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Participación de los miembros de la comunidad local en la solución de sus problemas ambientales (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Para el logro de los objetivos propuestos se estructuró el trabajo en tres capítulos. En el Capítulo I se hace un análisis de un conjunto de conceptos que son abordados, con el propósito establecer un marco teórico conceptual que sirva de base al desempeño de este trabajo. En el Capítulo II se explican detalladamente los elementos a tener en cuenta para realizar un diagnóstico local-ambiental en una comunidad cualquiera, en virtud de establecer su situación en cuanto a lo que se refiere a desarrollo local, y ambiental. Y en el Capítulo III se describen y explican cada uno de los pasos que conforman la metodología que se propone para elevar los niveles de participación de la comunidad local en la solución de sus problemas ambientales.

Para realizar la investigación en su conjunto se consultaron diversos autores tanto nacionales como extranjeros, lo cual significa incluso bibliografía en diferentes idiomas.

De modo general, la investigación girará en torno a lo expresado hasta aquí.

Capítulo I Fundamentos teóricos del Desarrollo Sustentable y del Desarrollo Local.

En el primer capítulo, se hace un análisis de un conjunto de conceptos que son abordados, con el propósito de dar cumplimiento al objetivo específico propuesto para el mismo, que es: establecer un marco teórico conceptual que sirva de base al desempeño de este trabajo.

A tal fin se plantean un conjunto de epígrafes que se inician por la temática de la evolución de la teoría del desarrollo y después el desarrollo sustentable y local, transitando por las diferentes categorías hasta llegar a la relación que existe entre estos dos conceptos de desarrollo.

1.1- La evolución de la teoría del desarrollo

Antes de plantearse el análisis de una experiencia concreta en el campo de la investigación es bueno tener muy claros los conceptos teóricos que van a definir y sistematizar el trabajo.

El desarrollo es algo que compete a la localidad, la comunidad y es un concepto difícil de definir. Esta dificultad surge de la multiplicidad de dimensiones implícitas en el concepto, la forma como se percibe y las prioridades que se dan a cada una de ellas, estas son múltiples y difieren según las perspectivas desde las cuales se analiza; sin embargo, podría afirmarse que siempre está asociado al aumento del bienestar individual y colectivo, a los cambios de la estructura económica y social involucrando la sociedad entera en todos los aspectos.

El crecimiento es una noción más sencilla, se refiere al aumento de las actividades de producción de bienes y servicios, pero no forzosamente implica un cambio en la estructura económica y social; el concepto de desarrollo contiene en sí la idea del crecimiento.

En el debate internacional, en ciertos casos, se tiende a homogeneizar el crecimiento económico con el desarrollo, cuestión que no es cierta, por tal razón y para mejor comprensión de este trabajo a continuación se explica su diferencia y evolución.

Después de la Segunda Guerra Mundial, creció el interés sobre los modelos de crecimiento macroeconómico y las cuentas de ingresos nacionales. Las variables que podían ser fácilmente medibles, los parámetros diferenciados que pudieran recoger valores para caracterizar el contexto económico, se convirtieron en objeto de estudio y planificación. Las necesidades, metas y participación del ser humano fueron marginadas en beneficio de objetivos macroeconómicos.

A medida que el análisis estadístico aportaba estudios más exhaustivos a nivel nacional, se evidenció que, en algunos casos, países con crecimiento económico experimentaban un empeoramiento de las condiciones y la calidad de vida.

Paralelamente, algunas sociedades, con ingresos relativamente modestos, lograron niveles de bienestar humanos ciertamente satisfactorios. Estas disyuntivas entre los ingresos y el bienestar social también se extendían a países industrializados. Había que revisar los conceptos de desarrollo, crecimiento económico y distribución de la riqueza.

A comienzos de la década de los años 70, en la Universidad Sussex, del Reino Unido, se realizó un amplio estudio sobre cómo combinar crecimiento y distribución social. Las conclusiones fueron importantes: era necesario aumentar la productividad, pero analizando de quiénes y para quiénes. La redistribución de los medios de producción y los servicios básicos no sólo no era suficiente, sino que, a su vez, debía ser incrementada la productividad de la mayoría de los pobres.

El informe del Club de Roma de 1972, que resultó del proyecto sobre la Condición Humana, iniciado en 1968, marcó un hito en la conceptualización del desarrollo, al considerarlo como "el proceso que experimenta una sociedad para conseguir el bienestar de la población, relacionándose de forma armónica con el entorno natural, consiguiendo así, satisfacer las necesidades materiales y establecer las bases para que todo individuo pueda desplegar su potencial humano". (1).

En contraposición al carácter netamente cuantitativo del crecimiento, el desarrollo es definido como un proceso que involucra aspectos cualitativos de la condición humana en un país, región, localidad o continente.

La reformulación de la esencia del desarrollo continuaría con la tesis del otro desarrollo, promovida por sectores de Europa Occidental a través del informe "¿Qué hacer?", aparecido en 1975. Su enfoque hace énfasis en el desarrollo como un concepto integral en el cual el ser humano y la satisfacción de sus necesidades constituye el objetivo supremo.

Al respecto, una de las principales precisiones de los autores del informe plantea que: "El desarrollo es un todo; es un proceso cultural, integral, rico en valores; abarca el medio ambiental natural, las relaciones sociales, la educación, la producción, el consumo y el bienestar". (2).

Paralelamente con la tesis del otro desarrollo, toma cuerpo la aproximación al desarrollo por el camino de las "necesidades humanas básicas", que tiene puntos esenciales de contacto con aquella concepción. Sin embargo, esta última tesis logra penetrar de forma más aguda en la identificación e inserción de las necesidades humanas dentro de la estrategia del desarrollo, lo cual trasciende hasta el marco de la teoría económica y permite un análisis más balanceado de la esfera del consumo.

Al colocar el acento en la erradicación de la pobreza, el derecho al empleo, la distribución equitativa del ingreso y el acceso universal a los servicios básicos, ambas tesis se inscriben dentro del movimiento renovador del pensamiento socioeconómico, que rompe con la óptica tradicional sobre los problemas del desarrollo.

En correspondencia con el predominio de esta nueva concepción en la escena internacional, el Banco Mundial modificaría su criterio relacionado con la problemática del desarrollo, los cuales se argumentan en la parte dos del Informe sobre el Desarrollo Mundial, 1990, titulado: "La pobreza y el desarrollo humano". La propuesta, si bien parece conceder una mayor prioridad a los factores sociales o humanos en la estrategia del desarrollo, en la práctica no rebasó los límites de las concepciones cuantitativas que identifican el desarrollo con el crecimiento económico.

Lo anterior se constata con claridad durante la década de los 80, especialmente en la primera mitad (1980-1986). En estos años, la explosión de la crisis de la deuda externa de los países subdesarrollados termina en forma abrupta con tres décadas de relativos progresos socioeconómicos y da paso a la peor recesión después de la conocida durante los años 30, con el sensible empeoramiento de las condiciones de vida y agudos retrocesos sociales, en particular, entre los grupos de población más vulnerables, los niños y las madres.

