejas deseen el nacimiento de un hijo, que la gente sienta envidia o celos.
Sería bueno que lleguen a manos de los chicos cuentos muy diversos, de autores nacionales y extranjeros, clásicos y contemporáneos donde también se plantearan las grandes cuestiones con que nos topamos los humanos al entrar a la vida: el amor y el desamor, el tiempo, el cambio, la soledad, la compañía, el absurdo, la injusticia, la extraordinaria variedad y riqueza del mundo y la búsqueda de señales para encontrar en él algún sitio.
¿SE CAMBIAN LAS PALABRAS DIFÍCILES?
El lector está sometido a la literalidad del texto. Lee al pie de la letra para encontrarse con el autor, con sus palabras, sus modos de decir, las descripciones o los juegos propios del lenguaje que él eligió para que su voz hable a través de la nuestra.
PERO… ¿QUÉ SE LES ENSEÑA A LOS CHICOS CUANDO SE LES LEEN CUENTOS?
Escuchar a los adultos leer cuentos es una de las primeras prácticas que ponen a los chicos en contacto con el lenguaje escrito. Para aprender a leer, necesitan descubrir qué tienen adentro los libros. Es la lectura mediadora del adulto la que confiere a los textos la significación y la valoración que los transforma en objetos interesantes. El encuentro de los niños con la lectura del maestro posibilita el descubrimiento de que las historias que salen de su boca tienen algo que ver con las marcas oscuras que están impresas en las páginas. Su lenguaje les da sentido. Les muestra a los niños que a partir de ellas se produce lenguaje.
Si los chicos escuchan a menudo leer a su maestro participan de prácticas de lectura y aprenden en esas situaciones a actuar como lectores. Cuando el maestro lee cuentos va enseñando progresivamente a los chicos muchos de los quehaceres de un lector que se ponen en acción en cada acto de lectura.
El maestro como lector experto muestra a los alumnos los secretos del oficio lector. Su comentario y opinión es un modelo de lo que se puede decir de un cuento.
El teatro de títeres como espectáculo para niños
(SIGNORELLI)
El teatro de títeres es una forma esencial del teatro. Muchos de los elementos vitales del buen teatro también lo son de un buen teatro de títeres. Se requiere de una dicción clara, una caracterización de los personajes, movimientos correctos y los mismos principios en la puesta en escena, a pesar de que en el teatro de títeres todo debe ser más intenso.
Lo primero que debe tenerse en cuenta en un teatro de títeres es la imaginación. Ella constituye el vínculo de comprensión entre el espectáculo y su público y si ella faltare el teatro de títeres no tendría razón de ser.
La importancia que un teatro de títeres, en su forma de espectáculo, puede tener para los niños es la misma que tiene en la primera infancia el contar fábulas, es decir, cuando el niño no posee otros medios de información y de comunicación.
El espectáculo de títeres es mejor que cualquier otra comunicación; sirve para sustituir lo que ha sido, en los años precedentes, la voz de la nodriza o de la madre. Contar es un arte y cualquier historia puede destruirse por una mala impostación, es decir por una voz distraída. El espectáculo de títeres sustituye a la voz para introducir en la imaginación un nuevo elemento reflexivo y crítico de la mayor importancia.
La fábula debe convertirse en una realidad corpórea, móvil, y coloreada.
La objetivación que un teatro de títeres hace de una historia debe sustituir a la voz que cuenta, pero de modo que el niño no se distraiga. Es decir, que la objetivación debe desarrollarse como un juego sin comprometer la creación de la fantasía infantil.
Un espectáculo de títeres debe acercar al niño una realidad decisiva, la misma que es creada en su juego, en la que el niño reconoce y supera los propios problemas y ansias.
El títere es una forma de expresión de sí mismo, y automáticamente extrae sus posibilidades de sugestión del ambiente en que se encuentra y de la particular necesidad de imaginar que todo niño posee.
El títere no es semejante al actor, es como el juguete y más que el juguete, como el juego en el período infantil, tiene el poder de despertar y desarrollar en el niño la imaginación-sentimiento, con la que partiendo de sí mismo, se aproxima a las cosas y al mundo.
Un títere debería representar la vivificación de una imagen como lo era.
Cada títere forma parte de quien lo anima y para tener verdaderamente valor debería ser realizado por las mismas manos que más tarde le darán movimiento y vida, revelando el pensamiento del animador.
Un personaje real no puede convertirse en títere si no paga cierto tributo fundamental: debe abandonar todo aquello que no es esencial y que por la misma razón, menos interesa y es menos característico y debe concentrarse, en cambio, en los elementos que lo determinan como uno u otro personaje. Todo títere debería tener una característica particular por la cual pueda ser fácilmente reconocido. Los materiales con que el espectáculo mismo se realiza, se transforman, de tal modo, en relación con el títere que pueden ser adaptados a la transposición de la realidad, tal como ocurre en la invención infantil, por medio de la cual se puede ver en un pedazo de papel, una corona; en una caja de cartón, un pozo, y un sencillo palo, un bellísimo caballo.
Este espectáculo debe ser esencial en su forma, en el color, en la acción. Esencial y no pasional, ni que pretenda trastornar al niño.
Para el niño un relato escénico es concreto como la realidad misma, pero más flexible que ésta, que podría muchas veces en su obra de reflexión y de integración humillar y aprisionar su alma.
La realidad del espectáculo de títeres se presenta en esa atmosfera irreal y fantástica en la que el niño está cómodo, siendo la verdadera y única realidad que puede afirmar mejor su espíritu de observación y de crítica.
El niño a través del espectáculo de títeres descubre el mundo del humano y de la vida moral y social.
