Si de algo adolecen las pedagogía hegemónicas de los últimos 30 años, es de una oxidada racionalidad que excluye todo tipo de sentimiento utópico. Es precisamente Peter McLaren quién escribe con mucha pasión la pedagogía, sobre la manera cómo esa misma pasión abre nuevos caminos, habilita otras lecturas, materializa cambios. Es uno de los pocos que se anima a pensar en una pedagogía para la revolución, en tiempos donde es difícil vislumbrar horizontes y sueños nuevos, en una época donde las propuestas pedagógicas cuentan con pesados aparatajes técnoeconómicos instrumentales que prometen cierto aséptico paraíso plagado de competencias; y en momentos difíciles para recuperar el manto mancillado de Marx desde la tumba en la que ha sido irónica y caprichosamente arrojado en momentos de éxtasis posmoderna. Peter insiste en la importancia del compromiso político y teórico que toda pedagogía debe portar, y en este aspecto su último trabajo ofrece no solo marcos para pensar la transformación de sociedades injustas, sino también, cursos pedagógicos de acción planteando un desafió para los proyectos de izquierda en educación. Es muy difícil ser pedagogo crítico en nuestro medio, donde los discursos eficientistas, de excelencia y acreditación han seducido la subjetividad de los estudiantes desde el núcleo mismo del currículo; lo es también, para Peter, serlo –como Martí— desde las "entrañas de la bestia", pensar en una pedagogía que habrá horizontes que incomoden, cuestionen, denuncien, desafíen las prácticas pedagógicas de los educadores de una nación ubicada en el centro mismo de las políticas culturales imperialistas. Peter McLaren es professor en la Graduate of Education and Information Studies of California, Los Angeles. Es autor y editor de más de 35 libros sobre tópicos relacionados desde la etnografía crítica y la sociología de la educación hasta la pedagogía crítica, teoría social crítica. Sus más recientes libros incluyen "Che Guevara, Paulo Freire y la pedagogía de la Revolución"; "la vida en las escuelas"; y "el marxismo contra el posmodernismo en la teoría educativa". El profesor McLaren da conferencias alrededor del mundo sobre la política de liberación. Sus trabajos han sido traducidos a 17 idiomas. Muchos de sus libros han sido galardonados por la Asociación de Estudios de la Educación Americana. Recientemente ha recibido el Paulo Freire Social Justicia Award, otorgado por la Chapman University, California. Peter, quiero agradecerte por haber accedido gentilmente a esta entrevista, es para mi una gran alegría realizarla ya que es la primera vez que te diriges a profesores y estudiantes en Bolivia, donde no es muy conocida la pedagogía crítica ¿Qué es la pedagogía crítica en cuestión? Déjame, responder a tu pregunta. Espero que las respuestas tengan sentido en el contexto boliviano. Pues la tradición de la pedagogía crítica en América del Norte no es una historia fácil de seguir. Pero, si, comienza con el trabajo de Freire a principios de los años ’80 y se extiende a un renovado interés de John Dewey y el movimiento social reconstruccionista en los Estados Unidos desarrollado después de la gran depresión en los años ’30, también está influenciado por la sociología del conocimiento inglesa de los años ’80, también por un interés en la Escuela de Frankfurt y posteriormente por el trabajo de Foucault y Bourdieu. Además de otros pensadores que han sido etiquetados bajo el rótulo de "posmodernista y/o post-marxistas" los principales exponentes de la pedagogía crítica la han inter-fertilizado con casi cada tradición transdiciplinaria imaginable, incluyendo incursiones teóricas en el trabajo de Richard Rorty, Jacques Lacan y Jacques Derrida. El alcance de la pedagogía crítica ahora se extiende a la educación multicultural, educación bilingüe, teorías feministas y los campos asociados con el aprendizaje de lenguas y alfabetización (incluyendo medios para la alfabetización). A pesar de haber sido yo señalado como gran exponente de la pedagogía crítica, mi trabajo reciente ha sido muy crítico con la