Cura de Ars". Este Cura, no era un Cura común y corriente, era un Cura al que Dios le concedió tener visiones, incluso conocer los pecados de las personas antes de que ellos los expresaran, por lo cual se hizo famoso y mucha gente empezó a ir a confesarse con él. En una ocasión, una mujer humilde, llegó con lágrimas en los ojos, angustiada y desolada a buscar al Cura, ella, se sentía abrumada por su pena ya que su marido se tiró de un puente, se había suicidado. Al lograr ver al Cura, le contó su dolor y su angustia, le dijo que su esposo se había suicidado y que los que se suicidan ofenden gravemente a Dios y se condenan.El Cura, con voz firme y tierna a la vez, le dice a la mujer: "No temas, tu marido no se condenó". La mujer asombrada, perpleja, confundida, le dice al Cura incrédula: "Pero mi marido se suicidó, se quitó la vida y sabemos que solo Dios es Dueño y Señor, él lo ofendió gravemente y murió cometiendo pecado".El Cura, tomó su mano, la miró a los ojos y le dijo: "En verdad no temas, tu marido no se condenó. Entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios". La mujer, después de estas palabras, se fue tranquila, dando gracias a Dios por el milagro de amor que había realizado en su esposo, pues en verdad, que su Misericordia es infinita.¡Que historia tan maravillosa! No cabe duda que el Amor de Dios es infinito, es inmenso y que su misericordia tiene sus caminos, no podemos querer aplicar nuestros criterios humanos pues para Dios no hay tiempo, ni hay imposibles y El lo que quiere es que toda alma se salve.
Y es que, objetivamente el suicidio es el acto voluntario de matarse directamente. De acuerdo al 5to. Mandamiento: "No matarás", es un grave pecado contra la ley natural y la ley revelada. El suicidio viola el derecho de Dios quien es el dueño exclusivo de la vida humana. Solo Dios puede dar y quitar la vida.Sin embargo, para que un acto sea pecado requiere, además de materia de pecado, que se tenga conocimiento de lo que se hace e intención de hacerlo. No podemos juzgar a ciencia cierta la condición mental de quien se suicida. Tampoco sabemos cual fue su último pensamiento, pues el interior de la persona nadie lo conoce ¿se habrá arrepentido mientras estaba moribundo en el último instante de su vida? Recordemos que "entre el puente y el río cabe la Misericordia de Dios", así, entre el gatillo de una pistola y la persona, entre la soga y el banco, entre las pastillas y la persona… Dios nunca deja solo a nadie.
La condenación de un alma se da por el desprecio a Dios, por el rechazo a Dios; el que se suicida en general no rechaza a Dios, sino que busca erróneamente la muerte como un medio para liberarse de un mal que le aqueja y en medio de su angustia y confusión toma una decisión con una libertad limitada que no le permite ver con claridad la verdadera dimensión de ese acto, es decir, ve el suicidio como la única manera de liberarse de ese mal que tanto le lacera. El suicida, por tanto, comete un acto grave, pero al no ejercer su plena libertad los elementos que constituirían una culpa grave se ven disminuidos, por tanto, no tiene una culpa grave. Es por eso que debemos orar por los que se suicidan y encomendarlos a la infinita misericordia de Dios.Con el paso del tiempo se ha estudiado y profundizado cada vez más en como la libertad se ve afectada gravemente por dramas y crisis emocionales, hechos como la depresión, la angustia, la soledad, la violencia, el dolor, la frustración, y demás (mencionados anteriormente) afectan los actos libres.
…Trastornos psíquicos graves, la angustia, o el temor grave de la prueba, del sufrimiento o de la tortura, pueden disminuir la responsabilidad del suicida." CIC, no. 2282.
Cuestiones fundamentales
El suicidio objetivamente es quitarse la vida, es un acto contrario al quinto mandamiento que dicta "No matarás", es gravemente opuesto a la justicia, a la esperanza y a la caridad.
Sin embargo, desde el punto de vista antropológico, no hay fatalidad en el suicidio que signifique condenación eterna porque no hay acto libre totalmente sino que este acto se ve atenuado por cuestiones psicológicas graves, el suicidio no es una decisión plenamente libre, racional, ya que el juicio valorativo de la vida está alterado, transformándose en impulso descontrolado y autodestructivo.Desde el punto de vista psicológico, la familia bien constituida, la comunicación y diálogo, atención, establecimiento de reglas y límites, amor incondicional, refuerzo de la autoestima, dedicación de tiempo, conocimiento de los amigos y lugares que se frecuentan, aceptación incondicional, expectativas reales, la fe y la oración son puntos clave que debemos cuidar para propiciar que las personas se desarrollen sanas, felices y que busquen soluciones reales a sus problemas, el suicidio nunca será una solución ¡nunca! Y nunca lo parecerá para un joven o adulto que crece en un ambiente como el descrito.
