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Características de la animación (página 2)


Partes: 1, 2, 3, 4

Existen distintos tipos de juegos y distintas característica para cada uno de ellos.

Tipos de juegos: competitivos (individuales), cooperativos (grupales), de integración, de rompe hielo, de división de grupos o equipos, de destreza física e intelectual.

Características: Los juegos presentan distintas características que deben tener en cuenta a la hora de efectuarlos (las edades, el lugar, los materiales, el ritmo, y otras cosas mas). Todo esto es parte de la mística del juego e intentaremos a lo largo de esta planilla datallarlos paso a paso.

  • ¿CÓMO SURGEN LOS JUEGOS?

Los juegos surgen de las diversiones infantiles mas simples que existen como la mancha, la escondida, el semáforo, la rueda rueda, etc.

Lo que los hace diferentes es su grado de complejidad y ambientación que se le dan.

  • AMBIENTACIÓN Y ¿CÓMO EXPLICARLO?

Este fenómeno es muy difícil de desarrollar. Por lo que intentaremos explicarlo mediante un ejemplo.

Ejemplo: El juego de la escondida es un juego enfermizo para jugar en un campamento. Es muy probable que apenas comencemos a explicarlo, lo hagamos sin ganas por lo que utilizaremos una especie de circunloquio palabras tales como ("es un juego muy, muy, muy, divertido…), o ("vamos a jugarlo dale porque realmente es muy copado") y nuestra cara de desanimo acompañada de movimientos inanimados logre la tosquedad del grupo que irritado a esa altura nos abucheara con cara de asco. Sumémosle un detalle mas, se va a jugar a la escondida.

Caso feliz: Convencerse del juego que vamos a explicar, pensar es el mas divertido del mundo, representar con nuestra cara lo ansiosos y desacatados que estamos para presentarlo y jugarlo. Luego busquemos incursionar con el juego buscando asociarlo con algún tema en especial, (naves, barcos, indios, etc.)

Siempre debemos mantener la convicción del juego escogido.

Por ultimo y solo para rematar esta burlesca representación de la escondida pensemos en cambiar el nombre por el GRILLO.

IMPORTANTE: En esto mas vale ser chusco.

  • DADAS LAS EDADES

Para guardar en la tapa del libro:

Niños: Juegos muy alegres, con mucha imaginación y contradictorios (el niño juega a todo).

Adolescentes: Juegos de competitividad, de destreza y alegres.

Jóvenes: Juegos de razonar, de habilidad pasiva.

Adultos: Juegos tranquilos, con cantos movidos.

  • ESTUDIO PREVIO

El estudio es la primera fase de nuestro escalafón. En ella se establecen las restricciones de nuestro/s juego/s como ser:

  • El objetivo del encuentro, las edades, el sitio en que se va a desarrollar, la cantidad de personas, el grado de acoplamiento que existe en el grupo, los materiales y la duración aproximada, etc
  • PREPARAR UN JUEGO

Una vez echo el estudio se comienza con una lluvia de ideas que contiene como fin la elección de los mejores juegos que deberían ser originales o innovadores. (su sello de identidad.)

Al finalizar la elección se ponen en práctica todos los puntos anteriores. Sin perder de vista ninguna de ellas.

  • ENSAYO

Se debe ensayar muy bien los pasos y la explicación que daremos al juego repitiéndolo oralmente o en tu interior.

En esta instancia se procura la obtención de todo lo que precisemos.

  • REALIZACIÓN

La realización es a la implementación misma del juego. Aquí se muestra el fruto de los pasos anteriores. Éxito!!!

  • JUGAR POR DIVERSIÓN

Si existe algo bueno con el proceso que un juego expresa es la esencia misma del juego que es no olvidarse de jugar y jugar es divertirnos y dar lo mejor de nosotros para lograrlo sin pensar en ganar pues como suelo decir:

PROCURA GANAR, SIN QUE TUS RIVALES NOTEN QUE HAN PERDIDO.

EL SECRETO DE JUGAR

Están en los que usan siempre la misma ropa.

Están los que se llevan amuletos.

Los que hacen promesas.

Los que imploran mirando el cielo.

Los que creen en supersticiones.

Y están los que siguen corriendo

cuando les tiemblan las piernas.

Los que siguen jugando cuando se acaba el aire.

Los que siguen luchando cuando todo parece perdido.

Como si cada vez fuera la ultima vez,

Convencidos de que la vida misma es un desafío.

sufren, pero no se quejan,

Porque saben que el dolor pasa;

que el sudor se seca;

y que el cansancio se termina.

Pero hay algo que nunca desaparecerá:

La satisfacción de haberlo logrado.

En sus cuerpos hay la misma cantidad de músculos

en sus venas corre la misma sangre,

lo que los hace diferentes en su espíritu.

La determinación de alcanzar la cima,

una cima a la que no se llega superando a los demás,

sino superándose a si mismo.

PLANILLA DE FOGÓN

  • ¿QUE ES UN FOGÓN?

Si vamos al diccionario podemos encontrar que dice algo como esto "Fogón: Fuego, fogata u hornillo rústico", pero para nosotros es mas que eso, tiene un sentido mas profundo. Si pensamos cuando hacemos un fogón diremos por ejemplo que en los campamentos y por lo general la última noche, también diremos que en jornadas y en encuentros que duran mas de un día. Tomemos en cuenta que el fogón es la instancia donde todos reunidos alrededor del fuego, (que para nosotros representa la presencia de Dios) cantamos, danzamos, nos divertimos, reímos, reflexionamos, compartimos y nos reencontramos entre nosotros y con Dios. El fogón no es únicamente pachanga, es reflexión, es oración y también pachanga. Es por todo esto que es importante no "quemar" el fogón, con esto me refiero de no hacer el fogón algo monótono y rutinario. Y por último y sobre todo que no hay ninguna ley que diga que cada ves que halla gente reunida tiene que haber un fogón, el fogón tiene su lugar y su momento.

  • OBJETIVOS DEL FOGÓN

Los objetivos del fogón acompañan los objetivos del encuentro, no será un momento aislado de la jornada.

  • COMO DEBE SER EL FUEGO

La importancia del fuego no es menor. Existen varia técnicas para el armado de un buen fuego.

Para cada uno de los siguientes casos se da por sentado que la altura de nuestra llama dependerá de la cantidad de troncos o madera suministrada al mismo.

Es muy importante el estudio previo del sitio a realizar nuestra fogata. Debemos tener en cuanta de que no este húmedo, que no sea sobre algo inflamable (debería contener piedras alrededor para evitar el esparcimiento de los mismos), que alrededor tampoco exista material inflamable.

  • COMO PREPARAR EL FOGÓN

No se puede perder el objetivo primordial de la preparación de un fogón deseado ya que gran parte del mismo será confeccionado por el grupo de chicos que asistirán. Por lógica los animadores pensaran la idea con la cual se partirá para preparar la ceremonia.

Existen tantos tipos de preparación como tu mente imagine.

La intención en este punto es recalcar sobre los animadores la obligatoriedad de estimular y preparar una tarea que llevara como fin una o mas actividades que se representarán en el transcurso del fogón.

  • ACTIVIDADES MÁS COMUNES

Las actividades más frecuentes desarrolladas en un fogón son:

  • los sketchs
  • las danzas
  • los cuentos de terror
  • juegos chicos
  • cantarle al fuego o construirlo

Nota: generalmente las distintas actividades mencionadas se van turnando en el transcurso del fogón.

  • CLIMAS DEL FOGÓN

En el fogón hay distintos climas, donde la persona (o las personas) que lo dirigen deben tener en cuenta. Al comenzar se siente un clima de expectativa, es allí donde los animadores deben ayudar y alentar a la participación, al entrar en las actividades. Esto se puede hacer con un canto que ayude a avivar el fuego. Después se da comienzo en forma de forma progresiva a un clima mas festivo por medio de danzas, juegos chicos, después de llegar a ese clima festivo de una forma progresiva el animador entra a bajar las "revoluciones", esto se lo puede hacer con canciones mas tranquilas, con sketchs, haciendo que se sienten, tratando de mantener un silencio para luego ayudar a introducir el clima de reflexión y oración. Llegado este momento el animador guía la reflexión, invitando a sacar conclusiones y por ultimo se culmina con una oración. Los métodos para esta última parte quedan a criterio de los animadores y al formato del grupo y al motivo del encuentro.

  • ¿POR QUÉ REFLEXIÓN EN EL FOGÓN?

La reflexión dentro del fogón es tan importante como las danzas, cantos y juegos. Hagamos memoria del significado del fogón para nosotros y deduciremos esta pregunta. La reflexión es necesaria para cerrar un buen fogón, para compartir experiencias, para evaluar el encuentro, para llevarlo a la realidad al fogón.