orientación que ella está tomando. Es incoherente conceptualizar la pedagogía crítica, como muchos de sus exponentes comúnmente lo hacen, sin una referencia con la lucha política y anticapitalista. El concepto pedagogía crítica ha sido difundida con tanta amplitud, y en algunas ocasiones de manera tan despectiva, que ha llegado a verse asociada a cualquier cosa extraída de las turbulentas e infestadas aguas de la práctica educacional: desde la disposición en circulo de los pupitres del aula con miras a "dialogar amigablemente" hasta los currícula "siéntase a gusto" diseñados para magnificar la autoimagen de los estudiantes. Su equivalencia a la educación multicultural puede ser ligada a un apolítica de diversidad que incluye "el respeto a la diferencia" a través de la celebración de los feriados "étnicos". El término "pedagogía crítica" usado en el escenario de los debates educativos actuales, debe ser juzgada como un concepto ampliamente domesticado a tal manera que muchos de sus primeros exponentes, como Paulo Freire, son fuertemente temidos. Actualmente las ideas marxista están rondando el discurso educativo, Marx esta volviendo con una venganza a las ciencias sociales dicen varios especialistas, qué relación ha tenido la pedagogía crítica con la teoría de la reproducción en boga entre los educadores progresistas de los años '70, ahí estaban los escritos de Althusser por ejemplo, y más tarde Bourdieu. Me gusta el trabajo de Bourdieu, precisamente estoy terminando de leer su corto trabajo, Acts of Resistance: Against the Tyranny of the Market. Trabajé desde una posición izquierdista del posmodernismo por muchos años, especialmente cuando trabajé con Giroux por ocho años; eran buenos años y muy productivos. Pero en los últimos 7 años he estado escribiendo como un Marxista-humanista. Por supuesto, actualmente está muy lejos de ponerse de moda ser educador marxista, en los Estados Unidos eso te marca como un traidor. Las acusaciones se extienden de ser un izquierdista ingenuo, a ser catalogado como una deformación del tiempo, a ser enganchado en un patriarca antidiluviano, para dar dentro del sentimentalismo barato o al romántico utópico. Los marxistas son acusados con asumir una posición política indefendible que les permita llevar la desgastada capa de revolucionario sin tener que ensuciar sus manos en las luchas cotidianas de los profesores. Peter, en Bolivia últimamente a ocurrido movilizaciones combativas contra el modelo y las transnacionales imperiales. Qué conoces de mi país, aparte de ser el lugar donde asesinaron al Che, un personaje que admiras (admiramos) mucho? Tenía un estudiante cuyo cuñado ayudó al Che en La Paz. Pero no he tenido mucho contacto con los educadores bolivianos y aprecio la oportunidad de compartir algunas de mis ideas con vos. La mayoría de mis viajes en América Latina lo he realizado a México, en donde he estado hablando varias veces desde al año 1987. Debo admitir que sé muy poco de primera mano sobre el contexto boliviano y espero aprender más. Esta entrevista marca, espero, el principio de un diálogo que continúe. La mayoría de mi conocimiento de Bolivia ha sido por lectura de otros trabajos. Sí, el Che es una figura importante en mi trabajo. Y lo es en este momento tan desconcertante al ser testigo de las comparaciones hechas por los medios de comunicación norteamericanos entre Osama Been Laden y el Che Guevara. Me ha encolerizado y provocado a responder en la prensa sobre algunos comentarios muy indignantes sobre Che. Por supuesto los medios imperialistas de los Estados Unidos no pararán en nada para desacreditar a un gran héroe Latino Americano. Cualquier comparación de Bin Laden con el Che Guevara es groseramente mentirosa, una comparación peligrosa. Un hombre, cuyas prácticas terrorista la mayoría de los musulmanes por todo el mundo encuentran repugnantes, que emprende una guerra religiosa, el otro, un ateo, que luchó contra las brutales dictaduras, el imperialismo económico y militar y la opresión de los pobres en América latina, el Caribe, y África. Uno lucha