- Introducción
- ¿Por qué es un problema social?
- Teoría
- Personas famosas que se han suicidado
- Algunos aspectos de la religión que tienen que ver con el suicidio
- Desarrollo
- El suicidio visto desde el enfoque de la Iglesia
- La ingeniería de sistemas y su relación con el suicidio
- Estadísticas
- Soluciones
- Recomendaciones
- Conclusiones
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
El presente trabajo de fue desarrollado con el firme propósito de enunciar el problema social que representa hoy en día el suicidio, así como describir las distintas características, formas y circunstancias en las que este tiene origen.
Nosotros como alumnos de la carrera de Ingeniería Industrial próximos a egresar y desempeñarnos en el mundo laboral, consideramos que es de vital importancia conocer este tema de una manera más amplia al igual que tenerlo muy presente ya que éste forma parte de las múltiples situaciones a las que nos habremos de enfrentar con el personal que trabaje con nosotros ó con el que esté a nuestro cargo.
Esto es lo que nos permite una materia como lo es Ingeniería de Sistemas, que es integrar todo el conocimiento que hemos adquirido tanto académicamente como a través de la experiencia. Es por medio de este tipo de ejercicios reflexivos que se logra comprender que todos los sistemas se encuentran estrechamente relacionados entre sí y que un sistema que se vea afectado puede tener repercusión directa ó indirectamente en otro.
Agregando a lo dicho anteriormente, debemos decir y subrayar que todo profesionista debe estar consciente de la problemática que concierne a la sociedad en la que se desenvuelve y su país, por lo que se vuelve aun más trascendental el hecho de que nos preparemos para ser una persona que profese valores y que actúe siempre conforme a principios y poniendo muy en alto la bandera de la ética profesional por encima de cualquier otra cosa.
Es por ello que la investigación documental y virtual que ahora se presenta tiene el objetivo de aportar un grano de conocimiento más al acervo cultural que ya existe sobre el tema y brindar una herramienta de defensa para detectar y prevenir los suicidios y ayudar de alguna manera positiva a este problema social…porque considero que todos educamos y para muestra es este documento donde van autores de libros y sitios web, investigadores, opiniones y experiencias de los protagonistas, porque hasta los estudiantes nos enseñan a enseñar mejor y nosotros como educadores a que sepan construir sus propios aprendizajes propiciando su aprendizaje por descubrimiento o perspicacia cultural y biológica.
A lo largo de esta investigación documental, queremos presentar los datos y estadísticas que hemos recabado y que son muy reveladores en cuanto a que el suicidio es un mal que nos aqueja, que no podemos dejar de lado y que es nuestro deber como ciudadanos atenderlo y aún mayor, es nuestro compromiso como integrantes de una clase privilegiada, sin referirnos en términos económicos ni mucho menos, sino como miembros de lo que lamentablemente pareciera un selecto grupo de jóvenes que tienen acceso a la educación superior.
Y si caen en ese problema social los jóvenes de educación superior, mucho más los adolescentes de educación básica, porque son vulnerables a los modelos deportivos o artísticos, ya tratan de copias esos estilos de vida y si no vean todos los riegos que corren en deportes extremos por tratar de imitar lo que ve en cine o televisión a los máximos exponentes en esos deportes
Bien dicen por ahí que para erradicar un mal o cualquier vicio, lo primero que hay que hacer es tener la fuerza de voluntad para hacerlo, es por ello que mediante este trabajo buscamos concientizar a la población de que la solución está en nuestras manos.
¿Por qué es un problema social?
Primero es un problema social porque afecta a la familia y a la sociedad, a la primera en gastos imprevistos además de los daños emocionales y a la segunda por los gastos sociales de las instituciones que atienden los casos.
Reflexión: Diciembre en todo el mundo parece ser una época del año donde ocurren más suicidios mientras otras gentes se divierten.
El suicidio constituye un problema de salud pública muy importante pero en gran medida prevenible, que provoca casi la mitad de todas las muertes violentas y se traduce en casi un millón de víctimas al año, además de unos costos económicos cifrados en miles de millones de dólares, según ha señalado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las estimaciones realizadas indican que en 2020 las víctimas podrían ascender a 1,5 millones.
«Cada suicidio supone la devastación emocional, social y económica de numerosos familiares y amigos» «El suicidio es un trágico problema de salud pública en todo el mundo. Se producen más muertes por suicidio que por la suma de homicidios y guerras>> (Dra. Catherine Le Galés-Camus, Subdirectora General de la OMS para Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental.)