El deber de un teatro para niños será el de ayudarlos a salir de aquel mundo maravilloso en el que se complacen, para que descubran en el mundo real lo maravilloso que hay también en él, y a lo que se llega a través de la comprensión de la moralidad de la vida.
El títere puede entrar a formar parte de ese mundo ya que se trata de un dominio en el que la realidad y la fantasía difícilmente puedan ser separadas.
El títere puede tener la más benéfica influencia sobre casi todos los niños.
Una razón importante por la que el teatro resulta útil para la formación espiritual del niño es que, no obstante satisfacer su deseo de hacer y crear, da además a este deseo suyo un exacto sentido de responsabilidad por cuanto lo pone en contacto con el éxito o fracaso de la representación.
El niño aprende a expresarse natural y claramente: con naturalidad, porque en el teatro de títeres se identifica, sin duda, con el carácter del personaje que mueve, cosa que no ocurre en el teatro de niños-actores, donde siempre el niño recita con claridad.
En la primera experiencia de los niños con el manejo de títeres, muchos de ellos se intimidan.
La timidez inicial y la incapacidad para expresarse correctamente, el darse cuenta de los defectos dialectales y de la pobreza de expresividad vocal, en un primer momento pueden asustar.
El teatro de títeres ofrece a la educación la posibilidad a todo niño de experimentar la expresión dramática. Cuanto más frecuentemente los niños participen con entusiasmo en la representación y con mayor sentimiento la interpreten, en mayor grado serán capaces de invención e iniciativa. Si en un principio puede asustarles una cierta incapacidad para expresarse correctamente, es mejor que representen aquello que más los divierta y que ya conozcan, comenzando por los trabajitos breves y familiares, como historietas, canciones, cartas o simples fabulitas escenificadas.
Es también importante el sentimiento que reúne a los niños para preparar la actuación de los títeres.
Cuando los niños tengan entre las manos diferentes personajes, éstos podrán inspirarlos para idear otros trabajos en los cuales los podrán utilizar, y trabajos, que al principio, quizá, serán solamente una espontánea improvisación de niños que se deleitan en simular, pero que más tarde tomarán forma y seguirán una línea coherente con su principio y su fin.
El superar una presunta incapacidad será facilitado por el aspecto de juego que implica el dedicarse a esa forma de artesanado.
Las posibilidades y las necesidades varían según la edad. Por ejemplo los más pequeños representaran más contentos sin un escenario definido y sin público y será suficiente que sus títeres sean simplísimos: una cabeza con un agujero por donde pasar un dedo y la mano envuelta en una tela que hará las veces de vestido.
Pero para que los títeres sean funcionales, deberían ser construidos por los niños más grandes, ya que los títeres no pueden ser manejados si no son hechos cuidadosamente; lo contrario es irritante para el actor y disminuye el efecto para el espectador.
Los niños más pequeños es necesario que sea la maestra quien construya los títeres, y será bueno que al principio estos títeres no sean los tradicionales que se enfilan en la mano sino los que sostenidos por debajo con un palo y poseen, además de brazo también piernas.
Es necesario que aprendan a moverlos con una mano y luego con la otra. Después a sincronizar el lenguaje con el movimiento del títere, y finalmente a hacer coordinar el lenguaje y el movimiento del títere con el lenguaje y movimiento de otro títere, movido por ellos mismos o por otro niño.
Si tienen familiaridad con las palabras y con las acciones dramáticas los niños pueden volcar toda su atención en los títeres que aprenden a mover. Las acciones deben ser muy simples y también los títeres y los objetos deben ser muy fáciles de agarrar y mover.
Los textos pueden ser extraídos de cualquier historia en la que las ideas puedan ser fácilmente traducidas en acciones dramáticas.
El teatro de títeres requiere de ciertos requisitos:
1. Escolares que trabajen para obtener una articulación fonética e idiomática correcta. El teatro mismo, sirve para corregir eventuales defectos: ya que la escuela siempre debería preocuparse porque la expresión resulte correcta. El lenguaje del titiritero, debe ser el que conoce el niño, sin que se deba bajar, por esta razón, el nivel literario del espectáculo.
2. Escolares que tengan una buena y educada memoria, lo que facilitará el aprendizaje de la obra a representar sin necesidad de la ayuda del texto escrito.
3. Escolares que conozcan un poco de música como para tocar algún instrumento o que posean aptitudes para el canto.
4. Escolares que tengan disposición para el dibujo y la pintura, con el fin de realizar la escenografía.
5. Escolares que tengan gusto y habilidad para los trabajos manuales requeridos, desde la modelación de los títeres hasta la confección de sus vestidos.
6. Escolares capaces de escribir los textos, ya que las obras a representar tienen que ser comedias infantiles, que, aunque preparadas por los maestros, nazcan de la actividad de los mismos escolares, sabiamente interesados y dirigidos.
Muchos niños odian los ensayos, haciéndolo mejor la primera vez. Los ensayos sirven para alejarlos de aquello que, en principio, habían abrazado con entusiasmo. Si hay que ofrecer un espectáculo para el público o hacer asignaciones sobre niños-titiriteros, sobran motivos para descorazonarse aunque a veces uno de los métodos mejores para lograr el intento es el de realizar breves ensayos e interesar a cada uno, fijándoles precisas responsabilidades.
Hay que enseñar a los niños a ser los primeros críticos de sí mismos.
Para el público, es el títere y el papel que él personifica lo que atrae la atención y no el titiritero.
El títere ofrece al adulto el enorme placer de la compañía infantil, una intimidad más estrecha con el niño y un nuevo respeto por su inteligencia.