  • ¿QUE ES Y COMO SE DESARROLLA UNA VELADA?

La velada consta de una reunión ante el fuego o velas y es utilizada para cantar canciones con guitarra, contar cuentos y hablar temas de interés común.

Una velada es poco común en una campamento, usualmente se escoge un fogón para dicho evento. La pregunta entonces esta marcada ¿Cuando usarla?

En lo personal su uso esta explícitamente dado en, reuniones de amigos, jornadas, formaciones, oraciones, eventos especiales, etc.

Dinámicas de presentación:

Son para iniciar encuentros, cursos, reuniones. Fundamentalmente sirven para crear un ambiente de comunicación.

Dinámicas de comunicación:

Son para favorecer la comunicación interpersonal, para buscar dialogo y para conocerse a si mismo y a los demás.

Dinámicas para detectar intereses:

Para descubrir necesidades, preocupaciones, intereses, etc… Partir de lo que al grupo le interesa o buscar temas generadores de problemática.

Dinámicas de exposición de temas:

Nos ayudan a ver como exponer mas atractivamente un tema. También nos ayudan a visualizar como favorecer la discusión y profundización.

Dinámicas de concientizacion social:

Son para analizar la sociedad y que se tome conciencia sobre lo expuesto.

Dinámicas de evangelización:

Son para reflexionar sobre la fe, vivencias y hacer revisión de la vida que llevamos sobre lo hablado.

Importante para la animación pastoral

CONDICIONES PARA LA DINÁMICA GRUPAL

Como hemos ido viendo, los grupos evolucionan en su dinámica interna. A lo largo del proceso se dan fenómenos distintos, las relaciones se van profundizando y se presentan necesidades diferentes.

Esto sucede en cualquier tipo de grupo en el que nos encontremos: en la familia, en el grupo de amigos, en el colegio o en el trabajo… Sin embargo, aquí estamos centrándonos en lo que sucede en la comunidad juvenil. Por eso vamos a intentar definir, en grandes líneas, las etapas por las que suele pasar este tipo de grupo que es la comunidad juvenil.

En primer lugar, conviene recordar que en la comunidad juvenil vive un proceso. Su objetivo final es la madurez en la fe de sus miembros. Hay un punto de partida común: la fe, y un horizonte: la madurez en la fe. Entre estos dos puntos se da el proceso de evolución de la comunidad. En este proceso se dan una serie de momentos o etapas:

  • Motivación e inicio de la experiencia comunitaria. Es el momento de configuración inicial de la comunidad. Los jóvenes llegan con algún interés, pero no existe una definición clara de la identidad comunitaria. Es momento de inseguridad personal (¿cómo resultará esto?) y los jóvenes tienden a buscar refugio en la figura del animador. Es el momento de empezar a conocerse unos a otros, y, desde ahí, se va configurando espontáneamente la estructura del grupo.

El desafío de esta etapa es crear un clima de confianza y acogida, estimular el conocimiento mutuo y la autoexpresión. Puede surgir conflictos en torno a la definición de los objetivos o la integración.

  • Maduración de la fraternidad. La etapa anterior finaliza cuando a comunidad se configura como tal. Ya existe un ritmo, un cierto conocimiento mutuo, una relación, confianza, cercanía, claridad en cuanto a lo que buscamos juntos. En este momento, la comunidad fortalece su identificación con la persona de Jesús, quien los invita a revisar sus actitudes personales y grupales, así como los valores de la cultura en que se mueven, iniciando un proceso de conversión con el apoyo de la propia comunidad de creyentes.

En esta etapa, se trata de fortalecer la identidad comunitaria en torno a la persona de Jesús y favorecer la participación de todos los miembros de la comunidad, descubriendo, valorando y estimulando el aporte de cada uno a la vida comunitaria. También pueden surgir conflictos de crecimiento, que si son bien afrontados son saludables y ayudan a descubrir la capacidad de amar que va más allá de las diferencias personales.

  • Maduración de la misión. En esta etapa, la comunidad, ya consolidada, fortalece su madurez en la fe, descubriendo en la Pascua de Jesús y la obra del Espíritu la fuente para el testimonio personal y la acción militante para la construcción de la Civilización del Amor. La comunidad, superadas ya las principales crisis de crecimiento y relación comunitaria, se abre a los demás y encuentra su sentido mas allá de sí misma, en el servicio a otros y se enriquece y madura con esta experiencia. La experiencia comunitaria invita a los jóvenes a "dar gratuitamente lo que han recibido gratuitamente", a ayudar a vivir a otros, de una u otra forma, las relaciones de amor, encuentro, cercanía y plenitud que ellos disfrutan en la comunidad.

Hay algunas condiciones que facilitan el crecimiento de una comunidad cristiana:

Que se comparta la vida. Las comunidades cristianas son un ámbito de compartir toda la vida, lo que a cada joven le preocupa, lo que le interesa, lo que le sucede, y leerlo desde la fe.

Con relaciones democráticas y participativas. Donde cada uno pueda ejercitar los dones que ha recibido y expresarse con libertad.

Que tengan a Jesús como centro. Eso es lo que define a una comunidad como cristiana. Para ello, es preciso que todos sus integrantes asuman como objetivo de su unión crecer en la fe.

Abiertas al mundo. Las comunidades no pueden ser sólo lugares donde nos encontremos a gusto. Desde nuestra misión como cristianos, han de ser lugar de revisión y de envío al servicio a otros, al testimonio. Están llamados a ser signo para otros: "Miren cómo se aman".

Organizadas. Que todos los integrantes tengan claridad en cuanto a los objetivos de la comunidad (a donde vamos), las actividades que se realizan (para que lo hacemos) y capacidad para evaluarse y elevar el funcionamiento de la comunidad.

LA AUTOESTIMA

La autoestima es la aceptación básica de nosotros mismos. Se construye en la historia de cada uno, en las relaciones con los demás, en las experiencias que vamos teniendo desde niños. Los problemas familiares, problemas en la escuela, las cuestiones difíciles que hemos tenido que enfrentar en nuestras vidas pueden provocar en nosotros un sentimiento de baja autoestima, de no servir para nada. De la misma forma, las experiencias positivas y las experiencias de éxito suelen contribuir a que nos valoremos a nosotros mismos, nos consideremos capaces, tengamos una alta autoestima.

Pero también podemos, conscientemente, potenciar nuestra autoestima. Conocernos y reconocer que, por encima de nuestros defectos y limitaciones, somos personas valiosas, creadas y queridas por Dios, y con posibilidad permanente de crecer y desarrollarnos. La autoestima es muchas veces la que hace que vivamos con sentimientos de felicidad o infelicidad. Una autoestima equilibrada es necesaria para atrevernos a crecer y a asumir nuevos desafíos, y también para relacionarnos positivamente con los demás, porque solo el que se acepta a sí mismo puede aceptar a los otros.

Existen pistas, "técnicas" que nos pueden ayudar a crecer en autoestima. Alguna de ellas son las siguientes:

  • Pensar positivamente acerca de uno mismo. Pensar al menos en nuestros puntos fuertes como en nuestros puntos flacos, en nuestros logros como en nuestros fracasos.
  • Acoger con alegría el aprecio y el afecto que recibimos de los demás. Permitir que los demás "se extiendan" cuando nos alaban sinceramente, en vez de atenuar los propios méritos, como solemos hacer.
  • Recordar en la noche cada día un par de ocasiones en las que nos hayamos sentido afirmados, y saborearlas de nuevo.
  • Recrear con la imaginación y la menoría episodios de nuestra vida en los que nos hemos sentido profundamente amados, y reconocer en ellos el amor de Dios.
  • Estar mas dispuestos a perdonarnos y comprendernos que a culpabilizarnos y castigarnos.
  • Acostumbrarnos a expresar clara y abiertamente nuestras opiniones y nuestros sentimientos, a defender nuestros derechos sin lesionar los derechos de los demás… y sin esperar a estar ya ten enojados que sólo podamos responder agresivamente.
  • Hacer favores cuando nos parece apropiado y lo deseamos, y no para complacer a los demás.
  • Atrevernos a potenciar nuestros talentos y descubrir nuestros recursos latentes.
  • Querer a los demás, y mostrárselo. Los demás también necesitan quererse más a si mismos, y ayudarles a ser felices nos hace ser nosotros también felices.

Para nosotros, como cristianos, existe además una razón profunda y definitiva para querernos y aceptarnos a nosotros mismos. Mucha gente pone su valía personal en el hecho de ser más capaces que los otros; otros, en tener mucho; otros en saber mucho; en tener mucho prestigio,… Nosotros, sin embargo, sabemos que somos valiosos porque somos hijos de Dios. Porque Dios nos quiere y nos ha querido desde siempre, y nos llama a construir con Él su Reino

Desde ese amor inmenso y personal de Dios nos tiene, ninguna persona es insignificante. Todos estamos hechos a imagen y semejanza suya todos somos llamados y buscados por Él. Esa llamada que Dios me hace me personaliza radicalmente, me da mi identidad más profunda: hijo/a de Dios y hermano/a de todos los hombres y mujeres.

