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Equidad de género en Perú y Latinoamérica

Enviado por yumiko lecca heredia


Partes: 1, 2, 3, 4

  1. Introducción
  2. La equidad de género
  3. Enfoque de la equidad de género dentro del programa de las Naciones Unidas para el desarrollo-PNUD
  4. Plan nacional de igualdad de género 2012-2017 -MINP- Perú
  5. Situación de la equidad de género en el Perú y Latinoamérica
  6. Recomendaciones
  7. Conclusiones
  8. Bibliografía

LA EQUIDAD DE GÉNERO

Introducción

La igualdad de género, la autonomía y el empoderamiento de las mujeres es uno de los Objetivos del Perú para estos años 2012 – 2016, incorporando así el enfoque de género, desde una perspectiva programática, pensando en metas como la Reducción de Pobreza, Gobernabilidad Democrática, Descentralización, Sostenibilidad Ambiental y Reducción de Riesgos de Desastres Naturales y Adaptación al Cambio Climático.

El Perú en respuesta a los compromisos internacionales suscritos con el fin de erradicar las brechas de género y de todas las formas de discriminación por sexo, tiene el desafío de incorporar en las políticas públicas el enfoque de género. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables cuenta con Planes Nacionales tales como el Plan Nacional de Igualdad de Género (PLANIG) 2012 – 2017 y el Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2009 – 2015; representados plenamente a través del Programa de Igualdad de Género por la Dra. Grecia Rojas; y el Programa de Políticas de Igualdad de Género Lic. Silvia Quinteros; quienes serán las encargadas de encaminar las políticas públicas del Estado Peruano, en sus tres niveles de gobierno, garantizando la igualdad y la efectiva protección de los derechos humanos para mujeres y hombres, la no discriminación y el pleno desarrollo de las potencialidades y capacidades individuales y colectivas. De esta manera, se espera garantizar a todas las personas, el ejercicio de sus derechos a la igualdad, dignidad, libre desarrollo, bienestar y autonomía; así como erradicar toda forma de discriminación, para alcanzar la igualdad real y efectiva.

Todo ello, en el marco del cumplimiento de la Ley N° 28983, Ley de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres y el Decreto Legislativo Nº 1098, Ley de Organización y Funciones del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Con este pequeño pero sustancial Trabajo de Investigación queremos conseguir, hacer reflexionar y a la vez reaccionar a la población en general sobre lo conocido hasta hoy como EQUIDAD DE GÉNERO, pero que nosotros sólo nos aventuramos a calificar como reconocimiento de derechos a hombre y mujer por igual; lograr que la nueva visión sea de que cada miembro de la sociedad respete a los demás y desempeñe un papel potencial al máximo, creando una sociedad con posibilidades de ofrecer tanto a hombres y mujeres la oportunidad de surgir y mejorar .

Para terminar agradecemos ante todo a nuestro docente, por darnos la oportunidad como mujeres de expresarnos, como estudiantes del Doctorado, de demostrar que las mujeres somos capaces de superarnos y demostrarnos a nosotras mismas que somos valiosos instrumentos de impulso y de cambio en todas las estructuras sociales de los pueblos, pero sobre todo de nuestras familias.

CAPÍTULO I

La equidad de género

1.- MARCO CONCEPTUAL .-

1.1 Teoría de Género:

La teoría de género es un instrumento que debe ser utilizado por quienes participan en la administración de justicia como un mecanismo para complementar su labor, conocer y comprender la realidad social de los hombres y mujeres, lo que no ocurre siempre, pues no se la aprende en las universidades, sino en textos especializados escritos por innumerables mujeres y algunos hombres a los que todos pueden acceder, pero pocos los requieren. Será útil aproximarnos rápidamente a ciertos conceptos que maneja la teoría de género para comprender mejor el tema, como seso, género, sesgo por género, perspectiva de género, equidad de género, por indicar algunos.

1.2 Género:

Es una construcción social y cultural de rasgos de personalidad, actitudes, vestimenta, valores, conductas y roles sociales; formas de pensar y actuar diferentes; prácticas y simbologías que se elaboran a partir de la diferencia sexual y que se aprenden, por lo tanto no son inmutables, puede cambiar, puede ser distinto en cada lugar o cultura, en cada época, pero tiene su propia lógica, su propia fuerza de influencia en todas las dimensiones y estructuras, incidiendo en la forma cómo asumen la vida hombres y mujeres. Cada recién nacido, hombre y mujer, es inmediatamente adscrito a uno u otro de los grupos genéricos. De esta manera quedan determinadas las líneas básicas de su condición de vida.