para la instalación de una teocracia autoritaria y represiva en donde subyugan a las mujeres, prohibiéndolas de trabajar y de recibir una educación, donde las minorías están siendo extirpadas por " infieles". El otro luchó por una sociedad socialista y democrática donde las mujeres trabajen junto a los hombres en una relación de igualdad, donde el racismo de todas las clases se condena y se suprime, donde está desconocido el analfabetismo y donde cada persona tiene acceso a una educación y a una asistencia médica adecuada. El Che nunca habría atacado adrede a civiles inocentes. Comparar al Che y su foco en Bolivia o en la Sierra Maestra con Osama Bin Laden y al Qa'eda es una actitud ruin.
Los atentados en Washington y New York fueron actos reaccionarios de un terrorismo ciego, sin agenda explícita contracapitalista o contraimperialista. No tenían nada que ver con la "lucha de clases" o la lucha para la emancipación humana y todo con la crueldad humana. El Che no era un hombre perfecto, pero sus pensamientos y acciones han inspirado a sacerdotes católicos, a campesinos sin tierras, a médicos, a escritores, a poetas, a obreros, indígenas. Lo otro que tu sabes, los noticieros también comparan a Bin Laden con el Subcomandante Marcos, quién ha utilizado tácticas guerrilleras y es también un icono internacional. Todo ello es un insulto a la lucha en curso de las comunidades indígenas a través de las Américas. La visión del Che de la democracia se puede poner en contraste con el de los Estado Unidos. Mientras ellos comparan la democracia sobre todo con las derechas civiles y las elecciones libres (incluso en ambos casos se han ensuciado seriamente con el robo de la elección presidencial pasadas), el Che definió democracia más en términos de derechos y dignidad humana, en el sentido de proveer para cada uno, entre otras cosas, trabajo, educación y asistencia médica. Uno de tus últimos trabajos titula precisamente El che Guevara, Paulo Freire y la pedagogía de la revolución, cuál es la lectura que haces del trabajo del Che y de Freire y que te motivo escribirlo? No puedo recordar si le mencioné a Paulo que iba a hacer este libro acerca de él y del Che. Pero lo discutí brevemente con Nita, la viuda de Paulo, y ella reafirmó la admiración de Freire para con el Che, aunque nunca se vieron en persona. Quise lograr dos cosas cuando escribí el libro. Primero, quise introducir a los estudiantes de los Estados Unidos la figura de Che Guevara. Porque la mayoría de los estudiantes no tienen ninguna idea de lo que él sea, aunque han visto su retrato en las portadas de revistas o en camisetas. Mi segunda meta era evitar que el trabajo de Freire sea vulgarizado y domesticado. Intenté presentar a un Freire revolucionario, no como Papá Noel. Desafortunadamente, Freire ha devenido en un tipo de hombre viejo bueno, que habló de la importancia del diálogo con los estudiantes. Freire era más que esto. Éste no es el Freire que conocí, y al que respeto, y amó. Freire fue trasformado en la figura de un Papá Noel por los educadores norteamericanos que intentaron reinventarlo de las maneras que convengan a sus agendas liberales. El sentir compartido por Paulo y el Che es la capacidad de amar, un sentimiento que cuando es profundo y verdadero en los seres humanos no se agota en si mismo, sino que ofrece nuevas posibilidades a quién las experimenta radicalmente. La pedagogía crítica es también pedagogía revolucionaria? Como te mencioné anteriormente, la pedagogía crítica se ha domesticado en los Estados Unidos. Lo que llamo "pedagogía revolucionaria" es mi tentativa de acercar a la pedagogía crítica a una conversación Marxista-Leninista, Gramsciana, y a las tradiciones revolucionarias del Marxismo-humanista. No hay discusión alguna sobre estas tradiciones entre los educadores de las universidades en los Estados Unidos. Parte de la razón es que Freire y Gramsci están leídos desde una perspectiva "culturalista", lo que significa divorciar sus trabajos de cuestiones de la lucha de clase. La tradición educativa norteamericana ha