Las personalidades antisociales se caracterizan por respetar los derechos de los demás y no respetar las normas sociales, son inestables en su auto imagen, estado de ánimo y comportamiento con los demás, hipersensibles al posible rechazó, humillación o vergüenza. La personalidad dependiente es pasiva, incapaz de tomar una decisión propia. Los compulsivos son perfeccionistas e incapaces de manifestar sus afectos. Los pasivos agresivos se resisten a las exigencias de los demás a través de maniobras indirectas como la dilación o la holgazanería*Trastorno de la afectividad: Son aquellos trastornos en los que el síntoma predominante es la alteración del estado de ánimo. El más típico, la depresión, se caracteriza por la tristeza, el sentimiento de culpa, la desesperanza y la sensación de inutilidad personal. Su opuesto, la manía, se caracteriza por un ánimo exaltado, expansivo, megalomanía y también cambiante e irritable, que se alterna casi siempre con el estado depresivo. (1)
*Trastornos paranoides: Se caracteriza por ideas delirantes, de persecución, grandeza y celo típicos. Este tipo de personalidad es defensiva, rígida, desconfiada y egocéntrica, tiende a aislarse y tiende a ser violentamente antisocial y suele iniciarse en la mitad o final de la vida.
*Esquizofrenia: Es un grupo de trastornos graves que se caracterizan por perturbaciones del pensamiento, la percepción y la emoción, unidas a un sentimiento perturbado sobre uno mismo y la pérdida del sentido de la realidad, hay una disociación entre las cogniciones y las emociones.
Estos trastornos paralizan el desarrollo humano en la juventud y suelen conducir al encierro en un mundo autístico, amenazado por el delirio, la alucinación y el temor por enfrentarse con la vida y con las personas. Hay una incapacidad del individuo para conseguir o mantener la integridad de su personalidad y para arrastrar los problemas insalubres que plantea la vida; lo que induce al enfermo a encerrarse en si mismo y tratar de resolver sus conflictos, rompiendo con las normas mentales, sociales y retrocediendo a un estado de su infancia regido por la fantasía y en el que no se distinguía claramente a sí mismo.
Tipos de esquizofrenia:
*Esquizofrenia Catatónica: Comienza de modo repentino, radica en la violenta excitación motora o en la completa rigidez del enfermo. Presenta alternancia de fases de extrema agitación y de inmovilidad total.
*Esquizofrenia Simple: Hay desinterés creciente y una progresiva degradación de la conducta, unidas a una indiferencia total respecto de cualquier pauta de vida.*Esquizofrenia Hebe frénica: Hay delirio y alucinaciones incoherentes e insolubles, el lenguaje suele fragmentarse y hacerse incomprensibles, utilizándose procesos verbales complejos.
*Esquizofrenia paranoide: El pensamiento y la conducta son delirantes, de índole persecutoria, y sometidos a una acción exterior unida a alucinaciones auditivas.*Demencia: Es un déficit intelectual adquirido, intenso e irreversible. Pertenece a la sicopatología de la inteligencia.
Su causa inmediata es una lesión orgánica más o menos difusa de la corteza cerebral y, en casos raros, una lesión del tálamo óptico. Los procesos cerebrales responsables de la mayor parte de las demencias son: las parálisis generales, tumores de localización pre frontal y tálomica, ciertas epilepsias, como las enfermedades preseniles de Pich y Alzheimer, la ostereoclorosis, la involución senil y la corea de Huntington. Otras demencias de aparición mucho menos frecuente a las anteriores, se deben a ciertas endocrinopatías y las encefalopatías residuales traumáticas, tóxicas o infecciosas.
Psicosis maniaco-depresiva:
Se caracteriza por fases de depresión y manía, aunque también puede presentarse una de estas fases en forma predominante y aislada.
La manía se centra en forma a tres estructuras: el pensamiento, la afectividad y la psicomotricidad; la alteración es de sentido inverso en ambas fases. En la fase depresiva hay alegría, fuga de ideas y exaltación psicomotora. Estos tres síntomas son revelados por la actitud del paciente y se manifiestan en las funciones psíquicas, en la conducta y forma de vivir del mismo.
El enfermo es alegre, jovial e ingenioso, muy activo para emprender cualquier tipo de tareas, tomar decisiones y expresarse. Cuando la manía llega a su máxima exaltación aparecen graves síntomas psicopatológicos y trastornos de conducta.En la hipomaníacas la manía se torna en una exaltación del ánimo, pero con irritación, dando lugar a trastornos de sociabilidad y a agresiones de palabra o de hecho. Estas personas dejan las actividades que han comenzado al poco tiempo y suelen ser desaseadas en lo personal y respecto de lo que las rodea.Puede haber ansiedad, ideas de grandeza grotesca, graves trastornos de conducta y, debido a la exaltación de la libido pueden llegar a cometer delitos sexuales.
El termino depresión toma distintas significaciones radicalmente diferentes, en función de la cultura en que se da la depresión está relacionada con las presiones presentes en determinadas culturas, sobre todo en la infancia en sus periodos críticos.
Ciertas pautas de crianza familiar que "protegen" al niño contra el riesgo de la depresión. El peligro de depresión ocasionado por muertes u otras pérdidas, puede ser reducido mediante determinados rituales de duelo y salidas de agresividad.
La depresión se refiere a una situación psíquica morbosa en la que se altera fundamentalmente el estado de ánimo, en el sentido de una disminución del mismo, y en el que la sintomatología se centra sobre la vivencia de la tristeza y la inhibición psíquica. Esta denominación ha ido adquiriendo más usos y prácticamente ha sustituido al clásico de melancolía, a pesar de que algunas escuelas mantienen la independencia psiquiátrica de ambos términos. La depresión psíquica constituye un síndrome muy frecuente en psiquiatría y prácticamente puede aparecer en todas las enfermedades mentales.En síntesis, la depresión es un trastorno mental caracterizado por sentimientos de inutilidad, culpa, tristeza, indefinición y desesperanza profunda. La depresión patológica está determinada por una tristeza sin razón aparente que la justifique y además, grave y persistente. Puede aparecer acompañada de varios síntomas concomitantes, incluidas las perturbaciones del sueño y de la comida, la pérdida de iniciativa, el auto castigo, el abandono, la inactividad y la incapacidad para el placer, incapacidad para concentrarse o tomar decisiones, energía decaída, sentimientos de inutilidad, culpa y desesperación, desprecio de uno mismo, disminución del interés sexual, ideas recurrentes de suicidio, muerte, ataques de llanto. Afecta a hombres y mujeres, y las personas en ciertos períodos del ciclo vital parecen ser las más afectadas.
La Depresión Como Emoción Normal
La depresión es una emoción común, se trata de un sentimiento de desagrado, acompañado por condiciones somáticas, como envenenamiento, paréntesis dermáticas, alteraciones en el tono muscular y transpiración. La persona deprimida camina con la cabeza gacha, las piernas dobladas, con movimientos lentos, es débil, etc.
Pero, sobre todo, en el plano mental, las características de la depresión son más específicas. La ansiedad se caracteriza por el temor al peligro, va acompañada de un sentimiento de que el suceso peligroso, ya se ha dado y de que no está sufriendo el mal temido. En condiciones "normales", la depresión es una reacción provocada por procesos psicológicos como evaluaciones y estimaciones a nivel cognitivo.
En el proceso de depresión intervienen factores cognitivos y sociales. Por su condición desagradable, la depresión parece tener una función: la de eliminación a sí mismo. Pero será así si la persona se ve obligada a reorganizar sus pensamientos y buscar nuevas ideas para reconstruir su vida. Sobre todo, organizará las ideas referentes a la persona perdida de modo que ésta no aparezca como indispensable.
La Depresión Como Emoción Anormal
Una depresión es anormal cuando no guarda proposición con el suceso (o sucesos) antecedentes que lo han provocado; cuando es excesiva con respecto a la causa o factor precipitante conocida; cuando se produce en sustitución de otra emoción más adecuada.
Para explicar esta depresión tenemos factores psicológicos y constitutivos. Estos factores están conectados con la depresión durante la psicosis maniaco-depresiva. La depresión no reorganiza las ideas sino que piensa los procesos de pensamiento portadores del dolor mental. Aparentemente funciona un mecanismo de adaptación que reduce la cantidad de pensamiento con el fin de disminuir el dolor, dejando en algunos casos solo pensamientos vagos y generales acompañados por un sentimiento de melancolía. La paralización de los pensamientos dolorosos es un mecanismo que se destruye a sí mismo, empeorando la situación general.