El folclore literario, fuente perenne de la literatura para niños
(OSCAR CAAMAÑO)
La aparición de este término, folclore, vino a proporcionar una nueva denominación y un nuevo impulso a estudios que se venían practicando desde la antigüedad.
RASGOS DEL FENÓMENO FOLCLÓRICO
Magrassi y Rocca sostienen fuertemente la vinculación entre folclore y antropología, consideran que el folclore debe ocuparse de los procesos de mestizaje que han dado resultado la cultura popular. Por ello también incluyen en el campo de los estudios de las culturas originarias en contacto con la cultura blanca. Otros autores dejan de lado lo que tenga que ver con lo indígena.
Esta tendencia considerada al folk o pueblo como el campesinado iletrado que vive más o menos alejado de las grandes ciudades.
La posición más abierta y comprensiva de Magrassi y Rocca nos permite incluir en la categoría de folk al hombre de la ciudad y considerar folclore aquella cultura que se conforma y comparte a través de medios no institucionales u oficiales, lejos de la cultura de las elites y al mismo tiempo conviviente con ella.
Augusto Raúl Cortazar hace dos aportes. Uno en relación de lo que es el hecho folclórico y otro en referencia a la literatura. Todo hecho folclórico se caracteriza por reunir ser rasgos principales:
1. Tradicional: se refiere a la pervivencia temporal del fenómeno que se transmite de generación en generación durante largos períodos. Don Ramón Menéndez Pidal sostenía que la poesía tradicional es aquella que vive en variantes, pues éstas son la prueba de su larga pervivencia a través de la transmisión de boca en boca. No todo lo tradicional forma parte del folclore.
2. Popular: ampliamente conocido por el conjunto del pueblo. Manuelita la tortuga es una canción popular, pero no es folclore, debido a que no ha llegado a convertirse en tradicional y a que su autora es conocida de todos y es valorada como tal.
3. Anónimo: anónimo no significa carente de autor, sino que el fenómeno del cual se trata no tiene un autor conocido o su autor original no tiene importancia o relevancia dentro de la consideración popular. Muchos individuos intervienen en la autoría introduciendo de modo intencional o voluntario, variante que si son aceptadas por sus oyentes, tienden a perdurar en las sucesivas instancias de transmisión.
4. Oral o transmitido por medios no institucionalizados: la transmisión oral es la forma más propia de los fenómenos literarios folclóricos, se está aludiendo a una forma de transmisión espontánea.
5. Funcional: todo hecho que forma parte de la cultura popular cumple una función dentro de ella. Dentro del folclore espiritual, y en particular el folclore poético, encontramos aquella poesía cuya función es estrictamente literaria y en la poesía aplicada. Si bien este rasgo está presente en toda manifestación folclórica, es mucho más evidente en lo que concierne al folclore material: vestimenta, alimentación, técnicas de cultivo, de fabricación de utensilios, etc.
6. Localizado geográficamente: tiene su propio radio de difusión espacial.
EL FOLCLORE LITERARIO Y LA LITERATURA FOLCLÓRICA
Augusto Raúl Cortazar dice que el folclore literario está constituido por todas las especies en prosa y en verso que conforman el patrimonio de la cultura popular tradicional; y que la literatura folclórica abarca todas aquellas composiciones de autor conocido que toman como modelo al folclore literario, pero que no forman parte de la cultura oral y tradicional del pueblo, sino de la cultura letrada.
EL FOLCLORE LITERARIO, FUENTE PERENNE DE LA LITERATURA PARA NIÑOS
El concepto de niño como un ser psicológicamente diferente del adulto es un descubrimiento moderno, dado que la psicología misma como ciencia también lo es.
Salvo los niños de las clases pudientes, como los nobles y los hijos de la burguesía, los niños en su mayoría no recibieron alfabetización sino hasta la revolución industrial.
De modo que hasta entonces fue el folclore la fuente fundamental de la formación literaria de la infancia.
Los niños en su ámbito familias en el poblado o la aldea, así como en las calles de las ciudades, en las ferias y mercados, en las festividades populares en los mesones y posadas, escuchaban los mismos refranes y piropos, los mismos conjuros, los mismos cuentos y canciones que los adultos.
Existe dentro del folclore, una variedad de cuentos específicamente orientados a los niños, llamada cuentos de advertencia como Caperucita roja.
Existe sobre todo una cantidad de expresiones breves en verso o en prosa que por su propia funcionalidad, rasgo de lo folclórico, se vinculan con la infancia. Se trata de las canciones de cuna o nanas, los trabalenguas, las adivinanzas, las rondas, las canciones y poemitas para el juego de los bebes, las oraciones y conjuros, las retahílas, los refranes, los chistes, y tantas otras formas literarias que acompañan los juegos y la vida de los niños en general.
Aún en las sociedades letradas, la infancia vive en un estado de oralidad predominante hasta que es alfabetizada y, aún después, muchas de sus actividades se desarrollan en el terreno de la oralidad. El folclore es la fuente principal de su dieta literaria, aunque en ciertos grupos sociales se introduzca tempranamente el libro como un elemento importante en su formación.
La parodia es siempre una referencia a un original que le antecede.
No significa que no exista una literatura destinada a la infancia que escape a los modelos del folclore literario, pero debemos reconocer que luego de éste, es la literatura folclórica.
CLASIFICACIÓN
El folclore abarca aspectos materiales y aspectos espirituales de la cultura popular. El folclore literario es parte del folclore espiritual. La poesía se expresa mediante un ritmo, que se logra mediante una serie de artificios como el uso de la rima, la distribución de los acentos en cláusulas que pueden medirse en números similares de silabas, la repetición de diferente tipo y ciertas alteraciones del orden canónico de la oración. Es el verso una unidad rítmica fundamental.