LA MADUREZ PERSONAL

PAUTAS DE MADUREZ PERSONAL

Vivir mucho más de acuerdo con los hechos reales de la vida que con fantasías

y deseos:

No se puede negar que todos los seres humanos tenemos la tendencia a deformar la realidad, a ver la vida de acuerdo a nuestros deseos y necesidades. Probablemente no existe una persona tan perfectamente madura como para reaccionar completamente de acuerdo al verdadero carácter de las situaciones.

Sin embargo, es preciso reconocer también que la inmadurez lleva a las personas a reaccionar con optimismo exagerado o con pesimismo exagerado, sin atenderse a lo que indican los hechos reales. A este respecto la esencia de una reacción madura es la capacidad de utilizar la propia apreciación inteligente de los hechos, lo suficientemente libre de las deformaciones que resultan de los temores y deseos que tengamos.

Capacidad de vivir a base de valores de larga duración y no de corta duración:

El hecho esencial consiste en aprender a renunciar a ciertos placeres momentáneos, si se quiere disfrutar de placeres más duraderos. La idea es aprender a aplazar las satisfacciones inmediatas cuando estas amenazan bloquear, obstaculizar o destruir las satisfacciones mas duraderas. Este criterio no excluye los placeres temporales o las gratificaciones pasajeras. En su tiempo, en su lugar, los placeres momentáneos pueden no interferir en absoluto con los duraderos.

La inmadurez lleva a vivir de valores corta duración, colocando al individuo en situaciones destructivas para sí mismo y para los demás. Se trata de aprender a postergar satisfacciones momentáneas que ponen en riesgo las satisfacciones más de fondo y de larga duración.

Tener una adecuada conciencia interna:

En nuestra educación hemos aprendido a considerar la "voz de la conciencia" como algo dado y estático, no susceptible de ser examinado a la luz de la madurez y la inmadurez. La verdad es que nuestra "voz de la conciencia" puede ser demasiado estricta o demasiado indulgente, inapropiada o madura.

Nuestra conciencia interna se estructura en la infancia basada en el temor a los castigos y amenazas de los adultos, a base de las necesarias prohibiciones que se le hace a los niños y a base del control de las ideas extremas que los niños tienen frecuentemente y que los asustan con las ganas de morir o matar.

Una persona inmadura conserva la mayor parte de su conciencia infantil, no permitiéndose la necesaria independencia característica de la persona madura, porque esta independencia es o parecerá ser algo prohibido o amenazador en la infancia.

La conciencia madura es aquella que le permite al individuo obtener satisfacciones que están de acuerdo a la posibilidades, poderes y peligros reales, con los ideales y normas de la madurez y que le prohibe toda satisfacción que se oponga a la realidad, a los justos intereses de la persona o que pueda perjudicar innecesariamente a otros. Se trata de actuar con madurez y no a base de las prohibiciones de la conciencia infantil o de la impulsividad de la etapa infantil.

Capacidad de ser independiente:

Esta independencia no tiene nada que ver con el tumultuoso rechazo a la autoridad ni tampoco con la necesidad de dominar a otros, asumiendo en papel de "jefazo".

La independencia se refiere a la capacidad de arreglárselas por sí solo cuando las circunstancias así lo requieren, teniendo sentido de responsabilidad y siendo capaz de sostener los propios puntos de vista. Este es un punto particularmente difícil, puesto que la estructura del desarrollo humano conspira en gran medida contra el desarrollo de una verdadera independencia. Se cuida al niño durante un largo tiempo, lo cual lleva a muchos a incorporar la norma de la independencia, mas allá del tiempo adecuado, haciendo que frente a algún aprieto, se espere que alguien venga a su rescate y tome el control de la situación por él.

Una tal dependencia tiene sus placeres, pero la persona madura prefiere placeres de la madurez.

Capacidad de amar a otra persona que no sea él mismo:

Aquí se usa la palabra amor en un sentido más amplio, es decir, como la capacidad de establecer una relación de verdadera amistad con otros, de tener en cuenta los intereses de otros, así como los de uno mismo.

La inmadurez en este aspecto, lleva al narcisismo, al autoengrandecimiento o amor a sí mismo. De este modo los demás sirven para el propio engrandecimiento, personas que pueden prestarnos atención y admirarnos.

El resultado de esto es una profunda sensación de vacío y soledad. Es natural y sano estar interesado en sí mismo, preocupado por el propio crecimiento. Esto implica generalmente, una actitud de cooperación con otros y un desarrollo y crecimiento mutuo. La actitud narcisista involucra una cooperación aparente, en la que al otro no se le asigna otra misión que la de dar.

El narcisismo nace de la inseguridad y el temor, creyendo que la única manera de superarlos es a través del amor a su propia persona.

Capacidad de autocontrol:

Una moderada reacción de ira y de defensa de los propios intereses es inherente a la madurez. Por moderada ira se entiende una reacción adecuada al estímulo. La inmadurez, por el contrario, malgasta su tiempo y energías, enfureciéndose, enojándose en exceso y tratando de destruir. Otros se sienten tan furiosos que inhiben la menor acción por miedo a ser demasiados agresivos.

Capacidad de depender de otras personas en grado razonable:

Consiste en ser capaz de recabar consejos cuando es pertinente y puede contribuir a mejorar las propias decisiones, ser capaz de recibir amor y afecto de otras personas, ser capaz de aceptar a otros cuando quieren dar. Todas estas formas de dependencia son maduras y validas.

En los dares y tomares de la vida, la capacidad de tomar e tan importante como la capacidad de dar. Las relaciones interpersonales implican una interdependencia. Una persona madura es capaz de dar mucho, pero también le gusta recibir.

Capacidad de utilizar mecanismos de defensa saludable:

Todos los seres humanos tenemos la experiencia de sentir impulsos que nos resultan conflictivos, que nos hacen sentir culpables, avergonzados, heridos en el orgullo o inferiores. Todos manejamos estas situaciones de algún modo. A esto se llama mecanismos de defensa y hay mecanismos maduros y otros que nos lo son.

Son mecanismos inmaduros el autocastigo, que pude tomar las mas diversas formas, también la "negación" que consiste en la política del avestruz, y la proyección que consiste en ver la "paja en el ojo ajeno porque se tiene una viga en el propio".

En cambio, son mecanismos saludables, la capacidad de enfrentarse francamente a sí mismo y los conflictos, la reparación, la renuncia en favor de algo constructivo, etc.

Identificación positiva con el propio sexo:

Este indicador de madurez tiene dos aspectos importantes. Se relaciona con la identificación positiva con el propio género, asumiendo el papel social que le corresponde, -sin conflictos que perturben el desenvolvimiento. Es claro que en nuestra sociedad, la mujer ha tenido y aun tiene un papel desmerado. La identificación positiva con su sexo, no implica negarse a las tareas del cambio cultural que abren camino a una mayor igualdad. Sin embargo, esto no debe confundirse con guardar resentimientos por no ser hombre. Por el lado masculino, el machismo o el abuso de autoridad masculina esconde también una mala identificación con el propio sexo, a causa del temor a no ser suficientemente hombre. La buena adaptación sexual implica también la capacidad de vivir relaciones heterosexuales estables, basadas en un amor maduro, que ha superado las idealizaciones, las fantasías platónicas, el virilidad, la promiscuidad, etc.

Tener una buena adaptación al trabajo:

La buena adaptación al trabajo implica la capacidad de establecer relaciones de cooperación y equipo, la capacidad de aceptar responsabilidades y evitar el exceso de trabajo genera angustia. Esto se relaciona con ver el dinero como un medio y no como un fin en sí mismo. Se relaciona también con el sano espíritu de superación sin voracidad, y sobre todo en el tener como medida de los logros personales.

EL CAMINO DE LA MADUREZ

Estas pautas pueden no coincidir con las que maneja la sociedad para catalogar a una persona como "madura". Socialmente, suelen considerarse como signos de madurez el haber alcanzado determinada edad, haber obtenido un título, tener seguridad laboral y económica, formar una familia, etc., sin tener en cuenta que características hay en las personas detrás de los logros visibles.

Nuestro entorno (familia, amigos, compañeros de trabajo o de estudio) muchas veces, influenciados por esta falsa visión, nos exigen que nos esforcemos para alcanzar determinadas metas (recibirnos, comenzar un noviazgo, casarnos) sin tener en cuenta que quizás no podemos lograrlas porque necesitamos antes superar problemáticas personales que nos traban, impidiéndonos llegar a ellas.