A mediados de esta década, surge el estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF) titulado "Ajuste con rostro humano" que, como enfoque alternativo, insistió en la necesidad de tener en cuenta la dimensión humana de las políticas de ajuste e integrarlas a éstas en su conjunto, en lugar de considerarla como un componente adicional de bienestar. El modelo de ajuste con rostro humano, según sus propios autores, introduce "una dimensión de alivio de la pobreza en las necesarias políticas de ajuste, de igual manera que la redistribución del ingreso y la atención a las necesidades básicas lo hacen respecto a las políticas de crecimiento". (3).

Las cuestiones asociadas a la pobreza y su superación devinieron, cada vez más, el centro de las concepciones latinoamericanas acerca del desarrollo, que a partir de la profundización de la tesis de la "pobreza crítica" y, más tarde, con la formulación de reformas estructurales, se apartan de la visión tradicional del desarrollo latinoamericano y pretenden superar las limitaciones inherentes a las políticas de ajuste aplicadas hasta entonces.

La tesis de la CEPAL de "transformación productiva con equidad" de finales de los 80, destaca dentro de los esfuerzos por articular lo que los autores denominan una "concepción actualizada del desarrollo": crecer, mejorar la distribución del ingreso, consolidar los procesos democratizadores, adquirir mayor autonomía, crear condiciones que detengan el deterioro ambiental y mejorar la calidad de vida de toda la población; en fin, "la transformación de las estructuras productivas de la región en un marco de progresiva equidad social". (4).

Hacia finales de los años 80, existían las condiciones necesarias tanto desde el punto de vista político y social como teórico-conceptual para avanzar hacia una adecuada revalorización de la dimensión humana del desarrollo. No es casual que en 1990 vean la luz tres informes sobre el tema:

  • Informe sobre el Desarrollo Mundial, del Banco Mundial, dedicado ese año a la pobreza.
  • Desafío para el Sur, de la Comisión Sur.
  • Desarrollo Humano. Informe de 1990, primero de los siete informes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. (PNUD), publicado hasta la fecha.

En este informe la Comisión Sur define del desarrollo de la siguiente forma:

"A nuestro juicio éste (el desarrollo) es un proceso que permite a los seres humanos utilizar su potencial, adquirir confianza en sí mismos y llevar una vida de dignidad y realización. Es un proceso que libra a la gente del temor a las carencias y a la explotación. Es una evolución que trae consigo la desaparición de la opresión política, económica y social (…). El desarrollo supone, por consiguiente, una creciente capacidad para valerse por sí mismo, tanto en el plano individual como colectivo".

El verdadero desarrollo, según nuestra comprensión tiene que centrarse en la gente, estar encaminado a la realización del potencial humano y a la mejora del bienestar social y económico de las personas, y tener por finalidad el logro de lo que ellas mismas consideran que son sus intereses sociales y económicos.

Es mediante la participación efectiva de los individuos que el proceso de desarrollo puede orientarse hacia el logro de los valores de la localidad. Este logro es un componente indispensable del desarrollo, concepto que no puede restringirse a la satisfacción de las necesidades biológicas de sobrevivencias o materiales creadas por el sistema socioeconómico.

Por otro lado se puede apreciar que a finales de la década de los sesenta se resaltó la dimensión social del desarrollo y se comenzó a hablar de desarrollo económico y social, sin embargo es un hecho evidente que la mayoría de las interpretaciones tienden a privilegiar un concepto en el cual prima la idea de lo económico.

Esto último lleva a considerar de un modo explícito y en su interrelación dinámica dos dimensiones: La Económica y la Sociolocal.

Autores como Gastón Berger han señalado que: (…)"Una teoría del desarrollo que solo trabaja con variables económicas es irrealista e inapropiada". (5).

El enfoque moderno de las teorías de desarrollo reconoce como indiscutible la existencia de factores no económicos en la dinámica de este. La posición unilateral de considerar solo los aspectos económicos está siendo superada, aunque generalmente es admitido que los problemas del desarrollo no se agotan en un análisis de variables económicas, esto no tiene mucha vigencia en el plano práctico.

Un minucioso análisis pone de manifiesto que para lograr el desarrollo es necesario transformar hábitos, eliminar prejuicios, modificar conductas y modos de vida de seres humanos que resisten al cambio simplemente porque están habituados a modalidades antiguas o porque la nueva situación lesiona sus intereses.

Uno de los males que se padece, quizás por costumbre es esperarlo todo del Estado y endosarle consecuentes con esa actitud todos los males. Aquí se encuentra la necesidad de los cambios de actitud y de un esfuerzo desde la base para lograr el desarrollo.

1.2 – La evolución de la teoría del Desarrollo Sustentable.

En el año 1972, se celebra la Primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente a raíz de una serie de acontecimientos, entre los que se destacan, según (Roca,2000) (6):

  • Comienzo de la crisis energética
  • Se hace público el primer informe del Club de Roma sobre límites del crecimiento
  • Celebración en Estocolmo de la primera Conferencia sobre el Medio Humano
  • Firma del Convenio de París sobre el Patrimonio Mundial, Cultural y Natural bajo los auspicios de la UNESCO.

Se inicia de esta manera una nueva forma de contemplar los problemas ambientales que repercuten, posteriormente, en una nueva tendencia del pensamiento sobre el desarrollo, convirtiendo la definición de desarrollo sostenible en un concepto alternativo – al introducir el factor ambiental- frente a la otra gran tendencia ilustrada por el enfoque económico (Lorés, 1999) (7).

El marco del desarrollo sostenible, aquel que permite mantener el equilibrio entre el crecimiento económico, el desarrollo social y la conservación del patrimonio natural incluidos los recursos biológicos, se perfila como uno de los más grandes retos a los cuáles se enfrentan no sólo las economías sino las sociedades en general, tocando todos los puntos activos y pasivos de éstas (The Latin American Alliance, 1997; Centro de Investigación Económica para el Caribe, 1998) (8).

El concepto de "sostenible"(sustainable en inglés) aparece por primera vez en el informe Bruntland (1987) titulado "Nuestro Futuro Común", presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas por la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, definiéndose como: "el proceso que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus necesidades "(9), buscando, según el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral de la OEA (1997), la asociación íntima de la actividad económica con la naturaleza.

Algunos especialistas en desarrollo definen el desarrollo sostenible como: "un estilo que busca en cada región soluciones específicas a problemas concretos tomando en consideración el entorno natural y cultural, atendiendo a las necesidades inmediatas y a las de largo plazo. Se trata de encontrar los medios de amortizar el desarrollo socioeconómico con un manejo adecuado de los recursos naturales y el medio ambiente" (Troncoso, 1999:2) (10).

Por otra parte, la Unión Mundial para la Naturaleza (1991), emite otra definición más explícita: "el proceso que permite que se produzca el desarrollo sin deteriorar o agotar los recursos que lo hacen posible. Este objetivo se logra, generalmente, gestionando los recursos de forma que se puedan ir renovando al mismo ritmo que van siendo empleados, o pasando del uso de un recurso que se genera lentamente a otro que lo hace a un ritmo más rápido. De esta forma los recursos podrán seguir manteniendo a las generaciones presentes y futuras" (11).