1.3. Enfoque de género:

El enfoque de género permite desarrollar conocimientos concretos sobre la situación de la mujer con respecto a la de los hombres en el mundo. Su sentido filosófico es precisamente contribuir a visualizar las relaciones de poder y subordinación de las mujeres, conocer las causas que las producen y encontrar mecanismos para superar las brechas existentes.

1.4 Sesgo por género:

Son las actitudes o comportamientos de parte de los actores del sistema de administración de justicia, basados en estereotipos sobre la verdadera naturaleza y el papel adecuado de las mujeres y los hombres, o mitos y falsos conceptos sobre las verdades económicas y sociales que enfrentan los dos sexos. En el sistema judicial una de las consecuencias es que ese sesgo por género produce discriminación respecto de los derechos y situación de la mujer. La discriminación no necesariamente involucra intención deliberada ni tiene que ser consciente.

Al momento de mirar nuestra realidad y hacer un análisis crítico de la misma, es importante poner atención a los procesos que construyen la diferencia, la dominación y la subordinación en las relaciones sociales entre hombres y mujeres, y que están construidos a partir de un hecho biológico: la diferencia sexual.

Es esa categorización sexual, que en realidad determina únicamente las características biológicas que definen a un ser humano como hombre o mujer, la base para construir lo que el movimiento feminista identificó como:

  • A) GÉNERO: "la gama de roles, relaciones, características de la personalidad, actitudes, comportamientos, valores, poder relativo e influencia, socialmente construidos, que la sociedad asigna a ambos sexos de manera diferenciada"[1]. La sociedad forma a hombres y mujeres en función a lo que se espera de cada uno de ellos y ellas, asignándoles unas determinadas funciones y limitándoles a unas expectativas que, se supone, son naturales a cada sexo.

Las características asignadas por el género son específicas del periodo histórico y la cultura de cada sociedad, y se han ido transformando a lo largo de la historia. Mientras que la diferencia sexual está predeterminada por la genética y la biología, los roles de género son una "identidad aprendida y adquirida" que varía de una cultura a otra y que está condicionada, además, por otras variables como la etnia, la edad y la clase social. El género no sólo marca a las personas como seres individuales, sino que establece también las bases para las relaciones entre ellos.

A partir de esta diferenciación entre hombres y mujeres, surgen diferentes conceptos y aproximaciones que elaboran un sistema de análisis de la realidad que tiene el género en la base de su mira. El análisis de género analiza el impacto diferenciado que tienen proyectos, programas y políticas públicas en hombres y mujeres. Para ello, se parte de la recopilación de datos desagregados por sexo de la población meta, así como de otra información sensible al género (trabajo remunerado y voluntario, servicios sociales disponibles, etc.) Este análisis permite formular programas que den respuesta a las necesidades e intereses identificados, garantizando que una acción "ciega al género" no vaya a generar más inequidades o reforzar las ya existentes.

En este sentido, es también necesario tomar en cuenta los conceptos de "igualdad de género" y de "equidad de género."

B) La igualdad de género; se basa en el principio de que todas las personas, hombres y mujeres, tengan la posibilidad de desarrollar sus habilidades y libertad para tomar sus decisiones, y que se han tenido en cuenta sus condiciones específicas, que han sido valoradas y favorecidas de la misma manera. No se trata de que hombres y mujeres sean iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de haber nacido con un sexo u otro.

C) La equidad de género; tiene como meta el tratar de manera justa y equitativa a hombres y mujeres, según sus necesidades. Teniendo en cuenta este principio, se tomarán las medidas oportunas para que sus derechos, responsabilidades y oportunidades sean las mismas, aunque eso signifique que haya que favorecer a un grupo sobre otro.

La equidad es el camino hacia la igualdad. Esto nos lleva inevitablemente al concepto de;

D) "brecha de género"; que son las desigualdades que existen entre hombres y mujeres en el acceso a los recursos y servicios, el ejercicio de derechos, la participación pública y la igualdad de oportunidades. La brecha de género es una excelente vía para ilustrar la discriminación de las mujeres en la sociedad y su desigualdad frente a los hombres. En cada iniciativa que una organización debería preguntarse cuál es la brecha de género y garantizar que sus acciones tienen a eliminar esa brecha o, al menos, no profundizarla.