Por todos estos motivos es muy importante tener en cuenta en nuestra formación, en nuestro crecimiento aquellos aspectos de nuestra persona que se encuentran más flojos. Para esta tarea es muy importante contar con una comunidad como apoyo para el crecimiento personal de cada uno de sus miembros, para que cada uno pueda hacerse cargo de su vida y de su proyecto (protagonismo), para compartir lo que le pasa a cada uno y darse fuerza para seguir aunque para crecer haya que renunciar a comodidades y elegir no por el camino más fácil.

EL PROYECTO DE VIDA

Nuestra vida es realmente un camino. También la vida de los jóvenes a los que acompañamos. Seguimos una determinada dirección, tenemos un punto de partida y un "terreno" determinado, con unas u otras dificultades. Pero tengamos el terreno que tengamos, podemos elegir distintos itinerarios y distintas direcciones. Lo importante es que sepamos a dónde queremos ir, conozcamos el terreno en el que estamos actualmente y busquemos la mejor manera de ir hacia allá. Esto es tener un proyecto de vida.

Como requisitos para poder elegir el proyecto de nuestra vida, está todo el proceso de personalización que hemos ido viendo. Si no somos dueños de nosotros mismos, si no nos conocemos, no podemos elegir el camino que deseamos: pensaremos que no hay obstáculos donde sí los hay o nos moveremos en función de otros que en realidad no existen. Una vez que vamos reconociendo el terreno que pisamos, lo siguiente que es necesario es elegir a dónde queremos ir. Y luego buscar la mejor manera de caminar hacia allá, yo, como soy y con lo que tengo, hoy, paso a paso.

En nuestra sociedad hay múltiples ofertas. Unos nos invitan a seguir el camino del prestigio, de la plata, del poder, del consumo, otros el camino que se dirige al amor, otros el camino que dirige al placer… Todos pretenden conducir a la felicidad. Mucha gente no se plantea elegir su forma de vida consciente, y, sin querer, se mete en uno de esos caminos que se nos ofrecen y que son los más accesibles. Y hay que tener en cuenta que, en lo que respecta a nuestra vida, o elijo o eligen por mí. Siempre caminamos hacia algún lado, y si yo no decido cuál quiero que sea la dirección, caminaré en la dirección que a todos les interesa. Por eso es importante que cada uno sepa elegir en lo cotidiano, pensando qué es lo que va en la dirección que desea u qué es lo que va en contra, aunque parezca a primera vista muy atractivo.

Jesús también nos ofrece un camino, y, si nosotros estamos aquí, es porque queremos seguirlo y ayudar a otros a seguirlo. Jesús nos invita a seguir nuestro propio camino, pero con él y siguiendo sus huellas. ¿Cómo entra Jesús en nuestro camino?

EL SEGUIMIENTO DE JESÚS

Todos los que estamos aquí nos consideramos cristianos. Eso quiere decir que tenemos una cierta relación con Jesús, que Jesús está presente en el camino de nuestra vida hoy. También tenemos relaciones con muchas otras personas, pero existen muchos tipos de relaciones. ¿Cómo es nuestra relación con Jesús?

Podemos ser Simpatizantes y admiradores de Jesús. Los evangelios nos cuentan que un hombre muy rico, llamado Nicodemo, solicitó una entrevista con Jesús. No se atrevía a ir a verle el día, porque le hubiera supuesto problemas a la gente de su grupo. Sin embargo, él admiraba a Jesús, sentía simpatía por sus obras y sus palabras. Nicodemo, en ese momento, no tenia todavía fe. La tendría después, cuando Jesús murió y él se declaró públicamente seguidor suyo.

Tampoco los discípulos tuvieron fe desde el primer momento. Empezaron siendo admiradores simpatizantes de Jesús. Todos comenzamos así. Nos gusta lo que vemos de Jesús, lo admiramos, nos acercamos a Él, queremos conocerle, pero aún no tenemos un compromiso vital con Él. Pero es necesario comenzar siendo simpatizantes.

Con el tiempo y la relación, la simpatía y la admiración por Jesús nos van convirtiendo, si queremos, en partidarios. Un partidario es alguien que está de acuerdo con el mensaje y las ideas de otra persona y actúa en consecuencia. Somos partidarios de Jesús cuando queremos vivir nuestra vida de acuerdo con su mensaje, cuando tratamos de llevarlo a la práctica en nuestras relaciones con los demás, en el trabajo, en la parroquia o en el movimiento, en la familia, en la vida de todos los días. Eso ya es mucho más que ser solo admirador.

Pero, aunque ser partidario ya es un gran paso, Jesús nos invita a algo más. Los primeros cristianos eran unos partidarios muy personales, que establecían con Jesús relaciones muy estrechas. No sólo eran partidarios, sino amigos suyos. Se involucraban, no sólo a sus ideas, sino sobre todo a su persona. Eran seguidores.

Jesús nos invita a ser seguidores. A involucrarnos con Él con toda la vida. Sea cual sea nuestro camino, lo importante es que siga las huellas de Jesús, caminar con Él…

A. El problema de definir qué es comunicación.

No es fácil determinar cuáles sean las propiedades de ese fenómeno tan conocido de todos que es la comunicación, que deben entrar en una definición adecuada del mismo. Si pasamos revista a los autores que han ido delimitando lo que creían era cualidad esencial de la comunicación, tendremos la sensación de falta de acuerdo.

Berelson y Steiner (Human Behavior, N.Y. 1964), insistían en lo que tiene la comunicación de "transmisión", y así definen comunicación como "el proceso de transmisión de información, ideas, emociones, etc. por medio del uso de símbolos = palabras, dibujos, figuras, gráficos, etc."

Shannon y Weaver (The mathematical Theory of Comunication, Urbana, 1949), sin rechazar el elemento "transmisión" como importante, añadían otro que más tiene que ver con "influjo": "Comunicación es todo aquello por medio de la cual una mente humana afecta a otra". Esta definición es retomada más tarde por el conocido psicólogo social Schachter (Deviation, rejection, and Comunication, Journal of Abn. And Scc. Psych., 1951, 46, 190 – 207), cuando define comunicación como "aquel mecanismo por medio del cual se ejerce poder sobre otro".

En una línea distinta, las definiciones más típicamente conductistas se fijan en lo que tiene la comunicación de "reacción": "Comunicación es la elicitación de una respuesta a través de símbolos verbales" (así, por ejemplo Dance, "The concept of communication", Journal of Communication, 1970, 20, 201 – 210).

Una orientación más pragmática, y más interesada en distinguir lo que es "buena comunicación" de "mala comunicación", se fija en la propiedad que podríamos llamar de "compartir significativos": Fotheringham (Perspectives on Persuasión), Eoston, 1966), definiría comunicación como "aquel proceso que hace común a dos o más lo que hasta el momento era monopolio de uno, o unos pocos". Por eso una comunicación buena es aquella en la que un receptor es capaz de percibir un significado semejante al que existe en la mente del comunicante".

Y no hay que olvidar a aquellos que ven en la propiedad de integración social el elemento constitutivo de la comunicación. Colin Cherry (On human communication, Cambridge Mass. 1964), definía la comunicación "el hecho de establecer una unidad social a partir de individuos aislados, por medio del uso del lenguaje y otros signos. Es, en una palabra, el hecho de compartir normas comunes para realizar acciones comunes, que lleven a la consecución de objetivos comunes". En esta misma línea están todos aquellos que definen comunicación como "el proceso por medio del cual un agregado de personas se transforma en un grupo que funciona como tal".

Harnack y Fest, en 1964 (Group Discussion, N.Y. 1964) llevan a sus últimas consecuencias esta definición, cuando hablan de comunicación como del "proceso por medio del cual los individuos interaccionan con el fin de lograr una integración interpersonal e intrapersonal".

Como vemos el concepto de comunicación, que aparentemente, es simple y conocido por todo hombre, presenta su confusión en Psicología. En realidad nosotros, en este momento, vamos a tomarlo prácticamente como sinónimo de interacción. Los aspectos que más nos van a interesar son los puramente psicológicos. Aunque para entenderlos mejor vamos a reconocer que existen dos perspectivas importantes desde las que se considera normalmente la comunicación interpersonal, que son en alguna medida contrapuestas, y que conviene hacer conscientes antes de comenzar ninguna otra consideración.

B. La perspectiva mecanicista.

Es una perspectiva muy atractiva para el científico a la hora de considerar cualquier fenómeno, porque insiste en las relaciones de causalidad, que tanto ayudan a poder "predecir" qué sucederá como consecuencia de un suceso cualquiera.