Fue en la Conferencia de Río de Janeiro de 1992, (Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo o "Cumbre de la Tierra"), que se institucionaliza el concepto de "desarrollo sostenible" y de "sostenibilidad" (Roca, 2000) (12). La conferencia tuvo como objetivo elaborar un informe en que se examinasen los cambios en el estado del medio ambiente en los 20 años transcurridos entre las conferencias de Estocolmo y Río. También se trató el concepto de desarrollo sostenible para la protección, preservación y fortalecimiento del medio humano. Este encuentro de Río (Crosby, 1993) (13), generó cinco documentos importantes:

– La Declaración sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que plantea 27 principios, donde se definen los derechos y responsabilidades de las naciones en la consecución del desarrollo humano y el bienestar.

– Agenda 21, un documento que trata sobre la forma de llevar a cabo un desarrollo social, económico y medioambiental sostenible. Tiene una especial importancia ya que compromete a los países firmantes, al desarrollo de políticas adecuadas para conseguir un desarrollo sostenible.

– Una declaración de principios para guiar la gestión, la conservación y el desarrollo sostenible de todo tipo de bosques, los cuales son esenciales para el desarrollo económico y el mantenimiento de todas las formas de vida.

– La Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, cuyo objetivo es la estabilización del efecto invernadero a niveles que no pongan en peligro el sistema climático global. Se requiere una reducción en las emisiones de gases como el dióxido de carbono, un producto secundario del uso de carburantes para obtención de energía.

– La Convención para la Biodiversidad, demandando a todos los países que adopten medidas para la conservación de la variedad de las especies, asegurando que los beneficios del uso y la biodiversidad sean compartidos igualitariamente.

Desde que en el Informe Brundtland (1997) se acuña el término de desarrollo sostenible, son muchos autores los que, desde ciencias como la economía, la sociología, entre otras, cuestionan su concepción, presentando básicamente dos argumentaciones (Centro de Investigación Económica para el Caribe, 1998) (14). Primero están aquellas relacionadas al hecho de que el concepto no tiene prácticas económicas y políticas claras. Segundo, están las que ven al desarrollo sostenible como un concepto incoherente y contradictorio dado que es la unión de dos conceptos de dos ciencias, la economía y la ecología.

A pesar de las críticas hechas en contra de esta definición de desarrollo sostenible, el concepto ha seguido evolucionando (Wolters, 1991) (15), y hoy en día se pueden encontrar distintos enfoques sugeridos por organismos internacionales entre los que se destacan los siguientes:

– Banco Mundial (cit. por el Centro de Investigación Económica para el Caribe, 1998:6) : afirma que "la sostenibilidad es un modelo de desarrollo que articula el componente económico, social y ecológico, donde lo económico está relacionado con temas de eficiencia en el uso de los recursos, lo social a la equidad y lo ecológico a la calidad ambiental" (16).

– El Banco Interamericano de Desarrollo (1994, cit. por el Centro de Investigación Económica para el Caribe, 1998:6) (17): en su documento "Nuestra Propia Agenda", traza las líneas para una estrategia de desarrollo sostenible, las cuales contienen:

  • erradicación de la pobreza,
  • aprovechamiento sostenible de los recursos,
  • ordenamiento territorial,
  • desarrollo tecnológico compatible con la realidad social y natural,
  • nueva estrategia económico – social, organización, movilización social y reforma del Estado.

– La Estrategia para el Desarrollo de Costa Rica (cit. por el Centro de Investigación Económica para el Caribe, 1998:6) (18), entiende la sostenibilidad como un proceso dinámico en el que el manejo de los recursos naturales, la potencialización de los recursos humanos, los mecanismos de concienciación y participación ciudadana, entre otros, fortalezcan las opciones para satisfacer las necesidades futuras básicas actuales, sin destruir la base ecológica de la que dependen el desarrollo socioeconómico y la calidad de las vidas futuras.

– Asociación de Estados del Caribe (AEC) (1995, cit. por el Centro de Investigación Económica para el Caribe, 1998:7) (19): desde su constitución, ha manejado el concepto de sostenibilidad dentro de sus principios. Específicamente, la AEC entiende que la sostenibilidad es un concepto integrador donde el desarrollo sostenible debe garantizar crecimiento económico, participación de la comunidad en la gestión y beneficios del desarrollo, así como garantizar la preservación del medio ambiente y la conservación de los recursos naturales, en particular del Mar Caribe.

– La Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) (cit. por Mclntyre et al., 1993) (20): enfoca el desarrollo sostenible como un proceso que permite que se produzca el mismo sin deteriorar o agotar los recursos que lo hacen posible. El éxito del objetivo se logrará, gestionando los recursos de forma que se puedan ir renovando al mismo ritmo que van siendo empleados, o pasando del uso de un recurso que regenera lentamente a otro que tenga un ritmo más rápido de regeneración. De esta forma, los recursos podrán seguir manteniendo a las generaciones presentes y futuras.

Todos estos enfoques tienen como elemento en común la operatividad de cada vértice del triángulo de la sostenibilidad que busca un espacio integrador entre distintas esferas (económicas, sociales y ecológicas), interrelacionándose entre sí.

Se persigue que más que trabajar por un concepto acabado, se debería procurar que el desarrollo de cada país tenga en cuenta las estrategias para la consecución de una economía sostenible formuladas por el Centro de Investigación Económica para el Caribe (1998) (21), y Lorés (1999) (22), las cuales son citadas a continuación:

a. Revitalizar el crecimiento. El crecimiento per se, no es garantía del desarrollo; sin embargo, no es posible hablar de desarrollo sin hablar de crecimiento. Una economía sostenible, en muchos países del Tercer Mundo, pasa necesariamente por incrementar la producción.

b. Cambiar la calidad del crecimiento. Hay que orientar el crecimiento de las economías hacia una mejora en la calidad de vida. El logro del crecimiento debe traducirse en una mejora de la calidad de vida de los estratos de población menos favorecidos.

c. Satisfacer las necesidades humanas esenciales. Mientras esto no se logre, la presión sobre el medio ambiente, se incrementará hasta niveles inmanejables.

d. Asegurar un nivel sostenible en la población. Un crecimiento demasiado elevado de la población puede ser perjudicial para el medio ambiente, tanto en los países pobres como en los ricos. El tamaño de la población debe ser compatible con la capacidad de producción del ecosistema.

e. Conservar y aumentar los recursos de base. La conservación de los recursos debe tener en cuenta dos factores en especial:

  • limitar las tendencias despilfarradoras de los países industrializados reduciendo drásticamente sus actuales tasas de consumo, y
  • deberá efectuarse un aumento en los niveles mínimos de consumo de los países menos desarrollados, sin que ese aumento represente una presión imposible de superar para el medio ambiente mundial.

f. Dar una nueva orientación a la tecnología. Se deben adecuar los nuevos procesos tecnológicos con la protección del entorno, es decir, se deben conseguir tecnologías más limpias y, además, éstas deberán estar a disposición de aquellos países que más las van a necesitar para propiciar su desarrollo.

g. Conciliar medio ambiente y economía. La destrucción del medio ambiente implica, a largo plazo, un freno al desarrollo de las actividades económicas internacionales. Es imprescindible que la economía intervenga a fin de diseñar sistemas productivos más eficientes para la salvaguarda de los valores ecológicos que a la vez propicie un desarrollo económico más equilibrado.