Es un error común intercambiar los conceptos de "mujer", "género" o "familia" ya que no identifican la misma realidad, aunque es cierto que las mujeres sufren una situación de desventaja y subordinación en la mayoría de las sociedades contemporáneas. También es un error extendido considerar a las mujeres como un grupo homogéneo, sin tener en cuenta que sus intereses y necesidades pueden ser distintos y, en ocasiones, hasta divergentes.

  • INTERESES ESTRATÉGICOS.-

Pero aunque las necesidades prácticas de las mujeres sean muy diferentes, sus intereses estratégicos serían básicamente los mismos, como podemos ver a continuación[2]

  • Necesidades prácticas de género: tienden a ser inmediatas y de corto plazo, relacionadas con las condiciones de vida de las mujeres. Varían según la clase, la etnia y la edad, están relacionadas con las necesidades básicas que pueden ser cubiertas por la provisión de servicios (salud, educación, etc.) y son fácilmente identificables por las mujeres. La manera de canalizar estas necesidades suele ser a través de incluir a las mujeres en programas sociales como beneficiarias, intentando mejorar su calidad de vida pero sin plantearse los roles de género que afectan a las mujeres ni buscar un cambio en la realidad existente.

  • Intereses estratégicos de género: normalmente son a largo plazo y están relacionados con un cambio de la situación de las mujeres en la sociedad. Son comunes a la gran mayoría de las mujeres, sin importar su clase social, etnia o edad y se relacionan con la situación de desventaja de las mujeres frente a los hombres. Para ser identificados requieren una mayor toma de conciencia y empoderamiento por parte de las mujeres. Estos intereses se promocionan a través de la inclusión de las mujeres como agentes decisorios de los programas gubernamentales y el mejoramiento de la situación de las mujeres en la sociedad, pudiendo transformar las relaciones de género existentes en relaciones más equitativas.

En cualquier caso, no se pretende plantear ambas cuestiones como una dicotomía aislada en la que la consecución de una está desligada del éxito de la otra. Más bien al contrario, tanto las necesidades prácticas como los intereses estratégicos deben ser planteados y reivindicados como aspectos integrales que permiten dar respuestas positivas a las demandas de las mujeres.

2.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS .-

2.1.1. ANTECEDENTES NORMATIVOS EN LATINOAMÉRICA Y EL PERÚ:

*La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada en 1948, describe aquellos derechos básicos, inalienables y universales,y da origen a la formación de un cuerpo normativo relativo a la protección de los derechos humanos. Surge tras la traumática experiencia de la Segunda Guerra Mundial, del fascismo y el holocausto judío, siendo la carta de consenso base para los Estados Partes que se habían reunido en la Organización de las Naciones Unidas.

La Declaración-DUDH, 1948, Artículo 2, manifiesta: en su punto 1) así como, en el preámbulo afirma la igualdad de derechos de hombres y mujeres y reconoce la dignidad y los derechos iguales e inalienables de todo ser humano, cuando los Estados Partes afirman: "… su fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se declaran resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad" (DUDH, 1948, preámbulo).

Cuando la Declaración fue aprobada, hacía ya dos años que funcionaba la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, creada en 1946, cuyo objeto es dar seguimiento a la situación de las mujeres y promover sus derechos.

*Este principio orienta la segunda generación de derechos humanos, los Pactos sobre Derechos Civiles y Políticos y sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, que defiende no sólo la libertad individual, sino también la protección social; es decir se hace un reconocimiento a la dignidad inherente a todas las personas y de sus derechos iguales e inalienables que constituyen el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo.

Progresivamente dan origen al establecimiento de marcos normativos regionales y nacionales que incorporan en mayor proporción la protección de los derechos humanos y avanzan en un visión integral de los mismos, inspirada en la idea que no hay libertad sin igualdad y tampoco igualdad sin libertad.

*A continuación se sintetiza los principales documentos de Naciones Unidas que dan cuerpo a los derechos humanos de las mujeres: la Convención sobre la Eliminación de toda forma de discriminación contra la mujer (CEDAW), aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de diciembre de 1979; la Declaración de Viena (1993), la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo (1994), su Programa de Acción Mundial y más adelante, la sesión de la Asamblea Cairo +5 ( 1999) , la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing (1995) y su Plataforma de Acción Mundial, las Conferencias Regionales de la Mujer de América Latina y el Caribe posteriores a Beijing, la Declaración del Milenio en New York en el año 2000; y las Resoluciones de la sesión de 2004 del Comité CEDAW. Entre las Conferencias Regionales más importantes de destacar, tenemos:

*** Consenso de Santiago (1997), por primera vez en la región se invita a "Formular y perfeccionar programas encaminados a proteger la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres";

***La Séptima Conferencia Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de América Latina y el Caribe, Santiago de Chile, 19 al 21 de noviembre de 1997, donde se abordan los problemas de la pobreza de las mujeres y de su ausencia de las instancias de adopción de decisiones, lo que requiere ocuparse paralelamente de la masculinidad y de las actitudes y los comportamientos tradicionales de los hombres, así como de su impacto sobre la sexualidad y las relaciones de poder y de dominio que ejercen sobre las mujeres, reconociendo que éste es un motivo de creciente preocupación en muchos países de la región y debería ser examinado con miras a fomentar actitudes y comportamientos más positivos de los hombres en las esferas privada y pública"

***El Consenso de Lima (2000)que llama a "Garantizar la protección de los derechos humanos de las mujeres, incluidos los derechos sexuales y reproductivos, y hacer frente a las violaciones de estos derechos prestando particular atención a todas las formas de violencia sobre la base del género y a sus causas básicas, incluida la reproducción de una cultura de violencia" ; y reitera la necesidad de formular y perfeccionar programas encaminados a proteger la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

***Finalmente, el Consenso de México (2004) que pone énfasis en la dimensión étnico-racial y a la diversidad existente en la región, así como a la dimensión generacional y pide "Revisar e implementar la legislación que garantice el ejercicio responsable de los derechos sexuales y reproductivos y el acceso sin discriminación a los servicios de salud, incluida la salud sexual y reproductiva de conformidad con el Consenso de Lima" .

2.1.2.ANTECEDENTES HISTÓRICOS EVOLUTIVOS:

En relación con la Historicidad, en la construcción teórica del género es producto, de tres desarrollos generales que corren paralelos los que se retroalimentan entre sí:

  • a) Los procesos sociales de cambio, sobre todo a partir de la fase de industrialización en las sociedades occidentales que posteriormente se presentan en los países en desarrollo, y todo lo que esto acarrea en las vidas de las familias y las mujeres sobre todo de la clase trabajadora.

  • b) Los movimientos feministas incluidas activistas, pensadoras y académicas, así como las luchas sociales, impulsadas por mujeres y feministas; y

  • c) El Desarrollo de las ideas en el plano intelectual, proveniente de distintas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades, donde fueron tomando fuerza aquellas ideas de libertad e igualdad, fundamentalmente a partir de la revolución francesa. (3)

Tanto en Inglaterra como en Estados Unidos el feminismo, como movimiento social por los derechos de la Mujer, tiene un primer desarrollo en la segunda mitad del siglo IXI, reivindicaban la igualdad de mujeres y hombres pero crecientemente se centraron en la lucha por sufragio . (4)

En América Latina, dicho movimiento se desarrolla a comienzos del siglo XX y se mantiene con variaciones, hasta aproximadamente los años 40 -50 cuando en la casi totalidad de los países las mujeres lograron elegir y ser elegidas, con las restricciones propias de la época. (5)

En todas partes, tras la obtención del derecho a voto, el movimiento de mujeres declinó. En el hemisferio norte, el temor a la Revolución Rusa, más la Depresión y la Segunda Guerra Mundial fueron tiempos difíciles para las organizaciones de mujeres, resurgiendo recién en la década de los 60. En Estados Unidos, junto con otros movimientos, como el movimiento negro y el movimiento estudiantil en contra de la Guerra de Vietnam. Es el tiempo de la "revolución sexual".

En América Latina, el resurgimiento se da en los años 70, en muchos casos en el contexto de las dictaduras militares que asolaron la región también dieron pie a cambios, por ejemplo en el Perú, se creó el Instituto de Neonatología y Protección Materno Infantil de Salud (1971) ; La Ley Reforma Educativa, para revalorar a la mujer( 1972); se formó el Comité Técnico de Revaloración de la Mujer –COTREM (1972); Mitin feminista contra el Señorita Verano 1973; se forma la Comisión Nacional de la Mujer Peruana –CONAMUP( 1974); Carta Abierta acerca del problema de la prostitución ( 1976); la Huelga del Trocadero, se exigía cese de explotación contra las prostitutas ( 1976); Debate televisivo sobre el aborto( 1977).Por su parte, la condición de las mujeres ha sido objeto de preocupación, tanto en Naciones Unidas (Comisión de la Condición Social y Jurídica de la Mujer) como en la Organización de Estados Americanos (Comisión Interamericana de Mujeres). Con la Primera Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Mujer (México, 1975) y el Decenio para la Mujer (1975-1985), la búsqueda de la equidad de género y de la superación de la discriminación que afecta a las mujeres entró a las agendas.