Considerar la comunicación desde un ángulo mecanicista, lleva consigo concebir la comunicación como un encadenamiento de causas y efectos. O mejor, como "algo que influye en otro algo". Dicho más sencillamente, en una concepción mecanicista de la comunicación, el que se ocupa de ella tiene muy presente que una información, que suele llamarse un MENSAJE, va, a través del espacio, de un lugar a otro. La vía por la que ese MENSAJE circula es lo que se llama CANAL O VÍA DE COMUNICACIÓN; y siempre es una forma de conexión entre la FUENTE u origen de la comunicación, el RECEPTOR de la misma. Claro esta que como comunicación lleva siempre consigo un intercambio de mensajes, la fuente y el receptor se van cambiando de papel sucesivamente. Tanto que a veces no es claro quién es la fuente originaria y quién era al principio el receptor, y hay que hablar de cada uno de ellos ambiguamente como de FUENTE/RECEPTOR simultáneamente.

Vamos a plasmar en un dibujo muy esquemático lo que sería la comunicación desde una perspectiva mecanicista:

Este sencillo esquema tiene serias implicaciones que se pueden resumir así:

1) Al dar gran importancia al hecho de transmitir un mensaje de una fuente a un receptor, que por fuerza están separados, y entre los cuales no hay contacto inmediato, se hace necesario introducir los conceptos de codificación y descodificación del mensaje. Es decir hace necesario fijar la atención en los sucesivos procesos de transformación del mensaje que hacen posible que éste "se acerque" desde la fuente al receptor, y éste a su vez pueda "entenderlo" tal como era en su origen.

2) Esta perspectiva pone mucho énfasis en los problemas de fidelidad. Así como en un transmisor mecánico lo importante es que sea de "alta fidelidad", así un a comunicación interpersonal será mejor cuanto con más fidelidad sea recibido por el receptor lo que el transmisor envió en su mensaje.

3) Como la fidelidad nunca es exacta, debido a toda clase de interferencia, éstas han de ser tenidas en cuenta y analizadas; suelen recibir el nombre de ruidos. Naturalmente una perspectiva mecanicista de la comunicación no solamente considera los ruidos externos, sino también los internos a los participantes en la comunicación misma. En este sentido es ruido toda actividad que selecciona elementos informativos, toda actividad que añade elementos informativos que en su origen no pertenecían al mensaje, y toda actividad que interpreta o sustituye un elemento informativo por otro

4) El modelo mecanicista, por su misma naturaleza, debe inclinarse por subrayar la importancia del concepto de feedback, que define sencillamente como "todo mensaje que surge en respuesta a un mensaje previo".

Este concepto de feedback hace que adquiera un cierto tono de universalidad, ya que no hay ningún mensaje que no obtenga alguna forma de respuesta. Ello hace decir a algunos autores que la vieja polémica de si es más conveniente una comunicación "unidireccional" o "bidireccional" (en uno o en los dos sentidos), no tiene sentido: en realidad la comunicación es en dos sentidos; el sujeto fuente siempre es simultáneamente receptor; y la situación de unidireccionalidad total (una situación en la que no se diera absolutamente ningún feedback) es imposible a no ser en el laboratorio, como situación artificial.

5) Un último elemento aun no considerado, y que el modelo mecanicista siempre tiene en cuenta en sus esquemas, es el de intermediarios. Probablemente lo debemos a Kurt Lewin el concepto, que el bautizo con la palabra inglesa "gatekeeper", que le servia para indicar a todas aquellas instancias que se sitúan entre el sujeto fuente y el sujeto receptor, y que al hacer de intermediarios entre ambos, filtran la información entre ambos. De hecho fueron llamados "conserjes" de la comunicación por su labor de "dejar pasar unas partes del mensaje y sin embargo impedírselas a otras".

La función de los intermediarios es especialmente importante de analizar cuando se estudia la comunicación a un nivel más abstracto y sociológico: es decir, muy especialmente cuando se trata de la comunicación de masas. En este caso el intermediario suele ser un grupo, un libro, un periódico, la TV, o, naturalmente, una persona. El hecho de que llamemos a alguno de estos elementos re – transmisores subraya muy enérgicamente su función de intermediarios.

Muy esquemáticamente, por tanto, habría que modificar el esquema propuesto más arriba, de la manera siguiente:

Es frecuente, entre los teóricos de la comunicación, el poner precisamente en la existencia de intermediarios la diferencia característica entre comunicación de masas, o comunicación "mediada", y comunicación interpersonal, o "comunicación cara a cara".

Finalmente podemos decir que hasta hace muy poco toda la investigación en el terreno de la comunicación emanaba de una concepción mecanicista de la misma. Desde luego es un modelo que sigue teniendo gran vigencia a la hora de analizar problemas de persuasión, e influencia mutua.

Durante un tiempo despertó la curiosidad del gran público al plantear la duda de sí existirían canales de comunicación, y por tanto de influjos en los receptores, subrepticios. Es decir, "subliminales". Hoy en día, el haber fracasado varias investigaciones acerca de la eficacia de tales canales de comunicación, ha remitido la misma curiosidad popular.

La propaganda, que podría haber desarrollado mucho la investigación a partir de este modelo, sobre todo la propaganda política, no suele ser muy rigurosa en sus métodos (se suele decir en el argot americano, que los especialistas en propaganda operan con el pragmático principio de "wathever works, works").

El tipo de estudio más frecuente a partir de este modelo, ha sido el de Collins y Raven sobre los tipos de redes de comunicación (Cfr. "Group Structure Atracttion, Coalitions, Communication ans Power", en Lindsay y Aronson, The handbook of Social Psychology, 1966, Vol. IV, p. 102 – 104).En el fondo son estudios sobre la funcionalidad del ocupar un lugar más o menos central dentro de las diferentes formas de redes de comunicación, es decir, que son estudios sobre los tipos de intermediarios que pueden existir dentro de un grupo pequeño, y sus efectos en rendimiento del grupo.

Redes de comunicación: La rueda, el círculo, la cadena, la Y.

Pero donde el modelo mecanicista adquiere toda su importancia es en aplicaciones muy precisas, como son el análisis y tratamiento de las redes formales y las informales de comunicación dentro de las organizaciones.

Uno de sus hallazgos más llamativos en su momento fue el que llevó a Lazarsfeld y Berelson a hablar – en el terreno del influjo social – de un tipo peculiar de intermediarios en la comunicación política, que fueron los llamados "líderes de opinión". Según este estudio el importantísimo flujo de información política que proviene de los líderes de los partidos a través de los medios, pasa por unos intermediarios con un imperceptible rol grupal, que serían los verdaderos responsables de lo que el ciudadano medio va a opinar y en último término va a votar. El estudio, aún vigente, se puede consultar en Lazarsfeld, P.F., Berelson, B. Y Gaudet, ., The People´s Choice, N.Y. 1948.

C. La perspectiva psicologista.

Probablemente no existe una perspectiva psicológica. Aquí vamos a llamar así a aquella perspectiva que idealmente sintetizzará varios principios de primera magnitud en Psicología. Sería una perspectiva que uniera una forma post – skinneriana de pensamiento con una actitud fuertemente cognitiva.

En esencia la perspectiva psicologista considera la comunicación como una serie de respuesta a estímulos que provienen del exterior, con el convencimiento de que entre esos estímulos y esas respuestas se dan unos procesos no observables, de índole cognitiva, solamente deducibles a partir de la observación de la conducta de los sujetos participantes. Ello hace que en esta perspectiva se de importancia al aspecto de "caja negra" que tiene "el interior cognitivo" de los participantes en cualquier comunicación.

Así como en la perspectiva mecanicista el interés primordial se centraba en el estudio de los canales de comunicación que hacen a los mensajes más exactos y eficaces, en la presente orientación el interés se centra en la predicción de cómo reaccionar un sujeto al recibir una comunicación. Como esta predicción se revela inútil cuando se hace a partir solamente del estímulo percibido, hay que profundizar en los estados internos de cada sujeto, que acaban siendo los verdaderos responsables de la respuesta. Estos estados internos están impregnados de historia: es decir, que contienen elementos de estimulaciones precedentes, presentes en el momento actual, y que afectan a cualquier respuesta que se de en una situación posterior y que aparezca como semejante a las anteriores.

Otros elementos importantes de este modelo: el concepto de campo de estímulos. Toda persona se mueve en un campo donde proliferan los estímulos informativos. Tan es así que no existe humano capaz de recibir y procesar tal cantidad de estimulación. Se hace necesario someter todo ese cúmulo de datos a un proceso de selección e interpretación. Por eso todo comunicante (creador de estímulos él mismo, para el campo de estímulos de otras personas) ha de ser llamado COMUNICANTE / INTÉRPRETE. Un comunicante tiene la capacidad de producir estímulos en forma de signos y símbolos (un proceso semejante al que antes llamábamos de "codificación". Además, en su función de intérprete, es capaz de someter a procesamiento los estímulos recibidos, por medio de o que llamaremos FILTROS conceptuales. Naturalmente que bajo este nov re de FILTROS hemos de englobar todas aquellas realidades que llamaremos actitudes, emociones, imágenes de uno mismo o de los demás… De todo ello se hablará más detalladamente.