Mecanismos Psicodinámicos De La Depresión
Hay elementos o factores hereditarios y otros vivénciales que desencadenan procesos psicodinámicos que determinan los trastornos depresivos. Los mecanismos psicodinámicos se aplican principalmente a las depresiones de la psicosis maniaco-depresiva, depresión psicótica y melancolía de la involución. Abraham, discípulo de Freud, aplico los principios psicoanalíticos a la psicosis maniaco-depresiva mediante la comparación de la depresión anormal con la tristeza normal. Ambas condiciones son provocadas a veces por una perdida; la persona normal piensa en el ser perdido, mientras que el paciente depresivo se siente dominado por sentimientos de culpa. La hostilidad que se sentía hacia el objeto perdido se dirige hacia él mismo. Abraham presuponía una represión a un estado pre genital ambivalente de relación hacia el objeto, lo que es igual a volver al estado anal sádico. Freud aceptó esta idea de la existencia de una relación entre la aflicción y la melancolía, y observo que en la primera el objeto se siente perdido por la mente, mientras que en la segunda se da la perdida interna, porque la persona desaparecida ha sido incorporada. El sadismo existente en esta relación se dirige hacia el objeto de amor incorporado.Radó insinuó que la melancolía representa una búsqueda desesperada de amor.
El yo se castiga en prevención del castigo paterno. Klein considero a una actitud depresiva un acontecimiento normal en la vida de un niño hacia los 6 meses, la época del destete. La madre ha sido vista por el niño como 2 personas, buena o mala. El niño teme que sus impulsos agresivos instintivos destruyan el objeto bueno e interpreta la perdida del pecho y su leche como el resultado de esos impulsos agresivos. La incapacidad de resolver esta "actitud depresiva" puede conducir a una posterior depresión patológica.
Arieti observó que en los primeros años de vida de las personas propensas a la depresión psicótica hay fase de intensa gratificación de las necesidades. La madre se siente movida por un sentimiento de deber, al tener al niño y quererlo. Esto hace que el niño sea muy receptivo con respecto a los otros, a introyectarlos y, más tarde, a ser introvertido y conformista.
A los 2 o 3 años la madre le presta menos atención que antes al niño, inculcándole más responsabilidades, un sentimiento de deber y obligación. En este cambio el niño puede sufrir un trauma. Trata de hallar soluciones o seudosoluciones, utilizando dos mecanismos: el primero es hacerse más infantil, dependiente, agresivo, por lo que el adulto que lo rodea debe crearle la atmósfera de la primera infancia y felicidad; el otro es tratar de vivir de acuerdo con lo que la madre espera de él, así mediante la obediencia recuperará el primer amor y la primera felicidad.Más tarde se descubre que estos mecanismos no funcionan.
Por muy obediente o agresivo que se vuelva no recupera la primera felicidad, esto provoca sentimientos depresivos. Con algunos años más, la sintomatología de la depresión reproduce aquel primer trauma. Interpreta la pérdida de un objeto querido como si se debiese a él mismo. Esta pérdida puede ser la muerte de alguien querido como el fracaso de una interrelación personal o la desilusión con respecto a una institución u obra a lo que se había entregado la vida. En ocasiones la pérdida es más difícil de evaluar, pueden ser cosas abstractas, tales como ideales, el sentido de la vida y el valor de uno mismo como persona.
Factores etipatogénicos y teoría de la enfermedad. Aunque se desconoce la causa de la locura maníaco- depresiva, existen una serie de hechos altamente significativos
La herencia juega un papel indudable en esta enfermedad alrededor del 60% de los casos tiene una carga hereditaria. La auténtica psicosis circular (depresión y manía) está más condicionada genéticamente (alrededor del 70%). La depresión simple o periódica tiene una carga hereditaria de alrededor del 40%.En íntima relación con la herencia, está la hipótesis constitucional. Kretschmer ha llamado la atención sobre la preponderancia del hábito pícnico y el temperamento ciclotímico en estos pacientes y es evidente que tales sujetos predominan entre los deprimidos.
Se han aducido otros factores biológicos, bioquímicos y neurofisiológicos, pero estos no pasan de ser meras hipótesis. Debe existir indudablemente una alteración científica, ya que en esta Enfermedad aparecen una serie de alteraciones de mecanismos biológicos regidos por este centro. Una cuestión muy debatida reside en la aceptación o no de factores psicológicos y ambientales, como agentes causales de esta enfermedad. La mayoría de los autores piensa que en las depresiones endógenas y las psicorreactivas, estos factores sólo tienen un papel desencadenante.
En conjunto, parece ser que el desencadenamiento psicológico de una fase depresiva es más significativo para las primeras fases que para las otras, que suelen aparecer automáticamente.
Debe restablecerse una línea continua desde el paciente en que la depresión es exclusivamente endógena, hasta la típicamente reactiva, y la significación del factor desencadenante hay que valorarla en relación con la importancia que éste tenga vivencialmente y en relación con las características esenciales de la personalidad: situación biográfica en el momento de la aparición de la fase y otras variables.
Fases de la depresión.
La enfermedad cursa con fases (períodos recortados), que al ceder no dejan efecto psíquico alguno. Estas fases duran por términos medios de 6 a 12 meses.En la descripción clásica, el curso de la enfermedad va alternando períodos de depresión con fases de manía ("locura maníaco- depresiva"), pero son más numerosos los pacientes que sólo tienen fases de depresión.Estas fases suelen aparecer en las mujeres alrededor de los 25 y 40 años, en períodos de desequilibrio hormonal (parto, lactancia, menopausia), en los varones, la distribución por edades no es tan característica.
La duración de la fase varía según se refiere a la primera o a las siguientes. En conjunto se aprecia que la duración suele aumentar en cada crisis, y además suelen ser más prolongadas a parir de los 50 años de edad.
En las ínter crisis, el paciente se encuentra totalmente libre de síntomas. La duración de estos períodos varía según se refiere al primer brote o a los siguientes. En conjunto se aprecia una tendencia a ir acortándose los períodos de ínter crisis.
Todos estos datos sólo pueden tomarse como una estimación estadística, ya que la variación de un paciente a otro es grande. Es característico de esta enfermedad su buen pronóstico (las enfermedades son recortadas y dejan al paciente "limpio" de síntomas), pero en algunos hay una tendencia la cronicidad, especialmente en los pacientes avanzados. Muy característico es el cambio de sintomatología a lo largo del día y es usual que ésta sea mucho más intensa en las primeras horas del día que en el resto.
En algunos pacientes las fases no son típicas, en el sentido de mezclarse síntomas de depresión con otros de manía (depresión agitada y manía estuporosa, etc.).
Grupos de depresiones según kraepelin.
1º Grupo: Retardación simple: En la forma simple de depresión, hay ausencia de alucinaciones y delirios importantes. Comienza de modo gradual, se hace difícil pensar, la toma de decisiones y la expresión se tornan dificultosas al igual que el seguimiento de una idea tanto en la lectura como en el habla). El interés por lo que rodea al sujeto desaparece. Muestran carencias de ideas y pobreza de pensamiento, la memoria disminuye, su apariencia es indolente y explican que se sienten cansados y exhaustos.
En cuanto a lo emocional puede verse una depresión uniforme. El paciente es pesimista en cuanto a la visión de la vida, no logra adaptarse al medio, siente fracaso en su profesión, pierde la fe en la religión, frecuentemente expresan la idea de suicidarse, aunque raramente intentan esta acción. Son conscientes de su estado mental deteriorado.
2º Grupo: Caracterizado por alucinaciones, diversas ideas de persecución y auto acusación; El retardo psicomotriz y dificultad de pensamiento y estado emocional de tristeza; también son comunes las ideas hipocondríacas. El comienzo de esta forma es agudo o subagudo y sobreviene, generalmente, de un período de alegría y gran animación. También, en algunos casos, puede aparecer tras una enfermedad aguda o shock mental.
Síntomas físicos: "atontamiento", sensación de "pesadez "en el pecho, palpitaciones, apetito escaso, la lengua sucia, estreñimiento, sueño ente cortado y alterado por sueños con ansiedad, ausencia de brillo en los ojos, piel macilenta y sin firmeza. Tiene una duración de 8 a 18 meses.
3º Grupo: Estado de estupor: Se caracteriza por numerosas ideas delirantes, incoherentes (semejantes a los sueños) y alucinaciones. Además hay un elevado obnubila miento de la conciencia.
Depresiones Reactivas, Psicógenas Y Endógenas Las emociones anímicas graves que se presentan de una sola vez y que en su profundidad morbosas representan reacciones vivénciales anormales, se designan con el nombre de depresiones reactivas. Con frecuencia, no es el suceso en sí mismo lo más importante, sino el grado de sensibilidad de la personalidad frente a él. En estos casos es más adecuado hablar de depresión psicógena. Las depresiones reactivas suelen remitir en un lapso de tiempo relativamente corto o, al menos, pasar a grados normales de distimia triste. Las distimias son anormales cuando afectan al hombre a tal grado que resiente todo su concepto de la vida. Entonces, se abriga el deseo de que la vida termine y el suicidio o su intento, son consecuencia de esa forma psicológica.