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(3) Es importante recordar que más allá de la consigna de igualdad , libertad y fraternidad proclamada por la Revolución Francesa en 1971 , Olimpia De Fouges redactó " la Declaración del Derecho de la Mujer y la Ciudadana", pero fue guillotinada dos años después al ser considerada una conspiradora que había abandonado las virtudes de su propio sexo.

(4) En Inglaterra, lograron el derecho a voto, en 1917, y en Estados Unidos en 1918. En Nueva Zelanda lo habían obtenido en 1893 y en Australia en 1902.

(5) Es importante recordar que más allá de la consigna de igualdad , libertad y fraternidad proclamada por la Revolución Francesa en 1971 , Olimpia De Fouges redactó " la Declaración del Derecho de la Mujer y la Ciudadana", pero fue guillotinada dos años después al ser considerada una conspiradora que había abandonado las virtudes de su propio sexo.

En el ámbito de las intervenciones para el desarrollo se identificó bajo la orientación de "Mujeres en el Desarrollo".

En los años 80" el movimiento feminista vive la 3ª ola, con el debate acerca de "las diferencias" entre mujeres, surgiendo los movimientos de mujeres afro descendientes e indígenas. En los años 80" se empieza a cuestionar el estudio aislado de las mujeres y la supuesta homogeneidad de ellas. Se toma en cuenta que para referirse al concepto de género debemos tomar en cuenta la consideración cultural, en el sentido que todas las acciones y pensamientos de los seres humanos, hombres y mujeres, están permeados por la cultura, es decir, por visiones e interpretaciones del mundo, normas, valores y prácticas sociales. Las culturas no son esencias inmutables sino que se transforman constantemente, tanto por procesos internos como externos, intencionales y no intencionales. La cultura dota de contenido a las nociones de lo masculino y lo femenino, define papeles para un sexo y otro, establece formas de relaciones jerárquicas y valoraciones diferenciales. En este sentido, el género es un producto cultural, construido por las sociedades, sobre la base de la diferencia sexual. A su vez, las construcciones culturales de género están ligadas a las construcciones que cada cultura hace de las nociones de sujeto, persona y autonomía.

Como vemos los años 80" fueron muy importantes en debatir el tema de equidad, surgiendo el enfoque de mujer en el desarrollo (MED), que hasta ese momento había guiado los proyectos de intervención de la cooperación internacional. Este enfoque se puede identificar con las necesidades básicas de las mujeres, proveyendo servicios de asistencia que contribuían a mejorar las condiciones de vida de las mujeres beneficiarias, pero sin cuestionar la estructura básica de desigualdad en las relaciones entre hombres y mujeres. Tras años de ejecución de este tipo de asistencia, el fracaso de las mismas era evidente.

De este debate surgió el enfoque de género en el desarrollo (GED) que fija sus objetivos en los intereses estratégicos de las mujeres, y que pone en el centro de atención las desiguales relaciones de poder que afectan a hombres y mujeres. Este enfoque adopta el empoderamiento de las mujeres como una condición necesaria para su desarrollo, entendido no solamente como la satisfacción de sus necesidades prácticas, sino también como la consideración de sus intereses estratégicos.

El enfoque GED sirvió de marco a la Declaración de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Beijing en 1995 y ha estado presente en el resto de los compromisos internacionales que se han suscrito posteriormente. Muy importante también fue el informe de Desarrollo Humano del PNUD de 1995, que reconocía la desigualdad de género como una de las desigualdades más persistentes y sostenía que el empoderamiento de las mujeres debía ser parte sustancial del paradigma del desarrollo humano sostenible. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) reservan su Objetivo nº 3 para el "logro de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres" (6) .

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(6) Documento Desarrollo del Milenio ; año 2000 New York , Objetivo nº 3

Otro concepto que surge con fuerza junto con el enfoque GED es el de "mainstreaming" definido como la transversalización del enfoque de género en todas las fases de la formulación, desarrollo y evaluación de un programa, una política pública o una gestión. El mainstreaming tiene como objetivo final procurar que tanto el diagnóstico de una situación como la medida del impacto de un programa tengan en cuenta las diferentes realidades, necesidades e intereses de hombres y mujeres, para luchar contra las desigualdades existentes y favorecer la equidad entre ambos sexos.