Como se puede ver, lo verdaderamente interesante para una concepción psicológica de la comunicación lo verdaderamente interesante es indagar en el proceso interno (es decir, el que se da dentro de cada uno de los sujetos implicados en la comunicación) que sigue cualquier mensaje, más que en el proceso a que el mensaje se ve sometido en su tránsito por el canal. En este sentido cualquier trato verdaderamente psicológico que se de al tema de la comunicación – aún si este es de raíz conductista – acaba siendo humanista de raíz, ya que se ocupa de lo que en la comunicación pone el hombre de mas íntimo.

Podríamos decir que si existen varios niveles de comunicación: comunicación interpersonal, intrapersonal, grupal, etc. En una concepción psicologista de la misma, la comunicación más importante (condicionadora de todas las demás) es la intrapersonal. Por eso muchos estudios de la comunicación humana desde una perspectiva psicologista llevan su atención al estudio de ese núcleo intrapersonal, organizador de todos los filtros, que es el concepto propio (o "propia imagen").

Algunas implicaciones que se desprenden de este esquema:

1. Quizás la manera más directa de tener acceso a ese mundo interior de filtros, etc. es el uso de medidas indirectas y escalas que a través de la observación cualificada de conductas lleguen a lo que hay tras ellas. Escalas de Likert, de Thurstone, semántico diferencial, etc. se emplean profusamente.

2.Esto lleva a que frecuentemente los problemas de método, de validación de medidas, etc. pasen a ser más importantes que ningún otro.

3.Al concebir al comunicante / intérprete como un ser eminentemente activo en su interior, pasan a tener mucha importancia en esta concepción de la comunicación todas las estratagemas, mecanismos, etc. por medio de las cuales el comunicante evita temas, los transforma, etc. sino "van bien" con lo que ya es y piensa. Solo si profundizamos en sus mecanismos de defensa y selección de estímulos, podemos predecir algo acerca de la conducta futura de una persona que entra en comunicación.

Téngase en cuenta que el mero hecho de que "le llegue" un mensaje no garantiza de ninguna manera que se vaya tal y cual reacción. Lo verdaderamente definitivo es que además el proceso asimile y haga suyo tal mensaje; cosa que, naturalmente, hará a su propia manera.

4. Los terrenos en lo que esta orientación de la comunicación ha obtenido resultados más fecundos han sido el terreno del cambio de actitudes, en la organización el terreno de la comunicación entre personas de distinto status y los filtros a que someten su interacción recíproca, y sobre todo el terreno de la comunicación en pequeños grupos que se relacionan cara a cara. También es sumamente importante la aplicación de los conceptos y métodos de esta concepción de la comunicación en el estudio de la relación de ayuda, de la terapia y de la dinámica de grupos.

Conclusión: en las páginas que siguen se va a desarrollar, como es natural, la perspectiva psicológica de la comunicación. Es decir, aquella que entiende por comunicación toda relación interpersonal. Lo cual quiere decir que consideramos más necesario, a efectos de mejorar la calidad de la comunicación el estudiar y mejorar los factores que actúan afectando a la totalidad de la persona (factores emocionales, etc.), que estudiar y mejorar más puramente técnicos (como serían la concisión y claridad de las palabras, la lógica interna del mensaje, etc.).

Dimensiones de la comunicación.

Consideramos tres principales:

1st. Intensidad: Depende de la importancia de lo que se comunica. Es un factor subjetivo; lo intenso para uno puede ser poco intenso para otro. La intensidad de una comunicación suele manifestarse en el nivel de intimidad: quién y cuántos conocen este contenido preciso. En el nivel de emotividad, medible por los índicos que suelen usarse en Psicología experimental: presión sanguínea, dilatación pupilar, ritmo cardíaco, etc. Y nivel de riesgo sentido por el sujeto que hace esta comunicación.

2nd. Modalidad. Básicamente existen dos modalidades, la verbal y la no verbal. Las principales formas de comunicación no verbal son:

a. La postura corporal, que expresa especialmente las polaridades: "superior – inferior", "dominancia – sumisión" y "tensión – relajación". También expresa los diversos roles. Esta muy influida por elementos culturales.

b. Contacto corporal, que, en nuestra cultura suele reducirse – fuera de la familia – a las manos. Lo más expresivo es que partes del cuerpo son tocadas y por quién.

c. Proximidad física, importante sobretodo en las expresiones de intimidad y dominancia. Es relativa al entorno físico (en el metro, por ejemplo, no expresa nada).

d. Orientación respecto al otro: en paralelo, frente a frente, etc. Expresa diversas actitudes interpersonales.

e. Gestos, a menudo involuntarios, comunican estados emocionales.

f. Movimientos de cabeza, que refuerzan y sobretodo controlan, la sincronización de la conversación.

g. Expresión facial, el gran medio de proporcionar feed – back al interlocutor.

h. Apariencia, vestido… aspectos expresivos bajo control de la voluntad.

i. Aspectos no lingüísticos del lenguaje hablado. En la experimentación el oyente reconoce entre el 60% y el 70% de las veces la emoción expresada en el tono de un actor que lee un párrafo de contenido neutro.

3º. Contenido. Puede ser muy diverso : pensamientos, sentimientos, valores…Y todo esto a propósito de muchos temas: finanzas, vida sexual, política…

Filtros en la comunicación y el problema de la selección de contenidos.

Ya hemos dicho que los filtros, más que una censura consiente son una trama de decisiones que el aprendizaje ha enseñado a tomar automáticamente, y que reflejen los siguientes factores específicos.

a. La imagen propia: Todo interlocutor tiene una imagen de sí mismo (self-concept), impregnado de sentimientos del propio valor y autoestima. Esta imagen, con su necesidad de mantenerse inalterada, selecciona el estilo, los términos, etc. de la comunicación. No solamente el contenido .

b. La imagen que tengo del interlocutor. Hace de filtro cuando es: una imagen relativa a mi: es superior o inferior, más o menos poderoso, más o menos abierto, etc. La imagen del otro esta cargada de emocionalidad, y hace que mucha atención que debería ir dirigida al mensaje, se dirija a la forma que debo tener para relacionarme "con esta persona concreta".

c. La definición de la situación: No solamente actúa de elemento seleccionador de contenidos, sino de auténtico filtro del tono, forma y términos. Adaptamos nuestra comunicación para hacerla coherente con la situación a la que ha de servir, tal como nosotros lo definimos: no hablaré igual si la situación se llama noviazgo, que si se llama simple amistad. En el momento que se define la situación se definen simultáneamente los roles sociales de los que en ella toman parte; roles que tienen el valor de filtros como constitutivos importantísimos de la propia imagen.

d. Motivos, sentimientos y actitudes: Está suficientemente explicado como influyen en la selección de contenidos los motivos, los sentimientos y las actitudes. En realidad toda respuesta emitida expresa (además del contenido obvio) las necesidades personales y situaciones emocionales del que comunica algo. O, yendo aún más lejos, su mundo profundo de impulsos.

e. Hábitos, condicionamientos y otros elementos aprendidos. Es decir, el paso dejado en el comunicante – intérprete por experiencias semejante habidas anteriormente en su historia.

f. Expectativas: Nos referimos ahora a toda la serie de expectativas que tenemos acerca de lo que hará esta persona concreta, por lo que ella misma es o por lo que cabe esperar del grupo al que pertenece. Estas expectativas se forman a partir de experiencias pasadas, preconcepciones, estereotipos. Un elemento importante a la hora de engendrar y proyectar expectativas son las primeras impresiones.

Conviene notar que las expectativas, al actuar de filtros de la comunicación tienden a confirmarse ("provocaré aquello que espero de antemano", con lo cual constato que "se ha realizado la profecía"), y por tanto tienden a introducirnos en procesos circulares – verdaderos círculos viciosos – de los que es difícil salir.

Dobles mensajes y el arco de distorsión.

Normalmente se suele entender la comunicación como un simple enviar mensajes de una persona a la otra, tal como se representaría en el siguiente esquema:

Este esquema valdría quizá para comunicaciones simples, tales como "coge ese libro", "cierra la puerta". Aunque incluso ya en estas comunicaciones tan simples la comunicación puede ir acompañada de unos armónicos que van más allá de un simple mensaje. Imaginemos que "coge ese libro" ha sido dicho por un profesor muy harto de percibir al alumno como vago y descuidado. El mensaje pasa a ser algo más que una mera indicación objetiva.