La clasificación más general de estos fenómenos literarios consiste en diferenciar:
1. Especies literarias en verso: hay dos criterios que se usan ya que la multiplicidad y variedad de estas composiciones son de difícil clasificación:
a. La forma estrófica: las coplas ( cuartetas de rima asonante), los romances (versos octosilábicos con rima en los pares), los villancicos, las seguidillas (versos alternantes de siete o cinco silabas)
b. La función: rondas, historietas pueriles, canciones danzadas, canciones de cuna, conjuros, oraciones, etc.
2. Especies literarias en prosa: Susana Chertudi, ofrece la siguiente clasificación:
a. Leyendas: refieren algún suceso extraordinario o fantástico, en el que puntualizan épocas personas o lugares y que se consideran como verdaderamente acaecidos. Las leyendas ofrecen una estructura simple, con un solo motivo narrativo. Susana Chertudi las clasifica en:
i. Leyendas religiosas: como la Virgen de Luján quiso quedar en el lugar donde hoy se erige su santuario en la provincia de Buenos Aires.
ii. Leyendas sobre sucesos naturales: la leyenda de la destrucción de la ciudad de Esteco por un terremoto también en 1692.
iii. Leyendas sobre sucesos históricos: referidas a tesoros escondidos en lugares remotos de difícil acceso.
iv. Leyendas explicativas o etiológicas: explicaciones sobre el origen de plantas, animales, lugares, técnicas generalmente por intervención divina o sobrenatural.
b. Casos o sucedidos: relatan acontecimientos notables referidos a alguna persona del lugar o las cercanías y su acción tiene lugar en el tiempo presente o en un pasado inmediato. Muchos tienen como base supersticiones. Los referidos a desgracias recaídas sobre quienes han sufrido un daño o maleficio. Algunas de las llamadas leyendas urbanas responden a esta especie.
c. Tradiciones: configuran el recuerdo popular acerca de un suceso o un personaje histórico, cuya veracidad no siempre resulta probada pero que se presenta con los caracteres de un hecho cierto. Los acontecimientos o los personajes están registrados por la historia.
d. Cuentos: son ficciones aceptadas por los narradores y oyentes. Es la más importante de las narraciones folclóricas. Las formas narrativas son consideradas breves. El personaje se enfrenta a otro u otros de manera conflictiva y logra resolver ese conflicto satisfactoriamente para sí. No siempre el héroe es activo.
i. Estructura del cuento: los rasgos que responden a la facilitación del recuerdo son:
1. La denominación genérica de los personajes: una niña, un pastor, un rey.
2. La caracterización genérica de los espacios y personajes eliminándose toda descripción detallista. Las referencias espaciales son del tipo de un palacio, el bosque, la montaña, un río o una casa grande llena de riquezas. En cuanto a los personajes puede decirse que son bellos, inteligentes, fuertes, valientes, astutos.
3. El uso de fórmulas de apertura como, había una vez.
4. La repetición bajo diferentes formas de reiteración de personajes (varios hermanos) que realizan acciones similares con resultados negativos.
5. Simplicidad en la trama.
6. Uso abundante del resumen para las acciones y de la elipsis o eliminación de todo acontecimiento poco importante desde el punto de vista de la historia o de su significación.
7. Vocabulario de uso familiar, coloquial, sencillo.
Los rasgos que otorgan vivacidad, realismo, dramaticidad al relato son:
1. La presentación de ciertos acontecimientos bajo la forma de escenas, es decir mediante el diálogo o estilo directo.
2. La sustitución del pasado verbal por el presente, con la intención de visualizar el relato.
Las leyes épicas del folclorista:
1. Ley de apertura y ley del cierre: el relato pasa de la calma a la agitación y de la agitación a la calma.
2. Ley de repetición: repeticiones de acciones, personajes.
3. Ley de los dos en escena: dos es el número máximo de personajes que aparecen al mismo tiempo.
4. Ley del contraste: joven-viejo, bueno-malo, grande-pequeño, bestialidad-belleza.
5. Ley de los gemelos: como las hermanastras de Cenicienta.
6. Ley de la posición inicial y final: cuando aparecen personas o cosas, la última es la que despierta simpatías y sobre ella gravita el interés de la narración.
7. Ley de la concentración e un personaje principal
ii. Clasificación de los cuentos:
1. Tipo: se lo define como cualquier cuento que existe independientemente, es decir, que aunque presente variante conserva una línea temática que lo diferencia de otros tipos.
2. Motivo: son los elementos más pequeños en los cuales puede descomponerse un cuento. La reiteración de ciertos motivos como el personaje central, determina la existencia de ciclos, como los cuentos del Zorro, los cuentos pícaros o los chistes, de gallegos, curas.
iii. Cuentos de animales: los personajes están polarizados: el que sume el lugar del héroe o protagonista es un animal más pequeño o débil que su oponente, pero más inteligente. Cada cultura selecciona un par de animales que resultan característicos dentro de ella.
iv. Cuentos maravillosos: cuentos de magia, cuentos de hadas, ocurren hechos extraordinarios, fabulosos como la metamorfosis de humano en animal u objeto o a la inversa; dones especiales como el de volar o volverse invisible, el de adivinar el futuro, el de escupir sapos y culebras al hablar; animales maravillosos, como la gallina que pone huevos de oro o el asno que defeca monedas. Pero esos fenómenos maravillosos están presentados con toda naturalidad y resultan naturales en el contexto de esos cuentos. Lo extraño presenta acontecimientos, personajes, etc. extraordinarios pero que, en el transcurso del relato encuentran una explicación racional: se trata de un engaño o simulación, se trata de un fenómeno poco común explicable científicamente, etc. los relatos fantásticos serian aquellos que no nos permiten clasificar lo que relatan como algo maravilloso ni como algo real. Los relatos fantásticos estarían en el linde entre lo extraño y lo maravilloso, en la frontera. Los cuentos maravillosos constituyen una de las variedades más extensas de los cuentos folclóricos.