En tales reacciones, a menudo, se trata de individuos cuyo estado de ánimo es débil por naturaleza. Entonces, si la reacción de suicidio no es inmediata se inicia prontamente la mejoría y ya no suele haber peligro.
Los enfermos con depresión reactiva que ingresan en una clínica por intento de suicidio, generalmente, recuperan su concepto normal de vida en pocos días, puede surgir una esperanza después de la grave desilusión.
En el caso de las depresiones endógenas, se diferencian de las reactivas no sólo por su origen y curso, sino también por su cuadro patológico. Incluso cuando la depresión reactiva ensombrece la vida.
Nunca afecta a toda la personalidad; y cuando los pacientes piensan o hablan de ella se incrementa la depresión. Si n embargo, cuando se consigue darle un giro a la conversación, sustrayendo su atención de la vivencia, se liberan de ello por completo. Entonces se reconoce que no enfermó la personalidad como tal, sino que sólo reaccionó patológicamente.
En las depresiones reactivas intensas puede ocurrir que la vivencia perturbadora, con su tono afectivo intenso, actúe fuertemente durante un breve período de tiempo y que fracasen luego todos los intentos para suprimirla.
Cuadro clínico de las depresiones.
Depresión reactiva o psiconeurótica:
Sentimientos suaves de desaliento, culpa, menosprecio;
Lentitud y reducción atenuadas de la espontaneidad y ausencia de preocupaciones hipocondrías;
Inmediatamente después de un acontecimiento trágico o desagradable;
No son endógenas, sino que es una reacción a factores externos;
el paciente no la acepta como un estado de vida;
Tipo depresivo de la psicosis maníaco depresiva:
Triada de síntomas: sufrimiento penetrante de melancolía (A), procesos mentases desordenados, lentos y de contenido poco normal (B) y lentitud psicomotora (C);
Ocurre más en las mujeres;
Es periódico y no constante;
Los intervalos de depresión están separados por intervalos de normalidad.
(A)- Sentimiento de melancolía: la aparición de este sentimiento suele ser aguda y espectacular, y en algunos casos lenta y solapada; en lugar de aparecer luego de un tiempo de transcurrido el suceso trágico, se agudiza, hasta en algunos casos surgen ideas de suicidio.
(B)- Procesos mentales desordenados: corresponde al contenido y tipo de la actividad mental; ha poca variedad de pensamientos y sólo escoge los negativos, desagradables con el fin de prolongar la melancolía en sí mismo; aparecen ideas de culpa, pecado y condenación externa.
(C)- Lentitud psicomotora: hay una hipo actividad, la conversación se reduce al mínimo, se descuida la imagen del paciente; cuando se llega al estupor no puede moverse.
Episodios maníacos: estado de euforia, desorden en el proceso mental con revuelo de ideas y satisfacción agradable y aumento de la movilidad; son menos frecuentes que los ataques depresivos.
Disfunciones somáticas: pérdida del sueño, apetito, peso, deseo sexual y menos secreción de glándulas parótidas (saliva).
Depresión psicótica:
No va acompañada de ataques maníacos;
No se diferencia de la psicosis maníaco- depresiva;
Melancolía de involución (psicosis de involución, tipo melancólico):
Se da más en las mujeres;
Sentimiento de depresión en la edad involutiva;
Iguales características de la psicosis maníaco- depresiva;
Otros tipos de depresión
Senil (en la vejez);
Esquizofrénica (aparece con la esquizofrenia);
Psicosis esquizoafectiva (combina características esquizofrénicas y maníaco- depresivas).
Síndrome de Cotard (depresión más estado alucinatorio de negación);
Depresión analítica (los niños separados de sus madres por tres meses sufren un sentimiento de privación).
Tipos de depresión.
Trastornos depresivos primarios:
Se subdividen en dos grandes grupos:
*Trastorno depresivo mayor: Se caracteriza por la presencia de uno o más episodios depresivos mayores, el cual abarca 5 o más de los siguientes síntomas:
Estado de ánimo depresivo la mayor parte del día.
Disminución importante del interés o de la capacidad para el placer (disfrutar la vida) en todas, o casi todas las actividades.
Pérdida o aumento significativo de peso o del apetito.
Insomnio o hipersomnia (sueño durante todo el día)
Agitación o retardación psicomotora.
Fatiga o pérdida de la energía. Sentimiento de inutilidad o de culpas excesivas. o inapropiadas.
Disminución de la autoestima y confianza en sí mismo.
Disminución de la capacidad para pensar, tomar decisiones o concentrarse.
Visión pesimista, poco promisoria del futuro.
Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio.
Estos síntomas persisten, por lo menos, 2 semanas, alterando la vida social, familiar, laboral, etc. Si estos episodios se repiten, suele haber un intervalo libre de síntomas entre uno y otro.
En la forma melancólica de la depresión mayor se incluyen los siguientes síntomas típicos:
Falta de reactividad a los estímulos placenteros.
Una cualidad distinta del estado de ánimo depresivo.
La depresión es mayor en la mañana, mejorando el estado de ánimo al anochecer.
Despertar precoz y angustiante.
Distimia: Presenta síntomas similares a la depresión mayor, pero se diferencian entre sí respecto de:
Tipo de evolución: El estado de ánimo depresivo es crónico y dura, por lo menos, 2 años.
Severidad de los síntomas: Los mismos suelen ser leves o moderados, sin una alteración significativa de las relaciones sociales, familiares y laborales del individuo.
Trastornos depresivos secundarios:
Comprenden:*Depresión debido a sustancias: sus causantes son:
píldoras antidepresivas
analgésicos
antibacterianas
antihipertensivos
hormonas esteroides
cocaína
anfetaminas
alcohol en altas dosis.
*Depresión debido a enfermedad o condición médica: sus causantes son:
posparto
alteraciones neurológicas
alteraciones hormonales
infecciones
cáncer
anemia
déficit de vitaminas
*Depresión secundaria a otros trastorno mentales: sus causantes son:
trastorno de pánico
trastorno obsesivo-compulsivo
trastorno por estrés postraumático
trastorno sicóticos
fase de agotamiento del estrés
*Depresión por duelo: Como reacción normal ante la muerte de un ser querido, si se produce durante un periodo de tiempo prolongado, acompañado por un sentimiento de inutilidad, deterioro marcado del funcionamiento y retardo psicomotor grave, pueden significar un trastorno afectivo importante.
*Depresión en la infancia. Se manifiesta a través de cambios de conducta y en los aprendizajes.
Factores psicológicos influyentes en el suicidio.
Incluyen no solo la personalidad y las constelaciones psicosomáticas del individuo, sino también las motivaciones de su comportamiento suicida. Las motivaciones interpersonales se producen cuando el suicida trata de provocar una acción por parte de otras personas y un cambio de actitud o sentimiento de las mismas, o ambas cosas a la vez.
Por lo tanto se considera al comportamiento suicida como medio de influencia, persuasión, cambios, etc. sentimiento o conducta de otro que suele ser alguien con una estrecha relación con el suicida como por ejemplo miembro de su familia, A veces, puede ocurrir que el objeto de esa conducta sea más general e incluso puede ser la misma sociedad.
Se pueden hallar motivaciones para el suicidio entre personas de todas las sociedades, aunque predominan en personas jóvenes y de mediana edad. Su estado emocional es de dependencia, falta de madurez, impulsividad, etc. Con su conducta suicida expresan rabia o sus sentimientos de repulsión para forzar un cambio en la persona que los rechaza o le provoca sentimientos de culpa. Este comportamiento es de características verbales.
Es menos frecuente la explicación o la necesidad de expresar el remordimiento que la persona siente por haber hecho algo en sus relaciones con otros, y con respecto a la muerte, no obstante su comportamiento suicida por lo general la persona no quiere morir.
La acción suicida del individuo quiere dar a entender las presiones y tensiones interiores y satisfacer necesidades internas (lo típico es que esto ocurra después de haber sufrido la pérdida de un ser querido, o que se sienta incapaz de hacer trabajo alguno). Su estado anímico de depresión, retraimiento, agotamiento físico y emocional; puede presentarse como necesidad de explicación y penitencia por su sentimiento de culpa.