A escala global, el suicidio representa el 1,4% de la carga mundial de morbilidad, pero las pérdidas van mucho más allá. En la Región del Pacífico Occidental representa el 2,5% de todas las pérdidas económicas debidas a enfermedades. En la mayoría de países de Europa, el número anual de suicidios supera al de víctimas de accidentes de tránsito. En 2001 los suicidios registrados en todo el mundo superaron la cifra de muertes por homicidio (500 000) y por guerras (230 000).
Entre los países que informan sobre la incidencia de suicidios, las tasas más altas se dan en Europa del este, y las más bajas sobre todo en América Latina, los países musulmanes y unos cuantos países asiáticos. Se dispone de poca información sobre el suicidio en los países africanos.
Se calcula que por cada muerte atribuible a esa causa se producen entre 10 y 20 intentos fallidos de suicidio, que se traducen en lesiones, hospitalizaciones y traumas emocionales y mentales, pero no se dispone de datos fiables sobre el verdadero alcance. Las tasas tienden a aumentar con la edad, pero recientemente se ha registrado en todo el mundo un aumento alarmante de los comportamientos suicidas entre los jóvenes de 15 a 25 años.
Exceptuando las zonas rurales de China, se suicidan más hombres que mujeres, aunque en la mayoría de lugares los intentos de suicidio son más frecuentes entre las mujeres.
La conducta suicida en la infancia y en la adolescencia se ha convertido en las últimas décadas en un importante problema de salud por su incremento, su repercusión emocional, asociada con la muerte de un joven y los costes económicos y sociales que comporta.
Las cifras hablan por sí solas de la gravedad de esta problemática, que ha dejado de ser exclusividad de los adultos. En las dos últimas décadas, los suicidios han pasado a ser la segunda o tercera causa de muerte, después de los accidentes de tráfico. Sin embargo, y según datos del Instituto Nacional de Estadística, en comparación con otros países del entorno se puede concluir que España registra una de las tasas de suicidio más bajas de Europa.
Las provincias a la cabeza en tasa de suicidios son Lugo, Soria, Huesca y Tarragona y Asturias, por encima del doble de la tasa media nacional que en 1998, último año del que se conocen datos oficiales, se sitúo en los 5,98 casos por cien mil. Las tentativas de suicidio no parecen ser, sin embargo, algo preocupante en el conjunto del territorio nacional.
Un reciente informe de la Secretaría General de Planificación del Ministerio de Sanidad y Consumo indica que España es uno de los países de la Unión Europea con menor tasa de mortalidad por suicidio, aunque se observa una tendencia creciente».
En el mundo, en general, el suicidio es la segunda causa de muerte violenta, en la población entre 10 y 24 años, después de los accidentes de tránsito. Más de un millón de personas mueren cada año por decisión propia. La Organización Mundial de la Salud considera el suicidio como una patología social y recomienda a las naciones prestar mayor atención a este fenómeno y adoptar medidas preventivas que lo eviten combatiendo sus síntomas sociales porque hay una correspondencia directa entre el suicidio y el tipo de sociedad en que actuamos.
La decisión de auto eliminarse no siempre obedece a factores estrictamente personales. La sociedad como ente regulador de la vida en comunidad establece un orden que hace viable la convivencia armónica entre los seres humanos. Cuando esa sociedad está perturbada por crisis de cualquier tipo, esa cohesión social falla, se rompe la armonía y surge el caos y la violencia en todas sus formas, las relaciones ciudadanas se trastornan y asciende la curva de suicidios. Esto no explica todos los casos, pero sí abarca muchos de ellos y es lo que posiblemente puede aproximarnos a la comprensión del fenómeno en la región del Valle de Upar donde en los últimos tiempos el suicidio se ha disparado. Según este diario en Valledupar se han suicidado 10 personas este año.
Teoría
El suicidio, definido como la acción voluntaria por la que una persona se priva de la vida, es un fenómeno universal presente en todas las épocas y culturas, pero la actitud de las sociedades ha sido diferente dependiendo de las influencias religiosas, filosóficas, culturales, socio-políticas, y sobre todo de las ideas sobre la muerte y el más allá.
En dos casos de suicidio mencionados en la Biblia se empleó el ahorcamiento. Ahitofel, el consejero traidor de David, se estranguló ("se ahorcó", LXX). (2Sa 17:23.) La acción de Ahitofel prefiguró la de uno de los apóstoles de Jesús que se volvió traidor, Judas Iscariote (Sl 41:9; Jn 13:18), quien también se ahorcó. (Mt 27:5.) Al parecer, la soga, o quizás la rama del árbol en la que se ahorcó Judas, se rompió, "y cayendo de cabeza, reventó ruidosamente por en medio, y todos sus intestinos quedaron derramados". (Hch 1:18.)