El desarrollo sostenible requiere, en primera instancia, que las personas puedan tener acceso a la satisfacción de sus necesidades básicas, para lograr paulatinamente la satisfacción de necesidades que vayan más allá de las metas materiales y que permitan el integral y pleno desarrollo de la persona (Lorés, 1999) (23):

En esta línea, según (Mclntyre et al., 1993) (24), el desarrollo sostenible considera, de forma general, tres principios:

  1. La sostenibilidad ecológica garantiza que el desarrollo sea compatible con el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales, de la diversidad biológica y de los recursos biológicos.
  2. La sostenibilidad social y cultural garantiza que el desarrollo aumente el control de los hombres sobre sus propias vidas, sea compatible con la cultura y los valores de las personas afectadas, y mantenga y fortalezca la identidad de la comunidad.
  3. La sostenibilidad económica garantiza que el desarrollo sea económicamente eficiente y que los recursos sean gestionados de modo que se conserven para las generaciones futuras.

Independientemente de que hay un gran cúmulo de teoría en lo que a desarrollo sostenible o sustentable se refiere, y no mucha práctica. Se considera que el mismo es completamente posible.

1.3- La evolución teórica del Desarrollo Local.

Estas consideraciones teóricas indican claramente que el desarrollo no es un fenómeno puramente económico, sino que se presenta un conjunto de factores que tienen que ver con el aspecto social y en el que el desarrollo de la localidad y su organización comunitaria juegan un papel de importancia insustituible, a fin de garantizar el desarrollo del individuo, la comunidad, la localidad y la sociedad.

"En el campo del bienestar social, la organización local se puede describir como el arte de crear, coordinar y sistematizar los agentes instrumentales a través de los cuales los talentos y recursos de los grupos pueden ser dirigidos hacia la realización de los ideales del mismo grupo y hacia el desarrollo de las potencialidades de sus miembros; investigación, interpretación, conferencia, educación, organización de grupos de acción social, son los principales elementos usados en este proceso". (25).

Con la formulación de esta definición, los participantes en la Conferencia Nacional de Servicio Social celebrado en los Estados Unidos en al año 1943 incursionan por vez primera en la conformación del concepto de "Organización Local".

Al evaluarlo, se comparte la idea de que el desarrollo local es un tipo de servicio social que se refiere a todos aquellos esfuerzos que tienden a dirigir de una manera efectiva los recursos de todo tipo hacia las necesidades prioritarias de un área determinada. Sus tareas pueden envolver actividades tales como búsqueda de datos, desarrollo de programa de bienestar social, educativos, culturales, económicos, políticos y de promoción de la legislación social entre otros.

Una de las obras clásicas del año 1943, "Social Work Book" de Arthur Dunhan, es bien ilustrativa de la concepción vigente, al definir la actividad de la localidad como:

"Un proceso dirigido hacia la creación de recursos y el mantenimiento del equilibrio necesario entre tales recursos y necesidades de una determinada área geográfica o campo especifico de servicio social". (26).

Existen criterios de autores de que la localidad no posee recursos propios, tal como es el caso de una empresa que sí posee recursos humanos, recursos financieros, etc. Es evidente que la definición señalada caracteriza en su conjunto, la actividad de la localidad como un proceso que se desarrolla ante todo con sus propios recursos; al menos al plantear la creación de recursos y el equilibrio entre estos y las necesidades de un área.

La formación de recursos puede ser variada, la más cercana a la visión que se defiende es la de la creación de los mismos sobre la base de la contribución empresarial generada por la actividad que desempeñan estas en el entorno de la localidad.

Hacia los años 50 ya se observaba una evolución de los conceptos de desarrollo local. En el seminario organizado por las Naciones Unidas en 1950 en La República de San Salvador, se caracterizó el desarrollo de la localidad como:

"(…)Proceso que emplea el servicio social para suscitar la racional participación de los integrantes de una determinada zona o población, en una empresa de mejoramiento individual y de progreso colectivo, sobre la base de los propios recursos". (27).

Se debe llamar la atención en esta definición a lo referido a empresas de mejoramiento y progreso colectivo, ya que es por vez primera que se encuentra una definición donde esté implícito el concepto de empresa.

La localidad es como una empresa que genera todo tipo de relaciones y participa en el progreso colectivo e individual.

Otra obra que tanto significado tiene en América Latina en la discusión sobre el desarrollo local, es la de Caroline Ware, en su edición de 1954 señala un nuevo alcance de la expresión de desarrollo de la localidad al definirla como:

"Un proceso para suscitar grupos funcionales de ciudadanos capaces de ser los agentes activos y responsables de su propio proceso, usando para ello como medio: la investigación en común de los problemas locales, el planeamiento y la ejecución por sí mismo de las soluciones que antes convinieron y la coordinación voluntaria en los demás grupos y con las autoridades oficiales, de modo que se obtenga el bienestar total de la localidad". (28).

En 1958 la definición utilizada por las Naciones Unidas fue revisada y adecuada, y queda en vigencia la siguiente:

"Desarrollo de la localidad es el proceso por el cual el propio pueblo participa en la planificación y en la realización de programas que se destinan a elevar su nivel de vida. Eso implica la elaboración indispensable entre los gobiernos y el pueblo, para ser eficaces esquemas de desarrollo, viables y equilibrados". (29).

En el período comprendido desde los sesenta hasta los finales de los ochenta se producen una serie de cambios de toda índole y sobre todo con repercusión en el desarrollo local.

En el mundo en general y en particular en América Latina con la puesta en marcha de los programas desarrollistas, los cuales le asignaban mayor importancia a las variables macroeconómicas, se creó la percepción de fomentar el desarrollo de un territorio determinado con la mirada exclusiva en la llegada de capital externo y en las acciones de las administraciones públicas alejadas del marco local. Todo esto repercutió negativamente en el desarrollo local, relegado a un segundo plano y limitando así su desarrollo conceptual.

A principios de los noventa se producen una serie de cambios de toda índole:

  • Triunfo de las tecnologías sustitutivas del factor trabajo e intensivas en factor capital.
  • Internacionalización de la economía.
  • Aparición de nuevas demandas sociales relacionadas con la informática y las redes de comunicación, nuevos gustos y hábitos de vida.

Estos cambios le plantearon demandas conceptuales y prácticas al desarrollo local, apareciendo como complemento de las políticas tradicionales de desarrollo, un nuevo enfoque basado y fundamentado principalmente en el aprovechamiento de los recursos y potencialidades endógenas, entendidas siempre como punto de partida y no como punto de llegada para un nuevo tipo de desarrollo centrado en lo local.