Hay casos de suicidas que es difícil distinguir si predominan motivaciones interpersonales o intrapersonales. Parece ser que ambas actúan de igual forma, pero no con la misma fuerza en los diferentes momentos. Muchas veces se observan síntomas de dependencia frustrada, hostilidad y agresividad; tal vez por la repulsión sentida o masoquismo, así como el elemento de ordalía que es visible en gran ambivalencia, en cuanto a morir y en la fuerte tendencia a entregar la propia fuerza al destino.
La agresión es una conducta cuya finalidad es causar daño a un objeto o persona. La conducta opresiva en el ser humano, puede interpretarse como una manifestación de un sentimiento o pulsión de destrucción, como reacción que aparece ante cualquier tipo de frustración o como respuesta aprendida ante situaciones determinadas..
Según Freud la agresión es una "reacción primordial "del ser humano, entre su imposibilidad de evitar el dolor o buscar el placer. Posteriormente, sus investigaciones lo llevaron a la conclusión de que en todo individuo existe un instinto innato de destrucción y de muerte.
Para otros psicólogos, la conducta agresiva se encuentra vinculada a la frustración. Dollard desarrolló la hipótesis de que la intensidad de la agresión es inversamente proporcional a la intensidad de la frustración que para él es una interferencia q incide a llevar a cabo una respuesta de acercamiento al objetivo de un determinado momento.
Actualmente se postula que la frustración origina un estado emocional que "predispone" a actuar de forma agresiva, pero solo en determinadas condiciones y en personas propensas.
El aprendizaje juega un papel fundamental en la conducta agresiva. Seres humanos y animales pueden aprender a evitar reaccionar de forma agresiva ante situaciones que originan una respuesta hostil, y pueden de forma paralela actuar de manera agresiva frente a situaciones que no provocan violencia.
«También hay datos que indican que las noticias de suicidios aparecidas en los medios de comunicación pueden llevar a algunos a emular esos actos. Por ello, instamos a los medios de comunicación a demostrar sensibilidad a la hora de informar sobre esas muertes trágicas y a menudo evitables», ha declarado el Dr. Saraceno. «Los medios de comunicación también pueden contribuir de forma destacada a reducir el estigma y la discriminación asociados a los comportamientos suicidas y los trastornos mentales.» La influencia de los medios de comunicación en el suicidio.
Los medios de comunicación forman una parte sumamente importante en la recepción de información y de datos q constituyen nuestro bagaje cultural. Los medios masivos, influyen en su comportamiento y en sus actitudes ante la vida misma. Lo ayudan a tomar decisiones y lo pueden empujar a determinar sus pautas de comportamiento a través de estereotipos o por la información que se le proporciona al individuo..
Un caso muy común es la gran influencia que ejercen los noticieros y este medio de comunicación masivo por excelencia y por presentar una imagen del mundo deteriorada y muchas veces de modo morboso, solo para atraer la atención del público.Cabe mencionar que el resultado del proceso de emisor, receptor y o retroalimentación, que ejercen os medios masivos en los individuos, actúan como refuerzo de las actitudes en el ser humano, haciendo que estos sean positivos o negativos en su desarrollo social.
Un suicida puede llegar a tener gran influencia por parte de los medios al orillarlo a la depresión, al temor, la angustia, la agonía y hasta la imitación de estereotipos que por estar en la televisión pueden ser un ejemplo a seguir para los televidentes.
Características del suicidio.
El comportamiento de la actividad suicida, comprende la autodestrucción total (muerte), la autodestrucción (no muerte), la mutilación y otras acciones dolorosas y no dolorosas, las amenazas, indicaciones verbales de las intenciones de destruirse, depresión e infidelidad y pensamientos de separación, partida, ausencia, consuelo y alivio.
Clínicamente una vez que se han roto las defensas psicológicas, es mayor la posibilidad de que la persona se deje vencer por la tensión emocional cuando esta aparece. El comportamiento es más grave debido a sentimientos de culpa o porque es necesario poder comunicar algo con impacto equivalente.Normalmente una persona suicida se descubre a si misma comunicando su tendencia a través del comportamiento, o verbalmente antes de que se produzca un acto específico.
El suicida típico presenta un deseo de morir y vivir a la vez; desesperación, impotencia e imposibilidad de hacer frente a los problemas, agotamiento físico o psicológico, ansiedad, tensión, depresión, rabia, culpa, caos y desorganización, estados de ánimo cambiantes, reducción del cognitivo, pérdida del interés por actividades normales, malestar físico, etc.
En los sentimientos de culpabilidad existe una imagen negativa de si mismo, actitudes y expectativas negativas frente al medio ambiente, al futuro y así mismo, desamparo y desesperanza.
Existe también una pasividad, una falta de iniciativa o pérdida de interés de objetos y planes de acción. Hay una paralización de la voluntad.En el comportamiento suicida, se observa una pérdida del libido, trastornos de sueño, pérdida del apetito y molestias psicosomáticas.
Se desconocen cuáles son los síntomas fundamentales. Esta determinación depende en cada caso de la teoría y de las experiencias correspondientes de los investigados y prácticos clínicos, pero al parecer son básicos el abatimiento y la incapacidad de alegrarse o de anticipar alegría.
Tipos de suicidio
1. Suicidio egoísta:
En los países de religión puramente católica el suicidio está poco desarrollado, pero en los países protestantes llega a su máxima expresión. Entonces, es válido atribuir a la diferencia de cultos los diferentes puntos de vista sobre el tema.En lo que concierne a los judíos el Número de suicidios es menos que en la comunidad protestante y en la católica. Concebimos que los católicos deben ejercer sobre si mismos un control severo y sujetarse a una disciplina rigurosa para "para mantenerse". Además están obligadas a mantener una "moralidad más alta" porque mediante la moral justifican la tolerancia.
No obstante, tanto en la sociedad católica como en la protestante el suicidio está prohibido y condenado, lo sancionan penas morales severas y enseñan que después de la muerte comienza una nueva vida en que el hombre será castigado por sus malas acciones. Cabe destacar que en ambos casos, el suicidio es considerado como la peor de la acciones.
Podemos encontrar la respuesta al interrogante de que por qué en una religión divisamos mayor número de suicidas que en la otra, partiendo de la base que en el protestantismo se admite un libre examen en mayor proporción que en catolicismo.
En el catolicismo todo lo que salga de lo común, la variable, causa horror, el protestante es más autor de su creencia. Entonces factiblemente la inclinación del protestantismo hacia el suicidio está relacionado con este" espíritu de libre examen" que motiva a esta religión, y este libre examen se debe a que esta religión se tiene en cuenta (más que en catolicismo) el pensamiento individual , debido a que contiene menos creencias y prácticas comunes. Además el protestantismo tiene una consideración menos que el catolicismo no están unidos entre si.La inclinación al suicidio se agravia de debido a un debilitamiento de las creencias tradicionales y al estado de individualismo moral resultante de ello, este desaparece respondiendo a la instrucción a otras necesidades.
El hombre busca instruirse, cuando su doctrina religiosa no responde a esta necesidad, por haber perdido cohesión, se mata.
En la religión se protege al hombre contra el deseo de destruirse porque forma parte de una comunidad, de una sociedad, no porque se predique el respeto de su persona.La sociedad en este caso religioso, está constituida por un conjunto de creencias y prácticas comunes a sus fieles. Este conjunto es tradicional y, por lo tanto, obligatorio. Mientras más numeroso y fuerte sea, mayor capacidad preservadora y de integración logrará una sociedad.
2. Suicidio egoísta en la familia.
En el suicidio puede observarse un acto de desesperación, determinado por las dificultades de la existencia. El matrimonio conlleva una serie de dificultades y responsabilidades. Por esta razón, en épocas pasadas llegó a afirmarse que el matrimonio y la vida familiar multiplicaban las probabilidades de suicidio. Veremos a continuación que esta afirmación resulta falsa.
Una gran mayoría de los solteros son menores de 16 años y los casados sobrepasan este promedio de edad. En el primer caso la tendencia al suicidio es menor por el hecho de atravesar este periodo evolutivo ausente de grandes y numerosas preocupaciones (infancia). Entonces, la atenuación en cuanto al número de suicidas se debe a la edad y no al celibato.
Es más, el estado matrimonial disminuye casi a la mitad el peligro de suicidio. Esto se debe a la existencia de la influencia familiar. En cuanto a los viudos, podemos destacar que el número de suicidios es mayor que en cualquier otra clase de población. De aquí se parte para considerar a la viudez como la más desgraciada de todas las formas de suicidio.
Los matrimonios demasiados precoces ejercen una influencia negativa sobre el suicidio: los matrimonios prematuros determinan un estado moral de acción nociva.
A partir de los 20 años las personas casadas, corren un riesgo menor ante el peligro de suicidio: Esta inmunidad se debe a una de las siguientes causas:
La acción de la familia, que neutraliza la acción o inclinación al suicidio, o bien, le impide manifestarse.