En otros solo el pensamiento de querer dejar la vida
"QUÍTAME la vida; más vale morir que vivir." ¿Quién dijo estas palabras? ¿Alguien que no creía en Dios? ¿Alguien que había dejado a Dios? ¿Alguien a quien Dios había dejado? No. Las dijo Jonás, un hombre devoto que se hallaba muy angustiado (Jonás 4:3, La Biblia de Nuestro Pueblo). Aunque la Biblia no dice que Jonás estuviera a punto de quitarse la vida, su desesperada súplica revela un hecho importante, y es que a veces hasta los siervos de Dios pueden afligirse muchísimo (Salmo 34:19).
A diferencia de los momentos de tristeza que todos experimentamos, la depresión clínica prolongada es una enfermedad grave con consecuencias potencialmente peligrosas, por lo que debe tratarse. De lo contrario, puede empeorar a tal grado que algunos pacientes sumamente angustiados recurran al suicidio. Por desgracia, la depresión en la tercera edad, "pese a ser la enfermedad psiquiátrica que mejor responde al tratamiento, es también la que puede resultar más letal", explica el doctor Levy. Si el problema persiste, el paciente puede acabar necesitando los servicios de un profesional con experiencia en trastornos del estado de ánimo.
En Estados Unidos, por ejemplo, muchos ciudadanos son más ricos que nunca. "Pero, en general, [los estadounidenses] no somos por ello más felices", señala Time. Claro, lo mismo cabría decir de otros países. China, pese al auge económico que vive, ha visto un inquietante aumento en el número de habitantes infelices. En esta nación, el suicidio es ya "la principal causa de muerte entre las edades de 15 y 34 años", indica la publicación trimestral Access Asia. Parece que un factor que contribuye a ello es la presión impuesta a los jóvenes para que triunfen en una sociedad implacable y rigurosa.
El diagnóstico de depresión solo se emite cuando el joven manifiesta una serie de síntomas durante la mayor parte del día, todos los días, por al menos dos semanas. Si el ataque es relativamente breve, se denomina episodio depresivo. Por otra parte, se utiliza el término distimia para referirse a una forma de depresión leve o moderada más crónica, cuyas manifestaciones persisten como mínimo un año con un período de mejoría inferior a los dos meses. ¿Cuáles son algunos síntomas comunes de la depresión?
Cambio súbito del estado de ánimo y la conducta. El adolescente dócil pasa de pronto a ser polémico. Es frecuente que los jóvenes deprimidos manifiesten una conducta rebelde y hasta huyan de casa.
Aislamiento social. El adolescente se aparta de sus amigos. O puede que estos se aparten de él cuando perciben su desagradable cambio de actitud y comportamiento.
Disminución del interés en casi todas las actividades. El adolescente se muestra excepcionalmente pasivo. Las aficiones que hasta hace poco consideraba fascinantes, ahora le parecen aburridas.
Cambio notable en los hábitos alimentarios. Muchos expertos opinan que trastornos como la anorexia, la bulimia y la sobreingesta compulsiva suelen coexistir con la depresión (y a veces pueden ser provocados por ella).
Trastornos del sueño. El adolescente padece insomnio o hipersomnio. Algunos sufren alteraciones del sueño: pasan la noche en vela y duermen todo el día.
Disminución del rendimiento escolar. Al adolescente deprimido le cuesta llevarse bien con los maestros y los compañeros, y sus calificaciones empeoran por momentos. Al poco tiempo ya no quiere ir a la escuela.
Conducta peligrosa o autodestructiva. Los comportamientos que tratan de "burlar a la muerte" pueden ser signos de que el joven no tiene muchos deseos de vivir. La automutilación (por ejemplo, la acción de practicarse cortes) también puede sugerir lo mismo.
Sentimientos injustificados de inutilidad o de culpa. El adolescente se vuelve sumamente autocrítico y se considera un completo fracaso, aunque la realidad tal vez indique lo contrario.
Problemas psicosomáticos. Los dolores de cabeza, de estómago, de espalda y otros trastornos similares pueden apuntar a una depresión subyacente si no se descubre ninguna causa física.
Ideas recurrentes de muerte y suicidio. Pensar demasiado en temas morbosos puede ser señal de depresión. Lo mismo es cierto de las amenazas de suicidio.
El suicidio es un fenómeno tan antiguo como la propia historia de la humanidad: El Islamismo condena de forma explícita el suicidio. Mahoma dijo "El hombre no muere sino por voluntad de Dios…"por tanto se vería como un acto de insubordinación, rebeldía o pecado. En la India, y bajo la influencia del brahmanismo, los sabios, en su búsqueda del nirvana se suicidaban frecuentemente en el transcurso de fiestas religiosas.