relegado en gran medida a Gramsci, por ejemplo, a los teóricos culturales, domesticando su trabajo sobre la sociedad civil y el Estado. Qué sentido tiene ésta pedagogía en esta dura realidad de globalización económica, donde las multinacionales están carcomiendo los países más pobres, y la educación está regida por la libre competencia, la calidad, la excelencia neoliberal. Las entrañas, destripadas, de los pobres ahora sirven como místicos mecanismos para los adivinadores de las corporaciones de inversión. Se enseña que el socialismo y el comunismo son un mal congénito y que pueden conducir solamente a una dictadura totalitaria. En contraste, el capitalismo y la legitimidad de la propiedad privada del monopolio se ha naturalizado como sentido común. La lógica de la privatización y del libre mercado ahora modelan arquetipos de ciudadanía, maneja sentidos de "buena sociedad" y crea formaciones ideológicas que producen las funciones necesarias para el capital en lo referente a trabajo. La educación se ha reducido a un subsector de la economía, diseñado para crear cybercitizens dentro de una teledemocracia de imágenes rápidas, representaciones, y las opciones de formas de vida accionadas por las finanzas del capital. La insinuación de la coherencia y de la lógica del capital en la vida diaria – y la elevación del mercado al status sacerdotal, como modelo de todos los lazos sociales – es algo que ha ocurrido con éxito y la reestructuración económica que estamos atestiguando hoy ofrece nuevos miedos referentes a la inevitabilidad, sin embargo también nuevas posibilidades de encontrar resistencias e instrumentos para luchar en contra del capital. La pedagogía crítica es, lo mantengo, una posibilidad necesaria (pero no suficiente). Por algunos de tus trabajos, veo que has recibido cierta influencia de la teoría posmoderna -aunque no capturado por ella. Cuáles son las posibilidades de lucha desde la educación posmoderna y cuáles sus limitaciones? Sí, eso es verdad. Yo no deje totalmente el posmodernismo en mi trabajo, pero yo lo encuentro altamente problemático. Mi trabajo fue viniendo mucho más marxista en su orientación; como ya he mencionado. Muchos posmodernistas en los Estados Unidos están ocupados en "políticas de identidad" privilegiando lo racial, el género o las identidades sexuales. El problema es que un énfasis en la política de identidad puede sabotear la lucha de clases, especialmente cuando se aislada de la vasta totalidad social del capitalismo avanzado. La explotación de clases no ha de ser privilegiada sobre el racismo o el sexismo o la homofobia –por favor déjame subrayar esto—pero creo que las formaciones capitalistas a menudo coordinan y organizan y reifican otras formas de opresión igualmente importantes. Es una forma de opresión más central, pero eso no significa que sea más importante. Espero estar siendo claro.
Actualmente existe una explosión, un énfasis marcado por las políticas de identidad, una proliferación de temas como el multiculturalismo, la deconstrucción, etc, por teóricos como Laclau, Mouffe, y otros. La pedagogía crítica ha tenido una tumultuosa relación con la comunidad de educación dominante durante los últimos 25 años. Claramente, la comunidad educativa ha sido escrupulosamente antagonista a la crítica marxista, socavando eficazmente el desarrollo de la crítica marxista en educación. Muchas de las actuales corrientes intentan reunir una agenda educativa progresista pero invadidos por un prejuicio anticomunista. Personalmente escucho una resonancia atronadora de la nueva derecha en la obra de los posmodernos. Los pensadores que mencionas son ejemplos de ello. Déjame decirte Raúl que tengo un gran respeto por la erudición de Laclau y Mouffe, pero ellos tienden a ver a las contradicciones sociales como problemas semánticos mientras que yo veo a las contradicciones sociales como ancladas en la naturaleza objetiva de las cosas, la explotación no es un problema lingüístico solamente –tiene lugar objetivamente. A diferencia de ellos no creo que la hegemonía es puramente un