Hoy día muchas son las definiciones de desarrollo local; sin embargo, no existe una comúnmente aceptada. Siguiendo a otros autores que han estudiado el tema, el desarrollo económico local también podría definirse como:

"Las medidas dirigidas a aprovechar todo el potencial de recursos de que dispone un área, un pueblo o una comarca, es una parte del crecimiento y el progreso económico de una zona". (30)

Resaltando el papel de las empresas en la dinámica del desarrollo local, Vázquez, define al desarrollo local como:

"(….) la interrelación entre las estrategias seguidas por las ciudades y regiones para valorizar sus recursos, activos y las estrategias seguidas por las empresas con el objetivo de aprovechar los factores específicos del territorio". (31)

Otro de los conceptos es el que define el desarrollo local como:

"Aquel proceso reactivador de la economía y dinaminazador de la sociedad local que mediante el aprovechamiento de los recursos endógenos existentes en una determinada zona o espacio físico, es capaz de estimular y fomentar su crecimiento económico, crear empleo, renta y riqueza y sobre todo mejorar la calidad de vida y el bienestar social de la comunidad local". (32)

En concordancia con el objetivo de resaltar el papel del desarrollo local sobre todo con la participación del sector comunitario y tomando en consideración las características más sobresalientes en los conceptos mencionados, se entiende el desarrollo local como:

"Un proceso endógeno, integral, equilibrado, armónico, social y de base popular, de aumento sostenido del bienestar de la comunidad".

A partir de esta definición sería importante hacer un análisis de las peculiaridades que el mismo encierra:

Desarrollo:

Proceso lógico e histórico que implica aumento del bienestar y cambio en la estructura económica y social.

Local:

Hace referencia a un área geográfica determinada, el ámbito operativo es un municipio, localidad, comarca, consejo popular, etc., asumido por las autoridades locales como instrumento para su autodesarrollo.

Cooperativo y Autogestionario:

El desarrollo local no es necesariamente un proceso de desarrollo de cooperativas, pero indudablemente este es una forma de desarrollo cooperativo. Las organizaciones cooperativas o asociativas de los trabajadores constituyen la base de la estrategia de ejecución en estos modelos junto con la actuación de las administraciones y otros entes locales. En la materialización del cumplimiento de sus principios y valores cooperativos en su enfoque hacia la comunidad y por tanto hacia el desarrollo local.

Proceso:

Sucesión de acontecimientos interrelacionados.

Endógeno:

Basado en el liderazgo de las iniciativas y los recursos autóctonos de la localidad pero sin despreciar ayudas exteriores.

Integral:

Con un enfoque sistemático trata de dinamizar todos los sectores socio económicos del área, considerando sus interdependencias hacia objetivos comunes que facilitan la toma de decisiones bajo un prisma integrador.

Equilibrado y Armónico:

Basado en actividades de pequeña o mediana dimensión y bajo costo de inversión por puesto de trabajo, con tecnologías blandas o intermedias adaptadas al medio rural(si la comunidad es rural) que no provoquen impacto ambiental negativo.

Social y de Base Popular:

Promociona el desarrollo social mediante una adecuada política de trabajo, anima a participar a las clases trabajadoras, los jóvenes, etc, los que se convierten en sujetos activos del desarrollo generalmente bajo fórmulas asociativas, por lo que es un modelo aceptable para cualquier administración o estado.

Aumento Sostenido:

Debe garantizar la creación de riquezas que permitan la satisfacción de las necesidades inherentes del individuo y la sociedad y a su vez el respeto y la preservación del medio ambiente para el mayor bienestar de la sociedad futura.

Bienestar: Calidad global de la vida.

 

Comunidad:

"Grupo de personas que habitan en un mismo territorio, que les posibilita tener vida en común, costumbres, creencias, tradiciones, necesidades, entrando todas ellas en distintas relaciones. Estas generan un sentido de pertenencia y dinámica interna y externa según los diferentes problemas que deben enfrentar y de acuerdo a los recursos que requieren para darles solución" (33). En ella se tienen en cuenta todos los aspectos del crecimiento, desde el punto de vista organizativo se basa en un proceso de animación para que la comunidad local participe en su propio desarrollo.

El desarrollo local nace de corrientes afines de las que toma su nombre: del lado "paterno" puede hacerse referencia al desarrollo económico, del lado "materno" se relaciona con la localidad de la que se deriva la participación de la comunidad con el apoyo de todas las organizaciones de su entorno en la planificación y ejecución de programas que garanticen a partir de los recursos endógenos el desarrollo local autogestionario y autosostenido, que coadyuve a la elevación del nivel de vida, la generación de empleo, renta y riquezas.

Como se observa en este concepto se define su relación con la comunidad. Es así ya que el concepto de desarrollo local no es unívoco, pero sí a este se liga el desarrollo comunitario pues no puede ser aséptico. De esta manera se llega a las concepciones modernas del desarrollo comunitario y local que está caracterizado, más, por el cambio de actitud que por la sustancia de un programa.

Sería fácil concluir diciendo que el desarrollo local es aquel que se presenta en un territorio dado, pero para entender bien toda su dimensión y captar a fondo el interés que despierta, hay que analizar y definir otras nociones, como los conceptos de comunidad local y su desarrollo.

1.3.1- Los conceptos de comunidad local.

Mucho han evolucionado los conceptos de comunidad a través de los años, estos adoptan características particulares de acuerdo con el enfoque teórico con que se mire. Ofrecen una variedad de significados que deben conocerse para alcanzar una visión ampliada que permita acceder objetivamente a esa realidad, así se puede distinguir:

El concepto literal expresa que la comunidad significa congregación, corporación, asociación y relación.

El concepto sociológico concibe la comunidad como un sistema social en el cual los individuos que la componen cuentan con un territorio o área geográfica determinada y unas relaciones recíprocas para tratar de lograr fines comunes.

Para el efecto del trabajo comunitario la UNESCO, en el glosario español define así la comunidad y el desarrollo comunitario:

"Es el conjunto de actividades y principios dirigidos al mejoramiento material y el bienestar social de una comunidad. Esta última se define como el conjunto de habitantes de una localidad limitada, de carácter urbano o rural en la que se comparten sentimientos de identidad de grupos y un conjunto de intereses comunes, o bien ocurrir que estos intereses no estén realizados y constituyan un potencial cuya realización es objeto de desarrollo de la comunidad".

Prevost, P. (1999), define la comunidad como:

"Un grupo de personas organizadas en un territorio conformado en forma natural o histórica, se compone de valores, personas, instituciones, empresas, actividades, recursos y coherencia económica y social". (34).

La forma particular de vivir y actuar de cada comunidad, así como el territorio donde habitan son los elementos que configuran los tipos de comunidades.

Estas características las diferencian unas de las otras y a su vez sirven para su identificación. Se puede hablar de tres tipos de comunidades que no constituyen realidades opuestas sino que se relacionan a través de la producción, el intercambio, el transporte, las vías y medios de comunicación, etc. Estas son:

Las comunidades rurales.

Están determinadas en la mayoría de los casos por la vinculación estrecha de las personas con la tierra, esta relación fija los comportamientos, el sentido de pertenencia y el arraigo a una fuerte tradición familiar y cultural.

Generalmente la comunidad rural es más pequeña y las relaciones son más personales e intensas, así el control social entre los miembros es más fuerte que el que se produce o se puede dar en la comunidad urbana donde las relaciones personales son más distantes.

Las comunidades urbanas.

Desaparece la relación hombre tierra y aparecen unas relaciones de producción y reproducción distintas, donde la fuerza de trabajo es un elemento determinante de composición de la comunidad. Esta se ocupa de la industria, manufactura de prestación de servicios, etc.