v. Chistes o historietas: narraciones muy breves, se basan en hechos de la vida cotidiana y tienen un final sorpresivo y humorístico. Muchas veces involucran una crítica social o a determinados vicios y defectos. Los personajes centrales son tipos y forman ciclos en torno a cada uno de ellos: cuentos de curas, de mentirosos, de pícaros, de locos, de borrachos.
vi. Cuentos de fórmulas: se constituyen a parte de una acción elemental, cuyo núcleo central está generalmente representado por un diálogo entre el héroe y otro personaje. Esa acción elemental se reitera, por lo que se los llama repetitivos, manteniéndose la figura del héroe en cada repetición, y variando el otro personaje. De este modo los cuentos de ese tipo se consideran encadenados. La reiteración tiene un encanto poético particular, además, establece un ritmo narrativo evidente y otorga al relato el carácter de un juego.
El cuento de hadas
(DAVIÑA)
Cuento de hadas es el relato fantástico de origen popular de transmisión oral, con abundancia de elementos maravillosos en el que intervienen seres sobrenaturales como hadas, brujas, ogros, gigantes y duendes.
Son una explicación general de la vida, nacida en tiempos remotos y conservada con la lenta rumia de las conciencias campesinas hasta llegar a nosotros; son un catálogo de os destinos que pueden padecer un hombre o una mujer, sobre todo porque hacerse con un destino es precisamente parte de la vida: la juventud, desde el nacimiento que a menudo trae consigo un augurio o una condena, del alejamiento de la casa a las pruebas para llegar a la edad adulta y la madurez para confirmarse como ser humano. Y en este exiguo diseño todo: la drástica división de los vivientes en retes y humildes, pero su igualdad sustancial; la persecución del inocente y su rescate como términos de una dialéctica inherente a la vida de todos. Aparecen el amor y la belleza como signo de gracia aunque pueda estar oculta tras la piel de un oso o el cuerpo de una rana.
ORIGEN DE LAS HADAS
Sus orígenes son paganos; no son divinas pero si inmortales. Poseen talismanes, piedras preciosas, varitas mágicas, con los cuales otorgan dones y favorecen a sus protegidos. Rechazan las noches negras que son las preferidas de los espíritus del mal y eligen para sus encuentros las noches de luna: aparecen junto a las fuentes, en los claros de los bosques, cerca de los arroyos. Hay hadas princesas, delgadas, bellas; otras rechonchas como viejas abuelas. Las hadas toan diversas formas en los distintos países, pero el sentido general las hermanas como distribuidoras de dones y virtudes y fiscales de los actos probables.
El hada se convierte en la encarnación e la justicia sobre la tierra.
Las hadas son la representación de la madre buena y mala.
CARACTERÍSTICAS DEL CUENTO DE HADAS
1. Presencia de lo maravilloso: la realidad aparece transformado ante la imaginación del oyente; los personajes poseen poderes y ejecutan actos sobrenaturales en un tiempo y en un espacio liberados de las leyes físicas.
2. El espacio y el tiempo: había una vez o en un país lejano o hace más de mil años. Esa falta de ubicación temporal y espacial es la que permite trasponer a un plano simbólico todo lo que acontece en el relato.
3. Personajes:
a. Personajes principales: el héroe o la heroína: se caracterizan por ser coherentes y absolutos. Los personajes principales son mostrados a través del relato de su conducta en situaciones concretas. Son buenos y proceden con bondad sin ambivalencias. Si tienen defectos, éstos son leves y necesarios para la trama: suelen olvidar las promesas o dejarse vencer por la curiosidad. Pueden sobreponerse al miedo y son ayudados por talismanes o conjuros que los tornan momentáneamente invulnerables. En general son pocos personajes: intervienen niños y muy a menudo jóvenes en edad de casarse. Se hace referencia a los protagonistas del cuento denominándolos niño o niña o el hermano mayor o el menor.
b. Los padres del protagonista del cuento: permanecen anónimos, son padre, madre, madrastra, un pobre leñador. Rey y reina, príncipe y princesa.
c. Personajes sobrenaturales: representan el bien y el mal, hadas brujas, ogros.
4. Objetos mágico: objetos dotados de poderes especiales que por designo de seres sobrenaturales posees cualidades mágicas. Para curar la enfermedad del rey, de la princesa o una calamidad que azota la región. Son únicos y difíciles de hallar por ejemplo el agua de la vida, los tres pelos del diablo, etc. el héroe o la heroína los alcanzan tras arduos trabajos y generalmente gracias al encuentro casual con un ser especial que los guía para la búsqueda.
5. Metamorfosis: es común la transformación de seres humanos en animales, a veces repulsivos o que inspiran temor.
6. Temas: los temas de los cuentos maravillosos han perdurado porque posees un significado permanente para los hombres y se suelen reiterar las mismas temáticas en el folclore de pueblos distintos. Los temas de los cuentos de hadas se refieren en general a la vida de gente humilde, es especial campesinos cuya existencia llena de privaciones contrasta con la opulencia de los palacios. En general y con algunas variantes, los cuentos repiten en su trama un esquema en cuyo comienzo y a través del desarrollo de la historia, el héroe o la heroína se enfrentan a dificultades al parecer insalvables que son finalmente superadas gracias a distintos recursos para terminar siempre con un desenlace feliz.