dispositivo de articulación, sino un proceso político-ideológico que esta fundado en relaciones de clase. La educación multicultural continúa docilizando sus mayores posibilidades emancipatorias al iniciar lo que yo creo son, en su mayoría, llamados políticamente vacíos por la diversidad, sin ningún cuestionamiento al centro capitalista. Este centro es lo que da firmeza a la producción de la eterna rrecurrencia de lo "blanco". A la diversidad y la diferencia les es permitido proliferar y florecer, con tal de que permanezcan dentro de las formas prevalecientes del orden social capitalista, incluyendo la disposición jerárquica de la propiedad. Peter, en un momento de éxtasis de la mundialización del capitalismo se habla curiosamente de la desproletarización abandonando en el sótano la dimensión clasista del análisis de nuestras sociedades, quedando obsoleta esa nomenclatura marxista de la lucha de clases. Es factible la lucha de clases hoy? Depende de lo que entiendes por lucha de clases. Los revolucionarios marxistas creen que el mejor camino para trascender al brutal y bárbaro limite impuesto por el capital para la liberación humana es a través de prácticas centradas alrededor de la lucha de clases. Pero hoy el grito del clarín de la lucha de clases es despreciado por la izquierda burguesa como políticamente descabellada y leída como anuncio de una película clase "B". La izquierda liberal esta menos interesada por la lucha de clases que en tratar de hacer un capitalismo más "compasivo" a las necesidades de los pobres. Creen firmemente que el capitalismo es preferiblemente al socialismo o –Dios prohibe- el comunismo, reaccionan al discurso marxista como si un mal olor entrara justo en la habitación. Déjame, Raúl, hacer esta salvedad antes de proseguir. Yo no soy uno de esos izquierdistas conservadores que observan el marxismo como una religión que explica todo lo que se necesite saber sobre la vida. El marxismo no es una fe; no es un discurso sibilino, yo no tengo nada que ver con ese marxismo eclesiástico. De hecho el marxismo sitúa su origen en buenas obras más que en la fe. Pone el énfasis en denunciar y transformar el mundo y no extrangularlo con tentáculos doctrinales, el materialismo histórico no es una confesión de una pureza prístina o una verdad sacerdotal. ¡Creo en el poder de la salvación, pero esto, me temo, es pedir demasiado a Dios, y a Marx!. Yo no estoy condenando a esta gente por no interesarse por socialismo o comunismo, después de todo, mucho horror ha ocurrido bajo regímenes políticos que se han llamado comunistas, estamos discutiendo que el capitalismo no es inevitable y que la lucha por el socialismo no esta acabada. Quizá hoy esta lucha es más urgente que en algún otro momento de la historia humana. Hoy existe necesidad de la lucha de clases, es una necesidad concreta. Mira lo que sucedió en Seattle, Porto Alegre, Génova, miles de jóvenes protestando contra el Banco Mundial y los interesas económicos globales. Pienso que una nueva generación de jóvenes está despertando a las injurias de las relaciones capitalistas globalizadas. Estoy interesado en el rol que la educación puede jugar en la sociedad extensa para el desmantelamiento de la ley de valor del capital como forma central de mediación entre los seres humanos. Finalmente la pregunta que nosotros debemos hacernos Raúl es: nosotros como educadores radicales, ayudamos al capital a encontrar la salida a su crisis o nosotros ayudamos a los estudiantes a encontrar la salida del capital? Es evidente que vivimos una época conservadora, dentro los marcos impuestos por el pensamiento único y la nueva derecha educativa, en este contexto, cuál es el desafió más importante en el terreno de la investigación educativa? Yo veo el rol de los profesores como luchadores por un mundo mejor, y eso significa entender la dimensión ideológica del trabajo docente y la naturaleza de la clase basada en la explotación dentro de la economía capitalista y sus aparatos legales y educativos. Me gustó mucho el rol público de Bourdieu –llevando su