Desde el punto de vista de la fe, la Misericordia de Dios tiene sus caminos, no podemos querer aplicar criterios humanos. Para Dios no hay tiempo y El sabe que una persona puede encontrarse con la Salvación en cualquier momento, incluso en el lapso de tiempo en el que "cae del puente". Por lo que los que nos quedamos aquí, sufriendo la pérdida del ser amado, no debemos perder la fe, ni la esperanza y debemos orar y ofrecer el inmenso dolor de la pérdida porque Dios manifieste Su Misericordia.
Para Dios no existe pasado, presente ni futuro, pues está al margen del tiempo. Para Dios todo es un presente continuo. Eso quiere decir que las oraciones que ofrecemos hoy por alguien que se suicidó contribuyen de manera efectiva para su arrepentimiento y reconciliación final, de modo que lo que rezamos en el presente, se actualiza en el pasado pues nuestra petición la escucha Dios en su continuo presente, y el Espíritu Santo puede mover el corazón de la persona que está a punto de suicidarse para que, aunque haya cometido un pecado mortal en el momento mismo de procurar quitarse la vida, se arrepienta y reconcilie con Dios antes de morir", (Colorado, 2003).
La ingeniería de sistemas y su relación con el suicidio
Como recordaremos y como hemos visto a lo largo de nuestro curso, la Ingeniería de Sistemas es un campo de la ingeniería que se encarga del diseño, la programación, la implantación y el mantenimiento de sistemas. Utiliza un enfoque interdisciplinario que permite estudiar y comprender la realidad, con el propósito de implementar u optimizar sistemas complejos. La Ingeniería de Sistemas no construye productos tangibles, sino sistemas abstractos mediante el uso de metodologías de la Ciencia de Sistemas. Algunas herramientas utilizadas por la Ingeniería de Sistemas son Modelación y Simulación, Optimización, Sistemas Dinámicos, Análisis de Confiabilidad y Análisis de Decisiones.
Ahora bien, una vez dicho lo anterior veremos un ejemplo de una investigación realizada que explica detalladamente como es que los sistemas interactúan entre sí, en este caso referido al suicidio:
Un estudio realizado conjuntamente por investigadores de la Universidad inglesa de Warwick, el Hamilton College, y la Universidad de San Francisco revela que países europeos como Dinamarca, Islandia, Irlanda y Suiza, u otros situados en el continente americano, como Canadá y Estados Unidos, todos ellos considerados entre los más felices del mundo, son también los países donde más suicidios se producen. Según los autores de la investigación, el nivel de felicidad de los demás sería un factor de riesgo de suicidio porque las personas descontentas que viven en lugares donde el resto de individuos son felices tienden a juzgar su propio bienestar en comparación con el de las personas que les rodean.
Las ciudades y países considerados como los más felices del mundo son también los que registran las tasas más elevadas de suicidio. A esta conclusión, recogida en un comunicado, publicado por la Universidad de Warwick, ha llegado un grupo de investigadores de dicha universidad, del Hamilton College de Estados Unidos, y de la Universidad de San Francisco.
Los científicos realizaron conjuntamente un estudio, con el que se pretendía documentar y analizar las causas de esta paradójica relación entre felicidad y suicidio. Recientemente, la revista Forbes publicó una lista en la que se recogían los nombres de los diez países más "felices" del mundo. Esta lista, basada en un estudio que, desde hace cinco años, elabora el Instituto Legatum de Londres, ha sido calificada como 'Índice de Prosperidad', y en ella han sido clasificados un total de 110 países, lo que cubre el 90% de la población mundial. El presente estudio reveló que, curiosamente, los países que ocupan las primeras posiciones del ranking de Forbes, como Dinamarca, Canadá, Estados Unidos, Islandia, Irlanda y Suiza, entre otros, son también los que registran las tasas más altas de suicidio.
Estos resultados han sido descritos en un artículo titulado "Contrastes oscuros: la paradoja de altas tasas de suicidio en lugares felices", que será publicado próximamente en el Journal of Economic Behavior & Organization.