La selección matrimonial: Sólo son admitidos al acceso a la vida familiar aquellos que ofrecen serias garantías de salud, tanto física como moral.
En cuanto a la viudez podemos destacar que los hijos "atan" a la vida a su padre o madre, pero a la vez hacen más profunda la etapa de crisis por la que este/a está atravesando. La familia, que antes funcionaba como un "sistema de organizador" del todo, ahora está "desconcertada" por la falta de una pieza elemental.
Mientras más fuertemente esté constituida una familia, ejerce una preservación "poderosa" frente al suicidio.
3. Suicidio egoísta en la sociedad.
Está comprobado a través de la historia, que el suicidio es poco frecuente en aquellas sociedades que se encuentran en proceso de evolución y de concentración. Contrariamente, se multiplican en aquellas en etapa de desintegración. Pero cabe destacar que no todas las crisis políticas o nacionales inducen al suicidio, sólo influyen en esta decisión aquellas en que existan las pasiones.Las conmociones sociales, las grandes guerras populares, etc. generan y avivan el sentimiento colectivo, concentran las actitudes de una sociedad hacia un mismo fin, determinando así una integración social más fuerte. Por esta razón el individuo piensa menos en sí mismo y más en el objetivo común que se desea alcanzar.
El suicidio varía en forma inversa según el grado de integración
Religioso
Doméstico o familiar
Político o social
La sociedad se desintegra en la medida en que el individuo se desprende de la vida social, pretendiendo imponer su personalidad sobre la personalidad colectiva.
Se llama egoísmo al estado en el que el yo, individual se afirma con exceso sobre el yo social. Por esta razón se denomina "egoísta" al tipo particular de suicidio que resulta de una individualización desmesurada.
El resultado que se obtiene del individualismo excesivo es favorecer la acción de las causas del suicidio.
El sentimiento de inutilidad frente a la sociedad en que nos desarrollamos puede generar deseos, acciones suicidas "si la vida no vale la pena ser vivida, todo se convierte en un pretexto para deshacernos de ella.
En este tipo de suicidio, el egoísmo es la causa generadora
Es suicidio es excepcional en el niño y disminuye en el anciano debido a que tienen menos necesidades de completarse con algo exterior a ellos mismos, se bastan por si solos, por lo tanto están menos expuestos a carecer de lo necesario para vivir.
La mujer puede vivir aislada más fácilmente que el hombre, esto se debe a que ella tienen "menos vida común" que el hombre, entonces se "penetra" menos en la misma. La sociedad le resulta menos necesaria porque está menos "impregnada" de sociabilidad. Contrariamente, la estabilidad moral del hombre depende de más condiciones, por lo que es vulnerable con más facilidad.
4. Suicidio altruista
Así como una individualización excesiva conduce al suicidio, aquella persona que se encuentra demasiado ligada a la sociedad puede suicidarse también. Pero para que el individuo se sienta tan "insignificante" en la vida colectiva como para suicidarse, es necesario primero que el grupo lo "absorba", que forme una masa compacta y continua, todos sus integrantes (no son grupos numerosos) comporten todo, hasta la vida misma, ideas, ocupaciones, etc. En estos grupos, al poseer estas características resulta sumamente fácil y constante la "vigilancia colectiva". El individuo resulta ser distinto de sus compañeros, forma parte de un todo, sin valor por si mismo. Así su persona deja de tener valor. Para estas personas, los atentados que provienen de individuos particulares, resultan insignificantes; mientras que las exigencias colectivas resultan sumamente importantes, y por tanto, la sociedad le "exige" poner fin a su vida ante el menor motivo. En este tipo de suicidio, nos encontramos a una etapa previa a él caracterizada porque "el yo no se pertenece", se confunde con todo aquello externo a él. Cabe destacar que no todo suicidio altruista comprende algunas variedades, aunque en todas ellas el hombre se mata sin estar expresamente obligado a matarse. Para quienes practican este tipo de suicidio, la virtud máxima es no tener apego a la existencia, quien renuncia a ella sin que las circunstancias la soliciten es la persona más virtuosa. Así podemos divisar una primacía social al suicidio, que se ve alentado. El individuo se sacrifica únicamente por el placer del sacrificio. El sujeto aspira a despegarse de su ser personal para "lanzarse" a otra cosa que es considerada como su verdadera existencia y su existencia propia.La naturaleza del suicidio altruista proviene de la "esperanza", pues responde a la expectativa de que más allá de esta vida hay mejores perspectivas. Además, implica el entusiasmo y una fe impaciente en su satisfacción mediante actos de gran energía.
Suicidio altruista:
Obligatorio
Facultativo
Agudo
Estima en modo todo aquello que interesa sólo al individuo.
5. Suicidio anómico
La sociedad no sólo atrae hacia sí los sentimientos y la actividad de los individuos, sino que también es un poder que los regula. Esta regulación, mantiene una profunda relación con la tasa total de suicidios.
¿Las crisis económicas influyen de manera considerable al suicidio?
El infortunio económico no tiene la influencia agraviante que a veces se le ha atribuido. Las crisis financieras no conducen al suicidio por empobrecer a la gente, sino porque son crisis, rupturas del orden colectivo, del equilibrio que impulsan a la muerte voluntaria.
Una persona no puede vivir ni ser feliz si sus necesidades no son suficientemente proporcionadas a sus medios. La tendencia a la vida es el resultado a todas las demás tendencias y, consecuentemente, se debilita si las otras se relajan.En ninguna sociedad se ven igualmente satisfechos los grados de la jerarquía social. Sin embargo, la naturaleza humana es casi la misma en todos los ciudadanos. Esta naturaleza no es la que asigna un límite a las necesidades; por lo tanto cuando dependen exclusivamente del individuo, son ilimitadas.Debido a que nuestra necesidad es imposible contener desde afuera, se constituye para sí mismo como "una fuerte de tormentos", porque los deseos ilimitados son insaciables, no encuentran limitación, sobre pasando indefinidamente los medios de que disponen.
Este estado de indeterminación se relaciona primero con las exigencias de la vida física, Perseguir un fin inaccesible provoca un continuo y permanente estado de descontento, este fin puede sostenerse por un tiempo, pero al repetirse las decepciones causadas por la experiencia, se abandonará. Es imposible permanecer en un estado alcanzado por mucho tiempo, debido a que "mientras más tenemos, más deseamos poseer". Esto se debe a que las satisfacciones, más que calmar, estimulan las necesidades. En la búsqueda de estas satisfacciones siempre encontramos obstáculos y en la medida en que estos se ausenten, se estará unido a la vida mediante un hilo muy tenue que puede "cortarse" en cualquier momento.
Es necesario que, así como en el organismo regula las necesidades físicas, exista un "poder regulador" para las necesidades morales. Este poder no puede ser otra cosa que moral, por lo tanto, la conciencia es la única que puede proveer los medios para constituirlo. Los hombres consienten la limitación de sus deseos, debido a que no se consideran aptos para transgredir estos límites. Además, esta aceptación deviene de que esta limitación no se la dictan ellos mismos sino que proviene, es recibida de una autoridad que respetan y en algunos casos, veneran.
Es la sociedad, por mediación de sus integrantes, la que desempeña este papel moderador, ya que es el único "poder moral" superior al individuo y cuya superioridad es aceptada por este. Es la única "autorizada" para declarar el derecho y señalar a las pasiones su límite.
En consecuencia moral de las sociedades; sobre la cual se asientan el bienestar de los trabajadores, opiniones, ideas admitidas. Es bajo este contexto de que cada individuo fija el punto extremo hasta el cual pueden llegar sus ambiciones, y si posee una sana construcción moral, sabe que no es correcto exigir más allá de esos límites. De esta manera señala sus pasiones, objetivos y términos, pero esta determinación no es rígida ni absoluta.
La limitación relativa y la moderación resultante de ella, genera que los hombres "se sientan contentos con su suerte" y a la vez, los estimula a llevarla mejor a cabo. Este contentamiento genera un sentimiento de tranquilidad y actividad, un placer de ser y de vivir, constituyendo en estos signos, las características de la salud.
Aunque cada uno se sienta bien con su condición y no desee más de lo que puede legítimamente, no está "condenado" a una especie de inmovilidad, no obstante, aunque el nivel medio de necesidades esté regulado para cada condición por el consentimiento público, se hace necesaria otra reglamentación más precisa, cuya finalidad será fijar la forma en que las diferentes formas deben ser abiertas a las particularidades. Esta reglamentación se hace presente en todas las sociedades y varía acorde a los tipos y lugares, y es impuesta a los individuos por una autoridad por encima de ellos, por una autoridad colectiva.