La presencia de valores culturales, familiares de arraigo y pertenencia se diluyen, entre otras causas por la movilización de los integrantes de la comunidad originada en el proceso socioeconómico en que ellas se presentan.

La interacción aparece con menos intensidad, dado su carácter heterogéneo. Se presentan problemas socioeconómicos más profundos, reflejo de las diferencias estructurales y las desigualdades sociales que se presenten en el nivel de vida de la población.

La comunidad metropolitana.

Es un conjunto de municipios reunidos alrededor de una ciudad central, refleja todos los modernos y avanzados medios de comunicación, transporte, salud, educación, recreación y crece constantemente el número de habitantes y concentración de servicios.

En sus zonas periféricas con frecuencia se concentra la población con menos oportunidades y recursos lo que se ha dado por llamar cinturones de miseria.

En la comunidad se encuentran las diversas clases sociales que se diferencian entre sí por los niveles de ingreso y de consumo, de profesión, etc. La comunidad es heterogénea con conflictos y fenómenos enmarcados en la estructura social que genera cambios estructurales económicos, políticos e ideológicos. La heterogeneidad y multifuncionalidad marcan otro de los componentes básicos de la dinámica en que se desenvuelven.

Por estas razones es indispensable que al iniciar cualquier trabajo con la comunidad se reconozcan las particularidades, no sólo de cada grupo, sino de cada comunidad.

1.3.2- Los elementos de la comunidad local

Una rápida mirada a las anteriores definiciones de desarrollo local y de la comunidad muestra que todas coinciden en elementos significativos los cuales se pueden resumir en:

  • El geográfico.
  • El demográfico.
  • El socioeducativo.
  • El físico.
  • El socioeconómico.
  • El histórico cultural
  • Los problemas.
  • Los recursos.

El geográfico: Guarda relación con la extensión, topografía, clima, límites, ubicación, etc., que determina comportamientos y actitudes, constituyendo el punto de más identidad de la comunidad. Determina el acceso a las vías y medios de comunicación y al escenario de los aspectos históricos culturales de la identidad de cada pueblo.

El demográfico: Este elemento está relacionado con la composición y el crecimiento poblacional, la cantidad de habitantes, raza, sexo, flujo migratorio, lo que condiciona la estructura demográfica de la localidad.

El socioeducativo: Hace referencia a las prácticas educativas, hábitos de crianza y procesos de formación que se viven en un sector determinado.

El físico: Guarda relación con el entorno para el sano desarrollo de las familias e incide en la salud, nutrición, ambiente, la vivienda, el saneamiento y todas las obras de infraestructura. Esta relacionado con los demás elementos.

El socioeconómico: Este elemento está determinado por las clases sociales, los recursos económicos y demás factores. Aquí se tienen en cuenta las normas prácticas de producción y generación de ingresos.

Histórico cultural: Lo constituyen las tradiciones, las creencias, hábitos costumbres y valores que permiten la identificación de una persona con el grupo así como la diferenciación de una comunidad con relación a otra.

Los problemas de la comunidad: Surgen cuando hay discrepancia entre lo que existe y lo que se necesita para el bienestar de los individuos. Toda comunidad presenta sus propios problemas que a su vez son influenciados por las condiciones socioeconómicas del contexto municipal, regional o nacional. El conocimiento de los problemas de la comunidad permite buscar las soluciones y los medios de satisfacer estas necesidades.

Recursos: Toda comunidad tiene potencialidades representadas en recursos internos y externos, ya sean económicos, técnicos, humanos, físicos e institucionales.

Al trabajar cualquier problema de la comunidad local es necesario conocer cuáles son las empresas y organismos que desarrollan actividades dentro de su entorno y que resultados han obtenido. De esta forma se facilita la coordinación, mecanismo indispensable para lograr proyectos más efectivos, sobre la base de la autogestión comunitaria.

Una eficiente coordinación y control, evita la inadecuada utilización de los recursos humanos, económicos etc., disponibles, así como la duplicidad de funciones y en general esfuerzos que aumentan los costos de los planes de acción comunitaria autogestionaria de cada comunidad.

1.4- El desarrollo local en Cuba.

Lo que hoy en día se conoce como desarrollo local, dista mucho de lo ocurrido en Cuba antes y en los primeros años del triunfo de la Revolución de Enero de 1959.

Las localidades rurales estaban compuestas por pequeños asentamientos campesinos, que en la mayoría de los casos eran ilegales por tener lugar en tierras de propietarios de compañías extranjeras y de la burguesía rural cubana, estos no contaban con los servicios y requerimientos mínimos e indispensables tales como: electricidad, educación, servicios médicos, etc., solo se dedicaban a la construcción de viviendas y arreglo de caminos vecinales sin otros antecedentes dignos de considerar en este período.

Las localidades urbanas se presentaban como control de desarrollo socioeconómico y cultural para una elite jerárquica reconocida y para las clases medias.

Dadas las diferencias de desarrollo entre ambas ocurrió un proceso migratorio hacia las grandes comunidades urbanas, lo que condujo a la aparición de las comunidades metropolitanas, las que crecían constantemente y donde sus zonas periféricas constituían cinturones de miseria que albergaban la población con menos oportunidades y recursos, donde era común una extrema miseria y pobreza.

Pese a la existencia de comunidades urbanas y rurales y algunas acciones comunitarias, no existía una política consecuente de lo que hoy día se conoce como desarrollo local sostenible, equitativo y autogestionario.

Se considera que al triunfo de la Revolución cubana no existía una experiencia sistematizada y sostenible de desarrollo local y mucho menos integrada, que se mantuvo a lo largo de una primera etapa comprendida desde los años de 1960, hasta 1975, donde era característico la provisionalidad de las estructuras estatales y administrativas y donde no existían con objetividad, las bases y experiencias necesarias para el desarrollo local.

En consecuencia el Estado cubano, principal promotor social con la participación y apoyo de las organizaciones de la localidad, se traza como meta lograr el desarrollo multilateral del individuo, la comunidad y la sociedad.

Durante los años 80, con valioso apoyo del Estado y mediante la realización de grandes esfuerzos se creó una infraestructura local que permitió extender a toda la población los servicios educacionales, de salud, comunales, de atención a la infancia y la vejez, etc., materializando así los lineamentos trazados en los años 70.

Este logro histórico se vio afectado en los años 90, y hasta la actualidad por los embates de la crisis económica por la que atraviesa el país como resultado del Bloqueo Económico.

Los desafíos de los últimos años plantearon el surgimiento de nuevos enfoques del desarrollo local que intervienen como alternativas, en primer lugar a la crisis económica, y en segundo lugar al agotamiento de posibilidades y estilos tradicionales que la nueva realidad económica y social exige, permitiendo apertura y autonomía para las acciones locales.

Se han dado pasos de avance en lo que a trabajo comunitario se refiere, el cual implica desarrollo local, pero aún el camino por recorrer es largo.

1.5 – Relación entre el desarrollo sustentable y el desarrollo local. Algunas reflexiones ambientales en Cuba.

Se ha establecido con anterioridad de manera nítida cuestiones referentes a los dos conceptos fundamentales de desarrollo que tienen que ver con esta investigación: sostenible, y local. Ahora someramente se explicará la relación que existe entre ambas categorías.