Este enfoque ha recibido muchas críticas desde el propio movimiento feminista, por considerar que su utilización ha "tecnificado" el enfoque de género y ha quitado fuerza a las acciones concretas a favor de las mujeres.

El empoderamiento de las mujeres. es una estrategia que busca transformar las estructuras de dominación en todos los ámbitos: legislativo, educativo, institucional y toda aquella instancia, ya sea pública o privada, en la que prevalezca un dominio masculino. Una forma de facilitar el empoderamiento es incrementar la participación equitativa de mujeres y hombres en todos los procesos.

Para alcanzar el empoderamiento las mujeres no solo deben poseer iguales capacidades, tener acceso a las oportunidades y disfrutar de seguridad, sino que además deben disponer de los medios necesarios para ello y así tener la posibilidad de elegir y tomar decisiones sobre sus condiciones de vida. La esencia del concepto de empoderamiento de las mujeres radica en la habilidad que las mujeres tengan para controlar su propio destino. En consecuencia, el empoderamiento es mayor que la suma de las partes que componen la igualdad entre los géneros, a pesar de que conseguir la igualdad entre ellos es el paso critico de este proceso.

Finalmente, es importante destacar que la justicia de género es una cuestión de reconocimiento y redistribución: reconocimiento de la situación particular de las mujeres y los hombres, desde sus respectivos roles tradicionales, y redistribución de los recursos, las oportunidades y, en última instancia, del poder para la toma de decisiones. Si bien en algunos casos se han abordado ambos procesos como excluyentes, las políticas de redistribución y de reconocimiento deben armonizarse para lograr realmente una realidad más justa para hombres y mujeres.

CAPÍTULO II

Enfoque de la equidad de género dentro del programa de las Naciones Unidas para el desarrollo-PNUD

2.1 MANDATO Y POLÍTICA CORPORATIVA DEL PNUD

Para el PNUD la igualdad entre mujeres y hombres es un principio que permite garantizar el desarrollo humano, a la vez que constituye un objetivo fundamental en la lucha contra la pobreza. El trabajo que hace el PNUD con relación a la igualdad de género se basa en dos aspectos básicos:

a) el mandato consignado dentro de la política corporativa y el

b) vínculo intrínseco que existe entre desarrollo humano y equidad de género.

El primero señala que para conseguir la igualdad de género debe trabajarse con dos enfoques complementarios: la transversalidad de genero (gender mainstreaming) y el empoderamiento de las mujeres. El segundo considera a la equidad de género como condición indispensable para lograr el desarrollo humano.

El paradigma del desarrollo humano hace referencia al estado en el que se encuentran las libertades de las personas, busca ampliar las posibilidades de los individuos para elegir las mejores opciones dentro de varias alternativas, y refleja el nivel de la libertad que gozan o anhelan. En el concepto de desarrollo humano la igualdad de oportunidades juega un papel fundamental: no se trata de una igualdad de resultados sino de una igualdad de posibilidades de ser o actuar. En consecuencia, el desarrollo humano con equidad considera tres principios:

a) asegurar la igualdad de derechos entre mujeres y hombres;

b) considerar que las mujeres son agentes y beneficiarias del cambio;y

c) ampliar las oportunidades para mujeres y hombres, generando igualdad de condiciones para que ambos accedan a las oportunidades.

En las últimas décadas el PNUD ha desarrollado marcos teóricos y herramientas específicas para entender las interrelaciones entre diversos temas y el desarrollo humano. El Informe Mundial sobre Desarrollo Humano de 1995 se dedico a la condición de la mujer y unió los conceptos de desarrollo humano y género. Además incorporó al análisis dos nuevos indicadores para medir las disparidades entre hombres y mujeres, el Índice de Desarrollo Relativo al Genero (IDG) y el Índice de Potenciación de Genero (IPG).

  • Índice de Desarrollo relativo al Género (IDG): el IDG ajusta el progreso medio para reflejar las desigualdades entre hombres y mujeres en los siguientes aspectos: una vida larga y saludable, medida por la esperanza de vida al nacer; acervo de conocimientos, medido por la tasa de alfabetización de adultos y la tasa bruta combinada de matriculación primaria, secundaria y terciaria, y un nivel de vida decoroso, medido por la estimación de ingreso proveniente del trabajo.

  • Índice de Potenciación de Género (IPG): el IPG refleja la participación de las mujeres en los niveles decisorios de las diferentes ramas y órganos del poder publico; el IPG mide la proporción femenina en puestos ejecutivos y profesionales, participación política y grado de participación del ingreso que les corresponde.