política a las calles y fabricas de Francia, luchando contra las injusticias estructurales y las inestabilidades económicas producidas por el neoliberalismo—peleando contra las prácticas totalitarias que están facilitando la explotación de los trabajadores del mundo. Ese es el camino, el desafío más inmediato es descubrir los caminos para alimentar a los hambrientos y proporcionar abrigo a los sin techo, traer alfabetización a aquellos que no pueden leer ni escribir. El camino por la pedagogía revolucionaria pasa por una pedagogía desmitificadora, donde los sistemas de signos dominantes son reconocidos y desnaturalizados, donde el sentido común es historizado, y donde la significación es entendida como una práctica política. Tome conocimiento de tu obra con "la vida en las escuelas", "pedagogía crítica y cultura depredadora" después no pare de devorar más libros tuyos, en casi toda tu obra se aborda el problema educativo como una cuestión "escolar", qué hay de la educación superior? El problema es que mientras las universidades sirvan como simples testigos morales del contexto social en el que ellos están alojados, serán solo un pequeño sitio funcional más para asociaciones comerciales en educación superior. El mundo corporativo básicamente controla el ámbito y alcance de los programas académicos y por supuesto en los Estados Unidos la investigación militar es conducida dentro los campus. La universidad ahora es el sitio de razón instrumental donde se hace eco a los conocimientos que pueden ser conectados con la acumulación del capital. Los intelectuales que aún quedan han sido advertidos por Lynne Chaney, la esposa del vicepresidente, que si seguimos hablando contra la Casa Blanca, estamos hablando, contra la civilización. No olvides que los Rectores de las universidades son nombrados por el gobernador, son en realidad, designaciones políticas, quienes vivirán defendiendo en la academia los valores corporativos. Mientras hablamos en nuestras clases de dignidad humana, de justicia, justicia social, solidaridad, razonamiento/conciencia crítica, activismo político, etc., la universidad trata a sus profesores, los trabajadores de servicio y a los estudiantes sin ninguna consideración. Muchos de los trabajadores universitarios son pagados con salarios miserables que apenas pueden subsistir, sin ningún, beneficio de salud, social o un pequeño seguro de trabajo. Nosotros necesitamos hacer de la universidad el espejo de la justicia social de la cual muchos profesores hablamos en nuestras clases. Peter, en nuestros países la universidad pública resulta fundamental para la sociedad y la cultura democrática, particularmente la universidad boliviana esta inseparablemente unida a las luchas por la democracia y la justicia social. Durante los últimos años el proyecto neoliberal ha corroído todos los ámbitos de nuestra vida social, los sistemas e instituciones educativas han sufrido su propio "ajuste": las nuevas reformas de la educación superior son llevadas adelante más por los organismos internacionales como el Banco Mundial, modificando el sentido público de las universidades en razón del los intereses del capital trasnacional. El Banco Mundial sirve a los intereses de un selecto grupo de Estados naciones dominantes, particularmente a los Estado Unidos. Yo no creo que el fracaso de los países de Africa y América Latina, por ejemplo, por lograr la prometida prosperidad halla sido un resultado de un efecto a corto plazo del proceso de mercado dirigido al crecimiento. Como Petras y Veltmeyer, yo creo que el hueco entre el Sur y el Norte esta en creciente desarrollo. Ahí se esta agravando las más grandes disparidades entre los segmentos más ricos y la población más pobre del mundo. Las reformas educativas enlazadas a las medidas de ajuste estructural están relacionados funcionalmente a los fines lucrativos de la gran banca mundial. El ajuste estructural fue y es solo, claramente, beneficioso para los inversores transnacionales. A partir del 11 de septiembre, asistimos a una especie de "criminalización" de los