7. El final feliz: el mal inicial es siempre invertido y eliminado al final en forma de compensación. El mundo de los cuentos de hadas populares es la inversión del mundo real y el triunfo del bien depende de leyes sobrenaturales que corresponden a la lógica maravillosa.
8. La moral ingenua: el acontecer es enfocado, más abajo el prima de la afectividad que el del conocimiento. Los hechos suceden tal como desearíamos que ocurrieran y no como en realidad lo hacen. Respecto de rasgos de estructura y estilo se mencionan los más relevantes:
a. Los sucesos en orden cronológico: Las acciones se van ensartando y mantienen la atención del oyente por medios simples y directos, ya sea anteponiendo profecías, ordenes, prohibiciones.
b. En un párrafo final ponen el interrogante natural del hecho: este interrogante es el estimulo que conduce al niño a proseguir en su conocimiento.
c. El pretérito: es el tiempo verbal usado con preferencia. Lo que se narra se presenta como pasado inmutable y fijo.
d. Escrito en 3era persona
e. Predominan las acciones
f. Uso de la repetición: en algunos se repiten acciones o situaciones a intervalos regulares.
g. Los matutines: son rimas de extensión variable con las que se inicia o da término a un cuento: había una vez, para saber y contar y contar para saber.
h. Fórmulas finales: colorín colorado este cuento se ha acabado.
i. Las expresiones mágicas o cabalísticas: son frases, palabras o sencillas glosolalias que refuerzan también la expresión rítmica de algunos cuentos.
j. Ordenes: espejito, espejito, quién es la más linda.
RECOPILACION Y AUTORÍA DE LOS CUENTOS DE HADAS
En los cuentos de Grimm se cumplen las condiciones. Hay ausencia del emisor en su discurso; los personajes son motores de la acción; la moral ingenua reduce la realidad a los mandatos de la justicia social y el encadenamiento de secuencias está bien definido.
Los cuentos de hadas de Andersen representan una clase distinta del cuento folclórico maravilloso. Escribía directamente para los niños. El conflicto de los cuentos de Andersen se realiza en un contexto social; la lucha es el enfrentamiento entre la sociedad y el individuo; es la de un combate existencial basado en una concepción trágica de la vida. El individuo está destinado a sufrir, ya sea por su miseria o por alguna característica personal que la sociedad no acepta.
Leer y mirar el libro álbum: ¿un género en construcción?
(FANUEL HANÁN DÍAZ)
Desde el punto de vista editorial, el álbum se define como un libro donde intervienen imágenes, textos y pautas de diseño grafico. Existen muy pocos libros álbum en el sentido estricto del concepto.
El libro álbum se reconoce porque las imágenes ocupan un espacio importante en la superficie de la página; ellas dominan el espacio visual. También se reconoce porque existe un dialogo entre el texto y las ilustraciones o lo que puede llamarse una interconexión de códigos.
Las imágenes aportan una lectura que desborda la interpretación que el texto nos ofrece.
En los libros álbum debe prevaleces tal dependencia que los textos no puedan ser entendidos sin las imágenes y viceversa.
El libro álbum autentico tiene una estructura narratológica, es decir, una estructura capaz de contar algo a través de distintos elementos que lo componen.
Las guardas en términos de encuadernación son esas páginas que funcionan como bisagra entre la tapa y la tripa de un libro. Cubren el reverso de la portada y de la contraportada.
Muchas veces propone elementos que anticipan la historia que se va a contar; incluso se adelantan mediante indicios, algunas pistas que se resuelven más adelante. Otras veces, las guardas sirven para crear una atmosfera para adelantar el tono del relato o como superficie donde se distribuyen elementos visuales que contribuyen a la fijación del detalle, una destreza fundamental para el desarrollo perceptivo.
Otro elemento que denota la materialidad del libro álbum es el formato. En términos de edición existen muchos formatos que dependen del tamaño del pliego del papel que se utiliza en prensa. En términos de resultados, existen tres formatos básicos: el cuadrado, el rectangular tipo retrato y el apaisado.
El concepto de doble página como un módulo de distribución espacial determinante para el desarrollo secuencial de la historia, pero también como una unidad indisociable de este género, portadora de una carga semántica.
La doble página no solo impone un ritmo de lectura fragmentado, en tanto que está concebida como un bloque con cierta independencia dentro del contexto de un libro álbum, sino que también propicia los juegos alrededor de ese espacio textual, como la simultaneidad de historias, la presentación de detalles significativos y el desplazamiento del fondo y la figura.
Las ilustraciones exigen una lectura espacial. ¿Por dónde comenzamos a ver una pintura? ¿Cómo privilegia el ojo la lectura de una imagen?
El texto obliga a seguir adelante, en cambio las ilustraciones nos invitan a detenerse a mirar cuidadosamente, fijarse en los detalles. Este es uno de los rasgos más significativos y genuinos del libro álbum: su continua pugna entre lo lineal y lo ubicuo entre la sucesión y la suspensión.
Las imágenes aportan su propia lectura.
Existen ciertos paradigmas o prejuicios que los adultos tienen con respecto a la capacidad que los niños tienen a la hora de enfrentarse a una propuesta visual:
1. Primer paradigma: los libros en blanco y negro no son atractivos para este público lector.
2. Segundo paradigma: los niños asimilan mejor una tendencia a la figuración porque son incapaces de comprender la abstracción. La tendencia abstracta se muestra como un lenguaje universal capaz de acaparar la atención incluso de lectores incipientes.
3. Tercer paradigma: los niños carecen de las competencias necesarias para interpretar los distintos niveles o capas de significación de un libro álbum. Las imágenes revelan códigos visuales que reproducen la cultura postmoderna y el libro álbum no escapa a esta tendencia. El libro álbum es un género en construcción en el sentido de que aún no han sido agotadas las posibilidades de significación de sus elementos visuales.