Personas famosas que se han suicidado
La inolvidable Marilyn. La versión oficial es que se suicidó con tranquilizantes
Hitler y su mujer, Eva Braun, se suicidaron juntos. Entraron a una habitación, cerraron la puerta y Hitler se disparaba un tiro a la cabeza mientras Eva ingería veneno.
Kurt Cobain se disparó con una escopeta a la cabeza. En su último disco cantaba "Me odio y quiero morir". Fue uno de los suicidios más polémicos. El cantante era politoxicómano y se dice que eso le llevó al borde de la locura y la depresión.
Jim Morrison. Fuhlam
El cantante de The Doors murió de sobredosis. Lo que últimamente se ha descubierto es que padecía depresión por su adicción a la cocaína y que esta sobredosis fue preparada por él mismo para que lo matase mientras se daba un baño.
Cleopatra. Travelinstyle
El toque histórico lo damos con la reina de Egipto, Cleopatra. Según se cuenta, se hizo morder por una serpiente venenosa, un áspid, para que no la matase Marco Antonio.
Érika Ortiz. Hispavista
La hermana de la princesa Letizia se suicidó con tranquilizantes. Érika se trataba contra la depresión, que parece ser que no la permitía vivir sin desear su muerte.
Antonio Flores.
El hijo de Lola Flores no pudo soportar la muerte de La Faraona y se suicidó a los pocos días. Se dice que Antonio consumía drogas regularmente, lo que pudo provocarle una depresión que desembocara en esta triste muerte por suicidio.
Alberto Santos Dumont Alejandra Pizarnik Alfonsina Storni Empédocles Ernest Hemingway Febe, Liberta de Julia la Mayor René Favaloro Getúlio Vargas Gilles Deleuze Horacio Quiroga Hideto Matsumoto Ian Curtis José María Arguedas Leopoldo Lugones Marco Antonio Mariano José de Larra Michael Hutchence Miroslava Stern Mónica Santa María Smith Nerón Nick Drake Paul Celan Per Yngve Ohlin Primo Levi Rudolf Diesel (no probado) Salvador Allende Séneca Sócrates Sylvia Plath Thích Qu?ng Ð?c Vincent Van Gogh Violeta Parra Virginia Woolf Yasunari Kawabata Yukio Mishima
Algunos aspectos de la religión que tienen que ver con el suicidio
El budismo no reconoce un alma independiente, sino un alma-cuerpo interdependiente. Todo se rige por la ley del Karma, por lo tanto, todo es consecuencia del Karma pasado.
El objetivo es el Nirvana o estado mental de paz completa En el Antiguo Egipto los partidarios del suicidio llegaban incluso a agruparse en asociaciones cuyos miembros buscaban las medidas más agradables para morir. Los suicidios colectivos parecen haber sido un hecho frecuente a través de la historia.
Plutarco nos relata una "epidemia suicida" acaecida entre las jóvenes de Mileto y como se consiguió acabar con ella al someter a los cadáveres a la vergüenza pública.
En la Grecia clásica, el suicidio fue un hecho común entre los filósofos. Así, Anaxágoras tras ser injustamente encarcelado cometió suicidio. Su discípulo Sócrates bebió serenamente la cicuta tras haber sido condenado a muerte.
Metrocles, que estando un día en una lección, se le escapó una ventosidad involuntariamente y tanto fue el rubor y pena que de ello le sobrevino, que se cerró en su cuarto con ánimo de dejarse morir de hambre.
El estoicismo es la única concepción filosófica verdaderamente favorable al suicidio, aunque es considerado odioso y vil cuando la familia del suicida o la sociedad sufrirá por ello cuando el hombre es transportado por una aversión irracional e inmoderada: la Libidio moriendi, o "el loco deseo de muerte".
En Atenas, si una persona antes de herirse pedía al Senado que se lo autorizase, haciendo valer las razones que le hacían la vida intolerable, y su demanda era atendida favorablemente, el suicidio era considerado como un acto legítimo.
En Roma, el suicidio de esclavos era frecuente, pero estaba prohibido. En los pueblos bárbaros el suicidio tampoco parece ser un fenómeno extraño: "Los españoles son a menudo descritos como despreciadores de la vida dispuesto a morir antes que dejarse cautivar (Sagunto, Numancia etc).
Ni el Antiguo ni el Nuevo Testamento parecen prohibir el suicidio de forma muy explícita, aunque se encuentran en ellos relatos de suicidio (Sansón, Saúl y Judas).