sectores progresistas, de los intelectuales de izquierda, izquierdistas, movimientos populares o activistas sociales por todo el mundo, es de suponer que esto ha complicado el trabajo de los educadores críticos en los Estado Unidos. Por supuesto, en esta particular coyuntura histórica corres el riesgo de sufrir cargos de anti-patriotismo. Los educadores críticos a través de los Estados Unidos estamos atestiguando una inconsciente xenofobia Estatal, militarista, erosión de las libertades civiles, y en el extranjero una búsqueda permanente de intervenciones militares que han seguido a la estela de ataques que solo pueden tener consecuencias para la paz mundial. El ataque terrorista del 11 de septiembre – que cruzo cual infame cuchillada las mejillas de la historia mundial— es aprovechado por Bush y su administración para derrotar a la democracia en su vanaglorioso intento de defenderse del terror. Eso crea un clima que hace difícil a la pedagogía crítica, sino imposible. Como un sacerdote de las artes negras, Bush ha desenterrado los putrefactos restos de las retóricas de Ronald Reagan del panteón fascista, acompañado con las groseras nociones de "América la Buena", barnizada por la totalitaria jerga entre "nosotros y ellos"; y las democracias occidentales contra las hordas bárbaras del tercer mundo. Evocando el rol del divino profeta quién se identifica con el brazo de la recompensa divina, la espada de Bush revela la escatológica resaca de la guerra contra el terrorismo, quizás más evidente en su totalizantes y maniqueas declaraciones al comparar a Bin Laden y sus guerreros el mal absoluto, y a los Estado Unidos el apogeo de la libertad y la bondad. Colocando un velo de justificaciones sobre el ejercicio de destrucción masiva y la búsqueda por el dominio geopolítico, Bush ha adquirido un status casi sacerdotal por la vasta mayoría de las personas americanas (que es, si nosotros creemos en las encuestas de opinión), yo creo que Bush es visto como alguna especie de esperanza metafísica para el renacimiento del Espíritu Americano que fue perdido dentro un inmoral Estado que es señalado por muchos conservadores como el libertino interregno de los años de Clinton. El consejo americano de Fideicomiso (fundado por Lynne V. Chaney, la esposa del vicepresidente Dick Chaney) ha publicado un documento, condenando la opinión de muchos profesores universitarios por los ataques del 11 de septiembre, titulado "defendiendo la Civilización: cómo nuestras universidades están fallando a América, y qué se puede hacer sobre el". El reporte detalla 117 incidentes que supuestamente revelan una traición del profesorado a la defensa de la civilización, una terca buena voluntad para dar comodidad a sus adversarios a través de relativismo moral y oposición a las fuerzas de guerra de los Estado Unidos. En otras palabras, algunos profesores universitarios tienen la desfachatez de criticar la guerra de Bush contra el terrorismo. Habria que preguntarle a Mrs. Chaney, propósito del terrorismo, si dijo algo cuando en 1990, Orlando Bosch acusado por miembros del gobierno de Estados Unidos de dirigir el atentado terrorista con bomba en un avión de la compañía Cubana matando a 73 personas y otros actos de sabotaje, era puesto en libertad por orden del presidente Bush, a la petición de su hijo Jeb, quién estaba intentando ganar la aprobación de los cubanos de Miami? Señaló esa atrocidad entonces? Protestaba cuando la CIA daba al gobierno de Khomeni una lista de miembros del Partido Comunista TUDEH, conduciendo a la tortura y asesinato de miles de personas? Dónde estaba cuando nuestros militares ayudaron con entrenamiento y armas a los dictadores del Salvador y Guatemala? Cuando 200.000 indígenas eran asesinados por escuadrones de la muerte cuyos jefes fueron entrenados en la Escuela de las América, en Georgia, protestaba? Protestaba cuando Henry Kissinger ayudaba al reinado del terror de Pinoched después de haberlo ayudado a derrocar a Salvador Allende? Esta triste por los inocentes que murieron? Quizá piense que ello son rumores no