Las ilustraciones también tienen una compresión, los colores, tamaño, rayas, texturas.
El lenguaje visual es muy rico y complejo.
Las imágenes más poderosas son aquellas que interpretan el texto, no aquellas que lo traducen o lo traicionan.
Las imágenes representan un sistema o un lenguaje donde actúan diferentes unidades. Una de ellas es la de los indicios, los detalles que nos adelante parte de un contenido, que nos mantienen abierta una expectativa o que nos revelan otros significados.
El mundo visual de los libro álbum está lleno de referencias, prestamos, y deudas al arte, al comic, a la literatura, al cine.
Literatura desde la cuna: los niños y la literatura desde los primeros años
(ALICIA ZAINA)
La literatura es el arte de crear belleza a través de la palabra, este uso literario del lenguaje ha permitido al hombre y aún hoy permite, referir historias, expresar sus alegrías y dolores, idear mundos diferentes, celebrar el amor, consolar el dolor, explorar los límites del lenguaje, cuestionar su época, interrogarse a sí mismo, argüir misterios, e incontables posibilidades más. Poseen múltiples sentidos que se construyen constantemente en la lectura o escucha de otros seres humanos, trascendiendo los límites del tiempo y del espacio.
LAS CANCIONES DE CUNA (desde el 1er día de vida)
La primera experiencia de encuentro de los niños con la literatura llega de la mano de la poesía y en una de sus formas más antiguas: la canción de cuna.
Encuentro armonioso de música y palabra poética, la nana o canción de cuna puede iniciar un diálogo adulto-bebe, emotivo y pleno de significación. El bebe no puede aún comprender el significado de las palabras que se le dirigen, pero su participación en este diálogo es quizás tan intensa como cualquier otra guiada por la comprensión.
El ritmo, la magia sedante de la palabra, la melodiosa combinación de sonidos y el matiz afectivo de la voz adulta lo sumen en la calma y la acompañan su entrada en el sueño, le confieren seguridad y posibilitan una entrega total, plácida, y profunda.
El texto poético ya tiene en sí mismo cualidad musical por efecto de la combinación de sonoridades, del ritmo y de la rima.
EXPERIENCIAS CON LA POESÍA Y EL CUERPO
En estas primeras experiencias de encuentro con la poesía tienen gran importancia el movimiento y el contacto corporal que se establece entre adulto y niño.
La presencia de la poesía en el vínculo adulto-niño podrá aparecer en muchos momentos de la cotidianeidad y enriquecer algunas actividades como el cambio de pañales, el baño o la hora de comer.
Es importante que el adulto diga el poema que acompaña la acción en forma risueña y que lo reitere varias veces, siempre con la misma carga de alegría y expresividad.
ENSALMOS
Son versos que operan a la manera de un conjuro cariñoso para aliviar un dolor o los frecuentes golpes ocasionados al comenzar a caminar y explorar el mundo circundante.
EXPERIENCIAS CON POEMAS PARA ESCUCHAR, COMAPRTIR, JUGAR
Durante las etapas de adquisición y construcción del lenguaje que se dan aproximadamente desde los ocho meses hasta los dos años, la poesía posee un nuevo atractivo para los niños porque les acerca un mundo en donde la palabra adquiere un primer plano, y es explorada en su materialidad sonora y rítmica.
Al ya iniciado disfrute del ritmo, la rima. La musicalidad, los juegos de sonoridades, se agrega ahora la posibilidad de ir reconociendo las palabras que integran el poema. Se invita a los niños a participar en la escucha diciendo alguna o algunas de las palabras que se incluyen en él. Y gradualmente se van construyendo sentidos y connotaciones.
Estos poemas deben ser seleccionados teniendo siempre en cuenta la calidad literaria, propiciando el acercamiento de los niños a la dimensión estética del lenguaje, permitiéndoles jugar con él, explorarlo y dejarse llevar por la sugerencia de las palabras.
LOS PRIMEROS LIBROS (aprox. Desde los 6 meses)
El libro será para él, en principio, un objeto más entre otros objetos del mundo que está explorando y conociendo. Si entregamos un libro a un bebe, sus acciones serán similares a las que ejerce con un sonajero, un muñeco de peluche o cualquier elemento que esté a su alcance: sacudir, chupar, arrojar, golpear, etc.
Para permitir estas primeras exploraciones necesarias, los libros que entregamos a los bebes deberán estar cuidadosamente seleccionadas para que puedan soportar estas acciones. Lo recomendable es que sean de tela, plástico o cartón plastificado. A la vez es necesario que el niño vaya diferenciando gradualmente a este objeto de los demás.
Es importante la presencia del adulto, que transmitirá el sentido social del libro y la lectura.
Todas las acciones del adulto estarán encaminadas a favorecer este proceso de lectura que los bebes pueden iniciar tempranamente.
EXPERIENCIAS CON CUENTOS
Características para tener en cuenta:
1. Personajes: deberán ser conocidos. Los animales personificados. Es importante que estén caracterizados de manera simple, a través de los rasgos de su apariencia física o de su carácter. La presencia de un protagonista que concentre la atención y lleve adelante las acciones centrales permitirá comprender mejor el desarrollo argumental y, por consiguiente, disfrutar más del relato.
2. Acciones y acontecimientos: un acontecimiento centrar y acciones que se repitan facilitarán seguir el desarrollo del relato. Los acontecimientos ligados a cuestiones básicas, como tener frio, hambre, sueño, y los que impliquen un problema para resolver, ayudaran a seguir el desarrollo del hilo argumental, que se centrara en las acciones reiteradas por los personajes para encontrar una solución.