Cuando se habla de desarrollo sostenible enseguida se inserta en la mente del individuo la idea de lo global, lo macroeconómico, lo general; mas, cuando de desarrollo local se aborda, evidentemente surge una idea de lo pequeño, lo que se refiere a la menor escala, lo que le compete a un territorio, municipio, provincia, consejo popular, etc.

Sin embargo, a pesar de los diferentes enfoques que sobre este tema puedan existir, y los variados criterios, siendo el desarrollo sostenible lo que es (pues ya se definió), el mismo es imposible si no existe un desarrollo local primeramente, puesto que en la medida que mayor sea el número de localidades desarrollándose en todos los sentidos (lo cual incluye la variable medioambiental), mayor entonces será el crecimiento y alcance de un desarrollo sostenible o sustentable en un país determinado, o sea, no se puede hablar de buena administración de los recursos naturales, si en la localidad o localidades donde estos se encuentran no existe una participación activa de los comunitarios en virtud de preservarlos y utilizarlos consecuentemente.

La sostenibilidad solo se alcanza de manera global, en la medida que esta se logre de manera local como un proceso gradual. Si estos dos conceptos se ven desligados, entonces la meta de un desarrollo sustentable continuará siendo una teoría muy bonita y razonable, pero imposible de llevar a la práctica.

Al decir de algunos autores, hablar de desarrollo local y regional implica articular proyectos locales con políticas de carácter nacional o global, que se ubican en el marco general de las condiciones económicas e institucionales del país. Como señala Vázquez Barquero: "Para que la política sea eficiente es conveniente que se produzca una sinergia entre las acciones que van de arriba hacia abajo promoviendo el desarrollo estructural y las que van de abajo hacia arriba, que surgen de la especificidad de cada localidad y de cada territorio"(35).

La estrategia de desarrollo local debe partir de una comprensión de las acciones basadas en las condiciones de cada localidad y región y de la necesidad de combinarlas con las políticas sectoriales y regionales impulsadas desde lo central.

La relación de que se ha venido hablando se evidencia en el anexo 1 donde se muestra claramente cómo un desarrollo local endógeno en una zona desfavorecida es alcanzable si dentro de otras condiciones, se logra una mejora ecológica, de ahí se puede entender la causa de que a nivel local- regional, las políticas y la planificación requerirán atender cuestiones como mejorar el posicionamiento y la competitividad, desarrollar ventajas comparativas dinámicas, atender la sustentabilidad de las estrategias y preservar e incrementar la identidad y el patrimonio cultural.

Desde el nivel nacional, las políticas se orientarán a mirar el todo, en función de las diferencias y desequilibrios regionales, a través de políticas de compensación, reconversión, reactivación, que generen oportunidades y contribuyan a paliar los efectos negativos de la reestructuración productiva y los procesos de globalización. Resulta difícil pensar en un proceso de desarrollo integrado y sustentable que no reconozca la necesidad de esas dos dimensiones de políticas.

En la actualidad, la cuestión ambiental se identifica como una de las más importantes preocupaciones de la humanidad; el auge que ha tomado esta temática en los últimos años, se relaciona con la intensificación de numerosos problemas a todas las escalas, que afectan a la sociedad de forma cada vez más nefasta. Según rigurosos estudios, hay claras evidencias de que la situación ambiental de la Tierra en nuestros días se ha tornado precaria; y por primera vez en la historia, el ser humano tiene la posibilidad de destruir el planeta.

La llamada cuestión ambiental se refiere a las diferentes maneras de cómo la sociedad se ha relacionado con el medio natural a través del tiempo, para garantizar su supervivencia y utilizarla como base material de sustento de la existencia humana. De lo anterior se deriva que el medio ambiente necesita del trabajo de los seres humanos para ser reconstruido, es decir, para tener una estructura concreta; y que el medio natural y el social son indivisibles.

En la medida en que el ser humano es parte integrante de la naturaleza y al mismo tiempo ser social y por consecuencia poseedor de conocimientos y valores socialmente producidos a lo largo del proceso histórico, tiene el poder de actuar primeramente sobre su base material de sustento, alterando sus propiedades y sobre el medio social, provocando modificaciones en su dinámica.

Por medio ambiente se considera el sistema de elementos abióticos, bióticos y socioeconómicos con que interactúa el hombre, a la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para satisfacer sus necesidades, (Ley No. 81/1997, del Medio Ambiente, de la República de Cuba) (36).

En el proceso de modificación y/o transformación del medio ambiente, de su construcción y reconstrucción por la acción humana, son creadas y recreadas formas de relación. Cuando el hombre se relaciona con la naturaleza, o con otros hombres, se crea cultura, modos de hacer, pensar y percibir el mundo. Las alteraciones que se derivan como consecuencia de la acción e interacción entre la sociedad y la naturaleza, cambian de aspecto en dependencia de las acciones y las formas de apropiación del mundo.

Lo que en determinado momento fueron manifestaciones aisladas y puntuales de la relación entre el hombre y la naturaleza e incidían solo en el área que se generaban, en la actualidad se tornan críticas y alarmantes y es que ciertamente con el desarrollo actual de la humanidad los problemas locales adquieren una dimensión e impacto mundial.

Lo que en 1972, aparecía como la inquietud de los países ricos por un medio ambiente grato y no contaminado, ha evolucionado hacia el reconocimiento de una problemática que, aún cuando comparte elementos comunes, se materializa y percibe diferente por los distintos grupos sociales de cada parte del globo. La conferencia de Naciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo conocida como Cumbre de la Tierra (antes mencionada), se adentró en las relegadas interdependencias entre lo social y lo ambiental, revelando la extrema inequidad que caracteriza al mundo de hoy.

En la actualidad la humanidad se enfrenta a una verdadera crisis ambiental y la gravedad del problema se manifiesta en su carácter global. La preocupación por el medio ambiente, también ha sido reflejado en Cuba, de modo que se ha elaborado el Programa Nacional de Medio Ambiente y Desarrollo, adecuación cubana al documento Agenda 21. En la misma se establece que Cuba, presta especial atención a la protección del medio ambiente, en el contexto de una política de desarrollo, como expresión de lo cual, el artículo 27 de la Constitución de la República postula que:"El estado protege el medio ambiente y los recursos naturales del país, reconoce su estrecha vinculación con el desarrollo económico y social sostenible para hacer más racional la vida humana y asegurar la supervivencia, el bienestar y la seguridad de las generaciones actuales y futuras" (37). Corresponde a los órganos locales correspondientes aplicar esta política.

La Ley No.81 del Medio Ambiente de 1997, tiene como objetivo establecer los principios que rigen la política ambiental y las normas básicas para regular la gestión ambiental del Estado y las acciones de los ciudadanos y la sociedad en general a fin de proteger el medio ambiente y contribuir a alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible en el país.

En fin, es imposible lograr desarrollo en el sentido que sea, sin considerar el medio ambiente que nos rodea y del cual somos parte.