Una representación más exacta de los que es la comunicación podría ser la siguiente:

Al arco 1 se le suele llamar "arco de distorsión". Efectivamente A comunica mucho más de lo que pretende. A menudo este mensaje, que se transmite por medio de canales no verbales (gestos, tonos de voz, posturas, etc.) distorsiona e incluso niega y contradice el mensaje pretendido.

Los filtros que enumerábamos antes, no solamente actúan de selectores de la comunicación, sino que normalmente actúan como moduladores de la misma. Son los que colorean el mensaje voluntario de tonalidades significativas. Muy especialmente la propia imagen.

Un esquema útil: La llamada "ventana de Johari".

Se trata de un modelo útil para aproximarse al fenómeno de la comunicación y analizar la dinámica de las relaciones interpersonales. Toma su nombre de los de sus autores, Joseph Luft, y Harry Ingham, y ha llegado a ser de gran popularidad.

Según el esquema podemos considerar a la persona como dividida en cuatro áreas o zonas. Naturalmente el hombre es un todo y funciona como una unidad; la división en cuatro áreas propia de este esquema no tiene más función que la de facilitar el análisis.

Las cuatro zonas vienen definidas por el carácter más o menos público de sus contenidos: por el hecho de que estos sean o no conocidos por mi mismo, o sean o no conocidos por los demás. Se podrían representar de la siguiente manera:

Descripción de las cuatro áreas: Hay zonas de nosotros mismos que nosotros conocemos (I y II) y áreas que desconocemos (III y IV). Y hay zonas que los otros a su vez conocen ( I y III) y zonas que desconocen ( II y IV). La zona I es por tanto conocido por mi y por mi interlocutor, la II solamente la conozco yo, la III solo la conoce el otro, y la IV no lo conozco yo ni la conoce el otro.

Al descubrir las cuatro zonas en más detalle veremos que este conocer es relativo. Tampoco son exactos los límites de las cuatro zonas; hay contenidos que aunque pertenecen a una de las cuatro zonas o áreas, pueden "asomarse" a las otras.

AREA I: Yo abierto o área de libre actividad. Aquí incluimos todo lo que es de fácil acceso para mi y para otras personas. Básicamente está ahí todo un mundo de datos, temas, ideas… que normalmente no tenemos porque ocultar. Los demás lo conocen porque es obvio (sexo, raza, ideas en el grupo al que pertenezco…) o porque yo lo comunico con facilidad casi en cualquier conversación casual: por eso Luft la llamaba "área de libre actividad".

AREA II: Yo oculto o evitado. Aquí está el mundo de los sentimientos, "secretos", experiencias íntimas. En principio es algo que solamente nosotros conocemos y comunicamos con dificultad (incluso podemos decir que estos contenidos son lo inefable, lo no decible). A veces contenidos de esta zona pasan a la zona I y los comunicamos, pero no todos con la misma dificultad. Los sentimientos que con más dificultad comunicamos son aquellos que no tienen que ver con la situación presente (con el aquí y el ahora), aunque sean más objetivamente intensos que otros que si tienen que ver con ella. Más nos cuesta comunicar sentimientos relacionados con el aquí y el ahora, con el contigo, aunque sean aparentemente más triviales. Pueden ser más comunicable decir "odio a mi padre", que "me molesta el olor de tu aliento".

AREA III: Yo ciego o desconcertante. Aquí esta lo que los demás ven en nosotros, y nosotros no vemos. Es la "impresión" que causamos en los demás y el impacto de nuestras conductas en ellos. Lo comunicamos sobre todo a través de signos no verbales que el otro decodifica mejor que nosotros mismos. Ejemplos de contenidos de esta área pueden ser sentimientos de inferioridad, necesidades de controlar, avidez, etc. que están en contradicción con nuestra propia imagen, son filtrados y solamente se comunican subrepticiamente y de manera no conciente, aunque el receptor los perciba con claridad. Le hemos llamado también "Yo desconcertante" porque cuando alguien nos lo devuelve nos desconcierta el equilibrio interior y tendemos a defendernos. Nuestros mecanismos de defensa se encargan de que no hagamos consiente lo que hay allí. Los mecanismos más frecuentemente empleados son los de negociación simple (no soy así como lo dices), y racionalización (no, no es que sea cobarde, es que soy prudente). Es verdad sin embargo que lo que nuestras defensas no nos dejan ver, lo ven los otros con más facilidad.

AREA IV: Aquí está lo que en unos presupuestos psicoanalíticos llamaríamos inconsciente: impulsos profundos, motivos ocultos, motivos relegados de la conciencia… Normalmente desconocemos todo esto, aunque no faltan indicios que nos hagan sospechar su existencia.

Las cuatro zonas están relacionadas entre sí: un cambio en una de ellas afecta a las otras. Si la I aumenta de tamaño disminuirá la II, y probablemente se creará un clima que me permitirá conocer algo de la III, que también disminuirá de tamaño. Cuanto más grande sea la parte de mi Yo abierto, a expensas de las otras zonas, más me conocerá, menos barreras tendrá para el contacto con los demás, y mi comunicación será más madura. De hecho el fruto del proceso es una maduración del individuo total, de modo que se puede hablar del valor terapéutico de la comunicación interpersonal.

Niveles de comunicación

A partir del esquema anterior podemos visualizar diversos niveles de comunicación. Imaginemos dos interlocutores, o dos persona que mantengan una relación interpersonal, cada una con su mundo interior al modo antes descrito.

D

 

A

B

 

C

 

Cada flecha representa gráficamente un nivel de comunicación. El hacernos conscientes de estos niveles, que se dan en nuestras interacciones diarias, nos permite analizar nuestro propio estilo de comunicarnos con los demás y facilita el descubrimiento de nuevos estilos y canales de relación.

nivel 1º: A

De yo abierto a Yo abierto. La mayoría de nuestras relaciones interpersonales se dan a este nivel. En si no es un nivel "pobre"; lo llega a ser si es el único empleado en nuestras relaciones interpersonales. Se prescinde del mundo del afecto: ni conocemos los nuestros, ni nos hacemos eco de los del otro, sobre todo si están referidos al momento presente.

nivel 2º: B

Se da cuando deliberadamente comunicamos sentimientos o contenidos racionales "secretos". En este caso parte del la zona II pasan el Yo abierto: al comunicarles los recupero yo mismo.

Sobre la comunicación a este nivel podemos hacer tres observaciones:

Primera: La comunicación del área II no es fácil, sobre todo si se trata de sentimientos presentes. Este nivel solemos censurarlo. Frecuentemente sucede que es difícil reconocer y establecer contacto con el propio mundo afectivo. En realidad solamente lo "conocen" realmente las personas muy congruentes al modo rogeriano. Las normas sociales constituyen un fuerte elemento de censura. Sin embargo como el área II existe, está ahí, el ignorarla impide la maduración de la relación interpersonal.

Segunda: A menudo comunicamos sentimientos, pero con un lenguaje neutro desde el punto de vista emocional, que hace incaptable (o fácilmente evitable) el verdadero significado. Es el ejemplo del niño que le dice a su padre: "Papá, cómprame una bici, porque todos los niños de mi clase tienen una". Le es muy fácil al padre ignorar el contenido de envidia, deseo, miedo de pedir… que comunica su hijo. Y probablemente le contestará con un discurso lógico sobre la falsedad de lo que dice, porque "sí hay algunos niños que no tienen bici en esa clase".

Tercera: El abrir el área del cuadrante II al otro, sobre todo cuando lo manifestamos como nos sentimos frente a él, suele ser la gran vía de descubrirle su área III de una manera que le resulte aceptable. Es decir, es la manera mejor de proporcionarle feed – back.

nivel 3º: C

La comunicación a este nivel suele llamarse contagio emocional, y tiene su importancia el reconocerlo. Un ejemplo típico sería cuando una persona se siente muy tensa frente a otra a la que a su vez hace sentirse tensa. O el caso del profesor mal preparado que transmite ansiedad a sus alumnos. Es verdad que esto no encaja con el concepto vulgar de comunicación, pero es de hecho una manera de relacionarse y comunicarse con los demás.

nivel 4º: D

Hemos hablado ya anteriormente de este nivel de comunicación. Es el mensaje que proporcionamos a los demás sobre nosotros mismos, sin conocerlo. O dicho de otro modo, es lo que de nosotros comunicamos cuando comunicamos cualquier contenido ajeno a nosotros. Cuando alguien dice algo de una cosa, dice más de si mismo que de esa cosa.