3. Repetición de acciones: las acciones repetidas por los protagonistas, lejos de provocar el desinterés de los chicos, son un recurso de la narración que permite acompañar mejor el desarrollo de la trama.
4. Linealidad en la secuencia de sucesos: el orden de aparición de acciones y acontecimientos debe seguir una lógica de causas y consecuencias que den simplicidad a la trama, de modo que se facilite la comprensión de la historia.
5. Final feliz: en el transcurso del cuento o relato aparecerán diversos sucesos para suscitar el interés. La preocupación, el enojo, la tristeza de los protagonistas, requerirán de un desenlace satisfactorio que será recibido con gran regocijo de los niños.
EXPERIENCIA CON TÍTERES
Los títeres posibilitan a los niños movilizar una rica gama de experiencias de sensibilización artística, tanto cuando se los convoca como espectadores como cuando ellos mismos los manipulan.
Literatura desde la cuna: la literatura y los niños de cuatro a seis años
(ALICIA ZAINA)
La literatura forma parte del arte que a su vez integra otro espacio más amplio que es la cultura humana.
Las nuevas competencias cognitivas y de desarrollo simbólico que los niños van adquiriendo en estas edades les permiten acceder al disfrute de otras manifestaciones literarias y a la experimentación.
Si son elegidos y transmitidos adecuadamente, gradualmente accederán a narraciones más extensas, de mayor complejidad y con temas acordes a los nuevos intereses y necesidades que van apareciendo. La capacidad de escucha e interpretación se irá acrecentando y podrán realizar todos los procesos característicos de la lectura literaria.
Leer es construir sentidos de un texto. La vinculación con el texto puede ser autónoma y mediante la lectura convencional o bien a través de la voz de otro que lee, en este caso el adulto, que opera como mediador entre el texto escrito y los chicos.
La narración oral, se establece otro tipo de mediación: el adulto narra lo que antes leyó o escuchó.
Los niños comenzarán a vincularse con los textos a través de los inicios de la lectura autónoma y la lectura compartida con el adulto, lo que dará origen a renovadas y muy valiosas experiencias.
La vinculación con la literatura será ocasión intensa de apertura, de elaboración de significados de manera personal, poniendo en juego una gama de procesos en los que intervienen el pensamiento crítico, la sensibilidad, la reflexión, las emociones y sensaciones, el conocimiento, la imaginación.
En estos años la competencia lingüística está muy afianzada y la competencia comunicativa se está desarrollando permanentemente. Esto permite a los niños nuevas oportunidades de tomar la palabra y expresarse creativamente por medio de ella a través de la producción de textos. Mediante estas experiencias, los chicos pueden explorar el lenguaje para construir ficciones, expresando fantasías, emociones y sensaciones, a la vez que construyen nuevos saberes respecto del uso del lenguaje, pudiendo apropiarse lúdica y creativamente de él.
¿QUÉ ASPECTOS ESENCIALES DE LA LITERATURA PODEMOS ACERCAR A LOS NIÑOS?
La literatura está integrada por una enorme y variada cantidad de textos, tanto escritos como orales. Al hablar de división en géneros, hablamos de:
1. Textos narrativos, cuentos leyendas, mitos y novelas: se cuenta una historia breve, en el caso de los cuentos, mitos y leyendas y extensa en el caso de la novela. El narra hechos ficticios, la leyenda y el mito cuentan hechos considerados verdaderos por su comunidad de origen. La función del cuento es recreativa y estética, al leyenda busca referir o explicar, por ejemplo el origen de diferentes seres o elementos de la naturaleza. El mito tiene un sentido sagrado. La brevedad del cuento, la leyenda y el mito está dada básicamente por la condensación y la intensidad, mientras que la novela da mayor relevancia a las descripciones, tanto de la evolución de los personajes como de los escenarios, que van conformando un ámbito reconocible para el lector. Las cuatro formas narrativas tienen personares, escenarios, acciones y acontecimientos. Es importante tener en cuenta para la selección de cuento:
a. Acciones y acontecimientos: resulten claros y comprensibles.
b. Personajes: sean reconocibles para los chicos por su caracterización. Son muy significativos para estas edades los personajes protagonistas niños, como así también los animales, tanto personificados como con actitudes verosímiles, es decir aquellos que actúan como lo harían los animales del mundo real.
c. Escenarios: deberán ser funcionales al relato, es decir, posibilitarán ubicar los hechos sin excesivas descripciones que puedan detener demasiado el desarrollo de la acción.
En cuanto a la trama es importante que haya:
a. Predominio de la acción sobre las descripciones: favorece que se mantenga la atención de los chicos y da más dinamismo y ritmo al relato.
b. Linealidad en la secuencia de sucesos: el orden de aparición de acciones y acontecimientos debe seguir una lógica de causas y consecuencias para facilitar la comprensión de los narrado, permitiendo así distintas interpretaciones. No se excluye el disparate.
c. Finales felices, abiertos o justos: los niños siguen disfrutando de los finales felices, pero también pueden en estas edades apreciar los finales abiertos. Y cerca de los cinco años el interés se inclina por los finales justos.
Temáticas de especial interés en los niños.
a. Maravilla: son narraciones donde los sobrenatural se presenta dentro del mundo del relato como normal, sin producir extrañeza o incertidumbre en los personajes.
b. Realidad e imaginación: en muchos cuentos aparecen dentro de la misma historia que se cuenta, pasajes de la realidad al mundo imaginario, al igual que ocurre en el propio juego de los chicos. Así como los niños distinguen perfectamente estos dos planos en sus juegos, pueden disfrutar de aquellos relatos donde sus protagonistas viven experiencias similares.
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