Del suicidio como pecado al suicidio como enfermedad
San Agustín dice, derivando del sencillo "no matarás" bíblico: "no matarás a nadie, ni a ti, ni a otro, ya que el que se mata a sí mismo, ¿no es acaso el asesino del hombre? A los argumentos de San Agustín, añade Santo Tomás de
Aquino que no se puede disponer libremente de sí mismo porque no se pertenece a sí mismo, en la medida que se forma parte de una unidad, de una familia, de un cuerpo social, no se puede, ni se debe desertar; en un segundo lugar, en cuanto se es criatura de Dios, no se es libre de disponer sobre su vida y su muerte.
Consideraba el suicidio como el más grave de los pecados. Así y todo introduce una cierta moderación al añadir el concepto de "irresponsabilidad"; dice que hay una serie de enfermedades vesanias (histeria, epilepsia, etc.) que no tiene que ver con la posesión diabólica con que se relacionaba al suicidio en otras épocas.
Con estas opiniones se empieza a crear la idea de dividir el mundo religioso y la enfermedad mental.
Hasta el siglo XVIII la legislación civil de casi todos los países conminaba el suicidio con las más graves y deshonrosas penas, que casi siempre alcanzaban a los familiares del suicida.
En la Francia del Siglo XVII sigue la tradición represiva contra los suicidios, aunque reconoce que el suicidio podrá ser cometido por personas que no gozan plenamente de sus facultades mentales, usando el concepto de "irresponsabilidad".
Con todo esto, ya se está hablando de aspectos patológicos y se empieza a insinuar que el suicidio estaría dentro del campo de la patología. En general, a excepción de los países anglosajones, se crea una
"tradición latina" que se deja de considerar el suicidio como un delito.
El suicidio se va a convertir en un concepto que estará entre los límites de lo normal y lo patológico, al igual que antes estaba entre lo natural y lo sobrenatural.
Con esto empieza un debate que no termina entre el suicidio normal y el suicidio patológico. Esquirol divide a los suicidas en tres categorías: el provocado por las pasiones, el producido por una enfermedad mental y el provocado por el tedio de vivir.
En definitiva se abre una puerta a que la medicina debe atender a los suicidios catalogados de patológicos y se muestra una dualidad entre los ámbitos religiosos y médicos.
Con el advenimiento del Romanticismo el suicidio pierde parte de su carácter peyorativo, se producen ciertas epidemias que atrapan también a algunos de sus principales protagonistas.
Ortega lo denominó "mal del siglo". El Werther de Goethe fue considerado como el principal responsable de estas epidemias entre los suicidios románticos.
La pieza musical "Triste Domingo" de Rezso Seress también provocó una oleada de suicidios durante el romanticismo. Los suicidios por honor y, sobre todo por amor, ya elogiados en la antigüedad por Virgilio se hacen muy frecuentes al estilo de Otelo o de Romeo y Julieta de Shakespeare; o al de la Celestina, de Fernando De Rojas.
El fin de la represión del suicidio, coincide con la aparición de las ciencias sociales, que nacen con el capitalismo y la sociedad industrial: se empieza a considerar como un problema social junto con la pobreza, alcoholismo…El enfrentamiento del hombre con sus instituciones que se verán como represivas y alienantes, se llega a un concepto de rebelión o de pesimismo. El hombre vivirá como rebelde o como sometido.
En el siglo XIX, los existencialistas, van a tener una concepción del mundo con una conciencia de desgracia que sigue al optimismo burgués anterior, el existencialismo es una filosofía de crisis que nos habla de riesgos inevitables, pero bajo todos ellos intenta desvelar los grandes problemas humanos, como la personalidad del hombre singular, del sentido de la vida y de la muerte.
Para Sartre la muerte es la única certeza de la vida; y para Camús no hay más que un problema verdaderamente serio que es el suicidio.
Para Freud el suicidio es un fenómeno intrapsíquico originado primariamente en el inconsciente y en el que prima la agresividad y la hostilidad a sí mismo, que no puede exteriorizarse. La base del suicidio está en el instinto de muerte.
Menninger descubre dos formas de suicidio: "suicidios crónicos" (alcoholismo, invalidez, martirio, psicosis, etc.) y "suicidios localizados" (automutilaciones, accidentes intencionados, poli cirugía, impotencia, frigidez).
Emile Durkheim admite tres formas de suicidio: "egoísta" por defectos de integración social; "anímico" que se da cuando se rompe el equilibrio entre la sociedad y el individuo; "altruista" donde el cuerpo social dicta el suicidio.
En todo caso, el suicidio es la última expresión de libertad que en otros niveles, no populares, no se habla de él como un acto de cobardía o valor, libertad o sometimiento, sino como algo voluntario o no, pero ante el cual las leyes y la opinión popular, dejan una especie de libertad-vergonzosa, vigilada por médicos, policías, padres… y dentro del campo de la patología médica.