El problema práctico que suele surgir es cómo responder a este tipo de comunicación. Lo más frecuente es devolverle al otro su imagen tal como la hemos percibido, pero en forma de juicio o conclusión, o interpretación. ("Lo que te pasa es que eres un dominante", "tú estás triste porque…"). todos estos juicios e interpretaciones tienden a revelar al otro su Yo ciego, que él no ve y nosotros y nosotros sí creemos ver. Pero este conocimiento forzado del área III suele despertar necesidad de justificación, defensa o contraataque. Téngase en cuenta que en la convivencia o no de la interpretación en la comunicación tienen su origen muchas de las diferencias que enfrentan a diferentes escuelas de psicoterapia.

Nuestra postura general sobre el modo mejor de hacer conocer al otro su Yo ciego va en la línea que expresábamos en la observación tercera del nivel anteriormente explicado.

D. Concepto de feed – back

El término feed – back o retroalimentación ha sido tomado de la física, o mejor, de la mecánica. En tecnología de computadora es un proceso que permite, por ejemplo, que un sistema electrónico mantenga una comparación constante entre el nivel anterior al funcionamiento (punto de puesta en marcha) y los datos de entrada (valores actuales). Feed -back es el control de temperatura en un refrigerador por medio de un termostato. En biología funcional es un proceso que sirve de manera similar para preservar el equilibrio interior: retroalimentación de los receptores propioceptivos, que ayuda a corregir errores y situaciones de desequilibrio.

En Psicología de la comunicación se usa el término feed-back para significar todos aquellos mensajes que yo percibo de otros, y que expresan el efecto de mi conducta en ellos. En realidad se trata del mensaje que me devuelven mi yo más desconcertante (en el lenguaje de la ventana de JOHARI), y así corrigen el curso de mi comunicación haciéndolo más certero. En términos más técnicos podríamos definir el feed-back como:

"Todas aquellas respuestas, verbales o no verbales, de otros, a una comunicación mía inicial, dadas lo más próximas posible a ella, y capaces de ser usadas por mi de modo productivo".

El feed-back sirve para:

a. Validar la comunicación inicial: es decir, para que el que la hizo pueda controlar cómo se recibió, y saber cuál fue su validez real para la otra persona.

b. Imprimir sentido y dirección a la conducta de subsiguiente.

c. Estimular cambios de conducta, de actitud, de sentimiento, de manera de percibir en el que inició la comunicación.

El hecho de recibir feed-back siempre opera en el que lo recibe que en el que inició la comunicación, alguno de estos efectos. Por tanto el feed-back suele ser percibido como un potencial inductor de cambios. Esta es la razón por la cual el feed-back lleva toda la carga sentimental que lleva el cambio mismo: es decir una carga de cierta amenaza.

Por lo que tiene de validador de la comunicación, el feed-back es necesario, y el crear sistemas de feed-back más efectivos dentro de un grupo o un simple proceso de comunicación bipersonal, es condición indispensable para una buena comunicación.

E. Comunicación defensiva.

Hemos hecho referencia varias veces al peligro de interrupción que existe en la comunicación por efecto de aparición de las "defensas".

Una forma de mejorar las relaciones interpersonales consiste en reducir todo lo que significa defensa o ataque, aunque sea de forma muy sutil. Cuando una persona percibe amenazas, tiende a emplear sus energías en la propia defensa más que en entender al otro a colaborar en la solución de un problema común.

En un clima de amenaza – defensa, lo que más preocupa y se lleva las energías de los comunicantes no es el contenido de la comunicación, sino otro tipo de necesidades: de causar buena impresión, de ganar, de evitar riesgos, etc.

Cuando una persona se sitúa a la defensiva, queda incapacitada para percibir y entender las motivaciones, actitudes y valores de la otra persona. Lo opuesto también es verdad: a menor necesidad de defensa, las energías se dirigen a facilitar y mejorar el proceso de comunicación interpersonal.

Una conducta o comunicación defensiva, tiende a provocar un "escuchar defensivo"; no se presta atención al mensaje y todo el proceso de comunicación queda dislocado. El oyente "distorsiona" el mensaje y tiende a proyectar a la otra persona sus propias ansiedades.

Jack R.Gibb ha catalogado seis estilos o climas que si se dan facilitan la comunicación y si no se dan (si están presentes por medio de sus contrarios) provocan defensas. Gibb llegó a esta sistematización de forma experimental utilizando discusiones y conversaciones grabadas que luego se analizaban. La investigación duró ocho años y su clasificación final ayuda a comprender los procesos de comunicación. Los seis pares de actitudes son inter – activos: unas actitudes pueden compensar o neutralizar a las otras. El significado de cada una de las actitudes queda aclarado por el significado de la actitud opuesta.

actitudes que bloquean actitudes que facilitan

EVALUACIÓN DESCRIPCIÓN

Evaluación es todo lo que implica juicio o crítica. Una actitud evaluativa puede manifestarse de muchas maneras, sobre todo en el tono o expresión de la voz, o por el contexto. La descripción, en este sentido, es todo lo contrario: presentar hechos o sentimientos, percepciones, etc. que no implican juicio o interpretación de la otra persona, que por lo tanto no siente que recae sobre ella un juicio, sino una constatación.

En la evaluación de los sujetos no se están comunicando directamente, sino a través de un intermediario, que es el sistema de valores usado para el juicio.

Una evaluación positiva puede ser tan bloqueadora de la comunicación como una negativa, en tanto en cuanto eleva igualmente, al que la hace, a la categoría de juez, y por ello de juez potencialmente condenador.

CONTROL NO CONTROL

El control puede percibirse en los intentos de persuasión. Llamamos control a aquella comunicación que tiene por objeto modificar la conducta del interlocutor. Naturalmente hay maneras de utilizar el lenguaje neutro para controlar. En general la actitud controladora suscitas defensas porque:

1. Hace que se sospechen motivaciones ocultas.

2. Implica que la postura del otro es inadecuada (y hace que se sienta reducido a la condición de inferior).

Lo contrario de una comunicación controladora, que se centra en "cambiar al otro", suele ser una comunicación que se centra en ese problema común que nos atañe a ti y a mi ahora, y que es el que debe ser cambiado.

ESTRATEGIA ESPONTANEIDAD

Toda estrategia ayuda a elevar las tendencias paranoides del interlocutor (actitudes de sospecha, suspicacia). El interlocutor ve fácilmente motivaciones ocultas, no expresadas o ambiguas.

Ejemplos de conductas que implican estrategias y son percibidas como tales: fingir emoción, retener información, tener fuentes privadas de información, aparentar espontaneidad, mirar "casualmente" el reloj…

NEUTRALIDAD EMPATÍA

El tono neutral bloquea el proceso de comunicación interpersonal en la medida en que se perciba como falta de interés, actitud clínica…

La empatía supone percibir y aceptar los sentimientos del otro. Con la empatía se trasmite un mensaje diferente: respeto a sentimientos ajenos, identificación con la otra persona, aceptación de la situación, etc.

En la manifestación de neutralidad o empatía, tiene mucha importancia la comunicación no verbal: gestos espontáneos, posturas, etc.

En la actitud de neutralidad o de empatía que adopten los que tienen puestos de responsabilidad y mando en una organización puede estar la clave del clima de bienestar y de relaciones interpersonales que predomine en la organización.

SUPERIORIDAD IGUALDAD

La comunicación empapada de superioridad de implícitamente a entender que:

– no se desea entrar realmente en una verdadera relación interpersonal.

– no se desea feed – back, y si este se da no se tendrá en cuenta.

– no se necesita el intercambio de ayuda.

– se intentará redicir el poder, el prestigio, etc. del interlocutor.

En estas circunstancias el contenido del mensaje pasa a segundo plano; las reacciones típicas de la otra persona suelen ser las de:

no escuchar, olvidar lo oído, sentir necesidad de competir, sentimientos de envidia, etc.

Existen diferencias reales de edad, poder, status, etc. pero pueden no provocar defensas si no se comunican como controladoras.

En general se comunica superioridad en la medida en que uno se siente inseguro. Las altas correlaciones entre la actitud autoritaria y ansiedad así lo avalan.

DOGMATISMO PROVISIONALIDAD

Gibb usa la palabra dogmatismo en un sentido poco técnico, de sentido común: actitud del que "se sabe ya la respuesta". Lo que se trasmite realmente es que no se necesita más información, y que se desconfía de la capacidad de aportar algo a la comunicación de la otra persona.

A veces lo que se percibe es realmente un sentimiento de inferioridad, que también bloquea la comunicación con su problematismo.

La actitud contraria, obviamente es la de apertura a una comunicación contraria.

F. El riesgo en la comunicación.

Es una experiencia común que la comunicación, aciertos niveles, entraña riesgo y miedo. De hecho no decimos todo a todos. Las causas de este miedo y riesgo en la comunicación podemos reducirlas a estas tres, muy relacionadas entre sí:

Partes: 1, 2, 3, 4
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