La política corporativa del PNUD en cuanto a igualdad de género se guía por los siguientes documentos de referencia:

  • "Empoderadas e Iguales: Estrategia de Igualdad de Género 2008-2011" (GES, por sus siglas en inglés): Este documento marca la política global del PNUD para lograr la igualdad de género, tanto al interior de la organización como en el trabajo que las oficinas llevan a cabo en cada uno de los países donde están presentes. La igualdad de género es además una dimensión integral del trabajo del PNUD, tal y como se recoge en el Plan Estratégico 2008-2011. La GES señala la responsabilidad de la gerencia de cada oficina de país para que ponga en marcha los mecanismos o herramientas necesarias para lograr la total transversalización del enfoque de género en el trabajo de la organización.

  • Marco de cooperación regional 2008-2011 (RPD, por sus siglas en inglés): El objetivo de este documento es servir de guía para la actividad programática del PNUD en la región latinoamericana. El RPD define las cuatro áreas prioritarias de trabajo para los próximos años: Superación de la pobreza y la desigualdad y logro de los ODM; Gobernabilidad democrática; Prevención de crisis y Medio ambiente y Desarrollo sostenible. La promoción de la igualdad de género es una de las tres áreas transversales que sustentan todas las intervenciones del documento del programa regional.

  • "Paridad de Género en el PNUD" (2008) y "Plan de Acción para la Paridad de Género 2009-2011" del departamento de Recursos Humanos: este documento sienta las bases de la política de recursos humanos de la organización en cuanto a la paridad de género y la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Facilita líneas directrices y herramientas claras para promover un ambiente de trabajo amigable, con políticas de conciliación entre la vida laboral y profesional y favorable para el desarrollo de las potencialidades y capacidades de los y las trabajadoras del PNUD.

  • "Fiscalización de las Inversiones y los Gastos Relativos al Género en ATLAS" de 2009: Este documento marca un hito al permitir supervisar y fiscalizar la sensibilidad de género que posee cada asignación financiera y cada gasto; y analizar tendencias por región, resultado y área focal del Plan Estratégico y la Estrategia para la Igualdad de Género 2008-2011 del PNUD. El marcador de género debería también conducir a incrementar la inversión en cuestiones de igualdad de género a medida que el personal adquiere mayores conocimientos e interés en conocer cómo planificar y presupuestar con sensibilidad de género.

2.2 DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN DE PERÚ DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNEROS .-Datos Estadísticos

En base a información del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MINP), el Sistema de las Naciones Unidas en el Perú, la Defensoría del Pueblo; la Plataforma de Acción de Beijing, el Informe Nacional sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio en el año 2008; y a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe ( CEPAL),el Estado Peruano, viene implementando numerosas iniciativas para buscar la igualdad de género y construir sociedad inclusivas.

2.2.1 Contexto General

Coincidiendo con el retorno de la democracia al país y la conjunción de unas favorables condiciones económicas, desde el año 2000 Perú ha experimentado una de las mayores tasas de crecimiento de América Latina, pasando a ser considerado como país de renta media-alta. Este crecimiento económico, en combinación con la puesta en marcha de una serie de programas sociales destinados a los sectores más excluidos, hizo posible el incremento del Índice de Desarrollo Humano (IDH) al 0,724 y el logro de algunos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), como el de reducción de la pobreza extrema en un 11,5% y una mejora considerable en los índices de mortalidad infantil.

Estos avances económicos, que sin duda han sido muy positivos; no son suficientes, existen zonas rurales andinas y amazónicas afectadas de manera desproporcionada; junto con un déficit en la presencia del Estado en estas zonas, los principales problemas se reflejan en la dificultad para acceder a los servicios básicos, el deterioro del medio ambiente y la dificultad de contar con ingresos estables.

El regreso de la democracia no vino acompañado de un fortalecimiento de las instituciones públicas ni del sistema político, lo que sin duda ha tenido un impacto negativo en la gobernabilidad del país y en el nivel del conflictividad del país donde, a Mayo de 2012, figuran 173 conflictos activos y 72 conflictos latentes según la Defensoría del Pueblo, en muchos casos vinculados a la gestión de recursos naturales.