Para Solomon, 1976 es la vía final común y el desenlace de un fracaso progresivo en la adaptación con aislamiento y alteración de las redes relacionales humanas que nos sostienen y dan significado a la vida, desvaneciéndose esa fuerza misteriosa y vital que hace que toda criatura viviente desee seguir viva, constituye un fenómeno poli dimensional y complejo, estudiado desde la óptima biológica, sociológica y clínica.
Emile Durkheim, 1897 en su obra -El suicidio- lo define como un fenómeno emergente social en donde no siempre hay una base de un trastorno mental; describe cuatro formas: suicidio egoísta, suicidio altruista, suicidio anímico y suicidio fatalista.
Para Freud el suicidio viene a ser un síntoma doloroso producto de tendencias autodestructivas presente en todo tipo de personas, fenómeno intrapsíquico determinado de forma inconsciente donde interviene la agresión y la hostilidad a sí mismo al no poder exteriorizarlo.
La base del suicidio radica en el instinto de muerte. Atiende a un impulso agresivo introyectado hacia sí mismo.
Para Albert Camus no hay un problema filosófico verdaderamente importante como el suicidio. Afirma Landsberg "la voluntad de la vida del animal humano no es ilimitada ni incondicional.
Queda saber si el suicidio en todos los casos es contrario al amor que nos debemos a nosotros mismos".
"Cuestión inabarcable y enigmática como la condición humana, terrible y turbador misterio del que sabemos en realidad poco" Ros Montalbán.
Siguiendo a E. Morín, pensamos que allí donde se produce el suicidio la sociedad no sólo ha fracasado en su intento de ahuyentar a la muerte, de procurar el gusto por la vida al individuo si no que ella misma ha sido derrotada y negada: nada pudo hacer por y contra la muerte del hombre.
La afirmación individual cobre su extrema victoria que a la vez es un irremediable desastre. Allí donde la individualidad, solitaria y radiante se desprende de todo vínculo, también allí, solitaria y radiante, se alza como el sol la muerte.
(*) Psiquiatra-Psicoterapeuta. Prof. Master de Terapia Familiar. Universidad de Sevilla.
(**) Psiquiatra-Psicoterapeuta. Dr. Prof. de Psiquiatría. Director del Master de Terapia Familiar.
Universidad de Sevilla. Jefe de Servicio de Unidad de día. HUS. Sevilla
Desarrollo
El suicidio es el acto de quitarse deliberadamente la propia vida. El comportamiento suicida es cualquier acción que pudiera llevar a una persona a morir, como tomar una sobredosis de fármacos o estrellar un automóvil de forma deliberada.
El suicidio y los comportamientos suicidas generalmente ocurren en personas con uno o más de los siguientes factores:
Trastorno bipolar
Trastorno límite de la personalidad
Depresión
Dependencia del alcohol y de las drogas
Esquizofrenia
Cuestiones de vida estresantes, como problemas serios a nivel financiero o en las relaciones interpersonales
Las personas que intentan suicidarse con frecuencia están tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar. Muchos de los que cometen intento de suicidio están buscando alivio a:
Sentirse avergonzado, culpable o como una carga para los demás.
Sentirse como víctima.
Sentimientos de rechazo, pérdida o soledad.
Los comportamientos suicidas pueden ser causados por una situación o hecho que la persona ve como agobiante, tales como:
El envejecimiento (los ancianos tienen la tasa más alta de suicidio).
La muerte de un ser querido.
La dependencia de las drogas o del alcohol.
Un trauma emocional.
Enfermedades físicas graves.
El desempleo o los problemas financieros.
Los factores de riesgo del suicidio en adolescentes abarcan:
Acceso a armas de fuego.
Miembro de la familia que cometió suicidio.
Antecedentes de autoagresión deliberada.
Antecedentes de abandono o maltrato.
Vivir en comunidades en donde ha habido brotes recientes de suicidio en personas jóvenes.
Ruptura sentimental.
La mayoría de los intentos de suicidio no terminan en muerte. Muchos de estos intentos se llevan a cabo en una forma en que el rescate sea posible. Estos intentos a menudo representan un grito desesperado en busca de ayuda.
Algunas personas intentan suicidarse de una manera que sea menos probable de llevar a la fatalidad, como envenenamiento o sobredosis. Los hombres, especialmente los ancianos, tienen mayor probabilidad de escoger métodos violentos, como dispararse. Como resultado, los intentos de suicidio por parte de ellos tienen mayor probabilidad de consumarse.
Los parientes de personas que intentan o cometen suicidio a menudo se culpan o se enojan mucho y pueden ver el intento o el acto como egoísta. Sin embargo, las personas que intentan cometer suicidio con frecuencia creen erróneamente que les están haciendo un favor a sus amigos y parientes al irse de este mundo.