Esta autoridad se establece a partir de sacrificios y concesiones hechas de unos por otros, en nombre del interés público. De todos modos, aún resulta necesaria una disciplina moral tendiente a que aquellos que han sido menos favorecidos por la naturaleza, acepten a la situación de inferioridad que deben al azar de su nacimiento.Normalmente, la mayoría de los sujetos, reconocen como equitativo el orden colectivo. Este orden colectivo está destinado a contener las pasiones individuales y responde a la obediencia y al respeto, y no al temor. El hombre se caracteriza por estar sometido a un freno moral y no físico, es decir, responde a una limitación social. Recibe su "ley" de una sociedad que siente como superior a la suya. Es la conciencia social. En el único caso en que la sociedad deja de ejercer su función de "conciencia moral", es cuando se encuentra perturbada debido a transformaciones demasiado repentinas.
En este momento es cuando se producen bruscos ascensos en el número de suicidios. Los casos de desastres económicos generan que algunos individuos, desciendan a una situación inferior a la que antes se encontraban. Por esta razón, deben reducir sus experiencias, restringir sus necesidades, aprender a contenerse, su educación moral debe rehacerse. En este momento se sienten "excluidos", la sociedad no puede en un instante plegarlos a esta nueva vida y enseñarles a ejercer sobre si mismos ese aumento de conciencia al que no estamos acostumbrados.
Si la crisis tiene por origen un brusco acrecentamiento de poderío y fortuna, como las condiciones de la vida cambian, se pretende mucho más. Las fuerzas sociales liberadas, no vuelven a encontrar equilibrio, su valor respectivo permanece indeterminado y consecuentemente por un tiempo habrá ausencia en la reglamentación, no se sabe que es lo justo y que lo injusto, que es lo legítimo y que no, etc.
El estado de irregularidad o anomia es reforzado por el hecho de que las pasiones son menos disciplinadas simultáneamente al momento en que tienen necesidad de una disciplina más fuerte. En este caso sus experiencias se tornan imposibles de resolver. Las ambiciones sobre excitadas van más allá de los límites permitidos, pues la presencia de estos no les son advertidos por nadie. Por esta rezón nada las socia, nada las satisface. Entonces la "lucha" se vuelve más violenta, Actualmente, esta lucha se encuentra presente en todas las clases, esto se debe a que ya no hay clasificación establecida.
La pobreza no protege contra el suicidio, porque es un freno por sí misma; los deseos están obligados a contar con los medios. Mientras menos uno posee, menos inclinaciones se vayan a extender sin límites el circuito de sus necesidades. La impotencia, el obligarnos a la moderación, nos ha situado a ella y, como la mediocridad es normal, nada viene excitar el deseo. En oposición, mientras menos limitado se encuentra uno, más "insoportable" parece la limitación.
El comportamiento suicida abarca las siguientes manifestaciones:
El deseo de morir. Representa la inconformidad e insatisfacción del sujeto con su modo de vivir en el momento presente y que puede manifestar en frases como: "la vida no merece la pena vivirla", "lo que quisiera es morirme", "para vivir de esta manera lo mejor es estar muerto" y otras expresiones similares.
La representación suicida. Constituida por imágenes mentales del suicidio del propio individuo, que también puede expresarse manifestando que se ha imaginado ahorcado o que se ha pensado ahorcado.
Las ideas suicidas. Consisten en pensamientos de terminar con la propia existencia y que pueden adoptar las siguientes formas de presentación:
Idea suicida sin un método específico, pues el sujeto tiene deseos de matarse pero al preguntarle cómo lo va a llevar a efecto, responde: "no sé cómo, pero lo voy a hacer".
Idea suicida con un método inespecífico o indeterminado en la que el individuo expone sus deseos de matarse y al preguntarle cómo ha de hacerlo, usualmente responde: "De cualquier forma, ahorcándome, quemándome, pegándome un balazo."
Idea suicida con un método específico no planificado, en la cual el sujeto desea suicidarse y ha elegido un método determinado para llevarlo a cabo, pero aún no ha ideado cuándo lo va a ejecutar, en qué preciso lugar, ni tampoco ha tenido en consideración las debidas precauciones que ha de tomar para no ser descubierto y cumplir con sus propósitos de autodestruirse.
El plan suicida o idea suicida planificada, en la que el individuo desea suicidarse, ha elegido un método habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser descubierto, los motivos que sustentan dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir.
La amenaza suicida. Consiste en la insinuación o afirmación verbal de las intenciones suicidas, expresada por lo general ante personas estrechamente vinculadas al sujeto y que harán lo posible por impedirlo. Debe considerarse como una petición de ayuda.
El gesto suicida. Es el ademán de realizar un acto suicida. Mientras la amenaza es verbal, el gesto suicida incluye el acto, que por lo general no conlleva lesiones de relevancia para el sujeto, pero que hay que considerar muy seriamente.
El intento suicida, también denominado para suicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace daño a sí mismo.
El suicidio frustrado. Es aquel acto suicida que, de no mediar situaciones fortuitas, no esperadas, casuales, hubiera terminado en la muerte.
El suicidio accidental. El realizado con un método del cual se desconocía su verdadero efecto o con un método conocido, pero que no se pensó que el desenlace fuera la muerte, no deseada por el sujeto al llevar a cabo el acto. También se incluyen los casos en los que no se previeron las complicaciones posibles, como sucede en la población penal, que se auto agrede sin propósitos de morir, pero las complicaciones derivadas del acto le privan de la vida (inyección de petróleo en la pared abdominal, introducción de alambres hasta el estómago o por la uretra, etc.).
Suicidio intencional. Es cualquier lesión auto infligida deliberadamente realizada por el sujeto con el propósito de morir y cuyo resultado es la muerte. En la actualidad aún se debate si es necesario que el individuo desee morir o no, pues en este último caso estaríamos ante un suicidio accidental, en el que no existen deseos de morir, aunque el resultado haya sido la muerte.
De todos los componentes del comportamiento suicida, los más frecuentes son las ideas suicidas, los intentos de suicidio y el suicidio consumado, sea accidental o intencional.
Las ideas suicidas son muy frecuentes en la adolescencia sin que ello constituya un peligro inminente para la vida, si no se planifica o se asocia a otros factores, llamados de riesgo, en cuyo caso adquieren carácter mórbido y pueden desembocar en la realización de un acto suicida.
El intento de suicidio es muy común entre los adolescentes con predisposición para esta conducta y se considera que por cada adolescente que comete suicidio, lo intentan cerca de trescientos.
Impacto del suicidio.
Psicología de los supervivientes.
El suicidio provoca diversos sentimientos y reacciones entre las personas estrechamente unidas con la víctima y un impacto al superviviente. Las reacciones de los cercanos pueden ser muy variadas: se pueden tratar de sentimientos profundos de pérdida, acompañados con gran tristeza, de rabia por sentir que lo hacen a uno responsable de lo sucedido o porque la víctima rechazó lo que se le ofrecía, culpa, vergüenza o confusión, acompañados de un sentimiento de responsabilidad por la muerte, sentimiento de fracaso e impotencia por ser incapaces de ofrecerle lo que el otro necesitaba, alivio por quedar libre de molestias y demandas insistentes de la víctima, el sentimiento de sentirse abandonado ambivalencia, reacciones de duda, obtención en negar que se ha dado el suicidio y posible en el superviviente.
Entre los que estaban más distantes en relación con la víctima se puede producir rabia, porque el suicida ha eludido sus responsabilidades sociales y morales o por verse acusados como responsables o por sentirse acusados por los no intereses en su prójimo; culpa por pensar que no se ha apreciado lo suficiente a la víctima, repulsión resultante de la elección del suicida de prescindir de ellas; desosiego por una vaga necesidad de auto examen para determinar lo que estaba errado o racionalizar malestar sentido y expulsarlo de si mismo.
Adolescencia, muerte, suicidio.
El abismo lógico entre la naturaleza y la convección es un principio fundamental en la ciencia moderna
(Popper, 1945)
Peters, (1958) destacó la importancia de las normas y su jerarquización en el comportamiento humano. Los fenómenos y manifestaciones naturales son moral y éticamente neutros, los generados por el cuerpo humano pueden ser susceptibles de ser estudiados por la neurología como ciencia del cerebro y son susceptibles de explicaciones causales; cuando las manifestaciones o fenómenos humanos tienen el sentido de signos son formas de comunicación y por lo tanto pertenecen al campo de la psiquiatría , psicología o sociología ; no siendo susceptibles de explicaciones causales. Las primeras son ética y moralmente neutras y las segundas no, pues emergen de un contexto de normas sociales determinado por una moral y una ética.