Conclusiones parciales:

  • El desarrollo es un proceso multidimensional, que no debe confundirse con el crecimiento económico.
  • El desarrollo sostenible es un concepto alcanzable, humano y equitativo. Independientemente de los diferentes puntos de vista existentes al respecto, se acepta la definición del Informe de Brundtland que lo de fine como: "el proceso que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus necesidades".
  • El desarrollo local autogestionario es: "Un proceso endógeno, integral, equilibrado, armónico, social y de base popular, de aumento sostenido del bienestar de la comunidad".
  • Es mediante la participación efectiva de los individuos que el proceso de desarrollo puede orientarse hacia el logro de los valores de la localidad.
  • La relación entre desarrollo sostenible y desarrollo local es evidente, puesto que la sostenibilidad se alcanza localmente, y luego se hace global.

Capítulo II. Metodología para la elaboración del diagnóstico local-ambiental.

En este capítulo se explicarán detalladamente los elementos a tener en cuenta para realizar un diagnóstico local-ambiental en una comunidad cualquiera, en virtud de establecer su situación en cuanto a lo que se refiere a desarrollo local, y ambiental.

Una vez aportadas estas herramientas, se propone la aplicación de las mismas al Consejo Popular Santa Lucía, situado en la costa norte de la provincia Pinar del Río, en el Municipio de Minas de Matahambre, con el objetivo de seleccionar a esa comunidad como un escenario potencial para poner en práctica la metodología que se expondrá en el capítulo 3 diseñada para elevar los niveles de autogestión ambiental comunitaria.

2.1 El diagnóstico de la comunidad local en los objetivos del desarrollo sustentable y comunitario.

Para ello es necesario en primer lugar realizar el diagnóstico de la comunidad, ya que es imprescindible conocer con exactitud todos los recursos con que dispone para su desarrollo y en segundo lugar, determinar las variables de la actividad socioeconómica y los indicadores para su medición. Esto se relaciona a continuación a través de una metodología diseñada para ello.

En este diagnóstico se recogen los elementos considerados básicos para el diagnóstico local-ambiental; estos se encuentran explicados en forma de tablas con sus respectivas notas al pie que posibilitan trabajar con ellas. Por razones prácticas estas se encuentran subdivididas y en otros casos agrupadas.

Esta forma de presentación no anula la posibilidad de que cada localidad diseñe los componentes de las tablas.

Una significativa parte de la información requerida para el trabajo con las tablas se encuentra en bases de datos que contienen la información generada por el censo nacional de población y vivienda y otras investigaciones realizadas. Otra porción significativa se encuentra disponible en instituciones del sector público, responsable de los temas específicos.

Los objetivos de los diagnósticos de la comunidad local.

El objetivo de esta metodología es aportar a la localidad un marco de análisis que le posibilite elaborar un diagnóstico de su situación local-ambiental.

La implementación de las políticas de desarrollo local suponen la necesidad de un mayor conocimiento de la problemática local y de los recursos con que cuentan para la solución de dichos problemas.

No se trata de un documento formulario que debe ser contestado, sino que debe ser considerado como una contribución en el marco de un proceso para la realización de los autodiagnósticos locales, tendientes a mejorar el conocimiento acerca de sus problemas ambientales locales, para el correcto diseño de las políticas que posibiliten la superación de ellos.

En una realidad tan compleja como la que presenta la situación de la localidad, se debe hacer referencia a los aspectos metodológicos esenciales. Generar información sobre los aspectos tan disímiles, variados y difusos concernientes a los recursos naturales, la legislación, la situación social, cultural, económica y tecnológica que puede generar un cierto caos de datos difícilmente articulables y lo que es más importante y de mucha utilidad para adoptar decisiones en beneficio de la gestión de la localidad.

Aunque se comparte una visión integral del desarrollo local donde interactúan elementos naturales, sociales, económicos y tecnológicos, estos deben orientarse articuladamente para informar de forma adecuada sobre las cuestiones esenciales. No se debe inventariar la información sin definir previamente un criterio muy estricto de selección. El sentido de la búsqueda queda finalmente develada si se profundiza el concepto de diagnóstico que, como se sabe, fue extraído de la medicina.

¿Qué se desea diagnosticar? El tipo de enfermedad que aqueja y por la cual no se puede lograr un satisfactorio estado de salud; dicho en otras palabras, qué se tiene para hacerle frente a los problemas ambientales de la localidad. Significa entonces que, en primer lugar, se debe definir el estado de salud al cual se aspira y que se supone, por un primer nivel de conocimiento, que la realidad vigente impide alcanzar debido a una serie de problemas.

Luego de detectar cuales son los problemas, se deben seleccionar las variables significativas que informan acerca de ellos, así como los indicadores requeridos para el seguimiento de su evolución.

Ello permitirá una adecuada caracterización de los problemas ambientales locales, el estudio de sus interrelaciones, las formas bajo las que aparecen en el escenario social, sus principales relaciones y la posibilidad de existencia de otros problemas adicionales, enriqueciendo el modelo conceptual a construir como principal objetivo del diagnóstico.

Lo antes dicho posibilitaría el adecuado desarrollo de un diagnóstico de la localidad con fines de ordenamiento metodológico. Teniendo en cuenta el cúmulo de información que el mismo requiere, así como el estado de recopilación sería recomendable asumir un criterio de elaboración periódica hasta la obtención de un diagnóstico en cada localidad con las características explicadas.

Así mismo algunas comunidades podrían no disponer de la información básica necesaria para el mismo, en este caso deben requerir un apoyo institucional externo a ellas, en especial de la provincia y de las instituciones que elaboran esta información.

2.2 Metodología para la elaboración del diagnóstico local-ambiental.

Elementos para el diagnóstico.

1.La descripción de la localidad.

1.1 Caracterización general. Ubicación de la comunidad local.

Otros elementos.

2.Caracterización general de la geomorfología.

Los recursos que se dispone y los impactos medioambientales detectados.

2.1 El suelo.

2.2 Clima y aire.

2.3 Aguas.

2.4 Flora y fauna.

2.5 Energía.

2.6 Minería.

2.7 Ganadería.

2.8 Otros recursos.

3 Aspectos sociales.

3.1 Población.

3.2 Distribución del ingreso.

3.3 Requerimientos de la población.

3.4 Salud y educación.

3.5 Deporte y cultura.

3.6 Participación de la población.

4 Aspectos de la infraestructura.

4.1 Infraestructura y caminos.

4.2 Sistema urbano y asentamientos poblacionales.

5 Aspectos económicos.

5.1 Sector primario.

5.2 Sector secundario.

5.3 Sector terciario.

6. El proceso de dirección. Análisis interno y externo.

6.1 El proceso de dirección estratégica de la comunidad local. Análisis interno y externo.

El desarrollo local exige un constante proceso de investigación y acción. Luego de un primer conocimiento de los problemas ambientales en la localidad, se puede iniciar un proceso donde a la par se esbozan y aplican algunas acciones urgentes y políticas específicas.

Siguiendo las pautas dadas en los párrafos precedentes, puede superarse la antigua contradicción entre la necesidad del mejor conocimiento para la toma de decisiones y la necesidad de implementar normas mínimas para enfrentar los problemas que requieren urgentes soluciones. Ello posibilitaría mejorar el diseño del modelo y aproximarlo razonablemente a la complejidad de la situación de la localidad.

Se recuerda que la selección de estos datos se logra con la participación de los comunitarios, aplicando las diferentes técnicas, tales como:

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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