Posibles causas
El profesor Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick y responsable de la investigación explica que el origen de esta paradoja podría ser el siguiente: "Las personas descontentas pueden sentirse particularmente hastiadas de la vida en lugares felices.
Estos contrastes pueden incrementar el riesgo de suicidio. Si los seres humanos estamos expuestos a los cambios de humor, las comparaciones con los demás pueden hacer más tolerable nuestra existencia en un ambiente donde otros son completamente infelices".
Hasta ahora, el índice de suicidios en países nórdicos se había atribuido a las características particulares del propio país, como por ejemplo, las escasas horas de luz solar en invierno.
Además, también se había apuntado a las diferencias culturales y a las actitudes sociales en relación con la felicidad y el modo de concebir la vida. Pero otro factor también influiría. Como afirma Stephen Wu, del Hamilton College: "Los resultados obtenidos son consistentes con los de otra investigación que demostró que la gente evalúa su propio bienestar a partir de las comparaciones con las personas que les rodean. Este tipo de efectos comparativos también han sido constatados en referencia a ingresos, desempleo, delincuencia y obesidad". Profundizando a nivel local
Para profundizar aún más en su investigación, y confirmar la relación entre los niveles de felicidad y las altas tasas de suicidio en una misma zona geopolítica, el grupo de investigadores midió y relación dos grupos de variables -nivel de satisfacción vital e índice de suicidios- en el Distrito de Columbia y en los 50 estados de los Estados Unidos, país en el que, según señala la introducción del estudio, cada año se registran más muertes por suicidio que por accidentes de automóvil.
Con ello, querían determinar si los antecedentes culturales, las instituciones nacionales, el idioma y la religión que conviven en un mismo país influyen o no en esta relación directa entre felicidad y suicidio. El resultado por localidades fue el mismo que el obtenido por países: se comprobó que en aquellas ciudades donde viven personas satisfechas con sus vidas tienden a tener mayores tasas de suicidio que aquellas con niveles de satisfacción medio-bajo en cuanto a calidad de vida.
Según la tabla de datos obtenida en este caso, Hawai sería el estado estadounidense que registra niveles de felicidad más altos entre sus habitantes (segunda posición), y en cambio, es el quinto -de un total de 50 estados- en número de suicidios. Nueva York, por su parte, situado a la cola de los estados con mayor satisfacción de vida –posición 45- registra la menor tasa de suicidio del país, justo por detrás del Distrito de Columbia.
Para llevar a cabo esta comparativa, los investigadores crearon dos bases de datos con las que recopilaron, por un lado, información a nivel individual facilitada por 1,3 millones de estadounidenses, y por otro, las decisiones de suicidio entre una muestra independiente y aleatoria en la que participaron alrededor de 1 millón de ciudadanos de los Estados Unidos. Asimismo, analizaron datos microeconómicos sobre el bienestar y el suicidio.
A modo de conclusión, los autores del estudio señalan que "los seres humanos pueden construir sus normas mediante la observación del comportamiento y los resultados de otras personas, y tienden a juzgar su propia situación con menos dureza cuando ven a otras personas con resultados similares a los suyos". La altitud geográfica, otro factor de riesgo
En la misma línea de esta investigación, un análisis de datos sobre mortalidad realizado anteriormente en 2.584 condados de Estados Unidos, datos que fueron recopilados durante 20 años por especialistas de diversos centros médicos del país, ha revelado que vivir en altas altitudes puede ser un factor de riesgo de suicidio. Según los autores de la investigación, de la que se hizo eco Tendencias 21, ésta ha sido una constatación inesperada. La causa por la que las personas que viven en zonas de altitudes altas, es decir, en lugares de cierta altitud geográfica (altas montañas, etc.), se suicidan más que las que viven en otras regiones sigue siendo aún desconocida. A continuación, presentamos una tabla comparativa entre la felicidad y el suicidio en E.U.A.
Estadísticas
La estadística de suicidios es parte integrante de los proyectos de generación de estadísticas básicas continuas, demográficas y sociales del Instituto. Con ellos se contribuye a brindar el servicio público de información en el país.
Como toda estadística básica, se produce mediante la captación de datos al nivel de elementos unitarios de la población observada, con el fin de cuantificar y caracterizar a ésta. Sus resultados describen la magnitud con la que ocurren los suicidios, definidos como actos o conductas tendientes a la destrucción de la propia existencia.
La información estadística de suicidios está conceptualmente organizada como un tema de análisis sociodemográfico: las características de los suicidas.
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