Afirma Szasz,(1961) …. Como enfocar de una vez por todas, la orientación de nuestra actividad: en función de "sustantivos y entidades" o en función de "procesos y actividades", desde hace mucho tiempo la física, la química y otras ciencias complementaron sus conceptualizaciones con teorías procesales, la psiquiatría aún no.
Siguiendo a Ortega (1995) La naturaleza de las cosas es preservar su identidad, permanecer en la dimensión espacio-tiempo; las cosas de la naturaleza son el cambio la transformación y el desarrollo, su característica está determinada por la flexibilidad que determina el proceso del destino, en síntesis permanecer cambiando.
"La juventud ama el lujo. Tiene malos modales, desprecia la autoridad, no tiene respeto a las personas de edad, habla cuando debería de trabajar, los jóvenes ya no se levantan cuando entran en la habitación personas de más edad, contradicen a sus padres, hablan sin conocimiento en la sociedad, devoran los alimentos, cruzan las piernas y tiranizan a sus padres.."
Aristóteles, (384-322 a C)
"…La petulancia sin límites de la juventud debe considerarse como una señal que está cerca el fin del mundo" Melanchthon (1997-1570)
"…La corrupción precoz de la juventud se ha convertido en una queja tan generalizada que parece necesario someter esta cuestión a debate público y plantear propuestas para mejorarla"
Loke (1960).
La adolescencia es un periodo del ciclo vital humano en que su característica definitoria es la transición: momento vital donde ya no se es niño pero se es niño, no se tienen los atributos del niño pero aún se tienen estos atributos, no se es adulto pero ya se es adulto y no se tienen las cosas del adulto pero ya se tienen algunas cosas del adulto.
Es algo así como el tiempo presente (muy significado en este periodo de la vida: vivir el presente), donde tiene algo de pasado pero no es el pasado y tiene algo del futuro pero no es aún el futuro, pero a la vez es todo lo que existe en un punto paradójico donde no existe nada.
La adolescencia es un emergente cultural moderno: "La adolescencia sólo es reconocida como una etapa diferenciada del desarrollo en la época actual, debido a que la coincidencia en los países más desarrollados de una educación más extensa y una maduración sexual temprana han dado lugar a una fase prolongada de madurez física asociada de manera equívoca con una dependencia económica y psicosocial" Rutter. La mezcla de una madurez física y una inmadurez psicosocial.
Para Marcelli y Braconnier, 1960 la esencia misma es la "crisis" en el proceso psíquico que todo adolescente atraviesa. Así mismo para Spranger presenta esta característica de proceso sin un estado fijo. Lo que siempre hay que tener presente es que si hay algo de específico en la adolescencia es que se trata de un "periodo cambiante", no sólo como un paso de la niñez a la adultez, sino como un período complejo y contradictorio en muchos aspectos, lo cual es válido tanto para el propio adolescente como para el adulto que lo observa, por lo que esta edad ha sido frecuentemente analizada, a partir de la noción de crisis. Una crisis de emancipación, una crisis en la sexualidad y una crisis de identidad.
Por su parte la familia es un organismo social vivo. Tiene su propio ciclo vital y en este proceso una de sus fases es la de Familia con hijos adolescentes
La familia es un sistema sociocultural abierto, en constante relación e interacción con la sociedad de que forma parte, y es también un sistema vivo, sometido a un ciclo vital propio. Debe, por tanto, adaptarse tanto a los cambios que suceden en su interior como a los que experimenta el supra sistema sociocultural en que se inscribe
Desde una epistemología sistémica hemos de ampliar el foco de atención hacia el conjunto del grupo familiar, situado en el centro de la interacción individuo-familia-sociedad. Desde este punto de vista hemos de empezar por considerar que no es el adolescente el único que experimenta importantes modificaciones ante la creciente autonomía y la perspectiva del abandono por parte de uno de sus miembros. La crisis de identidad afecta a todo el grupo familiar.
Emergencias en la familia con hijos adolescentes
1. Cambios en el modelo de autoridad. Emocionalmente el hijo es para los padres, una parte de sí mismos. El cuestionamiento por parte del adolescente de los límites del sistema parental y de la autoridad de los padres es vivido por los padres como un socavamiento de su posición. La autoridad debe ejercerse con menor asimetría, aceptando mayor diálogo con el adolescente.
2. El adolescente está expuesto a Peligros externos reales (drogas, accidentes de circulación, embarazos no deseados).
3. Cambios Físicos. Físicamente el adolescente es un adulto. Los padres no pueden imponerse a él por la fuerza física. La presencia de una situación de cambio y crisis dentro del ciclo vital de la familia hace que sea necesario un mayor grado de acuerdo entre los padres.
4. Ruptura en la solidaridad familiar .Todo ocurre como si se hubiese producido una ruptura. Para el adolescente los elementos externos al sistema familiar cobran mucha importancia, en especial el grupo de pares.
5. Fenómenos en espejo. Como en toda situación de cambio o crisis, se pone en cuestión no sólo la estabilidad del sistema, sino las funciones, competencia y autoestima de todos sus miembros. Los cambios tradicionalmente observados y descritos en el adolescente tienen su imagen "en espejo" en los que se producen en sus padres.
6. Modificación en prioridad de las funciones familiares. Las funciones de cuidado y protección directo por parte de los padres pierden importancia. Los padres tienen ahora más tiempo para atender a sus propias necesidades y relaciones. El hecho de que el adolescente sea cada vez más autónomo y pueda cuidarse a sí mismo puede poner en cuestión el papel de sus padres como cuidadores.
7. Fenómenos de parentalización y conyugalización. La presencia de hijos mayores permite delegar en ellos alguna de las funciones de los padres y cumplir y desarrollar funciones de adultos, propias o impropias.
8. Los canales de comunicación están perturbados por fenómenos emocionales o por la sensación del adolescente de "no ser comprendido" y calla, lo que para él es importante.
9. Ciclos de agresividad / culpa, el adolescente y sus padres, ven con impotencia que no son capaces de aliviar el sufrimiento que perciben en sus hijos generando atrapamientos impropios para el momento.
10. Madurez y responsabilidad. El adolescente con sus conductas puede cuestionar la competencia de los padres como educadores. En un ambiente social marcado por un cierto "culto al hijo", éste es definido por sí mismo y por la sociedad como alguien capaz de decidir por sí solo, pero si decide mal, la familia extensa, la sociedad y sus agentes harán responsables de ese error a los padres.
11. Fenómenos de duelo. Estamos en la fase previa de la separación y diferenciación .Así mismo también son puestas en cuestión las expectativas de crecimiento personal y/o social que los padres habían depositado de forma un tanto proyectiva en sus hijos. Finalmente el adolescente acabará por plantear la perspectiva de su abandono de la familia, que acaba por convertirse en lo que fue al inicio: la pareja
Emergencias sociales predisponentes
1. Disminución y cuestionamiento de la función paterna -> desaparición de la aureola de saber y de poder -> reducción de las capacidades de identificación de los hijos.
2. Abolición de las barreras generacionales -> carencia de modelos adecuados -> búsqueda o invención de otros modelos: pandillaje -> iguales a veces inadecuados.
3. Alta frecuencia de familias rotas -> familias mono parentales -> alta tasa de suicidios.
4. Disfunciones en la parentalidad, búsqueda de modelos:"modelos adecuados". Rápidos cambios de las formas políticas, sociales y éticas -> "no hay futuro ninguno".
5. Intenso impacto de los medios de comunicación.
Evidentemente el tener en cuenta la posición de los padres puede ser importante, y evitar la comisión de errores que pueden ser fatales en la terapia de las familias con hijos adolescentes.
A menudo, obsesionados con la idea de que se trata simplemente de facilitar la maduración-separación del adolescente lo que supone una perspectiva bastante lineal, se olvida la necesidad de todo el sistema familiar de adoptar una nueva identidad, y se desdeña tener en cuenta las necesidades específicas de los padres, lo que puede incluso determinar un posicionamiento unívoco de parte del adolescente "a quién el sistema familiar impide la diferenciación", planteamiento que descalifica a los padres y que, a la vez, descalifica el terapeuta como agente de cambio.
La adolescencia es una etapa de donde el ser el humano le "falta algo" para hacerse, para llegar a ser, y con mucha frecuencia los sistemas familiares y otros niveles que nutren a estos también "adolecen".
México y el suicidio.
En México, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes, después de los accidentes automovilísticos.
Las principales causas son: conflictos amorosos y disgustos familiares.
México ocupa el cuarto lugar en América Latina en número de suicidios.
Los estados con mayores casos son Veracruz, Jalisco, Guanajuato, Distrito Federal, Nuevo León, en donde existe un porcentaje que oscila entre el 5.9% y 9.4% de cada mil habitantes.