En los últimos años se ha ido profundizando también el proceso de descentralización que viene desarrollando Perú desde 2002 y que tiene como objetivo final acercar las instituciones a la ciudadanía y mejorar la gestión pública. La transferencia de competencias y recursos a los Gobiernos Regionales choca todavía con una necesidad manifiesta de fortalecer las capacidades de los cuadros técnicos para hacer posible una gestión eficiente del gasto público y la ejecución presupuestaria, que en 2010 no llegó al 60%.

Si bien Perú ha sido identificado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como uno de los 17 países megadiversos por albergar los mayores índices de biodiversidad del mundo, la desforestación, la contaminación de suelos y fuentes de agua por la actividad minera y su ubicación en una zona sísmica, lo hace un país altamente vulnerable al cambio climático y los desastres naturales.

2.2.2 Situación de la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer en Perú

En los últimos años podemos afirmar que Perú ha logrado avances en cuanto a la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer; se han fortalecido áreas sobre reducción de la mortalidad materna y el acceso a la educación primaria, aún así persiste grandes brechas de género que afectan, en mayor medida, a mujeres y niñas en situación de pobreza, indígenas que viven en zonas rurales de la sierra o la Amazonía.

El Estado peruano ha desarrollado un buen número de leyes y normas que otorgan un marco jurídico sólido para avanzar en la igualdad entre hombre y mujeres. Sin embargo, y como ocurre en otros ámbitos, existe una disociación entre la normativa existente y la limitada capacidad para aplicar esas leyes. De esta manera, observamos que, si bien existe una Ley Marco para la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres (Ley Nº 28983) que promueve la incorporación del enfoque de género tanto en la administración pública y todas las iniciativas, esto no ocurre con la frecuencia que sería deseable.

En el terreno presupuestario se ha logrado uno de los avances más estratégicos que, posiciona a Perú como uno de los Estados de la región con mayor compromiso con los presupuestos sensibles al género. En este sentido, y junto con el inicio de los Presupuestos por Resultados, el Ministerio de Economía y Finanzas ha comenzado a asignar recursos específicos para promover la igualdad de género en las distintas políticas públicas que lleva a cabo el Estado y que, sin duda, contribuye a una gestión más transparente y eficaz.

Es importante resaltar la realización en 2010 de la Primera Encuesta de Uso de Tiempo (ENUT) en Perú, llevada a cabo en alianza estratégica entre el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), el INEI, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), ONU Mujeres y el organismo de la sociedad civil Manuela Ramos.

2.2.3 Participación Política y Ciudadana de las Mujeres

La puesta en marcha de la ley de cuotas de género, que promueve la inclusión de al menos un 30% de mujeres en la composición de listas electorales a cargos de representación política ha logrado ciertos avances; pero es establecer medidas de control que garanticen que el sistema de cuotas es puesto en marcha de manera eficiente y facilita el acceso de las mujeres a la vida política. Para ello, el Poder Ejecutivo viene evaluando un proyecto de ley que tiene como objetivo promover la participación política equilibrada entre mujeres y hombres (ley de alternancia).

En lo que respecta a fiscalización y vigilancia ciudadana, se ha establecido un sistema de cuotas de género en las listas de candidaturas de representantes de la sociedad civil para la conformación de los Consejos de Coordinación Regional y Local (CCR y CCL).

En el área de la salud, se viene implementando un sistema de comités de vigilancia que tienen como objetivo contribuir a mejorar la calidad de la atención y los servicios de salud a favor de la población y que, en muchos casos, está conformado por mujeres. También se han desarrollado comités de apoyo para supervisar la buena marcha de ciertos programas sociales, como el programa Juntos, y que cuentan con una participación femenina casi paritaria.

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2.2.4 La Pobreza y las Mujeres

A pesar de la reducción en los índices generales de pobreza, las mujeres siguen siendo las más "pobres entre los pobres" tanto en pobreza relativa como en pobreza extrema. Se han logrado algunos avances, como el empoderamiento de las mujeres que puede suponer la transferencia monetaria directa a través del programa Juntos o el programa Gratitud, ahora Pensión 65, aunque en este último caso sería necesario establecer en qué medida mujeres adult

as mayores se benefician de estas ayudas; pero éstas son medidas transitorias, por ello debe implementarse medidas que supongan mejoras perdurables en el tiempo.

Se deberá entonces analizar puntos críticos como: el trabajo no remunerado de las mujeres y el cuidado de dependientes (niños, niñas, personas ancianas y personas enfermas) que, además limitan sus posibilidades de realizar trabajos remunerados, socaban su tiempo para capacitarse y para el autocuidado.

Partes: 1, 2, 3, 4
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