fundamentados, o distorsiones y deformaciones de la historia por expertos izquierdistas. Preguntar ello basta para delatarnos como portadores del "odio americano", odio el terrorismo cuando es realizado por monstruos como Bin Laden, como también cuando se lo realiza como parte de la política extranjera de Estados Unidos. Yo creo, Raúl, que como educadores críticos debemos hacer frente con un nuevo sentido de urgencia en nuestra lucha de crear la justicia social en una escala global estableciendo lo que Karl Marx llamo un "Humanismo Positivo" para sustituir lo que Hannah Arendt llamo la "solidaridad negativa" de atomizar y desplazar individuos. En un tiempo que la teoría social marxista parece destinada al basurero político, es más necesario que nunca para ayudarnos a entender las fuerzas y las relaciones que ahora forman nuestros destinos nacionales e internacionales. "Resistencia" este es uno de los conceptos más usados por los movimientos antiglobalización, y como bandera de lucha de barios movimientos progresistas actuales, cómo entiende el significado de "resistencia" Peter MacLaren? Como un intento de hacer el trabajo que Marx llamo en sus Manuscritos Filosóficos, "la libre expresión y por lo tanto el placer de vivir la vida," la resistencia es necesaria, disentir es necesario. La resistencia lleva dentro suyo las semillas de la esperanza. El desafío es crear un autentico movimiento social que sea igualitario y participativo –no una diferente forma de control de clase. Esto significa luchar contra las fuerzas de la privatización imperial, inducida no solo en la educación, sino en toda la vida social. Siguiendo a Marx, Eagleton afirma que somos libres cuando, como los artistas, producimos sin el aguijón de la necesidad física, y es esta naturaleza para Marx la esencia de todos los individuos, por eso te decía que vivo en las "entrañas de la bestia". Esta es la barriga de la bestia, una bestia que en el proceso de acumular gran riqueza para unos pocos y el sufrimiento para la vasta mayoría, esta destruyendo al mundo. Como yo discutía con Noah de Lissovoy y Ramin Farahmandpur, la lucha contra la explotación imperial significa desmontar un sistema Eurocentrico de valores culturales que racionalizan la globalización como "desarrollo" y "progreso" y describen a esos que sufren su violencia –especialmente los pueblo del Sur—como los beneficiarios de los favores de los "magnánimos" y civilizados. Nosotros sabemos que eso es una mentira. Desmontando los símbolos del imperialismo destruimos este impuro y nefasto matrimonio de la acumulación capitalista y la violencia neocolonial, y creando la posibilidad de reconfiguraciones anticolonialistas del espacio político-cultural en el mismo tiempo en que es iniciada como sistema de producción socialista. Esto es solo una visión en este momento histórico particular, pero es lo único que nosotros debemos continuar defendiéndolo. Peter, quiero agradecerte nuevamente por esta entrevista, tus palabras son importantes para aquellos educadores que no renuncian a perder sus utopías de un mundo mejor, solidario, justo y democrático. Hace casi 15 años atrás, en 1987 Paulo Freire visito Bolivia por segunda ocasión, y en la Universidad de San Simón de Cochabamba propuso una "comprensión crítica de la pedagogía, hablo de cambio social, de una "concepción subversiva del cambio que busca reinventar la sociedad, reinventar el poder". Mensaje que nos lo recuerdas hoy con tu obra. Muchas gracias. Ha sido maravilloso tener este dialogo contigo, Raúl, y ser capaz de hablar por medio de él a los educadores de Bolivia, y alcanzarlos a la distancia con un abrazo solidario. Agradecerte por esta oportunidad de compartir algunas ideas, y para compartir una esperanza común por la paz y la justicia. Hasta la victoria siempre compañero.
Autor:
Raúl Alberto Álvarez
Investigador del Departamento de Formación Docente de la UMSS. Datos del Autor: Investigador universitario, 23 años realiza su tesis de licenciatura en ciencias de la educación en el campo de políticas educativas, poder y saber.