Los principales recursos de que se valen los suicidas son: ahorcamiento, estrangulación y asfixia.
Cada día hay en promedio casi 3000 personas que ponen fin a su vida en el mundo.
Al menos 20 personas intentan suicidarse por cada una que lo consigue.
El suicidio visto desde el enfoque de la Iglesia
Complicado y doloroso: el suicidio siempre plantea grandes interrogantes y un profundo pesar. ¿Qué ocurre con el alma de quienes se suicidan?
El suicidio: Lo humano nos confunde, lo sobrenatural nos afianza
"No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que El sólo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida." Catecismo de la Iglesia Católica, no. 2283.El suicidio
El suicidio es una realidad terrible de la cual el mundo parece no poder escapar; en los últimos años se ha incrementado de una manera alarmante; sin embargo, poco sabemos acerca de este fenómeno que tanto aqueja a la sociedad y que tanto dolor produce.
El suicidio es causado por dolor y causa dolor, es buscar una salida equivocada a los problemas que uno pueda tener sean de la gravedad que sean. Es un hecho que nace de la desesperación en un ser humano y que puede llevar a la desesperación a los que le rodean después del terrible acto.Nuestro corazón y nuestra mente se inquietan ante la noticia de un suicidio, aún más, sin duda, si se trata de un ser cercano, querido. Un dolor profundo, muchos sentimientos de impotencia y desolación se apoderan de nuestra persona y muchas dudas asaltan a nuestra mente ¿Porqué lo hizo? ¿Cómo no me di cuenta? ¿Ya no hay esperanza, se condenó?
La muerte humanamente nos duele
La muerte es sin duda un hecho inevitable. Hay muchas formas de concebirla. La muerte es el último hito, el final de la vida que conocemos. "La vida es corta. Más corta para algunos que para otros", observó Gus, uno de los personajes centrales de la película de televisión Lonesome Dove.
"Desde el punto de vista fisiológico, la muerte es la terminación irrevocable de las funciones vitales. Morir significa dejar de sentir, abandonar a los seres queridos, dejar cosas inconclusas y entrar en lo desconocido (Kalish, 1987). Pero conviene recordar que la muerte es un proceso natural, no importa si ocurre en forma prematura por una enfermedad o un accidente o al final de una vida plena y rica. Todas las criaturas mueren, la muerte forma parte esencial del desarrollo tanto como la vida." Craig.
La muerte en sí de un ser cercano y querido estremece, deja un vacío, aunque uno entienda que es parte de un proceso natural. Aún es más difícil cuando la muerte no sobreviene como una cuestión natural sino que se muestra como una decisión personal así como lo significa el suicidio, viene un dolor y un desconsuelo terrible porque taladra el alma saber que una persona perdió la esperanza, el sentido de su vida, que no encontró una salida para la solución de sus problemas, que se sentía solo, desconsolado, deprimido y defraudado de sí mismo y de la vida misma. Duele sobremanera imaginar lo que pudo pasar por su mente y por su corazón cada día, duele saber que no pudo más y prefirió dejar de existir.El duelo por la pérdida del ser amado
Sin embargo, el dolor, no debe cegarnos, ante la muerte de un ser querido nos enfrentamos a un duelo. El término duelo procede etimológicamente del vocablo latino dolium, que a su vez se deriva del verbo, doleo (dolerse). El duelo es la actividad y actitud de la persona ante la reacción emocional, espontánea y natural del sufrimiento producido por la pérdida de la persona que ama; la omisión de lo que no se pudo hacer o amar.
Fases del duelo
La simple observación de un alma en duelo, así como la literatura de siglos y recientemente algunos estudios de especialistas, constata etapas por las que se suele pasar en el proceso de elaboración del sufrimiento:
Se pasa por un aturdimiento inicial: el sufrimiento puede dejar anestesiado, perturbado, mudo, incluso privado de autonomía de pensamiento, palabra y acción; la lamentación: surgen las primeras expresiones inarticuladas, las exclamaciones, abundan los gestos, viene la queja: "¡No lo puedo creer!"; la negación: "¡No, no es cierto!", el rechazo: ¡No, no lo acepto!, el miedo y ansiedad: "¡ Y si me sucediera…!", la culpa: "¡Si yo no hubiese…!" , el enojo: "¿Por qué?" "¿Por qué lo hizo?", la tristeza profunda "¿Qué sentido tiene ya…?", la resignación: "¡Me tocó a mi. Esta fatalidad!", el recobrar la serenidad interior: "¡Después de tanto sufrimiento, estoy recobrando la paz!" y la integración y Re significación: "¡Hay que volver a vivir. Mi ser querido me quiere feliz!"
La sabia psicología humana necesita de estas fases para encajar un golpe tan fuerte. Lo preocupante es estancarse en una de ellas y no llegar a la aceptación y superación. Estas etapas son un proceso natural ante una pérdida; sin embargo, el hombre es una unidad y las diferentes dimensiones de su persona en este caso la espiritual y la psicológica se encuentran muy unidas, por lo que la oración, la fe y la resignación y el consuelo ante Cristo Jesús pueden ayudar de sobremanera a superar poco a poco a través de la gracia sobrenatural el dolor humano y natural.
Causas del suicidio: Turbulencia interior
Como se mencionó en párrafos anteriores, el suicidio es un hecho que se ha incrementado en los últimos tiempos, especialmente entre la juventud. Sin duda la falta de valores, de límites, de cimientos que estabilicen a la personalidad están afectando la vida de muchos niños, jóvenes y adultos. La institución familiar parece desintegrarse cada vez más pronto y se tambalea frente a tantos ataques de la sociedad sin que ésta se dé cuenta de que al terminar con la familia, se aniquila a sí misma, pues termina con su inicio la sociedad doméstica y con el ser humano.
Cada cual es responsable de su vida delante de Dios que se la ha dado. El sigue siendo su soberano Dueño. Nosotros estamos obligados a recibirla con gratitud y a conservarla para su honor y para la salvación de nuestras almas. Somos administradores y no propietarios de la vida que Dios nos ha confiado. No disponemos de ella." CIC, no. 2280.
El suicidio contradice la inclinación natural del ser humano a conservar y perpetuar su vida. Es gravemente contrario al justo amor de sí mismo. Ofende también al amor del prójimo porque rompe injustamente los lazos de solidaridad familiar, nacional y humana con las cuales estamos obligados. El suicidio es contrario al amor del Dios vivo." CIC, no. 2281.
Además tanto la persona, como la familia y la sociedad, todos, somos responsables de todos, estos problemas que afectan a los jóvenes, son problemas de interés social, no podemos deslindar la responsabilidad que se tiene ante cada muerte, ante cada suicidio. Todos somos responsables, de nuestra propia vida y también, de la vida de los que nos rodean, por lo que en la medida de nuestro alcance debemos luchar por ser mejores personas, establecer mejores familias y crear una mejor sociedad donde los jóvenes aprendan a amar su vida y no a vivir confundidos a tal grado de tomar decisiones tan equivocadas como quitarse la vida.
Los problemas sociales y psicológicos funcionan como detonantes de acciones como el suicidio, son hechos que impiden tomar decisiones adecuadas y verdaderamente libres.Factores de riesgo
Los factores de riesgo que se han encontrado en el suicidio de adolescentes son: Una tentativa anterior de suicidio (el mejor indicador de todos); depresión, incluidos fuertes sentimientos de impotencia y desesperación (quizá el segundo mejor indicador); soledad; otros problemas psiquiátricos (algún trastorno conductual o personalidad antisocial); abuso de alcohol y de otras sustancias por parte del adolescente o de alguno de sus padres; sucesos estresantes (algún problema familiar serio, divorcio o separación); acceso y uso de armas de fuego; desintegración familiar; divorcio; violencia intrafamiliar; desilusiones amorosas; expectativas y presiones demasiado fuertes; baja autoestima, entre otros.Aunque muchas personas que muestran estos factores no contemplan el suicidio ni lo intentan, estos factores proporcionan una advertencia oportuna de la posibilidad de que lo cometan.
En general, los adolescentes y adultos que tratan de suicidarse no están reaccionando ante un hecho negativo en particular. Por el contrario, el suicidio casi siempre se da dentro del contexto de problemas personales o familiares prolongados, pese a que el intento obedece algunas veces a un impulso momentáneo (Currant, 1987)
Esperar en la Misericordia Divina
La siguiente es un historia real, de la cual podemos reflexionar en el Amor Infinito
de Dios y en Su Misericordia.
En Francia, un pueblito llamado Ars, que era hace mucho tiempo como un ranchito, un lugar pequeño y sencillo, creció mucho y se convirtió en una gran ciudad, pues entre otras cosas, vivía ahí un Cura, ahora el renombrado y conocido "
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