Síntomas
A menudo, pero no siempre, una persona puede mostrar ciertos síntomas o comportamientos antes de un intento de suicidio, entre ellos:
Tener dificultad para concentrarse o pensar claramente.
Regalar las pertenencias.
Hablar acerca de marcharse o la necesidad de "dejar todos mis asuntos en orden".
Cambio repentino en el comportamiento, sobre todo calma después de un período de ansiedad.
Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
Tener comportamientos autodestructivos, como tomar alcohol en exceso, consumir drogas ilícitas o hacerse cortaduras en el cuerpo.
Alejarse de los amigos o no querer salir.
Tener dificultad repentina en el colegio o el trabajo.
Hablar acerca de la muerte o el suicidio o incluso declarar el deseo de hacerse daño.
Hablar acerca de sentirse desesperado o culpable.
Cambiar los hábitos alimentarios o de sueño.
Preparar maneras de quitarse su propia vida (como comprar un arma o muchas pastillas).
Los trastornos pueden llevar a conductas suicidas, así como la depresión una de las principales causas que llevan a las personas a quitarse la propia vida. Para establecer las características de éstas cuestiones mentales se describen a continuación.
Trastornos mentales
Son afecciones o síndromes psíquicos y conductuales, causa de angustias y deterioro en importantes áreas del funcionamiento psíquico; afectando el equilibrio emocional, el rendimiento intelectual y la adaptación social.
Los trastornos psíquicos también son considerados como una tensión emocional de larga duración, condicionada a la experiencia insuperable por las propias fuerzas. Produce menoscabo del estado de ánimo subjetivo de las posibilidades cualitativas y cuantitativas de experimentación, elaboración y acción; también genera disposición a la acción o reacción causante de una tensión subjetiva que es considerada por el individuo mismo y/o por otros como una desviación de experiencias y normas.
Se distingue de una tensión emocional <<normal>> (sobre todo), por la gravedad o por el menoscabo, las pérdidas y las presiones dolorosas subjetivas. Los trastornos mentales duran más, no pueden superarse por las propias fuerzas y se consideran como una <<desviación>>.
Todos experimentamos abatimientos, incompetencia o desamparo en determinadas situaciones o personas. Así mismo experimentamos trastornos del sueño y otras molestias. También nos sentimos a veces desganados, pasivos y como "paralizados".
Trastornos infantiles.
Son trastornos mentales que se hacen evidentes durante la infancia, la pubertad o la adolescencia.
Trastornos Orgánicos-Mentales.
Están caracterizados por la anormalidad psíquica y la conductual, asociada a deterioros transitorios o permanentes en el funcionamiento del cerebro. Este daño cerebral, surge como consecuencia de una enfermedad orgánica, del consumo de alguna droga a lesiva para el cerebro o de alguna enfermedad que lo altere indirectamente por su acción lesiva en otras partes del organismo.
Los síntomas característicos de estos trastornos pueden resultar de un daño orgánico o de una reacción del paciente a la pérdida de capacidades mentales. Ciertos trastornos mantienen como principal característica el delirio o un estado de obnubilación de la conciencia, proporcionando así un impedimento para mantener la detención. Además se presentan errores perceptivos y pensamiento desordenado e inadaptado.
Neurosis La neurosis se caracteriza porque su producto sucedáneo es una fantasía de proveniencia y significación individual.
En esta patología no podemos observar una verdadera pérdida del sentido de la realidad, sino que se trata sólo de una adulteración de ésta.
Dentro de la neurosis encontramos los siguientes trastornos:
*Histeria: Es una enfermedad mental que se manifiesta por medio de determinados síntomas físicos, tales como parálisis o movimientos espasmódicos acompañados a veces de falta o exceso de sensibilidad al dolor. Estos fenómenos también reciben el nombre de Histeria de conversión, y reacciones disociativas. En pacientes diagnosticados hipocondríacos, neuros-técnicos o esquizofrénicos y aun en personas normales se dan también ciertas reacciones corporales prácticamente indistinguibles de las que se observan en los histéricos.
*Trastornos de la Ansiedad: La ansiedad es el síntoma predominante en dos casos: el pánico y los trastornos ansiosos generalizados.
En las fobias y las neurosis observas compulsivas, el pánico aparece cuando el individuo intenta dominar otros síntomas como el miedo racional, desmedido, etc. Entre las perturbadoras esta la agorafobia, miedo a los espacios muy abiertos o cerrados (claustrofobia). Por otro lado las obsesiones consisten en pensamientos, imágenes, impulsos o ideas repetitivas y sin sentido para la persona, que se ve sometida a ellos. Finalmente, la compulsión tiende a repetir mecánicamente comportamientos inútiles, actitudes de previsión (un ejemplo es lavarse las manos más de 30 veces al día).
*Trastornos obsesivos-compulsivos: Una obsesión existe siempre que una persona no puede excluir ciertos pensamientos de la conciencia.Los fenómenos obsesivos abarcan desde actos cotidianos y repeticiones de medida de precaución consciente hasta sistemas intrapsíquicos, de comportamientos altamente organizados, que dominan a la persona en la neurosis obsesiva y trastornos del carácter.
Un Trastorno Obsesivo
Es uno de los tipos de reacción en el que el individuo sufre la necesidad de realizar actos rituales lógicamente innecesarios (compulsiones) o bien tiene pensamientos que repugnan (obsesión). A estos trastornos los suele acompañar un impulso a la repetición que resulta irresistible a pesar de los grandes esfuerzos para suprimirlo. También a veces acompañan a estos trastornos diversos grados de duda, indecisión, ambivalencia, culpa, pensamientos mágicos y superstición, tendencias sádicas y masoquista, así como cavilaciones sobre el orden y desorden, el bien y el mal, la limpieza y la suciedad, el amor y el odio.
Estos elementos generalmente no son comprendidos ni controlados por el individuo, aun cuando éste los considere disparatados, ridículos, penosos o humillante.Para algunos autores estas reacciones neuróticas no se hallan totalmente determinadas por mecanismos de tipo hereditario (genético).
*Hipocondría: Se hace referencia a una sintomatología psíquica caracterizada por la hipervaloración de una serie de molestias corporales, sin justificación. Esta sintomatología aparece prácticamente en todos los grupos nosológicos, por lo que no puede hablarse de la hipocondría como una enfermedad, sino como un cuadro clínico, que caracteriza a pacientes que padecen diferentes enfermedades psíquicas.
Sydeham utilizó el término hipocondría para designar a la histeria del varón, constituyéndose en el grupo sociológico fundamental que más tarde se conocería con el nombre de neurosis.
Hay 2 formas fundamentales de hipocondría:. Hipocondría menor o neurótica, la que encontramos cuadros que clasifican las distintas formas de neurosis y en especial a la hipocondría obsesiva, ansiosa constitucional e histérica.Hipocondría delirante o de psicosis, encontramos la psicosis endógena, la maniaco depresiva, las quejas hipocondríacas, muy frecuentes durante la fase depresiva. En la esquizofrenia lo más característico es un cuadro seudo neurótico, en el que durante mucho tiempo el enfermo mantiene otra cosa que sus quejas hipocondríacas, las cuales son delirantes, característica que domina todo el cuadro clínico.
*Fobias: Es temor irracional y persistente, inspirado por un objeto o lugar determinado, también implica ciertas repulsiones e inhibiciones mediante las cuales el sujeto trata de rehuir la ansiedad que lo asecha, ejemplo: un enfermo agorafórico permanecerá día y noche en su casa para evitar lo que invada la angustia. El paciente fóbico recurre a toda clase de subterfugios, en su afán por alejar de sino sólo el objeto de su aversión, sino cualquier alusión a éste, o a cualquier pensamiento relacionado con él.
Se le atribuye a las fobias vivencias de la primera infancia o reprimidas de las que falta recuerdo y que debe ser despertada, ejemplo: del inicio de una fobia puede haber sido porque un niño haya quedado encerrado alguna vez en una habitación produciéndole una claustrofobia.
PsicosisConstituye un trastorno psiquiátrico grave, suelen dañar algún conflicto visible de la realidad o una percepción de la realidad distinta a la que caracteriza a la mayoría de la población o un alejamiento respecto de las pautas conductuales aceptadas por la sociedad. No son psicóticas todas las personas que muestran tales divergencias o conflictos.
Las personas que los especialistas consideran psicóticas no presentan necesariamente trastornos, ni cometen siempre actos que puedan resultar perniciosos para ellas mismas o para la sociedad. Durante la mayor parte de su vida no muestran síntomas patológicos patentes.
Dentro de la psicosis encontramos los siguientes trastornos:
*Trastornos de la personalidad: Estos trastornos duran toda la vida, algunos rasgos de la personalidad son tan rígidos e inadaptados que llegan a causar problemas laborales y sociales.
Daños a uno mismo y a los demás .La personalidad paranoide se caracteriza por la suspicacia y desconfianza. La esquizoide ha perdido la capacidad y el deseo de amar o establecer relaciones personales, mientras que la esquizotimia se caracteriza por el pensamiento, el habla, la percepción y el comportamiento extraño. Las personalidades históricas de caracterizan por la teatralidad de su comportamiento y expresión y se relacionan con la personalidad narcisista.
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